la cuenca matanza-riachuelo

Transcripción

la cuenca matanza-riachuelo
LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO
una mirada ambiental para recuperar sus riberas
A. Faggi | J. Breuste
LA CUENCA MATANZA-RIACHUELO
una mirada ambiental para recuperar sus riberas
Coordinación General
· J. Breuste y A. Faggi
Coordinación Editorial
· V. Fischl
La cuenca Matanza-Riachuelo : una mirada ambiental para recuperar sus riberas / Ana María Faggi ...
[et.al.]. - 1a ed. - Buenos Aires : Universidad de Flores, 2015.
E-Book.
ISBN 978-987-710-030-3
1. Ecología Ambiental. I. Faggi, Ana María
CDD 303.28
Fecha de catalogación: 30/10/2014
Colaboradores
· M. Alegre
· N. Belloni
· M. Cantero
· N. Diaz
· M. Diez
· S. Eisenreich
· E. Fernández
· A. Ferreyra
· V. Figueredo
· S. Galman
· B. Guida Johnson
· A. Herrera
· M. Huerta de la Rocha
· H. Isbert
· J. Klenner
· C. Lafflitto
· N. Lobo
· R. Maldonado
· E. Melignani
· S. Miguel
· M.E. Moussaud
· P. V. Perepelizin
· F. Pérez
· S. Schabbauer
· J. Schnellinger
· S. Segovia
· A. Voigt
· M. Zubiaurre
· G. Zuleta
Diseño Gráfico
· G. Roccaforte
· C. Kowalewicz
Apoyo institucional
La idea de esta publicación surge de un proyecto conjunto de investigación en el
marco del Programa de Cooperación Bilateral del Ministerio de Ciencia, Tecnología
e Innovación Productiva MINCYT (Argentina) y del Bundesministerium für Wissenschaft und Forschung (Austria) AU/12/07 titulado:
“Conservación y Manejo de la Naturaleza Urbana: Manual de desarrollo sustentable
de riberas del río Matanza-Riachuelo a través de áreas piloto”.
Los resultados que aquí se incluyen, provienen de proyectos de investigación
financiados por varias instituciones con quienes los autores, quedan profundamente agradecidos.
MINCYT-BMWF (Austria): AU/10/07. “Conservación y manejo de la naturaleza
urbana: Salud ecológica del río Matanza-Riachuelo según indicadores ecológicos
integrales y percepción humana”.
CONICET: PIP 0323 “Pautas para la remediación y recuperación de áreas sujetas a
contaminación mixta de cuencas urbanas y periurbanas de llanura”.
UFLO: Proyecto de investigación: “Percepción de la naturaleza y del paisaje”.
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica: PRH #18 otorgado a la
Universidad Nacional de Lomas de Zamora y PICT-2009-0125 “Rehabilitación ambiental en megaciudades: el caso del conurbano bonaerense, Argentina”.
Agradecemos además al Municipio de Esteban Echeverría y a los docentes, alumnos y residentes encuestados.
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Funciones de cuerpos de agua urbanos (DVWK 1996)
J. Breuste І Universidad Lodron-Paris, Salzburgo, Austria
Cuerpos de Agua
Los cuerpos de agua urbanos, lóticos o lénticos, sufren el impacto de las actividades
y usos que tienen lugar en la ciudad y su entorno. Es por ello, que comparativamente
HIDROLOGÍA / HIDRAÚLICA
ESTRUCTURA DEL CUERPO
ESTADO DEL CUERPO
Dinámica y velocidad
de la corriente
Calidad de agua
USOS
BIODIVERSIDAD
Actividades recreativas
y de tiempo libre
Composición y abundancia
de las especies
a los cuerpos de agua de ambientes naturales, se encuentran muy transformados.
Los cuerpos lénticos incluyen lagunas, lagos naturales y artificiales así como
reservorios de agua de lluvia. Los lóticos comprenden a los ríos, arroyos, canales
Bosques ribereños cumplen
importantes funciones
como la estabilización de las
riberas y moderación de
factores climáticos.
y canaletas. Los cuerpos de agua y sus riberas brindan múltiples servicios ecosistémicos a través de funciones ecológicas, económicas y sociales. Son importantes hábitats para plantas y animales, ayudan al mejoramiento climático, reciben
aguas de escorrentía y embellecen el ambiente urbano a través de su potencial
recreativo y estético.
Un río es un ecosistema que actúa como biocorredor y su funcionamiento depende
de múltiples factores, especialmente de sus características estructurales y de los
SUMIDERO de agua,
energía, organismos,
materiales
CONDUCTO:
Transporta materiales,
energía y organismos
FUENTE
disturbios a los que está sujeto. La calidad del agua es el principal indicador de su
estado . En Europa Central los impactos por vertidos de efluentes en los cuerpos de
FILTRO
agua han disminuido, pero en otros países, como en Argentina, hay vuelco importante de efluentes. En muchos casos, los cuerpos de agua se utilizan en forma abusiva
BARRERA: al flujo de materiales,
energía y organismos
como si fueran alcantarillado. Esto influye directa o indirectamente en el contenido
de oxígeno del agua y los elementos tóxicos pueden acumularse en los organismos
vivos. Tal situación limita el uso racional de los cuerpos de agua.
Modelo del sistema ripario y servicios ecosistémicos que brinda
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3
Beneficios ecosistémicos de cuerpos de agua urbanos
A. Faggi І C. Lafflitto
Los servicios ecosistémicos incluyen todas las funciones y procesos que benefician a la sociedad en términos
económicos o de calidad de vida. En general, se clasifican en cuatro grandes grupos incluyendo servicios de aprovisionamiento, de regulación, de apoyo y culturales. Estos servicios se hallan también presentes en áreas urbanas.
Bienes que
suelen tener un valor
monetario (leña,
plantas, peces)
Regulación del clima
Almacenamiento
de carbono
Control de inundaciones
Filtrado de aire y agua
Protección frente a
erosión, tormentas
Valor espiritual
(recreación, estético)
Esencial para el
funcionamiento de
los ecosistemas
(formación de suelos,
proceso de crecimiento
de plantas)
Desde las primeras discusiones sobre este tema en la década de los noventa, y luego de la publicación de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (2005), se puso en evidencia que el ser humano depende de la Naturaleza y
de los ecosistemas, de sus funciones y de la variedad de procesos y flujos existentes. La mayoría de estos servicios
suelen no tener valor de mercado o social.
En particular, en áreas urbanas, donde se asienta la mayoría de la población mundial, la Naturaleza y los ecosistemas, al ser utilizados en forma intensiva se encuentran degradados hasta tal punto que dejan de proveer servicios.
Según McDonald (2009) los servicios ecosistémicos se proveen a diferentes escalas en el paisaje: en lo local
como por ejemplo, la regulación de la temperatura a través de la sombra del arbolado urbano, el filtrado de
agua y contaminantes en el suelo o la producción de madera. Entre los servicios a escala regional o de paisaje se
encuentran los de recreación, regulación climática y biodiversidad, en tanto que a nivel global se cuentan los de
mitigación climática por secuestro de carbono o los de conservación de biodiversidad genética.
En la ciudad, tanto la vegetación (verde urbano) como los cursos de agua (azul urbano), son los componentes
que brindan la mayor parte de los servicios ecosistémicos. Es por ello, que ambos componentes deberían estar
disponibles en las cercanías de las viviendas. El gris urbano, representado por las superficies impermeables, lejos
de proveer servicios ecosistémicos, lo reducen.
Servicios e indicadores de calidad de vida relacionados a las dimensiones de sustainabilidad (Breuste, et al. 2013
según la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, 2005 , Santos y Martins, 2007).
Dimensión de Sustentabilidad
Servicios Ecosistémicos
Indicador de calidad de vida
· Ecología
· Filtración de aire
· Tratamiento de residuos / · Abastecimiento
de agua / · Regulación del clima
· Avenamiento del agua de lluvia
· Producción de alimentos
· Paisaje
· Valores culturales
· Sentido de identidad
· Uso de la tierra
· Salud
· Seguridad
· Sociedad
· Economía
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CONICET - Universidad de Flores І Universidad Nacional de Lomas de Zamora
El Río y su Cuenca
El río Matanza-Riachuelo es el más contaminado de la Argentina y tiene
una larga historia de impactos ambientales negativos. La segunda fundación de la ciudad de Buenos Aires tuvo lugar en 1580 a orillas de su
desembocadura e impactó el paisaje natural y la calidad de las aguas.
En la actualidad, transita un lento pero constante camino hacia su recuperación. Los gobiernos municipales han implementado programas de
largo aliento; al mismo tiempo que la sociedad civil continúa movilizada
en torno a la participación, el control ciudadano y difusión de la problemá-
· Belleza escénica
· Reducción de stress
· Reducción de la tensión social
· Habitabilidad
· Accesibilidad/ingresos
tica ambiental de la cuenca.
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El Matanza es un río de llanura de escasa longitud (80 km), caudal (8 m3/s) y pendiente (0,35%) que atraviesa la planicie pampeana, un paisaje suavemente ondulado
con modelado fluvial. Recorre el sur del área metropolitana de Buenos Aires y desemboca en el Río de la Plata. Recibe aguas arriba el aporte de numerosos arroyos - 232
cursos- , aunque sólo tres arroyos - Rodríguez, Morales y Cañuelas - son principales.
Conforma así, una cuenca de forma irregular de 204.768 ha con un ancho máximo de
40 km que alberga el 12% de la población argentina. El 22,14% del área de esta cuenca es urbana y el 54,55%, rural.
En el tramo superior el río es poco profundo (0,3-0,5 m) y corre sin mayores dificultades, si bien existen algunos canales para orientar el escurrimiento. Al ingresar a la
planicie baja, el cauce pierde sus características naturales. El curso inferior del río
se encuentra canalizado y rectificado y se denomina Riachuelo en sus últimos 15 km
antes de su desembocadura en el estuario del Río de la Plata, donde alcanza su mayor
profundidad (7 m).
Además, terraplenes ferroviarios y carreteros, dispuestos transversalmente a los
cursos de agua, alteran el funcionamiento natural de la cuenca. El curso en la cuenca
media está menos modificado, si bien se observan algunos arroyos cortados, profundización del cauce y acumulación de tierra en las márgenes.
