LAVAPIÉS: DINÁMICAS TERRITORIALES Y SOCIALES EN EL
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LAVAPIÉS: DINÁMICAS TERRITORIALES Y SOCIALES EN EL
LAVAPIÉS: DINÁMICAS TERRITORIALES Y SOCIALES EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN Paula Martín Gago [email protected] Resumen La investigación tiene su interés principal en un territorio localizado en el corazón de la ciudad de Madrid: Lavapiés. En él confluyen un sinnúmero de procesos ligados a las transformaciones que sufren las ciudades en el contexto de la globalización y cómo éstas se han convertido en el escenario principal en el que se materializan dichos procesos territoriales. Los espacios urbanos y la población que los habita están en continuo cambio y transformación lo que produce una serie de dinámicas tanto territoriales como sociales que hacen de la ciudad un lugar de conflicto y encuentro. De ahí la hipótesis de la que parte la investigación: “los efectos de la globalización, las políticas urbanas de la ciudad de Madrid y la población que habita y transita Lavapiés, producen una serie de dinámicas y transformaciones en este territorio”. La metodología de investigación utilizada ha sido principalmente cualitativa. Se han utilizado una serie de técnicas de recogida de datos: revisión documental, recopilación de datos estadísticos y realización de mapeos territoriales como resultado del trabajo de campo y la observación participante en el territorio de estudio, con la finalidad de obtener los datos necesarios para dar respuesta a las preguntas de la investigación y verificar la hipótesis de partida. Tales datos están relacionados con los siguientes temas: la población que habita y transita el territorio, el espacio urbano y arquitectónico, el mercado inmobiliario, la cultura y su producción, la actividad económica y los movimientos sociales; estos datos, apoyados mediante tablas, gráficos y mapas, han permitido llegar a las conclusiones de la investigación. Las políticas urbanas neoliberales desarrolladas por la administración madrileña conllevan un modo de hacer ciudad acorde a sus intereses, compatible con la idea de hacer que Madrid escale en la jerarquía de ciudades globales. Lavapiés se conforma como un territorio cultural caracterizado principalmente por la diversidad y la multiculturalidad a causa de la gran diversidad de grupos sociales, económicos y culturales que conforman su territorio. Además, debido al fuerte dinamismo del tejido asociativo y del activismo político y social que reivindica el derecho a la ciudad, Lavapiés se conforma también como un territorio de resistencia y “en lucha”. Así, aunque se encuentra en un proceso de gentrificación, se detectan dinámicas de resistencia a la misma: la llegada de población inmigrante y su arraigo en el territorio, la crisis económica e inmobiliaria y un activismo político y social contrario a ese proceso. Palabras clave (5): Lavapiés, transformaciones territoriales, multiculturalidad, derecho a la ciudad, gentrificación. 1. Introducción y objetivos Los espacios urbanos, como cualquier otro territorio, están en continuo cambio y transformación, a la par que la población que los habita. La relación entre los actores urbanos y la ciudad en su aspecto más material provocan una serie de procesos y transformaciones en los territorios que hacen de estos ser susceptibles de estudio. En la presente investigación se tratarán de comprender las dinámicas tanto sociales como territoriales que tienen lugar en el territorio de Lavapiés y que hacen de este un lugar de conflicto y de encuentro. Las políticas urbanas neoliberales y las transformaciones territoriales, sociales y políticas que estas producen en las ciudades de los países denominados más desarrollados son un tema de gran importancia en los estudios urbanos de las últimas tres décadas. El contexto para el desarrollo de estas dinámicas es la Globalización y su impronta en las ciudades, y cómo éstas se han convertido en el escenario principal donde se materializan un sinfín de procesos territoriales. El proceso de expansión de la globalización en que el mundo está inmerso actualmente se refleja en los diferentes territorios de maneras diversas y les afecta de diferentes maneras. En la presente investigación se va a poner especial atención en las transformaciones que se han producido en los barrios de los centros urbanos de las ciudades ya que están siendo el territorio objetivo de las políticas de regeneración urbana de corte neoliberal para recuperar la ciudad para las clases medias y medias altas, así como para el consumo y el turismo, y conseguir una imagen de ciudad global competitiva internacionalmente. En Madrid, ya se han dado transformaciones de este tipo en algunas zonas del centro de la ciudad como la zona de Chueca (barrio Justicia) o Malasaña (Universidad). Ha de decirse que no se pretenden abordar todos los temas de estudio que a Lavapiés pueden estar vinculados. Sí se quiere dar luz a algunos de ellos y abrir camino a otros futuros. Se trata de una primera aproximación a un territorio que resulta de interés creciente para los/-as investigadores/-as. La curiosidad por entender los fenómenos que suceden en el ámbito urbano, concretamente en la Lavapiés provoca una serie de preguntas sobre qué sucede en Lavapiés, cómo y porqué. Las preguntas que han surgido son: (1) ¿Cuáles son las principales características sociodemográficas de Lavapiés?; (2) ¿Qué actuaciones ha llevado a cabo la Administración Pública en Lavapiés desde los años 80?; (3) ¿Es Lavapiés un territorio de producción cultural?; (4) ¿Tiene Lavapiés una fuerte actividad económica?; (5) ¿Es Lavapiés un territorio activo política y socialmente? Esta primera aproximación ha permitido cuestionarse la hipótesis de la que se partía: “Los efectos de la globalización, las políticas urbanas de la ciudad de Madrid y la población que habita y transita Lavapiés, producen una serie de dinámicas y transformaciones en este territorio”. En este sentido, Lavapiés puede considerarse un espacio de conflicto y confrontación entre los diferentes actores que en él desarrollan parte de su actividad. El objetivo principal de la investigación es atender a las dinámicas tanto sociales como territoriales que se dan en la zona de estudio y que llevan a fijar las siguientes cuestiones u objetivos específicos: (1) Caracterizar sociodemográficamente Lavapiés; (2) Analizar la actuación de la Administración Pública en Lavapiés desde los años 80; (3) Analizar la producción cultural en Lavapiés; (4) Analizar la actividad económica en Lavapiés; (5) Analizar el activismo político y social en Lavapiés. Lavapiés es un territorio que está en continuo cambio y es interpretado por muchos investigadores y sabedores de temas sociales y urbanos como un laboratorio. 