Descargar - Secretaría de Cultura de la Presidencia

Transcripción

Descargar - Secretaría de Cultura de la Presidencia
Índice
Título sección
5
6
Editorial
Páginas
intemporales
Noticia, juicio y
recomendación
de la Utopía y de
Tomás Moro
Don Francisco de
Quevedo y Villegas
8
Ensayos
8
Salarrué en Noruega y
una polémica
Marta Sánchez Salvà
10
Cultura-Poder
Rafael Lara Martínez
12 Teatro
El cuento de los
puesiesques y siacabuches de un gigante
llamado Salarrué
Ricardo Lindo
24 Poemas
24
2
Selección poética:
Siempre han estado ahí
Camelot revisitado
La vida no me lo permite
Dulce y suave
Carretera 66
Loba en el bosque
¿Pero aquello alguna
vez fue Babilonia?
Absoluta
Ana María Rodas
32
Casa cubil
Lauri García Dueñas
33
Sentencia
Laura Rosales
36 Cuentos
36
Cortesías de un vecino
Vanessa Núñez Hándal
38
El viaje de Luter, Luter
en la ciudad o rudelaris
Aníbal Cerón
41
Barroco suchitotense
Rolando Monterrosa
Traducciones/
44 Adaptaciones
por Leo Argüello
44
Antaño
Charles Cross
46
En la soledad de los
campos de algodón
Bernard-Marie Koltès
50 Libros
50
Una antología de
antología
José Antonio Luna
52
Desde los márgenes de
los márgenes
Miroslava Rosales
55 Autores
Ilustraciones
57 e ilustradores
Editorial
Nueva era
Número 6
Año 2014
ARS
ARS, Revista de la Dirección
Nacional de Investigaciones
en Cultura y Arte de la Secretaría
de Cultura de la Presidencia
ARS, arte en latín. Fue el nombre de
la revista de la
extinta Dirección de Bellas Artes.
Retomamos el título
y retomamos, en la medida de
nuestras fuerzas, algo de la fe que la
hizo crecer.
SECRETARIO DE CULTURA DE LA
PRESIDENCIA
Ramón Rivas
DIRECTOR NACIONAL DE
INVESTIGACIONES
EN CULTURA Y ARTE
Sajid Alfredo Herrera Mena
DIRECTOR DE ARS
Ricardo Lindo
COMITÉ EDITORIAL DE ARS
Astrid María Bahamond
Miroslava Rosales
Guillermo Cuéllar
Óscar Meléndez
Ricardo Roque Baldovinos
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Gabriela Morán
COORDINACIÓN EDITORIAL
Jasmine Campos
Las opiniones vertidas en ARS son de
exclusiva responsabilidad de sus autores.
El contenido de esta revista puede ser
reproducido total o parcialmente citando
la fuente.
Secretaría de Cultura de la Presidencia,
Dirección Nacional de Investigaciones en
Cultura y Arte
Centro de Gobierno, San Salvador.
Vienen ahora en PÁGINAS INTEMPORALES las líneas que un genio escribe sobre
otro para justificar la publicación de un libro
que ha de haber tenido cierto tufillo a azufre
a los ojos de los inquisidores. Pero, como se
trataba de un mártir…
Siguen fragmentos de una tesis escrita en
Noruega sobre nuestro más importante narrador, Salarrué. Hemos entresacado los
párrafos en que la autora desarticula las
fantasiosas elucubraciones de Rafael Lara
Martínez, quien pretende hacer del escritor un cómplice de la matanza de 1932. Y
leeremos luego un artículo de Lara Martínez
que fue originalmente publicado en el periódico digital ContraPunto en 2010. En este
artículo estigmatiza a los intelectuales salvadoreños de la primera mitad del siglo XX
porque sus libros estuvieron en Guatemala
en una exposición donde había un retrato
de Mussolini junto al del general Martínez
y el de Ubico. Cabe preguntar si se les había consultado, si nuestros escritores habían
dado su autorización para que así fuera. Entre los autores ahí representados estaba el
ya fallecido Masferrer, a quien Rafael Lara
Martínez descalifica porque su viuda recibía una pensión gubernamental. Incluso le
parece culpable que los libros estén “bien
empastados” y lo destaca así, con las irónicas comillas. Pero la humildad de Rafael
es muy grande y nos lo hace saber así: “Si
anhelara glorias mundanas y canonización
futura, desde Guatemala en 1937, los clásicos me indican el camino a seguir. El arte
que se halla al servicio del poder me asegura alabanzas imperecederas, inmediatas y
por venir”. Pero, señala a continuación, él
no anda en pos de esas cosas porque “su
condición terrenal le resulta secundaria”.
Debemos concluir, pues, según su razo-
namiento, que si se estudia a Salarrué en
Noruega en 2014 a casi cuarenta años de
su fallecimiento es porque un libro suyo
estuvo expuesto en Guatemala en 1937.
Como bien señala Marta Sánchez Salvá,
hay un oportunista guiño a la izquierda
en los planteamientos de Lara Martínez.
Sin embargo, por razones que cuesta entender, ha obtenido eco en otros sectores.
Pero bien, ahora Rafael Lara Martínez es
Premio Nacional de Cultura y lo publica la
hija del expresidente Cristiani. Está cerca
del poder, puede lícitamente aspirar a su
canonización futura.
Y seguimos con Salarrué, con una adaptación de cuentos suyos para teatro que
el autor de este editorial realizó como una
colaboración de la Dirección Nacional en
Cultura y Artes (DNI) con el programa de
fomento a las artes escénicas de la Secretaría de Cultura. La adaptación se presentó
entre junio y julio en los tres teatros nacionales y otros escenarios por la Compañía
de Ariel Zuria y Circus Contemporaneum
bajo la dirección de Héctor Estrada. El
elenco estuvo integrado por Francisco Borja, Leopoldo Trujillo, Sergio Cortez, Gabriela Centeno, Saraí Díaz, Josué Guzmán,
Alexander Alemán y Mauricio Osorio.
Vienen luego poemas inéditos de una gran
escritora centroamericana, la guatemalteca
Ana María Rodas. Sólo el último no lo es,
pero como ella misma dice con justo orgullo,
no se puede negar que “es de una irreverencia genial y una arrogancia irremediable”.
Y vamos a dos jóvenes poetas, Lauri García Dueñas y Laura Rosales y escuchemos
las preciosas narraciones que nos proponen
Vanessa Núñez Hándal y Rolando Monterrosa y el curioso cuento experimental de un
malabarista. Antes de ingresar a la sección
LIBROS, leeremos las traducciones de autores franceses que desde Canadá nos envía
nuestro compatriota Leo Argüello.
Y veamos las bellas ilustraciones. Son, mayormente, los lienzos de un gigante llamado
Salarrué.
5
intemporales
Páginas Intemporales
Páginas Intemporales
Páginas
juicio recomendación
por don Francisco de Quevedo Villegas
Caballero del Hábito de Santiago
Señor de las Villas de Cetina,
y la Torre de Juan Abad
L
6
a vida mortal de Tomás Moro escribió en nuestra lengua Fernando de Herrera, varón docto y de
juicio severo; su segunda vida
escribió con su sangre su muerte, coronada de virtuoso martirio; fue su ingenio
admirable, su erudición rara, su constancia santa, su vida exemplar, su muerte
gloriosa, docto en lengua latina y griega.
Celebraronle en su tiempo Erasmo de Roterodamo y Guillelmo Budeo, como se lee
en dos cartas suyas, impresas en el texto
de esta Obra: llamóla Utopía, voz griega,
cuyo significado es, no hay tal lugar. Vivió
en tiempo y Reyno, que le fué forzoso para
reprehender el gobierno que padecía, fingir el conveniente. Yo me persuado, que
fabricó aquella política contra la tiranía
de Ynglaterra, y por eso hizo isla su idea,
y juntamente reprehendió los desordenes
de los más de los Príncipes de su edad,
fuerame fácil verificar esta opinión; empero no es difícil, que quien leyere este libro la verifique con esta advertencia mía:
quien dice que se ha de hacer lo que nadie
hace, a todos los reprehende: esto hizo por
satisfacer su zelo nuestro Autor. Hurtos de
cláusulas de la Utopía los mas Repúblicos
Ragualbos del Bocalino: precioso caudal
es, el que obligó, á que fuese ladrón á tan
grande Autor.
No han faltado lectores de buen seso, que
han leído con ceño algunas proposiciones
de este libro, juzgando, que su libertad, no
pisaba segura los umbrales de la religión,
siendo así que ningunas son mas vasallas
de la Yglesia Católica, que aquellas, entendida su mente, que piadosa se encaminó á la contradicción de las novedades,
que en su patria nacieron robustas, para
tan llorosos fines. Escribió aquella alma
esclarecida, con espíritu de tan larga vista, que como yo mostré en mi carta el Rey
Chrlstianisimo, antevió los sucesos presentes asistiendo con saludable consejo á
las cabezas de los tumultos.
El libro es corto, mas para atenderle como
merece, ninguna vida seré larga; escribió
poco, y dixo mucho: si los que gobiernan
le obedecen, y los que obedecen se gobiernan por él, ni a aquellos será carga ni
a estos cuidado. Por esto viendo yo á Don
Gerónimo Antonio de Medinilla y Potres,
que le llevaba por compañía en los caminos, y le tenía por tarea en las pocas horas
que le dexaba descansar la obligación de
su Gobierno de Montiel, le importuné á
que hiciese esta traducción: asegurándome el acierto de ella lo cuidadoso de su
estilo, y sin afectación; y las noticias políticas, que con larga lección ha adquirido.
executandolas en quanto del servicio de
su Magestad se le ha ordenado; y con gran
providencia, y desinterés, en el gobierno
que tuvo de estos Partidos. Quien fuete
tan liberal, que en parte quiera pagar algo
de lo que se debe á la buena memoria de
Tomás Moro, lea en la Celta Dileflere de
Bartolomé Zucchi de Monja la carta que
escribió el Cardenal de Capua á Monseñor
Marino, Cardenal y Gobernactor de Milán
y verá quantos méritos tuvo su muerte
para canonizar las alabanzas de su vida, y
de su doctrina. En la Torre de Juan Abad
28 de Septiembre de 1637.
Don Francisco de Quevedo Villegas
Salarrué,
“Sin título”
S/F
Mixta sobre papel
39.9 x 34.4 cm
7
de su última compilación de ensayos, la
superposición de las imágenes del general
Martínez y de Salarrué emiten un mensaje simple y efectivo: la identificación del
autor con el dictador. Ante esta significación, existe la posibilidad de que el lector
se acerque a Cuentos de barro con un prejuicio ideológico que limite el placer de
la lectura.
Salarrué Noruega
y una
polémica
en
Fragmentos de la tesis EL “REGIONALISMO” EN CUENTOS DE BARRO DE
SALVADOR SALAZAR ARRUÉ (SALARRUÉ)*
Marta Sánchez Salvà
R
afael Lara Martínez es el que
más ha escrito sobre Salarrué.
(…) Por lo que a Salarrué respecta, a menudo se centra en
mostrarlo en relación a la matanza de
1932, pero la metodología que adopta
para hacerlo es a veces dudosa. La rigurosidad con la que busca fuentes primarias
contrasta con su manera de establecer relaciones causa-efecto. Sus interpretaciones, con un estilo más bien libre de reunir
citas de diferentes fuentes y de hacerlas
dialogar entre ellas, consiguen en muchos
casos que el lector se pierda, recele de su
validez o ambas cosas. Ejemplo de esto es
la siguiente combinación del cuento de
barro “La botija” y la carta “Mi respuesta
a los patriotas” para destacar la equivalencia de pensamiento entre partidarios
del Martinato –y por consiguiente de la
matanza (tal como Lara-Martínez lo ve) –
y Salarrué:
En el mismo número fundacional del Boletín, aparece el relato “La botija”, incluido un año después en Cuentos de barro.
Empecinado en trabajar la tierra, como
“el indio del arado y de la cuma”, “satisfecho” en su quehacer creativo, el héroe
de barro jamás se entregaría “a la locura
llamada política” cuyo disfraz “comunista” de justicia “habla de degollar” (“Mi
respuesta” Repertorio Americano, enero
de 1932). (Lara-Matínez, 2013).
El primer problema de esta formulación es
que la intertextualidad pasa desapercibida
a quien no ha leído “La botija”. El segundo está en que Lara-Martínez identifica
al héroe ficticio del relato con el Salarrué
histórico. Con este juego lleva al personaje del cuento a pronunciarse y justificar
el hecho real de la matanza. Teniendo en
cuenta que “La botija” –publicado por
Repertorio Americano en octubre de 1931
– fue escrito antes de la matanza y la carHabría un sumo interés porque la política ta, se puede afirmar que la tergiversación
de la cultura concuerde con la imagina- de Lara-Martínez también es temporal. El
ción poética salarrueriana y la teosófica. uso de estas técnicas resulta además dis-
8
*ARS agradece al Sr. Walter Menjívar habérnosla dado a conocer.
Salarrué
“Sin Título”
S/F
Óleo sobre tela
66 x 84 cm
cutible para defender una tesis. Que el
Boletín de la Biblioteca Nacional –revista
simpatizante del régimen del general Martínez- publicase ”La botija” justo después
de la matanza del 32, no implica que Salarrué lo hubiera escrito teniendo en mente
la construcción de la nación desde un espacio político-institucional.
