Paisaje con memoria vivamisional anclado enParaguay: Un
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Paisaje con memoria vivamisional anclado enParaguay: Un
Paisaje con memoria vivamisional anclado enParaguay: Un contraste en manos del historiador o de la historia misma es poder situarse y estar en contacto directo con el patrimonio y más aun cuando dentro de esas posibilidades irrumpe una magia donde unosimplemente puede vivirlo. Esa doble fuerza se puede encontrar en una antigua misión y más aun en donde el tiempo ancló en su geografía para deleitarnos con su paisaje y contexto de calma y espiritualidad: Santa María de Fe. El conocimiento asistemático se halla enraizada en la pintoresca cultura oral y eternizada en cada habitante de la comunidad. El Guaraní amalgamado en la cultura Cristiana trasunta el tiempo con prácticas que van más allá de la solidaridad, o la valoración ala naturaleza que se halla en elinterior del idioma;plasmado esto, en el conjunto artístico, arquitectónico y vivencial de las Misiones Jesuíticas de Santa María de Fe. Un apasionante capitulo de las misiones ocurre al contrastar ese espacio reduccional con aspectos del modus vivendi provenientes de la memoria colectiva y que son prácticas culturales diarias, esa vivencia se traduce en el relacionamiento diario, en ritos caseros, en prácticas de la religiosidad popular. Así las tallas se convierten que son objetos de piedad, constituyen mística, las campanas en toque de alegría, de llamadas o de tristeza sin ellas no tiene sentido nada. Unida a esa riqueza contenida en la memoria se hallan privilegiados sitios, que el tiempo se encargó de guardarlos para así remontarse, hoy, a esa fascinante empresa. Sus nombres algunos en guaraní como Taperâ (puente de piedra inconclusa sobre un arroyo circundante del pueblo), el Ykua Teja (antigua fuente de agua de la comarca), el lago Yacarey, (gran reservorio de agua natural), y otros con nombres castellanos como el Cerrito, pequeño montículo de tierra utilizado para las celebraciones en Semana Santa, por citar algunos, tienen hoy, una fuerza que sigue transmitiendo luego de tres siglos. Así, igual que la iglesia, los demás sitios como el Ykua, o el cerrito u otros restos de este pueblo jesuítico son para los miembros de la comunidad, un bien que “dice mucho”,una energía de la utopía. Un paseo por el paisaje histórico: La incesante búsqueda de una literatura que permita una prueba más de tanta riqueza religiosa cultural se halla encerrada en cada uno de los espacios que coexisten con el tiempo y desafiando tantas animadversiones por los achaques luctuosos que enredó la historia del Paraguay, en la cual no estuvo ausente las Misiones Jesuíticas. Por ello al hablar de una Reducción (Misión en particular) la de Nuestra Señora de Fe o Santa María de Fe hoy podemos mirarlo a través del conjunto y rico patrimonio, que silenciosamente son pequeños breviarios literarios, que como fuente: inspira, atrae y hace perpetuar el profundo cambio social, económico y cultural que produjo el fenómeno de las misiones jesuíticas. Por tanto hoy, estos sitios nos pueden permitir apreciar no solo el sentido para lo que fueron construidos sino además la vivencia que entraña detrás de cada uno los habitantes de ayer y hoy que sin lugar a dudas forman parte del patrimonio intangible. Ykua teja: (foto) Uno de los sitios más memorables es la fuente de agua conocida por su nombre guaraní de “Ykua Teja”. Es lugar fue el sitio privilegiado que los jesuitas lograron valorar no solo por la necesidad de cuidar un lugar específico de extraer el agua para la población sino va más allá que a ello se suma el sentido del valor del agua para convertirse en un ser cercano a Dios de allí la primera variación en la acepción de la palabra Karai, (originalmente el esperado, el señor) pero aquel esperado, ese señor seriamos luego cada uno de nosotros al convertirnos por el agua ñemongarai (palabra reflexiva que implica volverse, convertirse, ser