Enormes y majestuosos, los elefantes son los animales más

Transcripción

Enormes y majestuosos, los elefantes son los animales más
NATURALEZA
Elefantes
Enormes y majestuosos,
los elefantes son los
animales más grandes que
caminan sobre la tierra en
la actualidad. ¿Cuántas
especies de elefantes hay?
¿Cómo se comportan? He
aquí algunas curiosidades de
estos increíbles animales…
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martin teviotdale
A pesar de su enorme (nunca mejor dicho) parecido, el elefante africano y el
elefante asiático son especies diferentes. Muy cercanas, eso sí, pero... ¿sabrías
distinguirlos?
asiáticos
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Los elefantes asiáticos son algo
más pequeños con 2 m de altura y
unos 6 m de largo.
2
El lomo del asiático tiene forma de arco, con
el punto más alto en el
centro de la espalda.
© Clayton Hansen
El elefante asiático tiene las orejas
más pequeñas y
redondeadas.
3
La trompa del
asiático presenta un solo lóbulo en el extremo
superior.
6
El elefante asiático tiene la cola
proporcionalmente más larga
que el africano.
4
No todos los elefantes asiáticos presentan colmillos:
éstos son largos y de tamaño considerable en la mayoría de los machos, pero
las hembras con frecuencia
carecen de ellos.
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El elefante asiático tiene 5 dedos en los pies de las
patas delanteras y 4 en los de las patas traseras.
africanos
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Los elefantes africanos son más grandes. Con sus 3,5 m de altura por 7 m
de largo, son de hecho los mamíferos
terrestres más grandes que existen en
la actualidad.
2
El africano, tiene las orejas más grandes y caen
sobre sus hombros. Dicen
que su forma recuerda a la
del continente africano.
7
El perfil del lomo del
africano en cambio,
tiene el punto más
alto en los hombros.
Además, su frente es
mas suave y menos
abombada.
4
Tanto los machos como las
hembras de la
especie africana tienen colmillos.
Kevin Forbes-Vivian Foster
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3
El africano presenta 2 lóbulos en la trompa (uno arriba
y otro abajo).
Hasta hace poco se creía que sólo existían dos especies de
elefante: los elefantes africanos y los elefantes asiáticos; sin
embargo, esto ha cambiado recientemente...
Desde siempre, los elefantes asiáticos se han considerado
como una sola especie llamada Elephas maximus pero con
tres grupos diferentes o subespecies: los índios (los más conocidos), los de Sumatra (sólo quedan unos 3.000 individuos), y
los de Sri-Lanka (sólo quedan unos 3.300 individuos).
Por otro lado, hasta hace 4 años, se creía que todos los elefantes africanos pertenecían a la misma especie: Loxodonta
africana. Sin embargo, unos estudios genéticos recientes
llevados a cabo por especialistas determinaron que un grupo de elefantes africanos es diferente del resto. Estos ele-
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El elefante africano tiene la
cola proporcionalmente más
corta que el
asiático.
El africano puede tener 4 ó 5 dedos en las patas
delanteras y 3 en las traseras.
fantes se mueven en zonas boscosas y ya anteriormente se
les había llamado elefantes de bosque para diferenciarlos
de los elefantes de sabana. Son un poco más pequeños y el
marfil de sus colmillos tiene un tono rosado que no aparece
en los otros elefantes africanos. Las diferencias genéticas
entre los elefantes de bosque y los elefantes de sabana son
tan grandes que considerarlos de la misma especie sería
como hacer lo propio con caballos y zebras. Por eso, se decidió separarlos en una nueva especie de elefante llamada
Loxodonta cyclotis.
Así pues en la actualidad existen tres especies de elefantes, 2 en África y 1 en Ásia, aunque la especie asiática está
formada por 3 subespecies (la india, la de Sumatra y la de
Sri-lanka). ¡Vaya lío!
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© Bosse Küllenberg
La trompa es sin duda el rasgo más característico de este animal. Es un órgano
flexible y poderoso, formado por puro
músculo y sin huesos. Para que nos hagamos una idea, está formada por la fusión y
elongación de la nariz y el labio superior.