(…)
Ensayos
Ensayos
Ensayos
NOTA: Por uno de sus profesores, Jon Askeland, la estudiosa catalana Marta Sánchez Salvà llega a la lectura de CUENTOS
DE BARRO y, entusiasmada, escribe sobre nuestro autor su tesis de maestría en
Español y Estudios Latinoamericanos
del Departamento de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Bergen (Noruega). La presentó durante la primavera de
2014. Al argumento temporal que Marta
Sánchez propone para desarticular las
elucubraciones de Rafael Lara Martínez,
añadamos que MI RESPUESTA A LOS
PATRIOTAS, apareció por vez primera
en REPERTORIO AMERICANO, revista que se publicaba en Costa Rica, en el
ejemplar de enero de 1932. La reprodujimos en ARS n.° 5. Salarrué debió haberla
madurado largo tiempo y haberla enviado
a Costa Rica semanas o meses antes de su
publicación. Es forzosamente anterior a la
matanza, que comenzó el 22 de ese mes.
Es un texto pacifista y al entresacar expresiones Rafael Lara Martínez desvirtúa
su sentido. En esa RESPUESTA Salarrué
toma distancias con tirios y troyanos. Al
año del fusilamiento de uno de los líderes
de la revuelta de 1932, Agustín Farabundo Martí, Salarrué publicó una nota lamentando su desaparición y recordándolo
como un amante de la libertad. Quienes
deseen leer la tesis de Marta Sánchez pueden encontrarla como PDF, bajo el título
Sagatara en la siguiente dirección electrónica:
La trascendencia del trabajo de Lara-Martínez consiste más bien en la influencia
que pueda tener en el lector de Cuentos
de barro. El estilo enrevesado de sus argumentos ciertamente limita la difusión de
su obra –dirigida básicamente a intelectuales de izquierda-, sin embargo, la simbología que usa no pasa desapercibida tan https://bora.uib.no/bitstream/handfácilmente. Concretamente, en la portada le/1956/7991/119645680.pdf?sequence=1
9
Reflexiones sobre el objetivo de toda creatividad, escrita u otra;
dilemas de actualidad
Rafael Lara-Martínez
D
ESDE COMALA SIEMPRE…
En este instante de desconcierto
ante la situación cultural, la enseñanza de la historia ayudaría a
orientarse. La instrumentalización del arte
para fines políticos es un legado legendario. El valor ancestral lo mide el servicio
que el arte le presta al “poder” o al “capital”, diría David J. Guzmán. “Todo lo supera el capital y la ciencia [el poder político y
las artes]”, asegura en 1903 el fundador del
Museo Nacional en El Salvador.
10
pinoza, José Mejía Vides, Miguel Ortiz Villacorta y “los estilizados motivos mayas
de gran valor decorativo” de Salarrué”
(La República, Año V, No. 1436, 26/noviembre/1937). La magna obra nacional
se exhibe en “el rincón del arte en cuya
“pared sur” ondean “en arco fraterno las
banderas de Guatemala y El Salvador […]
sobre los retratos de los presidentes general Jorge Ubico y general Maximiliano H.
Martínez […] bordados en seda” (junto al
Duce Mussolini). A esta muestra pictórica
oficial se agrega la “vida intelectual del
Tanto es así que las mayores figuras de vecino país” cuyas letras las auspician
la cultura salvadoreña se hallan ligadas dos editoriales: “la Universidad y el Goa un proyecto de nación que obedece es- bierno”. Ejemplos de literatura nacional
trictamente a un régimen gubernamental “correctamente empastados” son “Franespecífico. En 1933, luego de forjar un cisco Gavidia […] Alberto Masferrer,
término tan contemporáneo como “políti- Manuel Castro Ramírez, Salarrué, Max P.
ca de la cultura”, la mayoría de nuestros Brannon, Claudia Lars […] Hugo Lindo,
insignes clásicos se comprometen con el Alfredo Espino, T. P. Mechín” (nótese preideario político del general Maximiliano sencia de escritores fallecidos, Masferrer
Hernández Martínez (1931-1934, 1935- y Espino, cuya obra el gobierno la vuelve
1944). Me permito una larga cita que ilus- oficial bajo auspicio de la viuda de Mastra cómo el arte indigenista salvadoreño ferrer y sus seguidores masferrerianos y,
que la actualidad celebra por su neutrali- quizás, de Espino-padre y de su hermano,
dad, por su distancia política con el poder, Miguel Ángel, el segundo).
y por su revalorización de lo popular, se
Más asombroso, al lado de “los bordados
exhibe en Guatemala en 1937 junto a las
en seda” de los generales Ubico y Martíefigies en seda del poder en turno.
nez, se alza el presidente italiano, Benito
Durante la Gran Exposición Centroame- Mussolini, acaso el modelo ideal de los
ricana que mezcla industria, artes y co- centroamericanos. A semejanza del apoyo
mercio (Guatemala, noviembre/1937), el que el fascismo mediterráneo recibe de la
poeta Julio Enrique Ávila es el “enviado vanguardia artística, del futurismo meridel gobierno” para presentar la cultura dional, en El Salvador, los indigenistas y
salvadoreña en todos sus ramos mate- los teósofos avalan la obra del recién unriales y creativos. El Imparcial elogia la gido “Benemérito de la Patria” (La Repúplástica indigenista de “Pedro Ángel Es- blica, 15/septiembre/1937).
Ensayos
Ensayos
Cultura-Poder
Como esta exhibición, hay muchas que anteceden y se prosiguen durante el mandato
del general Martínez. Los intelectuales a su
discreto servicio viajan al extranjero o, en
su defecto, sus obras alcanzan el rango de
ser representativas de la identidad nacional. El estado y sus ideólogos se identifica a
la nación en su conjunto; incluso esa parte
estatalmente sancionada sustituye al todo
nacional. El gobierno disemina las obras
de sus allegados al interior del país a través
de la enseñanza, tal cual el libro Lectura
nacionales de Saúl Flores, con dedicatoria
a la autoridad, al general José Tomás Calderón (1938, fecha de su aprobación oficial
por Salarrué y Salvador Calderón Ramírez).
Y hacia el extranjero el gobierno también
las disemina por medio de revistas bilingües, inglés-español, que distribuyen las
embajadas y consulados. A la vez, patrocina exhibiciones del arte nacional en el
extranjero, como la de 1937.
Al presente que vive el dilema entre el
compromiso con un presunto cambio político o la defensa de posiciones críticas
autónomas, lo invito a reflexionar sobre el
objetivo de toda creatividad escrita u otra.
Si anhelara glorias mundanas y canonización futura, desde Guatemala en 1937, los
clásicos me indican el camino a seguir. El
arte que se halla al servicio del poder me
asegura alabanzas imperecederas, inmediatas y por venir.
No obstante, como mi condición terrenal
me resulta secundaria —porque “el mundo es un país extranjero”— me interesa
mantener una posición crítica frente al poder y toda creación cultural que se declare
neutra. Por ello, por esta actitud de análisis
que no doblego ante la lisonja ni la ternura,
permaneceré en el desierto de Aztlán siempre, al lado de los habitantes de Comala…
“En el desarraigo de lo real [banish from
the matrix]”, transcribo “lo inútil”, lo que
“no sirve a nadie de escabel apologético”...
Gilberto González y Contreras (1946).
Salarrué
“Niña del Zúngano”
S/F
Óleo sobre canvas
72 x 56.5 cm
11
cuento de los
Puesiesques y Siacabuches
El
Salarrué
de un
gigante llamado
Cuentos de Salarrué adaptados por Ricardo Lindo (título soplado por el poeta Mario Noel Rodríguez)
ENTRA EL PRESENTADOR.
12
Teatro
Teatro
Teatro
PRESENTADOR (POMPOSO): Señoras y
señores, público distinguido: permítanme
primero, se los ruego, con toda atención,
presentarme: soy el presentador, lo cual
es un papel de suma importancia en las
ceremonias civiles y teatrales, pues, bien
vistas las cosas, toda ceremonia civil es
teatral, y todo teatro es una ceremonia.
Pero vamos al grano, o sea al asunto que
me trae a estar con ustedes esta mañana,
o esta tarde, o mejor esta noche, pues la
noche de la sala del teatro todo envuelve,
y no insistamos más en la importancia de
mi labor de presentador pues eso ofende
mi humildad, que es muy grande, como es
muy grande, recordémoslo, la importancia
de la labor del presentador. Pero vamos
al grano: la importancia de la labor del
presentador… ejem, perdón. Resulta que
hace más de cien años nació en la ciudad
portuaria de Sonsonate un niño pálido de
ojos azules que fue marcado por las estrellas con un extraordinario destino, ser el
más grande y completo artista que haya
nacido en nuestra tierra. Su nombre era
Salvador Efraín Salazar Arrué, pero pasó
a ser conocido como Salarrué, porque él
amontonó las letras de su nombre para
hacer uno solo. Falleció en 1975 habiéndonos legado libros, pinturas, músicas,
esculturas y…
ENTRAN LAS COMADRES INTERRUMPIENDO RUIDOSAMENTE. HABLAN UNA JERGA INCOMPRENSIBLE
QUE SE REFIERE A UN GRAN ACONTECIMIENTO. EL PRESENTADOR
HACE UN GESTO DE DESOLACIÓN Y
SE RETIRA. ELLAS SALEN HABLANDO. UNA DE ELLAS REGRESA APRESURADAMENTE Y MUESTRA UN RÓTULO QUE DICE LA BOTIJA. HACE
UNA REVERENCIA, SE SUENA CON
EL DELANTAL Y SE RETIRA.
LA BOTIJA
VOZ EN OFF: Puesiesque José Pashaca
era un cuerpo tirado en un cuero. El cuero
era un cuero tirado en un rancho. El rancho era un rancho tirado en una ladera.
LUZ. JOSÉ PASHACA ESTÁ ECHADO
POR TIERRA. ENTRA LA
NANA: Hijo, questás haciendo…
JOSÉ: Lo mesmo.
NANA: Pero debieras…
JOSÉ: El qué…
NANA; ¡Hijo, abrí los ojos, ya hasta el
color de que los tenés se me olvidó!
JOSÉ: ¿Qué quiere, nana?
NANA: ¡Que vayás a trabajar, si ya sos
indio entero!
JOSÉ: Vaya pues. (AL PÚBLICO) A la
diabla, qué joden las viejas.
ELLA SE VA. LLEGA EL COMPADRE
CON UNA FIGURA DE BARRO.
JOSÉ: Pos mire, ¿y ai que anda, usté?
COMPADRE: Me encontré este volado
feyo pasando el arado, usté.
JOSÉ: ¿Y pa qué quiere ese volado feyo,
usté?
COMPADRE: Es que usté no sabe. Los
gringos dan pisto por estos volados feyos
que hacían los indios de antes usté.
JOSÉ: En serio, usté…
COMPADRE: Sí pues, usté. Contimás
afigúrese que don Indalencio cuando era
chiquito se encontró con una olla que era
como una alcanciya llena de monedotas
de oro, usté, de esas que les dicen guacas, usté, de esas que les dicen botijas,
usté, de esas que les dicen entierros,
usté, y con eso se compró la fincota, pues,
usté.
JOSÉ: ¿No me diga, usté?
COMPADRE: Sí pues, usté. Por allá vie-
ne el gringo. Salú pues, usté.
JOSÉ: Salú compadre, usté. (PIENSA)
Una olla con oro. Guacas que les dicen.
Botijas que les dicen. Entierros que les
dicen… Me quiero encontrar una, usté.
Ah si ya se jué, usté.
SALE PENSATIVO. ENTRA LA
NANA: José, hablé con don Indalecio
y… ¿qué se habrá hecho? Vaya, se levantó. Algo es algo.
REGRESA JOSÉ CON UN CORVO.
NANA: ¡Hijo que pasa! ¡Vas a trabajar!
LA IMPRESIÓN ES TAN GRANDE
QUE LE DA UNA FUERTE TOS Y CAE
POR TIERRA.
JOSÉ: Achís, si yo sólo salí a orinar y me
encontré esto tirado…
LA NANA SIGUE TOSIENDO.
JOSÉ: Ey nana, que le pasa… Nana…
Nana, no se haga…
LA NANA YA NO SE MUEVE.
JOSÉ: Nana, nana… ¡Nanaaaa!
LLORA. ENTRAN LAS COMADRES.
COMADRE 1: ¿Qué pasa?
COMADRE 2: La Remigia…
COMADRE 1: Ey Remigia, levantate.
COMADRE 2: Ya ni se levanta. Igual de
haragana que el hijo.
COMADRE 1, PALPÁNDOLA: Uy, si
yastá dijunta, muerta del mal de toses…
COMADRE 2 PERSIGNÁNDOSE: Ya es
un puro cadávere… Tan buena quera…
COMADRE 1: Dios la tenga en su gloria.
Salarrué
“Paisaje Marino”
S/F
Óleo sobre tela
75 x 151 cm
13
VOZ EN OFF: Una semana después.
GRINGO: ¡Ooooh! Ser auténtica vasija
tetrápode polícroma zoomorfa de período
post-clásico de gran civilización maya.
Wonderfull, wonderfull, okey, mi pagarlo
requetebién.
SALEN. REGRESA JOSÉ CON EL
COMPADRE: Si ya tiene montón de pisto
pa qué sigue arando, usté. Mejor compréyese una finca como don Indalecio,
usté.
JOSÉ: Es que quiero encontrarme una
olla con monedotas dioro, guacas que les
dicen, usté, botijas que les dicen, usté,
entierros que…
EL COMPADRE HACE SEÑAS AL PÚBLICO INDICANDO QUE JOSÉ ESTÁ
LOCO.