cristiano). Esta naciente ocupa un lugar privilegiado en el pueblo pues el alma, la vida es enseñada como si nuevamente la mitología griega quisiera replicar su años floridos con el resurgimiento de que todo proviene del agua. El hombre guaraní en tanto valoraba de una manera tal que su respeto por la naturaleza logró que fueran colocadas cuatro piedras, para que como altar de la vida se erigiera esta fuente. Su nombre Ykua Teja (fuente de teja) tiene mucho que ver con el sincretismo de la oralitura guaraní, es decir por un techo de tejas que cubría la fuente recibió ese mismo nombre. La fuerza del agua no termina en convertirnos únicamente al cristianismo, en el decir de la misma y por la pureza de la misma, basta con un sorbo de la misma para que el extraño (visitante) tenga que volver sin más que a santa María de Fe o en su defecto encuentre a su enamorado o enamorada o simplemente a que en algún momento de la vida tenga que volver para quedarse a vivir en la ciudad. No contento con la misma y volviendo a las intenciones cristianas primarias del sentido misional esta fuente es agua bendita los viernes Santos sin necesidad que el Sacerdote vaya al lugar. De allí el respeto al sitio y la imposibilidad de atentar de manera alguna contra ella. Su puesta en valor data de los primeros años de la vida comunitaria de los pobladores de santa María de Fe, es decir hacía 1659-1959. Otra versión interesante de la denominación casi viene unida a la versión primera. En la línea de la pureza o de la posibilidad de limpieza que implica el agua su nombre provendría de techaes decir ver o verse como si esta agua tan clara nos sirviera de espejo, de allí entonces fuente de agua donde uno puede reflejarse (verse). El Ykua teja, es un sitio privilegiado porque además de ser un proveedor del líquido vital en la otrora misional, hoy, apenas deja de funcionar por alguna falla técnica el sistema de agua potable, nuevamente se desempolvan los cántaros y se pueden apreciar un paisaje increíble de hombres y mujeres, niños y niñas en fin de todo el pueblo que va en busca del líquido vital. Otra historia que también se tejen alrededor de esta fuente constituyen las celebraciones de semana Santa, específicamente los Viernes Santo en la que muchas personas llegan a este lugar para cumplir con el rito de lavarse la cara y tomar un sorbo de agua antes de que salga el sol. En este sentido se habla de un ritual cristiano guaraní cuyo objetivo es purificarse del pecado que en el sentido de la teogonía Guaraní el limpiarse la cara en la alborada es preparación para la festividad o para cualquier rito, por ello en esa misma línea sorber del agua de la naciente que fue bendecida implicarenovarse y como fin pragmático y por el concretismo de la cultura guaraní sería como volver a bautizarse es decir retomar el compromiso del bautismo en el día más santo para el cristiano. Esto es una muestra más de la amalgama cultural que como proceso de inculturación sigue intacta en nuestros tiempos. Este manantial conserva cuatro piedras colocadas en sus bordes de unos 2,50m2.en el fondo que no supera los un metro de puede visualizar arena blanca como si los océanos y todas la profundidades marinas tuviesen una maqueta y esta se encallara en el tiempo. Con la restauración de la casa de indígenas convertida en museo y la amistad lograda con los esposos Ross y Marianne Beach de los Estados Unidos, específicamente de Kansa City la comunidad se vio favorecida con un aporte de los antes citados a pedido del Padre Vicente Barreto para la construcción de un aljibe techado de tal forma a facilitar el lavabo de las ropas por la frecuente cantidad de personas que llegan hasta este lugar para lavar sus enseres personales. Es así que el año 1982 se termina una construcción de 20mts. con aljibe interior y conductos que salen de la boca del YkuaTeha. Esta tradición del lavado de ropas se conserva aún. Este lugar se halla situado a 100 metros del arroyo Santa