Alcatraces blancos

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Alcatraces blancos
Alcatraces blancos
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Alcatraces blancos
Con esmero acomodó el bello alcatraz dentro del sencillo florero transparente en forma
de copa, con una sonrisa en los labios lo depositó con cuidado sobre la elegante mesa
dispuesta para una cena especial. Sin duda ya estaba todo listo y bien cuidado solo
faltaba ella
Una vez más se dirigió hacia la ventana con la espereza reflejada en su ojos para verla
llegar. El sonido del timbre del teléfono la hizo devolver con prisa sus pasos para
contestar
-: Diga
-: Esther soy yo
E: Maca ¿Dónde estás?
M: ¿Dónde voy estar? (movió la cabeza impaciente como si fuera muy obvia su
respuesta) En la oficina ¿Dónde más iba a estar?
E: Me prometiste llegar temprano (frunció el rostro con desilusión) Es nuestro
aniversario
M: Lo sé cariño pero se complicaron las cosas en la agencia y tenemos una reunión a
última hora (levantó los hombros con descuido) Ya sabes cómo es esto
E: No lo sé Maca (apretó los labios con evidente disgusto) No lo sé
M: Esther (se levantó apretando el auricular al escuchar el enfado de su mujer) he
tenido un día de perros para no recordarlo en décadas y lo último que me apetece es que
tú termines disgustada conmigo
E: Pero Maca es que ya habíamos quedado
M: Sí Esther ya habíamos quedado. Pero que quieres que haga ¡eh! (levantando la voz)
Que deje a todos y todo votado y perdamos miles y miles de Euros por irme a festejar
nuestro aniversario de bodas cuando eso lo podemos hacer perfectamente cualquier otro
día
E: Sí, (con la voz entrecortada a punto de llorar por el enfado y la desilusión) cualquier
otro día
M: Esther (suspiró fuertemente) Esta campaña publicitaria es muy importante y lo
sabes. Llevo meses trabajando en ella
Esther se recargó ligeramente en la pared, le temblaba la barbilla y a duras penas podía
contener las lágrimas. Por lo cual se creó un pequeño silencio entre ambas que
finalmente Maca rompió
M: ¡Ya estás llorando! (movió la cabeza con disgusto, sacó aire y le dijo de manera
conciliadora poniendo dulzura en la voz) Amor por favor entiéndeme del éxito de esta
campaña depende el futuro de nuestra empresa y por lo tanto depende gran parte de
nuestro bienestar económico... (suspiró) Lo entiendes ¿verdad?
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E: ¿A qué hora vas a llegar? (se limpió con brusquedad las lágrimas de sus mejillas)
Claro ¿si se puede saber?
M: ¡Esther!
E: ¿A qué horas Maca?
M: No tengo ni idea pero te juro que en cuanto llegue te voy a recompensar (en un
susurro sugerente) ¿Qué dices?
E: Te dejaré algo en la nevera para que te desayunes
M: ¿Y eso? (levantó la ceja) ¿Dónde vas estar tú?
E: Mañana Pablito tiene cita con el pediatra y Osman tendrá su castin de modelaje
M: Esther pero la cita de Pablito es a las doce del día y el castin de Osman a las tres de
la tarde
E: Sí, Maca pero te recuerdo que los niños están con mi madre. Y en lo que atravieso
casi medio Madrid para ir a recogerlos... Tarde se me hace si espero a que te levantes
para darte el desayuno
M: Bien. Cuando te desocupes me llamas y nos vamos los cuatro a cenar algo por ahí
E: Eso no va poder ser posible Maca
M: ¿Por qué no?
E: Por que cuando salga del castin de Osman regresaré a la casa de mi madre que tiene
su reunión anual con sus amigas y prometí que esta vez iría a ayudarle con los
preparativos
M: ¿Y por qué no me lo habías dicho?
E: Ya te lo había dicho desde la semana pasada pero como siempre estás tan ocupada ni
caso me haces
M: O sea que no los veré otra vez en todo el día
E: No es mi culpa Maca
M: Y mía si es. ¿Es eso lo que me quieres decir?
E: Maca
M: Respóndeme Esther ¿De verdad piensas que es culpa mía?
E: Será mejor que aquí cortemos esta conversación
M: No te atrevas Esther a colg... (se interrumpió al darse cuenta por el pitido del
teléfono que Esther le había cortado la comunicación) Joderrrrrr (enojada y de un fuerte
golpe colgó el teléfono) ¿Te das cuenta? (se dirigió hacia la bella chica que le sonreía
divertida de ver la escena) ¿Qué se habrá creído?
-: Tiene carácter tu mujer (levantó la cejas con burla a la vez que se levantaba de su
lugar y se le iba acercando de manera sensual y sugerente) Mira que colgarle el teléfono
a la fantástica y bellísima Macarena Wilson en medio de una conversación es cosa de
cuidado (pasándole los brazos por el cuello para quedar colgada a ella) Bien que lo sé
yo
M: Como también sabes otras cositas (le sonrió a la vez que se apoderaba con pasión de
su boca) me gustas mucho Karol (la volvió a besar con la misma intensidad y posó sus
manos con lujuria y posesión sobre su trasero) Mucho
Karol: ¿Lo suficiente como para lograr por fin convencer a tu hermano que soy la
modelo ideal para su campaña publicitaria? (le mordía suavemente el lóbulo de la oreja
a la vez que con sus manos le acariciaba lentamente el estómago hasta que logró abrirse
paso y llegar hasta su centro) ¡Cariño! (susurró y con caricias diestras se perdió en su
humedad) ¡¡¡estás más que lista para comerte!!!
M: Hummmmmm (protesto cuando sintió que Karol detuvo las caricias) ¿Qué pasa?
Karol: ¿Qué te parece si seguimos la reunión de última hora en mi departamento y
dejamos previamente establecidas todas las condiciones del trato?
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Con frustración y decepción más que con enojo Esther contemplaba el teléfono
pensando seriamente en tomarlo y llamarla para disculparse. Apunto estaba de descolgar
cuando este volvió a sonar y su sonrisa fue inmediata
E: Lo siento mucho mi amor (suspiraba con cierto alivio) No debí ponerme así. Tú tan
estresada y ocupada con lo de la campaña y yo en lugar de apoyarte me comporto como
una verdadera tonta (puso la voz melosa) ¿Me perdonas?
-: ¡Estás perdonada! (la voz al otro lado estallo en una sonora carcajada) Jajaja
E: ¡Jero! (abrió los ojos y su rostro empezó a enrojecer de pena) Que vergüenza por
dios. Pensé que era Maca
Jero: Ya me di cuenta Esther y por lo que te escuchó decir deduzco que volviste a
discutir con Maca
E: Hummmm (sacó aire) Siento haberte confundido
Jero: No te preocupes Esther que no pasa nada (reía divertido) y te aguardaré el secreto.
Lo que si me preocupa y mucho es que últimamente discuten mucho
E: Es mi culpa Jero
Jero: ¿Tu culpa? (frunció la boca) No digas tonterías Esther que ambos conocemos a
Maca
E: Lo que pasa es que la presiono mucho para que pase más tiempo con nosotros
Jero: Es normal Esther la familia es primero. Y si sus discusiones son por ese motivo.
No cedas, ni le des tregua. Tú, Osman y Pablo deben ser su mayor prioridad. Y
hablando de los niños como siguen mis ahijados de la varicela
E: Ya se aliviaron (sonrió al acordarse de sus hijos) y ahora dan más lata que antes
Jero: Son tremendo los chiquitines (sonreía conmovido) Que rápido pasa el tiempo
Esther si bien lo recuerdo Osman tiene cuatro añitos y Pablito cumple los dos en el
próximo mes
E: Lo recuerdas bastante bien (sonreía complacida) ¿Y dime a que debo el honor de la
llamada del chico más guapo de Jerez?
Jero: A que quería saludarlas y en especial para decirte que llego el martes a Madrid
(recalcó enfáticamente) y necesito una respuesta definitiva a lo que te propuse la
semana pasada
E: No puedo Jero
Jero: ¿Por qué no?
E: Porque no soy la persona que necesitas y además dudo mucho que Maca me deje
hacer algo así
Jero: Ya te dije que no te preocupes por eso. Que yo me encargo de ella
E: No Jero de verdad te lo agradezco mucho pero no puedo aceptar tu proposición
Jero: Esther
E: De verdad no insistas Jero llevo años sin trabajar dedicándome exclusivamente a
Maca y los niños que no sabría ya hacer otra cosa (levantó los hombros y hizo un
pequeño silencio) además nada tengo que ver con ese medio y disto mucho de ser la
modelo que necesitas para tu campana publicitaria
Jero: ¡Pero qué dices mujer!... Si eres perfecta para lo que necesito. ¿Tú te has visto
últimamente en el espejo?
E: ¡Jero!
Jero: Esther estás guapísima. El último embarazo te sentó muy bien y embarneció tu
cuerpo eso sin contar la hermosa sonrisa que tienes. Te imaginas el éxito que
tendríamos cuando todo el mundo esté loco por tener los vinos Wilson en su mesa por
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su sabor, por su calidad y por la bella sonrisa que aparecerá en sus labios de solo
beberlos (levantó las cejas emocionado) seriamos la bomba en vinos de mesa
E: Estás loco Jero (reía de buena gana) Y harías cualquier cosa por convencer a
cualquiera con tal de vender
Jero: Oyeeeeee chica (fingiendo falso enfado) Tú no eres cualquiera eh (rió
nuevamente) Pero piénsatelo bien Esther es por el bienestar de la familia
E: ¿Y la familia es primero?
Jero: Pues sí
E: Eres un embaucador nato
Jero: Ni tanto (suspiró melancólico) Ya ves tu hermana nunca me peló. Prefirió al
gorila feo de Mauro
E: Es que el gorila feo (riéndose) era el gorila
Jero: Pues a mí nunca me dio chance de mostrárselo eh
E: ¡Serás burro!
Jero: Ni tanto pero si tengo lo mío (soltó la carcajada)
E: Anda tú siempre presumiendo de lo que careces. Si te oyera tu hermana platicando
esto conmigo... (aguantándose la risa) tendríamos serios problemas los dos
Jero: Pero no oye así que no hay broncón. ¿Entonces en qué quedamos? Sí o si
E: A Maca no le va gustar
Jero: Por una vez en tu vida haz algo pensando en que te guste a ti y no a Maca. Te veo
el martes cuñadita y quiero un SI definitivo como respuesta. Besos a los chicos
Entre suspiros y gemidos dos cuerpos disfrutaban del momento cumbre del extasíes que
solo produce la satisfacción de la pasión. Aun con la respiración entrecortada, jadeante
y aun sin poder lograr recuperarse del todo por el esfuerzo realizado Maca abandonó la
cama de su amante de un salto cuando vio de reojo la hora que era en el reloj que estaba
sobre la mesa de noche
M: Mierda Karol ¡ya pasa de la media noche! (miraba en todas direcciones localizando
su ropa dispersada en el suelo) ¡es tardísimo! (levantó su blusa para ponérsela
rápidamente mientras seguía localizando con la mirada las demás prendas) Esther debe
estar furiosa... Joder ¿Dónde están mis calzones?
Karol: Aquí (le sonrió y sacó de entre las sabanas la diminuta prenda, la cual olió
profundamente) Hummm me encanta tu olor (se lambió los labios con lujuria a la vez
que se acomodó estratégicamente sobre la cama con la piernas a medio abrir dejando al
descubierto el brillo de su humedad a la vez que frotaba la prenda en su sexo) y me
vuelve loca tu sabor
M: ¿Quieres dejar de hacer eso? (le brillaron los ojos presa del naciente deseo) que me
pierdes y me tengo que ir
Karol: ¿Estás segura? (dio una ligera palmada al lado del colchón invitándola a ocupar
el lugar vacío) Anda otro ratito más. Que de cualquier manera Esther ya está furiosa y
además le dijiste que tendrías una reunión muy importante y que no tenías ni idea de la
hora en la cual terminaría ¿O me equivoco?
M: No te pases Karol (la vio con seriedad y la señalo con el dedo) te lo advierto. Y
dame mis calzones que ya me tengo que ir
Karol: Ven por ellos Maca si realmente los quieres (los volvió a frotar en su sexo) Pero
te advierto que no los necesitas a mi me gustas... (sonreía con picardía sugerente)
realmente me gustas mas así
M: Déjate de juegos y ya dámelos
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Karol: Ya te lo dije Maca... Ven por ellos si los quieres (le sonreía sutilmente
acomodándose nuevamente en la cama esta vez boca abajo apoyándose sobre sus
rodillas a la vez que levantaba y movía de manera lujuriosa e insinuante su redondo
trasero el cual ya estaba más que dispuesto exponiendo al máximo sus mayores
encantos) Total ya no puedes hacer nada por evitarle el disgusto a tu mujer pero en
cambio si puedes hacer que por lo menos valga la pena su enfado y te la pases bien
(levantó la ceja coqueta) ¿No lo crees?
M: ¿Sabes? Eres de lo peor (medio sonrió mordiéndose el labio inferior y acercándose
nuevamente a ella) Solo un rato más y me voy ¿vale?
Entró con sumo cuidado a su casa procurando hacer el menor ruido posible para no
despertarla. Lo que menos le apetecía en esos momentos era tener un enfrentamiento
con su mujer y verse en la necesidad de tener que inventar más falsas explicaciones para
justificar su llegada a las cuatro de la mañana por lo tanto ya tenía resuelto quedarse a
dormir en el sofá de la pequeña estancia que tenían a un lado de la recamara principal
para de esa manera evitar que Esther se diera cuenta de la hora en la que realmente
había llegado
Caminaba a hurtadillas por el salón principal cuando distinguió una tuene luz
proveniente del comedor, sin pensárselo dirigió sus pasos hacia aquella estancia y lo
que vieron sus ojos la dejaron paralizada sintiendo al instante como un fuerte dolor se
instalaba en su pecho y en su vientre
M: Dios (entrecerró los ojos)
La luz provenía de una perfumada vela de fragancia de Opium a medio terminar que
iluminaba fugazmente el humo del resto de tres velas más. Las que a su vez deberían
iluminar los dos bellos alcatraces blancos que fungían como único adorno en medio de
la elegante mesa dispuesta para una cena romántica para las dos y los cuales tenían
impreso con fina tinta azul en el centro de su delicada textura el nombre de sus dos hijos
“Pablo y Osman”
M: Alcatraces blancos mis preferidos
Miles de sensaciones invadieron su cuerpo provocadas por los recuerdos. Sé llevo la
mano a la frente, su cuerpo se sacudía violentamente a medida que avanzaba a paso
lento hacia la mesa sobre la cual pudo distinguió un pequeño estuche dorado junto a un
sobre blanco. Con expectación tomó el estuche lo abrió y su sorpresa fue mayúscula al
descubrir el pequeño diamante azul en forma de alcatraz el cual brilló intensamente con
la tuene luz que proyectaba la vela
M: Oh mi bella flor (las lágrimas brillaron en sus ojos) mi hermosa Esther
Con las manos temblorosas y la vista nublada por las lágrimas tomó el sobre blanco
sacando dentro del él una hoja azul perfectamente doblada a la mitad. La cual desdobló
con un poco de impaciencia para leer su contenido
“Maca mi adorada y amada mujer. No puedo esperar hasta el día de mañana para darte
mi regalo de aniversario de bodas y decirte lo mucho que te amo y lo feliz que he sido
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todos estos años a tu lado. Doce años de matrimonio se dice fácil pero tú y yo sabemos
que no lo son y a pesar de todo lo vivido y los altibajos que hemos sufrido a lo largo de
nuestra convivencia. Nuestro amor sigue tan limpio, fuerte y sólido como el primer día
en el que nos conocimos. Aun recuerdo cada detalle de ese maravilloso día en el cual te
me acercaste y sin más me obsequiaste tres hermosos alcatraces blancos
“Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando
contigo toda mi vida”
Esas fueron tus primeras palabras al conocernos las cuales siempre he tenido presente y
me han hecho seguir soñando a tu lado de por vida... Mi amor, por todo lo que eres, por
todo lo que me has dado y me enseñas haces de mí la mujer más especial y feliz sobre el
universo
Te amo con locura
Tu Esther”
Como si fueran brasas incandescentes hirviendo entre sus dedos soltó el sobre blanco y
la hoja de papel azul los cuales cayeron lentamente hasta sus pies. Tenía el semblante
blanco, el cuerpo helado y tembloroso a punto de desfallecer sin poder contenerse se
dejó caer llorando desolada sobre una de las sillas
El estómago le dolía y el alma se le estremecía presa del dolor y los remordimientos.
Lentamente se inclinó recogió el pedazo de papel azul lo volvió a releer una y otra vez
mojándolo con sus lágrimas y deformando sus letras. Sintiendo en su alma y en su
corazón como un hierro caliente se apoderaba de ella llenándola de pena, de vergüenza,
de remordimientos, y de desolación
M: ¿Qué te estoy haciendo Esther?
E: ¿Maca? Mi amor ¿eres tú?
Una temerosa Esther apareció sobre el marco de la puerta de la estancia del comedor
apuñando entre sus manos un palo. Maca no tuvo tiempo de contestar solo levantó su
rostro bañado en lágrimas y corrió inmediatamente a su lado abrazándose a ella con
desesperación
E: ¡Maca! (le limpiaba con infinito amor y cuidado la lágrimas) ¿Qué pasa cariño? Me
estás asustando
M: Perdóname mi amor (entrecerró los ojos con profunda tristeza y le murmuraba
débilmente ahogando sus propios gemidos) No te merezco, perdóname
E: ¿Por qué me dice eso Maca? ¿Y qué tengo que perdonarte?
M: Yo (intentaba tomar fuerzas) Yo no quería
E: ¡Llegar tarde! (la interrumpió dulcemente) Lo sé cariño no te preocupes por eso. Ya
tendremos tiempo de festejar nuestro aniversario en otra ocasión como dios manda (le
acariciaba la mejilla con devoción) ¿Te gusto mi regalo?
Maca no le pudo contestar las lágrimas y los sollozos se lo impedían. Solo se limitó a
entrelazar su mano a la de ella y apretársela con fuerza
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E: Ya veo que sí (sonrió alegremente) Si no cambias en nada eres tan transparente
cuando te emocionas
M: Yo no tengo nada para darte (atino a decir)
E: Mi amor me has dado lo mejor que tengo en el mundo (le regalo una bella sonrisa y
suspiro) Tu amor y dos bellos hijos (le dio un beso) Te amo
M: Esther (la abrazo fuertemente) Tú eres lo que más amo en la vida... Nunca lo olvides
mi amor
Al escucharla Esther lanzó un fuerte suspiro y se acurrucó en su pecho dejándose
abrazar de la mujer que amaba sintiéndose completamente plena y segura entre sus
brazos
E: Tú también eres lo más importante en mi vida
Maca le acariciaba el pelo y se lo acomodaba tiernamente a la vez que le daba repetidos
besos en la frente
E: ¿Sabes? (levantó el rostro para verla con devoción) Este es el mejor aniversario de
bodas que eh tenido
M: ¿Y eso por qué? (sorprendiéndose por el comentario) ¿A caso por mi ausencia?
E: No cariño (se reía a la vez que le daba un cariñoso palo) Porque ya estás aquí
conmigo. Pensé que no iba a poder abrazarte hasta mañana (volvió a suspirar y se
acurrucó nuevamente en su pecho) y con lo que me gusta perderme en tus brazos
M: ¿De verdad te gusta?
E: ¡Claro tontita! (sonrió divertida y haciéndose la ofendida) No puedo creer que lo
pongas en duda después de dormir doce años a tu lado
M: Pues es que no lo parece Esther
E: ¿Cómo? (levantó el rostro buscándole la mirada)
M: Que desde el nacimiento de Osman cambiaron las cosas y tus gustos marcando un
evidente abandono y descuido hacia mí
E: Pero, pero (se le trabaron las palabras por la sorpresa y abrió los ojos con extrañeza)
¿Qué dices mujer?
M: Lo que oíste Esther (de pronto la expresión de su rostro cambió tornándose áspero y
dolido) Solo te gustaba tener a Osman entre tus brazos y eso sin contar que cuando llegó
Pablito fue mucho peor. Todo tu tiempo, tus caricias, tus atenciones, tus mimos fueron y
son exclusivamente para ellos. Los consientes y malcrías en todo a más no poder y a mí
que me coman los perros
E: Maca eres una exagerada (deshizo el abrazo y agrego con seriedad) y me parece
increíble que me celes hasta con tus propios hijos
M: No son celos Esther
E: ¿A no? (mirándola de frente) ¿Entonces como le llamas a eso?
M: Desplazamiento (levantó los hombros y le dio la espalda) simplemente me
desplazaste por tus hijos haciéndome a un lado
E: ¿Mis hijos?
M: Sí Esther (y se apresuro en corrigió) Nuestros hijos
E: Eso no es cierto Maca. A ti más que a nadie te consiento y te complazco hasta en el
más mínimo capricho
M: ¿Ah sí? (levantó la ceja irónica a la vez que se giraba hacia ella) ¿Quién lo dice?
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E: Yo lo digo Maca (la miraba fijamente) Yo que vivo contigo y se lo difícil que es
poder llegar a complacer tus imposiciones para tenerte contenta
M: ¿Mis imposiciones? (abrió la boca incrédula) ¡Vaya contigo! (dio unos cuantos
pasos alejándose un poco) es bueno saber a estas alturas que mi mujer me considera una
impositiva
E: Es que eres impositiva Maca y además exigente
M: Yaaaaaaaa (levantó los brazos) ¡¡Ahora resulta que soy una exigente!! (movió la
cabeza disgustada) Tal parece que te pongo una pistola en la cabeza y te obligo hacer las
cosas
E: ¡Ya ves que eres una exagerada!
M: Sí claro (enfatizaba la voz) exagerada YO
E: Sí exagerada, enojona, celosa y posesiva que de verdad llega a ser pesado y
agobiante
M: ¡Lo que me faltaba por oír! (se llevó las manos a la cabeza) Con el concepto tan
definido y claro que tienes sobre mí. Por dios que me sorprende que a estas alturas
sostengas que me amas
E: Amar no quiere decir que este ciega y tonta y no vea tus defectos
M: ¡Solo mis defectos Esther!
E: También tus virtudes cariño (sonrió acercándose y abrazándola por detrás) Y te
aseguro que son muchas más tus virtudes que tus defectos (le una palmadita en el
trasero con cariño intentar suavizar el momento) Por eso me tienes loca por ti
M: No si ya veo lo loca que estás por mí (levantando una ceja con irónica) Que hasta
miedo me das
E: Ay cosita hermosa (meciéndola entre sus brazos a la vez que le ponía una mano en
su sexo haciéndole algo de presión) ¿Quién la quiere a ella?
M: Esther por favor (súbitamente las mejillas se le encendieron llenándose de
vergüenza) No hagas eso
E: ¿Por qué no? (con mayor insistencia intentando bajarle el cierre del pantalón) Si eres
mi mujer
M: Que no Esther (apartándose de ella sintiéndose culpable y miserable) que ya tuve
bastante hoy además ya no son horas
E: ¿Qué has dicho?
M: Nada
E: ¿Cómo que nada?
M: Mira Esther será mejor que nos vayamos a dormir (caminó unos cuantos pasos para
irse) Ya seguiremos con esto en otro momento
E: No Maca (con desconcierto y evidente preocupación se paró en frente de ella) Tienes
más de un mes que no me tocas y lo que me acabas de decir es muy importante para
dejarlo a un lado como si no tuviera la mayor importancia
M: Esther cariño (levantaba las cejas) de verdad estoy muy cansada que ya ni sé lo que
digo tuve un día bastante agotador necesito dormir
Con cuidado la hizo a un lado dejándola parada a medio camino. Se metió a toda prisa
al cuarto del baño, se dio una ducha con agua fría intentando despejar su mente y ahogar
sus remordimientos. Se puso la pijama, se lavó los dientes y al verse en el espejo se
quedó perpleja ante el reflejo de su propia imagen su semblante se trasformó presa de la
ira que sintió en el momento
M: ¡Jodeeeeeeeeeeeer! (maldijo en voz baja) Maldita seas Karol ¡te voy a matar! (dio
un manotazo tirando la pasta de dientes) Pero eso solo me pasa a mí por acostarme con
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putas (apretó las mandíbulas haciendo rechinar sus dientes) ¿Y ahora qué diablos voy
hacer? ¡Qué explicación le voy a decir a Esther si me ve este chupetón!
Caminaba como una energúmena de un lado a otro pensando cómo salir bien librada de
esa. Sin poder permanecer un minuto más en el baño sin levantar sospechas por parte de
Esther no tuvo otro remedio que salir pidiéndoles a todos los santos que su mujer no se
enterara de nada y ya estuviera acostada y dormida
Su suerte no daba para tanto efectivamente Esther ya estaba acostada pero no dormida.
Acomodada en medio de la cama con el cubrecama y la sábana por los suelos la estaba
esperando completamente desnuda en una posición más que sugerente
M: (“Upsss “Válgame Dios” (levantó las cejas) Lo que me faltaba (con nerviosismo se
limpio el sudor que empezó a sentir en su frente) ¿Cómo me libro de esta?”)
Respaldada por la complicidad de la oscuridad se hizo la disimulada y levantó
rápidamente la sabana cubrió a Esther con ella y se acostó dándole la espalda. Esther
por un momento se quedó anonadada sin embargo no desistió de su empeño.
Inmediatamente se le pegó acoplándosele a su figura metiéndole las manos bajo la
pijama acariciándole los senos Maca literalmente temblaba y tuvo que detener el avance
de su mujer abruptamente cuando intuyó que iba directo a su cuello
M: Es tarde Esther, estoy muy cansada y de verdad necesito dormir un poco antes de
irme a la oficina
Esther sintió como si un rayo le atravesara el corazón al sentirse rechazada por segunda
vez en menos de media hora. Las lágrimas invadieron su rostro sin control presa del
desconsuelo y el desamor. Sintiéndose impotente y estúpida se levantó sentándose a un
costado de la cama
E: ¿Ya no te gusto verdad? (se le quebró la voz) ¿Hay otra en mi lugar, Maca?
Maca apretó las mandíbulas incapaz de enfrentarla se levantó de la cama haciéndose la
ofendida y antes de salir del cuarto dando un portazo con todo cinismo agregó
M: Francamente estás imposible
Entró a la zona de estacionamientos del conjunto empresarial a una velocidad más
rápida de lo permitido, su desagrado se hizo evidente al ver su reservado ocupado por
un lujoso vehículo BMW descapotado. Volteó a ver en todas direcciones buscando un
lugar cercano que estuviera disponible para poder estacionarse. Sin éxito alguno exhaló
desesperada a la vez que vio la hora en su reloj. Tenía cuarenta y cinco minutos de
retraso y por lo menos diez llamadas perdidas de su mejor amigo y confidente desde la
adolescencia Alejandro Torres el cual trabaja con ella como asistente y coordinador de
publicidad en imagen y diseño en la empresa. Y con el cual debía finalizar los últimos
detalles de los panoramas de exteriores de la próxima campaña publicitaria
M: ¡Joder lo que me faltaba!
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Malhumorada por los inconvenientes empezó a tocar el claxon del carro insistentemente
hasta que dos jóvenes que fungían como encargados del cuidado y orden del
estacionamiento llegaron a toda prisa hasta el lugar
M: Juan me quieren decir ¿quién es el imbécil que se estacionó en mi lugar y por qué no
has llamado a la grúa?
Juan: Lo siento señora (contestaba todo nervioso a la vez que ambos chicos se paraban
junto a la ventana del copiloto del auto de Maca) Intentamos hacer todo lo posible por
evitar que esto sucediera pero nos fue imposible
M: Si saben cuál es su trabajo ¿verdad?
-: Lo que sucede señora (se apresuró el otro chico en contestar) es que...
Sin hacer caso de las explicaciones de los chicos bajó de su auto con el semblante duro
por el enojo y se paró de frente a ellos
M: Es que nada (lo interrumpió) están aquí para vigilar el orden y la seguridad del
estacionamiento no para que cualquier pelagatos entre sin que se den cuenta y con el
mayor descaro se estacione en un lugar que no le pertenece. Por eso dice bien claro ahí
zona reservada (señalándoles con el dedo varios letreros pintados sobre el piso y la
pared con letras azules) Se usará grúa
Juan: Lo sabemos señora (contestó algo contrariado) pero si llamábamos a la grúa nos
meteríamos en un problema mayor ya que el auto le pertenece la señorita Karol Toscani
M: ¡A Karol! (repitió asombrada cambiando el semblante y la expresión de su rostro)
Toma (le dio la llaves de su vehículo) Busca un lugar donde lo puedas estacionarlo
Juan: Lo que usted ordene
Los dos chicos se miran entre sí. Maca sin decirles nada más bajó su portafolio del auto
y se dispuso a marchase. El otro chico ante el asombro de Juan y antes que Maca se
fuera murmuro con ironía
-: ¿Y llamamos a la grúa señora?
M: No (se giró con el ceño fruncido y lo observó con cara de pocos amigos unos
instantes) Ya arreglaré esto más tarde para que no vuelva a suceder
Marca se dio la vuelta y se marchó. El joven sonreía sarcástico al mismo tiempo que la
siguió con la mirada hasta que empezó a subir por unos escalones sin que esta se
percatara. Ambos chicos subieron al auto de la empresaria
Juan: Antes no te corrió pendejo
-: No tenía razón por que hacerlo (levantó los hombros despreocupado a la vez que le
señalaba con burla hacia la pared) Ahí dice bien claro se usará grúa
Juan: Te pasas Chava
Chava: Ni tanto... ¡mira! (le dio un codazo para que volteara a ver) ¡Para lo que sirve
tener un buen culo!
Juan movió la cabeza con evidente malestar ante el comentario de su compañero y no
pudo evitar sentirse afectado e incomodo al ver a lo lejos como Karol salía a toda prisa
al encuentro de su Jefa echándose a los brazos y besándola con pasión
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Juan: Pobre de la señora Esther. Tan guapa y buena persona que es (murmuró entre
dientes conmovido) No se merece que le hagan eso
Chava: ¿A poco conoces a la esposa?
Juan: Sí
Chava: Jolines no se corta nada (voltea a ver a Juan) ¡Estas tías lo que tienen de guapas
lo tiene de gilipollas
Juan: ¡Quieres callarte de una buena vez!
Chava: Uy que miedo me das (empezó a reírse) Y te enfadas conmigo como si yo
tuviera la culpa de lo que hacen las tías esas
Juan: Será mejor que nos vayamos a estacionar el carro
Ante el ataque inesperado de su amante Maca dejó caer su portafolio al suelo deshizo el
abrazo volteando en todas direcciones. Solo alcanzando a ver a lo lejos como
desaparecía su auto. Rápidamente levantó el portafolio tomó a Karol con fuerza del
antebrazo y se la llevó directo al ascensor
M: ¿Tú eres bruta o que te pasa? ¡Eh! (la arrinconó contra la pared del ascensor) ¡No te
das cuenta de que nos pueden ver!
Karol: Suéltame Maca que me estás lastimando (levantó las cejas) Además nadie nos
vio
M: ¿Y si nos hubieran visto? ¡Que!
Karol: Pero nadie nos vio ¡carajo! (quitándosela de encima) Haces una tormenta en un
vaso de agua. Y en todo caso que alguien nos hubiera visto que tiene de malo ¡eh! (se le
encaro) si tarde o temprano se van a enterar de lo nuestro. ¿O no?
Maca hizo una mueca de disgusto con los labios justo en el momento que las puertas del
ascensor se abrían por lo que Maca sin contestarle salió rápidamente seguida de cerca
por Karol
Karol: Maca no me has respondido
M: Ahora no, Karol
Levantó la mano deteniéndose un momento lo que aprovechó su secretaria para
acercársele de inmediato
-: Buenos días Maca (le extendió un folder con documentación) Alejandro tiene rato
esperando en tu despacho
M: Lo sé Lore gracias (refiriéndose al folder) ¿Qué es esto?
Lore: La copia de la factura del automóvil que vas a adquirir (levantó la ceja) Los
hicieron llegar esta mañana de la agencia automotriz y dejaron dicho que te comuniques
con ellos para ultimar los detalles de la compra
M: ¡Cuál auto! (abrió los ojos sorprendida a la vez que miraba la documentación a
medida que leía su rostro se iba poniendo rojo) Pero, pero (volteó a ver a Karol
queriéndosela comer con la mirada, sin decir nada para no armar un escándalo se dirigió
a su oficina y antes de entrar detuvo a su amante y le dijo entre dientes) Será mejor que
vayas inmediatamente a devolver ese automóvil que yo no pienso pagar
Karol: Maca si solo es un préstamo (se mordió el labio seductora) a cuenta del contrato
que voy a firmar para hacer la campaña de tu hermano
M: Karol vete antes de que pierda los estribos
Alcatraces blancos
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Karol hizo el amargo de no irse a lo que Maca se le quedó mirando con seriedad. Por lo
cual no tuvo más opción que darse la vuelta para retirarse
M: Otra cosa Karol (haciendo que detuviera sus pasos) Que sea la última vez que
estacionas cualquier carro en mi reservado
Antes que Karol le respondiera algo abrió la puerta de su oficina entrando de inmediato.
Alejandro Torres en cuanto la vio entrar se levantó de su asiento con una mirada
traviesa le hizo una reverencia de bienvenida
Alex: Bienvenida Macarena Wilson (levantó las cejas) Es el tercer día consecutivo en el
que llagas tarde (sonreía y con los dedos hacia señales de dinero) Y mi tiempo vale
M: No estoy de humor para tus bromas Alex
Alex: Y como yo soy el culpable de lo que te pasa ¡Me jodo!
M: Lo siento Alex (suspiró tomando su lugar detrás del escritorio) pero llevo tres días
de pesadilla
Alex: Hummm (fingió pensar) Déjame adivinar (reía divertido y trono los dedos) ¡Se
trata de Esther! ¿Verdad?
M: Pues sí (levantó las cejas) se trata de ella
Alex: ¿Sigue enojada contigo?
M: Sí (afirmó categóricamente con un movimiento de cabeza) No me dirige la palabra,
me evita lo más que puede, no me levanta por las mañanas y solo me deja sopa
maruchan para comer
Alex: ¡Vaya! (se reía burlón) sí que está grave la situación
M: Yo no sé para que te cuento mis cosas. Si solo te vas a burlar de mí
Alex: Dale lo que quiere
M: ¿A qué te refieres?
Alex: Reserva fuerzas y hazle el amor Maca (se acercó hasta ella le bajó el cuello de la
blusa) Ya no te quedan huellas
M: Oye (le dio un manotazo) ¡Eres un fresco!
Alex: ¡Y tú una tonta! (se puso las manos en la cintura) Solo a ti se te ocurre tener una
amante, dejarte marcar y no cumplirle a tu mujer
M: Eres un idiota
Alex: Te lo digo por experiencia (levantó las cejas) Más vale que cuides tu bicicleta
antes de que llegue alguien más y te ayude con el pedal
M: No digas tonterías (se levantó como rayo de su asiento sintiéndose molesta) Esther
nunca me haría algo así
Alex: Hey, hey cuidado muñeca (le apretó un cachete) Que ella piensa exactamente lo
mismo que tú (suspiró y le palmeó la espalda para tranquilizarla) Sin embargo para tu
vendita suerte y tranquilidad efectivamente Esther no te haría algo así
M: Hmmmmm (frunció la boca cambiando de tema) Tienes la información de la
locaciones
Alex: Sí (le mostró un catálogo) solo falta que des el visto bueno y que Jerónimo
determine cuál va ser la modelo de la campaña
M: La modelo de la campaña (levantó la ceja) va ser Karol Toscani
Alex: No lo creo Maca (negó rotundamente con la cabeza) Antes de que llegaras hablé
con Jerónimo para ver si me podía adelantar algo y me dejó muy claro que no sería tu
amante
Alcatraces blancos
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Una manifestación de obreros textiles al medio día del viernes exigiendo mejores
condiciones laborales y salariales a mitad de la calle en plena Avenida de Aragón hacía
que muchos choferes tomaran diversas alternativas haciendo de la circulación vehicular
algo casi imposible de sortear
Osman: Mamiiii tengo sed (lloriqueaba) Quiero agua
Pablo: baba... baba
Con Osman y Pablo llorando por el calor y sentados en sus sillas en el asiento de atrás
de su camioneta hacían que Esther se sintiera desesperada por lo que sin fijarse del todo
dio la vuelta en U en una zona prohibida logrando dar alcance y chocar de lado con un
lujoso automóvil
E: Por todos los cielos
Las reacciones no se hicieron esperar sus dos hijos asustados por el impacto empezaron
a llorar con más fuerza ella de inmediato se pasó a la parte trasera del auto para
auxiliarlos y cerciorarse que estuvieran bien. Mientras el dueño del vehículo afectado
bajaba colérico quejándose de un dolor al lado de la costilla
Esther al comprobar que sus hijos solo estaban algo asustados por el impacto bajó de su
auto para encontrarse de frente con el conductor del otro vehículo
-: ¡Mire lo que ha hecho! (le mostraba la portezuela sumida de su auto) ¿está ciega o
qué? Lo acabo de sacar de la agencia joder
E: Lo siento (levanto los hombros apenada) de verdad lo siento... No se preocupe me
haré cargo de todos los gastos
-: Faltaba más (se cruzaba de brazos sin esconder su enfado) No sé ni cómo le dieron el
carnet
E: No hay necesidad que me insulte (se le encaró poniéndose a la defensiva) ya le dije
que lo siento y que voy correr con los gastos (tomó el móvil) Voy a llamar a la
aseguradora
-: Y yo a mi abogado
Esther movió la cabeza con una sonrisa irónica y ambas mujeres se fueron a sus
respetivos vehículos, mientras un grupo de curiosos iban formando un círculo
Dentro del auto los niños seguían llorando ella intentaba calmarlos a la vez que buscaba
la póliza del seguro sin éxito lo que la llevó a recordar que una semana antes Maca se la
había pedido para renovarla
E: Upppsss (sacó aire) Solo a mi me pasan estas cosas
Osman: Mami tengo seedddddd
E: Lo sé mi amor (se giró a ver a su hijo con una sonrisa en los labios) Ahorita te
compro una botella con agua (marcaba por el móvil) Solo deja que llame a tu madre
para que venga a buscarnos. Mientras tanto juega un ratito con tu hermanito para que
deje de llorar
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Ajena a lo que le sucedía a su familia Maca seguía enfrascada en su despacho con
Alejandro ultimando los detalles de la presentación de la nueva línea de lentes de sol
Cartier cuando su móvil empezó a timbrar miró rápidamente de quien se trataba e
ignoró la llamada
Alex: ¿No piensas contestar?
M: Es Karol
Alex: ¿Y...?
M: No, no pienso contestarle (suspiro con fatiga) ¡me tiene harta!
Alex: Al seguir con ella no creo que mucho
M: No sabes tú cuanto (movió la cabeza) Cuando no es una cosa es la otra. Si no fuera
porque tiene buena cama... Ya estaría muy lejos
Alex: Odio cuando hablas así (la miró frunciendo el ceño) y lo que más odio es lo vil y
rastrero que me siento cada vez que veo a Esther. Me duele y me agobia saber todo lo
que le haces que hasta pesadillas me dan y lo que más me molesta es no poder hacer
nada para que se entere con qué clase de mujer vive (movió la cabeza) Jodido estoy por
sentir esta clase de lealtad hacia amigos como tú
Maca sorprendida por las palabras de su amigo lo miraba sin parpadear estaba a punto
de decirle algo cuando el móvil volvió a sonar
M: Joder otra vez (volvió a ignorar la llamada) no se cansa
Alex: Hummm (levantó los hombros) sabiendo lo que tienes y le puedes dar nunca se
cansará
M: ¿Que quieres decir con eso?
Alex: Lo que es obvio Macarena (empezó a numerar con los dedos) Departamento,
ropa, diversión, viajes (la miró burlón) le sigo... computadora y otros más caprichitos
hasta para el hermano (mostrándole una factura) y eso sin contar con su más reciente
adquisición un lujoso y carísimo automóvil último modelo que ni la misma Esther tiene
M: No pienso pagar ese auto
Alex: Ya lo veremos
M: ¿Lo dudas?
Alex: Ay Macarena si no te conociera... (sin darle mas importancia) Mejor volvamos al
trabajo. Toma (le paso varios folders) Son los portafolios fotográficos de algunas de las
modelos de la prestigiosa agencia Dreams
M: ¿Prestigiosa? (se giro a verlo) No me suena mucho el nombre
Alex: Normal porque acaba de abrir sus puertas en España... Antes se llamaba Syrenas
y solo se dedicaban a promover modelos para revistas de caballeros. Pero a raíz de la
muerte de Octavio Ortiz su hija heredó su emporio y desde entonces renovó la platilla y
el concepto de la agencia. Logrando convertirla en tan poco tiempo una de las mejores y
más serias agencias en la industria del modelaje
M: Si tú lo dices (observando los trabajos fotográficos con admiración) De verdad que
son muy buenos
Alex: La mujer sabe lo que hace y se han rodeado de un buen equipo de colaboradores.
Se podría decir que tiene lo mejor en cada uno de sus ramos de trabajo incluyendo a los
mejores buscadores de talento... ¡Son únicos!
M: Realmente se nota (miraba las diversas fotografías) Todas estas chicas son
bellísimas y espectaculares. Sin duda lucirán a la perfección los lentes de sol Cardiel. Es
justo lo que necesitamos para el lanzamiento
Alex: Así es Maca (medio sonrió) pero solo necesitamos seleccionar tres de ellas
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M: Preferiría que fueran cinco (levantó las cejas con picardía) ponte en contacto con la
agencia y las citas para la próxima semana (se mordió el labio inferior) hacemos la
locación en alguna playa y entre sol, vinito y... hummmmm (entrecerró los ojos con un
suspiro) hacemos la mejor selección ¿Qué te parece?
Alex: Muy mala idea
M: ¿Por qué?
Alex: Porque estás loca (se levantó de su lugar y comenzó a recoger las fotografías
enfadado) Y yo no sé porque me molesto si ya te conozco
M: Porque quieres Alejandrito que bien que terminas disfrutando de lindo
Alex: Sabes lo mucho que me disgusta que cuando estamos trabajando y tomando
decisiones importantes salgan a reducir tus intenciones y bajas pasiones
M: Lo que pasa es que eres un aguafiestas
Alex: Y tu una libertina que no tiene respeto por nada ni nadie (se hizo un incomodo
silencio donde ambos se quedaron viendo fijamente como retándose en espera de que
alguno rompiera el silencio y atacara. Finalmente Alejandro bajó la mirada movió la
cabeza y terminó de recoger el resto de las fotografías)
M: ¡No exageres!
Alex: No te entiendo Maca (levantó la cabeza buscándole la mirada) sinceramente no te
entiendo... Tienes en tu casa una buena y hermosa mujer que no le pide nada a ninguna
de estas chicas, que te ha dado dos hijos, que se desvive y dedica todo el tiempo
completo a ti y a ellos. Y tú en lugar de conservar y cuidar lo que tienes en lo único que
piensas es en tirarte a cuanta chica que te gusta y se atraviese en tu camino. Y como si
fuera poco tienes una amante fija que lo único que hace es sacarte todo el dinero que
puede
M: No es lo único que hace ¡eh!
Alex: Eres una cínica (dio unos cuantos pasos para marcharse) Como me gustaría que
un día de estos Esther se enterara de todo y te mandara a la mierda
M: ¡Oye! ya bájale ¿no? (caminó hasta donde estaba parado su amigo) Que el hecho
que seas mi amigo no te da derecho a hablarme así (su teléfono móvil volvió a sonar
estaba vez se dispuso a apagarlo cuando se percató que la llamada era de Esther)
M: ¡Es Esther! (miró a su amigo un tanto sorprendida y se apresuró a contestar) Dime
E: Maca necesito... (el llanto desesperado de su hijo se oía a lo lejos perdido entre el
ruido del claxon de algunos carros y gritos de gente alegando) necesito que vengas
M: ¿Por qué esta llorando Pablito? (se sobresaltó) ¿Qué pasó Esther?
E: Maca choque
M: ¿Queeeeeee? (sintió un fuerte mareo que la estremeció de pies a cabeza que por
poco hace que se desvaneciera. El corazón le empezó a palpitar más rápido del lo
normal con el susto y la angustia reflejada en el rostro aferro el teléfono al oído) Pablo
está llorando (empezó a temblar) ¿Los niños están bien? ¿Dónde está Osman... (las
lágrimas se asomaron a sus ojos presa de la incertidumbre) ¿Tú estás bien?
E: Maca tranquila (entrecerró los ojos intentando mostrarse serena) Estamos bien
M: ¿No me estás mintiendo? No oigo a Osman
E: Osman está bien cariño no te preocupes... Solo que necesito que llames a los de la
aseguradora y me traigas la póliza
M: ¿La póliza?
E: Si amor la póliza del seguro del auto... me la pediste la semana pasada para renovarla
M: Ayyyyyyy (suspiró y tomó asiento) No lo hice ¡carajo! Se me olvidó
E: ¡Maca!
M: No te preocupes cariño (tomó su bolso) dime donde estás que ya salgo para allá y
dile al propietario del otro vehículo que se le pagaráa todo. Que no hay problema
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E: Ya se lo dije Maca pero es una tía y estáa de pesadita
M: Humm a mí se me dan bien las tías esas... A ver dile que coja el teléfono. Ya hablo
yo con ella
E: No creo que sea lo más conveniente
M: ¡Esther solo haz lo que te digo!
E: ¡Pero Maca!
M: Por favor Esther dale el teléfono y atiende a mi hijo que está llorando
Esther bajó del auto no muy convencida y se dirigió a donde estaba la mujer de espaldas
intentando comunicarse con alguien
E: Disculpe (le dio el teléfono) Mi mujer quiere hablar usted Sin decir más Esther le
dejó el teléfono y regresó a subirse a su auto para atender a sus hijos
M: Buenas tardes señorita
-: ¡Maca! (abrió los ojos sorprendida) No me digas que la tonta esa es Esther
M: ¡Karol! (de la impresión soltó el teléfono) Joder (murmuró entre dientes a la vez que
rápidamente levantaba el aparato. El semblante de su rostro se veía por momentos
blanco, amarillo, rojo, azul de todos colores) ¡Te quieres callar! (la vena del cuello se le
empezó a resaltar del coraje) ¡Que sea la última vez que te expresas así de mi mujer!
¿Me oíste?
Karol: ¡Maca!
M: ¿Me oíste Karol?
Karol: Sí (de mala gana) si te oí. Y no me grites
M: En este mismo momento vas te disculpas con Esther le dices que ya nos arreglamos
(le soltó sin más) y te retiras inmediatamente de ahí
Karol: ¡Estás loca si piensas por un momento que yo voy hacer semejante cosa! (se giró
a ver donde estaba Esther) En todo caso que se disculpe ella conmigo
M: Mira no me hagas perder la paciencia. (enfatizaba) Y ve y discúlpate con mi mujer.
¡Ahora!
Karol: ¡No lo voy hacer!
M: No te lo estoy preguntado ni siquiera te estoy dando una opción (jalo aire) Te estoy
diciendo que lo vas hacer
Karol: No (negaba rotundamente)
M: Ahora mismo ¡carajo! (gritó totalmente fuera de sí haciendo que su amante se
sobresaltara) Y antes de que llegue la policía a querer empezar a indagar y se complique
más el asunto
Karol: Me da igual. (torcía la boca) que llegue quien llegue
M: Esther se puede dar cuenta que ese vehículo está a mi nombre (apretaba las
mandíbulas intentado controlarse con el afán de hacerla entrar en razón) ¿Qué no te das
cuenta?
Karol: Me interesa muy poco si tu mujer se entera (se cruzaba de brazos indiferente)
Además me dijiste que estabas por dejarla (caminaba de un lado a otro contoneándose)
Así que me da exactamente igual lo que pueda pasar
M: No juegues conmigo Karol (jalándose los cabellos por la desesperación y el coraje)
y más te vale que Esther no se entere de nada o...