JOSÉ: Ey, por qué se burla de mí, usté.
COMPADRE: Es que esas sólo se encuentran de noche… dónde hay una
llamita azul, usté.
JOSÉ: ¿Una llamita azul, usté?
COMPADRE: Es que son entierros de los
muertos, usté.
SE VA HACIENDO AL PÚBLICO SEÑAS DE ESTÁ LOCO:
JOSÉ: Una llamita azul, vaya pues, usté…
SALE PENSATIVO. ENTRAN PASEANDO LAS COMADRES.
COMADRE 1: Y fíjese comadre que el
mentado José Pashaca ya no trabaja se
la pasa todas las noches dando güeltas
por el monte como tecolote que juera.
Esta cherche, cherche. Loco de remate.
Espantapájaros parece, como que le han
hecho el mal diojo.
COMADRE 2: Ah, nhombre.
COMADRE 1: Sí comadre, loco de remate. Y cherche, cherche. Como que ya va a
estirar la pata comadre.
COMADRE 2: Ah, nhombre.
SALEN. ENTRAN JOSÉ Y EL
COMPADRE: Usté tanto pisto que tiene y
sigue viviendo en el mismo rancho viejo,
usté.
Teatro
Teatro
14
JOSÉ: Y ustedes que hacen aquí. ¡Váyanse viejas brújulas!
COMADRE 1: Ay el Chepito este, siempre tan pésimo.
COMADRE 2: Ya ni a la dijunta muerta
respeta.
COMADRE 1: Vámonos de aquí niña.
COMADRE 2: Ay, tan pésimo el Chepito.
SALEN.
JOSÉ: Vengasé, nana, vámonos pal pueblo. A lo mejor me dan algo pa las velas y
el enterramiento, y para comerme un par
de tortillas.
SALE ARRASTRANDO EL CADÁVER.
LAS LUCES SE APAGAN Y SE ENCIENDEN TRES VECES. REGRESA
CON LA MUERTA.
JOSÉ: La gente no tiene corazón. Nadie
quiere ayudar a un pobre güerfanito. Ni
modo, tendré que abrir un hoyo yo solo
y enterrarla en la pura tierra. Pero….
pero… y… ¿y si me encuentro una olla
llena de monedotas dioro? ¿Qué no están
enterradas en la tierra, pué?
SALE CON LA MUERTA. ENTRAN
LAS COMADRES.
COMADRE 1: Y fíjese comadre que el
José Pashaca, aquel haraganote, ahora se
las pasa arando de sol a sol.
COMADRE 2: ¿Ah? ¡Nhombre!
COMADRE 1: Pues sí comadre y hasta
ayuda a los otros piones con la arada.
Todos los días comadre, todos los días.
Ende que se murió murió la dijunta Remigia, bendita sea (SE PERSIGNA) ya no
para, trabaja que trabaja. Ya ni come por
seguir en la tareya…
COMADRE 2: ¡Ah, nhombre!
SALEN. EN LA ESCENA SIGUIENTE
JOSÉ ESTÁ CON EL GRINGO MIMANDO LA ENTREGA DE OBJETOS.
GRINGO: ¡Oh! Ser escultura de Dios
Viejo azteca. Mí pagarlo bien.
VOZ EN OFF: Dos días después.
GRINGO: ¡Oh! Ser escultura de Ik, Dios
del Viento maya. Mí pagarlo bien.
JOSÉ: Es que… es que ya no tengo el
pisto, usté.
COMPADRE: Y… ¿qué lo hizo, usté?
JOSÉ: Es que… es que…
EL COMPADRE HACE GESTOS DECLARÁNDOLO LOCO.
JOSÉ: Es que lo enterré en una olla en el
monte pa que alguien lo encuentre cuando me muera. Así naiden vadecir que ya
no hay botijas que les dicen, guacas que
les dicen, entierros que les dicen y me
convertiré en una llamita azul, usté.
COMPADRE: Sí pués, usté.
EL COMPADRE SE VA GIRANDO
EL DEDO EN SU SIEN. OSCURIDAD
TOTAL. POR UN SEGUNDO, SE ENCIENDE UNA LLAMITA AZUL QUE
PARECE FLOTAR EN EL AIRE.
Salarrué
“Sin título”
S/F
Mixta sobre papel
58 x 46 cm
15
Teatro
LA HONRA
16
ENTRAN LAS COMADRES ESCANDALIZADAS HABLANDO.
COMADRE 1: Y fíjese comadre que la
Enevica dice que le dijo la peche Boniata
que la Martisa le bía dicho… (SUSURRA
AL OÍDO).
COMADRE 2: Ah nhombre…
COMADRE 1: Y la Nermecia dice que le
dijo la Cornelia que le dijo a la Meritana: “Lo vide yo mesma con estos ojos que
se van a comer los gusanos”.
COMADRE 2: Ah nhombre.
COMADRE 1: Y la Enevica dice que le
dijo la Cornelia que le dijo la Meritana
: “Y no es que a una le guste hablar por
hablar ni que una ande ispiando, pero
cuando se lo ponen a una enfrente de los
ojos…”
COMADRE 2: Ah nhombre.
COMADRE 1: Pero es que ya no hay
sentido del rispeto.
COMADRE 2: Ah nhombre.
COMADRE 1: Ni del condecoro…
COMADRE 2: Ah nhombre.
COMADRE 1: Ni de…
COMADRE 2: Ah nhombre.
COMADRE 1, AL PÚBLICO: Allá por el
charcote ese que le dicen ojo diagua.
COMADRE 2, AL PÚBLICO: Imaginéyense.
COMADRE 1, AL PÚBLICO: ¡Qué barbaridá!
COMADRE 2, AL PÚBLICO: ¡Qué barbaridá!
SALEN INDIGNADAS EN UN SILENCIO PRETENDIDAMENTE DIGNO.
REGRESA UNA Y MUESTRA UN RÓTULO QUE DICE LA HONRA. SALE.
ENTRA
JUANITA, CANTANDO:
Amorcito corazón,
Yo tengo tentación
De un beso…
SE ACERCA CORRIENDO SU HER-
MANITO Y LA BESA. JUEGAN.
ENTRA EL
PADRE, SEVERO: Juana…
JUANITA: ¿Sí apá?
PADRE: ¿Es cierto que vos te vas a bañar al ojo diagua?
JUANITA: Si apá, es bien chulo.
PADRE: No quiero que volvás por allá,
¿entendiste?
JUANITA: Pero apá…
PADRE: No me contestés, yo sé lo que te
digo.
JUANITA: Pero apá…
PADRE: Vos podés decir lo que querás
pero la gente anda hablando babosadas.
Andate a tu cuarto y llevate al cipote.
JUANITA, COMPUNGIDA: Sí apá.
SE VAN LA JUANITA CON EL NIÑO
POR UN LADO Y EL PADRE POR EL
OTRO. REGRESAN LAS COMADRES.
COMADRE 1: Y la Enevica dice que le
dijo la Cornelia que le dijo la Meritana
quel Saculapio andaba …
COMADRE 2: Mire comadre, puede
que a la Enevica le haiga dicho la peche
Boniata que la Martisa le bía dicho y que
a la Nermecia le haiga dicho la Cornelia
que dijo a la Meritana pero yo creyo que
debiéramos hacer una comprubación en
el merito ekcenario de los hechos para
tener más seguridá y más detalle de este
escandaloso escándalo que estremece a
la comunidá.
COMADRE 1: Comadre me ha quitado
usté de la boca las meritas mismas palabras que liba a decir, porque una es seria
y responsable ¿verdá?
COMADRE 2: Sí hombre.
COMADRE 1: ¿Vamos al mero ekcenario
de los hechos hacer la comprubación,
comadre?
COMADRE 2: Sí hombre, se trata de un
imperativo positivista.
DAN UNA VUELTA AL ESCENARIO
Y FINGEN VER A TRAVÉS DE UNAS
RAMAS.
COMADRE 1: Mirala, allá está la mentada Juanita nel ojo diagua.
COMADRE2: ¡Bañándose chulona!
COMADRE 1: ¡Qué barbaridá!
COMADRE2: Pero…
COMADRE 1: Pero ¿qué?
COMADRE2: Pero ¿y el Saculapio?
COMADRE 1: Seguro yavavenir, esperéyese tantito…
PAUSA.
COMADRE2: Comadre… Ya llevamos
como dos horas y no viene el mentado
Saculapio…
COMADRE 1: Y la Juanita ya sestá
vistiendo…
COMADRE 2: Como que la güelió el Saculapio… pero no importa (IMPERIOSA)
vimos el eksenario de los hechos.
COMADRE 1, IMPERIOSA: El merito
eksenario de los hechos.
SALEN CON AIRE MARCIAL. ENTRA
CON UN CINCHO EN LA MANO EL
PADRE: ¡Juana, vení!
JUANITA, MEDROSA: Qué quiere, apá.
PADRE: Con que te volvís a bañar a ese
charcote que le dicen ojo diagua ¿no?
JUANITA: Sí, pero apá…
PADRE: ¡A bañarte! ¿A bañarte con
el hijo del patrón, istúpida? ¡Hasta las
comadres comentan! (SEÑALANDO A
LOS ESPECTADORES) Ya todo ellos lo
saben. ¿Así que estás engordando porque
mucho comés, istúpida? (PEGA EN EL
SUELO CON EL CINCHO) ¡Abís perdido
LA HONRA, que era lo único que traíbas
al mundo!
JUANITA: ¿Qué yo perdí el qué? Yo no
he perdido eso. A saber dónde la puso
usté…
PADRE: ¡Istúpida! (GOLPES, LLANTOS) ¡La honra istúpida, la honra!
ELLA HUYE, EL PADRE LA PERSIGUE. SALEN DE ESCENA. ENTRA EL
NIÑO: Mi papá está bien bravo. Dice que
la Juanita perdió lhonra. Yo ni sabía que
tuviera de eso. ¿Cómo será lhonra de la
Juanita? Ha de ser como un caracol. Ha
de brillar como una estrella. Si voy al
Teatro
Salarrué “Sin Título”
S/F
Acuarela sobre papel
46 x 58.5 cm
17
HASTA EL CACHO
18
RUIDO DE FUERTE VIENTO. ENTRA
EL PRESENTADOR Y PINTA CON
LOS DEDOS NUBARRONES MORADOS TRAS LA PANTALLA DE UN
RETABLILLO DE SOMBRAS. INSTALA EL AMATE, SALUDA Y SE RETIRA. FOGONAZOS SE APAGAN Y SE
ENCIENDEN. SE OYEN TRUENOS.
LLUEVE. RUIDO DE RÍO EMBRAVECIDO. ENTRAN LAS COMADRES Y
MUESTRAN UN RÓTULO QUE DICE
HASTA EL CACHO. SALEN. ENTRAN
A REFUGIARSE BAJO EL AMATE LOS
TÍTERES DE PEDRÓN Y SU HIJO.
PEDRÓN: ¡Qué aguacero, hijó!
CRISPÍN: ¡Mire tata cómo ha crecido el
riyo…allá…!
PAUSA.
PEDRÓN: Cuando vos naciste taba llo-
viendo tieso…
CRISPÍN: ¿Eeee?...
PEDRÓN: Meramente como hoy… Tu
nana tenía friyo; jué como a las diez de la
noche. “Quiero conocer el mar” dijo y se
dijuntió.
CRISPÍN: ¡Pobrecita mi nana!...
PEDRÓN: Sí pué, pobrecita…
BAJA LA LLUVIA.
PEDRÓN: Amonós pa la casa, vos; ya se
calmó.
CRISPÍN: Mempapé el lomo…
PEDRÓN: Tenís fiebre Crispín. Venite.
SALEN. SE APAGA LA PANTALLA.
PEDRÓN Y CRISPIN ACTORES LLEGAN AL RANCHO.
PEDRÓN: Andá acostate, arropate bien.
Oí cómo llueve de nuevo… Ojalá no te
vaya a repetir el paludis.
CRISPÍN: Primero Dios…
SALE CRISPÍN. PEDRÓN SE SIENTA.
PEDRÓN: Pobrecito mhijo…
LARGA PAUSA. LLEGA
TADEYO: ¡Pedrón, Pedrón!
PEDRÓN: ¿Qué pasa, Tadeyo?
TADEYO: Pedrón, Don Juan José tiene
mercé de verte; sestá muriendo y te quiere hablar.
PEDRÓN: ¿Eeee?...
TADEYO: Andá, hombre, el deseyo de
los murientes hay que cumplirlo. Ya casi
no pispileya y sólo a vos te aguarda.
PEDRÓN: ¡Achís!... ¿Y qué me querrá
el maishtro?
TADEYO: ¡Antojos!...
PEDRÓN: ¿No mestás tirando, hombré?
TADEYO: ¡Cómo va crer!... ¡Por éstas!...
CRISPÍN, FUERA DE ESCENA: ¡Apá,
no se vaya, no me deje solo!
PEDRÓN: Si ya vua venir. Vos dormite.
SALEN PEDRÓN Y TADEYO. OSCURIDAD.
CRISPÍN, EN LA OSCURIDAD: ¡Apá,
no se vaya!
TEATRO DE SOMBRAS. SE ENCIENDE UNA GRAN PANTALLA BLANCA.
LOS FAMILIARES EN SOMBRAS
RODEAN AL MORIBUNDO. ENTRAN
TADEYO Y PEDRÓN EN SOMBRAS.
Salarrué
“Sin Título”
S/F
Mixta sobre papel
39.9 x 34.4 cm
Teatro
Teatro
charcote que dicen ojo diagua… Ha de
ser plateada, ha de brillar como que juera
dioro…
ENTRAN LA JUANITA Y EL PADRE,
ABATIDOS.
