agente 007 contra el dr. no

Transcripción

agente 007 contra el dr. no
GRANDES ÉXITOS DEL CINE
Y SUS BANDAS SONORAS ORIGINALES
AGENTE 007 CONTRA EL DR. NO
Dirección editorial:
Francesa Navarro
Dirección y coordinación de la obra:
Luis Vilalta
Textos:
Carmelo Arcos, J. Batlle Caminal, Álex Gorina, José Luis Guarner,
Jos Oliver
Guía del oyente:
Joan Padrol
Realización:
Carlos Bonet y Equipo Edición, S. L.
Con la colaboración de:
A&M, Capítol, Casablanca, Decca, Deutsche Grammophon, Epic, MCA,
Mercury, Milán, Philips, Polydor, RCA, Sony
© 1993 Salvat Editores, S. A. Barcelona
ISBN Obra completa: 84-345-5743-6
ISBN Fascículos: 84-345-6283-9
Depósito legal: B-28461-93
Impresión: Cayfosa, Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona)
Impreso en España - Printed in Spain
Distribución: SGEL, Polígono Industrial de Alcobendas, Avenida Valdelaparra 29,
28100 Alcobendas (Madrid)
Suscripciones y petición de números atrasados: Apartado de Correos 201
08830 Sant Boi de Llobregat. Teléfono (93) 654 41 11
La obra Cine y Música se compone de 60 fascículos y 62 compact disc de periodicidad semanal. Cada fascículo tiene 16 páginas, 12 de las cuales contienen un estudio
pormenorizado de una película. Las 4 páginas centrales corresponden al comentario
de la grabación que acompaña la entrega. En total, la obra se compone de cuatro volúmenes, tres de ellos de películas y un cuarto de Guía del oyente (con 240 páginas
cada uno).
Tomo 1 Fascículos 1 al 20
Tomo 2: Fascículos 21 al 40
Tomo 3: Fascículos 41 al 60
Tomo 4: 4 páginas centrales de cada uno de los 60 fascículos.
Las tapas para encuadernar los volúmenes se pondrán a la venta con los fascículos
20, 40 y 60.
El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta de los componentes de la colección
en el transcurso de la misma, si las circunstancias del mercado asi ¡o exigieran.
AGENTE 001
Los aficionados a las películas de
la serie James Bond suelen preguntarse por qué los productores Harry
Saltzman y Albert R. Broccoli se decidieron por la novela de lan Fleming
Dr. No como primera película. La respuesta habría que buscarla únicamente en Fleming, ya que fue él quien personalmente exigió que fuera ésta y no
otra de sus obras la primera. Fleming
tenía por entonces fijada su segunda
residencia en Jamaica, conocía perfectamente la isla y tenía listas todas
las localizaciones posibles para el film.
Esa circunstancia, unida a que Dr No
es una novela escrita casi como un
guión cinematográfico, ayudó enormemente a la hora de la decisión.
Cuando firmó el contrato por el
que cedía los derechos cinematográficos de su obra a Broccoli, Fleming
incluyó una cláusula en la que se
especificaba que él decidiría personalmente sobre la producción en temas y matices que pudieran desvirtuar a su personaje. Era una época
en la que el escritor tenía tanto mando como el productor, y mucho más
que el director. Por tanto, no debemos extrañarnos al comprobar que
Agente 007 contra el Dr No sea la
película de la sene Bond más fiel al
original literario.
Otro factor importante a la hora de
la elección fue que Jamaica tenía algo
prioritario para 007' es un lugar exótico que permite entre muchas más variantes el juego de Bond y sus conquistas.
La película se rodó con un presupuesto bajo si lo comparamos con las
grandes superproducciones de la
época. Cuatro millones de dólares,
que para el año 1962 era una cifra respetable, aunque no excesiva. En el
fondo, y pese a creer en el proyecto,
Broccoli, como él mismo más tarde ha
manifestado, se tomó la película como
un experimento. Podía haber dado
109
James Bond, el agente
secreto británico con
licencia para matar,
es un mito literario
y cinematográfico sólo
comparable con Tarzán
y que se encuentra
más allá del Bien
y del Mal.
Uno de los factores
del éxito de
Agente 007 contra
el Dr. No, radica
en sus espectaculares
y seductoras mujeres
conocidas como
«chicas Bond».
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con la piedra filosofal del cine o simplemente habría arriesgado un capital en un film más. Pero muy pronto se
dio cuenta de que había ocurrido lo
primero y antes de finalizar el rodaje
del film sabía perfectamente que tenía entre las manos un diamante en
bruto al que sólo faltaba pulir.
El estreno de Agente 007 contra el
Dr. No en Londres ese mismo año dejó
admirados y sorprendidos a público
y crítica de tal modo que nadie podía
dudar de su innovación y su eficacia.
Había nacido un mito.
