DERRAME PERICARDICO SÉPTICO EN UN PERRO.
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DERRAME PERICARDICO SÉPTICO EN UN PERRO.
DERRAME PERICARDICO SÉPTICO EN UN PERRO. 1 1 José Berenguer Cayuelas , Paloma Nieto Serna 1) HOSPITAL VETERINARIO SAN ANTÓN (GUARDAMAR DEL SEGURA) INTRODUCCIÓN Y CASO CLÍNICO / INTRODUCTION AND CASE REPORT El derrame pericárdico (DP) se define como el acumulo anormalmente elevado de líquido entre el pericardio parietal y el epicardio.(1) En perros, las causas más frecuentes de derrame pericárdico suelen ser las neoplasias, las cuales provocan exudado hemorrágico ((hemangiosarcomas, tumores de base cardiaca (quimiodectomas) y los mesoteliomas pericárdicos). La segunda causa más frecuente son los derrames pericárdicos hemorrágicos idiopáticos que suele afectar sobre todo a razas grandes. Otras causas derrame hemorrágico son la intoxicación por derivados cumarínicos, coagulopatías, pericarditis urémica y rotura del atrio izquierdo. Mucho menos frecuente es el DP séptico, provocado por mordeduras en tórax, cuerpos extraños migratorios o diseminación hematógena(2). En los gatos, la peritonitis infecciosa felina es la causa más habitual de DP mientras que la cardiomiopatía hipertrófica es la forma más frecuente de patología cardiaca que provoca DP en los gatos. Menos frecuentes son las causadas por cardiomiopatía dilatada, restrictiva y anormalidades mitrales.(1). También existen referencias de DP en gatos concomitante con piometra (5) aunque menos frecuentes que el hallazgo de DP sépticos por mordeduras o cuerpos extraños (7). Independientemente de la etiología, el DP hace que la presión intrapericárdica sea igual o más elevada que la presión ventricular derecha provoca el colapso diastólico del ventrículo y aurícula derechos (taponamiento cardiaco) provocando disminución del gasto cardiaco y fallo cardiaco derecho. (1). DESCRIPCIÓN / DESCRIPTION Se presenta un perro macho, mestizo de 13 kg de peso y 2.5 años de edad, a nuestro hospital debido a una dificultad respiratoria, letargia y anorexia desde hace varios días. En el examen físico se aprecia respiración disneica, hipotermia y cierta distensión abdominal. Mucosas ligeramente pálidas, pulso femoral débil y distensión de ambas venas yugulares. A la auscultación además de taquipnea evidenciamos los sonidos cardiacos amortiguados (triada de Beck)(3), así como disminución del murmullo pulmonar. En la radiografía de tórax L-L derecha, se observa un gran aumento de la silueta cardiaca, con elevación dorsal de la tráquea y presencia de derrame pleural. No hay alteraciones en la analítica básica, las pruebas serológicas para Leishmania, E.canis y D.inmitis resultan negativas. El hemograma presentó una ligera leucocitosis neutrofílica y aumento del hematocrito. Dada la evidente sospecha de un problema cardiaco de base, se realiza ecocardiografía (4). En una proyección paraesternal derecha en eje largo apreciamos un gran espacio anecógeno que rodea al corazón entre el epicárdio y el pericardio, llegando hasta ambas aurículas. El corazón presenta un movimiento acelerado y de balanceo en el interior del saco pericardico. En la imagen bidimensional se aprecia un colapso diastólico de la aurícula derecha y más leve en ventrículo derecho. Descartamos la presencia de anomalías cardiacas congénitas, así como masas en corazón o pericardio que nos hicieran sospechar del origen tumoral del derrame pericárdico. Tras una leve sedación realizamos una pericardiocentesis en la pared costal derecha entre el esternón y las uniones costocondrales comprendidas entre 3º y 7º espacios intercostales. Se extraen unos 550ml de líquido sanguinolento, sucio y maloliente. Finalizada dicha extracción, se realiza otra posicionando al animal en decúbito esternal y puncionando ligeramente por encima del esternón con palomilla, para extraer 150 ml del mismo tipo de líquido pero procedente del espacio pleural. El análisis citológico del líquido nos muestra gran cantidad de neutófilos, glóbulos rojos, macrófagos y bacterias. Enviamos muestras al laboratorio para realizar un estudio citológico completo así como un cultivo y antibiograma. El animal queda ingresado durante 24 horas para observar su evolución. Aplicamos sueroterapia de mantenimiento, antibióticoterapia (enrofloxacina 7.5mg/kg/dia s.c.), prednisolona (1mg/kg i.m) y furosemida (2mg/kg/ 12h i.v.). Al