PADRE, QUEJOSO: Por qué juiste a
perder la honra…
JUANITA: ¿Y eso qués, apá?
LLEGAN TRAS ELLOS LAS COMADRES. LOS SEÑALAN, RÍEN, SEÑALAN LA PANZA DE JUANITA, HACEN
GESTOS OBSCENOS. LA NIÑA SALE
HUYENDO. ÉL ENFRENTA A LAS
VIEJAS CON RABIA IMPOTENTE.
ELLAS LO SEÑALAN CON EL DEDO Y
SIGUEN SU BURLA. ENTRA EL
NIÑO: Papá, papá, ya no se enoje con la
Juanita, allá en el ojo diagua encontré
lhonra que se le bía perdido…
MUESTRA UN GRAN CUCHILLO. EL
PADRE MIRA DESOLADO EL CUCHILLO Y TIENDE LA MANO TEMBLANDO.
LAS COMADRES, AL UNÍSONO, SECAS, AL PÚBLICO: Sí. ¡Esa es la honra
de la Juana!
OSCURIDAD
19
20
PEDRÓN, TÍMIDO, CON EL SOMBRERO EN LA MANO: Si le puedo ser de
servicio…
JUAN JOSÉ, CON VOZ TEMBLOROSA:
Que me dejen solo con Pedro… Arrimate, hermano; oíme tantito, antes dirme…
SALEN TODOS. PEDRÓN SE SIENTA
JALANDO UN TABURETE. EL VIEJO
LLORA SOBRE SU ESTERTOR.
JUAN JOSÉ: ¡Perdoname hermano!...
PEDRÓN: ¡Achís!... ¿Y yo de qué?... No
se ajolote, que liace daño.
JUAN JOSÉ: Tengo un pecado feyo, que
no quiero dirme sin confesar…
PEDRÓN: Si quiere, le llamo al padre.
JUAN JOSÉ: No. Es con vos, Pedro; porque a vos te jue hecha la ofensa.
PEDRÓN: ¿A yo?
JUAN JOSÉ: La Francisca se metió conmigo. Nos veiyamos descondidas tuyas.
El Crispín es mijo…
PEDRÓN NO SE MUEVE. ABRE LA
BOCA. JUAN JOSÉ SE INCORPORA
ALARGANDO HACIA ÉL LOS BRAZOS.
JUAN JOSÉ: ¡Perdón!
JUAN JOSÉ GRUÑE Y SE QUEDA
INMÓVIL. LLEGAN LOS FAMILIARES
CORRIENDO Y LO TOMAN EN SUS
BRAZOS. REZOS. LÁGRIMAS.
COMADRE 1: ¡Tan güeno quera!
COMADRE 2: ¡Diosito lo tenga en su
gloria!
LAS DOS LLORRAN EXAGERADAMENTE. LA SOMBRA DE PEDRÓN SE
AGRANDA. LOS OTROS SE QUEDAN
INMÓVILES Y EN SILENCIO. PEDRÓN SACA UN CUCHILLO ENORME
Y SE LO CLAVA AL MUERTO. RÍE A
CARCAJADAS. SALE. COMADRE 1
GRITA Y SE DESMAYA.
COMADRE 2, AUTORITARIA: Vuir a
buscar a lautoridá.
SALE. LOS OTROS PERMANECEN
INMÓVILES. TRES VECES SE APAGAN LAS LUCES Y SE ENCIENDEN.
seya que se me vaya la mano! Yo hice lo
que tenía quiacer… don Juan José, perdone yo no quería… sólo lo maté porque
ya estaba muerto. Mire, lo vua desinterrar… (HACE GESTO DE ESCARBAR
EL SUELO). Porqueriya de viejo. (MASCUYA) No, no, perdone don Juan José.
Uff. (SE LEVANTA Y MUESTRA EL
CUCHILLO AL PÚBLICO). Ya vido, ya
le quité el cuchillo, ya puede descansar
en paz...pero…¿ y el Crispín?... ¡Crispííín!
LLEGA
TADEYO: Calmate Pedrón, allá agarro
pal riyo el Crispín.
CORRE PEDRÓN Y SALE DE ESCENA. TADEYO HACE GESTO DE QUE
ESTÁ LOCO Y SALE. SE ESCUCHA LA
CORRIENTE DEL RÍO. ENTRA
PEDRÓN: ¡Mijo, mi lindo!... perdóname
cosita, taba como loco…
SE AGACHA Y TOMA AGUA DEL RÍO,
ABRAZÁNDOLA. ENTRA TRISTE EL
FANTASMA DE
CRISPÍN: No se atristeye apá, yo me jui
con el riyo. Mi quería ir a conocer el mar.
OSCURIDAD
Teatro
Teatro
Salarrué
“Sin Título”
S/F
Mixta sobre cartón
59 x 47 cm
EL CIRCO
LLEGA COMADRE 2 CON EL JUEZ DE
PAZ. LLEVA SACO Y CORBATA. EL
SACO LE QUEDA GRANDE.
JUEZ, GRAVE: Quiero ver al dijunto
finado.
LOS DEMÁ SE APARTAN. EL JUEZ
SE PERSIGNA. DESPUÉS, TODOS SE
APRETUJAN EN TORNO AL JUEZ HABLANDO Y GESTICULANDO ATROPELLADAMENTE. NO SE ENTIENDE
NADA.
JUEZ: ¡Silencio!
LOS PRESENTES ACATAN LA ORDEN.
JUEZ: En nombre de la ley de la legislación que me ha sido encomendada por
el supremo gubierno de la ripública,
declaro: que no puedo meter preso al
Pedrón porquestá loco como una cabra y
contimás porque el morigundo cadávere
ya estaba muerto cuando el Pedrón lo
asesinó. He dicho.
SALE POMPOSAMENTE. OSCURIDAD. SÓLO SE VE AL PEDRÓN ILUMINADO EN PRIMER PLANO.
PEDRÓN, ENTRE CARCAJADAS Y
LLANTO: Ojalá te pudras en el meritito
infierno, viejo disgraciado. Y vos, Crispín, andate de aquí. Vos no sos mijo, babosada. Sos el hijo de un muerto y de una
muerta. (HACE ADEMÁN DE APARTARLO AUNQUE NO HAY NADIE).
Váyase desgraciado, váyase. Usté nues
mijo; ¡váyase, no güelva, babosada, no
FANFARRIA DESAFINADA. ENTRAN
ZANQUISTAS, MALABARISTAS, ETC.
DESFILANDO. ENTRAN LAS COMADRES CORRIENDO.
COMADRES: ¡Esperéyense!
TODOS SE INMOVILIZAN. ELLAS
MUESTRAN UN RÓTULO QUE DICE
EL CIRCO Y SE RETIRAN. LOS
OTROS RECOMIENZAN SU ACTUACIÓN Y SIGUEN HASTA SALIR.
ENTRA EL PRESENTADOR E INSTALA LA COLORIDA PUERTA DE ENTRADA DEL CIRCO.
PRESENTADOR, CON ALTAVOZ:
Señoras y señores, público distinguido:
vengan a ver el maravilloso espectáculo
del Circus Contemporáneo La Chicagüita,
que viene de regreso de una gira triunfal
por Italia, París y Zacatecoluca. Dos
21
PRESENTADOR: ¡Váyanse al infierno,
cipotes desgraciados!
CIPOTE 1: ¡En el injierno vamosabrir un
hoyito pa ver a la piernuda!
LE CHIFLAN “LA VIEJA” Y SALEN
CORRIENDO.
PRESENTADOR, LEVANTÁNDOSE:
Señoras y señores, público distinguido…
ENTRAN LAS COMADRES INTERRUMPIÉNDOLO. MUESTRAN UN
RÓTULO QUE DICE FIN Y HACEN
UNA REVERENCIA.
PRESENTADOR: Ejem… Señoras y…
REGRESAN LOS CIPOTES Y LES
CHIFLAN “LA VIEJA” A LOS TRES.
EL PRESENTADOR Y LAS COMADRES LUCEN INDIGNADOS. ENTRAN
TODOS.
TODOS, MENOS LAS COMADRES Y
EL PRESENTADOR: Y siacabuche.
TELÓN
Teatro
Teatro
22
coritas señores, sólo dos coritas.
HACE ADEMÁN DE COBRAR A LOS
QUE ENTRAN.
PRESENTADOR: Gracias señoras y
señores, pasen, pasen.
SALE. ENTRAN LOS CIPOTES Y MIRAN POR LA PORTEZUELA.
CIPOTE 1: ¿Vos tenés pisto?
CIPOTE 2: No. ¿Y vos?
CIPOTE 1, JALÁNDOSE LAS BOLSAS
VACÍAS DE LOS BOLSILLOS: Neles
pasteles.
CIPOTE 2, DESCONSOLADO: Vaya,
sólo los grandes pueden dentrar…
CIPOTE 1: Ey, hagamos un hoyito en la
carpa pa vigiar…
CIPOTE 2: La distrucción es pecado…
CIPOTE 1: Pequemos pué. Aquí tengo un
clavo. (HACE ADEMAN DE ABRIR UN
HOYO) Apartáte, baboso.
CIPOTE 2: Peráte, quiero ver.
CIPOTE 1: Yo jui el que abrió el hoyito.
CIPOTE 2: ¡Achís! Sólo vos querés
mirar… Te vua zampar una ganchada
Chajazo.
SE VE PARTE DEL ESPECTÁCULO. SE
TURNAN EN EL HOYITO.
CIPOTE 1, ENTUSIASMADO: Baboso,
ayí entró una piernuda vestidedorado.
Sestá poniendo la atadera. (MIRA HACIA ATRÁS, CODEA CONTRA OTROS
CIPOTES IMAGINARIOS) ¡Ey, no rempujen! ¡No rempujen que se vahundir la
carpa!
ESTRÉPITO. LOS DOS MIRAN ATERRORIZADOS AL PÚBLICO. ENTRA
UN HOMBRE CUBIERTO POR UNA
SÁBANA.
CIPOTE 1: ¡Juela, un fantasma!
EL HOMBRE SE HA DESEMBARAZADO DE LA SÁBANA. ES EL PRESENTADOR CON UN GARROTE. CORREN
LOS CIPOTES. INTENTA CORRER
TRAS ELLOS PERO SE ENREDA EN
LA SÁBANA Y CAE.
Salarrué
“Puerta del Diablo”
S/F
Acuarela sobre papel
37 x 27 cm
23
Camelot
Selección poética
revisitado
Días dorados a contrapelo de la historia
Ana María Rodas
íbamos
amazonas ardientes a triunfal galope
Poemas
Poemas
POEMAS
Las faldas mínimas los cabellos al aire
Siempre han
estado ahí
como lo usan las medusas las sirenas
sin reparar en ellas
Durante años he guardado silencio
Trazaban hechizos para que las leyera
pensando que no sabía o no quería
y yo con gran presteza
lidiar con ellas
me iba a un almacén a comprar cualquier /cosa
Pero una simple mirada al diccionario o a /algún libro
que me hiciera borrarlas
Herederas de Woodstock
hijas de Simone de Shulamith de Robin
hacíamos muchísimo el amor
olvidamos la guerra
Amigas de los niños de las flores
amamos tanto y todo
y las encuentro
Así coleccioné telas desinfectantes jabo-
/nes
Creo que he rehuido su contacto por temor
aretes de marfil perfumes colorantes pol-
/veras
antes de vibrar sobre las aguas
bañadas por el bronce líquido del sol
a que me hicieran reconocer cómo es mi
y la despensa se hizo gorda con arroz acei-
/te leche
paquetes y conservas
a que se me pegaran en los huesos
/vida en este tiempo
Pero ellas son pacientes
han estado escondidas bajo los anaqueles
se han teñido de gris para que no las viera
pero el amor es más fuerte que la muerte
Nuestras hijas ahora
se recortan los huesos de la cara
dijo el inglés
se mutilan los pechos
que en realidad ya salió muerto de la cár-
/cel de Reading
se extraen el tejido donde mullidamente
sabiendo que el gris no es el color certero
para alcanzar mis ojos
Nos sabíamos libélulas flameantes
reposa nuestra esencia
y regresé con ellas
Llevan el pelo a rayas y son flacas
24
Por las tardes me miraban asombradas
y me hundí entre ellas
sus únicas protuberancias son de silicona
de tenerme tan cerca y que yo disimulara
y he llorado con ellas y he gozado con ellas
Lanzaban gritos
llevan una guadaña acrílica en vez de uñas
que siempre están ahí
presas entre los libros
a las que pertenezco entera
y yo me deslizaba a su lado sin verlas o al Mi amor mi eterno amor mi pasión y mi /menos
/duelo
Salarrué, “Sua- Bandara”
S/F
Lápiz y tinta sobre cartón
38.3 x 37.8 cm
25
Poemas
vida no me
lo
permite
Dulce
y suave
Yo sé que debería estar escribiendo
sobre temas luctuosos o cuando menos se-
/rios
sobre ese invierno que quiere sentárseme /en el pecho
Poemas
La
Suave blando apacible pacífico
afable amable tierno afectuoso indulgente
manso dócil sumiso dulce
Que tendría que contar en vez de histo-
/rias
terribles amarguras postreras
así querría yo que fuera este mi gato
o aquellas manchas que auguré en su día /y que llegaron puntuales.
