EL MUNDO DE ADENTRO en el ciclo vital del Aymara
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EL MUNDO DE ADENTRO en el ciclo vital del Aymara
EL MUNDO DE ADENTRO en el ciclo vital del Aymara Xavier Albo Introduccion E l eslablecimicnto liasta hoy de una sociedad hibrida colonial, situacion solo parcialmente accptada por el pueblo aymara, Ivi permitido el mantenimiento y dcsarrollo relativanienle atitonomo de muclias "pequeilas tradicioncs locales", pero en cambio Iia dificultado la persislencia y creeimiento de una "gran tradieion" que aglulinc y de sentido de cohcrencia total al sistema. En suslitucion de la "gran tr.idicion" andina, se prelcndio introducir el "cristiauismo" de los conquistndorcs y colonizadores. Sin embargo, este no podia scr un sustituto de igtial peso y coherencia que la antigiia "gran tradicibn" a la que dio gucrra y pcrsecucion. La nueva matriz "crisliana" —que represeiHaba no solo una fe sino lambicn todo un nuevo sistema simbolico y cultural, que ademas se ligaba a la sociedad colonial dominadora— logrb a lo sunw la creaci6n dc nuevas fomias religiosas sincr^ticas, muy variadas entre si, como consecuencia de la diversidad ya existente entre las "pequefias tradiciones locales" y de ios inipactos difcrcnciados que tuvo y sigue teniendo la experiencia colonial a lo largo y aiKho del mundo andino y aymara. Cada variante es como una reproduccion, mas o menos modificada y con ciertas carencias y mutilaciones, de una misma imagen antigua y venerable. Es como si en cada lugar la misma esctilttira hubieni sido hecha aitieos y vuelta a reconstruir, pero en el proceso algunas piezas del original se consen aron niejor en unos lugarcs. unas lu^s en otros y los vacios se llenaron dc diversa fonna en eada lugar. de acuerdo con la creatividad local y tambi^n con el nuevo modelo tniido por quienes qtiisicron destruir la estatua original. 175 Xavier Alb6 En este proceso de pemianente rcconstniccion. dentro de cada comunidad pesa lo andino, la tradicion local y tambicn lo cristiano. No mayor peso especifico que tiene el n;ceptor. que en nuestro caso es obviamente el Pueblo Aymara. EI viejo dicho latino quidquki reciptur ad modum recipienlis rectpitur (lo que se rccibe sc adiipta al modo de ser de quicn lo rccibe), tiene aqui plena aplicacibn. Aunque Iviblamos de la vivencia religiosa de un pueblo que dcsde hace cuatro siglos se llama cristiano y que ha incoipomdo en su experiencia religiosa niuchos elementos simbolicos y eticos de origen cristiano. hasta boy podemos seguir hablando de una autentica religion aymara, parte expresada publicamente y parte cultivada en forma clandestina. Sin embargo, es tal vez mas artificial que real preguntarse si en realidad se trata de una religion aymara baniizuda de terminos y sinibolos cristianos o, al reves, de una religion cristiana en la que subsisten mas 0 menos elementos de la tradicion andina. Decidir que es bamiz depcnde en gran parte de la coiicepcion mas rigida o mas elastica que tenga cada uno con referencia a los dos temiinos en ctiestion. En el Altiplano, a 4 000 metros de altura, la actividad agropecuaria se encuentra plagada de riesgos naturales por la sequia, la lielada (que puede ocurrir en cualquier mes del aAo), el granizo o, cerca del lago, las inundaciones. En medio de uno de los paisajes mas agrestes e imponentes del planeta, entre cumbres nevadas, altiplanicies inacabables y valles sin fondo, el aymara ha desarrollado una relacion sagrada con este universo. Lo ve lleno de \ Ida. penetrado de seres poderosos y extraordinarios, tan reales como el, con los que debe aprender a relacionarse y convivir amistosamenle, a los que debe tener presenlcs en todas sus actividades. Ellos protegen su existencia y le otorgan sus dones, siempre que se sientan debidamente reconocidos y atendidos. Empero, si son ignorados o no se les dan los "cariflos'" que mertcen, pueden reaccionar como cualquier viviente y retirar sus dones y proteccion o enviar incluso sus calamidades. Los abuelos ayudaton al aymara a orientarse dentro de este universo sagrado. Los hombres baibudos que posteriormenie llegaron desde mds alia del mar, no le uajeron altemativas tan convincentes que le llevaran a abandonar definilivameiue sus viviendas anteriores- El imasor, pese a sus intentos, unas veces con la palabra explicativa, otras con la espada y la hoguera, solo impuso nombres y simbolos nuevos a la realidad antigua de siempre; en otros consiguio auteniicas transformaciones o la inclusion de nuevas claves de interpretacion y acercamiento a lo desconocido y sagrado. 176 El mundo de adentro en el cicio ... Sin embargo, estos nuevos roslros de Dios no eclipsaron los anleriores; a lo mds, los complementaron. Y el aymara se sientc hasta hoy rodeado de un universo extraordinario, sagrado y lleno de vida, presente en cada una de sus actividades. Ell estas paginas inlentare mostrar algo de dicha experienda religiosa, lai como lo maniilesta el aymara de hoy. Para ello presentar^ el desarrollo de esta experieneia a lo largo del cicio vital, con ^nfasis en la persistencia del "mundo de adentro", el que mejor refleja la continuidad con la vivencia ancestral, y privilegiando aquellas experiencias mds directamente expresadas en el c6digo simb61ico religioso. Dentro de la gran gama de variaci6n existenle en la actualidad, me centrare principalmente en lo que ocurre en comunidades tradicionales del altiplano; la mayoria de los datos provienen del altiplano none tanto peniano como boliviano. No obstante incluyo algunas infomiaciones complementarias del altiplano sur, mas tradicional; Omro, Potosi y Norte de Chile. La llegada a este mundo El nacimiento es un momento clave para fljar las relaciones del nuevo ser traido al mundo y de quienes lo cobijan con todo el universo sagrado en que el reci^n nacido viene a insertarse. Nacemos hijos del achachila El parto ya es objeto de cuidados especiales. La madre recibe alimentos especiales y, por cierto, sin sal, quizas como referencia a su mayor exposici6n a las fuerzas de la naturaleza. Los asistentes rezan y preparan ademas una ofrenda especial para este momento, llamada alta misa, que se dirige a todos los seres ancestrales para cuidar la salud de la madre. Cuando ya ha nacido la criatura son tambien varias las previsiones que subrayan la sacralidad y a la vez peligrosidad del evento: nadie debe mirar la puerta del lugar donde esta la "enferma". ni gente ni animales; el cordon umbilical se corta con ceramica o vidrio, no con objetos metAlicos, para que el bebe no sea asesino ni sea asesinado; la placenta, llamada "jakafia", como la vida, se lava para que la '"wawa" (niflo/a) sea linda. se observa con detalle en busca de augurios sobre el futuro del recien nacido, se adoma con flores y mistura, e incluso a veces se adereza como si fuera un plato exquisito y unos dias despues se entierra en el patio 0 se quema y las cenizas se arrojan al techo de la casa. Lo anterior muestra la proftinda rclacion entre el nacimiento y las fuerzas ancestrales y sagradas de la naturaleza. Aqui surge precisamente el dilema. El nirio pertenece a este mundo ancestral: al nacer es del "achachila", el "abuelo" o "antepasado", que a su vez significa tambidn los cerros mas importantes del contomo. Le pertenece; si se muere 177 Xavier Albo en tal estado, hay que entregarselo: llevarlo ritualmente a la punta del ceno 0 al nienos ftiera de los lindcros de la comunidad para que. si ocurre algo, no daile su territorio. De lo contrario el "achachiia" lo reclama enviando una granizada grave, y las autoridades comunales averiguan quien transgredid esta obligacion sagrada. Si es preciso buscaii casa por casa hasla dar con la miijer cuyos senos indiquen que tuvo parto. pero que no esta criando ningun bebe. La culpable debe reconocer donde enteirb a la criatura (o quiz^ al feto), para Uevarla entre ritos al lindero o al ceriD del achachila. a quicn perteneee, para asi restabiecer el equilibrio. Mientras el niflo