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Dermatología Pediátrica Latinoamericana Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica ISSN 1812-9048 www.revista-sladp.com Volumen 10 • Número 3 Septiembre/Diciembre 2012 Trabajo de revisión • Trabajos original • Comunicación de casos • Haga su diagnóstico • Correlato clínico-patológico • Terapéutica • Revisión bibliográfica • Incluida en IMBIOMED: http://www.imbiomed.com www.andromaco.com Dermatología Pediátrica Latinoamericana Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica ISSN 1812-9048 Volumen 10 • Número 3 Septiembre/Diciembre 2012 SLADP Comisión Directiva 2011 • 2014 presidente Dr. Andrés Felipe Sanchez Rodríguez México vicepresidente Dra. Melania Mendoza Santana México secretaria general Dra. Helena Vidaurri de la Cruz México tesorera Dra. Dulce María Ortíz Solís México vocal de acciones científicas Dra. Margarita Larralde Argentina vocal de relaciones públicas Dra. Josaine Sanjines Bolivia vocal de acción gremial Dra. Evelyne Helpert Ziskiend Colombia Dermatología Pediátrica Latinoamericana Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica ISSN 1812-9048 EDITOR RESPONSABLE Prof. Dra. Margarita Larralde • Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán y del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina. EDITOR ASOCIADO Dra. Paula Boggio • Médica Asistente del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina. EDITORES ASISTENTES Dra. María del Carmen Boente • Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital del Niño Jesús,Tucumán, Argentina. Dra. María Rosa Cordisco • Médica Consultora del Departamento de Pediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires y Médica Consultora del Servicio de Dermatología del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. J. P. Garrahan”. Dra. Silvia Pueyo • Coordinadora del Área Dermatología, Hospital Materno Infantil de San Isidro, Buenos Aires, Argentina. COMITÉ EDITORIAL Dra. María Eugenia Abad • Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán y del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina. Dra. Andrea Bettina Cervini • Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital de Pediatría ”Prof. Dr. J. P. Garrahan“, Buenos Aires, Argentina. Dra. Ana Giachetti • Jefa de la Sección Dermatología Pediátrica, Departamento de Pediatría del Hospital Italiano, Buenos Aires, Argentina. Dra. Begoña Gomar • Médica Asistente del Servicio de Pediatría del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera”,Ciudad de Panamá, Panamá. Dra. Paula Luna • Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán, Buenos Aires, Argentina. Prof. Dra. Viviana Parra • Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Lagomaggiore, Mendoza, Argentina. COMITÉ ASESOR • Rosalía Ballona Chambergo (Perú) • Francisco Bravo Puccio (Perú) • Héctor Cáceres Ríos (Perú) • Rosa Inés Castro Rodríguez (Perú) • José Catacora Cama (Perú) • Silmara Cestari (Brasil) • Tania Ferreira Cestari (Brasil) • María Cristina Corbella (Argentina) • Carola Durán-McKinster (México) • Francisco González Otero (Venezuela) • Evelyne Halpert Ziskiend (Colombia) • María Isabel Herane (Chile) • Juan Honeyman Mauro (Chile) • Celia Moisés Alfaro (Perú) • Zilda Najjar Prado de Oliveira (Brasil) • María de la Luz Orozco (México) • Ramón Ruiz-Maldonado (México) • Gadwyn Sánchez Félix (Perú) • Andrea Santos Muñoz (Argentina) • Enrique Úraga Pazmiño (Ecuador) • Jairo Victoria Chaparro (Colombia) Dermatología Pediátrica Latinoamericana es la revista ofiocial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica de edición cuatrimestral, y su objetivo es difundir y promover los trabajos de investigación dermatológica pediátrica y otros artículos de divulgación del conocimiento de esta importante subespecialidad de la dermatología en el ámbito latinoamericano, dirigida a dermatólogos y pediatras latinoamericanos. Los artículos para publicación y la correspondencia serán recibidos exclusivamente por correo electrónico, debiendo ser dirigidos a la siguiente dirección: [email protected]. Todos los derechos son reservados, ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en cualquier forma.(Copyright ©): Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica, Arenales 2557, 1º A, (1425), CABA, Buenos Aires, ArgentinaTelefax: +54 11 4127-0264 / 4821-4407 EDITOR ONLINE • Paula Boggio TRADUCCIÓN • Paula Luna (Inglés) / Paula Boggio (Portugués) REVISOR • Lucila Carzoglio PÁGINA WEB www.revista-sladp.com PRODUCCIÓN GRÁFICA Y EDITORIAL • Sandore B. Diseño de Gastón A. Del Popolo. Helguera 3722, CABA, Buenos Aires, Argentina. Tel: +54-11-6332-5956. E-mail: [email protected] Dermatología Pediátrica Latinoamericana Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica ISSN 1812-9048 Volumen 10 • Número 3 Septiembre/Diciembre 2012 CONTENIDO trabajo de revisión “Piercing” y sus complicaciones 90 Paula Boggio, Margarita Larralde trabajo original Pseudoacné de la línea transversa nasal: variedades de presentación 97 Karen Rambaut, Paula Yarmuch, Paula C. Luna, María E. Abad, Margarita Larralde comunicación de casos Un caso de síndrome de Adams-Oliver con venas congénitas, dilatadas y persistentes en el cuero cabelludo 102 María Rosa Cordisco, Felipe Velasquez, Agustina Lanoel, Ilya Lim, Susana Persico Foliculitis pustular eosinofílica neonatal: un caso. Silvina Sartori, Alejandra Ulibarrie, Andrés De La Peña, Georgina N. Tregnaghi, Martín Varela haga su diagnóstico Lactante con placas eritematoescamosas circinadas rezumantes 106 109 Yanina Vedia, Paula Boggio, María E. Abad, Cristina Corbella, Margarita Larralde correlato clínico-patológico Niña de seis meses de vida con tumoración en la punta nasal 113 Margarita Larralde, Karen Rambaut, María Cecilia Curmona, Paula C. Luna, Roberto Schroh terapéutica Hiperhidrosis primaria: tratamiento con oxibutinina 116 Bruno Ferrari, Jesica Waimann, Margarita Larralde revisión bibliográfica María Eugenia Abad, Andrea B. Cervini 120 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing y sus complicaciones 90 Paula Boggio Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J.M. Ramos Mejía Margarita Larralde Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J.M. Ramos Mejía Servicio de Dermatología del Hospital Alemán de Buenos Aires Buenos Aires, Argentina Resumen El piercing (perforación en español) es una práctica que consiste en la perforación de los tejidos blandos con la posterior inserción de un objeto en el orificio realizado. Constituye un fenómeno de ornamentación corporal bien conocido desde hace siglos que, en las dos últimas décadas, se ha tornado relativamente popular, sobre todo entre adolescentes y adultos jóvenes. En la práctica moderna los adornos se aplican en diversas áreas del cuerpo, siendo cada vez más común que se encuentren en sitios “de riesgo”, como orejas, nariz, cejas, boca, mentón, mejillas, aréolas mamarias, pezones, ombligo y genitales externos. En este trabajo se describen los distintos tipos de piercing y las complicaciones locales y sistémicas que originan. Palabras clave: complicaciones; piercing Abstract Piercing consist on the soft tissue perforation with the subsequent introduction of an object in the performed hole. It is a well known phenomena of body decoration that became relatively popular in the last two decades, especially among teenagers and young adults. This modern practice includes its use in several body areas and currently is more common to find them on risk zones as ears, nose, eyebrown, chin, cheeks, areolas, nipples, navel and external genitals. In this article the different types of piercing and their local and systemic complications are described. Key words: complications; piercing Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 90-6. INTRODUCCIÓN El fenómeno denominado arte corporal incluye tatuajes, piercing y escarificación. Estas tres prácticas se consideran procedimientos de modificación corporal y se encuentran dentro del espectro de la llamada “decoración corporal”, que abarca:1,2 1.Pintura corporal: como modalidad más leve, es de carácter temporal y consiste en colorear distintas partes del cuerpo. 2.Decorado corporal: son procedimientos en su mayoría temporarios, que incluyen el corte, peinado, coloreado y ornamentación del cabello, el esmaltado de las uñas y la perforación del lóbulo de las orejas para el uso de aros. 3.Modificación corporal: forma más severa Correspondencia: Paula Boggio Agüero 2015, piso 6, CABA, Buenos Aires, Argentina CP: 1425 E-mail: [email protected] de este espectro que comprende procedimientos permanentes, desde aquellos que producen modificaciones corporales leves (por ejemplo, un tatuaje) hasta formas graves de mutilación (como la escarificación). La palabra inglesa piercing significa perforación y refiere a una práctica en la que se perforan los tejidos blandos con una aguja de 12 a 16 G y luego se inserta un objeto (pendiente, aro o joya) en el orificio realizado. Su aplicación con pistolas sólo se recomienda en los piercing de los lóbulos de las orejas. El tiempo de cicatrización del sitio perforado es muy variable y puede tardar desde dos semanas para un piercing de clítoris hasta 9-12 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing Paula Boggio/Margarita Larralde semanas para un piercing de clítoris hasta 9-12 meses para uno de ombligo.1 El piercing corporal constituye un fenómeno de ornamentación corporal bien conocido desde hace siglos que, en las dos últimas décadas, se ha tornado relativamente popular, sobre todo entre adolescentes y adultos jóvenes.2,3 En el pasado, estaba relacionado fundamentalmente con ritos religiosos o implicaba un signo de estatus social, pero en la actualidad se usa sin estos significados en diversas áreas del cuerpo que, si bien son cada vez más comunes, constituyen sitios “de riesgo”, como ejemplo:4-6 •Orejas: en el hélix (Figura 1) y el trago (Figura 2). •Nariz: en las alas nasales (Figura 3), el septum y el puente nasal. •Cejas (Figura 4). 5 6 7 1 3 2 4 Figura 1. Piercing de oreja (hélix), tipo lobe plug. Figura 2. Piercing de oreja (trago), tipo labret stud. Figura 3. Piercing de nariz (ala nasal), tipo captive bead. Figura 4: Piercing de ceja (tercio externo), tipo curve barbell. •Boca: en el labio inferior (Figura 5), la lengua (Figura 6), la úvula y el frenillo lingual. Figura 5. Piercing de labio inferior, tipo circular barbell. Figura 6. Piercing de lengua, tipo barbell. Figura 7. Piercing de ombligo. •Mentón y mejillas. •Aréolas mamarias o pezones. •Ombligo (Figura 7). •Genitales externos: en el escroto y el pene en el varón, y en los labios mayores y menores de la vulva, la horquilla vulvar y el clítoris en la mujer. Las razones por las cuales los adolescentes practican el piercing corporal, así como otras técnicas de modificación del cuerpo, son extremadamente variables.1,3,5 La mayoría de las veces tiene una connotación positiva y se considera una manifestación de arte y belleza, una forma de recordar algo de la autobiografía (el piercing marca un hecho para conmemorar o celebrar), un modo de aumentar el atractivo, una identificación con modelos que han experimentado las mismas modificaciones, un signo de pertenencia a un determinado grupo, una demostración de rebeldía contra lo establecido o, en ocasiones, se utiliza para aumentar el placer sexual propio y el de los compañeros.2 No obstante, hay que tener en cuenta la posibilidad de que esta práctica tenga un significado negativo, especialmente relacionado con la depresión y autoa- 91 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing Paula Boggio/Margarita Larralde gresión.2 En algunos estudios se ha establecido que los adolescentes y adultos jóvenes portadores de tatuajes y/o piercing tienen una probabilidad mayor de tener conductas de riesgo, como abuso de alcohol y drogas ilícitas, o relaciones sexuales casuales.1 No hay investigaciones en las que se describa con exactitud la prevalencia del piercing corporal en la población general.1 Esta varía ampliamente según la edad y el grupo social considerado.4 En un estudio de corte transversal hecho entre individuos americanos de entre 18 y 50 años de edad, se encontró que el 49% de las mujeres y el 19% de los varones poseían piercing de los lóbulos de las orejas, mientras que el 21% de las mujeres y el 8% de los varones los tenían en otros sitios del cuerpo. Por su parte, Mayers et al., en un análisis estadístico realizado en Estados Unidos en una población de estudiantes universitarios no graduados, hallaron una prevalencia de piercing corporal del 51%.7 En algunos trabajos se estima que la prevalencia del piercing oral se encuentra entre el 3,4 y el 8 20,3%. DESARROLLO Tipos de piercing1 Según la forma de la joya: •Barbell: barra rematada por dos esferas 2 en los extremos que se insertan a rosca (Figura 6). •Captive bar: anillos de tubos cerrados, completamente lisos, que pueden girar 360 grados. •Captive bead: anillo de tubos cerrados, que se cierra por una bola a presión (Figura 3). •Circular barbell: barra con forma de medio círculo (Figura 5). •Curve barbell: barra con una ligera curvatura (Figura 4). •Ear plug: tubos que se introducen en el lóbulo de la oreja y se ajustan con dos anillos en los extremos anterior y posterior. •Labret stud: tipo tacha 4 (Figura 2) •Nipple shields: escudos sostenidos en su lugar por una barra con pesas o con un anillo. •Septum: puntos y colmillos con una muesca central que los mantiene en su lugar. •Lobe plug: barra con bolas o puntas en sus extremos para perforaciones de gran tamaño en las orejas (Figura 1). Según los materiales de la joya:1 •Plásticos: son de alta densidad, no porosos, tipo nylon monofilamento o acrílico. Se rom- pen fácilmente y tienen una duración de 3 a 6 meses, por lo que en general no se emplean. •Metálicos: son de titanio, acero quirúrgico, oro (14 o 18 kilates), platino o niobio. Estos materiales son los únicos que deben utilizarse en un piercing nuevo. Complicaciones del piercing 1 En relación directa con el aumento del piercing corporal en los últimos años, se registra un incremento en la incidencia y se conocen nuevas complicaciones. Si bien la mayoría son menores y locales4,7, existen