Karol: ¿O qué Maca? (la interrumpió de manera altanera)
M: Si de verdad quieres tener ese auto (jaló aire rascándose la cabeza con impaciencia)
haz lo que te estoy diciendo
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Karol: Pues sí lo quiero (soltó y sonrió triunfante ante el desconcierto de Maca) pero
también te quiero a ti ¡eh!... Pero por el momento me conformo con el auto y te espero
en la noche en nuestro departamento (recalcó mordiéndose el labio y susurrando
sensualmente) Como a ti te gusta cariño
Maca sintió que se le revolvían las tripas y pese a su enfado no pudo evitar sentir una
oleada de calor invadir su cuerpo que tuvo que apretar el estómago al ser consciente de
la recién nacida humedad que empezaba a despertarse entre sus piernas con la simple
sugerencia de Karol
M: Uyyyyyyyy (sacó aire provocando una risilla en su amante) ¡Como me pones! Joder
Karol: Te espero en la noche
Maca no le contestó por lo que Karol se acercó hasta el auto donde estaba Esther
calmando y acariciando a sus hijos. Muchas veces había oído hablar de ellos pero esa
era la primera vez que los veía en persona y los tenía enfrente
Sintiéndose un tanto extraña y rara por las circunstancias se chupó los dientes con
nerviosismo pero aun así se dio el tiempo del estudiarlos con la mirada y pudo ser
testigo del amor y dedicación que Esther le tenía a sus hijos
Esther al sentir su presencia se giró y de forma natural le sonrió ampliamente haciendo
que Karol se sobresaltara aguantando la respiración a la vez que sentía un ligero vacío
que le estrujaba en la boca del estómago
Sin poderle decir nada bajó la mirada estiró el brazo para devolvió el teléfono y sin más
se dio la media vuelta para subirse rápidamente a su carro y marcharse
E: ¡Maca! (salía de su camioneta sin poder comprender la actitud de la mujer) ¡No me
lo vas a creer! La mujer se fue sin decirme nada
M: No te preocupes (respiro aliviada) al final llegamos a un acuerdo
E: ¿Qué acuerdo?
M: Llevará el carro a la agencia para que se lo arreglen y después me hará llegar la
factura. Y por cierto ¿A dónde te dirigías?
E: Al centro comercial hacer las compras
M: Supongo que la camioneta no salió bien librada del choque
E: Supones bien (se mordió el labio inferior) Se le sumió parte de la defensa, se le
quebró el faro izquierdo y se le levanto el cobre
M: Hummm (movió la cabeza y saco aire) ¡Ya que se le va hacer!... Bueno ya que
andas cerca de la agencia la dejas de una vez para que te la arreglen. Tomas un taxi y te
vas hacer las compras yo más tarde te alcanzo ahí y te llevo a casa
E: ¿Qué tan tarde?
M: En cuanto me desocupe voy por ustedes
E: ¿No te vas a tardar mucho?
M: Que no Esther
Cuatro horas más tarde después del accidente. Maca llegaba al centro comercial donde
había quedado encontrarse con Esther. Osman al descubrirla entre la gente se le soltó de
la mano a Esther y salió corriendo a toda velocidad su encuentro
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Osman: Mama... Mama (pegó un salto abrazándose a ella) mi mami chocó y Pabo y yo
lloramos
M: ¿Cómo está mi príncipe? (lo recibió entre sus brazos estrechándolo con fuerza lo
besó y lo revisó minuciosamente) ¿No te duele nada cariño?
Osman: No yo soy muy fuerte (hacía fuerza con su mano mostrando su conejito) Como
Nacho Libre y no me paso nada
M: ¿Nacho Libre?
Osman: Sí ma (la vio incrédulo) el de la película. ¿Lo recuerdas?
M: Ah sí ¡claro! ¡Nacho Libre! (levantó una ceja sin poder evitar reírse) el de la
película. Claro que lo recuerdo corazón
Osman: Pues ese
E: Hola (le sonrió y se acerco a ella con Pablo entre los brazos) me dijiste que no ibas a
tardar mucho
M: Lo siento no pude llegar antes
Pablo: Maaaaaaa (le estiraba los bracitos) Maaaa
M: Mi pequeño principito (bajó a Osman y tomó a Pablo entre sus brazos dándole de
besos) Mi cosita bonita... Mi huesitos
Esther la miró sorprendida sin entenderle. Maca se rió y levantó al pequeño Pablo hasta
la altura de su frente
M: ¿Por qué tu eres el huesitos ¿verdad? (miró a Osman divertida) Ya que tu hermano
es Nacho libre y tu mami de seguro es la monja
Osman: Sí (gritó aplaudiendo emocionada) Mi mami es la monja... ¡la novia de Nacho
Libre!
Esther movió la cabeza divertida y soltó la risa mientras Osman se enredaba en Maca
abrazándose a una de sus piernas
M: Nuestros hijos no son nada normales Esther. Lo más común seria que fueran
Superman o Spiderman pero... ¡Nacho libre!
E: No (sonriendo) No lo son... Son especiales
M: Especiales y únicos (se volvió hacia a Esther abrazándola con fuerza) Y tú ¿Cómo
estás cariño?
E: Bien, ahora muy bien (suspiró recostándose en ella y sintiéndose segura entre sus
brazos) y extrañándote
M: ¿Mucho?
E: ¡Como no te das una idea!
M: Mi flakita (los ojos se le humedecieron) Si algo te hubiera pasado a ti o a los niños
(se le quebró la voz) ¡me muero!
E: Estamos bien Maca (le limpió las lágrimas con suma delicadeza) No llores que los
niños se van a poner tristes
M: Siento mucho que estés disgustada conmigo
E: Ya no lo estoy
M: Nos vamos a la casa
E: Sí mi amor nos vamos a la casa. Pero primero vamos a comer que por estarte
esperando no hemos comido
Pablo: Opa, opa
M: Uy no más sopa no (le susurró al oído a Esther y le pellizcó discretamente una
nalga) al menos que sea de la que me estoy imaginando
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E: ¡Maca!
Después de comer se fueron a dar un paseo por el retiro donde estuvieron jugando con
los niños. Entre risas, bromas suspiros e indirectas se fueron por fin a casa. Donde al
llegar bañaron a los niños les dieron de merendar y Esther se los llevó a dormir mientras
Maca se quedaba en el estudio atendiendo una llamada de Alejandro el cual le confirmó
algunas citas con las modelos de Dreams para la próxima semana
M: Sí Alex estoy de acuerdo no te preocupes (movía la cabeza) Nada de playa, nada de
vino y nada de lo otro. Se hará esta vez como tú lo digas... Pero solo esta vez ¡eh!... Para
que no me taches de mala amiga
Alex: Hummmmm (cambiándole el tema) ¿Y cómo esta Esther y los niños?
M: Están muy bien gracias... (suspiró) Solo fue un pequeño susto pero ya todo está
solucionado
Alex: Me alegra saberlo (hizo una pausa) ¿Y cómo te fue con...?
M: Hummm (lo interrumpió y bajo la voz) ¡Ya sabrás!... ¡Tuve que aceptar comprarle
el carro!
Alex: Jaaaaaaaa. No sé por qué no me sorprendes para nada (levantó los hombros) A la
próxima le pones la empresa a su nombre
M: No estés de chistosito... Esto es lo último que le doy y se lo dejé bien claro hace rato
que la vi
Alex: ¡Cómo! (giró sobre su asiento incrédulo) ¿Es que ya la vistes?
M: Sí (suspiró cuidando de que no entrara Esther) Tuve que ir a buscarla al
departamento antes de ir por Esther y los niños
Alex: ¡Esto es el colmo Macarena! (se levantó de su asiento indignado) ¿Cómo es
posible que tuvieras el valor y el cinismo de irla a buscar primero a ella que a tu mujer y
a tus hijos? ¡No me lo puedo creer! ¿Qué chingados es lo que tienes en la cabeza y en el
corazón? ¡Mierda! Eso es lo que tienes ¡Mierda!
M: Alex déjame explicarte ¿Quieres? (guardó silencio unos segundos escuchando la
respiración alterada de su amigo) no te pongas así. ¿Vale?
Alex: ¿Qué me vas a explicar? ¡Eh! Que me vas explicar según tú ¡si eres una
descarada!
M: Alex te juro que no me quedó más remedio que irla a buscar. Ella quería que
pasáramos la noche juntas y nos fuéramos de fin de semana a Quiroga. Ya tenía
preparado todo y hechas las reservaciones. ¡Ya sabes cómo es!... Si no iba hablar con
ella es capaz de venir a buscarme a mi casa y armarme un escándalo
Alex: ¿Sabes qué Maca? No quiero saber nada (sacó aire) Sinceramente no puedo más
contigo. Todo lo que te digo, todo lo que te aconsejo te entra por oído y se te sale por el
otro pero ya estuvo bueno ¡eh! (se hizo un corto silencio) Ya estuvo bueno... Al paso
que llevas vas a terminar por quedarte completamente sola y no sabes el gusto que me
va dar verlo
M: ¡Alejandro!
Alex: Alejandro nada (con el puño cerrado dio un fuerte golpe sobre el escritorio) De
ahora en adelante cuando quieras desaparecer de tu casa algún día o un fin de semana
para pasarlo con alguna de tus amantes tendrás que buscar otra tapadera que no sea yo...
¡Se acabó Maca! Y te lo digo muy en serio (jaló aire reuniendo fuerzas) No quiero que
me vuelvas a contar nada. ¿Me oíste? nada. Me niego rotundamente a seguir siendo
cómplice de tus bajezas y atrocidades. De hoy en adelante solo limítate a dirigirte
conmigo de manera estrictamente profesional ¿Estamos?
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M: Pero Alex
Alex: ¿Estamos Macarena?
M: Te tengo que dejar (agrego nerviosa) que ya viene Esther bajando por las escaleras.
Después te llamo y hablamos más tranquilamente
Rápidamente colgó el teléfono y se dirigió hacia el enorme ventanal de cristal ahumado
que fungía como pared y daba una vista hermosa de las noches madrileñas. A su paso
tomó el pequeño estuche con el diamante azul en forma de alcatraz que Esther le regaló
como motivo de su reciente aniversario de bodas. Para ocultar su nerviosismo lo sacó
depositándolo en la palma de su mano contemplándolo fijamente
M: Es muy hermoso (dijo al sentirla entrar al despacho) Realmente hermoso
E: No tanto como tú (musitó cálidamente haciendo que Maca se gira a verla) Ya veo
que te gusto
M: No tanto como me gustas tú
E: Devolviéndonos los halagos (le sonrió ampliamente de una manera seductora lo que
hizo que Maca se estremeciera y su corazón empezara acelerarse)
M: ¿Ya se durmieron los niños?
E: Ya (se mordió el labio) No se despertaran en toda la noche
Maca bajo la mirada sin poder decirle nada le dio la espalda y se quedó pensativa
mirando fijamente sobre el ventanal mientras una ola de remordimientos la sacudían al
recordar la conversación telefónica que había sostenido con su amigo Alejandro hacía
apenas unos cuantos minutos y al ver a su mujer tan dispuesta a ella
Esther no pudo evitar sentirse algo desilusionada por la actitud de Maca pensó en
marcharse y dejarla sola sin embargo quería saber, necesitaba saber de una vez por
todas porque su mujer tenía más de un mes evitando tener relaciones con ella
E: Cuando te pones así algo te preocupa (se acercó hasta donde estaba su mujer muy
pensativa mirando por la ventana y se le puso a un lado) Tú yo hemos pasado por
muchas cosas juntas y hemos salido siempre adelante. Sin embargo vengo sintiendo
desde hace tiempo que estás fría, ausente, incomoda, molesta. Y no sé qué te está
pasando y eso me duele como no te das una idea (entrecerró los ojos tomando valor) No
quiero imaginar que soy yo el motivo de tu preocupación (se mordió el labio sintiendo
que las lágrimas llenaban sus ojos) Maca ¡Si tienes alguien más solo dímelo!
M: ¡Esther! No cariño (volteó a verla sintiéndose profundamente angustiada y nerviosa)
No (se apresuró a decir) ¡Cómo se te ocurre! (suspiró y la abrazó de espaldas dejando
apoyada la barbilla en su hombro) Son cosas del trabajo nada de importancia
E: ¡Si no tienen importancia! ¿Por qué estas así de preocupada y nerviosa?
M: No hablemos de eso ahora (oliendo su cuello y apoderándose de sus labios) mejor
hablemos de lo mucho que me has extrañado este tiempo. ¿Quieres?
La volvió a besar saboreando sus labios, explorando su cavidad jugueteando con su
lengua. Profundizando sus besos, pidiendo y dando hasta que empezó a recorrer la base
del cuello en pequeños besos a la vez que con su lengua lambía y chupaba suavemente
la zona besada. Tomó entre su boca y le chupó el lóbulo de la oreja al sentir que su
mujer empezaba a temblar entre sus brazos le susurró cálidamente
M: ¡Por que si me has extrañado! ¿Verdad?
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E: ¡Maca! (olvidándose de todo entrecerró los ojos apasionada y buscó nuevamente su
boca, la cual la recibió y encontró gustosa) Mucho te he extrañado mucho (entre
suspiros y jadeos intento girarse hacia ella)
M: No mi vida (se apoderó de su cuello nuevamente y le seguía susurrando dulcemente
con amor) quédate así de espaldas... Quiero amarte así (metió una de sus manos bajo la
blusa acariciándole delicadamente el vientre con suaves movimientos oscilatorios) Así
mi amor (se balanceaba suavemente sobre el contorno de su cuerpo haciendo que Esther
se estremeciera) así (Esther ahogó un suspiro) Me gusta sentir como te vas entregando a
mí poco a poco sin prisa sin reservas
Sus manos ya habían empezado a desvestirla con habilidad dejando en pocos segundos
expuesto su dorso y espalda. Inmediatamente Maca comenzó a lamerla dejándole suaves
mordiscos en la espalda logrando con eso que Esther se arqueara y levantara los senos
aguantando la respiración. Sin perder tiempo Maca se aprisionó deliberadamente de
ellos acariciándolos con soltura y posesión apretándo los pezones y jalándole
suavemente las tetillas hasta dejarlas duras Esther se revolvía en su lugar e intentó
volver a girarse cosa que Maca nuevamente no le permitió
M: Déjate llevar (le mordisqueaba el oído sin dejarla de acariciar sus senos) te va a
gustar así
E: Oh Maca (jadeaba incesante) Necesito mas
M: Lo sé cariño (le bajó de un manotazo el pantalón) Lo sé
Comenzó acariciarle los mulos de manera ascendente y descendente en forma de largos
círculos ejerciendo un poco de fuerza en la parte interna de ellos. Lo que hacía que
Esther se retorciera desesperada e intentaba aprisionarle las manos para llevarlas hasta
su centro y entrara en ella
E: Maca, Maca (jadeaba entre prolongados y pequeños gemidos) Entra mi amor, mi
cuerpo mi alma extrañan sentirte dentro
M: Espera un momento cariño (los ojos le brillan) esto apenas empieza. Solo disfrútalo
E: No puedo más
M: Sí amor, sí vas a poder
Enseguida comenzó a besarla desde la base de la nuca y se deslizó lentamente sin prisa
por la espalda hasta que llegó al nacimiento de sus sentaderas donde se apoderó con los
dientes del resorte de su fino calzón el cual lentamente le fue quitando
Una vez que la tuvo completamente desnuda a su merced con prisa se desvistió ella para
inmediatamente sin dejar que se volteara pegársele y acoplándose a su cuerpo. Esther al
sentir como la humedad de Maca se restregaba y pegaba sobre su sentaderas
deslizándose en ellas a través de movimientos ascendentes y descendentes produciendo
un conocido sonido amatorio lanzló un grito de placer entre suspiros y gemidos y
comenzó a moverse al ritmo de de su mujer
E: Aghhhhhhhhhhh Maca
Maca entrecerraba y abría los ojos enardecida ante cada movimiento, ante cada sonido
amatorio, ante cada alarido y gemido de su mujer que no pudo resistir más y la volteó a
toda prisa levantándola en vilo montándola sobre ella a boca jarro para llevársela hacia
Alcatraces blancos
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la pared donde la recargó y la obligó a entrelazar sus piernas en su cadera y la penetró
libremente con dos dedos a placer
Entraba y salía a voluntad oyendo como enajenada el sonido de sus dedos al choque con
la abundante y espesa humedad de su mujer. Sintiendo como Esther temblaba con cada
nueva incursión y como su estrecho canal húmedo y caliente se apretaba sobre sus
dedos. Los ojos se le iban de lado
M: Esther por dios como me gustas (murmuraba agitada y se aprisionó con
desesperación de su boca) vamos mi amor dime que te gusta que los estás disfrutando,
que me estás sintiendo
E: Maca (jadeaba y sudaba copiosamente) Hummm Ma... (no podía habalr) aghhhhh
M: Quiero oírlo Esther
E: Ayyyyyyy Maca (soltó un grito aferrándose con todas sus fuerzas a ella) me encanta
por dios me encanta... me encantas tú
Sin dejarla llegar retiró sus dedos la volvió acomodar de tal manera que hizo que sus
sexos se encontraran encontrándose a la perfección. Al alcanzar su objetivos empezaron
las envestidas una y otra vez hasta que ambas llegaron al mismo tiempo a lo inevitable
en forma de cadena eléctrica que les enredaba el cuerpo, las hacía temblar y
derrumbarse una en la otra para finalmente terminar consumidas en un beso
M: Esther mi amor (le susurraba al oído) Eres mía... No lo olvides. Solo mía
E: Sí mi amor, solo tuya
Ambas permanecieron un rato recargadas sobre la pared abrazadas intentando
recuperarse. Una vez tomadas nuevas fuerzas Maca tomó de la mano a Esther y se la
llevó a la recamara donde se volvieron amar una y otra vez hasta que llenaron sus
sentidos
Los rayos del sol empezaron a filtrarse poco a poco atreves de las gruesas cortinas de las
ventanas de recamara matrimonial haciendo que la oscuridad se esfumara por completo.
Los clásicos ruidos del amanecer empezaron a inundar los espacios logrando que Maca
se despertara primero
Una sonrisa apareció de inmediato en sus labios al sentir los brazos y piernas de su
mujer que con fuerza aun la aprisionaban. Se giró con mucho cuidado de no despertarla
se la acomodó suavemente entre su regazo y sus ojos se le iluminaron al permitirles
darse el lujo de llenarse de ella
M: Mi Esther (apenas susurró a la vez que con ternura le hacía una leve caricia en la
mejilla y le depositaba un ligero beso sobre los labios) ¡Cuánto te quiero!
Esther se removió un poco para volverse abrazar fuertemente a ella y meter su cabeza
entre su hombro y cuello buscando encontrar una posición cómoda. Maca movió la
cabeza divertida al oírla y sentirla respirar pausadamente sobre la base de su cuello y no
pudo evitar sentir un nudo calentito y agradable en la boca de su estómago al recordar la
más reciente noche de pasión compartida
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Esther tal parecía ser consciente de los recuerdos de su mujer que a medida que Maca
lanzaba pequeños suspiros al aire. Esther sonreía dulcemente de tal manera que hacía
que su semblante se viera pleno y radiante proyectando a la vez una seguridad y una paz
interior que solo Maca le conocía muy bien y la cual se le manifestaba cada vez que
hacían el amor
Maca no puedo evitar estremecerse al observarla dormir plácidamente entre sus brazos y
no era para menos. Su mujer estaba y se veía realmente hermosa desnuda entre sus
brazos que de solo pesar en el hecho de poder llegar a perderla y de imaginar que
alguien más pudiera tenerla y disfrutarla de esa manera hacía que los sentidos se le
alteraran al tal grado que sintió una fuerte opresión en el pecho que no le permitió
respirar durante algunos segundos. Inmediatamente miles de imágenes de sus correrías
pasaron por su mente echándole en cara su mal proceder llenándola de angustia, de
desesperación, de arrepentimiento haciéndola sentir profundamente miserable y suicida.
Tratando de contener las repentinas lágrimas y las enormes ganas de gritar y salir
corriendo se mordió el labio con fuerza haciéndose daño justo en el momento que
Esther se iba despertando
E: Maca cariño (se levantó sobresaltada al verla así) ¡Otra vez llorando! Mira que ya me
estás preocupando últimamente estás muy chilloncita... (se hizo un pequeño silencio
donde Maca solo entrecerraba los ojos y movía la cabeza) ¿Qué sucede?
M: Te amo Esther (se abrazó a ella sintiendo una profunda soledad y una enorme
necesidad de acariciarla, de besarla, de decirle que a pesar de todas sus tonterías y
errores ella era la única en su corazón y en su alma y que nunca más le iba a fallar) Por
eso lloro porque te amo
E: ¿Te duele amarme?
M: No es eso (suspiro melancólica) Me duele pensar que podría perderte (se le quebró
la voz) me duele imaginar que tal vez algún día despierte y tú y mis hijos no estén a mi
lado
E: Maca (se acomodo entre sus brazos sorprendida) ¿Y qué te hace pensar que puedas
llegar a perdernos?
M: No lo sé Esther (la miró fijamente) en esta vida suelen suceder muchas cosas
inesperadas... Un accidente, un mal entendido, una enfermedad, un tercero en discordia
(levanto los hombros) ¡qué sé yo!
E: ¡Un tercero en discordia! (levantó las cejas poniéndose seria) Pues no lo sé ¡eh!...
¿Tienes algo que contarme al respecto?
Ante su inesperada respuesta el cuerpo de Maca se tensó por el temor de verse
descubierta. Frunció el ceño se removió incomoda en su lugar y disimuladamente
desvió la mirada mientras empezaba a sentir como un ligero calorcito le invadía las
mejillas. Esther al verla mal interpretó las reacciones de su mujer y soltó la risa
E: ¡Ay amor! (le acarició la mejilla) Conociéndote como te conozco si debes estar
bastante preocupada. Pero en cuanto a lo que respecta a tus hijos y a mí debes estar
tranquila (le sonrió dulcemente) Ya que nosotros no tenemos mas ojos que no sean para
ti (le dio un beso en los labios) ¡Te adoramos tontita!
M: Tampoco es para que te burles
E: Si no me burlo Maca (le dio un palmadita en el hombro) Pero esos celos enfermizos
que tienes no te dejan dormir en paz
M: ¡Cuáles celos!
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E: Maca, Maca (repetía moviendo la cabeza incrédula) ¿Recuerdas esto? (se señalo una
pequeña macha café en su cuello que semejaba un chupetón) me hiciste un pasquín de
ensueño el día que me lo vistes por primera vez al grado que tuve que bajarme de tu
carro en plena avenida aprovechando un alto
M: ¿Y qué querías que hiciera? (empezó a reírse al recordar) Si de verdad parece un
chupetón. Y tú no querías soltarme prenda
E: Eres de lo que no hay (reía con ella y le dio un pequeño palo en el brazo) ¿Y qué me
dices de todos los demás numeritos que acostumbras a montarme a cada rato sin razón
alguna?
M: ¡No exageres Esther!
E: ¡Si no exagero y lo sabes! (le buscó la mirada) Tuve que dejar de lado mi trabajo y
otras cositas para evitar las constantes discusiones. Y lo peor es que ni te disculpas ¿Yo
no logro entender por qué te aguanto tanto?
M: Porque me amas (le robó un beso y la estrechó con fuerza en su regazo.) y no
puedes vivir sin mí
E: ¡No deberías estar tan segura de eso!
M: ¿De qué no puedes vivir sin mí?
E: De que te amo
Maca la soltó de entre sus brazos su mirada se ensombreció y una ligera lágrima se
asomó en sus ojos. Esther movió la cabeza al darse cuenta que su broma hizo sentir a su
mujer vulnerable, desprotegida. Intentando trasmitirle nuevamente seguridad la acunó
en su regazo y empezó a acariciarle la cabeza
E: No seas tonta si sabes perfectamente que todo lo que he dejado y hecho a un lado es
por amor a ti
M: ¿Te arrepientes?
E: No Maca no me arrepiento y no debes ponerte así por amar a tu familia (suspiró) al
contrario debes sentirte muy feliz de tener la capacidad de amar, de dar, de recibir, de
compartir... (con cariño le levantó el rostro y buscó su mirada para perderse en ella)
¡Mírame Maca! El amor no debe doler... (la besó tiernamente en los labios) Y no tienes
de que preocuparte por que yo también te amo. Tus hijos te aman somos una familia
unida y feliz y nada nos separara. Te lo prometo
Sintiéndose nuevamente segura con las palabras de su mujer Maca respiró calmada
entre sus brazos. En esos momentos sentía que nada le faltaba, que el mundo era solo de
ellas, que todo les pertenecía pero sin embargo no podía dejar de sentir como los
remordimientos le corrompían el cuerpo y le quemaban el alma al mismo tiempo.
Haciéndola sentir profundamente cobarde y miserable y más porque era consciente que
no tenía ninguna razón válida en su vida de actuar como actuaba pero sobre todo de
engañar a la mujer que más amaba en la vida
Maca propuso pasar el fin de semana en la sierra cosa que Esther aceptó de maravilla.
El fin de semana fue tan especial e inolvidable como muchos otros tantos compartidos
donde ambas se olvidaban de todo para dedicarse exclusivamente a ellas y consentir en
todo a sus hijos
En el camino de regreso a casa pararon un momento a cargar gasolina. Mientras Maca
maniobraba con la bomba y cuidaba de sus hijos los cuales ya venían dormidos Esther
bajó a comprar agua. Se dirigió a la parte trasera del local tomó tres botellas con el
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preciado líquido y dos cafés fríos de Starbucks se dirigía a pagar cuando vio a un
costado sobre un ventanal un póster que llamó poderosamente su atención
El póster era de arte figurativo como un reflejo exacto de sí mismo a la vez que la
deformaba entre diversos colores de tonos azules la imagen de una bella mujer a medio
vestir envuelta en una túnica blanca con sus dos brazos estirados al cielo sosteniendo
dos preciosas lunas llenas en la palma de sus manos
E: (“Joder no... (el rostro se le iluminó) No puede ser”)
Abrió los ojos gratamente sorprendida, con el pulso acelerado y el corazón
bombeándole más rápido de lo normal y un ligero rubor subiéndole por el rostro. Se
acercó hasta donde estaba el póster colgado. Lo observó durante algunos breves minutos
como si estuviera hipnotizada buscando detenidamente algo. Finalmente lo encontró
esbozó una enorme y radiante sonrisa
E: (“Lo hiciste... Finalmente lo hiciste”)
Llena de felicidad entrecerró los ojos sin poder evitar a la vez sentir algo de melancolía.
Emocionada buscó inmediatamente a la cajera a la cual le indicó que quería adquirir el
póster
E: Hola (le sonreía ampliamente y con su dedo índice señalaba hacia el lugar donde
estaba colgado el póster) Me gustaría comprar ese póster
-: Lo siento señorita (le sonrió y negó amablemente con la cabeza) pero ese póster en
específico no está a la venta
E: ¿Cómo? (sin lograr entenderla ya que el póster se encontraba entre otros que estaban
a la venta) Pero si está junto con los demás
-: Lo sé (la cajera le sonrió nuevamente) y de verdad lo siento (levantó las cejas y
empezó a explicarle amablemente) Ese póster es como un imán para atraer a la clientela
y ni se imagina usted la cantidad de veces que lo han querido comprar
E: Yaaa (con la desilusión reflejada en sus ojos pero con la plena convicción de
comprarlo insistió) Estoy dispuesta a pagar muy bien por él
-: No lo dudo señorita (levantó los hombros) pero no está a la venta
E: Verá... (la miró con al suplica en los ojos) Lo que pasa señorita es que usted no sabe
lo importante y lo que significara para mí poder tener ese póster
-: Lo siento mucho (negó con la cabeza y a la vez que afirmó rotundamente por tercera
ocasión) Pero ¡no está a la venta!
E: Es que...
-: Son $ 9.40 (la interrumpió sin darle lugar a más. Metió la compra de Esther en una
bolsa y se la entregó) Que tenga un buen día
Esther tomó la bolsa desilusionada sintiéndose frustrada antes de marcharse una vez
más volteo a ver el póster suspiró fuertemente y la cajera sonrió negando con la cabeza.
Estaba a punto de salir de la tienda cuando una voz la detuvo
-: ¿De verdad lo quiere?
E: Sí
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Esther con una enorme sonrisa en sus labios se volteó ilusionada para encontrarse de
lleno con una bella mujer de cabello negro ondulado que le llegaba hasta lo hombros,
tez blanca, largas pestañas y dueña de unos grandes y hermosos ojos azules. La cual por
un instante le quito el aliento
E: Sí, sí... sí claro (volvió a repetir con su enorme sonrisa) Claro que... Que lo quiero
La mujer medio sonrió al ver la perturbación de Esther y salió detrás del mostrador
caminando con gracia natural y la impactante sensualidad que poseía
Sin titubear se encaminaba directamente hacia donde estaba ella. Esther levantó las
cejas sin saber muy bien qué decir o hacer. Con evidente nerviosismo y sin dejar de
sonreír se rascó disimuladamente la frente
E: Hummmm (entrecerraba los ojos evitando verla directamente a la vez que pensaba
“Joder deberían de multarla por ser tan hermosa”)
La mujer al verla tan nerviosa y sin que Esther pudiera dejarle de sonreír de esa manera
no pudo evitar sentir como una descarga eléctrica le recorría el cuerpo y por unos breves
segundos se detuvo quedándose sin respiración
-: Por Cristo nuestro señor (murmuro entre dientes) ¡Que hermosa sonrisa!
Esther al escucharla se sobresaltó y sin saber por qué un ligero calorcito empezó a
subirle por las mejillas. Ambas abrieron los ojos sorprendidas al mismo tiempo y sin
más echaron a reírse
-: Lo siento (le sonría ampliamente buscándole la mirada) ha sido un poco raro esto
E: Sí (desviando la mirada) Sí que lo ha sido
-: ¿Entonces quiere el póster?
E: Ujum (asistió con la cabeza)
-: Sabes que se trata de un póster único y exclusivo de...
E: Hugo Acosta (la interrumpió)
-: Sí (la mujer la miró fijamente reconociendo algo en ella) Así es
Sin proponérselo Esther levantó la mirada encontrándose de lleno con su sonrisa y su
corazón se aceleró de manera inconsciente al perderse por unos momentos en al mar
azul profundo de sus ojos
E: Yo ehhhhh
No tuvo tiempo de decir nada más puesto que Maca la cual había estado observando la
escena entre ambas mujeres desde hacía apenas un minuto entró al lugar con el ceño
fruncido
M: Esther (la llamó con fuerza reflejando su malestar en el tono de su voz) ¡Pablo está
llorando!
E: Ya voy cariño
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Esther se volteó a ver a Maca sonriéndole con dulzura. La mujer levantó ambas cejas y
se retiró unos cuantos pasos. Maca llegó hasta el lado de su mujer de mala gana le quitó
de la mano la bolsa con la compra y sin ninguna delicadeza la sujetó del antebrazo
M: ¡Vámonos! (recalcó enérgicamente) ¡Tu hijo está llorando!
La mujer bajó la mirada medio sonrió con ironía ignorando por completo a Maca le
ordenó a la cajera
-: Lety baja por favor el póster y entrégaselo a la señorita
Leticia: Pero (abrió los ojos sorprendida) eso no es posible
-: Leticia por favor (enfatizó sin dejar derecho a réplica) ¡Haz lo que te estoy pidiendo!
La chica asistió con la cabeza y se fue a toda prisa a cumplir con la orden
E: ¿Cuánto va ser?
-: Nada (le sonrió y miró de reojo a Maca) Cortesía de la tienda
La mujer de los ojos azules sin esperar nada más se retiró de inmediato del lugar
logrando apenas alcanzar a oír de los labios de Esther una tímida palabra de
agradecimiento
E: Gracias
M: ¿A cambio de qué?
E: Maca (frunció el ceño moletas) No empieces. ¿Quieres?
M: Dime Esther (fulminándola con la mirada) ¿A cambio de que esta tía te está
regalando algo?
E: ¡Genial! (moviendo la cabeza con malestar) ¡Eres increíble!
Evidentemente disgustada Esther se le soltó del brazo y se dirigió hasta donde ya venía
la cajera con el póster entre sus manos se lo recibió. Le dio las gracias y salió de la
tienda dejando a Maca parada a medio camino. Maca salió a toda prisa tras de ella
Esther se giró deteniéndola
E: ¿Y ahora qué? (la miro de manera cansina) ¿Ahora que sigue Macarena?
Maca abrió los ojos le quitó el póster de las manos para verlo. La cara de Maca se fue
enrojeciendo de tal manera que parecía que la sangre se le saldría por todos los poros de
su rostro de un momento a otro. Hizo un amargo de quererlo romper
E: ¡No te atrevas!
Dentro de la tienda la mujer de ojos azules no perdía detalle de la escena a punto estuvo
de salir cuando vio que Maca le entregó el póster a Esther y subió a su auto dando un
puertazo
Leticia: ¿Qué fue eso Silvia?
Silvia: Dos mujeres discutiendo por cierto una muy bella (levantó los hombros
sonriendo) y la otra también pero no tanto
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Leticia: No te hagas la graciosa conmigo... Sabes a lo que me refiero (mirándola
fijamente) Hugo si no se muere del disgusto mínimo nos va a matar
Silvia: Hummm no (suspiró con fuerza) No lo creo (le palmeó ligeramente el hombro)
Y menos cuando le cuente que su preciado póster fue entregado a su dueña
Leticia: ¡Pero!... ¿Qué me estás contando?
Silvia: ¡Lo que oyes! Mi querida y estimada amiga Leticia (movía la cabeza afirmando
con seguridad mientras una pequeña sonrisa aparecía entre sus labios) La mujer que
acabas de ver llevarse el póster... No es otra que la inspiración de la adolescencia de tu
queridísimo Hugo (volteo a verla fijamente) Su misteriosa modelo
Una vez que Esther aguardó el póster en la cajuela del auto se subió a él. No bien había
cerrado la puerta cuando Maca sin disimular su enfado arrancó a toda marcha
rechinando las llantas. Sin querer darle mayor importancia al enojo de su mujer Esther
puso a tocar el último más reciente cd de La Quinta Estación y empezó a cantar ante el
evidente gesto de desaprobación de Maca
E: Pero mientras los días pasen por mi ventana (bailaba en su asiento, movía las manos
para un lado y otro) Y me siga negando aceptar que perdí. Uy, uy... Seguiré
imaginando, el azul de tus ojos mientras bebo mentiras de los labios de otro. Tal vez fue
que mis besos te supieron a poco
M: ¡Te quieres callar! (le apagó la música y incrementó la velocidad)
E: No (sonrió con cierta ironía y volvió a encender el estéreo) No quiero y haz el favor
de disminuir la velocidad
M: No me da la gana (apretó los dientes)
E: Bien (levanto los hombros) entonces para en este mismo momento que mis hijos y
yo nos bajamos (volteó a verla) Si quieres matarte por tus absurdos celos... ¡hazlo sola!
M: ¿Absurdos?
E: Sí absurdos Maca (levantó las cejas enfadada) No pensaba decirte absolutamente
nada y iba a dejar todo en el olvido como siempre lo hago desde hace más de doce años
pero francamente me superas y ya me tienes harta
M: Yo te vi Esther (apretó con fuerza el volante) Yo te vi como coqueteabas con esa
estúpida y como ella te sonría con cara de idiota (dio un inesperado giro con el volate lo
que provocó que el carro se le jalara y rechinara haciendo que sus hijos se despertaran
con la zarandeada) Y luego ese maldito póster
E: ¡Para Maca! (la vio con absoluta seriedad) te estoy diciendo que pares ¡carajo!
Esther tenía el rostro rojo por la ira, volteo a ver a sus hijos comprobando que
estuvieran bien. Maca algo asustada disminuyó la velocidad vio un pequeño paraje y
paró. Esther bajó de inmediato del auto y se dirigió a bajar a sus hijos
M: ¿Qué haces?
E: ¡A caso no lo ves!
M: No seas infantil Esther (la sujetó de la mano impidiendo que bajara a los niños) y
sube al auto
E: ¡Suéltame Maca!
Maca la soltó de inmediato. Esther sin desistir de su empeño bajó a sus hijos del carro.
Se echó a Pablo en su regazo, tomó de la mano a Osman y empezó a caminar por la
orilla de la carretera
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M: Esther por favor (dándole alcance y poniéndose enfrente para detenerla) regresa al
auto
E: ¡Quítate de mi camino!
M: Esther yo no dudo que te animes y puedas irte caminando hasta la casa pero estamos
a media hora de llegar a Madrid, la noche está por caer, hace frío, (Pablo empezó a
llorar) los niños están cansados y... (entrecerró los ojos) Yo de verdad siento mucho este
numerito... (la miró con la suplica en los ojos) Por favor regresa al auto
Osman se abrazó de la pierna de Maca y empezó hacer pucheros. Esther sabía de
antemano que Maca tenía razón y no le quedaba de otra que volver al auto
E: ¡Odio cuando me haces esto!
Maca bajó la mirada apenada y Esther empezó a mecer a Pablo entre sus brazos para
que dejara de llorar. Jaló aire con fuerza intentando tranquilizarse un poco finalmente
dio la media vuelta y volvió al auto acomodó a sus hijos es sus respetivos asientos y se
fue a subirse a su lugar ante la atenta mirada de Maca
M: ¿Lista? (le medio sonrió y Esther le volteó la cara) Esther... (le palmeaba la pierna)
Cariño de verdad lo siento
Esther no le contesto. Le pasó una botella con jugo a Osman y se acomodó en su asiento
cerrando los ojos
M: Esther (insistió con un hilo de voz débil) Yo de verdad lo sie...
E: Estoy cansada Maca (la interrumpió rotundamente con el enfado reflejado en su voz)
quiero llegar a casa
Maca suspiró y la miró durante algunos segundos. Esther acomodó el asiento para
recostarse de lado y darle la espalda. Maca puso el auto en marcha, manejando con
cuidado y a una velocidad moderada cuarenta minutos más tarde llegaron a su destino.
Sin dirigirse la palabra entre ambas bajaron a los niños y los llevaron a acostar. Maca
intentó dos veces iniciar una conversación con su mujer pero lo único que obtenía como
respuesta por parte de ella eran secos monosílabos
Después de bajar las cosas del auto y comprobar que Esther no estaba en la labor de
sostener ningún tipo de conversación con ella se fue a su despacho donde encendió el
ordenador para pasar el rato en el msn se encontró con una amiga se puso a chatear con
ella contándole sus penas
Mientras Maca chateaba en el despacho Esther fue a hasta la cajuela del auto la abrió
tomó el póster con cuidado y se fue directa sin preámbulos a colgarlo sobre una de las
paredes de la estancia principal. Una vez colgado se paró enfrente de la imagen para
contemplarla
No pudo evitar soltar una pequeña risita de orgullo y satisfacción e inconscientemente
volteó hacia la puerta despacho donde se encontraba su mujer encerrada. Perfectamente
sabía que a Maca no le iba a parecer en absoluto que hubiera colgado el póster en la
estancia principal de la casa. Vamos en la estancia principal y en ningún otro sitio
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Esther se mordió el labio y suspiró en espera de que en cualquier momento apareciera
su mujer en la estancia descubriera la imagen y montara en cólera iniciando una fuerte
discusión con ella por todo lo que representaba el póster pero francamente esta vez le
daba igual y no tenía la mínima intención de quitarlo
E: (“Te vas a tener que aguantar Maquita”)
Como si la hubiera estado llamando con el pensamiento Maca apagó el ordenador se
paró de su lugar y salió del despacho se dirigía a tomar las llaves de su carro cuando
alcanzó a ver de reojo a Esther parada a mitad de la estancia entretenida observando
algo. Con curiosidad antes de irse decidió ir a ver que la tenía tan entretenida. Esther sin
inmutarse y consciente de que Maca se acercaba continuó observando con admiración el
póster
Al sentirla entrar y parársele justo detrás de ella cerró los ojos y aguantó unos segundos
la respiración en espera de que le digiera algo y empezaran otra discusión. Sin embargo
al contrario de todo lo que esperaba y pesaba solo escuchó la respiración alterada de
Maca contemplar durante algunos breves minutos la recién imagen colgada en la pared
para poco después oírla que se retiraba, tomaba las llaves de su auto y salir a toda prisa
de la casa sin decirle absolutamente nada
De todo el tiempo que tenían de matrimonio esa era la primera vez que Maca se salía
enojada de la casa sin decirle nada por motivos de celos. La conocía muy bien y por eso
se sentía desconcertada y preocupada no era normal la actitud de su mujer al menos
que...
E: No, no (movió la cabeza negando rotundamente) que no vaya ser lo que estoy
pensando Maca... Ni se te ocurra (se dijo con el ceño fruncido a la vez que se acercaba
hasta una de las ventanas de la estancia para alcanzar a verla hablando por el móvil
mientras se abría la reja del portón principal de la casa y se marchaba veloz sin ni
siquiera voltear) Ni se te ocurra Maca... Que una infidelidad no te la voy aguantar y
mucho menos pasar
Sintiéndose incomoda por sus pensamientos saco aire y se sentó un momento en un
sillón de la sala. Con recelo no dejaba de mirar atreves de la ventana hacia la reja por
donde salió Maca y aunque era muy cierto que los celos de Maca ya la tenían cansada
tan bien era muy cierto que nunca se los había ocultado y siempre los había manifestado
de diferentes formas y maneras siendo estos la causa de los problemas más graves de su
convivencia y por los cuales ya dos veces habían estado a punto de separarse
Sin embargo pese a ello y a las advertencias de algunos de sus amigos y del propio
Jerónimo de que Maca no iba a cambiar. Ella la amaba sobre todas las cosas y había
sabido sobrellevarla y mantener a flote su matrimonio durante tanto tiempo... Y en esta
ocasión no sería distinto pero una cosa era sopórtale y perdónales las escenas de celos y
otra muy distinta que Maca la engañara con otra
Esther se levantó de su lugar inquieta y un intenso dolor caluroso se apoderó de su
cuerpo haciendo que se sobresaltara puesto que muy pocas veces se había sentido así de
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celosa. Y no le gustaba en lo más mínimo sentirse así porque ella perfectamente sabía lo
incomodo, lo doloroso y lo frustrante que era que te celaran sin razón y sin motivo
Y para decir verdad Maca nunca le había dado motivo alguno de sospechar algo así por
que pese a sus constantes escenas de celos siempre se había comportado atenta,
delicada, amorosa, protectora y detallista cuidando al máximo de tenerla contenta y
satisfecha tanto en el terreno sexual como en el emocional y el afectivo
Sin embargo esta vez pese a lo que pudiera pensar algo la alarmaba y la hacía sentirse
insegura. De pronto al hacer algo de memoria abrió los ojos de manera desmesurada y
un intenso calor se empezó a poder de sus mejillas
E: Joder... Tiene poco más de dos meses con reuniones inesperadas y se ausenta con
mayor frecuencia que antes por diligencias de trabajo y... y el mes que se la pasó
evitándome y no me tocaba... Joder (empezó a sudar frío) No (se lo negó rotundamente
con un movimiento de cabeza a la vez que sentía que las lágrimas estaban por salírsele)
No puede ser... (se pasó las manos con desesperación por su cabeza) Maca no me haría
algo así... Ella no podría hacerme algo así
Entrecerró los ojos negándose una vez más lo obvio y se limpió dos lágrimas que se le
salieron a la vez que se obligo a sonreír
E: (“No me voy a comerme la cabeza con tonterías (se dijo así misma dándose ánimos)
ni me voy a montar más películas sola. De seguro fue a dar alguna vuelta por la ciudad
en lo que se le baja el coraje por lo del póster (levantó los hombros) Y está bien que se
controle un poco porque el póster no lo voy a quitar”)
Con toda calma y sintiéndose un poco más relajada apagó las luces de la estancia y
antes de retirase de allí volteó una vez más y vio nuevamente la imagen de su juventud
estampada en aquella fotografía entre tonalidades de colores azules y dos lunas
sostenidas al mismo nivel en las palmas de sus manos. Y no pudo evitar que sus
recuerdos se trasportaran a aquel verano justo en el momento que Hugo y Jerónimo la
convencieran para posar...
E: No, no y no Jero
Jero: Vamos Esther ¿qué puedes perder?
E: Eh dicho que no y no insistas más por favor
-: Anda chaparrita di que sí y danos el gusto. Que te cuesta ¡eh!
E: ¿Tú también Hugo?
Hugo: Esther... Si no te estamos pidiendo que poses desnuda
E: Por eso mismo Hugo. No
Hugo y Jero: ¿Qué?
Los tres chicos se miraron entre si sorprendidos al mismo tiempo que se echaban a reír.
Esther movía la cabeza divertida y sin dejar de sonreírles
E: ¡Ven lo que hacen conmigo!... Ya ni sé lo que me hacen decir
Jero: Síi que lo sabes (sin dejar de reírse) No te hagas
Hugo: Oye más respeto para mi novia (sonreía y abrazaba a Esther por la cintura)
Pero en serio chaparrita necesitamos una modelo para el proyecto
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E: Yaaaaaaa (los miró a ambos seria) Pero da la casualidad que yo no soy modelo
Hugo: Por eso Esther (levantó las cejas con suplica) por que no eres modelo. ¡Te
necesitamos!
Jero: Mira Esther (la hizo a un lado) Los dos sabemos y estamos convencidos que
precisamente el que no seas modelo es lo que le dará la magia y la gracia natural al
proyecto porque no estará sobre modelado. Y con la idea original de este (le dio un
codazo a Hugo) tenemos grandes posibilidades de ganar el concurso. Y con ello...
(abrió los ojos exageradamente fingiendo y actuando ambición desmedida) ganaremos
¡popularidad!, ¡fama!, ¡prestigio!, ¡dinero!... (se frotó ambas manos) ¡Mucho dinero!
Hugo: Ya... (sin aguantarse la risa) ya bájale Jero
E: Pero... ¿por qué yo?... (los miraba a ambos) Si tan solo soy una estudiante de
fotografía
Hugo: Por eso mismo cariño por que eres estudiante de fotografía debes entender y
saber que uno siempre busca la mejor oportunidad, el mejor ángulo, lo original, lo
bello, lo estético, lo que trasmita y quede inmortalizado para siempre (levantó los
hombros y empezó a reírse bromeando) Además como tú lo comprenderás el ser
estudiantes del último grado de fotografía no da para mucho y no tenemos liquidez
para pagarle a una modelo
E: Muy graciosito (haciéndole gestos con la cara de desagrado)
Jero: Ya hablando en serio Esther (la miró con suplica dejando las bromas de lado)
Porque eres las más indicada la mejor... ¡Mírate! eres guapísima y tienes una sonrisa
increíblemente maravillosa
Hugo: Anda tú (le dio un palmadita en el hombro a su amigo) ya deja de coquetearle a
mi novia en mis narices que me voy a poner celoso (abrazando nuevamente a Esther
por la cintura) Sin embargo porque sé que es la verdad y tú andas cacheteando la
baqueta por Iliana me haré el sordo y el ciego
E: ¡Iliana! (se giró a ver sorprendida a un colorado Jerónimo) ¿Mi hermana?
Hugo: Sí cariño (le daba un beso en los labios) tú hermana
E: ¿Desde cuándo?
Hugo: Desde siempre (levantó las cejas viendo la incomodidad de su amigo) Pero
tranquila que Lili no lo pela
E: Eso ya lo sé Hugo (se acercó hasta un afligido Jero y le frotó el brazo con cariño)
La esperanza muere al último... Y tú eres mucho más guapo y mejor que Mauricio
Jero: Yaaaaaa (la miró con tristeza) Solo que Lili no lo sabe
E: Pues...
Hugo: ¿Entonces qué Esther? (cambiando de improvisto el tema) ¡Contamos contigo!
E: ¡Chicos! (negó con la cabeza) Yo no cre...
Jero: Anda Esther (la interrumpió) Mira hacemos las pruebas si al final el proyecto no
te gusta o no te convence lo desechamos (mirando a Hugo) ¿verdad tú?
Hugo: Sí claro
E: Está bien acepto (suspirando ante las muestras de júbilo por parte de ellos) Eso si
(advirtió) Si no resulta lo que esperan y no me gusta lo que veo lo desechan y asunto
olvidado ¿Estamos?
Jero y Hugo: ¡Estamos!