siga en esta situacion es "muru wawa''' (bebe moro), y si muere asi es '^"linipu" (limbo), pjilabras ambas cspaiiolas pero reinterpretadas conio seres pertenecicntes al mundo ancestral. Solo con el bautismo la ""wan'a" entra en el mundo social y cristiano. Chstianos y con nonibre Cuando se ha logrado la aceptacion de unos padHnos adecuados. a los que el nifio con los affos pueda asemejarse, estos lo conduccn a la iglesia y al sacerdote —quizas localizados a muchas leguas de distancia— para que alii se le imponga sal, oleo, agua y sobre todo un nonibre cristiano, probablemente el que seiiale el almanaque para el dia de su nacimiento. El bautismo, de esta forma, introduce al nifio en el mundo social, a la vez que frena e! poder oninimodo del "achachila'^ y otras fuerzas ancestrales, equilibrandolo al menos con el poder de Dios. Con ello, al mismo tiempo, tanibicn la comunidad queda protegida. Por esto el baulismo pasa a ser un rito escnciai de entrada en el mundo y la sociedad. Si es preciso, incluso se hace bautizar a felos ya muenos para arrancarlos del ^'achachila'\ El sacerdote Monasl relata casos en que los padrinos recorrieron mas de cien kilometros en busca del bautismo. En emergencias los familiares se animan a hacer lo minimo; por ejemplo. dan al reei^n nacido un poco de sal condimento y, como tal, si'mbolo del mundo social contrapuesto al mundo natural, y dicen "ya es cristiano". No obstante, otros elementos, particularmente el oleo, que con frecuencia dan nombre al mismo rito del bautismo, suelen ser incumbencia del ministro oficial de la iglesia. Vivicndo con los de abajo y los de arriba La entrada misma a la vida ya ha venido marcada por la presencia de dos mundos: uno ancestral, m^is cercano pero pcligroso, que a veces se llama manqha pacha, el mundo de abajo y de adenlro; y otro mas ligado al onden establecido, controlador del anterior, que suele denominarse 178 £1 mundo de adentro en el ciclo ... alax pacha, el mundo de arriba. Quienes vivimos en este mundo (aka pacha) estamos permanentemente expuestos a las fuerzas de arriba y de abajo. por lo cual debemos aprender a convivir respetuosamente con ambas. Los htos actuales de entrada a esta vida muestran cierto nivel de ^xito en los esfuerzos de los misioneros coloniales para garantizar el bautismo y para relegar las fueizas ancestrales al mundo de los malignos. No obstante, el bautismo no es lo definitivo sino que solo el principio de una larga vida llena de nuevas y complejas experiencias religiosas que seguiran involucrando hasta el final tanto a los de abajo y de adentro como a los de arriba, de una manera mas complementaria que contradietoria. El paso a nifio responsable El siguiente salto social, entre los tres y cinco afios, es el primer corte de cabelio. El cabello. como las ufias o el sudor, es algo importante y a la vez peligroso. Por ser parte desprendida del propio organismo. puede ser objeto de manipuleos daflinos, Durante los primeros afios de vida la cabellera del nifio anda suelta y libre, fonnando a veces nudos espesos como si se tratara de lana, sin ser cortada ni arreglada. Cuando llega a cierta edad, se prepara para una ceremonia especial. Se nombra a una pareja de padrinos, que pueden ser los mismos del bautismo u otros, preferentemente de buena posicibn social. El dia sefiaIado los padres invitan a los padrinos y a todos los amigos, ofreciendoles buena comida y bebida. Despues el nifio o nifia es colocado sobre una mesa u otro lugar prominente, rodeado de simbolos de abundancia, y se inicia el rito para pedIr permiso a los diversos seres protectores: los achachila, la Madre Tierra, los espiritus del hogar, nuestro Padre Dios... En seguida, "con mucbo respeto religioso, pero al mismo tiempo entre bromas", se invita con un trago, primero a los padrinos y despues a los demas asistentes, a ir cortando cada quien un mechon de cabello, en uno o varios tumos. Al cortar el mecbon, estos lo depositan con cuidado en un plato junto con un regalo, en dinero o en especie. Al final el festejado es vestido con ropas nuevas, regalo de sus padrinos. y la madre guarda el cabello en un lugar especial, Todos los obsequios constituyen el capital inicial para la vida real del nifio 0 nifia. que asi deja una infancia sin obligaciones para entrar a ser uno mas en las tareas nitinarias de la casa y, con el tiempo, de !a comunidad. En esta ceremonia, que marca un nucvo paso en la insercion social, ya no hay eontraposiciones entre el mundo cristiano y el ancestral. 179 Xavier Alb6 Los protectores del hogar A medida que se va entrando en el uso de la raz6n, el jovencito empieza a descubrir un mundo complejo en tomo suyo, tanlo en el hogar como en las sementeras y en los lugares de pastoreo. Una de las primeras verdades que el nifto o nifla aprende guiado por sus padres es que su propia casa —y el espacio que la rodea—• tiene mucho de tempio, en cuanto cobija a sus seres protectores, los uywiri (cuidadores). En conereto, el nifio aprende a invocar y respetar a un protector masculino, Uamado Kuntur Mamani "C6ndor Halc6n", o. entre los pastores de P*uno, Maliku "Jefe", y a una protectora femenina Uamada a veces Qhih Awicha; el primero sc asocia mas con el techo, la parte alta de la casa; la segunda, con la cocina u hogar. propiamente dicho. El patio y los corrales. que complcmentan el conjunto domestico, son tambi^n objeto de muchas practicas religiosas dirigidas a estos y otros protectores. En el centro del patio suele haber incluso la misa qaln "piedra de las ofrendas". Generalmente en la pared o sobre la mesa hay ademas alguna cmz, cuadro o imagen del santo que tambien protege el hogar; llegado su dia, se le Ueva a oir misa en la iglesia y despu^s es objeto de una fiesta familiar. • Todo el paisaje vive Una de sus primeras lareas productivas es probablemente acompafiar a quienes llevan ios rebafios a pastorear. En esas andanzas por todo el territorio comunal aprende rapidamente Ios nombres de numerosos seres y lugares sagrados. Sabra cu^es son los cerros mas sagrados, mas conocidos como acliachila o "abuelos". Descubrira que ademas estan las awichas o "abuelitas", principalmente por las quebradas. Escuchara hablar tambien con frecuencia de la Madre Tiena, con el nombre de Pacha Mama o Wirjina (Virgen). A ella se le dedican libaciones constantemente, en cualquier oportunidad en que se comparta bebida y en todos los ritos del ciclo agricola; se le temera tanibicn cuando se transite por parajcs solitarios. Al cnizar entre dos cumbres, cuando se cambia de un paisaje y territorio a otro, le hablan de la apachila, venerada por caminantes, camioneros y por todos los viajeros: en la apachita todo el mundo saluda y mega al espiritu de! lugar para tener buen viaje, frota su cuerpo con una piedra para transferir el cansancio y tener fiierza; deja la piedra alH, en un monton, arraja la coca que estaba mascando y asi abandona el mundo, dejado atras para enirar al nuevo que se le presenta; anies de seguir, todos saludan a los demas como si recien se encontraran. Otros lugares, que podrian pasar inadvertidos a cualquiera, quizas en medio de la pampa o en el extremo de un euUivo, son sagrados por otros motivos: porque alii hay alguna piedra especial, quiza oculta, que tam180 El mundo de adentro en el ciclo .. es achachila (protector o wak'a), o ponque alii cayb el rayo, el "respirar" de la Madre Tierra, que ha llegado hasta la "gloria" de arriba y, por tanto, es lugar privilegiado en los contactos entre el mundo dc arriba y el de abajo: alii pueden haber surgido diversos tipos de seres duplicados, niellizos cenos, productos, animales, gente o incluso yatiris, "los que saben, los maestros" (chamanes o sacerdotes de la religibn aymara), precisamente por haber sido tocados por el rayo y haber sido vueltos a la vida gracias a ^ste. Sin embargo, los jovencitos que van descubriendo la vida y sacralidad de todo el paisaje que les rodea quedan aun mas impresionados al escuchar que hay ciertos lugares