Cuenca media
Cuenca baja
Cuenca media
Coberturas y usos de suelo en la cuenca
Matanza-Riachuelo
Cobertura / uso del suelo
Localización Matanza - Riachuelo
Área (ha)
Área (%)
Urbano
45.305
22,14
Periurbano
18.901
9,24
Cuenca alta
Superficie (%) de coberturas y usos de suelo
en la cuenca Matanza-Riachuelo
Cuerpos
de agua
Forestaciones
Urbano
Suburbano /
Periurbano
Suburbano
14.476
7,07
Rural
111.631
54,55
Forestación
5.828
2,85
Bañado
7.815
3,82
Bañados
Rural
Cuerpo de agua
Cuenca Matanza - Riachuelo
6
TOTAL
700
0,34
204.656
100,00
7
El río Matanza-Riachuelo es el más contaminado de la Argentina y tiene una larga historia de impactos ambientales negativos. La segunda fundación de la ciudad
de Buenos Aires tuvo lugar en 1580 a orillas de su desembocadura impactando el
paisaje natural y la calidad de las aguas. La contaminación se remonta a la época
colonial, situación que se agravó en el siglo XIX por la instalación de saladeros en
sus márgenes. Durante el siglo XX la contaminación predominante fue causada por
la producción agrícola-ganadera en el curso superior y por efluentes industriales y
domésticos que fueron volcados a sus aguas en los cursos inferior y medio.
Mediciones realizadas entre 1998 y 2001 revelaron condiciones críticas en los contenidos de oxígeno disuelto y altos valores de plomo y cromo que impactaban la vida
en el río. A la contaminación por efluentes, se sumaron numerosos basurales a cielo
abierto y ocupación ilegal de sus márgenes. Tal apremiante situación ambiental sensibilizó a la sociedad civil. La Fundación Ciudad realizó entre 2002 y 2003 varios foros
de discusión en los tres sectores de la cuenca a fin de convocar a múltiples actores
en busca de soluciones consensuadas, las cuales fueron elevadas a las autoridades.
Si bien existieron diversos intentos de mejora ambiental, la situación comienza a
mejorar a partir del 2006 con la creación de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). Su accionar se dinamizó en 2008, en respuesta a la intimación de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a raíz de una causa judicial presentada en
2004 por un grupo de vecinos de la cuenca baja.
Si bien persisten aún focos puntuales de contaminación, en general, la calidad de
agua ha comenzado a mejorar por disminución y control de los vertidos ilegales.
En las márgenes del río se tomaron medidas para extraer las carcazas de barcos
abandonados, relocalizar a personas que vivían en forma precaria sobre las riberas,
se completó el camino de sirga, se eliminaron basurales y se implementó un plan de
limpieza y forestación en algunos sectores.
El río transita un lento pero constante camino hacia su recuperación. Los gobiernos
municipales han implementado programas de largo aliento; al mismo tiempo que la
sociedad civil continúa movilizada en torno a la participación, el control ciudadano y
difusión de la problemática ambiental de la cuenca.
A. Faggi
El ACUMAR articula
políticas públicas
comunes y coordina
los esfuerzos
interinstitucionales e
interjurisdiccionales
entre Nación, Provincia
de Buenos Aires y
municipios
metropolitanos para
la implementación
del Plan Integral de
Saneamiento Ambiental.
Sus objetivos son
mejorar la calidad de vida
de los habitantes de la
cuenca, recomponer el
ambiente en todos sus
componentes (agua, aire
y suelo) y prevenir daños
posibles futuros.
CONICET - Universidad de Flores
Vegetación Ribereña
El impacto humano a través de siglos de pastoreo, tala y fuego,
sumado luego a las actividades rurales y al posterior avance de la
urbanización, desencadenó a lo largo de la cuenca, múltiples cambios que se reflejan en la composición actual de la vegetación.
En la actualidad sus efectos se reconocen por la presencia de especies indicadoras, que son testigos, algunas de ellas de la vegetación
prístina, otras de los cambios que introdujo el hombre.
Foro organizado por la Fundación Ciudad sobre la cuenca Matanza-Riachuelo
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En el ambiente ribereño a lo largo de la cuenca, la vegetación prístina -natural de
la región- en la cuenca baja corresponde a un bosque y matorral ribereño similar
al que se observa hoy en el delta bonaerense con la presencia de ceibo (Erythrina
crista-galli), curupí (Sapium haematospermum), aliso de río (Tessaria integrifolia),
sauce criollo (Salix humboldtiana), ombú (Phytolacca dioica), con un estrato arbustivo de flores vistosas compuesto por camará (Lantana camara), rosa de río (Hibiscus
cisplatinus), sarandí blanco (Phyllantus sellowianus) y colorado (Cephalanthus glabratus), acacia mansa (Sesbania punicea).
Arbusto (Lantana cámara)
Estas hierbas palustres (también llamadas helófitas) son típicas de los ambientes ribereños, arraigan en el
fondo sumergido, atraviesan con sus tallos el agua y desarrollan hojas, flores y frutos en el medio aéreo. Cuando
el nivel de agua baja, pueden vivir largos períodos sobre el suelo emergido. Cumplen un rol fundamental en la
integridad del río como ecosistema porque protegen a las riberas del embate del agua y al mismo tiempo son
hábitats de fauna.
En los ríos que atraviesan áreas urbanas cobra relevancia otro servicio ambiental: el de depuración. Así, los
cordones de vegetación palustre actúan como filtros de agua al retener materia orgánica, nutrientes, material
particulado y contaminantes. Muchos de ellos son absorbidos a los tejidos y/o absorbidos por las raíces. En el
ambiente radicular ocurren procesos físicos, químicos y biológicos por la interacción de plantas, microorganismos, sustrato y contaminantes. Por esta razón, es de suma importancia garantizar la conservación de la vegetación ribereña y evitar su corte.
En la cuenca media y alta la vegetación natural se despliega como un pastizal de flechilla mansa (Nassella hyalina) y cebadilla criolla (Bromus catharticus) en los relieves más altos y una pradera húmeda en las orilla similar
al de la cuenca baja.
Riberas de la cuenca media invadidas por leñosas exóticas
Árbol de curupí
En las orillas pantanosas cercanas al agua crece una pradera húmeda compuesta por
herbáceas palustres como saeta (Sagittaria montevidensis), junco (Schoenoplectus
californicus), lagunilla (Alternanthera philoxeroides), cucharero (Echinodorus macrophyllus), redondita de agua (Hydrocotyle ranunculoides e H. bonariensis), yerba
del bicho (Polygonum punctatum), camalotes (Pontederia cordata y P. rotundifolia),
margarita de bañado (Senecio bonariensis), junto a diversas ciperáceas, gramíneas
(Paspalum distichum, Echinochloa helodes) y juncáceas, entre otras especies.
Pastizal de flechilla mansa y cebadilla criolla
En el ambiente ribereño a lo largo de la cuenca del Matanza-Riachuelo se reconocen los siguientes impactos
y procesos resultantes:
Árbol de ceibo
Herbáceas palustres en las orillas
Sector de la cuenca
Impactos
Procesos
· Baja
Canalización, rectificación,
impermeabilización,
mayor pendiente de los
taludes, desmalezado,
tala, reforestación.
1. Empobrecimiento del bosque ribereño. Disminución
de cobertura arbórea y pérdida de especies.
2. Forestación con arboles exóticos.
3. Invasión de arbustos exóticos (ricino).
4. Empobrecimiento de herbáceas y arbustos nativos.
· Media y Alta
Actividades rurales
1. Avance de herbáceas exóticas ligadas al pastoreo
(Festuca arundinacea, Arundo donax, Pichris echioides,
Lactuca saligna)
2. Invasión espontánea de leñosas (Acer negundo,
Gleditsia triacanthos, Morus alba y nigra), árboles
utilizados en establecimientos ganaderos para
sombra y leña de fácil dispersión por viento y/o aves.
3. Forestación con eucalipto.
Sobre el espejo de agua crecen plantas flotantes como lentejas de agua (Lemnáceas), helechitos de agua (Azolla filiculoides, Salvinia biloba), cucharitas de agua
(Limnobium spongia), repollito de agua (Pistia stratiotes).
Lagunilla con flores blancas
y helecho Marsilea coccina
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Plantas flotantes
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Riqueza florística
Los resultados del relevamiento de 54 sitios, permitió registrar un total de 213 especies vegetales: 174 herbáceas, 3 arbustos y 36 árboles. Dentro de las herbáceas, predominaron las especies nativas y entre los árboles,
las exóticas.
Entre las herbáceas se observaron 39 especies palustres, en su amplia mayoría nativas y sólo una exótica (berro:
Rorippa nasturtium-aquaticum).
Herbáceas
Arbustos
Árboles
· 74 nativas
· 3 nativos
· 8 nativos bonaerenses
· 38 nativas palustres
· 2 nativos del país
· 61 exóticas
· 17 exóticos
· 1 exótica palustre
· 9 exóticos invasores
La mayor cobertura de
árboles se encuentra en
la cuenca media por
invasión de leñosas como
arce (Acer negundo),
acacia negra (Gleditsia
triacanthos) y mora
(Morus alba y nigra).
Cobertura vegetal
Los mayores valores de cobertura total se registraron en la cuenca media, intermedios en la alta y los menores
en la cuenca baja . Las hierbas nativas tuvieron mayor cobertura en la media y mínimo en la baja. Las exóticas, en
cambio estuvieron más representadas en la cuenca alta indicando la influencia de actividades agrícola-pastoriles
con especies que se utilizan como pasturas o que se las considera malezas.
Cuenca alta
Cuenca media
Cuenca baja
Vegetación natural
Pastizal y pradera húmeda
Pastizal y pradera húmeda
Bosque, matorral
y pradera húmeda
Impactos
Actividades rurales
Forestación
Actividades rurales
Disminución, inundación
Tala, forestación
· exóticas
Festuca arundinacea 30%
Cynodon dactylon 18%
Carthamus lanatus 13%
Festuca arundinacea 6,3%
Humulus japonicus 12,3%
Picris echioides 10%
Acer negundo 7%
Gleditsia triacanthos 20%
Eucaliptus sps.
Cynodon dactylon 26%
Sorghum halepense 10%
Humulus japonicus 8%
Populus sps. 6%
Morus alba y nigra
Ricinus communis
· palustres
Eleocharis bonariensis 12%
Polygonum punctatum 5,5%
Paspalum distichum 5%
Hydrocotyle bonariensis 4%
Hydrocotyle
ranunculoides 13%
Althernanthera
philoxeroides 10%
Sagittaria
montevidensis 11%
Erythrina crista-galli 4%
Nassella hyalina 10%
Bromus catharticus 6%
Cortaderia selloana 4,5%
Nassella hyalina 10%
Celtis tala 4%
Coberturas
de plantas
indicadoras
· nativas
12
Sapium haematospermum 4%
Cobertura media en porcentaje de plantas indicadoras
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Invasión de árboles exóticos
Originalmente la mayor cobertura arbórea estaba presente en la cuenca baja por el desarrollo de un bosque
ribereño sujeto a inundaciones que formaba parte del biocorredor del estuario del Plata. La tala y la disminución
de los pulsos de inundación por aumento de las pendientes en las orillas, fueron principales responsables del
cambio en composición florística. Especies típicas como sauce, aliso, curupí han sido por otro lado, reemplazadas por forestación con exóticas (álamo, fresno).
P. V. Perepelizin
CONICET - Universidad de Flores
Aves
Cobertura arbórea (%) en distintos sectores de la cuenca
Diversidad florística
Bajos valores de diversidad florística se encuentran en la cuenca baja tanto para árboles y arbustos nativos como
para hierbas nativas palustres, donde hay mayor impacto humano por transformaciones en el cauce y orillas.