día siguiente y tras comprobar con ecocardiografía que la cantidad de líquido pericárdico es residual y el estado del animal es mucho mejor se le da el alta médica para continuar el tratamiento en casa. Cinco días después recibimos los resultados del cultivo/antibiograma indicando la presencia de gran cantidad de colonias de Staphylococus Pseudointermedius. Basándonos en el antibiograma, le prescribimos enrofloxacina (5mg/kg /24h) y amoxicilina-clavulámico (15mg/kg/12h). A los 10 dias de la primera pericardiocentesis, nuestro paciente vuelve al hospital con síntomas muy parecidos a los iniciales. Efectuamos otra ecocardiografía que nos confirma nuevamente la existencia de derrame pericárdico. Volvemos a realizarle una pericardiocentesis extrayendo unos 350 ml de líquido hemorrágico pero en esta ocasión más limpio e inodoro. La citología del mismo demuestra la práctica asusencia de bacterias. Se le da el alta ese mismo día con el tratamiento antibiótico, pero en esta ocasión añadimos prednisolona comenzando con 1mg/kg /dia y reduciendo la dosis gradualmente durante las siguientes 3 semanas. Vuelve a revisión tres semanas después comentándonos su propietaria que se encuentra perfectamente. La ecocardiografía de control confirma la ausencia de líquido pericárdico, aunque sí se aprecia un pericardio ligeramente hiperecogénico. Continúa con la antibioticoterapia 10 días más junto con prednisolona a dosis baja y en días alternos. Transcurridos 4 meses de la finalización del tratamiento el paciente se encuentra en perfectas condiciones y no ha vuelto a presentar ninguna recaída. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES / DISCUSSION AND CONCLUSION Queremos dar a conocer nuestro caso clínico dada las escasa referencias sobre efusiones pericárdicas sépticas en el perro. En este caso se confirmó el agente infeccioso implicado en el proceso y la respuesta positiva al tratamiento aplicado. Lo que ha sido imposible es determinar la etiología exacta que originó dicha infección (herida punzante en tórax, cuerpo extraño migratorio, etc.) Queremos destacar el uso de la prednisolona como la clave en la resolución posterior cuando el animal tuvo una recidiva. Existe una gran controversia del uso de corticoterapia para el tratamiento de DP en veterinaria ya que no existen estudios suficientes por lo que se realiza una extrapolación de su uso en medicina humana.(6) Es importante tener en cuenta que existe la posibilidad de la evolución del DP en pericarditis crónicas restrictivas. La realización de múltiples pericardiocentesis en pacientes con DP recidivante, provoca una fibrosis severa en el pericardio parietal visceral o ambos y consecuencia de esto aparece una pérdida de elasticidad del pericardio causando restricción al llenado ventricular y por lo cual la evolución de esta a una pericarditis crónica restrictiva. La enfermedad pericardica constrictiva (restrictiva) se diferencia del derrame pericardico el que el llenado diastólico no se ve impedido durante todo el periodo diastólico. La mayor parte del llenado ventricular se produce de forma temprana en la diástole, seguido de un cese brusco hacia la mitad de la diástole, al alcanzarse el límite elástico del pericardio. El tratamiento de la pericarditis crónica restrictiva se basaría en la extracción quirúrgica del pericardio es decir la realización de una pericardiectomia la cual libera al corazón de esa restricción. (10) BIBLIOGRAFÍA /BIBLIOGRAPHY (1). June A.Boon. Patología pericárdica , efusiones y masas. Ecocardiografía veterinaria. Multimédica ediciones veterinarias,2012; 295-298. (2). Santamarina G.;Suarez,M.L. .Enfermedades pericárdicas .Manual práctico de cardiología.(Boehringer Ingelheim). (3). M.D.Kittleson, R.D.Kienle.Pericardial desease and cardiac neoplasia. Small Animal Cardiovascular Medicine. Ed. Mosby 1998;421-430. (4). Kristin A. McDonald, Orla Cagney, Michael L.Magne. Caracterización ecocardiográfica y clinicopatológica de la efusión pericárdica en perros. J.Am.Vet.Med.Assoc. 2009;235:1456-1461. (5) Majoy SB, Sharp CR, Dickinson AE, et al. Septic Pericarditis in a cat with pyometra. J vet Emerg Critical Care 2013. (6) Massimo Imazio, David H. Spodick, Antonio Brucato, Rita Trinchero , Yehuda Adler. Controversial issues in the management of pericardial diseases. (7) Rodriguez M. Bite wound infections. http://www.mass-general.org