muy peligrosos, a veces al lado mismo de la casa, que son phiruni (fieros) porque alli hay "diablos" de todo tipo: saxra. Honqha, supaya, anchanchu... o pwrque alli hay restos de gente muy antigua, del tiempo de los chuUpa, que vivieron antes de que existiera el Sol, o de los Jintila, tos "gentiles", que no llegaron a ser cristianos. Incluso el viento que llega de esos lugares puede ser dafiino. Otros seres son peligrosos por otros motivos: por ejeniplo. los "condenados", almas de muertos que en vida cometieron un delito grave y no pueden descansar en paz, o el kharisih, un cura u otra persona asociada a el que saca la grasa de sus victimas para utilizaria despu^s como 61eo en el bautismo. En realidad, todos los seres y lugares resefiados en esta larga (pero muy abreviada) lista, Uenen algo de ambigiiedad: son peligrosos y exigen, por tanto, ser tratados eon el debido respeto y recibir ofrcndas de los hunianos. Empero, a la vez, ninguno de estos seres es totalmente malo. Todos tienen mucha "hambre" y deben ser bien atendidos para que no tomen por su cuenta lo que necesitan, provocando enfermedades, muertes y desastres naturales. Cuando se les atiende bien, brindan proteccion con sus dones extraordinarios y dan los "avios" o provisiones necesarias. Los achachilas y la(s) pacha mama(s) son particularmente protectores de la comunidad. Sin embargo, de una u otra forma, todos pueden contribuir al bienestar del conjunto. Incluso los mas identificados como diablos y malignos tienen el control de ciertos bienes. como la riqueza, los minerales y la musica. En realidad, la frontera entre diablo y ptxjgenitor, entre peligroso y protector, se hace cada vez mas difusa a medida que vamos entrando en este mundo: lo caracteristico es m ^ bien el rol doble de cada uno de los seres que le dan vitalidad. Los proteclores y los espiritus de la produccion La actividad principal del aymara, cuando deja la niifcz, es la agropecuaria, en mayor medida en los cultivos o el pastoreo, segun las condiciones ecol6gicas de eada lugar. Sin embargo, como indicabamos al principio de estas paginas, las actividades esenciales.de subsistencia es181 Xavier A]b6 t ^ Uenas de riesgos, particularmente en el Altiplano, Una helada puede cortar en una noche los esfueizos de largos meses, una ncvada fuerte es capaz de acabar con las crias del afio y una sequia prolongada causar grandes angustias, obligando a muclias familias a emigrar temporalmente por haberee quedado sin productos ni reservas. Por eso el agricultor aymara esta pendiente de los mas pequefios signos de la naturalcza para prever el futuro y organizar sus actividades agropecuarias. En esta mezcla de ansiedad y confianza las tecnicas ancestrales 0 modemas deben complementarse con el pennanente dialogo con los seres sobrenaturales, que manejan el clima y las fuerzas de la naturaleza mejor que ei hombre, Los achachilas son los duefios de las nubes, el agua, la nieve y el granizo. Nuestro Padre, que esta en el cielo, regula las estaciones y el Sol da el calor necesario para la vida. Esta brota de la tierra y, por tanto, una vez m ^ , el gran interiocutor de la produccion es la Madre Tierra. La Pacha Mama es una y multiple: esta presente en todas partes, incluso en los lugares agrestes y peligrosos, aunque diferenciada de una manera muy personal y particular en cada parcela concreta, como uywiri, o cuidador de la familia que la trabaja. Puede ser personificada, ademas, por alguna imagen de la virgen en la capiUa local. Junto a ella se encuentran todos los espiritus generadores de los diversos animales y productos, Ellos, al ser llamados y atendidos con cariflo en los momentos cumbres del ciclo anual, son los que aseguran la fecundidad abundante de las parejas, tanto de animales como de plantas e incluso del dinero y de las personas. Estos espiritus reciben diversos nombres, segiin el producto y los lugares. Uno de los nombres mas frecuentes es ilia o mama ilia, referido principalmente al espiritu multiplicador del ganado. Su nombre posiblemente se relaciona con illapa "rayo", que como vimos tiene poder duplicador de los seres y aparece en e! nombre de algunos de los nevados majestuosos del Altiplano, como e! Illimani y el lltampu, fuentes de rayos y lluvias. Mas los ilia no son espiritus exclusivos del ganado, Los hay tambien para otros bienes que hacen posible la vida del hogar, como la ropa, el dinero y, por supuesto. los productos agricolas. Otro nombre sugerente es Mama Ispalla (ispa mellizo, e ilia). Se aplica sobre todo al espiritu de la papa. En realidad, el aymara ve en cada producto agricola y en cada animal a un ser vivo y venerable con el que establece dialogos, lo adoma, ofrece coca y tragos para que se sirva y al que besa reverenctalmente. En ocasiones rituales, mas vinculadas con el espiritu de la produccion, cada especie animal y agricola tiene su propio nombre. 182 El mundo de adetitro en el cicio ... La papa es mama jatha, "seifora seniilla, gemiinadora", o imilli t'alia, "muchacha, esposa del jcfe comunal". La cebada es phisqa quncjur tutu, "grano con cinco rodillas" o warang ispilan rnaliku, "jcfe con mil espigas". La oveja es nifln Luisa o kuinpitisa (confiles). La llama es lala o mama suUa, "scfior(a) rocio"... Ispallas, illas y olros espirilus semcjantcs se concretan ademas, como antes vimos con la Pacha Mama, hecha imagen de la Virgen, en objetos detemiinados como una papa de forma y tamailo excepcionales; piedritas vistosas a las que se ve caminar por las pampas; e incluso amulelos elabonidos artificialmente en fonna de animales, de una mano que teje, de una pareja haciendo el amor, de una casa surtida con todos los bienes, etc. Todo ello. conio las imagenes, recuerdan a los santos, ayudan al aymara a recordar la pcrnianente presencia y accion de estos espiritusgerminriles. Los siguientes fragmenlos de rezos durante el rito de la Mamata (o Mama Jatha, *'sefiora semilla", gerniiradora) en la region de Puno, extraclados de la dcscripcion de Llanque (l'-)72), nos dan e! sabor de la relacion tan personificada con los seres sobrenaturales involucrados en la producci6n: (a la Pacha Mama) Lugar, Uywiri, Satita Tierra, Nido de Oro, Nido de Plata: con tu licencia. Santa Tierra de ia ladera, Santa Tierra de la colina, Santa Tierra de la panipa. Pacha Mama, Tierra Virgen, Santa Tierra. Seflor gencroso (lit.: "que d^spayUa, regalo de productos"), Enviamos con abiindaiicia este afk) y en todo tiempo. Gracias a ti soy persona ijaqui)." (a las papas y, en especial, a la Mamata o semilla germinal:) Jawillajawilia {"ven, bienvenida, ven"). Si estas por este lado, si estfe por aquel lado, ven a mi. Si estas arriba, si estas abajo, si estas adentro, ven a mi. Mamata, Madre Semilla. Gracias a ti soy persona, no me vayas a dejar. Si alguien te ha llevado. ven ya. Trae mucho contigo. Por este alimento podemos hablar en voz alta. 183 Xavier AIb6 Jawilla, Jaw ilia (ven, bienvenida, ven) Si estas en el cerro, si estas en la pampa, Si est^ en el camino, ven a mi. Si te han llevado lejos, si te han hecho sufrir, ven a mi. Jawilla, jawilla, Jawilla Kfamata, ^te ha llevado el viento, ^te ha llevado el ladron? Jawilla, Jawilla No nos vas a dejar, Mamata. Yo soy tu nodriza. Jawilla, Jawilla. El aAo agricola y ceremonial La produccibn no s61o tiene que ver con iugares, espiritus y semillas ltenos de vida. Es tambien un proceso en el tiempo, Por eso hay una estrecha rclacion entre los ciclos agrario y ceremonial anual, Cada dia, cada epoca, tiene su mensaje y exige determinadas conductas religiosas. El aHo nuevo aymara en realidad no empieza en enero sino en agosto, cuando ya ha culminado el aHo agricola anterior y se realizan los preparativos m ^ inmediatos para el siguiente. Se dice que a principios de agosto la tierra se abre y los "diablos" entregan sus tesoros. Es un mes ventoso en que los espiritus andan sueltos. El mes en que se inician tos nuevos _vfl//W5, o especialistas religiosos de las comunidades- Sus primeros