revista n.º 28-29-12 ulia

REVOLUCIÓN
Gonzalo Tomás Salesky Lascano - Córdoba (Argentina)
Premio de Poesía del
III Concurso Internacional de Relato Corto y Poesía “Caños Dorados”
No perteneces aquí ni al otro mundo,
no correspondes a lo que se supone.
Alguna vez, hubo vientos de guerra
y en la cornisa, supiste naufragar.
Cruzaste el mar sin nadar, siguiendo la corriente
que otros evitan. No son sólo los buenos
los que importan. Has venido a salvar
a aquel que calla, a quien escucha el viento.
Diamante en bruto, tu voz sigue pecando.
Poniendo paños fríos a la historia
fuiste juglar de tiempos olvidados.
¿Estaré listo para partir contigo?
La revolución crece,
de a poco se prepara para arrasar con todo.
La calle escupe la rabia. Imagino…
imagino lo que otros ya soñaron.
Se derrumban los gigantes de papel,
la esclavitud al fin ha terminado
y es tiempo de cambiar, no pienses más:
está muy cerca todo lo que esperamos.
AL VACÍO
Robaba recuerdos,
cuidaba sus miedos de la misma forma
que el noble su máscara.
Se sabía afuera,
afuera de todo,
lejos de los signos de belleza.
Buscaba por dentro
algo que salvara su pecado.
¿Era ser infiel a su pasión
olvidar lo poco que sabía?
¿Soñar con quimeras imposibles?
¿Bailar con la luna?
Por la madrugada,
se daba las gracias por cada reflejo.
Sabe que dormir es perder el tiempo,
sabe que los días vuelan al vacío.
Que sólo le queda lo poco que ama,
que en cada vereda se ocultará el sol.
Porque ser la luz
es pagar el precio de todo el que huyó,
de aquellos que viven provocando incendios.
Buscará tu sombra,
será el sacrificio que redima todo.
¿Eres capaz de verlo?
No temas, de noche
todos son iguales.
HACIA LA AURORA
Ódiame. Expúlsame al destierro.
Entierra mi fracaso, mi silencio,
mis ganas de vivir. Mi sacrificio
y todo lo que alguna vez fue amor.
¿Fue tu experiencia o mi sed
lo que me espera? ¿Es mi pasado?
¿Será que todo vuelve? ¿Será
que el próximo abrazo va a mentirme?
Seca mis lágrimas. Descúbrelas.
Empuja mi dolor hacia la aurora.
Ensalza en otras vidas
lo obsceno, el lujo, la codicia…
Sé que la luz nos sigue acariciando:
sabrás mi precio, pero nunca el valor.
PEQUEÑOS RITUALES
TAL VEZ
Debo saber si tienes el fuego,
Tal vez tu voz se aleje de repente,
si es inútil el tiempo transcurrido.
Desde aquí, no hay más muros ni espejos
y atrás del mar, el vértigo nos llama.
tal vez mi cuerpo decida lo contrario.
Como un artista fugaz de lo siniestro
va mi memoria ciega, entre tus brazos.
Casi una década de luces y de sombras
hemos sembrado. ¿Debo salir al ruedo
con mis pequeños rituales? Tengo miedo
de ser lo que no soy, de estar nublado.
En cada sueño prohibido, en cada duda,
en tu fulgor, lo implícito y lo vano.
Quiero verte otra vez, aún no te vayas:
quiero encender el fuego y no apagarlo
La locura es sólo un desafío
y el tiempo de la paz nos pertenece.
Nos interpela esta noche y el dolor
de ser un poco menos, cada día.
La cena está servida,
las angustias se calman y tu lecho
es uno más, entre todos mis sueños.