LA FASCINACIÓN DE LAS SETAS - Diputación Provincial de Almería

Transcripción

LA FASCINACIÓN DE LAS SETAS - Diputación Provincial de Almería
LA FASCINACIÓN
DE LAS SETAS
H O N GO S D E A LME R Í A
Los hongos nos rodean por doquier, aunque no seamos conscientes de su presencia. Influyen sobre nosotros y los demás
seres que comparten con ellos la biosfera. Nos dan la vida y nos
la pueden quitar, y reciclarán lo que quede de nosotros cuando no estemos aquí. Los bosques no podrían existir sin ellos.
Existe un enorme interés por los hongos, aunque se centra en
la recolección y el consumo de setas. Por desgracia, eso tiene
también su lado oscuro: el deterioro de nuestros montes, debido al desconocimiento o a la avaricia; el riesgo de intoxicaciones por ingestión de setas venenosas…
Esta exposición pretende divulgar los aspectos más llamativos
de los hongos y setas, concienciar de su importancia para la
salud de nuestro entorno y favorecer una explotación sostenible de estos fascinantes organismos.
ORGANIZA
Instituto de Estudios Almerienses. Diputación de Almería.
COORDINAN
Eduardo Gallego Arjona y José Sánchez Sánchez
Departamento de Ecología y Medio Ambiente. Instituto de Estudios Almerienses.
TEXTOS
Dr. Ricardo Galán Márquez
Profesor Titular del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Alcalá.
Dr. Eduardo Gallego Arjona
Profesor Titular del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Almería.
Dr. Gabriel Moreno Horcajada
Catedrático del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Alcalá.
Dr. José Sánchez Sánchez
Profesor Titular del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Almería.
El contenido de esta exposición ha sido adaptado a partir de la GUÍA DE SETAS, perteneciente a la
colección Guías de Almería. Territorio, Cultura y Arte, de los autores anteriormente citados y editada por
el Instituto de Estudios Almerienses.
IMÁGENES
Las fotografías han sido tomadas por Eduardo Gallego y José Sánchez,
salvo en los casos en que se indica expresamente su autoría.
DISEÑO
Gregorio Pérez Santander. Dixi. Diseño Gráfico.
IMPRESIÓN DIGITAL
Artes Gráficas M-3.
L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S
H ON GO S D E AL MER Í A
¿QUÉ SON
LOS HONGOS?
Los hongos no
son plantas, sino
que pertenecen
al reino Fungi.
Al igual que los
animales, carecen de clorofila.
Por tanto, son
heterótrofos.
Los hongos suelen crecer dentro de su alimento, descomponiéndolo para
poder asimilarlo.
Es el caso de los
mohos.
El cuerpo de los hongos, denominado talo, es muy sencillo.
Abundan las formas microscópicas, como las levaduras.
Sin embargo, en la mayoría de los hongos el talo es filamentoso, como una “pelusa viva”, y recibe el nombre de micelio. Éste se compone de multitud de filamentos, las hifas, que
pueden presentar tabiques o no.
Los hongos
se reproducen
habitualmente
mediante esporas, que se
dispersan por
el aire, el agua,
los animales...
En muchos hongos, las esporas se producen
en estructuras
microscópicas,
con aspecto de
puntitos negros
o pelusillas.
Sin embargo, ciertos hongos forman esporocarpos o cuerpos
fructíferos muy complejos, visibles a simple vista: las setas, las
trufas, los yesqueros, etc. Por tanto, hablando con propiedad,
las conocidas setas son, simplemente, las fructificaciones de ciertos hongos, sus plataformas lanzadoras de esporas.
Sombrero o píleo
Laminillas
Poros
Anillo
Pie
Volva
Basidiosporas
Laminillas
Himenio
Basidio
Trama
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L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S
H ON GO S D E AL MER Í A
ECOLOGÍA
DE LOS HONGOS
Los hongos son seres heterótrofos, sin clorofila, incapaces de fabricar
su propio alimento. Por tanto, han de tomarlo de diversas fuentes de
materia orgánica. Para ello, pueden seguir tres posibles caminos:
SAPROFITOS
Muchas especies de hongos son saprofitas, es decir, descomponen la materia
orgánica. Su papel es vital
para el funcionamiento de
la biosfera, ya que, junto
con las bacterias, reciclan la
mayoría de los nutrientes en
nuestro planeta.
