Nazir: El sumo sacerdote de entre el pueblo.

Transcripción

Nazir: El sumo sacerdote de entre el pueblo.
Bamidbar (Números) 4:21-7:89
Haftara: Shoftim (Jueces) 13:2-5
Nazir: El sumo sacerdote de entre el pueblo.
La segunda parasha del libro de Bamidbar, nos habla de múltiples cosas como por ejemplo, el
censo de Gersonitas y Meraritas, la pureza del tabernáculo y el campamento de Israel, las leyes de
restitución, el caso de la mujer sospechosa de adulterio, el voto de Nazareo (Nazir), la bendición
sacerdotal y las ofrendas de los príncipes de las tribus.
A simple vista todos los temas no tienen mucho que ver entre sí por la diversidad de contextos; sin
embargo, los jajamim nos informan de conexiones no tan evidentes entre ellos. Por ejemplo, se
dice que algo que causaba la sospecha de adulterio era una mujer que tomaba vino de más y se le
veía con otro hombre. A pesar de que no llegara al adulterio, estaba haciendo algo bueno que
parecía malo y con fuerte tendencia a la malinterpretación. Según los jajamim, si alguien veía el
proceso de la mujer Sota (Números 5:11-31) y consideraba fríamente el impacto de ese exceso de
vino, podría considerar tomar un voto de Nazareo (mismo que incluye una prohibición de vino).
Aquí y allá los jajamim encuentran conexiones entre uno y otro tema que nos dejan grandes
lecciones para nuestra vida. Las leyes de la parasha Naso, no son la excepción ya que contienen
verdades eternas para nuestra vida. A pesar de que diversas leyes no pueden cumplirse al no tener
el templo de Jerusalén en pie, podemos aprender de los principios de la Torah.
Uno de los temas más interesantes de esta parasha es el voto de Nazareo, en hebreo Nazir (No
confundir con “Nazareno” que significa que alguien es originario de Nazaret o discípulo judío de
Yeshua de Nazaret). Muchos detalles del voto lo hacen muy interesante y su significado espiritual
lo hace un tema necesario para nuestra vida.
La palabra hebrea “Nazir” significa literalmente “Consagrado”, el Nazir tomaba un voto especial de
santidad simbólica y adicional al Eterno para serle completamente apartado y servirle. Leemos en
la Torah sobre estas restricciones:
“Habla a los hijos de Israel y diles: El hombre o la mujer que se apartare haciendo voto de
nazareo, para dedicarse a El Eterno, se abstendrá de vino y de sidra; no beberá vinagre de vino,
ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas.
Todo el tiempo de su Nazareato, de todo lo que se hace de la vid, desde los granillos hasta el
hollejo, no comerá. Todo el tiempo del voto de su Nazareato no pasará navaja sobre su cabeza;
hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a El Eterno, será santo; dejará crecer su
cabello. Todo el tiempo que se aparte para El Eterno, no se acercará a persona muerta. ”
(Bamidbar [Números] 6:2-6)
La Torah explica que un voto de pureza y de consagración estaba disponible a todo hijo de Israel;
el mismo consistía en apartarse de cuestiones comunes tales como celebraciones o fiestas con
vino, e incluso de hasta las uvas mismas. Además el Nazir, hombre o mujer, no debía pasar navaja
sobre su cabeza como señal de consagración. El no pasar navaja sobre su cabeza era
simbólicamente equivalente a decir “Este hombre o esta mujer esta tan consagrado a Dios que no
tiene ni siquiera tiempo para su belleza personal, está totalmente imbuido en servirme”.
A parte de esto, la caballera larga también representaría una especie de turbante natural que
simbolizaba que el Nazareo era similar a un sumo sacerdote entre el pueblo. Si bien es cierto, no
tenía obligaciones de sacrificios ni podía usurpar el lugar de un hijo de Aaron, en cierto sentido el
Nazir era como un Cohen.
Incluso la Torah le adjudica ciertas obligaciones similares a las del sumo sacerdote en términos
muy equivalentes a este. Podemos observar esto en el texto que habla sobre las obligaciones
rituales del Nazir en torno a contacto con cadáveres, y el del Cohen Gadol. Ahí leemos:
“Todo el tiempo que se aparte para El Eterno, no se acercará a persona muerta. Ni aun por su
padre ni por su madre, ni por su hermano ni por su hermana, podrá contaminarse cuando
mueran; porque la consagración de su Dios tiene sobre su cabeza. Todo el tiempo de su
nazareato, será santo para El Eterno.” (Números 6:7-8)
“Ni entrará donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará.
Ni saldrá del santuario, ni profanará el santuario de su Dios; porque la consagración por el aceite
de la unción de su Dios está sobre él. Yo El Eterno.” (Vaikra [Levítico] 21:11-12).
Como podemos observar, existe una gran similitud gramatical y de términos en los versos que
hablan sobre el Nazir y el Cohen gadol. Esto es para subrayar que, en cierto sentido, el Nazir
debería de ser una persona respetada en virtud de su apartamiento a Dios. Sobre él o ella
recaerían mandamientos de pureza ritual o ceremonial similares a los de un sacerdote; eso lo
hacía digno de respeto. El profeta Amos menciona que los nazareos estaban supuestos a ser
respetados, en su libro, juntamente a los profetas (Amos 2:11-12)
Cuando los días de su Nazareato se cumplían, el Nazir debía ofrecer un holocausto, una ofrenda de
paz y una ofrenda de purificación (Jatah) y hacer que sus cabellos fueron puestos juntamente con
la ofrenda de paz. El mensaje era que su consagración subía en olor grato delante de Hashem.
El mensaje del voto de Nazareo era evidente: No importa si no eres una autoridad establecida por
