LAVAPIÉS: DINÁMICAS TERRITORIALES Y SOCIALES EN EL

Transcripción

LAVAPIÉS: DINÁMICAS TERRITORIALES Y SOCIALES EN EL
LAVAPIÉS:
DINÁMICAS
TERRITORIALES
Y
SOCIALES
EN
EL
CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN
Paula Martín Gago
[email protected]
Resumen
La investigación tiene su interés principal en un territorio localizado en el corazón de la
ciudad de Madrid: Lavapiés. En él confluyen un sinnúmero de procesos ligados a las
transformaciones que sufren las ciudades en el contexto de la globalización y cómo
éstas se han convertido en el escenario principal en el que se materializan dichos
procesos territoriales. Los espacios urbanos y la población que los habita están en
continuo cambio y transformación lo que produce una serie de dinámicas tanto
territoriales como sociales que hacen de la ciudad un lugar de conflicto y encuentro. De
ahí la hipótesis de la que parte la investigación: “los efectos de la globalización, las
políticas urbanas de la ciudad de Madrid y la población que habita y transita Lavapiés,
producen una serie de dinámicas y transformaciones en este territorio”.
La metodología de investigación utilizada ha sido principalmente cualitativa. Se han
utilizado una serie de técnicas de recogida de datos: revisión documental, recopilación
de datos estadísticos y realización de mapeos territoriales como resultado del trabajo de
campo y la observación participante en el territorio de estudio, con la finalidad de
obtener los datos necesarios para dar respuesta a las preguntas de la investigación y
verificar la hipótesis de partida. Tales datos están relacionados con los siguientes temas:
la población que habita y transita el territorio, el espacio urbano y arquitectónico, el
mercado inmobiliario, la cultura y su producción, la actividad económica y los
movimientos sociales; estos datos, apoyados mediante tablas, gráficos y mapas, han
permitido llegar a las conclusiones de la investigación.
Las políticas urbanas neoliberales desarrolladas por la administración madrileña
conllevan un modo de hacer ciudad acorde a sus intereses, compatible con la idea de
hacer que Madrid escale en la jerarquía de ciudades globales. Lavapiés se conforma
como un territorio cultural caracterizado principalmente por la diversidad y la
multiculturalidad a causa de la gran diversidad de grupos sociales, económicos y
culturales que conforman su territorio. Además, debido al fuerte dinamismo del tejido
asociativo y del activismo político y social que reivindica el derecho a la ciudad,
Lavapiés se conforma también como un territorio de resistencia y “en lucha”. Así,
aunque se encuentra en un proceso de gentrificación, se detectan dinámicas de
resistencia a la misma: la llegada de población inmigrante y su arraigo en el territorio, la
crisis económica e inmobiliaria y un activismo político y social contrario a ese proceso.
Palabras clave (5): Lavapiés, transformaciones territoriales, multiculturalidad, derecho a la ciudad,
gentrificación.
1. Introducción y objetivos
Los espacios urbanos, como cualquier otro territorio, están en continuo cambio y
transformación, a la par que la población que los habita. La relación entre los actores
urbanos y la ciudad en su aspecto más material provocan una serie de procesos y
transformaciones en los territorios que hacen de estos ser susceptibles de estudio. En la
presente investigación se tratarán de comprender las dinámicas tanto sociales como
territoriales que tienen lugar en el territorio de Lavapiés y que hacen de este un lugar de
conflicto y de encuentro.
Las políticas urbanas neoliberales y las transformaciones territoriales, sociales y
políticas que estas producen en las ciudades de los países denominados más
desarrollados son un tema de gran importancia en los estudios urbanos de las últimas
tres décadas. El contexto para el desarrollo de estas dinámicas es la Globalización y su
impronta en las ciudades, y cómo éstas se han convertido en el escenario principal
donde se materializan un sinfín de procesos territoriales. El proceso de expansión de la
globalización en que el mundo está inmerso actualmente se refleja en los diferentes
territorios de maneras diversas y les afecta de diferentes maneras.
En la presente investigación se va a poner especial atención en las transformaciones que
se han producido en los barrios de los centros urbanos de las ciudades ya que están
siendo el territorio objetivo de las políticas de regeneración urbana de corte neoliberal
para recuperar la ciudad para las clases medias y medias altas, así como para el
consumo y el turismo, y conseguir una imagen de ciudad global competitiva
internacionalmente. En Madrid, ya se han dado transformaciones de este tipo en algunas
zonas del centro de la ciudad como la zona de Chueca (barrio Justicia) o Malasaña
(Universidad).
Ha de decirse que no se pretenden abordar todos los temas de estudio que a Lavapiés
pueden estar vinculados. Sí se quiere dar luz a algunos de ellos y abrir camino a otros
futuros. Se trata de una primera aproximación a un territorio que resulta de interés
creciente para los/-as investigadores/-as. La curiosidad por entender los fenómenos que
suceden en el ámbito urbano, concretamente en la Lavapiés provoca una serie de
preguntas sobre qué sucede en Lavapiés, cómo y porqué. Las preguntas que han surgido
son: (1) ¿Cuáles son las principales características sociodemográficas de Lavapiés?; (2)
¿Qué actuaciones ha llevado a cabo la Administración Pública en Lavapiés desde los
años 80?; (3) ¿Es Lavapiés un territorio de producción cultural?; (4) ¿Tiene Lavapiés
una fuerte actividad económica?; (5) ¿Es Lavapiés un territorio activo política y
socialmente?
Esta primera aproximación ha permitido cuestionarse la hipótesis de la que se partía:
“Los efectos de la globalización, las políticas urbanas de la ciudad de Madrid y la
población que habita y transita Lavapiés, producen una serie de dinámicas y
transformaciones en este territorio”. En este sentido, Lavapiés puede considerarse un
espacio de conflicto y confrontación entre los diferentes actores que en él desarrollan
parte de su actividad.
El objetivo principal de la investigación es atender a las dinámicas tanto sociales como
territoriales que se dan en la zona de estudio y que llevan a fijar las siguientes
cuestiones u objetivos específicos: (1) Caracterizar sociodemográficamente Lavapiés;
(2) Analizar la actuación de la Administración Pública en Lavapiés desde los años 80;
(3) Analizar la producción cultural en Lavapiés; (4) Analizar la actividad económica en
Lavapiés; (5) Analizar el activismo político y social en Lavapiés.
Lavapiés es un territorio que está en continuo cambio y es interpretado por muchos
investigadores y sabedores de temas sociales y urbanos como un laboratorio.
2. Planteamiento teórico
2.1. Las ciudades en el contexto global: globalización, territorio y capitalismo
La impronta de la Globalización en el medio urbano, tanto desde el punto de vista del
papel que juegan las ciudades en la actual división internacional del trabajo como en
relación con las transformaciones que las ciudades experimentan, tiene un amplio
desarrollo científico en toda la Ciencia Social desde la Sociología, la Geografía y otras
disciplinas afines.
En este mundo global en que las ciudades compiten en el mercado global y en que las
políticas neoliberales de los gobiernos tratan de atraer inversiones extranjeras y trepar
por la jerarquía urbana de ciudades mundiales, las ciudades se han convertido en nodos
de flujos internacionales de personas, servicios y conocimiento (González, 2007). Una
nueva forma de gobierno urbano que tiene como objetivo crear ciudades competitivas
internacionalmente a través de nuevas formas de gobernanza neoliberal público-privada.
