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DEL CLÓSET
A LA
PASARELA
UNA
EXHIBICIÓN
SIN
PRECEDENTES
LEGADO DE LA COMUNIDAD LGBTQ
TRANS Y QUEER) A LA MODA EN EL
INSTITUTE
OF
TECHNOLOGY
DE
EXPLORA
(LESBIANA,
MUSEO
DEL
EL
VALIOSO
GAY, BISEXUAL,
FASHION
NUEVA YORK. Txt: Florencia Bibas*
“
MI SEXUALIDAD
HA SIDO MUY
IMPORTANTE
EN MI
CREATIVIDAD
“
YVES SAINT LAURENT
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^
Traje de tres
piezas.
Francia,
1790-1800.
^
ALIANZA
FRIENDLY
A queer history of fashion cuenta con el
apoyo de la ciudad de Nueva York; de la
Fundacion Coby, el ‘consejo couture’ del FIT,
asociación filantrópica que apoya las iniciativas
de la institución; y de la marca canadiense de
cosméticos MAC, la cual ha lanzado, en diferentes
oportunidades, ediciones especiales con
imágenes de personalidades icónicas
del mundo gay, como la drag
queen Rupaul.
^
Vestido de seda
satinada color
champagne de
Christian Dior
(1954).
Vestido de
terciopelo y
corpiño cónico
de Jean Paul
Gaultier
(1984).
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El clone look
fue furor en la
comunidad gay
en la década
del ‘80:
campera de
aviador,
remera y
jeans.
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E
^
Falda y
pantalones,
un clásico
de Jean Paul
Gaultier.
l activismo gay está de moda. La liberación
sexual es un hecho. Según el sociólogo francés Frédéric Martel “es su momentum. La
defensa de los derechos homosexuales se está convirtiendo en la nueva frontera de los derechos
humanos”. A tal punto que el matrimonio entre personas del mismo género ya es una realidad en 15 países, como la Argentina, Noruega, Dinamarca, Suecia, Bélgica, Canadá, México, Brasil y Uruguay.
A queer history of fashion llega, entonces, en el momento justo. Inaugurada en septiembre en el Museo del Fashion Institute of Technology (MFIT) de
Nueva York, es la primera exposición que apunta a
la moda desde el ángulo de la sexualidad. Una tarea
que demandó más de dos años de intensa preparación y recolección de vestuario por parte de sus curadores, Valerie Steele y Fred Dennis. Y que casi deja tras las rejas a Mrs. Steele en la presentación de la
muestra en la anti gay-friendly Rusia. “Durante varios
siglos, la comunidad gay tuvo que ocultarse –comenta Steele, reconocida historiadora de la moda–. Este
homenaje pretende destacar el gran legado que aporta la comunidad lgbtq (lesbiana, gay, bisexual, trans y
queer) al mundo fashion y su rol protagónico en la
comprensión de su historia”. En ese sentido, agrega
que los ejes principales del tributo son la aceptación
y la diversidad, bajo el relato visual del vestuario.
La apertura de A queer history of fashion se realizó,
una vez finalizada la reciente Mercedes Benz-New
York Fashion Week, en el edificio del MFIT, emplazado en el Garment District. Así, Clase Ejecutiva pasó del ritmo frenético de cobertura de la
semana de la moda, con 10 desfiles por día, a este espacio distendido y con tiempo para disfrutar y aprender. Porque el pre-opening especial
para la prensa –una gentileza frecuente en los
museos del mundo– no suele ser un evento social sino un recorrido que invita a la reflexión
y la profundización, algo inusual en este mundo guionado por tuits y posteos.
Quienes, hasta el 4 de enero, lleguen al MFIT, se
verán impactados por su fachada, cubierta por un
dandy gigante con el esmoquin de Saint Laurent.
Adentro, recibe desde una pantalla el diseñador John
Bartlett contando lo difíciles que fueron sus primeros
años como diseñador gay de prendas gay en Nueva
York. Se alterna con Simon Doonan, responsable de
imagen de Barneys, quien recuerda que, en el Londres
de los ‘60, los hombres se vestían con camisas con florcitas Liberty y pañuelos de seda Pucci en el cuello:
“Parecíamos unas libélulas”, recuerda, risueñamente.
En las dos salas del subsuelo se concentran 300 años
de talento y creatividad a través de 100 propuestas para hombre y mujer. La curaduría invita a recorrerlas de
manera cronológica, a partir del siglo XVIII, dando
cuenta de los hitos vinculados
con la identidad de género.