2. Planteamiento teórico 2.1. Las ciudades en el contexto global: globalización, territorio y capitalismo La impronta de la Globalización en el medio urbano, tanto desde el punto de vista del papel que juegan las ciudades en la actual división internacional del trabajo como en relación con las transformaciones que las ciudades experimentan, tiene un amplio desarrollo científico en toda la Ciencia Social desde la Sociología, la Geografía y otras disciplinas afines. En este mundo global en que las ciudades compiten en el mercado global y en que las políticas neoliberales de los gobiernos tratan de atraer inversiones extranjeras y trepar por la jerarquía urbana de ciudades mundiales, las ciudades se han convertido en nodos de flujos internacionales de personas, servicios y conocimiento (González, 2007). Una nueva forma de gobierno urbano que tiene como objetivo crear ciudades competitivas internacionalmente a través de nuevas formas de gobernanza neoliberal público-privada. La globalización1 actualmente es un proceso de conexión e interdependencia territorial desde una escala considerada planetaria hasta una escala corporal (o individual) atravesado por las variables temporal, espacial y de clase social que produce afecciones diferentes según territorios, así como desigualdades intra- e inter-territoriales. Un proceso heterogéneo y transversal a todas las áreas de la sociedad (no sólo al aspecto económico y financiero, sino al político, social y cultural); construye relaciones en todo el mundo, pero el impacto en los territorios es diverso al estar influido principalmente por tres variables: las características específicas de los territorios, la variable clase (sector social) y la variable tiempo. La globalización ha cambiado la naturaleza del mundo y al contrario de estar creándose una cultura global, lo que sí se está produciendo es el resurgimiento de identidades y la emergencia de áreas culturales en el mundo. Está además vinculada al modelo económico capitalista que produce desigualdades y fragmentación en los territorios. 2.2. Dinámicas en la ciudad actual Por tanto, la globalización afecta a los territorios y a cada uno de maneras diferentes. Así, en la ciudad existen una serie de dinámicas que aunque de manera específica sean diferentes, en lo general se dan en todas las ciudades. En un mundo globalizado, en el proceso de crecimiento urbano se dan dos tipos de dinámicas o procesos (operan a la vez pero de diferente manera y crean espacios diferenciados): uno referido a la expansión de la ciudad a través de sus relaciones exteriores generando un flujo de exportaciones e importaciones que originan riqueza y expansión económica, y que pretenden producir centralidad urbana haciendo de la ciudad un nodo competitivo e innovador en la red de ciudades globales (lo que Jacobs (1971: 59) denominó como citynees); mientras que la otra dinámica es la referida al crecimiento de la ciudad a través de su (re)producción interna, local, estable, mediante la distribución y el consumo (towness). Si falla uno de estos dos procesos el sistema falla y la economía se estanca (Jacobs (1971: 256). 1 La definición del concepto de globalización se basa en dos autores por considerar que se completan el uno con el otro: Mauro Guillén (2001) y David Harvey (2013), aportando importantes reflexiones que entrelazadas y discutidas son capaces de comprender el fenómeno en su conjunto. La globalización es un proceso; y comprendiendo esto, cada uno aporta diferentes reflexiones. Para saber más ver Harvey (1995). Por tanto, las ciudades globales (Sassen, 2007: 13) son los lugares estratégicos donde se materializan los procesos globales y los vínculos que los conectan; donde se concentran ciertas tendencias macrosociales importantes de la globalización y sus contradicciones. Estas ciudades trascienden su espacio local y también el nacional o regional en el que se ubican, ya que pertenecen a un espacio global y, sin embargo, adquiere gran importancia ese espacio local para hacer de esta una ciudad global. La ciudad ha pasado a ser una instancia territorial transurbana con una estructura compleja en la que se articulan multitud de procesos transfronterizos. Se relacionan además con el proceso de urbanización capitalista y el modelo neoliberal de ciudades seguido por los gobiernos de los países más desarrollados2 (Harvey, 2013: 107) entiendo las ciudades como los lugares donde los capitalistas invierten en plusvalía ya que es donde se emplean las prácticas más sofisticadas del capitalismo. A su vez se da otra dinámica que es la de concentrar gente de todo tipo y condición, incluso contra su voluntad o con intereses opuestos, con potencial para la revitalización de la lucha de clases. Se puede entender, pues, que en las ciudades se dan dos tipos de procesos urbanos: uno son las funciones que ejercen las ciudades globales como funciones comando (Sassen, 2007) o nodales (Borja, 2013), encargadas de la atracción de flujos y la competitividad con otros centros globales; y otro son los procesos de resistencia a la globalización o a sus efectos, donde resurge el discurso sobre la ciudad, el espacio público, la calle, el tejido social, la identidad, el patrimonio, la memoria, y un largo etcétera de variables que influyen en la (re)producción de la ciudad. Estos dos tipos de procesos presentan una realidad contradictoria de los procesos e intereses urbanos en función de la posición que las ciudades ocupan en el proceso global (Borja, 2013). 2.3. Competitividad y rentas de monopolio Estas dinámicas de expansión que se producen en las ciudades globales son consecuencia de la competitividad que entre estas ciudades existe por conseguir convertirse en nodos de procesos urbanos rentables. Esto es debido al giro que se produce a partir de los años 80 en las políticas públicas en la mayoría de las ciudades de países más desarrollados pasando de una lógica de administración de impuestos locales y acción redistributiva con servicios públicos y subsidios (lógica fordista-keynesiana) a una lógica de la ciudad emprendedora y rentable (política neoliberal) (González, 2007). 2 Entendidos estos como aquellos países en la era de la postindustrialización, postmodernidad, postfordismo. Esta competitividad lleva a las ciudades a buscar rentas de monopolio y la acumulación de capital en los centros de las ciudades, imprescindible para competir en un mundo global. La renta de monopolio (Harvey, 2013: 163) es un instrumento que, dentro de la lógica de esa acumulación de capital, pretende la extracción de excedentes, y apropiación de los mismos, a través de las diferencias locales, variaciones culturales locales y significados estéticos de cualquier procedencia, la exclusividad mediante la innovación cultural o la resurrección o invención de tradiciones locales, que supongan el monopolio de un bien único y capaz de ser incorporado al mercado. De esta manera el urbanismo capitalista estará siempre interesado en realzar e intervenir en el campo de la cultura, historia, tradición, estética y significados si se convierten en un medio para la obtención de una renta de monopolio (Harvey, 2013: 163). La obtención de las rentas de monopolio en un territorio es imprescindible para competir en un mundo global. 2.4. Seguridad y control En las ciudades globales, donde el capital es lo que prima, incluso el miedo es comercializable. De esta manera, dice Bauman (2006: 94), el capital del miedo puede ser transformado en cualquier forma de rentabilidad y es utilizado en las estrategias de marketing de la ciudad. Las ciudades siempre se han construido con motivo de protección: la protección de un “nosotros” frente a un “ellos” (con murallas, torres vigía, etc.). Hoy en día, esto sigue sucediendo pero esa separación entre “nosotros” y “ellos” es tanto física como simbólica (Ellin, 2003) ya que esa batalla que se libraba entre el “dentro” y el “fuera” de la ciudad, ahora es una batalla que sucede dentro de la ciudad y es en su interior donde la arquitectura del miedo separa a los “extraños” y el espacio urbano pasa a ser el lugar de los adictos a la seguridad (como los denomina Bauman, 2006: 99), lo que provoca que nuestros miedos se reproduzcan y se refuercen a sí mismos. En la ciudad actual, o contemporánea como lo nomina Nan Ellin (2003), las políticas o tendencias neoliberales que se ejercen en las ciudades de los países más desarrollados fragmentan el territorio de esta: se remodelan y gentrifican barrios del centro haciendo que “los otros” tengan que trasladarse más