Pérez Arrau, G. (2010) - Fae
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Pérez Arrau, G. (2010) - Fae
07-08/2010 Nacido para el curry carMeNÈre Made for curry MERCADO DE EEUU LOS DESAFÍOS PENDIENTES U.S. MARKET THE CHALLENGES AHEAD RELACIÓN VIÑAS-ENÓLOGOS CON GUANTE BLANCO WINERY-WINEMAKER RELATIONSHIP A KIDGLOVE AFFAIR NUEVAS CEPAS EN CHILE # 35 $ 3.500 CH I LE N I S E I T E I ! N EW VAR Surprise AL DÍA BUD BREAKING NEWS L OGOS ÓL N RE ÓN VIÑAS I -E AC TRATO CON GUANTE BLANCO UNA VIÑA QUE PRETENDA SER EXITOSA BUSCARÁ TENER LOS MEJORES ENÓLOGOS, y, por tanto, es esperable que haga su máximo esfuerzo por atraerlos, mantenerlos y desarrollarlos, ofreciéndoles las mejores condiciones de trabajo, de modo que estén motivados y comprometidos y desplieguen al máximo sus capacidades técnicas y creativas. ¿Cuáles son esas condiciones laborales óptimas para los enólogos? ¿Cómo es la realidad en Chile? Un estudio realizado en el país nos da algunas luces al respecto. GREGORIO PÉREZ A., PhD. Doctor en Administración U. de Santiago 54 ▼ VITIS Magazine l JULIO/AGOSTO 2010 WINERY-WINEMAKER RELATIONSHIP E N LOS ÚLTIMOS AÑOS los enólogos han aparecido frente a los consumidores como los “trabajadores estrella” en la industria del vino, una mezcla entre médicos brujos, genios excéntricos e iluminados, que transforman simple uva en el más delicioso de los brebajes. Son vistos como profesionales talentosos, creativos e innovadores, capaces de marcar diferencia en la producción de vinos de alta calidad, en un mercado cada vez más exigente y competitivo. Algunos, los más famosos, imprimen sus nombres en las etiquetas; salen en revistas; participan en eventos importantes; son reconocidos entre sus pares y gozan de una encomiable reputación a nivel nacional e internacional. A pesar de que hacer un buen vino también depende de otros factores, principalmente de la calidad de la uva (tomando relevancia el viticultor), y en su éxito comercial influyen además las acciones de marketing, es indudable que el enólogo y su equipo son los protagonistas de este proceso, y sus conocimientos son los que, en última instancia, determinan el carácter y la calidad del producto. Una interesante perspectiva para analizar el trabajo de los enólogos y sus condiciones laborales ideales es la recientemente aparecida teoría de los trabajadores del conocimiento (knowledge workers). Este concepto fue introducido por el gurú de la administración Peter Drucker en 1959, pero sólo adquirió relevancia en la última década debido a la creciente importancia del conocimiento como factor productivo en las organizaciones. En la literatura especializada, los trabajadores del conocimiento han sido retratados como empleados altamente calificados, que no obedecen al mismo patrón de comportamiento que un profesional común y que, por tanto, requieren un trato distinto por parte de la administración de sus TREATMENT WITH KID GLOVES Any winery pursuing success will try to find the best winemakers in the market. Hence, their best efforts will be aimed at luring, keeping and developing them by offering the best possible work conditions and thus making sure that they feel motivated, engaged and at ease to deploy their finest technical and creative capabilities. Which are those optimal work conditions for winemakers? What is Chile’s reality in this regard? A study conducted in the local market offers some useful findings. OVER THE PAST FEW YEARS, winemakers have glittered in the eyes of consumers as the “stars” of the wine industry –a mix of a witch doctor and an eccentric and wise genius capable of turning grape into the most delicious beverage. Winemakers are seen as talented, creative, and innovative professionals capable of making a difference in the production of high quality wines in an increasingly more demanding and competitive market. Some of them, i.e., the most renowned among winemakers, sign their labels, are the subject of feature articles in magazines, take part in events, are acknowledged by their peers and respected both locally and internationally. Although making good wine also depends on a number of other factors, mostly the quality of grapes (where the vintner moves into the spotlight), and although marketing will certainly determine whether that wine will succeed in the market or not, it is undeniable that both the winemaker and their team play the major role in the process, and that their knowledge ultimately determines the quality and the character of the product. The recently introduced ‘knowledge workers’ theory proves useful to analyze winemakers’ work and their work conditions from an interesting vantage point. This concept was introduced by management guru Peter Druker in 1959 but only became popular in the past decade as a result of the growing importance of knowledge as a production factor. In specialized literature, knowledge workers have been referred to as highly-skilled workers who show a different behavior pattern, hence, they need to be treated differently by the management. In plain English, a person whose level of education and experience is above the average, who differs from manual workers because he/she performs a ▼ VITIS Magazine l JULIO/AGOSTO 2010 l 55 AL DÍA BUD BREAKING NEWS En un reciente estudio realizado entre enólogos chilenos, se encontró que la gran mayoría está conforme con sus condiciones laborales. En general, tienen suficiente autonomía, flexibilidad y participación, consideran su tarea desafiante, cuentan con un equipo apropiado y un ambiente de aprendizaje para realizar su labor adecuadamente. organizaciones. En términos simples, es un individuo de educación y experiencia superior al común, que se diferencia del trabajador manual por realizar una tarea compleja, no rutinaria, que requiere mayormente el uso de pensamiento abstracto. Realiza una labor intelectual creativa y su aporte determina en gran medida la capacidad de innovación en su organización, de ahí que son altamente valorados en el mercado. Desde el punto de vista organizativo y administrativo, los enólogos representan un desafío a la visión más clásica de la administración de recursos humanos. Esto porque los modelos y técnicas comúnmente usadas no sólo pueden resultar ineficaces, sino que, peor aún, en muchos casos pueden producir el efecto contrario al deseado. complex, non-routine task that mostly calls for abstract thinking. Winemakers perform a creative, intellectual task and their contribution greatly determines the innovation capacity of the company they work for; hence, they are highly sought for in the market. From the organizational and administrative point of view, winemakers are a challenge to the more classic human resources management because not only can customary models and techniques prove inefficient, but in most cases they can produce an undesired outcome. MANAGING KNOWLEDGE WORKERS CÓMO ADMINISTRAR A LOS TRABAJADORES DEL CONOCIMIENTO La distinción de los trabajadores del conocimiento como un tipo especial de empleado es algo reciente, por lo que en las escuelas de administración aún prevalece un enfoque que considera la fuerza laboral como homogénea. En consecuencia, es común encontrar que estos trabajadores son incomprendidos y limitados dentro de las organizaciones. Esto sin contar las barreras propias de la cultura de cada país, con las cuales el trabajador del conocimiento debe lidiar en el día a día, configurando un escenario a menudo lleno de problemas no técnicos que deben ser resueltos. Para desempeñarse adecuadamente, los trabajadores del conocimiento requieren altos grados de autonomía en la toma de decisiones; flexibilidad en cuanto a tiempo, lugar de trabajo y función que realizan; trabajar con equipos altamente calificados (en lo posible también trabajadores del conocimiento); ser considerados en las decisiones importantes de la empresa; ser entendidos en cuanto a la naturaleza compleja de su labor; y trabajar en un ambiente de aprendizaje. AUTONOMÍA. En el caso de los enólogos, la autonomía se traduce en la posibilidad de tomar sus propias decisiones, tener el control de su trabajo, y, en definitiva, ser el principal responsable del vino. Si bien en general gozan del nivel de autonomía necesario para su trabajo, algunos factores sociales y culturales van en desmedro de ese aspecto generando importantes limitaciones. Es fundamental que los administradores y 56 ▼ VITIS Magazine l JULIO/AGOSTO 2010 Only recently have knowledge workers started to be classified as a special type of employee. Accordingly, schools of administration continue to refer to a uniform work force. Consequently, it is not unusual that these workers are misunderstood and not quite free to act within their organizations. Besides, there are the barriers inherent to every country’s culture: mostly non-technical issues that need to be solved and that knowledge workers have to struggle with day by day. To perform properly, knowledge workers need autonomy to make their decisions; flexibility in terms of time, place and role; the support