dias ofrecen signos de lo que ocurrira a lo largo de todo el nuevo ciclo agrieola. En este mes se realizan ofrendas especiales en los cerros mas sagrados "para dejar alii todo lo malo de la comunidad y para lo bueno pedir perdon". Otro momento culminante es el mes de noviembre, cuando cmpiezan las primeras lluvias y con ellas las gmndes siembras anuales. Con Todos Santos, dia de muertos, fiesta a la vida , se inicia la epoca a la vez mAs pcligrosa, mas laboriosa y mas productiva del ailo. Durante ella se mantiene mucho mas contacto con los poderosos seres generadores de la tierra; se les dedican ayunos, ofrendas y otros festejos relacionados con la fertilidad. Hay una musica propia de esta epoca. Tal etapa culmina en camaval, Uamado a veces "medio afio", o en otros lugares inmediatamente antes de Pascua. A continuacion empieza la otra parte del afio, mucho mas alegre y festiva, caracterizada tambien por su propia musica. En ella ocurren eelebiaciones muy importantes, como la fiesta a la cosecha en Pentecostes, varias fiestas para los animales, como San Juan al fin del periodo de paricion de las ovejas, y especialmente las fiestas patronalcs de cada comunidad, que se concentran mayormente en esta epoca sin lluvias, 184 El mundo de adeniro en el ciclo ... cuando se gozan los frutos de la cosecha. La buena celebracion dc la fiesta del santo o santa titular de cada lugar atrae im gran apoyo de este protector para obtener una buena produccion en el futuro inmediato, Aparte de los grandes hitos sefialados, otros santos y santas del almanaque chstiano se insertan en este mismo tnarco referencial. Tata San Andres, por ejemplo, conmemorado a fines de noviembre e identificado a veces como "diablo", tiene poder sobre la Iluvia. tan necesaria en esa epoca del afio. Mama Candelaria, el 2 de febrero. se asocia con el crecimiento de las plantas. Los dias en que el almanaque sefiala un santo papa son buenos para trabajar el producto del mismo nombre; no asi los dias en que hay un santo martir. La fiesta de Corpus Santisimo o Nostramo se relaciona. en cambio, con el Padre Sol en una epoca cercana al solsticio de inviemo, Y asi podriamos multiplicar los ejcmplos, Dios, Cristo y los santos Tanto en las celebraciones dedicadas al santoral, como en otras nuicbas dirigidas prcponderanlenicnte al panleon autoctono, los devotos aymaras hacen referetKia y dirigcn sus oraciones tambien a alguien menos visualizado al que invocan como Tatitu o Tatala, "Sefior" (con diminutivos que connotan carifio y suplica). Suma Awki, "Padre Bueno", y Tiyusa. "Dios" (del castellano). Son otnis tantas referencias al Dios Supremo cristiano incorporado al mundo andino desde la conquista. Se le asocia ya no con este mundo de arriba, al que perteneccn lambien el sol, la Uina. las estrellas y parte de los santos Este Dios Padre es providente y, en alguna forma, superior a los demas seres prolectorcs. Hay tambien un mito muy corrientc, de raices precoloniales, segun el cual Dios Padre se presento en una fiesta vestido de niendigo. La genie no lo reconocio ni atendio, por lo que el lugar fue destmidoLa existencia de muchas minas de pueblos abandonados son explicadas con base en esta hisloria. Por las regiones de Oniro y Potosi es tambien frecuente la identificacidn entn; este Padre Bueno y el Sol, cuya pareja es la "Santisima Madre Luna". Los Uamcros dc K'ulia (Oruro) cuentan hasta hoy un mito de origen que opone este mundo de arriba. venccdor, y el de abajo o mundo de los chullpas, que vivian en la penumbra antes del Sol (DillonAbercrombie. 1984; reproducido por Albo, 1989). Mitos scmejantes sobre el fin de la era de los chullpas con la llegada del Sol son corrientes en el mundo aymara. Sin embargo, en mucbas partes. sobre todo mas al norte. por el lago Titicaca. solo quedan huellas indirectas de esta relacion Dios-Sol, por ejemplo e! cuidado de dirigirse al Este en ciertas oraciones y suplicas al SumaAwki, identificado como Dios, Las referencias explicitas a la persona de Jesucrislo, aunque las hay. son mas escasas. Oraciones cristianas como el Padrenuestro y el Credo 18S Xavier Albo forman parte habitual de los rezos aymaras, incluso en muchos ritos ditigidos a los seres ancestrales. Lo mismo ocurre con la seiial de la cniz, omnipresente en los ritos, en las casas, capillas y calvarios de los cenos. Incluso al servirse la primera coca sc hace primero la serial de la cruz. No obstante se recucrda poco a la persona historica de Jesucristo, salvo entre quiciKis han esUido ullinianienle nuis expueslos al estudio de la Biblia por su rclacion habilual con curas o pastores. La comiienioracion de su nacimiento en la Navidad, taii central en las ciudadcs adonde los campesinos aymaras sicnipre viajan, casi pasa iiuidvertida en el campo. La Semmia Santa es el moniento del aiio en que luiy mayores celebraciones expllcitamenle rclacionadas con e! niisterio de su muerte y resurreccioa Sin embargo, aun entonces es mas frecuenle una referencia generica a la niueile de Dios, de uivi manera que podria reinterpretarse cosmicainente, como en los initos amba aludidos [Jorda, 1981: 333 y ssj. Cuando el nombre de Crislo se invoca al lado del de otros santos y de los dioses ancestrales, o ciiando en las iglesias se le rcpresenUi y festeja en alguna de sus nuiclias ad\ocaciones de nianera semejante a los demas santos. suele ser percibido como uno o varios mas, dentro de csle vasto panieon por el cual el aymara se acerca a las raices miis proftindas que dan sentido a su vida. La persona madura: Relacion sagrnda con su comunulad El creciinienio dc la persona es tanibicn su incorporacion cada vez mayor al mundo que lo rodea. Esta empieza por la familia, pcro despucs va abarcnndo a la comunidad, la socicdad y. como ya liemos submyado tanlo Imsta aqui. la conuinioii con esla gran colcctividad cosniica que vive abajo y arriba. El proceso de incorporacion a la vez sacral y social Ilega a su plenitiid con el malrimonio, cuando se pasa del estado dc "•muchacho(a)" al de "persona" (Joqiii) en su pleiutud de pareja y con todas sus obligaciones comunales. Un cambio tan importante implica un largo proceso ritual, con frecuencia dc vados anos, en el cual aqui no podemos entrar . Su culniinacion no es el niatrimonio, propiamente dicho, sino el establecimiento definitivo del nuevo liogar. Este ocurre al completar la vivienda propia techada, ceremonial y competitivamenie, por los parientes de el y ella, asi como con el nacimiento e incorporacion titiial del primer hijo, que suele tener por padrinos a los mismos que cumplieron este rol en el matrimonio. Cuando por medio del pnDceso mairinionial una nueva pareja llega a serjaqui, "personas", es como si volvieran a nacer. Por eso necesitan 186 El mundo de adentro en el cicio nuevos padres, los padrinos, llamiidos "gran padre" y "gran madre", quienes durante la cclebracion acompailan y ayudan a sus ahijados en todo: los conducen al templo como si volvieran a bautizarse; les ofrecen un trago especial al que Ilaman puqui, "calostro o leche primeriza"; les enseftan a bailar, incluso tienen que acompaflarles cuando !os ahijados deben salir de la fiesta para hacer sus necesidades. La comunidad, a su vez, acoge tambien a la nueva parcja Jaqui, asegurandole acceso a las parcelas de tierra que necesite la Virgen, Madre, Santa Tierra.' En reciprocidad, la nueva pareja entra en su largo thaki, 0 "caniino" de crecientes ohligaciones con la comunidad. que cumplira como algo sagrado. El sello caracteristico de cada cargo debe ser la generosidad hacia los demas micmhros de la comunidad durante el afto de cumplimiento. En algunos lugares, al que cumple su cargo se Ic llama inclusoyi/c/ia«/, "el que carga et pecado", tal vez porque con su dedicacion y empobreciniiento temporal —para cumplir celebracioncs comunales— asume cierto rol de chivo e.xpiatorio y asegura asi las bendiciones para toda la comunidad. Para cumptir su cargo los diversos pasantes deben desarrollar un sinfin de vinculos de