La voz de los libros “Contagiar el deseo de leer es como contagiar

Transcripción

La voz de los libros “Contagiar el deseo de leer es como contagiar
La voz de los libros
“Contagiar el deseo de leer es como contagiar cualquier otra convicción
profunda: sólo se puede conseguir, o mejor intentar, sin imposiciones, por simple
contacto, imitación o seducción”.
(Emili Teixidor)
Al principio, los libros son voz, pequeños susurros, nanas cantadas en secreto,
rimas guardadas en la memoria, cuentos minúsculos que se desgranan antes de dormir.
Huelen a leche. La cuna se convierte entonces en un lugar para la poesía y los abrazos.
Durante la noche, los libros se transforman en esa voz mágica que nos arropa y de la
que uno no se quiere separar.
Algún tiempo después, los libros se hacen papel. Se suma a ellos el ruido de las
páginas que se pasan a cuatro manos y el olor de las librerías y el de las mañanas de
Reyes Magos. De niños, los libros aparecen más ligados que nunca al territorio de los
afectos, a un tiempo robado a la prisa, a los recuerdos y las preguntas compartidas. Se
suben a la cama, vigilan nuestros sueños y siguen teniendo la voz única de quien nos
lee. El psicólogo José Antonio Ríos González señala que “los expertos han demostrado
la importancia de la hora del cuento, es decir, de leerles con continuidad, cada día,
durante cinco minutos desde los dos o tres años”.
Gracias a esta lectura compartida, como subraya Anna Gasol, “el libro adquiere
una dimensión extraordinaria porque, no solamente abre las puertas a un universo, sino
que es un instrumento de intercambio y colaboración entre el adulto y el niño.
Alrededor del libro compartido, lo demás no importa. En la memoria del niño estas
imágenes estarán para siempre asociadas con la complicidad y la ternura compartidas;
una ternura física -sentados uno junto al otro-, y una complicidad y ternura intelectuales
porque, mientras dura la historia, el niño y el adulto estarán inmersos en la misma
aventura, las mismas emociones. Están encerrados en una especie de burbuja, dentro de
la cual puede suceder todo porque, pase lo que pase, lo comparten”.
Víctor Estalayo y Rosario Vega subrayan que “en un entorno lector, a los niños
no les basta escuchar lo que les leen. Quieren ser protagonistas de esa actividad tan
divertida leyendo ellos mismos; ansían poder averiguar lo que dicen los libros cuando
no haya nadie que quiera o pueda leérselos”. Poco a poco, los libros van adquiriendo
nuestras propias voces, unidas a las de los personajes, autores, ilustradores, a las de
quienes nos leyeron… Surge en ese momento un nuevo espacio, un tiempo personal de
encuentro con la lectura que se debe propiciar desde la familia. La satisfacción de un
niño que aprende a leer y comprende, de pronto, cómo esos trazos van desentrañando un
misterio resulta emocionante, cómo su voz se va deslizando sobre cada letra. Varios
estudios y experimentos confirman las ventajas de la estimulación temprana para que el
niño se familiarice desde muy pequeño con la lectura.
En este sentido, Pedro Cerrillo recuerda que “el trato habitual del niño con los
recursos que ofrece el lenguaje literario, su familiarización progresiva con los textos
literarios, marcará no solo su creatividad expresiva, sino que también ayudará a
despertar su fantasía y a desarrollar su sensiblidad”.
Respeto al lector
“Porque los niños tenemos un mundo propio, pero no menos complicado que el
de los adultos. Vivimos jugando, soñando, pensando sin parar”
(Niño de12 años. Niños y niñas protagonistas de su aprendizaje. Ed.
Anaya)
Porque los niños piensan sin parar, la Literatura Infantil debe incitarles a pensar
desde el respeto que se merecen como lectores, evitando las moralinas, el tono
condescendiente y el estilo simplón. Los niños no son tontos y, sin embargo, algunos se
obstinan en ignorarlo. Por este motivo, resulta esencial ofrecerles una gran variedad de
lecturas de calidad que les inviten a imaginar y a pensar. Según el escritor Emili
Teixidor, «el placer de la lectura sólo se produce cuando el acto de leer se convierte en
una creación, en un acto productivo, cuando el libro sabe poner en juego las facultades
del lector. Los mejores libros son los que dan al lector suficiente espacio para rehacer el
texto a medida que lo está leyendo».