of a highly-skilled team (knowledge workers themselves); to be considered in major corporate decisions; to be understood as to the nature of their work; and to work in a learning environment. AUTONOMY. In the case of winemakers, autonomy translates into the possibility of making their own decisions, having control of their job and, being largely responsible for wine. Although overall they have the necessary level of autonomy to do their job, some social and cultural factors take a toll of that self-governance and greatly curb their autonomy. It is critical for winery managers and owners to trust their winemakers’ capacities and to delegate responsibilities to them. SATISFACCIÓN DE ENÓLOGOS CON ALGUNOS ASPECTOS LABORALES WINEMAKER SATISFACTION WITH SOME ASPECTS OF THE JOB TAMAÑO EMPRESA AUTONOMÍA FLEXIBILIDAD PARTICIPACIÓN TAREA DESAFIANTE CALIDAD DEL EQUIPO DE TRABAJO AMBIENTE DE APRENDIZAJE SUPERVISIÓN CAPACITACIÓN OPORTUNIDAD DE APRENDER COMPANY SIZE AUTONOMY FLEXIBILITY PARTICIPATION CHALLENGING TASKS QUALITY OF THE WORK TEAM LEARNING ENVIRONMENT SUPERVISION TRAINING LEARNING OPPORTUNITIES 79% 71% 75% 88% 71% 67% 54% 71% 71% 76% 65% 88% 76% 59% 41% 71% 100% 100% 100% 100% 80% 100% 60% 80% PYME (24) SME MEDIANA (17) MEDIUM GRANDE (5) LARGE dueños de las viñas confíen en las capacidades de sus enólogos y deleguen la responsabilidad en ellos. FLEXIBILIDAD. Es también fundamental la flexibilidad laboral, tanto en horarios de trabajo como en las actividades que comprende su función dentro de la organización. Como en general los enólogos están altamente comprometidos con su trabajo, sería un error garrafal para una viña tratar de limitar su libertad a través de controles innecesarios. EQUIPOS CALIFICADOS. Los trabajadores del conocimiento también requieren contar con un equipo de trabajo compuesto por personal altamente capacitado, con quienes puedan comunicarse fluidamente, intercambiar experiencias y puntos de vista, delegar tareas y, en definitiva, generar la sinergia propia de los buenos equipos. Para esto un punto elemental es la confianza, por lo que una administración preocupada por sus trabajadores del conocimiento debe monitorear permanentemente este aspecto a fin de corregir situaciones que atenten contra ella. Esto es especialmente importante en la cultura chilena, ya que aquí no se acostumbra a confiar en los demás a menos que existan relaciones interpersonales probadas a lo largo del tiempo. Tampoco ayuda un estilo de dirección demasiado autoritario, ni una cultura organizacional paternalista, ambos rasgos característicos del ambiente laboral chileno. TRATO ESPECIAL. Como trabajador del conocimiento, el enólogo se considera a sí mismo distinto de los demás trabajadores. Sus conocimientos únicos, la dedicación y pasión que pone en lo que hace, el prestigio interno y externo de “conocedor” lo hace sentir especial y, consecuentemente, espera ser tratado en forma distinta. Como consecuencia, sus expectativas van más allá de la simple ejecución de sus funciones, y espera un trato a su medida. En la literatura especializada se mencionan diversas formas mediante las cuales las organizaciones pueden satisfacer dichas expectativas, como por ejemplo, haciéndolos participar en las decisiones importantes del negocio, la aceptación de conductas aparentemente excéntricas y sinsentido, la posibilidad de poder elegir a las personas que conformarán sus equipos, y la participación en actividades y eventos aparentemente no relacionados con el trabajo. Se sugiere que las organizaciones debieran ir más allá de la administración tradicional y las prácticas convencionales, y que debieran tener una perspectiva amplia y una “mente abierta”, aceptando mayor libertad en la gestión de los trabajadores del conocimiento. FLEXIBILITY. Work flexibility is also crucial, both regarding the work hours and the activities winemakers perform within the organization. Since in general winemakers are highly committed to their endeavor, it would be a major mistake if a winery tries to restrict the winemaker’s freedom through unnecessary controls. SKILLED TEAMS. Knowledge workers also need to rely on a team consisting of highly-skilled personnel who they can communicate smoothly with, exchange expertise and points of view, delegate tasks and generate the synergy inherent to efficient teams. To those ends, trust is pivotal. Therefore, any management concerned about its knowledge workers must permanently monitor this aspect to remedy any issues impairing it. This aspect is