eco-10 aspectos productivos y económicos del olivar ecológico

Transcripción

eco-10 aspectos productivos y económicos del olivar ecológico
ECO-10
ASPECTOS PRODUCTIVOS
ECOLÓGICO
Y
ECONÓMICOS
DEL
OLIVAR
ANTONIO M. ALONSO Y GLORIA I. GUZMÁN
Doctores Ingenieros Agrónomos
Centro de Investigación y Formación en Agricultura Ecológica y Desarrollo Rural.
C/Camino de El Jau, s/n; Apdo. 113. 18320. Santa Fe (Granada, España); Telf.: 958-513195, Fax:
958-513196, correo-e: [email protected]
FORO ECONÓMICO Y SOCIAL
RESUMEN
En los últimos años se ha producido un desarrollo notable de la agricultura ecológica a nivel mundial,
siendo la producción de aceite de oliva ecológico una de las más importantes desde el punto de vista
económico en España y, sobre todo, en Andalucía. Así, es cada vez mayor el número de olivareros
que inician la transformación ecológica de sus explotaciones, buscando una mayor rentabilidad
económica.
En este artículo se van a analizar aquellos aspectos más relevantes que condicionan la obtención de
resultados económicos satisfactorios, comenzando por un análisis de la distribución de la producción
olivarera ecológica, con especial referencia a Andalucía. En la segunda parte se analiza la economía
del olivar ecológico, tomando como referencia diversos estudios comparativos entre éste y el olivar
convencional.
El análisis de estos estudios muestra que los rendimientos y costes comparados entre ambos
sistemas son similares, siendo determinante en la consecución de mayores beneficios por parte de
los olivicultores ecológicos el mayor precio obtenido. En este sentido, se destacan dos factores de
enorme importancia: la aplicación de tecnologías reductoras de costes y la consolidación de
estructuras adecuadas de comercialización.
INTRODUCCIÓN
En los últimos años se ha producido un desarrollo notable de la agricultura ecológica a nivel mundial,
no permaneciendo ajeno a este hecho el cultivo del olivo. De hecho, en España, sobre todo en
Andalucía, es una de las principales orientaciones productivas del sector ecológico desde el punto de
vista económico. Así, es cada vez mayor el número de olivareros que inician la transformación
ecológica de sus explotaciones, buscando una mayor rentabilidad económica e, implícitamente, una
reducción de los impactos negativos sobre el medio ambiente que el manejo convencional contribuye
a generar. De esta manera, la venta de aceite de oliva ecológico se ha convertido en un estímulo para
conseguir incrementar las rentas de los agricultores, y por tanto, se presenta como una alternativa de
desarrollo rural en aquellas zonas con un elevado peso específico de este cultivo.
En este artículo se van a analizar aquellos aspectos más relevantes que condicionan la obtención de
resultados económicos satisfactorios, comenzando por un análisis de la distribución de la producción
olivarera ecológica, con especial referencia a Andalucía. En la segunda parte se analizará la
economía del olivar ecológico, tomando como referencia diversos estudios comparativos entre éste y
el olivar convencional.
DISTRIBUCIÓN DEL OLIVAR ECOLÓGICO
La agricultura ecológica en España se ha ido desarrollando lentamente hasta 1995, año en que
comienzan a establecerse ayudas a este tipo de producción (Alonso, 2001), y ésta comienza a
incrementar su superficie. Paralelamente muchos olivicultores han iniciado la transición al manejo
ecológico del olivar. La importancia relativa del olivar ecológico andaluz ha pasado por distintas fases:
cobró una notable importancia en 1996, fecha en la que suponía el 78% del olivar estatal, aunque
posteriormente disminuyó hasta un 25% en 1998, como consecuencia del auge de esta modalidad de
cultivo en Extremadura. Actualmente, como se puede apreciar en la Figura 1, Andalucía lidera la
1
superficie ecológica dedicada a olivar en España con 40.868 hectáreas cultivadas, lo que representa
en torno al 45,4% de la misma; le sigue en importancia Extremadura, con 33.462 hectáreas,
ocupando Castilla-La Mancha el tercer lugar con casi 7.646 hectáreas; aunque es necesario señalar
que en estas dos últimas CCAA la superficie ha sufrido un ligero retroceso respecto al año anterior.