Quince días después los tres veían el resultado de las pruebas fotográficas y de entre
todas las fotografías tomadas por Jero y Hugo eligieron finalmente la capturada por
Hugo para participar en el concurso
Alcatraces blancos
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Debido a la repentina muerte del padre de Hugo no participaron dejando el proyecto
para el próximo año... Sin embargo en ese año por azares de la vida Esther conoció a
Maca en un viaje que realizó por tres meses a Australia becada por la universidad para
asistir a un curso de técnicas en fotografía submarina. En esa época Maca empezaba su
trayectoria profesional como publicista y estaba a cargo de un proyecto de vida marina
para una compañía Japonesa
En el último mes de su estancia en Australia Esther asistió a una demostración de
fotográfica abstracta sobre flores llamando poderosamente su atención una fotografía
con dos alcatraces blancos entrelazados entre sí en un maceta dorada sobre la proa de
un barco hundido en el fondo del mar
-: Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando
contigo toda mi vida
Esther se giró sobresaltada al escuchar el suave susurro de su voz en su oído y sintió un
escalofrió que le sacudió y estremeció todo su cuerpo al encontrarse de frente con la
dulce sonrisa de una misteriosa mujer que a su vez le obsequiaba tres alcatraces
blancos y la veía con una seguridad arrogante y una intensa chispa reflejaba en sus
penetrantes ojos marrón
E: ¿Perdón?
Maca se mordió con picardía un labio y ante el desconcierto de Esther sin dejar de
sonreír en ningún momento la tomó con suavidad y delicadeza por la cintura y la besó
de una manera pausada tierna y le repitió
-: Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando
contigo toda mi vida
A partir de eso momento y sin poder explicarse un por que empezó una relación
paralela con Hugo y Maca. Hasta que una semana antes del que diera inicio las
convocatorias para el nuevo concurso por casualidad Hugo la descubrió al salir de un
hotel de la mano de Maca
Hugo a pesar que se sentía morir se fue del lugar sin decirle nada ni armarle un
escándalo. Esther bajó la cabeza avergonzada y empezó a llorar. Dos días después
Hugo la citó en su estudio le hizo el amor y le mostró los últimos retoques de la
fotografía
Hugo: Solo una persona fuerte y con carácter es capaz de sostener dos lunas al mismo
tiempo (la miró con intensidad y con lágrimas en los ojos) Yo no lo soy y por eso me
voy... pero me llevo esto conmigo (abrazó la fotografía) el día que esté preparado para
olvidar y perdonar regresaré y la mostraré al mundo
E: Hugo yo (se abrazó a él y empezó a llorar) No sé lo que me pasó... Yo no quise
hacerte daño. Yo...
Hugo: Shiisss (la calló poniéndole con ternura un dedo sobre los labios) No digas nada
lo sé (limpiándole las lágrimas) Ante el poder del amor no se puede hacer nada y tú
Alcatraces blancos
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tienes un brillo en tus ojos que nunca lo tuviste conmigo estás enamora se te nota por
todos los poros de tu cuerpo. Solo muéstrame que vale la pena (le mostró la fotografía y
Esther lloraba copiosamente) Escúchame Esther esta imagen representa la fuerza y la
capacidad de sostener dos mundos paralelos tan especiales importantes y únicos pero a
la vez tan distintos el uno con el otro... Mírame Esther (le imploró) lo difícil no es
sostenerlos. Lo difícil Esther es decidirse por una de las dos lunas (las lágrimas
empezaron a rodar por sus mejillas) Y yo ya decidí por la mía (le volvía a limpiar las
lágrimas) Se feliz, haz todo lo que sientas y quieras hacer, no te detengas nunca por
nada ni por nadie (le sonrió) demuéstrame que el mundo se equivoca
El sonido insistente del claxon de un carro que pasaba por ese momento por la calle la
despertó de su mundo de recuerdos trayéndola a la realidad y haciendo que suspirara
con melancolía. Se abrazó con ambas manos y se permitió por primera vez observar de
manera diferente el póster descubriendo en él una magia de la que no había sido
consiente antes y que hizo que algo se le removiera de manera muy profunda y con
fuerza por dentro dándole renovadas fuerzas a su espíritu
E: Sea lo que sea que esté pasando Maca en tu luna o en la mía... Todo va a ser muy
diferente
Y estaba resuelta hacerlo... sabía que sería diferente, lo presentía, lo sentía y en esa casa,
en ese matrimonio con esa relación iban a cambiar las cosas y por mucho que amara y
adorara a Maca tenía que ponerle freno y este freno empezaría por dejar de hacer
siempre lo que su mujer quería... Aceptaría la propuesta de Jerónimo así se le viniera el
mundo encima y después retomaría su carrera fotográfica
E: Te lo debo Hugo (le dijo al póster colgado sobre la pared) Te lo debo
Eran más de la media noche y Maca no regresaba. Preocupada y enfadada por la
ausencia de su mujer Esther se levantó de la cama cansada de estar dando vueltas sin
poder encontrar una posición cómoda que le permitiera descansar un poco
E: Te estás pasando Maca (murmuró con enojo) Te estás pasando
Ganó más su preocupación que su orgullo y quince minutos después tomó su teléfono
móvil de mala manera y la llamó. Esperó con paciencia que le contestara sin embargo el
tono de la llamada sonó una, dos, tres , cuatro veces y a la quinta se activó el correo de
voz. Desatando más la furia de Esther
E: Joderrrr Maca contigo (estrelló el teléfono móvil en la pared) Esta vez me vas a oír...
Ya estuvo bueno
Con la ira y la preocupación reflejada en el rostro bajó a la cocina a tomar un poco de
agua se sentó a la mesa durante algunos minutos intentando calmarse un poco.
Finalmente sin conseguirlo de todo regresó a la habitación donde con una mueca de
malhumor recogió lo que le quedaba de móvil
A punto estaba de volverse acostar cuando diversas luces de colores penetraron por la
ventana iluminando la habitación. Extrañada se quedó un momento parada al pie de la
Alcatraces blancos
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cama tratando de adivinar que eran esas pequeñas luces de colores que formaban a la
vez diversas figuras alrededor del techo
Con curiosidad se acercó a indagar atreves de la puerta de vidrio ahumado que daba a la
pequeña terraza de la habitación y sus ojos se abrieron a más no poder llenándola de
asombro al descubrir que las luces provenían de debajo de su terraza. No era otra cosa
que un espectacular dispositivo audio visual montado en el jardín de su casa
E: Pero... Pero (levándose una de sus manos a la frente sin dar crédito a lo que veían sus
ojos) ¿Qué es esto?
Sin poder contener su expectación un segundo más salió por la terraza inmediatamente
al salir la pantalla se encendió junto con el equipo de sonido los cuales a su vez
empezaron a proyectar y reproducir un video con la canción de su grupo preferido La
quinta estación
Esther no atinaba que hacer el corazón parecía que se le iba a salir del pecho su
preocupación y enfado pasó a segundo término para dar paso a una enorme sonrisa y
felicidad. No se lo esperaba, no se lo podía creer y mucho menos imaginar pero era
cierto... Ahí estaba Maca... Su Maca subiendo por una escalera previamente montada
para eso
Con una sonrisa divertida y una bolsa colgando en su cintura llegó hasta donde estaba
una incrédula y sonriente Esther esperándola. De entre la bolsa sacó una fotografía con
la imagen que daba pena del gato con botas de la película Sherk la cual era del tamaño
de su cara y Maca se la puso en el rostro a modo de mascara a la vez que sacaba un
ramo con tres bellos Alcatraces blancos, y un letrero grande que se colgó al cuello con
la palabra en mayúsculas ¡PERDONAME!
Esther no hizo otra cosa que echarse a reír y abrasase con emoción e ilusión a ella
E: ¿Cómo se te ocurre?
Alcatraces blancos
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M: La verdad es que no soy nada original cariño (no dejaba de sonreír) me pasaron la
idea por internet
E: Te quiero, te quiero (le daba repetidos besos en los labios) ¡Cuánto te quiero!
M: Y yo a ti (abrazándola por la cintura y dándole un beso más largo y profundo) ¿Me
perdonas?
E: Estás loca ¿lo sabes?
M: Solo por ti Esther (le besaba el cuello) Solo por ti
No hubo necesidad de más y dejando de lado sus diferencias y enfados ambas buscaron
sus bocas. Con necesidad absoluta comenzaron a acariciarse intensamente llenando de
inmediato sus cuerpos con un fuego salvaje que las envolvía y les recorría las venas. Y
así entre caricias y besos se adentraron a la habitación para dar rienda suelta a su pasión
desenfrenada entregándose por completo el cuerpo y el alma
La siete menos diez la alarma del despertador empezó a sonar con insistencia Maca se
removió incomoda sobre la cama soltándose de los brazos de Esther y de un manotazo
apagó el despertador para volverse a echar sobre los brazos de su mujer y acurrucarse en
su cuerpo. Esther se terminó de despertar al sentir sobre ella todo el peso de Maca
E: Maca cariño (empezó a reírse y moverla con suavidad) ¿No tuviste suficiente
anoche?
M: Humm (se volvía acomodar y entre sueños balbuceaba) estoy muy cansada
E: Lo sé amor (le acariciaba la frente con ternura) después de lo de anoche es normal
M: Esther (entrecerraba los ojos) tengo mucho sueño
E: No lo dudo corazón (levantó las cejas sin dejar de sonreír) Pero ya es tarde y tienes
que ir a trabajar
M: Hoy no iré
E: Humm y yo me lo creo
M: Jummm... Solo un ratito más
E: Ni que ratito ni que ocho cuartos (le dio un ligero beso en los labios y se levantó
dirigiéndose al baño) Anda levántate que los niños no tardan en despertar y te toca
bañarlos y arreglarlos
M: ¿A mí? (levantándose de golpe sobre la cama)
E: Sí a ti
M: Pero Esther yo tengo que...
E: Me da igual lo que tengas que hacer (la interrumpió con una sonrisa en los labios) te
toca bañarlos esta semana y esta vez no te vas a escapar como acostumbras hacerlo
siempre
M: ¡Te cambio la semana!
E: ¡Otra vez! (se cruzó de brazos riendo) No tienes vergüenza Maca me la cambiaste la
semana pasada... Así que no
M: Esther cariño (levantándose y poniéndose al lado haciéndole ojitos) Plis Ayúdame
E: No señorita (apretándole el cachete) De esta no te salvas (le dio otro beso en los
labios) te tocan y será mejor que te des prisa porque te recuerdo que no tengo vehículo y
antes de que te vayas al trabajo me tienes que llevar a dejar a Pablo con mi madre
M: ¡Con tu madre! (abriendo los ojos) No Esther (moviéndole un dedo) Ni lo sueñes
E: ¡Maca!
M: No (negó con la cabeza rotundamente) Y te lo digo en serio Esther. No te voy a
llevar con tu madre
Alcatraces blancos
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E: Pero... ¿Por qué?
M: De sobra lo sabes
E: Mi madre nunca te dice y ni te hace nada
M: No hay necesidad que me lo diga o haga nada Esther... Con su actitud y
presuposición tengo suficiente
E: Lo que pasa es que le tienes mala fe
M: Después de doce años no lo creo amor (metiéndose al cuarto del baño) Tu madre de
plano no me traga Esther y lo sabes
E: No es así
M: Mira Esther no voy a discutir por algo que es más que obvio (metiéndose a la ducha
con ella) Además ahora que me acuerdo ¿Por qué tienes que llevar a Pablo con ella?
E: ¡Porque es su abuela! (le sonrió traviesa) ¿Te parece poco?
M: No te hagas la graciosa Esther
E: A ver Maca... (suspiró intentando poner orden a sus ideas) la camioneta la están
arreglando en la agencia, Osman tiene audición a las once y desplazarme con dos niños
a la vez se me pone más difícil además de que Pablo se aburre mucho en las audiciones
y da mucha guerra
M: Para, para Esther ¿Como que Osman tiene otra audición?
E: Sí Maca
M: Me habías dicho que la del viernes sería la última
E: Lo sé Maca (la miraba con suplica en los ojos) pero a los de la compañía les gustó
mucho lo que tu hijo hizo que lo invitaron a participar de nuevo. Pero esta vez no era
solo a nivel local sino nacional y bajo una nueva agencia de modelaje que tiene buenas
ideas y mayor proyección
M: No Esther (la interrumpió con seriedad, saliendo de la ducha) Sabes muy bien lo que
pienso de ese mundo y como juego para que el niño se divirtiera y pasara el rato ya
estuvo bueno
E: ¿Y a ti quien te dijo que es un juego?
M: Esther... (levantó las cejas) Mi hijo no necesita de nada de eso y cuando llegue el
momento y tenga la edad adecuada ya veremos
E: Te equivocas Maca (cerró las llaves del grifo de agua y salió de la ducha) Osman
está muy ilusionado con participar y no seré yo quien se lo impida (cruzándose de
brazos) Así que ni pienses por algún momento que voy a dejar de llevarlo a la audición
M: ¿Estás tu muy resulta? (levantó las cejas con aplomo)
E: Sí
M: ¿Y de verdad lo hizo muy bien? (sonriéndole con orgullo)
E: Bastante bien (devolviéndole la sonrisa)
M: Si mi niño tiene muy bien a quien salir (le dio un beso y le apretó un cachete) Como
me gusta hacerte enojar... Tontita
E: Te pasas
M: Un poco si cariño (la volvió a besar esta vez de manera más profunda) Pero te
encanta
E: Hummm (le devolvió el beso y le pellizcó con suavidad una nalga) Que rico
M: Pues sí para que negarlo (tomándola de la cintura) Sin embargo vamos a tener que
dejarlo para más tarde porque yo llegaré tarde a la oficina y tu hijo a la audición. Y no
queremos que pase eso ¿Verdad?
E: No (le sonrió contenta) Claro que no
M: Eso sí Esther (la miro fijamente) aunque se aburra y te de mucha guerra te llevas
contigo a Pablo
E: Pero Maca sin la camioneta se me pone muy difícil
Alcatraces blancos
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M: Me llevas al trabajo y te quedas con mi coche
E: Está bien
Estaban por terminar de desayunar cuando el teléfono de casa empezó a sonar Maca se
levanto a contestar
M: Diga
-:...
M: Hola...
-:...
E: Si no te contestan cuelga Maca
M: Con lo que me disgustan los mudos (colgó y extrañada miró el identificador de
llamadas) y de pilón es un numero restringido (se quedó pensando un momento)
Esther... ¿revisaste ayer la contestadora automática?
E: No... ¿Por?
M: Hay quince llamadas
E: ¿De quién?
M: Ni idea (recibió pacientemente una por una de las llamadas) ¡Todas son de
Jerónimo!
Jerónimo les avisaba en cada una de las llamadas que llegaba el martes por la mañana y
quería verlas a las dos sin falta antes de presentarse en la empresa y tomar decisiones...
Ambas se vieron entre si cada cual tenía sus motivos propios para pensar en la futura
llegada de Jero
M: Insistente sí que está (frunció el ceño con malestar) Y no me causa nada de gracia
que sea tan obstinado
E: ¿Le habrá pasado algo?
M: ¡Qué le va a pasar Esther! (se reía incrédula y movía la cabeza) y a estas alturas me
parece increíble (levantando los dedos para hacer comillas) “que siendo tan amigos”
ustedes dos aun no le conozcas del todo. Y no te des cuenta a lo que viene
E: ¡Bueno Maca! (abrió los ojo sorprendida) ¿Qué quieres que te diga?... Para llamar
tantas veces el mismo día da para pensar ¿No?
M: Ay Esther de verdad me extraña viniendo de ti... (levantó los hombros) Jero a lo
único que viene es a joderme la vida
E: ¡Maca!
M: Sí cariño y no me mires así ¡eh! Que lo conocemos... Pero que ni crea que voy a
caer en su juego (Esther la seguía viendo sin entender a lo que Maca se refería) No sé
que se trae Jerónimo entre manos (abrazando a Esther) Pero ha estado muy pesadito y
misterioso últimamente al grado que ha retrasado dos veces los preparativos para la
campaña de publicidad que quiere lanzar de los vinos de mesa
E: ¿Y eso por qué?
M: No acepta a la modelo que elegimos inicialmente para el proyecto (Esther se puso
un tanto rígida) Dice que ya tiene una candidata mejor y será toda una sorpresa... Vamos
según él la revelación del año
E: ¿Eso dice? (sonrió gustosa a punto de confesarle la proporción de su cuñado pero
antes se le ocurrió preguntarle) ¿Y tú qué piensas de eso?
M: ¡Qué quieres que piense Esther si anda todo misterioso! (la soltó de sus brazos y
camino unos pasos) y nunca había rechazado a ninguna modelo asignada previamente
para la campaña... Dice que ya está tratando con la mejor modelo y solo es cuestión de
Alcatraces blancos
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horas en lo que acepta hacer el proyecto (y sin más soltó) De seguro es una de sus
amantes
Esther abría y cerraba la boca sorprendida quedándose fría y muda al instante ante el
comentario de su mujer que tuvo que obligarse a reaccionar rápido para no levantar
sospechas
E: ¿Cómo se te ocurre pensar eso Maca?... Tu hermano no es así
M: Por eso mismo Esther. Porque no es así me preocupa que una zorra trepadora le este
comiendo el... el (sin poder encontrar la palabra adecuada para darle un calificativo...
(finalmente agregó) el coco. (a medida que su mujer seguía exponiendo sus
pensamientos. Esther más abría los ojos consternada sin poder dar crédito a sus
palabras) Pero ya estoy deseosa que llegue el dichoso martes (asiendo nuevamente
comillas con los dedos) y me presente a su gran revelación que de seguro no le sirve
para otra cosa que no sea (con una mímica grotesca cerrando los puños de las manos y
jalando lo brazos con fuerza hacia los costados) para follarsela... Pero deja que me la
presente y le voy a meter un palo por el fund...
E: ¡Basta Maca! (la interrumpió enfadada) y deja de decir tanta babosada junta... (la
aseguro rotundamente) No es verdad nada de lo que dices
M: ¿Qué vas a sabes tú?
E: Precisamente porque lo sé te lo digo (Maca se quedó de una pieza y buscó la mirada
de su mujer)
M: ¿Me estás tratando de decir que tú sabes quién es la mujer que Jerónimo pretende y
quiere de modelo para su campana publicitara?
E: Eso mismo te estoy diciendo Maca (se cruzó de brazos molesta) y para tu
información (recalcó con énfasis) No la pretende y mucho menos es su amante
M: ¿Y quién es?... Si se puede saber
E: Soy Yo (se giró quedando de frente a ella clavándole la mirada en sus ojos con
seguridad y aplomo le reafirmo) La modelo soy YO
M: ¡Queee!
Maca abrió los ojos a más no poder tal parecía que se le saldrían en cualquier momento
de su lugar, dubitativa dio un paso hacia atrás tropezando ligeramente con sus mismos
pies. Los colores se le venían al rostro y un intenso calor le impacto de llenó el cuerpo
haciéndola que se sacudiera. Inconscientemente buscó con la mirada algo en que
apoyarse
Esther que no la perdía de vista al percatarse de los apuros de Maca por no caer de
bruces al suelo con agilidad se acerco hasta ella y la sostuvo
E: ¿Estás bien?
M: Es una broma (intentando reponerse de la impresión) ¿verdad?
E: No Maca... No es ninguna broma
Maca hizo acopio de todas sus fuerzas para reponerse. Liberó el poco aire que le
quedaba en los pulmones, con algo de brusquedad se apartó de su lado y su rostro se
empezó a trasformar con diversas muecas de berrinche
E: Jero me ha estado llamando constantemente por teléfono desde hace poco más de un
mes para ofrecerme hacer la campaña. Al principio yo me negué, después le dije que lo
Alcatraces blancos
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platicaría contigo pero entre una cosa y la otra y tus repentinos viajes de trabajo se me
ha pasado el tiempo y mañana martes quiere una respuesta definitiva
M: Ah sí... (con ironía marcada) mira tú qué casualidad y que oportuno mi hermanito...
¿No te perece?..
E: ¡Maca!
M: Lo más increíble es que ninguno del los dos tuviera la gentileza de decirme nada (se
acercó hasta ella retándola con la mirada y levantando la voz) Claro... Como me lo iban
a decir algo así si es mucho más fácil y cómodo tramar y conspirar a mis espaldas
E: Nadie está tramando ni mucho menos conspirando nada a tus espaldas Maca.
Simplemente no se había dado la oportunidad y yo no había encontrado la mejor manera
de decírtelo precisamente para evitar este bochorno
M: ¿Después de poco más de un mes Esther? (levantaba los brazos y los dejar caer su
rostro se ponía cada vez más colorado y la vena del cuello poco a poco se le resaltaba
más a causa del enfado que sentía) Por favor no me hagas reír y deja de estar haciéndole
al tonto
E: Maca baja la voz que los niños nos están viendo y se están poniendo nerviosos (le
advirtió mirándola severamente) Y gritando lo único que vas a conseguir es hacerme
perder los estribos
Maca frunció el ceño voltea rápidamente a ver a sus hijos los cuales habían dejado de
comerse su cereal y las miraban a la expectativa empezando hacer pucheros; Maca
entrecerró los ojos apretó los puños de sus manos con fuerza durante alguno segundos
después se fue directo hacia Pablo que había empezado a llorar lo levantó en brazos
para calmarlo
M: No mi amor (le sonreía y le daba de besos en la cabecita) no llores mi chiquitín que
mami va terminar de darte de desayunar
Osman: ¿Y a mí también?
M: Sí mi vida (le sonrió con dulzura) a ti también te voy a dar de desayunar y después
los voy a llevar un rato con su abuelita Encarna (miro severamente a Esther y afirmó
categóricamente) Que su madre y yo tenemos que hablar
Pablo: ¡Abe!
M: Si mi amor con tu abe
Entre miradas retadoras y ganas de seguir con lo que dejaron a medias por los niños
ambas terminaron de darles de desayunar. Sin disimular el malestar y la tención del
momento hicieron el trayecto del recorrido hasta la casa de Encarna en absoluto silencio
solo se limitaban a verse de reojo de vez en cuando
La madre de Esther ya las esperaba en la puerta de su casa nada más llegar Esther bajó
rápidamente a los niños se los entregó le comento algo y se despidió de ella para
regresar al auto. Antes que se marcharan Encarna le echó una mirada fulmínate a Mace
la cual apretó los dientes con rabia
M: ¡Lo que me faltaba! (masculló entre dientes sin que Esther lograra escuchara) Joder
con mi querida suegrita
A tres cuadras de la casa de Encarna el teléfono móvil de Maca empezó a sonar con
insistencia dentro de su bolso como esta iba conduciendo Esther con la mayor
Alcatraces blancos
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naturalidad del mundo tomó el bolso para sacarlo y dárselo. Pero en lugar de dárselo
extrañada volteo a ver a Maca fijamente
E: ¿Desde cuándo usas tu dos móviles?
M: ¿Perdón?
E: ¿Que desde cuando usas tú dos teléfonos móviles?
El teléfono dejó de sonar Maca hizo alto en un semáforo en rojo y desvió un segundo la
mirada para ver los dos móviles que Esther traía en las manos y ya se disponía a revisar.
Maca empezó a sudar frío y de un rápido movimiento le detuvo la mano impidiéndoselo
M: No Esther este no es mío (le contesto rápidamente con los nervios reflejados en su
tono de voz) Es de Alejando mi amigo que lo dejó olvidado el viernes en el carro y
como desde entonces no le he visto no se lo eh podido entregar
E: ¿Y por eso te pones tan nerviosa?
M: Yo no estoy nerviosa
E: ¿Qué ocultas Maca?
M: Yo no oculto nada (quitándole el teléfono y estacionándose una cuadra más adelante
enfrente de una cafetería) En todo caso la que acostumbra a ocultar las cosas es otra.
¿No?
Esther entrecerró los ojos suspiró con fuerza movió la cabeza y en lugar de bajar del
auto para ir a la cafetería se acomodóo en su lugar y medio sonrió intentando conservar
la calma
E: Maca ya te dije que no había encontrado el momento adecuado para hablarlo contigo
(le decía pacientemente intentando que lograra comprenderla) Cariño... (suplicó
tomadora suavemente por las manos) No es que te lo quisiera ocultar
Maca retiró con brusquedad sus manos y sintiendo que su enfado volvía a su cuerpo la
miró de una manera desaprobatoria y severa
E: Maca no es par que te pongas así por lo de Jero
M: Ahhhhh no... (cruzándose de brazos y retándola con la mirada) y según tú... ¿cómo
debo ponerme después de escuchar semejantes disparates?... (Esther soltó aire) No si ya
sabía yo que Jerónimo no tramaba nada bueno y su insistencia por visitarnos no iba a
traerme más que problemas
E: Tú dirás lo que quieras Maca pero yo no le veo problema alguno en que Jerónimo me
haya ofrecido hacer su campaña publicitaria... Es más hasta me agrada bastante la idea y
me hace ilusión de volver al mundo laboral
M: No Esther (afirmó categóricamente sin dejar de mirarla) y te lo dijo desde ahora
mismo ¡Tú no vas hacer algo así!
E: ¿Por qué no?
M: Por qué los niños aun están muy chicos necesitan de atención y cuidado y no me
apetece que los vayas a descuidar por cumplirle un caprichito tonto a mi hermano
E: No es ningún capricho Maca y además ya he hablado al respecto con mi madre y ella
está más que dispuesta en ayudarme con los niños mientras yo trabajo
M: Sí claro... ¡Mi suegra! ¿Cuando no tenía que ser ella? (se dio un zape en al frente)
Encarna constantemente tan dispuesta apoyarte en todo siempre y cuando se trate de
Alcatraces blancos
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darme en la madre a mí... ¡Caray!... (mirando con ironía marcada a Esther) ¿Cómo se
me pudo olvidar?... Pero ni así Esther
E: ¿Pero por qué no Maca?... (sintiendo que la sangre le empezaba a subir por la cabeza,
aun así intento mantener la calma y no explotar) Dame tan solo una razón coherente
para rechazar el proyecto
M: Porque tú no eres modelo y lo que necesitamos es una verdadera profesional...
Alguien que realice muy bien su trabajo y no tengamos que perder el tiempo diciéndole
lo que tiene que hacer. Además que la modelo para el proyecto ya está seleccionada y
asignada a la campaña desde hace poco más de dos meses
E: A mi Jero no me dijo nada de eso
M: Ni te lo va decir Esther... Y más te vale irte olvidando de todas las locuras que te
propuso mi hermano (la tomó con suavidad de la barbilla) Tú te debes a tu casa, a tus
hijos y a mí... Cariño
E: Voy aceptar la proposición de Jero
M: Tú no vas aceptar nada (la tomó con fuerza del brazo) ¿Me oyes?
E: ¿Solo por qué tú lo dices? (se le soltó con brusquedad y la retó con la mirada)
M: Sí porque yo lo digo (levantó la voz y le recalcó) porque eres mi mujer, la madre de
mis hijos y por qué no lo necesitas
E: ¿Y tú que sabes que es lo que necesito? (la encaró con el malestar reflejado en su
rostro) Estás tan acostumbra hacer siempre tu santa voluntad a placer que no ves y no
escuchas (la miró fijamente) pero esta vez no Maca
M: No juegues conmigo Esther y si he dicho que no. Es no y punto
E: Estás mal Maca (movía la cabeza con decepción) Muy mal... Pero mañana en cuanto
llegue Jerónimo a la casa vamos a poner en claro todos los puntos sobre la mesa
M: ¿Qué quieres decir?
E: Que voy hacerlo Maca (la miró fijamente sosteniéndole la mirada y retándola) Así
arda Troya y se me venga el mundo encima voy aceptar ser la modelo para la campaña
publicitaria de Jero y una vez terminada esta retomaré mi carrera fotográfica justo en el
punto donde la deje cuando me casé contigo
M: Sobre mi cadáver (la volvió a tomar con fuerza del brazo) ¿Me escuchas?... Sobre
mi cadáver Esther
E: Será muy lamentable (se le soltó y bajándose del auto) Pero si te tengo que enterrar...
¡Te enterraré!
Esther cerró fuertemente la puerta de auto y ante una atónica e incrédula Maca empezó
a caminar con determinación rumbo a la casa de su madre
M: Joder... joder... joderrrrrrrrrrr
Maca respiró hondo dio un manotazo sobre el volante mientras veía a una segura Esther
desaparecer de su campo de visión tras el espejo retrovisor de su auto... Enojada entre lo
de los dos teléfonos móviles que tenía a la vista tomó el suyo buscó entre sus contactos
y marcó el número telefónico privado de Jerónimo. Esperó con impaciencia que le
contestara al quinto tono le contesto
Jero: Si diga
M: ¿Me quieres decir que rayos pretendes con mi mujer?
Jero: Ja. ja, ja Te he engañado... Por el momento no estoy disponible pero si me dejas
tu nombre y tu número me comunico contigo en cuanto me sea posible (los ojos de
Alcatraces blancos
43
Maca se abrieron a lo máximo desconcertada sin poder dar crédito al mensaje grabado
por Jerónimo en su correo de voz)
M: ¡Maldito seas Jerónimo Wilson!... Mil veces maldito
Colgó su móvil maldiciéndolo a su hermano por la broma al momento que el otro móvil
empezó a timbrar
M: ¡Lo que me faltaba! (lo tomó de mala gana y contestó) Karol ¿Con que fin dejaste a
propósito olvidado tu móvil en mi bolso?
Karol: Yo no dejé olvidado nada... Tú lo tomaste prestado el viernes que viniste al
departamento por que el tuyo ya no tenía batería y lo necesitabas para hablar a la
agencia y ver lo de mi carro que muy amablemente tu mujercita me chocó
M: Jummmm ¿Y ahora que quieres?
Karol: ¿No te entiendo?
M: ¿Que para que me llamaste? ¡Coño!
Karol: Uyyyyyyyy... Ya oigo que nos levantamos con el pie izquierdo... Por lo menos
buenos días amor ¿Cómo estás? ¿Me extrañaste mucho durante el fin de semana? ¿Me
tienes calientita y lista la camita?
M: Déjate de tonterías Karol que no estoy para tus ironías y dime de una buena vez que
es lo que quieres
Karol: ¡Qué crees tú que es lo que quiero! ¡Eh!... (ignorando olímpicamente el enfado
de Maca) Verte estar contigo... te extraño Maca... (se sentó cómodamente en un sillón
cruzó las piernas sugestivamente como si Maca pudiera verla y le susurró de manera
apasionada) La cama es muy grande sin ti... Hummmmmmm (se mordió el labio)
Quiero sentirte dentro de mí, que me toques, que me ames Maca... (con voz sexual pero
a modo de reproche) Tengo todo el fin de semana sin saber de ti
M: ¿Y qué querías? (sin dejarse intimidar por sus palabras e insinuaciones y sin cambiar
el tono duro áspero y enfadado de su voz) Sabías muy bien que saldría fuera con mi
familia
Karol: Sí Maca lo sabía perfectamente (cambió su actitud inicial y empezando a
mostrar enfado) pero ya habíamos quedado desde antes que vendrías el día de ayer a
pasar la noche conmigo
M: Sé en lo que quedamos Karol (desesperándose) pero no me fue posible
Karol: Claro siempre... (elevo la voz enojada) Por Esther y tus hijos ¿No?
M: Sí Karol (le recalcó enfatizándole y levantándole también al voz) Siempre estarán
primero Esther y mis hijos
Karol: Pero ni una llamada Maca, ni siquiera un mísero correo electrónico donde
tuvieras la mínima cortesía y gentileza de avisarme que no ibas a llegar para no estarte
esperando
M: No tengo por qué hacerlo
Karol: ¿Cómo?
M: Lo que oíste perfectamente Karol (perdiendo la paciencia) no tengo por qué avisarte
nada y mucho menos darte alguna explicación de lo que haga o deje de hacer
Karol: ¡Maca!
M: Escúchame muy bien Karol porque esta es la última vez que te lo digo... Me cuesta
un ojo de la cara mantenerte y lidiar contigo para que encima vengas y quieras hacerte
la digna conmigo... El que seas mi amante no te da derecho alguno a cuestionarme o
pedirme cuentas de nada... La pasamos muy bien así, tenemos buena cama pero hasta
ahí Karol... No hay ni va haber nada más ¿Lo entiendes?
Alcatraces blancos
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Karol: No Maca... (mosqueada y sumamente enfadada) Pues fíjate que no lo entiendo y
mucho menos lo comprendo... No hace ni dos semanas me dijiste que ibas a dejar a
Esther
M: ¡Estás Loca!
Karol: Tú me dijiste que...
M: Nada (la corto rápidamente) Yo no te he dicho nunca semejante estupidez y métete
muy bien esto en la cabeza Karol... Nunca me oyes... nunca voy a dejar a la madre de
mis hijos ni por ti ni por nadie... (contuvo con fuerza el poco aire que le quedaba) Las
cosas son así ¿las tomas o las dejas?
Karol: No Maca y ni creas que me voy a conformar ya tan solo con eso
M: Pues mucho peor para ti Karol. Y te vuelvo a repetir que las cosas son así... Más te
vale las asimiles y las dejes así como están (sacó lentamente el aire contenido) si es que
quieres seguir gozando de los privilegios económicos que te doy por lamberte y picarte
el coño
Karol: ¡Eres una idiota! (le grito fuera de sus cabales)
M: ¡Y tú una estúpida! (le contestó de igual manera) por creer y montarte películas que
no son... Y mira vamos a dejar esta maldita conversación aquí que lo único que estás
logrando con ella es enfadarme más. Paso a buscarte al departamento en la tarde
Karol: Ni te molestes
M: Pues entonces no lo haré
Karol: Me iré con el primero o la primera que me levante en el camino
M: Peor para ti
Karol: Buscaré a Esther y le diré que ¡somos amantes!
M: Mira Karol (jaló aire el rostro se le deformó en una expresión más de miedo que de
enfado, obligándose a ocultar su flaqueza ante Karol exhaló el aire y le dijo secamente)
Me tienen sin cuidado tus amenazas haz lo que te venga en gana que a mí no me vas a
asustas con eso... Total a estas alturas para lo que me importa que Esther se entere o no.
Es más viéndolo bien hasta me haces un gran favor... Eso sí Karol independientemente
de lo hagas o dejes de hacer vete olvidando de todas tus comodidades y privilegios
porque lo que había entre las dos en este mismo momento se acabó
Karol: ¿Así de fácil?
M: Sí (afirmó con categóricamente sin lugar a dudas) ¡Así de fácil!
Karol: No estés tú tan segura que me vas a dejar así porque sí Maca... Me escuchas esto
no se acaba hasta que yo lo diga
M: Si tú lo dices (le contestó con marcada ironía) ¡Ya sabes!
Karol: ¡No te burles de mí!
M: Si no me burlo
Karol: Te voy hacer la vida imposible a ti y a Esther
M: Haz lo que te venga en gana Karol... Total para lo que me interesa que hagas o dejes
de hacer
Karol: Te vas enterar tú y tu familia de quién soy yo
M: Mira como tiemblo
Karol: Te vas arrepentir Maca (soltó con desprecio completamente fuera de sí con) te
juro que te vas a repetir hasta de haber nacido Macarena Wilson
M: Si, sí... Si lo que tú digas Karol
El fuerte sonido del teléfono al colgarle Karol retumbó en sus oídos lastimándola. Aun
con el enfado a flor de piel contempló el moderno y costoso móvil que era de Karol
durante algunos minutos, finalmente abrió la ventanilla de su coche y lo tiró a media
calle entre el tránsito vehicular
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M: Al fin y al cabo es a mí a quien le costó y le cuesta
Por tercera vez intento comunicarse con Jerónimo sin lograr éxito alguno desistió de su
empeño encendió el carro lo puso en marcha y veinte minutos después de que Esther se
le bajara del coche aparcó este frente a la casa de su suegra. Aun con el enfado reflejado
en su rostro se bajó del auto y se fue directa a tocar insistentemente el timbre de la
puerta de la casa de su suegra
-: Ya voy (se escuchó la desesperación reflejada en la voz de la mujer del otro lado de la
puerta) ¿Qué insistencia? ¡Dios mío! Tal parece que se murió alguien... (abrió la puerta
a toda prisa y la cara de desilusión y disgusto que puso la mujer fue tal que hizo que
Maca se sobresaltara) Aghhhhhh pero si eres tú (se puso las manos sobre la cintura en
actitud retadora) ¿Cuándo no tenías que ser tú?
M: Siento mucho desilusionara Encarna (la miró y la retó con ironía) pero el príncipe
azul para su hija me cedió su lugar hace mucho tiempo
En: Insolente
M: Yo también la quiero mucho señora
En: Mal educada
E: ¿Quien es mama? (abrió los ojos sorprendida al descubrir a Maca) ¿Qué haces tú
aquí? (le sonrió y miro el reloj levanto las cejas) ¿No deberías estar ya trabajando?
M: Sí pero ya habíamos dicho que te dejaría el carro para que puedas moverte más fácil
con los dos niños y llevaras a Osman a lo de la audición
En: Uy que considerada (miró a Maca con una risita burlona y después de reojo a
Esther) ¡Acepta hija! No siempre esta mujer es tan amable y condecente contigo
E: ¡Mama por favor!
Esther miró a su madre y con la mirada le pidió se retirara. Encarna movió la cabeza no
muy convencida y finalmente se alejó hacia la estancia donde estaban los niños. Esther
suspiró medio sonrió y se acercó hasta donde estaba su mujer
E: No le hagas caso (le frotó el brazo con cariño) ya sabes como es
M: Por que la conozco y es tu madre no le suelto unas cuantas (levantó las cejas
tranquilizándose un poco al sentir el contacto de Esther) Anda ve por los niños para que
me lleves al trabajo que se me está haciendo muy tarde
E: Gracias Maca pero no va ser necesario que me dejes tu carro (le sonrió) llamaré un
taxi. Así que no te preocupes cariño
M: ¿Cómo?
E: Mira mi madre cuidará de Pablo mientras yo llevo a Osman a la audición y de esa
manera nos complicamos menos
M: No Esther (levantó la ceja seria y le dijo entre dientes cuidando que Encarna no se
enterara) Quedamos que te llevarías también a Pablo contigo
E: Maca no empieces otra vez
M: Esther... Cariño ya lo habíamos hablado
E: Sí Maca ya sé que lo habíamos hablado (de manera conciliadora evitando al máximo
llamar la atención de su madre la cual fingía estar jugando con los niños) Pero si ya
estamos aquí con mi madre no le veo caso cargar con Pablo cuando ella lo puede cuidar
muy bien de él. Además Pablo lo único que hará si me lo llevo conmigo es inquietarse y
ponerse a llorar por el aburrimiento
M: Me da igual Esther... ¡Te llevas a Pablo también! Así que ve por los niños
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En: ¡Corre hija! (explotó sin poder evitar fingir más tronándole los dedos a Esther se
acercó hasta donde estaban ellas dejando a los niños en la estancia) apresúrate que no
ves que tú vives exclusivamente solo para cumplir sus deseos y ordenes
E: ¡Mama!
M: Usted no se meta Encarna que esto no es su asunto
En: Ese es el problema Maca... (la llamó por primera vez en el día por su nombre
encarándola directamente a la vez que hacía a un lado a una en anonadada Esther)
exactamente ese es el problema porque pensaba que no era mi asunto no me metía ni
ponía límites... Pero has llegado al colmo de tu desfachatez
M: Esther (ignorando olímpicamente el comentario de su suegra le ordeno) ¡Ve
inmediatamente por los niños que se me hace más tarde!
En: No Maca (la retó parándosele enfrente) Los niños no salen de aquí
M: ¿Por qué usted lo dice? (evitando a su suegra se abrió paso hacia la estancia donde
estaban los niños tomó a Pablo entre sus brazos y de paso cogió el bolso de Esther y se
dirigió a ella) Osman corrió al baño ve por él y me alcanzan en el auto que ya voy tarde
E: No Maca (la agarró del brazo para detenerla le quitó a Pablo de lo brazos junto con el
bolso y las llaves del auto) No me vas a volver hacer esto nunca más
M: ¡Pero! (boca abierta por la reacción de su mujer)
En: ¡Así se habla hija! (parándose a un lado de Esther) ¡Ya era hora de abrieras los ojos
y pusieras a esta pija en su lugar
E: ¡Basta las dos! (bajó a Pablo de sus brazos y le habló con dulzura al niño) Pablito
cariño ve al baño a buscar a tu hermanito
Pablo ignorando lo que pasaba se fue corriendo divertido a buscar a su hermano. Esther
se cruzó de brazos sin disimular su gran enfado miraba a una y después a la otra
E: ¿Que se han creído las dos? Que pueden mangonearme como les da la gana cada vez
que se les antoja (levantó el dedo indicándoles) Pues fíjense que no... Llevo doce años
aguantando sus discusiones a la menor provocación solamente porque no se llevan bien
y ni siquiera hacen un intento por disimularlo... pero esto fue el colmo (miró a su
madre) Yo te quiero mucho madre y agradezco profundamente todo lo que hace por mí
pero debe entender que Maca es mi mujer y que nosotras tenemos problemas como
cualquier otra pareja en el mundo y la ropa sucia la lavamos en casa sin ayuda de nadie.
Así que de hoy en adelante te voy agradecer mucho que aguardes tus comentarios
respecto a Maca por favor (mirando fijamente a Maca sin perderle detalle alguno) Y en
cuanto a ti Maca ni creas por algún momento que por el hecho de que te estoy dando tu
lugar delante de mi madre vas a hacer y deshacer conmigo lo que te da la gana y mucho
menos vas a darme ordenes imponiendo tu santa voluntad a placer... De hoy en adelante
cuando quieras algo me lo vas a tener que pedir de favor si quieres que te haga caso
M: ¡Ve por los niños! (entrecerró los ojos y dijo con rotunda claridad) ¡Por favor
Esther!
E: Claro
Se giró y fue por sus hijos ante la atenta mirada de las dos mujeres las cuales se
limitaron a ignorarse y no decirse nada mientras esperaban que Esther regresara con los
niños. Una vez que Esther volvió con sus hijos se despidió de su madre
Le pasó a Pablo a Maca para que le ayudara a cárgalo. Salió de la casa de su madre
llevando a Osman de su mano. Seguida de cerca por Maca atravesó la calle para llegar
hasta donde esta había dejado estacionado el auto. Con toda calma lo abrió y acomodó a
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sus hijos dentro del carro en sus respetivos asientos ante la atenta mirada de su mujer la
cual la observaba disimulando paciencia su malestar por la tardanza excesiva de Esther.
Finalmente cuando Esther terminó se acomodar a los niños Maca se le acercó
M: ¿Me puedes dar las llaves por favor?
E: Fíjate que no (la miró intensamente ante el asombro de esta) ¿No querías que usara
tu auto? (subiéndose y tomando el lugar del piloto) Pues ya está (prendió el carro) Tú te
vas en taxi que yo no tengo tiempo de llevarte a ningún lado porque ya voy tarde
M: ¡Esther!
Esther sin esperar más dio el arrancón dejándola parada casi a mitad de la calle sí que
Maca pudiera del todo reaccionar ante eso
Del otro lado de la calle Encarna que había estado observando toda la escena desde que
salieron de su casa se recargó en el marco de su puerta sin poder creer lo que vio riendo
a carcajadas. Maca al escucharla se giró sobre sus talones furibunda con la clara
intención de ir a reclamarle a Encarna su proceder. Con los ojos que echaban chispa se
dirigía con determinación hacia ella. Entre más se acercaba Encarna se reía con mayor
fuerza cuando Maca estaba a punto de llegar hasta ella. Su suegra se metió a su casa y le
cerró la puerta en las narices
M: Joderrrrrrrrrrrrr
Enfrascada en medio de un embotellamiento vehicular a duras penas a vuelta de rueda
lograba avanzar unos cuantos metros. Con cierta impaciente miró la hora en el reloj del
panel del carro. Las once treinta y cinco de seguir así lo más seguro es que no llegaría a
tiempo a la audición que tenía programada Osman a las doce en punto
E: Ayyyyyyyyy (se quejó con cansancio y pesadez) Solo a mí se me pudo haber
ocurrido cortar camino y venirme por aquí. ¿Y ahora qué hago?
Osman: Mami tengo sed (se quejaba el también) Quiero agua
El calor empezaba hacerse áspero y sofócate y para colmo de sus males Pablo
comenzaba a mostrar síntomas de inquietud y cansancio poniéndola de los nervios
E: ¡Cuando no tenías que tener sed tú, Osman! (movió la cabeza resignada) Anda toma
una botella de la mochila que tienes a un lado
Osman: Ya no hay mami
E: Toma tantito leche de Pablo
Osman: Guacatelas mami... (asiendo gestos de asco) yo no quiero la leche de Pavis
E: Entonces tómate el jugo de manzana que está ahí
Osman: No mami... (aventó la mochila con enfado) Yo no quiero jugo
E: ¡Osman! (fruncía el ceño mientras lo miraba por el espejo retrovisor) Levanta
inmediatamente esa mochila
Osman: No quiero
E: No te lo voy a decir dos veces
Osman: Sabes que no me gusta el jugo de manzana (gritaba mientras levantaba la
mochila y empezaba hacer pucheros) ¡Y tengo sed!
E: No vayas empezar a llorar (le advertía con las cejas levantadas) ¡Por favor!
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Osman: Mamiiiii (protesto con el rostro rojo por el berrinche)
E: Dime Osman (entrecerró los ojos armándose de paciencia)
Osman: Es que tengo mucho calor
E: Lo sé cariño, lo sé (medio sonreía a la vez que intentaba prender el aire acondiciona
pero esto no funcionó) ¡Carajo!... ¡lo que me faltaba! a buenas horas esta cosa se vino a
descomponer
Osman: ¡Mamiii! ... (a punto de soltar el llanto) ¡Tengo mucha sed!
E: Ya lo sé Osman (lo volvió a mirar por el espejo retrovisor y le habló con dulzura
para tranquilizarlo un poco) Enseguida te compro algo para que bebas ¿sí?
Osman: Mamiiiiiiiiiiiiii (grito empezando a llorar y haciendo a la vez llorar también a
Pablo) ¡tengo sed!
E: Osman ya te oí (suspiró con fuerza intentado conservar la calma) Y ya te dije que
enseguida te compro algo así que por favor deja de llorar ¿Quieres?
Pablo: Ero abaaaaaa abaaaaaaaaa
E: Bueno no hay a cuál de los dos irle... (les habló con dureza y enfadó en la voz) Son
iguales de tercos y latosos que su madre
Los dos niños lejos de calmarse al escucharla soltaron con más fuerza el llanto. Esther
volteaba desesperada en todas direcciones buscando un lugar para estacionarse
E: Ya decía yo que a mí en nada se parecen... (refutaba con malestar entre dientes solo
para ella) ¡Claro cómo se van aparecer a mí!... Si los dos salieron de los óvulos de
Maca. Yo solo los encube (abrió los ojos sorprendida ante sus propias reflexiones y sin
más empezó a reírse logrando con eso tranquilizarse un poco. Miró a sus dos hijos con
mucha ternura y amor) Eso si canijos (manifestó en voz alta) A mí me dolieron y sobre
todo tu Pablo por cabezón
El sonido del claxon de un carro le hizo volver de sus reflexiones haciéndola ver que el
tráfico empezaba a ser más fluido. Pasando por alto el llanto de sus dos hijos avanzó lo
más rápido que le fue posible entre los carros hasta que nuevamente el embotellamiento
la atrapó a dos cuadras de llegar a su destino. De reojo miró la hora las doce menos
diez... Con decisión y sin perder más tiempo estacionó rápidamente el auto dos metros
más adelante aprovechando la oportunidad que otro auto dejó su aparcamiento para
internarse en el pesado tráfico vehicular. Esther suspiró se bajó del auto con una
mochila colgada en la espalda, con Pablo llorando a grito abierto entre sus brazos y con
Osman al pie de ella agarradora del pantalón
Osman: Mami tengo sed (le volvió a insistir con los ojos llorosos) por favor cómprame
agua
E: Sí mi amor (le acarició el pequeño rostro con amor a la vez que le secaba las
lágrimas y le hablaba con dulzura) Ahorita que lleguemos a las oficinas te la voy a
comprar. Pero ya no llores
Osman: No Mami (suspiró sollozando y se abrazó a la pierna de ella) Ya no estás
enojada conmigo
E: No mi vida yo no estoy enojada contigo (le acariciaba con ternura el pelo de la
cabecita) pero tenemos que darnos prisa que llegamos tarde a tu audición. Y tú no
quieres eso ¿verdad?