que es sedicioso insurrecto conspirador
amotinado y rebelde
Pero es que la vida es una pulpa jugosa /azucarada
Revoltoso y turbulento sobre todo
que te induce a morderla cada día
cuando va por el jardín tras un insecto
La vida es un juego de nubes y de sol
es una estrella que arde violenta y se me /ajusta en el vientre
cuando sospecha que se acerca un pensa-
/miento mustio
Con ese fuego instalado en mis entrañas
resulta muy difícil hablar de la partida
no se puede pensar en los sepulcros
ni se presume un viaje al cementerio
La vida es una fruta suntuosa en la que es /fácil perderse
cuando hay intención premeditada
de gozar los días los amigos los libros
la familia el chocolate las flores del jardín /los perros y los gatos
26
Salarrué,
“Túnel del ojo de la vaca”
S/F
Carboncillo sobre papel
44 x 54 cm
27
Allí está para irme por ella con las miste-
/riosas sombras de
caballos entre el pasto
Loba en el
/lejos de este tormento/
Si es la pasión una debilidad
bosque
cuán débil
Poemas
Poemas
Carretera 66
apoyada en las pasiones
mi vida
Mi vida abierta las veinticuatro horas al /público
Se despliega
acentuada por maullidos de gata roja boca
entre escenas de apaleados y misteriosas /lupas
animal obstinado
sacudiendo su cola /bosque
rozando los periódicos.
adentrada en el bosque fundado en calores y humedad
bosque de lianas y de tigres
Mi vida una ruta sobre papeles sobre as-
/falto
que se agazapan al paso de esta loba
imágenes viejas desleídas en agua
casas de rojo ladrillo
Cómo ha sobrevivido esta loba
letreros de neón
en país de coyotes
viejos carrosguitarras
sonando en vetustos bares de madera
Su pelambre reluce como luna
oscuridades
sus ojos fosforecen
sonidos sofocados
su lengua suave bebe de la humedad en /el ambiente
hombres de largos cabellos
ella sabe a dónde va
sombreros
Sus suaves patas no dejan rastro en el suelo
Veinticuatro horas abierta al público esta /pesadilla
un viejo Cadillac reconstruido
28
pasa por encima de mis sueños
Salarrué, “Sin título”
S/F
58 x 46 cm
Óleo sobre madera
29
aquello
Poemas
Poemas
¿Pero
alguna vez
fue Babilonia?
Desde hace tiempo esta casa se ha
convertido en una piedra
piedra que suena a hueco cada vez que me /acerco
a frotarme en sus muros
Ni siquiera me contenta como en años pa-
/sados
ver desde la ventana
el paso de los cielos de este invierno
En este día frío la lluvia intermitente ape-
/nas deja ver
los árboles oscuros
las techumbres oscuras
las montañas oscuras
las personas oscuras
que arrastran el cuerpo entre el viento
cubriéndose con muy negros paraguas
A dónde irán?
Ya no quedan lugares
ya se extinguió la luz
ya está apagado el fuego
30
Salarrué
“Sin título”
c. 1968
Mixta sobre papel
46 x 59 cm
Solo quedan unas cenizas grises
solo quedan unas piedras afiladas
mis lágrimas que se convierten en carbón
en cuanto
salen
de mis ojos
Absoluta
Subió a los infiernos y está sentada
a la diestra de sí misma
tiene en la mano empuñada
una pluma
y no sonríe ni espera la resurrección de un /muerto.
y un puñado de arena mojada en la esquina de la cama
31
garaje pelotas raspaduras la cuchara endulzando la limonada
cubil
plush
el sonido de los tacones de una madre: una madre
problemas de dicción
tutelares
ocultamientos
zanates
zanates negros, hermosísimos
tardes inmensas donde ya nadie recuerda lo Voces que truenan en las tejas
animales domésticos que no mueren sin tragedia
pensamientos como (h)olas aleladas
el ojo el rictus
la sudoración
recordar un baño un accidente un interrumpido ¿lugar?
paredes blancas sin huesos
escaleras sobre el muro de la casa
rugosidades desteñidas
saltos sobre los muros de la
casa
casa cubil casa cubil
no me dejes
casa cubil casa cubil
déjame
que pasó
sopor
no beberé la leche no me gusta
ella me hace daño ha reventado mis ojos me he tenido que esconder en el clóset a pensar
en la clase de biología
un primo una máscara una ventana un temor arraigo a los rostros
imprevistos
pensamientos anchos como conchas
pájaros tropicales
una veranera amarilla nos ha crecido adentro
pasto seco zarandas polvo televisión
si celebramos la paz ¿a dónde vamos?
en tu jardín creció mi útero su tierra y sus uñas
tu portal clavó el recuerdo de mi primer hombre
la habitación guarda en tu memoria la quemadura blanda de los dedos
te pido
erupciones
el sonido del portón de metal
Lauri García Dueñas
domar la mano plush
Poemas
Poemas
Casa
nunca supieron que guardábamos eso en el refrigerador
casa cubil casa cubil
déjame
casa cubil casa cubil
no me dejes
rompo mis dientes de leche
los escupo.
Salarrué,
“Sin título”
S/F
Acuarela sobre papel
26 x 37 cm
lava mis ojos quita la sangre inyectada
rompe tus muelas de leche
escúpelas
enteras
casa cubil
álbumes en fotografías: mis hermanos
una guerra unos padres
los pechos creciendo debajo de la camiseta del colegio
un colegio
muchachos
muchachas
las galletas no siempre están cubiertas de
mermelada
o sí
libros inmensos más polvo los abuelos muertos las abuelas vivas cajas
32
militares entran en casa buscando algo
33
Poemas
Poemas
Sentencia
Laura Rosales Algo se oye a lo lejos como un tambor heroico y laureado.
Renacerás en el mar. Te atravesarán un arcoíris y un acordeón.
Clavarán tu cuerpo a una cruz y la pondrán de cabeza. Tragarás
corales y peces, y un barco azul incrustará su ancla en tu entraña.
Mancharán de sangre a la criatura que nunca fuiste y rasgarán tu
nombre con un fuego pálido.
Ya sin nombre ni cuerpo la luna te hará su hechicero invencible.
Y sólo el recuerdo de una tierra de huesos, como una espada
apuntando tu frente, podrá teñir la noche y tus vocablos.
Salarrué,
“El Cipitío”
S/F
Acuarela sobre papel
51 x 38 cm
34
35
Cuentos
Cuentos
Cuentos
Cortesías
menos, afirmó. Lo que deseaba era que la
sintieran. Saber si aún la recordaban. Estaba segura de que sus hijos, la menor al
menos, iba a reconocer su aroma. Era imposible olvidar a una madre en tan sólo…
y no pudo concluir la frase. Entonces se
dio cuenta de que también había perdido
la noción del tiempo. Tuve que decirle que
podía ayudarla, que lo sentía mucho,
Vanessa Núñez Hándal no
que no me era permitido intervenir en
asuntos familiares, ni aún en casos como
a tarde se marchaba cuando la vi el suyo. Se puso triste, pero entendió. Que
fisgoneando por la ventana. No había sido un atrevimiento pedírmelo,
era la primera vez que la veía ha- dijo.
cerlo. Hacía dos semanas, la noche del accidente, la había visto rondando En esta ocasión nos sentamos sobre el
por vez primera. Entonces tenía el rostro muro que dividía la calle del jardín exteaceitunado del color de la luz de la luna rior de la casa, ese que antes de que ella
llena y los ojos vidriosos de los que aún no se marchara estaba siempre lleno de flores
se han acostumbrado a la oscuridad. En y por las que ahora, al mirarlas resecas,
aquella ocasión también husmeaba hacia suspiró con tristeza.
el interior de la casa que había sido suya. ¿Quién cuidará ahora de ellas?, preguntó
para sí al tiempo que los ojos se le hume-
de un
vecino
L
Esa vez, al igual que ahora, también se
la veía angustiada. Deseaba entender lo
ocurrido, pero era demasiado pronto. Las
cosas habían sucedido con excesiva velocidad y ella aún creía todo había sido un
mal sueño. Las luces, la lluvia, el intenso
dolor en el rostro que la hizo desprenderse, luego el silencio. Sintió miedo. Quiso
verificar las cosas. También sentía rabia.
Había dejado tantas cosas sin hacer, tantas otras sin decir que pensó que a lo mejor, si volvía, podría concluir lo pendiente
y marcharse sin remordimientos. En todo
caso no era su culpa, dijo.
36
La ocasión anterior me había pedido que
la ayudara, que tocara el timbre, que pidiera que le abrieran la puerta, una ventana, algo por donde pudiera entrar. No
importaba que no la vieran, eso era lo de
decían. Ella misma las había sembrado,
las había cuidado de las plagas y de los
bichos, y las había regado todas las mañanas antes de irse al trabajo. Eso la había
hecho sentir viva, dijo, porque había sido
como permitirse dar vida a otros, aunque
hubiera sido a través del sencillo acto de
salpicar la tierra con agua. No confiaba en
los jardineros, afirmó, porque éstos nunca ponían suficiente amor a las flores, ya
que por ser hombres, preferían los árboles grandes y de troncos fuertes. Que ella
los había visto matar las flores a propósito —echándoles más agua de la debida o
dejando de echárselas, envenenándolas
con abono o fungicida— como una forma
de vengarse de alguna mujer ausente. En
cambio, ella había deseado que su jardín
estuviera siempre lleno de lilas y agapantos. En esta tierra todo era posible, dijo,
con excepción de la temporada de verano
que era calurosa en extremo.
De pronto las luces de la cocina se encendieron. La claridad nos sobresaltó. Ella
se incorporó con rapidez para observar
nuevamente en su interior. Pero los rostros que vio no le parecieron familiares.
Comprendió que su gente se había marchado hacía mucho. Pude notar cómo sus
ojos se tornaron opacos y lejanos como los
de un recién nacido. Supe entonces que
finalmente había entendido que ya no pertenecía aquí.
Le dije que lo sentía. Que aunque su
tristeza era evidente, sería mejor que no
volviera. Que yo no podría ayudarla, pero
que buscaría la forma de que sus flores no
murieran de sed en el verano. Me contestó
afirmando apenas con la cabeza y, mientras yo me alejaba despacio, dijo algo que
no alcancé a entender. Noté entonces que
su voz, había comenzado a confundirse
con la noche.
Salarrué,
“Sin título”
S/F
Óleo sobre cartón
47 x 56 cm
37
Viaje de Luter,
Luter en
ciudad
o rudelaris
la
Aníbal Cerón
Caminaron y recogieron latas y lo que fuera metálico.
-VIEJA llegué y traje a Jimi.
-Jimi hijo-corrió la señora-viejo, aparte- él
no es Jimi…
-Shutt calla eso lo sé yo y lo sabes tú pero
uter salió de su pueblo y viajó a la abuela ni él.
la ciudad. Pobre Luter no volvió,
Jimi era Joven y los viejos eran muy viejos
le asaltaron y golpearon. Cae iny la abuela solo hablaba cuando quería un
consciente, adiós Luter.
abrazo de Jimi.
Daniel el asaltante toma la billetera y sus
Jimi como buen hombre que su viejo pacosas y corrió. Tiró los documentos con
dre le había dicho que era, trabajó y refoto y corrió distraído. Pobre Daniel no lo
mendó la desmoronada casa de los viejos,
vio venir era un todoterreno y el conductor
les ayudó en todo a quienes creía sus pahuyó. Adiós Daniel. Él tenía una tarjeta
dres. Pasaron 2 años y murió la abuela y
que estaba en la billetera y decía que si
Jimi lloró amargamente, ese día el viejo le
algo le pasaba llamar a este número. El
dijo a Jimi:
policía llamó y dio aviso de la muerte de
-Hijo quiero que recuerdes que la vida no
Luter ya que la tarjeta era de él.
es más larga que una lata de cerveza y que
-Qué dolor, qué me paso? Dónde estoy?
hay espíritus recojealmas que se las lleSe levantó aturdido comenzó a buscarse y van cuando acaba su tiempo en la tierra
notó que no tenía nada, ni un papel, ni un para regresarlas como una nueva.
centavo, ni una idea de nada, era como un
No entendió del todo pero abrazó al viejo.
bebé. Corrió desesperado preguntando a
Sin la presencia de la gran matriarca en
todo quien veía, pidiendo ayuda.
casa los espíritus de los viejos decayeron,
-Por favor señor, señora alguna vez me ha
primero se fue ella y por última voluntad
visto? Podría decirme mi nombre?
le pidió a su viejo decirle la verdad antes
Las gentes pasaron de largo una y otra vez que él partiera.
ignorando y despreciando al pobre ex -LuEn los últimos momentos con vida el viejo
ter
pide a Jimi traer su sucia oreja y le dice.
-Tenés cara de Jimi, para mí podés ser
-Gracias por ser Jimi, nunca fuiste el verJimi- Le dijo un viejo que empujaba una
dadero pero fuiste lo mejor que me ha pacarretilla llena de latas vacías, Jimi.
sado en la vida…
-Entonces yo soy Jimi y tú quién eres?
Abre los ojos y se va. Llora de nuevo Jimi.
-Soy tu padre Jimi y tú siempre me haz De nuevo no sabés quién eres.
L
38
acompañado a traer latas. Vamos con la
raza HIJO.
Desde el asalto hasta hoy han pasado 6
cortos años y nuestro joven ha crecido.
No tiene apellido así que decide tomar el
nombre que le conoció al que creyó su padre, entonces se dio el nombre de Jimi el
Viejo y se buscó la vida, decidió ya no recoger metal, era fuerte, ya antes le habían
propuesto trabajar como matón, pero eso
no le gusta, así que entra en la industria
de la construcción de carreteras.