allá de “la muralla” infranqueable imaginaria, se construyen barrios periféricos para las clases altas, urbanizaciones de lujo o gated communities, o los barrios residenciales de las grandes ciudades, una de las formas más normalizadas de segregación espacial, que han servido de acomodo para las clases medias que un día decidieron trasladarse a las afueras de la ciudad en busca de tranquilidad y esparcimiento, y en muchas ocasiones en busca de seguridad y aislamiento; han servido además como práctica de la especulación inmobiliaria e hipotecaria de los promotores de vivienda, vinculadas al consumo urbano y comercial. El desmantelamiento de las responsabilidades del Estado respecto a la reproducción social en las ciudades ha provocado una serie de luchas en la historia de las ciudades, las cuales son reprimidas por el control social ejercido por el propio Estado que primero las abandonó, convirtiendo a las ciudades en una suerte de ciudades revanchistas (Smith, 2002) donde los grupos y territorios rebeldes (Uitermark, 2014) son reprimidos mediante estrategias de control social como la vigilancia y control del espacio público y de las personas que habitan estos espacios. Por tanto, el miedo y la seguridad legitiman a los Estados a ejercer un control y una vigilancia sobre los habitantes de las ciudades comúnmente a través de cámaras de seguridad y agentes del orden en los espacios públicos, pero también mediante ciertas formas de rehabilitación urbana y la arquitectura. 2.5. Migraciones y redes sociales Otra de las consecuencias de la globalización contemporánea es la migración. La oleada migratoria vinculada al mercado laboral global que alcanzó los denominados países industrializados a finales de los años 90 del siglo XX (Sassen, 2003) produjo una serie de dinámicas en los países de destino como la creación de guetos de migrantes por nacionalidad de origen en zonas degradadas del centro de las ciudades debido a los bajos recursos de estas y a la buena comunicación con el resto de la ciudad (Borja, 2013: 258), produciendo segregación social y fragmentación de la ciudad. Una de las consecuencias de esta dinámica es la aparición de una nueva forma de actividad económica en la ciudad que es a su vez una forma de sustentación para estas personas migrantes que trasladan sus tradiciones o características culturales al país de destino y allí las explotan, convirtiéndose en atracción cultural o gastronómica: el llamado “comercio étnico” o “economía étnica”3. Utilizan el autoempleo como estrategia de supervivencia, lo que puede entenderse como un factor de integración social, ya que propicia la inserción laboral, la transformación productiva y el cambio en la fisonomía de diversos espacios como los barrios degradados de los centros de las ciudades, por su bajo precio de alquiler tanto de la vivienda como de los locales comerciales. 3 Se refiere al “conjunto de actividades productivas de los residentes extranjeros pertenecientes a minorías significativas” (Cebrián y Bodega, 2002) 2.6. Gentrificación Los procesos globales en el centro de las ciudades tienen muchas veces como resultado la gentrificación urbana (término acuñado por Ruth Glass en 1964). Se trata de un fenómeno global que, a pesar de su globalidad, tiene numerosas especificidades. Atendiendo a las diversas teorizaciones acerca del fenómeno desde diferentes disciplinas se puede llegar al acuerdo de que se trata de un proceso que supone el desplazamiento de personas residentes en los espacios centrales de las ciudades, inicialmente degradados, por la llegada de personas de clase media o media-alta: “el proceso (...) por el que los barrios pobres y proletarios, ubicados en el centro de la ciudad, son reformados a partir de la entrada del capital privado y de compradores de viviendas e inquilinos de clase media – barrios que previamente habían sufrido una falta de inversión y el éxodo de la propia clase media. Los barrios más humildes de clase trabajadora están en proceso de reconstrucción; el capital y la alta burguesía están volviendo a casa, y para algunos de los que se encuentran a su paso, no se trata precisamente de algo agradable.” (Neil Smith, 2012: 74). Desde los años ‘90 la gentrificación se caracteriza por ser una estrategia urbana de la política urbana neoliberal para la acumulación de capital a través, principalmente, de la movilización del mercado inmobiliario urbano. Un fenómeno generalizado y conectado a los circuitos del capital global y la difusión cultural (Smith, 2002) en el que los barrios centrales de las ciudades adquieren una importancia relevante para la rentabilidad económica y explica la gentrificación como causa de la oferta, es decir, como “producto de una acumulación de la renta urbana en el contexto de una economía de mercado” (Checa-Artasu, 2011). Una característica previa del territorio susceptible de ser gentrificado es que en él se produce una desinversión previa, una degradación del espacio, produciendo de esta manera el declive de muchos barrios obreros del centro de las ciudades. Estos lugares son colonizados por, como ya se ha dicho, personas de clase media o media-alta provocando lo que Smith llama “rent gap” o “diferencia de renta”: la desinversión hace que la renta del suelo disminuya y con ello los precios de alquiler y compra de vivienda, ampliando cada vez más la brecha entre la renta potencial del suelo y la renta real, hasta que llega un momento en que la diferencia es tan grande que la reinversión en ese espacio concreto vuelve a ser rentable (Checa-Artasu, 2011). Ese proceso inintencionado que observaba Glass en las ciudades inglesas de los años 60 se ha transformado, desde finales del siglo XX, en un proceso reforzado por las políticas urbanas neoliberales que, a través de estrategias aliadas con el mercado y con corporaciones empresariales tanto públicas como privadas, hacen que el proceso de gentrificación se generalice e intensifique4. Checa-Artasu (2011) diferente 3 tipos de agentes gentrificadores: (1) el gobierno local que, interesado en la regeneración de la zona, a través de la transformación del espacio y la inversión privada en el mercado inmobiliario activa el recambio de unos colectivos por otros, o de unos grupos sociales por otros. Además, de la búsqueda de rentas de monopolio en ciertos barrios para la promoción y gestión del desarrollo urbano promoviendo marcas de distinción de diferentes tipos dentro de la ciudad que puede suponer ese recambio de población; (2) la propia población, y sus usos, que se ve atraída por un territorio ya sea porque este se revela como una oportunidad de habitar un espacio real (grupos estigmatizados, grupos contraculturales, grupos de migrantes, grupos de artistas o “clase creativa”) o porque se presenta como una zona “asequible” por los precios de la vivienda; (3) el capital cultural que es capaz de generar consumo y de aumentar el valor de servicios y productos en dicho espacio 5. La cultura como proceso gentrificador supone la atracción de ciertos grupos sociales, como artistas o clase creativa, que revalorizan la zona abriendo camino a las clases medias que ven en el espacio a gentrificar un atractivo transgresor o “bohemio”, un espacio de producción y consumo cultural. La transformación urbana y la revitalización de espacios suponen la mejora de los barrios degradados, sin embargo las consecuencias de esa mejora no inciden de la misma manera en sus habitantes ya que estas dinámicas provocan que ciertos barrios del centro de las ciudades se pongan de moda e implican la movilidad residencial de ciertos habitantes a otras zonas más periféricas de la ciudad. Muchos autores6 son críticos con el proceso gentrificador ya que lo consideran una práctica depredadora urbana y una consecuencia directa de la acumulación de capital en las áreas centrales degradadas de las grandes ciudades donde se ve multiplicado por la 4 En estos años el fenómeno se sistematiza y se comienza a observar en varias ciudades globales como son Nueva York, Londres, París o Sydney. Hoy en día también se da en ciudades de más baja jerarquía global, como pueden ser Bilbao, New Castle o Milán (González, 2007). 