Argumento
Tras una serie de extraños asesinatos de agentes secretos británicos y
de la CÍA en Kingston, Jamaica, el gobierno británico decide enviar a su
mejor hombre para resolver la situación. La misión de 007 consiste en descubrir a los causantes de los crímenes
y localizar una estación de radar y telecomunicaciones con una potencia
capaz de desviar de su objetivo cualquier cohete lanzado desde Estados
Unidos o la Unión Soviética.
A su llegada a Kingston, James
Bond se encuentra con el primer obstáculo en su misión, preámbulo de lo
que le aguarda en aquel país. Su único contacto con sus superiores es Félix Leiter, enviado por la CÍA como
apoyo de 007. Sus primeras indagaciones le llevan a sospechar del profesor
Dent, un afamado geólogo que posee
un importante laboratorio de investigaciones. Las actividades de Dent y
sus continuas contradicciones profesionales le llevarán a planear el asesinato del entrometido James Bond,
aunque éste, prevenido, logra eliminar a Dent cuando iba a revelarle
quién se ocultaba tras la operación.
Todo hace sospechar que algo extraño ocurre en Crab Key una isla
propiedad de un extraño personaje
chino que se hace llamar Dr. No. Junto a Leiter y a Quarrell, un nativo jamaicano que afirma que la isla está
embrujada y protegida por un dragón,
James Bond se decide a investigar el
lugar. Una vez allí descubrirá a Honey
Ryder una muchacha que recoge
conchas marinas en la playa. Honey
también teme al dragón, causante, según ella, de la muerte de su padre.
Sorprendidos por una lancha patrullera del Dr No, deciden huir por
la selva, siendo perseguidos y finalmente acorralados por el dragón de
la isla, que resulta ser un tanque oruga pintado y decorado como una temible fiera para alejar a los intrusos.
Quarrell cae abatido bajo las llamas
lanzadas por el tanque mientras 007 y
Honey son capturados y conducidos
a la fortaleza del Dr. No. Tras ser descontaminados, ya que las playas y
pantanos de la isla poseen una gran
radiación nuclear son conducidos a
presencia del Dr. No, quien les recibe con extraña cordialidad.
El Dr No explica a James Bond sus
planes, consistentes en alterar el curso de un cohete norteamericano que
va a ser lanzado desde Cabo Cañaveral, para que el mundo compruebe su
poder y acceda a sus peticiones, que
no son otras que las de dominarlo.
Contra lo que podía parecer en un
principio, tampoco trabaja para la
Unión Soviética, país al que también
odia, sino para una temible organización denominada S.P.E.C.T.R.A. El
Sean Connery se reveló como un eficaz
actor dúctil irónico y capaz de las más
arriesgadas peleas cinematográficas.
En la primera película de la serie, Bond
debe desenmascarar y abortar los
planes maquinados por un siniestro
personaje, el Dr. No.
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Dr No le propone a 007 que se integre en la organización, pero ante su
inicial negativa y posterior burla, es
conducido nuevamente a una celda,
mientras el Dr No se encamina hacia
el control general de mandos de su
isla para dirigir personalmente la operación de ataque contra el cohete norteamericano.
Bond consigue escapar de la celda por el conducto de ventilación y
disfrazado como un operario técnico,
llega a la sala central de mandos. Una
vez allí, consigue activar el proceso de
autodestrucción de la isla y sostiene
una lucha a muerte con el Dr. No, que
acaba por perecer en una balsa de
ácido radiactivo.
007 logra rescatar a Honey y juntos escapan en una lancha motora segundos antes de que la isla explote.
Una vez en alta mar son recogidos por
los hombres de Félix Leiter y remolcados hasta la costa.
Mi nombre es Bond,
James Bond
El 26 de febrero de 1962 se inició
en los estudios Pinewood de Gran Bretaña el rodaje de Agente 007contra el
Dr No. Sus productores, Harry Saltz-
La colaboración entre el servicio
secreto británico, al que Bond
pertenece, y ¡a CÍA, le llevan a la isla
de Crab Key en Jamaica donde deberá
finalizar su audaz misión.
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man y Albert R. Broccoli, poco podían
imaginarse que aquello era el principio de algo más que una película. Habían creado un nuevo héroe, un mito
cinematográfico que con el tiempo ha
llegado a convertirse en un fenómeno sociológico sin precedente en la
historia del cine.
Ni siquiera los grandes seriales
norteamericanos de los años cuarenta pueden ser comparados con James
Bond. Surgido de la obra literaria de
un mediocre escritor y aventurero (lan
Lanchester Fleming), 007 ha creado
moda, escuela y tradición a través de
tres décadas, adaptándose a los tiempos cinematográficos que le ha tocado vivir Bond, sin duda, está por encima del Bien y del Mal. Su particular
filosofía de la vida le ha llevado a convertirse en el modelo ideal de más de
una generación y en el ejemplo a seguir por millones de adolescentes en
los años sesenta.