En el apartado “otros” de la figura se incluyen las Comunidades Autónomas Castilla y León, Baleares,
Navarra, La Rioja y Madrid, que juntas apenas suman 1.200 hectáreas. No hay cultivo ecológico del
olivo en Asturias, Cantabria, Canarias, Galicia y País Vasco.
Figura 1. Distribución de la superficie de olivar ecológico en España en 2004 (%)
Extremadura
37,2%
Murcia
1,4%
Comunidad
Valenciana
2,1%
Andalucía
45,4%
Cataluña
2,5%
Castilla-La
Mancha
8,5%
Otros
1,3%
Aragón
1,7%
Fuente: Elaboración a partir de MAPA (2005)
El sector agroindustrial ligado a la producción de aceite ecológico también ha crecido en España en
los últimos años, existiendo actualmente 221 almazaras (MAPA, 2005). De ellas, 96 se encuentran en
Andalucía, lo que supone el 43% del total; le siguen en importancia a cierta distancia Extremadura y
Cataluña, donde se ubican 28 y 27 almazaras, respectivamente (en torno al 12,5% del total en ambos
casos). Hay que señalar que en el resto de Comunidades Autónomas donde se cultiva el olivar
ecológico existen algunas almazaras, excepto en Castilla y León, que no cuenta con ninguna.
Por otro lado, en la Tabla 1 se presenta la distribución actual de la superficie del olivar ecológico y el
número de almazaras en las provincias andaluzas. Del total de la superficie existente en Andalucía,
alrededor del 46% se encuentran en Córdoba, seguida de Sevilla con el 19,8% de las mismas. Jaén,
provincia aceitera por excelencia, cuenta con 3.940 hectáreas de olivar ecológico, buena parte de las
cuales se ubican en la comarca de la Sierra de Segura. La provincia que menos superficie dedica a
este cultivo es Almería, con 859 hectáreas.
Tabla 1. Distribución del olivar y las almazaras en Andalucía en 2004
Olivar
Almazaras Sup./Almazara
(ha)
(N)
(ha/N)
Almería
859
4
215
Cádiz
1.984
3
661
Córdoba
18.800
39
482
Granada
2.755
13
212
Huelva
2.883
Jaén
3.940
19
207
Málaga
1.566
6
261
Sevilla
8.081
12
673
Andalucía
40.868
96
426
Fuente: Elaboración a partir de MAPA (2004)
2
Con respecto a las almazaras, de nuevo destaca Córdoba con 39, el 40,6% de las 96 existentes en
Andalucía. A esta provincia le siguen Jaén (19), Sevilla (13) y Granada (12). Es de destacar que en
Huelva no existe ninguna almazara. En la Tabla 1 también se recoge la superficie media de olivar
ecológico que correspondería a cada almazara por provincia. Como se puede observar en la misma,
las hectáreas de olivar ecológico que hipotéticamente abastecerían a cada almazara son en general
muy pequeñas, destacando en este sentido las escasas 207 y 215 hectáreas por almazara de las
provincias de Jaén y Almería.
Esta situación permite hacer una serie de reflexiones. Es obvio que hay olivicultores que tienen que
transportar su aceituna ecológica a grandes distancias, encareciendo notablemente este coste; hay
otros que llevan su aceituna ecológica a almazaras de otras provincias que se encuentran más cerca.