reciprocidad, que van liaciendo cada vez mas tupida la red de soUdaridad comunat. Como resultado final, la comunidad, y de modo particular la familia pasante, recibc la "bendicion" (anto despues de haber cumplido un importaiUe cargo amial. como al final de su largo "caniino". Esta bendicion es simbolizada en muchas partes cubriendo de panes y frutas a las autoridades cesantes, que bailan sin descanso asi cubiertos de abundancia. Cumplida su ultima etapa la pareja jaqui entra al grupo de los "pasados". Son los mas respetados de la comunidad, porque le han dado su tiempo y sus ahorros para que llegue la bendicion a todos y, de paso, celebren, coman y beban bien en los momentos festivos de maxinia convivencia comunal. Cumplir el servicio de ser autoridad no significa solo responder en reciprocidad a la generosidad que la comunidad ha tenido con la pareja pasante. Implica ademas una relacion muy particular con todos los seres que protegen o amenazan la vida comunal. Espccialmente en el Altiplano sur, uno de los principales simbolos de la autoridad comunal es la vara. baston de mando con incrustaciones de plata. ' Esta vara se encuentra liena de connotaciones religiosas. Se le llama, segun las regiones, "Tres Reyes", "Papa Santo Roma" o "Nostramo", nomhres castellanos y cristianos que a su vez indican autoridad y vinculaci6n con el mundo ordenado de arriba. El ultimo titulo, por ejemplo. se aplica a Dios, al Santisimo Sacramento y al Sol. Hay varas masculinas y femeninas; pueden llegar a representar todo un linaje; son objeto de ntos y libaciones especiales; se las lleva a oir misa, y a veces se les guarda en un 187 Xavier Alb6 lugar privilegiado dentro del hogar, como a un santo. En resunien, llegar a ser una autoridad no cs una ambicion, sino obligacion dura pero sagrada a !a que va entrandose por tumo y de la que se sale con la beiidicion, tanto para el cesante como para la comunidad. Superar la crisis A lo largo de la vida ocurren crisis imprevisibles, grandes o chicas, como una enfemiedad, un delito grande dentro dc la comunidad, una grave inundacion, un deslizamiento de tierra o una guerra. En estas situaciones, ante la mayor dificultad para encontrar soluciones rutinarias, aumenta la necesidad de recurrir a todos los medios disponibles dentro del niundo sobrcnatural. Se pide el apoyo dc quienes tcngan mayores conociniientos e influcncias en este canipo, como las muchas clases de yatiris, "los que saben" o sacerdotes de la religion aymara [Huanca. 1989], iiamados a veces desde lugares muy lejanos. Igimlmente se piden las bendicioncs del sacerdote, por su influencia especial con el mundo de arriba, para que con sus ritos y su agua bendita contrapesc el poder desatado de los "diablos". Lo que por uno u otro nicdio se busca es la manera mas eficaz para restablecer el equllibrio pcrdido. Hay que avcriguar la causa por la cual se perdio. posiblemente algiin delito serio o e! no hnber cumplido adecuadamente ciertas oblignciones con los seres superiores. Sin embargo, ademas se debe buscar la manera de compensar el dano ya hccho. Por ello un conccpto clave es el de h/ii, "\'uclta al lugar de pariida". Se utiliza. por ejemplo, para ilamar al espiritu que abandona a algunas persomis; 0. si se trata de una cnfermedad. puede consistir en frotar el mal y transferirlo a un determinado animal. Es un concepto implicito en muchas mas ocasiones: en tantos ritos que se hace algo "al rev^s" (trenzar hiios por la izquierda, ponerse la ropa al reves, etcetera); en la necesrdad diaria de retomar un favor (o agravio) por medio del ayni ("tu me das, yo te doy"); y tambien en las relaciones con e! mundo sobrenatural en casos mas extraordinarios. Con 0 sin necesidad de restablecer el equilibrio perdido, una de las ofrendas mas significativas para situaciones espccialmente graves es el sacrificio de animales, Ilaniado wilancha (de whila, sangre). No es algo exclusivo para los momenios de grave crisis, pero resulta ideal para talcs ocasiones. El animal o animnles escogidos para el sacrificio son tratados con gran carifio. Sc les llena de mistura y serpentinas; se les da coca y alcobol hasta emborracharlos; se les habla para pedir disculpas y hacer suplicas relacionadas con la ocasida Al mismo tiempo, se realizan ruegos y libaciones en honor de todas las divinidades. Tras el 188 El mundo de adentro en el ciclo ... degtiello del animal, la sangre la recogen inniediatamcnte los asistenies en vasijas especiales y con ella se ch 'alia o asperja todo cuanio se desee bendecir: et ganado, las sementeras. las paredes y los cimientos de la nueva constniccion; incluso a veces a los asistentes. Los huesos. algunas visceras selectas y en especial el corazon lodavia palpitanle, se reservan como ofrendas a los seres a quienes se invoca, para que ellos en reciprocidad sean generosos con los oferenles. Puede habcr situaciones tan e.vlremadamente graves que e.xij^n incluso victimas humanas. Hay dos principales motivos: para expiar un de!ito suniamenie serio o porque el peligro de los seres de abajo es realmente extraordinario. Cuando ciertos coniportamienlos delictivos se convierten en nna amenaza insuperable, la linica solucion para restabicccr el cquilibrio es la muerte o, quizas. la expnlsion dcfinitiva de ios culpablcs fuera de ia comunidad. Sin embargo, en estc ultimo caso cabe otra solucion altemativa, a veces preferida por los transgrcsorcs: estos piicdcn pennanecer en su comunidad, pero solo en el estado siguiente del intenninable proceso vital: como piirte del misterioso mnndo dc los muertos, quienes. a su modo, siguen participando en la vida de la comunidad. El otro motivo es que los seres del mundo de adentro exijan mas de lo habitual. Aunque nunca he tenido evidencia directa de talcs sacrificios humanos, son frccuentes las refercncias a ellos como ultimo recurso impKcralorio en crisis extenias. Ocurran o no en el mundo real, lo importante es que en el universo de las vivencias religiosas no se excluye esta posibilidad. Los casos mas cilados son para poner fin a accidentcs que ya han costado niuclias vidas; el achachila tiene dcmasiada hambre, por ejemplo en construcciones cspeciaimcnte dificiles (puentes sobre dos con permanentes dcrmmbes. grandes lemplos o rascacielos) o en los peligrosos socavoncs dc las minas. La victima escogida es algiina persona asocial, como algiin borrachin consnetudiairio sin familia o algun loco- Como toda victima sacrificial, esta debe ser tratada con especial carifio, con abundante comida y bebida, hasta el momento en que ya inconsciente y ante pocos testigos sea enterrada para enlregaria al mundo entero. Entonces, si. se restablece el equilibrio y los seres de abajo dejaii de amenazar, volviendose bienhccliores. De manera mas implicita, ta! posibilidad de ofrendar sangre hutnana se encucntra sienipre presente cuando en las peleas rituales. Uamadas tinku, 0 en otros tipos de conflictos contra otro grupo Ilega a ocunir alguna muerte violenta. Asi se comprende por que, si en un tinku ha ocunido alguna muerte, se dice que aquel afio habra bucna cosecha. Las ofrendas sacrificiales fueron tambien importanles en las luchas por la liberacion del pueblo aymara, principalmente antes de la llegada 189 Xavier AIb6 al campo de tos sindicatos y partidos politicos, de corte mas occidental. Tradicional mente, en estas luchas ha habido fuertes referencias religiosas, dentro de esquemas semejantes a los sefialados para otras graves crisis. En tales ocasiones se realizan ofrendas a los seres ancestrales para garantizar su apoyo. Hace poco un dirigente y a la vez yatih del norte de Potosi nos daba las siguientes explicaciones a proposito de sachficios efectuados con motivo de la lucha de su ayllu por la tierra y la escuela contra los q 'aras: "Sacrificamos una Mama en el cerro para que el Urqu I o achachila este comiendo la ofrenda que le preparemos, con la came, los huesos, vino, incienso y copal. En el sacrificio la sangrc es muy importante. Hay que