Por desgracia, muchos
hongos saprofitos, como los
mohos, interfieren con los
intereses humanos, ya que
deterioran los alimentos, la
madera, los tejidos, el papel, la pintura...
En ocasiones, los saprofitos pueden comportarse
como parásitos facultativos, dañando a plantas, animales o a nosotros mismos.
Otras especies, en cambio, resultan muy útiles (producción de antibióticos, alimentos fermentados, control biológico...).
PARÁSITOS
Otras especies son parásitas, y se alimentan a costa de animales, plantas e
incluso otros hongos. Los daños que
provocan son muy importantes. De hecho, los hongos son los principales parásitos de las plantas, y su impacto en la
Agricultura es enorme.
Los parásitos de animales pueden, en
ocasiones, resultar beneficiosos para
los intereses humanos. Ciertas especies
que parasitan insectos, u otras que cazan gusanos nematodos mediante trampas y lazos, constituyen prometedores
agentes de control biológico.
También nos atacan a nosotros, cómo
no, causando las temidas micosis. Algunas, como las aspergilosis, pueden llegar a ser mortales. Otras, como las candidiasis, las tiñas o los pies de atleta,
sin ser tan peligrosas, pueden resultar
muy molestas. Hay hongos oportunistas que pueden atacar a personas con
el sistema inmunitario débil. Las esporas
de ciertas especies causan alergias.
SIMBIONTES
Finalmente, hay especies
que viven en simbiosis mutualista con otros organismos, para mutuo beneficio.
Entre ellos destacan los líquenes, asociaciones entre hongos y algas (o cianobacterias).
El hongo protege al alga, que
se encarga de alimentar al
equipo. Gracias a ello, muchos líquenes son pioneros
en la colonización de ambientes tan hostiles como las rocas, las regiones polares, etc.
Las micorrizas son simbiosis entre hongos y las raíces
de las plantas. Más del 80%
de las especies vegetales necesitan la colaboración de un
hongo para poder medrar en
la naturaleza. Muchas de las
micorrizas se dan con hongos microscópicos. En otras
intervienen hongos formadores de setas y trufas. En este
caso, además de su importancia para la salud del bosque,
existe un interés añadido para
el buscador de setas...
El cultivo de hongos es
otro tipo de simbiosis, ya
que tanto los “agricultores”
como los hongos cultivados
se benefician. Algunas termitas y hormigas, igual que
nosotros mismos, podemos
disfrutar así en cualquier
época del año de estos
manjares.
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Un indicativo de la buena
salud de un bosque es la proporción entre los distintos tipos de hongos: formadores
de micorrizas, saprofitos y parásitos.
Simbiontes (microrrizas): 50-60%
Saprófitos (descomponedores): 40-60%
Parásitos: 0-5%
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CONSEJOS ÚTILES PARA
NO ENVENENARSE
Todos los años muere gente en España intoxicada por comer setas
venenosas. Si seguimos unas normas bastante sencillas, es muy fácil evitar ese peligro.
1)
Use cesta en vez de bolsa o cubo
de plástico para recoger las setas.
En una bolsa se estropearán, se
mezclarán y se favorecerá la proliferación de bacterias peligrosas para
la salud.
11)
Las setas de colores brillantes son
venenosas. FALSO. El níscalo o el
pie azul, tan llamativos, son comestibles, mientras que algunas amanitas
mortales son de colores apagados.
2)
Recolecte las setas enteras, usando
una navaja. Salvo en el caso de especies muy fáciles de identificar (níscalos, seta de álamo…), ¡NO LAS
CORTE! Es un error que puede resultar fatal. Ciertos caracteres que
permiten diferenciar especies comestibles de otras venenosas están
en la base del pie (volva, bulbo…).
12)
Todas las setas que crecen sobre
madera son buenas. FALSO. También hay especies tóxicas de los
géneros Hypholoma , Pholiota,
Gymnopilus, Galerina, etc.
¡NO!
3)
La ÚNICA regla válida para evitar envenenamientos es: NO CONSUMA SETAS QUE NO
CONOZCA. Evite correr riesgos innecesarios.
Un buen consejo para el principiante es que
aprenda a reconocer con seguridad unas pocas
especies y evite las demás.
4)
No existe NINGUNA REGLA FIABLE para saber
si una seta es venenosa o comestible; sólo vale
su exacta clasificación. Todas las reglas arraigadas en la cultura popular son tan ineficaces
como peligrosas.