María constituyendo así la fuente proveedora de agua bebible de la ciudad y probablemente un pico del acuífero Guaraní. El YvyjaOka: En la misma línea de fortalecimiento de la vida reduccional se pueden apreciar los yvyjaoka (es decir las franjas divisorias o límites de cada Misión). Este nombre también en guaraní Yvy= terreno,ja= junto a,Oka= afueras. Su construcción de origen convencional y en algunos casos aprovechados algunas enormes bajadas o declives del terreno o simplemente zanjas naturales, servían de límite a la zona urbana, una manera de delimitar el área urbana de los sembradíos o campos que circundan el territorio. Estos límites cumplían además la función de fortalecer y marcar diferencia entre la vida de la orbe y el los trabajos de la chacra; así mismo la de facilitar el trazo de calles y los datos estadísticos de la comunidad. Un claro ejemplo de la utilidad de la misma es lo acontecido en la creación de una nueva parroquia la de Santa Rosa de Lima en el año 1698, que por razones de crecimiento demográfico y por una mejor organización, habiendo superado los siete mil y más habitantes, con gente de esta reducción se funda esta nueva población a 16kms al este de la misma. La plaza: (foto) Una Misión no tendría razón de ser sin la plaza central, este lugar que en particular hasta hoy tiene un magnetismo impoluto cobra importancia por constituir el lugar privilegiado de encuentro, de reuniones, de propiciar grandes y trascendentes decisiones. En este sitio en que durante la riqueza de las misiones permitía la organización y lugar de distracción, donde cobraba fuerza el “Tataypy jere” rito antiguo guaraní de reunirse alrededor del fuego y lugar de la escuela cacera, traspasando el tiempo es hasta hoy este concepto de plaza que por acepciones contemporáneas tiene quizá algunas connotaciones distintas a las pensadas por los padres e implementadas en las misiones. Es así que en el año 1932 el pueblo se reúne en la misma plaza para deliberar la intromisión boliviana en el chaco paraguayo y la participación en un conflicto bélico. En octubre de 1946 una gran reunión de toda la comunidad esperaba al gobierno de turno luego de que una tempestad azotara el pueblo y derribara muchos de los edificios coloniales. Los advenimientos de la energía eléctrica y las del servicio de agua potable hacia el año 1981-1984 respectivamente también se decidieron e inauguraron allí. Un caso aislado de un hecho de violencia cometidos por extraños y algunos cambios de conductas de jóvenes que ocurre en el pueblo es tratado en esta misma plaza, cual si fuera el mismo tribunal de justicia. No se puede dejar de mencionar que en esta misma plaza y aunque en condiciones no muy claras tanto a nivel cultural ni religioso; los pobladores de Santa María de Fe en el año 2006 “defendieron” en una especie de grito de sentido de pertenencia, la riqueza de sus obras de artes de origen jesuíticas (tallas policromadas en madera guardadas celosamente en el Museo de la ciudad), en aquella oportunidad en las que unas cinco tallas se deseaba trasladar a Francia para una exposición en Paris. Se puede decir entonces que esta área hoy, cubierta por una exuberante vegetación no ha perdido en absoluto el sentido original y quizá el lugar donde este “poder del pueblo” tomaba sus grandes decisiones, hoy, siga cumpliendo ese mismo rol, sin olvidar que también es el lugar de sanos entretenimientos especialmente durante la fiesta patronal como en otrora. El espacio de la Iglesia Parroquial: (foto) No cabe duda que los Padres Jesuitas aplicaron a raja tabla aquella frase “todos los caminos conducen a Roma” pues los diseños de cada pueblo Jesuítico tenían como objetivo facilitar el acceso, permitir una huida fácil en caso de ataque; pero fundamentalmente aquellos trazos conducían preferentemente a la iglesia parroquial. El acceso a la casa de Dios principio y fin de toda la Reducción estaba a la primera hora. La iglesia parroquial actual tiene un lugar