ecliar la sangre de la llama. Es como un escudo. Para que la lucha se haga de todo corazon en la ofrenda ponemos el corazon de la llama, y con eso ya son la Pacha Mama y el Vrqu los que actuan y nos dan fuerza en la pelea, Nosoiros por el norte de Potosi, cuando liacenios ofrenda, sicmprc ilevamos ofrenda, siemprc llevamos ilama. Por eso seguimos siendo ftiertes y somos todavia dueffos de la tierra." [...] "Por la misma causa tomaron preso y mataron a Apolinar Qalani. Los q 'aras se bebieron su sangrc para hundira la comunidad. Cuando la sangre del hcimano muerto en la lucha se derrama sobre la tierra es un gran beneficio para toda la comunidad. Mas si el q 'ara se la bebe, es una desgracia. Cuando bcben nuestra sangre nos sentimos sin fuerza y con miedo; el coraje de luchar esta hundido. Sin embargo, esta sangre se recupera: sacrificando una llama se puede hacer kuU. Se derrama la sangre de la llama en el lugar diciendo a la Pacha Mama y el Urqu: "No voy a quedar enterrado. Devudlveme la fuerza. Devuelveme el espiritii. Til me conoces". El cuerpo no resucita pero la comunidad si. se levanta con una fuerza increible. Y al que se tomo la sangrc, dondequiera que este ya le pasara algo. La Pacha Mama, que es una sola en este mundo, se bebera su sangre".'' Este relato refleja un tipo de experieneia que, segiin diversas fuentes , estuvo muy presente en las casi permanentes luclias y rebeliones aymaras desde la epoca colonial. lnciuso, las victimas enemigas muertas en combate pueden ser objetos de ritos especiales. Por ejemplo, en una sublevacion contra un patron pasivo, en 1927. este no acabo simplemcnte ajusliciado sino inniolado en la cumbre de un cerro sagrado, que a la vez era lindero entre los ayllus que reclaniaban sus terrenos.' Por otra parte, si la sangre derramada por causas justas fecunda la tiena, las guerras injustas traen calamidades- Dos de las mayores sequias de este siglo en el Altiplano se atribuyen a la cantidad de muertos 190 El niundo de adentro en el ciclo ... insepultos en dos guerras de los mismos afios: la del Chaco (1932-35) y la de las Malvinas (1982). La experiencia suprema de la muerte Llegamos asi a la etapa culminante de la canera y la experiencia religiosa del aymara: la muerte. Como el nacimiento, es un momento Ilmitc y marginal. Como tal esti particularmente expuesto a la accion de las fuerzas sobrenaturales que tanto influyen en los hunianos; pero por ser la culniinaci6n de la vida humana, la intensidad religiosa de este momento es mucho mayor que en el caso de la llegada a la vida. EI cambio de viviente a "alma", a muerto, es mucho mas serio y compiejo que los canibios anteriores, como el paso de "nioro" a cristiano 0 el muchachoyrtf?/, pareja y pleno miembro de la comunidad. Si este ultimo cambio implicaba un largo proceso matrimonial Iiasta consolidar el nuevo estado, mayor es aim el proceso ritual requerido para que el jaqi pase a ser "alma", y con los afios incluso achachila, sin crear peligros permancntes a los vivientcs. Ademiis del dolor y condoiencias que provoca la muerie de un ser cercano, sobre todo si ha sido una persona respetada y querida, este acontecimiento enfrcnta inevitablemente a los presentcs con los del mas alia, de cuya realidad no tiene ninguna duda. ^'.Como enfrentar dicha reaiidad? Quizas las preocupaciones que han quedado mas clanimente codificadas en las respuestas culturales aymaras a este misterio son las tres siguientes: la necesidad de dejar claramente la linea divisoria entre el nuevo muerto y quienes lo sobreviven; dedicar al difimto todos los cuidados rituales para garantizar su agradecimicnto y bieneslar futuro, evitando asi que se convierta en un pcligro para los vivientes; y por ultimo, buscar indicios y sefiales para ver a quien mas llegara la muerte. Para los fines de nuestro tema central, me centrarc principalmente en las dos primeras. La necesidad de marcar la diferencia entre el muerto y los vivos se manifiesta en numerosos detalles: para los principwles cuidados que ocupa el cada\ cr desde su falleclmienio hnsia su entierro. se busca a los que no son parientes, porque ios mas allegados corrcn mucho pcligro. Al retomar del cementerio, si lo hay, la gente busca otro cainino, distinto del de la ida; en algunos lugares poncn espinos. para eviiar que el alma regrese, sacuden la ropa para que en ella no quede algo del espiritu del muerto; en el norte de Potosi Ios cementerios estaii en lugares distanlcs, preferentementc ios cerros, y cl coriejo funcbre lo llevan a toda vclocidad conio para librarse del peligroso difunto. En los siguientes dias se realizan varios ritos purificaiorios para garantizar que no queden 191 Xavier AJbd restos del espiritu del difunto en la casa: se bonan las huellas y se limpian todos los huecos, a los que algunos llaman "sepulturas", de la habitacion donde 6ste ha muerto; se Ueva a cabo el "lavatorio" de su lopa para que no quede parte de su anima en e! sudor, y se quema la mis usada. En el norte de Chile incluso ahorcan al perro del difunto y, para recuperar la ropa del finado que sigue en buen estado, se hace la ficcion de que la venden a viajcros negociantes. La raiz de estas conductas reside en que el muerto es peligroso por pertenecer de suyo al mundo de abajo/adentro. No es casual que tamo el cadaver del recien fallecido como el cuerpo del recien nacido se bafien con agua de romero: ambos pertenecen al mundo de achachila. Este peligro explica, a su vez, la segunda preocupacion: dedicar al nuevo muerto todos los cuidados rituales iKcesarios jxira dejarlo satisfecho. Si no se efectuan, anda como "alma" molestando a Ios vivos. Por eso se impone realizar cuanto sea necesario. Estos ritos incluyen la misa de ocho dias (si tienen a la inano a un sacerdote) y la atcncion ai alma durante los tres aflos siguientes, cuando retoma en los prinieros dias de noviembre para servirse Ios alimentos que le preparan. Es significativa tambien la importancia dada a las "mundo almas", es decir, al conjunto de ios predecedores, sobre todo a los de la misma comunidad, que hacen posible nuestra vida actual. En varios lugares en el tiempo de difuntos, como simbolos de ella, la comunidad escoge dos calaveras, las coloca en un lugar prominente y les rirale cuUos especiales. tQue pasa a los muertos en el futuro? No hay rcspuesta unanime. Se habla de cielo o de infiemo. No obstante, se dice tambien que los muertos van al Oeste, al lado en que desaparece el Sol, donde con la ayuda de un perTO tienen que atravesar un lago hasta Hegar a su mundo. La creencia de que a la larga cl difunto adectiadamente atendido pasa a ser un protector mas de los vivientes esti igualmcnte arraigada. Algunos, los mas viejos y respetados, pasan a ser achachilas. Varios cerros prominentes del Altiplano tienen nombre de personas antiguas cuya historia se cuenta hasta hoy. Uno de los casos mas celebres es el de Tata Sabaya, en el Altiplano de Omro y norte de Chile: la tradicion actual sefiala aun el lugar de su antigua vivienda; se relatan sus andanzas como autoridad. sus relaciones conflictivas con el cura y tambien como al morir las diversas panes de su cuerpo dieron origen a los principales pueblos y ayllus de la religion, y eomo despues. convertido ya en volcan, tuvo peleas con otros cerros. El retomo de los muertos a principios de noviembre solo en parte se limita a los dias uno y dos. En cierta medida Ios muenos siguen presentes durante todo el tiempo lluvioso hasta el periodo de camaval (o a veces Semana Santa). En varios lugares se habla formalmente del Cama192 El mundo de adenlro en el ciclo ... val achachila y se va de nuevo al cementerio, como en Todos Santos. Los muertos tienen que ver, por tanto, con toda la estacion productiva. Mas aun. los muertos son el gemien del futuro de toda la sociedad andina oprimida. No solo el mitico Tata Sabaya a! morir fue sembrador de nuevos pueblos y ayllus. Es muy conocido tambien el mito de que el Inka Rey (Inkari), convertido alwra en el gran