También hay un panorama más sombrío, y es aquel en el que los olivicultores ecológicos tienen que
molturar su aceituna en almazaras convencionales cercanas sin diferenciar. Todos estos casos tienen
en común la negativa de las almazaras cercanas, aquellas a las que los olivicultores han llevado la
aceituna desde siempre, a abrir líneas de molturación y venta ecológicas, bien por falta de capacidad
de gestión (profesionalidad), indiferencia, animadversión al cambio u otras razones. Este hecho es
uno de los limitantes más importantes que actualmente tiene el crecimiento de la producción de aceite
de oliva ecológico en Andalucía.
ASPECTOS PRODUCTIVOS Y ECONÓMICOS DEL OLIVAR ECOLÓGICO
Sobre los rendimientos y los precios
Los rendimientos de las producciones agrícolas y ganaderas están influenciados por numerosos
factores (clima, topografía, suelo, tecnología...). Generalmente se acepta que los rendimientos de la
producción ecológica son menores que los de la convencional (Offermann y Nieberg, 2000). Sin
embargo, no siempre el rendimiento ecológico es menor, ya que existen otros factores que influyen
en el mismo: el tiempo transcurrido desde el inicio de la transformación ecológica de la finca, la
intensidad de las labores previas a esta transformación y la idoneidad del nuevo manejo son algunos
de los más importantes (Guzmán et al., 2000). Una disminución, más o menos ligera, del rendimiento
puede ocurrir con mayor frecuencia durante el proceso de transición (Guzmán et al., 2000), debido a
que normalmente se produce una reducción en la aplicación de tecnologías (sobre todo fertilizantes
químicos de efecto rápido), que provocan una lenta recuperación de los cultivos. Esta disminución del
rendimiento puede ser más importante si las labores y tratamientos (aplicación de fertilizantes,
plaguicidas y herbicidas químicos) previos a la transformación han sido intensos, ya que han podido
dar lugar a una reducción notable del nivel de fertilidad óptimo del suelo (bajo nivel de materia
orgánica, alta concentración de sales, baja actividad biológica de los microorganismos del suelo…).
Por el contrario, la reducción del rendimiento puede ser muy pequeña o, incluso, no darse si la
intensidad de las labores y tratamientos anteriores es baja.
En cuanto a la idoneidad del nuevo manejo hay que advertir que usualmente se tiende a sustituir los
fertilizantes químicos por productos equivalentes aplicables a la agricultura ecológica y en dosis
similares a las empleadas anteriormente, sin tener en cuenta que muchos de estos productos
presentan una riqueza más baja en macroelementos esenciales (nitrógeno, fósforo y potasio). Con
ello se consigue una fertilización por debajo del nivel óptimo, limitando así la productividad del cultivo
ecológico. A esta circunstancia se une el hecho de que muchos de estos abonos ecológicos tienen
unos precios elevados (cada vez menos), por lo que algunos agricultores ecológicos que no aplican
otras técnicas de fertilización (ver capítulo de manejo del suelo), les resulta muy difícil equilibrar
desde un punto de vista económico las necesidades de los cultivos ecológicos, aplicando en muchos
casos fertilizantes por debajo de las mismas y obteniendo así rendimientos más bajos que los
convencionales.
En la Figura 2 se representan en porcentaje los rendimientos (kilogramos por hectárea) del olivar
ecológico respecto al convencional, según varios estudios realizados. Así, las barras que se
encuentran por encima de la línea 100 muestran que el olivar ecológico presenta mayores
rendimientos, y viceversa. Los estudios tienen diferente profundidad de análisis1 y abarcan diversas
1
Los estudios de Haniotakis (1997), Hurtado (2003) y Conde (2003) se han realizado en base a valores medios de fincas tipo,
el resto corresponden a la totalidad de las explotaciones ecológicas existentes. Así, los de Guzmán et al. (2002a y b)
comprenden análisis de 5 y 9, y 4 y 9 explotaciones ecológicas y convencionales, respectivamente; el de Alonso (2003) recoge
datos de 23 fincas de olivar ecológico y 28 de convencional; en el de Alonso et al. (2002) se analiza información de 31 y 30
3
zonas: Grecia (1), la comarca de Los Pedroches en Córdoba (2 y 8), la comarca de Iznalloz en
Granada (3 y 4), la provincia de Granada (5), y las comarcas de Sierra Mágina (6 y 7) y Sierra de
Segura (9 y 10) en Jaén. Asimismo, el trabajo 5 incluye explotaciones de secano y regadío y dos
estudios (4 y 7) se refieren a explotaciones en regadío; el resto son de secano, por lo que se
encuentran representadas diversas condiciones productivas.