5)
Si hervimos la seta junto a un diente de ajo (o cebolla, o una moneda
de níquel, o una cadena de plata) y
éste ennegrece, la seta es venenosa. FALSO. El cambio de color se
debe a otros factores, que no tienen nada que ver con los venenos.
13)
14)
Si el gato se las come, es que son
buenas. FALSO. El metabolismo
del gato no es el mismo que el del
ser humano (aparte de que es una
crueldad hacerle eso a un pobre minino). Y, por supuesto, QUE A NADIE SE LE OCURRA dársela a algún
amigo o pariente, a ver qué pasa.
Eso roza lo criminal.
Algunas de las setas más peligrosas
(ej.: ciertas amanitas) tienen volva, anillo y láminas blancas. También pueden ser mortales algunos parasoles
pequeños (Lepiota). En general, evite
las setas con esas características. Más
aún, es mejor no recolectar las especies de pequeño tamaño. Tampoco
deben recogerse los ejemplares muy
jóvenes, por el riesgo de confusión.
Imagen cedida por
Gabriel Moreno.
15)
Cuidado con los niños pequeños, ya que podrían
llevarse a la boca una seta tóxica. Dado su poco
peso, son más sensibles a los venenos.
6)
Si la seta está mordida por algún animal (babosas, mamíferos, etc.), es comestible. FALSO. Setas comestibles
para ciertos animales son mortales
para otros. Además, quizá el animal
que mordió la seta está agonizando
en algún rincón del bosque…
16)
No consuma setas muy maduras,
pasadas, agusanadas o que huelan
mal. Pueden ser indigestas. Téngase también en cuenta que algunas
setas comestibles sientan mal a ciertas personas. Incluso pueden darse
casos de alergias.
7)
Si una seta se parece a otra comestible,
también lo será. FALSO.
17)
No recoja setas en lugares contaminados o donde
se hayan aplicado pesticidas.
8)
Si mezclamos en la cesta setas
venenosas y comestibles, éstas se volverán tóxicas. FALSO.
El peligro real es mezclar setas
desconocidas en la sartén.
18)
9)
Es bueno asistir a jornadas y exposiciones micológicas, aunque nunca debe intentarse memorizar muchos nombres de especies a la vez.
Es mejor ir poco a poco, año a año,
aprendiendo primero a conocer las
setas más comunes, tanto comestibles como venenosas.
En algunas zonas no salen setas venenosas. FALSO.
Pueden aparecer en cualquier localidad.
10)
Con una guía de campo no hay problema en identificar las setas. FALSO. Muchas setas se parecen, o su
aspecto es variable. En ocasiones, ni
los propios expertos pueden identificarlas en el campo. Las guías son una
ayuda, pero no conviene fiarse ciegamente de ellas. Debe tenerse también cuidado con algunos “supuestos expertos”, que no lo son tanto.
19)
Si después de consumir setas uno se siente mal,
debe ACUDIR INMEDIATAMENTE AL HOSPITAL.
En el caso de que haya comido comer alguna especie que antes no había probado, deje algún ejemplar sin cocinar, por si acaso. Puede que tenga que
mostrárselo al médico.
20)
Evite consumir setas crudas, puesto que algunos venenos sólo se desactivan al secarlas o cocinarlas. Tampoco se deben comer grandes cantidades de setas un día
sí y otro también. Aparte de que pueden resultar indigestas, existe el peligro de la acumulación de toxinas.
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CONSEJOS BÁSICOS PARA
LA RECOLECCIÓN DE SETAS
Debemos observar ciertas normas de conducta cuando salimos a buscar setas. Así, no sólo disminuiremos el riesgo de intoxicarnos, sino que
contribuiremos a la preservación de los hongos y su entorno. Las setas
son un recurso renovable, pero unas actitudes irresponsables podrían
contribuir a su deterioro y al de los ecosistemas que las albergan.
1)
2)
Cuando salimos de excursión, es
preferible ir acompañado. En caso de
accidente, una persona sola puede
pasarlo muy mal. Por si acaso, conviene llenar el depósito de combustible del vehículo. Para mantenerse
en contacto con los demás, es buena
idea llevar un silbato. Un GPS es también una herramienta ideal para no
extraviarse (y tener localizados los lugares interesantes). Asimismo, comprobemos que la batería del teléfono
móvil esté cargada.
