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A aquellos hombres que, por no haber emigrado, vivían la más cruel de las torturas, el mufti les dió el nombre de Ghuraba, Extraños, remitiéndose así a la Palabra del Mensajero de Dios: " El Islam ha empezado siendo extraño y seguirá siendo extraño hasta el final. El Paraíso es de los extraños". Amin Maalouf, León el Africano. Los procesos de definición de la identidad tienen lugar mediante operaciones de establecimiento de semejanzas y oposiciones, esto es, exigen la exclusión de aquellos elementos que pudieran arrojar dudas sobre la imagen de su integridad ideal. La idea de Occidente es inconcebible si no en su relación, su situación, con respecto a Oriente. España se ha construido contra al Ándalus, mediante su limpieza, su negación o su falseamiento: tanto desde una lectura demonizadora como desde todas las posibles idealizaciones. Desde el orientalismo romántico decimonónico, literario o pictórico, hasta el turismo de masas contemporáneo, una ambigua incomodidad ha caracterizado nuestra postura ante el hecho del Oriente en nosotros, frente al Otro que somos, frente a la imagen del moro - que sería nuestra identidad invertida: mediante la negación de la cual somos nosotros. La fascinación y el miedo han venido definiendo nuestra relación con ese otro: desde la idealización negativa, producida por los mass media, propagadores del pánico a "la gran migración" (Enszenberger), la invasión de los miserables; un miedo que genera un racismo de doble intensidad, de dos velocidades o, más crudamente, de dos cañones. A ese racismo "tradicional", xenófobo, excluyente, habría que añadir otro, disfrazado de tolerancia, y enmascarador de indiferencia: un racismo que, proclamándose defensor de las diferencias e interesado por el consumo de los aspectos más superficiales de una cultura, condena al otro a una alteridad obligatoria, mantenida como atracción turística, esclavo a perpetuidad como personaje de un Parque Temático. (La cultura islámica) proyectada en el pasado, los cristianos la consideraban como algo respetable e incluso, a veces, como algo maravilloso y superior a toda ponderación. Vista en el presente , la juzgaban digna de ser abolida, no sólo por estar ligada a una religión falsa, sino porque era inferior en todo. Julio Caro Baroja. Los moriscos del Reino de Granada. Mientras que en cualquier conflicto euroárabe se quieren ver guerras de religión, simplificando y sustituyendo por guerras entre culturas lo que no son sino consecuencias de injusticias históricamente enraizadas, proponemos, contra cualquier tentación de resignación, de fatalismo, de conformismo, trabajar en la frontera, en un territorio utópico, en un territorio por-venir, respondiendo al llamamiento de Jacques Berque a favor de "des Andalousies toujours recommencées, dont nous pourtons en nous à la fois les décombres amoncelés et l'inlassable espérance". Bueno, que castiguen a los moritos ¡ pero que no tiren balas que me van a estropear el paisaje! El árabe tiene una imaginación impresionable y fogosa que le arranca de pronto de la melancolía a que está propenso para lanzarse a una actividad incansable. Bajo su cutis fino y su cuerpo delgado y airoso, se ocultan nervios de acero y músculos de hierro; su mirada tranquila y profunda se convierte de pronto en una rayo que confunde a su enemigo. En su vida no suele haber términos medios: o permanece casi inmóvil en la puerta de su casa o busca el medio de agotar su fogosidad reventando su caballo. La pereza de las gentes y su poca inclinación al trabajo, motivada por su entrega a las ingenuas ideas que introdujeron los curas en sus conciencias, los ha convertido en personas más próximas al otro mundo que a este (...) Los españoles, aunque físicamente viven en el siglo veinte, tienen una mentalidad que todavía está ligada a la Edad Media. El carácter del español es colérico y nervioso (...) es capaz de adormecer su odio largo tiempo hasta que, cuando se le presenta la ocasión, estalla. Los artistas de Francia han creado el paisaje de África. El no-lugar es el espacio de los otros sin la presencia de los otros, el espacio constituido en espectáculo, espectáculo en sí mismo atrapado en las palabras y los estereotipos que lo comentan de antemano valiéndose del lenguaje convencional del folklore, lo pintoresco o la erudición. Un vrai luxe par la fluidité du tombé, la discretion rafiné des tons et le choix des matières Pintarás los gabinetes cincelados de la Alhambra y el humo de los pebeteros y las bellas del harén., Je ne sais quelle indolence, quelle tranquilité détaché de tout Para los occidentales, el pensamiento occidental es el pensamiento, y el mundo occidental es el mundo. El colonizador da por descontado que la modernidad del colonizado no existe. La modernidad del colonizador es la auténtica, en nombre de la universalidad de la civilización, del devenir humano y de la razón. Modernizarse es occidentalizarse: europeizarse. Me he tendido como un muerto sobre el árabe tapiz y el opio, el dulce veneno del color de la esmeralda me ha llevado a las regiones de un quimérico país Traversée du désert: celui des poètes, des écrivants, des mystiques, voyageurs d'ahujourd'hui ou chercheurs d'absolu. El viaje a Oriente es el viaje a un objeto cultural creado por Occidente, es una invención europea, y es,ante todo, un viaje al pasado (un concepto también interesado, ideológicamente cargado), una construcción realizada mediante la racionalización y desnaturalización de una realidad dada. Si la ciencia sólo tiene comercio con cadáveres (De Certau), el turista también: no hay comercialización ni consumo posible sin el proceso previo de extrañamiento y muerte.