Figura 2. Rendimientos del olivar ecológico como porcentaje del olivar convencional de
referencia (%)
140
120
100
80
60
40
20
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Fuentes: 1 de Haniotakis (1997); 2 de Alonso (2003); 3 de Guzmán et al. (2002b); 4 de Guzmán et al. (2002a); 5 de Guzmán y
Alonso (2004); 6 y 7 de Alonso et al. (2002); 8 de Sánchez (2003); 9 de Hurtado (2003); 10 de Conde (2003)
Lo primero que cabría señalar es que las diferencias de rendimiento entre ambos sistemas son
relativamente pequeñas y no guardan relación con la zona de producción ni con la aplicación o no de
riego. Destacan en los extremos, por una parte, el rendimiento un 20% superior del olivar ecológico
en el caso 1 y, por la otra, el rendimiento un 13% inferior del olivar ecológico en los casos 2 y 8. Así
pues, como se indicaba con anterioridad, la productividad del olivar ecológico está influida por la
intensidad de manejo previa a la transformación y, principalmente, por la realización de prácticas
adecuadas. La influencia de la intensidad de manejo previa se hace notar en los estudios 2, 8 y 10,
donde se parte de algunos olivares en los que básicamente se realiza la poda y la recolección,
obteniéndose bajos rendimientos. No obstante los resultados son diferentes: mientras que en los
casos 2 y 8 los olivares transformados en ecológicos se encuentran en un proceso de recuperación
de la productividad (aún inferior a los olivares convencionales), mediante la aplicación paulatina de
nuevas técnicas (fertilización, control de plagas, tratamiento de enfermedades, manejo de la cubierta
vegetal…); en el caso 10 se trata de una finca de olivar cuya situación de partida era de
“semiabandono”, pero que su transformación a ecológico se ha realizado de forma muy organizada
(aplicación de fertilizantes en función de las necesidades del cultivo, seguimiento y control de plagas
y enfermedades…), consiguiendo con ello incluso superar los rendimientos del olivar convencional.
Como se ha puesto de manifiesto en los ejemplos anteriores, el manejo adecuado, especialmente la
fertilización, determina en gran medida la consecución de buenos rendimientos. Este hecho también
se muestra en los estudios 4 y 9, donde la aplicación, incluso excesiva, de nutrientes permite obtener
mayores rendimientos en el cultivo ecológico. No obstante, es necesario tener en cuenta que, como
se verá más adelante, el empleo desproporcionado de abonos, puede incrementar el capítulo de
costes, limitando la rentabilidad del olivar ecológico.
En definitiva, los rendimientos dependen de múltiples factores cuyo control, en la medida que es
posible, va a determinar las diferencias del manejo ecológico respecto al convencional. En cualquier
caso, es necesario señalar que sean favorables a uno u otro manejo, existen otros elementos, como
el mercado de productos ecológicos, que influyen de manera notable en la consecución de mayores
ingresos.
El desarrollo de este mercado diferenciado está permitiendo a los productores obtener mayores
precios por sus productos. En la Figura 3 se representan los precios-premio (diferencia entre el precio
explotaciones ecológicas y convencionales, respectivamente; el de Guzmán y Alonso (2004) incluye el análisis de 45 fincas
ecológicas y 55 convencionales; y el de Sánchez (2003) se refiere a medias de todos los socios de la cooperativa OLIPE.