La mayor diversidad se observa en las plantas herbáceas. En las nativas, la diversidad es mayor en la cuenca
alta, y disminuye hacia la cuenca baja por cambio en la estructura del cauce y las orillas y por desmalezado. Las
exóticas alcanzan su mayor diversidad en la cuenca media debido a la influencia de actividades rurales y por el
avance de la urbanización. Tienen menor presencia en la cuenca baja.
Los árboles y arbustos nativos bonaerenses, testigos del bosque ribereño hoy muy poco representado, tienen
mayor diversidad en la cuenca baja.
Los árboles exóticos invasores aumentan desde la cuenca alta a la baja. Los exóticos también aumentan hacia la
baja, pero tienen un mínimo en la media.
Las aves son buenas indicadoras de la calidad de las zonas de ribera urbanas por ser sensibles a los cambios ambientales que genera
la urbanización.
En la ciudad de Buenos Aires y sus áreas periféricas viven más
de 200 especies de aves, alrededor del 20 % del total de las aves
argentinas; en la cuenca Matanza-Riachuelo tienen poder indicador
de impactos y procesos desencadenados por el hombre.
Diversidad florística en distintos sectores de la cuenca
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Jilguero dorado
Cardenilla
Tijereta
En las ciudades, las aves se utilizan como indicadoras de la calidad ambiental, ya
que forman un grupo ecológico muy diversificado, de distribución mundial, abundante y con una marcada sensibilidad a los cambios en el uso de la tierra. De esta
manera, observando a las aves, sus especies, abundancia, hábitos de comportamiento y alimentación se obtiene información útil para la planificación y el diseño
urbano. Con su mejora, se logrará obtener un ambiente más vivible, agradable y
ambientalmente adecuado para sus habitantes, asegurando la conservación de la
avifauna y de la cobertura vegetal.
La cuenca Matanza-Riachuelo es un área diversa. La cuenca baja se ubica en la
transición entre tres regiones biogeográficas diferentes: la Pampeana, representada por pastizales de llanura; el Espinal, aquellos bosques de escaso requerimiento
hídrico paralelos al río de la Plata, en las barrancas del Paraná; y la selva Paranaense, de carácter más húmeda ubicada en los albardones de dichos cauces. Aunque
estos ambientes originarios se hallan prácticamente desaparecidos en el área metropolitana, las aves encuentran refugio en relictos naturales como las riberas del
Riachuelo, parques de gran tamaño y reservas urbanas como Costanera Sur y Los
Robles. Así, en las áreas de ribera se observan aves de diferentes tipos de hábitat,
dieta y comportamiento.
Las comunidades urbanas de aves de ambientes riparios se componen de especies nativas y exóticas. Las nativas son aquellas originarias del lugar y las exóticas
aquellas introducidas por el hombre de otras partes del mundo en forma intencional o accidental.
Más del 90 % de las aves que constituyen la comunidad son nativas, pero en muchos
casos, en áreas de urbanización densa, unas pocas especies exóticas (por ejemplo
palomas y gorriones) pueden llegar a conformar el 85% de los individuos de aves.
Algunas especies son frecuentes y otras escasas. Las aves frecuentes son numerosas y fáciles de observar. Generalmente están bien adaptadas a vivir entre
edificaciones, jardines y ambientes modificados. Aunque este grupo representa un
número relativamente bajo de especies (cerca de 30), pueden presentarse en números muy altos, decenas, cientos y hasta miles de individuos. Por ejemplo, en
zonas de ribera, la paloma torcaza llega a representar el 50% de la abundancia.
Las aves escasas, por otro lado, son las de mayor interés de conservación. Son
aquellas aves nativas más vulnerables a los cambios ambientales que genera la urbanización. De hábitos más esquivos y números reducidos prefieren los parches de
vegetación natural. Se refugian en ambientes vegetados variados, zonas de baldíos
y reservas urbanas, pero rara vez se encuentran en áreas de urbanización densa.
Dentro de las comunidades, aunque se tratan de pocos individuos conforman más
del 70% de las especies.
Según el tipo de ambiente que utilizan, podemos agrupar a las aves por gremios. En
las riberas del área metropolitana contamos con gremios bien representados, más
allá del grado de urbanización, como las aves de humedales, atraídas por la presencia
de cuerpos de agua y las aves generalistas, las que mejor aprovechan los entornos de
ciudades. Sin embargo, otros grupos como las aves de zonas de pastizales y de bosques, llegan a desaparecer cuando la superficie construida supera el 60%.
Las áreas de ribera funcionan como biocorredores, permiten el flujo de animales y plantas, y son fuentes de alta biodiversidad.
Picabuey
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En la ciudad de Buenos Aires podemos encontrar más de 200 especies de aves,
ligadas en su mayoría a relictos de paisaje natural.
Cuando la cobertura vegetal se incrementa, las aves exóticas que dominan el paisaje urbano (palomas y gorriones) disminuyen hasta desaparecer. Por el contrario, riberas dominadas por cemento y construcciones, presencia
de residuos, alto número de vehículos, ruido y otros disturbios sólo benefician a una pocas aves. Esto ocasiona
que su número sea excesivamente alto, con menor diversidad de comunidades, con lo cual disminuye la calidad
ambiental de la ciudad.
Riqueza total y abundancia de torcaza y paloma doméstica dentro de la cuenca.
Riqueza total: Número total de diferentes especies І Abundancia: cantidad de individuos de una misma especie
El mapa arriba expuesto muestra la cuenca del Matanza-Riachuelo con los diferentes usos de la tierra y el
nombre de las transectas donde se muestrearon la riqueza y abundancia de aves. Para su relevamiento se
realizó una única visita por la mañana o la tarde durante el pico de actividad de las aves en primavera-verano
mediante puntos de conteo de 50 m de radio por 5 minutos donde se censaron la totalidad de aves vistas o escuchadas. Además, se incluyen datos a modo comparativo de la cuenca del Reconquista y del litoral del estuario
del Río de la Plata.
En el área de la cuenca alta, se observa predominio de áreas de monocultivo, ganadería extensiva, zonas de
urbanización baja y áreas de vegetación espontánea. Sin embargo, a pesar del predominio de áreas permeables
con cobertura vegetal, suelo desnudo o rastrojo, las aves responden diferente según el uso de la tierra. Cuando
contamos con áreas de reserva, cuerpos de agua y pastizales de uso ganadero extensivo, los valores de riqueza
ascienden a 50, siendo un valor considerablemente mayor a las zonas situadas dentro de la matriz urbana, pero
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menor a las obtenidas en Costanera Sur (sitio de reserva sobre el litoral con presencia importante de vegetación nativa).
En cambio, sitios de la cuenca alta, pero en áreas de monocultivo y urbanización baja, los valores de riqueza
disminuyen a 38, valores apenas superiores a los obtenidos dentro de la ciudad. Además, son ambientes donde
la presencia de bandadas de torcaza es muy importante, llegando a más de 200 individuos por punto de conteo.
Por otro lado, en sitios de bosques con predominio de exóticas y relictos de pastizal nativo ligado a la actividad ganadera extensiva lindante en sitios de la cuenca media, los valores de riqueza se elevan a 56. Este valor
considerablemente alto en áreas muy próximas al conglomerado urbano metropolitano, indica la importancia
de conservar zonas de bosque y pastizal como refugio principalmente de especies escasas en las cercanías de
áreas disturbadas.
La cuenca baja, emplazada dentro de la matriz urbana, cuenta con mínimos valores de riqueza (27-33 especies).
La abundancia de aves, como la torcaza en las áreas lindantes al núcleo urbano (SO y NE) y la paloma doméstica
en el núcleo más densamente urbanizado, obtiene valores máximos de abundancia (entre 110-368 individuos por
punto de conteo).
Generalistas frecuentes
· Torcaza
Zenaida auriculata
· Paloma picazuró
Patagioenas picazuro
· Hornero
Furnarius rufus
· Benteveo común
Pitangus sulphuratus
· Golondrina parda
Progne tapera
De Pastizales
· Chingolo
Zonotrichia capensis
· Tero común
Vanellus chilensis
· Hornero
Turdus rufiventris
· Cabecita negra común
Spinus magellanica
· Cotorra
Myiopsitta monachus
· Jilguero dorado
Sicalis flaveola
· Ratona común
Troglodytes aedon
· Tijereta
Tyrannus savana
· Chimango
Milvago chimango
· Corbatita común
Sporophila caerulescens
· Picaflor verde común
Chlorostilbon lucidus
· Golondrina ceja blanca
Tachycineta leucorrhoa
· Carancho
Caracara plancus
· Carpintero campestre
Colaptes campestris
· Golondrina doméstica
Progne chalybea
· Misto
Sicalis luteola
· Torcacita común
Columbina picui
· Calandria real
Mimus triurus
· Calandria grande
Mimus saturninus
· Halconcito colorado
Falco sparverius
· Picabuey
Machetornis rixosa
· Pirincho
Guira guira
Comunidades de aves en zonas de riberas urbanas.
El extremo izquierdo representa las áreas más densamente urbanizadas, el derecho los sectores de relicto natural y espacios
verdes de gran tamaño. Las curvas indican la variación de la riqueza de aves por gremios a lo largo del gradiente
La estructura del medio construido y de la vegetación influye en la presencia de las aves. La proporción de áreas
verdes y naturales diversas con diferentes estratos (árboles, arbustos, hierbas y pastos) y tipos de hábitats (fuentes, charcos de agua, árboles, árboles muertos en pie, ramas caídas, presencia de flores y frutos, etc.) favorece al
refugio, alimentación y zonas de nidificación de las aves escasas.
18
Bandada de gaviota capucho café
19
Sugerencias para el diseño y la planificación de zonas urbanas de ribera
De humedades
· Biguá
· Garza blanca
· Cuervillo de cañada
· Gaviota cocinera
· Garcita blanca
· Tero real
· Varillero ala amarilla
· Garza bruja
· Garza mora
· Pitotoy chico
· Chajá
· Sirirí pampa
· Gallareta chica
· Pecho amarillo común
· Gaviota capucho café
· Ipacaá
· Pato barcino
· Pato cutirí
· Pollona negra
· Carau
· Pato cuchara
· Gallareta ligas rojas
· Martín pescador grande
· Macá común
· Pato maicero
· Macá grande
· Gavilán planeador
· Cigüeña americana
· Gallareta escudete rojo
· Pato de collar
· Pato capuchino
· Caracolero
· Gaviotín lagunero
· Pico de plata
· Garcita azulada
· Jacana
Phalacrocorax brasilianus
Ardea alba
Plegadis chihi
Larus dominicanus
Egretta thula
Himantopus melanurus
Agelasticus thilius
Nycticorax nycticorax
Ardea cocoi
Tringa flavipes
Chauna torquata
Dendrocygna viduata
Fulica leucoptera
Pseudoleistes virescens
Chroicocephalus
maculipennis
Aramides ypecaha
Anas flavirostris
Amazonetta brasiliensis
Gallinula chloropus
Aramus guarauna
Anas platalea
Fulica armillata
Megaceryle torquata
Rollandia rolland
Anas georgica
Podiceps major
Circus buffoni
Ciconia maguari
Fulica rufifrons
Callonetta leucophrys
Anas versicolor
Rostrhamus sociabilis
Sterna trudeaui
Hymenops perspicillatus
Butorides striata
Jacana jacana
Urbanas exóticas
· Repensar las ciudades como un balance entre construcciones y ambientes naturales como herramienta para
fragmentar la matriz artificial. Aumentar el porcentaje de espacios verdes incorporando en ellos una fracción de
paisaje natural nativo.