Pero tal vez lo más significativo del
personaje habría que buscarlo en su
innata, casi camaleónica adaptación a
los nuevos tiempos. Saltzman y Broccoli primero y este último después han
sabido adecuar el personaje a los gustos populares de cada época.
En su día, Agente 007 contra el
Di No revolucionó por completo el
concepto del cine de aventuras y en
cierta manera, del cine policíaco. Por
vez primera se podía contemplar en
la pantalla a un personaje bueno que
actúa como el malo, a un ser despiadado que no siente clemencia alguna
por sus enemigos y que no duda en
disparar a sangre fría aunque su oponente esté desarmado. Por si todo
ello no bastara, 007 posee licencia
para matar, siente desprecio por todo
aquello que huela a comunista y utiliza a las mujeres como botellas de Dom
Perignon, es decir, se bebe su contenido y tira el envase.
No es por tanto nada extraño que
su aparición en el cine causara furor
en un público acostumbrado a otro
tipo de héroes más infantiles.
A partir de Agente 007 contra el
Dr No y con el respaldo del éxito po-
pular, las películas Bond adquirieron
en los años sesenta una enorme fama
difícil de comparar From Russia with
Love (Desde Rusia con amor, 1963), de
Terence Young; Goldfinger .(James
Bond contra Goldfinger, 1964), de Guy
Marmitón; Thunderball (Operación
trueno, 1965), de Terence Young, y
You Only Live Twice (Sólo se vive dos
veces, 1966), de Lewis Gilbert, son los
exponentes más claros de la mejor
época Bond, cuando 007 era fiel a su
creador (Fleming) y al propio reflejo
de una imagen que obtuvo en Sean
Connery el cuerpo y el rostro que
merecía.
A raíz de la negativa de Connery
para seguir con el personaje y tras el
fallido intento que supuso la contratación de George Lazenby en On Her
Majesty's Secret Service (007 al servicio secreto de Su Majestad, 1969), de
Peter Hunt, la serie sufrió un cambio
paulatino con la entrada de Roger
Moore como James Bond. Poco a poco
las películas fueron perdiendo agresividad e ironía y en su lugar apareció un giro hacia la caricatura del personaje. Esta metamorfosis acabó por
convertir a Moore en la antítesis del
espíritu Connery/Bond y en consecuencia, en un producto circense. Con
el relevo de Moore por Timothy Dalton se intenta volver a aquel primitivo
espíritu con que se inició la serie.
Connery versus Bond
Encontrar un actor que reuniera las
características que Fleming le atribuía
a James Bond fue el principal trabajo
de Broccoli. Tenía que medir cerca de
un metro ochenta y cinco, aparentar
unos treinta y cinco años y sobre todo,
tener una mirada fría y calculadora,
características que, unidas a cierta dosis de cinismo, configuraban el personaje ideal.
En un principio se pensó en actores famosos y consagrados, pero finalmente se aceptó la alternativa de un
desconocido frente a la propuesta de
Fleming de contratar a Cary Grant,
que aunque había sobrepasado con
creces la edad idónea, podía vender
más fácilmente el producto.
Tras varias pruebas con actores de
teatro y televisión se contrató a Sean
Connery un joven con ganas de triun113
Sean Connery logró imprimir a James Bond, la altanería,
erotismo, gallardía y profunda ironía británica que su arrojado
protagonista requería. Su fiel compañera Honey reveló
otro mito del género, la actriz suiza Úrsula Andress,
convertida gracias a esta película en un símbolo erótico
de la década de los años sesenta.
Barbas blancas y calva reluciente
Llevaba mucho cine desde 1956, pero nadie había reparado en ese escocés robusto que entraría en la historia del cine, en 1962, con licencia para matar Su personaje, claro está, no requería dotes shakespearianas para
ser encamado, aunque el tiempo ha demostrado (y Roger Moore también)
que dar con la dimensión cínica, seductora e irónica de 007 no era fácil.
Alguien tan poco dudoso como Alfred Hitchcock contó con él cuando
nadie le creía capaz de salir de su papel de agente. Fue inmediatamente
después de su segundo Bond, Desde Rusia con amor, y la obra maestra
se llamó Mamie (Mamie, la ladrona, 1964).
Pero Sean Connery volvió a encasillarse en su personaje histórico tres
veces más; anunció su retirada, aunque cayó de nuevo con Diamonds
Are Forever (Diamantes para la eternidad, 1971) y rizando el rizo, en Afever Say NeverAgam (Nunca digas nunca jamás, 1983).
A partir de ahí consiguió el milagro. Sus cejas hirsutas dejaron de ser
depiladas, su calva relució al natural, crecieron frondosos bigotes y blancas barbas y sin vergüenza, se exhibieron algunos kilos de más. Y lo
que es mejor películas como The Wind and the Lion (El viento y el león,
1975), de John Milius; The Man Who Would Be King (El hombre que pudo
reinar 1975), de John Huston; Robín and Manan (Robín y Marian, 1976) y
Cuba (1979), de Richard Lester; OuÜand (Atmósfera cero, 1980), de Peter
Hyams; Le nom de la Rose (El nombre de la rosa, 1986), de Jean-Jacques
Annaud o The Untouchables (Los intocables de Eliot Ness, 1987) -por la
que recibió un Osear- nos descubren a un actor magnífico, versátil, capaz de llenar la pantalla con su sola presencia.