algunas que pueden comprometer la vida del paciente.9,10 Se estima que las complicaciones médicas del piercing corporal ocurren en un 17 a 70% de los casos.4,5,7 Estas pueden clasificarse en: a. Comunes a todos los piercing1 a.1. Locales:1,4 •Dolor en el sitio de la aplicación. •Inflamación en el lugar de la aplicación: eritema y edema de la zona. •Hemorragia local: suele ocurrir en el momento de la aplicación o inmediatamente después. •Infección de los tejidos blandos locales: eritema, edema, aumento de la temperatura local y supuración con formación de costras. La mayoría ocurre por gérmenes de la flora local del sitio perforado y se debe a medidas de higiene insuficientes Figura 8 Piercing de labio superior con signos de infección local: eritema, edema y supuración en torno al aro. (Figura 8). Los gérmenes más comúnmente aislados en infecciones asociadas al piercing son los estafilococos, estreptococos y pseudomonas, aunque también existen comunicaciones de infeccio- 92 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing Paula Boggio/Margarita Larralde nes locales por mycobacterias atípicas.11 •Signos de isquemia en el sitio de aplicación: edema, color azul-violáceo de la zona, disminución de la temperatura local, dolor y necrosis.12 •Embedding (incrustación) del objeto (Figura 9): puede ser una complicación inmediata o Tipo de infección Germen responsable Pericodritis (con pérdida de cartílago) Endocarditis (generalmente sobre anomalía cardíaca previa) cutáneos S. aureus S. epidermidis Estreptococo beta hemolítico del grupo A mucosos Streptococcus viridans Neisseria mucosa Haemophilus aphrophilus Haemophilus parainfluenzae Artritis séptica Estreptococo beta hemolítico del grupo A Osteomielitis S. aureus Síndrome del shock tóxico S. aureus Linfadenitis Lactobacillus Tétanos Clostridium tetani Glomerulonefritis aguda Clostridium tetani Angina de Ludwig mucosa oral Streptococcus viridans Neisseria mucosa Haemophilus aphrophilus Haemophilus parainfluenzae Gangrena de Fournier mucosa genital masculina Estreptococos del grupo A, bacilos Gram negativos y anaerobios Abscesos cerebrales lingual asociado a infección mixta (S. viridans, Peptoestreptococcus micros, Actinomyces sp, Eikenella corrodens) Lupus vulgar (tuberculosis cutánea) nasal Mycobacterium tuberculosis Figura 9 Embedding de piercing del lóbulo de la oreja. tardía. 4,8 •Rechazo a la joya: puede provocar su expulsión o migración. •Desgarros o laceraciones de los tejidos vecinos: especialmente en la uretra, el ombligo, la boca y los pezones. •Alteraciones de la cicatrización: cicatrices 2 hipertróficas o queloides, y formación de quistes en 5 el cierre de la perforación. •Hipo o hiperpigmentación posinflamatoria. •Hipoestesia crónica. •Riesgos anestésicos y quirúrgicos: interferencia en el acceso de la vía aérea, laringoespasmo posoperatorio, presión en el área de cirugía, quemaduras electroquirúrgicas y dificultades con la cateterización, entre otros.12 a.2. Sistémicas:1 •Infecciones sistémicas, especialmente 4 bacterianas (Cuadro 1). •Transmisión de hepatitis B, C y D: la tasa de transmisión es mayor que cuando se realizan tatuajes y, con el aumento del número de piercing, se incrementa aún más el riesgo. La transmisión de HIV es otro peligro potencial.4 •Obstrucción de las vías aéreas superiores, secundaria a inflamación local severa. •Desarrollo de argiria (un caso descripto en la literatura, relacionado con la colocación de un aro de plata).13 93 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing Paula Boggio/Margarita Larralde Cuadro 1. Infecciones bacterianas secundarias al piercing. (Modificado de: Laumann A. Body art. En: Wolff K, Goldsmith LA, Katz SI, Gilchrest BA, Paller AS, Leffell DJ, eds. Fitzpatrick’s Dermatology in General Medicine, 7th ed. McGraw-Hill Medical, New York, USA, 2008:890.1) cripto en la literatura de una reacción granulomatosa a un objeto constituido por una aleación de 17 titanio en un piercing del lóbulo auricular. b. Dependientes de la localización del piercing b. 1. Boca:14 •Trauma gingival: ocurre especialmente en la encía lingual anterior con los piercing de lengua y causa recesión gingival y movilidad dentaria.5,8 •Trauma dentario (fisuras y fracturas de piezas dentarias).5 •Trastornos del habla.5,11 •Trastornos del gusto.8 •Sialorrea (vinculada al hábito del sujeto de succionar y jugar con el objeto).5,8 •Neuralgia atípica del trigémino (un caso 15 descripto por un piercing lingual). •Obstrucción de las vías aéreas superiores por aspiración de la joya.5 •Deglución del objeto con posible daño del tubo digestivo.12 b.2. Pabellones auriculares: •Pericondritis y deformación del cartílago.4,5 2 1 b.3. Genitales: •Ruptura de profilácticos u otros medios anticonceptivos de barrera, con el consiguiente riesgo de un embarazo no deseado y/o contagio de enfermedades de transmisión sexual.12 •Mujeres: hipoestesia del clítoris. •Hombres: fimosis o cicatrices retráctiles periuretrales, priapismo, parafimosis e hipospadia. b.4. Aréolas mamarias y pezones:12 •Mastitis. •Galactorrea (secundaria 4 a hiperprolactinemia por estimulación del pezón). •Daño de los conductos galactóforos y dificultad en el amamantamiento. c. Dependientes del material del piercing1 •Dermatitis de contacto alérgica: especialmente al níquel, pero también al cromo, zinc y cobalto. Cursa con placas eritemato-vesiculosas y descamativas, muy pruriginosas, en sitios vecinos al objeto metálico que desencadena la reacción, e histológicamente tiene un patrón espongiótico (Figuras 10 y 11).16 También existe un caso des- 10 11A 11B Figura 10. Dermatitis de contacto alérgica a piercing de ombligo: placas eritemato-vesiculosas en la piel periumbilical. Figura 11. Queilitis de contacto alérgica (A) a piercing de lengua (B). cripto en la literatura de una reacción granulomatosa a un objeto constituido por una aleación de titanio en un piercing del lóbulo auricular.17 •Dermatitis de contacto granulomatosa: reacción poco frecuente, relacionada con metales diferentes al níquel (el más comúnmente involucrado es el tiosulfato sódico de oro). Cursa con pápulas o nódulos eritemato-violáceos en el sitio de contacto con el metal desencadenante y en la histología de las lesiones se encuentra un infiltrado inflamatorio granulomatoso, que puede ser sarcoidal o tuberculoide. Se ha descripto su ocurrencia en piercing de los lóbulos de las orejas.18 Dependiendo de la complicación que se suscite, en ocasiones se deben solicitar estudios complementarios. Dentro de las más comunes se encuentran: •Infección local: toma de muestras de partes blandas para cultivos bacteriológicos y el correspondiente antibiograma, para identificar el germen responsable e instaurar el tratamiento adecuado. •Embedding o migración de la joya: radiografía simple (si la joya es metálica) o ecografía de 94 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing Paula Boggio/Margarita Larralde partes blandas para identificar la localización del objeto. Cabe mencionar los tratamientos de urgencia que deben realizarse en los siguientes casos: •Paciente con síntomas y signos de infección sistémica: hospitalización, cultivos de partes blandas y hemocultivos, junto con medidas de soporte y antibioticoterapia endovenosa de amplio espectro. •Paciente con síntomas de obstrucción de las vías aéreas superiores: Por inflamación local: utilizar corticoides sistémicos y evaluar la necesidad de asistencia respiratoria mecánica. Por aspiración de la joya: hacer una endoscopía para extraer el objeto y evaluar la necesidad de asistencia respiratoria mecánica. •Paciente con signo-sintomatología de isquemia local: extirpar el objeto y tomar medidas para reinstaurar el adecuado flujo sanguíneo en la zona afectada. DISCUSIÓN La prevención de las complicaciones asociadas a la práctica del piercing corporal depende fundamentalmente de una correcta técnica de aplicación del objeto. Para ello es necesario el entrenamiento de los individuos que la realizan con respecto a:6,8,13 •Los sitios que pueden ser perforados con 2 relativa seguridad. •El tamaño apropiado de la pieza para la zona anatómica donde se hará la aplicación. •Las correctas medidas de asepsia y la 4 adecuada esterilización del equipo a utilizar. •El tratamiento de la inflamación e infección local. •El conocimiento de las contraindicaciones: debería evitarse en embarazadas, diabéticos descompensados, enfermos cardíacos (especialmente con valvulopatías), alérgicos a metales y en aquellos pacientes con coagulopatías o en tratamiento con anticoagulantes. Ante la aparición de cualquiera de las complicaciones mencionadas, es importante la derivación o consulta médica inmediata. Finalmente, se enumeran algunas recomendaciones útiles para los padres:6 •Si su hijo quiere hacerse un piercing hay que conversar con él sobre el motivo (estar atento a otras conductas de riesgo y a cambios en el carácter y/o comportamiento). A su vez, es fundamental aclararle las posibles complicaciones inmediatas y tardías de esta práctica. •Cuando se decide la colocación del piercing, debe elegirse cuidadosamente el lugar donde se hará la práctica (averiguar los antecedentes del local, si cumple con las condiciones de higiene necesarias y si cuenta con personal debidamente capacitado). Además, hay que asesorarse sobre qué joya es la adecuada para el sitio elegido y, antes de realizar la práctica, también es importante aplicarse la vacuna antitetánica. Una vez que se ha hecho el piercing, se debe estar atento a la aparición de cualquier síntoma o signo y, en tal caso, hay que realizar una consulta médica inmediata. •Desaconsejar siempre la realización de piercing caseros. 95 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo de revisión Piercing Paula Boggio/Margarita Larralde REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Laumann A. Body art. En: Wolff K, Goldsmith LA, Katz SI, Gilchrest BA, Paller AS, Leffell DJ, eds. Fitzpatrick’s Dermatology in General Medicine, 7th ed. McGraw-Hill Medical, New York, USA, 2008: 888-91. 2. Selekman J. A new era of body decoration: what are kids doing to their bodies? Pediatr Nurs. 2003; 29:77-9. 3. Stim A. Body piercing: medical consequences and psychological motivations. Lancet. 2003; 361:1205-15. 4. Fijalkowska M, Pisera P, Kasielska A, Antoszewski B. Should we say no to body piercing in children? Complications after ear piercing in children. 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Allergic contact granuloma: an uncommon reaction to pierced earrings in a child. Pediatr Dermatol. 2009; 26:620-1. 96 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo original Pseudoacné de la línea transversa nasal: variedades de presentación 97 Margarita Larralde Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J. M. Ramos Mejía, Servicio de Dermatología, Hospital Alemán Karen Rambaut Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J.M. Ramos Mejía Paula Yarmuch Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J.M. Ramos Mejía Paula C. Luna Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J.M. Ramos Mejía, Servicio de Dermatología, Hospital Alemán María E. Abad Sección Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología, Hospital J.M. Ramos Mejía, Servicio de Dermatología, Hospital Alemán Buenos Aires, Argentina Resumen El pseudoacné de la línea transversa nasal (PLTN) es un cuadro benigno, no asociado a patología sistémica, que se caracteriza por la presencia de lesiones similares a las del acné en la unión de los tercios medio e inferior del puente nasal, sitio que anatómicamente corresponde a la zona de unión de los cartílagos nasales alares y triangulares. En esta área anatómica han sido descriptas líneas de color piel, hipo o hiperpigmentadas, con o sin atrofia, que en su trayecto pueden desarrollar quistes de milium, comedones, pápulas y/o pústulas. El diagnóstico de PLTN debe ser considerado en todo paciente con una pápula de evolución crónica o quistes de milium en la línea transversa nasal, especialmente si tiene antecedentes de frotamiento de la nariz o rinitis alérgica. Presentamos 10 pacientes, 9 pediátricos y un adulto, con lesiones en la línea transversa nasal. Las diferentes manifestaciones clínicas observadas fueron pápulas, comedones, quistes de milium y/o hipopigmentación. Concluimos que las lesiones en la línea transversa nasal son más frecuentes que lo descripto en la literatura y que existe un espectro clínico muy amplio, que va desde una mínima hipopigmentación lineal hasta la presencia de lesiones quísticas. Algunos autores, al igual que nosotros, se replantean el nombre de esta entidad por la presencia de comedones. Palabras clave: línea transversa nasal; pseudoacné Abstract Pseudoacne of the nasal crease is a benign isolated condition, characterized by lesions that resemble acne at the junction of the middle and lower thirds of the nose, known as nasal crease, that anatomically corresponds to the site of union of the alar and triangular nasal cartilages. Different types of lesions have been described in this area: atrophic lines, hypo or hyperpigmented lines with or whithout atrophy that may develop milium cysts, comedones, papules and/or pustules. Pseudoacne of the nasal crease should be suspected in any individual with chronic papular lesions or milia over the nasal crease, especially when having a history of chronic rubbing of the nose or rhinitis. We present 10 patients (9 children and an adult) with lesions over the nasal crease. Different clinical manifestations observed were: papules, comedones, milium cysts and/or hypopigmentation. We conclude that these clinical presentations are likely much more common than reported in the literature and that a wide spectrum of lesions exists, ranging from a minimal hypopigmented crease to cystic lesions. Considering the common finding of comedones, we also suggest -as well as Correspondencia: Margarita Larralde Arenales 2557, 1° A, CABA, Buenos Aires, Argentina CP: 1245 E-mail: [email protected] Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo original Pseudoacné de la línea transversa nasal Margarita Larralde et al. other authors- that the name pseudoacne should be revised. Key words: pseudoacne; transverse nasal crease Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 97-101. INTRODUCCIÓN La nariz procede de las cinco llamadas prominencias faciales. La prominencia frontonasal da origen al puente mientras que los procesos nasales mediales fusionados forman la cresta y la punta, y los procesos nasales laterales constituyen las alas de la nariz. Su desarrollo se inicia hacia la sexta-séptima semana de gestación.1 La línea transversa nasal es una variante anatómica ubicada en la unión de los tercios medio e inferior del puente nasal, sitio que corresponde al lugar de unión de los cartílagos na2 sales alares y triangulares. Algunos autores, como Shelley, postulan que la línea transversa nasal representa una falla embriológica, producida en el sitio de fusión de las prominencias frontonasal y nasal medial, que predispondría a la producción de quistes de retención que se presentan como milia y comedones.3 La línea transversa nasal puede ser permanente o transitoria, y suele estar presente en las personas que tienen el hábito de frotarse la nariz, conocido como “saludo alérgico”. Una variante congénita y familiar también ha sido descripta en pacientes sin 2,6 historia atópica. Esta línea puede ser asiento de distintas lesiones, como quistes de milium, quistes epidérmicos y comedones. La afección de esta zona, de evolución crónica, fue recientemente descripta como pseudoacné de la línea transversa nasal (PLTN) y se presenta en preadolescentes y adolescentes. Clínicamente se manifiesta con pápulas eritematosas, pústulas (ocasionalmente), quistes de milium y, en estadios avanzados, con lesiones cicatrizales blanquecinas y firmes.4 Las lesiones están presentes durante muchos meses e incluso años antes de la consulta médica y los pacientes describen un aumento gradual de las mismas.2 Su examen histológico muestra granulomas con queratina, células gigantes de cuerpo extraño y un infiltrado de células mononucleares.2,5 El tratamiento incluye el uso de agentes tópicos, como peróxido de benzoílo, corticoides o antibióticos locales mientras que las lesiones refractarias y de gran tamaño suelen requerir la extirpación quirúrgica.2,4 SERIE DE CASOS Se presenta una serie de 10 pacientes con PLTN. Sus edades al momento de la consulta así como el sexo, el antecedente de enfermedad atópica, la edad de aparición de las lesiones nasales, así como su presentación clínica y los tratamientos indicados en esta población, se resumen en la Tabla 1. Tabla 1. Datos epidemiológicos, clínicos y terapéuticos de los 10 casos de PLTN. Paciente Sexo Edad Edad de aparición Atropía 1 F 6 años 4 años No Pápulas eritematosas, comedones y quistes de milium (Figura 1) Adapaleno 0,3% 2 3 M 2 años Nacimiento No Quistes de millium (Figura 2) Peróxido de benzoílo F 6 años 5 años No Pápulo-pústulas y comedones (Figura 3) Peróxido benzoílo + clindamicina 4 M 6 años Desconocido Sí Comedones Expectante 5 F 7 años 6 años No Quistes Expectante 6 M 6 años 3 años No Comedones y quistes, hipopigmentación Expectante Clínica Tratamiento 98 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo original Pseudoacné de la línea transversa nasal Margarita Larralde et al. Tabla 1. Continuación. Paciente Sexo Edad Edad de aparición Atropía Clínica Tratamiento 7 F 11 años 1 años No Comedones y pústulas (Figura 4) Peróxido benzoílo + clindamicina 8 9 M 10 años 9 años Sí Pápulas (Figura 5) Eritromicina F 40 años Desconocido Sí Comedones (Figura 6) Expectante 10 M 6 años Comedones y línea transversa marcada Adapaleno-peróxido benzoílo 11 meses Sí F: femenino; M: masculino. 1 2 3 4 5 6 Figura 1. Caso 1: pápulas, comedones y milia. Figura 2. Caso 2: Milia. Figura 3. Caso 3: pápula eritematosa y comedones abiertos. Figura 4. Caso 7: pápulas eritematosas y comedones cerrados. Figura 5. Caso 8: pápulas eritematosas. Figura 6. Caso familiar. 99 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo original Pseudoacné de la línea transversa nasal Margarita Larralde et al. DISCUSIÓN El PLTN fue descripto por Cornbleet en 1951 en niñas prepúberes y corresponde a una lesión en la línea nasal transversa.3 Ésta línea se encuentra ubicada en la unión de los tercios medio e inferior del puente nasal y anatómicamente corresponde al sitio de unión de los cartílagos nasales alares y triangulares. En esta área han sido descriptas líneas color piel, hipo o hiperpigmentadas, con o sin atrofia, que en su trayecto pueden presentar, además, quistes de milium, comedones, pápulas y pústulas.10,11 Algunas lesiones están presentes desde el nacimiento y también en la literatura han sido publicados casos familiares.7,8,13 Entre las teorías propuestas, algunas establecen que puede deberse a la distinta velocidad de crecimiento de los cartílagos nasales durante la niñez y a factores genéticos. Otras hipótesis hablan del “pliegue nasal alérgico”, que se produce por la manipulación habitual de la nariz, debido a la obstrucción crónica y picazón que sufren los pacientes con rinitis alérgica (acto que se realiza típicamente empujando la punta de la nariz 8,11 hacia arriba con la palma de la mano). Esta entidad tiende a hacerse menos notoria en la adultez y, en general, no requiere tratamiento específico. En casos muy floridos deben evaluarse diferentes herramientas terapéuticas, dependiendo de la manifestación clínica predominante. En lesiones pustulosas o comedones se ha comunicado el uso de agentes tópicos, como el peróxido de benzoílo o antibióticos locales, mientras que en casos de lesiones quísticas es posible realizar la extirpación quirúrgica.4,12 Al parecer los pliegues nasales transversales, con o sin milia o comedones, son variantes de la misma entidad.7,11 El diagnóstico de PLTN debe ser considerado en cualquier paciente con una pápula crónica en la línea transversa nasal. Una historia de frotamiento de nariz, rinitis alérgica o la presencia de milia a lo largo de un pliegue nasal transverso prominente proporciona claves adicionales.3,12 Presentamos 10 pacientes, 9 pediátricos y un adulto, con lesiones en la línea transversa nasal. Las edades de aparición de la entidad concuerdan con lo descripto en la literatura, ya que se presentan 9 pacientes prepúberes con una edad media de 6,6 años (rango entre 2 y 11 años). Además, en esta serie se describe un caso familiar: el de un adulto de 40 años, cuyo diagnóstico se hizo tras evaluar al hijo. En nuestra serie, la presencia de las lesiones desde el nacimiento ocurrió sólo en 1 de los 10 pacientes (10%). El tiempo de evolución al momento del diagnóstico varió entre los 11 meses y los 9 años. Hubo igual distribución entre ambos sexos, también en concordancia con la bibliografía. Si bien en la literatura se relaciona el pliegue nasal transverso con una historia previa de atopia, sólo en 4 de nuestros 10 pacientes (40%) encontramos este antecedente. Las manifestaciones clínicas observadas en nuestros casos fueron: comedones (70%), quistes de milium (40%), pápulas eritematosas (20%), pústulas (20%) e hipopigmentación (10%). Los tratamientos indicados fueron agentes tópicos en 6 pacientes (60%), mientras que se mantuvo una conducta expectante en 4 casos (40%). Todos tuvieron una buena evolución, sin la necesidad de extirpar posteriormente las lesiones. Cabe destacar que el 70% de nuestros pacientes presentó comedones. Esto no se encuentra contemplado en las primeras descripciones de la entidad, ya que es justamente la ausencia de esta lesión elemental lo que le da el nombre de pseudoacné al cuadro. Las lesiones nasales en la línea transversa nasal parecieran ser más frecuentes que lo descripto en la literatura. Existe un espectro clínico muy amplio, que va desde una mínima hipopigmentación lineal hasta la presencia de lesiones quísticas. Algunos autores, al igual que nosotros, se replantean el nombre de esta entidad por la presencia de comedones en muchos casos. 100 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 trabajo original Pseudoacné de la línea transversa nasal Margarita Larralde et al. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Sadler TW. Langman embriología médica con orientación clínica, 10° ed. Editorial Médica Panamericana, Buenos Aires; 2007:281-90. 2. Risma KA, Lucky A. 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Garrahan, Buenos Aires, Argentina Ilya Lim Department of Dermatology, University of Rochester, New York, USA Susana Persico Servicio de Neuroradiología, Hospital de Pediatría Prof. Dr. J.P. Garrahan, Buenos Aires, Argentina Resumen El síndrome de Adams-Oliver es un desorden congénito raro, caracterizado por la presencia de aplasia cutis congénita y defectos terminales transversos de los miembros. Comunicamos el caso de una niña de 4 años de edad con síndrome de Adams-Oliver que presenta venas congénitas, tortuosas y dilatadas en el cuero cabelludo, aplasia cutis congénita con defectos parciales del hueso craneal subyacente, calcificaciones intracraneales y anomalías leves de los pies. Palabras clave: aplasia cutis congénita; cutis marmorata telangiectásica congénita; defectos de los miembros; síndrome de Adams-Oliver Abstract Adams-Oliver syndrome is a rare congenital disorder characterized by aplasia cutis congenita and terminal transverse limb defects. We report a case of a 4-year-old girl with Adams-Oliver syndrome with congenital dilated and tortuous scalp veins, aplasia cutis congenita with partial underlying skull defects, intracranial calcifications, and mild foot anomalies. Key words: Adams-Oliver syndrome; aplasia cutis congenita; cutis marmorata telangiectatica congenita; limb anomalies Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 102-5. INTRODUCCIÓN Adams y Oliver describieron la asociación de defectos del cuero cabelludo y los miembros en 1945.1 Este cuadro recibió el nombre de aplasia cutis congénita con defectos terminales transversos de los miembros (ACC-DTTM), pero posteriormente se lo denominó síndrome de Adams-Oliver (SAO) (OMIM: 100300). Las malformaciones de brazos, manos, piernas o pies se observan en el 78% de los pacientes y tienden a ser asimétricas, con variaciones en la Correspondencia: María Rosa Cordisco 601 Elmwood Avenue, Box 697, Rochester, New York, USA CP: 14642 Email: [email protected] 2,3 expresión fenotípica. Aunque estos defectos en algunos pacientes pueden ser casi imperceptibles, otros presentan sindactilia, braquidactilia, agenesia de las uñas de las manos, pérdida de falanges terminales o ausencia total de un miembro. La aplasia cutis se presenta en el 75% de los pacientes y puede estar asociada a defectos de los huesos craneales subyacentes.4,5 Alrededor del 20% de los pacientes tiene anomalías vasculares, como cutis marmorata telangiec- Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 comunicación de casos Síndrome de Adams-Oliver María Rosa Cordisco et al. tásica congénita (CMTC), que puede ser localizada o generalizada6,7, o livedo reticularis. Otros hallazgos del SAO son: defectos cardíacos congénitos (como la tetralogía de Fallot, defectos septales, coartación de aorta y estenosis pulmonar), alteraciones del sistema nervioso central y anomalías oftalmológicas. riores, compatibles con livedo reticularis (Figura 2). También se halló sindactilia bilateral del 2º y 3º dedo de los pies, y clinodactilia del 5º dedo de su pie derecho (Figura 3). La paciente era producto del primer embarazo de padres sanos no consanguíneos. Había nacido por cesárea a las 37 semanas de gestación debido a placenta previa y su peso al nacer fue 2.700 gr. No CASO CLÍNICO Se presenta el caso de una niña de 7 meses de vida que fue derivada por presentar en el cuero cabelludo venas grandes, prominentes y tortuosas, áreas pequeñas de piel atrófica con crecimiento de cabello en parches en el cuero cabelludo y algunas costras (Figura 1). Figura 3 1 2 Figura 1. Recién nacido: aplasia cutis y venas grandes y tortuosas en el cuero cabelludo. Figura 2. Venas superficiales dilatadas con patrón reticular en los miembros inferiores. En el examen físico se observaron además, venas violáceas y dilatadas, dispuestas con un patrón moteado y reticular en el tronco y los miembros infe- Sindactilia del 2º y 3º dedo de los pies y clinodactilia del 5º dedo del pie derecho. había antecedente de trauma perinatal ni evidencia de anomalías vasculares o cardíacas. Tampoco presentaba historia familiar de SAO. Los análisis de laboratorio básicos estuvieron dentro de parámetros normales y las determinaciones serológicas de rutina (hepatitis B y C, sífilis, toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus y herpes simple) fueron negativas. Las ecografías transfontanelar y abdominal, y el ecocardiograma no mostraron alteraciones, pero la tomografía computada tridimensional (TC 3D) de cráneo con reconstrucción evidenció una agenesia ósea parcial del área del vértex del cráneo y las fontanelas anterior y posterior abiertas (Figura 4). Además, se detectaron calcificaciones cerebrales bilaterales localizadas en el área periventricular. En base a las anomalías congénitas del cuero cabelludo y a los defectos terminales transversos de las extremidades, la paciente fue diagnosticada como portadora de un SAO. Durante su seguimiento, presentó áreas ulceradas en el cuero cabelludo que fueron tratadas con antibióticos tópicos y sistémicos, y curaciones locales. Estas úlceras cicatrizaron cuando la paciente 103 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 comunicación de casos Síndrome de Adams-Oliver María Rosa Cordisco et al. Figura 4 Figura 6 TC 3D: agenesia parcial del cráneo en el área del vértex y persistencia de las fontanelas anterior y posterior abiertas. RM 3D: reconstrucción que muestra la persistencia de venas dilatadas en el cuero cabelludo tenía 18 meses de vida y dejaron áreas de alopecia cicatrizal. Las venas dilatadas del cuero cabelludo persistieron con iguales características (su apariencia a los 4 años de edad de la niña se observa en la Figura 5). Una resonancia magnética (RM) cerebral descartó la presencia de malformaciones vasculares intracraneales y una reconstrucción tridimensional (RM 3D) mostró la presencia de venas dilatadas persistentes (Figura 6). Figura 5 A los 4 años de edad: venas dilatadas persistentes en el cuero cabelludo. COMENTARIO El SAO es una condición congénita que se presenta con anomalías de las extremidades y defectos del cuero cabelludo. Se han descripto casos esporádicos y también familiares y existe una heterogeneidad genética. La mayoría de los casos publicados tuvo una transmisión autosómica dominante (AD), pero también se ha documentado la herencia autosómica recesiva (AR). Recientemente se identificó una forma de SAO autosómica dominante causada por una mutación heterocigota de ARHGAP31 (miembro de la familia Rho Gap). La expresión de ARHGAP31 durante el desarrollo está confinada al desarrollo inicial de las extremidades y a las estructuras cardíacas tempranas.8 La forma AR del SAO es determinada por mutaciones del gen DOCK6, que producen la inactivación de dos miembros de la familia Rho-GTPasa: Cdc42 y Rac1. Esto genera la desorganización de la actina del citoesqueleto y las anomalías subsecuentes, como la aplasia cutis congénita y los defectos de las extremidades.9 El diagnóstico diferencial del SAO incluye otros síndromes que comparten la presencia de alteraciones de las extremidades y lesiones cutáneas ulceradas, como ser: el síndrome de Goltz, la cutis marmorata telangiectásica congénita y el síndrome de las bandas amnióticas. 