Cada lector tiene un camino individual, unas preferencias y unos gustos que los
padres y educadores deben respetar porque leer, como decía Pennac, no soporta el
imperativo. El conocimiento de los temas que atraen a cada niño propicia que se acierte
en las lecturas que se le recomiendan. Y para el conocimiento de sus gustos es
imprescindible el diálogo con el lector y que la lectura se entienda como un acto de
libertad individual y no como una obligación.
Los derechos del lector
En Como una novela, el autor francés Daniel Pennac realiza una hermosa defensa de
la lectura y de la libertad del lector a través de su experiencia personal con los libros.
Esta obra, que recomiendo a padres y educadores, reivindica los siguientes derechos del
lector:
•
El derecho de no leer un libro.
•
El derecho de saltar las páginas.
•
El derecho de no terminar un libro.
•
El derecho de releer.
•
El derecho de leer lo que sea.
•
El derecho al Bovaryismo (enfermedad textual transmisible).
•
El derecho de leer donde sea.
•
El derecho de buscar libros, abrirlos en donde sea y leer un pedazo.
•
El derecho de leer en voz alta.
•
El derecho de callarse.
Esta libertad a la hora de elegir, que propone Pennac, nos acerca más a los libros
porque lo “obligatorio” nos suele conducir de forma casi irremediable a la idea del
tedio, del aburrimiento y del rechazo. A los padres y educadores nos corresponde la
tarea de facilitar el acercamiento a los libros, la posibilidad de sugerir, de ofrecer títulos
y de dejar que el lector decida su libro, su lugar de lectura, su ritmo, si quiere comenzar
por el final, si desea saltarse fragmentos, si lo leerá en voz alta… Esa libertad es la clave
para que el niño y el adolescente se sientan dueños de su propia historia como lectores.
Por qué leer juntos
“Yo empecé a leer porque era tartamuda y se reían de mí las otras niñas, que eran
muy malas, y también porque mi padre, que era un buen lector, tenía una biblioteca muy
completa. Y mi madre también leía, con lo cual los libros constituían para mí algo
natural, no los veía como algo raro”.
Ana María Matute
Según un estudio realizado por la Universidad de Cantabria, “leer en familia es
uno de los factores que crea un hábito lector en los hijos, que sirve para mejorar de
forma notable la capacidad lingüística y verbal de los estudiantes y que está en el origen
de un mejor rendimiento académico en todas las asignaturas. Además, se ha detectado
que las familias leen más cuando los niños son pequeños, y que este hábito se reduce al
crecer los estudiantes, al igual que el control que se ejerce sobre los contenidos a los que
tiene acceso a través de los videojuegos y la televisión, ante la que existe una casi total
despreocupación”.
Leer juntos significa conocer al otro. Leer con nuestros hijos significa descubrir
sus intereses para acercarles a aquellos libros que les conmoverán o les impresionarán
de forma especial. Leer juntos implica estar abierto a diferentes temas, a libros de
diversas materias que despierten la curiosidad de los niños, a compartir tebeos, revistas,
a comentar noticias del periódico, a leer y buscar información en internet… Los tiempos
de lectura compartidos, los libros comentados en casa, los libros regalados fomentan un
vínculo con nuestros hijos, un diálogo alrededor de la lectura. Los clubes de lectura, los
cuentacuentos, las propuestas de las bibliotecas y los centros escolares, acompañar a
nuestros hijos al cine, al teatro, a las librerías. Todos estos detalles contribuyen a
acercarles a los libros. El psicólogo José Antonio Ríos González recuerda que “las
lecturas ofrecen a los niños de diez a doce años un repertorio de modelos de
identificación que fortalece la formación de la personalidad y se les abre un abanico de
opciones para que construyan su identidad personal”.