Osman: No (sonrió de oreja a oreja ilusionado) ¡Voy a ser el mejor! ¿Verdad mami?
E: Sí mi amor (le sonrió) Vas hacer el mejor
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Sin hacer mucho caso del llanto del Pablo. Tomó a Osman de la mano y se echaron
andar lo más rápido que podían las dos cuadras que les faltaban para llegar. Nada más
llegar al recinto miró su reloj las doce y cinco a toda prisa subieron los tres escalones
que los separaban de la puerta principal la cual se abrió automáticamente y entraron
corriendo hasta la recepción de las lujosas oficinas
E: Señorita, señorita (respiraba con dificultad por el esfuerzo de la carrera a la vez que
llamaba la atención de la recepcionista y buscaba algo en su bolso) Me podría indicar
por favor como llegar a el estudio donde se llevara a cabo la audiciones. Mi hijo tiene
una cita a las doce y... Joder (masculló entre dientes) se me olvido el pase
La chica la recorrió de arriba abajo con la mirada a la vez que le sonreía de manera
divertida cosa que incomodo e irritó un poco a Esther poniéndola a la defensiva
E: ¿Qué pasa? (la miró con cara de pocos amigos) me va a decir cómo llegar o prefiere
que investigue por otro lado
-: Lo siento mucho (tragó saliva y murmuro apenada bajando ligeramente la cabeza) Su
pase por favor
E: Me acaba de escuchar decir hace un momento que lo olvide
-: Lo que pase señora es que llega usted tarde y los lugares ya fueron asignados además
que la audición está al empezar y si no trae consigo su pase me temo mucho que no
puedo hacer nada por ayudarla
E: Pero debe haber una lista con los participante ¿No?
-: Efectivamente así es
E: Porque no la revisa, ahí debe aparecer el nombre de mi hijo
-: ¿Cómo se llama su hijo?
E: Osman Wilson García
-: No (la miró con seriedad) lo siento mucho pero no lo tengo registrado
E: Eso no puede ser posible señorita. Si hace menos de dos horas me llamaron de aquí
para confirmar la participación del niño
-: Lo siento pero si no aparece en esta lista menos puede usted pasar
E: ¡Caray! ¡Es que esto no me lo esperaba!
-: Al menos que el pase de la señorita sea de color morado Carmen
La voz llegó de atrás de su espalda de manera sensual, armoniosa fuerte y clara Esther
sintió una ligera perturbación al sentir creer reconocerla y en ese mismo momento el
cuerpo se le paralizo unos instantes y un pequeño escalofrió le empezó a recorrer
lentamente la espalda dejándole la piel chinita. Con el corazón palpitante se giró para
encontrase de frente con la dueña de la sensual voz y de los ojos azules más bellos y
perturbadores que ella jamás haya visto
-: Hola (le sonreía a la vez que le levantó la cejas en actitud segura y dominante) El otro
día no me dio tiempo de presentarme (le extendió la mano cordialmente) Soy Silvia
Ortiz y tal parece que estoy predestinada a rescatarla de las cajeras y las recepcionistas
E: Ahhhh (sin poder disimular su sorpresa) Ho... hola (tartamudeó sin poder esconder
un ligero rubor en su rostro) Eso parece... (se le escapó una ligera sonrisa que hizo que
Silvia se perturbara) Soy Esther García
Silvia: Mucho gusto Esther
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Al estrecharse las manos ambas sintieron como una fuerte corriente invisible las dejaba
paralizaba sin poder respirar. Esther abrió los ojos sintiéndose confundida y quiso decir
algo pero no logró articular palabra alguna. Con evidente disimulo le soltó la mano y se
retiró un poco. Por su parte Silvia no dejaba de sonreírle a la vez que buscaba
encontrarse de lleno con su mirada
Silvia: ¡Esta es la segunda vez que nos pasa algo similar! Y no sabemos muy bien cómo
reaccionar
Esther le esquivó la mirada sacó aire, se acomodó a Pablo en su cintura para disimular
un poco su nerviosismo. Después le sonrió con cierto aire de inocencia y timidez a la
vez que decía cambiándole drásticamente la conversación
E: ¡Silvia Ortiz! (levantó las cejas) ¡La dueña de la agencia Dreams!
Silvia le sonrió ampliamente y la miró a la expectativa a le vez que sentía como una
descarga eléctrica le zarandeaba el cuerpo con tan solo mirarla
Silvia: Podríamos dejarlo solo en una fiel colaboradora de la empresa (le guiñó
coquetamente el ojo) porque eso de que me llamen la dueña impone y no es mi
intención (mirando de reojo a la recepcionista) Y bien Carmen ¿Qué tenemos aquí?
Carmen: La señora trae a su hijo a la audición pero llegó tarde, además que no trae su
pase y el niño no aparece en la lista de los participantes
Osman: Mami tengo sed
Silvia: No te preocupes Carmen ya me encargo yo (le sonrió amablemente a la
recepcionista) El niño García no figura en la lista de participante porque él es uno de los
cinco niños elegidos directamente a la final por recomendación expresa de los agentes.
Así que mientras se hacen las demás selecciones encárgate de darle agua y llévalo con
sus otros cuatro compañeros para que se vaya integrando (miró a Esther de reojo) y de
paso avisa a la producción que el niño Osman García está listo para participar
E: Muchas gracias (sonrió alegre) No sé como agradecértelo
Silvia: Aceptándome una invitación para salir a cenar
E: ¿Perdón? (dejó de sonreír por la impresión y la miró de arriba abajo incrédula)
¿Escuché bien?
Silvia: Sí... (suspiró sin dejar de mirarla directamente a los ojos) Esther ¿Aceptas salir a
cenar conmigo?
E: Lo siento pero no puedo aceptar tu invitación
Silvia: Pero... (abrió los ojos sorprendida) ¿Por qué no?
E: Porque no está bien (negó moviendo ligeramente la cabeza) y además apenas te
conozco
Silvia: Por eso mismo Esther acepta cenar conmigo... (le sonrió segura) Así me iras
conociendo más
E: Lo siento pero no puedo
Silvia: ¿Tú crees en el destino?
E: La verdad (entrecerró los ojos) No
Silvia: Pues yo sí creo (sus ojos se le iluminaron) Mira... (se mordió el labio y dio una
pequeña pauta) Dirás que estoy loca y no lo voy a refutar pero desde que te vi entrar por
primera vez en la gasolinera supe que nos volveríamos encontrar, que estamos
predestinadas y que tú y yo podríamos llegar a ten...
E: Voy con mi hijo (la corto de improvisto) y muchas gracias por todo
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Silvia: Esther (la detuvo suavemente del un brazo) por favor... Solo será una pequeña
cena informal para celebrar que nuestros destinos se volvieron a cruzar por casualidad
(le sonrió con la ilusión reflejada en su mirada) Y no tiene por qué ser precisamente hoy
E: Silvia... (entrecerró los ojos) ¡Estoy casada y amo a mi mujer! (levantó las cejas)
Tengo doce años casada con la mujer que me viste ayer en la gasolinera y (sacó aire) lo
siento mucho pero no puedo aceptar salir a cenar contigo hoy, ni mañana ni algún otro
día
Silvia: ¿Eres feliz?
E: ¿Perdón?
Silvia: Contéstame Esther... ¿Eres feliz?
E: ¿A qué viene esta pregunta?
Silvia: Solo contéstamela... ¿Eres feliz?
E: Sí (suspiró levemente y entrecerró los ojos) Sí lo soy
Silvia: Bien (sonrió levemente disimulando su tristeza) me alegra saberlo
E: Gracia Silvia
Silvia: Sin embargo quiero que sepas que de cualquier manera que la invitación sigue
en pie para cuando tú quieras aceptarla (la miró fijamente haciendo que Esther se
estremeciera) Voy a ser muy franca contigo Esther... Nunca me había pasado esto por
nadie pero desde ayer que te vi... No he podido dejar de pensar en ti
E: Silvia yo...
Silvia: Tranquila no pasa nada (la cortó a la vez que le palmeaba ligeramente el
hombro) Sé esperar
E: Será mejor que me vaya a ver (buscó a Osman con la mirada) como está mi hijo
Silvia: El está bien (le medio sonrió) Por que mejor no me acompañas a ver de cerca la
audición para las eliminatorias (se mordió el labio) Yo también llegué tarde (levantó los
hombros) con tantas obras en las calles de Madrid el tráfico esta insoportable y es un
verdadero milagro llegar a tiempo a cualquier lado. ¿Qué dices? ¿Me acompañas?
E: Pero tengo que estar con Osman y atender a la vez a Pablo
Silvia: No hay problema lo harás todo desde la primera fila. ¿Qué te parece?
E: ¿Y si mi Pablo empieza a llorar?
Silvia: ¡Entonces le tendríamos que empezar a conseguir un comercial de comida para
bebe!
E: No te rindes. ¿Verdad?
Silvia: Nunca (le guiño el ojo) Nunca lo olvides
Dos horas después Osman caminaba con soltura sobre la tarima de la pasarela
proyectando una sonrisa y gracia natural destacando de inmediato entre todos sus demás
compañeritos adueñándose del lugar y llamando la atención principal de Octavio
Montes el mayor organizador del evento y dueño de la prestigiada y reconocida marca
de ropa infantil “Ilusión”
Octavio: Julio ¿quién es ese niño?
Julio: ¿A cuál te refieres?
Octavio: Al que tiene el número veinte
Julio: Déjame ver (tomó la lista y miró los datos de los finalistas) Es Osman García y
está por cumplir los cinco años
Octavio: Perfecto (sonrió levantándose de su lugar) ya encontramos lo que buscábamos
Julio: Pero aun faltan las pruebas de fotografía
Octavio: Que se las hagan ya. ¿Qué agencia lo representa?
Julio: Ninguna
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Octavio: ¿Cómo?
Julio: Hasta donde sé es agente libre y vine con la madre
Octavio: ¿Y qué esperas para ir hablar con ella?
Julio: Pues tú dirás... (señaló discretamente a Esther la cual miraba con ilusión y
emoción a su hijo sentada en primera fila a un lado de Silvia) Lo más seguro es que ya
esté tratando con Silva
Octavio: Entonces ponte en contacto con Silvia a ver si por medio de ella logramos
contratarlo
Silvia observaba atentamente cada uno de los movimientos de Osman y de vez en
cuando miraba de reojo a Esther y no podía dejar de sentirse emocionada al verla tan
sonríete e ilusionada con su hijo
Silvia: Tu hijo es muy bueno en esto Esther. Tiene soltura, clase elegancia y presencia
escénica que muchos no logran ni con los pasos del los años. Creo que tiene bastantes
posibilidades de ser elegido por una buena empresa
E: ¿Tú lo crees?
Silvia: Sin duda (la miró fijamente) ¿Has pensado en buscarle un representante?
E: De hecho no
Silvia: ¿Y eso? (su teléfono móvil empezó a sonarle con insistencia) Permíteme un
momento por favor
Silvia: Sí diga
-: Hola Silvia soy Julio Montes
Silvia: Ah... Hola Julio ¿Cómo estás?
Julio: No también acompañado como tú (disimulo una risita burlona) pero se hace lo
que se puede
Silvia: Jummm
Julio: Silvia te llame por qué Octavio está interesado en el hijo de tu (recalcó
insinuando algo) acompañante y quiere saber si por medio tuyo podemos llegar a un
acuerdo
Silvia: No lo creo Julio (movió la cabeza) el niño no pertenece a mi agencia... Es
independiente y si Octavio le interesa contratarlo tendrá que tratar directamente con la
madre
Julio: Hay muchos beneficios de por medio Silvia... Y al parecer todo indica que tú te
entiendes muy bien con la madre ¿No?
Silvia: ¡No! (le contestó con enfado y vio disimuladamente a Esther) y aunque así fuera
eso no te incumbe a ti y a nadie ¿Me entiendes? Y te repito si Octavio está interesado en
contratar los servicios de Osman García tendrá que entenderse directamente con la
madre
Julio: Siento mucho haberte incomodado Silvia
Silvia: Pues más lo siento yo
Silvia colgó con malestar su móvil y Esther que había escuchado gran parte de la
conversación la miraba de manera interrogativa
E: Disculpa mi atrevimiento pero alcance escuchar que mencionaste a mi hijo
Silvia: Sí... así es Esther... (la miró y suspiró) Era el hermano y representante de
Octavio Montes el dueño de Ilusión y el cual parece ser estar muy interesado en
contratar los servicios de tu hijo
E: ¡El dueño de Ilusión!
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Silvia: ¡Sí Esther! (sonrió contenta) El dueño de Ilusión ni más ni menos
E: ¡No lo pudo creer!
Silvia: Pues créelo porque es verdad... Lo único malo de esto es que pensaron que
atreves de mi persona podrían llegar a tener un acuerdo contigo
E: Normal (levantó os hombros) Siendo quien eres y viéndome junto a ti. Es normal
que piensen que tu agencia es la que representa a mi hijo
Silvia: Cierto... Pero tranquila que ya les dejé en claro que yo no soy la representante de
Osman y en caso de que quieran contrátalo tendrán que tratar contigo
E: No creo que eso sea lo más conveniente... (la miró con seriedad) Mira yo no tengo
nada de experiencia en este tipo de negociaciones y mi hijo necesita de alguien que lo
represente bien y comprenda sus necesidades. Y quien mejor que tu agencia para
hacerlo
Silvia: ¿No quieres consultarlo primero con tu esposa?
E: No Silvia... (hizo una pequeña pausa) Maca de seguro me dirá que no y yo no pienso
dejar pasar esta oportunidad para Osman
Silvia: ¿Estás segura?
E: ¡Desde luego!
Silvia: Pues muchas gracias Esther por confiar en Dreams y poner a Osman en nuestras
manos (la ilusión que le dio por la posibilidad de poder seguir tratándola hizo que los
ojos se le iluminaran y el brillaran con intensidad)¡No te voy a defraudar! y de
antemano te digo que será un verdadero placer trabajar para ti
Tras el berrinche que hizo después de que su suegra le cerrara la puerta en las narices
tomó un taxi para que la llevara a la oficina. El recorrido lo hizo en más tiempo de lo
normal debido al pesado tráfico vehicular por las diversas obras que se realizaban en
diferentes puntos de la ciudad. Lo que hizo que aumentara su malestar y enfado
Con un agudo y fuerte dolor de cabeza salió del elevador y caminó por el pasillo sin
voltear a ver ni saludar a nadie e inclusive ignoró a su secretearía cuando esta al verla se
levantó rápidamente e hizo el intento de decirle algo
M: Después Lore (negaba con un ligero movimiento de cabeza) Ahora solo consígueme
un par de aspirinas por favor... (se llevó las manos a la cien para sobarse) ¡Siento que en
cualquier momento me va estallar la cabeza!
Su secretaria asistió con un movimiento de cabeza, Maca sin decirle más se dirigió a su
oficina al entrar casi se le salen los ojos de la impresión al descubrir a Karol del otro
lado de su escritorio hurgando entre sus cajones
M: ¿Qué haces tú aquí? (les habló con marcada rudeza e ira en su voz a la vez que
avanzaba con demasiada agilidad hacia ella) ¿Quién te dejó entrar? ¿Y que estás
buscando entre mis cosas?
Karol: Vine a... a... a buscarte
M: ¿Para qué?
Karol dio un brinco hacia atrás debido al susto de ser descubierta inmediatamente el
rostro se le desfiguró y se le torno pálido. Sobresaltada soltó de entre sus manos varios
folders de colores que cayeron sobre el escrito desparramando algunos documentos.
Alcatraces blancos
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Maca rápidamente tomó los documentos los revisó y su rostro se trasformó al
comprender de lo que se trataba
M: Lorena (su secretaria al escuchar el grito furioso de Maca entró rápidamente a la
oficina toda nerviosa) ¿Por qué la dejaste entrar?
Lorena: Yo... (sacó aire para ordenar sus ideas) Eso era lo que le quise decir hace un
momento en cuanto llegó pero usted no me lo permitió... Lo siento mucho señora (veía
a Maca con la pena reflejada en sus ojos) pero por más que le dije a la señorita que no
podía pasar a esperarla aquí. Ella se metió y yo no pude hacer nada más por detenerla
M: No te preocupes Lorena... (entrecerró los ojos y vio furiosa a Karol) No pasa nada...
De hecho la señorita ya se va
Karol hizo una evidente mueca de disgusto y con altanería y arrogancia se sentó sobre el
escritorio de Maca retándola con la mirada. Lorena al comprobar la evidente negativa de
Karol por marcharse se dirigió a Maca con seriedad
Lorena: ¿Quiere que llame a los de seguridad?
M: No Lorena no será necesario... (le sostuvo la mirada a Karol) y déjanos solas por
favor y asegúrate que nadie nos moleste (esperó pacientemente que la mujer saliera de
la oficina para pararse justo en frente de Karol y mostrarle los documentos en la cara)
¿Para que querías tu esto?
Karol:..
M: ¡Te estoy hablando! (la tomó con fuerza del antebrazo jalándola haciendo que bajara
del escritorio) ¡Contéstame! ¿Qué pretendes con esto?
Karol: Nada
M: ¡Nada! (la miró con la furia reflejada en sus ojos y la sacudir con rudeza) ¿Y yo te lo
voy a creer?
Karol: Suéltame Maca que me estás lastimando
M: Noooooo (levantó la voz sin soltarla y sin dejar de manifestar su enfado) hasta que
me contestes ¿Qué querías con esta documentación?
Karol: Comprobar si es verdad lo que me acaba de decir tú hermano hace apenas
algunos minutos (soltándosele del brazo con brusquedad) ¡Que ya tienen a la modelo
para su campaña de vinos!
M: ¡Jerónimo!
Karol: Sí Jerónimo (cruzándose de brazos) ¿Cuál más?
M: ¡Jero! (la miro extrañada) ¿Está aquí?
Karol: Sí está aquí
M: ¡Como sea Karol! (la volvió a tomar de antebrazo) ¡Eso no te da el derecho a entrar
a mi oficina como Pedro por su casa y mucho menos hurgar entre mis cosas!
Karol: Tuve que hacerlo (soltándose nuevamente y sobándose el brazo) ya que tú no
tienes la gentileza de dejarme nada en claro
M: Bien (hizo comillas con los dedos y le recalcó) Pues si ya otro tuvo la gentileza de
aclarártelo... ¡Ahora te puedes marchar!
Karol: No Maca (la miró con decisión) No te será tan fácil librarte de mí... Tú me
prometiste que yo sería la modelo de esa campaña y ahora me vas a cumplir
M: Yo nunca te he prometido nada de nada Karol
Karol: Que fácil para ti olvidarte de todo cuando no te conviene ¿No? ... No hace ni
cinco días gemías bajo mis sabanas y me asegurabas que era la modelo ideal para la
campaña... ¿Qué fue lo que cambio?
M: ¡Será mejor que te vayas Karol!
Alcatraces blancos
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Karol: ¡No Maca! (la barbilla le empezó a temblar) Tú y yo tenemos una relac...
M: Nada (la cortó abruptamente levantando nuevamente la voz) no tenemos nada
Karol... Pensé que te había quedado claro esta mañana cuando hablamos por teléfono
Karol: No me puedes dejar así Maca (se le abrazó sorpresivamente y empezó a llorar en
su cuello) Yo te amo
M: No Karol (se apartó de ella) tú no me amas... Tú lo único que amas es lo que te
puedo dar (la miró de arriba abajo) Mira Karol no nos compliquemos la existencia y
dejemos las cosas como están. Quédate con las joyas, con el departamento, los muebles
con todo lo que está ahí adentro... Es más hasta te voy a pagar el carro pero no me
molestes más y olvídate de que existo
Karol: ¡Maca!
M: No Karol
Karol: ¡Y la campaña! (se limpió con coraje las lágrimas) ¿qué va a pasar con eso?
M: Olvídate de ella
Karol: ¿Así de fácil?
M: ¡Karol!
Karol: ¡Necesito trabajar Maca! (le gritó desesperada) ¿De crees que voy a vivir?
M: Te aseguro que no te faltará trabajo (levantó los hombros) ¡Ya te las arreglarás!
Karol: ¿Y mientras tanto qué? ¡Eh!
M: Karol... Karol (movió la cabeza y saco aire) Te voy a pasar una mensualidad en lo
que te acomodas ¿Te parece?
Karol: No Maca (la miró con el ceño fruncido) ¡No me parece!
M: ¡Pues lo siento mucho Karol!... Pero es lo que hay (dirigiéndose a la puerta) No
puedo hacer más por ti. Ahora vete inmediatamente (abrió la puerta) antes de que me
obligues a llamar a los de la seguridad
Karol: ¡No serías capaz!
M: ¿Quieres verlo? (levantó las cejas y llamó con firmeza su secretaria) Lorena
Karol: No es necesario. ¡Ya me voy! (con coraje tomó su bolso furiosa pasó por un
lado de Maca dándole un fuerte pisotón) Te vas acordar de mí... ¡Lo juro!
M: Ayyyyyyyy (hizo un gesto de dolor y corrió a sentarse para sobarse el pie)
Brutaaaaa
Karol sin mirar hacia atrás literalmente arrolló en su camino a Lorena la cual al
escuchar a Maca llamarla se fue a toda prisa en su busca. Antes de llegar al ascensor se
topó de frente con Jerónimo y Alejandro Torres los cuales al verla tan alterada se
miraron entre sí
Karol ignorándolos pasó con rudeza por en medio de los dos. Subió al ascensor ellos se
giraron sorprendidos a verla y Karol les levantó el dedo desatando la inmediata
carcajada de ambos
Jero: Jajaja ¿Viste lo que yo vi? jajaja
Alex: Jajaja Mucho me temo que sí... ¿Qué mosca le habrá picado?
Jero: ¡Mosca no lo creo! (seguía riendo divertido mientras señalaba hacia la oficina de
su hermana) Moscón que digo Moscón... más bien diría culebrón
Alex: Ay Jero
Dentro del ascensor libre y sola de todas las miradas Karol se levantó la blusa sacó un
folder con documentación y una pequeña cámara digital de video que tenía escondida
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atrás de su espalda. Abrió la carpeta revisó los documentos miró la cámara levantó las
cejas y una sonrisa malévola se instaló en sus labios
Karol: De mi nadie se burla y menos una vieja estúpida como tú. ¿Qué te pensabas
Maca?... ¡Qué me usarías y me botarías sin problema alguno como lo has hecho con las
otras!... ¡Qué equivocada estás!... (apretó la cámara con fuerza sobre su pecho a la vez
que se repetía con contundencia) Que equivocada estás Maca si pensabas que me iba a
marchar con las manos vacías por ti... (suspiró con fuerza y rabia) Tú así lo has
querido... (guardó el folder y la cámara rápidamente en su bolso antes de que el ascensor
se abriera) No dirás que no te lo advertí. Mi hermano sabrá muy bien cómo usar esto
mientras tú Macarena Wilson (respiró aire profundamente y con marcado desprecio
escupió despechada las palabras) ¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte!
En la oficina de Maca. Lorena le revisaba con cuidado el pie el cual ya se mostraba
hinchado y el dedo gordo, el largo y el de en medio se le empezaban aponer morados y
le palpitaban dolorosamente
M: Joder es una bruta
Lorena: ¿Quieres que le llame al médico de la compañía o prefiere que le avise a su
esposa para que venga por usted y la lleve ella?
M: Ninguna de las dos cosas Lorena
Lorena: No creo que pueda trabajar mucho tiempo en esa condiciones (le levantó las
cejas) La uña del dedo gordo casi está desprendida. ¡De verdad la pisó con ganas de
lastimarla y que la recordara mucho por algún tiempo!
M: Joder Lorena (empezó a reírse a pesar de su dolor) No me da muchos ánimos que
digamos
Lorena: Los siento (empezó a ponerse colorada) Pero esto no se ve bien y creo que
necesita que alguien la atienda
M: Lo sé Lore (suspiró haciendo gestos de dolor) Pero no quiero que nadie se entere de
esto (levantó las cejas y con una mirada de suplica) Lo entiende ¿verdad?
Lorena: Lo entiendo perfectamente señora y no preocupe (entrecerró los ojos) ¡Como
siempre!... Yo no vi, ni oí absolutamente nada...
M: Muchas gracias Lorena (le palmeó con suavidad el hombro) Sé que puedo confiar en
usted
Lorena: ¿Quiere que la acompañe algún lugar donde la puedan atender del pie?
M: No Lore (disimulando su dolor) Se lo agradezco pero no es necesario... Ya verá que
enseguida se me pasa. Solo consígame algo más fuerte que unas aspirinas por favor
Lorena: Por supuesto (se levantó para ir por su encargo) enseguida regreso
M: ¡Lore! (la llamó deteniéndola y la mujer se giro a verla) Si Jerónimo pregunta por
mi dígale que no he llegado
Jero: Demasiado tarde Macarena (entró a su oficina seguido de Alejandro y al verle el
pie) ¿Qué te pasó?
M: Nada que te interese (vio a su secretaria y se dirigió a ella) Puede retirarse Lorena.
¡Y que nadie nos moleste!
La mujer asistió con la cabeza y se retiró cerrando la puerta tras ella. Maca aspiró aire y
apoyó el pie en el suelo haciendo una enorme mueca de dolor
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Alex: Uyyyyy eso a de doler mucho (vio a Jerónimo de reojo) Y mucho me temo que
algo tiene que ver una modelo que acabamos de ver marcharse muy enojada de aquí por
el ascensor
M: Mientras no te duela a ti Alejandro (lo miró con el semblante endurecido) haz el
favor de mantenerte al margen y dejar tus estúpidas conclusiones en otro lado
Alex: Uy perdón
Jero: ¡Estamos de malas!
M: Sí Jerónimo (se levantándose de su lugar con furia ignorando su dolor) ¿Tú de que
vas?
Jero: ¿A qué te refieres?
M: Lo sabes perfectamente (masculló entre dientes y su rostro cada vez se le ponía más
tenso y rojo por los efectos de la ira que sentía) ¿Tú qué te has creído para llamar y
meterte en mi casa cuando yo no estoy y proponerle estupideces y media (enfatizó con
rudeza) a mi mujer?
Jero: Ahhh veo que ya lo sabes (levantó los hombros con toda calma y caminó hasta el
escritorio de Maca donde se recargó cómodamente) En primer lugar déjame dejarte en
claro Maca que yo no me meto, ni llamo a ningún lugar a escondidas de nadie. En
segundo lugar el proponerle a Esther que sea la modelo para mi campaña publicitaria
(recalcó sin lugar a dudas) No es ninguna estupidez (dejó su cómodo lugar para
acercarse lentamente hasta donde estaba su hermana sin dejar de mirarla directamente a
los ojos) Al contrario pienso que es una magnífica oportunidad para que Esther retorne
al mundo productivo
M: Me tiene sin cuidado lo que tú pienses Jerónimo (bufó y apretó las mandíbulas) y de
una vez te digo que Esther no necesita de tu magnífica oportunidad para retornar a
nada... (abrió los ojos a la vez que contenía la respiración) Así que hazme el gran favor
de déjala en paz y no te metas en nuestra vida (recalcó enérgicamente) que nadie te
llamó solicitando tu ayuda... Y a ver cómo le vas haciendo para disculparte y retirarle tu
(hizo comillas con los dedos) magnífica oferta a Esther que aparte de que no la necesita,
no la va aceptar. ¿Está claro?
Jero: Maca, Maca no cambias ni siquiera un poco y mucho menos te permites la
oportunidad de ver a tu alrededor y darte cuenta que no tienes las facultades de manejar
y dar órdenes a tu antojo a todo el mundo para que se haga lo que tu dispones y
quieres... Que tristeza me das hermana y que pena informarte que no voy a retirarle mi
oferta a Esther (entrecerró los ojos con toda calma movió la cabeza y el acentúo) No lo
voy hacer y para tu información Esther ya aceptó
M: ¿Qué me estás diciendo? (el rostro de le desencajó y se le tornó blanco sin pensarlo
se abalanzó un poco hacia él y se tuvo que detener por el fuerte y agudo dolor que sintió
en su piel) Ayyyy... Joder
Jero: Tranquila Maca (le dijo con toda serenidad tomándola de un brazo) que tal parece
que te va dar un infarto
M: Suéltame
Jero: Mira Maca (soltándola con cuidado) Hace más de un par de horas que Esther se
comunicó conmigo para informarme que aceptaba mi oferta (sonrió gustoso ante el
estupor y rabia de su hermana) De hecho al confirmármelo me vine directamente a la
oficina para preparar el contrato para que lo firme mañana y poder empezar lo más
pronto posible lo de la campaña que ya tenemos dos semanas de retraso
M: Ni lo pienses (empezó a respiraba con dificultad por el enfado y se cruzó de brazos)
¡Esther no va a firmar nada!
Jero: Lo siento Maca pero Esther va a firmar el contrato así te opongas tú (la miró con
cierta pena) Esther está decidida y me aseguró plenamente que lo va hacer
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M: Te he soportado muchas cosas por la amistad que tienes desde la juventud con
Esther (sus ojos de le abrían al máximo) Pero esto no lo voy a tolerar ni a ti, ni a ella.
(aspiró aire con fuerza liberándolo de inmediato) Te lo voy a repetir una vez más para
que te quede muy claro Jerónimo... Deja en paz a mi mujer, deja de meterle ideas en la
cabeza y deja de meterte en mi matrimonio y en nuestras vidas... ¡Busca otra modelo
para tu campaña publicitaria! Tienes muchas opciones para escoger y modelos son lo
que sobran en el mundo
Jero: ¿Cómo tu amante Karol Toscani?
Jerónimo le soltó con toda calma a la vez que buscaba encontrarse con su mirada. Maca
desconcertada dio un paso hacia atrás y su rostro se empalidecía súbitamente a la vez
que abría y cerraba la boca perturbada
Jero: ¿Pensabas que nunca me enteraría? (la miró con rudeza a la vez que elevó la voz
sin poder contener más su rabia) Pues ya ves que no es así Macarena... Lo sé y no lo
comprendo (el semblante de su rostro se torno áspero y duro) Por Dios que no lo
comprendo... (mascullaba entre dientes con dureza las palabras) Esther es una excelente
mujer en toda la extensión de la palabra y tú no tiene disculpa alguna de hacerle lo que
le estás haciendo
M: ¡Tú que sabes!
Jero: ¿Qué yo no sé qué? (abrió los ojos desmedradamente sin podérselo creer) ¡Eres
increíblemente cínica!
M: Mira Jero tú no eres nadie para venir a reclamarme absolutamente nada y mucho
menos tienes el derecho de venir a meterte en mi vida
Jero: ¡Esther es mi amiga! Y me duele mucho ver como la estas engañando
M: No Jerónimo a ti lo que te duele ver es que Esther es mi mujer y no la tuya.
(Jerónimo abrió y cerró la boca atónito) ¡Siempre has estado enamorado de ella! Buscas
cualquier pretexto para acercártele y estar a su lado aprovechando mis ausencias. ¿A
poco pensabas que no me había dado cuenta? (súbitamente a Jerónimo el rostro de se le
empezó a poner colorado del coraje) Pudiste engañar mucho tiempo a Hugo... Pero no a
mí
Jero: ¡Estás loca Maca!... Completamente loca y por mi puede pensar lo que te venga
en gana. De cualquier manera no vas a ganar nada. Yo sé que eres capaz de hacer y
decir cualquier cosa con tal de lograr que Esther no sea la modelo para mi campaña...
Pero esta vez estás muy equivocada Maca y sin embargo si te voy a dejar bien claro que
no quiero a ninguna de tus amantes en ninguna de mis campañas publicitarias (la miró
fijamente sin inmutarse) Si en mis manos está evitarle un dolor y una vergüenza mayor
a Esther cuando se entere ten por seguro que lo voy hacer (le pidió la carpeta que
Alejandro traía en una de su mano y se la extendió con firmeza y seguridad a Maca)
Este es el contrato para Esther, asegúrate que lo firme
M: Estás pendejo (aventó el folder sobre su escritorio) Si piensas por algún momento
que yo voy hacer eso
Jero: Como tú quieras Macarena (levantó los hombros mostrando despreocupación) así
como sobran modelos en el mundo también sobran agencias de publicidad que quieran
manejar mis cuentas
M: No me asustas Jero (respiró agitadamente) y antes prefiero mil veces irme primero a
la ruina que permitir que a Esther le meta mano medio mundo cuando ande por ahí
exhibiéndose enseñándoles el culo para lograr la mejor pose o la mejor toma
Alex: ¡Maca!
M: Tú no te metas en esto Alejandro esto es solo entre Jerónimo y yo
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Jero: Déjala Alejandro que siga diciendo y tragando mierda... (movió la cabeza
incrédulo y decepcionado de escucharla) ¡Que mal estás Macarena! (sacó aire con
fuerza) El León cree que todos son de su condición. Necesitas urgentemente ayuda.
¡Estás enferma Maca!
M: Sí... Lo que tú digas (burlándose de él) Pero Esther no va a aceptar ni firmar ningún
contrato
Jero: Bien (entrecerró los ojos y le sentenció sin dejarle lugar a dudas) ¡No me interesa
ninguna de tus modelos!... Si no consigues a Esther me llevo mis cuentas y todo mi
capital de esta empresa a otra agencia publicitaria que esté interesada en invertir y
entienda de negocios, que no sean estúpidos y desde luego no tenga reparo alguno en
dar con Esther y contratarla para complacer a su client. (volteó a ver a Alejandro el cual
solo movía la cabeza desesperado) Tengo entendido que la agencia “Syrenas” a raíz de
la muerte de Octavio Ortiz cambio su nombre a Dreams y su hija Silvia Ortiz tomó las
riendas de la misma cambiándole la imagen y el concepto dándole con esto mayor
proyección y prestigio y además de dedicarse exclusivamente al modelaje profesional
ahora próximamente ofrecerá también servicios publicitarios. ¿Es cierto eso Alejandro?
Alex: Sí Jerónimo es muy cierto la agencia Dreams entró pisando fuerte en España y
está arrasando en el mundo del modelaje (bajó la mirada para no ver directamente a los
ojos a Maca) De hecho el viernes pasado concreté una cita con Silvia para contratar
directamente de su agencia a la próxima modelo de la campaña de los lentes de sol
Cardiel
Jero: ¡Cardiel! (sonrió levemente complacido) ¿Estás hablando de Alfonso Ruiz
Cardiel?... ¡El de la Champagne Cardiel y con el cual tengo tratos comerciales en
Francia!
Alex: Así es Jero (levantó la cejas observando las caras que Maca le ponía de disgusto)
El mismo
Jero: Bien gracias Alex (le palmeó ligeramente el hombro complacido y se giró a ver a
su hermana con cierta ironía) ¿Entonces qué Maca?... ¡Te encargas porque te encargas
de que Esther firme el contrato!
M: Vete a la mierda Jerónimo Wilson (lo miró con el ceño fruncido y lo retó con
firmeza) No te necesito... Mi empresa no necesita de ti, ni de Cardiel para nada. Tengo
mucho más cuentas que representar (lo señaló con el dedo) y te advierto de una buena
vez que haré valer mis derechos en todas nuestras empresas
Jero: Lo que tú digas Maca (le contestó devolviéndole su anterior burla) Pero ya lo
sabes... (levantó las cejas sonriéndole) La quiero a ella
M: Ya sé que la quieres a ella (su mirada le brillo profundamente por la furiosa y le dijo
casi escupiéndole la cara) Si no soy estúpida... Siempre la has deseado (le repitió
nuevamente) ¡Siempre has estado enamorada de ella! Y esta es la manera más baja que
tienes para volvértela a follar ¿No es así Jero?
La mano de Jerónimo se elevó en el aire y se posó con decisión y fuerza en la mejilla de
su hermana haciendo que esta diera un paso para atrás cayendo al suelo del impacto.
Alejandro se paró de inmediato de su lugar deteniendo a Jero cuando vio que este
claramente iba sobre su hermana. Maca levantó la cara llena de indignación y lo miró
llorosa con brusquedad se limpió la sangre que ya le empezaba a salía de la boca
Jero: No voy a permitir que por tus absurdos celos me levantes un falso de esa
magnitud y mucho menos te voy a permitir que me faltes al respeto a mí y sobre todo se
lo faltes a Esther que lo único que ha hecho durante todo este tiempo es cuidarte, amarte
y respetarte sobre todas las cosas (hizo a Alejandro a un lado y apuñaba con fuerza los
Alcatraces blancos
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puños de su mano para contenerse) No mereces a la mujer que tienes como esposa y te
ha dado dos hijos
M: No claro (se levantó con furia desatada dispuesta a echársele encima) Esa la mereces
tú ¿No?
Jero: No eres más pendeja por qué no puedes
M: Cobarde (le golpeó el pecho dos veces hasta que Jerónimo la sujetó de ambos brazos
impidiéndoselo) ¡Eres un maldito cobarde!
Jero: Nunca pensé decirte esto a nadie y mucho menos a mi propia hermana (los ojos se
le llenaron de lágrimas y la miró con profunda tristeza) Eres una persona patética y
sumamente despreciable
Jerónimo liberó poco a poco Maca sin dejar de verla un segundo. Sintiéndose agobiado
y decepcionado por la actitud de su hermana con pesar se limpió las lágrimas que ya se
asomaban en sus ojos y sin decirle más se dirigió a la puerta para marcharse y antes de
que saliera. Maca apretando los dientes musito
M: No te olvides que también son mis empresas y tú no puedes decir y disponer solo de
ella
Jero: Y yo te recuerdo (se giró abrumado y con calma hacia ella) que lo único que te
queda (enfatizándole severamente) de tus empresas es el prestigio y algunas acciones
además de tu puesto de trabajo en esta empresa. Todo lo demás Macarena... Todo le
pertenece a Esther, a los niños y a mí. Así lo estipularon nuestros padres en su último
testamento cansados de tus malos manejos y derroche excesivo de dinero
M: Esther me dio poder absoluto sobre las acciones de ella y de los niños
Jero: Esther no sabe que la has estado engañando con Karol y sabrá Dios con cuantas
más
M: ¿Y tú se lo vas a decir?
Jero: Si no me queda más alternativa ten por seguro que así lo haré
M: Traga mierda
Jero: Yo también te quiero (le aventó un beso abrió la puerta y le guiñó un ojo antes de
marcharse) ¡Tienes dos días para entregarme el contrato firmado por Esther!
M: ¡Púdrete!
Jero: ¡Dos días! (le gritó levantó la mano diciéndole adiós) ¡Me llamas en cuanto lo
tengas!
En cuanto Jerónimo se marchó Maca se dirigió a su escritorio con cierta dificultad a
causa del dolor que sentía en el pie por el fuerte pisotón que Karol le había dado. Tomó
con brusquedad el folder con el contrato de Esther y se dispuso a rómpelo. Alejandro al
darse cuenta de las intenciones de Maca con agilidad y rapidez se lo impidió
quitándoselo de la manos
Alex: No Maca (negaba con la cabeza) no lo hagas
M: ¿Por qué no?
Alex: Porque no te conviene (la miró con cierta aflicción reflejada en su mirada) De
verdad Maca te lo digo como amigo... Yo que tú me lo pensaría dos veces
M: No tengo nada que pesar Alejandro (le ordenó de manera tajante) ¡Dámelo!
Alex: Como quieras (se lo extendió levantando los hombros) Pero toma en cuenta que si
Jero se lleva sus cuentas y retira su capital de esta empresa (le recalcó categóricamente)
vas a tener muy serios problemas financieros por no decirte que en menos de seis meses
prácticamente te quedarías sin nada
Alcatraces blancos
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M: Nosotros somos muy buenos en lo que hacemos Alejandro (levantó las cejas con
seguridad)! Somos los mejores ¡Los premios que hemos ganando lo avalan y lo
certifican ¿No?... Hay más clientes en los mundos tan buenos y mejores que Jerónimo y
Cardiel...
Alex: No lo dudo Maca pero mientras consigues las nuevas cuentas los gastos no
esperan (se sentó cómodamente frente a ella) la crisis no perdona a nadie además de que
tendrías que devolver una fuerte cantidad de dinero a algunos de nuestros otros clientes
que dependen de las publicidades de Jerónimo
M: Hablaré con ellos para trabajar de manera independiente y que esperen por los
resultados
Alex: ¿Y si no quieren esperar?
M: No me quedará más que devolverles su dinero
Alex: No es tan simple como lo dices Maca (suspiró y se rascó en la frente con
preocupación) Mira entre los gastos que tienes normalmente para sostener tu casa y
proveer a tu familia están los gastos excesivos que has tenido los últimos tres meses
cumpliendo todos los caprichos que se le antojaban a Karol y al vividor de su hermano
y eso sin contar que aún tienes que pagar el lujoso automóvil que trae
M: ¿Qué quieres decir con eso exactamente?
Alex: Que te has gastado gran parte de los ingresos que tan han dado por adelantado (la
miró sin especulación) En pocas palabras Maca no tienes el capital suficiente para
devolver nada y Jero lo sabe perfectamente y está jugando sus cartas
M: No me jodas Alex
Alex: Lo siento Maca pero te lo advertí que podría surgir cualquier improvisto y te
podías descapitalizar. Pero tú ni caso
M: Joder (movía la cabeza empezándose a sentir impotente) ¿Y ahora qué voy hacer?
Alex: Permitir que Esther sea la modelo de la campaña
M: No (lo miró con seriedad) Eso nunca
Alex: Pues como tú quieras Maca (levantándose de su lugar para irse)
M: Alejandro (deteniéndolo súbitamente ante su llamado) ¿Cómo fue que Jerónimo se
enteró de todo incluyendo mi relación con Karol?
Alex: Por casualidad... Al parecer en una reunión conoció al hermano de Karol y este a
punta de borrachera le pidió dinero para guardar el secreto y no contarle nada a Esther
de que su hermana la modelo Karol Toscani era la flamante amante de Macarena
Wilson. Así que a Jerónimo no le quedó otra que darle lo que pedía e indagó un poco
descubriendo que le tienes departamento, carro y otros lujosos privilegios. Una cosa
llevó a la otra y Jero decidió que para frenar tus excesos lo mejor era trae a Esther a
trabajar como modelo a tu lado
M: ¿Desde cuándo sabes todo esto?
Alex: Desde esta mañana cuando Jero nada más al llegar me lo contó (suspiró sin dejar
de ver a Maca) ¿Qué piensas hacer?
M: No lo sé Alejandro (abrió el folder y revisó el contrato) pero algo se me tiene que
ocurrir para convencer a Esther de que desista hacer la campaña
Al término de la audición Esther fue a recoger a su hijo a la parte trasera del estudio
mientras Silvia se ofreció a quedarse un momento al cuidando de Pablo en lo que ella
iba por Osman
Silvia aprovechó para ponerse en contacto con Julio Montes y concretar una cita para
ultimar detalles y hablar sobre las cláusulas del contrato de Osman como la próxima
Alcatraces blancos
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imagen de la ropa infantil Ilusión cuando Pablo por voluntad propia se quedó sentado
jugando frente a ella con un muñeco que le había dado Esther antes de ir por su hijo
Silvia: Muy bien Julio en eso quedamos (sonrió y se mordió un labio con discreción al
ver de reojo que Esther venía de regreso con Osman tomado de la mano) mañana mismo
te tengo una respuesta y de cualquier manera te haré llegar el portafolio con el estudio
fotográfico del niño
Julio: Que no pase de mañana Silvia es muy importante que la madre esté de acuerdo
en todo
Silvia: Ya te comenté que hablaré con ella y que mañana sin falta tendrás una respuesta.
Te veo mañana Julio
Silvia cerró y aguardó su teléfono móvil y casi se queda sin aliento al girarse de lleno y
contemplar como Esther sin ser consciente del efecto que causaba en la gente a su paso
se dirigía hacia ella con una enorme y radiante sonrisa que contagiaba a los demás a le
vez que su andar era de manera lenta, firme, segura y proyectaba un ligero y suave
movimiento que invitaba a conocer y disfrutar de la sensualidad
Silvia no pudo evitar que de sus adentros se le escapara un hondo y largo suspiro el cual
provocó que Esther impetuosamente detuviera sus pasos y se encontrara súbitamente
con el azul profundo de sus ojos en los cuales se perdió durante algunos segundos
logrando que se le erizara la piel. Esther sin poder sostenerle la mirada rápidamente la
desvío a la vez que sintió como sus mejillas se llenaban de color de manera improvista
haciendo con eso que se sintiera incomoda y un tanto tonta por su reacción
Silvia: Lo siento (desvió la mirada sintiéndose también afectada por la reacción de
Esther) No quise incomodarte
E: ¡No es tu culpa Silvia! (reconoció con una mueca de medio sonrisa en los labios) Yo
que soy una tonta y no sé controlarme (exhaló a la vez que sus mejillas le ardían cada
vez más) La verdad es que no sé explicar que me sucede contigo... Esta es la tercera vez
que estamos en una situación similar
Silvia: Yaaaaaa (la miró con cierta pena y desilusión a la vez que le hablaba con
seguridad) ¡Sin embargo yo sí sé que nos está pasando Esther!
Esther sintió un nuevo impacto en el cuerpo el cual se le volvió a estremecer de manera
involuntaria e intempestiva ante la firmeza y seguridad del comentario del Silvia la cual
al percatarse de la perturbación de Esther solo se limitó a sonreírle y acariciarle el pelo a
Osman el cual sin lograr entender nada no perdía detalle alguno de la conversación entre
las dos mujeres
E: Silvia yo estoy cas...
Silvia: Casada (completó la frase levantando a Pablo de su asiento) Y amas a tu mujer
con la cual tienes dos maravillosos hijos y eres muy feliz (le entregaba a Pablo) No te
preocupes Esther lo sé y estoy perfectamente consciente de ello. Así que tranquilízate
mujer que aparte de la virtud que tengo de saber esperar también se respetar. Y te
aseguro que nunca va a pasar nada que tú no quieras que pase
E: ¡Silvia! (miraba con cierto aire de preocupación a Osman) Yo te agradecería que
delante de ellos no habláramos de esto... (entrecerró los ojos con cierta pena) Y pienso
que lo mejor sería que mantuviéramos nuestras distancias
Silvia: Tranquila Esther...
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Silvia le palmeó ligeramente el hombro a la vez que sentía como una especie de miedo
se iba instalando en su cuerpo de tan solo pensar en la posibilidad de poder perder su
recién nacida amistad
Silvia: Tienes mi palabra de que no volveré a insinuarte, ni a decirte nunca más nada
respecto a esto y te prometo que pondré todo lo que este de mi parte para mantenerme al
margen y evitar que se repita una vez más una situación como esta entre las dos.
(levantó las cejas y la miró solemnemente) Aprecio y valoro mucho tu amistad, tu
honestidad y confianza. Y créeme que lo que menos me gustaría en estos momentos es
tener que renunciar a nuestra recién nacida relación laboral
E: A mí tampoco me gustaría renunciar a ella
Silvia: Pues si ya estamos de acuerdo en ello (le sonrió ampliamente estirándole la
mano para que se la estrechara) Empecemos de nuevo. ¿Te parece? (Esther asistió con
un movimiento de cabeza) Silvia Ortiz
E: Esther García (estrechándole con firmeza la mano y devolviéndole la sonrisa)
Osman: De Wilson (afirmó mirando a ambas mujeres con absoluta seriedad lo que
provocó que ambas se vieran levantando las cejas entre sí) ¡No se te olvide mami!