4)
Es aconsejable vestir ropa cómoda
y un calzado adecuado para moverse por el campo. Así se evitarán arañazos, torceduras… Otra herramienta utilísima es un bastón. Además de
ayudar a movernos por terrenos difíciles, nos permite buscar entre la maleza sin tener que agacharnos. En otoño, además, el chubasquero es imprescindible.
Imagen cedida por José Mª Muñoz.
5)
¡NO USEMOS RASTRILLO! Es un
método cómodo, pero muy destructivo con los micelios fúngicos y otros seres que viven en la hojarasca y el mantillo. Con el rastrillo, podemos estar
arruinando un recurso renovable: las
setas.
7)
Es un error cortar con una navaja la
seta por el pie. Salvo en el caso de setas de difícil confusión con otras (níscalo,
seta de cardo, etc.), SE RECOLECTAN
ENTERAS, procurando, eso sí, no dañar
el micelio. Por un lado, conviene recordar que ciertos caracteres que permiten
diferenciar las especies tóxicas de las
comestibles están en la base del pie, y si
lo dejamos en el suelo, pues… Por otro,
se ha extendido el falso razonamiento
de que al cortar la seta y dejar el pie, no
se daña el micelio. Esto, además de peligroso, es absurdo.
Imagen cedida por Ricardo Galán.
8)
Si recoge setas con el fin de estudiarlas, hay que tomar nota de los caracteres en fresco: ecología, si aparecen solitarias o en grupos, tamaño,
color, olor, viscosidad… Para su estudio posterior en el laboratorio, pueden
luego secarse con aire caliente y conservarse, ya que las características microscópicas no se estropean.
Es muy aconsejable asistir a exposiciones micológicas, así como inscribirse o participar en el foro de alguna Sociedad Micológica. Además de
aprender sobre hongos, también nos
instruirán acerca del mejor modo de
comportarnos en el monte, para disfrutarlo sin dañarlo.
3)
El cuentahílos o la lupa de bolsillo
son necesarios para observar pequeños detalles de las setas. Al igual que
el silbato, es mejor llevarlos colgados
del cuello. La navaja es otra herramienta imprescindible. Incluso las hay específicas para seteros, con hoja curvada y
cepillito. Debe disponer de un seguro
fiable, para que no se cierre al arrancar
la seta y nos pille los dedos. Cuando
caminemos, debemos llevarla cerrada,
nunca abierta; así evitaremos accidentes. Si el mango es de color vivo, será
más difícil que se nos pierda cuando se
nos caiga o la dejemos en el suelo.
6)
La cesta es el recipiente ideal para
ir colocando en ella las setas: rígido y
deja pasar el aire. Las bolsas de plástico deberían estar prohibidas. Aparte
de triturar las setas y mezclarlas, dentro del plástico pueden ocurrir fermentaciones indeseables, con el consiguiente peligro de botulismo.
9)
Debemos respetar los espacios naturales, pues son patrimonio de todos.
Es preferible ir al campo en grupos pequeños, para que el efecto del pisoteo
sobre el suelo del bosque sea menor.
Por supuesto, conviene mirar dónde
se ponen los pies, para no aplastar las
setas pequeñas o inmaduras. Y, por supuesto, si no conocemos una seta, o
creemos que es venenosa, no la destrocemos a patadas. Los hongos son
esenciales para la salud de los bosques. Son producto de millones de
años de evolución, y no están ahí para
sucumbir a nuestros caprichos.
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¿DÓNDE ENCONTRAR
SETAS EN ALMERÍA?
Una pregunta inevitable en nuestras jornadas micológicas es: «¿Dónde puedo encontrar setas en Almería?» Por supuesto, no diremos aquí
sitios concretos, porque eso generaría un efecto llamada de consecuencias negativas para la localidad en cuestión. Es preferible indicar
los ecosistemas más idóneos donde hallarlas, y animar al setero a que
explore los distintos rincones de nuestra provincia. Aunque no dé con
muchas setas, sin duda la excursión habrá merecido la pena, pues Almería tiene mucho que enseñarnos.
PINARES: Estos bosques de repoblación abundan en las sierras almerienses. Son los más visitados por los seteros, sobre todo en busca de níscalos.
Lactarius
deliciosus
Suillus
luteus
ENCINARES: Aunque en nuestra
provincia no son muy visitados por los
seteros, su biodiversidad fúngica es
notable.