Fue en ese siglo, precisamen-
te, cuando se documentaron por primera vez las drag
queens: conocidas por entonces como mollies, eran
hombres que se vestían de mujer para asistir a fiestas
privadas, aun a riesgo de ser arrestados y ejecutados.
Hay un total look al que cierra una capa tipo Caperucita Roja ilustrando el recurso.
A su lado, un dandy. Y si bien Beau (Bello) Brummel
(N. de E.: George Bryan Brummell pasó a la historia como el gurú de la moda de la corte inglesa de Jorge IV,
en el siglo XIX) fue el primer gran exponente de este
movimiento estético, A queer history of fashion destaca
al escritor inglés Oscar Wilde como figura clave en la
historia de la homosexualidad y el estilo. Fue a través
del ‘Wilde legacy’ que el traje masculino se convirtió
en un importante ítem también para la mujer. El autor de El retrato de Dorian Gray y El fantasma de
Canterville, recordemos, fue un cultor del esteticismo
que llegó a sufrir la cárcel, el exilio y la triste muerte en
la bancarrota debido a su relación con el joven aristócrata lord Alfred Douglas, todo un escándalo en plena
época victoriana. Muchas décadas después, el traje
masculino mutaría hasta llegar al esmoquin utilizado
por Marlene Dietrich, ícono de la bisexualidad quien,
en su momento, dió pie a la polémica mediática, junto a Greta Garbo y Katherine Hepburn, por vestir
pantalones. Madonna la tomó como referente en sus
constantes mutaciones de estilo: recordemos el desfile
benéfico de los ‘80, vestida a lo Marlene por Jean Paul
Gaultier aunque, pequeño detalle, con el torso desnudo. El esmoquin también fue inspirador para Yves
Saint Laurent, quien de manera excepcional lo instaló
como pieza clave del vestuario cualitativo. De hecho,
es uno de los destacados de la retrospectiva.
UN LARGO CAMINO
Durante los años ‘20, el clóset también se abrió para
las mujeres, junto con la conquista de sus derechos y
su apropiación de elementos masculinos, como el peinado a la garçonne. Isadora Duncan y Josephine Baker rompían el molde. Coco Chanel comenzaba como
sombrerera, para luego revolucionar el guardarropas
con una estética despojada y funcional basada en las
texturas ‘robadas’ a su amante, el polista Boy Capel.
Esa década está representada por, entre otros, un vestido marinero, negro, lucido con peluca corta rubia; y
otro compuesto por falda larga y blusa de seda beige,
con peluca negra cortísima. En estos casos, no se registra un autor específico, aunque éstos reflejan el
espíritu de una época donde se comenzaba a vislumbrar una silueta anticurvas que convertiría en revolucionaria de la moda a Chanel. A la garçonne era la
expresión que simbolizaba, mucho más que una
melena corta al estilo muchachito, una nueva actitud
de la mujer frente a la sociedad. Este rincón de looks se
sumó a la exposición en carácter de préstamo (si bien
el Museo del FIT alberga más de 50 mil ítems, entre
prendas y complementos del siglo XVIII hasta nuestros días, algunos montajes incorporan piezas que
El libro de la expo, que puede visitarse hasta el 4 de enero, fue editado por Valerie
Steele y la Yale University Press. Imposible que su tapa pase inadvertida. La modelo
Jenny Shimizu, en todo su esplendor: look andrógino y megalabial al hombro.
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pertenecen a otras colecciones, sean institucionales o
particulares) acompañado por murales fotográficos de
féminas de la época, muchas de las cuales frecuentaban
los bares de París, donde fumaban y bebían alcohol,
generando polémica.
En las décadas del ‘30 y ‘40 los diseñadores gay tuvieron un especial protagonismo. Pierre Balmain abría su
primer atelier junto al danés Erik, su pareja. En la
muestra se destaca un conjunto especialmente realizado para una película de Jean Cocteau en cashmere y seda. No obstante, la discreción reinaba entre los creadores homosexuales por temor a ser marginados o arrestados. “Es el caso de Christian Dior, Cristóbal Balenciaga o Mainbocher”, comenta Steel. A Dior se lo ubica con su New Look en tonos pasteles y escote strapless,
y a Mainbocher, el estadounidense-europeo favorito de
Wallis Simpson, con su ladylike inmortal. De Charles
James, anglo-estadounidense designer elegido para protagonizar la futura gran muestra del Metropolitan en
2014, impacta La Sirène dress, un fourreau en crepe de
seda rojo que perfectamente podría ser lucido en nuestros días. De Mainbocher hay otro realizado en seda
con poncho de terciopelo: si bien el creador no exhibía
su homosexualidad abiertamente, su condición era
bien sabida y aceptada en su círculo cercano.