La globalización1 actualmente es un proceso de conexión e interdependencia territorial
desde una escala considerada planetaria hasta una escala corporal (o individual)
atravesado por las variables temporal, espacial y de clase social que produce afecciones
diferentes según territorios, así como desigualdades intra- e inter-territoriales. Un
proceso heterogéneo y transversal a todas las áreas de la sociedad (no sólo al aspecto
económico y financiero, sino al político, social y cultural); construye relaciones en todo
el mundo, pero el impacto en los territorios es diverso al estar influido principalmente
por tres variables: las características específicas de los territorios, la variable clase
(sector social) y la variable tiempo. La globalización ha cambiado la naturaleza del
mundo y al contrario de estar creándose una cultura global, lo que sí se está produciendo
es el resurgimiento de identidades y la emergencia de áreas culturales en el mundo. Está
además vinculada al modelo económico capitalista que produce desigualdades y
fragmentación en los territorios.
2.2. Dinámicas en la ciudad actual
Por tanto, la globalización afecta a los territorios y a cada uno de maneras diferentes.
Así, en la ciudad existen una serie de dinámicas que aunque de manera específica sean
diferentes, en lo general se dan en todas las ciudades.
En un mundo globalizado, en el proceso de crecimiento urbano se dan dos tipos de
dinámicas o procesos (operan a la vez pero de diferente manera y crean espacios
diferenciados): uno referido a la expansión de la ciudad a través de sus relaciones
exteriores generando un flujo de exportaciones e importaciones que originan riqueza y
expansión económica, y que pretenden producir centralidad urbana haciendo de la
ciudad un nodo competitivo e innovador en la red de ciudades globales (lo que Jacobs
(1971: 59) denominó como citynees); mientras que la otra dinámica es la referida al
crecimiento de la ciudad a través de su (re)producción interna, local, estable, mediante
la distribución y el consumo (towness). Si falla uno de estos dos procesos el sistema
falla y la economía se estanca (Jacobs (1971: 256).
1
La definición del concepto de globalización se basa en dos autores por considerar que se completan el uno con el
otro: Mauro Guillén (2001) y David Harvey (2013), aportando importantes reflexiones que entrelazadas y discutidas
son capaces de comprender el fenómeno en su conjunto. La globalización es un proceso; y comprendiendo esto, cada
uno aporta diferentes reflexiones. Para saber más ver Harvey (1995).
Por tanto, las ciudades globales (Sassen, 2007: 13) son los lugares estratégicos donde se
materializan los procesos globales y los vínculos que los conectan; donde se concentran
ciertas tendencias macrosociales importantes de la globalización y sus contradicciones.
Estas ciudades trascienden su espacio local y también el nacional o regional en el que se
ubican, ya que pertenecen a un espacio global y, sin embargo, adquiere gran
importancia ese espacio local para hacer de esta una ciudad global. La ciudad ha pasado
a ser una instancia territorial transurbana con una estructura compleja en la que se
articulan multitud de procesos transfronterizos. Se relacionan además con el proceso de
urbanización capitalista y el modelo neoliberal de ciudades seguido por los gobiernos de
los países más desarrollados2 (Harvey, 2013: 107) entiendo las ciudades como los
lugares donde los capitalistas invierten en plusvalía ya que es donde se emplean las
prácticas más sofisticadas del capitalismo. A su vez se da otra dinámica que es la de
concentrar gente de todo tipo y condición, incluso contra su voluntad o con intereses
opuestos, con potencial para la revitalización de la lucha de clases.
Se puede entender, pues, que en las ciudades se dan dos tipos de procesos urbanos: uno
son las funciones que ejercen las ciudades globales como funciones comando (Sassen,
2007) o nodales (Borja, 2013), encargadas de la atracción de flujos y la competitividad
con otros centros globales; y otro son los procesos de resistencia a la globalización o a
sus efectos, donde resurge el discurso sobre la ciudad, el espacio público, la calle, el
tejido social, la identidad, el patrimonio, la memoria, y un largo etcétera de variables
que influyen en la (re)producción de la ciudad. Estos dos tipos de procesos presentan
una realidad contradictoria de los procesos e intereses urbanos en función de la posición
que las ciudades ocupan en el proceso global (Borja, 2013).
2.3. Competitividad y rentas de monopolio
Estas dinámicas de expansión que se producen en las ciudades globales son
consecuencia de la competitividad que entre estas ciudades existe por conseguir
convertirse en nodos de procesos urbanos rentables. Esto es debido al giro que se
produce a partir de los años 80 en las políticas públicas en la mayoría de las ciudades de
países más desarrollados pasando de una lógica de administración de impuestos locales
y acción redistributiva con servicios públicos y subsidios (lógica fordista-keynesiana) a
una lógica de la ciudad emprendedora y rentable (política neoliberal) (González, 2007).
2
Entendidos estos como aquellos países en la era de la postindustrialización, postmodernidad, postfordismo.
Esta competitividad lleva a las ciudades a buscar rentas de monopolio y la acumulación
de capital en los centros de las ciudades, imprescindible para competir en un mundo
global. La renta de monopolio (Harvey, 2013: 163) es un instrumento que, dentro de la
lógica de esa acumulación de capital, pretende la extracción de excedentes, y
apropiación de los mismos, a través de las diferencias locales, variaciones culturales
locales y significados estéticos de cualquier procedencia, la exclusividad mediante la
innovación cultural o la resurrección o invención de tradiciones locales, que supongan
el monopolio de un bien único y capaz de ser incorporado al mercado. De esta manera
el urbanismo capitalista estará siempre interesado en realzar e intervenir en el campo de
la cultura, historia, tradición, estética y significados si se convierten en un medio para la
obtención de una renta de monopolio (Harvey, 2013: 163).
La obtención de las rentas de monopolio en un territorio es imprescindible para
competir en un mundo global.
2.4. Seguridad y control
En las ciudades globales, donde el capital es lo que prima, incluso el miedo es
comercializable. De esta manera, dice Bauman (2006: 94), el capital del miedo puede
ser transformado en cualquier forma de rentabilidad y es utilizado en las estrategias de
marketing de la ciudad.
Las ciudades siempre se han construido con motivo de protección: la protección de un
“nosotros” frente a un “ellos” (con murallas, torres vigía, etc.). Hoy en día, esto sigue
sucediendo pero esa separación entre “nosotros” y “ellos” es tanto física como
simbólica (Ellin, 2003) ya que esa batalla que se libraba entre el “dentro” y el “fuera” de
la ciudad, ahora es una batalla que sucede dentro de la ciudad y es en su interior donde
la arquitectura del miedo separa a los “extraños” y el espacio urbano pasa a ser el lugar
de los adictos a la seguridad (como los denomina Bauman, 2006: 99), lo que provoca
que nuestros miedos se reproduzcan y se refuercen a sí mismos.
En la ciudad actual, o contemporánea como lo nomina Nan Ellin (2003), las políticas o
tendencias neoliberales que se ejercen en las ciudades de los países más desarrollados
fragmentan el territorio de esta: se remodelan y gentrifican barrios del centro haciendo
que “los otros” tengan que trasladarse más allá de “la muralla” infranqueable
imaginaria, se construyen barrios periféricos para las clases altas, urbanizaciones de lujo
o gated communities, o los barrios residenciales de las grandes ciudades, una de las
formas más normalizadas de segregación espacial, que han servido de acomodo para las
clases medias que un día decidieron trasladarse a las afueras de la ciudad en busca de
tranquilidad y esparcimiento, y en muchas ocasiones en busca de seguridad y
aislamiento; han servido además como práctica de la especulación inmobiliaria e
hipotecaria de los promotores de vivienda, vinculadas al consumo urbano y comercial.