E: No corazón (le acarició dulcemente el rostro y le guiñó un ojo con complicidad) No
se me olvida
Silvia: Bien señora de Wilson (levantando las cejas divertida) permítame informarle
que hace algunos minutos me comuniqué con el señor Julio Montes el representante
legal de “Ilusión” y el cual muestra realmente un profundo interés en contratar los
servicios profesionales de su hijo (mirando con una leve sonrisa a Osman) El caballerito
Osman Wilson como la imagen exclusiva de su prestigiada y reconocida marca de ropa
infantil por los próximos tres años
Osman: Ji,ji,ji, (tapándose la boca y sintiéndose alagado ante el comentario de Silva)
E: ¡Tres años! (abrió los ojos sorprendida y movió la cabeza negando firmemente a la
vez que se daba una pequeña pausa para poner en claro sus ideas) Créeme Silvia que me
hace mucha ilusión que este empresario muestre considerable interese en contratar los
servicios de mi hijo pero de verdad pienso que es demasiado tiempo para que un niño de
cinco años esté parado sobre una pasarela de moda cargando con esa responsabilidad...
Eso sería prácticamente robarle gran parte de su niñez e inocencia
Silvia: No te voy a negar que tengas razón Esther pero en el mundo de la moda los
negocios se plantean así. Y créeme cuando te digo que muchos padres firmarían sin
pensarlo y con los ojos cerrados un contrato con la marca Ilusión
E: Tu misma lo acabas de decir muchos padres sin embargo te aseguro que tanto yo
como Maca no entramos en ese círculo (la miró de manera reflexiva) Y para serte
sincera nunca me imaginé que el contrato que le pudieran ofrecer a Osman sería por tres
años. A lo mucho yo calculaba que máximo seria por tres meses
Silvia: Pues no es así Esther... El tipo de contrato al que tú te refieres solo se maneja a
nivel amateur y yo te estoy hablando de un contrato a nivel profesional donde
prácticamente tendrías que cederle a la empresa Ilusión todos los derechos sobre tu hijo
por los próximos tres años a cambio de una suma millonaria de dinero
E: Lo siento mucho Silvia pero de ser así no me interesa y lamento mucho haberte
hecho perder el tiempo (levantó los hombros con resignación) Pero ante todo está la
integridad y felicidad de mi hijo... Ahora comprendo perfectamente a lo que Maca se
refería esta mañana cuando me decía que como diversión para el niño ya era suficiente y
francamente estoy de acuerdo con ella
Alcatraces blancos
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Silvia: Como mujer de negocios y empresaria exitosa sé que debería insistir hasta el
cansancio para convencerte de lo contrario y que aceptes esta magnífica oportunidad
para Osman (sonrió levemente complicidad y le susurro al oído) Y negaré firmemente
ante quien sea que yo alguna vez te comenté esto: Lo mejor que has podido hacer en tu
vida es rechazar la oferta... No hay mejor negocio en la vida que conservar y velar por la
felicidad de los tuyos... (hizo una leve pausa en lo que intentaba alejar de su mente
algunos recuerdos de su niñez) Con sinceridad y de corazón Esther me alegra mucho
que tanto tú como tu mujer piensen de esa manera y dejen a un lado todos los beneficios
económicos que pudieran tener con el pequeño con tal de velar por la seguridad, la
integridad y el bienestar de él (de repente sus ojos se le llenaron de lágrimas y la mirada
se le entristeció logrando que su voz se proyectara con dureza y amargura) Yo nunca
podré lograr entender la postura y la ambición desmedida que tienen algunos padres
para arrogan a sus hijos al matadero por unos cuanto momentos de gloria, fama y dinero
E: Silvia (se acercó inesperadamente hasta ella) Te has puesto triste
Esther inconscientemente sin pensarlo levantó su mano le acomodó un ligero mechón
de pelo que le caía sobre la frente y le acarició de manera delicada y tierna la mejilla.
Silvia instintivamente se hizo hacia atrás al sentir como una descarga magnética le
recorría el cuerpo dejándola paralizada al instante a la vez que le robaba el aliento y la
hacía vibrar súbitamente ante la inesperada caricia de Esther
Silvia: Esther (abrió los ojos sorprendida y con el corazón acelerado apenas pudo
murmuro suavemente) Yo no... No me esperaba tu caricia
E: Lo siento (rápidamente retiró su mano y entrecerró los ojos sintiéndose afectada) Yo
no debí hacer eso
Silvia: No pasa nada Esther (intentando recuperarse a la vez que le sonreía cálidamente
dejándose hechizar por ella.) Después de todo somos amigas ¿No? Y las amigas se dan
apoyo mutuo
Esther no fue capaz de articular palabra alguna solo se limitó a perderse en la calidez de
su sonrisa durante un breve espacio de tiempo donde sintió que su mundo se
trasformaba hasta dejarla mareada y su alma empezaba a sucumbirse desatando una
revolución interna de emociones contradictorias que lejos de ponerle un límite la
llenaban de zozobra, confusión y miedo
E: Es mejor que me vaya (logró decir con cierta angustia y presura en la voz) Es tarde
los niños deben estar cansados y Maca no a de tardar en llegar a casa y yo tengo muchas
co...
Silvia: Esther (la interrumpió con una mueca de desilusión en su rostro) no es necesario
que me expliques nada, (la miró fijamente alejándose un poco de ella para darle su
espacio) Ni tienes por qué huir de mi (medio sonrió con pesar y levantó las cejas con
evidente pesar) Te aseguro que yo no soy el enemigo
E: No es eso Silvia (negó ligeramente con un movimiento de cabeza) lo que pasa es
que... (hizo una pequeña pausa sin saber si era prudente sacar lo que estaba sintiendo
finalmente suspiró afligida y buscó sus ojos) Lo que pasa es que nunca me había pasado
algo similar que me hiciera sentir tan confundida y afectada (entrecerrando los ojos) Y
francamente me está empezando a dar miedo
Silvia: No tienes por qué tenerlo (se le acercó un poco) Y escúchame muy bien Esther...
Yo jamás haría algo que pudiera dañarte o destruir a tu familia
Alcatraces blancos
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E: Lo sé Silvia (suspiro calmadamente) Lo sé y te pido perdón por actuar de manera tan
tonta contigo
Silvia: En fin... (tomó algo de aire ordenando sus ideas) Esther independientemente de
que hayas rechazado el contrato de Ilusión. Antes de que te marches ¿Me gustaría saber
si sigo siendo la representante de Osman?
E: ¿Tú quieres serlo?
Silvia: A eso me dedico Esther (levantó los hombros) Pero entiendo perfectamente si no
quieres que lo sea (tomó su bolso) Es más si gustas bien te puedo recomendar a alguien
E: No es necesario Silvia yo confió plenamente en ti (se le acercó con cuidado) Pero de
antemano te digo que solo me interesan los proyectos cortos y que no se requieran de
mucho tiempo
Silvia: Excelente (respiró sintiéndose un tanto tranquila) porque tengo otra oferta
interesante para Osman (la miró con seriedad) Se trata de dos comerciales de televisión
para la marca de pasta dental Colgate. Esto no llevaría mucho tiempo a lo sumo dos
semanas y la posibilidad abierta de hacer fututos comerciales
E: Gracias Silvia
Silvia: No tienes porque darlas es mi trabajo y me gusta mucho hacer lo que hago
(levantó los hombros) Entonces ¿Aceptas?
Esther abrió los ojos y no pudo evitar sentirse triste al escuchar la dureza en sus palabras
E: Sí
Silvia: Bien (de su bolso saco una tarjeta de presentación y se la extendió) Los
representantes de Colgate quieren tener un portafolio fotográfico del niño a mas tardar
en tres días. Así que tendrás que llevar a Osman a esta dirección para que se lo hagan.
Yo te acompañaría pero tengo una reunión importante de trabajo fuera de Madrid que
no puedo cancelar ni posponer. ¿Crees que podrías tener algún problema en llevarlo?
E: No ninguno (tomó la tarjeta, checó la dirección y le sonrió) De echo queda cerca de
mi casa
Silvia: Me parece perfecto (le devolvió la sonrisa) Una vez que me hagan llegar el
portafolio yo concreto una cita el viernes con los de Colgate para firmar el contrato. ¿Te
parece?
E: Sí claro
Silvia: ¿Entonces te veo el viernes?
E: Por supuesto (se le acercó rápidamente y le dio dos besos en ambas mejillas
haciendo que Silvia sonriera ampliamente sintiéndose feliz) Ya sé que es tu trabajo y te
gusta hacerlo pero me da igual (se acomodó en su regazo a Pablo que ya dormía y tomó
a Osman de la mano para marcharse) Gracias Silvia... Muchas gracias
Silvia: ¡Te acompaño hasta tu carro y sirve que te ayudo con los niños!
Al terminar de darles de cenar a Osman y a Pablo Esther los llevó a lavarse los dientes
tomó la pasta dental y al ver la marca comercial se sobresalto porque su primer
pensamiento fue hacia ella. Cosa que la inquietó y la hizo derramar la pasta dental sobre
los dos pequeños cepillos de dientes de sus hijos
E: (“¡Silvia! (sorprendiéndose así misma se vio en el espejo entrecerró los ojos y negó
firmemente con la cabeza) No puede ser”)
Osman: ¡Mami! (le gritó mirándola con extrañeza) estás tirando la pasta
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E: Lo siento cariño (dejó la pasta y los cepillos dentales a un lado y se agachó
rápidamente a limpiar la pasta que cayó al piso) no me fijé
Osman: Hace un rato tampoco lo hiciste. A Pavis le distes mi leche (frunció el ceño) y
a mí su jugo
Esther dejó de hacer lo que estaba haciendo y se quedó sumamente sorprendía
contemplando fijamente un momento a su hijo
E: Lo que pasa hijo (le acarició la mejilla) es que tu mami ha estado muy distraída el día
de hoy
Osman: ¿Por qué mi mama está enojada con nosotros?
E: ¿Quién te dijo a ti que tu mama está enojada?
Osman: Es que no nos ha llamado en todo el día y no vino a comer ni a cenar (de
pronto el semblante de su pequeño rostro se le lleno de angustia y su mirada se le
entristeció) Mami... ¿Mi mama ya no nos quiere?
E: ¡Osman mi vida! (lo levantó en brazos y lo acurrucó en su pecho) No pienses eso
amor (le acariciaba con delicadeza su pequeña y castaña cabellera) Tu madre no está
enojada y nos quiere mucho. Y si no ha podido venir a comer, ni a cenar con nosotros es
porque tiene mucho trabajo mi amor
Osman: ¿Entonces por qué no nos ha llamado por teléfono como siempre lo hace?
E: Porque de seguro el móvil se le quedó sin batería. Pero te aseguro que tu mama nos
adora y no ha de tardar en llegar. Ya verás que en cuanto llegue subirá y vendrá a darles
de besos a ti y a tu hermanito como todos los días
Osman: ¿Y a ti mami?
E: Sí cariño (lo besaba repetidamente en los cachetes) también me los dará a mi
Osman: ¿Y si ya estamos dormidos?
E: ¡De todas maneras nos los dará! (lo bajó de sus brazos y le sonrió con inmenso amor
y ternura) Ahora vamos a terminar de lavarte los dientes a ti y a tu hermano para...
(buscaba extrañada algo con la mirada) ¿Y la pasta dental y los cepillos de dientes?
(abrió los ojos sorprendida a ver que la puerta del baño se movía ligeramente) ¡Pablo
que haces!
Pablo: Oh no (gritó al verse descubierto a la vez que aventaba los cepillos y el tubo
dental) Mi ega
Detrás de la puerta del baño salió corriendo a todo lo que daban sus cortas piernecitas
un pequeño hombrecito rubio con destellos azules, verdes y blancos por todo su cabello.
Esther salió de inmediato atrás de él y con tan mala pata que al salir pisó el tubo dental
desparramando la pasta lo que la hizo resbalar y caer de culo a medio baño
Osman: ¡Mami! jijiji
E: ¡Si tu mami pega! (endureció su semblante al escuchar la risa de Osman) y te dará un
par de nalgadas por travieso en cuanto te pille
Esther se levantó rápidamente miró a Osman el cual se tapó la boca divertido al verla
molesta y sin más Esther salió en busca de Pablo el cual estaba ya escondido debajo de
su camita riéndose
Pablo: Ji,ji,ji
E: Ji, ji, ji (le arremedaba a la vez que se agachaba a sacarlo) Ya verás chamaco
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Debajo de la cama Pablo se revolcaba y gritaba riéndose divertido sin dejar atraparse.
Finalmente Esther atrapó a Pablo y este a su vez le embarraba de pasta dental el cabello
y el rostro
M: Esther (entró a la recamara de improvisto al oír las risas divertidas de sus hijos)
¿Pero qué haces mujer?
E: ¡Jugar a las escondidillas con tu hijo! (levantándose con Pablo entre su brazos el cual
de inmediato se le abrazó al cuello y empezó a darle de besos en la cara lo que la hizo
cambiar la expresión y sonreírle) Mira nomas como te has puesto pilluelo y como me
has dejado a mí. ¡Ahora tendremos que bañarnos!
M: ¿Y ahora que te hizo este pillín?
Maca a medida que se les iba acercando empezaba a reírse de verlos con los pelos todos
revueltos y la cara embarrada. Acarició dulcemente a Pablo en la mejilla y le dio un
beso en su cabecita para inmediatamente después besar a Esther en los labios
M: Hola (la volvió a besar en los labios) ¿Me extrañaste?
E: Mucho mi amor (ahora fue ella quien buscó sus labios) ¡Como todos los días!
M: Te quiero (sonrió y le dio un beso en la nariz) ¡Sabes a pasta dental cariño!
E: Solo un poco (sonrió levantó las cejas) Como puedes ver Maca. A Pablo se le ocurrió
que es muy divertido peinarse y de paso maquillarme con pasta dental
M: Es que mi hijo a su corta edad ya es todo un innovador de las nuevas técnicas
estelitas del futuro
E: Sí (empezó a reírse) ¿Desde cuándo las travesuras de tus hijos se llaman técnicas?
M: Desde siempre (la volvió a besar y dio con dificultad un paso) mis niños son únicos.
¿Y Osman?
E: Maca (la miró extrañada y le acarició con cuidado el labio) ¿Qué te pasó? ¿Por qué
cojeas y tienes el labio hinchado?
Osman: Mama (salió corriendo del baño al escucharla y de un brinco se le montó en
brazos y le daba de besos) Te quiero mucho
M: Yo también te quiero mi amor (le daba también de besos y evitó ver de frente a
Esther) ¿Cómo te portaste hoy?
Osman: Bien (la miró con ilusión) ¡voy a salir en la tele! (volteó a ver a Esther)
¡Cuéntale tu mami!
M: ¿En la televisión? (volteo extrañada a ver a Esther) ¿Y eso?
E: Hoy después de la audición le ofrecieron hacer dos comerciales de televisión para
una marca de pasta dental
M: ¿Ah sí? (frunció el ceño) ¿Con permiso de quien?
El brillo de emoción que tenía Osman en sus ojos desapareció de inmediato al escuchar
a su madre y empezó hacer pucheros. Esther abrió los ojos sorprendía movió con
disgusto la cabeza y comenzó a camino hacia el baño sintiendo fija en su espalda la
mirada clavada de su mujer. Maca bajó a Osman de sus brazos y a paso firme sin
esconder el dolor que sentía en de su pie fue tras ella
M: ¡Esther! (la tomó con suavidad del brazo) ¿Qué marca?
E: Maca por favor...
Se giró hacia ella con los ojos humedecidos por las lágrimas y empezó hacerle diversas
señas avisándole que Osman estaba atrás de ellas triste y muy atento al desarrollo de la
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conversación. Esther aspiró aire ajuntándose las ganas de gritar y llorar y con los dientes
apretados le murmuro sin que el niño alcanzara a oírla
E: No quiero empezar a discutir y menos delante de los niños
M: ¿Y quién te dijo a ti que quiero discutir?
E: ¡Colgate! (entrecerró los ojos murmurando el eslogan más famoso de las pastas
dentales) “La sonrisa que todos quieren”
M: ¿De verdad? (levantó las cejas) ¡Verdad!
E: Sí (se mordió ligeramente el labio con nerviosismo esperando una rotunda negativa)
¿Qué te parece?
M: Excelente (sonrió ampliamente) Por dios que buena noticia mi amor
Maca le plantó un beso a Esther en la boca dejándola descolocada puesto que ni
remotamente se esperaba esa reacción de su esposa. Después se giró, levantó a Osman
en brazos y le empezó a darle de besos
Osman: ¿Me vas a dar permiso de salir en al tele?
M: Claro amor (lo besó nuevamente y se giró a ver a Esther) Cariño nuestro niño
hermoso (se mostraba feliz y orgullosa) ¡Va salir en la tele!
Esther se les fue acercando sonriendo feliz con Pablo entre sus brazos y Maca abrió sus
brazos para abrazarlos
M: Te quiero (le susurro al oído) mucho... mucho... mucho
E: Maca mi amor (le acaricio la mejilla) Ahora también tendrás que bañarte te hemos
embarrado de pasta
Entre juegos y bromas ambas bañaron a sus hijos, les pusieron la pijamas, los acostaron
y Maca se quedó con ellos contándoles un cuento mientras Esther iba a la cocina a
prepararle algo ligero para cenar
De espalda a la puerta de la cocina Esther terminaba de rebanar un pedazo de pan
cuando sorpresivamente sintió que unas manos se apoyaban en su cintura para después
abrazarla por detrás de manera segura y posesiva
M: Humm que rico hueles (le susurró al oído) ¿Qué haces chiquilla?
E: Rebano un poco de pan para tu cena
M: Gracias mi amor (le dio un beso en el cachete y comenzó a mecer con suavidad su
cuerpo sobre ella) Tú siempre tan atenta y pendiente de tu familia. Eso me gusta mucho
y me hace muy feliz
Esther sonrió de inmediato soltando el cuchillo y enseguida llevó sus manos hasta la de
su mujer para acariciárselas y jugar con sus dedos a la vez que se le recargaba
balaceándose a su ritmo
E: ¿Ya se durmieron los niños?
M: Sí amor (sonreía complicidad) Aunque he de contarte que me costó lo mío
conseguir que Pablo lo hiciera
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E: Es que Pablo es un pillín de cuidado (movió la cabeza con ternura) y no puedo
descuidarme un momento porque de vedad no sé cómo se las ingenia para hacer una
nueva travesura
M: Es que el chico tiene mi audacia cariño
E: Tu audacia, (se giró hacia ella acariciándole las mejillas) tus gestos, tu carácter...
Todo... ¡Ni como negar que es hijo tuyo!
M: No (levantó las cejas pegando su frente a la de ella) Y mucho me temo que dentro
de algunos añitos no va a sacar las canas verdes
E: Azules, rosas y de todos colores Maca. ¡Eso ni lo dudes! Mira que peinarse con pasta
dental
M: Jajaja
E: Anda (le palmeó el trasero) tú riele el chiste
M: Es que tenía pasta dental por todos lados y se veía graciosísimo pelando sus ojitos y
dientes divertido por su travesura y después se le ocurrió agarrarte a besos para
contentarte
E: Sí (movió la cabeza sonriente y suspiró divertida al recordar a su pequeño hijo) ¡Solo
a él se le ocurren esas cosas!
M: ¿Solo a él (le guiñó el ojo coqueteando con ella) Esther?
E: Y a ti cariño (sonrió suspirando y le dio un beso) Y hablando de ti...
M: ¿Yo qué?
E: ¿Me vas a contar por fin que te pasó en el pie?
M: ¿Mi pie?
E: Sí no te hagas (levantó las cejas con seriedad) Que he visto como cojeas
disimuladamente aguantándote el dolor (levantó su mano y le tocó el labio) Además
tienes hinchado el labio. ¿Qué fue lo que te pasó Maca?
M: Hummmm Esther (sonrió para ocultar su nerviosismo y rápidamente pensó en algo
para salir del paso) Digamos que una loquita adorable esta mañana paso la llanta de mi
carro sobre mi pie cuando arrancó enojada olvidándose de mí a media calle y dejarme a
merced de las burlas indiscriminadas de mi adorable suegrita
E: ¡Maca! (frunció la cara alarmada) Cariño... ¿me lo estás diciendo en serio?
M: Sí (hizo una mueca de pena y dolor) muy en serio
E: Lo siento amor (le acarició la cabeza) Pero te juro que no me di cuenta
M: Menos mal (le apretó un cachete a la vez que le sonreía) Porque hasta llegué a
pensar que lo hiciste a propósito
E: ¡Pero como se te ocurre! (abrió los ojos sorprendida) ¿Y ya fuiste con el médico?
M: No (levantó las cejas y antes de que Esther protestara agregó) por que no es
necesario solo fue un ligero rozón en el dedo gordo, en el largo y en el de en medio
E: ¡Solo fue un rozón! (movió la cabeza pasmada y se agacho rápidamente a verle el
pie) A ver déjame verte
M: Cariño No (negó ligeramente con la cabeza a la vez que se lo impedía) Y no te
preocupes que ya se me pasará
E: Maca deja que te vea el pie (se levantó preocupada y Maca volvió a negar con la
cabeza) Por favor amor solo así me quedaré más tranquila
M: Está bien Esther (suspiró y le ofreció la mano) Pero vamos a la estancia por qué no
pretenderás que me quite el zapato aquí en la cocina y suba el pie a la mesa ¿verdad?
E: No
Esther sonrió y tomó la mano Maca la cual cojeando ligeramente se dirigió a la estancia
apoyada a la vez en Esther. Antes de tomar asiento contempló un momento el póster de
Esther colgado sobre la pared
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M: ¿Sabes amor? (le acarició con delicadeza la mejilla a la vez que le acomodaba el
cabello) ¡En ese póster te ves hermosa!
E: Pensé que nunca me lo ibas a decir (suspiró sonriéndole contenta a la vez que sus
ojos se le llenaban de emoción) y me llena de felicidad que me lo hayas dicho
M: Pues esa la verdad cariño (se mordió el labio) Pero déjame decirte que en vivo eres
mucho más hermosa
E: Humm (levantó las cejas sin dejar de sonreírle) ¿Algo quieres Maca?
M: ¡Por supuesto cariño (se le abrazó por sorpresa a la vez que le susurró al oído) que
algo quiero! (besándole el lóbulo de la oreja) ¡Quiero hacerte el amor!
Esther sintió de súbito un fuerte estremecimiento recorrerle el cuerpo haciendo que su
centro palpitara con un espasmo sin pedirle permiso
M: Esta tarde en la oficina al recordar tu imagen en el póster (suspiró a la vez que le
deslizaba suavemente las manos por su cuerpo de manera sensual moldeándole la
figura) me dieron unas ganas inmensas de hacerte el amor aquí mismo... (miró el póster)
frente a este póster
E: Cuando quieres (entrecerró los ojos suspirando) Te portas divinamente y eres muy
agradable
M: Corazón (le besó el cuello con sutileza) Yo siempre soy muy agradable
E: Hummm mentirosilla (empezó a reírse y le dio una palmadita en el trasero) Anda
será mejor que te sientes y me muestres tu pie
M: ¿Y si te enseño mejor otra cosita?
E: Jajaja Maca
M: Te lo digo en serio corazón
Maca enarco las cejas sonriendo traviesa a la vez que sin demora de manera insinuante
se desabrochaba los botones de su blusa y se quitó el sostén dejando al descubierto sus
bien formados senos. A Esther le brillaron los ojos e inconscientemente se mordió el
labio
E: ¿Se te va a enfriar la cena cariño?
M: ¿Y la cena esa está tan rica como tú?
E: No mi amor (se fue directo a ella sonriéndole ampliamente) Algo tan bueno como yo
nunca lo vas a encontrar
M: ¡Ni que me lo digas!
Maca se lambió los labios y con la punta de su lengua comenzó a delinearle lentamente
el contorno de su boca para inmediatamente después apoderarse de ella explorándola
con pasión saboreándole la húmeda y cálida cabida bucal a la vez que exigía una
respuesta rápida de su mujer
E: ¡Mmmm Maca!
Esther arqueó su cuerpo hacia atrás lanzando un hondo suspiro. Lo que le permitió a
Maca sentir y ver como los pezones de su mujer se endurecían y se elevaban
sobresaliendo notoriamente debajo de su camiseta. La respiración de Maca se entrecortó
haciéndola temblar de emoción y como una enajenada le rozó a propósito los pechos
con el contorno de su mano
Alcatraces blancos
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M: Mi pequeña (le susurraba entre suspiros ahogados apoderándose de sus senos) ¡Mira
como me tienes temblando de deseo por ti!
Con la excitación desmedida reflejada en el brillo de sus ojos Maca le besó el cuello y
sin esperar permiso alguno audazmente le deslizó los pantalones y metió la mano dentro
de la pequeña pantaleta de su mujer acariciando y apretando deliberadamente su centro
E: Aghhhhh
Esther abrió los ojos sorprendía y en un momento quiso echarse hacia atrás pero Maca
se lo impidió dándole un rápido giro recostándola sobre el cómodo sillón de la estancia
y antes de que Esther pudiera hacer o decir algo Maca con marcada agilidad le quitó la
camiseta y el sujetador dejando también expuestos sus perfectos, redondos y
endurecidos senos
M: Te amo (entrecerraba los ojos apasionada) y te necesito tanto mi amor
Con marcado delirio se apoderó de ellos saboreándolos, besándolos, mamándolos,
mordisqueándolos, oliéndolos al mismo tiempo que su mano experta no dejaba de
acariciarle y apretarle con ganas desesperadas su cálido centro
M: ¡Que hermosa eres! (la besó en la boca con pasión desmedida en el momento que
sintió como la cálida humedad de su mujer empezaba a fluir de su cuerpo como un
torrente llenándole la mano a la vez que le mojaba la pierna) No tienes ni idea de lo
deseable y deliciosa que te pones cuando te pongo así de calientita
E: Maca (entrecerró los ojos delirantes) Mi amor
Esther logró apenas murmurar empezando a sentir como su evidente excitación
comenzaba hacerse más fuerte y le pedía más agitando sus sentidos mientras un nudo
encandecerte se instalaba dolorosamente en la boca de su estómago pidiendo a gritos ser
extinguido
M: ¡Como me gustas! (la voz se le enronquecía) ¡Como te deseo! (se le restregaba en el
cuerpo) Mi niña hermosa
E: Por favor Maca
M: Sí mi amor... (rápidamente le quitó las pantaletas) Sé lo que necesitas y quieres
ahora
Con presura Maca terminó de desvestirse para enseguida abrirle las piernas dejando
totalmente a horcajadas expuesta la belleza interna de su mujer la cual le palpitaba
frenéticamente sin control dejando salir su abundante y olorosa humedad y de la cual
sobresalía un endurecido, delicado y rosado botoncito. Maca respiró profundamente su
olor a la vez que cerraba los ojos extasiada
M: Me encantas y me vuelves loca (con la mano le palpó la parte interna del muslo
masajeándolo en círculos hasta terminar acariciándole la zona más intimida de la misma
manera) Como me pones y me gusta tu aroma (le lambía el cuello) y como disfruto de
tu sabor
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Esther respingó al sentir un fuerte espasmo en su bajo veinte que la hizo arquear el
cuerpo de manera violenta. Maca no dejó de acariciarla ni de decirle cosas intimas y con
el dedo pulgar de la mano suavemente le hizo presión hacia dentro logrando abrirla aun
más para inmediatamente introducirle de manera profunda los dedos en su interior
E: Mmmm... Hummm
Esther empezó a moverse sin control levantando ligeramente su cuerpo hacia adelante
buscando un mayor contacto a la vez que sentía como un fuerte espasmo hacía que las
piernas le temblaran y la respiración se le entrecortara agitadamente empezando a
faltarle el aire
E: Mi amor... Estás muy dentro de mí
M: ¿Y te gusta?
E: Me encanta (apretaba los labios con delirio y sudaba copiosamente sin dejar de
mover su cadera) me encanta sentirte así muy dentro de mi... (inesperadamente Maca
hundió su cara dentro de ella haciendo que Esther lanzara un fuerte grito de placer
pronunciando su nombre y echando su cuerpo hacia atrás dándole más libertad en su
camino) Aghhhhhhhhh Maca... Macaaaaa
Maca comenzó a lamberla y sorberla con maestría al mismo tiempo que le sacaba y le
metía los dedos en su interior haciéndola estremecer y gemir fuertemente logrando con
eso que Maca más se excitara y empezara a jadear copiosamente a la vez que el cuerpo
se le movía de manera involuntaria hasta que logró finalmente que Esther se
convulsionara ferozmente con las sensaciones de su estallido
E: ¡Oh vida mía! (se abrazaba a ella palpitante) ¡ha sido maravilloso!
M: Te amo Esther
Esther la besó rebosada e hizo que Maca se recostara para colocarse sobre ella mientras
le acariciaba y besaba el rostro con ternura
E: Y yo a ti también mi amor
Con suavidad Esther le metió los dedos acariciando su interior, y lentamente los
deslizaba en su clítoris haciendo que Maca se retorciera y abriera sus piernas
permitiéndole llegar más adentro
M: Hummm (se retorció mordiéndose el labio) ya estoy lista cariño
Esther sonrió y bajó hasta ella para pasarle la lengua delicadamente por toda su abertura
posteriormente empezó a besarle la parte superior de sus muslos para después con la
punta de la lengua ir a buscarle nuevamente sus pliegues abrírselos y penetrarla de lleno
con la lengua endurecida haciéndole movimientos giratorios de manera precisa,
decidida y con fuerza
M: Aghhhhh por todos los cielos Esther
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Esther utilizaba su lengua magistralmente provocando en Maca a cada movimiento una
larga cadena de sensaciones abrumadoras que la hacían embriagarse de placer y éxtasis.
El cuerpo de su mujer empezó a sacudirse y convulsionar de manera salvaje y violenta
Sin embargo las dos querían más y en un destello sin perder tiempo alguno Maca se giró
colocándose encima de Esther arremetiéndose con fuerza y rapidez a la vez que ambas
se asían con delirio y mayor fuerza a sus cuerpos gritando a lo unísono con cada
embestida sus nombres
De pronto un torbellino de sensaciones las atrapó sucumbiéndolas ante un destello de
luz cegador y arrasador el cual por un instante pareció adueñarse de sus almas
haciéndolas perder los sentidos dejando en ellas sentir súbitamente una agradable
rigidez en sus piernas, en sus nalgas, en sus espaldas, en sus vientres, en sus pechos, en
sus hombros, en sus cuellos
En cada rincón de sus cuerpos el orgasmo alcanzado las estrujó de una manera brutal
arrancándoles el aliento a la vez que de sus cuerpos se desprendía un profundo calor con
aroma sexual que les brindaba a su paso una tranquilidad absoluta de posesión y amor
Esther salía del baño recién bañando envuelta en una toalla y no pudo evitar sonreír
ampliamente al ver a Maca parada muy seria esperándola desnuda con las manos en la
cintura al pie de la cama
E: ¿Qué haces desnuda parada ahí? (levantó las cajas) No piensas ponerte algo encima
M: No (se cruzó de brazos) Estoy enojada contigo porque no me despertaste para
bañarme contigo
E: ¿Solo por eso? (le dio un ligero beso en la nariz) ¡Que poco aguantas cariño!
M: Te recuerdo que ayer mientras gemías no decías eso (se le acercó provocativamente
quitándole la toalla) Humm (la tomó por la cintura y le dio un beso en los hombros) que
rico hueles... Hueles a rosas
E: Me acabo de bañar Maca y ayer (se modio el labio al recodar la pasión compartida)
eras otra persona corazón (empezó a reírse) ¡Tal parecía que estabas en celo!... Además
¿No crees qué es temprano para empezar a provocarme? (se colocaba la toalla) ¿No
tuviste suficiente anoche?
M: No (la abrazó con firmeza y posesión) nunca tengo suficiente y sabes que me
encantan hacerte el amor por las mañanas
E: Humm Maca (negó sonriendo con la cabeza) a ti te encanta hacérmelo a toda hora
M: ¡Y a ti te disgusta mucho! ¿Verdad? (se reía y levantó las cejas quitándole
nuevamente la toalla) Aprovechemos que aun seguimos desnudas ¿no?
E: Eres una payasa de lo peor (le dio con cariño un ligero manotazo a la vez que le
estiraba la mano) Anda dame la toalla que se no va hacer tarde y después ni quien te
aguante
M: ¡Anoche bien que me aguantaste!
E: Es que anoche estabas irresistible
M: Sí... (empezó a reírse) ¿Cómo no? (suspiró divertida) Ya en serio Esther ¿por qué no
me despertaste para bañarnos juntas?
E: Porque tus hijos despertaron muy temprano con hambre así que me tuve que levantar
a darles algo de comer y cuando regresé seguías profundamente dormida y quise dejarte
dormir un rato más
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M: ¿Qué considerada eres conmigo? (la beso en la boca)
E: Yo siempre (devolviéndole el beso y le guiñaba el ojo coqueteándole) además sabes
que me gusta cuidar lo mío (le dio una palmadita en el trasero) Anda cariño métete a
bañar o ponte algo que tus hijos no tardan en entrar por esa puerta y asomar las narices
por aquí y te pueden pillar desnuda
M: ¡Eres una aguafiestas! ¿Lo sabías? (le dio otro beso en los labios y le sonrió con
picardía) Por cierto Esther ya que estamos hablando de las travesuras de los hijos ¿No
crees que ya es tiempo de que empecemos a buscar a la niña?
E: ¿Qué has dicho? (Esther se le soltó de los brazos dando un paso hacia atrás a la vez
que la veía de manera sorprendida. Maca sin perder tiempo la volvió a tomar por la
cintura jalándola con cuidado hacia ella para abrazarla)
M: No te pongas así amor (le acariciaba tiernamente el cabello) ¡Que no te he dicho
nada malo!
E: No Maca no me has dicho nada malo pero tener un hijo no es cualquier cosa (negaba
con la cabeza) Además hace poco más de tres meses yo te lo sugerí y no quisiste porque
Pablo aun no cumplía los dos años
M: ¡Pero el próximo mes lo cumple Esther!
E: De cualquier manera Maca (volvió a negar con la cabeza) no creo que sea el mejor
momento de que me embarace
M: ¿Entonces ya no quieres que tengamos más hijos?
E: No es eso Maca (se le volvió a soltar de los brazos y camino hacia el baño) Tú mejor
que nadie sabe la ilusión que me da tener otro hijo ya que siempre soy yo la que insiste
en tenerlos
M: Pues ya ves Esther (yendo tras ella) ahora soy yo la que insiste en tenerlo
E: ¿Y tú te vas ha embarazar?
M: Esther sabes de sobra que no puedo
E: ¿Entonces como quieres que lo tengamos?
M: De la misma forma en la que tuvimos a Osman y a Pablo
E: Maca no (volvió a negar con la cabeza) No es el momento adecuado de traer un niño
al mundo
M: Esther (la abrazó por detrás) dame gusto amor anda que te cuesta (sonrió y le dio un
beso en la mejilla) ¿A poco no te gustaría volver a oír el llanto de un bebe en casa?
E: ¡Oigo todos los días el llanto de tus dos hijos!
M: Sí amor pero esos ya son bebesotes y es muy diferente
E: Maca en serio no
M: ¿Por qué Esther?
E: Pues porque (se giró hacia ella viéndola con seriedad) tú realmente no deseas tener
otro hijo Maca
M: ¡Si no lo deseara no te lo pediría Esther!
E: Mira Maca (suspiró con fuerza) Lo que realmente tú quieres es ilusionarme con el
embarazo a sabiendas que hasta hace muy poco yo quiera volver a ser madre y con eso
desista de hacer la campaña de vinos para Jerónimo
M: ¡Eso no es cierto Esther! (Maca frunció el ceño deshaciendo el abrazo, hizo una
mueca de ironía movió ligeramente la cabeza negando con tristeza y salió del baño
mostrándose profundamente dolida. Esther se fue traes ella)
E: ¡Maca!
M: ¡Ni siquiera se me había ocurrido algo así Esther! (se volvió hacia ella negando
firmemente con la cabeza) El que yo quiera tener otro hijo contigo no tiene nada que ver
con que hagas la campaña publicidad de Jerónimo (molesta se dirigió al armario tomó
ropa y comenzó a vestirse con rapidez) Simplemente ayer ante las travesuras de Pablo y
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los logros de Osman se instaló en mi la ilusión de tener pronto otro chiquitín en casa
haciendo de las suyas y cuando hacíamos el amor no me quedó la menor duda que deseo
reafirmar una vez más el inmenso amor que te tengo (levantó los hombros) ¡Pero no te
preocupes ya me quedó claro lo tonta e ilusa soy! Debí suponer que ibas a pensar eso.
(terminó de vestirse ante la atenta mirada de Esther) ¡Y como no lo vas a pensar! (la
miró fijamente y le dijo con amargura) Si ayer mismo en cuanto me largaste tirada a
mitad de la calle se te hacía tarde para salir corriendo a buscarlo y confirmarle tu
participación tanto como a él también se le hizo tarde para ir a la oficina a restregármelo
en al cara
E: ¡Yo ya te había dicho que iba aceptar Maca!
M: ¡Y yo te había dicho que no estabas de acuerdo!
E: Pues créeme que siento mucho que no lo estés (la miró fijamente a los ojos) Porque
pese a lo que digas o hagas lo voy hacer (le empezó a temblar la barbilla) Date cuenta
que no soy una marioneta que puedes manejar a tu antojo. ¡Tengo vida propia Maca!
M: ¿Ya no me amas?
E: Te amo... Y te amo demasiado que ese ha sido mi mayor problema. Amarte sin
límites ni reservas (se cruzó de brazos sintiéndose agobiada) Así que no me salgas con
eso Maca que por ahí no van los tiros (entrecerró los ojos intentando conservar la calma,
dulcificó la voz para hacerla entrar en razón) Entiéndeme por favor cariño que si
necesito espacio no es por falta de amor (suspiró hondo se le acercó y le acarició el
rostro) Te prometo que al terminar la campaña me someto a la inseminación para
quedarnos embarazadas y buscar a la niña que tanto quieres. ¿Qué te parece?
M: ¡Haz lo que quieras! (se apartó de ella con cierta brusquedad y se dirigió hacia la
puerta) ¡Ya veo que lo que yo diga, quiera o piense te tiene sin cuidado! (levantó los
hombros con indiferencia) ¡Así que de hoy en adelante por mi puedes hacer lo que te
venga en gana y olvídate que yo te apoye en algo!
E: ¿Así van estar las cosas? (la miró con seriedad sintiéndose herida. Maca en respuesta
apretó con fuerza los labio) Bien (entrecerró los ojos moleta) Voy a llevar a Pablo con
mi madre para después llevar a Osman a que le hagan su portafolio fotográfico
M: ¡A mí no me digas nada! (le contestó de manera brusca y áspera) Ya te dije... Haz lo
que te venga en gana
E: ¡Como quieras Maca! (elevó la voz respondiéndole en el mismo tono de voz que
ella) Voy a necesitar usar tu auto
M: Pues fíjate que no (levantó las cejas irónica) Llama a un taxi o mucho mejor llama a
tu gran amigo Jerónimo para que venga por ti y te lleve con tu madre a dejarle a cuidar
los niños para que ustedes dos pueden andar libremente sin problemas ni compromisos
de por medio (saliendo de la recamara) ¡Te espero por la tarde en la oficina para que
firmes el contrato!
Maca salió de la recamara matrimonial cerrando rápidamente la puerta detrás de ellas
sin darle oportunidad a Esther de decirle algo. Cuando Esther logró reaccionar y salir a
buscarla solo oyó el fuerte impacto de la puerta de la entrada principal de la casa
cerrarse bruscamente para enseguida escuchar como Maca encendía su auto y de un
fuerte arrancón lo ponía en marcha haciendo rechinar las llantas
Dos horas más tarde Esther llegaba a la casa de su madre en taxi. Encarna al escuchar el
claxon de carro avisándole de su llegada salió rápidamente ayudarla con los niños
En: Buenos días hija (le daba dos besos) A ver dame a este chiquitín
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Pablo: Aita (le estiraba los bracitos sonriente)
E: ¿Mama Segura que no tienes nada que hacer?
En: Ya te dije que no hija... Tú no te preocupes y lleva a Osman a donde lo tengas que
llevar y cuando te desocupes me lo traes para que te vayas a firmar tu contrato (tomó a
Pablo entre sus brazo y le dio un beso) ¿Me vas a contar que fue lo que hiciste para
convencer a Maca que te dejara hacerla?
E: Después te cuento mama (miró el reloj) Ahora tengo prisa. En veinte minutos me
esperan en el estudio fotográfico con Osman
En: Bien hija (se inclinó un poco para ver a Osman por la ventanilla del taxi) ¿Como
está mi pequeño guapo?
Osman: Bien abuelita (sonrió ampliamente y le decía emocionado) Mi mama me dio
permiso de salir en la tele y mi mami va a llevar a un lugar donde me van a sacar
muchas fotos que necesito para poder hacer mi comercial
En: Lo sé mi amor (le acarició con dulzura la mejilla) Y como tú eres un niño muy
guapo e inteligente te vas a portar muy bien y le vas a obedecer a tu mami en todo
Osman: Siempre lo hago abue aunque no lo quiera (levantó los hombros sintiéndose
resignado) Si no... Mi mami me da de nalgadas
E: ¡Osman (empezó a reírse) pero que mentiroso eres!
En: ¡Con semejante ejemplo en casa! (frunció el ceno con seriedad) ¿Qué esperabas?
E: ¡Mama por favor (la miro de manera recriminatoria y negó con la cabeza) no
empieces!
En: Ay hija mía no cabe duda lo tonta que te tiene esa mujer (suspiró y le dio una
palmada en el hombro) Solo le pido a Dios te abra los ojos y endereces tu camino
Osman: ¿Por que le dices eso a mi mami abuelita?
En: Por qué la quiero mucho mi vida y...
E: Nos vamos (la interrumpió con seriedad y le dio un beso a Pablo) al rato te traigo a
Osman
Osman corría incansable de un lado a otro jugando por los pasillos mientras Esther
pacientemente esperaba sentada en la recepción del estudio a que llegara el fotógrafo
asignado para Osman. Sintiéndose un poco enfadada y cansada de ver salir y entrar
gente del estudio sin que a ella la llamaran se levantó de su lugar y fue directamente
hacia la persona que fungía como recepcionista
E: Señorita (llamando la atención de la recepcionista que estaba en el teléfono) ¿Me
podría decir que pasa? tengo poco más de veinte minutos esperando a que llegue el
fotógrafo que me asignaron
-: Lamento mucho el inconveniente señora (colgó el teléfono se levantó de su lugar y
fue hacia ella) Justo en este momento me acaban de avisar que el señor Olmos tuvo un
contratiempo y no podrá llegar por lo cual le asignaremos a otro fotógrafo
E: ¿Y eso sería para mañana?
-: No. La sesión fotográfica se realizará hoy mismo. De hecho en estos momentos ya
mandaron llamar a otro fotógrafo y están preparándolo todo para en cuanto llegue
hacerla pasar
E: Bien (movió la cabeza con resignación) ¿Y supongo que mientras debo seguir
esperando?
La recepcionista esbozó una tímida sonrisa a manera de disculpa Esther suspiró y
armándose de paciencia se dispuso a irse a sentase hasta que llegara el fotógrafo.
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Cuarenta cinco minutos más tarde la recepcionista se levantó de su lugar y se dirigió
hacia ella
-: Señora García... ¡Ya llego el fotógrafo!
E: ¡Vaya! ¡Ya era hora! (miró con disgusto su reloj) tengo más de una hora y media
esperando
-: Lo sé y sentimos mucho el inconveniente (volvió a sonreírle) ¿Sería usted tan amable
de seguirme? ¡La voy a llevar hasta al estudio indicado!
E: Bien (Esther se levantó de su lugar llamó a Osman lo tomó de la mano y siguió de
cerca a la recepcionista hasta donde esta le indicó)
-: Aquí es (abrió una puerta permitiéndoles el paso) Por favor pase usted
E: Gracias
El sonido de la puerta al abrirse y las voces que escuchó hizo que la persona que estaba
entretenida acomodando un par de luces en el set dejara de hacerlo y volteara a verlas
sorprendido
-: ¡Esther! (murmuró suavemente)
E: ¡Hugo!
La sorpresa del momento hizo que ambos abrieran los ojos quedándose estáticos en su
lugar durante algunos segundos sin saber qué hacer. Sintiendo como el corazón le
empezaba palpitar fuertemente Hugo entrecerró los ojos para después volver abrirlos y
mirarla con profunda melancolía de arriba abajo teniendo la delicadeza de no ser
ofensivo e incomodo
E: ¿Pero qué haces tú aquí Hugo?
Hugo: ¡Aquí trabajo! (sin poder dejar de verla)
E: Ahhh
-: ¿Ustedes ya se conocen?
Hugo: Sí (entrecerró los ojos afirmando pausadamente) ¡Desde hace mucho, mucho
tiempo!
-: ¡Entonces ya no hay necesidad que los presente!
E: No (movió la cabeza con evidente nostalgia) No hay necesidad de que nos presente.
Gracias
-: Me retiro (miró a Hugo con una sonrisa divertida en los labios) Si se te ofrece algo ya
sabes cómo avisarme
Hugo: Sí gracias (asistió con un movimiento de cabeza y espero que la recepcionista se
marchara para poder reaccionar) Pero por favor Esther pasa y toma lugar
E: Te veo un poco más flaco
Hugo: Sin embargo yo a ti (trago saliva a la vez que esbozó un ligera sonrisa y sus ojos
le brillaban de manera inmensa proyectando una chispa entre la esperanza y la ilusión)
¡Te veo más bella que nunca!
E: Hugo (bajó el rostro apenada y le desvió la mirada) ¡Tanto tiempo!
Osman: Mami (jalándola del pantalón con disgusto en su rostro) ¿Quién es este señor y
porque te ve así?
Hugo: ¡Poco más de doce años! (entrecerró los ojos y disimulo un suspiro) ¿Él es tu
hijo?
E: Sí (sonrió ampliamente e ignorando la molestia de Osman) Es Osman mi hijo mayor
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Hugo: Es precioso (se le hizo un nudo en la garganta a la vez que la voz se le
enronquecía) ¿Sabes? (trago saliva conteniendo su emoción) Yo siempre soñé que... que
tú serías la madre de mis hijos. Y nunca... (hizo una pausa manifestando nostalgia)
nunca esperé conocer una extensión tuya que no fuera mía y mucho menos tener que ser
yo el encargado de hacerle un portafolio fotográfico
E: Yaaaa
Esther sintió como un ligero vacío se instalaba en su estómago y sus ojos se le
humedecieron gradualmente aun así se obligó ha hacer una pequeña mueca a manera de
sonrisa a la vez que suspiró con evidente tristeza al malinterpretar las palabras de Hugo
como rechazo a su hijo
E: No te preocupes Hugo no te haré pasar por eso (con firmeza y decisión tomó a
Osman de la mano) regresaré otro día cuando hayan asignado otro fotógrafo para mi
hijo
Hugo: Espera Esther (la tomó con delicadeza por la muñeca para detenerla) No
malinterpretes mis palabras y mis emociones como señales de rechazo por que no es así
Esther (movió afligido la cabeza) Es solo que no... No esperaba volver a verte.
(entrecerró los ojos haciendo una pequeña pausa) ¡Yo nunca he podido olvidarte!
E: ¡Tengo que irme!
Hugo: Quédate ¿Sí? (la miró con suplica en los ojos) Bueno si te quiere ir estás en tu
derecho... Pero ya estás aquí y a mí me encantaría poder hacer el portafolio para tu hijo
y hablar contigo un rato... Cuéntame ¿Cuántos hijos tienes y como te va en tu
matrimonio con Maca?
E: Tengo dos hijos y me va muy bien (sonrió sintiéndose algo incomoda y nerviosa)
Pero no quiero hablar de eso contigo Hugo... Francamente no después de todo lo que
pasó
Hugo: No pasó nada Esther (medio sonrió para tranquilizarla y trasmitirle algo de
confianza) Simplemente quizás yo no era el hombre ideal para ti. Y tú al final tomaste la
decisión y escogiste la luna que te hizo más feliz
E: Sí... sí pero, de todas maneras (hizo una pausa para intentar aclararse) Mira Hugo de
todas maneras yo quiero que sepas que yo no quise hacerte daño y que significas mucho
para mí... (se mordió un labio con cierta pena) Y que lamentó profundamente pero
profundamente haberte hecho tanto daño
Hugo: Sobreviví ¿No? (suspiró muy hondo a la vez que le sonrió ampliamente) Y lo
más importante es que tú eres muy feliz (volteó a ver a Osman el cual ya estaba
entretenido jugando con una de sus cámaras) Y tienes un hijo precioso al cual le haré el
mejor portafolio que haya hecho en mi vida ¿Me acompañas?
