La situación de Oriente Medio incluida la cuestión de Palestina
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La situación de Oriente Medio incluida la cuestión de Palestina
[Extracto] S/PV.5859 Naciones Unidas Consejo de Seguridad Sexagésimo tercer año 5859ª sesión Martes 25 de marzo de 2008, a las 10.00 horas Nueva York […] La situación en Oriente Medio, incluida la cuestión de Palestina Sr. Embajador Ricardo Alberto Arias Representante Permanente de Panamá ante las Naciones Unidas Sr. Arias (Panamá): Sr. Presidente: Ante nada, quiero agradecerle que haya convocado este debate abierto. Permítaseme también agradecer al Secretario General Adjunto Lynn Pascoe su informe, el cual nos indica que el círculo de violencia en la región continúa y el proceso de paz entre Israel y Palestina no parece progresar. Además, los últimos meses han dejado en plena evidencia la incapacidad del Consejo de Seguridad de llegar a un acuerdo sobre el tema. No sólo fracasamos en adoptar una declaración concerniente a la precaria situación humanitaria y de seguridad que existe en Gaza debido a las medidas israelíes, sino que tampoco pudimos acordar una declaración de prensa condenando el ataque terrorista del mes pasado contra un seminario religioso judaico en Jerusalén occidental. A esto debemos añadir que los debates que el Consejo de Seguridad celebra mensualmente en relación con el tema no parecen contribuir en nada al proceso de paz. En este contexto, no obstante, debemos manifestar nuestro reconocimiento y aprobación por los esfuerzos que lleva a cabo el Secretario General en favor de la 1 paz en la región. Es de todos sabido que un acuerdo final de paz entre israelíes y palestinos debe estar basado en la existencia de dos Estados que vivan en paz entre sí y con sus vecinos, dentro de las fronteras existentes en 1967. La última iniciativa importante en este sentido fue la Conferencia de Anápolis, organizada por los Estados Unidos, en la que el mundo puso renovadas esperanzas. Lamentablemente, en este momento, el proceso de Anápolis pareciera estar estancado y en peligro de colapsar, lo que traería graves consecuencias a una región ya bajo la amenaza de nuevos y más sangrientos enfrentamientos. Para Panamá la falta de progreso se debe, entre otras cosas, a dos factores trascendentales. Por una parte, está la aparente falta de decisión política por parte del Gobierno de Israel a comprometerse a un genuino proceso de negociaciones, que por naturaleza implica ceder aspiraciones y posiciones. Por otra parte, están las profundas diferencias políticas entre los palestinos, que conducen a una incapacidad para llegar a acuerdos con miras a establecer un gobierno de unidad nacional que pueda avanzar el proceso de negociación. El anuncio de un nuevo diálogo entre Hamas y Fatah, propiciado por el Yemen, es un buen presagio en este sentido, aunque no podemos ignorar los resultados de esfuerzos anteriores similares. Por último, todo parece indicar que, a efectos de generar un ambiente conducente a que se dé un genuino proceso de negociación con miras a acordar una paz final y duradera, es necesario, además de solventar los obstáculos ya mencionados, que en el más breve plazo se tomen las siguientes medidas. Israel debe de inmediato e incondicionalmente cesar la construcción de asentamientos en los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén oriental. Hamas debe poner fin a sus ataques con cohetes contra Israel. Israel debe cesar sus incursiones en los territorios palestinos ocupados y poner fin al cerco de Gaza. En tanto no se den estas circunstancias, toda gestión en pro de un proceso de paz terminará en el fracaso. Valga señalar que lo antes expresado no tiene nada de novedoso, muy por el contrario es sabido por la mayoría, por no decir por todos los aquí presentes. 2