El desmantelamiento de las responsabilidades del Estado respecto a la reproducción
social en las ciudades ha provocado una serie de luchas en la historia de las ciudades,
las cuales son reprimidas por el control social ejercido por el propio Estado que primero
las abandonó, convirtiendo a las ciudades en una suerte de ciudades revanchistas
(Smith, 2002) donde los grupos y territorios rebeldes (Uitermark, 2014) son reprimidos
mediante estrategias de control social como la vigilancia y control del espacio público y
de las personas que habitan estos espacios.
Por tanto, el miedo y la seguridad legitiman a los Estados a ejercer un control y una
vigilancia sobre los habitantes de las ciudades comúnmente a través de cámaras de
seguridad y agentes del orden en los espacios públicos, pero también mediante ciertas
formas de rehabilitación urbana y la arquitectura.
2.5. Migraciones y redes sociales
Otra de las consecuencias de la globalización contemporánea es la migración. La oleada
migratoria vinculada al mercado laboral global que alcanzó los denominados países
industrializados a finales de los años 90 del siglo XX (Sassen, 2003) produjo una serie
de dinámicas en los países de destino como la creación de guetos de migrantes por
nacionalidad de origen en zonas degradadas del centro de las ciudades debido a los
bajos recursos de estas y a la buena comunicación con el resto de la ciudad (Borja,
2013: 258), produciendo segregación social y fragmentación de la ciudad. Una de las
consecuencias de esta dinámica es la aparición de una nueva forma de actividad
económica en la ciudad que es a su vez una forma de sustentación para estas personas
migrantes que trasladan sus tradiciones o características culturales al país de destino y
allí las explotan, convirtiéndose en atracción cultural o gastronómica: el llamado
“comercio étnico” o “economía étnica”3. Utilizan el autoempleo como estrategia de
supervivencia, lo que puede entenderse como un factor de integración social, ya que
propicia la inserción laboral, la transformación productiva y el cambio en la fisonomía
de diversos espacios como los barrios degradados de los centros de las ciudades, por su
bajo precio de alquiler tanto de la vivienda como de los locales comerciales.
3
Se refiere al “conjunto de actividades productivas de los residentes extranjeros pertenecientes a minorías
significativas” (Cebrián y Bodega, 2002)
2.6. Gentrificación
Los procesos globales en el centro de las ciudades tienen muchas veces como resultado
la gentrificación urbana (término acuñado por Ruth Glass en 1964). Se trata de un
fenómeno global que, a pesar de su globalidad, tiene numerosas especificidades.
Atendiendo a las diversas teorizaciones acerca del fenómeno desde diferentes
disciplinas se puede llegar al acuerdo de que se trata de un proceso que supone el
desplazamiento de personas residentes en los espacios centrales de las ciudades,
inicialmente degradados, por la llegada de personas de clase media o media-alta:
“el proceso (...) por el que los barrios pobres y proletarios, ubicados en el
centro de la ciudad, son reformados a partir de la entrada del capital
privado y de compradores de viviendas e inquilinos de clase media –
barrios que previamente habían sufrido una falta de inversión y el éxodo
de la propia clase media. Los barrios más humildes de clase trabajadora
están en proceso de reconstrucción; el capital y la alta burguesía están
volviendo a casa, y para algunos de los que se encuentran a su paso, no se
trata precisamente de algo agradable.” (Neil Smith, 2012: 74).
Desde los años ‘90 la gentrificación se caracteriza por ser una estrategia urbana de la
política urbana neoliberal para la acumulación de capital a través, principalmente, de la
movilización del mercado inmobiliario urbano. Un fenómeno generalizado y conectado
a los circuitos del capital global y la difusión cultural (Smith, 2002) en el que los barrios
centrales de las ciudades adquieren una importancia relevante para la rentabilidad
económica y explica la gentrificación como causa de la oferta, es decir, como “producto
de una acumulación de la renta urbana en el contexto de una economía de mercado”
(Checa-Artasu, 2011).
Una característica previa del territorio susceptible de ser gentrificado es que en él se
produce una desinversión previa, una degradación del espacio, produciendo de esta
manera el declive de muchos barrios obreros del centro de las ciudades. Estos lugares
son colonizados por, como ya se ha dicho, personas de clase media o media-alta
provocando lo que Smith llama “rent gap” o “diferencia de renta”: la desinversión hace
que la renta del suelo disminuya y con ello los precios de alquiler y compra de vivienda,
ampliando cada vez más la brecha entre la renta potencial del suelo y la renta real, hasta
que llega un momento en que la diferencia es tan grande que la reinversión en ese
espacio concreto vuelve a ser rentable (Checa-Artasu, 2011).
Ese proceso inintencionado que observaba Glass en las ciudades inglesas de los años 60
se ha transformado, desde finales del siglo XX, en un proceso reforzado por las políticas
urbanas neoliberales que, a través de estrategias aliadas con el mercado y con
corporaciones empresariales tanto públicas como privadas, hacen que el proceso de
gentrificación se generalice e intensifique4.
Checa-Artasu (2011) diferente 3 tipos de agentes gentrificadores: (1) el gobierno local
que, interesado en la regeneración de la zona, a través de la transformación del espacio
y la inversión privada en el mercado inmobiliario activa el recambio de unos colectivos
por otros, o de unos grupos sociales por otros. Además, de la búsqueda de rentas de
monopolio en ciertos barrios para la promoción y gestión del desarrollo urbano
promoviendo marcas de distinción de diferentes tipos dentro de la ciudad que puede
suponer ese recambio de población; (2) la propia población, y sus usos, que se ve
atraída por un territorio ya sea porque este se revela como una oportunidad de habitar un
espacio real (grupos estigmatizados, grupos contraculturales, grupos de migrantes,
grupos de artistas o “clase creativa”) o porque se presenta como una zona “asequible”
por los precios de la vivienda; (3) el capital cultural que es capaz de generar consumo y
de aumentar el valor de servicios y productos en dicho espacio 5. La cultura como
proceso gentrificador supone la atracción de ciertos grupos sociales, como artistas o
clase creativa, que revalorizan la zona abriendo camino a las clases medias que ven en
el espacio a gentrificar un atractivo transgresor o “bohemio”, un espacio de producción
y consumo cultural.
La transformación urbana y la revitalización de espacios suponen la mejora de los
barrios degradados, sin embargo las consecuencias de esa mejora no inciden de la
misma manera en sus habitantes ya que estas dinámicas provocan que ciertos barrios del
centro de las ciudades se pongan de moda e implican la movilidad residencial de ciertos
habitantes a otras zonas más periféricas de la ciudad.
Muchos autores6 son críticos con el proceso gentrificador ya que lo consideran una
práctica depredadora urbana y una consecuencia directa de la acumulación de capital en
las áreas centrales degradadas de las grandes ciudades donde se ve multiplicado por la
4
En estos años el fenómeno se sistematiza y se comienza a observar en varias ciudades globales como son Nueva
York, Londres, París o Sydney. Hoy en día también se da en ciudades de más baja jerarquía global, como pueden ser
Bilbao, New Castle o Milán (González, 2007).