4
de la aceituna ecológica y convencional en €/kg) percibidos por los olivicultores ecológicos como
porcentaje de los precios convencionales de referencia. En éste se puede observar que en todos los
casos los olivicultores ecológicos obtienen un mayor precio por su aceituna que los convencionales.
Este sobreprecio se encuentra entre el 16% más alto (caso 3) y el 52% mayor (caso 2).
Figura 3. Precios premio percibidos por los olivicultores ecológicos como porcentaje de los
precios de la aceituna convencional (%)
60
50
40
30
20
10
0
1
2
3
4
5
Fuentes: 1 de Haniotakis (1997); 2 de Alonso (2003); 3 de Alonso et al. (2002); 4 de Sánchez (2003); y 5 de Hurtado y Ayanz
(1998)
Una parte importante del éxito en la obtención de mejores precios por el aceite ecológico hay que
achacárselo al establecimiento de buenas estructuras de comercialización. La existencia de
almazaras bien dotadas técnicamente permite asegurar una venta adecuada de este producto en la
mayoría de los casos. Si estas almazaras, además, logran consolidar un modelo asociativo para la
venta conjunta, los resultados económicos de esta actividad pueden mejorarse sensiblemente.
No obstante, el precio del aceite de oliva (al igual que el de otros productos ecológicos), está
tendiendo a reducir sus diferencias con respecto al convencional. Esta reducción de las diferencias es
principalmente debida al aumento de la oferta de este producto, tanto en Andalucía y España como
en países del entorno mediterráneo, y a la mejora de la eficacia de las redes de distribución. De ahí
que sea particularmente importante constituir almazaras tecnológica y técnicamente fuertes que
posibiliten la producción de un aceite ecológico de calidad y su venta posterior en las mejores
condiciones comerciales.
Sobre los costes de producción
Al igual que ocurre con los rendimientos, los costes de la producción ecológica dependen de múltiples
factores (tipo de orientación productiva, grado de intensificación, disponibilidad de tecnología...). En el
caso del olivar ecológico los costes pueden ser similares al convencional (ver Figura 4), aunque están
muy influidos por el manejo de este cultivo. Las labores que se realizan en el olivar pueden agruparse
de la siguiente manera: laboreo del suelo, poda, fertilización, control de plagas y enfermedades,
control de hierbas, desvareto, riego (en su caso) y recolección. La poda, el desvareto y el riego son
labores que se realizan de forma idéntica en el olivar ecológico y convencional. Los costes de
recolección dependen en gran medida de la productividad obtenida y no de un tipo de manejo u otro.
Si se adelanta la fecha de recolección (práctica bastante habitual entre los olivareros ecológicos para
obtener aceites vírgenes de calidad) puede incrementarse esta partida debido a la mayor resistencia
del fruto a la caída; aunque también puede ser menor al caerse menos aceituna al suelo, reduciendo
este coste.
Los pases de maquinaria y el control de hierbas están muy relacionados desde el punto de vista
económico. En el olivar convencional existe la tendencia generalizada de dejar el suelo “limpio” de
hierbas el mayor tiempo posible, recurriendo a pases continuados y a la aplicación de dos o más
tratamientos herbicidas. Por el contrario, en el olivar ecológico es recomendable el laboreo mínimo
(incluso el no laboreo), unido al mantenimiento de la hierba, controlada mediante el uso de
desbrozadoras mecánicas o segándola “a diente” (introducción de ganado); ello puede reducir
sensiblemente el coste de estas labores (por debajo del convencional), sobre todo si la introducción
5
de ganado se realiza en régimen de arrendamiento de pastos, pasando de ser esta partida un coste a
convertirse en un ingreso adicional, y si la desbrozadora es adquirida conjuntamente para reducir los
costes fijos de la misma (Alonso, 2003). En los olivares ecológicos donde se siga la lógica de dejar el
suelo sin hierbas durante el máximo tiempo posible, los costes de su control se verán incrementados
por encima de los convencionales, al no disponer de herbicidas y tener que recurrir a pases
continuados de maquinaria.