simbolo de la poblacion andina, esta recomponiendo su cuerpo esparcido por diversos lugares bajo la tierra. Tupaq Katari, el gran lider anticolonial de 1780, constituido hoy dia en simbolo principal de la peniianente resistencia del pueblo aymara, fue igualmente ajusticiado y descuarti/ado: por orden de los espafloles los miembros principales de su cuerpo desecho fueron dispersos por lugares apartados, para su perpctua ignominia y escamiicnio, Mas hasta hoy la memotia y esperan/^T populares dan otra interpretacion de su martirio. Por todas paries, en las principales acciones reinvindicativas del pueblo aymara se repilen sus ultimas palabras, histoticas o no, es lo de nienos: "VoKere hecho millones". Esta esperanza arraiga en la conviccion de que !;i muerte no solo es el fin de la vida individual, sino que ademas el mundo de los muertos, de los achachilas, contiene la semilla del futuro. Cuando acabe ia epoca actual ocurrira un nuevo cambio impulsiido dcsde el niundo de los muertos. Estudiosos dc la religion andina en la epoca precoloniai nos muestran que muchos seres que alwra se consideran "diablos malignos", antes de la predicacion ctistiana se les identificaba con los muertos fDuviols, 1978, Taylor, 1980], Esta identificacion ya seborro. Sin embargo, la idea de que los "'diablos" no son tan malos sigue viva. La maxima expresion de ellos es tal vez el Camaval de Omro, cuando la ciudad se Uena con miles de dan7*intes diablos, saltatines y alegres. Es comun la liberacion dc la Conquisia y una esperanza de que este mundo actual, ahora al revcs y sin el debido cquilibrio, algiiii dia se de la \'uelta y, en un nue\ 0 Kuft o pacha hilyin. lo que ahora esta abajo oprimido y adenlro clandcstino \olvcra arriba de unn niaiicra palente. "'hecho millones". Esto parece ser tjinibicn ei scniido simboUco de un discno de teji10 do que se llama cabalmente jiwiri, "el que muere": descieiKle al mundo de abajo, pcro para convertirse en un principio de nueva vida en el futuro, de manera que entre la vida actual y la venidera hay un pcrmanente paralelismo y contrapunteo. 193 Xavier AIb6 Conclusiones A traves de este r^pido analisis de la experiencia religiosa a partir de las ritualizaciones en el ciclo vital del aymara rural del Altiplano, sin duda el mas tradicional, he mostrado cuan viva sigue la experiencia del "mundo de abajo/adentro", el que mejor refleja la vivencia mas ancestral y propia del aymara hasta hoy. Este analisis nos ha mostrado, al mismo tiempo, cuales son Ios lugares y momentos mas fliertes de dicha vivencia. Resumamos las instancias mas significativas.^' * EI propio hogar, lleno de protectores, y a travds de el la familia, con todo lo que hace posible su estabilidad y sobrcvivencia. * El trabajo agricola y ganadero y, a traves de el, la relacion intinia y personalizada con la tierra, el paisaje. los animales. las plantas y sus semillas. Por lo mismo, esta es una de las actividades m^s ritualizadas a lo largo del afio. * Todas las instancias asociadas con la fecundidad y la multiplicacion de la vida, tanto de las plantas y los animales como de los hunianos e inciuso de otros bienes, como las vetas de mineral y el dinero, igualmente percibidos como llenos de vida. En la sociedad y en el cosmos, lo que no es pareja y no se reproduce, no esta dentro de tal dinamica. * La salud o su cuidado, como otra expresion dc la misma centralidad de la vida. Fomenta mucha ayuda entre familiares y comunarios, ademas de ser ocasion para recurrir a los seres protectores y a las mismas plantas a fin de solicitar o agradecer su ayuda. * La comunidad en todas sus dimensiones: su temtorio, marcado y protegido por los abuelos ancestrales, bechos parte del paisaje; su oi^anizacion, sus autoridades y cargos de servicio; su asamblea deliberativa; sus trabajos colectivos; sus luchas; sus celebraciones festivas en tomo al tempio y al santo patron. El coniportamiento de cada miembro de la comunidad repercute en el bienestar o problemas de la comunidad en su conjunto. instancia privilegiada de la accion divina. * El pobre y necesitado. Una de las iniagenes predilectas del Dios aymara es la del mendigo. para ponera prueba la solidaridad humana de sus hijos. Quienes, aun sin reconocer que es El, ayudan a Ios mas necesitados. son colmados de bendiciones; quienes le ignoran. pueden ser castigados. Por eso. por pobre que alguien sea en la comunidad no hay mcndigos ni pobres de solemnidad. Cuando algiino pierde su familia o su tierra, de alguna fomia queda reconocido por otra familia y por la comunidad. * ha fiesta en todos sus niveles: en la familia y entre familias, en torno a la produccion, en la comunidad, en el lugar de peregrinacion. En la 194 El mundo de sdentro en el cicio ... fiesta la experieneia religiosa se expresa con su completa riqueza sensoriai: con la nuisica, canto y baile, la vistosidad de los vestidos y disfraces, el humo y el olor dc incienso, el sabor de la comida y bebida, la coca y el trago,.. todo aquello comparlido con gran densidad de intercambios entre los participantes. En ella, como en cada uno de los ritos, un sigtx) privilegiado es el ofrecer y compartir comida y bebidla abundante entre los participantes, muchas veces como complemento de las ofrendas hechas a los seres prolectores. * Las crisis: enfermedad, muerte, calamidades naturales y climaticas, confiictos sociales. Son llamadas de atencion que exigen revisar la conducta de la gente entre si y con los seres sagrados que lienan el cosmos. * La lucha reivindicativa suele comhinar varias de las instancias ya seflaladas: la defensa de la tierra y de la vida. la solidaridad comunal e intcrconiunal. la crisis. Por otra parte, a traves de las instancias arriba mencionadas (y muchas otras) se desamolla un sistema de valores religiosos y humanos. AJ analizar tales valores se ailaden nuevas resonancias andinas a virtudes tan universales {y cristianas) como la justicia, el amor, la comuni6n y el perd6n, ordinariamcnte conccptualizadas en otros contextos culturales. Sin ninguna pretension de ser exhaustivo, destacare lo siguiente: * Solidaridad siendo distmtivos. La familia y la comunidad son sagradas y las obligaciones contraidas con ellas no deben soslayarse. La culturay la lengua aymara tienen sumamente desarrollado un sistema de tiato social con mil matices de respeto y etiqueta. Sin embargo, la forma de solidaridad aymara presenta ademas dos rasgos importantes. Primero, dentro de ios circulos crecientes de solidaridad el individuo y las unidades inferiores nunca quedan eliminados por el nivel superior. Ineluso, el modelo de "persona" es la pareja. No obstante, en ella la esposa no pierde su apellido ni sus bienes. La forma de comuniony solidaridad es dialectica, de modo que cada parte es respetada y, como tal, mantiene su identidad y aporte especifico, Segundo, la solidaridad es fundamentalmente con quienes se comportan como gente (jaqi), no con los abusivos que desarrollan actitudes prepotentes, q 'ara , mientras persistan en su actitud. * Reciprocidad. Es la base de las relaciones humanas y sociales. Para aplicar este valor el pueblo aymara ha desarrollado tambien numerosos mecanismos culturales, Por eso misnio el modelo no es ni e! individuo, ni el sefior absoluto, ni solo el grupo colectivo, sino la pareja, una vez mis. Cada miembro del par tiene aporte y, a la vez, supone un control frente a los posibles excesos de la contrapaile, Podriamos decir que esia reciprocidad no es un equilibrio estatico, cielieo o esteril, sino que proyecta lo que Temple |1986] llama dialectica del don. Si una parte tiene 195 Xavier Alb6 la iniciativa de dar, la otra devuelve con un don todavia mayor, y asi sucesivamente. Se genera entonces una dinamica no para un lucro acumulativo de uno, sino para la abundancia compartida y creativa de todos. La plenitud de la justicia (o reciprocidad) es el don, la generosidad cada vez mayor. El ideal de solidaridad y de comunidad emerge precisamente de este tipo de