5
Ver ZUKIN, Sharon (1991). “Landscapes of power. From Detroit to Disney World”. Los Ángeles, University of
California Press.
6
Checa-Artasu (2011), Harvey (2013) y Borja (2013).
actividad inmobiliaria ya que el coste del suelo es prácticamente nulo. Es decir, supone
la inserción de los mecanismos capitalistas en los procesos urbanos.
2.7. Derecho a la ciudad y prácticas de resistencia
Vivir en la ciudad es más que el mero hecho físico de estar; vivir en la ciudad es tener
derecho a ella, y es por ese derecho por el que existe una batalla urbana entre actores
urbanos muy diferentes que ejercen su poder para configurar la ciudad según sus
propias necesidades y deseos. El derecho a la ciudad lo define Harvey, siguiendo el
legado de Lefebvre, como "el ejercicio de un poder colectivo para remodelar los
procesos de urbanización" (Harvey, 2013). Entre esos bandos se encuentran los
promotores inmobiliarios, los gobiernos neoliberales, los capitalistas feroces, los
movimientos sociales urbanos, el conjunto de la ciudadanía, etc.
De esta manera, el modelo urbano neoliberal de los países denominados como más
desarrollados ha hecho uso de la urbanización para configurar la ciudad a sus propias
necesidades y deseos permitiendo, además, que el derecho a la ciudad esté cada vez más
en manos de intereses privados o semiprivados y en manos de una pequeña élite política
y económica.
Pero la reivindicación del derecho a la ciudad a la que se refiere Harvey, siguiendo los
postulados de Lefebvre, es siempre un contrapunto al modelo neoliberal de ciudad
global fomentado por las élites políticas y económicas capitalistas y los intereses
privados. Considera pues que la base para reivindicar el derecho a la ciudad es el
continuo cuestionamiento de la relación existente, en el sistema capitalista, entre
producción, urbanización y gestión del excedente (Harvey, 2013: 49). Y quien debe
ejercer ese derecho son las personas que construyen la ciudad día a día7, es el derecho a
la vida urbana, transformada, renovada: lo urbano como lugar de encuentro, primando el
valor de uso al valor de cambio.
La lucha por el derecho a la ciudad supone, por un lado, la creación de nuevas
geografías urbanas bajo el capitalismo que pueden suponer la gentrificación de zonas
centrales de las ciudades; y, por otro, la ciudad es el lugar de la resistencia a ese modelo
capitalista, siendo las personas y los colectivos que habitan estos territorios los frenos a
esas dinámicas neoliberales en que están inmersas las ciudades. Si la política urbana
neoliberal no responde a las necesidades comunes de aquellas personas o grupos
7
“(…) derecho a la vida urbana, a la centralidad renovada, a los lugares de encuentros y cambios, a los ritmos de
vida y empleos del tiempo que permiten el uso pleno y entero de estos momentos y lugares, etc.” (Lefebvre, 1973:
163); “El derecho a la ciudad nace de las calles, de los barrios, como un grito de socorro de gente oprimida en
tiempos desesperados.” (Harvey, 2013: 10).
sociales que habitan un espacio urbano, estas buscarán otras vías para ver cubiertas esas
necesidades y reivindicarán su derecho a la ciudad dilatando las “brechas” que el
capitalismo y sus prácticas neoliberales no pueden controlar (Harvey, 2013: 34). Este
tipo de prácticas se caracterizan por una relación colectiva y no mercantilizada entre
grupos sociales y el entorno, quedando estas prácticas fuera de la lógica del mercado, y
suponiendo un enfrentamiento ideológico frente al modelo neoliberal y al capitalismo.
Así aparecen los movimientos sociales urbanos que Manuel Castells (1986) ha
estudiado y cuya aparición está vinculada al proceso de globalización y al sistema
capitalista; son la contraposición a esa imagen de la ciudad como producto y lugar del
capital, sugiriendo una imagen de ciudad distinta ya que articulan en sus
reivindicaciones cuestiones urbanas, culturales y políticas, superando las divisiones de
clase y basadas en un consumo colectivo, la organización asociativa, y la
descentralización política y autogestión barrial. Son una parte vital de la lucha
anticapitalista contra las políticas neoliberales y por los derechos públicos.
Aparecen en las ciudades prácticas y modos de socialización alternativos a los
considerados dentro de las reglas del juego capitalista y de mercado: okupación,
manifestaciones, grupos de consumo o actividades de ocio alternativas. Son prácticas
políticas que suponen la producción popular de nuevos bienes vinculados al capital
simbólico colectivo y a la movilización colectiva de quienes las producen (Harvey,
2013: 160). Son prácticas de resistencia frente a los fenómenos de la globalización en el
ámbito urbano. Esa dialéctica en el espacio urbano entre el poder capitalista y la
resistencia es continua, nunca cesa ya que es una realidad tranhistórica; esas
interacciones sociales de diversa índole que provoca el conflicto, donde tanto el capital
privado como la ciudadanía luchan por el poder material y perceptual de ese espacio, es
lo que hace que se construyan los espacios. El control no es absoluto y las posibilidades
de resistencia son innumerables. Para que un espacio sea un lugar de lucha social,
aquellos que son oprimidos tienen que entender que el cambio es posible. Aunque la
dominación se naturaliza en el contexto de globalización “para que la imposibilidad de
la resistencia se convierta en una profecía autocumplida.” (Salcedo, 2007: 75).
3. Metodología
Para estudiar la hipótesis de investigación y responder a las preguntas planteadas, y la
consecución de los objetivos específicos, la metodología utilizada ha sido
principalmente cualitativa ya que se pretende comprender un fenómeno, no
cuantificarlo. Se ha dividido en tres bloques: 1.- Revisión documental de informes,
publicaciones y bases documentales sobre el territorio objeto de análisis; 2.- Análisis de
fuentes estadísticas que han permitido caracterizar al barrio y dar una visión de su
evolución y de su situación actual. Las bases de datos utilizadas han sido las del
Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad de Madrid; 3.- Finalmente, un trabajo de
campo en el que mediante la observación participante y el mapeo del territorio8 se han
obtenido una serie de mapas territoriales sobre diferentes temáticas de interés para la
investigación, pretendiendo observar las dinámicas y transformaciones del territorio. El
trabajo de campo ha consistido en un recorrido por todas las calles de la zona durante el
cual se ha ido anotando todo lo que se observaba. Esta técnica presenta a priori un sesgo
debido a su subjetividad, sin embargo ese sesgo es apreciado por la investigación ya que
con esta técnica se pretende realizar un mapa de la zona de estudio basándose en los
temas de interés para dicha investigación, y no otros. Ha de señalarse que esta técnica
de investigación es muy utilizada en algunas Ciencias Sociales, como la Sociología y la
Antropología.
Los datos obtenidos mediante estas tres técnicas de recogida de información
(complementándose un bloque con otro) son los que han permitido llegar a las
conclusiones de la investigación. Estos datos están relacionados con los siguientes
temas: la población que habita y transita el territorio, el espacio urbano y arquitectónico,
el mercado inmobiliario, la cultura y su producción, la actividad económica y el tejido
asociativo y los movimientos sociales.
4. Resultados y análisis
En este apartado se van a presentar los resultados del análisis realizado en el territorio
objeto de estudio siguiendo la metodología de investigación expuesta (la revisión
teórica y la revisión de datos y el mapeo realizado en el territorio) con la finalidad de
responder a las preguntas de investigación planteadas y de reflexionar acerca de los
procesos territoriales y sociales que presenta Lavapiés en la actualidad. El apartado se
va a dividir en cinco subapartados correspondientes a cada uno de los objetivos de la
investigación.
