PDF Endometriosis

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ENDOMETRIOSIS
La endometriosis es una enfermedad que se encuentra
presente en un 8-16% de las mujeres y entre un 25-35% de las
mujeres con esterilidad.
Se define como la presencia de tejido endometrial (capa
interna del útero y que es la que se expulsa con la
menstruación) en un sitio fuera del normal.
El endometrio ectópico (fuera de su sitio) se comporta igual
al que se encuentra dentro del útero; es decir, responde a
cambios hormonales y presenta sangrados cada mes.
Los sitios más frecuentes de aparición son: el peritoneo (capa
membranosa que reviste el abdomen, la pelvis y los órganos),
los ovarios, el útero, las salpinges y la vejiga.
Existe un sitio denominado “saco de Douglas” que es el
espacio existente entre el útero y el recto y que es el principal
afectado, ocasionando dolor pélvico que aumenta con la
menstruación (dismenorrea) y con las relaciones sexuales
(dispareunia).
No se conoce aún la causa exacta de la endometriosis y existen
un sinfín de teorías relacionadas a su etiología. La más
importante de ellas es la menstruación retrógrada; es decir,
que debido a la influencia de alteraciones anatómicas una
parte de la sangre menstrual presenta un reflujo interno en
lugar del flujo hacia la vagina que normalmente ocurre. La
sangre que llega desde el útero hasta la cavidad abdominal y
pélvica lleva consigo células endometriales que se implantan,
crecen y producen un tejido que mes a mes sangra.
Se ha demostrado en diferentes investigaciones que la
mayoría de las mujeres presenta menstruación retrógrada y
sólo algunas desarrollan endometriosis.
Se ha determinado que esta enfermedad puede deberse
también a causas genéticas e inmunológicas; es decir, si existe
un familiar con endometriosis hay una mayor tendencia a
desarrollarla.
Las alteraciones anatómicas uterinas también predisponen a
la aparición de la patología (útero con septos, malformaciones
congénitas, cesáreas y cirugía uterina previa).
Los principales síntomas de la endometriosis son:
-Dismenorrea: dolor con la regla.
-Dispareunia: dolor con las relaciones sexuales.
-Esterilidad: incapacidad de lograr un embarazo tras un año
de relaciones sexuales sin protección anticonceptiva.
La anterior es la llamada triada clásica aunque existen otros
síntomas como dolor al defecar en época menstrual o incluso
hematuria (sangrado al orinar).
La manera de diagnosticar la endometriosis inicialmente es
clínica (con los síntomas y hallazgos a la exploración física de
la paciente).
Existe un análisis de sangre que puede apoyar el diagnóstico y
es la determinación de Ca 125, aunque esto es inespecífico.
El diagnóstico de certeza se establece por laparoscopia.
Laparoscopia.
La laparoscopia es una cirugía en la cual se introduce una
cámara a través del ombligo de la paciente para observar los
órganos pélvicos (útero, salpinges, ovarios y tejidos
circundantes) y de esta manera se diagnostica si son normales
o existe alguna patología específica. Por medio de la
laparoscopia se pueden diagnosticar enfermedades como
quistes ováricos, malformaciones uterinas, salpingitis,
adherencias pélvicas y endometriosis, entre otras.
Al realizar laparoscopias en mujeres con endometriosis
podemos encontrar un sinfín de lesiones: alteraciones del
peritoneo de diversas formas, mayor vascularidad, depósito
de un material llamado hemosiderina en forma de “granos de
pólvora”, adherencias pélvicas o quistes en los ovarios con
sangre antigua llamados “quistes de chocolate”. Durante la
misma cirugía es conveniente tomar biopsias de algún tejido
o lesión para enviarla a estudio patológico y confirmar el
diagnóstico. Siempre que sea posible se intentará solucionar
cualquier problema en el mismo acto quirúrgico como resecar
quistes endometriósicos, electrofulgurar (quemar) los focos
de endometriosis para evitar su crecimiento y mayor
desarrollo o incluso cortar las adherencias que existan entre
los diferentes órganos abdominopélvicos.
Es conveniente realizar una prueba que nos ayude a conocer
si las salpinges son permeables o están obstruidas.
Las pacientes a quienes se ha realizado la cirugía para
diagnosticar una causa de dolor pélvico intenso o dismenorrea
incapacitante y se ha confirmado la endometriosis pueden ser
sometidas a una electrofulguración y corte del ligamento y
nervio uterosacro. Dicha cirugía disminuye la sensibilidad de
los órganos pélvicos y mejora temporalmente el dolor.
El tratamiento posterior a la laparoscopia es variable. Muchas
veces en el mismo acto quirúrgico se soluciona el problema de
la mujer pero por lo general se requiere de medicación
complementaria.
Pueden
ser:
hormonales
orales
(anticonceptivos por tiempo variable), si no se busca un
embarazo; o bien hormonas que inhiben el desarrollo de
nuevos focos endometriósicos (Danazol o analogos de GnRH).
Las pacientes que están deseando quedarse embarazadas y a
quienes se realiza laparoscopia bajo sospecha de
endometriosis continuarán su tratamiento dependiendo de la
intensidad de la enfermedad.
Si nos encontramos con una endometriosis leve que ha sido
corregida con la cirugía, la pareja podría buscar embarazo
espontáneamente o ver mejorado su pronóstico utilizando
inductores de ovulación.
La inseminación intrauterina mejora los índices de embarazo
y se utiliza en pacientes con endometriosis moderada, sin
embargo en mujeres con un grado severo de afección
recomendamos realizar procedimientos de reproducción
asistida.
El detener la actividad hormonal de manera temporal muchas
veces mejora de grado variable la endometriosis y esto ocurre
de manera fisiológica con el embarazo. Pacientes con
antecedentes de dolores pélvicos, dismenorrea y dispareunia,
una vez transcurre el embarazo, mejoran notablemente sus
síntomas.
Existen diferentes páginas web a las que se puede acceder
para obtener mayor información como la de la Asociación
Española de Endometriosis o la labor informativa y humana de
las chicas de EsEndo.
http://www.endoinfo.info
https://www.facebook.com/EsEndometriosis/?fref=nf

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