Amanita
phalloides
BOSQUES DE RIBERA: En Almería
abundan los pequeños cursos de agua
orlados de chopos, álamos, alisos, castaños…
Amanita
ovoidea
Agrocybe
cylindracea
Pleurotus
ostreatus
Armillaria
mellea
Coprinus
comatus
Leccinum
duriusculum
Lactarius
controversus
Imagen cedida
por Carlos Enrique Hermosilla
Chroogomphus
fulmineus
Tricholoma
terreum
Astraeus
hygrometricus
Mycena
seynesii
Clitocybe
rivulosa
Tuber
nigrum
Cortinarius
trivialis
Amanita
muscaria
Paxillus
involutus
PRADOS Y PASTOS: Las zonas
abiertas, asociadas al pastoreo, así
como los cortafuegos y los claros de
los bosques, nos ofrecen algunas de
las setas más buscadas.
DUNAS: En ellas y otros entornos secos (yesos, etc.) aparecen especies interesantísimas para el amante de la naturaleza … Y puede que aún queden muchas por descubrir.
JARDINES, PARQUES, MACETAS…: Los hongos también se dan en
entornos alterados por el ser humano.
En invernaderos, huertos, parques, jardines e incluso maceteros podemos
hallar tanto especies comestibles como
tóxicas.
Pleurotus
eryngii
Agaricus
campestris
Beenakia
mediterranea
Gyrophragmium dunalii
Agaricus
bitorquis
Coprinus
domesticus
Bovista
plumbea
Calvatia
utriformis
Peziza
ammophila
Conocybe
dunensis
Panaeolus sp
Leucoagaricus
leucothites
Melanoleuca
vulgaris
Macrolepiota
procera
Imagen cedida por Gabriel Moreno.
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PRINCIPALES
SETAS COMESTIBLES
Si bien hay setas comestibles que no aparecen en la provincia de Almería, podemos encontrar en ella diversas
especies dignas de ser consumidas. Algunas, como los
níscalos, son muy buscadas todos los otoños. Otras, en
cambio, sólo son conocidas por los seteros experimentados. A continuación mostramos algunos ejemplos.
Agaricus
campestris
(champiñón silvestre).
Agrocybe
cylindracea
(seta de álamo,
seta de chopo).
Comestible
Buen
comestible
Excelente
comestible
Sin interés culinario,
o bien su consumo
puede causar problemas en ciertas
circunstancias
Amanita
ovoidea (seta
de rubial).
puede confundirse con las
amanitas blancas mortales
Imagen cedida
por Carlos Enrique
Hermosilla.
Chroogomphus fulmineus
(pata de perdiz,
gonfidio viscoso, gonfidio reluciente).
Coprinus comatus (barbuda, coprino
barbudo, matacandil, seta de
tinta).
Grifola frondosa (seta de
castaño, maitake).
Lactarius deliciosus (níscalo,
nízcalo, nícalo,
guízcano, mízcalo, míscalo,
rovellón, robellón).
Lactarius sanguifluus (níscalo, nízcalo, nícalo, guízcano,
mízcalo, míscalo, rovellón, robellón).
Leccinum
duriusculum
(boleto).
Lepista nuda
(pie azul, pezón azul, la pistonuda).
Macrolepiota
procera (parasol, paraguas,
apagador, matacandil).
Melanoleuca
vulgaris (seta
de caña, cañareja, seta de cañadilla).
Morchella
spp. (colmenilla, morilla, cagarria).
Pleurotus
eryngii (seta de
cardo, seta de
cardo cuco).
Pleurotus
eryngii var.
ferulae (seta de
cañeja).
Suillus luteus
(boleto viscoso
anillado).
Tricholoma
terreum (ratón,
negrilla, fredolic).
debe evitarse
consumirlas crudas y en grandes
cantidades
Pleurotus ostreatus (seta de
concha, seta de
ostra, seta cultivada, seta de
alpaca, seta de
cepa).
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PRINCIPALES
SETAS VENENOSAS
Todos los años muere alguien en España por consumir setas
tóxicas. Por fortuna, no todos los envenenamientos conducen a un desenlace fatal, aunque pueden hacernos pasar un
mal rato o perjudicar seriamente nuestra salud. A continuación indicamos los principales tipos de venenos e ilustraremos las especies peligrosas que todo setero debe conocer.
Precaución. Sin
interés culinario,
o bien su consumo puede causar problemas
en ciertas circunstancias.