8
Herramienta cualitativa de recogida de información sobre un territorio concreto. A través de esta herramienta se
puede obtener información acerca de características geográficas, sociales, económicas, arquitectónicas, históricas y
culturales de un territorio, permitiendo generar una imagen del mismo (Juan Pedro Legarreta, 2012).
4.1. Caracterización sociodemográfica de Lavapiés9
Lavapiés es una zona que forma parte del barrio de Embajadores en el distrito Centro de
la ciudad de Madrid. Administrativamente no tiene categoría, se trata de un espacio
perceptual, una construcción social que pervive en el imaginario colectivo de la ciudad.
Mapa 1. Límite administrativo del barrio de Embajadores (verde) y límite considerado de Lavapiés (rojo).
Fuente: Elaboración propia. Google Earth.
Las diferentes oleadas migratorias que ha recibido la zona de Lavapiés, desde el siglo
XIV hasta finales del XX, la caracterizan como una zona de asentamiento de población
de diversa procedencia, pocos recursos y baja cualificación, donde se desarrollan
actividades marginales, se asientan comercios populares y se construyen viviendas
sencillas, como son las corralas, comunes en los barrios más antiguos de las afueras o
del extrarradio de Madrid. Ese carácter enraizado de pobreza, marginalidad y
degradación urbana se ha podido observar en el bajo precio del suelo y de la vivienda, el
bajo índice de alfabetización y nivel de estudios, o la degradación de sus edificios y el
entramado urbano hasta finales del siglo XX.
En la actualidad10, el barrio de Embajadores es uno de los barrios con mayor densidad
de población de todo Madrid con 428,24 habitantes por hectárea y un total de 45.092
habitantes. Como se puede observar en la pirámide de población (gráfico 1), el grueso
de la población está comprendido entre los 25 y los 45 años de edad. Continúa siendo
un área con mucha población extranjera, el 24,73% (ocupando la cuarta posición de los
9
Fuentes para la obtención de datos: Gómez (2006), Riesco (2010) y Banco de Datos del Ayuntamiento de Madrid.
Los datos que se van a mostrar a son datos del barrio de Embajadores ya que al no existir Lavapiés
administrativamente es muy difícil obtener datos de solo este territorio.
10
barrios con mayor porcentaje de extranjeros)11, cifra que fue disminuyendo desde el año
2010 pero que está muy por encima de la media de la ciudad de Madrid (12,22%). En
Lavapiés se reúnen más de cien nacionalidades diferentes, la mayoritaria (ver tabla II),
después de la española, es la bangladeshí (16,57%), seguida de la ecuatoriana (8,34%) y
la marroquí (6,12%). Esta inmigración transnacional comenzó a llegar a Madrid a
finales del siglo XX-principios del siglo XXI. Se trata de un tipo de inmigración por
motivos económicos que se asienta en Lavapiés debido a la situación de decadencia y
dejadez de esta zona lo que hace de ella un espacio asequible a sus posibilidades
económicas: bajos precios de las viviendas y accesibilidad a bienes y servicios, a lo que
cabe añadir, además, que se trata de un área céntrica, lo que posibilita el transporte con
otras zonas de la ciudad.
Tabla I. Datos de Embajadores
Tabla II. Población extranjera en Embajadores por país de nacimiento, enero de 2014
99
89
79
69
59
49
39
29
19
9
Total
Mujeres
Hombres
-750
-250
250
750
Gráfico 1. Pirámide población total Embajadores, enero 2016
11
A.Madrid: http://www-2.munimadrid.es/CSE6/control/seleccionDatos?numSerie=3060100080
50%
40%
30%
Centro
20%
Embajadores
10%
0%
Educación Educación
Insuficiente Superior
Gráfico 2. Nivel de estudios de la población (en porcentaje) en Embajadores y distrito Centro, enero 2015.
Fuente de las tablas I y II y gráficos 1 y 2: Elaboración propia a partir del BD A. Madrid
El nivel educativo de la población en Embajadores, como se observa en el gráfico 2, es
inferior al de la media del distrito Centro presentando mayor población con “educación
insuficiente” (19,64% frente al 14,55%) y menos población con “estudios superiores”
(37,13% frente al 43,94%).
En 2015 el número de viviendas en Embajadores era de 21.406, el tamaño medio del
hogar de 2,07 personas, siendo el de los españoles de 1,78 personas, mientras que de los
extranjeros es de 2,23 personas12. El precio de la vivienda de segunda mano (gráfico 3)
se mantiene por debajo del precio de la vivienda en la ciudad de Madrid, hasta el año
2013 en el que los precios comienzan a equipararse presentando ya en 2015 precios por
encima de la media madrileña.
Línea evolución precio vivienda segunda mano
(€/km2)
5.000
4.000
3.000
2.000
1.000
0
Madrid
Embajadores
Gráfico 3. Evolución precio de la vivienda de segunda mano (€/km2) en Embajadores y Madrid. Fuente: Elaboración
propia a partir del BD A. Madrid.
El paro registrado en Embajadores a enero de 2016 es del 7,74% (3.491 personas), cifra
que ha ido disminuyendo desde el 2012; y la renta per cápita (de la cual solo se ha
conseguido la cifra para el distrito Centro) es de 23.869€ en 201213, por encima de la
12
13
A.Madrid: http://www-2.munimadrid.es/CSE6/control/seleccionDatos?numSerie=03010106010
Fuente: Contabilidad municipal de la ciudad de Madrid.
cifra para la ciudad de Madrid. Sin embargo, esto puede deberse a que los datos de otros
barrios del distrito Centro como son Sol, Justicia o Cortes hacen que esta cifra aumente.
Se trata, por tanto, de un barrio donde continúan ciertas señas de identidad que se
perpetúan desde el siglo XVI, en relación con albergar población extranjera, bajas cifras
de educación superior, altas cifras de desempleo, bajo precio de la vivienda de segunda
mano con un repunte en los últimos años.
En cuanto a la tipología de residentes en Lavapiés, Mayte Gómez (2006) diferenciaba
cuatro grupos socioeconómicos en relación con su origen o procedencia, el tiempo que
llevan residiendo en la zona y las expectativas de vida que tienen en relación con su
instalación en él: (1) novísimos vecinos o nuevos colonos o postmodernos, nueva
población de clase media, jóvenes, progresistas social y políticamente; (2) vecinos de
toda la vida, inmigrantes nacionales y sus descendientes que llegaron a la zona entre el
siglo XIX y mediados del XX; (3) activistas, comunidad con ideologías y prácticas
socio-políticas que están al margen del sistema, mantienen vivos los espacios culturales
auto-gestionados; (4) nuevos vecinos, inmigrantes internacionales que protagonizaron el
boom migratorio de mediados de los años 90 del siglo XX.
4.2. Actuaciones desde la Administración pública.
Las intervenciones por parte de la Administración pública en Lavapiés se han llevado a
cabo mediante una serie de planes o estrategias de actuación que han tenido, ya sea de
manera directa o indirecta, el territorio de Lavapiés como objeto de la actuación.
Desde el año 1988, Lavapiés ha sido un objetivo activo de los planes de mejora urbana,
siendo detectado desde un principio como territorio vulnerable por su problemática
urbana y social ya que, hasta entonces, estuvo “abandonado” por la Administración
sufriendo un proceso de degradación urbana y social.