Así vivió trabajando y yéndose a casa y regresando al trabajo, hasta terminar la obra
y buscar otra.
Al carecer de un pasado claro no era un
buen conversador. Conocía de su trabajo y
del canto de cada pájaro y de la forma de
cada flor de la región. Soñaba con nacer
de una semilla, convertirse en flor, moverse a una abeja, ser tragado por un pájaro
y volar y volar donde todo fuera familiar,
donde alguien él reconociera y lo amara,
aun siendo sólo un pájaro perdido. Soñaba
sus esporas convertidas en bellos hongos
con sombreritos, que bajo la lluvia crean
arcoíris de colores vivos y que bajo el sol
derriten el mundo. Fue absorbido por las
delirantes tormentas de su mente. Experimentó el aturdimiento por granizo mental.
Atacó furioso las tierras de sus miedos,
pero cada vez huía despavorido pues estos
eran demasiados y se necesitaría un ejército para lograr hacer algo.
Todo fue muy divertido la primera vez,
pero luego ya se volvía rutina y había que
cambiar el hábito. Todo se volvió un ciclo
interminable, pero el deseo siempre fue el
mismo. Saberse.
Jimi ya no es tan joven, ya se cansa y se
aburre de las cosas muy rápido. Algo de
lo que está harto es de no saber quién es y
de estar solo con sus plantas enanas de rudelaris y sus 14 gatos negros de la suerte.
Cuentos
Cuentos
El
Calculó cuando sus enanas darían fruto
así que sistemáticamente fue regalando
sus gatos a sus clientes que los aceptaban
gustosos ya que eran animales bellos. El
día que tuvo el fruto de su árbol del conocimiento del bien y el mal en miniatura ya
no tenía a sus amigos negros. Consumió su
fruto y pregunto su origen y sólo encontró
la vorágine del agujero de gusano que lo
regresaba de nuevo a su tiempo espacio.
Comió y comió su fruta hasta llegar a verse a sí mismo a los ojos. Salió de su cuerpo
físico, vio su cuerpo inmóvil e intentó tocarlo. Inmediatamente fue absorbido y se
despertó como si no hubiera respirado en
varios minutos, azul como el papel, papel
azul. Saltó de la cama asustado.
Pasaron los días Jimi se sentía más solo.
Un día desayuna en un lugar que frecuenta, mira un aviso. Una familia alquila una
habitación, decidió ir y vivir con esta familia. Pues en realidad tomó el lugar. Estaba no muy lejos de su vieja casa así que
solía ir y visitar su cocina de cuando en
cuando. En la casa la familia era muy acogedora, pero no con Jimi, él seguía solo.
Cayendo en su mundito.
Fingió para sí mismo un tiempo. Tuvo
infancia, fue hace ya mucho, ya no la recuerda. Sus padres murieron, no conoció
más familia que a ellos y a su abuela y
eran originarios de ese lugar eso decía,
pero cabe recordar que se lo decía a su
reflejo en el espejo.
Pasó el tiempo y las ocupaciones (obrero,
vendedor, carpintero, fontanero, paseador
de perros, lo que quiera), pero sigues solo, Gritaba desesperado en sus adentros, para
sin saber quién eres. Es el día que encon- no molestar a los vecinos.
traste tu nombre hace ya 15 años.
39
Cuentos
suchitotense
Del verbo "ningunear"
Un día volvió de hacer un buen trabajo,
extenuante, puso agua para té, se sirvió
y sirvió otra tasa con agua, encontró una
naranja, busco un cuchillo, fue a la cama,
peló su naranja, tomaba su té mientras la
comía, recordó la otra tasa y fue por ella,
ya estaba tibia. Volvió a su cama terminó su té y su naranja, cortó la yema de su
dedo gordo de la mano izquierda, se aseguró que la sangre fuera oscura y metió su
dedo en el agua tibia y durmió.
Esa noche un ladrón entró a casa, vio a
Jimi pálido y la tasa roja, robó todo lo de
valor, documentos sin fotos, llaves, las
escrituras de todo y de la casa y se fue,
volvió a la semana preguntando por su inquilino, entró con la llave a la casa, unos
vecinos le acompañaron junto a unos policías que ellos mismos habían llamado por
el olor a muerto.
Ahí yacía Jimi el Viejo. Tirado y pálido.
Con lágrimas aún en sus ojos abiertos y
muertos. En su cara verde ya con gusanos
saliendo de su nariz.
Adiós Jimi. Adiós Luter.
40
Salarrué,
“Duende Criollo”
S/F
Óleo sobre papel
59 x 46 cm
Cuentos
Barroco
Rolando Monterrosa
A Alejandro Cotto
reverendísimas, de las muchas misas que
allí se oficiaban o testimonio de cuán piadosos eran los miembros de su parroquia.
Unos curas italianos, de la orden paulina
quienes, por encargo vaticano se hallaban
en itinerario de inspección de los colegios
calasancios por las diócesis de Centroamérica, hicieron una de sus escalas, antes de
retornar a Roma, en la ciudad de Suchitoto
donde, después de una breve jornada de
trabajo, aceptaron de buen grado almorzar
con el párroco de una iglesia local.
Luego de orar gracias se pusieron a romper el pan unos y a pinchar las carnes
otros, cuando la señora de confianza del
párroco ---que en Suchitoto fue siempre
algo más que mucama, pero menos que
ama de llaves--- se acercó a la mesa, diciendo que en el zaguán ---exquisito arco
de medio punto y noble portón de madera fina--- se hallaba la criada de las niñas
Peña Fernández, “que dice que mandan a
Dispuestos a comer, pero desatendiendecir las niñas, que perdonen la molestia
do momentáneamente la abundancia de
y la simpleza, pero que aquí les mandan
sopas, asados, frituras, purés, verduras,
este pequeño obsequio a los reverendos
quesos y otros platos fuertes y guarniciopadres paulinos, que Dios los bendiga a
nes con que les regalaba el hospitalario
ellos y a todos nosotros y que esperan que
sacerdote, los francos santones echaron
les guste y que perdonen...”
de ver y así lo expresaron, que aquella
mesa adolecía de una lamentable orfan- No fue el sol meridiano, que en Suchitoto
dad de vino. Con el anticipado desagravio suele ser de justicia, el que de pronto hadel tono bonachón y la sonrisa condescen- bía hecho brillar el rostro, tanto o más que
diente, dijeron que “¡Nessuna!” (ningu- los ojos, de los reverendos comensales,
na) comida es completa si no se riega con sino la providencial presentación de una
vino. “¡Ninguna!”, reafirmó con espontá- botella de cuello largo, color verde-oscuro
neo convencimiento el más robusto de los y tapón de corcho que el jefe de la misión
paulinos, cuya combinación de involunta- paulina tomó de las manos del ama, y con
ria malacrianza, pronunciación extranjera destreza profesional abrió de prisa, ayuy metálica voz, logró punzar la resistente dándose de un tirabuzón apremiado desde
sensibilidad del párroco anfitrión.
la cocina.
Disculpose éste, no obstante, de aquella imperdonable ausencia, diciendo que
en las abarroterías de Suchitoto se había
agotado hasta el vino de consagrar, con lo
que secretamente quiso dar una idea a sus
Ante la expectación de todos interrogó visualmente a la botella y con gesto dubitativo derramó parte del contenido sobre un
plato, acusándose al punto la naturaleza
del líquido, no con la fluidez del esperado
41
derezando el frasco, no sin antes derramar
parte de la salsa sobre el mantel.
Desilusionado como el resto de sus compañeros de mesa, el párroco dijo maquinal
y desabridamente a su ama que dijera a la
criada de las niñas Peña Fernández, “que
muchas gracias, que recibimos el regalito
y que los reverendos padres paulinos les
están muy agradecidos a las niñas por su
fineza y que no se preocupen, que ellas
nunca molestan...” Acto seguido puso a
un lado la botella de salsa abierta, que si
bien no fue objeto de mayores comentarios
pareció, en cambio, desencadenar en los
paulinos una larga evocación de las calidades de la cocina, climas y anfitriones
que, en su reciente viaje por el Istmo centroamericano, habían conocido.
Mecánicamente limpió la chorreada boca
de la botella con el dedo índice y se lo
chupó. A este primero y casual chupetazo
siguieron otros, mucho más concienzudos
y abundantes, acompañados de adjetivos
elogiosos que, en poco tiempo, superaban
en número y calidad a todos los que se habían atribuido a otras cosas en la tertulia
anterior. Sin duda aquella salsa halagaba
al paladar en la misma o en mayor medida
en que estimulaba el apetito, según lo daban a entender las generosas repeticiones,
que muy pronto, vaciaron la botella y las
fuentes de comida.
Alegróse sobremanera el párroco ante
aquella inesperada reivindicación que de
su mesa hacían los convidados y, atendiendo a la vehemente petición de éstos,
mandó a su dama de confianza a casa de
las niñas Peña Fernández, a pedir varias
botellas más, porque los reverendos padres
paulinos querrían llevar consigo de aquella deliciosa salsa, para su consumo propio;
pero, sobre todo, para obsequiar con ella,
nada menos que al Santo Padre en Roma,
a quien llevaban presentes de las mejores
cosas que habían encontrado en la región.
Crecía por momentos el enfado y no poco
el resentimiento del párroco, al escuchar
cómo uno después de otro, con los carrillos
rellenos y los labios y dedos brillantes por
las grasas y aceites de lo que gustosamente
comían, los curas elogiaban las bondades
de otras mesas y otros sitios, así: “Ninguna
carne como aquella que nos sirvieron en
San José... ! ¡Ningún queso como los ahumados nicaragüenses! ¡Ninguna verdura
tan jugosa y tierna como la guatemalteca!
¡Ningún recibimiento tan efusivo como el
Cabe decir, tangencialmente que las niñas
que nos ofrecieron en Tegucigalpa...!”
Peña Fernández -honorables matronas,
Reparaba el párroco que de los elogios ellas, Arcadia, Emilia y Mercedes- se concándidamente aventados por los clérigos virtieron desde entonces en proveedoras
ninguno caía sobre Suchitoto, ni mucho permanentes de la estupenda salsa suchimenos sobre su casa o su mesa, cuando el totense, para la nunciatura apostólica y,
más robusto de todos, el de la voz metálica, por el digno medio de ésta, para el pontíparó de masticar y resopló, diciendo: “¿Ha- fice romano, hasta el final de sus respetabráse visto lugar más caluroso que éste?”
dos días, que también lo fue para la salsa,
cuya fórmula guardaron con tanto celo --“¡Ninguno!”, exclamaron casi en coro los
como durante toda su vida lo hicieron con
comensales, uno de los cuales alzó los cola pureza de sus cuerpos--- llevándose a
dos como sólo los italianos saben hacerlo
ambos a la tumba.
cuando están exasperados, tumbando la
botella verde-oscura hacía rato olvidada. Por mucho tiempo, después de la partida
Estuvo pronto, sin embargo, a enmendar la de los paulinos, comentándolo a menudo
torpeza de su gesto, el varón paulino, en- con su señora de confianza, reflexionaba
42
Cuentos
Cuentos
vino, sino con la gruesa densidad de una
salsa. “¡Salsa!”.
Salarrué,
“Tritón”
1950
Acuarela sobre papel
46 x 59 cm
en voz alta el párroco, acerca de la vanidad de las comparaciones y de cómo algunas cosas, al igual que algunos hombres,
engañan por su apariencia humilde, cuando en realidad guardan excelencias insospechadas. Y repetía la palabra “ninguno”
que tanto hubo de molestarle en aquella
ocasión, manejándola de tal manera que
de adjetivo lo pasaba a pronombre indeterminado, hasta acabar haciéndolo verbo,
con lo que, sin proponérselo, enriquecía
el idioma, al concluir en sus reflexiones
que nunca hay que “ningunear” a nada
ni mucho menos a nadie. Tal parece que
de la reflexión al párroco pasó a la prédica, empleando no sólo la vivencia ---casi,
casi parabólica--- sino también el neologismo, para ilustrar sus sermones. De
ahí que mucha gente principal y común
de aquella parroquia, comenzó a servirse
del verbo “ningunear”, por demás funcional y eufónico, para designar la acción de
minimizar, desvirtuar o reducir, en alguna
medida el valor de las cosas y la valía de
las personas.
~~~
Todo esto ocurrió a principios del siglo
pasado cuando los profetas criollos, con
sus pericos de la suerte, bajaban de las
montañas de Chalatenango para anunciar
que un enorme torrente inundaría gran
parte de Suchitoto, pero que la ciudad se
salvaría del diluvio y de un posterior sitio
de guerra porque en ella estaba por nacer
un niño, al que llamarían Alejandro, destinado a preservar las preciadas tradiciones de la región.
43
Adaptaciones
Antaño
Charles Cros
(Francia, 1842-1888)
Traducciones/Adaptaciones
Traducciones/Adaptaciones
Traducciones/
Traducción del francés al
español, por Leo Argüello
(salvadoreño)
Salarrué,
“Sin Título”
1938
Acuarela sobre papel
35 x 25 cm
un gesto)… ¡Ni piano!, para que lo acompañara la hija del alcalde: No había alcalde. ¡Ah, el progreso!