Tóxica
Mortal
Intoxicaciones con tiempo de latencia largo (más de cuatro horas). Son las más peligrosas. Cuando el
paciente acude al hospital, el daño suele ser irreversible.
Síndrome ciclopeptídico: Es el que más fallecimientos
provoca. Si la intoxicación no se trata a tiempo, el resultado es la destrucción del hígado.
Síndrome giromitrínico: Provoca daños
múltiples en el organismo, que pueden
causar la muerte. El veneno se destruye al
desecarlas o hervirlas, pero el peligro existe.
Gyromitra
infula
Amanita
phalloides
Lepiota sp.
Galerina sp.
Imagen cedida por
Gabriel Moreno
Síndrome de Cortinarius orellanus: El periodo de latencia es muy
largo (2 a 17 días). El veneno destruye los riñones.
Cortinarius orellanus
Imagen cedida por
Gabriel Moreno
Intoxicaciones con tiempo de latencia corto (menos de cuatro horas; normalmente, de 30 minutos a
tres horas). Son las más abundantes aunque, por fortuna, los pacientes suelen salvarse.
Síndrome muscarínico. Los síntomas son
espectaculares, con ataques de sudor y
bajada de la presión sanguínea.
Clitocybe
rivulosa
Mycena pura
Síndrome de los hongos alucinógenos:
Se han usado con fines religiosos por diversas culturas, pero hoy suelen ser consumidos como cualquier droga alucinógena, sin
control alguno.
Síndrome coprínico o cardiovascular: Si
se comen estas setas acompañadas de alcohol, se sufrirá sensación de calor, enrojecimiento intenso de la cara, cuello, nuca y el
pecho, palpitaciones, taquicardia…
“Monguis”
desecados
(Psilocybe
semilanceata)
Panaeolus sp
Coprinopsis
atramentaria
Síndrome neurológico. Provoca una
embriaguez o borrachera, con confusión
mental, dificultad en el habla, trastornos de
la visión… Estas setas han sido usadas por
chamanes y brujos para buscar estados alterados de conciencia.
Síndrome resinoide o gastrointestinal
fúngico. Son las intoxicaciones más frecuentes. Destaca la aparición de trastornos
gastrointestinales (vómitos, diarrea, fuertes
dolores de vientre…). Los síntomas serán
más o menos graves según la cantidad consumida y el peso del paciente.
Síndrome de Paxillus involutus: En este
caso, las consecuencias pueden ser fatales
para algunas personas, que experimentan
una terrible reacción alérgica, con destrucción de los glóbulos rojos.
Amanita
muscaria
Gymnopilus
spectabilis
Agaricus
xanthodermus
Omphalotus
olearius
Paxillus
involutus
Otras intoxicaciones por consumo de setas.
Intoxicación por acumulación de venenos, pesticidas, etc.:
Incluso la seta más inofensiva puede envenenarnos si ha crecido
en áreas contaminadas.
Síndrome rabdomiolítico: La ingestión
repetida y en gran cantidad de ciertas setas
(ej.: la seta de los caballeros) provoca rabdomiolisis (desintegración muscular masiva).
Tricholoma
equestre
Intoxicación hemolítica: Los glóbulos rojos se rompen cuando se consumen ciertas
setas crudas o poco cocinadas. El veneno
se destruye por el calor.
Helvella
leucomelaena
Síndrome acromelálgico: El consumo de Clitocybe amoenolens y C. acromelalga causa acromelalgia (imperiosa necesidad de
mover las piernas, con picores, pinchazos y dolores).
Amanita proxima
Síndrome norleucínico: Ciertas amanitas, como A. proxima, pueden dañar los riñones. Debe tenerse cuidado con esta especie, ya que puede confundirse con A. ovoidea, la seta de rubial, que es comestible.
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Imagen cedida
por Carlos Enrique
Hermosilla
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PARÁSITOS
DE PLANTAS
Los hongos nos rodean e influyen constantemente en nuestras vidas y
asuntos. Suelen pasar desapercibidos, ya que muchos de ellos no forman estructuras reproductoras vistosas. Sin embargo, en ocasiones sus
efectos resultan devastadores. Por ejemplo, los fitoparásitos se alimentan a costa de las plantas, y causan daños muy importantes en bosques,
cultivos agrícolas, jardines... Veamos algunos ejemplos.
La roya blanca
(Albugo candida)
tampoco es un
hongo verdadero.
Se trata de un espectacular ejemplo de evolución
paralela respecto
a las verdaderas
royas.