En muchas ocasiones, los estudios, los expertos, las encuestas e informes
lamentan la falta de lectura de los niños y adolescentes españoles. No se detienen a
reflexionar si los adultos leen, ni valoran si la familia propicia desde una edad temprana
ese primer encuentro con los libros. Tampoco parecen meditar sobre la idoneidad de los
métodos o prioridades del sistema educativo, ni sobre los contenidos de las
programaciones, ni sobre la forma de abordar la lectura como fuente de placer. Olvidan
la atracción que puede ejercer un libro si se deja tiempo para leerlo, si se deja un lugar,
un espacio, si se encuentra al lector adecuado… entonces no hacen falta estrategias, ni
métodos, ni políticas, ni informes… entonces basta una voz interior para que se lea.
Qué leer
La orientación sobre las lecturas atenderá a las preferencias del lector, a su edad
y su capacidad de comprensión. Los padres pueden encontrar sugerencias en las
bibliotecas públicas, en el propio centro escolar, a través de revistas especializadas en
Literatura Infantil y Juvenil o en la animación a la lectura (Revista de Literatura,
Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, Babar, Peonza, Pinakes, Fadamorgana,
Cuadernos de Pedagogía…) y en diferentes instituciones y asociaciones encargadas de
la promoción de la lectura (Fundación Germán Sánchez Ruipérez- Servicio de
Orientación de Lectura, AELE, Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio de
Educación y Ciencia, Fundación Alonso Quijano…).
Un libro en la mochila
Los maestros y profesores también son la voz de los libros y una mano que
puede orientar a los padres y a los alumnos. “Un libro en la mochila” es una propuesta
para fomentar el hábito de lectura diario, tanto en casa como en el aula, a través de
lecturas voluntarias. Se dedica un tiempo diario en clase para permitir la lectura en
silencio de los libros elegidos por los alumnos. Esta iniciativa se complementa con
lecturas colectivas (recitales de poesía, obras de teatro infantiles y juveniles, clásicos) y
actividades de creatividad propuestas por el profesor, que también orienta las lecturas
individuales de cada alumno a través de la Biblioteca Escolar.
Objetivos generales:
1. Fomentar en los niños y adolescentes un hábito de lectura diario, tanto en
casa como en clase, solicitando la colaboración de los padres.
2. Animar a la lectura y al conocimiento de otros géneros y autores no
contemplados en el currículo oficial.
3. Desvincular la lectura de una calificación.
4. Enseñar a cuidar y valorar los libros.
5. Crear un nexo de unión entre los alumnos y la Biblioteca del centro.
6. Reforzar la convivencia entre los compañeros de clase.
7. Mejorar la expresión oral y escrita.
8. Unir los libros a otros lenguajes: internet, ilustración, cine, cómic…
Ventajas para el docente:
1. Adaptarse a la diversidad de una clase en la que se integran alumnos con
necesidades educativas especiales, de educación compensatoria y un grupo
con niveles de competencia lingüística heterogéneos.
2. Crear un clima de trabajo y de orden en clase, un hábito. Se dedican los
minutos iniciales de cada clase a leer y se propicia un ambiente de
concentración.
3. Atender individualmente a cada alumno, revisar su trabajo diario y conocer
sus gustos lectores.
4. Involucrar a los padres en la enseñanza de sus hijos a través de la lectura.
Algunas claves:
- Defender el derecho del lector a no terminar un libro.
- Ofrecer, desde la Biblioteca del centro, sugerencias a los alumnos de lecturas de
calidad relacionadas con sus gustos y comprensión lectora.
- Respetar la posibilidad de comenzar y devolver tantos libros como sean necesarios
hasta que se encuentre una lectura que interese al lector.
- Entender la lectura como un acto de libertad, individual y personal.
- Escuchar las sugerencias de los alumnos e intentar incorporarlas a los fondos de la
Biblioteca Escolar.
Propuestas para el aula:
1. Un libro, un regalo:
Objetivos:
- Reforzar la unión del grupo clase.
- Fomentar el gusto por la lectura y el cuidado de los libros.
- Implicar a los padres en la animación a la lectura de sus hijos.
