La excelencia, cuestión de responsabilidad Ana Sainz, directora

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La excelencia, cuestión de responsabilidad Ana Sainz, directora
La excelencia, cuestión de responsabilidad
Ana Sainz, directora general de Fundación SERES
Hace un par de semanas veíamos cómo tres consejeros españoles formaban parte de
la lista de los cien mejores CEO del mundo, que elabora 'Harvard Business Review'.
Aunque habitualmente este ranking se había elaborado a partir de variables como la
rentabilidad total para el accionista o cambios en la capitalización bursátil, en esta
edición la excelencia ha venido dictada, además de por variables financiaras, por
criterios de RSE y buen gobierno de las compañías.
En Fundación SERES, con más 120 empresas, apostamos por una Responsabilidad
Social Empresarial integrada en la estrategia de la compañía, generadora de valor
compartido y con un enfoque sistémico y constructivo, que favorece alianzas con
otras organizaciones así como su escalabilidad. En pocas palabras, hacemos que todo
esto “suceda” a través de: la creación de valor, la métrica y la sostenibilidad en el
tiempo.
¿En qué medida el compromiso de las empresas con la RSE ha tomado forma en
nuestro país? La Fundación elabora en colaboración con la consultora Deloitte empresa SERES- el Informe sobre el Impacto Social en las Empresas, con el
objetivo de medir, analizar y evaluar la contribución real de las empresas a la
sociedad. El modelo aplicado analiza la concordancia entre los objetivos de la RSE de
las empresas y los resultados de su actividad. La definición de este modelo tiene en
cuenta cinco capitales –humano, organizacional, relacional, económico y social, 16
ejes de contribución y 138 indicadores definidos. El pasado año participaron 50
empresas, miembros de la Fundación SERES, con una facturación agregada
equivalente al 18% del PIB en España en 2013. En la primera edición del informe los
datos hablan por sí solos: 7 millones de beneficiarios directos en programas sociales
empresariales, un total de 457 millones de euros en las empresas consultadas, 94
proyectos de media por empresa (más de 4500 proyectos en total).
Aunque los resultados del II Informe sobre Impacto Social se presentarán durante la
primera semana de noviembre, aprovecho estas líneas, para invitaros a leerlos,
analizarlos y dedicar una reflexión a la realidad que nos acercan; la de la RSE de las
empresas como un auténtico ecosistema, no una parte aislada, que nos permite
pensar en grande y nos ofrece una visión global e integrada del negocio.
Lo hemos comentado en otras ocasiones, pero otro de los aspectos más relevantes de
las actuaciones sociales en las empresas es la innovación. SERES cree en
la innovación social como elemento indispensable, para afrontar los retos, que se
plantean a los actuales gestores empresariales. Estrategias sencillas para dar solución
a problemas reales, al tiempo que se convierten en motores de cambio. Es indudable
que la innovación social es una herramienta natural, para unir rentabilidad social y
financiera.
Este mismo pensamiento lo hemos evidenciado observando el comportamiento del
tejido empresarial de Silicon Valley. Analizábamos las últimas tendencias y desafíos
de las empresas estadounidenses en materia de RSE.
Es indudable, que las estrategias de la relación de la empresa con la sociedad están
experimentando una evolución progresiva. Cada vez, resulta más habitual ver el paso
hacia la visión global de las corporaciones, la redefinición de colaboración de las
industrias en oportunidades de desarrollo global y el nacimiento de alianzas
estratégicas con otras organizaciones. En otras palabras, las empresas buscan crear
actuaciones sociales perdurables en el tiempo, eficientes, que multipliquen el impacto
y que conviertan la acción social empresarial en oportunidades.
El compromiso de la alta dirección, el rigor y la capacidad de medir el impacto de la
RSE, las alianzas con otras organizaciones y la búsqueda de modelos a gran escala
son los denominadores comunes de las empresas más relevantes de la costa oeste
de EE.UU. Es crucial el establecimiento de retos -no sólo implementar programas-,
pensar en grande y consolidar la figura del líder como pieza clave en el cambio
cultural, para contagiar su visión responsable al resto de la organización y lograr
empresas más exitosas, de mayor excelencia.

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