104 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 comunicación de casos Síndrome de Adams-Oliver María Rosa Cordisco et al. El manejo del SAO es fundamentalmente sintomático. A pesar de que el tratamiento de la aplasia cutis es controvertido, las lesiones pequeñas pueden ser controladas sin intervención quirúrgica. Se ha descripto la restauración ósea completa de los defectos craneales a la edad de 5 años, luego de un manejo conservador.10 Cuando los defectos del cuero cabelludo y/o craneales son severos, la intervención quirúrgica precoz con injertos está indicada. Puede haber complicaciones, como infecciones, meningitis o hemorragia, por lo que se recomienda el tratamiento antibiótico sistémico profiláctico para las lesiones ulceradas. En nuestra paciente no hubo compromiso de la duramadre ni herniación del tejido cerebral. Las úlceras se trataron de manera conservadora con aplicaciones diarias de apó- sitos estériles, junto con antibióticos tópicos y sistémicos. Tampoco aparecieron infecciones o sangrado. Si bien las venas dilatadas del cuero cabelludo persistieron, las otras lesiones a este nivel y la livedo reticularis resolvieron parcialmente en los 18 meses posteriores a la consulta. La paciente tiene actualmente 4 años, está asintomática y sus exámenes neurológicos y el desarrollo psicomotor son normales. En conclusión, esta niña reunió los criterios diagnósticos del SAO y no tuvo compromiso de órganos mayores. Un aspecto a destacar de este caso es su asociación con grandes venas congénitas, dilatadas y persistentes en el cuero cabelludo, lo cual podría corresponder a una manifestación pleiotrópica de la alteración genética subyacente. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Adams FH, Oliver C. Hereditary deformities in man due to arrested development. J Hered. 1945; 36:3-7. 2. Scribanu N, Temtamy SA. The syndrome of aplasia cutis congenita with terminal transverse defects of limbs. J Pediatr. 1975; 87:79-82. 3. Frank RA, Frosch PJ. 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Am J Hum Genet. 2011; 88:574-85. 9. Shaheen R, Faqeih E, Sunker A, Morsy H, Al-Sheddi T, Shamseldin HE, et al. Recessive mutations in DOCK6, encoding the guanidine nucleotide exchange factor DOCK6, lead to abnormal actin cytoskeleton organization and Adams-Oliver syndrome. Am J Hum Genet. 2011; 89:328-33. 10. Rhee ST, Colville C, Buchman SR, Muraszko K. Complete osseous regeneration of a large skull defect in a patient with cutis aplasia: a conservative approach. J Craniofac Surg. 2002; 13:497-500. 105 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 comunicación de casos 106 Foliculitis pustular eosinofílica neonatal: un caso Silvina Sartori Dermatóloga y Pediatra, a cargo del Servicio de Dermatología, Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, Santa Fe Alejandra Ulibarrie Andrés De La Peña Dermatólogos, asistentes del Servicio de Dermatología, Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, Santa Fe Georgina N. Tregnaghi Médica Concurrente del Servicio de Pediatría, Hospital J.B. Iturraspe, Santa Fe Martín Varela Patólogo, Jefe del Servicio de Patología, Hospital Italiano, Rosario Argentina Resumen La foliculitis pustular eosinofílica (FPE) constituye una alteración folicular rara, de origen desconocido, que puede presentarse en el período neonatal. Es una enfermedad autolimitada y actualmente se la incluye dentro de las pustulosis neonatales estériles. Se comunica el caso de un niño de 8 meses de edad con episodios recurrentes de pápulas y pústulas foliculares pruriginosas en el tronco y el cuero cabelludo, presentes desde el primer día de vida. El examen de laboratorio para bacterias y hongos fue negativo. Se realizó la biopsia de una lesión, donde se observó infiltrado folicular y perifolicular constituido por eosinófilos. Palabras clave: eosinófilo; foliculitis; foliculitis pustular; neonatal Abstract Eosinophilic pustular folliculitis is an uncommon follicular disorder of unknown etiology, which may begin in the neonatal period. It is a self-limiting disease and nowadays it is considered within the sterile neonatal pustulosis. We report a case of an 8-month-old boy who had recurrent episodes of pruritic follicular papular and pustular lesions on the trunk and scalp from the first day of life. Laboratory examination looking for infections caused by bacteria and fungi were negative. A skin biopsy was performed showing both perifollicular and follicular infiltrate of eosinophils. Key words: eosinophil; folliculitis; pustular folliculitis; neonatal Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 106-8. La foliculitis pustular eosinofílica (FPE) es una entidad rara y autolimitada, de origen desconocido, que se caracteriza por el desarrollo de pápulas y pústulas estériles foliculares, pruriginosas y recurrentes, que aparecen sobre una base eritematosa. La enfermedad fue descripta por primera vez por Ofuji et al. en 1970 en adultos1 y el primer caso en 2 niños fue publicado por Lucky et al. en 1984. Describimos un caso de FPE con el fin de destacar su importancia en el diagnóstico diferencial de las pustulosis neonatales estériles y evitar la prescripción innecesaria de tratamiento antibiótico. CASO CLÍNICO Niño de 8 meses de vida que fue traído a la consulta por presentar pápulas y pústulas pruriginosas localizadas en el cuero cabelludo y el tronco, autolimitadas y recurrentes (refiere 4 brotes en total), Correspondencia: Silvina Sartori Hipólito Irigoyen 3232, Santa Fe, Argentina CP: 3000 E-mail: [email protected] con duración aproximada de entre 7 a 10 días. El primer brote se remontaba al período neonatal, a las 24 horas de vida. No tuvo registros febriles. Al examen físico presentaba buen estado general y Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 comunicación de casos Foliculitis pustular eosinofílica neonatal Silvina Sartori et al. se observaban lesiones distribuidas en el cuero cabelludo, la región anterior y posterior del tronco y la parte proximal de los muslos (Figuras 1 y 2). Durante el último brote se le realizó un hemograma en el que se constató una leucocitosis de 11.870/ml, con un valor de 5,1% de eosinófilos. El estudio histológico de una de las lesiones demostró la presencia de un denso infiltrado folicular y perifolicular constituido principalmente por eosinófilos (Figura 3). En base a la correlación clínico-patológica se llegó al diagnóstico de FPE. 1 2 3 Figura 1. Pápulo-pústulas con base eritematosa localizadas en el tronco. Figura 2. Lesión en el cuero cabelludo. Figura 3. Infiltrado folicular y perifolicular compuesto por eosinófilos (H&E, X10) COMENTARIO La FPE es un desorden folicular caracterizado por la aparición de pápulas y pústulas estériles con base eritematosa, pruriginosas, de 1 a 3 mm de diámetro, que a menudo evolucionan con costras. Éstas tienden a agruparse (aunque no en forma policíclica como en el adulto) y resuelven espontáneamente sin dejar cicatriz. Se localizan primariamente en el cuero cabelludo, pudiendo comprometer, además, el cuello, la cara, el tronco y las extremidades. Las lesiones se presentan en forma cíclica con brotes recurrentes cada 2-8 semanas. La mayoría de los casos diagnosticados como FPE infantil corresponde a niños menores de un año de edad, con un predominio en los varones, como en el caso en nuestro paciente.3 Las lesiones son comúnmente muy pruriginosas, pero el estado general no está afectado. Es frecuente encontrar eosinofilia sanguínea en el 70% de los pacientes en el momento del brote.4 El diagnóstico de FPE se realiza en base a la clínica y a los hallazgos histopatológicos. El sitio de elec5 ción de la toma de biopsia es el cuero cabelludo , donde se observa un denso infiltrado dérmico de eosinófilos y linfocitos de localización folicular y perifolicular que no afecta las glándulas sebáceas, contrariamente a lo que ocurre en adultos. Es importante poder distinguir a la FPE en niños de otras pustulosis estériles neonatales. Entre éstas la más común es el eritema tóxico neonatorum, que se presenta en el período neonatal inmediato con máculas, vesículas y pústulas sobre una base eritematosa y resuelven dentro de los 7 días de vida sin recidivas. El curso de la FPE y la afectación recurrente del cuero cabelludo permite distinguir estas dos entidades. Por su parte, la melanosis pustular neonatal transitoria se presenta en neonatos durante los primeros días de vida y se caracteriza por la presencia de vésico-pústulas sin base eritematosa, rodedas por un collarete descamativo y máculas hiperpigmentadas que resuelven en 3-4 semanas. Predominan los neutrófilos, tanto en el extendido de una lesión como en la biopsia. La acropustulosis infantil es de infrecuente presentación en neonatos. Cursa con vesículas y pústulas pruriginosas en las manos y los pies (fundamentalmente palmas y plantas), y en su extendido se observa un predominio de neutrófilos. Un diagnóstico diferencial a tener en cuenta es la erupción papulopustular del síndrome de Hiper IgE, dado que es indistinguible de la FPE, tanto desde el punto de vista clínico como histopatológico.11 107 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 108 comunicación de casos Foliculitis pustular eosinofílica neonatal Silvina Sartori et al. Otra patología que puede ser vista en el recién nacido es la histiocitosis a células de Langerhans, cuyo cuadro clínico consiste en pápulas, vesículas y costras en el cuero cabelludo y los pliegues, como sitios predilectos. La histología muestra el infiltrado de células de Langerhans y la positividad de los marcadores CD1a y S100 en la inmunohistoquímica permite el diagnóstico. Deben tenerse en cuenta, igualmente, las pustulosis de origen infeccioso, tanto bacteriano como micótico y vírico. La FPE no tiene tratamiento específico, pero los antihistamínicos orales y los corticoides tópicos ayudan a controlar el prurito durante los brotes. Además, es primordial tranquilizar a los padres, explicándoles que se trata de un proceso benigno y autolimitado. El interés de la comunicación de este caso de FPE es destacar la importancia de reconocer esta entidad en el diagnóstico diferencial de las pustulosis neonatales estériles y evitar la prescripción innecesaria de antibióticos ante su presentación. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Ofuji S, Ognio A, Horio T, Oseko T, Uehara M. Eosinophilic pustular folliculitis. Acta Derm Venereol. 1970; 50:195-203. 2. Lucky AW, Esterly NB, Heskel N, Krafchik BR, Solomon LM. Eosinophilic pustular folliculitis in infancy. Pediatr Dermatol. 1984; 1:202-6. 3. Larralde M, Morales S, Santos Muñoz A, Lamas F, Schroh R, Corbella C. Eosinophilic pustular folliculitis in infancy: report of two new cases. Pediatr Dermatol. 1999; 16:118-20. 4. García-Patos V, Pujol RM, de Moragas JM. Infantile eosinophilic pustular folliculitis. Dermatology. 1994; 189:133-8. 5. Farrero C. Dermatosis eosinofílicas. En: Larralde M, Abad ME, Luna P, eds. Dermatología Pediátrica. 2º ed. Ediciones Journal, Buenos Aires, 2010: 570-1. 6. 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Immunol Allergy Clin N Am. 2008; 28:277-91. Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 haga su diagnóstico 109 Placas eritematoescamosas circinadas rezumantes Yanina Vedia Paula Boggio Sección Dermatología Pediátrica, Servicio de Dermatología, Hospital Ramos Mejía María Eugenia Abad Margarita Larralde Sección Dermatología Pediátrica, Servicio de Dermatología, Hospital Ramos Mejía Servicio de Dermatología, Hospital Alemán Cristina Corbella Servicio de Anatomía Patológica, Hospital Ramos Mejía Buenos Aires, Argentina CASO CLÍNICO Paciente de sexo masculino, de 5 meses de edad, es traído a la consulta por una dermatosis de 2 meses de evolución. Recibe exclusivamente lactancia materna y no tiene antecedentes personales ni familiares de relevancia. A nivel del rostro, presenta placas eritematoescamosas circinadas y rezumantes, algunas de ellas cubiertas por costras amarillentas en las mejillas, los párpados superiores y la frente (Figura 1). Además, se observa una secreción conjuntival bilateral (Figura 2) y hay otras lesiones de similares características en el cuello (con extensión al cuero cabelludo y tercio superior del dorso) (Figura 3), los pliegues inguinales y la raíz de los muslos(Figura 4). A nivel del escroto se evidencia un eritema brillante con erosiones y fisuras (Figura 4). 1 2 Se solicita hemograma, eritrosedimentación, uremia, creatininemia, TGO y TGP. Los resultados se encuentran dentro de los valores normales, pero la fosfatasa alcalina (FAL) está ligeramente disminuida (117 UI/dl para un VN de 150-400 UL/dl) y el zinc plasmático es bajo (16 μg/dl para un VN de 50-120 μg/dl). El estudio histopatológico de la biopsia de piel muestra hiperplasia epidérmica, hiperqueratosis compacta con focos de paraqueratosis y palidez del tercio superior de la epidermis. En la dermis papilar se observan vasos dilatados y un infiltrado inflamatorio perivascular superficial e intersticial (Figura 4). Se inicia tratamiento con sulfato de zinc a 4 mg/kg/día con rápida mejoría de las lesiones. 