¿qué son la pre-menopausia y la menopausia

Transcripción

¿qué son la pre-menopausia y la menopausia
¿QUÉ SON LA PRE-MENOPAUSIA Y LA MENOPAUSIA?
Consejos para afrontarlas
¿Qué es la menopausia?
La menopausia es un proceso fisiológico normal que implica la
desaparición definitiva de la menstruación durante 12 meses consecutivos y
sin una enfermedad que la provoque. Suele producirse en torno a los 50-51
años de edad, aunque los antecedentes familiares y hereditarios son factores
que influyen en el inicio de una etapa de la vida que se conoce como
climaterio.
Fases de la menopausia:
La transición del periodo reproductivo al no reproductivo en la vida de la
mujer se inicia entre unos 2 y 8 años antes del cese definitivo de las
menstruaciones. A este periodo de transición se le conoce como
premenopausia y se caracteriza por menstruaciones más irregulares y ciclos
que pueden reducirse a 25, 23 o incluso 21 días, siendo las reglas más
largas y abundantes.
Así mismo, la posmenopausia es un intervalo comprendido entre 1 y 6 años
tras la menopausia; se distingue entre una fase temprana, que incluye los 2
primeros años, y una fase tardía, que empieza a partir del segundo año.
Por último, el climaterio es el periodo intermedio que abarca desde la
premenopausia hasta la posmenopausia. En este intervalo se produce un
cambio en la fisiología de la mujer que puede ser desfavorable en
determinados aspectos de su salud y calidad de vida. Así como hay mujeres
que no perciben apenas sintomatología menopáusica, también las hay que
padecen unos cambios muy pronunciados en esta etapa vital, lo que se
traduce en un incremento en el número de consultas clínicas relacionadas.
¿Cuáles son sus síntomas?
Se estima que hasta el 75% de las mujeres menopáusicas experimentan uno
o más de los síntomas de carácter agudo asociados a los cambios
hormonales experimentados durante esta etapa. La mayoría de ellos
perdura sólo durante un tiempo, como es el caso de los sofocos o la
sudoración nocturna. Aunque no suponen una amenaza para la salud,
pueden resultar molestos y, en algunos casos, afectar enormemente a la
calidad de vida, limitando la actividad normal del día a día.
La aparición de esos síntomas puede tener lugar en tres etapas:
A
corto
plazo:
fragilidad
emocional,
sudoración,
sofocos,
irritabilidad, palpitaciones, nerviosismo, tendencia a la obesidad
A medio plazo: cambios que afectan la musculatura, la piel y el
aparato genitourinario.
A largo plazo: osteoporosis y aumento del riesgo cardiovascular.
¿Qué son los sofocos?
Los sofocos constituyen la manifestación clínica más característica de la
menopausia y el principal motivo de consulta médica y farmacéutica de la
mujer durante esta etapa. Comienzan en la premenopausia y desaparecen de
forma gradual con los años; sus síntomas tienen una duración de entre 5
meses y 6 años.
Aparecen como explosiones bruscas de calor (cara, cuello y tórax),
seguidas de sudores, con posterior descenso de la temperatura corporal y
aceleración transitoria la frecuencia cardiaca. Son más frecuentes por la
noche, de forma que interrumpen el sueño, y pueden durar de 30 segundos
a 2-4 minutos. Afectan a la calidad de vida de la mujer, repercutiendo en su
entorno social, laboral y en su esfera afectiva.
Tratamiento
Existen diversos tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida de la
mujer en esta etapa. El más común es la terapia hormonal sustitutiva, que
consiste en la administración farmacológica de hormonas que intentan
suplir la pérdida de estrógenos durante la menopausia. Otra opción también
farmacológica son los SERM, unas sustancias que, sin ser hormonas ni
derivados hormonales, actúan de forma similar a los estrógenos, pero
únicamente en ciertos órganos. Aunque en líneas generales estos
tratamientos son seguros, aún suscitan muchas resistencias entre las
mujeres españolas, que siguen prefiriendo alternativas naturales que no
tengan efectos secundarios de consideración.
Consejos
A continuación se proponen una serie de recomendaciones que las mujeres
en esta etapa pueden incorporar a su día a día para reducir los síntomas y
favorecer su salud.
Decálogo de consejos para afrontar la premenopausia y la menopausia:
1. Fomentar la autoestima.
Es importante afrontar estos momentos con una actitud positiva,
desarrollando nuevas aficiones y dedicándose tiempo a una misma. Los
bajones de ánimo son habituales, pero hay que recordar que se trata de
una cuestión hormonal, y no dejarse llevar por ellos.
2. Hacer ejercicio físico moderado y regular.
Hay que evitar el sedentarismo caminando entre media hora y una hora
diaria o con otro tipo de actividades aeróbicas como el baile, el
aerobic…, siempre de acuerdo a las posibilidades reales de cada
persona. De esta forma, se mantiene la fuerza muscular y la salud
cardiovascular, retrasando la aparición de posibles problemas.
3. Hábitos alimenticios saludables.
En esta época de la vida existe una tendencia al aumento de peso y a la
aparición de hipertensión arterial, colesterol alto y otras dolencias. No
debe abusarse de la sal, hay que reducir el consumo de grasas y azúcares,
y aumentar el de frutas, verduras y cereales. Así mismo, conviene
moderar el consumo de alcohol, café, y otras sustancias estimulantes.
4. Atención a los niveles de calcio.
Puesto que con la menopausia aumentan las probabilidades de sufrir
osteoporosis, los productos que contienen calcio, como los lácteos, son
fundamentales para fortalecer los huesos.
5. Huir del tabaco:
El tabaco puede adelantar el comienzo de la menopausia, por lo que hay
que evitar fumar y, en la medida de lo posible, ser fumadora pasiva.
6. Realizar controles periódicos de tensión arterial, colesterol y glucosa.
Para detectar a tiempo cualquier irregularidad al respecto.
7. Acudir a las revisiones ginecológicas.
Para evitar los problemas típicos de esta etapa es imprescindible un
control ginecológico periódico. El médico valorará la severidad de los
síntomas y los posibles tratamientos.
8. Especial atención a la retención de líquidos y al envejecimiento de la
piel.
Durante la menopausia, es habitual sufrir también estos problemas
paralelos. Una correcta alimentación, el ejercicio, las terapias de
compresión y tratamientos faciales adecuados pueden ayudar a
disminuir estos inconvenientes.
9. Evitar la automedicación con hormonas u otros medicamentos.
Es muy importante consultar con el médico y el farmacéutico para
asegurar el cumplimiento terapéutico y realizar un seguimiento
farmacológico.
10.Consultar con el farmacéutico la posibilidad de utilizar soluciones
nutricionales.
Muchos de los trastornos propios de esta etapa no requieren
prescripción farmacológica. El empleo de soluciones nutricionales que
contengan isoflavonas de soja y/o lúpulo puede ser un recurso de gran
ayuda para combatir los efectos emocionales y físicos.
Fuentes:
-Gómez-Ayala AE. Menopausia; salud genitourinaria. Offarm 2010;
29(5):60-66.
-Gordino M. Consejo farmacéutico en la menopausia. Aula de la Farmacia
2006; 10:38-44.
-Erkkola et al. Phytomedicine 2010;17(6):389-396.
-Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
http://www.aeem.es/fases.asp [Citado el 6 de junio de 2012].
-Departamento Médico de Laboratorios Cinfa.

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