Los primeros años de intervención las actuaciones se concentraban en el marco de la
rehabilitación de edificios y viviendas; a lo que se le añadió la rehabilitación de espacios
públicos libres (plazas y calles) y edificios singulares. Y es a partir de 2004 cuando se
acometen acciones respecto a la problemática social de la zona con medidas de
integración social y dinamización económica, incidiendo directamente en temas como la
seguridad, la acción social, la movilidad, el comercio y la participación ciudadana,
aunque continúan los trabajos de rehabilitación de espacios libres y edificios. Desde los
comienzos se le presta especial interés al desarrollo cultural de la zona, especialmente a
partir del año 2011 con el Proyecto Madrid Centro14 del Ayuntamiento de Madrid en el
que se incluye el “Eje Cultural Centro” y en el que Lavapiés tiene un papel importante
debido a la red de espacios culturales establecidos en su territorio, que desde los
primeros años del siglo XXI han venido siendo rehabilitados. A su vez se le concede
gran importancia a la seguridad en la zona con la publicación del Plan Integral de
Mejora de la Seguridad y la Convivencia del Barrio de Lavapiés en Madrid (2012)15 con
medidas, acordadas por el Ayuntamiento, la Comunidad y asociaciones de vecinos y
comerciantes, referentes al aumento de la presencia policial y a la colocación de
dispositivos de vigilancia (cámaras de video-vigilancia) en el espacio público.
En los siguientes mapas se pueden observar las actuaciones puntuales más destacables
que se han producido en la zona a través de estos planes entre 1988 y la actualidad
(mapa 2) y la disposición de cámaras de seguridad (video-vigilancia) en el espacio
público (mapa 3).
Mapa 2. Actuaciones destacables en Lavapiés. Fuente: Elaboración propia.
14
http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Ayuntamiento/Urbanismo-e-Infraestructuras/ProyectoMadridCentro?vgnextfmt=default&vgnextoid=0b65488f7c742310VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=8dba1
71c30036010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD
15
http://www.eldiario.es/politica/Plan-Integral-1_EDIFIL20130130_0001.pdf
Mapa 3. Cámaras de seguridad. Fuente: Elaboración propia.
Estas rehabilitaciones puntuales, junto a las actuaciones más amplias de integración
social y dinamismo económico y las relacionadas con la seguridad y la convivencia, han
empujado a Lavapiés hacia una transformación de su imagen de la degradación a la
revitalización de espacios y entramado urbano.
4.3. Cultura y producción cultural.
Lavapiés presenta una gran cantidad de manifestaciones culturales. A principios del
siglo XX se observa la importancia que la Administración otorga a la rehabilitación de
espacios culturales y en 2012 el plan de Centro propone un “Eje Cultural del Centro”16
en el que Lavapiés tiene un papel importante.
En la tabla III se puede observar el número de espacios/instalaciones relacionados con
la producción cultural, institucionales o independientes, y en los mapas 4, 5 y 6 su
ubicación en la zona.
Tabla III. Espacios de producción cultural el Lavapiés. Fuente: Elaboración propia.
16
“Hacer del Centro de Madrid un referente internacional de la cultura, proyectando su potencial creativo fuera de
nuestras fronteras” (…)“Un espacio urbano capaz de aprovechar las sinergias en marcha y de crear nuevas
oportunidades a partir del conocimiento compartido, la memoria y la conectividad, instrumentalizada a través de la
creación de ejes culturales” (Proyecto Madrid Centro, 2012).
Mapa 4. Cultura Institucional: instituciones relacionadas con la cultura, la educación y el arte en Lavapiés y
alrededores. Fuente: Elaboración propia. Google Earth.
Mapa 5. Ubicación de teatros tanto institucionales como independientes en Lavapiés y alrededores. Fuente:
Elaboración propia. Google Earth.
Mapa 6. Galerías de Arte y su localización en diferentes zonas. Fuente: Elaboración propia. Google Earth
Además, alrededor de Lavapiés se asientan los principales centros de arte y cultura de la
ciudad de Madrid como son el Museo del Prado y el Museo Thyssen-Bornemisza que,
junto al Reina Sofía, conforman la triada cultural madrileña y es, sin duda, el eje de
museos más importante del Estado español. Junto a estos destacan también otros centros
como el Caixa Forum o Medialab Prado.
La Administración, además de la rehabilitación de espacios y edificios, se ha
preocupado en fomentar la producción cultural en la zona, reflejo de ello son los
eventos y festivales promovidos desde la Administración en colaboración con grupos o
entidades locales (tabla IV). De esta manera, se configura Lavapiés como un lugar en el
que confluyen/se establecen un gran número de manifestaciones relacionadas con la
producción e interés cultural (como se puede observar en la tabla y el mapa anteriores),
apareciendo muchos de ellos en guías y mapas turísticos del Ayuntamiento de Madrid17.
Tabla IV. Eventos y festivales en Lavapiés. Fuente: Elaboración propia.
4.4. Tejido económico
El tejido económico en Lavapiés es muy diverso debido a la gran cantidad de
nacionalidades y de grupos sociales diferentes que lo configuran. Como se puede
observar en la siguiente tabla que refleja los locales por tipo de actividad que en él se
realiza (ver tabla V).
17
En colaboración con actores locales como la Asociación de Comerciantes de Lavapiés. Fuentes:
http://www.comerciolavapies.com/index.jsp?t=contenido&id=60
Tabla V. Número de locales por tipo de actividad. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del BD A. Madrid.
Lo más destacado son la cantidad de locales dedicados a la hostelería y restauración
(468) y al comercio al por mayor (64) y al por menor (1.161); también son importantes
las actividades sanitarias (92), las artísticas, recreativas y de entretenimiento (60) y las
asociativas (45).
Respecto al tejido comercial de la zona, existe en Lavapiés la Asociación Madrileña de
Vecinos, Comerciantes y Empresarios de Lavapiés Distrito 12 (nacida en 2005)18. El fin
principal es el desarrollo del barrio y la mejora de la convivencia y la difusión de los
comercios de la zona. Aboga por la protección y promoción del comercio tradicional y
la apertura a nuevo comercio que, como el anterior, tenga en su base la idea de
proximidad. Se basan en cuatro premisas: comercio de proximidad; promoción de la
hostelería y gastronomía; difundir la gran oferta cultural; y hacer barrio (promoviendo
eventos y fomentando el turismo).
Se han detectado tres tipos diferentes de comercio teniendo en cuenta quién los regenta
(población nacional o extranjera) y el tipo de actividad (mayorista, minorista, hostelería,
etc.): comercio étnico, comercio al por mayor y comercio nacional. En el mapa 6 se
puede observar la disposición de estos tres tipos de comercio en la zona.
18
www.comerciolavapies.com
Mapa 6. División por tipos de comercio. Amarillo: comercio étnico; verde: comercio al por mayor; rojo: comercio
nacional; Fuente: Elaboración propia. Google Maps.
1. Comercio étnico: se sitúa al suroeste de Lavapiés. Nace como una manera de
sustentación económica de las personas inmigrantes que encuentran restricciones a
la hora de encontrar trabajo. En Lavapiés se trata de tiendas y restaurantes o bares
regentados por población extranjera, que traen la cultura de su país de origen al
centro urbano de Madrid.