Para esta actividad de animación a la lectura se solicitó por carta la colaboración
de los padres. La propuesta consistía en realizar un “amigo invisible” con lecturas. Cada
alumno compró un libro, lo decoró con papel de colores, elaboró una ilustración de
portada y una dedicatoria personal en la contraportada como si se tratara de una pequeña
carta para su nuevodestinatario. Después se encargaron de forrarlos en casa y los
envolvieron en papel de regalo. Algunos de los títulos escogidos provenían de una lista
de sugerencias de autores y obras que les propuse en clase; otros se eligieron por sus
gustos personales ya que algunos alumnos se decantaron por libros que habían leído con
anterioridad y consideraban recomendables para sus compañeros.
2. Dibujando libros fantásticos
Objetivos:
- Desarrollar la imaginación y la creatividad
- Unir el código verbal con otros códigos (imagen)
- Sintetizar en una imagen el argumento del libro o alguna de sus
ideas clave
- Valorar el trabajo personal y el de los compañeros
- Reforzar la unión de los alumnos con la Biblioteca
La actividad “Dibujando libro fantásticos” sirvió para que los alumnos unieran
las lecturas que iban terminando con dibujos o ilustraciones que pudieran servir como
portadas. Elegimos cartulinas de un tamaño superior al DIN-A4 para decorar con ellas
una de las paredes de la Biblioteca del centro.
3. La baraja de Platero
Objetivos:
- Conocer la obra de Juan Ramón Jiménez
- Escuchar de forma activa la lectura de dos capítulos de la obra
de Platero y yo, leídos por el profesor.
- Desarrollar la creatividad y la imaginación.
- Reforzar la unión del alumno con la Biblioteca.
- Unir el código verbal con otros códigos.
A partir de la lectura en voz alta de dos capítulos de Platero y yo, los alumnos
elaboraron una baraja de cartas fabricadas en cartulinas verdes y granates relacionadas
con estos fragmentos de la obra de Juan Ramón Jiménez. Los dos capítulos
seleccionados fueron: Platero (Cap.1) y Libertad (Cap.32). Aproveché los materiales y
elementos sensoriales que aparecían en los dos textos para sugerir a cada alumno que
trajese a clase uno de ellos: algodón, mandarinas, espejo, papel de aluminio, piñas…
También les pedí que realizasen en sus casas un pequeño dibujo de Platero que iba a
ilustrar cada una de las cartas y que lo coloreasen.
Dedicamos la segunda sesión de clase a recortar los dibujos de Platero, distribuir
los materiales en las diferentes cartulinas, dar color al mural conjunto, dibujar, colorear
y recortar siluetas de pájaros para ilustrar el capítulo 32.
Cada carta constaba de una portada que comenzaba de las siguientes formas:
“Platero es…”, “Platero sueña…”, “Platero tiene…”, acompañada por la ilustración de
Platero. Al girar la cartulina aparecía la respuesta unida al material. Ejemplos: “Platero
es… como algodón” “Platero tiene… los ojos como espejos”, “A Platero le gustan… las
naranjas mandarinas” (aparecían decorando la tarjeta cristales, trocitos de algodón,
frutas… de acuerdo con los capítulos seleccionados en clase).
Durante el día del Centro, se expusieron las cartas y los fragmentos escogidos en
la Biblioteca. La muestra de la baraja y del mural del grupo se adornó de pajas, una
piña, miel y otros materiales que representaban algunos de los detalles que aparecían en
los textos leídos en clase. Se trataba de aprovechar el carácter lírico de la prosa de Juan
Ramón, su belleza y sensualidad para jugar con los cinco sentidos a través de objetos,
formas, colores, sabores…
* Esta propuesta se puede desarrollar con cualquier lectura o fragmento literario
o científico que haga referencia o que despierte los sentidos.
4. Lectura y cómic
Objetivos:
- Fomentar la compresión lectora.
- Mejorar la expresión escrita.
- Desarrollar el gusto artístico de los alumnos.
- Valorar la creación personal y la de los compañeros.
- Acercar a los alumnos a la Biblioteca.
La actividad consiste en sintetizar cada capítulo de una obra propuesta por el
profesor en forma de cómic. Para animar no solo al dibujo o al collage, sino también a
la escritura, se propone a los alumnos que incluyan bocadillos o cajas de texto que
expliquen o completen la información que aparece en cada ilustración. El libro elegido
fue “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar”, de Luis Sepúlveda, y el
trabajo de los alumnos de se expuso en la Biblioteca con ocasión de la Semana del
Libro.