E: Por supuesto
Hugo: Osman (el niño volteó al escucharlo) ¿Quieres que empecemos a jugar a tomarte
fotos?
Osman: No
Osman dejo la cámara que traía en sus manos y corrió hacia su madre abrazándosele por
la cintura. Esther sorprendida por la reacción de su hijo le acarició la cabeza y se puso a
su altura para hablar con él
E: ¿Qué sucede cariño? (le acariciaba con delicadeza el rostro) ¿Por qué no quieres
jugar con él?
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Osman: ¡Porque no me gusta (le decía atufado cruzando los brazos y sin dejar de ver a
Hugo) ese señor!
E: ¿Por qué no te gusta?
Osman: Porque...
Osman de pronto se quedó callado, volteo a ver Hugo el cual los observaba divertido a
pocos pasos de distancia en espera de su respuesta. Osman apretó la boca y frunció el
ceño enfadado. Con firmeza tomó la mano de su madre y la jaló con determinación
Osman: Ven
Esther levantó las cejas y movía la cabeza sorprendida mientras se dejaba guiar por su
hijo hasta el otro extremo del estudio
E: ¿Qué pasa Osman?
Osman: Es que... (la hizo que se agachara a su altura y le susurró al oído de su madre)
No me gusta cómo te ve
E: Ah (abrió los ojos con sorpresa a la vez que sonreía) ¿Y cómo es que me ve?
Osman: Así (dulcificó la expresión de rostro e hizo que su mirada se iluminara con un
brillo entre ilusión, esperanza, ternura y devoción) ¿Ves como? (vio a su madre a los
ojos la cual no podía dejar de sonreírle divertida) Te ve igual que te veía Silvia y eso no
me gusta. ¡Solo mi mama te puede ver así!
Esther soltó de improvisto una fuerte carcajada provocando aun más el enfado de su hijo
el cual de inmediato se cruzó de brazos sintiéndose ofendido
Osman: ¡Mala!
E: ¡Lo que me faltaba! (poniéndose seria) Eres igual de celoso y posesivo que tu madre
y eso no me gusta
Osman: Vas a ver (soltó el llanto) ¡Le voy a decir a mi mama!
Hugo: ¿Pasa algo Esther?
E: No Hugo (miró a su hijo con disgusto) es solo que acá al caballerito le van a empezar
a salir sapos de la boca por andar de grosero gritándole a su madre
Hugo: ¿Quieres que dejemos la sesión para más tarde?
E: Va ser que sí Hugo (tomó a Osman de la mano) porque esto no tarda en llenarse de
sapos
Osman: No mami (decía llorando mientras se tapaba la boca) No voy a dejar que se
salgan. Ya no te voy a volver a gritar. ¿Me perdonas?
E: Ummm Osman (se puso a su altura y lo abrazó) ya no llores que te vas a poner feo y
Hugo no te va a poder sacar las fotos (le limpiaba con ternura las lágrimas) ¿Por qué tú
quieres que Hugo te saquen las fotos verdad?
Osman: Sí (se abrazó más a ella) sí quiero
E: Entonces ya deja de llorar
Osman: ¿Me perdonas mami?
E: Claro mi amor (lo levantó en brazos y empezó a dar vueltas con él en el aire. Osman
empezó a reírse divertido) Si yo quiero mucho a mi niño pero mi niño no tiene que ser
celoso ni portarse grosero
Osman: No mami
Hugo: ¡Que hermosa te ves en tu papel de madre Esther! (sonrió con añoranza y deje de
tristeza) Ahora más que nunca... ¡Qué envidia le tengo a Maca!
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E: ¡Hugo!
Hugo: Hummm (suspiró con fuerza y se dirigió a Osman el cual seguía en brazos de su
madre) Veo que ya estás listo Osman (levantó las cejas) ¿Ahora si quieres que te saque
muchas fotos bonitas?
Osman: Sí (sonrió ampliamente gustoso) ¿Y me vas a dar una para regalársela a mi
mama?
Hugo: Claro
Hugo se obligó a instalar una sonrisa continua en sus labios para disimular la tristeza
que sentía y lo mucho que le afectaba emocionalmente volverse a ver con su gran amor.
Durante dos horas se dedicó de manera estrictamente profesional a dar lo mejor de sí
para sacar y motivar la dinámica de Osman y captar sus mejores poses
Hugo: Muy bien chaval (reía complacido) Eres muy bueno en esto (le decía
emocionado a Esther) Te felicito Esther tu hijo tiene talento natural y con el tiempo
llegará a ser uno de los mejores modelos del mundo ¡Eso te lo aseguro!
Osman: Ya terminamos
Hugo: Ya casi... Solo falta la última fotografía para cerrar tu portafolio con broche de
oro. La que le vas a regalar a tu mama Maca (volteó a ver decidido a Esther) Esther ¿Me
harías el honor de posar al lado de tu hijo?
E: ¿Qué? (lo miró con sorpresa y de inmediato negó) No Hugo... Yo no podría
Hugo: Esther no te puedes negar es el regalo de Osman para Maca
Osman: Sí mami (gritó emocionado) Que te saquen una foto conmigo para dársela a mi
mama
Hugo: ¡Vez hasta tu hijo te aclama!
E: ¡Estás Loco!
Hugo: Esther por favor
E: Hugo no (volvió a negar con la cabeza y le murmuro) Si Maca se entera que me has
vuelto hacer posar para tu lente ¡Me mata!
Hugo: ¡No será para tanto! (y sin que Esther se lo esperaba se puso de rodillas a sus
pies suplicándole) Te prometo que solo será una y si no te gusta la tiramos
Osman: Sí mami (hincándose al pie al igual que Hugo) por fis
E: Ayyy (suspiro con fuerza) Está bien
Osman se paró gritando contento y se abrazó a su madre. Hugo sonrió gratamente
complacido y emocionado se dispuso rápidamente a preparar los detalles para captar el
gran momento
Poco después Esther y Osman vestían completamente de blanco estaban descalzos con
el pelo mojado y ligeramente alborotado. De fondo tenían la pantalla verde que más
adelante se trasformaría con un colorido paisaje de un amanecer en las montanas
Hugo hizo que Esther sentara sobre sus piernas a su hijo y que este a su vez colocara
sobre su pecho una de sus mano con dependencia y la otra la llevara hasta tocar su
mejilla de manera pausada y tierna sonriéndole amorosamente. Esther al ver a su hijo de
esa manera tan entregado no pudo evitar sentirse profundamente emocionada y esbozó
una enorme sonrisa a la vez que sus ojos se le iluminaron proyectando un cálido brillo
entre ternura, devoción y amor a su hijo
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Hugo: Las tengo (suspirando al momento que captó la imagen y murmuró con fuerza)
¡Sonrisas en el cielo!
Ni la palidez en su rostro lograba disimular un poco la incomodidad y el mal humor que
traía. En sus manos llevaba varios folders con documentación y contratos importantes
de las empresas familiares que los abogados le habían entregado esa mañana
Con cierta impaciencia Maca vio la hora en su reloj a la vez que esperaba que las
puertas del asesor se abrieran. Nada más al abrir salió de ahí caminando por el pasillo a
paso lento pero a la vez firme hasta llegar al escritorio de su secretaria. Lorena al verla
llegar de inmediato se paró con algunas fólderes en su mano
Lorena: Buenas tardes señora (observándola con preocupación) ¿Se encuentra usted
bien?
M: Buenas tardes Lorena (entrecerró los ojos sintiéndose agobiada) De hecho no (la vio
de manera seria y con el tono de voz áspero le ordeno) ¡Comunícate de inmediato con
Jerónimo y dile que Esther García firmará su dichoso contrato esta misma tarde!
Lorena: ¡Entonces es verdad! (la mujer sonrió gratamente complicidad sin poder evitar
disimular el gusto que sentía) La señora Esther será la nueva modelo para la campaña de
los vinos de mesa Wilson
M: Lorena (le echó una mirada que tal parecía la quería fulminar con ella exasperada
apretó los dientes y frunció el ceño a la vez que manifestó de manera seca y tajante)
¡Comunícate con Jerónimo pero ya!
Lorena: Sí... si enseguida lo hago (bajó la mirada sintiéndose nerviosa) El señor
Alejandro Torres la está esperando desde hace un poco más de media hora en el
departamento de diseño e imagen
M: ¿Para qué?
Lorena: Hoy están citadas las cinco modelos que harán las pruebas para la campana de
lentes de sol Cardiel
M: ¡Joder! (sacó aire y se llevó una mano con frustración a la frente) ¿Cómo se me
pudo olvidar las pruebas?
Lorena: Esta mañana traté de comunicarme con usted para recordárselo pero nunca me
tomó la llamada
M: ¡Tengo el móvil apagado! (suspiró moviendo la cabeza) ¿Alguna otra novedad?
Lorena: Sí (extendiéndole los folders) hace un momento el contador trajo esto para
usted (Maca tomó los folders) Dejó dicho que es urgente que los revise. Al parecer no
concuerdan las cantidades y las fechas de las últimas inversiones que realizó usted en la
bolsa de valores con el último balance
M: ¿Cuáles inversiones? (le hecho una rápida mirada a la documentación y frunció el
ceño) Hummm debe tratarse de un error. Después de que te comuniques con Jerónimo
busca y tráeme todos los reportes de los movimientos bursátiles de los últimos tres
meses especialmente los realizados por Gustavo Toscani
Lorena: ¿El hermano de Karol?
M: Sí Lorena el hermano de Karol (entrecerró los ojos con impaciencia) ¿Algo más que
quieras saber?
Lorena: Lo siento (nuevamente bajó la mirada) en cuanto los tenga listos se los llevo a
su oficina
M: ¿Tienes algo más para mí?
Lorena: Su esposa la ha llamado dos veces
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M: ¿Y qué quería?
Lorena: Se quedó sin efectivo y no pudo pagar una cuenta con sus tarjetas ya que estas
al parecer están congeladas desde esta mañana y quería saber donde estaba usted para
pregúntale si sabía algo al respeto (el teléfono empezó a sonar) además quería saber si
usted ya había pasado a recoger su camioneta a la agencia
M: Bien comunícame con los del banco (levantó los hombros sin darle importancia y se
dirigió a su oficina) y de paso también comunícate con Alejandro y dile que vaya
empezando las pruebas con las modelos que yo en algunos minutos más estoy por ahí
con él
La secretaria asistió con un ligero movimiento de cabeza a la vez que tomaba el teléfono
para contestar
Lorena: Wilson y asociados
E: Hola Lorena nuevamente soy yo (con una sonrisa en los labios) ¿Ya habrá llegado
Maca?
Lorena: ¡Señora Esther! (esbozó una enorme sonrisa a la vez que elevaba la voz para
llamar la atención de Maca la cual se detuvo al escucharla y se giró de inmediato hacia
ella) Sí... sí claro en seguida se la comu...
M: ¡Dile que no estoy!
Maca la interrumpió de manera firme y rotunda. Lorena abrió enormemente los ojos por
la sorpresa al mismo tiempo que hacía el intento de tapar el auricular del teléfono
tratando de evitar que Esther escuchara
Lorena: ¡Pero!
M: Pero nada (la vio como haciéndole una advertencia) Dile que no estoy (reafirmó
nuevamente) Y también dile que si quiere su camioneta que vaya a recogerla ella y que
le pida dinero a Jero para pagar la cuenta
Las palabras contundentes de Maca hicieron que a Lorena se le congelara al instante la
sonrisa y que un ligero rubor se apoderara de su rostro haciéndola sentir incomoda y
apenada con la situación. Maca sin inmutarse por el hecho prosiguió su camino hacia la
oficina
Lorena: Lo siento señora Esther (entrecerraba los ojos con pena a la vez que
murmuraba con nerviosismo) Pero me confundí y la señora Maca aun no llegado
E: No hay necesidad que me mientas y mucho menos que la disculpes conmigo (tragó
saliva sintiendo como un súbito calor empezaba a correrle por la venas) ¡La escuché
perfectamente!
Lorena: Yo... (con la pena reflejada en su voz) En verdad siento mucho lo ocurrido
señora
E: No se preocupe Lorena
Esther apretó los dientes para disimular su coraje a la vez que se obligaba a dulcificar el
tono de su voz para no hacer sentir más incomoda a la apenada mujer
E: Usted no tiene la culpa de que mi mujer sea una impresentable (sacó aire para liberar
la tensión) De cualquier manera la veo por ahí más tarde cuando vaya a firmar mi
contrato
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La afligida mujer colgó el teléfono y sin entender absolutamente en nada la actitud de
Maca con Esther se quedó con el ceño fruncido contemplando la puerta del la oficina de
su Jefa
Como una autónoma Lorena hizo todo lo que su Jefa le ordenó y una hora más tarde
Alejandro llegó hasta su escritorio en compañía de una mujer. Le pasó la mano por
enfrente dos veces para llamar su atención y finalmente le tronó los dedos divertido
Alex: ¡Despierta Lorena!
Lorena: ¡Oh perdón! (dio un pequeño salto en su lugar y se obligó a medio sonreírles)
¿Se les ofrece algo?
Alex: Pues va ser que sí Lore (sonrió algo extrañado por la actitud de la mujer) ¿Y
Maca?
Lorena: Está en su oficina
Alex: Bien (caminó con seguridad hacia la oficina) como ya nos cansamos de esperarla
vamos a pasar hablar con ella
Lorena: Señor Alejandro (deteniéndolo de improvisto) solo que (levantó la cejas
sintiéndose incomoda con la presencia de la mujer que lo acompañaba) no está de buen
humor
Alex: Ja (soltó irónico provocando una leve sonrisa en su acompañante) Que novedad
Lorena pero si te sirve de algo ¡Yo tampoco lo estoy!
Sin tomarle más importancia al comentario de Lorena abrió con determinación la puerta
para hacer pasar a su acompañante primero. Maca estaba junto a un archivero
entretenida buscando algo por lo cual les daba la espalda
M: ¡Tan impertinente como siempre! (sin girarse a verlo) ¿Cuál de las cinco modelos es
la más buena?
Alex: Y tú tan exquisita como siempre (tosió disimuladamente para hacerla voltear)
además que para bruta y tonta nadie te gana
M: Juro por Dios que si no fuera por el delicioso olor a madera y rosas de tu fragancia
te agarraba de los cojones y te tiraba ahora mismo por... Por
Con lentitud se giró hacia Alejandro quedándose muda unos instantes al descubrir a su
lado a la bella mujer que lo acompañaba. Sorprendida levantó las cejas y con disimuló
la recorrió con la mirada de arriba abajo
M: Por la ventana... Lo siento (atinó a decir a la vez que se mordió un labio con cierta
incomodidad ante las sonrisas burlonas de su amigo) No sabía que Alejandro estaba
bellamente acompañado
Alex: ¡Eso te pasa por insolente! (soltó riéndose en su cara) Y tu galantería déjalas para
después que ya nos has hecho perder suficiente tiempo y venimos hablar de negocios
Alejandro levantó los hombros burlándose abiertamente en su cara Maca frunció el ceño
a la vez que movió la cabeza con cierto malestar mientras la mujer que lo acompañaba
disimuladamente volteó la cara para disimular una leve sonrisa que aparecía en sus labio
M: No te pases Alejandro (le indicó moviendo el dedo) ¡Te lo advierto!
Alex: ¿Ya podrás atendernos?
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Maca sacó aire y buscó encontrarse con los ojos de la mujer y no pudo evitar sentir una
extraña inquietud de desasosiego al chocar con su mirada. La mujer al percatarse de la
inquietud de Maca sonrió con amabilidad a la vez que le esquivó cordialmente la
mirada. Maca inconscientemente levantó las cejas algo pensativa
M: ¡Yo a ti te eh visto antes! (se dirigió a la mujer con seguridad a la vez que ignoraba
los comentarios de Alejandro) Pero no logro recordar donde
Alex: Seguramente en algún evento (intervino su amigo) o quizás en alguna revista
M: Puede ser (le mostró su mejor sonrisa) ¿A que eres modelo?
-: Lo fui (sonrió ligeramente) en mi niñez. Yo fui la imagen por muchos años de Splahs
Mundo Acuático
M: Lo sabia (sonrió divertida y trono los dedos empezando a coquetear abiertamente
con ella) Tu cara, tu pelo, el color de tus ojos me recordaba algo... (se giró a ver a su
amigo con doble intención) Me gusta... (levantó las cejas sonriendo con picardía) Y me
gusta mucho. Es la modelo perfecta para la campaña de Cardiel... ¡No busques más y
ponte de inmediato en contacto con los representantes de Dreams para contratarla!
Alex: Espera Maca (abrió los ojos sorprendido y empezó a reírse) que estás muy
equivocada
M: ¿Por qué?
Alex: Maca es que ella es Silvia Ortiz (levantó las cejas ante el estupor de Maca) La
dueña y representante de Dreams
M: Por Dios (sus ojos se abrieron al máximo ante la sonrisa divertida de Silvia) Lo
siento yo pensé que... (sonrió a manera de disculpa) de verdad lo siento
Silvia: No pasa nada (le extendió la mano) y mucho gusto
M: El gusto es mío (esbozó una sonrisa de oreja a oreja y de manera natural le guiñó un
ojo coqueteándole descaradamente) He oído hablar mucho de ti y de tu agencia estos
últimos días. ¡Que ya me moría de ganas por conocerte!
Silvia: ¡Ah sí! (ignorando sus coqueteos y recordando a Esther) ¿Y qué te dicen?
M: Que eres muy buena en lo que haces, que siempre estás rodeada de los mejores
profesionales para realizar tu trabajo. Que cuentas con las mejores modelos del
momento y que básicamente tu éxito se debe a que no te da miedo arriesgar y apostar
por nuevos talentos con ideas dinámicas e innovadoras que están revolucionando el
mundo de la moda
Silvia: Puede ser Macarena (entrecerró los ojos) en este negocio si no refrescas no
creces y básicamente parte del éxito consiste en confiar en tu gente y tomar la mejor
decisión para ellos con el corazón y no por el beneficio económico que te puedan dejar.
(levantó los hombros) El dinero va y viene pero las grandezas se sus almas y de sus
corazones se quedan siempre con uno. Y eso al final es lo que más vale
M: ¡Ahora entiendo el por qué de tu éxito! (le sonrió sin dejar de coquetearle y con
picardía manifestó) ¡Y lo interesante y gratificante que ha de ser descubrir y trabajar con
tanta mujer bella a tu lado!
Silvia: No te lo niego trabajo rodeada de autenticas bellezas (levantó las cejas y suspiró)
pero lo más interesante de trabajar con ellas no radica en descubrir su belleza exterior si
no en descubrir su calidad humana y eso es lo que hace que te sientas gratamente
motivada a continuar con tu labor (le sonrió con gentileza) ¡Por eso me gusta mucho mi
trabajo!
M: No lo dudo (la vio fijamente a los ojos) La inteligencia y la belleza es una virtud que
no siempre van de la mano en una mujer (a modo de halago) Y tú perfectamente tienes
esas virtudes (suspiró levemente) Aparte de bella eres sumamente inteligente y con todo
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lo que me acabas de decir me estás dando entender que siempre buscas el bienestar, la
integridad y la seguridad de tus modelos
Silvia: Efectivamente Macarena y con todo el debido respeto (le sostuvo la mirada) que
no te quede la menor duda que todos los modelos que represento no son promovidos ni
promocionados para prostituirlos
M: ¿Cómo? (abría y cerraba los ojos intentando de comprender el significado de sus
palabras y su respiración empezó agitarse al sentirse deliberadamente atacada) ¡Yo no
he dicho eso!
Silvia: Es cierto no lo has dicho (sin bajarle la vista) sin embargo por tus anteriores
comentarios es el concepto que tienes del mundo del modelaje
M: No me vas a negar (levantando los hombros) que en ese mundo hay mucha
promiscuidad
Silvia: En ese mundo y en otros más (sonrió levemente ante su comentario) El ser
humano por lo general siempre tiene la tendencia de encontrar lo que anda buscando
Maca la miró con seriedad un momento después levantó las cejas sintiendo algo
incomoda y esbozó levemente una sonrisa con un deje de ironía. Y camino hasta donde
se encontraba Alejandro observándolas sorprendido sin perderles detalle alguno
M: ¿Ya tienes seleccionada a la modelo para la campana de Cardiel?
Alex: Sí (murmuró medio sonriente y su teléfono móvil empezó a sonar) Solo falta que
tú des la aprobación final. ¿Me disculpas un momento?
Alejandro atendió la llamada y a medida que se enfrascaba en la conversación telefonía
observaba de reojo a Maca finalmente colgó y se dirigió hacia ella
Alex: Maca tengo que bajar a imagen y diseño ¿Podrías hacerte cargo de la
contratación?
M: Sí (movió la cabeza afirmando) ya lo hago yo
Alejandro se disculpó con Silva y salió del la oficina de Maca no sin antes decirle
disimuladamente sin que Silvia lo viera
Alex: “Pórtate bien y no lo eches a perder”
Maca se rió y caminó unos pasos hasta quedar recargada en su escritorio
M: Bien (buscando el rostro de Silvia) ¿Cuáles son las condiciones del contrato?
Silvia: ¿Vas a contratarla sin verla antes?
M: No hay necesidad (levantó las cejas con picardía y seguridad a la vez que manifestó
galante y con excesiva coquetería) Sin duda la chica en cuestión es tan bella e
inteligente como su representante
Silvia movió ligeramente la cabeza y la miró algunos momentos con seriedad y lejos de
sentirse alagada con los coqueteos de Maca se sintió incomoda porque ella sabía
perfectamente quien era ella. Aun así sacó de su portafolio los documentos del contrato
y se los extendió
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M: ¿No tienes hambre? (los recibió y sin mirar siquiera el contrato) ¿Qué te parece si
me acompañas a comer y de paso revisamos y discutimos punto por punto cada cláusula
del contrato
Silvia: Lo siento (miró su reloj) pero tengo otro compromiso
M: ¿Tu marido?
Silvia: No (medio suspiró y entrecerró los ojos) No soy casada, ni tengo compromiso
alguno por el momento
M: ¿Pero hay alguien?
Silvia: De echo sí (la miró fijamente) lamentablemente la persona que me interesa ama
profundamente a su mujer y ante eso yo no puedo hacer nada excepto saber esperar
M: Y mientras esperas (se le acercó deliberadamente y manifestó de manera sugerente)
¿Qué te parece si tú y yo esperamos juntitas mientras ese susodicho espabila un
poquito?
Silvia: En primera no se trata de un hombre
M: Ah (sonrió con descaro al comprender lo que le decía) Mucho mejor ¿No?
Silvia: En segunda (movió la cabeza empezando a sentirse enfadada por la desfachatez
de Maca) ¡Se perfectamente quien eres!
M: ¿Qué quieres decir con eso?
Silvia: Mira Maca (empezó a caminar por toda la oficina moviendo la cabeza con
evidente disgusto) ¡Conozco a Esther!
Maca abría y cerraba los ojos acongojada a la vez que se sentó abruptamente sobre el
escritorio y tragaba saliva. El rostro súbitamente fue perdiendo color hasta tonársele
blanco
M: ¿Qué has dicho?
Silvia: Que conozco a tu mujer y que se me hace muy cínico y descarado de tu parte
que intentes deliberadamente coquetear conmigo cuando Esther es mi amiga
M: ¿Desde cuándo tienes tratos con ella? (recuperándose rápidamente de la impresión y
viéndola fijamente) ¿Desde cuándo se conocen?
Silvia: En realidad desde hace poco (levantó las cejas) Muy poco y de hecho ayer
estuve en el castín de tu hijo y Esther me pidió ser su representante
M: ¡Ah sí! (su respiración se empezó a entrecortar y su rostro empezó a tonarse
ligeramente colorado a la vez que sintió como un ola de calor le invadía el cuerpo) ¡Qué
bien!
Silvia: ¡Pensé que los sabías!
M: Pues ya ves que no (apretó los dientes con fuerza) Últimamente desconozco todo lo
que hace mi mujer (y manifestó con doble intención) ¡Ahora entiendo el por qué de su
rebeldía! ¿Te divierte bien?
El rostro de Silvia se trasformó con una dura expresión de enfado y volteó a ver furiosa
a Maca retándola. Maca le sostuvo la mirada algunos segundos finalmente rápidamente
reviso rápidamente el contrato que Silvia le había dado momentos antes lo firmó y se lo
entregó
M: Bien (sin inmutarse en verla) esta será la última vez que contrate alguna de tus
modelos y creo que está de mas pedirte discreción con todo este asunto
Silvia: No te preocupes (hizo una mueca y manifestó secamente) por mi nunca nadie se
enterará
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Silvia tomó el contrato con rapidez lo guardó en el portafolio y se dispuso a marcharse.
Maca ni siquiera se inmutó en levantar la cabeza para verla como si nada tomó unos
papeles e hizo como si los estuviera revisando y antes de que Silvia saliera de le oficina
M: Silvia (siguió enfrascada en los papeles) mucho te voy agradecer que al terminar mi
hijo sus comerciales tú renuncies a seguir representándolo y me hagas el favor de
alegarte de mi mujer
Silvia: Referente a la representación de Osman (se dio la vuelta para enfrentarla pero
Maca ni se inmutó) no tengo problema pero en cuanto a que me aleje Esther (levantó las
cejas con seguridad) ¡Que sea ella quien me lo pida!
Silvia sin esperar más abrió la puerta y se marcho dejando a Maca furiosa sentada en su
escritorio. Inmediatamente que Silvia salió Maca cerró con fuerza las palmas de sus
manos y con ellas apuñadas dio varios golpes con coraje sobre el escritorio
M: ¡Mierda! (tiró las pila de papeles que tenía en el escritorio) ¡Pinche vieja!... Que ni
piense que se va a acostar con mi mujer
Con paso firme Silvia caminó hasta el ascensor y su sorpresa fue mayúscula cuando este
se abrió y dio paso a Esther
Silvia: ¡Esther!
E: ¡Silvia! (le sonrió gratamente) ¿Qué haces tú por aquí?
Silvia: ¡Lo mismo debería preguntarte yo! (le devolvió la sonrisa) pero esta mañana me
enteré que (señalando hacia la oficina de Maca) Macarena Wilson es tu esposa
E: ¡Pensé que lo sabías!
Silvia: No (sonreía divertida y movía la cabeza negándolo) Y debí relacionarlo por el
apellido de tu hijo pero no (levantó las cejas) No fue hasta esta mañana cuando revisaba
los contratos de mis modelos que me di cuenta que la dueña de Wilson y asociados no
era otra que tu mujer. Macarena Wilson
E: ¿Entonces ya se conocían?
Silvia: No Esther (volvió a negar moviendo la cabeza) de hecho esta es la primera vez
que yo vengo por aquí
E: ¿Y ya la conociste?
Silvia: Hace un momento (levantó las cejas)
E: ¿Y qué te pareció?
Silvia: Que es una mujer con bastante suerte por tenerte (sacó aire y se puso seria)
Esther tengo que decirte algo (la miró disculpándose con la mirada) Hace uno momento
le comenté que ayer estuve contigo en la audición de Osman y que me pediste ser su
represéntate. Y ella se sorprendí mucho al saberlo
E: ¡Y no le sentó nada bien!
Silvia: No
E: ¿Te dijo algo o te molesto en algo?
Silvia: No, no para anda Esther
E: Ufffs menos mal (suspiró sintiéndose aliviada) Es que Maca es muy celosa
Silvia: ¡Ya me pude dar cuenta! (entrecerró los ojos sintiéndose apenada) Pero de
cualquier manera lo siento mucho... ¡Yo no tenía ni idea de que no le hubieras contado
nada! Y yo supuse que ustedes tenían muy buena comunicación y que...
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E: Tranquila Silvia (la interrumpió y la tomó del brazo) No pasa nada (suspiró
sintiéndose triste) De hecho no estamos pasando un buen momento y si no se lo
comuniqué es porque no me dio la oportunidad de hacerlo
Silvia: Bien (suspiró y tomó un momento para poner en orden sus ideas) Esther quiero
también que sepas que me llamó Hugo... (entrecerró nuevamente los ojos) te juro que
tampoco sabía que ustedes dos en el pasado habían tenido algo. De haberlo sabido esta
mañana cuando me llamaron de los estudios para asignar otro fotógrafo para tu hijo no
lo hubiera mandado a él
E: No te preocupes (volvió a suspirar) las cosas pasan por algo y créeme el volver a
reencontrarme y saber de él me hizo mucho bien
Silvia: Tendrás que decírselo a Maca antes que se entere por otro lado. Y resulte peor el
asunto
E: Lo sé (caminó un poco) y ahora mismo lo voy hacer
Silvia: ¿Quieres que te acompañe?
E: Será mejor que no (se rió disimulando su nerviosismo y le aseguro) ¡puedo con ella!
Silvia: ¡Si tú lo dices! (riéndose con ella) Bueno me tengo que ir que me están
esperando en los estudios (le dio rápidamente dos besos) ¿Te llamo después y me
cuentas?
E: ¡Vale!
Esther se dirigió al escritorio de Lorena y esta al verla se levantó de inmediato y la
abrazó dándole de besos
Lorena: ¡Señora Esther!... Que gusto verla por aquí
E: Gracias Lorena (mirando hacia la puerta de la oficina de Maca) ¿Está la neurótica
impresentable de mi mujer?
Lorena: Sí (empezó a reírse) sí está
E: Voy con ella
Maca al escuchar que abrían la puerta de su oficina y que alguien entraba levantó la
vista y se levantó de inmediato de su lugar. Esther movió la cabeza con sorpresa al ver
todo los papeles espaciados por dondequiera
M: ¿Qué haces aquí?
E: Vine a firmar el contrato
M: ¿Cuál de todos?
E: Maca (entrecerró los ojos preparándose para la envestida) por favor
M: ¿Por qué contrataste una representante para Osman sin tomarme en cuenta?
E: Porque últimamente te empeñas más en discutir que en hablar además eso fue ayer y
francamente no tuve oportunidad de comentártelo
M: ¡Que cómodo para ti! (se cruzó de brazos) ¿No?
E: No Maca (movió la cabeza y levantó las cejas con tristeza) no me resulta nada
cómodo venir a tu oficina y encontrarte así y de la nada comenzar una discusión
M: ¡Sí, de la nada! (se rió con irónica) Bien Esther... ¡Ahora te doy la oportunidad de
hacerlo! ¿Tienes algo más que comentarme?
E: Sí (entrelazó las manos con nerviosismo) esta mañana llevé a Osman a que le
hicieran su portafolio fotográfico y...
Esther se quedó callada Maca volteó a verla veía con atención Esther sacó aire y Maca
levantó las cejas esperando a que continuara
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M: Y que Esther
E: Y (pasó saliva) el fotógrafo era Hugo Acosta
Maca súbitamente empalideció del rostro y sintió como si un balde de agua fría le
recorriera el cuerpo congelándoselo al instante
M: ¿Qué has dicho?
E: Te juro que yo no lo sabía que él era el fotógrafo hasta esta mañana que lo vi
M: ¿Y permitiste que le hiera el portafolio a Osman?
E: Sí Maca (bajó la mirada) Y también le permití que me tomara una fotografía junto a
Osman
Maca dio dos pasos hacia atrás y empezó a sentir un fuerte calor en el estómago el cual
hizo que las tripas le empezaran a chillar mientras el semblante de su rostro cambiaba
de todos colores
E: ¡Maca!
M: No me toques (escupió apretando los dientes y apuñando las manos) ¡Será mejor
que te vayas!
E: ¡Dame el contrato para firmarlo!
M: Sí claro el dichoso contrato
Maca la vio con coraje de arriba abajo a la vez que caminaba hacia su escritorio abrió
un cajón y sacó unas llaves y dos folder los cuales aventó sobre el escritorio de mala
gana
M: Son las llaves para que vayas a la agencia a recoger tu camioneta. El folder rojo es
el contrato que Jerónimo te redactó y el cual debes firmar y el azul (respiró hondo) Es la
demanda del divorcio
E: ¿Qué has dicho?
M: ¡Que me voy a divorciar de ti!
E: ¿Pero por qué?
M: Por qué no puedo con esto Esther (el semblante de su rostro se enrojeció presa de
los celos) Mira si quieres exponerte y que todos te metan mano ¡Hazlo! pero no
pretendas que yo lo vea y mucho menos te apoye. Esta mañana cuando salí de casa fui
con los abogados y si acaso todavía me quedaba alguna duda en tomar la decisión con la
reaparición de Hugo se me ha aclarado
E: Maca (la detuvo del brazo impidiendo que saliera de la oficina) ¡No es para que te
pongas en ese plan!
M: ¡Nunca debí haberme casado contigo Esther!
E: ¿Por qué me dices eso? (entrecerró los ojos a la vez que estos se le llenaban de
lágrimas) ¿Por qué Maca?
M: Porque es más que evidente que cualquiera incluyendo mi hermano es mucho mejor
partido que yo. Además de que tú y Jero siempre se han entendido muy bien todos estos
años a mis espaldas
E: Maca (entrecerró los ojos dolida) ¿Cómo puedes decirme eso? (la lágrimas
empezaron fluir) Durante años he soportado tus celos enfermizos con quien se me
acerque o me hable (movió la cabeza con suma tristeza) Pero que me celes e insinúes
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que tengo algo que ver con tu hermano se me hace demasiado cruel e infame. ¿Por qué
clase de mujer me has tomado?
M: Niégame que te acostabas con Hugo al mismo tiempo que lo hacías conmigo Esther.
(la tomó por lo hombros de sorpresa a la vez que la sacudía presa de los celos)
Niégamelo
E: Eso ya lo habíamos hablado (se limpió con frustración y coraje las lágrimas) y bien
sabes cómo se dieron las cosas. Cuando yo te conocí Hugo era mi novio... ¡Y yo le
engañé contigo!
M: ¡Dijiste que lo ibas a dejar!
E: ¡Y lo dejé Maca! Lo dejé (la miró retándola furiosa) A los dos días de que me acosté
contigo por primera vez lo dejé
M: Sí... ¡Claro! (cruzándose de brazos) por eso fue que te embarazó después ¿verdad? o
a caso ya no te acuerdas que fui yo que pese a todo me quedé a tu lado cuidándote
cuando perdiste al bebe
E: No... No se me olvida (se llevó con dolor la mano a la frente) Y te lo he agradecido
todo este tiempo (las lágrimas volvieron a fluir incontrolables rodando por su rostro)
Por eso es que te he aguantado tanto... (llorando desconsolada) Pero ya no
M: Sí... ya no (se acercó con rabia hasta ella y sin que Esther se lo esperara la tomó por
los cabellos y completamente fuera de si de un fuerte jalón se la llevó hasta el escritorio)
Anda firma el maldito contrato para que te sueltes el pelo por completo
E: Suéltame Maca (gimoteó forcejeando con ella) Me estás lastimando
M: ¡Te estoy lastimando!
Maca levantó la mano e hizo el intento de darle una cachetada pero Esther se lo impidió
aprisionándole la mano
E: Anda pégame... ¿Qué esperas? (la miró furiosa retándola) Para cerrar con broche de
oro a todas tus bajezas y canalladas
M: ¡Firma maldita zorra! (la agarró por el cuello apretándoselo) Total si Jero no te quita
las ganas bien te las quitará Huguito
Esther se la quitó de encima de un fuerte empujón a la vez que su mano se elevó con
coraje y furia por el aire hasta que la estampó con firmeza y fuerza en su cara una...
dos... tres veces sin dejar opción a que Maca pudiera racionar y defenderse
E: Esta es la última vez que permito que me faltes al respeto y me sigas tratando como
una puta (respiró con dificultada y levantó su cabeza con dolor y orgullo) ¡Es lo último
que te soporto Macarena! (apretó los dientes aguantándose las lágrimas) ¡Una vez más
has ganado! (se volvió a limpiar con coraje las lágrimas que amenazaban ya con salir y
la miró con profunda decepción a la vez que le aventaba el folder rojo a la cara) ¡No voy
hacer la campaña para Jerónimo! Y no porque tenga algo más que una amistad sincera y
desinteresada con él. Sino porque me daría mucha vergüenza verle a la cara después de
saber todo lo que dices, haces y piensas (tomó con desprecio el folder azul lo abrió y
firmó sin dudarlo) Sin embargo acepto gustosa tu demanda de divorcio
Esther soltó el lapicero e inmediatamente después salió corriendo de la oficina de Maca
bañada en lágrimas. Maca veía la demandada de divorcio firmada por Esther y de
repente dándose cuenta de todo se dejó caer sobre el sillón y apoyó sus manos en el
escritorio sobre el cual se recargó y comenzó a llorar sintiéndose profundamente
miserable y derrumbada
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M: ¡Esther!
La madrugada la sorprendió echa bolita en el sillón de la estancia de su casa con
evidente desconsuelo seguía llorando su pena. Más que las acciones de su mujer le dolía
cada una de sus hirientes palabras las cuales sin piedad le martillaban en su cabeza
llenando sus sentidos de infinita decepción y tristeza
M: El folder rojo es el contrato que Jerónimo te redacto y el cual debes firmar y el azul
(respiro hondo) es la demanda del divorcio
E: ¿Qué has dicho?
M: ¡Que me voy a divorciar de ti!
E: ¿Pero por qué?
M: Por qué si quieres exponerte a que todos te metan mano (el semblante de su rostro
se enrojeció presa de los celos) ¡Hazlo! mas no pretendas que yo lo vea y mucho menos
te apoye... ¡Nunca debí haberme casado contigo!
E: ¿Por qué me dices eso? (entrecerró los ojos a la vez que estos se le llenaban de
lágrimas) ¿Por qué Maca?
M: ¡Porque cualquiera es mucho mejor partido que yo!... ¡Incluyendo a mi hermano!
E: ¿Cómo puedes decirme eso? (la lágrimas empezaron fluir) Durante años he
soportado tus celos enfermizos con quien se me acerque o me hable... Pero que me
celes con tu hermano se me hace cruel e infame. ¿Por qué clase de mujer me has
tomado?
M: Niégame que te acostabas con Hugo al mismo tiempo que lo hacías conmigo Esther
(la tomó por lo hombros de sorpresa a la vez que la sacudía presa de los celos)
¡Niégamelo!!!
E: Cuando yo te conocí Hugo era mi novio... ¡Y yo le engañé contigo!
M: ¡Dijiste que lo ibas a dejar!
E: ¡Y lo dejé Maca! Lo dejé (la miró retándola furiosa) A los dos días de que me acosté
contigo por primera vez lo dejé
M: Sí... ¡Claro! (cruzándose de brazos) ¡por eso fue que te embarazó!... O ya no te
acuerdas que pese a todo me quedé a tu lado cuidándote cuando perdiste al bebe
E: No... No se me olvida (las lágrimas volvieron a fluir incontrolables rodando por su
rostro) Por eso te he aguantado tanto... ¡Pero ya no!
M: ¡Ya no! (se acercó con rabia hasta ella y la tomó por los cabellos y de un fuerte
jalón se la llevó hasta el escritorio) ¡Firma el maldito contrato!
E: ¡Me estás lastimando!
M: ¡Te estoy lastimando! (levantó la mano e hizo el intento de darle una cachetada)
E: Anda pégame (la miró furiosa retándola) ¿Qué esperas? Cierra con broche de oro a
todas tus bajezas y canalladas
M: ¡Firma maldita zorra! (la agarró por el cuello apretándoselo) Total si Jero no te
quita las ganas bien te las quitará Huguito
Sus recuerdos eran tan nítidos y sentidos como si los estuviera viviendo de nuevo justo
en ese mismo momento, haciéndola sentir miserable y vulnerable... En un acto de
desesperación se levantó de su lugar y sin importarle el frío de la madrugada salió
corriendo hasta el jardín de la entrada principal de su casa
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Tenía la respiración entrecortada y su rostro reflejaba el dolor y la frustración que la
invadían. Sintiéndose derrotada se dejó caer de rodillas sobre el césped y se llevó las
manos hasta el cuello justo en el lugar donde Maca la había aprisionado con fuerza
intentando hacerle daño
Sin poder contenerse su rostro se bañó de lágrimas y la madrugada se llenó con sus
sollozos. En el fondo de su corazón Esther deseaba que todo fuera un mal sueño del cual
podría despertar en cualquier momento y que nada hubiera pasado. Sin embargo por
mucho que deseara y le doliera no pudiera pretender ser tan ilusa y escaparse de su
realidad
Esa realidad que le gritaba en su cara sin piedad y sin escrúpulos que todo había
terminado... Maca una vez más hacía algunas horas presa de los celos la había injuriado
e insultado pero esta vez no conforme con eso se había atrevido a llegar mucho más
lejos... Intentó golpearla y de paso le pidió el divorcio. Y ella... Ella misma presa de la
desilusión, el coraje y el desencanto sin pensárselo siquiera le había firmado con
seguridad y decisión la demanda de divorcio
E: ¿Por qué Maca? (sollozó llevándose nuevamente sus manos a su rostro) Porque si yo
te amo tanto
Seguridad y decisión que ahora le faltaba y la hacían sentirse débil, triste, derrumbada y
sin fuerzas las cuales la hacían llorar llenándose de infinito dolor. Sin duda le dolía en el
cuerpo, en la vida, en el alma... Le dolía una mujer... Macarena Wilson su mujer
Maca dejó estacionado el auto fuera de su casa. Tenía más de diez minutos recargada
sobre la barda de la reja del jardín y aun no se atrevía entrar. Con la tristeza reflejada en
su rostro y las lágrimas asomando por sus ojos solo se limitaba a observar a Esther
desde atrás de la reja sin que esta se percatara de su presencia
Esther salió corriendo y de dejo caer de rodillas llorando derrumbada sobre el césped
del jardín de su casa y grito al cielo su desesperanza y consuelo
E: ¿Por qué Maca? (sollozo llevándose nuevamente sus manos a su rostro) Porque si yo
te amo tanto
Maca en ese momento se sintió morir y tuvo la necesidad de recargar todo el peso de su
cuerpo en la pequeña barda para no caer. Con el corazón estrujado y sintiendo aun más
miserable de lo que ya se sentía apretó con fuerza sobre su pecho el bello ramo de
Alcatraces blancos que llevaba entre sus manos a la vez que la respiración le empezaba
a faltar haciendo sentir una asfixia y una angustia súbita la cual le invadió el cuerpo
quemándola desde el fondo de sus entrañas
Reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban olió profundamente el ramo de alcatraces
blancos que llevaba a la vez que entrecerraba los ojos. Sin poder evitarlo sus lágrimas
empezaron a derramarse sobre las hermosas flores blancas y su mente sin pedirle
permiso la hizo viajar al pasado
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Entre la bruma de sus recuerdos de pronto se vio parada en medio de una enorme
estancia rodeada de gente escandalosa la cual caminaba de un lado a otro sin prestar
atención a sus alrededores. Una tenue luz iluminaba cada una de las fotografías
abstractas ahí expuestas haciéndolas resaltar a la vista. Pero especialmente había una
que llamó poderosamente su atención y la llenó de asombro
M: (“Por Dios es hermosa (sus labios hicieron una pequeña mueca de sonrisa) ¡Tiene
que ser mía!... (suspiró con profundidad) ¡Solo mía!”)
La fotografía era de dos alcatraces blancos entrelazados entre sí en un maceta dorada
sobre la proa de un barco hundido en el fondo del mar. Pero en si no era la fotografía
quien había captado poderosamente su interés y atención. Sino la bella mujer que
sonreía ampliamente parada junto a la fotografía y la cual la observaba detenidamente
llenándose de su arte
M: (“Upfff... Madre mía (entrecerró los ojos) Tiene la sonrisa más bella que he visto
jamás... ¡A mí esa mujer me tiene que sonreír igual de hermoso que le sonríe a esa
fotografía!”)
La mujer sin saber que era observada volteó ligeramente la cabeza y Maca pudo
encontrar sus ojos. La mujer sin darse cuenta volvió a sonreír al mismo tiempo que
volvía el rostro prestando nuevamente toda su atención a la fotografía
Maca al verla de nuevo sonreír el corazón le empezó a latir más fuerte de lo normal,
los ojos se le llenaron de un brillo especial a la vez que una súbita y desconocida
emoción empezaba apoderarse de su cuerpo
M: (“Joder (levantó las cejas asombrada llevándose la mano a su pecho) me ha
hechizado”)
Abriéndose paso entre la gente caminó con decisión hacia donde se encontraba la bella
mujer. En su camino vio un ramo de flores con tres alcatraces blancos sin detenerse a
pensárselo los tomó a la vez que esbozaba una traviesa sonrisa y se mordía el labio
inferior
M: (“Es la fuerza del destino... ¡Nuestro destino!”)
Maca llegó sin problemas hasta donde estaba la mujer y sin que esta se percatara de su
presencia se paró justo detrás de ella. Con la misma astucia y decisión con la que se
había acercado hasta ella se agachó de manera deliberada y con mucha sutileza le
susurró con suavidad al oído
M: “Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo eh soñando
contigo toda mi vida”
La mujer se giró sobresaltada al escuchar el suave susurro de su voz en su oído y sintió
un escalofrió que le sacudió y estremeció todo su cuerpo al encontrarse de frente con la
dulce sonrisa de una misteriosa mujer que a su vez le obsequiaba tres alcatraces
blancos y la veía con una seguridad arrogante y una intensa chispa reflejaba en sus
penetrantes ojos marrón
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E: ¿Perdón?
Maca nuevamente se mordió con picardía el labio y ante el desconcierto de la mujer sin
dejar de sonreírle en ningún momento la tomó con suavidad y delicadeza por la cintura
y la besó de una manera pausada tierna y le repitió
M: “Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando
contigo toda mi vida”
E: ¡Pues yo no!
Sobresaltada, asustada y sorprendida se llevó la mano a los labios y se dio la media
vuelta echando a correr entre la gente. Maca sin impórtale lo que pensaran o digieran
los presentes no perdió tiempo y fue tras ella logrando darle alcance a los pocos metros
de distancia
M: Espera un momento (la tomó con suavidad del antebrazo) ¡por favor!
E: No (respiraba copiosamente) no puedo
M: ¡Solo un momento!
E: ¡De verdad no puedo!
M: Sí puedes. ¡Todo el mundo puede soñar! (entrecerró los ojos sintiendo segura)
Desde el momento que te vi supe que voy a necesitar verte toda mi vida sonreír
E: ¡Si me disculpas me tengo que ir!
M: No (movió con seguridad la cabeza y sin que Esther se lo espera le tomó una mano
y se la llevó al corazón) Siente como vibra mi corazón (Esther la veía incrédula) Late
muy fuerte y me dice que no te deje ir
E: ¡Estás loca!
M: ¿Por decir lo que pienso y siento?
E: No (levantó las cejas) ¡Por pretender lo que quieres!
M: ¿Y tú no lo quieres?
E: ¡Tengo novio!
M: No lo dudo (con una media sonrisa en sus labios levantó su mano y le acarició
suavemente la mejilla. Esther se estremeció pero no se quitó) Y no me importa que lo
tengas. Eres muy hermosa que sería una tontería de mi parte pensar que no estás con
nadie. Sin embargo te repito no me importa que alguien más esté en tu vida ya que mi
corazón me dice que es algo pasajero y que tú solo serás para mí
E: ¡No me gustan las mujeres!
M: ¡Da igual! (levantó las cejas y sonrió ampliamente) Conozco mucha gente que jura
y perjura lo mismo y cuando te descuidas corren a inundar los foros o las salas de
chats de lesbianas para satisfacer su curiosidad y buscar amistad
E: ¡Tú tienes mucho morro!
M: Y tú... (le sonrió y con dulzura le susurró) todo lo que soñé
Sin poder evitarlo los labios de Esther esbozaron una radiante sonrisa cosa que
estremeció y caló más profundamente a Maca. La cual le quitó con delicadeza de la
mano un alcatraz y con esmero lo colocó sobre el oído de Esther adornando su rostro
con él. Sin perder más tiempo y ante el estupor y asombro de Esther. Maca la tomó con
suma delicadeza por la cintura, la miró profundamente y la volvió a besar
Alcatraces blancos
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A partir de ese momento y sin poder explicarse un por que empezaron una relación
amorosa. Y Maca desde entonces empezó a sentir una adoración desmedida por los
alcatraces haciendo de esa flor algo significativa y reverente en su relación
Al mes y medio de haberla iniciado y sin que esta llagara a consolidarse del todo más
por las negativas de Esther y sin que esto representara problema en entre ellas todo era
hermoso e iba muy bien entre ellas hasta que después de salir de un concierto de La
quinta estación Maca dio su primera muestra de celos en su relación
M: ¿Te gustó?