2. Comercio al por mayor: se concentra al noroeste de Lavapiés. Es la zona más
cercana al Rastro y a la plaza de Tirso de Molina, alrededor de la cual
tradicionalmente se ha localizado mayoritariamente este tipo de comercio.
3. Comercio nacional: existe por toda la zona pero perdura de manera mayoritaria
en la parte oriental de Lavapiés. Se trata de comercio regentado por personas
nacionales. Es muy variado.
Además, Lavapiés es una zona muy concurrida para “ir de cañas” o “salir de fiesta” por
la gran cantidad de locales de hostelería y la variedad gastronómica y diversidad de
gente que se siente atraída por ella: la calle Argumosa con sus bares y terrazas, el
Mercado de San Fernando con la diversidad de comidas, vinos y tiendas de
alimentación ecológica, la calle Ave María o Miguel Servet con sus bares de toda la
vida o la calle Lavapiés y alrededores con sus restaurantes de comida étnica (indios,
senegaleses, árabes, chinos, etc.), como se puede ver en el siguiente mapa 7.
Mapa 7. Mapa zonas con bares y restaurantes clasificados en restaurantes (símbolo del cuchillo y el tenedor azul);
bares (taza naranja); bares de noche/fiesta (copa amarilla). Fuente: Elaboración propia. Google Earth.
4.5. Activismo político y social
El activismo político y social en Lavapiés es transversal y heterogéneo. Se ve reflejado
en el territorio a través de diversas y numerosas formas de activismo como las
asociaciones (de carácter institucional o independientes), los espacios de divulgación y
producción de conocimiento alternativo, la okupación y los movimientos sociales,
caracterizados por una ideología de izquierdas, independiente, cercana al movimiento
feminista y a la acción colectiva, y a formas alternativas de hacer ciudad y de convivir.
En cuanto al asociacionismo actual en Lavapiés, este es heredero de las luchas en los
barrios madrileños en los años 60-70 del siglo XX centradas en la demanda de
infraestructuras y en la denuncia de la carencia de las necesidades básicas de la
población en las zonas más degradadas de Madrid, poniendo especial atención en las
luchas por una vivienda digna. Como se observa en la tabla VI, en el Ayuntamiento hay
inscritas en 2016 alrededor de 20 asociaciones en el territorio de Lavapiés.
Tabla VI. Número de asociaciones por tipo. Fuente: A.Madrid.
Los espacios de divulgación y producción de conocimiento alternativo, como se puede
ver en el mapa 8, se distribuyen por todo su territorio. Son, quizás junto a los espacios
okupados, los máximos garantes del activismo político de la zona e incluso de toda la
ciudad de Madrid. Espacios como el Local Anarquista Magdalena, la sede del Periódico
Diagonal o la editorial y librería Traficantes de Sueños.
Mapa 8. Activismo político y social. Fuente: Elaboración propia. Google Earth
La okupación (ocupación ilegal de viviendas o de espacios vacíos), por su parte, es
igualmente una práctica de activismo tanto político como social. No se entiende el
movimiento okupa de Madrid sin Lavapiés, al igual que no se entiende Lavapiés sin la
larga historia de okupación en su territorio (mapa 9). El auge del movimiento okupa en
Lavapiés se desarrolló en los años 90 del siglo XX, aunque ya antes existían en esta
zona este tipo de prácticas. Las dos formas de okupación más comunes en Lavapiés han
sido: la okupación de viviendas para personas y familias del barrio con escasos
recursos; y la okupación de edificios y locales para su uso como espacios de ocio,
sociales y culturales, de creación de contracultura y preocupados por las necesidades de
la zona al margen de las formas de vida hegemónicas19. Estas ocupaciones ilegales han
finalizado siempre con el desalojo de los inmuebles (más común) o con la cesión por
parte de la propiedad (privada o pública) de los mismos. Los episodios de okupación
que más se alargaron en el tiempo fueron la sucesión de okupaciones conocidas bajo el
nombre genérico de “El Laboratorio”20. Pueden observarse en el mapa 10 los diferentes
espacios okupados en Lavapiés (en color los ya desalojados; en color los actuales).
19
Fuente: Oficina de Okupación de Madrid
El Laboratorio surgió de la okupación de un inmueble en 1997, y tras su desalojo nacieron el “Labo II”, “Labo III”
y “Labo IV” desalojado en 2003, para finalmente crearse el “Laboratorio en el exilio” sin ubicación fija.
20
Actualmente, la okupación en Lavapiés está caracterizada por su vinculación a la
producción de un conocimiento no hegemónico, al consumo no capitalista, al apoyo
mutuo, a la creación de espacios de convivencia y aprendizaje no estandarizado.
Algunas de las actividades que se realizan en estos espacios son: talleres de idiomas, de
yoga, ciclos de cine, huertos urbanos, jornadas y charlas-debate sobre temas que
preocupan a la gente del barrio.
Mapa 9. Mapa histórico de Espacios Okupados en Lavapiés21. Fuente: Oficina de Okupación de Madrid.
Mapa 10. Espacios Okupados actualmente en Lavapiés. Fuente: Elaboración propia. Google Earth.
Otros movimientos sociales que se dan en Lavapiés son la Asamblea Popular de
Lavapiés surgida tras las movilizaciones del 15M, la Red Lavapiés (nacida en 1997,
conjuga grupos y personas relacionadas con el feminismo, el derecho a la vivienda, las
migraciones o la okupación), la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) o
Juventud Sin Futuro, entre otras plataformas que luchan en Madrid por diferentes
derechos y necesidades de la ciudadanía y que trasladan también a Lavapiés sus
reivindicaciones.
21
Hubo otros espacios okupados en Lavapiés entre los 90 y la actualidad.
5. Conclusiones
La cultura como renta de monopolio
En el contexto de la globalización, la producción cultural se ha convertido en una de las
estrategias más importantes para la regeneración de barrios y zonas centrales de las
ciudades globales. Estos lugares concentran gran potencial cultural y arquitectónico por
ser el centro de la ciudad y conservar la tradición del territorio. En algún momento estos
lugares fueron abandonados por las administraciones públicas hasta que llegó el
momento en que estas mismas consideraron la zona con un potencial de rentabilidad
elevado. De esta manera y entendiendo cuál es la renta de monopolio que de este
territorio se puede extraer, la administración comienza a intervenir en la zona, los planes
de rehabilitación se centraron sobre todo en mostrar una imagen renovada de la zona
rehabilitando fachadas, reformando plazas y calles, y dando una imagen y sensación de
seguridad que contrastara con el estigma social que Lavapiés llevaba en su nombre: la
cultura. Una cultura acorde a los nuevos designios del territorio intervenido, una
cultura del consumo, que revalorice la zona, que atraiga a personas de un estatus
socioeconómico y cultural mayor, que haga de la zona un nodo cultural global a través
de la producción cultural.
Las características que hacen de este un territorio cultural son la multiculturalidad y la
diversidad materializadas en el territorio a través de manifestaciones culturales
relacionadas con los grupos sociales que habitan y transitan la zona, fruto de la
mezcolanza de grupos étnicos, religiones, culturas, clases sociales, gustos, necesidades,
maneras de vivir, maneras de producir, maneras de sentir, maneras de crear,… La
multiculturalidad es una estrategia más de las políticas urbanas neoliberales para ofrecer
Lavapiés a grupos sociales que capten su exotismo y revalorizan la zona; es la
mercantilización en forma de rentas de monopolio de la zona como “barrio
multicultural”, moderno, joven, dinámico. A través de su oferta de ocio-restauración, se
convierte también en un espacio de consumo, donde prácticas tradicionales, como es el
tapeo por Madrid, se reconvierten en actividades donde prima también una “economía
de la experiencia”. Es el consumo de localizaciones: una localización que se describe en
la publicidad como multicultural, a la vez que se consumen experiencias como “lo
tradicional”, “lo decadente”, “lo alternativo” o “lo creativo”. Algunas de estas nuevas
actividades en Lavapiés son: la aparición de gran número de teatros tanto institucionales
como independientes y galerías de arte, o la concentración de gran número de artistas de
diversa índole.