relaciones. * Reconciliacion. La reciprocidad tiene dos caras: la positiva es devolver con creces al que me ha dado; la negativa es restablecer el equilibrio roto. Toda culpa exige, por tanto, una feparacidn. Por eso mismo los ritos, muchas vcces orientados a restablecer el equilibrio perdido, acaban con una ceremonia de perdon y un abrazo de paz entre los participantes. De manera semejante, en los conflictos y peleas la palabra clave nunca es "aniquilar", sino "igualar" o "nivelar" (khiiskachai^a), es decir, restablecer el equilibtio perdido por el abuso de alguna de las partes, respetando siempre la identidad del culpable y posibilitando su recuperacion. * Comunion con el universo. La solidaridad, la reciprocidad y la reconciiiacion no se dan solo entre humanos, sino con el cosmos y con cada uno de los seres que lo componen. Nada queda cosificado como si fuera desechable. Todo recibe trato de ser vivo al que hay que liablar con respeto y cariflo. "Hasta la piedra o el gusano." Debe caminarse casi sin pisar, sentarse sin apoltronarse, cultivar conversando con la tierra y besando la semilla, sin provocarles sustos ni daiios. De alguna manera, todo participa de esta vida en expansion que hay en el universo. Francisco de Asis se encontraria a sus anchas entre sus hermanos aymaras. * Respeto a los seres sobrenaturales y confianza en ellos. Como parte fundamental de tal comunion con el universo, hay que mantener una relacion de respeto tanto con Nuestro Buen Padre (Tatiiu, Suma Awki) como con los demas seres sobrenaturales, incluidos los muertos y aiitepasados. Con todos ellos dcbe tenerse la iniciativa de hacer dones y ofrendas generosas, con la seguridad de que su respuesla sera todavia mas generosa. Si a veces son tambien "peligrosos" se debe a que nos olvidamos de darles y quieren llamamos la atencion. 196 Notas y referencias bibliogr^ficas 1. Este texto recoge paile de otro mfis amplio [AIb6,1989] sobre la experiencia religiose aymara, pueblo con el que he tenido el privilegio de conipartir casi veinte afios de trabajo y convivencia en diversas regiones. Para su rcdaccion me fueron especialmente iitiles diversos debates y seminarios de religion aymara organizados en La Paz por el Centro de Teologia Popular desde 1986, parcialmente recogidos en la revista Fe y Pueblo. Agradezco especialmente los comentarios de Franz Damen, Olivia Harris, Diego Iranazaval, Domiiigo Llanque, Manuel M. Marxal y Calixto Quispe. Para uii acercamiento mas global al pueblo aymara y su cultura, ver la obra colectiva AIb6 [ed. 1988] y en el a^)ecto especlficamente religioso Berg (1985.1989). 2. Carter-Mamani [1982]; Boletin del IDEA, passim; Allen [1972]. 3. Monast [1972] muestra la reaccion de un misionero que descubre el universo religioso aymara, para el que no habia sido preparado. Ver vivencias comparables con su evolucibn dia a dia en el diano personal de Garcia [1983] entre los qiiechuas del Cuzco. 4. Este enfoque \o ha desarTollado principalmente Harris-Bouysse [1988], sobre todo con base en sus datos del norte de Potosi. 5. Palacios [1982] tiene una exceleiite descripcion del simbolismo de la casa entre los pastores de Puno. Ver Martinez [ 1976] sotwe el altiplano chileno. 6 El diccionario religioso de Hans van den Berg [ 1985] cita 89 seres sobrenaturales de tradici6n andina y, sin duda, se queda corto al cubrir insuficientemente las regiones mas tradicionales de Orxiro y Potosi. En una comunidad de Oniro y en el curso de s61o una ceremonia para el ganado en una familia particular, Abercrombie [1986:169-170] anoto 60 libaciones a otros tantos seres protectores, lncluidos los protectores directos del hogar. los espiritu del ganado e incluso de su estierco! —anibos organizados segun parentescos—, los diversos altares y cunibres; la mayoria eran invocados por parejas, por ejemplo, "el padre delantero del rebaflo y despues su yanani. su par". 7. Ver ilustraciones de ilia y otros objetos rituales complementarios (mullu, chiwchi, misterio, etcetera) en el diccionario de Berg [1985]. Este autor s61o subraya su rol como ainuletos y no el de espiritus gemiinales. 8, Berg (1989) tiene el recuaito mas completo de ritos agricOlas aymaras en el tiempo y por regiones La correlacion entre ciclo agricola, ceremonial y musical lo muestra Mamani [1988] en el Altiplano norte, y Harris [1983] en el norte de Potosi. 9- Ver recuentos sobre el cerro Pachjiri, junto al lago Titicaca, en Fe y Pueblo no. 13 (Ne\vpower)y 18. 10. Berg [1987, 1989]. Harris [1983] destaca el rol de los muertos en el periodo productivo de lluvias. 11. Ver los capitiilos de Carter y de Albo, ambos sobre el Altiplano de La Paz, en Mayer-Bolton [ 1980]. Para los ritos de techado ver Ochoa 11976 n.36; Puno] y Platt [1976; norte de Potosi]. 197 Xavier Alb6 12. Por mucho que en la pr^ctica se trate de una porcion de la herencia familiar y a pesar de que la reforma agraria de 1953 foment6 la porcion parcelaria familiar, la comunidad suele manlener el control ultimo de acceso a la tierra. 13. En al Altiplano norte prevalece como simbolo el chicote con incrustaciones de plata. Es tambien un objeto de ritos, pero no tan elaborados como en el Altiplano sur. Ver Rasiiake [1982] para e! papel central de las varas en el universo simbolico de los Yum, un grupo aymara hoy quechuizado en Potosi. 14. Garcia 11983: 74-76], en su diario de cura rural por las comunidades quechuas del Cuzco, relata una vivencia de este tipo: un comunario Iadr6n, pese a todo, decidio regresar a la comunidad que lo habia expulsado y alii efectivamaite fiie sacrificado. Comenta Garcia: "^No era lo que el, el ladr6n, ya sabia y buscaba? lUo era esa su redencion? De viielta pertenecia a sii comunidad, dcsdc la madre tierra y a traves del casligo rq^arador". La trama de "La nacioii clandeslijia", la ultima pelicula del laiireado cineasta boliviano Jorge Saiijiiies, gira en tomo a esta misma idea. 15. Teslimonioy reJJexidn Aymara, Fey Pueblo, no,, 18, 1988. 16. En el alzamiento general de 1780-83 ocumeron muchos casos semejantes, recogidos por Hidalgo 11982]. En Chucuito, por ejemplo, se exlrajo el corazon de todos los blancos y victiinados. Personalniente he escuchado tambien relatos de wilanchas en otras rebeliones que, como la de nuestra cita, ocumeron en los aflos iiunediatamente anteriores a la refonna agraria de 1953, 17. Platt[1982: 145-146]. Vcr el contexto mayor de este episodio de la sublevaci6n de Chayanta en Hams-Albo [1984: 59-71], basado ai buaia [larte en otros datos no publicados de Platt, 18. Los "angelitos" o niflos difuntos tienen otro tipo de sinibolismo, m^s ligado al "cielo". 19. En vadas partes del tenritorio aymara se sigue enterraiido a los muertos junto de la casa, preferentemente aledafios a los ten^euos de cullivo. HarrisBouysse (en prensa) conientan que los cementcrios crislianos piiedcn haber implicado para los andinos la concentracion de mucho poder peligroso en un solo lugar. 20. Comunicacion personal de Ver6nica Cereceda. 21. En este resumen y el siguiente incorporamos algunos elementos no desan"oIlados en el presente texto por razones de espacio, por ejemplo sobre la vivencia religiosa aymara en lasmiiias. Ver Albo,1989. 22. El tema ya aparece en los relatos tradicionales sobre Kiuiiraya en el manuscrilo de Huaruchin, de fmes del siglo XVI [Avila, 1598]. 23. Kuskachasifia, "igualar", se explica en Fe y Pueblo, no. 13, p. 10 y en Platt [1988]. 198 El mundo de adentro en el cicio -.. Bibliografia Abercrombie, Thomas A., 1986, The politics of sacrifice: An Aymara cosmology in action. Chicago: University of Chicago, (tesis doctoral en antropologia, ms.). A]b6, Xavier, 1985a. Desafios de la soUdaridad Aymara- La Paz: CIPCA. Alb6, Xavier, 1985b, "Pacha Mama y Q'aia: el aymara ante la opresion de la naturatezay d e l a soc\&^<i'''',Estadoysociedad(LnVsa.) I/I; 73-88. Albo, Xavier, Tomas Greaves y Godofredo Saiidoval, 1982-1987, Chukiyawu, la cara aymara de IM Paz. 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