H
¡Increíble, no poder cantar! Pues entonace mucho tiempo, aunque decir
ces voy a bailar. Pero, ¿bailar adónde? ¿En
así no basta para dar una idea…
qué lugar? No había piso encerado en que
Sin embargo, ¿cómo decirlo mejor?
caer, ya me entienden. Nada de veladas
Hace mucho, mucho, muchísimo, pero con candelabros, con guirnaldas de luz en
las paredes que te iluminen por detrás, ni
muchísimo tiempo.
copas, ni bebidas que vuelcas en los vesUn día, entonces… No, no había día, ni
tidos. ¡No había vestidos! ¡Ni bailarinas
noche… Una vez entonces… pero no haque los llevaran! Ni padres roncadores, ni
bía… Sí, una vez, ¿o cómo quieren que
madres rubicundas que impidan bailar sin
diga?, se le metió en la cabeza (no, no teparar. Así que, ni beber, ni comer, ni cannía cabeza) Se le metió la idea… Sí, eso
tar, ni bailar, ¿qué hacer? ¡Dormir!
es, se le metió la idea de hacer algo.
¡Eso, voy a dormir! Dormir… pero si no
Quería beber. ¿Pero beber qué? No hahabía noche, ni esos momentos que no
bía vermut, ni madeira, ni vino blanco, ni
quieren pasar (Ya saben, cuando bostezatinto, ni cerveza, ni cidra, ¡ni agua! ¡Y no
mos (bosteza), cuando bostezamos por la
vayan a creer que hubo que inventar todo
noche). No había noche, ni cama, ni edreeso que aún no existía y que el progreso
dones, ni cubrepiés tejidos, ni bolsa de
siguió. ¡Ah, el progreso!
agua caliente, ni mesa de noche, ni… ¡Ya
Como no pudo beber, quiso comer. ¿Pero basta! ¡Ah, el progreso!
qué comer? No había sopa de pichón, ni
Entonces quiso amar y se dijo: me voy a
salmón en salsa de alcaparras, ni asado, ni
enamorar. Voy a suspirar. Distrae. Incluso
papas, ni asado de res, ni peras, ni queso
me pondré celoso. Y le voy a pegar a mi…
fuerte, ni indigestión, ni lugar en el que
¿A mi qué? ¿A qué pegarle? ¿A quién?
estar a solas… ¡Vivimos en el progreso y
¿Ponerse celoso de qué? ¿De quién?
creemos que todo ha existido siempre!
¿Enamorado de quién? ¿Suspirar por
Así que al no poder beber, ni comer quiso quién? ¿Por una trigueña? No había tricantar. Cantar (triste). Bueno, ¿pero, qué gueñas. ¿Por una rubia? No había rubias,
cantar? No había canciones, ni roman- ni pelirrojas. Ni siquiera había cabellos
zas, ¡Ay, mi corazón! ¡Florecita mía! No ni trenzas falsas ya que no había mujeres.
había corazón, ni florecita, ni el estribi- ¡No se habían inventado las mujeres! ¡Ah,
el progreso!
llo: ¡Morirás!
44
No había aire que transportara la voz, no ¡Morir entonces! Eso es, se dijo, (resignahabía violín, ni acordeón, ni órgano (con do): Quiero morir. ¿Cómo morir? No hay
puentes, no hay cuerdas, no hay pistolas,
ni enfermedades, ni venenos, ni farmacéuticos, ni doctores. ¡Entonces no quiso ya más nada! (Quejoso) ¡Qué situación
más desafortunada! (Desdiciéndose) ¡Pero
no, no lloren! No había ni situación ni desgracia. Felicidad, desgracia, todo eso es
moderno. ¿Cómo termina la historia? Pues
no tenía final. No se habían inventado los
finales. Terminar, es un invento, un progreso. ¡Ah, el progreso! ¡El progreso!
Sale, estupefacto.
45
la
de
soledad
los
de
campos
algodón
(2 PARLAMENTOS)
Bernard-Marie
Koltès
(Francia, 1948-1989)
EL DILER:
46
Traducciones/Adaptaciones
Traducciones/Adaptaciones
En
Si anda usted afuera a esta hora y en este
lugar, es porque quiere algo que no tiene.
Y esa cosa yo se la puedo dar y ya que
me encuentro en este lugar mucho antes
y por mucho más tiempo que usted, y sí
aún esta hora - que es la de las relaciones
salvajes entre hombres y animales- no me
espanta, es porque tengo lo que hace falta
para satisfacer al deseo que pasa frente a
mí y eso es como un peso que debo descargar sobre cualquiera, hombre o animal
que pase delante de mí: por eso es que me
aproximo a usted, a pesar de ser esta la
hora, en la que generalmente hombre y
animal se arrojan salvajemente uno sobre
el otro; yo me acerco con las manos abiertas y con las palmas vueltas hacia usted;
con la humildad de aquel que posee frente a aquel que desea. Y veo su deseo tal
como se mira una luz que se enciende en
una ventana en lo alto de un inmueble, en
el crepúsculo. Yo me acerco a usted como
el crepúsculo se aproxima a esa primera
luz; suavemente, respetuosamente, de-
jando allá abajo, en la calle, al hombre y
al animal tirar de sus correas y mostrarse
salvajemente los dientes.
Y no es que yo adivine lo que puede usted
desear, ni que esté apurado por saberlo,
pues el deseo de un comprador es la cosa
más incierta que existe y se contempla
como un secretito que no pide más que
ser descubierto y que voluntariamente
tardamos en abrir; como un regalo que
se recibe envuelto y tardamos en desatar.
Pues eso mismo es lo que yo he deseado
desde que estoy en este lugar, todo lo que
un hombre o animal puede desear a esta
hora de obscuridad y que lo hace salir de
su casa a pesar de los gruñidos salvajes de
animales insatisfechos y de hombres insatisfechos; por eso es que yo sé mejor que
el comprador inquieto que guarda todavía
un rato su misterio -como una virgencita
criada para puta- que eso que me pedirá
yo ya lo tengo, y que le bastara, sin sentirse ofendido por la aparente injusticia
que hay entre ser el que pide frente al que
ofrece, pedírmelo.
Puesto que no hay verdadera injusticia sobre esta tierra, sino la injusticia de la tierra misma que es estéril por el frío o estéril por el calor y rara vez fértil de la dulce
mezcla de calor y de frío; y que injusticia
no hay para quien camina sobre la misma
porción de tierra, sometida al mismo calor
o a la misma dulce mezcla; y todo hombre o animal que puede ver a otro hombre
o animal a los ojos es su igual pues ambos marchan sobre la misma línea fina y
de plana latitud, esclavos de los mismos
fríos y de los mismos calores, ricos por lo
mismo y por lo mismo pobres; y la única
Salarrué,
“Sin título”
S/F
Óleo sobre canvas
47 x 59 cm
frontera que existe, mas es incierta, se encuentra entre el comprador y el vendedor
-que poseen los dos el deseo y el objeto
del deseo, sólido y hueco a la vez- y con
menos injusticia aún de la que hay en el
ser macho o hembra entre los hombres o
los animales. Es por eso que yo asumo
provisionalmente la humildad y le cedo la
arrogancia, a fin de distinguirnos uno del
otro en esta hora que es ineluctablemente
la misma para usted y para mí.
Dígame pues entonces, virgen melancólica, en este momento en que gruñen sordamente hombres y animales, dígame qué
es lo que desea que yo pueda procurarle y yo se lo daré suavemente, casi respetuosamente, quizá hasta con afecto; y
después, tras haber rellenado los valles y
aplanado los montes que hay en nosotros,
nos alejaremos cada quien por su lado, en
equilibrio sobre el delgado y plano hilo de
nuestra latitud; satisfechos en medio de
hombres y animales insatisfechos de ser
hombres e insatisfechos de ser animales; pero no me pida que adivine su deseo
pues estaría yo entonces obligado a enumerar todo lo que poseo para satisfacer a
quienes pasan frente a mí desde que estoy
aquí, y el tiempo necesario a esa enumeración secaría mi corazón y fatigaría sin
duda su esperanza.
EL CLIENTE:
Yo no camino en cierto lugar ni a cierta
hora, camino nada más, yendo de un punto a otro por asuntos privados que se tratan en esos lugares y no en el recorrido; y
no sé de ningún crepúsculo ni de ninguna
clase de deseo y prefiero ignorar los accidentes del trayecto. Yo iba de esa ventana
iluminada detrás de mí, allá arriba, a esa
otra ventana iluminada, allá delante de
mí, según una línea bien recta que pasa a
través suyo puesto que usted allí se sitúa.
Sin embargo, no existe medio alguno que
permita evitarle al que va de una altura a
otra, tener que bajar para luego volver a
subir; con lo absurdo que comporta hacer
dos movimientos que se anulan, y el ries-
47
Traducciones/Adaptaciones
Salarrué,
“Cihuananhuat”
c. 1940
Óleo sobre canvas
104 x 124 cm
go de, entre los dos, aplastar a cada paso
los desechos arrojados por las ventanas.
Mientras más alto vive uno, más sano es el
espacio pero más dura es la caída; y cuando el ascensor lo transporta abajo y lo condena a caminar en medio de todo lo que
arriba no se ha querido, en medio de un
montón de recuerdos podridos, es como
cuando en el restaurante el mozo le hace
la cuenta y le enumera al oído asqueado
todos los platos que ya hace rato digiere.
Habría sido necesario por otra parte, que
la obscuridad fuera más espesa todavía, y
que yo no pudiera percibir nada de su rostro, entonces quizá habría podido equivocarme sobre la legitimidad de su presencia y sobre el movimiento que hizo para
ponerse en mi camino y hacer yo a mi vez,
un movimiento que se acomodara al suyo;
pero, ¿qué obscuridad sería tan espesa
para que usted pareciese menos obscuro
que ella? No hay noche sin luna que no
parezca mediodía si usted allí se pasea, y
este mediodía me muestra suficientemente que no es el azar de los ascensores el
que lo ha puesto aquí, sino una imperecedera ley de gravedad que le es propia,
que lleva sobre los hombros, visible como
un saco, y que lo une a esta hora y a este
lugar en donde calcula usted suspirando,
la altura de los edificios.
En cuanto
a mis deseos, si alguno hubiera aquí del
que pudiera acordarme, en la obscuridad
del crepúsculo, en medio de gruñidos de
animales a los que no se les ve ni la cola,
no sería otro que el que ciertamente tengo,
de verlo botar su humildad y que no me
haga don de su arrogancia; pues si bien
tengo alguna debilidad por la arrogancia
48
-odio la humildad en mí y en los otros e
incluso este intercambio me disgusta- y lo
que yo podría desear, usted seguramente
no lo tendría. Mi deseo, si existiera, y si
yo se lo expresara, quemaría su cara y lo
haría retirar las manos con un grito y huir
en la obscuridad como un perro que corre
tan rápido que no se le ve ni la cola. Pero
no, lo turbio de este lugar y de la hora me
hace olvidar si alguna vez he tenido algún
deseo del que pudiera acordarme; no, no
tengo oferta que hacerle y va a ser necesario que se haga a un lado, para que no sea
yo quien lo haga, que despeje el eje que
yo seguía, que se anule, puesto que esa luz
allá arriba, en lo alto del edificio donde la
obscuridad se acerca, continúa brillando
imperturbable y atraviesa esta obscuridad
como una cerilla encendida que perfora el
trapo que pretende sofocarla.
Una
antología de
antología
José Antonio Luna
Revista ARS
N.° 10-11
Segunda época
Revista de la Dirección de Artes, Ministerio de Educación
San Salvador, El Salvador, Centroamérica
Sin ISSN
9-180 pp.
Aunque esta antología podría considerarse la más completa por la inclusión de
voces jóvenes de la poética salvadoreña;
la publicada por la revista ARS en su edición 10-11 de 1997, es sin lugar a dudas
una valiosa referencia porque destaca voces vitales como Manlio Argueta, MauriEl año 2012 editorial española Visor pucio Marquina y otros poetas que excluye
blicó la antología “Poesía del siglo XX en
la publicada por Visor.
El Salvador” donde incluyeron 27 poetas
entre los màs reconocidos y un grupo de
Tampa, Florida, Septiembre 2013.
contemporáneos. La selección poética de
esta edición fue hecha por el poeta granadino Fernando Valverde.
salvadoreño, porque “la patria de un poeta
es la poesía”.
Los escritores escogidos por Horacio
Peña fueron:Francisco Gavidia, Vicente
Rosales y Rosales, Alberto G. Trigueros,
Claudia Lars, Juan Cotto, Serafín Quinteño, Pedro Geoffroy Rivas, Elisa Huezo
Paredes, Hugo Lindo, Antonio Gamero,
Oswaldo Escobar Velado, Claribel Alegría, Álvaro Menen Desleal, Italo López
Vallecillo, Roque Dalton, Manlio Argueta,
Rafael Gochez Sosa, Roberto Armijo, Ricardo Castrorrivas, José Roberto Cea, Julio Iraheta Santos, Alfonso Quijada Urias,
David Escobar Galindo, Eduardo Sánchez
Castaneda, Alfonso Hernández, Ricardo
Lindo, Martivón Galindo, Jaime Suárez y
Gabriel Otero y Mauricio Marquina.
La aventura de editar una antología y más
de poesía es todo un reto porque difícilmente se logra una visión total de los autores.