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far, como lo definió el propio Broccoli. Connery sólo suscribió contrato
para trabajar en la primera película,
aunque una vez estrenada ésta, se
comprometió para las tres siguientes
en vista del éxito popular y del lanzamiento personal que 007 le supuso. A
partir de ahí y después de Desde Rusia con amor, James Bond contra Goldfinger y Operación trueno, Connery
manifestó públicamente su intención
de abandonar un personaje que según él estaba perjudicando a su carrera. Yon Oniy Live Twice (Sólo se vive
dos veces, 1967) fue, por tanto, el primer adiós de Connery y el inicio por
su cuenta de una carrera profesional
plagada de éxitos, al margen de 007
En toda película Bond, sea cual sea
su argumento, la acción se fundamenta en tres pilares repetidos e irrepetibles a la vez: el propio James Bond, el
villano de turno y la chica Bond. Para
Agente 007 contra el Dr No, una vez
decidido el actor principal, se buscó
a un supervillano, alguien que pudiera aterrar tan sólo con su presencia.
N
Agente 007 contra el Dr. No
Monty Norman fiíe el compositor elegido para
«adornar» musicalmente el primer film del agente 007 «con licencia para matar». En este aspecto,
la película se basa en una serie de espectaculares calipsos, habida cuenta de que transcurre en
Jamaica, la más exótica de las grandes Antillas.
Norman, además, fue el afortunado creador del
tema de James Bond, tan característico del personaje que en el futuro, es decir, en las películas
posteriores de la serie cuyas bandas sonoras eran
obra de John Barry, no se pudo prescindir de él.
Norman, relacionado siempre indefectiblemente
con el agente 007, a pesar de que en la actualidad ciertos sectores de la crítica duden de su
verdadera autoría, fue desde siempre un oscuro
compositor inglés, autor de bandas sonoras para
películas como Las dos caras del Dr Jekyll -en colaboración con David Heneker-, El amo de la selva y la serie televisiva Dickens de Londres, entre
otras obras menores. Sin embargo, su nombre ha
pasado a la historia de la banda sonora por escribir la música que acompaña al popular ojo avizor
que acecha al agente 007 antes de que éste gire
bruscamente y nos dispare, y que sirve para introducirnos en una nueva aventura.
1. James Bond theme
Utilizado posteriormente en todos los títulos
de la serie como sintonía y marca de fábrica
obligada momentos antes de la secuencia que
precede a los vistosos títulos de crédito diseñados por Maurice Binder, el tema de James Bond
aparece en este film en la primera mitad de su
genérico, después de haber aparecido la careta de presentación con el famoso ojo siguiendo
a la silueta del agente. La banda sonora del
film, compuesta por Monty Norman, como se ha
dicho anteriormente, está orquestada por Burt
Rhodes y dirigida por Eric Rodgers. Sin embargo, el tema del agente James Bond está interpretado por John Barry, a pesar de que la partitura inicial esté concebida para una pequeña
formación orquestal moderna, con vibráfono,
guitarras eléctricas y una amplia sección de
percusión.
2. Kingston calypso
Unido a los títulos de crédito, después del tema de James Bond, este calipso, interpretado
por una voz masculina, aparece mientras en la
pantalla se observan tres siluetas negras; a continuación, en la primera secuencia del film, estas
siluetas se convierten en tres figuras de carne
y hueso que asesinan al agente inglés enviado
a Kingston, la capital de la isla de Jamaica, para
investigar los desvíos de proyectiles teledirigidos desde Cabo Cañaveral hacia la selva amazónica.
3. Jamaican rock
4. Jump up
La salida comercial de la banda sonora no se
produjo hasta que el éxito del film y de las películas posteriores obligó a ello. Por este motivo,
la música de la película es escasa, tal como se
puede apreciar en el film. Lejos de introducir
los fragmentos musicales de carácter dramático o de acción, como el correspondiente al ataque nocturno de la tarántula, la grabación se
completa con los citados calipsos y ritmos jamaicanos construidos casi siempre con variaciones de Under the mango tree (Bajo el mango), no siempre escuchadas en el film por
razones de montaje, pero que, sin embargo,
otorgan a la grabación un atractivo carácter comercial.
Tema que se escucha en una sala de fiestas
de Kingston mientras Bond, Quarrel y el otro
agente inglés de contacto hablan de los proyectiles lanzados desde la base norteamericana
que resultan interceptados en Jamaica. En la pista de baile numerosas parejas siguen la música
bailando con los brazos en alto.