Lavapiés es un buen ejemplo de territorio que ha sabido adaptarse a las nuevas
circunstancias, donde la degradación social y territorial ha devenido en un territorio de
gran diversidad social y cultural. Ha sabido acoger a la oleada de inmigrantes
extranjeros que llegaron en los años 90 del siglo XX a Madrid y reciclar su comercio
dando cabida en sus dinámicas a nuevos tipos como el comercio étnico, al por mayor o
los bares que ahora regenta gente joven, así como los nuevos espacios de producción de
conocimiento y cultura como son las galerías de arte, los estudios de moda o las
librerías especializadas.
Prácticas alternativas y resistencia
Lavapiés se caracteriza por ser uno de los territorios “alternativos” de la capital debido a
la gran cantidad de prácticas y actividades que se dan fuera de los circuitos tradicionales
del capital. Pero el capital global ha sabido valorar iniciativas locales peculiares que
incluso pueden ser antagónicas a su propio funcionamiento disciplinario; se trata de
desarrollos culturales locales divergentes e incontrolables, pero que son entendidos
también como prácticas culturales transgresoras por su gran originalidad, creatividad y
autenticidad como son los Centros Sociales Autogestionados como el CSA La
Tabakalera. Sin embargo, como territorio “alternativo” Lavapiés también escapa de las
manos de la administración a través de las numerosas manifestaciones del activismo
político y social y la acción colectiva que se dan en su territorio que ponen en el centro
de los conflictos el derecho a la ciudad. Librerías independientes de índole anarquista o
especializadas en movimientos sociales (como Traficantes de Sueños), locales
feministas (como la Eskalera Karakola), periódicos alternativos (como El Diagonal) o
Centros Sociales Okupados (CSO La Quimera o Esta Es Una Plaza). Este conjunto de
agrupaciones “alternativas” hacen que Lavapiés sea considerado un territorio “en
lucha”: lucha contra la especulación inmobiliaria, contra los desahucios, contra las
políticas xenófobas; a favor de la creación de una cultura alternativa relacionada con el
movimiento anticapitalista, el activismo y la militancia de izquierdas.
La lucha por la ciudad en la que están inmiscuidos diversos frentes tiene como finalidad
la apropiación física y simbólica de la misma. Así, mientras que las fuerzas políticas
neoliberales se insertan en las dinámicas de Lavapiés (mediante, como se ha visto, la
estrategia de la renovación urbana acorde con los requerimientos del mercado global y
el capital económico), los movimientos sociales urbanos se configuran como prácticas
de resistencia a este tipo de ciudad, reivindicando el derecho a la ciudad de todos los
ciudadanos a través de prácticas discursivas alternativas a las hegemónicas basadas en
alternativas sociales y políticas.
Gentrificación
En Lavapiés se están dando algunas de las características del proceso de gentrificación
(definido en el planteamiento teórico por Smith y Checa-Artasu). La mayoría de
estudios sobre gentrificación indican que es uno de los procesos globales que suceden
en los barrios céntricos de las ciudades globales. Es cierto que Lavapiés es
tradicionalmente un barrio pobre y proletario caracterizado por rentas bajas y ubicado
en el centro de la ciudad de Madrid, está siendo reformado a partir de actuaciones
urbanas y que, además, ha sufrido durante años la decadencia y la dejadez por parte de
la administración que hacían de ella una zona degradada. Sin embargo, otros puntos de
la definición de Neil Smith (2012: 74) no se reflejan por el momento en Lavapiés y no
se sabe si se darán en un futuro (como la compra de vivienda por la clase media, la
vuelta de la alta burguesía a esta zona cuando en Lavapiés nunca ha residido la alta
burguesía o el proceso de desplazamiento masivo de residentes de rentas bajas, proceso
que por el momento no se ha vislumbrado claramente en Lavapiés).
Tras el análisis de las dinámicas en Lavapiés, se pueden definir tres agentes
gentrificadores que producen este fenómeno complejo. Por un lado, el gobierno local
interesado en la regeneración urbana, económica y social ha promovido actuaciones de
rehabilitación y revitalización de la zona vinculadas a la reforma de edificios singulares
como el Teatro Valle-Inclán, la reforma de plazas y espacio público como la plaza de
Nelson Mandela o la promoción de eventos como Tapapiés o Los Artistas del Barrio.
En otro lugar, son los grupos sociales que habitan y transitan Lavapiés quienes sin una
intención directa de gentrificar son igualmente agentes gentrificadores ya que sus
prácticas alternativas al capital están igualmente inmersas en los circuitos globales y
hacen de Lavapiés un lugar atractivo para ciertos grupos sociales como las clases
medias globales y la clase creativa. Por último, la producción cultural como agente
gentrificador supone la atracción de ciertos tipos de población: artistas y clase creativa,
pero también al turismo, dinámicas insertas en el mercado económico global que hacen
de la zona un lugar alternativo, bohemio, cosmopolita y multicultural.
Se puede concluir que Lavapiés sufre un proceso de gentrificación cultural. Pero cabe
preguntarse ¿por qué Lavapiés no se ha convertido ya en lo que son ahora Chueca o
Malasaña?
Y es que hay ciertos matices que ralentizan este proceso y que tal vez impidan que se
cumpla totalmente. Se trata de tres dinámicas principalmente: la llegada de población
inmigrante y su arraigo en la zona; la crisis inmobiliaria que ha ralentizado la reforma y
revalorización del mercado inmobiliario en la zona; y las prácticas de resistencia22 que
en Lavapiés a través de los movimientos sociales y alternativos han tenido y tienen
lugar, que se imponen frente a la especulación inmobiliaria y crean un tipo de ocio
alternativo al ofertado por la administración y las movilizaciones vecinales por los
bienes comunes urbanos son fuertes agentes antihegemónicos que, en mayor o menor
medida, luchan frente al capitalismo global que considera los territorios como mera
mercancía comercializable y como elemento de consumo global.
En este sentido, el modelo neoliberal de ciudad que desde el gobierno de la ciudad de
Madrid se está impulsando desde finales del siglo XX es un modelo basado en prácticas
rentables para la ciudad, y todas las partes de la ciudad deben tener esta especificidad.
Es el urbanismo del individualismo y de la no interacción, es el urbanismo de la imagen
y no del uso, es el urbanismo del marketing y no el urbanismo ciudadano. Pero como se
ha visto, a la vez que existe el modelo de ciudad construido desde arriba, existe también
el modelo ciudadano que se materializa a través de las luchas y las reivindicaciones y la
producción alternativa de conocimiento. Así, se puede decir que Lavapiés es un lugar de
encuentro, de socialización, de conversación, de diversidad, pero también de conflicto,
de marginalidad, de exclusión y de resistencia.
22
Existe de hecho la Plataforma Lavapiés Ingentrificable: lavapiesingentrificable.noblogs.org
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