En el caso especifico de esta obra de la revista ARS, su editor aclara que “Hay aquí
on el título de “Ars poética en El
autores de mérito cuya ausencia se hace
Salvador”, la revista ARS del misentir y otros que se hallan insuficientenisterio de Educación, publicó en
mente representados. Y los más jóvenes lo
1997, ya hace 15 años, una antoestán apenas. Pero se trata de una antolología temática de poetas salvadoreños.
gía temática, lo cual restringe por fuerza el
El grupo de intelectuales salvadoreños ámbito de representación, y se trata, en deagrupados en la revista ARS, encargaron finitiva, de un esfuerzo muy grande, jamás
al poeta nicaragüense Horacio Peña, la emprendido con anterioridad. Ninguna de
elaboración de la antología que resultó in- estas consideraciones opaca su mérito, son
teresantísima, toda una joya literaria, por detalles en un amplio mural”
su contenido, por la exhaustiva escogenCon un escaso tiraje de mil ejemplares-vocia de autores y por el excelente prólogo.
lumen 10 y 11de la revista ARS, esta maAsesorado por los escritores: doctor Jor- gistral selección poética tuvo escasa dige Kattán Zablah y el Lic, Ricardo Lin- fusión. Otro factor que pudo restringir la
do director de ARS, el poeta Peña logró divulgación de este esfuerzo antológico
realizar una magistral obra que aglutina pudo haber sido la situación política de El
alrededor de los vocablos: Poeta, poema. Salvador que 1997 todavía luchaba por
Poesía y palabra a 30 bardos que sin lugar recuperarse del efecto devastador de la
a dudas representan el pensamiento del guerra civil de la década del 80.
Libros
Libros
Libros
Un trabajo antológico interesante, anterior al de la revista ARS, fue el texto:
“Poetas Jóvenes de El Salvador”, 1960,
del poeta José Roberto Cea, que escogió a
19 autores la mayoría de la llamada “generación comprometida”.
C
50
Salarrué,
“Isla del ojo de
pájaro”
S/F
Mixta sobre papel
58.5 x 46 cm
51
Libros
los
márgenes
los
de
márgenes
Miroslava Rosales
Poesía. Vladimir Amaya. La ceremonia
de estar solo. San Salvador, Leyes de
Fuga Ediciones, 2013.
En El entierro de todas las novias, la
mujer es el centro de su preocupación,
de su mundo. Ha logrado construir un cementerio, el mismo que nos remite (con
sus claras diferencias) a Spoon River
Anthology, de Edgar Lee Masters, y a
Morgue, de Gottfried Benn. Nuevamente
encontramos la fusión amor y muerte; de
ahí que podemos retomar las palabras de
Octavio Paz en El laberinto de la soledad: «El amor, que es hambre de vida, es
anhelo de muerte» (p. 26). Hay también
resonancias de la Generación del 27.
ISBN: 978-99961-0-278-3
81 pp.
Poesía. El entierro de todas las novias.
San Salvador, Editorial Universitaria,
2013.
ISBN:978-99923-27-79-1
55 pp.
S
52
Libros
Desde
herido el recuerdo de esta lluvia... Comparto la misma edad con mi padre/ y hoy
que muere/ también la muerte me lleva
(pp. 40-43)». En otro poema le pide a la
madre: «déjame una amapola sobre mi
eterna herida por si no termina el aguacero... déjame una amapola/sobre la herida que el frío me abrió/ durante todos
los años que aún no vivo» (p. 20); y en el
poema «Tan violento», que nos recuerda
a Charles Baudelaire, a Leopoldo María
Panero, leemos: «Muchacha hermosa/ que
caminas sobre cráneos/ con la delicadeza de una bailarina de ballet,/ tú eres mi
Patria/ y el amor que te tengo es mi única
Guerra» (p. 51).
para que todas las criaturas aniden en él;
se convierte en simple lugar vacío donde
lo que necesita asentarse y vaga sin lugar,
encuentre el suyo y se pose». Amaya sería
ese hombre-árbol.
on dos libros que este año ha publicado el joven poeta Vladimir
Amaya (San Salvador, 1985): La
ceremonia de estar solo y El entierro de todas las novias. Tanto la vida
La ceremonia de estar solo se divide en
como la muerte forman una misma melotres partes: «Carne cruda», «Deshabitada
día en su trabajo.
ciudad de uno mismo» y «Coda solitaria»,
En Pensamiento y poesía en la vida espa- y es un libro que nos enfrenta a un poeta
ñola (2004), María Zambrano nos ofrece con voz propia, que escribe desde los máruna imagen encantadora del poeta: «De- genes de los márgenes, que ha sabido de
bajo del cielo, confundido, inmerso en pérdidas, del estar solo y volverse incógla naturaleza, el poeta puede estar sim- nita permanente. No hay sitio alguno para
bolizado por ese hombre-árbol. Sobre los el corazón. La ciudad más que una madre
hombros del poeta anidan también los o una amada se vuelve un cuchillo, una
pájaros; con los brazos abiertos ante la herida. Asistimos a una lectura de esta
creación el poeta se abre a todas las cosas, sociedad no desde lo evidente, lo lineal,
se ofrece íntegramente sin ofrecer resis- sino más bien, como buen poeta, conocetencia a nada, quedándose vacío y quieto dor del oficio, una lectura que se vuelve
Salarrué,
“Ángel con una
granada”
S/F
Litografía
25.5 x 33 cm
múltiple, desgarradora, en donde los objetos adquieren nuevos significados. Hay
asombro, elemento necesario, como bien
diría Zambrano: «Asombrado y disperso
es el corazón del poeta» (2005). El pan ya
no es solo un pan, es algo más: nos puede
hablar de la muerte.
Encuentro tres figuras muy presente en
todo el trabajo de Amaya: la madre, la
amada y el padre. Es con ellos el diálogo, es por ellos la plegaria, la canción de
amor. Es más, puedo atreverme a asegurar que el mejor poema de este libro es
«Agujero de gusano»: «Mi padre y yo/ nos
llevamos amarrados a la sangre/ desde un
tiempo remoto y terrible... Grité con él
su primer latido/ cuando transparente se
eclipsó con la vida... Fueron los primeros
inviernos de mi padre/ los que me dejaron
Este libro está divido en dos partes: «El
primer amor» y «El primer amor, de nuevo, como la última vez». Lo pueblan nombres de muchachas que bien podrían ser
los fantasmas del poeta: Tania, Brenda,
Denisse, etc. En el poema «Larissa» nos
dice: «Por ti, hombres han despedazado
la esperanza/ y construyen ciudades con
los huesos de golondrinas muertas./ Tú,
eres bella/ por eso no entiendes sus violentas serenatas... Pequeña tú, ligada a
las perlas y sus profundidades, racimo de
sol en las paredes del otoño» (pp. 53-54).
En otros, la muchacha se vuelve obscena
o niña como en «Lisseth»: «Para quien tus
designios y manías/ si en tu corazón una
ciudad arde lentamente... Niña, por qué
este repartir tuyo en semillas fatigadas,/
en huidas que se repiten/ con la misma
53
AUTORES
Salarrué,
“Iglesia y mercado
de Chalchuapa”
c. 1934
Óleo sobre cartón
38 x 31 cm
DON FRANCISCO DE
QUEVEDO Y VILLEGAS
más se grita menos se mata”. Coautora
de los libros de investigación: “Tribus
Urbanas en El Salvador” y “El asesinato
Clásico español del siglo de oro, Francisco de Roque Dalton. Mapa de un largo silenGómez de Quevedo Villegas y Santibáñez cio”. Desde 2010, catedrática en el ProCevallos (Madrid, 14 de septiembre de grama de Escritura Creativa (PEC) de la
1580 – Villanueva de los Infantes, Ciudad Universidad del Claustro de Sor Juana de
Real, 8 de septiembre de 1645), dejó hue- México.
lla indeleble en las letras de nuestra lengua
y no es necesario repetir aquí sus méritos. LAURA ROSALES
Poeta peruana (Lima, 1989). Fue incluida
en Los escritores menores de 25 de la
MARTA SÁNCHEZ
revista EÑE (Madrid, núm. 31). Su traSALVÀ
bajo ha aparecido en medios nacionales
Estudiosa catalana, posee una maestría en y extranjeros, y también en las antologías
Español y Estudios Latinoamericanos del “Suicidas Sub 21” (Lima, 2010), “Río
Departamento de Lenguas Extranjeras de Luna” (Lima, 2010), “12 Gramos” (Trula Facultad de Humanidades de la Uni- jillo, 2012) y “Vox horrísona” (México,
versidad de Bergen (Noruega).
2013). Forma parte del comité editorial
de la revista Ónice. Ha publicado “Von”
ANA MARÍA RODAS
(Lustra Editores, 2011). El poema inclui(Ciudad de Guatemala, 12 de septiembre do proviene de “Cantata natural” (Parade 1937) Poeta, narradora, periodista y crí- caídas editores, 2013).
tica literaria guatemalteca. Ha publicado
en poesía:
VANESSA NÚÑEZ
“Poemas de la izquierda erótica”, 1973. HÁNDAL
“Cuatro esquinas del juego de una muñe- Escritora y abogada salvadoreña, tiene
ca”, 1975. “El fin de los mitos y los sue- asimismo una maestría en literatura. Vive
ños”, 1984. “La insurrección de Mariana”, en Guatemala. Ha publicado dos novelas
1993. “Poemas de la izquierda erótica: Tri- con F&G Editores: “Los locos mueren de
logía”, 2006. Su narrativa comprende los viejos”, en 2008, y “Dios tenía miedo”, en
siguientes títulos: “Mariana en la tigrera”, 2011. Ambas fueron presentadas en la Fe1996 y “La monja = Ixöq rusamajel Ajaw”, ria Internacional del Libro de Guadalajara.
2002. Premio Nacional de Literatura de
Guatemala “Miguel Ángel Asturias” del
ANÍBAL CERÓN
año 2000.
Malabarista, artesano y escritor nacido en
San Salvador el 30 de junio de 1989.
LAURI GARCÍA
DUEÑAS
54
(San Salvador, 1980) Escritora y periodista. Maestra en Comunicación por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) becada por la Fundación
Heinrich Böll. Poemarios: “La primavera
se amotina”, “Sucias palabras de amor”,
“Del mar es el ahogo” y “El tiempo es un
texto indescifrable”. En teatro: “Mientras
Autores/Ilustradores
Libros
lentitud con que los otoños se ofrecen a Referencias
nuestras manos... Niña de mi piel y de mi
Paz, Octavio. (2004). El laberinto de
cabello: Hemos muerto demasiado espela soledad. México: Fondo de Cultura
rando el alba» (pp. 22-23).
Económica.
Sin duda, con estos libros somos testigos Zambrano, María. (2004). Pensamiento
del asombro de este poeta, de sus demo- y poesía en la vida española. Madrid,
nios y claridades. Libros que nos abren España: Editorial Biblioteca Nueva.
las puertas de la muerte, del amor, del ---------------- (2005). Filosofía y poesía.
misterio, en fin, de la poesía.
México: Fondo de Cultura Económica.
ROLANDO
MONTERROSA
GUTIÉRREZ
Periodista distinguido, Rolando Monterrosa nació en San Salvador el 31 de octubre
de 1940. Estudió en la Escuela Oficial de
Periodismo, en Madrid e Historia del Arte
Universal, en la Universidad de Zaragoza,
55
cional de Investigaciones en Cultura y
Arte. Tiene a cargo la sección «El vértigo
de Hispanoamérica», de la revista española Kiliedro. Perteneció al extinto taller
literario El Perro Muerto. Su trabajo apaLEO ARGÜELLO
Actor, traductor y creador de videos sal- rece en las antologías “Nuevas voces fevadoreño, Leo Argüello posee una larga meninas de El Salvador” (Editorial de la
trayectoria. Fue miembro del emblemático Universidad de El Salvador, 2009), “Una
grupo teatral Sol del río. En Canadá, don- madrugada del siglo XXI” (2010), “Las
de reside, continúa haciendo teatro. A él se perlas de la mañana siguiente” (2012),
deben los subtítulos en español de numero- “Ventanas de libertad” (Secretaría de Cultura, 2014), “The Theatre under my Skin.
sas películas en francés.
Contemporary Salvadoran Poetry” (Teatro
JOSÉ ANTONIO LUNA bajo mi piel. Poesía salvadoreña contem(1950, Managua).Periodista, escritor y poe- poránea) (Kalina Editorial, 2014), “Reta nicaragüense. Actualmente es corres- sistencia en la tierra” (Chile: Ocean Sur,
ponsal en Estados Unidos de Darionica. 2014); y en revistas internacionales.
com y de “El Despertar Noticioso de NicaRICARDO LINDO
ragua” de Managua.
Escritor salvadoreño nacido en San SalvaMIROSLAVA ROSALES dor en 1947.
Autores/Ilustradores
Autores/Ilustradores
ambas en España. Ejerce su profesión en
el Departamento de Opinión de El Diario
de Hoy. ([email protected])
Nació en El Salvador el 14 de diciembre
de 1985. Forma parte de la Dirección Na-
Ilustraciones
e Ilustradores
Hemos ilustrado esta revista mayormente
con la obra pictórica de Salarrué (Sonsonate 1899, San Salvador 1975), por cortesía de Roberto Galicia, director del Museo
de Arte de El Salvador, MARTE.
La portadilla es un grabado anónimo tomado de una antigua edición de EL PARAÍSO PERDIDO de Milton. Nos fue facilitado por Israel Cortez, bibliotecario de
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Salarrué
“Retrato de Rodolfo Arrué”
1941
Óleo sobre cartón
30 x 25 cm
la Academia Salvadoreña de la Historia.
La contraportada es un dibujo del pintor y
muralista Antonio Bonilla. Nacido en San
Salvador en 1954, Antonio Bonilla ha expuesto en diversas partes del mundo. A él
se deben los murales de la Feria Internacional y del Museo Nacional de Antropología David J. Guzmán, (MUNA).
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