La Merced: “Sus mercedes”

Transcripción

La Merced: “Sus mercedes”
La Merced: “Sus mercedes”
P. Fabricio Alaña E.
“¿Cómo esta su merced? “, es una frase que
solemos usar para elevar la autoestima de una
persona, reconocer en ella cierta dignidad.
¿Nos ayuda? ¿Nos ennoblece? Viene del latín,
y significa misericordia, piedad, compasión,
que alcance su merced, significa que alcance
su perdón.
devotos fieles de la costa ecuatoriana, de
Manabí, sobre todo, acuden a poner sus
esperanzas y alcanzar las Mercedes de Dios
y de la Virgen, encontraremos una fuerza
liberadora que nos ayudará a levantar nuestro
ánimo, caminar con altura en los carreteros de
nuestra vida.
El perdón, entonces, es el significado correcto
de la Merced. Tener devoción a la virgen de la
Merced es experimentar una de las cualidades
que distinguen al mismo Dios, es reconocer
que lo femenino y lo masculino son correlativos,
y referidos a Dios son su manera de mostrarse
al mundo, al hombre y mujer de ayer como de
hoy. El gran problema que tenemos es que
desvirtuamos con facilidad el sentido de lo
masculino y lo femenino.
Que la Virgen de la Merced nos alcance el favor
de Dios, en especial el del Perdón, la misericordia
es mantenernos despiertos y hacernos presente
el por qué Dios se hizo hombre en Jesús y
actualizar su mensaje histórico a los hombres y
mueres de todos los tiempos: que lo humano
y lo divino se encuentran en la ternura, en la
esperanza. Tenemos una intercesora, como
una madre intercede ante el padre por sus
hijos, porque quieren lo mejor. Es verdad que
con Dios no hace falta, ya se nos ha revelado
del todo en Jesús, único mediador entre
Dios y los hombres, pero qué seguro uno se
siente y qué felicidad uno contagia cuando
contamos con la ternura de lo femenino de una
mujer, de una madre, de una esposa. Interceder
es simplemente, en nuestro caso, insistir en
lo que Dios ya sabe que necesitamos, pero
que nosotros anhelamos como la verdad de
nuestro corazón.
Creemos que perdonar es divino, solamente,
cuando no de cobardes o de débiles resentidos
por la nostalgia de lo carente, por la ausencia
de lo querido y deseado. El perdón es lo más
manipulado en nuestras relaciones humanas.
Si fuera fácil entenderlo sería fácil la solución
a muchos de nuestros problemas humanos de
relación, de pareja, de padres, en el trabajo,
entre otros.
Que el Señor tenga merced de nosotros es
recordar una de las funciones especificas de
la Virgen de la Merced, interceder ante el
Padre por sus hijos. Si bien revela una correcta
intencionalidad, refleja una pobreza en la
comprensión del verdadero Dios, ¿Necesita
una intercesora el Padre Dios para acordarse de
sus hijos e hijas? Si logramos captar el sentido
profundo de la intercesión de María, en especial
en estos días, en que muchos peregrinos,
“Dichoso el corazón enamorado/ que en solo
Dios ha puesto el pensamiento/ por Él renuncia
a todo lo creado/ y en Él halla su gloria y su
contento/ Aun de sí mismo vive descuidado/
porque en su Dios está todo su intento/ y así
alegre pasa y muy gozoso/ las ondas de este
mar tempestuoso (Santa Teresa de Jesús).