La enseñanza del autocontrol en los niños

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La enseñanza del autocontrol en los niños
La enseñanza del autocontrol en los niños
Por: María Sol Mendoza
Coordinadora del DOBE
Uno de los objetivos en la formación de nuestros hijos, es enseñarles a
controlar su conducta. Normalmente los niños desarrollan esta capacidad
durante la etapa de preescolar y primaria. Por ejemplo, aprenderán cuándo
hablar y cuándo permanecer callados, cuándo correr y cuándo sentarse,
cuándo jugar y cuándo realizar las tareas.
La adquisición de estas habilidades, forma parte del desarrollo infantil. Entre los
2 y 3 años, es frecuente la presencia de conductas agresivas hacia otros
(morder, pegar o gritar) cuando se sienten frustrados y no consiguen lo que
quieren. Pero a medida que van creciendo, los padres les enseñaremos con
paciencia y cariño a modificar esta conducta y a manejar adecuadamente la
frustración.
El autocontrol consiste en frenar el impulso de hacer o decir algo en un
momento determinado. El niño decidirá cómo actuar y elegirá un plan de
acción, lo que le proporcionará seguridad y confianza en sí mismo.
Diariamente se encuentran modelos de conducta inadecuada e impulsiva, en la
televisión, en las películas, y en internet. Por eso es importante que el adulto
sea un modelo positivo, para que el niño aprenda a controlar sus impulsos y
reacciones. Hay que estar atentos en no exigir una conducta determinada en
nuestros hijos, que nosotros tampoco estamos cumpliendo.
¿Qué sucede cuando los niños tienen dificultades de aprender a través del
ejemplo? En estos casos, el diálogo es fundamental para llevarlos a reflexionar
sobre sus acciones, junto al uso de recompensas y consecuencias. Los padres
tenemos la tarea de ayudarlos con cariño y firmeza a controlar sus reacciones y
cambiarlas en respuestas positivas.
La habilidad del autocontrol se puede adquirir a través de metas y estrategias.
Junto con el niño se elegirán metas apropiadas para su edad, que irán
aumentando en su complejidad. Un ejemplo de una meta para un niño de 7
años, podría ser, acostarse a dormir a una hora determinada y no molestar a su
hermano pequeño.
Las estrategias son útiles para ayudar al niño a cumplir con las metas
propuestas y enseñarles qué hacer en un momento determinado en vez de
reaccionar inadecuadamente. Por ejemplo: alejarse de la situación conflictiva
con un hermano o compañero; enseñar al niño a participar en el momento
oportuno en una conversación (cuando otros hayan terminado de hablar);
recompensar al niño de forma consistente por su progreso.
Los padres tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros hijos a adquirir la
habilidad del autocontrol. Es una tarea que empieza desde su nacimiento y nos
acompañará durante toda su vida. Para conseguirlo, debemos formarnos y
profundizar en los valores, para ser coherentes en su educación.

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