5. Jugando con las metáforas
Objetivos:
- Comprender el concepto de metáfora como recurso estilístico.
- Desarrollar su imaginación y su sensibilidad artística.
- Fomentar el respeto por la creaciones propias y ajenas.
-Acercarles a la Biblioteca Escolar a través de la exposición de
sus trabajos.
Esta actividad se basa en la creación de metáforas para una exposición de poesía
visual. Consiste en que cada alumno elija un estado de ánimo o un sentimiento para
representarlo por medio de un objeto. Les pido que traigan sus metáforas en cajas
decoradas para que las abran en clase y las expliquen brevemente a sus compañeros.
Entre los sentimientos elegidos por los alumnos del grupo para representarlos a partir de
objetos figuran: el amor, el dolor, la soledad, el desamor… En las cajas aparecen, entre
otros elementos, corazones de arcilla rotos, flores de tela, figuras de plastilina de
hombres solitarios, fotografías, cristales, piedras…
Bibliografía:
CERRILLO, P. (1992): Literatura infantil y enseñanza de la Literatura. Colección
Estudios. Edic. de la Universidad de Castilla-La Mancha. Cuenca.
Lectura en familia, mejores notas. Artículo publicado en el Diario Montañés el 13 de
diciembre de 2007.
ESTALAYO, V y VEGA, R (2003): Leer bien al alcance de todos. Edic. Biblioteca
Nueva. Madrid.
FERNÁNDEZ, L: Los niños que leen tienen mayor rendimiento intelectual. Entrevista a
José Antonio Ríos González. Publicada en El Semanal el 27 de enero de 2002.
GASOL, A: La familia, modelo e impulsora de la lectura. Artículo publicado en CLIJ
(Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil) en mayo de 2005. Barcelona.
HUERTA, E y MATEMALA, A (1994): Niños y niñas protagonistas de su aprendizaje.
Anaya. Madrid.
PENNAC, D (1993): Como una novela. Ed. Anagrama. Colección Argumentos.
Barcelona.
TEIXIDOR, E: Estrategias del deseo o trucos para leer. Artículo publicado en La
Vanguardia, en el suplemento Culturas, 135, 19 de enero de 2005.
Webgrafía:
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Servicio de Orientación de Lectura Infantil y Juvenil http://www.sol-e.com/
Asociación Española de Lectura y Escritura http://www.asociacionaele.org/
Fundación Germán Sánchez Ruipérez http://www.fundaciongsr.es/
CNICE. Recursos para profesores http://w3.cnice.mec.es/recursos2/bibliotecas/
Entrevista a Ana María Matute
http://revista.consumer.es/web/es/20000401/entrevista/
Leer y disfrutar. http://www.solohijos.com
http://centros1.pntic.mec.es/cp.miralvalle/paginas/biblioteca/actividades/altavoz/
orientaciones.htm (Orientaciones para la lectura en familia)
Los niños y la lectura: http://www.cn.fac.org.ar/cnci/publi3.htm
La lectura en familia:
http://www.unadeniargentina.com.ar/material/lecturaenfamilia.htm
10. Lectura y familia: una feliz convivencia
http://www.gobcan.es/educacion/unidadprogramas/recursos/upload/palb_Famili
a_y_convivencia.pdf
11. Animación a la lectura: http://www.animalec.com/
12. Animación a la lectura: www.cajamagica.net/
13. Animación a la lectura desde las bibliotecas públicas:
http://fenix.cnice.mec.es/bibliotecaspublicas/actividades.html
14. Dinámicas de animación a la lectura:
http://www.planlectura.es/recursos/animadores/dinamicas/empezar/dinamicasem
pezar.php?id0=5&id1=6&id2=6
15. Creatividad en el aula: www.quadraquinta.org/
16. Plan de Fomento de la Lectura. MEC: http://www.planlectura.es/index.html
17. Plan de Fomento de la Lectura en Extremadura:
www.lecturaextremadura.com/

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