particularly important in Chile, since Chileans are reluctant to trust others unless there’s a long-standing relationship to back up such trust. A markedly authoritative management approach or, alternatively, a paternalistic organizational culture –two endemically Chilean characteristics of the work market– are not advisable either. SPECIAL TREATMENT. As knowledge workers, winemakers consider themselves different from other employees. Their unique knowledge, their dedication, the passion they put into what they do, and the inner and outer “connoisseur” prestige make them feel special and expect to be treated accordingly. Consequently, their expectations go beyond the pure and simple execution of their work and they expect kid glove treatment. Various references may be found in specialized literature as to how organizations can meet those expectations, such as, having knowledge workers participate in major business decisions, accepting their unusual, apparently eccentric behavior, the possibility of being able to choose the members of their teams, and involvement in activities and events not apparently related to their work. Organizations are recommended to go beyond the traditional management approach and customary practices, and to apply a broad mind to accept greater freedom from knowledge workers. LEARNING. Winemakers need to work in a learning environment. This notion so characteristic of the educational field has been recently adapted to the business ▼ VITIS Magazine l JULIO/AGOSTO 2010 l 57 AL DÍA BUD BREAKING NEWS La dificultad de organizar, dirigir, coordinar y controlar la tarea altamente compleja del enólogo, ha desembocado en una situación de excesiva complacencia en el manejo del talento y del conocimiento de los empleados clave de las viñas. APRENDIZAJE. Los enólogos requieren trabajar en un ambiente de aprendizaje. Este concepto propio del ámbito educacional ha sido recientemente adaptado a la teoría de la administración de empresas, y en especial a aquellas que abordan el trabajo del conocimiento. Tres aspectos elementales de un ambiente de aprendizaje se refieren a la existencia de líderes preparados, oportunidades de aprender formal e informalmente, y la posibilidad de establecer y participar en redes sociales. En términos de liderazgo, un trabajador del conocimiento necesita un “líder servidor”, que mantenga una comunicación abierta y fluida, y por sobre todo dispuesto a cooperarle en todo aquello que necesite. Partiendo del supuesto que un enólogo es un trabajador automotivado, el líder debe proporcionarle las mejores condiciones de trabajo posibles y “protegerlo” de aquellas “amenazas” que puedan mermar su trabajo, tales como un ambiente hostil, condiciones inadecuadas, poca flexibilidad, falta de una cultura innovadora, etc. Las oportunidades formales e informales de aprender son necesarias para los trabajadores del conocimiento. Las formales se refieren a las tradicionales actividades de capacitación, mientras que las informales hacen referencia a un ambiente distendido donde es posible intercambiar puntos de vista, donde es posible tomar algún riesgo a través de pruebas de ensayo y error, en el cual la búsqueda de innovación es una premisa básica de las decisiones. Por una parte sería esperable que una organización que valora el conocimiento estuviera atenta a las oportunidades de formación que ayuden al cumplimiento de sus objetivos estratégicos, y que pusiera a disposición los recursos necesarios para que sus empleados estén actualizados. Por otra parte, los administradores deben promover y proteger una cultura que valore la creatividad e innovación, en la cual los trabajadores del conocimiento puedan aprender cosas nuevas. Por último, resulta curioso ver cómo las viñas asumen resignadamente que sus enólogos compartan información relevante de su empresa con colegas de viñas de la competencia. La respuesta a este enigma es que su principal forma de aprendizaje se da por medio de las redes sociales, las que en base a un trato implícito de reciprocidad, benefician tanto a enólogos como a las empresas donde ellos se desempeñan. En ese sentido, las organizaciones no sólo deben aceptar este intercambio (involuntario) de información, sino que además facilitarlo y promoverlo como parte de su política. Desde la óptica de la gestión del conocimiento, la información que se transfiere a través de la red social de los 58 ▼ VITIS Magazine l JULIO/AGOSTO 2010 management theory and particularly to those companies addressing knowledge