Leptospirosis, vacunar ¿si o no?

Transcripción

Leptospirosis, vacunar ¿si o no?
Leptospirosis… Vacunar o no vacunar… ¿Será ése el dilema?
Esta enfermedad infecciosa está cada día más presente en la consulta clínica. Consultando a los
laboratorios de diagnóstico, los mismos afirman que hay cada vez más muestras remitidas para
evaluar esta enfermedad.
No soy el más indicado para hablar de los motivos
epidemiológicos de la presencia y aumento de la
incidencia de esta zoonosis. Pero no es ajeno a nuestra
observación que hay cambios de hábitos en el
comportamiento de los roedores que infectan
nuestras casas y vecindarios. Inundaciones en zonas
urbanas generan un nuevo mapa epidemiológico de la
Leptospirosis. Animales que viven alternadamente en
zonas urbanas y zonas periurbanas. El country y la
quinta de fin de semana alternan con el departamento
en la ciudad.
Se conocen 23 serogrupos con más de 220 serotipos.
Varios son los serogrupos de la especie Leptospira interrogans que causan esta entidad, a estos
pertenecen un gran número de tipos serológicos denominados serovares que no son más que las
unidades taxonómicas principales sobre la base de las propiedades aglutinógenas de la leptospira .
Existen más de 175 serovares patógenos, 7 de los cuales han sido aislados en animales domésticos
en los EEUU. Los serogrupos muestran una intima relación antigénica.
La infección se debe usualmente a los serovares canicola o copenhageni, un miembro del
serogrupo L. icterohaemorrhagiae, aunque la L. pomona, L. grippotyphosa y L. ballum han sido
aislados en perros en los EEUU. Las infecciones con L. canicola o L. copenhageni son prevalentes
en algunas poblaciones de perros. Este último ha sido frecuentemente la causa de las leptospirosis
de tipo ictérico y hemorrágica.
El perro es susceptible a L. icterohemorrhagiae y L. canícola, las que producen la enfermedad
natural. L canicola es el serogrupo más reportado.
¿Y en Argentina?
En un estudio de 150 caninos en Argentina por el método de Aglutinación Microscópica (MAT), el
62 % presentó infección por Leptospiras: 57 % fue positivo a L. castellosis, 51 % a L. canicola, 14 %
a L. icterohemorragiae y un 9 % a L. pyogenes, de los cuales hay un 32 % de leptospirosis recientes:
17 % de coaglutinaciones y 15 % de altos títulos en por lo menos 2 serovares, predominado la L.
canicola. Esta alta prevalencia de infección al serovar canicola proporciona una importante fuente
de éstas bacterias patógenas en los humanos expuestos, principalmente por motivos
ocupacionales: los veterinarios, productores y en los propios animales convivientes.
El presente año, en la provincia del Neuquén, se describió un brote de Leptospirosis, donde se
vieron afectadas dos personas (con un deceso), se vieron implicados perros y cerdos. Una de las
decisiones que se habían tomado fue la eutanasia masiva de los perros sin propietarios, se
calculaba realizar 200 sacrificios semanales. La actividad de entidades proteccionistas, la opinión
pública hicieron rever la medida.
¿Vacunamos entonces?
La respuesta taxativa es sí.
¿La pregunta es cómo?
La primovacunación. Los perros deben ser vacunados a 9, 12 y 15 semanas de edad. Por lo menos
se requiere 3 dosis para la inmunización primaria. Con las tres dosis en su primer año de vida, se
recomienda la revacunación anual, de esta manera un animal correctamente vacunado tendrá
mínimas chances de desarrollar el estado de portador sano.
El temor del shock anafiláctico
Uno de los conceptos más difundidos con respecto a la inmunización contra Leptospirosis es la
potencialidad que el cachorro desarrolle un shock anafiláctico. Desarrollaremos entonces un par
de conceptos. El shock anafiláctico es una de las expresiones clínicas de una hipersensibilidad de
tipo I. Esta hipersensibilidad, se define como una respuesta exagerada y desmedida contra un
antígeno proteico que habitualmente no es patógeno ni tóxico. La respuesta exagerada puede ser
medida y evaluada con una hiperproducción de inmunoglobulina E (Ig. E). Esta Ig. E sale
rápidamente de circulación sanguínea y tapiza los mastocitos de las submucosas. Frente a la
reexposición del antígeno, el mismo llega a las submucosas y de esta manera, por el
reconocimiento de Ig. E + antígeno se degranula esta célula. Se libra histamina y un gran número
de medidadores de aminas vasoactivas, promotoras de inflamación aguda.
Retomando el concepto de la vacunación contra Leptospirosis, un animal susceptible desarrollará
un proceso alérgico frente a la revacunación con la posibilidad de presentar prurito, manchas y
ronchas en piel, edema de rostro, ascitis o el grado más alto, el shock anafiláctico. ¿Es la valencia
“leptospirosis” la causante de anafilaxia? No. La respuesta anafiláctica puede estar dirigida contra
cualquier antígeno proteico presente en la formulación de la vacuna. Esto puede ser, un
fragmento de proteína del patógeno o de los agentes de formulación para la formación del pellet
liofilizado (peptonas).
Por último, este suceso está relacionado a la base genética del paciente y no a los aspectos de
fabricación del inmunógeno.
¿Qué hacemos cuando un paciente desarrolla una reacción anafiláctica frente a la vacunación?
Tenemos la posibilidad de evaluar si el paciente es alérgico a una vacuna, realizando una prueba
“In Vivo” conocida como intradermorreacción (IDR). De manera sencilla, sobre parrilla costal,
luego de realizar una prolija tricotomía trazamos dos cuadrantes para evaluar la vacuna y con un
control negativo de solución fisiológica. La propuesta es inocular 0,1 cc. de la vacuna reconstituida
con aguja de tuberculina y con otra aguja inocular 0,1 cc. ID de solución fisiológica. Así, podremos
evaluar localmente lo que se produciría sistémicamente. En un breve lapso (de 5 a 10 minutos)
observaremos en caso positivo una roncha inflamatoria que podremos contrastar con su ausencia
en el control negativo (solución fisiológica). Con esta sencilla herramienta podremos evaluar
valencias vacunales, e incluso otras marcas de vacunas.
Paciente que manifestó un shock anafiláctico con su segunda vacuna. Evaluamos con IDR la posibilidad de vacunar con
otra vacuna.
Conclusión
Considero importante vacunar contra Leptospirosis, a los profesionales nos cabe un rol importante
desde el punto de vista de la salud humana. La cuestión del shock anafiláctico podremos
manejarlo profesionalmente con la evaluación “In Vivo” y de esta manera diferenciarnos del hecho
de “jeringuear” a un perro. Para la revacunación anual será importante que las empresas
productoras de biológicos nos presenten alternativas de vacunas combinadas (séxtuples) o
leptospira + rabia.
MSA-MV Pablo F. Maure
MN: 6644
Director del CIV
www.civargentina.com.ar