Figura 4. Costes por hectárea del olivar ecológico como porcentaje del convencional (%)
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
1
2
3
4
5
6
7
Fuentes: 1 de Alonso (2003); 2 de Guzmán et al. (2002b); 3 de Guzmán et al. (2002a); 4 de Guzmán y Alonso (2004); 5 y 6 de
Alonso et al. (2002); y 7 de Hurtado y Ayanz (1998)
Los costes del control de plagas y enfermedades en el olivar ecológico presentan similitudes y
diferencias con el convencional, según se trate de la mosca (Bactrocera oleae) o del resto. El control
ecológico de la mosca se hace mayoritariamente utilizando la trampa tipo OLIPE, que resulta más
económica incluso que los tratamientos químicos convencionales (Caballero, 2001; Alonso, 2003). En
el resto, donde se encuentran la polilla (Prays oleae) y el repilo (Spilocaea oleagina) como las más
importantes, los tratamientos son similares en ambos sistemas, aunque con productos diferentes, por
lo que su coste es similar. La fertilización al suelo es la labor cuyo coste puede presentar mayores
diferencias entre el manejo ecológico y convencional. El mayor coste en el olivar ecológico puede ser
debido al mayor precio comparativo de los abonos ecológicos y a que, cuando se emplean abonos
con alto contenido en materia orgánica (como estiércol, compost…), en muchas explotaciones se
tienen que esparcir manualmente, al no disponer de remolques esparcidores. Esto es lo que ocurría
principalmente en los casos 3 y 7 de la figura, aunque hay que señalar que en el primero de ellos se
ha reducido en la actualidad de manera importante este sobrecoste, mediante cambios en la
fertilización. La siembra de leguminosas como abono verde, con lo que se obtiene una fijación de
nitrógeno del aire, reduciendo la aportación de este nutriente mediante fertilizantes, y la adquisición,
preferentemente conjunta para reducir los costes fijos (como en el caso de la desbrozadora), de
remolques esparcidores que posibilitan la aplicación de fertilizantes más económicos (estiércol o
alperujo compostados), reducen de manera notable el coste de la fertilización ecológica. En el olivar
ecológico hay un coste adicional, que es el pago al organismo certificador, aunque su cuantía (entre
los 20 y 90 €/ha, según la superficie calificada en ecológico) no es muy importante y puede ser
compensada con creces a través de la solicitud de subvención en el programa de medidas
agroambientales.
En consecuencia, se podría decir que no existen diferencias sustanciales entre ambos tipos de
manejo con respecto a los costes. La consecución de menores costes en el manejo ecológico
depende en último término de la estrategia que ha seguido el productor durante el periodo de
transición y la que sigue realizando, sobre todo en relación a la fertilización y el manejo del suelo
(Guzmán et al., 2000). Si esta estrategia conlleva un aumento de la diversidad biológica y del reciclaje
de materia orgánica a nivel de explotación, es muy probable que se produzca un mayor
aprovechamiento de los recursos propios y un menor uso de insumos externos, logrando así el
propósito comentado. Si, por el contrario, la estrategia consiste en una sustitución de insumos es muy
probable que incluso se incrementen los costes, ya que, en general, los precios de los insumos
6
ecológicos comerciales (fertilizantes, plaguicidas...) permitidos por los organismos de certificación y
control son más altos que los de los que pretender sustituir convencionales.
Sobre los beneficios económicos
La obtención de beneficios económicos superiores en la producción ecológica respecto a la
convencional descansa sobre la base de lo anteriormente comentado, es decir, existen múltiples
factores que, afectando a los rendimientos, canales comerciales y costes, determinan el resultado
económico final de las explotaciones (Offermann y Nieberg, 2000).