5 Ver ZUKIN, Sharon (1991). “Landscapes of power. From Detroit to Disney World”. Los Ángeles, University of California Press. 6 Checa-Artasu (2011), Harvey (2013) y Borja (2013). actividad inmobiliaria ya que el coste del suelo es prácticamente nulo. Es decir, supone la inserción de los mecanismos capitalistas en los procesos urbanos. 2.7. Derecho a la ciudad y prácticas de resistencia Vivir en la ciudad es más que el mero hecho físico de estar; vivir en la ciudad es tener derecho a ella, y es por ese derecho por el que existe una batalla urbana entre actores urbanos muy diferentes que ejercen su poder para configurar la ciudad según sus propias necesidades y deseos. El derecho a la ciudad lo define Harvey, siguiendo el legado de Lefebvre, como "el ejercicio de un poder colectivo para remodelar los procesos de urbanización" (Harvey, 2013). Entre esos bandos se encuentran los promotores inmobiliarios, los gobiernos neoliberales, los capitalistas feroces, los movimientos sociales urbanos, el conjunto de la ciudadanía, etc. De esta manera, el modelo urbano neoliberal de los países denominados como más desarrollados ha hecho uso de la urbanización para configurar la ciudad a sus propias necesidades y deseos permitiendo, además, que el derecho a la ciudad esté cada vez más en manos de intereses privados o semiprivados y en manos de una pequeña élite política y económica. Pero la reivindicación del derecho a la ciudad a la que se refiere Harvey, siguiendo los postulados de Lefebvre, es siempre un contrapunto al modelo neoliberal de ciudad global fomentado por las élites políticas y económicas capitalistas y los intereses privados. Considera pues que la base para reivindicar el derecho a la ciudad es el continuo cuestionamiento de la relación existente, en el sistema capitalista, entre producción, urbanización y gestión del excedente (Harvey, 2013: 49). Y quien debe ejercer ese derecho son las personas que construyen la ciudad día a día7, es el derecho a la vida urbana, transformada, renovada: lo urbano como lugar de encuentro, primando el valor de uso al valor de cambio. La lucha por el derecho a la ciudad supone, por un lado, la creación de nuevas geografías urbanas bajo el capitalismo que pueden suponer la gentrificación de zonas centrales de las ciudades; y, por otro, la ciudad es el lugar de la resistencia a ese modelo capitalista, siendo las personas y los colectivos que habitan estos territorios los frenos a esas dinámicas neoliberales en que están inmersas las ciudades. Si la política urbana neoliberal no responde a las necesidades comunes de aquellas personas o grupos 7 “(…) derecho a la vida urbana, a la centralidad renovada, a los lugares de encuentros y cambios, a los ritmos de vida y empleos del tiempo que permiten el uso pleno y entero de estos momentos y lugares, etc.” (Lefebvre, 1973: 163); “El derecho a la ciudad nace de las calles, de los barrios, como un grito de socorro de gente oprimida en tiempos desesperados.” (Harvey, 2013: 10). sociales que habitan un espacio urbano, estas buscarán otras vías para ver cubiertas esas necesidades y reivindicarán su derecho a la ciudad dilatando las “brechas” que el capitalismo y sus prácticas neoliberales no pueden controlar (Harvey, 2013: 34). Este tipo de prácticas se caracterizan por una relación colectiva y no mercantilizada entre grupos sociales y el entorno, quedando estas prácticas fuera de la lógica del mercado, y suponiendo un enfrentamiento ideológico frente al modelo neoliberal y al capitalismo. Así aparecen los movimientos sociales urbanos que Manuel Castells (1986) ha estudiado y cuya aparición está vinculada al proceso de globalización y al sistema capitalista; son la contraposición a esa imagen de la ciudad como producto y lugar del capital, sugiriendo una imagen de ciudad distinta ya que articulan en sus reivindicaciones cuestiones urbanas, culturales y políticas, superando las divisiones de clase y basadas en un consumo colectivo, la organización asociativa, y la descentralización política y autogestión barrial. Son una parte vital de la lucha anticapitalista contra las políticas neoliberales y por los derechos públicos. Aparecen en las ciudades prácticas y modos de socialización alternativos a los considerados dentro de las reglas del juego capitalista y de mercado: okupación, manifestaciones, grupos de consumo o actividades de ocio alternativas. Son prácticas políticas que suponen la producción popular de nuevos bienes vinculados al capital simbólico colectivo y a la movilización colectiva de quienes las producen (Harvey, 2013: 160). Son prácticas de resistencia frente a los fenómenos de la globalización en el ámbito urbano. Esa dialéctica en el espacio urbano entre el poder capitalista y la resistencia es continua, nunca cesa ya que es una realidad tranhistórica; esas interacciones sociales de diversa índole que provoca el conflicto, donde tanto el capital privado como la ciudadanía luchan por el poder material y perceptual de ese espacio, es lo que hace que se construyan los espacios. El control no es absoluto y las posibilidades de resistencia son innumerables. Para que un espacio sea un lugar de lucha social, aquellos que son oprimidos tienen que entender que el cambio es posible. Aunque la dominación se naturaliza en el contexto de globalización “para que la imposibilidad de la resistencia se convierta en una profecía autocumplida.” (Salcedo, 2007: 75). 3. Metodología Para estudiar la hipótesis de investigación y responder a las preguntas planteadas, y la consecución de los objetivos específicos, la metodología utilizada ha sido principalmente cualitativa ya que se pretende comprender un fenómeno, no cuantificarlo. Se ha dividido en tres bloques: 1.- Revisión documental de informes, publicaciones y bases documentales sobre el territorio objeto de análisis; 2.- Análisis de fuentes estadísticas que han permitido caracterizar al barrio y dar una visión de su evolución y de su situación actual. Las bases de datos utilizadas han sido las del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad de Madrid; 3.- Finalmente, un trabajo de campo en el que mediante la observación participante y el mapeo del territorio8 se han obtenido una serie de mapas territoriales sobre diferentes temáticas de interés para la investigación, pretendiendo observar las dinámicas y transformaciones del territorio. El trabajo de campo ha consistido en un recorrido por todas las calles de la zona durante el cual se ha ido anotando todo lo que se observaba. Esta técnica presenta a priori un sesgo debido a su subjetividad, sin embargo ese sesgo es apreciado por la investigación ya que con esta técnica se pretende realizar un mapa de la zona de estudio basándose en los temas de interés para dicha investigación, y no otros. Ha de señalarse que esta técnica de investigación es muy utilizada en algunas Ciencias Sociales, como la Sociología y la Antropología. Los datos obtenidos mediante estas tres técnicas de recogida de información (complementándose un bloque con otro) son los que han permitido llegar a las conclusiones de la investigación. Estos datos están relacionados con los siguientes temas: la población que habita y transita el territorio, el espacio urbano y arquitectónico, el mercado inmobiliario, la cultura y su producción, la actividad económica y el tejido asociativo y los movimientos sociales. 