De bosques
· Sietevestidos
Poospiza nigrorufa
· Carpintero bataraz chico
Veniliornis mixtus
· Zorzal chalchalero
Turdus amaurochalinus
· Boyerito
Icterus cayanensis
· Picaflor bronceado
Hylocharis chrysura
· Arañero coronado chico
Basileuterus culicivorus
· Monjita gris
Xolmis cinereus
· Pepitero gris
Saltator coerulescens
· Carpintero real
Colaptes melanochloros
· Gavilán mixto
Parabuteo unicinctus
· Tacuarita azul
Polioptila dumicola
· Arañero cara negra
Geothlypis aequinoctialis
· Chinchero chico
Lepidocolaptes angustirostris
· Fueguero común
Piranga flava
· Taguató común
Rupornis magnirostris
· Celestino común
Thraupis sayaca
· Paloma doméstica
Columba livia
· Fiofío pico corto
Elaenia parvirostris
· Gorrión
Passer domesticus
· Boyero negro
Cacicus solitarius
· Estornino pinto
Sturnus vulgaris
· Paloma manchada
Patagioenas maculosa
· Ñanday
Nandayus nenday
· Suirirí real
Tyrannus melancholicus
· Calancate ala roja
Aratinga leucophthalmus
· Piojito común
Serpophaga subcristata
· Chiripepé cabeza verde
Pyrrhura frontalis
· Yerutí común
Leptotila verreauxi
20
· Utilizar el potencial de biocorredor que representan las zonas riparias como fuente de diversidad de aves.
Muchas de las especies vulnerables a los procesos urbanos actualmente desaparecidas en las ciudades pueden
reincorporarse al dejar una franja de ambiente natural como ser bosques de ceibos, alisos y/o sauces criollos.
· Conservar, mantener y aumentar relictos de paisaje natural y vegetación nativa, asegurándose de contar con
diversos estratos (árboles, arbustos y hierbas) y heterogeneidad de hábitats. Por ejemplo: incorporar o conservar
humedales, mantener ramas y árboles muertos como sitios de refugio y nidificación, plantas flotantes, etc.
· Promover y acercar a la población a paisajes naturales como hábito de vida. Promulgar actividades educativas y de esparcimiento. Comunicar su importancia, tanto como sitio de conservación de biodiversidad, como así
también por brindar servicios ambientales.
· Desalentar la alimentación de palomas y gorriones para evitar crecimientos excesivos de sus poblaciones.
Observación de aves en cuenca alta
21
E. Melignani
CONICET - Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”
Índice de Calidad de Ribera
Un índice de calidad de ribera está compuesto por un conjunto de parámetros que cuantifican diversos atributos
biológicos de las riberas, cuya valoración se lleva a cabo en relación a condiciones de referencia determinadas.
En este caso, se han considerado tanto atributos ecológicos relacionados a la estructura y al funcionamiento dinámico de las riberas, como distintos tipos de impacto antrópico directos e indirectos sobre el corredor ripario.
Dentro de la estructura y el funcionamiento de las riberas, se consideraron las características del espacio ripario
y su conexión con el río y la composición, estructura y cobertura de la vegetación riparia. El espacio ripario, tanto
en ancho como en largo, es una característica natural de la unidad de paisaje que constituye el río e indica la magnitud del lugar físico donde ocurren los procesos y funciones ecológicas del corredor fluvial que influyen sobre la
heterogeneidad de la zona.
La conectividad lateral entre el cauce y la ribera está relacionada a la frecuencia de inundación o conexión hidrológica, a partir de la cual se establece el intercambio de materia y energía entre el cauce y su llanura de inundación.
La vegetación que ocupa el espacio ripario y sus características en términos de composición, estructura y cobertura deben ser evaluadas respecto a las condiciones de referencia, es decir, respecto a la vegetación relictual de
las áreas de menor degradación o bien la vegetación potencial que corresponde al tramo según las características
hidrológicas, geomorfológicos y la región biogeográfica en que se ubica.
La vegetación es importante porque regula los flujos de materia y energía en los ecosistemas acuáticos y terrestres. Es una de las principales fuentes alimenticias y ofrece refugio a los organismos que habitan en los cauces
fluviales, ayuda a la estabilización de sedimentos de las orillas y llanuras de inundación, evita la erosión de las
márgenes y suministra material vegetal que favorece la creación de nuevos hábitats.
En cuanto a los impactos de la actividad humana en las riberas, se consideraron las obras e intervenciones sobre
el cauce y las riberas, las descargas puntuales y el uso del suelo adyacente a la ribera.
Se evalúa la condición de las orillas en términos de su naturalidad así como las obras e intervenciones antrópicas en el cauce y la ribera, las cuales indican la dinámica del cauce y la calidad del hábitat físico. Las descargas
puntuales y el uso del suelo adyacente a la ribera indican el tipo de actividades que el hombre realiza en las cercanías de los ríos y permite estimar los disturbios potenciales locales sobre el canal y su llanura de inundación
que pueden surgir de ello.
Un índice de calidad de ribera es una herramienta que nos ayuda
a sintetizar información sobre el estado ecológico de las áreas riparias. Esta información permite conocer el estado de conservación
de las riberas fluviales a través del diagnóstico del impacto de las
actividades humanas y de las propias fortalezas y debilidades naturales de cada sitio ripario a evaluar. De esta manera, se contribuye
al diseño e implementación de acciones de restauración en los casos
de degradación severa, o bien a potenciar y conservar las capacidades regenerativas del ecosistema natural en los casos de mejores
condiciones ambientales.
Cuenca baja La Boca
22
Cuenca media
23
Características físicas del espacio ripario
Ancho del espacio ripario con vegetación asociada
Conectividad entre ecosistema ripario y el cauce
Características de las riberas, del canal y del cauce
Uso del suelo cercano
Agricultura
Ganadería
Industria
Área urbana, recreativa, protegida o reserva natural
Impacto sobre el canal y/o ribera
Parámetros que conforman el índice de calidad de ribera
Estructuras para acceso humano
Muy Bueno (87, 26-106, 00)
Calidad de agua / Dragado del sedimento
· Vegetación nativa en muy buenas condiciones y acorde al paisaje original.
Escasa o nula presencia de exóticas.
· Espacio ripario amplio, adecuado y permeable. Muy buena conectividad entre
el río y el ecosistema adyacente. Cauce, canal y riberas de estructura conservada.
· Buena calidad de agua. Basura ausente. Muy pocas estructuras de acceso
humano, caminos permeables.
· Uso del suelo asociado a urbanización rural o periurbana. Escasa o nula
influencia de actividades agrícola-ganaderas.
Estructura y cobertura de la vegetación riparia
Cobertura vegetal y suelo desnudo
Flotantes, palustres
Hierbas y leñosas nativas y exóticas
Relación entre hierbas nativas / exóticas
Relación entre palustres / hierbas nativas
En la cuenca Matanza-Riachuelo se relevaron 56 sitios en los que se aplicó el índice de calidad de riberas. Para
ello, en cada sitio se delimitó un área de 100 m paralela al cauce por 50 m en forma perpendicular para cada
margen. En cada área se evaluó cada una de las variables mencionadas, asignándoles un valor numérico. Luego
éste se transformó en un valor de categorías de acuerdo al criterio.
Por último, se sumaron los valores de categorías de todas las variables para un sitio dado, se promediaron ambas
márgenes y el resultado obtenido corresponde a la valoración ambiental del sitio relevado.
Bueno (68, 51-87, 25)
· Vegetación nativa bastante conservada: la proporción de leñosas invasoras es
baja, aunque hay bastantes exóticas. Las flotantes y las palustres en general,
están bien representadas pero a veces escasean.
· Espacio ripario muy variable pero con muy buena conectividad. Canal y riberas
en buenas condiciones, pero pueden estar impactados por canalización, rellenos
y montículos.
· Calidad de agua buena a regular, ocasionalmente con residuos orgánicos,
espuma y basura. Muy pocas estructuras para acceso humano.
· Uso del suelo asociado a urbanización rural o periurbana. Escasa o nula influencia
de actividades agrícolas, pero creciente impacto de ganadería.
Regular (49, 76-68, 50)
· Vegetación original severamente modificada: importante presencia de leñosas
invasoras, palustres poco representadas, flotantes prácticamente ausentes.
· Espacio ripario muy reducido, impermeable y/o ocupado por asentamientos
precarios. Conectividad escasa o nula entre el río y el ecosistema adyacente.
Cauce rectificado y canalizado.
· Mala calidad de agua y olor desagradable. Basura escasa. Muchas estructuras
de acceso humano con caminos y superficies impermeables.
· Uso del suelo asociado a urbanización densa, asentamientos precarios,
industrias pesadas y depósitos.
Malo (31, 00-49, 75)
· Ausencia de vegetación.
· Espacio ripario muy reducido, impermeable y/o ocupado por asentamientos
Cuenca Matanza Riachuelo (línea verde), partidos que la conforman (líneas rojas) y los 53 sitios relevados con su valoración.
Referencias: Estrella = Muy bueno; Círculo = Bueno; Triángulo = Regular; Cuadrado = Malo
24
precarios. Conectividad escasa o nula entre el río y el ecosistema adyacente
debido a obras que previenen inundaciones. Cauce rectificado y canalizado,
con dragado frecuente
· Mala calidad de agua y olor desagradable debido a descargas de efluentes
domésticos e industriales sin tratamiento. Basura escasa. Muchas estructuras
de acceso humano con caminos y superficies impermeables.
· Uso del suelo asociado a urbanización densa, asentamientos precarios,
industrias pesadas y depósitos.
25
De los 56 sitios muestreados, 3 de ellos se encontraron cortados o secos, por lo que no se los incluyó en la evaluación. De los 53 evaluados, la mayoría resultaron buenos (37 sitios), sólo uno resultó muy bueno, nueve fueron
regulares y seis fueron malos.
El único sitio muy bueno se encontró en la cuenca alta, aunque se habían considerado otros tres más de referencia que resultaron buenos.
La mayoría de los sitios que resultaron buenos se ubican en la cuenca alta y media y los 3 sitios con cauce cortado
o seco correspondieron a estas secciones.