no tener un linaje sacerdotal, no importa si no eres un juez de la nación, no importa si no eres el
Rey. Hashem te valora y puedes apartarte a él y tener más intimidad en su presencia. Si quieres
puedes dedicarte de una manera especial a servirle y darte un tiempo de intenso escudriñamiento
y reflexión espiritual. Si bien es cierto, no usurparas a las autoridades establecidas, podrás ser un
consagrado especial a él y subirás en olor grato a su presencia, ¡Bendito sea su nombre!
Quizás los nazareos más famosos en la historia de Israel son Samuel y Sansón. Ambos tuvieron la
tarea de juzgar a Israel y fueron Nazareos al Eterno. Dentro de los escritos apostólicos también
vemos como el voto de Nazareo era considerado en alta estima por los discípulos de nuestro
Maestro Yeshua.
Shaul de Tarso, por ejemplo, fue un Nazareo como nos lo cuenta el libro de Hechos 18: 18 y 21:2425. En la última ocasión no solamente se nos dice que era un Nazareo, se nos comenta que pagó
los gastos de otros jóvenes judíos creyentes que cumplirían su voto de Nazareo. Los gastos de
todos los sacrificios no eran para nada algo para tomarse a la ligera. El libro de Números nos dice
lo que se tenía que ofrecer por persona:
“y ofrecerá su ofrenda a El Eterno, un cordero de un año sin tacha en holocausto, y una cordera
de un año sin defecto en expiación, y un carnero sin defecto por ofrenda de paz. Además un
canastillo de tortas sin levadura, de flor de harina amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura
untadas con aceite, y su ofrenda y sus libaciones. Y el sacerdote lo ofrecerá delante de El Eterno,
y hará su expiación y su holocausto;” (Números 6:14-16).
Considerando que eran cuatro jóvenes, los gastos de aquel voto debieron haber sido
considerables. El voto de Nazareo que Pablo y los jóvenes cumplieron aquel día, es una de las
máximas pruebas a favor de la continuidad de la Torah, como norma de santidad entre los
primeros discípulos judíos de Yeshua nuestro Mesías. Para nada Jacobo, Pablo, Pedro o Juan,
consideraban la Torah obsoleta o abolida después del Mesías.
Es más, Jacobo en aquella oportunidad exhortó a Pablo a quitar toda duda sobre su observancia
de la ley diciendo: “Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que
tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para
que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó
acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la Torah.” (Hechos 21:2324).
Juan el Bautista parece haber sido Nazareo según se nos describe en pasajes como Lucas 1:15
donde se nos dice: “porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del
Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.”
Parece ser que incluso el voto de Nazareo era considerado altamente loable por el líder del
movimiento de los apóstoles, después de Yeshua: Jacobo el hermano del Señor. Según se nos dice
en una antigua tradición, Ya’akov HaTzadik, el hermano de Yeshua nuestro Señor, fue un Nazareo
que invertía muchas horas de su tiempo orando en el templo de Jerusalén por el perdón del
pueblo.
Eusebio nos dice citando a Hegesipus: “Jacobo no bebía vino ni licor y no comía carne, ninguna
navaja vino cerca de su cabeza” (Eusebio, Historia Eclesiástica 2.23.4). Claramente la descripción
de Eusebio es la de un voto de Nazareo incluso con algunas normas auto impuestas por Jacobo,
como no comer carne.
La consagración al Eterno era algo prioritario para los discípulos de Yeshua nuestro Mesías, al ser
celosos por la ley, el camino más lógico para expresar ese deseo de consagración adicional era el
voto de Nazareo. Es por esto que era muy popular entre ellos.
Incluso algunos sugieren que Yeshua tomó un voto de Nazareo al final de su vida cuando dijo: “Y
os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba
nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.” (Mateo 26:29).
Según la Mishna, esta declaración contaba como una proclamación de Voto de Nazir (Mishna Nazir
2:2). Daniel Lancaster acertadamente apunta que para un voto de Nazir, se necesitaba decir algo
como “Seré un Nazir como Sansón” o “Me abstendré del vino y jugo de uvas” y poner un límite de
tiempo. Daniel Lancaster nos dice: “De acuerdo a los estándares de la Mishnah, las palabras de
Yeshua “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid” constituye un voto de
Nazareo legal” (Torah Club v.2, Parashat Naso, Daniel Lancaster, First Fruits of Zion,
800.775.4807, www.ffoz.org.).
Esto podría ser la razón por la que Yeshua no quiso beber el vino mezclado con mirra que se le
brindó antes de su muerte (Marcos 15:23).Si esto es cierto, podríamos añadir una razón más a la
popularidad del voto de Nazir entre los primeros discípulos: Imitación de Yeshua en su voto final.
EL voto de Nazir debe de dejar un gran mensaje para nuestra vida. ¿Estamos consagrados
realmente a él? ¿Creemos que la falta de un rol de liderazgo es impedimento para una genuina
participación de su plan redentor? ¿Qué parte estamos teniendo en rectificar al mundo y ser un
estándar de justicia? ¿Qué tanto estamos buscando la santidad y andando en ella?
Cada uno de nosotros puede ser un Cohen moral y espiritual, a pesar de no tener linaje de Aaron o
un nombramiento en una comunidad. Si decidimos apartarnos a Hashem y consagrar nuestra vida
a él, el hará que nuestra relación con él sea intima y muy satisfactoria.
¡Que Hashem nos consagre a él para servirle y ser “Santos para El Eterno”!
‫שבת שלום‬
¡Shabbat Shalom!
Yitzjak

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