5. Audio Bongo
Este tema se acopla perfectamente a cualquier aparato de radio que se encuentre retransmitiendo un mensaje en clave secreta, y
por extensión, a cualquier artefacto electrónico
de estas características. En este caso, el conta-
dor Geiger que le envían a Bond desde Londres
para comprobar la radiactividad de unas muestras minerales.
6. Under the mango tree
Se trata del otro gran tema musical del film y
se escucha por primera vez, interpretado «sottovoce», cuando el agente 007 se dispone a entrar en un café del puerto para conversar con
Quarrel, después de haberle interrogado sobre
una supuesta isla en el Mar Caribe.
7. Twisting with James
Tras el tema Jump up, este twist suena como
música de fondo en el local al aire libre de
Kingston. La música más que oírse, se intuye, y
a lo lejos las parejas bailan el twist; mientras,
asistimos a la conversación de los personajes.
t-W
8. Jamaica jazz
Este calipso orquestal ambienta las escenas
de James Bond en la capital de Jamaica antes de
enzarzarse en la primera pelea con el falso chófer que le traslada a la sede gubernamental.
12. Kingston calypso
9. Under the mango tree
Versión orquestal de este sugestivo tema tropical que se escucha, durante breves momentos, cuando Bond acude a la cita con la secretaria que trabaja para el Gobierno Central.
10. Jump up
Versión cantada del calipso que se escucha
durante la presentación de los títulos de crédito
de la película, momentos antes del asesinato del
agente inglés. En esta ocasión está interpretado
por una voz femenina.
13. The island speaks
Si bien en el corte 4 este tema se escucha en
toda su extensión, ahora aparece en una versión
abreviada pero con los mismos intérpretes.
Este fragmento de ritmo algo monótono aparece durante el viaje nocturno en lancha de James
Bond a la isla del Dr. No; con él también viaja el
agente jamaicano Quarrel.
11. Dr. No's fantasy
14. Under the mango tree
Tema jazzístico basado en el tema del agente
007 específico para este film (tal como se presenta en el corte 17), que sirve para describir la
personalidad y el afán de venganza del Dr No,
el hijo no deseado de un alemán y una rica heredera china que perdió las manos durante unos
experimentos radiactivos
La fascinante aparición de Honey Ryder (Úrsula Andress) con un sucinto biquini blanco en
la playa de la isla se realiza mientras ella canta
Under the mango tree; James Bond hace lo mismo para llamar su atención. En este corte también se recoge otra versión cantada de este lindo calipso.
15. The boy's chase
Dinámico corte orquestal que sugiere una
persecución en la isla del Dr. No. El ritmo frenético y la activa intervención de los bongos y timbales de la sección de percusión ayudan a crear
un clima muy propicio para la escena.
16. Dr. No's theme
El tema del siniestro personaje creado por lan
Fleming, el Dr. No, un chino megalómano al servicio de «Spectra», está resuelto mediante un
desconcertante motivo musical muy rítmico y
bailable, con generosas dosis de percusión que
en nada deja entrever la maquiavélica y elegante presencia del Dr. No ante Bond y Honey,
mientras éstos admiran su acuario.
17. The James Bond theme
Se trata del tema creado expresamente para
definir al agente 007 en esta película. Aquí, sin
embargo, suena diferente a como lo hace en la
sintonía de la serie completa, y Monty Norman
lo utiliza, en esta ocasión, para acentuar la personalidad seductora y atractiva del agente Bond
mediante una cadencia rítmica de sugestivo
erotismo.
18. Love at last
Aunque en la escena final de la película, después del beso en la barca, se escucha de nuer
vo Under the mango tree, la grabación se cierra
con los compases sensuales del tema Jamaica
jazz.
Wiseman fue en pantalla un personaje correcto que se limitaba a dar
perfectamente la réplica al héroe sin
más alardes interpretativos. En posteriores aventuras de la serie, el papel
del villano fue perfilado y reforzado,
pasando a ser casi tan importante
como el de la chica Bond. Un ejemplo
claro al respecto lo constituye el hecho de que el Dr No es el único enemigo de James Bond, que no tuvo sicarios que secundasen sus acciones
frente a 007 un fenómeno que a partir del siguiente título ya quedó resuelto y Bond se enfrentó a más de un rival por película. Sin embargo, lo que
nunca le faltó a James Bond fue un amplio harén de espléndidas mujeres.
Fueron, son y serán las chicas Bond,
algo tan consustancial al personaje
como su propia misión.
La importancia de un bikini
Una sirena convertida en símbolo erótico
Para los nostálgicos será siempre la sirena que con su esplendoroso
bikini blanco salía del agua para cautivarnos. La delicadeza con que
acariciaba una concha contrastaba con las dimensiones de su cuchillo,
así como su mirada depredadora y su cuerpo de diosa del amor marcaban la contradicción con lo que realmente ella era: una virginal criatura de la ecología. En cualquier caso, demasiadas sutilezas para ser el
reposo de 007 un agente que para hacer el amor nunca repara en psicologías.