work. Three key aspects of a learning environment deal with the existence of prepared leaders, opportunities for formal and informal learning, and the possibility of building and participating in social networks. In terms of leadership, knowledge workers need a “serving leader” who keeps open and fluid communication and, above all, who is willing to assist them in anything they may need. Starting with the assumption that winemakers are self-motivated workers, the leader must offer them the best possible work conditions and “protect” them from those “threats” that may affect their work, such as a hostile environment, inadequate conditions, little flexibility or lack of an innovative culture, etc. Formal and informal learning opportunities are a must for knowledge workers. Formal learning opportunities refer to traditional training activities, while informal learning designates a casual environment that lends itself for an exchange of different points of view, where some risks may be taken through trial and error, where the search for innovation is a basic premise of decisions. On the one hand, any organization that values knowledge would be expected to monitor training opportunities to help attain its strategic objectives and to make available the necessary resources for their employees to remain up-to-date. On the other, managers must advance and protect a culture that values creativity and innovation amid which knowledge workers can learn new things. Finally, it’s intriguing to see how wineries resignedly accept that their winemakers share corporate information with their colleagues from competitor wineries. The key to this puzzle is that their largest source of learning stems from their social networks, which relying on an implicit reciprocity agreement, benefit both winemakers and the companies they work for. In this sense, companies not only have to accept that (involuntary) exchange of information, but they also need to facilitate and promote it as part of their corporate policy. From the point of view of knowledge management, the information transferred thru knowledge workers es posiblemente uno de los recursos más valiosos con los que puede contar una empresa que requiere conocimiento intensivo. the knowledge workers’ social network is perhaps one of the most valuable resources a company in need of intensive knowledge can rely on. EXPERIENCIA EN CHILE THE CHILEAN EXPERIENCE En un reciente estudio realizado entre enólogos trabajando en producción de vino en Chile, se encontró que la gran mayoría está conforme con sus condiciones laborales, en particular aquellas consideradas esenciales para el trabajo del conocimiento (ver tabla). Esta tendencia se mostró en forma similar en empresas pequeñas y medianas, mientras que quienes trabajan en grandes compañías manifestaron aún mayor satisfacción. Los resultados arrojan que, en general, los enólogos tienen suficiente autonomía, flexibilidad y participación, consideran su tarea desafiante, cuentan con un equipo apropiado y un ambiente de aprendizaje para realizar su labor adecuadamente. A pesar de este positivo panorama, no todo es perfecto. En entrevistas realizadas como parte de este mismo estudio, se encontró que existen aspectos laborales en los cuales las empresas debieran poner atención a fin de mejorar aún más el ambiente laboral del enólogo. Un ejemplo es el problema de la retención. Mientras la visión más tradicional de las remuneraciones e incentivos supone que a mayor monto de salario, mayor motivación y compromiso de un empleado con la firma en que se desempeña, la realidad de los trabajadores del conocimiento es distinta. Para ellos un aspecto tanto o más atractivo que el dinero es la oportunidad de aprender, a tal punto que estarían In a recent study among winemakers involved in wine production in Chile, the vast majority expressed their satisfaction with their current working conditions, especially those considered the core conditions of knowledge work (see table). The degree of satisfaction was quite similar in small and medium businesses, but jumped significantly in the case of large companies. Results indicate that, broadly speaking, winemakers enjoy sufficient autonomy, flexibility and participation. They see their job as a challenging task, consider their work team appropriate, and enjoy a learning environment that enables them to carry out their job adequately. Despite this positive overall picture, the job is far from idyllic. During this same study, a number of aspects were