La mayoría de los sitios regulares y todos los sitios malos se registraron en la cuenca baja.
Estudio de caso
M. Diez y alumnos del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica
El índice confeccionado para la evaluación de la calidad de las riberas en la cuenca Matanza-Riachuelo fue aplicado al estudio de un tramo de 3 km de longitud del arroyo que atraviesa el Partido de Esteban Echeverría en la
cuenca media. Este tramo se estudió con más detalle con el objeto de proveer información sobre su estado actual
y plantear posibilidades de mejora.
Características ambientales de cada sector
Cuenca alta
Cuenca media
Cuenca baja
· Muy buena conectividad
· Buena conectividad
· Escaso espacio ripario.
Sin conectividad
· Riberas, canales y cauces casi
naturales: pocos montículos de tierra
y estructuras artificiales, poca
rectificación y pocos cursos secos
· Riberas, canales y cauces con pocas
modificaciones: montículos de tierra
y estructuras artificiales, erosión y
algunos cursos secos
· Riberas impermeabilizadas,
canalización y rectificación
· Algo de basura
· Mucha basura dispersa y sitios
donde se acumula basura
· Dragado. Mala calidad del agua.
Olor desagradable
· Presencia de descargas de
efluentes: espuma y materia fecal
· Presencia de descargas de
efluentes: espuma y materia fecal
· Gran descarga de efluentes
domésticos e industriales
· Urbanización periurbana y rural
· Urbanización periurbana y rural,
focos periurbanos densos
· Urbanización densa con
asentamientos precarios
· Ganadería y agricultura
· Ganadería y avicultura intensivas
Para ello, en 2013 se trabajó en conjunto con los alumnos de 3º año de la Tecnicatura Superior en Gestión Ambiental y Salud del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº35 “Profesor Vicente D’Abramo” en la
localidad de Monte Grande, Pdo. Esteban Echeverría. Se realizaron dos encuentros con los alumnos: en el primer
encuentro se explicó la metodología de relevamiento y de aplicación del índice de calidad de ribera.
· Poca industria extractiva
· Industrias extractivas (ladrilleras
y tosqueras)
· Industria pesada (curtiembre,
frigoríficos, productos químicos)
En el segundo encuentro, los alumnos comentaron los resultados obtenidos y se discutieron posibles sitios a
rehabilitar y propuestas preliminares de rehabilitación para estos sitios.
Se relevaron 18 sitios, de los cuales la mayoría resultó buena. Dos sitios resultaron muy buenos, cuatro regulares
y uno malo.
· Pocas especies leñosas; bastantes
pastos pero muchos exóticos
26
· Árboles plantados, varios nativos.
Presencia de plantas palustres
Cuenca Matanza-Riachuelo (línea verde), partido Esteban Echeverría (línea roja)
y tramo relevado de 3 km de longitud (línea amarilla)
27
En los sitios muy buenos, por el contrario, las plantas palustres fueron más abundantes, la presión de urbanización fue periurbana laxa o rural, no se observó basura ni descargas de efluentes. Por lo tanto, la calidad del
agua fue buena, sin duda beneficiada por la cercanía del área protegida de la Laguna de Rocha.
Los 18 sitios relevados con su valoración en el tramo de 3 km en el partido Esteban Echeverría, cuenca Matanza-Riachuelo
Los sitios buenos presentaron características similares a los relevados en zonas similares de la cuenca media.
En particular, se observó escasa abundancia de plantas palustres, presencia de basura aunque en pocas cantidades, mala calidad del agua y asentamientos precarios cercanos al cuerpo de agua.
Sitio bueno
28
Sitio muy bueno
Sitio regular
Sitio muy malo
Los sitios regulares y el sitio malo se destacaron por un espacio ripario reducido, la ausencia de plantas flotantes, la escasez de plantas palustres, la presencia de basura y descargas de efluentes junto con mala calidad
del agua y asentamientos precarios. En particular, en el sitio malo había escasa cobertura vegetal y muy pocas
hierbas nativas.
Integrantes del equipo de trabajo
29
En las próximas figuras se pueden observar las distintas situaciones encontradas en las riberas y el cuerpo de
agua: presencia de basura en las márgenes o en el cuerpo de agua, cañerías de descarga de efluentes y espuma
en la superficie del agua.
B. Guida Johnson
Universidad Nacional de Lomas de Zamora - Universidad Maimónides
Potencial y Prioridad de Rehabilitación
Presencia de basura
Neumáticos en el cuerpo de agua
Residuos domésticos acumulados en las márgenes del arroyo
Plásticos y residuos inorgánicos en el cuerpo de agua
La planificación es un paso esencial para alcanzar el éxito en cualquier proyecto
de rehabilitación. Establecer prioridades es necesario cuando los recursos no son
suficientes para rehabilitar todos los sitios simultáneamente, dado que al seleccionar los que presentan mayor potencial, se asegura el cumplimiento de los objetivos
y la maximización de los beneficios. Rehabilitar implica devolver al sistema a una
condición previa al disturbio sin pretender alcanzar su estado original.
Se presenta un análisis de selección de sitios prioritarios para rehabilitación que
puede ser usado como una herramienta que permite localizar y ordenar las acciones
de recuperación.
Cañerías de descarga de efluentes que desembocan en forma
directa en el cuerpo de agua
30
Espuma proveniente de efluentes domésticos en la
superficie del cuerpo
31
En primer lugar, los ambientes ribereños fueron
evaluados con respecto a su potencial para la rehabilitación considerando qué tipo de uso del suelo existe
en sus cercanías. Se consideró que las riberas en un
contexto de urbanización, tenían potencial para la rehabilitación socio-ambiental, mientras que las riberas
en un contexto rural presentaban potencial para la rehabilitación ecológica.
El objetivo de la rehabilitación socio-ambiental es
crear áreas verdes urbanas que puedan ser utilizadas
con fines de recreación, participación social y educación ambiental. De esta manera, la premisa en este
análisis fue priorizar riberas cuya rehabilitación significara mayores beneficios para la comunidad local; es
decir, estuvieran en las localidades más degradadas o
con mayor necesidad de áreas verdes urbanas.
El objetivo de la rehabilitación ecológica es recuperar
tanto procesos y funciones ecológicas como servicios
ecosistémicos a través de medidas tales como la creación de zonas buffer, la reconexión de las riberas y su
llanura de inundación adyacente, la reintroducción de
especies nativas o el control de especies invasoras exóticas. En este sentido, la premisa fue priorizar riberas
que implicaran mayor probabilidad de éxito.
La primera etapa del análisis distinguió entre estos
dos tipos de riberas, las cuales fueron luego priorizadas a través de la evaluación de dos grupos de criterios,
los cuales fueron a su vez seleccionados de acuerdo a
las premisas establecidas.
Oportunidades
de recreación
Degradación
ambiental
Densidad de
población
Criterios para priorizar las riberas para rehabilitación socio-ambiental
Resistencia
de exóticas
Restricción
hidrológica
Presión
Urbana
Criterios para priorizar las riberas para rehabilitación ecológica
32
33
B. Guida Johnson І A. Voigt І A. Faggi І J. Schnellinger І J. Breuste
Universidad de Lomas de Zamora - Universidad Maimónides І Universidad
Lodron-Paris, Salzburgo, Austria І CONICET - Universidad de Flores
El Espacio Ripario
según la opinión de la gente
Prioridad de las riberas de la cuenca Matanza-Riachuelo
para la rehabilitación socio-ambiental
Prioridad de las riberas de la cuenca Matanza-Riachuelo
para la rehabilitación ecológica
Prioridad para la rehabilitación socio-ambiental por partidos
Prioridad para la rehabilitación ecológica por partidos
Las riberas con muy alta prioridad para la rehabilitación socio-ambiental se ubican únicamente en la cuenca
alta, mientras que riberas con alta prioridad se encuentran en todas las regiones de la cuenca. Las riberas con
muy alta prioridad para la rehabilitación ecológica se concentran en la cuenca alta, pero también se ubican en
la cuenca media. Las riberas con alta prioridad se localizan equitativamente en cuenca media y alta.
La degradación ambiental del río y su entorno se refleja en la percepción que tienen los vecinos sobre la calidad del agua y del paisaje.
Las mayores diferencias se observan en cómo los residentes imaginan el futuro, especialmente en el potencial recreativo de las riberas
y respecto a los compromisos individuales para rehabilitar el curso
de agua de manera colaborativa en el entorno a sus residencias.
Rehabilitación ecológica
ALTA
34
Rehabilitación ecológica
MUY ALTA
Rehabilitación socio-ambiental
ALTA
Rehabilitación socio-ambiental
MUY ALTA
35
En la gestión, y en especial, en programas de rehabilitación/restauración de espacios riparios, la percepción
ambiental que tiene la comunidad resulta útil para identificar problemas y descubrir potencialidades y sinergias.
A nivel mundial, hay evidencias de que las opiniones y actitudes que tiene la gente sobre la calidad ambiental del
río y sus riberas está relacionada estrechamente con el paisaje y depende de la proximidad a los cursos de agua.
A largo de la cuenca entre 2012-2013 se encuestaron a 276 residentes domiciliados hasta 1 km de las riberas. Se
utilizó una encuesta que exploraba las experiencias y recuerdos asociados al río, las actividades realizadas, su valor estético, la percepción sobre la calidad del agua, residuos, impactos humanos y riesgos. También se preguntó
sobre qué posibilidades de cambios vislumbraban y cuál podría ser el compromiso individual en la búsqueda de
mejoras de la calidad ambiental.
Las opiniones de los encuestados
revelan que la mayoría considera
que el paisaje ripario es feo (33%) o
muy feo (49%) debido a la contaminación del agua y a la basura (80%).
Un 63% considera que la calidad del
agua es mala y un 27% que es muy
mala, basándose en el color y en el
olor percibido. Para un 90% de los
encuestados el río no ofrece posibilidades de recreación.
Modalidad de la encuesta a residentes
Bosque de eucaliptos en Ezeiza
Los motivos de desagrado son la acumulación de basura, el mal olor, la falta de mantenimiento y de desarrollo de lugar
Residentes
que viven
en la cuenca
1) alta
2) media
3) baja
Residentes
que viven
hasta
a) 100 m de la ribera
b) 500 m
c) 1 km
El río y sus orillas son poco utilizados como sitios recreativos
36
37
Diferencias de opiniones en tres sectores de la cuenca
Diferencias según la cercanía de los residentes al borde ripario
Más de la mitad de los encuestados en la cuenca alta y media manifiestan tener experiencias negativas con el
ambiente ripario debido a inundaciones o mal olor, mientras que un 57% de los encuestados en la cuenca baja no
tiene relación con el río.
La inseguridad como característica preocupante fue mencionada por un 48% de los encuestados en la cuenca
baja y 28% en la media.