privilegiado pues se halla asentado sobre esta primera, que por supuesto era majestuosa y con riguroso cuidado litúrgico. Este lugar cobra vital importancia por la cantidad de restos arqueológicos que guardan en toda el área y sitios circundantes. Existen numerosas memorias orales que cuentan sobre la riqueza que existe en el lugar y debe ser estudiado, descubierta y puesta en valor pues esta exposición generacional cumple estrictamente los cánones de las diversas cartas anuas donde existe una descripción de los sitios privilegiados de esta misión y en particular la del templo parroquial. Además del sitio en los alrededores se hallan piedras que sin ningún estudio fueron con el correr del tiempo extraídas que formaban parte de la antigua escalinata del templo, así mismo las dos campanas que hasta hoy convocan para las festividades religiosas, una con sonido en nota mayor y otra en nota menor cumplen además de llamar a la feligresía, a contar al pueblo con su lúgubre sonido conocido como “Doble” o anuncio de la muerte de algún hijo del pueblo que en la explicación y que según la memoria colectiva este cántico en cuatro campanadas espaciadas un golpe de otra reza la silabeando E-ter-nidad. (foto de la procesión) Al decir de esta construcción actual,las dimensiones corresponden a la nave central de la primera; ya que se erige sobre los cimientos de esta en el ancho. En su interior se guarda con celo la majestuosa talla en madera policromada de Santa María de Fe con una altura de 2,31m que hasta hoy reúne a miles de feligreses todos los 8 de setiembre lo llevan en anda procesional por las calles del pueblo para celebrar la fiesta natividad de Santa María de Fe, constituyéndose en la fiesta patronal. Otro de las reliquias conservadas con tesón constituye la única cruz que aún existe entre todos los pueblos jesuíticos colocado en la fundación del pueblo en el caso de Santa María de Fe hacia el año 1669, en su reubicación definitiva. Esta cruz se halla en la parte Suroeste de la plaza, además de su antigüedad es una cruz cuya forma es única. La punta de la misma en los trazos de los brazos, así como la cúspide tiene la forma de un pentágono como si dibujara un puño entrecerrado o el mismo brazo extendido de una persona por ello su diferencia con la cruz conocida como misional que es la más conocida y reiterada en la mayoría de las misiones. El Cerrito: (foto) Recorriendo este espacio reduccional podemos encontrarnos a 300ms hacia el sur de la iglesia parroquial una singular construcción, un pequeño montículo de tierra que no supera los 3 metros de altura en un diámetro de 30 metros de ancho y 50ms. de ancho. En este sitio y durante la época misional se celebrara el Viernes Santo, donde se replicaba la crucifixión de Jesús los utilizando la talla conocida como cristo articulado (talla que se puede apreciar hoy en el Museo). En el mismo lugar y si se puede decir cúspide se hallan tres cruces, una de ellas totalmente original y las demás de tamaño menor que la del medio ya cuenta con reposiciones. Es muy fuerte el aire de santuario con que cuenta el mismo y por cierto muy respetado hasta hoy, pues silenciosamente es visitado como un espacio de oración, de retiro espiritual. El Taperâ: (foto) La misión de Santa María de Fe y según los relatos del Padre Furlong contaba con un sistema de comunicación portuaria muy importante mediante la navegabilidad que presentaba en ese periodo reduccional el arroyo que bordea el pueblo. No obstante, y no contento con este medio de comunicación, hacía finales del 1766 se hallaban construyendo un puente de piedras para unir al pueblo de Santa María de Fe con el de Santa Rosa de Lima y que estando la misma proyectada e iniciado se vino la expulsión quedando inconclusa. Es debido a la misma que con la riqueza de la palabra guaraní y nombre original del proyecto caló el nombre de Taperâ (tape: camino, râ: partícula sufija que es la marca temporal del futuro) es decir: futuro camino. Esta