Figura 5. Beneficio comparado entre olivar ecológico y convencional (%)
200
150
100
50
0
-50
1
2
3
4
5
6
7
Fuentes: 1 de Haniotakis (1997); 2 de Alonso (2003); 3 de Guzmán et al. (2002b); 4 de de Guzmán et al. (2002a); 5 y 6 de
Alonso et al. (2002); y 7 de Hurtado y Ayanz (1998)
Los estudios recogidos en la Figura 5 muestran el beneficio extra (ecológico menos convencional) por
hectárea del olivar ecológico respecto al convencional. Se puede observar una gran variabilidad en la
cuantía de este indicador, aunque en la mayoría de los casos es mayor en el olivar ecológico. El
único caso en el que los beneficios del olivar ecológico eran inferiores al del convencional es el
número 4, debido a un excesivo gasto en laboreo, fertilización y control de plagas, así como a una
deficiente estructura comercial; factores que están resueltos en la actualidad de forma satisfactoria.
Del resto de casos destaca el número 2 en cuanto al beneficio extra obtenido por el olivar ecológico.
En éste confluyen una serie de factores, aplicación de tecnologías reductoras de costes (comentadas
anteriormente) y consolidación de una estructura adecuada de comercialización (con avances
importantes en la venta de aceite ecológico envasado), que están permitiendo incrementar
notablemente la renta agraria de los olivicultores ecológicos.
CONCLUSIONES
La olivicultura ecológica está creciendo en España en los últimos años, encontrándose Andalucía a la
cabeza de este crecimiento con cerca de 41.000 hectáreas y 96 almazaras, lo que representa
alrededor del 45% y 43% del total español, respectivamente. No obstante, en un territorio tan extenso
como el andaluz, estas cifras muestran una realidad: el atomismo y la dispersión de las explotaciones
respecto a las almazaras. La ausencia en numerosas ocasiones de dinamismo empresarial en las
almazaras convencionales, estableciendo líneas de molturación y estrategias de venta ecológicas es
uno de los limitantes más importantes que actualmente tiene el crecimiento de la producción de aceite
de oliva ecológico en Andalucía, ya que ello está obligando a numerosos olivicultores ecológicos,
catalizadores del cambio, bien a transportar su aceituna ecológica a grandes distancias, encareciendo
notablemente este coste, o bien a molturar su aceituna en almazaras convencionales cercanas sin
diferenciar, perdiendo el valor añadido del producto.
Por otro lado, como se ha mostrado con anterioridad, el rendimiento del olivar ecológico no es
siempre menor que el del convencional, ya que existen numerosos factores influyentes, entre los
cuales cabe destacar el manejo adecuado, especialmente de la fertilización.
Los mayores precios obtenidos por el aceite ecológico son debidos en gran medida al establecimiento
de buenas estructuras de comercialización. La existencia de almazaras bien dotadas técnicamente
permite asegurar una venta adecuada de este producto en la mayoría de los casos. Sin embargo, hay
7
que tener en cuenta que se está incrementando la oferta de aceite de oliva ecológico en todos los
países del entorno mediterráneo, por lo que es necesario consolidar modelos asociativos para la
venta conjunta de este producto, que permitan mejorar los resultados económicos de esta actividad.
Al igual que ocurre con los rendimientos, los costes de la producción de aceite ecológica dependen
de múltiples factores, no existiendo diferencias sustanciales con la producción convencional, tal y
como muestran los estudios analizados.
La obtención de beneficios económicos superiores en la producción ecológica respecto a la
convencional descansa sobre dos factores de enorme importancia: la aplicación de tecnologías
reductoras de costes y la consolidación de una estructura adecuada de comercialización (con
avances importantes en la venta de aceite ecológico envasado), que están permitiendo incrementar
notablemente la renta agraria de los olivicultores ecológicos.
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