Los mildius no son hongos verdaderos, aunque se comportan como si lo fueran. Figuran entre los fitoparásitos más temibles, y pueden atacar tanto a plantas cultivadas (ej.: Pseudoperonospora cubensis) como a malas hierbas (ej.: Peronospora parasitica).
Los oídios o cenizas son parásitos obligados de
plantas. Su micelio
es superficial, y se
alimentan de las
células de las plantas como si se tratara de auténticos
vampiros. En las
imágenes vemos
detalles del oídio
del rosal (Sphaerotheca pannosa)
y del evónimo (Microsphaera evonimi-japonici).
La grafiosis o
enfermedad del
olmo holandés
está causada por
Ophiostoma novoulmi. Este hongo
bloquea el paso
de la savia en el
árbol, ya que destruye los vasos del
xilema (véanse las
manchas de color
café en la madera),
y la planta se seca.
Muchos castaños han
muerto por culpa del
ataque de Cryphonectria parasitica. Curiosamente, la infección
del hongo por parte
de un virus ha logrado
que esta enfermedad
vaya remitiendo poco a
poco.
El repilo del olivo está causado
por Spilocaea oleagina. El micelio
del hongo crece
bajo la cutícula de
la hoja. El árbol
puede sufrir una
intensa defoliación
y quedar muy debilitado.
Rhytisma acerinum provoca
la “mancha de
alquitrán” en las
hojas del arce.
Las royas figuran
entre los fitoparásitos
más destructivos. Los
antiguos romanos tenían un dios (Robigo)
al que sacrificaban
un perro y un cordero para proteger las
cosechas de la roya.
Estas ceremonias se
cristianizaron y se
convirtieron en la fiesta de San Marcos (25
de abril). En la imagen, roya de las habas (Uromyces fabae).
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HONGOS DE LA MADERA
YESQUEROS Y SIMILARES
En el antiguo orden Aphyllophorales se incluían los hongos basidiomicetos que forman cuerpos fructíferos que no se pudren con facilidad.
Sus formas son muy diversas: costras, repisas, con aspecto de porra o
de coral, e incluso con pie y sombrerillo. Su superficie puede ser lisa,
con poros, agujas, laminillas…
Muchos de ellos descomponen la madera, y no sólo la celulosa, sino
también la lignina. Así, su papel en el reciclaje de materia orgánica en
los bosques es esencial. De algunos se obtienen enzimas capaces de
degradar sustancias contaminantes de difícil eliminación.
Diversas especies se han usado desde la Prehistoria, tanto con fines mágicos como medicinales. Asimismo, algunos han servido para fabricar
yesca con la que encender fuego; de ahí el nombre de yesqueros.
Phaeolus
schweinitzii
es un feroz parásito
de pinos y
otras coníferas.
Fomes fomentarius, con su aspecto
de casco de caballo, es el yesquero típico. Desde hace milenios se ha usado para fabricar yesca.
Peniophora meridionalis presenta
cuerpos fructíferos resupinados (en
costra). Muchos de estos hongos son
esenciales para la degradación y reciclaje de la madera de nuestros bosques.
Schizophyllum commune es un hongo muy común en distintos tipos de
madera. Son llamativas sus láminas
rosadas y dobles.
La pipa (Ganoderma lucidum) es
un hongo muy conocido en medicina oriental (reishi). El cuerpo fructífero
parece estar recubierto de una capa
de barniz.
El hígado o lengua de buey (Fistulina hepatica) es un hongo comestible
que parasita robles y castaños.
Coriolopsis gallica
se alimenta
de muy distintos tipos
de madera
muerta.
El hongo coliflor (Sparassis crispa)
es una especie comestible que puede
hallarse en pinares.
Stereum hirsutum es un hongo asociado a madera muerta de encinas y
pinos.
Imagen cedida por Gabriel Moreno
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L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S
H ON GO S D E AL MER Í A
LOS ASOMBROSOS
GASTEROMICETOS
Dentro de los gasteromicetos incluimos a hongos que no están emparentados entre sí, aunque presentan un desarrollo similar (angiocárpico)
de sus cuerpos fructíferos. Las esporas no se liberan por sí mismas, como
en las setas, sino que deben buscar otros mecanismos de dispersión.
De este modo, la evolución ha producido especies cuyo aspecto nos
maravilla. Aquí presentamos algunos ejemplos.