4. Resultados y análisis En este apartado se van a presentar los resultados del análisis realizado en el territorio objeto de estudio siguiendo la metodología de investigación expuesta (la revisión teórica y la revisión de datos y el mapeo realizado en el territorio) con la finalidad de responder a las preguntas de investigación planteadas y de reflexionar acerca de los procesos territoriales y sociales que presenta Lavapiés en la actualidad. El apartado se va a dividir en cinco subapartados correspondientes a cada uno de los objetivos de la investigación. 8 Herramienta cualitativa de recogida de información sobre un territorio concreto. A través de esta herramienta se puede obtener información acerca de características geográficas, sociales, económicas, arquitectónicas, históricas y culturales de un territorio, permitiendo generar una imagen del mismo (Juan Pedro Legarreta, 2012). 4.1. Caracterización sociodemográfica de Lavapiés9 Lavapiés es una zona que forma parte del barrio de Embajadores en el distrito Centro de la ciudad de Madrid. Administrativamente no tiene categoría, se trata de un espacio perceptual, una construcción social que pervive en el imaginario colectivo de la ciudad. Mapa 1. Límite administrativo del barrio de Embajadores (verde) y límite considerado de Lavapiés (rojo). Fuente: Elaboración propia. Google Earth. Las diferentes oleadas migratorias que ha recibido la zona de Lavapiés, desde el siglo XIV hasta finales del XX, la caracterizan como una zona de asentamiento de población de diversa procedencia, pocos recursos y baja cualificación, donde se desarrollan actividades marginales, se asientan comercios populares y se construyen viviendas sencillas, como son las corralas, comunes en los barrios más antiguos de las afueras o del extrarradio de Madrid. Ese carácter enraizado de pobreza, marginalidad y degradación urbana se ha podido observar en el bajo precio del suelo y de la vivienda, el bajo índice de alfabetización y nivel de estudios, o la degradación de sus edificios y el entramado urbano hasta finales del siglo XX. En la actualidad10, el barrio de Embajadores es uno de los barrios con mayor densidad de población de todo Madrid con 428,24 habitantes por hectárea y un total de 45.092 habitantes. Como se puede observar en la pirámide de población (gráfico 1), el grueso de la población está comprendido entre los 25 y los 45 años de edad. Continúa siendo un área con mucha población extranjera, el 24,73% (ocupando la cuarta posición de los 9 Fuentes para la obtención de datos: Gómez (2006), Riesco (2010) y Banco de Datos del Ayuntamiento de Madrid. Los datos que se van a mostrar a son datos del barrio de Embajadores ya que al no existir Lavapiés administrativamente es muy difícil obtener datos de solo este territorio. 10 barrios con mayor porcentaje de extranjeros)11, cifra que fue disminuyendo desde el año 2010 pero que está muy por encima de la media de la ciudad de Madrid (12,22%). En Lavapiés se reúnen más de cien nacionalidades diferentes, la mayoritaria (ver tabla II), después de la española, es la bangladeshí (16,57%), seguida de la ecuatoriana (8,34%) y la marroquí (6,12%). Esta inmigración transnacional comenzó a llegar a Madrid a finales del siglo XX-principios del siglo XXI. Se trata de un tipo de inmigración por motivos económicos que se asienta en Lavapiés debido a la situación de decadencia y dejadez de esta zona lo que hace de ella un espacio asequible a sus posibilidades económicas: bajos precios de las viviendas y accesibilidad a bienes y servicios, a lo que cabe añadir, además, que se trata de un área céntrica, lo que posibilita el transporte con otras zonas de la ciudad. Tabla I. Datos de Embajadores Tabla II. Población extranjera en Embajadores por país de nacimiento, enero de 2014 99 89 79 69 59 49 39 29 19 9 Total Mujeres Hombres -750 -250 250 750 Gráfico 1. Pirámide población total Embajadores, enero 2016 11 A.Madrid: http://www-2.munimadrid.es/CSE6/control/seleccionDatos?numSerie=3060100080 50% 40% 30% Centro 20% Embajadores 10% 0% Educación Educación Insuficiente Superior Gráfico 2. Nivel de estudios de la población (en porcentaje) en Embajadores y distrito Centro, enero 2015. Fuente de las tablas I y II y gráficos 1 y 2: Elaboración propia a partir del BD A. Madrid El nivel educativo de la población en Embajadores, como se observa en el gráfico 2, es inferior al de la media del distrito Centro presentando mayor población con “educación insuficiente” (19,64% frente al 14,55%) y menos población con “estudios superiores” (37,13% frente al 43,94%). En 2015 el número de viviendas en Embajadores era de 21.406, el tamaño medio del hogar de 2,07 personas, siendo el de los españoles de 1,78 personas, mientras que de los extranjeros es de 2,23 personas12. El precio de la vivienda de segunda mano (gráfico 3) se mantiene por debajo del precio de la vivienda en la ciudad de Madrid, hasta el año 2013 en el que los precios comienzan a equipararse presentando ya en 2015 precios por encima de la media madrileña. Línea evolución precio vivienda segunda mano (€/km2) 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000 0 Madrid Embajadores Gráfico 3. Evolución precio de la vivienda de segunda mano (€/km2) en Embajadores y Madrid. Fuente: Elaboración propia a partir del BD A. Madrid. El paro registrado en Embajadores a enero de 2016 es del 7,74% (3.491 personas), cifra que ha ido disminuyendo desde el 2012; y la renta per cápita (de la cual solo se ha conseguido la cifra para el distrito Centro) es de 23.869€ en 201213, por encima de la 12 13 A.Madrid: http://www-2.munimadrid.es/CSE6/control/seleccionDatos?numSerie=03010106010 Fuente: Contabilidad municipal de la ciudad de Madrid. cifra para la ciudad de Madrid. Sin embargo, esto puede deberse a que los datos de otros barrios del distrito Centro como son Sol, Justicia o Cortes hacen que esta cifra aumente. Se trata, por tanto, de un barrio donde continúan ciertas señas de identidad que se perpetúan desde el siglo XVI, en relación con albergar población extranjera, bajas cifras de educación superior, altas cifras de desempleo, bajo precio de la vivienda de segunda mano con un repunte en los últimos años. En cuanto a la tipología de residentes en Lavapiés, Mayte Gómez (2006) diferenciaba cuatro grupos socioeconómicos en relación con su origen o procedencia, el tiempo que llevan residiendo en la zona y las expectativas de vida que tienen en relación con su instalación en él: (1) novísimos vecinos o nuevos colonos o postmodernos, nueva población de clase media, jóvenes, progresistas social y políticamente; (2) vecinos de toda la vida, inmigrantes nacionales y sus descendientes que llegaron a la zona entre el siglo XIX y mediados del XX; (3) activistas, comunidad con ideologías y prácticas socio-políticas que están al margen del sistema, mantienen vivos los espacios culturales auto-gestionados; (4) nuevos vecinos, inmigrantes internacionales que protagonizaron el boom migratorio de mediados de los años 90 del siglo XX. 4.2. Actuaciones desde la Administración pública. Las intervenciones por parte de la Administración pública en Lavapiés se han llevado a cabo mediante una serie de planes o estrategias de actuación que han tenido, ya sea de manera directa o indirecta, el territorio de Lavapiés como objeto de la actuación. Desde el año 1988, Lavapiés ha sido un objetivo activo de los planes de mejora urbana, siendo detectado desde un principio como