Alrededor de ¾ partes de los encuestados de la cuenca alta y media estarían dispuestos a colaborar con la municipalidad en la limpieza, mantenimiento y control del ambiente ripario. Esta predisposición es menor en la cuenca
baja (59 %). Si bien actualmente el espacio ripario prácticamente no se utiliza, los encuestados afirman que podría
ser un sitio donde sus hijos pudieran jugar (66% en la alta, 75% en la baja) y tener valor recreativo sólo para 39%
en la cuenca media.
CUENCA BAJA
LOS VECINOS
NO TIENEN RELACIÓN
38
CUENCA MEDIA
Los encuestados que residen cerca del borde ribereño dicen tener una relación negativa con el río debido al
peligro de inundación y a las condiciones ambientales reinantes. Los más alejados manifiestan no tener relación
alguna y se quejan de la inseguridad. A pesar de ello, piensan que el río podría usarse como sitio recreativo. La
predisposición a colaborar en la limpieza, mantenimiento y control es mayor en los encuestados domiciliados
hasta 500 m de las riberas (84% para menos de 100 m y 76% entre 100-500 m) y se reduce a 51% para los más
alejados. Las mujeres residentes hasta 500 m de las riberas fueron significativamente más proclives a manifestar que estarían dispuestas a prestar ayuda más que los hombres. Estas diferencias de género desaparecen en
los residentes más alejados.
CUENCA ALTA
SUS EXPERIENCIAS
SON NEGATIVAS
Relación de los encuestados con el río
Cuenca alta
Aspecto negativos del barrio para los encuestados (%) en distintas partes de la cuenca
Aspecto negativos del barrio para los encuestados (%) según su cercanía al río
39
40
41
S. Eisenreich
Universidad Lodron-Paris, Salzburgo, Austria
El Río en la Mirada de Niños y Jóvenes
Entre febrero y mayo del 2013 se visitaron 12 escuelas en la cuenca a fin de entrevistar a niños y jóvenes entre 8 y 15 años y a sus docentes. Un 69% de los escolares concurría a escuelas estatales y 31% a privadas. El
54,4% fueron niñas y 45,6% varones. El taller se iniciaba preguntando si todos conocían el río, sin hacer alusión
a su condición ambiental. A continuación, se les solicitaba plasmar en un dibujo cómo veían al río y cómo se lo
imaginaban a futuro. A su término, se invitaba de manera individual a contestar una encuesta que contenía cinco preguntas abiertas sobre la importancia de la naturaleza,las condiciones ambientales actuales del río y sus
expectativas a futuro.
Los 377 entrevistados opinaron que la naturaleza es muy importante e irremplazable. Fueron conscientes del
preocupante estado ambiental del río, vislumbraron posibilidades de mejorar la calidad ambiental, independientemente de en qué sector de la cuenca vivieran y de su condición socio-económica. Coincidieron tanto en sus
imágenes actuales y en las visiones a futuro.
Cuenca
Características
Población
Escuelas participantes
Nº de encuestados
Alta
rural, periurbano
121.962
2
80
Media
urbano - suburbano
3.230.719
2
98
Baja
urbano
4.861.631
8
199
8.212.953
12
377
Total
PREGUNTAS A NIÑOS Y JÓVENES
¿Qué piensan de las
condiciones ambientales?
¿Cómo la utilizan?
¿Qué perciben de ella?
¿Qué perspectivas ven y
cómo podrían
colaborar para su mejora?
Cada vez más las ciudades se plantean la necesidad de planear un futuro que garantice condiciones de vida con calidad ambiental, corrigiendo errores pasados. Por
ello, tener en cuenta el conocimiento que tienen del ambiente los niños y jóvenes,
resulta crucial; ya que ellos son quienes habitarán y gestionarán como adultos responsables el territorio en un mediano y largo plazo.
En talleres realizados en la cuenca Matanza-Riachuelo durante jornadas escolares
se exploró las opiniones, imágenes y visiones volcadas por niños y jóvenes acerca
del río a través de encuestas escritas y dibujos.
Encuesta y taller en escuela
42
43
Resultados de las encuestas
M. Eugenia Mousseaud
En respuesta a qué significado tiene para ellos la naturaleza, el 56, 2% citó elementos vivos como plantas y animales, el 36,3% no vivos (agua, elementos del paisaje) y un 16,2% nombres más totalizadores como ambiente,
servicios ecosistémicos. Entre los primeros, la vegetación fue la más mencionada (72,2%), seguida de animales
(22,7%), bosque (4,4 %) y el hombre (3,5%).
Entre los elementos no vivos, predominan aquellos referidos al paisaje como cuerpos de agua, llanuras y montañas (69%), seguido por cielo y sol (17,7%), condiciones del tiempo climático – lluvias, viento, tormentas (13%).
Entre los conceptos más totalizadores, un 50,3% cita al ambiente, 39,6% a un ambiente saludable y 8,4% a un
ambiente cuidado.
Las opiniones fueron agrupadas según una visión holística o antropocéntrica, predominando la primera en un
75% de las palabras mencionadas las cuales se referían a conceptos biológicos y geográficos.
Respecto a los servicios ecosistémicos que brinda la naturaleza, las respuestas más frecuentes respecto al uso,
pueden agruparse dentro de la categoría cultural seguido por la de apoyo. Una abultada mayoría reconoce la importancia de la naturaleza desde los usos recreativos (84,3%)
Es llamativo que en las encuestas no se hayan mencionado otras categorías como las de aprovisionamiento
(leña, peces, agua) y de amortiguación (mejoramiento del clima, control de la erosión y de inundaciones). Pareciera que estos conceptos, tan frecuentes en las ciencias ambientales y en temas de actualidad, han sido poco
trabajados en la escuela.
IMAGEN ACTUAL
Enseñanza Media y Superior en Artes, UBA
Experiencia Corporal,
Experiencia Creativa
y Representaciones
VISIÓN A FUTURO
CULTURAL
APOYO
Respuestas del valor de la naturaleza según
Representaciones de los dibujos realizados donde se contrasta los
servicios ecosistémicos
objetos que ilustran la situación actual del ambiente ripario (¿cómo es?)
y las expectativas futuras (¿cómo te gustaría que fuera el río?)
“En el dominio productivo, el niño se centra en el acto de realizar. Está intentando
dar vida a una forma visual que de algún modo satisfaga una intuición, un sentimiento, imagen o idea que tiene o que ha descubierto en el propio acto de creación.
Pero (...) la realización de estas intuiciones, sentimientos, imágenes o ideas requiere que un material se convierta en medio, en vehículo que los transporte o les de
forma.” (EISNER, 1995)
En esta sección se analizan los dibujos realizados por niños y jóvenes anteriormente
mencionados según indicadores que confrontan las imágenes reales con las deseadas.
Dibujos realizados
44
45
El disparador, la consigna, proponía la realización de un dibujo donde se contrapusieran de forma yuxtapuesta
las representaciones de, por un lado, la experiencia real, concreta y cotidiana de cada niño con el tramo contaminado de la cuenca Matanza-Riachuelo donde vive y de las expectativas que posee respecto al mismo entorno en
condiciones favorables. Si bien es importante no dejar de lado que el tipo de propuestas de trabajo pautadas en
términos de contraposición (realidad/expectativas, cómo es/cómo debería ser) promueven casi inevitablemente la
influencia recíproca entre ambas partes de la representación, resultando una y otra mutuamente condicionantes
al momento de la realización. Se puede añadir al desarrollo de esta tarea específica, la experiencia que el niño
mismo ha transitado, añadido a su esquema corporal e identificado como desfavorable a partir del contacto directo
con el medioambiente. Por lo tanto, es posible pensar que estamos frente a una doble experiencia, corporal por
un lado y creativa por otro. Ahora bien, en este caso, la experiencia creativa actúa como vehículo de lo que previamente el niño ha atravesado y registrado a través del cuerpo y los sentidos y ahora debe recuperar y reproducir a
través del dibujo. De la misma manera, da cuenta de las representaciones que él mismo posee de ese espacio en
un estado donde la presencia y la intervención del hombre no son nocivas.
Indicadores como el uso del color, la intensidad del trazo, la definición del contorno, las figuras elegidas, su
ubicación y escala, y la delimitación del espacio, permiten una aproximación y otorgan significación a la doble
experiencia mencionada anteriormente y a las representaciones que el niño tiene de un medioambiente sin el
daño producido por el hombre.
El estudio realizado diferencia tres tramos de la cuenca Matanza-Riachuelo, de igual modo y siguiendo este esquema, se analizarán los indicadores mencionados en diferentes producciones realizadas en localidades ubicadas
en las cuencas alta, media y baja.
46
La IMAGEN 1, correspondiente a un dibujo realizado
por un niño de 11 años en la localidad de Avellaneda,
muestra tres elementos salientes. En primer lugar, el
uso del color queda casi reducido a la representación
de una mancha de un líquido tóxico o contaminante
proveniente de una tubería. La intensidad del negro en
contraste con el fondo y el resto de las figuras, no sólo
es el lugar por donde es inevitable “entrar” al trabajo,
sino que en una segunda instancia es posible identificarlo como la causa principal del daño producido al río.
En la parte derecha del dibujo, todas las figuras carecen de color o relleno, no hay ningún tipo de contraste.
En segundo lugar, en la parte izquierda del dibujo los
límites del río se encuentran definidos por una línea
sinuosa y de trazo intenso de color negro oscuro y el
dibujo de un alambrado que restringe el acceso a un
río contaminado y peligroso. Mientras que en el sector
derecho, donde todas las figuras poseen un trazo similar y se encuentran ubicadas en espacios diferenciados
donde predominan las líneas rectas, es posible percibir un cierto “orden”. Por último, a la derecha, el niño
ha representado las actividades que el hombre podría
realizar si el río se encontrara libre de contaminación.
En su imaginario, la realización de actividades de tipo
recreativas “invade” el espacio natural.
En la IMAGEN 2 la figura de un puente organiza el espacio de representación en ambas partes del dibujo. El
elemento es repetido con algunas variantes, entre ellas,
el uso del color. Como en la imagen 1, la intensidad del
color actúa como puerta de entrada hacia el dibujo. En
la parte izquierda, nuevamente destinada a figuración
del entorno del río en condiciones reales, el puente
es negro, como las bolsas de basura y los elementos
contaminantes representados. Resulta interesante detenerse en la experiencia corporal, física, que el niño
ha tenido al transitar por ese espacio. Ha elegido para
representar una construcción que interviene y modifica
el entorno natural del río y ha reiterado su elección al
momento de incorporar su idea de un río libre de contaminación en la parte derecha de la hoja, pero esta vez,
sin color. Ambas representaciones se encuentran yuxtapuestas y con marcadas diferencias en términos de
intensidad del color y fuerza en el trazo.
En la parte derecha de la hoja lo único que posee color
es la vegetación y el agua. El puente quedó en blanco,
pasa a un segundo plano en relación con las plantas, el
árbol y las flores que ahora adquieren mayor importancia. ¿Podría pensarse que la intensidad y la expresividad
del color y del trazo refieran a una vivencia concreta,
probablemente hostil e incómoda del ambiente?
