Durón (Guadalajara) 19 de febrero de 2015

Transcripción

Durón (Guadalajara) 19 de febrero de 2015
Durón (Guadalajara)
Por Ana González
Durón se asienta casi en el
centro de la comarca de La
Alcarria, a la orilla derecha
del pantano de Entrepeñas y
al pie de un montículo rocoso
llamado “El castillo” que le
protege de los vientos fríos.
Su situación clave sobre el Tajo
fue la razón por lo que el
cardenal Mendoza optó por
esta localidad como residencia
para sus enviados y como
cabeza de un sexmo del que
también formaron parte Budía,
El Olivar, Gualda, Picazo y
Valdelagua.
Los escudos heráldicos que
aparecen en las casonas dan fe
de la importancia estratégica.
Tras la reconquista de la Transierra, en
1085, por Alfonso VI de Castilla,
quedó extendido hasta esta orilla del
Tajo el territorio propio de la
Comunidad de Villa y Tierra de
Atienza.
En el siglo XV pasó al señorío de los Carrillo, por donación -del rey Juan II de Castillaa su cortesano, don Gómez Carrillo y a su mujer, doña María de Castilla (nieta de
Pedro I el Cruel).
En 1478, don Alfonso
Carrillo de Acuña, hijo de
don Gómez Carrillo,
cambió este señorío por la
villa de Maqueda y la
alcaldía Mayor de Toledo,
oferta que le hizo el
cardenal don Pedro
González de Mendoza.
Posteriormente lo poseyeron los marqueses de Cenete y duques del Infantado.
Ermita de la Esperanza
Construida en 1629 en estilo barroco,
es obra de Juan García Ochaíta y
Pedro Villa Monchalian.
El origen de esta ermita se remonta a
un suceso ocurrido en 1350: la
aparición de la Virgen María sobre una
encina al vecino del pueblo Fernando
Villafaña.
Del Ayuntamiento destacan los soportales apoyados en pilares y columnas y su alero con
modillones de madera.
La picota, realizada en el siglo XVI, es
un sencillo pilar de piedra rematado en
cuatro mensulones. Servía para
representar que la localidad tenía el
título de Villa.
Se encuentra situada en el camino de
Budía.
Fuente de estilo barroco, terminada de
construir en 1793, en el reinado de
Carlos IV.
Consta de un muro exornado por
pilastras estriadas y rematadas por un
frontón.
El gran mascarón de
bronce por donde
mana el agua
representa un antiguo
fauno.
Como en otros pueblos castellanos, aprovechan la subida al monte en las afueras para
tener pequeñas bodegas.
El 18 de diciembre se celebra la festividad de la Virgen de la O, patrona del pueblo. En la
víspera tiene lugar la subasta de las roscas de la Virgen, elaboradas la tarde anterior por las
mujeres del pueblo. La recaudación sirve para mantener los gastos de la ermita,
El pueblo fue declarado
Bien de Interés Cultural
en 1985.
Aunque parece que está de saldo.

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