Cuidada con esmero por su entonces marido John Derek, Úrsula Andress se convirtió desde ese momento en uno de los símbolos eróticos
más notables de los años sesenta. El cine tuvo su presencia física como un
valor seguro allí donde apareciera, mientras las revistas del corazón se cebaban en sus cuitas amorosas con Jean-Paul Belmondo.
Pero los años setenta marcaron su declive. Películas de escaso peso como La montagna del Dio cannibale (La montaña del dios caníbal, 1978), de
Sergio Martino, o Letíi selvaggi (Camas calientes, 1979), de Luigi Zampa,
más que otra cosa lo que hacían era preservar el grato recuerdo de aquella sirena del primer Bond.
Tras varios contactos se contrató a Joseph Wiseman, un actor mediocre
que únicamente convencía por su
aspecto físico. Recordemos que el
Dr. No literario de Fleming debía me-
dir más de dos metros, ser oriental y
utilizar dos enormes garfios por manos; por tanto, la elección eliminaba
automáticamente a muchos posibles
aspirantes.
Sin duda una de las facetas que
más atraen al público en James Bond
es su poder seductor En esta faceta
hay que reconocer que el cine deja
muy lejos a la literatura de Fleming,
ya que mientras en las películas los
alardes amorosos de 007 llegan, sobre
todo en la época Connery hasta lo
máximo permitido por las normas morales, en las novelas Bond es un animal erótico rayando en la pornografía. Resulta evidente que era preciso
conservar el gancho sexual del personaje, pero suavizándolo considerablemente.
Para Bond tan sólo existe su país,
la buena mesa y las mujeres; por tanto es lógico verle rodeado en sus
películas de grandes bellezas. Cabe
distinguir sin embargo, tres tipos diferentes de chica Bond. En primer lugar la que sirve únicamente como elemento decorativo, es decir, la que
accidentalmente se cruza en la vida
del personaje y dura el mismo tiempo que tarda en hacerle el amor, una
noche a lo sumo. En este apartado se
puede incluir a Eunice Gayson, primera efímera chica Bond de la historia de
la serie, la primera relación amorosa
de 007 antes de partir hacia Jamaica
para enfrentarse con el Dr Ño. Luego tenemos a las mujeres sicanas del
mal o, lo que viene a ser lo mismo,
aquellas enviadas del villano que tra115
tan de seducir primero y aniquilar
después al héroe. El ejemplo claro
de esta segunda sección referido al
Dr. No lo encontramos en Zena Marshall (Miss Taro), que en su intento de
eliminar a Bond lo único que obtiene
es ser poseída y luego detenida. Este
último apartado varió considerablemente a lo largo de la serie, pasando
las chicas malas a ser chicas malas
arrepentidas o simplemente muriendo
por 007 en defensa de la causa justa.
Finalmente tenemos las que pertenecen por derecho propio a la galería de chicas Bond. Actrices con un
papel importante en las películas, encarnación por excelencia de la bondad y la ingenuidad femenina que
Bond rescata sistemáticamente de sus
opresores. Aunque estas constantes
pueden cruzarse entre sí en algunas
de las películas posteriores, en Agente 007 contra el Dr No están perfectamente definidas y perfiladas.
Pero si alguien recuerda con cariño y nostalgia la primera aventura de
James Bond, seguro que la asociará a
un bikini blanco. Un bikini que a fuerza de ser citado ya resulta tópico, pero
que en la época de su aparición sobre
la piel de Úrsula Andress causó furor
y pasión. Úrsula, Honey Ryder en el
film, era la chica Bond buena, defensora de la justicia y a la vez, una
perfecta combinación de ternura y
agresividad. Cuando 007 encuentra a
Honey ésta le confiesa que no conoce nada de la civilización moderna,
que se ha pasado la vida buscando
conchas marinas para poder vivir y
que ha aprendido a leer por los libros que le dejó su padre. Es, en definitiva, la bondad y la inocencia personificadas.
Honey pone el contrapunto ideal a
un James Bond curtido en cien batallas, amorosas y profesionales, un contraste superado sólo por dos piezas de
tela blanca sobre una piel morena.
Licencia para matar
En Agente 007 contra el Dr No nos
encontramos, por primera vez en la
historia del cine, frente a un héroe que
posee licencia para matar algo así
como un asesino institucional que puede emplear cualquier medio a su alcance, incluso el crimen, con tal de
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cumplir su misión. Resulta curioso, sin
embargo, comprobar y comparar, una
vez más, la literatura con el cine.
Mientras en las novelas James Bond jamás se separa de su pistola Beretta,
en la primera de sus apariciones cinematográficas, «M», su jefe, le cambia
su arma preferida por una Walter PPK
de doce disparos. Pese a ello, Agente 007 contra el Dr No no se caracteriza por su gran cantidad de artilugios
mortales. Sería a partir de Desde Rusia con amor cuando 007 contó con su
propio y particularísimo arsenal.