En la IMAGEN 3, el elemento saliente es ahora la escala de las figuras. Las bolsas con desechos y la basura
arrojada al río se encuentran fuera de escala. Su tamaño, en relación con los árboles presentados en ambos
lados del trabajo, es notable y ocupan gran parte del
espacio de trabajo. Por otra parte, la presencia del
contorno gris en los árboles (algunos sin hojas) de la
izquierda y la ausencia del mismo en los árboles de la
derecha, podría plantear el siguiente interrogante ¿Es
posible pensar al contorno gris como un límite puesto
por el hombre al entorno natural, ausente en la representación que el niño tiene de ese espacio en diferentes
condiciones? Por último, nuevamente nos encontramos
con el color como elemento expresivo que diferencia
ambas figuraciones: si bien la intensidad del trazo es
similar tanto en la parte derecha del dibujo como en la
parte izquierda, en la parte izquierda del trabajo el color es bastante más intenso, lo que refuerza la posibilidad de responder el interrogante planteado respecto
de la imagen 2.
Por último, en la IMAGEN 4, el autor del dibujo ha elegido representar lo que en este caso sería una de las
fuentes principales de contaminación. Si bien, el entorno fabril se encuentra apoyado en la línea de horizonte,
alejado del río, y en una escala mucho menor, el humo
que sale de la chimenea de la parte izquierda es un
elemento activo y diferenciador en la representación.
En este trabajo, la intensidad del color es similar a la
imagen anterior y en ambas partes del mismo dibujo.
Sin embargo, la diferencia está dada por los colores
elegidos, más oscuros, con trazos entremezclados a la
izquierda y más saturados y claros a la derecha.
Por otro lado, resulta interesante la presencia de una
figura humana arrojando basura al río. En las imágenes
anteriores, la figura humana se encontraba ausente, se
presentaba como cadáver o en situación de disfrute y
recreación (imagen 1). Aquí se lo representa como responsable activo del trato que recibe el medioambiente,
tanto a partir de la representación de la figura como a
través de la actividad fabril.
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Para finalizar, retomando lo mencionado al inicio, es importante no perder de vista la articulación que los diferentes autores de estos trabajos han realizado entre sus experiencias personales, sus intuiciones y las ideas
que poseen respecto del medioambiente. El momento creativo cristaliza y vehiculiza un proceso interpretativo
personal que, a partir de esta propuesta, dio cuenta de la manera en que el hombre se apropia del ambiente, lo
daña, lo disfruta, lo ignora, lo aprecia, lo contempla, lo explota, lo transita, permanece en él e incluso lo ordena.
De cualquier manera el hombre está siempre presente.
J. Breuste, Universidad Lodron-Paris, Salzburgo
A. Faggi, CONICET - Universidad de Flores
Restauración Ecológica
La mayor conciencia ambiental instalada en la década del 70 alertó de la necesidad de
llevar a cabo estrategias para reducir los impactos humanos que disminuyen la calidad
de vida urbana y de los servicios ecosistémicos de áreas periurbanas, rurales y naturales circundantes. Hacia los 80 la reacción al proceso de degradación ambiental junto a
la necesidad de recomponer los daños que se hacían visibles en la degradación de los
ecosistemas, nutrió a una rama aplicada de la Ecología, denominada Restauración Ecológica, que tiene por objetivo auxiliar a recuperar ecosistemas degradados o destruidos.
48
49
Esta disciplina aplica conocimientos ecológicos y desarrolla técnicas y modelos de actuación. Busca catalizar
procesos naturales que puedan contribuir a la recuperación de los ecosistemas para atenuar diferentes situaciones de degradación ambiental, como por ejemplo, la reducción de la biodiversidad, la presencia de invasiones
biológicas y/o pérdida de servicios ambientales.
A lo largo de estas cuatro décadas la restauración ecológica ha cambiado de paradigma. Se ha apartado de
conceptos sustentados en sus inicios, como los de retornar los ecosistemas degradados a su condición inicial o
histórica con el objetivo de recuperar condiciones preimpacto, que se inspiraban sobre la base de ecosistemas de
referencia originales (modelos a seguir).
A posteriori y ante a la dificultad de alcanzar dichos objetivos, toma un enfoque más realista y se basa en
conceptos de sucesión y de resiliencia ecológica más que en aplicaciones agronómicas o silviculturales. Dicho
cambio demostró que la restauración no es sinónimo de forestación y/o jardinería, ya que intenta conseguir un
ecosistema que adquiera funcionalidad y se sustente en el tiempo. Para lograrlo, el ecosistema no puede ser
considerado aislado del paisaje que lo contiene ni de su contexto histórico, social y económico.
Importante es resaltar que las áreas restauradas difícilmente alcancen la calidad ambiental de áreas debidamente conservadas. Como técnica, es un paliativo de la degradación y exige siempre inversión de recursos y de
tiempo. Simultáneamente para lograr éxito en los proyectos de restauración se debe involucrar a la comunidad
y considerar cómo la gente percibe o se relaciona con la naturaleza, cómo comprende o se involucra con los
impactos y sus efectos sobre el ambiente. También es preciso contemplar, cuál es la posición de la gente frente
a las distintas alternativas necesarias para lograr la recuperación, tanto para mejorar la producción de bienes y
servicios como restaurar hábitats por motivos éticos. Sin duda, los proyectos de restauración son compromisos
con la Naturaleza que cada sociedad colaborativamente deberá fijar como una inversión a mediano y largo plazo
para obtener beneficios colectivos y así mantener intergeneracionalmente servicios ecosistémicos.
En proyectos de restauración ecológica, uno de los servicios ecológicos más frecuentemente abordados, es mejorar la calidad ambiental de los ríos y sus cuencas para garantizar la calidad de agua y la salud de la población
que las habita. Las áreas riparias son multidimensionales y por ende complejas. Son hábitat de flora y fauna,
fuente de recursos, pero también son sumideros que reciben aportes de distintos sectores de una cuenca. Actúan
como filtros y barreras, al mismo tiempo que los cursos de agua transportan materiales, energía y organismos. Al
querer restaurar o rehabilitar, es imprescindible entender estos intrincados mecanismos.
Cuando se quiere rehabilitar/restaurar funciones de los cuerpos de agua, estos factores deben ser bien comprendidos a fin de poder abordar las causas de deterioro
más que los síntomas que se observan.
En algunos casos, la restauración de ríos lleva a recuperar características de su
cauce que puede haber estado alterado por canalización, rectificación, soterramiento, pérdida de conectividad con otros afluentes, sorteando filtros de tipo abióticos.
En el ambiente urbano, cuando los ríos se regulan, se canaliza y rectifica el curso y
se cementan las riberas, con miras a reducir el riesgo de inundación, las llanuras
de inundación -que son los sitios naturales de retención de agua-, pierden sus funciones ecológicas, se profundiza la napa destruyéndose el hábitat del humedal. En
otros casos, al restaurar se procura disminuir o erradicar los efluentes domiciliarios
e industriales que recibe y que alteran las cadenas tróficas, impactando en peces,
otros animales y en la vegetación. Al ser el río una vía que atraviesa el territorio, su
restauración deberá tener en cuenta dicha espacialidad, el uso histórico del área y
los cambios bióticos y abióticos ocurridos a nivel regional.
Muchas veces lo que se restaura son los componentes bióticos identificando filtros
ecológicos que dificultan el establecimiento y persistencia de especies deseables y así
poder minimizar las indeseables. Para ello, es necesario entender cómo se estructuran
y funcionan las comunidades, cuáles especies o grupos funcionales son necesarios para
la estabilidad comunitaria o por qué determinadas especies no logran establecerse.
En el ambiente urbano
suele ocurrir que las
funciones ecosistémicas
de los cuerpos de agua
son ignoradas o incluso se
hallan deterioradas.
Función del
ecosistema
Ecosistema
de referencia
Estado alternativo
Ecosistema
degradado
Continúa igual
Tiempo
Modelo conceptual de restauración ecológica
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Cauce del río modificado por el hombre
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Todo proyecto de rehabilitación/restauración plantea alternativas de mejora con acciones propuestas que deben
tener en cuenta la escala adecuada de trabajo. Esta puede ser a nivel de región, de paisaje, de corredor, de cursos
de agua o de cuenca.
Es importante considerar costos, riesgos y prever necesidades de mantenimiento. El monitoreo de la marcha del
proyecto y los resultados obtenidos permitirán poder realizar cambios que resultaren necesarios.
de objetivos
Diagnóstico
ambiental
metodología
Elaboración
de proyecto
Implementación
Monitoreo
En las medidas de restauración generalmente, más que volver a condiciones anteriores al disturbio humano, se
busca regenerar un cuerpo de agua que contenga la mayor cantidad de características de un ambiente natural.
Así, se intenta generar en las orillas y riberas nuevos hábitats para plantas y animales que a su vez sean sitios
accesibles para la recreación y contemplación de la naturaleza.
Las medidas de restauración deben involucrar a los usuarios tempranamente para lograr su apoyo y asegurar
el éxito de las medidas. Se debe tener en cuenta que el habitante de una ciudad ha ido perdiendo su relación con
la naturaleza, por lo cual se deberán vencer controversias que se planteen por desconocimiento o debido – como
suele suceder- a que ambientes sin manejo, sean percibidos por el público como descuidados o riesgosos. Para
lograr una nueva relación del hombre con el río, esta desconfianza tiene que ser vencida.
A nivel mundial, existen muchos proyectos de restauración exitosos de ríos y arroyos, los cuales se han convertido en nuevos componentes del ambiente urbano con servicios ecosistémicos diversos que enriquecen la calidad
de vida de los ciudadanos. Algunos, muestran el gran potencial de los cursos de agua urbanos como elementos
significativos en el diseño sustentable de paisajes urbanos.
Etapas de un proyecto de restauración.
Restauración ecológica de ríos, arroyos y de cuencas de inundación urbanas –
experiencias internacionales
En la ciudad, los ríos y arroyos constituyen, junto a sus áreas ribereñas, los últimos elementos paisajísticos naturales. A diferencia de parques y jardines, albergan una flora y fauna relativamente prístina que se benefician del
biocorredor que conforman, siempre y cuando la calidad de hábitat estuviera garantizada. Al mismo tiempo, estos
espacios son valorados como sitios recreativos y de reencuentro con la Naturaleza, especialmente los cuerpos de
agua que se mantienen inalterados, condición que les permite desarrollar gran potencial junto al entorno verde
que los rodea. Por ello, a fin de poder ser utilizados, deberían ser manejados con gran cautela, mediante medidas
que garantizaran primordialmente la calidad de agua.
A menudo, ríos y arroyos que fueran con anterioridad entubados son vueltos a la superficie. En muchos casos,
riberas anteriormente construidas se renaturalizan, asegurando el libre acceso a la población. Generalmente,
esto siempre va acompañado por medidas de restauración ecológica para recuperar su calidad.
