es el tiempo de la música

Transcripción

es el tiempo de la música
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ES EL TIEMPO DE LA MÚSICA
ITS TIME OF MUSIC
TÉCNICO SUBJEFE CARLOS
ARTURO FORERO FARFÁN
Clarinetista Integrante de la Banda
Sinfónica Militar de la Fuerza
Aérea Colombiana, Especialista en
Operaciones Sicológicas, Profesor
Militar y escritor.
[email protected]
Fecha de Recepción: Agosto 19/2011
Fecha de Aprobación: Septiembre 20/2011
ABSTRACT
Music is an essential tool and an effective formula to vanish this
continuous stress that demands some activities. Music is the vehicle
which we go to move our mind and imagination seeking models, projections and different moods which somehow contributes meaningfully in continuous adjacent problems decrease to any daily situation.
Music has accompanied since old ages, but nowadays is more
necessary than ever. For instance, Aristotle taught that “music limits
directly” (represents) passions or states of the soul, like mildness, anger, value, temperance and their opposites. Therefore, when anybody
listens to music that limits certain passion, anyone is inspired by that
passion itself.
CLUE WORDS:
Music, states of the soul, passion
RESUMEN
La música es una herramienta esencial y efectiva fórmula para disipar ese continuo estrés que demanda dichas actividades, la música es
el vehículo al cual acudimos para trasladar la mente y la imaginación
en busca de modelos, proyecciones y diferentes estados anímicos
que a su vez contribuyen de manera significativa en la disminución
de continuas problemáticas adyacentes a cualquier situación diaria.
La música nos ha acompañado desde tiempos remotos, pero hoy
es más necesaria que nunca.
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EDUCACIÓN AERONÁUTICA
Fotografía extraída de http://www.fondos7.net/wallpaper/6687/violin-y-partituras-hd-widescreen.html
Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que “la música
imita directamente” (es decir, representa) las pasiones o
estados del alma, como la apacibilidad, el enojo, el valor,
la templanza y sus opuestos, además de otras cualidades;
por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es inspirado por la misma pasión.
PALABRAS CLAVES.
Música, estados del alma, pasión,
Hoy el mundo con su diario que hacer nos brinda
una diversidad de oportunidades laborales, académicas,
deportivas, de negocios, etc, las cuales demandan mayor
esfuerzo que décadas atrás lo requerían.
Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que “la música imita directamente” (es decir, representa) las pasiones
o estados del alma, como la apacibilidad, el enojo, el valor, la templanza y sus opuestos, además de otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que
imita cierta pasión, es inspirado por la misma pasión.
La música es una herramienta esencial y efectiva
fórmula para disipar ese continuo estrés que demanda
dichas actividades, la música es el vehículo al cual acudimos para trasladar la mente y la imaginación en busca
de modelos, proyecciones y diferentes estados anímicos
que a su vez contribuyen de manera significativa en la
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disminución de continuas problemáticas adyacentes a
cualquier situación diaria.
La música nos ha acompañado desde tiempos remotos, pero hoy es más necesaria que nunca.
El hombre prehistórico tocaba ya flautas de huesos,
instrumentos de percusión y birimbaos. Los arqueólogos
han descubierto flautas hechas con huesos de animales
en Neanderthals que vivían en Europa del Este hace más
de 50.000 años. La música está dentro de nuestro cuerpo-mente. Para oír música no necesitamos que ningún
sonido real llegue a nuestros oídos, tan sólo con imaginarla, un número de áreas temporales del cerebro que
participan en la audición se activan también cuando dichas melodías se imaginan.
Es tan profundo este arte, que actualmente es el más
utilizado mundialmente, muestra de ello es desde el mismísimo momento en que se procrea el ser humano, al
escuchar canciones u obras musicales clásicas, ellas envían estímulos al cerebro (hemisferio derecho) el cual de
inmediato envía ordenes al (hemisferio izquierdo) donde
se halla y se destaca el procesamiento en la frecuencia e
intensidad tanto de la música como del habla.
A través del sistema nervioso central y periférico se
dictaminan emociones, actitudes, comportamientos,
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estados de quietud y paz o estados de furia, así de esta
manera actúa la música en la constante evolución del
ser, pasando por su etapa neonata, luego la niñez, la
adolescencia y en fin hasta la conclusión de la existencia
terrenal.
El procesamiento del sonido de las notas musicales
empieza en el oído interno (cóclea) aquí se descompone
un sonido complejo en las frecuencias que lo constituyen, luego la cóclea trasmite esta información a lo largo
de fibras del nervio auditivo, cada una con afinación distinta que operan como trenes de descarga neuronales
que llegan a la corteza auditiva en el lóbulo temporal.
Cada célula del sistema auditivo está afinada para responder de forma óptima a una nota o frecuencia concreta. La curva de afinación de una célula se solapa con
la curva de las células vecinas de modo que no quedan
huecos en la percepción del espectro acústico.
Las notas altas, agudas, actúan preferentemente
sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan
fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una
señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo
que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado
de cansancio o sopor.
Como factor negativo tenemos el hecho de que el
oído es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden dañar, lo mismo que su
efecto sobre el sistema nervioso puede provocar cierto
descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que
se vuelven incontrolados.
Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto
es más mecánico, por lo que tienen mayor influencia
sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones,
corazón y abdomen, quizá porque son lugares idóneos
para las resonancias. Las notas graves se perciben mal
en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es
difícil de medir, aunque son capaces de ser audibles en
muchos kilómetros. a la redonda. Su efecto mecánico es
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tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras,
terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso
en cualquier cuerpo sólido. Terapéuticamente tienden a
producir efectos sombríos, visión pesimista del futuro y
tranquilidad extrema.
La cadencia de las notas musicales, graves o agudas,
es el segundo factor en importancia y así tenemos que,
mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos instan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.
Por ejemplo ambos hemisferios necesitan estar en
actividad para distinguir la diferencia entre un tiempo
de 3/4 y 4/4. La corteza frontal, donde se almacenan los
recuerdos, también juega un papel importante en la percepción del ritmo y la melodía. El Dr. Mark Tramo, músico, compositor, neurólogo
y director de “The Institute for Music & Brain Science
Harvard Medical School” dedicado a la investigación de
la relación entre melodía, armonía y ritmo y las emociones y sentimientos que producen a nivel de las células
cerebrales considera que “la música está en nuestros
genes". Cuando un acorde que resuelve una sinfonía nos
produce un delicioso escalofrío se activan en el cerebro
los mismos centros de placer que actúan al comer chocolate, hacer el amor o tomar ciertas drogas.
Vemos inmersa la música en los medios de comunicación, los cuales avivan continuamente a jóvenes y
adultos a ejercer esta magnífica creación divina.
FUENTES
•
[1] Revista Investigación y Ciencia. Enero 2005
•
[2] Harvard University
•
[3] The Institute for Music & Brain Science
•
[4] www.wired.com
•
[5] Influencia de la música en las personas
•
[6] Psicología conductal. Contexto social. Música
comunicativa. Estado de ánimo.
•
[7] Enviado por: Erika Morales
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