territorio vulnerable por su problemática urbana y social ya que, hasta entonces, estuvo “abandonado” por la Administración sufriendo un proceso de degradación urbana y social. Los primeros años de intervención las actuaciones se concentraban en el marco de la rehabilitación de edificios y viviendas; a lo que se le añadió la rehabilitación de espacios públicos libres (plazas y calles) y edificios singulares. Y es a partir de 2004 cuando se acometen acciones respecto a la problemática social de la zona con medidas de integración social y dinamización económica, incidiendo directamente en temas como la seguridad, la acción social, la movilidad, el comercio y la participación ciudadana, aunque continúan los trabajos de rehabilitación de espacios libres y edificios. Desde los comienzos se le presta especial interés al desarrollo cultural de la zona, especialmente a partir del año 2011 con el Proyecto Madrid Centro14 del Ayuntamiento de Madrid en el que se incluye el “Eje Cultural Centro” y en el que Lavapiés tiene un papel importante debido a la red de espacios culturales establecidos en su territorio, que desde los primeros años del siglo XXI han venido siendo rehabilitados. A su vez se le concede gran importancia a la seguridad en la zona con la publicación del Plan Integral de Mejora de la Seguridad y la Convivencia del Barrio de Lavapiés en Madrid (2012)15 con medidas, acordadas por el Ayuntamiento, la Comunidad y asociaciones de vecinos y comerciantes, referentes al aumento de la presencia policial y a la colocación de dispositivos de vigilancia (cámaras de video-vigilancia) en el espacio público. En los siguientes mapas se pueden observar las actuaciones puntuales más destacables que se han producido en la zona a través de estos planes entre 1988 y la actualidad (mapa 2) y la disposición de cámaras de seguridad (video-vigilancia) en el espacio público (mapa 3). Mapa 2. Actuaciones destacables en Lavapiés. Fuente: Elaboración propia. 14 http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Ayuntamiento/Urbanismo-e-Infraestructuras/ProyectoMadridCentro?vgnextfmt=default&vgnextoid=0b65488f7c742310VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=8dba1 71c30036010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD 15 http://www.eldiario.es/politica/Plan-Integral-1_EDIFIL20130130_0001.pdf Mapa 3. Cámaras de seguridad. Fuente: Elaboración propia. Estas rehabilitaciones puntuales, junto a las actuaciones más amplias de integración social y dinamismo económico y las relacionadas con la seguridad y la convivencia, han empujado a Lavapiés hacia una transformación de su imagen de la degradación a la revitalización de espacios y entramado urbano. 4.3. Cultura y producción cultural. Lavapiés presenta una gran cantidad de manifestaciones culturales. A principios del siglo XX se observa la importancia que la Administración otorga a la rehabilitación de espacios culturales y en 2012 el plan de Centro propone un “Eje Cultural del Centro”16 en el que Lavapiés tiene un papel importante. En la tabla III se puede observar el número de espacios/instalaciones relacionados con la producción cultural, institucionales o independientes, y en los mapas 4, 5 y 6 su ubicación en la zona. Tabla III. Espacios de producción cultural el Lavapiés. Fuente: Elaboración propia. 16 “Hacer del Centro de Madrid un referente internacional de la cultura, proyectando su potencial creativo fuera de nuestras fronteras” (…)“Un espacio urbano capaz de aprovechar las sinergias en marcha y de crear nuevas oportunidades a partir del conocimiento compartido, la memoria y la conectividad, instrumentalizada a través de la creación de ejes culturales” (Proyecto Madrid Centro, 2012). Mapa 4. Cultura Institucional: instituciones relacionadas con la cultura, la educación y el arte en Lavapiés y alrededores. Fuente: Elaboración propia. Google Earth. Mapa 5. Ubicación de teatros tanto institucionales como independientes en Lavapiés y alrededores. Fuente: Elaboración propia. Google Earth. Mapa 6. Galerías de Arte y su localización en diferentes zonas. Fuente: Elaboración propia. Google Earth Además, alrededor de Lavapiés se asientan los principales centros de arte y cultura de la ciudad de Madrid como son el Museo del Prado y el Museo Thyssen-Bornemisza que, junto al Reina Sofía, conforman la triada cultural madrileña y es, sin duda, el eje de museos más importante del Estado español. Junto a estos destacan también otros centros como el Caixa Forum o Medialab Prado. La Administración, además de la rehabilitación de espacios y edificios, se ha preocupado en fomentar la producción cultural en la zona, reflejo de ello son los eventos y festivales promovidos desde la Administración en colaboración con grupos o entidades locales (tabla IV). De esta manera, se configura Lavapiés como un lugar en el que confluyen/se establecen un gran número de manifestaciones relacionadas con la producción e interés cultural (como se puede observar en la tabla y el mapa anteriores), apareciendo muchos de ellos en guías y mapas turísticos del Ayuntamiento de Madrid17. Tabla IV. Eventos y festivales en Lavapiés. Fuente: Elaboración propia. 4.4. Tejido económico El tejido económico en Lavapiés es muy diverso debido a la gran cantidad de nacionalidades y de grupos sociales diferentes que lo configuran. Como se puede observar en la siguiente tabla que refleja los locales por tipo de actividad que en él se realiza (ver tabla V). 17 En colaboración con actores locales como la Asociación de Comerciantes de Lavapiés. Fuentes: http://www.comerciolavapies.com/index.jsp?t=contenido&id=60 Tabla V. Número de locales por tipo de actividad. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del BD A. Madrid. Lo más destacado son la cantidad de locales dedicados a la hostelería y restauración (468) y al comercio al por mayor (64) y al por menor (1.161); también son importantes las actividades sanitarias (92), las artísticas, recreativas y de entretenimiento (60) y las asociativas (45). Respecto al tejido comercial de la zona, existe en Lavapiés la Asociación Madrileña de Vecinos, Comerciantes y Empresarios de Lavapiés Distrito 12 (nacida en 2005)18. El fin principal es el desarrollo del barrio y la mejora de la convivencia y la difusión de los comercios de la zona. Aboga por la protección y promoción del comercio tradicional y la apertura a nuevo comercio que, como el anterior, tenga en su base la idea de proximidad. Se basan en cuatro premisas: comercio de proximidad; promoción de la hostelería y gastronomía; difundir la gran oferta cultural; y hacer barrio (promoviendo eventos y fomentando el turismo). Se han detectado tres tipos diferentes de comercio teniendo en cuenta quién los regenta (población nacional o extranjera) y el tipo de actividad (mayorista, minorista, hostelería, etc.): comercio étnico, comercio al por mayor y comercio nacional. En el mapa 6 se puede observar la disposición de estos tres tipos de comercio en la zona. 18 www.comerciolavapies.com Mapa 6. División por tipos de comercio. Amarillo: comercio étnico; verde: comercio al por mayor; rojo: comercio nacional; Fuente: Elaboración propia. Google Maps. 1. Comercio étnico: se sitúa al suroeste de Lavapiés. Nace como una manera de sustentación económica de las personas inmigrantes que encuentran restricciones a la hora de encontrar trabajo. En Lavapiés se trata de tiendas y restaurantes o bares regentados por población extranjera, que traen la cultura de su país de origen al centro urbano de Madrid. 2. Comercio al por mayor: se concentra al noroeste de Lavapiés. Es la zona más cercana al Rastro y a la plaza de Tirso de Molina, alrededor de la cual tradicionalmente se ha localizado mayoritariamente este tipo de comercio. 