En ese aspecto la aparición de «Q»,
diseñador de armas mortíferas y
ausente en la primera película Bond,
fue decisiva para una serie que entrega tras entrega se esforzaba por rizar
el rizo de lo imposible. Así, en la era
Connery asistiremos a la aparición
del maletín del superespía de Desde
Rusia con amor a la del ya mítico coche de James Bond contra Coldfinger
un Aston Martin con matrículas cambiables, metralletas disimuladas bajo
los faros delanteros, capaz de lanzar
chorros de aceite y cortinas de humo
a sus perseguidores y por si todo eso
no bastara y el conductor fuera captu-
Honey Ryder y el agente James Bond,
la bella y el aventurero curtido en cien
batallas, formaron la pareja perfecta
en su lucha para acabar con el Dr. No
y su imperio subterráneo.
rado, un dispositivo especial situado
sobre la palanca del cambio de velocidades podía conseguir expulsar al exterior al ocupante enemigo. En Operación trueno Bond puede volar gracias
a un aparato idéntico al utilizado en la
inauguración de los juegos olímpicos
de Los Angeles de 1984. La carrera de
117
ingeniería armamentística tiene su
punto álgido en Sólo se vive dos veces.
Hay que tener presente que tal exhibición bélica obedecía fundamentalmente a dos causas. La primera y
evidente, el fervor con que los seguidores de Bond celebraban cada
nuevo invento y en segundo plano, los
beneficios que éstos reportaban a la
hora de ser comercializados como juguetes o motivos de decoración durante el lanzamiento de cada film.
Del Dr. No a Blofeld
En Agente 007 contra el Dr No se
hace referencia por vez primera a la
organización criminal S.P.E.C.T.R.A.,
una con'stante en las películas de 007
que tan sólo se ve alterada en Desde
Rusia con amor cuando Bond debe enfrentarse a S.M.E.R.S.H., una organización comunista desestabilizadora.
En la serie los villanos están casi siempre «afiliados» a la potente
S.P.E.C.T.R.A., y el Dr No no es una
excepción. Hasta llegar al poder ab118
soluto que demuestra en su isla jamaicana de Crab Key el Dr No tiene a
sus espaldas una curiosa historia repleta de maldades según le confiesa
a Bond.
En primer lugar es hijo de un oficial alemán y de una mujer china, por
lo cual jamás podrá llegar al poder en
China al no ser totalmente oriental. Terriblemente atormentado por esta circunstancia, decide administrar los fondos de la secta Tong mientras madura
su plan. Tres años después huye a
América con diez millones de dólares
de los Tongs y monta su imperio particular ayudado por S.P.E.C.T.R.A. El
Dr. No detesta por igual a Estados Unidos y a la Unión Soviética, su único objetivo es ser amo del mundo. Para ello
experimenta con energía nuclear y
en una de sus pruebas pierde ambas
manos, sustituyéndolas por potentes
garfios mecánicos. Su ambición y egolatría le llevarán, como a la mayoría
de los villanos Bond, a su propia destrucción.
Goldfinger es sin duda el más claro ejemplo de la personificación del
mal. No pertenece a ninguna organización criminal, él es su propia empresa del mal. Su fortuna personal es incalculable y su sueño es dejar al
mundo sin la reserva de oro de Fort
Knox. Para ello dispone de un auténtico ejército de incondicionales, a
quienes no duda en eliminar cuando
ya no los necesita. Como es lógico,
Bond consigue eliminar en el último
momento a Goldfinger y salvar al mundo de ese villano.
S.P.E.C.T.R.A. vuelve a aparecer
de nuevo en Operación trueno. Allí
otro millonario excéntrico y ambicioso, Emil Largo, respaldado por la organización, se propone robar cabezas
nucleares de cohetes norteamericanos para después poder chantajear al
mundo. Una vez más en el camino del
mal se cruza James Bond como salvador de la humanidad.
Y para finalizar con la época Connery en Sólo se vive dos veces deberá enfrentarse a uno de los pocos rivales que no conseguirá eliminar en
una sola aventura: Ernst Stavros Blofeld, número uno de S.P.E.C.T.R.A.
Joseph Wiseman —a la izquierda—
encarnó al primer villano de la serie,
con sobriedad y un aire de misterio que
logró subyugar al espectador. Su lucha
implacable contra Bond, ayudó
a plantear las claves de un fenómeno
sociológico de masas.
considerarla, por tanto, como perfecta, independientemente de su valor
artístico. Para comprender el motivo
del éxito popular de 007 habría que
analizar lo que hay detrás de cada
película Bond.
Hemos de partir de la base de
que el fenómeno sociológico conocido
como bondismo obedece fundamentalmente a una gigantesca operación
industrial perfectamente coordinada
y dirigida por Albert Broccoli. El planteamiento no puede ser más simple a
primera vista, aunque la reiterada
aceptación por parte del público del
personaje demuestra que se sabe lo
que se vende y a quién se le vende.