mentioned that require attention in order to further improve the winemakers’ work environment. One case in point is employee retention. While the traditional approach postulates that a high compensation is enough to secure an employee’s motivation and commitment to the company, knowledge workers move E N I TAL IA • • OR IG AL DÍA BUD BREAKING NEWS Resulta curioso ver cómo las viñas asumen que sus enólogos compartan información relevante de su empresa con colegas de viñas de la competencia. La respuesta a este enigma es que su principal forma de aprendizaje se da por medio de las redes sociales. dispuestos a cambiarse de trabajo si de ello dependiese el estar o no actualizado. Esto explicaría en parte el porqué cada año un número no menor de enólogos deja un empleo relativamente estable y bien remunerado por aventuras laborales más inciertas, pero con mejores oportunidades de aprendizaje. En este sentido, una tarea prioritaria para un administrador que desee que su enólogo estrella siga trabajando en su viña es, precisamente, procurar un ambiente adecuado en el cual pueda aprender cosas nuevas y desarrollarse en su campo de especialidad. Para ello es fundamental tener líderes participativos e innovadores, invertir en todo tipo de actividades de capacitación y actualización, crear vínculos y redes con otras viñas y organizaciones del rubro, fomentar la creatividad y el trabajo en equipo, invertir en I+D, etc. Desde la perspectiva de la gestión del conocimiento y del capital humano, las empresas debieran tener un rol más activo en retener a aquellas personas cuyo trabajo contribuye a crear una ventaja en el mercado. Contrariamente, en algunas entrevistas del estudio, varios de ellos describieron cómo en un momento dado decidieron cambiar de trabajo debido a que “se había acabado el encanto” y cómo en esa situación la empresa hizo poco y nada para retenerlos. Más aún, algunos jefes de personal entrevistados indicaron la inexistencia de una política de retención de empleados, y que la postura más bien es que “nadie es imprescindible”. Aquí es importante señalar que, si bien es cierto que todos los empleados son de alguna forma reemplazables, en el caso de los trabajadores del conocimiento, la “fuga de cerebros” puede llevar a una pérdida difícil de recuperar en el corto y mediano plazo. Otro aspecto importante de mencionar es la actividad de capacitación en las viñas en relación a los enólogos. Se encontró que las empresas tienen un rol bastante menor y pasivo en la gestión de esta tarea. En vez de participar proactivamente en la detección de necesidades, ejecución y evaluación de las actividades de capacitación, las empresas se limitan a reaccionar a las demandas del enólogo, generalmente financiando sus peticiones, pero sin que éstas tengan necesariamente una orientación estratégica. Asimismo, muchas viñas tienden a tomar una actitud contemplativa al ver como sus enólogos reciben entrenamiento gracias a la estrategia de promoción de productos por parte de proveedores, sin que ellas tengan alguna injerencia en la decisión de sus contenidos. Por el contrario, una administración de los recursos humanos con enfoque estratégico, y en especial de los trabajadores del conocimiento, indica que las empresas deben orientar sus esfuerzos de capacitación en forma proactiva, planificada y sistemática de acuerdo a las metas y objetivos organizacionales. 60 ▼ VITIS Magazine l JULIO/AGOSTO 2010 in a different orbit. For them, learning opportunities are as or even more important that the pay. So much so that winemakers seem ready to change jobs if this means they will be more updated. This explains, at least in part, why each year a significant number of winemakers give up a relatively stable and well-paid job to venture into more uncertain jobs that nonetheless offer greater learning opportunities. In this sense, those wineries that want their star winemakers to remain with them should ensure a learning environment where they feel they can develop their expertise. To that end, wineries need to rely on participative and innovative leaders, invest in all kinds of training and updating activities, create links and networks with other wineries and industry-related companies, promote creativity and teamwork, invest in R&D, etc. From the point of view of knowledge management and human capital, wineries should take active steps to retain employees who help create a market advantage. In some of the interviews, winemakers justified their decision to change jobs because “the