Conciliación: Balance Vida Familiar y Laboral Me ha sorprendido

Conciliación: Balance Vida Familiar y Laboral
Me ha sorprendido gratamente descubrir como una de las mayores inquietudes que
comparten un numeroso grupo de profesionales que decidieron cultivar una familia, y
a su vez construir una carrera profesional, como lo es lograr el anhelado balance vida
familiar y laboral, resulta toda una línea de acción en los países europeos bajo la
denominación “Conciliación”.
“Las propuestas de Conciliación de vida familiar y profesional nacen en el conjunto de
países de la Unión Europea, a principios de los años 90, motivadas por el incremento
de la presencia de las mujeres en el mercado laboral y la imposibilidad de seguir
dedicadas por completo a la atención familiar” (1).
En sus inicios, el aspecto central giró alrededor de la armonización de la doble jornada
para las mujeres (tiempo productivo y tiempo reproductivo), pero luego de de la
Conferencia Mundial de Mujeres en Beijing en 1995, el concepto avanzó e incorporó
tres grandes aspectos:
9 El desarrollo de los modelos de protección social.
9 El compromiso de los hombres en las responsabilidades familiares.
9 La vivencia de los tiempos de vida, que incluye el tiempo propio, junto con el
familiar y el laboral, como un derecho de las mujeres.
Es así como la conciliación adquirió un nivel de interés para toda la sociedad, por lo
tanto, también exigió el abordaje desde distintos ámbitos.
Las propuestas que apuntan al anhelado balance, se deben traducir en diversas
estrategias y actuaciones, por un lado, desde la necesidad de compartir funciones
entre hombres y mujeres en el hogar y en la vida pública y, por otro, desde el
compromiso, la cooperación y el trabajo en red de la administración pública,
empresas, sindicatos y otros actores de la sociedad civil.
Desde el punto de vista empresarial, las iniciativas en esta materia están vinculadas
necesariamente a la gestión de responsabilidad social, y los desafíos a los cuales se
enfrentan pueden resumirse en los siguientes aspectos:
9 Normalizar las relaciones laborales desde la consideración de igual capacidad
laboral de mujeres y hombres.
9 Fomentar la inserción laboral de las mujeres, sin que la maternidad sea un
condicionante para el empleo.
9 Facilitar el acceso a los permisos de paternidad y cuidados familiares como
derecho también de los hombres.
9 Incorporar en la negociación colectiva las necesidades de la conciliación.
En Venezuela, podemos afirmar que esta práctica ha estado incorporada bajo otra
denominación en las políticas de las empresas, sin embargo, se requiere seguir
profundizando y trabajar con mayor fuerza, a la par del auge y resonancia que tiene
para nuestra sociedad.
Bibliografía Consultada
(1) Cuadernos Serie Concilia, Nro. 1. Marco General y Contexto histórico del
Concepto de Conciliación. Publicado por el Instituto de la Mujer Región de
Murcia.