3 Figura 1. Placas eritematoescamosas circinadas y rezumantes en el rostro. Figura 2. Figura 2. Detalle de las lesiones del rostro. Secreción conjuntival. Figura 3. Pápulas y placas eritematoescamosas, algunas de ellas costrosas, en el cuero cabelludo, el cuello y la región superior del dorso. Correspondencia: Yanina Vedia Urquiza 2241, CABA, Buenos Aires, Argentina CP: 1243 E-mail: [email protected] Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 109-12. Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 haga su diagnóstico Placas eritematoescamosas circinadas rezumantes Yanina Vedia et al. 4 5 Figura 4. Pápulas eritematoescamosas en los muslos y la región inguinal. Eritema, erosiones y fisuras en la zona del escroto. Figura 5. Hiperqueratosis compacta con focos de paraqueratosis, hiperplasia epidérmica, palidez del tercio superior de la epidermis, infiltrado inflamatorio perivascular superficial e intersticial, y vasos dilatados en la dermis papilar (H&E, 40X). Diagnóstico: Acrodermatitis enteropática DISCUSIÓN La acrodermatitis enteropática (AE) (OMIM 201100) es un raro desorden de herencia autosómica recesiva que se caracteriza por la tríada clínica de dermatitis acral y periorificial, alopecia y diarrea. Ocurre como consecuencia de un defecto en la absorción intestinal y/o transporte de zinc que determina la disminución de sus valores séricos.1,2 Fue descripta en 1942 por Danbolt y Closs como un rash acral asociado a diarrea y en 1973, Moynahan y Barnes hallaron la relación entre sus manifestaciones clínicas y los bajos niveles séricos de zinc.2 En 2002, Kury et al. y Wang et al. identificaron el defecto genético subyacente.3 El zinc es un oligoelemento esencial que interviene en el metabolismo de las proteínas, el crecimiento y el desarrollo, así como también en la proliferación celular, la reparación tisular y el funcionamiento del sistema inmunológico y neurológico.2,4 Está presente en más de 100 metaloenzimas, entre ellas la FAL. Se absorbe alrededor del 30% de la ingesta, principalmente en la región proximal del intestino delgado, y a nivel plasmático, es transportado por la albúmina en un 70%. El cuerpo humano contiene 1-2,5 gr y cerca del 90% se encuentra en los tejidos óseo y muscular, mientras que el resto se distribuye en la piel, el hígado, el páncreas, la retina, las células hemáticas y los tejidos gonadales masculinos. En la piel se localiza preferentemente en la epidermis (con una concentración 5 veces mayor que en la dermis) e interviene en el metabolismo de los queratinocitos, lo cual explica que su déficit produzca una queratinización anormal.2,4-7 La deficiencia de zinc se clasifica en congénita (o hipozincemia tipo I) y adquirida.2,4,8 Dentro del primer grupo está incluida la AE, que presenta una incidencia de 1:500.000, sin predilección por sexo o raza.4,7,9 El gen mutado, SLC39A4, mapea en el cromosoma 8q24.3 y codifica una proteína, llamada hZIP4, que interviene en la absorción del zinc.1-9 Se expresa en el estómago, el intestino delgado y el colon. A la fecha, existen alrededor de 30 mutaciones identificadas.1 El cuadro clínico de la AE se caracteriza por la tríada de dermatitis acral y periorificial, alopecia y diarrea, aunque esta solo se encuentra en el 20% de los casos.2,7 Se inicia poco después del destete en los lactantes alimentados con leche materna o durante los primeros días de vida en aquellos que reciben leche de vaca.2,4,7,8 Esto se debe a la mayor biodisponibilidad de zinc en la leche materna.2,8,10 Las primeras manifestaciones de la enfermedad son cutáneas. En un inicio las lesiones son placas eritematoescamosas y costrosas, con una típica localización acral y periorificial (cuero cabelludo, zonas perioculares, perinasales y periorales, manos, pies y periné). Luego, éstas empeoran progresivamente con la aparición de vésico-ampollas y pústulas que, al destecharse, dejan erosiones con base 110 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 haga su diagnóstico Placas eritematoescamosas circinadas rezumantes Yanina Vedia et al. eritematosa brillante y un collarete descamativo característico.2-6 También existe afectación de la mucosa oral con erosiones aftoides, glositis y queilitis angular (esta última como signo temprano de la enfermedad)2-7 y puede haber compromiso ungueal, que se manifiesta con onicodistrofia, onicolisis y paroniquia.2-8 La alopecia es difusa y progresa en forma lenta, pero puede evolucionar hasta ser total. Inicialmente afecta el cuero cabelludo y a veces las cejas y pestañas también terminan comprometidas.2-6 La diarrea es una manifestación extremadamente variable, en tanto puede estar ausente, ser intermitente o, por el contrario, persistente y severa.7-9 Otros síntomas y signos que se van agregando al cuadro a medida que este progresa son: irritabilidad, trastornos de la conducta, retardo del crecimiento, blefaritis, conjuntivitis y fotofobia, anorexia, hipogeusia, hiposmia, pobre cicatricación de heridas y anemia.2,7,8 El diagnóstico de la AE se basa en la sospecha clínica y se complementa con el dosaje de zinc plasmático disminuido (menor a 50 μg/dl).2,7 Sin embargo, existen casos de AE sin hipozincemia, debido a un ligando anormal de zinc que permite su absorción intestinal, pero que dificulta su liberación a los tejidos.2,10 En estos casos, otro dato laboratorial que sugiere la deficiencia de zinc es un valor bajo de FAL.2 Además, es conveniente dosar la albúmina sérica, ya que su disminución puede implicar niveles bajos de zinc plasmático.7 Los hallazgos histopatológicos de las lesiones cutáneas son inespecíficos; sin embargo, la palidez de los queratinocitos en la porción superior de la epidermis es una dato altamente sugestivo de AE.2,7 El tratamiento consiste en la administración de un suplemento oral de zinc de por vida.2,4 Con respecto al déficit adquirido de zinc en la infancia, se encuentran la hipozincemia tipo II (o AE lactogénica) y la tipo III.4 La primera se observa en lactantes alimentados con leche materna y es causada por un defecto en la secreción de zinc en la leche humana. La alteración subyacente consiste en una mutación del gen SLC30A2, que codifica una proteína transportadora de zinc llamada ZnT2. El diagnóstico se confirma con los niveles bajos de zinc en la leche materna. A diferencia de la AE, mejora con el destete.2,4 Por su parte, la hipozincemia tipo III afecta a lactantes prematuros con hipoaporte de zinc.4 Esto se debe a que dos tercios de la transferencia de zinc materno-fetal se produce en las últimas 10 semanas de gestación y a que estos lactantes tiene altos requerimientos de este oligoelemento. No obstante, este tipo de hipozin- cemia también puede observarse en los nacidos de término con complicaciones neonatales y balance 10 negativo de zinc. Ambos tipos de hipozincemia presentan un cuadro clínico semejante a la AE, pero requieren suplementos de zinc a corto plazo.2,4,10 Otras causas de la deficiencia adquirida de zinc, con manifestaciones clínicas similares a la AE, son los síndromes de malabsorción intestinal, la nutrición parental total, la fibrosis quística, la desnutrición calórico-proteica, la anorexia nerviosa, las dietas ricas en fitatos y calcio, el alcoholismo, la enfermedad de Crohn, las quemaduras extensas, el uso de diuréticos, la insuficiencia pancreática y la disfunción renal tubular.2,7,8 Los diagnósticos diferenciales de la AE, desde el punto de vista dermatológico, incluyen: dermatitis atópica, dermatitis seborreica, impétigo, candidiasis mucocutánea, sífilis, epidermolisis ampollar, pelagra y desórdenes metabólicos (como acidemia metilmalónica o propiónica, enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, aciduria glutárica tipo I, déficit de ornitina transcarbamilasa, fenilcetonuria y citrulinemia).2,6,8,10 Las complicaciones más serias que determinan la morbimortalidad de la AE son las infecciones secundarias, siendo los patógenos Candida albicans, Staphilococcus aureus, Pseudomona aeruginosa y Klebsiella spp los más comúnmente involucrados.2,7 El tratamiento de la enfermedad consiste en la administración de un suplemento oral de zinc2, así como la indicación de antibióticos o antimicóticos en casos de sobreinfección secundaria.2 La dosis inicial de zinc elemental varía entre 2-34,7 y 5-10 mg/kg/día, mientras que la dosis de mantenimiento es de 1-2 mg/k/día. Se administra cada 8 ó 12 horas, 1 ó 2 horas antes de las comidas.2,8,9 También puede indicarse en forma de gluconato, acetato o sulfato, siendo esta última la mejor tolerada.2 Una vez instaurado el tratamiento, se observa la mejoría clínica en 24 a 48 horas, y la resolución de las lesiones cutáneas en 2 a 4 semanas, mientras que la de la alopecia, la diarrea y las manifestaciones neurológicas puede tardar semanas o meses.2,8 Ante una falta de respuesta a dosis altas de sulfato de zinc, se recomienda reemplazar la forma en de administración, especialmente por el gluconato.9 El tratamiento debe ser mantenido de por vida en las formas hereditarias de AE. Los efectos adversos descriptos son dolor abdominal, náuseas y vómitos. Las dosis altas se asocian con hipocupremia, por lo que debe utilizarse la menor cantidad posible para controlar la enfermedad, así como también hay que dosar periódicamente los niveles séricos de zinc y cobre.2,8 111 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 haga su diagnóstico Placas eritematoescamosas circinadas rezumantes Yanina Vedia et al. Finalmente, vale destacar que, si bien la AE es una enfermedad rara, existen otros déficit de zinc en la infancia que pueden ser observados con mayor frecuencia y que, incluso, deben ser prevenidos, como sucede con los pacientes prematuros. El caso aquí presentado se interpretó como una AE de posible etiología lactogénica y tuvo una excelente respuesta al suplemento oral de sulfato de zinc. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Nakano A, Nakano H, Nomura K, Toyomaki Y, Hanada K. Novel SLC39A4 mutations in acrodermatitis enteropathica. J Invest Dermatol. 2003; 120:963-6. 2. 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Septiembre/Diciembre 2012 correlato clínico-patológico 113 Niña de seis meses de vida con tumoración en la punta nasal Margarita Larralde Sección Dermatología Pediátrica, Servicio de Dermatología, Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires Servicio de Dermatología, Hospital Alemán, Buenos Aires Karen Rambaut Sección Dermatología Pediátrica, Servicio de Dermatología, Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires María Cecilia Curmona Médica residente, Servicio de Dermatología del Hospital Privado de Córdoba, Córdoba Paula Luna Sección Dermatología Pediátrica, Servicio de Dermatología, Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires Servicio de Dermatología, Hospital Alemán, Buenos Aires Roberto Schroh Médico Patólogo, Servicio de Anatomía Patológica, Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires Argentina PRESENTACIÓN DEL CASO Paciente de sexo femenino y 6 meses de edad, previamente sana, fue traída a la consulta por la aparición de una lesión tumoral nodular en la punta nasal. Ésta tenía una costra central serohemática, medía 1 x 1,5 cm de diámetro y presentaba un rodete anaranjado en la periferia de su base (Figura 1). Los padres refirieron que la lesión había comenzado 3 meses antes de la consulta como una pápula eritematosa que fue creciendo progresivamente hasta alcanzar el tamaño referido. Como antecedente, en el interrogatorio relataron un traumatismo con un elemento punzante (aguja) producido en el domicilio, que posiblemente explicaba la presencia de la costra en la lesión (Figura 1 2 2). Con el diagnóstico presuntivo de xantogranuloma juvenil (XGJ) se realizó una biopsia incisional de la lesión, cuyo resultado confirmó la presencia de un infiltrado denso constituido por células espumosas (histiocitos) en la dermis papilar, con reacción de cuerpo extraño y células gigantes de Touton (Figura 3). La inmunohistoquímica fue positiva para CD68 y negativa para S100 y CD1a. Una vez establecido el diagnóstico de XGJ, se indicó control clínico evolutivo y a los 15 días de haberse realizado la biopsia (primer control), se evidenció una disminución del tamaño de la lesión. 3 Figura 1. Lesión tumoral de bordes netos, cubierta por costra serohemática central, que se localiza en la punta nasal. Figura 2. Detalle de la lesión tumoral. Nótese el rodete anaranjado periférico. Figura 3. Histopatología: se observan macrófagos epitelioides y espumosos, y varias células gigantes multinucleadas tipo Touton (H&E, X300). Correspondencia: Margarita Larralde Arenales 2557, 1º A, CABA, Buenos Aires, Argentina CP: 1425 E-mail: [email protected] Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 113-5. Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 correlato clínico-patológico Tumoración en la punta nasal Margarita Larralde et al. DISCUSIÓN El xantogranuloma juvenil (XGJ) se encuentra dentro de las anteriormente denominadas histiocitosis de células no Langerhans (HCNL) o de tipo II1,2 y, según la actual clasificación de la Sociedad del Histiocito, se incluye dentro de los desórdenes derivados de las células dendríticas.1 Es la forma más común de HCNL3,4 y constituye un trastorno benigno y autorresolutivo, que afecta predominantemente a lactantes y niños5, con lesiones solitarias o múltiples.2 Puede estar presente desde el nacimiento (5-17% de los casos), pero lo más común es que aparezca durante el primer año de vida (entre un 40% y un 70%).4,6 Los adultos se encuentran afectados en un 10 a 15% de los casos.2 Las lesiones son múltiples en un 20-30% de los casos.2 Si bien la incidencia exacta no se conoce2, los más susceptibles a padecer la enfermedad son los varones (relación sexo masculino/femenino de 2-4:1)7 y existe un leve predominio en la raza negra.6 Su etiología es desconocida1,2,7, aunque se supone que la proliferación histiocítica sería reactiva a un estímulo todavía no determinado.1 El término “xanto” no tiene relación con hiperlipidemia u otro trastorno metabólico.6 En la clínica el XGJ suele presentarse como una pápula o un nódulo firme, bien demarcado y generalmente asintomático. Su color en los estadios tempranos es rosado, pero luego evoluciona a un amarillo-amarronado y más tardíamente puede presentar telangiectasias en la superficie.1 Según el tamaño algunos autores clasifican a las lesiones en dos variantes clínicas: micronodulares (menores de 10 mm de diámetro) y macronodulares (mayores de 10 mm).6 Las lesiones de más de 2 cm de diámetro se denominan XGJ gigantes.8,9 Las zonas más comunes de aparición son la cabeza y el cuello, seguido por la parte superior del tronco y las extremidades superiores e inferiores. De todos modos, las lesiones pueden localizarse en cualquier sitio cutáneo, incluso en las mucosas.4,6 El XGJ es una entidad que compromete principalmente la piel, pero que también puede presentar lesiones extracutáneas. El ojo es el órgano afectado con mayor frecuencia en estos casos,1,7,10 con una incidencia que oscila entre el 0,3 y el 10%.1 Dentro de los factores de riesgo para su desarrollo se encuentra la presencia de lesiones cutáneas múltiples en menores de 2 años.4,10 Las complicaciones oculares que puede provocar son importantes e incluso conducen a la ceguera.10 El cuadro llamado XGJ diseminado (XGJD), aunque es poco frecuente, es muy grave y puede poner en riesgo la vida del paciente, ya que cursa con compromiso cutáneo y visceral. Involucra diferentes órganos: tejidos blandos, músculos, ojos, pulmones, hígado, bazo, sistema nervioso central y nasofaringe.6 A nivel histopatológico, las lesiones tempranas de XGJ se caracterizan por un infiltrado histiocítico monomorfo, que no contiene lípidos y se localiza por lo menos en la mitad superior de la dermis y, a veces, en todo su espesor. Las lesiones maduras presentan células espumosas, células gigantes de cuerpo extraño y células gigantes de Touton, distribuidas sobre todo en la dermis superficial y en el borde del infiltrado. Hay asociación variable de linfocitos, eosinófilos y neutrófilos. Las lesiones de mayor tiempo de evolución pueden mostrar fibrosis.9 En la inmunohistoquímica las células del infiltrado son CD68 positivas y S100 y CD1a negativas.6,8 Los diagnósticos diferenciales a tener en cuenta incluyen: nevo de Spitz, xantomas, moluscos, histiocitosis de células de Langerhans, granuloma piógeno, otros nevos, quistes, verrugas, hemangioma infantil, mastocitoma e histiocitosis cefálica benigna.1,4,8 Se han descripto asociaciones del XGJ con enfermedades mieloproliferativas y también con la neurofibromatosis tipo I, entre otras. La enfermedad mieloproliferativa hallada con más frecuencia es una variante de la leucemia mielomonocítica o leucemia mieloide crónica tipo juvenil (LMC), que tiene mala evolución y desenlace fatal en la mayoría de los pacientes.1,2 Las lesiones involucionan espontáneamente en los primeros 5 años6, dejando hipopigmentación y leve atrofia cutánea,2,7 pero las lesiones oculares no tienen tendencia a la autolimitación.7 Generalmente, el tratamiento suele ser conservador, como en nuestro caso. Sin embargo, todo paciente que presente XGJ múltiple y síntomas de compromiso sistémico debe ser evaluado de forma integral, para poder realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno. De esta manera, se evitan posibles complicaciones. Además, resulta importante destacar el rol del dermatólogo infantil. Éste debe tener un alto índice de sospecha para poder arribar al diagnóstico precoz y evitar, así, el uso de terapéuticas invasivas ya que esta patología involuciona espontáneamente en la mayoría de los casos. 114 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 correlato clínico-patológico Tumoración en la punta nasal Margarita Larralde et al. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Buján MM, Sosa G, Cervini AB, Laterza A, Pierini AM. Xantogranuloma juvenil: experiencia en un hospital pediátrico. Dermatol Argent. 2010; 16:262-7. 2. Di Martino Ortiz B, González Burgos L, Rodríguez Masi M. Lesión papulosa de rápido crecimiento en un paciente pediátrico. Med Cutan Iber Lat Am. 2012; 40:98-100. 3. Sivapirabu G, Sugo E, Wargon O. Juvenile xanthogranuloma: challenges in complicated cases. Australas J Dermatol. 2011; 52:284-7. 4. Rana A, de Waal Malefyt S. An infant who has dome-shaped papules. Pediatr Rev. 2012; 33:86-8. 5. Behne K, Casey T. 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Septiembre/Diciembre 2012 terapéutica 116 Hiperhidrosis primaria: tratamiento con oxibutinina Bruno Ferrari Médico Dermatólogo, becario en Dermatología Pediátrica, Sector Dermatología Pediátrica, Hospital Ramos Mejía Jesica Waimann Médica Dermatóloga, consultorio particular Margarita Larralde Jefa de Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía y del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán Buenos Aires, Argentina Resumen La hiperhidrosis es la sudoración excesiva que puede ser generalizada o afectar sólo las axilas, las palmas, las plantas o el rostro. La mayoría de las veces es primaria. Si bien existen múltiples alternativas terapéuticas con resultados dispares, en los últimos años se ha comunicado una buena respuesta a la oxibutinina. Se presentan tres niñas con hiperhidrosis primaria que fueron tratadas con este anticolinérgico y tuvieron una excelente respuesta con efectos adversos mínimos o nulos. Palabras clave: hiperhidrosis; hiperhidrosis primaria; infancia; oxibutinina Abstract Hyperhidrosis is the excessive sweating that may be generalized or limited to armpits, palms, soles or face. Most of the cases are primary. Although there are several therapeutics options available, good results with the use of oxybutynin have been described in the last years. We present three girls affected by primary hyperhidrosis who were treated with this anticholinergic drug and obtained an excellent response with minimal or no adverse effects. Key words: hyperhidrosis; infancy; oxybutynin; primary hyperhidrosis Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (3): 116-9. INTRODUCCIÓN La hiperhidrosis (sudoración excesiva) es un desorden autonómico crónico que puede ser emocional y socialmente embarazoso, pero también incapacitante desde el punto de vista laboral, físico o psicológico. En la mayoría de los casos, su causa es desconocida y se denomina hiperhidrosis primaria 1 (HP). Se ha demostrado que el sustrato fisiopatológico de esta entidad es una expresión más alta de la acetilcolina y de los receptores alfa 7 nicotínicos en los ganglios simpáticos.2 En la actualidad, también se ha reconocido una variante familiar con herencia autosómica dominante relacionada con anormalidades en el cromosoma 14q.1 La HP comienza en la infancia y afecta entre el 0,6% y el Correspondencia: Bruno Ferrari Pasaje Rauch 3974, 9° D, CABA, Buenos Aires, Argentina CP: 1177 E-mail: [email protected] 1 1% de la población general. Los criterios diagnósticos se resumen en el Cuadro 1. La hiperhidrosis secundaria (HS) puede ser inducida por drogas (por ejemplo, sertralina) o tóxicos (acrilamida), ser causada por enfermedades sistémicas (desórdenes endócrinos y metabólicos, neoplasias, lesiones de la médula espinal), o corresponder a desórdenes congénitos como la disautonomía familiar (síndrome de Riley-Day), o bien puede ser compensatoria.1 La hiperhidrosis compensatoria (HC) consiste en un incremento de la sudoración en partes del cuerpo distintas al lugar donde fue realizado el tratamiento de la HP o, en casos de cirugía, en Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 terapéutica Hiperhidrosis primaria Bruno Ferrari et al. Cuadro 1. Criterios diagnósticos de hiperhidrosis primaria (HP). • Sudoración excesiva de al menos 6 meses de evolución sin ninguna causa evidente subyacente y • Al menos dos de las siguientes características: -Interferencia con las actividades diarias -Patrón bilateral y relativamente simétrico -Episodios al menos una vez por semana -Edad de inicio antes de los 25 años -Cese durante el sueño -Historia familiar positiva en sitios no relacionados a la intervención. A menudo ocurre en segmentos localizados por debajo del nivel de la simpatectomía efectuada como tratamiento de la HP. La hiperhidrosis gustatoria (usualmente facial) puede ser familiar u ocurrir en asociación con trauma.1 Con respecto al tratamiento de este cuadro, los agentes locales y la psicoterapia han mostrado menos efectividad que los agentes orales.3 Las opciones terapéuticas locales para la hiperhidrosis incluyen la iontoforesis y la aplicación de toxina botulínica. Estos procedimientos presentan buenos resultados, pero son limitados en el tiempo y demandan frecuentes reintervenciones.2 La simpatectomía torácica videoasistida provee una excelente resolución tanto en adultos como en niños, pero en ocasiones se asocia con complicaciones, siendo la HC la más frecuente y clínicamente im3 portante. Los agentes anticolinérgicos orales actúan por inhibición competitiva de los receptores muscarínicos de acetilcolina (afinidad por receptores M3 en glándulas).1 Varios de estos agentes han sido utilizados para tratar la HP, con resultados insatisfactorios, pero estudios recientes han mostrado que la oxibutinina reduce significativamente el sudor y tiene menos efectos secundarios que otras drogas.1 DESARROLLO Presentamos 3 pacientes de sexo femenino, de entre 11 y 15 años de edad, que fueron tratadas con oxibutinina por HP en un período 4 meses. En la primera consulta se efectuó un interrogatorio y un examen físico completo, para establecer un adecuado diagnóstico de HP, excluir las posibles causas secundarias y definir las patologías previas que pudiesen contraindicar la medicación. Además cada paciente, junto con sus familiares, respondió un test de calidad de vida (índice de calidad de vida dermatológica: DLQI). En un caso la sudoración se localizaba en las palmas y plantas (paciente 1), en otro afectaba las axilas y plantas de los pies (paciente 2) y en el tercero estaban involucradas las axilas, palmas y plantas (paciente 3). Las pacientes fueron tratadas según un protocolo estandarizado en relación con el peso. Dado que todas pesaban más de 40 kg, las dosis de oxibutinina y el esquema de administración fueron similares a los utilizados en adulto: comenzaron con 2,5 mg diarios de oxibutinina, en una sola toma nocturna (antes de dormir), por 2 semanas y luego la dosis se aumentó en 2,5 mg cada 2 semanas hasta alcanzar los 12,5 mg diarios en la semana 10. Se efectuaron controles clínicos cada 4 semanas y en la semana 12 se repitió el DLQI. Una vez cumplidas estas 12 semanas de tratamiento, todas las pacientes evidenciaron una importante mejoría clínica que se objetivó con el DLQI (Cuadro 2). Dos de ellas no presentaron efectos adversos y la tercera desarrolló xerostomía nocturna leve y tolerable. En los casos 1 y 2 se obtuvo una mejora considerable desde la sexta semana (7,5 mg/día), mientras que en el caso 3 esto ocurrió a partir de la semana 8 (10 mg/día). Sin embargo, todas las pacientes y sus familiares optaron por aumentar la dosis de acuerdo al protocolo estandarizado para optimizar la eficacia de la droga. Cuadro 2. Repercusión del tratamiento en el DLQI. Valor DLQI 0: Sin impacto en la vida del paciente 2-5: Impacto pequeño en la vida del paciente 6-10: Impacto moderado en la vida del paciente 11-20: Impacto muy grande en la vida del paciente 21-30: Impacto extremadamente grande en la vida del paciente 117 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 terapéutica Hiperhidrosis primaria Bruno Ferrari et al. CONCLUSIÓN La oxibutinina como tratamiento de la HP ha sido estudiada extensamente en adultos y su eficacia quedó demostrada en todos los subtipos de hiperhidrosis (axilar, palmoplantar, facial y generalizada).1,4-7 No obstante, los ensayos a doble ciego solo están disponibles para la hiperhidrosis axilar y palmoplantar. La evidencia hasta la fecha (un estudio clase I y otro clase II), indica que la oxibutinina es probablemente efectiva con un nivel B de evidencia.1 Según estos trabajos, el género no es un factor que interfiera significativamente en los resultados del tratamiento, ya que los índices de calidad de vida y el nivel de mejoría clínica son similares en hombres y mujeres adultos.8 Tampoco hay diferencias significativas entre los pacientes con HP y soprepeso u obesidad y aquellos con HP y peso normal.5 En niños, la oxibutinina se utiliza para tratar condiciones urológicas (particularmente la enuresis nocturna) con resultados seguros y aparentemente similares a los observados en adultos.3 Con respecto a su uso en la HP pediátrica, un estudio en 45 pacientes menores de 14 años evaluó la respuesta a esta droga como tratamiento de la HP palmar. Más del 85% disminuyó en forma moderada o importante el nivel de sudor y el 80% tuvo mejoras en el índice de calidad de vida. Los efectos adversos se presentaron en un 25% de la muestra y consistieron principalmente en xerostomía. Después del tratamiento, muchos de los pacientes describieron mejoría en otros sitios sudorales, además de las palmas.3 Los autores concluyeron que la oxibutinina constituye una opción terapéutica efectiva para niños con hiperhidrosis palmar.3 En nuestra experiencia también fue eficaz para controlar el exceso de sudoración palmar, plantar y axilar en las 3 pacientes tratadas. Las contraindicaciones para este tratamiento incluyen miastenia gravis, estenosis pilórica, glaucoma de ángulo estrecho e íleo paralítico. A su vez, el fármaco debe ser usado con precaución en pacientes con reflujo gastroesofágico, glaucoma, obstruc1 ción al flujo vesical e insuficiencia cardíaca. Entre los efectos adversos se incluyen: xerostomía, visión borrosa, retención urinaria, mareos, taqui- cardia y confusión.1 Estos son especialmente notables cuando la dosis excede los 15 mg diarios.2 En esta serie de casos, sólo una paciente presentó xerostomía nocturna leve y tolerable, en coincidencia con las reacciones adversas leves que mencionan las comunicaciones disponibles hasta la fecha.3-8 Preferimos la administración gradual de la droga, porque, según nuestra experiencia en adultos, el aumento progresivo de la dosis y la indicación de tomarla antes del reposo nocturno disminuyen la frecuencia e intensidad de los efectos adversos. Además, si estos se presentan, el paciente se encuentra dormido. De este modo, se contribuye a una mejor tolerancia de la medicación. Para pacientes pediátricos que pesan menos de 40 kg, Wolosker et al. proponen comenzar con una sola toma nocturna de 2,5 mg durante 7 días, luego aumentar a dos tomas diarias de 2,5 mg del día 7 al 21 y después pasar a 5 mg dos veces por día desde el día 22 hasta la segunda evaluación con un test de calidad de vida (QOL) DLQI al final de la sexta 3 semana. Una vez alcanzada la dosis máxima de 12,5 mg, es posible mantenerla o disminuirla de acuerdo a los resultados obtenidos. Dos de nuestras pacientes continúan con 10 mg/día, ya que con ese esquema controlan efectivamente la hiperhidrosis, mientras que una permanece con 12,5 mg diarios. Recientemente se comunicó un estudio que analiza los efectos a largo plazo de la oxibutinina para la hiperhidrosis en 181 pacientes de todas las edades. Los autores determinaron que más del 82 % tuvo una mejoría moderada o grande en la sudoración excesiva, luego de una mediana de 17 meses de seguimiento.2 Elegimos el DLQI para evaluar los resultados, porque es una manera sencilla, objetiva y estandarizada de validación. En conclusión, de acuerdo a nuestros resultados y a la bibliografía disponible, consideramos que la oxibutinina es una una opción terapéutica muy efectiva para la HP en niños, con mínimos efectos secundarios. 