Cada película Bond parte de un esqueleto industrial idéntico. Todas
están basadas (algunas de ellas sólo
inspiradas) en las novelas de lan Fleming. Todas tienen el mismo inicio, desarrollo y desenlace y en todas juegan
elementos similares junto al personaje. Para ello Broccoli ideó un tipo de
trabajo en equipo, casi en familia. Richard Maibaum adaptaba el espíritu
Fleming para la pantalla; John Barry
le ponía música; Peter Hunt o John
Glenn las montaban y finalmente entre Maurice Binder y el cantante o grupo musical de moda de la época, acababan de decorarlas. Queda claro,
por tanto, que la figura del director en
la serie era y es poco menos que decorativa, ya que se trata de films de
productor más que de director
Un ejemplo claro e ilustrativo al
respecto lo podemos encontrar en
que los dos montadores anteriormente citados han pasado con posterioridad a dirigir las películas, no por ser
buenos directores, sino por haber asimilado perfectamente la filosofía que
siempre debe imperar en un producto Bond.
Broccoli tiene en James Bond un
valor al alza fijo, sabe mimarlo, cuidarlo y venderlo siendo fiel a la misma
línea que trazó con perfecto pulso
comercial en Agente 007 contra el
Di No. Caben matices de adecuación, pero jamás cambios radicales.
En una película Bond nunca se verá
el efecto sangrante de un disparo tipo
Sam Peckinpah. Tampoco aparecerán
desnudos ni secuencias altamente
eróticas. Lo suyo es insinuar, no mostrar Dejar que sea el acalorado espectador quien desnude con su mente a la chica.
Si a eso unimos que Agente 007
contra el Dr No revolucionó a su vez
el montaje del cine de aventuras, dotándolo de una agilidad más propia de
un anuncio publicitario que de una película para el cine, comprenderemos
algunas de las claves que han elevado a James Bond a la categoría mundial de fenómeno sociológico de masas. Algo muy difícil de conseguir en
el cine y casi totalmente imposible de
mantener durante tan largo período
de tiempo.
Blofeld ha sido el único enemigo
de James Bond que se ha enfrentado
a tres 007 distintos. En primer lugar a
Connery en la aludida Sólo se vive dos
veces; más tarde a George Lazenby
en 007 al servicio secreto de Su Majestad, donde consigue dejarle viudo
eliminando en un atentado a su mujer.
Por último, aparece de forma testimonial enfrentado a Roger Moore en lo
que fue su último ataque.
Claves para un fenómeno
sociológico
La serie James Bond es un caso único en la historia del cine. Nunca había conseguido nadie repetir una y
otra vez un éxito de taquilla contando
aparentemente con los mismos medios. La estrategia de la serie hay que
119
HÍRRYSWTZMANY
AlBERT R.BROCCOLI
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contra el or.
NO
protagonizada por
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ÚRSULA ANDRE3S • JOSEPH WI8EMAN-JACK LORO • BERNARO LEE
«XX, KÜKLEY SWJHER- Dirigió* por: TERENCE rOUNG
CONNERY
r\O OAMES BOND
URSULAfDRESS-JOSEHPWISEMAN
RICHARD /AAIBAUArt,JOHANN HARWOOD.BERKLEY AWTHER
TERÉNACE°YOUN6.KrNEoRMAN.TECHNICOLOR®
Título original: Di. No
Nacionalidad: Gran Bretaña
Año de producción: 1962
Dirección: Terence Young
Producción: United Artisis
Productores: Harry Saltzman y Albert R. Broccoh
Guión: Richard Maibaum, Joanna Harwood
y Berkley Mather, basado en la novela del mismo
título de lan Fleming
Fotografía: Ted Moore
Montaje: Peter Hunt
Director de producción: Ken Adam
Música: Monty Norman y John Bany
Canciones: Under the Mango Tree, Kingstone
Calypso (The Byron Lee Band)
Sonido: Eiic Rodgers
Director artístico: Syd Caín
Maquillaje: John O'Corman
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Efectos especiales: Frank George
Color: Technicolor
INTÉRPRETES
Sean Connery: James Bond
Úrsula Andress: Honey Ryder
Joseph Wiseman: Di. No
Jack Lord: Félix Leiter
Bernard Lee: «Ai»
Anthony Dawson: Profesor Dent
John Kitzmiller: Quarrell
Zena Marshall: Miss Taro
Eumce Gayson: Sylvia Trench
Lois Maxwell: Miss Moneypenny
Tim Moxon: John Strangways
Dolores Keator: Mary
Margaret Lewars: Fotógrafa
Reggie Cárter: Jones
Peter Burlón: Mayor Boothroyd
William Foster-Davis: Duff
Con: Loms Blaazar, Michele Mok, Dolores Keator,
Yvonne Shima, The Byron Lee Band, Tim Moxon
y Lester Prendergast,
Fotos: é> United Artists
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