3. Comercio nacional: existe por toda la zona pero perdura de manera mayoritaria en la parte oriental de Lavapiés. Se trata de comercio regentado por personas nacionales. Es muy variado. Además, Lavapiés es una zona muy concurrida para “ir de cañas” o “salir de fiesta” por la gran cantidad de locales de hostelería y la variedad gastronómica y diversidad de gente que se siente atraída por ella: la calle Argumosa con sus bares y terrazas, el Mercado de San Fernando con la diversidad de comidas, vinos y tiendas de alimentación ecológica, la calle Ave María o Miguel Servet con sus bares de toda la vida o la calle Lavapiés y alrededores con sus restaurantes de comida étnica (indios, senegaleses, árabes, chinos, etc.), como se puede ver en el siguiente mapa 7. Mapa 7. Mapa zonas con bares y restaurantes clasificados en restaurantes (símbolo del cuchillo y el tenedor azul); bares (taza naranja); bares de noche/fiesta (copa amarilla). Fuente: Elaboración propia. Google Earth. 4.5. Activismo político y social El activismo político y social en Lavapiés es transversal y heterogéneo. Se ve reflejado en el territorio a través de diversas y numerosas formas de activismo como las asociaciones (de carácter institucional o independientes), los espacios de divulgación y producción de conocimiento alternativo, la okupación y los movimientos sociales, caracterizados por una ideología de izquierdas, independiente, cercana al movimiento feminista y a la acción colectiva, y a formas alternativas de hacer ciudad y de convivir. En cuanto al asociacionismo actual en Lavapiés, este es heredero de las luchas en los barrios madrileños en los años 60-70 del siglo XX centradas en la demanda de infraestructuras y en la denuncia de la carencia de las necesidades básicas de la población en las zonas más degradadas de Madrid, poniendo especial atención en las luchas por una vivienda digna. Como se observa en la tabla VI, en el Ayuntamiento hay inscritas en 2016 alrededor de 20 asociaciones en el territorio de Lavapiés. Tabla VI. Número de asociaciones por tipo. Fuente: A.Madrid. Los espacios de divulgación y producción de conocimiento alternativo, como se puede ver en el mapa 8, se distribuyen por todo su territorio. Son, quizás junto a los espacios okupados, los máximos garantes del activismo político de la zona e incluso de toda la ciudad de Madrid. Espacios como el Local Anarquista Magdalena, la sede del Periódico Diagonal o la editorial y librería Traficantes de Sueños. Mapa 8. Activismo político y social. Fuente: Elaboración propia. Google Earth La okupación (ocupación ilegal de viviendas o de espacios vacíos), por su parte, es igualmente una práctica de activismo tanto político como social. No se entiende el movimiento okupa de Madrid sin Lavapiés, al igual que no se entiende Lavapiés sin la larga historia de okupación en su territorio (mapa 9). El auge del movimiento okupa en Lavapiés se desarrolló en los años 90 del siglo XX, aunque ya antes existían en esta zona este tipo de prácticas. Las dos formas de okupación más comunes en Lavapiés han sido: la okupación de viviendas para personas y familias del barrio con escasos recursos; y la okupación de edificios y locales para su uso como espacios de ocio, sociales y culturales, de creación de contracultura y preocupados por las necesidades de la zona al margen de las formas de vida hegemónicas19. Estas ocupaciones ilegales han finalizado siempre con el desalojo de los inmuebles (más común) o con la cesión por parte de la propiedad (privada o pública) de los mismos. Los episodios de okupación que más se alargaron en el tiempo fueron la sucesión de okupaciones conocidas bajo el nombre genérico de “El Laboratorio”20. Pueden observarse en el mapa 10 los diferentes espacios okupados en Lavapiés (en color los ya desalojados; en color los actuales). 19 Fuente: Oficina de Okupación de Madrid El Laboratorio surgió de la okupación de un inmueble en 1997, y tras su desalojo nacieron el “Labo II”, “Labo III” y “Labo IV” desalojado en 2003, para finalmente crearse el “Laboratorio en el exilio” sin ubicación fija. 20 Actualmente, la okupación en Lavapiés está caracterizada por su vinculación a la producción de un conocimiento no hegemónico, al consumo no capitalista, al apoyo mutuo, a la creación de espacios de convivencia y aprendizaje no estandarizado. Algunas de las actividades que se realizan en estos espacios son: talleres de idiomas, de yoga, ciclos de cine, huertos urbanos, jornadas y charlas-debate sobre temas que preocupan a la gente del barrio. Mapa 9. Mapa histórico de Espacios Okupados en Lavapiés21. Fuente: Oficina de Okupación de Madrid. Mapa 10. Espacios Okupados actualmente en Lavapiés. Fuente: Elaboración propia. Google Earth. Otros movimientos sociales que se dan en Lavapiés son la Asamblea Popular de Lavapiés surgida tras las movilizaciones del 15M, la Red Lavapiés (nacida en 1997, conjuga grupos y personas relacionadas con el feminismo, el derecho a la vivienda, las migraciones o la okupación), la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) o Juventud Sin Futuro, entre otras plataformas que luchan en Madrid por diferentes derechos y necesidades de la ciudadanía y que trasladan también a Lavapiés sus reivindicaciones. 21 Hubo otros espacios okupados en Lavapiés entre los 90 y la actualidad. 5. Conclusiones La cultura como renta de monopolio En el contexto de la globalización, la producción cultural se ha convertido en una de las estrategias más importantes para la regeneración de barrios y zonas centrales de las ciudades globales. Estos lugares concentran gran potencial cultural y arquitectónico por ser el centro de la ciudad y conservar la tradición del territorio. En algún momento estos lugares fueron abandonados por las administraciones públicas hasta que llegó el momento en que estas mismas consideraron la zona con un potencial de rentabilidad elevado. De esta manera y entendiendo cuál es la renta de monopolio que de este territorio se puede extraer, la administración comienza a intervenir en la zona, los planes de rehabilitación se centraron sobre todo en mostrar una imagen renovada de la zona rehabilitando fachadas, reformando plazas y calles, y dando una imagen y sensación de seguridad que contrastara con el estigma social que Lavapiés llevaba en su nombre: la cultura. Una cultura acorde a los nuevos designios del territorio intervenido, una cultura del consumo, que revalorice la zona, que atraiga a personas de un estatus socioeconómico y cultural mayor, que haga de la zona un nodo cultural global a través de la producción cultural. Las características que hacen de este un territorio cultural son la multiculturalidad y la diversidad materializadas en el territorio a través de manifestaciones culturales relacionadas con los grupos sociales que habitan y transitan la zona, fruto de la mezcolanza de grupos étnicos, religiones, culturas, clases sociales, gustos, necesidades, maneras de vivir, maneras de producir, maneras de sentir, maneras de crear,… La multiculturalidad es una estrategia más de las políticas urbanas neoliberales para ofrecer Lavapiés a grupos sociales que capten su exotismo y revalorizan la zona; es la mercantilización en forma de rentas de monopolio de la zona como “barrio multicultural”, moderno, joven, dinámico. A través de su oferta de ocio-restauración, se convierte también en un espacio de consumo, donde prácticas tradicionales, como es el tapeo por Madrid, se reconvierten en actividades donde prima también una “economía de la experiencia”. Es el consumo de localizaciones: una localización que se