118 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 terapéutica Hiperhidrosis primaria Bruno Ferrari et al. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Lakraj AAD, Moghimi N, Jabbari B. Hyperhidrosis: anatomy, pathophysiology and treatment with emphasis on the role of botulinum. Toxins (Basel). 2013; 5:821-40. 2. Wolosker N, Teivelis MP, Krutman M, de Paula RP, Kauffman P, de Campos JRM, et al. Long-term results of the use of oxybutynin for the treatment of axillary hyperhidrosis. Ann Vasc Surg. 2014; pii: S0890-5096(14)00068-5. doi: 10.1016/j.avsg.2013.12.024. 3. Wolosker N, Schvartsman C, Krutman M, Campbell TP, Kauffman P, de Campos JRM, et al. Efficacy and quality of life outcomes of oxybutynin for treating palmar hyperhidrosis in children younger than 14 years old. Pediatr Dermatol. 2014; 31:48-53. 4. Wolosker N, de Campos JR, Kauffman P, Munia MA, Neves S, Jatene FB, et al. The use of oxybutynin for treating facial hyperhidrosis. An Bras Dermatol. 2011; 86:451-6. 5. Wolosker N, Krutman M, Kauffman, Pessanha de Paula R, de Campos JRM, Puech-Leao P. Effectiveness of oxybutynin for treatment of hyperhidrosis in overweight and obese patients. Rev Assoc Med Bras. 2013; 59:143-7. 6. Wolosker N, de Campos JR, Kauffman P, Neves S, Yazbek G, Jatene FB, et al. An alternative to treat palmar hyperhidrosis: use of oxybutynin. Clin Auton Res. 2011; 21:389-93. 7. Wolosker N, de Campos JR, Kauffman P, Neves S, Munia MA, Biscegli Jatene F, et al. The use of oxybutynin for treating axillary hyperhidrosis. Ann Vasc Surg. 2011; 25:1057-62. 8. Wolosker N, Krutman M, Campdell TP, Kauffman P, de Campos JRM, Puech-Leao P. Oxybutynin treatment for hyperhidrosis: a comparative analysis between genders. Einstein (Sao Paulo). 2012; 10:405-8. 119 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 revisión bibliográfica 120 María Eugenia Abad Médica Asistente del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía y del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán Andrea Bettina Cervini Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital Garrahan Buenos Aires, Argentina 1. Síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica en pacientes con lupus eritematoso: estudio descriptivo de 17 casos de un registro nacional y revisión de la literatura. Ziemer M, Kardaun SH, Liss Y, Mockenhaupt M. Br J Dermatol. 2012; 166:575-600. El síndrome de Stevens-Johnson (SJS) y la necrólisis epidérmica tóxica (NET) son reacciones cutáneas que tienen una alta morbimortalidad. En ocasiones, el lupus eritematoso sistémico (LES) puede manifestarse de forma similar, con extensas áreas de necrosis epidérmica, haciendo difícil su diferenciación. El objetivo de este trabajo fue la evaluación clínica e histológica de casos probables o definitivos de SJS/NET en pacientes con antecedentes de LES. Es este estudio retrospectivo de 1.366 casos validados de SJS/NET se encontraron 17 pacientes con diagnóstico de LES e histopatología de SJS/NET, un hallazgo sugerente de una considerable concomitancia entre las dos enfermedades. Ocho de estos casos presentaron características histológicas de LES, en coincidencia con SJS/NET. Los autores postulan que la diferenciación puede realizarse sobre criterios clínicos e histológicos: 4 pacientes fueron clasificados como SJS/NET con historia de exacerbación de LES y/o características histopatológicas de LES y otros 4 como LES símil NET. Sin embargo, destacan que ciertas características, como la distribución en zonas fotosensibles, la exacerbación del LES preexistente, las lesiones anulares y la ausencia o compromiso leve de mucosas, orientan el diagnóstico a LES. En la histopatología la existencia de vacuolización y queratinocitos necróticos en la capa basal, así como un infiltrado linfocítico perivascular y perianexial con presencia ocasional de melanófagos y mucina, también permitirían orientar el diagnóstico hacia LES. 2. Experiencia con moluscos contagiosos y reacciones inflamatorias asociadas, en la práctica de la Dermatología Pediátrica. Berger EM, Orlow SJ, Patel RR, Schaffer JV. Arch Dermatol. 2012; 148:1257-64. La infección por moluscos contagiosos (MC) es una erupción viral autolimitada, que ocasionalmente puede manifestarse con varios tipos de reacciones inflamatorias. El objetivo del presente estudio fue investigar la frecuencia, la epidemiología, las características clínicas y el significado pronóstico de las lesiones de MC inflamado (definido como un MC con importante eritema y edema, incluyendo lesiones fluctuantes o pustulosas), la dermatitis por MC (dermatitis eczematosa rodeando al MC), la reacción síndrome de Gianotti-Crosti símil (erupción monomorfa caracterizadas por numerosas pápulas o pápulo-vesículas eritematosas y edematosas, separadas de las lesiones de MC) y la presencia de dermatitis atópica en pacientes con MC. Los autores revisaron en forma retrospectiva las historias clínicas de los pacientes con MC, atendidos durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2005 al 31 de diciembre de 2010, en la Facultad de Pediatría de la Universidad de New York. Incluyeron a 696 pacientes (336 varones y 360 mujeres), con una edad media de 5,5 años. Doscientossetenta pacientes (38,8%) presentaron una dermatitis por MC, 155 pacientes (22,5%) MC inflamados y 34 pacientes (4,9%) una reacción Gianotti-Crosti simil. Doscientoscincuenta y nueve pacientes (37,2%) tenían antecedentes personales de dermatitis atópica. Los pacientes con dermatitis atópica tuvieron mayor número de MC inflamados (P<.001) y mayor posibilidad de dermatitis por MC (P<.001). Se observó un incremento en el número de MC durante los 3 meses siguientes, en un 23,4% de los casos con dermatitis por MC que fueron tratados con corticoides tópicos, en un 33,3% de los casos con dermatitis por MC que no fueron tratados con corticoides tópicos, comparado con un 16,8% de los pacientes que no presentaron dermatitis por MC. Los pacientes con MC inflamados tuvieron un menor incremento en el número de MC en los 3 meses siguientes, en relación con los pacientes sin MC inflamados o con dermatitis por MC (P<.03). La reacción Gianotti-Crosti símil se asoció en un 64,7% de los casos a MC inflamados, se localizó con preferencia en codos y rodillas, y precedió la resolución de la infección por MC. Los Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 revisión bibliográfica María Eugenia Abad, Andrea Bettina Cervini autores concluyen que las reacciones inflamatorias asociadas a MC, incluyendo la previamente subdiagnosticada reacción Gianotti-Crosti símil, son comunes. El tratamiento de la dermatitis por MC puede disminuir la diseminación de los MC por autoinoculación secundaria al rascado, mientras que los MC inflamados y la reacción Gianotti-Crosti símil reflejan una respuesta inmune mediada por céulas que podría llevar a la resolución del cuadro viral. de los pacientes presenta síntomas dentro de los primeros 5 años; el riesgo de melanoma es bajo (menor al 5%) y, en particular, se observa en los NMC gigantes; la cirugía con expansores sigue siendo la modalidad terapéutica de elección. 3. Sildenafil para malformaciones linfáticas severas. Swetman GL, Berk DR, Vasanawala SS, Feinstein JA, Lane AT, Bruckner AL. N Engl J Med. 2012; 366:384-6. La eficacia y seguridad de la inmunoterapia tópica con difenciprona (DFCP) en adultos con alopecia areata (AA) refractaria y avanzada, si bien no aprobado por la FDA, ha sido evaluada en varios ensayos clínicos. Sin embargo, su uso en niños ha sido evaluado en pocos estudios con escaso número de pacientes. Los autores realizan un estudio retrospectivo de niños tratados con DFCP en el período 2002-2011, en el que evalúan la eficacia, los efectos adversos y los índices predictivos de recrecimiento del pelo. Todos los niños fueron tratados con el mismo protocolo de inmunoterapia. La sensibilización consistió en la aplicación inicial de DFCP 2% en acetona, seguido de la aplicación de DFCP 0,0001% a las 2 semanas. El tratamiento posterior fue la aplicación semanal de DFCP, incrementando las concentraciones en caso de no presentarse eritema, prurito o descamación. Se definió como respuesta completa al crecimiento total del pelo del cuero cabelludo y como respuesta parcial a cualquier crecimiento de pelo en el cuero cabelludo que no sea total. Se incluyeron 108 pacientes, con edades comprendidas desde los 4 meses a los 18 años (media de 11,7 años). La edad media de inicio de la AA fue de 8 años (4 meses a 17 años). Todos los pacientes fueron refractarios a uno o más de los siguientes tratamientos: corticoides tópicos (67%), corticoides intralesionales (34%) y minoxidil (11%). La duración media de la enfermedad fue de 3,8 años (rango, 1 mes a 10 años). Treinta y cinco pacientes (32%) tuvieron antecedentes personales de dermatitis atópica, 32 pacientes (30%) tuvieron antecedentes familiares de AA, 26 pacientes (24%) tuvieron un patrón ofiáceo de AA y 24 pacientes (22%) tuvieron compromiso ungueal. Veintitrés pacientes (21%) presentaron una marcada reacción por la sensibilización, que incluyó edema, dermatitis, vesículas, descamación y urticaria. En 58 casos (54%) se evidenciaron eventos adversos por el tratamiento como edema, urticaria, vesículas, erosiones, dermatitis y linfadenopatías. Un 13% de los pacientes discontinuó el tratamiento por diferentes motivos: los efectos adversos, las dificultades para En esta carta al editor los autores comunican una reducción de las malformaciones linfáticas en tres niños, en los que se utilizó sildenafil oral. Describen tres pacientes de 10 semanas, 1 año y 15 meses de edad, respectivamente, con diagnóstico de malformación linfática en tronco en dos de ellos y en la región orbitaria y párpado superior en el tercer paciente, que recibieron tratamiento con sildenafil oral y tuvieron una reducción de más del 70% de su malformación linfática. Los autores postulan que la eficacia del sildenafil en estos casos se debería a la disminución de la contractilidad del músculo liso, que permite su relajación, con la consiguiente descompresión linfática y aumento del diámetro de los conductos linfáticos, generando una mejoría de la circulación de la linfa. Asimismo, a partir de su experiencia, los autores informan que se está realizando un estudio controlado versus placebo. 4. Consideraciones actuales para el manejo de los nevos melanocíticos congénitos. Krengel S, Marghoob AA. Dermatol Clin. 2012; 30:377-87. Los autores realizan una revisión exhaustiva sobre los distintos aspectos a tener en cuenta en los nevos melanocíticos congénitos (NMC) a través de cinco puntos claves: 1) las diferentes manifestaciones clínicas, 2) el riesgo de compromiso cerebral, 3) las posibilidades de malignización y asociaciones tumorales, 4) las opciones terapéuticas, y 5) el aspecto psicosocial de los pacientes con estos nevos. Sus conclusiones son: los NMC se clasifican de acuerdo al tamaño proyectado en la vida adulta y presentan múltiples variantes, entre ellas las formas nodulares, nevo spilus-símil y múltiples NMC medianos; el riesgo de melanocitosis leptomeníngea es de aproximadamente el 5-15% y la mayoría 5. Eficacia y seguridad de la difenciprona en el tratamiento de la alopecia areata en niños. Salsberg JM, Donovan J . Arch Dermatol. 2012; 148:1084-5. 121 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 revisión bibliográfica María Eugenia Abad, Andrea Bettina Cervini concurrir regularmente al hospital y el ausentismo escolar. A los 6 meses de tratamiento 14 pacientes (13%) presentaron una respuesta completa, mientras que 27 pacientes (25%) mostraron respuesta parcial. A los 12 meses de tratamiento, 12 pacientes (11%) presentaron respuesta completa y 23 sujetos (21%) respuesta parcial. El resto de los pacientes no presentó respuesta o suspendió el tratamiento. Los autores no encontraron factores pronósticos relacionados con una mayor posibilidad de presentar recrecimiento parcial o total del pelo. Una vez suspendido el tratamiento, sólo el 10% de los pacientes continuó en remisión completa luego de un año. Los autores señalan que las limitantes de este estudio son el diseño retrospectivo del mismo, incluso con documentación incompleta en algunos casos, así como el escaso número de pacientes. Sugieren que se necesitan estudios a gran escala en niños con AA tratados con DFCP. 6. Revisión de la vasculitis pediátrica con énfasis en la poliarteritis nodosa juvenil. Kawakami T. Am J Clin Dermatol. 