magic had faded” and the company did little or nothing to retain them. Furthermore, some HR managers mentioned the lack of an employee retention policy and that the prevailing attitude is closer to the old “no one is indispensable”. It is important to mention, however, that although nobody is completely irreplaceable, a knowledge brain drain can lead to a void that is very hard to fill in the short or medium term. Also worth mentioning are winemaker training programs. In this respect, wineries are rather passive. Instead of proactively identifying training needs, evaluation and execution opportunities, most wineries limit themselves to responding to the winemaker’s demands by financing their requests without necessarily coupling them to a strategic orientation. Similarly, many wineries content themselves with watching their winemakers attend the trainings provided by their vendors, though this means they have no control over the contents delivered. Conversely, a HR management policy based on a strategic approach, in particular towards its knowledge workers, is indicative of the fact that the company has planned its training actions proactively and systematically in line with the organization’s goals and objectives. Another frequently mentioned issue that is the macho culture that prevails among winery workers. While winery management and professionals have embraced a commendable attitude towards the incorporation of Otro problema frecuentemente mencionado por las enólogas se refiere al machismo entre los trabajadores de bodega. Mientras la dirección y los profesionales de las viñas han adoptado una elogiable actitud hacia la participación de mujeres en un rubro tradicionalmente masculino, a nivel operario permanece firme la cultura de macho. Esto lleva a que las enólogas deban cambiar radicalmente sus estilos de dirección, desde uno participativo y orientado al empowerment, a uno más bien autoritario y paternalista, alejándose del ambiente innovador en el que supuestamente debiera trabajar. Frente a esto muchas viñas no siempre toman un rol activo para “proteger” a su enóloga de la avasalladora cultura, sino que, por el contrario, algunas prefieren dejar la situación en manos de la profesional (a veces claramente superada por las circunstancias), o simplemente dejar que el problema “se resuelva solo”. La evidencia encontrada muestra que, en oposición a una visión de gestión de recursos humanos con enfoque estratégico, algunas viñas han optado por dejar que “el genio trabaje solo”. La dificultad de organizar, dirigir, coordinar y controlar la tarea altamente compleja del enólogo, sumada al desconocimiento de la naturaleza propia de los trabajadores del conocimiento ha desembocado en una situación de excesiva complacencia en el manejo del talento y del conocimiento de los empleados clave de las viñas. Es un hecho que el trabajador del conocimiento puede trabajar solo, pero también es cierto que la administración racional de empresas puede y debe “pavimentarles el camino” para hacerles más ANAS_ORIG_AV_FUNGICIDAS_VITIS MAGA_22x15_29.07.2010.pdf 29-07-10▼ 11:29 fácil la labor y, de paso, beneficiar a la organización en su1 conjunto. women into roles traditionally held by men, the culture among field and blue-collar workers remains markedly macho-inclined. This forces female winemakers to introduce radical changes in their natural leadership, from an inclusive, empowering style to an authoritative, paternalistic attitude that is far away from the innovative environment where they should be working. In this respect, many wineries fail to take an active role to “protect” their female winemakers from this overwhelming culture. On the contrary, some prefer to leave the problem for the winemaker herself to resolve (even though she is often overpowered by circumstances) or simply let the dust settle. Results show that, instead of developing a strategically focused HR management vision, some wineries have let the “genius work on their own”. The difficulties organizing, leading, coordinating and controlling the winemaker’s highly complex activities, coupled to an overall unawareness about the true nature of knowledge workers have led to a situation of extreme complacency in managing the talent and the knowledge of the winery’s key employees. A knowledge worker can indeed work by him/herself, but it is also true that a rational management strategy can and should pave the road to make their job easier and, at the same time, benefit the organization as a whole. ▼