lambrusco y su filosofía de vida
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lambrusco y su filosofía de vida
publirreportaje Los viñedos Cavicchioli se extienden por más de 90 hectáreas, cerca de las bodegas de la Sorbara y sectores aledaños, así como la zona entre los ríos Secchia y Panaro. La bodega, donde se desarrolla la producción y embotellado, siempre se ha situado en San Prospero. Sin embargo, se ha avanzado en cuanto a su estado de las técnicas de herramientas tecnológicas. El objetivo permanente de la empresa ha sido siempre el mismo: hacer Lambrusco de alta calidad, a partir de una mirada hacia adelante y la combinación de técnicas sofisticadas, con antiguas tradiciones heredadas, buscando hacer un buen vino. LAMBRUSCO Y SU FILOSOFÍA DE VIDA Los orígenes de Lambrusco se remontan a muchos años atrás. Aunque sólo en el año 1300, Muelle de ‘Crescenzi de Boloña sugirió, en su tratado sobre la agricultura, que el vino podría ser obtenido de la vida silvestre. Desde entonces, ha sido indispensable Lambrusco. Se ha convertido en el vino de mayor prestigio, así como el más renombrado de todos los vinos italianos en todo el mundo. Desde hace algún tiempo, se ha sabido que el Lambrusco era algo único. A lo largo del siglo XIX y hasta principios del XX, Lambrusco fue considerado un vino tan prestigioso que se vendió y se sirvió en botellas, mientras que la mayor parte del vino se vendió a granel. En 1867, gracias a Francesco Agazzotti, que también dio una valiosa descripción del vinagre balsámico, por primera vez las variedades de uva fueron divididos en tres tipos principales: Lambrusco della Viola o Lambrusco di Sorbara, Lambrusco Salamino y Lambrusco dai Graspi Rossi, conocidos hoy como Grasparossa. Sorbara y Cavicchioli representan racimos de uvas que se transforman en cosechas de vino y de prestigio. Estos, dependiendo de la zona y la variedad de la uva, se convierten en Lambrusco de Sorbara, Salamino o Grasparossa, cada uno con sus propios expertos que discuten las diferencias en el color y el sabor. Representan las fiestas y los aromas del mosto de uva que se asocia con nieblas de otoño, que iluminan los espíritus, tal como es descrito por reconocidos poetas gourmet. Chispeante, alegre y aromático, Lambrusco es un vino moderno. Con su carácter sencillo, ligero y exhuberante. Es el vino ideal para muchas ocasiones, y el acompañamiento perfecto para la cocina internacional. Este vino vivo y fresco no es sólo rojo, ya que difiere en el color de acuerdo a la variedad, desde una tonalidad más rosada a un rojo más oscuro, y a partir de polvo de color rosa a rojo rubí. Flexible, vivaz, muy agradable y abierto a desarrollos infinitos, es tan versátil que satisface todos los gustos.