2012; 13:389-98. La poliarteritis nodosa (PAN) es una vasculitis necrotizante caracterizada por cambios inflamatorios en las arterias de mediano o pequeño calibre. Los niños y adultos con vasculitis difieren en la frecuencia relativa de algunas manifestaciones clínicas y las enfermedades concomitantes. La Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) y el grupo de trabajo de la Sociedad Europea de Reumatología Pediátrica (PRES) han propuesto una clasificación de las vasculitis en la infancia. Realizaron un proceso de validación basado en la web, que incluyó la recolección de datos a gran escala, con el apoyo de la EULAR, la Pediatric Rheumatology International Trials Organization (PRINTO) y la PRES, proponiendo diversos criterios para la PAN. En cuanto a la PAN cutánea, esta es una entidad de curso benigno, que se caracteriza por la presencia de manifestaciones cutáneas sin compromiso sistémico. Las lesiones más frecuentes son los nódulos cutáneos y la livedo racemosa. Los autores, además, proponen un algoritmo para el diagnóstico diferencial de las distintas entidades que pueden ser responsables de cuadros de vasculitis cutáneas primarias. Finalmente, realizan una revisión de las distintas opciones terapéuticas para la PAN sistémica, detallando el uso de los diferentes inmunosupresores y corticoides. 122 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 reglamento de publicación La revista Dermatología Pediátrica Latinoamericana es la publicación oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica (SLADP), encargada de difundir y promover el conocimiento de esta importante subespecialidad de la Dermatología en el ámbito latinoamericano. POLÍTICA EDITORIAL Dermatología Pediátrica Latinoamericana considera para la publicación de sus artículos las reglas establecidas por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, las cuales pueden hallarse en su texto original en inglés en el sitio www.icmje.org Dermatología Pediátrica Latinoamericana publica artículos originales e inéditos sobre la especialidad. La sumisión de un manuscrito implica la aceptación de que su contenido es material no publicado, excepto en la forma de resúmenes o comunicaciones en sociedades o reuniones científicas y que no ha sido enviado simultáneamente para otra publicación. El idioma de publicación es el español. Se aceptarán artículos en portugués e inglés, los cuales serán traducidos al español. Todos los artículos recibidos serán objeto de revisión por los integrantes del comité editorial y, cuando fuere necesario, por uno o dos revisores externos. Los editores y el comité editorial notificarán al autor responsable sobre la aceptación (con o sin correcciones y cambios) o sobre el rechazo del manuscrito en el plazo de un mes desde la recepción del trabajo; siendo las decisiones de los editores inapelables. Los editores se reservan el derecho de rechazar artículos por razones científicas y/o técnicas: ya sea porque no se ajustan al reglamento de publicación o porque no poseen un mínimo nivel de calidad aceptable. En los casos en que se considere conveniente, por razones de diagramación, podrán efectuar reducciones o modificaciones del texto y/o del material gráfico así como correcciones de estilo sin afectar los conceptos o conclusiones del manuscrito. A su vez, decidirán el momento de publicación de dicho artículo. Los manuscritos aceptados para su publicación se tornan propiedad de la SLADP y no podrán ser publicados en otro lugar sin consentimiento de los editores. El material aceptado para publicación es editado y las pruebas son enviadas a los autores para su revisión final. Las mismas deben ser devueltas en el plazo de 72 horas, caso contrario se asumirá la aceptación de dicha prueba por parte de los autores. La responsabilidad por el contenido total de los trabajos editados corresponde exclusivamente a los autores. FORMATO DEL MANUSCRITO El manuscrito completo debe ser procesado en MS Word, fuente Arial número 12 y con interlineado doble en todas sus páginas. Los márgenes superior e inferior se establecerán en 3 cm y los laterales en 2,5 cm. Las páginas deben numerarse en forma correlativa y el número de página debe aparecer en el margen superior derecho. Se aceptarán sólo los manuscritos enviados, vía electrónica, a la Secretaría de Redacción: [email protected] Cada manuscrito debe constar del siguiente orden: Página de Título. Debe detallarse en ella el tipo de artículo del que se trata; el título completo del artículo (en español, que no exceda 45 caracteres con espacios incluidos) y un título abreviado para cabeza de página; el nombre completo de los autores y su filiación institucional; el nombre completo, dirección postal, dirección electrónica y teléfono/fax del autor encargado de recibir la correspondencia; agradecimientos de soporte financiero si lo hubiere; y declaración de conflicto de intereses. Resumen. No deberá superar las 200/250 palabras e incluirá el trabajo resumido en sus aspectos importantes. El resumen será estructurado sólo para los trabajos enviados para la sección “Trabajos de Investigación”. Éste debe contener: Introducción, Materiales y métodos, Resultados y Discusión. Debe acompañarse de un resumen equivalente en inglés. Debajo del resumen/abstract los autores deben proveer entre 3 y 5 palabras clave/key words, es decir, palabras representativas del tema tratado en el texto. Éstas deben aparecer por orden alfabético y deben estar listadas en Bireme "Health Science Descriptors" disponible en: http://decs.bvs.br/ o en 'Medical Subject Headings/Mesh' (MeSH) del Index Medicus disponible en: www.nlm.nih.gov/meshhome.html Texto. Éste debe ir en la secuencia convencional, con variaciones según el tipo de trabajo: Introducción-Caso clínico-Comentario o IntroducciónMateriales y métodos-Resultados-Discusión; Agradecimientos; Referencias bibliográficas; Tablas/ Cuadros y/o Gráficos; y Figuras (leyendas de las figuras). Todas las tablas, cuadros y figuras deben ser citados en el orden de aparición en el texto, numerándolos de manera secuencial. 123 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 reglamento de publicación Referencias bibliográficas. Las citas bibliográficas deben ser numeradas consecutivamente, en números arábigos en superíndice, en el orden en que se las menciona por primera vez en el texto, al final de la frase o párrafo en el que se las alude. Las referencias consecutivas serán separadas por un guión (p. ej.1-7) y las no correlativas por comas (p. ej.3,11,25). Se incluirán todos los autores cuando sean seis o menos; si fueran más, el sexto será seguido de la expresión “et al.” (y otros) o “y cols.” (y colaboradores) según corresponda. La referencia citada de- berá seguir las normas y formato del “Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Bio- medical Journals” (estilo Vancouver). Los títulos de las revistas deben abreviarse según el estilo usado en el Index Medicus (disponible en: www.nlm.nih.gov/tsd/serials/lsiou.html). Todas las referencias deben ser verificadas por los autores. a) Artículos en revistas: Apellido e inicial del nombre del o de los autores separados por comas. Título completo del artículo en su idioma original. Nombre de la revista en que apareció. Año de publicación, volumen de la revista, página inicial y final del artículo. Ej: Nico MM, Park JH, Lourenço SV. Mucocele in pediatric patients: analysis of 36 children. Pediatr Dermatol. 2008; 25:308-11. b)Capítulos en libros: Apellido e inicial del nombre del o de los autores del capítulo separados por comas. Título del capítulo. Apellido e inicial del nombre del o de los autores del libro separados por comas. Título del libro. Editorial, lugar y año. Páginas. Ej. Eichenfield L, Larralde M. Neonatal skin and skin disorders. En: Schachner LA, Hansen RC, eds. Pediatric Dermatology. Mosby, Edinburgh, 2003: pp. 205-62. c)Revistas electrónicas: Apellido e inicial del nombre del o de los autores separados por comas. Título completo del trabajo. [Tipo de soporte], nombre de la revista, fecha de publicación, <disponibilidad y acceso>, [fecha de consulta], número normatizado (ISSN o ISBN). Ej: Browning JC, Levy ML. Argyria attributed to silvadene application in a patient with dystrophic epidermolysis bullosa. [En línea], Dermatology Online Journal, abril de 2008, vol.14, nro4, 9. http://dermatology.cdlib.org/144/ped_derm/arygy ria/browning.html, [consulta: 8 de julio de 2008], ISSN 1087-2108. Tablas, cuadros y gráficos. Las tablas (que muestran resultados numéricos y valores comparativos permitiendo el análisis estadístico de los mismos) y los cuadros (que muestran información del texto en forma tabulada, sin análisis estadístico) deben ser escritos a doble espacio, en hojas separadas y numerados consecutivamente dentro del texto. Las tablas, cuadros y gráficos deben llevar sus respectivos números y títulos. Todas las abreviaturas uti- lizadas deben ser explicadas al pie de la página. No se aceptarán fotografías de cuadros ni reducciones. Leyendas de figuras. Cada figura debe tener su correspondiente leyenda escrita a doble espacio, en una hoja separada. Cada leyenda debe ser numerada con un número arábigo correspondiente a la ilustración como aparece en el texto (p. ej. Figura 1). En las leyendas de las microfotografías de estudios histopatológicos deben consignarse el método de tinción y el aumento o magnificación de las mismas. En los casos de fotos clínicas en donde se puede reconocer la identidad del paciente se debe contar con el consentimiento firmado por el paciente o su representante legal autorizando la publicación de la misma. Figuras. Se aceptarán sólo fotografías digitales. Las mismas deben tener un tamaño mínimo de 8 cm de ancho, 300 dpi de resolución y cada una debe enviarse como archivo individual con su nombre correspondiente, en formatos JPEG o TIFF. TIPOS DE TRABAJOS 1.Artículos de revisión Página título; Resumen (hasta 250 palabras); Texto: organizado en Introducción, Desarrollo y Conclusión; Referencias bibliográficas (hasta 100); Tablas, cuadros y/o gráficos (hasta 6); Figuras (hasta 10). Extensión: hasta 33.000 caracteres con espacios (considerando página título, resumen, texto y referencias bibliográficas). 2.Trabajos de investigación Página título; Resumen estructurado: Introducción, Materiales y métodos, Resultados, Discusión (hasta 250 palabras); Texto: organizado en Introducción (se resumen las bases para el estudio u observación y se presentan el/los objetivo/s del trabajo); Materiales y métodos (deben incluirse: a. selección de la población de estudio, b. métodos, aparatos y/o procedimientos, c. detalles del protocolo usado cuando se trate de estudios clínicos, d. guías o normas éticas seguidas y e. descripción de métodos estadísticos); Resultados (presentados en una secuencia lógica y sin repetición en el texto de las informaciones presentadas en tablas/cuadros/gráficos); Discusión (se resaltan los aspectos importantes del estudio, las conclusiones de ellos 124 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 10 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2012 reglamento de publicación derivadas y su relación con los objetivos planteados); Referencias bibliográficas (hasta 50); Tablas, cuadros y/o gráficos (hasta 4), Figuras (hasta 8). Extensión: hasta 22.000 caracteres con espacios (considerando página título, resumen, texto y referencias bibliográficas). 3.Trabajos originales Página título; Resumen (hasta 200 palabras); Texto: organizado en Introducción, Serie de casos y Discusión; Referencias bibliográficas (hasta 50); Tablas, cuadros y/o gráficos (hasta 2); Figuras (hasta 8). Extensión: hasta 22.000 caracteres con espacios (considerando página título, resumen, texto y referencias bibliográficas). 4.Comunicación de casos Página título; Resumen (hasta 200 palabras); Texto: organizado en Introducción, Caso clínico y Comentario; Referencias bibliográficas (hasta 30); Figuras (hasta 6). Extensión: hasta 11.000 caracteres con espacios (considerando página título, resumen, texto y referencias bibliográficas). 5.Haga su diagnóstico Página título (el título no debe mencionar el diagnóstico); Texto: organizado en Caso clínico, Diagnóstico y Comentario; Referencias bibliográficas (hasta 10); Figuras (hasta 6). Extensión: hasta 11.000 caracteres con espacios (considerando página título, texto y referencias bibliográficas). 6.Correlato clínico-patológico Página título (el título debe hacer referencia a la/s lesión/es, obviando el diagnóstico); Texto: organizado en Presentación del caso (presentando hallazgos clínicos e histopatológicos y diagnóstico) y Discusión; Referencias bibliográficas (hasta 20); Fi- guras (6 en total: 3 clínicas y 3 histopatológicas). Extensión: hasta 16.000 caracteres con espacios (considerando página título, texto y referencias bibliográficas). 7.Terapéutica Página título; Resumen (hasta 250 palabras); Texto: organizado en Introducción, Desarrollo y Conclusión; Referencias bibliográficas (hasta 60); Tablas, cuadros y/o gráficos (hasta 4); Figuras (hasta 4). Extensión: hasta 27.000 caracteres con espacios (considerando página título, resumen, texto y referencias bibliográficas) UNIDADES DE MEDIDAS Y ABREVIATURAS Se recomienda usar pesos y medidas del Sistema Internacional de Unidades (SI), disponible en: http://physics.nist.gov/cuu/Units/units.html. Las temperaturas deben ser expresadas en grados Celsius (°C). Las medidas de presión arterial deben aparecer en milímetros de mercurio (mmHg). A su vez, los medicamentos deben ir con el nombre genérico o denominación común internacional. La gramática y la sintaxis deben corresponder al español. Cuando fuera necesario el uso de abreviaturas, siglas y/o símbolos, éstas deben seguir las recomendaciones del “Council of Biology Editors Style”. No deben ser usadas abreviaturas en el Título. La primera vez que se use una abreviatura o sigla irá precedida del término completo, salvo que se trate de una unidad de medida estándar. COPYRIGHT Todo trabajo deberá acompañarse del correspondiente formulario de Copyright firmado por el autor principal, sin el cual no se procederá a su publicación definitiva. Dicho formulario se encuentra disponible en la página web de la SLADP: www.sladp-online.org El mismo deberá ser enviado por alguno de los siguientes medios: Correo postal: Editores Dermatología Pediátrica Latinoamericana Arenales 2557, 1º A, (CP1425), CABA, Buenos Aires, Argentina Fax: +54 11 41270264/48214407 E-mail: [email protected] 125