La obesidad - Hospital Perpetuo Socorro
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La obesidad - Hospital Perpetuo Socorro
Viernes, 1 de enero de 2016 El Hospital en tus manos Tema 25 DOCTOR Jóse Luis Caballero MÁSTER Y EXPERTO EN NUTRICIÓN Y DIETÉTICA DOCTOR JOSÉ LUIS CABALLERO El doctor José Luis Caballero es licenciado en Medicina y Cirugía en la Universidad de La Laguna en 1983. Asimismo, es miembro del Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas, de la Sociedad Española de Medicina Estética y de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética. Máster Universitario de la Universidad de Cádiz en Dietética y Nutrición Humana, en la especialidad de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Curso de Habilidades de relación con el paciente obeso, ha realizado cursos de Oligoelementos en Medicina Funcional y de Diagnóstico Funcional mediante Electroterapia. Participante en el grupo de estudio de Hipertensión Arterial Límite, ejerce su actividad profesional en consulta de Medicina como médico experto en Nutrición, Dietética y Obesidad desde el año 1984. La obesidad Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una enfermedad de origen multifactorial y crónica que se caracteriza por un aumento del tejido graso en nuestro organismo. Podríamos decir que se trata de más del 25% de tejido graso sobre el pe- ¿Cómo se define la obesidad? so corporal total en los hombres y del 30 % en las mujeres. No debemos confundirla con otros estados que cursen con aumento de peso como puede darse en personas con gran desarrollo muscular, los cuales serían personas corpulentas pero no obesas. ¿Cómo nos puede afectar? Las repercusiones que para nuestro organismo tiene la obesidad son muchas y muy importantes para la calidad y esperanza de vida. A nivel esquelético, la obesidad aumenta la sintomatología de todos las patologías articulares como artrosis, hernias discales, fascitis y espolones plantares. Disminuye la movilidad de las articulaciones afectadas y aumenta el dolor. Cardiológicamente, la obesidad constituye una circunstancia muy relevante ya que está muy ligada a la hipertensión arterial y al aumento del colesterol, que son dos de los factores de riesgo más importantes en la aparición de la enfermedad coronaria y también a nivel cerebrovascular. A nivel respiratorio, la obesidad troncular y la apnea del sueño están muy ligadas. A más obesidad, los síntomas de apnea empeoran y a menor obesidad mejoran. Esta patología, cada vez más y mejor diagnosticada por unidades de Neumología, produce graves trastornos en la calidad de vida de quien lo padecen. La obesidad está íntimamente ligada a un gran porcentaje de aparición de diabetes tipo 2, patología con una alta incidencia en Canarias. Un mal control de esta enfermedad tienes nefastas consecuencias a medio y largo plazo sobre el riñón, la retina y todo el sistema circulatorio. Es fácil comprobar en la práctica médica la mejoría de los controles glucémicos que se experimentan desde que una persona diabética decide controlar su alimentación. El aparato digestivo es otro gran afectado por la sobrealimentación. Desde los reflujos gastroesofágicos, úlcera gastroduodenal, cálculos biliares, esteatosis hepática (hígado graso), en todos estos casos es más que recomendable un control de la alimentación como parte del tratamiento. Desde el punto de vista psicológico, la obesidad puede muy frecuentemente asociarse a cuadros de pérdida de la autoestima y de seguridad personal, pudiendo ser especialmente graves si se producen en etapas infantiles. ¿Por qué se produce? Hay un pequeño porcentaje de obesidades que son de origen endógeno, donde podríamos encuadrar una serie de patologías endocrinológicas como enfermedades del tiroides, suprarrenales y gonadales. Pero la mayor parte de las obesidades son de origen exógeno, ambientales, es decir, relacionadas con el estilo de vida y costumbres que tenemos respecto a la alimentación y la actividad física. La obesidad aparece cuando existe un desequilibrio mantenido entre el aporte energético de la alimentación y el gasto de esta energía dependiente de la actividad física. La carga genética está sin duda involucrada asimismo en la aparición de la obesidad. Pero esos mismos genes existían desde el origen del ser humano aunque no existía un alto porcentaje de obesidad. Lo que sí ha cambiado de una manera drástica es el estilo de vida, tanto en lo concerniente al trabajo como en lo relativo al ocio y por supuesto, al tipo de alimentación que hemos incorporado a nuestra vida diaria que hace 50 años ni existían. Con esto quiero decir que la predisposición genética existe, pero necesita de unos factores ambientales de los que nosotros somos los responsables.