denominación bastó para que hoy este arroyo tenga esta denominación, que al igual que los demás lugares históricos se conservan vestigios en piedra de este puente inconcluso. Por este mismo camino se halla como a tres kilómetros en dirección ya a Santa Rosa de Lima la puerta de acceso a la comunidad, conocido con el nombre de Ykuarokê (ykua: naciente de agua, rokê: puerta) la traducción literal sería puerta de la fuente de agua, pero cuya implicancia era que la fuente constituía el pórtico del pueblo. Existe además en la memoria colectiva del pueblo que el interés de contar con una fuente de agua era amén de ofrecer al visitante o viajante la posibilidad de sorber un poco de agua o en la llegada o llevarlo para el viaje, una especie de bebedero moderno en la época. Lago Yacarey: (Foto) Siguiendo el recorrido histórico y esta vez hacia el norte de la iglesia existe un pequeño lago de una extensión aproximada de 2km ubicado a 800mts al noroeste de la plaza central. Cuenta la memoria oral que en su interior quedó anclado una campana que fuera solicitado por el Mcal. López para la fundición de hierro en su trayecto a Ybycui para la construcción del famoso cañón Cristiano tras la destrucción de la carreta que lo cargaba. Si bien es cierto que nada de cristiano pueda tener un arma de fuego el mote lo sorbió por el origen que tenían. La oralituramariense cuenta que de las diez campanas que existían en el campanario misional 8 fueron llevadas hasta la ciudad de Ybycui donde hacía el año 1860 se contaba con la fundición de hierro. Este lago además tiene su importancia como fuente natural y reservorio de agua pues la misma era un lugar de reunión a parte del arroyo para los lavabos diarios de ropa, pesca y baños compartidos. Se habla además que por su posición servía además para regadíos y servicios sanitarios del pueblo a través de sistemas de acueductos.. El Cerro Santa María: (foto) Situada a 8 Kms. Del pueblo es lugar de gran peregrinación todos los Viernes Santo, donde cerca de cinco mil personas acuden para venerar la antigua cruz situada en la cúspide de la misma a una altura de 527 metros sobre el nivel del mar. Es también conocido como el Mirador de Misiones pues desde la cima uno puede tener la vista panorámica del todo el departamento de Misiones. Aquí también se puede notar la cohesión de la cultura cristiana y la Guaraní pues este lugar era un antiguo lugar de oración de los guaraní, además de refugios en épocas difíciles. MuseoJesuítico Diocesano de Artes Jesuíticas: (foto) Edificio convertida en Museo en 1981, es una de las tiras de casas originales que correspondían a familias indígenas (data del año 1672- 1675) donde se conservan 56 tallas del Gran Taller de las Misiones Jesuíticas el tesoro mas grande obras en su mayoría de los indígenas Guaraní y dirigidas por el gran maestro Jesuita el Hermano Joseph Brassanelli (artista considerado el Miguel Angel de la Reducciones), así como también la influencia del Genio de las Reducciones AntonSepp. Este es el edificio más visitado, conocido y catalogado por muchos. No obstante es digno de rescatar que en seis salas divididas expone una cantidad de obras cuya policromía es intacta, original y versada por elementos y ornamentos naturales del contexto cultural Guaraní. Finalmente hoy Santa María de Fe es conocida como la CAPITAL DE LA ESPIRITUALIDAD DE LAS MISIONES JESUITICAS por las razones expuestas y por la riqueza material y espiritual de su gente. Instructivo texto completo de ponencias Las PONENCIAS se presentarán en formato Microsoft Word 2000/ en adelante en hojas de 30 líneas y a dos espacios, en Arial 12, con una extensión no mayor de 15 hojas, A4 incluidos gráficos e imágenes. La exposición de los trabajos será de 20 minutos como máximo. Al recibir la notificación de su aceptación, deberá enviarse el texto completo de las mismas por correo electrónico [email protected] , con las imágenes separadas de los textos y en formato JPG antes del 27 de agosto.