E: Me encantó (se abrazaba emocionada a ella) Y Natalia se veía hermosa... Tiene una
voz de ensueño
M: Uy si Natalia... hablas de ella como si la conocieras
E: ¡Y la conozco! (sonrió) Todos los que venimos al concierto ya la conocemos
M: ¡Ya! (frunció el ceño no muy convencida) Bueno, bueno (la tomó posesiva de la
mano) dejemos a un lado a tu adorada Natalia y vámonos a cenar
E: Maca cariño (la detuvo ligeramente) no podemos ir a cenar hoy (la miró con cara
de pena) Le prometí a mi madre que regresaría a la casa en cuanto terminara el
concierto
M: ¿Y eso por qué?
E: Porque se sentía un poco mal del estómago Maca
M: ¡Ya habíamos quedado Esther! (protesto) ¡Tengo toda la semana esperando este
momento para que me salgas ahora con esto!
E: Lo sé cariño... Pero mi madre está un poco enferma. ¿Lo entiendes verdad?
M: Y la semana pasada lo mismo... ¡Siempre tu madre! (sin molestarse en ocultar su
reciente enfado caminó hacia su auto dejándola ligeramente atrás y desconcertada por
su actitud) ¡Ya me empiezo a preguntar si será verdad!
E: ¿Qué quieres decir exactamente con eso Maca?
M: Nada (volteo a verla) sube al auto que tu madre te debe estas esperando
Durante el trayecto Esther se sentía triste e incómoda al notar la molestia de Maca. Y
sin detenerse a pensar y queriendo suavizar el momento la tomó de la mano y se la
empezó acariciar. Maca respiró profundamente, se estacionó un momento y la tomó
delicadamente de la barbilla haciéndola voltear hacia ella
M: Te amo Esther (sus ojos reflejaban evidente tristeza) y cada momento que pasa se
me hace más difícil separarme de ti
E: Yo también te amo Maca pero debes entender que hay circunstancias que yo no
puedo controlar y que tengo una responsabilidad a con mi madre
M: Lo sé cariño (volvió a suspirar y comenzó a acariciarle la pierna empezando a
sentirse un tanto apasionada) lo sé... Pero yo contaba con pasar más tiempo contigo
antes de irme de viaje y por fin poder hacerte el...
E: Lo sé amor (la interrumpió) y lo siento mucho pero...
Repentinamente abrió los ojos al sentir como la mano de Maca subió hasta sus senos y
empezaba acariciárselos con intensidad y atrevimiento sobre la ropa al mismo tiempo
que sus labios se apoderaban de su boca en un beso apasionado exigiéndole respuesta
y demandándole pasión. La respiración de Esther empezó agitarse haciéndola lanzar
de manera improvista un gemido cosa que desató aun más el apasionamiento de Maca
la cual quería y necesitaba llegar a sentir más de Esther
Alcatraces blancos
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E: No (súbitamente le detuvo las manos frenando deliberadamente su avance y le
suplicaba con la mirada) ¡Aun no por favor!
M: ¿Por qué no Esther? (tenía la respiración entrecortada y la volvió a besar) Si nos
amamos y casi tenemos ya dos meses de relación además de que ambas lo estamos
deseando
E: Sí Maca pero...
M: ¿Pero qué Esther?
E: ¡Todavía no hablé con Hugo!
M: ¡Sí claro Hugo! (de inmediato la mirada llena de pasión se le trasformó por una
llena de rencor y dolor) Y como la madre acaba de fallecer supongo que tú no le puedes
dar ese dolor
E: ¡Voy a terminar con él Maca!
M: ¿Cuándo?
E: Ahora que regresó de su congreso
M: Sí... Como no (con ironía marcada) ¡Y yo te creo!
Sumamente disgustada Maca volteó la cara y rápidamente puso nuevamente en marcha
el auto. Apretaba con tal fuerza el volante del carro que los nudillos de sus dedos a los
pocos segundos se le pusieron blancos por falta de la circulación de la sangre
E: ¡Maca yo solo te amo a ti!... Por favor tienes que creerme (le acarició con suavidad
la mejilla) Voy a terminar con él ¡Te lo prometo!... ¡Solo necesito que me des un poco
más de tiempo!
Esther la miró con suplica a la vez que elevó ligeramente su cuello dejando al
descubierto una pequeña macha café en su cuello que semejaba un chupetón
M: ¿Para que sigas libremente acostándote con él?
Esther bajó la mirada y Maca con la mano apuñada soltó un fuerte golpe en el centro
del volante haciendo que este pitara y que el automóvil zigzagueara ligeramente.
M: ¡Joder!
E: No Maca (abrió los ojos sorprendida e incrédula de su reacción) yo no me estoy
acostando con Hugo
M: ¡Ah no! (soltó el volante y le puso un dedo con rudeza en el cuello justo en la
mancha café) ¿Y esto te lo hizo un gato o que?
E: ¡Maca!
Los ojos de Esther se le llenaron de lágrimas presa de la sorpresa y el coraje inicial
por la reacción de Maca. Bajó del auto aprovechando que la luz del semáforo justo en
ese momento cambiaba a rojo y Maca paró haciendo el alto respetivo
M: ¿Pero qué haces tía? (estiró la mano intentando detenerla) ¡Esther sube
inmediatamente al auto!
Esther ignorándola levantó con orgullo y dignidad la cabeza a la vez que la miraba a la
cara furiosa retándola
Alcatraces blancos
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E: ¿Sabes que Maca? ¡Eres una idiota!... Cuando te digo que te amo no es para que te
lances a mi cuello y me hagas daño sino para que me cuides y confíen en mí... Pero veo
con tristeza que tú de amar y confiar no sabes absolutamente nada (cerró con marcada
fuerza la puerta del vehículo) Por mi puedes pensar y decir lo que quieras... Y esto
(señalándose la macha en su cuello) Es un lunar... ¡Mensa!
Esther se fue corriendo en sentido contrario perdiéndose entre las calles evitando así
que Maca pudiera seguirla y darle alcance. Para Esther esa fue la primera vez de
muchas noches que no durmió llorando a causa de los celos enfermizos de Maca
El sonido de un nuevo sollozo de Esther la hizo volver bruscamente de la realidad con
decisión se limpió las lágrimas de su rostro apretó el ramo de alcatraces tomó aire y
decidida fue hacia ella
Esther seguía sollozando y el rostro lo tenía cubierto con su manos. Maca se acercó con
cuidado y con suma delicadeza empezó acariciarle el cabello a la vez que le daba el
hermoso ramo de alcatraces
M: Lo siento (le murmuró con la voz entrecortada y apagada) lo siento mucho
Esther al sentir la caricia de Maca de inmediato hecho la cabeza para atrás, se levantó
limpiándose las lágrimas. La respiración se le empezó alterar y la inmensa la tristeza
que sentía se le trasformo en furia
E: No quiero nada de ti (de un manotazo hizo a un lado el ramo de flores
rechazándoselas) ¡Llévate tus flores!
Maca entrecerró los ojos dándose cuenta que esta vez no la tendría nada fácil. Y que
tenía que hacer algo más que llevarle flores y pedirle perdón a su mujer para conseguir
que le diera otra oportunidad
M: Esther yo...
E: ¿Qué haces aquí?
M: ¡Aquí vivo Esther! (levantó las cejas) ¡Esta es mi casa!
E: ¡Claro que tonta soy! (rió irónica con la furia desatada) Que hasta se me olvidó que
esta es tu casa (dio la media vuelta e hizo el intento de marcharse) ¡Voy a recoger mis
cosas para marcharme!
M: ¡Esther por favor! (sujetándola de brazo) No ay necesidad de eso
E: ¡Suéltame Maca! (se jaló rabiosa zafando su brazo y buscó encontrarse con su
mirada) y no te atrevas a volver a ponerme un dedo en cima en lo que te queda de vida
M: Esther estás sacando las cosas de quicio
E: ¿Yo estoy sacando las cosas de quicio? (movió la cabeza con ironía y empezó a reí
incrédula) ¡Yo que pedí el divorcio por capricho!
M: ¡Cariño por favor!
E: No me llames cariño (la barbilla le tembló y con evidente esfuerzo retuvo sus
lágrimas) ¡No tienes ya ningún derecho de llamarme así!
M: Esther (la voz se le entrecortó) Yo lo siento mucho y estoy muy arrepentida de
haberte hablado y tratado como lo hice en la oficina (sin poder contener sus lágrimas y
dejándole al descubierto su tristeza y su arrepentimiento sollozo) Perdóname... Yo no
quería llegar a esto... Yo solo quería asustarte un poco para que no firmaras el contrato
Alcatraces blancos
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de Jero y después sin darme cuenta todo se me fue de las manos. Yo te amo Esther y no
quiero perderte
E: Demasiado tarde Macarena (con rapidez dio la media vuelta marchándose) ¡Voy por
mis cosas!
M: Esther (corrió tras ella logrando interponerse en su paso antes de que entrara a la
casa y sin que Esther se lo esperaba se le arrodillo abrazándola de las piernas)
Perdóname
E: Levántate Maca (lejos de sentirse conmovida apretó los dientes sintiéndose más
furiosa que antes) y deja de hacer el ridículo que no vas a conseguir nada con eso
M: Por favor Esther no me dejes (la tristeza que proyectaba su voz hizo que Esther se le
quedara viendo un momento) Yo no puedo vivir sin ti
E: ¡Levántate Maca!
M: No (sollozaba con desconsuelo y arrepentimiento) No hasta que me perdones
E: No hagas enojar más de lo que ya estoy Maca
M: Esther por favor (le temblaba todo el cuerpo) Dame una última oportunidad
E: ¿Para qué eh? (con decisión la levantó del brazo y la retó) ¡Para que me sigas
tratando toda la vida como una puta!
M: Esther los siento... Lo siento (con desesperación se llevó las manos a la cabeza) Lo
siento mucho mi amor... Déjame arreglarlo te juro por mis hijos que son lo más sagrado
que tengo en esta vida que todo va a cambiar (la tristeza y arrepentimientos que sentía
se podían palpar en el aire) Todo va ser diferente... Te lo juro
E: ¡Estás enferma Maca! (Esther no pudo contener mas sus lágrimas y con marcada
desesperación y angustia murmuró) ¡Muy enferma!
M: ¡Sí lo estoy! (reconoció y sus ojos reflejaron un profundo vacío con sumo dolor
tragó saliva) Necesita ayuda y te necesito a ti
Esther se quedó callada sin embargo su cabeza, cuerpo, su corazón y su alma eran un
torbellino de sensaciones encontradas las cuales se debatían entre sí por salir victoriosas
Maca al darse cuenta de las dudas de Esther con desconsuelo y sintiéndose sumamente
perdida se recargó en el marco de la puerta y poco a poco fue resbalando su cuerpo
hasta que este quedó abatido sentando en el suelo
De todo el tiempo que tenían conociéndose esta era la segunda vez que Esther veía a
Maca en esas condiciones. Tan vulnerable, tan dependiente, tan necesitada. Sin tener
una visión clara para tomar una decisión definitiva sus recuerdos se abrieron frente a
ella
El verano cerraba sus puertas para dar paso al otoño Esther se encontraba sentada
sobre un viejo tronco de madera de un roble mirando al vacío. Absorta y perdida en la
inmensidad de sus pensamientos no se percató que Maca se acercaba llegándole por
detrás
M: Hola cariño (una sonrisa apareció en sus labios y le susurró al oído a la vez que le
daba un alcatraz) ¿A qué piensas en mí?
E: Sí (musitó con evidente desánimo tomando el alcatraz) sí estoy pensando en ti
M: ¡Vaya mujer! (un escalofrió le recorrió el cuerpo haciendo que se sobresaltara) Lo
dices de tal manera que me haces pensar que ya no te gustan los alcatraces
E: Maca (le acarició la mejilla) Te esperaba hasta mañana
Alcatraces blancos
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M: No lo dudo (mirándola con extrañeza y preocupación) Después de la alegría que te
dio verme no lo dudo
Maca se sentó a su lado tomó su mano y hizo el intento de alcanzar su boca sutilmente
Esther se giró evitando que la besara
M: ¿Qué pasa? (Esther no le respondió lo que desconcertó aun más a Maca) Si estás
enojada conmigo tendrás que decirme el motivo por que hasta donde recuerdo tú y yo
no hemos discutido últimamente
E: No (la miró con profunda tristeza) no estoy enojada
M: ¿Entonces?
E: Maca (se le hizo un nudo en la garganta y aguantándose las ganas de llorar)
¡Tenemos que dejar lo nuestro!
M: ¿Por qué? (abrió los ojos sorprendida esperando una respuesta que no llegó) No
estás hablando en serio... ¿Es una broma verdad?
E: No... No es ningún broma (se le quebró la voz) yo no puedo seguir contigo Maca
M: Pero Esther ¿Por qué? (se levantó alarmada sin entender nada) ¿Qué pasa cariño?
E: ¡Nada!
M: ¡No se termina una relación por la nada Esther!
Maca se agachó en cuclillas poniéndose a su altura Esther no pudo más y se soltó
llorando desconsolada
E: ¡Es lo mejor Maca!
Maca empezó a sentir como una pesada angustia se apoderaba de ella. El corazón le
empezó a palpitar con fuerza y las tripas le lloraron si parar
M: ¡Me estás asustando Esther! (la abrazó con fuerza intentando trasmitirle seguridad
y confianza) Sea lo que sea lo podemos solucionarlo juntas mi amor
E: ¡Esto no Maca!
M: Esther por favor no me tengas así y dime de una vez lo que te pasa
Esther entrecerró los ojos con dificultad pasó saliva a la vez que movía la cabeza
afligida y apenada
E: Estoy (la respiración se le entrecortó y el llanto volvió a ella con más fuerza) ¡Estoy
embarazada!
M: Que has dicho (la desilusión que se le reflejó en el rostro fue abrumadora y
devastadora) No es cierto (negaba con vehemencia) ¡Dime que no es cierto Esther!
E: Lo siento Maca (los sollozos apenas la dejaban hablar) Lo siento mucho
M: No (gritó llevándose las manos a la cabeza) ¿Cómo pudiste hacerme esto?
E: ¡Maca tú sabías que yo tenía novio!
M: ¡Y tú me jurabas que no te acostabas con él!
Esther bajó la cabeza avergonzada ante el reclamo. Maca no dijo más se dio la media
vuelta y empezó a caminar alejándose de ella. Esther vio como si fuera una cámara
lenta como poco a poco Maca se iba de su vida y el corazón se le detuvo un segundo
haciendo que todo se le tornara negro
Alcatraces blancos
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Con el rostro tenso, triste y desencajado por la desilusión Maca se dirigía a su carro a
medida que daba un paso más para alejarse de Esther se formaba en un vacío en su
estómago y una gruesa bruma se apoderaba de su alma a la vez que el corazón se le
estrujaba de tal forma que parecía que en cualquier momento se haría añicos
abrigándola con un intenso frío que la calaba hasta los huesos arrancándole la vida
El sollozo de Esther la hizo girarse y se encontró de lleno con su triste mirada sin
pensárselo y sin importarle que sus pies parecieran hechos de plomo corrió con todas
sus fuerza por ella. La estrechó con infinita fuerza entre sus brazos y con un nudo en la
garganta le susurró con suavidad
M: Te amo (tragó saliva con dificultad) y te necesito tanto... No me dejes ir nunca
E: Maca (se mordió el labio ahogando su propio llanto) nunca lo haré
M: Esther (musitó levemente llamando su atención y haciéndola volver al presente)
¿Me dejarás ver a los niños?
Maca podría llegar a ser muchas cosas para salirse con la suya pero nunca se mostraría
como lo estaba haciendo para conseguir sus objetivos. El amor que sentía por Maca era
muy grande sin embargo se sentía muy dolida y herida en su dignidad y amor propio y
verla como la estaba viendo que la hacía dudar fuertemente en dejarla o perdonarla y
proporciónale la ayuda que le pedía
E: Sí (tragó saliva) Siempre que quieras
M: Bien (se levantó y se limpió las lágrimas) ¿Puedo pasar a darles un beso?
E: ¡Esta es tu casa Maca!
M: ¿Me vas a dar otra oportunidad?
E: Sí
M: Esther mi amor no te voy a defraudar (corrió emocionada a levantar el ramo de
alcatraces y se lo dio) Son para ti
E: Lo sé (recibiéndoselas a la vez que sentía un extraño estremecimiento recorrerle el
cuerpo) están preciosas gracias
M: No mas que tú (se le acercó e intentando darle un beso)
E: ¡Ahora no Maca!
Esther negó con la cabeza frenándola en seco. Sin embargo pese a ello; el rostro pálido
y triste de Maca se trasformó como por arte de magia y pese a la seriedad de Esther.
Ella no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa de satisfacción y felicidad
Esther se dirigió cabizbaja y pensativa a su recamara mientras tanto Maca como ya era
su costumbre aunque sus hijos durmieran fue a darles un beso de buenas noches
Al poco rato Maca salía de la habitación de sus hijos e inmediatamente se dirigió a la
suya con una sonrisa de oreja a oreja. Esther al escuchar que Maca estaba por entrar
rápidamente se acomodo en la cama, se echó la cobija encima y cerró los ojos para
fingir dormir
M: ¡Son preciosos y duermen como unos angelitos!
Alcatraces blancos
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Al no recibir respuesta por parte de Esther. Maca se acercó con cuidado hasta la cama y
al verla sonrió levemente
M: Esther (con suavidad la movió un poco) Esther cariño
E: Hummm
M: ¡Estás en mi lugar de la cama!
E: Jum (fingía pesadez) umm
M: Está bien (medio sonreía divertida) Yo dormiré del otro lado
En cuanto Maca se giró para irse al baño. Esther abrió los ojos percatándose que debido
a las carreras por fingir que dormía efectivamente se había acostado en el lugar de ella
Conocía a su mujer y sabía perfectamente que en cuanto se acostara la buscaría para
hacerle el amor cosa que a ella le encantaba porque después de las desavenencias
tenidas ambas se entregaban por completo a la esperanza, a la ilusión, a las caricias, a la
pasión poniendo así de manifiesto en esos momentos su gran amor y de esa manera dar
por hecho la reconciliación
Sin embargo esta vez era muy diferente y Esther lo presentía. Su cuerpo de alguna
manera también se lo hacía saber al ponérsele rígido y al hacer latir más fuerte su
corazón alterándole los sentidos y llevándose su líbido
Esther no se podía explicar lo que en esos momentos le sucedía sin embargo era
consciente que algo se removía de manera violenta en su interior provocándole una
aborigen de sensaciones a destiempo que la intranquilizaban e inquietaban al mismo
tiempo que le provocaban dolor, vergüenza, tristeza, desilusión y la hacían sentir
profundamente vacía
Maca salió del baño y se acostó a su lado. Esther aprovechando la complicidad de la
poca luz natural que quedaba de la madrugada cerró nuevamente los ojos para seguir
fingiendo dormir
Con cuidado Maca se le acercó y le colocó la mano sobre el estómago empezando a
acariciarla hasta llegar a sus senos mientras sutilmente le lamía el cuello hasta que se
apoderó del lóbulo del oído
M: Esther cariño (le susurró con pasión al oído) Ya estoy aquí mi amor
Esther le dio la espalda haciéndose la dormida sin embargo Maca no desistió y empezó
a ser más atrevidas e intimas con sus caricias. Inmediatamente le metió la mano bajo el
pijama y la llevó directa a acariciarle el sexo sin dejar de lamberle y chuparle el lóbulo
del oído
M: Sé que no duermes (la voz se le enronquecía por la agitación) Anda cariño déjame
demostrarte lo mucho que te amo
E: Si sabes que no duermo (deteniendo bruscamente su avance y girándose hacia ella)
¿Por qué insistes Maca?
M: Porque te amo Esther (sus ojos dejaron ver un brillo de tristeza y congoja a la vez
que la voz se le entrecortó) y te necesito
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E: Estoy aquí contigo ¿no? (se medio incorporó en la cama) ¿Acaso no fue eso lo que
me pediste?... Que no te dejara ir (levantó los hombros con desgana) bueno pues no te
voy a dejar ir... Me quedo contigo ¡Pero no me molestes!
M: Esther (entrecerró los ojos a punto de llorar) Yo (tragó saliva) Yo solo quería
demostrarte cuanto te amo
E: Lo sé Maca pero no es el momento (suspiró profundamente) Yo estoy muy lastimada
necesito tiempo... Dame tiempo Maca... Deja que se me pase esto
M: ¡Esther!
E: Maca yo también te amo (musitó con cierta frustración) pero entiéndeme... En estos
momentos no puedo Maca (trago saliva) ¡No quiero estar contigo!
M: Y si...
E: ¡No insistas Maca! (la interrumpió moviendo ligeramente la cabeza) Por favor no
insistas
M: ¡Yo lo... lo (tartamudeo con desesperanza) lo siento mucho!
Maca bajó la mirada con profundo dolor y pena a la vez que en su estómago se le
formaba un grueso nudo que tal parecía que le aprisionaba la entrañas. Lentamente se
retiró buscando acomodarse en su lugar mientras tanto Esther se giraba dándole
nuevamente la espalda
Maca abrazó la almohada aferrándose a ella y hundió su triste rostro intentando sofocar
sus lágrimas, su desconsuelo y su desesperanza
Esther la escuchaba llorar a pesar de los esfuerzos de Maca por ocultarlo. Dos veces
estuvo a punto de girarse y entregarse a ella... Quería abrazarla, consolarla decirle que
todo pasaría, que todo estaba bien, que todo era un mal momento como muchos que
habían pasado y todo se arreglaría entre ellas... Pero simplemente no podía hacerlo
porque esta vez ni ella misma lo sabía
La tristeza y la desilusión que la embargaban a Esther en esos momentos la hacían
sentirse sucia, indigna, poca cosa. Y ya estaba muy cansada de la misma situación...
Sucumbir ante el amor y la adoración que sentía por su mujer que terminaba siempre
por disculparla y perdonarle todo. Y eso le producía una rabia infinita con ella misma
por ser tan débil, cobarde y sumisa y no tener la capacidad de tomar una decisión
definitiva y dejarla
Esther se despertó esa mañana sobresaltada sintiendo un agudo dolor de cabeza y la
garganta seca de inmediato se giró en la cama para buscar a Maca al descubrir que esta
ya no estaba la buscó con la mirada por algún lugar de la recama sin éxito
Un tanto desconcertada se dispuso a levantarse al girarse de nuevo lo primero que vio
en su mesita de noche fue un tarjeta dejada cuidadosamente sobre un alcatraz blanco.
Con sumo cuidado abrió la tarjeta para encontrar en su interior unos labios pintados en
forma de beso y un mensaje
“No hay nada imposible, porque los sueños de ayer son la esperanza de hoy... Y tú
sigues siendo mis sueños. Te amo Esther y solo te pido que me dejes amarte otra vez...
Maca”
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Justo en el momento que Esther terminaba de leer la tarjeta la puerta de la recamara se
abrió para dar paso a una sonriente Maca la cual traía en su manos una bandeja con
bastante comida para el desayuno y detrás de ella escondiditos intentando no hacer
mucho ruido venían sus dos hijos riendo divertidos y los cuales sin poder contener más
la incertidumbre que le daba el momento salieron de detrás de la espalda de su mama y
gritaron al mismo tiempo emocionados
Osman y Pablo: Sorpresa mami... Sorpresa
A Maca casi le tiran la charola de las manos cuando los dos se echaron a correr a los
brazos de Esther. La cual no cabía en su sombro
E: ¿Y esto?
M: Te traje el desayuno a la cama cariño y nos venimos a desayunar contigo (le sonrió)
todos juntitos como siempre tiene que ser
E: ¡Maca!
Osman: Mami ¿Te gusto la sorpresa?
Pablo: Mami (le sonrió divertido arremedando a su hermano) ¿Uto chopesa?
E: Mucho mis amores (les sonrió conmovida y los abrazo dándole un beso) Pero no me
han dicho a que se debe la sorpresa
Osman: Que te lo diga Pavis
E: ¿Y por qué no me lo dices tú?
Osman: Porque después mi hermanito solo repite lo que digo y eso no me gusta
Pablo: No uta (movió la cabeza y soltó la carcajada)
M: ¡Eres un pillo!
Osman: ¡Ves mami (se cruzó de brazos molesto) siempre repito lo que digo!
E: A ver Osman. Pablo no es que repita lo que tú dices para molestarte cariño es solo
que el está pequeño y al ser tu su hermano mayor él quiere ser como tú
Osman: ¿De verdad?
E: ¡De verdad cariño!
Osman: Bueno si es así (levantó los hombros gustoso) ya no me va a molestar cuando
repita lo que digo
E: ¿Entonces ahora si me dirás a que se debe la sorpresa?
Osman: Fue idea de mi mama (soltó como si nada) ¡Por que eres la mamita más buena
y hermosa del mundo!
Pablo: Ena y mocha
E: Vaya pues sí me han sorprendido
M: Me alegra mucho saberlo
Osman: Mama También a ti te podemos sorprender (dirigiéndose a Maca y viendo de
reojo a Esther) ¿Verdad mami?
M: ¿En serio?
Osman: Sí (sonrió ilusionado) Ya verás lo que te tenemos mi mami y yo
M: ¡A sí! (levantó las cejas y vio de reojo a Esther la cual no entendía nada) ¿Y que es
eso que me tienen prepara tu mami y tú?
Osman: Ahorita vengo
Ante el asombro de las dos mujeres Osman salió corriendo del cuarto mientras Esther lo
veía irse sin seguir comprendiendo a que se refería su hijo mientras Maca se quedó a la
espesativa con una media sonrisa en los labios esperando a que Osman regresara y le
mostrara su sorpresa
Alcatraces blancos
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Cuando Osman regreso a la habitación de sus madres traía un sobre azul escondido atrás
de su espalda. Esther al vérselo de inmediato se dio cuenta de que se trataba e
inconscientemente el cuerpo se le tensó y el semblante de su rostro empalideció. Como
a manera de autoprotección con suma agilidad y rapidez se levantó de la cama y se alejó
un poco de ellos dejando a Maca totalmente desconcertada por su reacción
Sin darse cuenta de la situación en la que estaba su madre Osman con toda la ilusión
reflejada en su rostro y una sonrisa de expectación por la reacción que pudiera tener
Maca le dio el sobre emocionado
Osman: Toma mama (levantó las cejas) Nos la regalo Hugo para ti
M: Gracias
Maca tomó el sobre y volteó a ver a Esther la cual seguía con el rostro pálido en espera
de lo que fuera pasar. Un tanto dubitativa por toda la expectación desatada Maca abrió
con cuidado el sobre sacando un par de fotografías donde se podía ver un hermoso
amanecer sobre las montanas con Esther y Osman vestidos de blancos, con los pies
descalzos, el pelo alborotado y mojado mirándose con devoción y amor a la vez que
ambos proyectaban una hermosa sonrisa que bien podría estremecer a cualquiera como
en esos momentos la estremecía a ella
Osman: Mama ¿te gustó?
Por unos cuantos segundos Maca fue incapaz de articular palabra alguna, su mente, su
cuerpo, sus sentimientos inmediatamente empezaron a librar una batalla desesperada y
despiadada por ganarle la batalla al monstruo de los celos. El rostro se le enrojeció a la
vez que la respiración empezaba alterársele fuertemente
Volteo a ver a Esther a la cual los ojos le brillaban de angustia, las manos le sudaban y
su cuerpo involuntariamente le empezó a temblar producto de repentino miedo que
empezaba a sentir
La reacción que Maca vio en su mujer no le gustó nada y se sintió desfallecer los ojos se
le llenaron de lágrimas, con fuerza apretó los puños de las manos hasta que se hizo
daño. Esther entrecerró los ojos esperando lo peor
Osman: Mama, mama (la jalaba de la blusa para llamar su atención, Maca lo miró)
¿Qué si te gusto?
M: Me encantó (dijo con sinceridad absoluta a punto de llorar) Son muy hermosas (su
hijo sonrió y se abrazó a su piernas emocionado) Los dos salieron muy bien
Osman: Que bueno que te gustaron
M: ¿Sabes que vamos hacer? (se inclinó poniéndose a la altura de su hijo) Después de
que terminemos de desayunar vamos ir a buscar a Hugo a su estudio y le damos las
gracias
Maca estaba resuelta a ganarle la batalla a los celos así que haciendo acopio de todas sus
fuerzas se obligó a sonreír, volteó a ver a Esther y se dirigió expresamente a ella
Alcatraces blancos
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M: Y le vamos a pedir que nos haga una ampliación y nos la enmarque. Después
regresaremos a casa y la vamos a colgar en la pared principal del despacho. ¿Qué te
parece?
Esther abrió y cerró la boca anonadada para decir verdad ella esperaba cualquier cosa
por parte de Maca menos una proposición de esa. Así que sin poderse creer lo que
escuchaba y sin lograr entender su actitud se quedó como estática mirándola sin poder
reaccionar. El rostro de Maca se mostraba más relajado y no dejaba tampoco de verla
esperando una respuesta
M: ¿Esther?
E: Me... me encanta la idea
M: No te oigo muy convencida
E: Maca es que no sé (levantaba las cejas sintiendo un poco más relajada) No me lo
esperaba. Me has tomado por sorpresa
M: ¡A sí! (medio sonrió mostrándose incrédula) ¿Y eso?
E: Porque tú no eres así Maca
M: Pues ya ves se puede intentar cambiar ¿no?
E: Humm
M: ¡No me crees! (acomodando la charola para disponerse a desayunar y la miró
directamente a los ojos) Ya verás tú como sí se puede lograr cambiar
E: Se te va hacer tarde para irte a trabajar
M: Me tomaré la mañana libre (levantó los hombros como si nada dejando a Esther a un
más asombra) Quiero pasarla con ustedes tranquilamente
E: Ahhhhh
Desayunaron sin prisa en un ambiente lleno de armonía, logrando hacer de ese desayuno
en la cama un momento único placentero y divertido. Como Maca les había dicho
fueron después a buscar a Hugo pero no lo encontraron por lo que lo dejaron para
después. El resto de la mañana Maca se mostró sonriente, alegre complaciente y
divertida. Se la pasó pendiente de hasta el más mínimo detalle de lo que querían o
desearan sus hijos y Esther. Y a esta no dejaba de sorprenderla con tantas atenciones y
no era que no las tuviera antes con ella. Era simplemente que Maca estaba muy
desmedida y desbordada mostrándose sin tapujos tal como era ella. Sin miedos, sin
reservas ante el fantasma voraz y despiadado de los celos
Estaban los cuatro entretenidos en la estancia de principal de la casa armando un
rompecabezas cuando Esther fue consciente de la hora
E: Maca (llamando su atención) ¿ya viste las horas que es?
M: No (negó con la cabeza y miró al reloj) Por dios se me paso al mañana volando (se
llevó la mano a la frente) ¡Es tardísimo!
E: Sí (sonrió afirmando) un poco
M: Me tengo que ir pero ya
E: ¡Estoy de acuerdo!
M: Pero no puedo marcharme si antes no te doy algo
E: ¿Un beso?
M: No (sonrió sintiéndose gustosa por el beso pedido) El beso es un hecho (enseguida
se acercó y la beso) Ven acompáñame al despacho (la tomó del la mano llevándosela)
¡Es una sorpresa!
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E: ¡Otra!
M: Sí es otra sorpresa (se mordió el labio) De las muchas más que de hoy en adelante
vas a tener
Sin hacerla esperar mucho se dirigió al escritorio abrió un cajón y sacó un folder
amarillo. Esther la miraba a la expectativa
M: ¡Esto es tuyo! (se lo extendió) pero antes de que lo abras y veas su contenido quiero
decirte que te amo. Y sea cual sea tu decisión yo la respetaré y te apoyaré
Esther tomó el folder lo abrió y sus ojos se abrieron al máximo al ver el contrato de la
campaña de vinos de Jerónimo
E: ¿Y esto?
M: Es para que lo firmes (la miró fijamente) ¡Si tú quieres claro!
E: Maca después de todo lo que pasó y me dijiste a raíz de este contrato francamente
creo que...
M: Piénsatelo Esther (la interrumpió con toda calma tomándola de la mano) piénsatelo.
(tragó saliva haciendo un esfuerzo por controlar su egoísmo) Independientemente de
todo lo que pienso respecto al mundo del modelaje y de lo mal que me he comportado
contigo (le sonrió) Sinceramente creo que nadie lo hará mejor que tú... Eres muy
hermosa y tienes todo para hacerlo
E: ¡Maca!
M: Te lo estoy diciendo en serio (tragó saliva) Y no sabes el esfuerzo que estoy
haciendo por no salir corriendo de aquí
E: ¡Estás loca!
M: Mucho. Pero solo por ti (murmuró y le acarició la mejilla) Tu eres lo más
importante en este mundo para mí y espero que no haya sido demasiado tarde haberme
dado cuenta que si tú eres feliz yo también lo seré
E: Me estás sorprendiendo tanto. ¡Que no sé ni qué decirte!
M: Que lo vas a pensar y que harás lo que realmente quieres hacer
E: Bien (suspiró levemente) ¡Me lo pensaré!
M: Otra cosa Esther por que sé que de alguna manera te vas a llagar a enterar y no
quiero malos entendidos por el contrato
E: ¿Qué pasa con el contrato?
M: Discutí fuertemente con Jero porque yo no estaba de acuerdo en que tú lo firmaras.
(hizo una pausa meditando) No quería que tú lo firmaras por lo que Jero me amenazó
con llevarse todas sus cuentas de la empresa y retirar su capital si tú no eras la modelo
para su campaña. Yo me violenté y lo ofendí diciéndole muchas cosas que a Jero no le
quedó más opción que abofetearme y aun así él se mantuvo en su postura (tragó saliva y
volteó a mirarla fijamente sin darle opción a reaccionar) pero quiero que sepas y
entiendas que mi decisión a que firmes el contrato no tiene nada que ver con las
amenazas de Jero me hizo ya que yo hasta el último momento estaba dispuesta a irme a
la ruina antes de que tú lo firmaras
Se hizo un pesado silencio donde ambas se veían a los ojos. Maca con la angustia
reflejada en ellos y Esther con la zozobra del momento su rostro estaba blanco de la
impresión y su mente trabajara rápidamente tratando de comprender y asimilar lo que su
mujer le acaba de decir
Alcatraces blancos
107
E: Lo sé porque te conozco (finalmente suspiró profundamente moviendo la cabeza)
que no me sorprende que estuvieras dispuesta a irte a la ruina... Lo que realmente me
sorprende es que te atrevas a confesarme lo sucedido con Jero. ¿Qué va a pasar si no
firmó?
M: Nada (levantó los hombros) Ya buscaré otro empleo... Tal vez sea el momento de
dedicarme al mundo de los vinos
E: ¿Dejarías la publicidad por mí?
M: Tú dejaste la fotografía (le sonrió) No veo el por qué yo no pueda sobrevir sin la
publicidad
E: ¿Por qué hasta ahora haces todo esto?
M: Porque te amo y no quiero perderte Esther... Ayer cuando firmaste el contrato de
divorcio sentí que el mundo se me venía encima y me di cuentas de muchas cosas (los
ojos se le llenaron de lágrimas) Entre ellas que estaba siendo muy injusta, egoísta y
cruel contigo sin que te lo merezcas (bajó la mirada) Yo no tengo realmente una
justificación valida de compórtame de la manera en que lo hago y mucho menos de
tratarte como lo hago escudada por los celos (las lágrimas empezaron a rodarle
libremente por las mejillas) Yo sinceramente lo siento mucho y de ahora en adelante
estoy dispuesta a demostrarte que tú y nuestros hijos son lo más importante y valioso
que tengo en esta vida... Sin ustedes no soy nada
E: ¡Maca! (se abrazó a ella emocionada y conmovida) Te amo tanto
M: Yo también Esther (abrazándola con fuerza) que solo le pido a la vida la
oportunidad de demostrarte que puedo cambiar y a ti que me dejes amarte una vez más
Dos semanas después entre gente corriendo de un lado a otro, luces y reflectores
colocados magistralmente y ante el asombro e incredulidad de todos la que la conocían
Maca levantó frente a la cámara una doble plancha de madera negra y acrílico blanco
provista de una bisagra con varios datos. Con una pequeña sonrisa en los labios cerró la
claqueta dando así inicio a las primeras tomas del comercial para la campana
publicitaria de los vinos de mesa Wilson
Jero: Lo veo y aun no me lo puedo creer (los ojos le brillaban de emoción) pellízcame
Alejandro
Alex: Jero no seas exagerado
Jero: ¿Exagerado has dicho? (levantó las cejas con asombro) Si estas dos últimas
semanas tú has visto lo mismo que yo. ¡Maca está irreconocible!
Alex: Sí Jero (sonreía divertido) Y ya era hora ¿No? Esther no merecía todo lo que
sucedía
Jero: Lo sé Alex (suspiró profundamente) lo único que espero es que este cambio en mi
hermana sea real y que esta vez no lo eche a perder
Alex: ¡Ya verás que no! (lo miró con seriedad) Maca ha aprendido la lección y para
decir verdad a mi también me tiene muy sorprendido su cambio
Jero: Quien no lo iba a decir Alex (levantó las cejas incrédulo) que sería la misma
Maca en persona la encargada de traer a Esther al plató y dar el pizzarrazo inicial a mi
campaña publicitaria cuando se oponía rotundamente y juraba que primero muerta que
aceptar que Esther fuera la modelo
Alex: Déjate de eso Jero (mordiéndose el labio y mirando discretamente a Maca) Si dos
semanas antes alguien me hubiera dicho que la misma Maca estuvo dando ideas y
haciendo aportaciones para el portafolio fotográfico de Esther... Me da el infarto y me
muero dos veces en el mismo lugar
Alcatraces blancos
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Jero: Humm (riéndose abiertamente) ¿Y tu eres el que dice que yo soy un exagerado?
¡Ya te vale!
-: Vaya par están hechos los dos... (levantó las cejas) para comadres no les gana nadie
¡eh! (riéndose) Pero ya que estamos poniéndonos al día... (acercándose a ellos y
murmurando en secreto) Infarto fue el que me dio a mi cuando tu hermanita se presentó
en mi estudio y me pidió amablemente que fuera yo el encargado de hacerle el
portafolio fotográfico a Esther
Jero: ¿En serio Hugo? (tenía la boca abierta. Hugo asistió con la cabeza) Y yo que
pensé que tu aportación a mi campaña era solo porque Silvia es la representante oficial
de Esther y al ser tú el fotógrafo exclusivo de sus proyectos no le quedó otra a Maca que
aceptar que metieras tus narices (río llamando la atención de algunos presentes) perdón
tu cámara en mi campaña
Hugo: Ya te digo Jero (levantó los hombros sin dejar de reír) ¿Y a que no sabes quién
le recomendó a Silvia?
Jero: ¡Tu!
Hugo: Umjum
Alex: No tan de prisa Hugo (le palmeó el hombro) El que Silvia se convirtiera en
representante de Esther también fue iniciativa de Maca (los miró a los dos dando más
énfasis a sus palabras) Cuando Maca fue a verte a tu estudio ella ya había hablado con
Silvia y sabía que tú eras su fotógrafo y como no quería que te negaras fue ella misma a
pedirte el favor
Hugo: ¿En serio?
Alex: Te lo digo de buena fuente y de primera mano (se rió por el desconcierto de
Hugo) ¡Ya que yo la acompañé hablar con Silvia!
Hugo: ¡Pobre Maca! (movió la cabeza pensativo y miro disimuladamente a Maca) ¡Las
que debió pasar!
Alex: Uyyyyyyyy (levantó las cejas divertido) ¡Si te contara!
Jero y Hugo: ¡Cuenta! (los tres hombres se vieron entre ellos si poder aguantar la risa
por el asombro) ¡cuenta!
Alex: Verás (miró con disimulo a Maca) cuando llegamos a hablar con Silvia su
angustia era evidente las tripas le chillaban fuertemente y todo el camino iba rete y rete
decía que Silvia era muy guapa y que lo que menos le apetecía era darle tentaciones a
Esther dos veces se regreso al carro diciendo barbaridad y media antes de animarse a ir
hablar con ella (miró divertido a Hugo) Pero cuando llegamos a tu estudio fue lo mejor
Hugo: ¡No inventes!
Alex: Allá tú si no crees
Jero: Déjese de tonterías y sigue contando Alex
Alex: ¿Quién te viera Jero?
Hugo: ¡Ya sigue contando!
Alex: Hummm (levanó la cabeza con disimulo para asegurarse que nadie más los oyera)
Maca me decía... ¡Alejandro no puedo... No puedo! ¡Es como si la pusiera a ese tío en
charola de oro a mi mujer! Finalmente se tranquilizó un poco y fue hablar contigo...
Solo tú sabes lo que pasó en esa conversación lo único que yo puedo atestiguar fue que
Maca salió disparada y subió al carro echa una furia no pudo más con sus nervios y
explotó se abrazó a mi hundiendo su rostro en mi pecho para ahogar sus gritos y evitar
la escucharan lloran... ¡Se jalaba los pelos! ¡Sudaba copiosamente y hasta le temblaba el
cuerpo! (viéndolos fijamente) La verdad es que nunca la había visto de esa manera y
algo muy fuerte debió pasar entre ellas para que Maca reaccionara y empezara a
cambiar su actitud
Alcatraces blancos
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-: No lo puedo creer (movía la cabeza incrédula) ¿Y luego dicen que las mujeres somos
las chismosas?
Jero: ¡Bueno Silvia! (levantó las hombros, el rostro se le enrojeció por la pena) ¿Qué
quieres que hagamos? No todos los días se sabe algo como esto
Silvia: ¡Ya les vale a los tres!
Jero: Silvia (mirándola con picardía) ¿Y tú no sabes nada?
Silvia: ¡Perdón!
Hugo: Lo que quiere decir Jero es que si Esther no te ha contado nada
Silvia: ¿Y por que tenía que contarme algo a mi Esther?
Alex: Por que últimamente (sonrió con complicidad) ustedes dos pasan mucho tiempo
juntas
Silvia: Eso es verdad Alex (los miró con seriedad) pero Maca siempre está cerca y
nunca nos deja solas
Jero: ¿Entonces no te ha contado nada?
Silvia: No Jero Esther no me ha contado nada (señalándolos con el dedo advirtiéndoles)
Y en el caso que así fuera ya mero se los iba a contar a ustedes
Hugo: ¿Qué poco aguantas Silvia?
Silvia: Deja de decir tonterías Hugo (sonriendo divertida) y ponte a trabajar. Porque si
no te has dado cuenta ya terminó la filmación y Esther espera para la sección de fotos.
(volteando ver a Jero y Alex) Y ustedes dos vayan a seguir chismeando en otro lado que
Maca ya mira mucho hacia acá y los puede pillar
Tres semanas después que Maca había dado el pizzarro inicial para la filmación de la
campaña publicitaria de los vinos de mesa Wilson esta llegó a su feliz término
Toda la gente que participó en la realización de dicha campaña se mostraba contenta y
satisfecha con los resultados los cuales no se hicieron esperar. Desde el primer día que
salió al aire uno de los primeros comerciales mucha gente empezó a preguntar por el
vino y por la modelo
M: Cariño el teléfono no para de sonar. De cada tres llamadas que recibe la agencia una
es para preguntar por el vino y las otras dos por ti
E: ¿De verdad? (sus ojos se abrieron ligeramente por la sorpresa y sus labios esbozaron
una dulce sonrisa de satisfacción) ¿Y la agencia que les dice?
M: Que los vinos los pueden adquirir en alguna de las bodegas Wilson que se pongan
en contacto con ellos (sonrió levemente) que nosotros solo vendemos publicidad y no
vinos
E: Ahhh (se mordió el labio con picardía) ¿Y de mi Maca? ¿Qué les dicen de mí?
M: ¡Eso es más sencillo! (se acercó hasta ella y la tomó con posesión por la cintura) Se
les dice que eres solamente mía y que no tienen nada que hacer al respeto
E: ¿Eso les dicen?
M: Cuando pillo yo la llamada (asistió con la cabeza) ¡Eso les digo! (levantó los
hombros sin dejarla de verla) ¡Cuando no!... Se les dice que se pongan en contacto con
tu representante
E: ¡Con Silvia!
M: ¡Claro! ¿Quién más? (la miró dubitativa) Hasta donde sé te sigue representando a ti
y a Osman ¿No?
E: Sí (sonrió ampliamente) Y ya que hablamos de Silvia fíjate que me llamó esta
mañana y tiene una muy buena oferta de trabajo para mí
Alcatraces blancos
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M: ¡Ah sí!
Maca sintió que le habían echado un balde de agua fría en pleno rostro. El cuerpo se le
tenso, las manos le temblaron y tuvo que hacer realmente un verdadero esfuerzo por
obligarse a medio sonreír
M: ¿Y de que se trata la oferta?
E: Se trata de una serie de fotografías para una revista de lencería fina
M: ¿Qué? (la media sonrisa que tenía en el acto se le congeló y los ojos se le abrieron al
máximo que tal parecía que en cualquier momento se le salían de sus órbitas) ¡Esther
no!
Maca la soltó de inmediato bajo la mirada y se fue a recargar ligeramente sobre su
escritorio para retirarse de ella. El pulso se aceleraba y podía sentir claramente como se
le crispaban los bellos del cuerpo mientras las venas del cuello y la frente se le
resaltaban. Esther dio dos pasos hacia atrás sin dejar de observar la reacción de su
esposa
Maca tenía el rostro tenso y rojo. A simple vista se podía apreciar que luchaba con todas
sus fuerzas y por todos los medios mantener la compostura y la calma para ganarle la
batalla a los celos hasta que llegó el momento que no pudo más y se echó a llorar como
desesperada
E: Maca (se le acercó asustada de verla en esas condiciones) cariño por favor
M: Vete Esther (murmuraba entre sollozos) Después te busco y hablamos
E: No Maca (la abrazó con fuerza) No te voy a dejar así (le acarició la mejilla) Mira ve
y enciérrate en el baño grita y patalea hasta que te desahogues
M: ¿Qué has dicho? (la miró un tanto incrédula)
E: ¿Pensabas que no lo sabía?
M: Por favor Esther vete ahora que estamos a tiempo (se limpió las lágrimas con rabia)
¿Que no ves que ya no puedo más?
E: ¡Cariño! (la abrazó con mayor fuerza) No es verdad lo de la revista... Yo solo quería
saber hasta dónde eras capaz de llegar por dominar tus celos
M: ¡Vete Esther! (se separó con firmeza de ella sintiéndose herida y más molesta) ¡Yo
no soy el ratón de laboratorio de nadie (la miró fijamente y le repitió categóricamente)
de nadie ¿Me oyes?
E: Maca escúchame por favor
M: No Esther ¡Vete ya! (se dirigió a la puerta y se la abrió) no quiero verte ni
escucharte en estos momentos ¿Lo puedes entender?
E: Lo siento mucho Maca (los ojos se le humedecieron) No fue mi intención hacerte
sentir así
M: ¿Ah no?
E: No Maca no (la miró con suplica en los ojos) Solo quise gastarte una pequeña broma
(bajó la mirada y murmuró con profunda tristeza) Pero ya ves me salió mal. Y lo único
que puedo hacer al respecto es pedirte que me perdones
Maca cerró con fuerza la puerta apretó las mandíbulas, entrecerró los ojos, sacó aire y
con aparente calma se dirigió a su escritorio sentándose sobre él
Alcatraces blancos
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M: Tú no tienes ni la puta idea de todo lo que he tenido que hacer y pasar por darte
gusto en todo, por complacerte (moviendo con pesadez la cabeza) por demostrarte que
puedo cambiar y que nuestra vida matrimonial puede ser mucho mejor. ¡No tienes idea
de nada Esther!