Nueva oferta para actividades acuáticas en los humedales del río Danubio en Linz, Austria.
Coexistencia de la recreación con la conservación de la Naturaleza
Restauración ecológica del río Isar en la ciudad de Munich, Alemania (2000 – 2011)
El río Salzach en Salzburgo, Austria – un canal con buena calidad de agua y funciones recreativas
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El río Isar y su ambiente ribereño compuesto por islas, bancos de grava, praderas, bosques de inundación y
parques, constituyen una atractiva zona de recreo para Munich – en el sur de Alemania- y sus alrededores y en especial, para unas 200.000 personas que viven en los barrios cercanos al río. Allí se puede hacer ciclismo, caminar,
correr, tomar sol, hacer asados, jugar e incluso deportes de invierno.
El Isar es un ejemplo de un río que durante más de 150 años fue impactado negativamente por el hombre. Canalizado y rectificado perdió naturalidad. En la década de 1980, se incrementaron las voces de la sociedad exigiendo
un río más natural de mayor calidad recreativa. Las aspiraciones eran restaurar en algunas secciones el espacio ripario, para liberar al rio de sus riberas cementadas en el área urbana. A fin de renaturalizarlo, se ideó un
proyecto de gran envergadura de restauración ecológica con financiación estatal basado en propuestas técnicas
sólidas y una amplia difusión a la ciudadanía.
53
En 1988 se presentó el proyecto de restauración, el cual fue planificado desde 1995 con participación ciudadana,
de asociaciones y comités políticos. Durante los once años del proyecto se amplió el lecho del rio y los diques de
inundación fueron reparados, creando orillas planas y en parte aterrazadas, que pueden recorrerse a pie.
El proyecto, único en Europa, generó áreas con acumulación de gravas y formaciones naturales en las orillas
que brindan oportunidades de recreación e interesantes visuales al río. El ensanchamiento del cauce del río ha
disminuido el impacto de inundación. Las orillas planas, bancos e islas de grava y rampas de grandes bloques de
piedra, con piletas poco profundas confieren al río en su tramo urbano una apariencia natural. El disfrute de la
naturaleza y del tiempo libre se potenció con la mejora de la diversidad de hábitat para fauna y flora características del área. Su implementación, finalizada en junio de 2011, permitió en un tramo urbano de ocho kilómetros,
generar un ambiente natural ribereño. Un suministro de agua de calidad da sustento al hábitat natural para el
adecuado desarrollo de flora y fauna. Como todo proyecto de restauración, que busca generar un ecosistema que
se autogenere en el tiempo, se espera que a futuro, el cauce del río siga su normal desarrollo.
En este proyecto se persiguieron tres objetivos:
· Mejora de la protección contra las inundaciones
· Más espacio y naturaleza cerca del paisaje fluvial
· Mejora de las funciones de ocio y recreativas de paisaje urbano fluvial.
El costo del proyecto alcanzó unos 35 millones de euros financiados en forma conjunta por el estado (55%) y por
la ciudad de Munich (45%) (Wasserwirtschaftsamt München 2011).
La Autoridad del Agua de Múnich fue galardonada en 2007 por este proyecto con un premio que imparte la Asociación Alemana de Agua Potable, Alcantarillado y Desechos en reconocimiento a actividades ejemplares para la
conservación, el diseño orientado a la naturaleza y el desarrollo de cuerpos de agua en zonas urbanas.
Tramo del río Isar restaurado en Munich, Alemania
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Restauración y saneamiento ambiental de cuencas municipales en Belo Horizonte,
Brasil (Proyecto de restauración del arroyo Baleares (2003 – 2009)
La propuesta de restauración del arroyo Baleares fue parte del proyecto SWITCH (Gestión Sostenible del Agua
para la Mejora de la Salud de las Ciudades del Futuro) coordinado por la UNESCO que nuclea a 32 instituciones en
red lideradas por el Gobierno de Belo Horizonte (PBH) y por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG). Una
de las intervenciones conducidas por PBH fue el Programa Drenurbs, que tenía el objetivo de restaurar y sanear,
desde una perspectiva ambiental, cuencas hidrográficas municipales. Especialmente se actúo sobre arroyos con
posibilidad de mejoras factibles (Brown, 2000, Wade et al. 1998), ya que en muchos cuerpos de agua es casi imposible retornar a las condiciones originales.
La sección primera (1) del arroyo (véase la Figura) fue desviado debido a la construcción de una calle lateral. El
nuevo cauce fue cubierto con rocas, lo que dio estabilidad, rugosidad y permeabilidad al cauce y a los bancos. Estos
últimos fueron vegetados con césped, arbustos y árboles jóvenes. Se construyó además una red de alcantarillado.
En la sección (2), el curso se mantuvo en su posición original, pero fue cubierto por una estructura de rocas. La
orilla izquierda se cubrió con geotextil y arbustos. Se construyeron también, calles y una red de alcantarillado. El
sector (3) se encuentra en el parque Baleares donde el arroyo y su llanura de inundación fueron mantenidos en
condiciones naturales restaurando la vegetación riparia. El sector (4) es un pequeño tributario del arroyo Baleares
que estaba soterrado y no fue rehabilitado. El tramo (5 ) se encuentra aguas arriba, fuera del parque y está cerrado
al público. Alli, la vegetación riparia fue restaurada, garantizando la permeabilidad del sustrato.
El monitoreo de la calidad del agua, antes y después de la restauración, puso en evidencia la mejora de la intervención tanto en los parámetros físicos como químicos del agua. En 2008, luego de realizada la restauración, se
entrevistaron a 179 personas para conocer su opinión. Dicha encuesta reveló el valor y la aceptación que había
tenido el proyecto. Sin embargo, las opiniones dieron más importancia a lo sanitario que a una recomposición del
curso de agua como hábitat natural.
Fig. 5 Cinco tramos en el proyecto de restauración del arroyo Baleares, Belo Horizonte, Brasil (Macedo y Magalhães Jr 2010)
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Propuestas de Mejora
En las siguientes figuras se proponen medidas de rehabilitación del sector ribereño con distinto grado de influencia antrópica.
Estos ejemplos, al atravesar territorios bajo distintos usos (cobertura natural,
residencial, industrial, etc.), difieren en las características del cauce y en los impactos que reciben.
Propuestas de mejoras
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57
Mantener fajas de
vegetación ribereña
Para acelerar el vegetado de las orillas, pueden aplicarse biorrollos, los cuales son estructuras cilíndricas de 15
centímetros de diámetro y de longitud variable. Los mismos pueden fabricarse utilizando una red de yute o polipropileno, rellena con tierra, compost o partes vegetales vivas (semillas, rizomas, plantas enteras) acompañados
de restos muertos para darles volumen (fibras, ramas). Resultan útiles para resistir la acción erosiva del agua,
protegiendo las orillas y permitiendo su rápido revegetado.
Su construcción es sencilla, rápida y de bajo costo. Pueden confeccionarse en el mismo lugar donde se aplicarán
o previamente en el taller. Un simple corte en la malla del rollo y la inserción de las especies elegidas en el mismo
o la colocación de propágulos, acelerará la revegetación.
Los biorrollos pueden aplicarse también en laderas y taludes sujetándolos con estacas.
Las plantas que se recomiendan son las de fácil enraizamiento. En cauces, se suelen utilizar junco (Schoenoplectus californicus), y otras palustres (Hydrocotyle bonariensis, H. ranunculoides, Polygonum punctatum, Polygonum stelligerum, Polymnia connata, Alternanthera philoxeroides, Eichornia azurea, Typha latifolia).
Aplicación de biorrollos en riberas erosionadas
Estado deseable al que se pretende llegar con el desarrollo de
los juncales implantados a partir de la aplicación de biorrollos
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INVASIÓN DE CAÑA DE CASTILLA
(Arundo donax)
Control: corte y eliminación
de rizomas.
REVEGETAR
(1) Aloysia grattisima
(2) Acacia bonariensis
(3) Senna corymbosa
(4) Caesalpinia gilliesii
(5) Abutilon grandifolium
INVASIÓN DE ACACIA NEGRA
(Gleditsia triacanthos)
Control: realizar un corte en el
tronco a modo de anillo que alcance
el tejido de conducción.
Esto producirá la muerte del
árbol invasor.
REVEGETAR
(1) Cestrum parquii
(2) Pavonia hastata
(3) Sambucus australis
(4) Phytolacca tetramera
(5) Eupatorium inulaefolium
(6) Acacia caven
Avance de plantas exóticas. Se puede usar control mecánico para tratar de erradicar las invasoras exóticas
y permitir que la vegetación nativa se reestablezca.
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Revegetar con plantas nativas para aumentar la diversidad vegetal local
y favorecer a la fauna.
61
Propuesta de rehabilitación socio-ambiental
Revegetar para brindar alimento para la fauna.
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63
Propuestas de rehabilitación/restauración ecológica
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67
Lo mencionado en las páginas precedentes, da cuenta del estado ambiental
actual de un curso de agua metropolitano cuyos servicios ambientales se encuentran deteriorados por el accionar humano. A pesar de ello, es hábitat de una
biodiversidad significativa que enriquece aguas y riberas.
La percepción humana – en especial la de los jóvenes – revela un presente, que
si bien es aún desalentador, manifiesta un profundo deseo de cambio.
La técnica pone a disposición herramientas que pueden guiar acciones de rehabilitación. Su implementación permitiría una paulatina recuperación de los
servicios ambientales aquí descriptos.
El escenario ideal de actuación es sin duda, el nivel local. Al respecto, son
necesarias políticas y programas municipales que mejoren la calidad de vida de
los ciudadanos, garanticen un medio ambiente sin contaminación y conserven el
patrimonio natural. Para realizarlos, es preciso involucrar a la ciudadanía, quien
como aquí se expone, estaría interesada en colaborar.
Retomado las palabras iniciales: “el rio Matanza-Riachuelo se encuentra en un
lento pero constante camino hacia la recuperación”. Transitar ese camino, implica entender y valorar al ecosistema ribereño y sus intrincadas interacciones,
observar las normativas y aplicar sentido común. Es simplemente una cuestión
de voluntad colectiva – tal como lo ejemplifican experiencias de otros países – lo
que lleve, en un mediano plazo, a la recuperación del espacio ribereño.
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Índice
• Cuerpos de Agua
•2
• El Río y su Cuenca
•5
• Vegetación Ribereña
•9
• Aves
• 15
• Índice de Calidad de Ribera
• 22
• Potencial y Prioridad de Rehabilitación
• 31
• El Espacio Ripario según la opinión de la gente
• 35
• El Río en la Mirada de Niños y Jóvenes
• 42
• Experiencia Corporal, Experiencia Creativa y Representaciones
• 45
• Restauración Ecológica
• 49
• Propuestas de Mejora
• 56
• Bibliografía
• 65
• Palabras Finales
• 68

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