Gyrophragmium dunalii es
un hongo emparentado con los
champiñones,
bien adaptado a
la aridez de las
dunas costeras.
Lycoperdon perlatum es uno de los
cuescos o pedos de
lobo más frecuentes en nuestros bosques. Es comestible
cuando aún está inmaduro.
Los falos hediondos (ej.: Phallus duplicatus) son comestibles de jóvenes,
en fase de “huevo”.
En cambio, al madurar, la gleba verdosa exhala un olor
nauseabundo para
atraer a las moscas
que dispersarán las
esporas.
Al igual que los
falos hediondos,
Clathrus ruber se
vale de las moscas
para dispersar las
esporas.
Imagen cedida por Enrique
López Carrique
El exoperidio de
Astraeus hygrometricus se abre en
estrella cuando la
humedad ambiental es alta. Este hongo forma micorrizas
con árboles jóvenes.
Crucibulum laeve
es un hongo nido
muy frecuente en
madera, excrementos de vacuno, etc.
La gleba está dividida en peridiolos,
que recuerdan a diminutas lentejas. Se
dispersan al ser golpeados por las gotas de lluvia.
El puño del muerto (Pisolithus arrhizus) es una especie
utilísima, ya que forma micorrizas con
árboles jóvenes.
También se ha usado como colorante.
La gleba está compartimentada en
pequeños alvéolos.
Boca o
estoma
Gleba
(esporas
+capilicio)
Peridio
Subgleba
Pie
La patata de tierra (Rhizopogon
spp.) puede encontrarse sobre el suelo o semienterrada. Recuerda a las
verdaderas trufas,
aunque está emparentada con los boletos.
Sección de un basidiocarpo de pedo de lobo (Lycoperdon
perlatum). La parte fértil se denomina gleba, y contiene las esporas junto a unas hifas estériles, el capilicio. El basidiocarpo
está rodeado por una pared, el peridio. Una parte de “tejido”
estéril, la subgleba, puede formar un falso pie más o menos largo. Al madurar, en muchos gasteromicetos se abre un orificio
(boca o estoma) que permite la salida de las esporas.
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L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S
H ON GO S D E AL MER Í A
NO TODOS LOS HONGOS
FORMAN SETAS
En ocasiones, encontramos en el campo especies de extrañas formas
y colores, bien distintas a la típica seta con pie y sombrerillo. Mostraremos aquí algunos ejemplos destacados.
Los mohos del fango (mixomicetos) no son verdaderos hongos, sino
parientes de las amebas. Su cuerpo
es un plasmodio: una masa informe
que repta por los recovecos húmedos del suelo y la vegetación, alimentándose de bacterias y levaduras. Es como si un trozo de gelatina
hubiera cobrado vida…
Tarde o temprano, los mohos del
fango (ej.: Leocarpus fragilis) se detienen y forman cuerpos reproductores
repletos de esporas.
Las fructificaciones (etalios) de
Lycogala epidendrum recuerdan a pequeños cuescos de lobo.
La oreja de Judas (Auricularia aurícula-judae) es un hongo gelatinoso
comestible, bastante apreciado en la
cocina oriental.
Hay hongos basidiomicetos, como
Tremella mesenterica, cuyos cuerpos
fructíferos son gelatinosos. Cuando
hay humedad se hinchan y liberan
esporas, mientras que en condiciones de sequía encogen y se convierten en pequeñas masas quebradizas.
Muchos de estos hongos aparecen
sobre madera.
Algunos hongos gelatinosos, como
Calocera cornea, recuerdan a cuernecillos de color amarillo vivo.
La mayoría de ascomicetos forman
cuerpos fructíferos minúsculos, que
nos pasan desapercibidos. Sin embargo, un grupo, los discomicetos, producen sus esporas en apotecios, unas
estructuras con forma de plato o copa
que pueden ser bastante llamativas.
En la imagen aparece uno de estos
hongos frecuente en las dunas almerienses: Peziza ammophila.
Las colmenillas (Morchella spp.) son
consideradas un manjar exquisito. Se
suelen comercializar desecadas. Resultan inconfundibles sus apotecios
con pie y la parte fértil dividida en
celdillas.
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Las trufas son ascomicetos cuyos
apotecios han evolucionado hasta enterrarse en el suelo. Para atraer a los
animales que las dispersan, exhalan
deliciosos aromas. Por eso son tan
apreciadas en la alta cocina, especialmente la trufa negra (Tuber nigrum).

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