Lejos del sartorial estilo british, los ‘60 aparecen, entre
otros, con dos sastres que escandalizaron a sus colegas:
Tommy Nutter, de Savile Row, y John Stephen, de
Carnaby Street, quebraron la tradición del traje con
formas inusuales y prints coloridos. En el capítulo de
los ‘70, el pianista Liberace, recientemente personificado por Michael Douglas en una biopic, es recordado
con un excéntrico traje con capa bordada en cristales: el
colmo del kitsch.
Mención especial para el rey del minimalismo, Roy
Halston, con sus vestidos hípersexies de escote halter.
Su lema, “menos es más”, perdura hasta nuestros días.
Considerado uno de los diseñadores estadounidenses
más importantes, uno de sus discípulos, Ralph Rucci,
también dice presente con un vestido negro con cola y
espalda transparente, muy Halston.
En otro rincón, muy bien iluminado, un vestido único,
realizado en papel por Andre Walker, para la Love Ball,
una gala benéfica de 1989... y sigue intacto. De su
compatriota Geoffrey Beene, un original vestido con
imprimè tipo papel de diario y mangas en plumetí. A su
lado, del desaparecido Moschino, un conjunto masculino de chaleco sin mangas con el símbolo rojo antiSida, y pantalón amplio, de los ‘90.
Jean Paul Gaultier da el presente con su vestido en terciopelo naranja y corpiño cónico, además de otras opciones masculinas, excéntricas y con humor. Hace poco recordaba en una entrevista, siempre muy simpático
y con su inconfundible inglés afrancesado, cuando vestía de esta forma a su mascota, el osito Nana...
De Thierry Mugler –quien cambió el diseño por la cámara y hoy dirige comerciales y realiza fotografías majestuosas– hay un increíble diseño de lamé plateado,
con típico bustier en pico y falda irregular, que llevó la
modelo Jerry Hall, exesposa de Mick Jagger y una de
sus musas. También los caftanes multicolores de Rudi
Geinreich tienen su lugar en este paseo fashionista, muy
cerca del vestido sadomasoquista de cuero, con arnés y
Ph: Gentileza The Museum at FIT, New York
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Ph: Gentileza F.B.
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FASHIONISTAS
SIN EDAD
Las autoras del blog Idiosyncraticfashionistas, Valerie
y Jean, son dos mujeres maduras, en pareja desde
hace 20 años, que viven y trabajan en Nueva York.
Promulgan el derecho a verse bien más allá de los 60:
envejecer con dignidad es su lema. Con sus exóticos
looks, suelen ser retratadas por el coolhunter Bill
Cunninghan durante las ediciones de la semana de
la moda en la Gran Manzana. En su blog relatan sus
coberturas de pasarelas y showrooms de diseñadores,
comprometidas con la difusión del mundo fashion
como parte del arte y la cultura de este tiempo.
Life Dressing es su libro, que venden desde su site.
soles dorados, del recordado Gianni Versace, desfilado
por Naomi Campbell: según el diario The Guardian,
GV fue el primer diseñador italiano que confesó su
condición gay.
Siguiendo con el recorrido, y en los ‘90, la drag performer Rupaul se incluye con un body y botas bucaneras
en vinilo rojo. De Narciso Rodríguez se muestra un
vestido de corte impecable, su sello. Al pie, una leyenda recuerda que, cuando era joven, su madre le decía:
“No te hagas diseñador porque te transformarás en
gay”. Muchos años después, se convirtió en un referente de la moda minimalista estadounidense y es uno de
los que opina que esta industria representa un ambiente seguro para la comunidad gay.
Como broche de oro, dos Alexander McQueen: el primero, negro y largo, con detalle de brocato dorè en corsage, de 2007; el segundo, de su colección Atlantis, de
2010, resulta tan estremecedor como su propia vida:
un vestido corto, con la cintura muy marcada y hombros tipo farol, con megaprint psicodélico en amarillo
furioso. “Mis colecciones siempre han sido autobiográficas y tienen mucho que ver con mi sexualidad”, confesó alguna vez. Como cierre, los vestidos de novia,
usados por la pareja de Alexis y Kim Stolz, todo un símbolo del mensaje de igualdad de derechos de la expo.◆
*Asesora de imagen personal y corporativa.
www.florenciabibas.com.ar
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