En su extremo está rematada por uno o dos
lóbulos. Los elefantes sacan mucho partido a su trompa: la pueden usar a modo de
mano para acercarse agua y comida a la
boca (algo muy útil teniendo en cuenta la
envergadura de estos animales y su relativa dificultad de movimiento), para oler
o para darse baños de agua y polvo. Pero
quizás el uso más sorprendente sea la comunicación con otros elefantes, no sólo
acústicamente sino también por gesticulación. Así, la trompa levantada quiere decir
que el individuo está en estado de alerta,
mientras que la trompa contra el pecho
significa predisposición a atacar ante un
peligro inminente. Haciendo alarde de
un carácter algo menos violento, también pueden mostrar sumisión tocándose
la oreja, o apaciguamiento poniendo en
contacto la trompa con los labios de otro
elefante.
Seguro que nos preguntamos ¿quién
puede desafiar a un animal tan grande?
Efectivamente, los individuos adultos carecen de depredadores naturales gracias
a su gran tamaño. Sin embargo las crías
son vulnerables a los ataques de leones,
leopardos, cocodrilos y más raramente,
hienas. De entre todos los animales, los
elefantes africanos tienen especial aversión a los rinocerontes, hasta el punto de
que los atacan nada más verlos.
perseguido al elefante africano desde
la antigüedad, tanto por su carne como
por sus valiosos colmillos. Esta caza se
disparó en los siglos XIX y XX, cuando apareció además la caza por deporte
cada vez más demandada por las élites
norteamericanas y europeas. Asimismo, la conversión de grandes extensiones de selva y sabana en plantaciones
destruyó gran parte de su hábitat. En
1989 se prohibió la caza del elefante
africano y el tráfico de marfil, después
de que la población se viera reducida a
menos de la mitad durante la década de
los 80. A pesar de lo logrado, el elefante africano se considera hoy en día una
especie en peligro de extinción.
Pero una de las mayores amenazas
para los elefantes somos los humanos.
En Asia, la deforestación y la trepidante industrialización de sus países
está acabando con el hábitat natural de
los elefantes. Éstos se ven obligados a
acabar en las ciudades, donde corren
el peligro de ser atropellados. Desafortunadamente no ha sido mejor la suerte del elefante africano. El hombre ha
Cabeza disecada de elefante en una casa colonial africana
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luc sesselle
A pesar de su aspecto grotesco y bruto
se dice que los elefantes son animales muy sociables y extremadamente
inteligentes. Los estudios acerca de
su comportamiento han demostrado
que estos animales presentan rasgos
muy característicos de su especie y en
ocasiones, parecidos emocionales a la
nuestra. Por ejemplo, tienen sentido de
la familia, de la muerte, de la amistad
y de la lealtad. Saben lo que es un cadáver de su especie y parecen tratarlo
con respeto cuando encuentran uno
durante sus viajes; son capaces de reconocer y llorar por los restos mortales
de alguno de sus familiares. Y sí, parece que su capacidad de recuerdo llega
incluso a superar la nuestra. De ahí lo
de “tener memoria de elefante”.
por la esperanza de hacer fortuna. Este
hecho ayudó sin duda a fortalecer el
mito.Pero no se puede decir que todos
estos animales se dirigieran allí de forma
consciente, a morir en paz. La disciplina
científica que explora el comportamiento de los animales (la etología), corre el
peligro de intentar “humanizar” muchos
de estos comportamientos. Pero la explicación es mucho más biológica. Podría
ser que, ante una sequía muy grande,
una manada entera fuera incapaz de
seguir su camino hacia lugares me-
nos áridos y muriera de hambre. Pero
el fin del mito llegó en el siglo XX,
cuando se constató que los elefantes
más viejos tienden a padecer caries en
los colmillos. Enloquecidos por el dolor buscan instintivamente depósitos
de barro y agua para calmar su dolor.
Como los manantiales de agua son escasos en África, los animales acaban
en los mismos lugares… donde yacen
y mueren.
XAVIER ESCUTÉ I CAROL GASSET
biólogos
Ryan Arya
¿Y qué hay de los cementerios de elefantes? ¿Existen realmente? Durante
el siglo XIX, con la llegada de los europeos a África, se encontraron conjuntos de restos mortales de elefantes.
Fueron muchos los exploradores que
recorrieron incansablemente el continente africano, que arriesgaron su vida
y su dinero en expediciones destinadas a encontrar estos famosos cementerios, repletos de marfil, impulsados
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