describe en la publicidad como multicultural, a la vez que se consumen experiencias como “lo tradicional”, “lo decadente”, “lo alternativo” o “lo creativo”. Algunas de estas nuevas actividades en Lavapiés son: la aparición de gran número de teatros tanto institucionales como independientes y galerías de arte, o la concentración de gran número de artistas de diversa índole. Lavapiés es un buen ejemplo de territorio que ha sabido adaptarse a las nuevas circunstancias, donde la degradación social y territorial ha devenido en un territorio de gran diversidad social y cultural. Ha sabido acoger a la oleada de inmigrantes extranjeros que llegaron en los años 90 del siglo XX a Madrid y reciclar su comercio dando cabida en sus dinámicas a nuevos tipos como el comercio étnico, al por mayor o los bares que ahora regenta gente joven, así como los nuevos espacios de producción de conocimiento y cultura como son las galerías de arte, los estudios de moda o las librerías especializadas. Prácticas alternativas y resistencia Lavapiés se caracteriza por ser uno de los territorios “alternativos” de la capital debido a la gran cantidad de prácticas y actividades que se dan fuera de los circuitos tradicionales del capital. Pero el capital global ha sabido valorar iniciativas locales peculiares que incluso pueden ser antagónicas a su propio funcionamiento disciplinario; se trata de desarrollos culturales locales divergentes e incontrolables, pero que son entendidos también como prácticas culturales transgresoras por su gran originalidad, creatividad y autenticidad como son los Centros Sociales Autogestionados como el CSA La Tabakalera. Sin embargo, como territorio “alternativo” Lavapiés también escapa de las manos de la administración a través de las numerosas manifestaciones del activismo político y social y la acción colectiva que se dan en su territorio que ponen en el centro de los conflictos el derecho a la ciudad. Librerías independientes de índole anarquista o especializadas en movimientos sociales (como Traficantes de Sueños), locales feministas (como la Eskalera Karakola), periódicos alternativos (como El Diagonal) o Centros Sociales Okupados (CSO La Quimera o Esta Es Una Plaza). Este conjunto de agrupaciones “alternativas” hacen que Lavapiés sea considerado un territorio “en lucha”: lucha contra la especulación inmobiliaria, contra los desahucios, contra las políticas xenófobas; a favor de la creación de una cultura alternativa relacionada con el movimiento anticapitalista, el activismo y la militancia de izquierdas. La lucha por la ciudad en la que están inmiscuidos diversos frentes tiene como finalidad la apropiación física y simbólica de la misma. Así, mientras que las fuerzas políticas neoliberales se insertan en las dinámicas de Lavapiés (mediante, como se ha visto, la estrategia de la renovación urbana acorde con los requerimientos del mercado global y el capital económico), los movimientos sociales urbanos se configuran como prácticas de resistencia a este tipo de ciudad, reivindicando el derecho a la ciudad de todos los ciudadanos a través de prácticas discursivas alternativas a las hegemónicas basadas en alternativas sociales y políticas. Gentrificación En Lavapiés se están dando algunas de las características del proceso de gentrificación (definido en el planteamiento teórico por Smith y Checa-Artasu). La mayoría de estudios sobre gentrificación indican que es uno de los procesos globales que suceden en los barrios céntricos de las ciudades globales. Es cierto que Lavapiés es tradicionalmente un barrio pobre y proletario caracterizado por rentas bajas y ubicado en el centro de la ciudad de Madrid, está siendo reformado a partir de actuaciones urbanas y que, además, ha sufrido durante años la decadencia y la dejadez por parte de la administración que hacían de ella una zona degradada. Sin embargo, otros puntos de la definición de Neil Smith (2012: 74) no se reflejan por el momento en Lavapiés y no se sabe si se darán en un futuro (como la compra de vivienda por la clase media, la vuelta de la alta burguesía a esta zona cuando en Lavapiés nunca ha residido la alta burguesía o el proceso de desplazamiento masivo de residentes de rentas bajas, proceso que por el momento no se ha vislumbrado claramente en Lavapiés). Tras el análisis de las dinámicas en Lavapiés, se pueden definir tres agentes gentrificadores que producen este fenómeno complejo. Por un lado, el gobierno local interesado en la regeneración urbana, económica y social ha promovido actuaciones de rehabilitación y revitalización de la zona vinculadas a la reforma de edificios singulares como el Teatro Valle-Inclán, la reforma de plazas y espacio público como la plaza de Nelson Mandela o la promoción de eventos como Tapapiés o Los Artistas del Barrio. En otro lugar, son los grupos sociales que habitan y transitan Lavapiés quienes sin una intención directa de gentrificar son igualmente agentes gentrificadores ya que sus prácticas alternativas al capital están igualmente inmersas en los circuitos globales y hacen de Lavapiés un lugar atractivo para ciertos grupos sociales como las clases medias globales y la clase creativa. Por último, la producción cultural como agente gentrificador supone la atracción de ciertos tipos de población: artistas y clase creativa, pero también al turismo, dinámicas insertas en el mercado económico global que hacen de la zona un lugar alternativo, bohemio, cosmopolita y multicultural. Se puede concluir que Lavapiés sufre un proceso de gentrificación cultural. Pero cabe preguntarse ¿por qué Lavapiés no se ha convertido ya en lo que son ahora Chueca o Malasaña? Y es que hay ciertos matices que ralentizan este proceso y que tal vez impidan que se cumpla totalmente. Se trata de tres dinámicas principalmente: la llegada de población inmigrante y su arraigo en la zona; la crisis inmobiliaria que ha ralentizado la reforma y revalorización del mercado inmobiliario en la zona; y las prácticas de resistencia22 que en Lavapiés a través de los movimientos sociales y alternativos han tenido y tienen lugar, que se imponen frente a la especulación inmobiliaria y crean un tipo de ocio alternativo al ofertado por la administración y las movilizaciones vecinales por los bienes comunes urbanos son fuertes agentes antihegemónicos que, en mayor o menor medida, luchan frente al capitalismo global que considera los territorios como mera mercancía comercializable y como elemento de consumo global. En este sentido, el modelo neoliberal de ciudad que desde el gobierno de la ciudad de Madrid se está impulsando desde finales del siglo XX es un modelo basado en prácticas rentables para la ciudad, y todas las partes de la ciudad deben tener esta especificidad. Es el urbanismo del individualismo y de la no interacción, es el urbanismo de la imagen y no del uso, es el urbanismo del marketing y no el urbanismo ciudadano. Pero como se ha visto, a la vez que existe el modelo de ciudad construido desde arriba, existe también el modelo ciudadano que se materializa a través de las luchas y las reivindicaciones y la producción alternativa de conocimiento. Así, se puede decir que Lavapiés es un lugar de encuentro, de socialización, de conversación, de diversidad, pero también de conflicto, de marginalidad, de exclusión y de resistencia. 22 Existe de hecho la Plataforma Lavapiés Ingentrificable: lavapiesingentrificable.noblogs.org 6. Bibliografía BAUMAN, Zygmunt (2006). “Refugiarse en la Caja de Pandora o miedo y seguridad en la ciudad”, en Vida Líquida. Zahar. BORJA, Jordi (2013). Revolución urbana y derechos ciudadanos. Madrid, Alianza. 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