E: ¡Sí la tengo Maca! (buscándole la mirada suspiró con fuerza y sin que sonara a
reproche) por años yo hice lo mismo por mantener a flote esta relación. Esperé
pacientemente un cambio, soporté imposiciones y hasta humillaciones. Y todo porque te
amaba (pasó saliva con dificultad) porque te sigo amando Maca
M: Esther (se levantó de su lugar y corrió abrazarla) Perdóname tu a mi cariño yo no he
sido la mejor esposa del mundo pero intento cambiar
E: Lo sé Maca (abrazándose a ella y dándole un beso) y valoro mucho tu esfuerzo y
aunque lo de la revista de lencería no sea cierto, (la miró detenidamente) la propuesta de
trabajo que me hizo Silvia esta mañana sí lo es
M: Era de esperarse (dijo con mayor tranquilidad) después del revuelo que has armado
con la publicidad de la campaña de los vinos ¿Qué querías? (le sonrió orgullosa) La
gente se muere por saber de ti y comprar lo que puedas anunciar
E: ¿Y a ti eso te da mucho gusto?
M: La verdad es que sí (la besó repetidas veces) aunque he de confesarte que tanta
admiración masculina me descoloca
E: ¿Solo masculina?
M: Ummm (levantó las cejas y le mostró su mano temblorosa) prefiero no hablar de eso
que francamente me pongo de los nervios
E: ¡A mí me encanta verte toda nerviosa!
M: Mira que eres mala
E: Un poco sí que lo soy (le acarició la mejilla y la mió con profundo amor) pero no
tienen nada de qué preocuparte ¡eh! (le sonrió con toda dulzura) porque tú tienes toda la
razón cuando te llaman preguntando por mi y les dices que soy solo para ti y no tienen
nada que hacer al respeto
M: De eso (levantó las cejas gustosa) estoy segura
E: Además Maca (se mordió el labio inferior) rechace la oferta que me hizo Silvia
M: ¿Y eso por qué?
E: Porque tendría que viajar a México (levantó las cejas) y yo no estoy dispuesta a
separarme ni dos kilómetros de distancia de mi familia por muy jugoso que sea el
contrato... Así que le dije que cuando tuviera una oferta de acuerdo a mis intereses
familiares se comunicara conmigo
M: ¿De verdad?
E: De verdad cariño (le acarició la mejilla) Tú y mis hijos son mi prioridad en esta vida
y por nada del mundo lo voy a cambiar
M: Mi amor (sintió un profundo aliento en la boca del estómago) te amo tanto Esther
Maca se le acercó y la empezó a besar lentamente quería demostrarle sin prisa, sin
tapujos a través de ese beso lo feliz que se sentía y la seguridad que su alma empezaba a
experimentar sin reservas
E: Maca (suspiraba de manera involuntaria) también quiero decirte que si te parece bien
y estás de acuerdo me gustaría que empezáramos a buscar a la niña
M: ¿Qué? (abrió los ojos y esbozó una enorme sonrisa) ¿Estás segura?
E: Sí (sonriéndole feliz) sí lo estoy
M: Esther (la levantó en vilo y empezó a dar de vueltas con ella entre sus brazos) me
haces mucho pero mucho muy feliz mi amor
Alcatraces blancos
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E: Maca me vas a tirar
Esther se aferraba a sus hombros Maca paró un momento sin bajarla el corazón les
empezó a palpitar fuertemente, los ojos les brillaban con intensidad y sus rostros no
podía ocultar la ilusión que tenían en esos momentos
E: ¡Sabes que estás loca!
M: Por ti (le susurró tiernamente al oído) solo por ti mi amor
Ambas se quedaron mirándose a los ojos en silencio y el tiempo parecía haber detenido
su marcha para hacerlas consientes que en esos momentos solo existían ellas dos
E: Maca (murmuró débilmente rompiendo el silencio) Te quiero
M: Esther (suspiró profundamente le tomó la mano y se la llevó a su corazón para que
se lo sintiera) Solo late así por ti
E: Hummm (entrecerrando los ojos) ¡cierra la puerta!
Maca sonrió levemente y sin perder tiempo se dirigió con ella en brazos a poner el
seguro a la puerta de su oficina después se fue hasta el cómodo sofá de piel y con mucha
delicadeza la recostó sobre él para inmediatamente recostarse encima de Esther
Amabas no dejaban ni por un momento de mirarse y lentamente buscaron sus bocas
para fundirse en una caricia tierna delicada sin prisa deseosa de sentirse y probarse. El
beso a cada segundo crecía de intensidad y con él las ganas de tocarse. Mutuamente
entre besos y pequeños suspiros se fueron desvistiendo hasta que quedaron
completamente desnudas
M: Te he echado mucho de menos todas estas semanas (tenía la voz ronca y la
respiración se le empezaba a entrecortar) Mi cuerpo mi alma mi corazón necesita
sentirse dentro de ti
El cuerpo le temblaba por la pasión contenida y entrecerraba los ojos desbordada a la
vez que intentando calmar sus profundas ganas para no apresurarse y tirarse a devorarla
M: Cada noche que pasaba sentía morir sin poder tocarte y poder probarte (pasó con
dificultada saliva) Llegué a pensar que nunca más me permitirías dejarte hacer el amor
E: Siento haberte hecho esperar tanto mi amor (la besaba sin reserva dejándole saber la
pasión que también su cuerpo emanaba) para mí tampoco fue fácil esperar también
necesitaba y deseaba sentirte dentro de mi (hizo una pequeña pausa y la miró fijamente)
Es solo que yo no podía (suspiró con fuerza y sus ojos se le humedecieron) No me
sentía lista quería estar segura que tu cambio era real y no tan solo un destello
M: Mi amor (la abrazó con fuerza) te deseo tanto que ya no puedo esperar un segundo
más me muero por sentirte y volver a tener tus mieles entre mis labios
E: Maca (involuntariamente el cuerpo se le arqueó) y yo me muero por volver a ser
tuya... Solamente tuya
Maca no se hizo esperar e inmediatamente se apoderó de sus labios y su lengua empezó
a recorrer con frenesí cada rincón de su boca mientras sus manos se deslizaban por todo
el cuerpo de su amada con movimientos firmes y circulares hasta que se posó en sus
sentaderas y la jaló con fuerza hacia ella logrando unir sus centros
Alcatraces blancos
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E: Aghhhhh (gimió con fuerza sentirla) Maca
A Maca le brillaron los ojos de deseo y se detuvo un momento a sentir la calidez de la
humedad que empezaba a emerger de su mujer y se mezclaba con la suya. Esther
empezó a removerse dejándole en claro lo que quería empezar a sentir
M: Te quiero (con la voz entrecortada por pasión y el delirio) te quiero
Esther llevó de inmediato sus manos hasta los senos de Maca y se los empezó a moldear
acariciándoselos, apretándoselos a la vez que le jalaba con delicadeza las tetillas de los
pezones mientras su boca buscaba con ansias desesperadas besarle el cuello
E: Maca, Maca (repetía una y otra vez llena de pasión) Te amo
M: Sí mi amor sí
Maca entrecerró los ojos y gimió con fuerza al sentir como Esther con pasión absoluta
se apoderaba de uno de sus senos con la boca y se lo mordisqueaba y chupaba con
fuerza a la vez
Con los ojos brillosos por el inmenso deseo que la invadía Maca no pudo esperarse más
y con firmeza adentró sus dedos hasta lo más profundo de la estrecha cavidad humedad
y caliente de su mujer la cual al sentirla abrió más las piernas facilitándole la labor a la
vez que arqueaba su cuerpo removiéndose con desesperación mientras Maca empezaba
a salir y entrar vigorosamente en su interior a un ritmo frenético
Los gemidos y las palpitaciones de ambas empezaron a ser más fuertes e intensas el
cuerpo les sudaba mientras los músculos buscaban relajarse. Esther elevó sus caderas
buscando llegar a su satisfacción pero Maca no la dejó y salió con dulzura de ella
E: No pares Maca (la venas le resaltaban en el cuello) no pares por favor
M: No pienso para cariño
Maca le sonrió y rápidamente hizo que Esther se girara en si para acomodarla y abrirla
de tal forma que le permitía con facilidad disgustar y mamar con fuerza y rapidez su
clítoris hinchado a la vez que su lengua entraba y salía de ella con movimientos rígidos,
circulares y profundos que llagaban a llenarla por completo
Esther lanzó un grito y se aferró al sillón cuando Maca usando su propio líquido que
emergía de su interior le humedeció el ano y con precisión la penetro con dos dedos
sincronizando a la perfección el ritmo de su lengua y sus dedos
Entraba y salía de las dos cavidades de Esther al mismo tiempo con un ritmo fuerte y
vertiginoso que el orgasmo de su mujer no se hizo esperar más. Y explotó con fuerza
con Maca adentro
Maca pudo sentir perfectamente como los músculos de su mujer se tensaban y
palpitaban con fuerza apretándole la lengua y los dedos para inmediatamente dejarla
sentir como Esther la bañaba expulsando una cantidad variable y abundante de fluido
lechoso durante el orgasmo
Alcatraces blancos
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E: Maca (los ojos literalmente se le volteaban y el cuerpo le temblaba) Oh Maca
Maca con cuidado se retiró para alcanzar a recrearse con la primera eyaculación de su
mujer
M: Por Dios Esther (murmuraba con la voz llena de excitación) eres fantástica... Te
quiero mi amor te quiero
Esther era presa de diversas e intensas sensaciones que se levantó y empezó a dar
pequeños saltitos en un mismo lugar dejando totalmente expuesto su aun hinchado sexo
cosa que a Maca lo sobre excitó y sin perder tiempo la tomó por la cintura la inclinó un
poco y se pegó a ella intentando acoplar sus sexos
E: Humm Maca (sudaba copiosamente) Me vas a matar
Esther se quiso retirar y Maca la sujetó con mayor fuerza a la vez que la jalaba hacia
ella logrando por fin encajársele a la perfeción
Esther volvió a lanzar un fuerte gemido y Maca empezó a mover rápidamente la cintura
hacia arriba y abajo resbalando frenéticamente en ella y haciéndola tener otro orgasmo
A Esther se le nubló la vista y un fuerte espasmo la sacudió. Las piernas le temblaban y
la sangre se le galopaba en su interior. Aun así se dio la vuelta y reuniendo las pocas
fuerzas que le quedaban se agachó y empezó a mamar el interior de su mujer
La chupaba y lambía al mismo tiempo que introducía sus dedos con movimientos
accedentes y descendentes cuando se dio cuenta que Maca estaba a punto de llegar la
penetró con mayor fuerza y se quedó un momento ahí mientras Maca se removía con
fuerza liberando sus emociones
Los ojos les brillaban, el cuerpo le temblaban y el corazón no dejaba de palpítales. Aun
con las sensaciones desatadas ambas se fundieron en un largo abrazo a la vez que unían
sus bocas besándose con calma disfrutando del momento dado y compartido
haciéndolas sentir llenas y que su amor era fuerte e indestructible
El tiempo seguía su curso y con él la vida también. A medida que los meses iban
pasando el cambio de Maca era más que notorio y evidente que hasta la misma Esther
no dejaba de sorprenderse por la actitud y la disposición que Maca mostraba en todo.
Cosa que Esther valoraba sobremanera y por ello día a día la alentaba con amor y
paciencia a que siguiera con sus terapias
Por fin después de casi cuatro meses de constantes sesiones Maca se sentía liberada y
segura de poder dominar y controlar por completo todas sus inseguridades pasadas y
podía hablar y participar tranquilamente del trabajo de su mujer
Sin embargo pese a todo lo logrado con las terapias había algo que no la dejaba dormir
por completo y hacía que muchas noches despertara angustiada sudando presa de los
Alcatraces blancos
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remordimientos. Los cuales no era otros que el terrible miedo que sentía de que Esther
de alguna manera descubierta o llegara a enterarse de sus correrías pasadas
Y ese miedo se acrecentó aun más especialmente cuando por casualidad al llegar a su
oficina en compañía de Esther escuchó de pasada comentar entre sus empleados que la
semana pasada había visto en el aeropuerto a Karol Toscanni del brazo su nuevo amante
arribar de un vuelo procedente de Chile donde había estado viviendo los últimos meses
Maca al escucharlos comentar de inmediato sintió como el cuerpo se le tensaba
haciéndola que ligeramente detuviera su marcha a la vez que sentía como toda la sangre
se le venía a la cabeza por el miedo a que comentaran algo que la pudiera comprometer
o delatar delante de Esther y antes de que esta se percatara de su perturbación logró
reaccionar con rapidez alterando sus sentidos y con disimulo se obligó a continuar a
paso firme su camino hasta llegar a su despacho
E: ¡Maca tus empleados (entrando con ella a su oficina) son muy cotillas!
M: ¡A sí! (le sonrió haciéndose la sorprendida) ¿Por qué lo dices?
E: Porque de seguro están destrozando a base de chismes la vida de esa pobre mujer
M: ¿Cuál mujer?
E: La que mencionaron Maca (levantó las cejas) ¿No los oíste?
M: Pues no (se dirigió a su escritorio y para disimular su nerviosismo tomó una de las
revista que le había dejado su secretaria esa mañana) no los oí
E: Menos mal porque pobre mujer la están poniendo como palo de gallinero... ¡Mira
que atreverse a decir que arribó del brazo con su nuevo amante como si le conocieran
toda su vida!
M: Esther tú misma lo dijiste (buscando entre las revistas) ¡Solo son chismes!
E: Sí Maca pero chismes que destrozan sin piedad la vida de las personas implicados en
ellos (levantó los hombros como si nada) A ver Maca ¿Qué pasaría si un día llegas
tranquilamente a trabajar y escuchas que inventan algo semejante de mí?
M: A estas alturas Esther ten por seguro que ni pasaría nada cariño (sin atreverse a
encontrarse directamente con su mirada) con la pasta que he gastado en las terapias para
controlar y dominar mis celos ¡Paso de cotilleos!
Esther sonrió divertida y Maca aprovechó ese momento para sonreír también y intentar
relajarse un poco. Sin embargo sintiendo intrigada por la pregunta de Esther decidió a
indagar al respecto
M: Esther ¿Y qué pasaría si lo inventaran de mí?
E: Nada Maca (le sonrió ampliamente) porque solo sería un chisme mal intencionado y
además yo confió plenamente en ti
M: Pero (buscando su mirada) ¿Y si alguien te asegura que es cierto?
E: Bueno es un comentario muy fuerte pero sin embargo (mostrándose segura de lo que
decía) Yo como santo Tomás (se cruzó de brazos y se apoyo ligeramente sobre el
escritorio) Hasta no ver creer
M: ¿Y si te lo comprobaran?
Esther se incorporó un poco a la vez que sentía como la sangre se le helaba y el corazón
se le estrujaba de repente amenazándola con dejar de latirle de solo imaginar que Maca
pudiera llegar a serle infiel. Así que sin pensarlo se giró de inmediato hacia ella
Alcatraces blancos
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buscando su mirada, tenía el ceño fruncido y la seriedad se reflejada en su rostro y le
contestó
E: ¡Te mandaba inmediatamente a la mierda!
Maca entrecerró los ojos sobresaltándose a la vez que sentía que un torbellino la sacudía
fuertemente de pies a cabeza para azotarla sin piedad contra el suelo dejándole sin gota
de sangre en el cuerpo
Esther buscaba directamente su mirada y Maca para no delatarse no tuvo más opción
que obligarse a levantar la cabeza y sostenérsela a lo que Esther agregó
E: No sé a que vino todo esto pero si te voy a dejar algo muy claro (caminando hacia
ella) ¡Ni se te ocurra Maca! (suspiró con fuerza para tomar aire) Ni se te ocurra
Maca sin poder articular palabra lentamente bajó la mirada y buscó inconscientemente
algo en que entretenerse. Mientras tanto Esther no dejaba de obsérvala. Se hizo un
pequeño silencio donde Maca se quedó profundamente pensativa hasta que Esther se dio
cuenta que esta ni parpadeaba
E: Maca (le pasaba varias veces la mano por enfrente para llamar su atención) Maca
cariño (logrando finalmente que Maca le prestara algo de atención) ¿Qué pasa?
M: Jummm (por auto reflejo tomó una de las revista y empezó a hojearla rápidamente)
E: ¿Maca estás bien?
M: Ehhh (levantándose de su lugar con la revista en la mano) Sí claro ¿Por qué lo
preguntas?
E: Porque te quedaste callada y ni caso me haces
M: Lo que pasa es que (veía con atención la revista que traía en las manos y de pronto
una amplia sonrisa se dibujaba en sus labios y aprovechó para dar un cambio completo a
la conversación y a la situación) ¡Te vez preciosa en esta portada!
E: ¿Te gusta?
M: Mucho
E: Gracias Maca (acercándose a ella y dándole un ligero beso en los labios) Y es que
oírlo de tu boca me hace sentirme entre nubes
M: No es que te sientas entre nubes Esther
Maca levantó las cejas divertida a la vez que le mostraba la portada de una revista de
aerostática donde Esther aparecía posando dentro en un globo aerostático
M: ¡Es que andas entre las nubes últimamente!
E: ¿Y cómo no voy andar entre nubes cariño? (le sonrió dulcemente) Si a tu lado mi
felicidad es total
M: ¿De verdad (la rodeó con sus brazos) eres feliz?
E: Mucho (le acarició la mejilla) Mucho Maca... Que a veces me da hasta miedo
M: Bueno se supone que en estos momentos yo debería abrazarte muy fuerte y decirte
que no hay nada que temer (levantó los hombros y suspiro con un dejo de tristeza) Pero
con mis antecedentes dudo que me lo creas
E: ¡Maca! (movió ligeramente la cabeza e hizo una pequeña pausa a la vez que la veía
fijamente) ¡Inténtalo!
M: ¿Cómo?
Alcatraces blancos
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E: ¡Que lo intentes cariño! (entrecerró los ojos) me gustaría tanto oírtelo decir
M: Esther (la abrazó con fuerza) te juro que no tienes nada en que temer y que cada día
que pase yo te daré a ti y a mis hijos todo lo mejor de mí
E: Y yo te creo Maca (se apretó aun mas a su abrazo) porque en ello me va la vida
M: Mi Esther
El corazón les empezó a latir de manera fuerte y rápida y el tiempo tal parecía que
detenía su marcha para que en esos momentos sin necesidad de más palabras sus almas
se buscaran y se encontrara con la misma intensidad que lo hicieron sus miradas hasta
que sus labios lentamente se juntaron en un suave y tierno beso que parecía no tener fin
a la vez que sus manos empezaban a tocarse con deseo hasta que sin previo aviso la
puerta de la oficina se abrió interrumpiéndolas haciendo que ambas se giraran al mismo
tiempo sintiéndose incomodas por lo candente de la situación
M y E: ¡Jero!
Jero: Upssss perdón (los olores se le vinieron al rostro y rápidamente se tapó la cara
con varios folders que llevaba en la mano) Lo siento no sabía que... (hizo una pausa y
sacó aire apenado) ¡De verdad lo siento!
M: Todo el que entra aquí Jerónimo toca primero antes de entrar (frunció el ceño a la
vez que se acomodaba rápidamente la ropa) ¡Pero ya veo que a ti nunca te enseñaron a
tocar a la puerta!
E: Maca (abrochándose también a toda prisa la blusa) Tranquila... ¡No pasa nada
cariño!
M: ¿Cómo que no pasa nada Esther? (lanzándole una mirada furiosa a Jero) Un poco
más este imprudente nos pilla haciendo el amor
E: ¡Maca! (le dijo entre dientes) por favor no hagas que me apene más
M: Joder
Jero: Maca de verdad lo siento mucho
M: Ya déjalo ¿Quieres? (dándole la espalda) ¿Y a que has venido?
Jerónimo no le contesto en su lugar sacó aire miró de reojo a Esther y apretó con fuerza
los folders que llevaba en las manos
M: ¡No me vas a contestar!
Maca se giró hacia él aun con el disgusto marcado en su rostro lo que hizo que Jerónimo
frunciera también el ceño disgustado y buscara con rudeza su mirada
La tensión en el ambiente se empezó a sentir lo que hizo que Esther discretamente se
pusiera en medio de los dos
Jero: No hay necesidad que hagas eso Esther (sin dejar de ver a su hermana) que por
mucho que muerda... ¡No le tengo miedo!
M: ¡Serás cabrón! (haciendo con cuidado a Esther a un lado) Después de que entras sin
avisar todavía te haces el ofendido
Jero: Te aseguro Maca que si no fuera tan im...
De pronto Jerónimo calló miró de reojo a Esther se dio la media vuelta e hizo el intento
de marcharse cosa que Maca no le permitió interponiéndosele a su paso
Alcatraces blancos
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M: ¡A no! (levantando las cejas) Ahora me dices a que has venido
Jero: Maca (viendo disimuladamente a Esther y cuidándose de que esta no lo escuchara
le murmuró entre dientes a su hermana) ¡Será mejor que no me hagas hablar delante de
ella!
E: ¿Qué pasa?
M: Nada Esther (suspiró preocupada a ver a Jerónimo tan serio) es solo que se me pasó
la mano con Jero y nece...
E: Necesitas disculparte con él (la interrumpió sonriéndole ampliamente a Jero) y como
todo esto es nuevo para ti (le sobaba el brazo con cariño a Maca) ¡Te sentirás mejor si lo
haces a solas!... ¿Es eso Maca?
M: Sí mi amor (se apresuró a decir sintiéndose un tanto aliviada) es eso
E: No te preocupes (miró su reloj de mano) De cualquier manera yo ya me voy (le dio
un rápido beso en los labios a Maca para despedirse) Tengo una cita con Silvia a las
cinco y si no me doy prisa no llego
M: ¿Con Silvia?
E: Sí amor (le acomodó con cariño un mechón de pelo atrás del oído) recuerdas que
anoche te comente que tenía una oferta para Osman y para nosotras de la revista Madres
e hijos
M: ¡Para nosotras!
E: Ay amor (le apretó un cachete con cariño a la vez que le sonreía con complicidad)
¡Luego dices que soy yo quien se la pasa en las nubes!
M: ¡Esther cariño! (se mordió un labio) que el contrato no dure más de un mes por qué
recuerda que quedamos en...
E: Sí mi amor recuerdo perfectamente lo que te prometí (la interrumpió con un beso en
los labios a la vez que le sonreía gustosa y con la ilusión reflejada en sus ojos) Y no te
preocupes que solo se trata de una portada para su próxima emisión (dirigiéndose a
Jero) ¿Cómo la ves Jero?
Jero: Es un oportunidad magnífica
E: Me refiero a la disposición de tu hermana
Jero: ¡Ah!
Jerónimo sonrió levemente y Maca movió la cabeza sintiéndose un tanto incomoda.
Esther le dio otro beso en la boca a su mujer y después con dos besos se despidió de su
cuñado
E: ¡Aunque no lo creas Jero! (levantaba las cejas) ¡Tu hrmana está irreconocible!
Jero: ¡Eso veo Esther!
E: En fin... ¡Me voy que no llego! (les sonreía divertida y dirigiéndose a ambos) ¡Y no
se vayan a sacar los ojos!... ¡Por favor!
Esther salió de la oficina ante la atenta mirada de ambos. Una vez al verse solos Jero se
dirigió a la puerta y le puso el seguro para inmediatamente girarse e ir directo hacia
Maca la cual ya estaba sentada detrás de su escritorio
M: ¿Qué pasa Jero?
Jero: Lo mismo quiero saber yo Maca (sin rodeos le entregó los folders que llevaba en
la mano) ¿Quieres explicaren qué diablos significa esto?
Maca tomó los fólderes con aparente calma y a medida que los iba revisando sus
sentidos se alteraban y un escalofrió le recorría el cuerpo
Alcatraces blancos
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M: ¿Es una broma verdad?
Jero: A caso me ves cara de estar bromando Maca (la vio directamente encarándola)
¿Qué jodidos estabas pensando Maca cuando invertiste casi todo tu capital en empresas
de dudosa procedencia?
M: Es que yo no he invertido en nada de esto Jero
Jero: ¡Ah No!... ¿Entonces explícame porque mis abogados me despertaron esta
mañana para informarme que tus cuentas y mis cuentas están congeladas por que estás
bajo investigación por lavado de dinero?
M: ¿Qué dices?
Jero: Lo que oyes Maca (apretando la mandíbulas) Lo que oyes estamos sin liquidez
alguna y con las empresas hipotecadas por tus estúpidas inversiones
De la impresión Maca soltó los documentos los cuales cayeron al suelo
desparramándose casi a los pies de su hermano. Jero la veía con enfado y frialdad lo que
hizo que el rostro de Maca se tensara y se tornara blanco a la vez que el cuerpo le
temblaba y la respiración le empezara a faltar producto del desconcierto. Con angustia
Maca buscaba alguna reacción de parte de su hermano que le indicara que lo que la
había dicho no era verdad
M: No puede ser posible Jero
Jero: Lo mismo decía yo (soltó un fuerte golpe sobre el escritorio) Pero esos
documentos son verídicos y lo certifican todo
M: No (se apresuró a levantar los documentos y los revisó una vez más) Esto no es
verdad Jero (lo miró con la angustia reflejada en los ojos) Te juro por Esther y mis hijos
que son lo que más sagrado que tengo que yo no hecho ninguna de las inversiones que
certifican estos documentos
Jero: No jures en vano Maca (le quitó los documentos de las manos) ¡todo es legal!
(restregándoselos con furia en la cara) ¿Cómo pudiste hacernos esto? ¿Por qué Maca?
M: ¡Que yo no h ehecho nada! (afirmó rotundamente a la vez que le hizo a un lado la
mano y le buscaba con ansiedad su mirada) Yo no sé que esté pasando y de que se trate
todo esto pero te aseguro que se trata de un lamentable error y te lo voy a demostrar
Jero: Pues más te vale Maca porque de no ser así (tragó con dificultad saliva) estaremos
en la ruina y tú irremediablemente iras a la cárcel y yo... (sacó aire y su voz reflejo pena
absoluta) no podré hacer nada para ayudarte
M: Jero (entrecerró lo ojos con angustia y tristeza) ¿De verdad me crees capaz de hacer
algo así?... ¿De poner en riesgo el bienestar y la fortuna familiar? ¿De invertir en
empresas que ni conozco y que ni sabía que existían?
Jero: ¡Es que no existen Maca!
M: ¿Qué?
Maca sintió que el mundo se le venía encima todo de pronto le dio vueltas a su
alrededor que tuvo la necesidad de sostenerse del escritorio para no caer. Jerónimo al
darse cuenta de su reacción levantó la cabeza, suspiró con fuerza sintiéndose incapaz de
contestarle nada. Maca se llevó las manos al rostro con evidente desolación y
frustración
M: No (intentando reponerse un poco pasó saliva a la vez que los ojos se le llenaban
con lágrimas) no puede ser posible... Jero yo nunca le haría algo así a ti o a mi familia...
¡Tienes que creerme hermano!
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Jero: ¡Y que me gano con creerte Maca! (levantó los hombros con profundo pesar) si lo
que certifican estos documentos es otra cosa
M: Pero ponte a pensar Jero (tomando nuevamente su lugar detrás de su escritorio)
¡Estas inversiones no tienen sentido ni lógica alguna!
Jero: ¿Entonces Maca?
M: Alguna explicación debe de haber
Jero: La única explicación clara hasta el momento es que estamos sin liquidez y que
nuestras cuentas están congeladas. Y mientras no se aclare todo este asunto (sentándose
frente a ella) Estamos en la ruina total y tú bajo investigación judicial y a punto de ser
detenida en cualquier momento
M: No... Eso no va a pasar (movió la cabeza rotundamente) por que todo esto es un
error (tomó rápidamente el teléfono) ¡Voy a llamar a los abogados!
Jero: Ya lo hice Maca (se levantó de su lugar y su hermana se giró a verle) y no hay
mucho que se pueda hacer (suspiró levemente y empezó a caminar de un lado a otro
sintiéndose un tanto afligido y sin dejar de mostrar su profunda preocupación) Excepto
si podemos demostrar que todos nuestros ingresos son legales
M: ¡Y claro que lo son Jero! (le afirmó rotundamente a la vez que elevaba las cejas y se
levantaba de su lugar) ¡Y lo vamos a comprobar!
Jero: ¿Cómo Maca? (movía la cabeza un tanto escéptico y se volvió a sentar) Si la
mayoría de las inversiones hechas en esos documentos son a empresas fantasmas (hizo
una pequeña pausa sacando aire) ¡No existen Maca!... Y las únicas dos empresas que
están legalmente constituidas y certificadas por hacienda y la cámara de comercio están
ubicadas en Chile y son precisamente sus representantes légales los que promovieron la
investigación a nuestras empresas por enriquecimiento ilícito
M: ¿Has dicho Chile?
Jero: Sí (mirándola un tanto asombrado) ¿Te recuerda algo?
M: Jero (el corazón le empezó a latir fuertemente y se levanto rápidamente de su lugar)
¿Quiénes son las personas que me acusan?
Jero: Darío Guiangino y Gustavo Giuseppe los representantes legales de la corporación
“Aires Imagen“
M: No (abrió desmesuradamente los ojos a la vez que se dejaba caer en un sillón y se
llevaba alarmada la mano a la boca) No puede ser
Jero: ¡Los conoces Maca!
M: Sí (logró pronuncian mientras veía fijamente a su hermano con la incertidumbre
reflejada en su rostro) Uno de ellos era... (suspiró levemente e hizo un pausa mientras
pasaba con dificultad la saliva) era mi asesor financiero el encargado directo de hacer
todos mi movimientos bursátiles en la bolsa de valores pero siempre bajo mi aprobación
y mi autorización
De pronto Maca al recordar algo se quedó callada y el cuerpo se le acalambraba
mientras un sudor frío empezaba a destilársele por cada poro de su cuerpo. Sin perder
tiempo se levantó y corrió hacia uno de los libreros que tenía enfrente hizo a un lado
con desesperación varios libros dejando al descubierto un pequeñito hueco en forma de
cuadro donde tenía en un estuche negro y dentro de el aguardada una llave dorada la
cual toma para enseguida dirigirse a toda prisa hacia uno de los cajones de su escritorio
Jero seguía atentamente sin decir nada cada uno de los movimientos que hacía su
hermana. Mientras esta con cierta presura y angustia abría el cajón en el cual tenía
varios folders con sobres de diferentes tamaños y colores
Alcatraces blancos
121
Con mucho cuidado y a la vez con desesperación revisaba los documentos de cada uno
de los sobres sin lograr encontrar lo que buscaba. El terror y la angustia empezaba a
apoderarse de ella a medida que cada segundo que pasaba. Finalmente después de haber
revisado varias veces los documentos lanzó un grito alarmando a un más a un
desesperado e intranquilo Jeronimo
M: No joder... (con el puño cerrado dio violentamente y con fuerza un golpe sobre el
escritorio) No puede ser... (se llevó las manos a la cabeza) ¡Maldita zorra!
Jero: ¿Qué pasa Maca?
M: Jero (tragó saliva y empezó a respirar con evidente dificultad) me han tendido una
trampa... (Jero se quedó inmóvil en su lugar) Gustavo Giuseppe es el... (hizo una
pequeña pausa) es el hermano de... de
Jero: ¿De quién Maca? (la apresuro)
M: De Karol (logró murmurar apretando los dientes) De Karol Toscanni
Jero: ¡Tu ex amante!
Maca bajó la mirada sintiéndose profundamente avergonzada y Jerónimo se levantó
como resorte de su lugar
Jero: ¡Por Dios Maca! (se pasó la mano por la cabeza) Debí suponerlo... Claro Gustavo
Guiseppe Toscanni el mismo infeliz malnacido que me chantajeó hace tiempo con
dinero para no decirle a Esther que su hermana era tu amante
M: ¡Lo siento Jero!
Jero: ¿Lo sientes?
M: ¡Jero!
Jero: ¿Y quien es el otro tipo?
M: No tengo ni idea (movió la cabeza) Tal vez sea su nuevo amante
Jero: ¿Tal vez?
M: No lo sé... (se tronóo los dedos de las manos con evidente nerviosismo) Lo oí por
casualidad hace un rato de boca de uno de los empleados... Decía que la semana pasada
vio a Karol Toscanni del brazo de su nuevo amante en turno el aeropuerto descender de
un vuelo procedente de Chile
Jero: Joder Maca... en la que te has metido (volteó a verla) ¡En la que nos has metido!
M: ¡Solo son chismes Jero!
Jero: Aunque lo sean... El hecho es (tomando los documentos de las inversiones) ¡Que
esto no lo es!
M: Lo voy arreglar
Jero: ¿Cómo?
M: ¡Voy a buscar a Karol y hablaré con ella!
Jero: ¿Y qué vas a ganar con eso?
M: ¡Saber que pretende exactamente!
Jero: Por dios Maca (movió la cabeza incrédulo) Entérate de una vez... ¡Estamos en la
ruina!
M: ¡Jero lo voy a solucionar! (seguía tronándose los dedos con nerviosismo) Estoy
segura que todo esto es obra de Karol (lo miró fijamente) Está despechada porque... (se
mordió un labio) Por que la dejé y... (Jero levantó las cejas alentándola a seguir) Porque
tú no la quisiste como la modelo de tu campaña publicitaria y ahora que sabe del éxito
de Esther (entrecerró los ojos) ¡No quiero ni pensar!
Jero: ¡Joder Maca!
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M: No sabes la vergüenza que me da decirte todo esto (los ojos se le llenaron de
lágrimas) la última vez que la vi terminé con ella y me dijo que me iba arrepentir...
(levantó los hombros) como no era la primera vez que me lo decía no le di mucha
importancia... Pero ahora sé que no mentía (hizo una pequeña pausa) Jero (liberó algo
de aire) Karol sabía donde aguardaba los documentos importantes y de alguna manera
se apoderó de de una carta poder que Esther me había dado
Jero: Maca (sacó aire y se dejó caer sobre el respaldo de la silla) Te das cuenta que
tenemos que poner sobre aviso a Esther
M: No Jero (entrecerró los ojos) ¡Por favor no!
Jero: ¡No te das cuenta que por hacerte más daño puede involucrarla a ella también!
M: No lo hará (trago saliva) No se lo permitiré
Jero: ¿Y cómo se lo vas impedir?
M: No lo sé Jero (lo miró con seriedad absoluta) Pero te juro que si la involucra... ¡La
mato!
Jero: Tenemos que avisar a Esther
M: No (gritó)
Jero: ¿Por qué no Maca?
M: ¡Esther me dejaría! (la mirada se le entristeció profundamente) me dejaría Jero... Y
yo podría sobrevivir a la cárcel si es preciso pero no al abandono de Esther. ¿A caso no
te das cuenta?
Jero: De cualquier manera Esther se va enterar y será mucho peor si se entera por
alguien más (movió la cabeza al ver la profunda desolación reflejada en los ojos de su
hermana) No es algo que puedas seguir ocultando Maca
M: ¡Tengo miedo Jero! (las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas sin control y
sintiéndose perdida se dejo caer derrumbada en la silla de su escritorio) ¡Mucho miedo
de perder a mi familia!
Jero: Pase lo que pase hermana (la estrechó fuertemente de la mano) ¡No estás sola y
vamos a salir de esta!... Te juro por Dios que no nos daremos por vencidos y haremos
frente a tus enemigos... Vamos a limpiar nuestra imagen y nuestro buen nombre... Te lo
prometo
Maca se levantó llorando de su lugar y se abrazó con fuerza y desesperación a su
hermano. Jero la estrechó en sus brazos dándole refugio, fuerza y protección
Jero: ¡Vamos a estar bien... Juntos nadie podrá hacernos nada!
M: Eres un gran hombre
Jero: Y tú una gran mujer
M: No he sido una buena hija, no he sido una buena hermana, no he sido una buena
esposa... He cometido muchos errores
Jero: Como todo el mundo Maca y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra
(la besó en la frente con inmenso cariño) que no te quede la menor duda que a pesar de
todo... ¡Eres una gran mujer!
M: Gracias Jero... Te quiero (lloraba desconsolada sobre su pecho) te quiero mucho
hermano
Jero: ¿Y tú crees que yo no? (con lágrimas en los ojos también) Mi rebelde sin causa
Silvia y Hugo estaban en una cafetería enfrascados en una larga plática sobre las
ventajas de irse una temporada a vivir a México donde recientemente les habían hecho
una muy buena oportunidad de trabajo
Alcatraces blancos
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Silvia: Sí Hugo yo sé que tú tienes toda la razón y que México es una excelente
plataforma para expender y proyectar la imagen de mis modelos. Y que muchas
agencias ni lo pensarían... (de pronto hizo un silencio y un deje de tristeza se asomó en
sus bellos ojos) pero yo sí Hugo
Hugo: No pierdes las esperanzas con Esther (apoyó con dulzura su mano sobre la de
ella en señal de apoyo) ¿Verdad?
Silvia: No (movió la cabeza ligeramente) francamente no... Y es que yo sé que no le soy
indiferente que puedo tener una oportunidad real con ella. Solo es cuestión de saber
esperar y darle su espacio y libertad
Hugo: Silvia pon los pies sobre la tierra (suspiró conmovido) Esther no está por la labor
y que yo sepa nunca te ha dado esperanza alguna
Silvia: ¡Si vieras como me mira Hugo (su voz proyectó mucha ilusión) y la manera que
me sonríe cuando estamos juntas!
Hugo: Ya... (movió la cabeza como indicándole que de sobra lo sabía) Pero no te
engañes más amiga mía porque eso no indica absolutamente nada (levantó los hombros)
¡Mira si lo sabré yo!
Silvia: ¡Hugo no me digas eso por favor!
Hugo: Silvia a pesar de todo (levantando las cejas) Esther adora a Maca y tal parece que
nació exclusivamente para vivir por ella (suspiró levemente un tanto nostálgico) Es
difícil de entender pero entre ellas hay una extraña conexión que muy poca veces se da
en la vida
Silvia cerró los ojos afligida por la angustia que le causaban las palabras de su amigo y
a pesar del esfuerzo de ocultar su creciente desazón su cuerpo la traicionó al temblarle
notoriamente
Silvia: ¡La vida suele ser tan injusta!
Hugo: Lo sé de sobra (levantó ligeramente la mano en ademán para acallar su protesta)
y a pesar de que Maca ha hecho verdaderos esfuerzos por cambiar su vida ¡No se la
merece!... Y todos los que las conocemos lo sabemos. Sin embargo Esther no piensa lo
mismo y ante el poder del amor nada se puede hacer
Silvia: Yo estoy muy enamorada Hugo (los ojos se le llenaron de lágrimas) Nunca me
había pasado algo similar con nadie hasta que ella llegó a mi vida esa tarde en la
gasolinera y tan solo bastó que me sonriera para que hechizara mi corazón y mi alma...
Silvia levantó su rostro el cual reflejaba sin piedad el desencantado que sentía y
abrumaba su alma. Buscó encontrarse con la mirada de su amigo al cual el corazón se le
encogió al verla en esas condiciones. Él mejor que nadie la comprendía y sabía lo que
era sufrir por la intensidad de un amor sin futuro y sin esperanzana
Silvia no pudo contener un segundo más sus sentimientos y emociones. Y sus bellos y
penetrantes ojos azules se ensombrecieron al tal grado que alcanzaron una intensa
tonalidad oscura y estos sin pedirle permiso dejaron fluir sin control sus lágrimas
Hugo: Silvia (murmuró con infinita ternura y la voz entrecortada) ¡No te pongas así
cariño!
Silvia: La quiero Hugo (rápidamente limpiaba sus lágrimas) La quiero mucho y digan
lo que me digan (lanzó un fuerte y doloroso suspiro) de cualquier manera la voy a
esperar
Alcatraces blancos
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E: ¡A quien vas esperar Silvia!
De inmediato Silvia reconoció la voz de Esther a sus espaldas. De la cual ninguno de los
dos se había percatado de su llegada por estar tan absortos en su conversación
Silvia: A ti (su sonrisa se hizo evidente e iluminó su rostro olvidándose por completo de
todas sus penas) ¡A quien más! (se levantó para saludarla efusivamente) Lo que pasa es
que Hugo tiene un compromiso importante y ya se iba
Hugo: Ah (abrió los ojos sorprendido mientras Silvia con los ojos le suplicaba que no la
delatara y se fuera) Sí... sí (atinaba apenas a decir) Ya me están esperando en el estudio
E: Pero no se supone (los miró con cierto asombro y puso especial atención en Silvia)
que los dos querían hablar algo importante conmigo
Hugo: Sí Esther (parándose rápidamente para saludarla) pero me surgió algo imprevisto
(levantó las cejas) Y me tengo que ir
E: Humm (volviendo su atención a Silvia) ¿Estabas llorando? (su preocupación fue
evidente y sin pensarlo en un acto natural le acarició con ternura la mejilla) ¿Te pasa
algo?
Hugo: No le pasa nada (intervino para llamar la atención de Esther) Lo que pasa es que
está muy emocionada por que le han ofrecido un magnífica oportunidad en México
E: ¿De verdad? (sus ojos se iluminaron)
Silvia: Sí (echándole una mirada fulminante a Hugo) es verdad
E: Era lo que estabas esperando de hace tiempo (la abrazó con profunda emoción) ¡me
alegro tanto por ti!
Silvia: ¡Aun no la he aceptado!
E: ¿Por qué?
Silvia: Porque (buscó perderse en su mirada buscando en ella alguna esperanza) tendría
que dejar todo aquí e irme a vivir a México
E: ¡Ah! (bajó su mirada y algo se le removió por dentro haciéndola sentir de pronto
triste) ¡México!
De pronto se hizo un largo y pesado silencio donde los tres se miraban con ciertas
reservas entre sí. Esther se obligaba a sonreírles y Silvia sentía que el corazón se le iba
encogiendo poco a poco mientras Hugo empezó a sentirse un poco incomodo y fuera de
lugar
Hugo: Me tengo que ir (rompiendo el silencio a la vez que le daba una discreta
palmadita en el hombro a Silvia en señal de apoyo y se despedía rápidamente de las dos)
¡las llamo después!
E: Sí (le sonrió amablemente) cuídate
Hugo: Lo haré (le guiño el ojo) Gracias
Ambas mujeres vieron con atención como Hugo poco a poco se iba de la cafetería a la
vez que ambas tomaban asiento y buscaban encontrar sus miradas las cuales al unirse
hizo que el cuerpo se les estremeciera pero esta vez a diferencias de otras tanta no se
mostraron sorprendidas ni alteradas en su lugar y sin saber r por qué la tensión empezó
a ponderarse de ella
Silvia: Esto es absurdo (se obligó a sonreírle levemente a la vez que movía la cabeza) Y
por más que lo analizo (la miró fijamente) siempre llego a la misma conclusión
E: ¿Cuál?
Alcatraces blancos
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Silvia: Que aunque pretendamos ignóralo (levantó las cejas con seguridad y aplomo)
existe una conexión especial entre las dos
E: Silvia (bajó disimuladamente la mirada) Yo no...
Silvia: No digas nada Esther (la interrumpió sin embargo su voz detonaba tristeza) lo
sé... (suspiró con fuerza y dio otro rumbo a la conversación) ¿Harán la portada para
revista Madres e hijos?
E: Sí (sonrió sintiéndose más tranquila) Maca me confirmó su participación hace unas
horas eso sí Silvia, esta promoción no debe pasar de este mes
Silvia: Cuenta con ello (se mordió el labio) ¡Oye Esther! ¿Y si ellos quieren más
portadas para sus revistas con las dos?
E: No (movió la cabeza con seguridad) eso no podría ser
Silvia: ¿Maca no aceptaría?
E: ¡No es eso!
Silvia: Entonces... ¿Puedo preguntar por qué?
E: ¡Claro Silvia! (esbozó una enorme sonrisa) Lo que pasa es que no podríamos ni ella
ni yo hacer nada para ninguna revista... Al menos en los próximos dos años
Silvia: ¿Qué has dicho?
Silvia para nada se esperaba esa respuesta por lo cual el cuerpo se le tensó de inmediato
a la vez que sus ojos se abrieron enormemente por la sorpresa y su rostro se tornaba
serio y duro
Silvia: ¿Y eso por qué Esther?
E: Porque apenas lo decidimos ayer (la miró sintiéndose un tanto dubitativa por su
reacción) ¡por eso es que no te había contado nada!
Silvia de repente sintió una profunda desazón en el pecho advirtiéndole que algo no iba
estar bien haciéndola sentir un helado escalofrió en el cuerpo
Silvia: ¿Y qué es lo que me tienes que contar?
Pese a la incertidumbre que sentía Silvia se obligó a esbozar una leve sonrisa a la vez
que levantaba las cejas alentándola a seguir mientras Esther sin percatarse de la
perturbación de Silvia le sonrió ampliamente a la vez que los ojos se le iluminaban
enormemente por la ilusión
E: ¡Vamos a buscar tener una niña! (levantó las cejas) En los próximo días iremos a la
clínica de inseminación asistida... (se mordió el labio gustosa buscando su mirada) ¡Nos
vamos a embarazar!
A Silvia de inmediato se le congeló todo cuerpo la sonrisa desapareció de sus labios y
sus ojos brillaron intensamente con profunda tristeza y desolación
Aguantándose valientemente las ganas de salir corriendo y echarse a llorar se asió
fuertemente de la mesa y le sostuvo con dignidad y aplomo la mirada
Silvia: Me alegro mucho por ustedes (logró apenas murmurar) ¡En hora buena!
E: Muchas gracias (se levantó muy sonriente en su espera) No me vas a dar un abrazo
Silvia: Sí... Claro (suspiró lentamente intentando darse valor para levantarse y
abrazarla) ¡Que todo les salga bien!
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Silvia lentamente se levantó de su lugar abriendo sus brazos para estrecharla con fuerza
hacia ella. Esther se sintió profundamente emocionada entre los brazos de su amiga
Silvia la abrazaba con tal fuerza y determinación que Esther claramente pudo sentir los
fuertes latidos del corazón entristecido de su amiga. Silvia empezó a respirar con cierta
dificultad y aun así el tenerla tan cerca por primera vez desde que la conocía le dio las
fuerzas necesarias para a no caer derrumbada a sus pies y se permitió disfrutar de la
tierna calidez y del suave aroma que el cuerpo de Esther emanaba alterando fuertemente
sus sentidos las cuales no pudieron evitar que su garganta lanzara un sentido suspiro a la
vez que una lágrima se le escapada de sus ojos sin permiso y lentamente fue a caer
sobre la mejilla de Esther
Esther al sentir como la lágrima se deslizaba mojando su rostro se estremeció y su
corazón le empezó a palpitar fuertemente y fue entonces que tomó conciencia del dolor
que Silvia su amiga estaba sintiendo
E: ¡Silvia! (la miró con profunda ternura) ¡No llores por favor!
Silvia no le contestó solo se limitó a verla y sin ser consciente de sus actos lentamente
ante la mirada confundida de Esther buscó sus labios y los probó por primera vez. La
besó con tal ternura, con tal esperanza que Esther no pudo en ese momento echarse para
atrás
Silvia: Los siento no pude evitarlo (murmuró levemente) y tenía que hacerlo
E: No (se tocó los labios y la miró con cierto aire de frialdad) no tenías por que hacerlo
Silvia: ¡Esther!
E: ¡No Silvia! (se retiró con premura de ella) ¡No me digas más!
Silvia: No pensaba hacerlo (se sentó lentamente tomando su lugar en la mesa y suspiró
con tristeza) ¡Me iré a vivir a México! (levantó la cabeza para verla) ¡Aceptaré la oferta
de trabajo!
E: ¡Te deseo lo mejor! (permanecía de pie y no mostraba indicios de querer sentarse)
¡Me tengo que ir!
Silvia: Lo sé (miró hacia otro lado obligándose a no llorar) ¡que te vaya muy bien!
E: ¡Te busco después!
Silvia: No Esther (negó con la cabeza y la vio fijamente) será mejor que no
E: Silvia
Silvia: Mira Esther yo te quiero y no puedo con esto... (tragó con dificultad saliva) ¡Yo
te estaré esperando!
E: Yo no puedo prometer nada
Silvia: Yo sí (entrecerró los ojos y suspiro con fuerza) Esther si tú algún día por algún
motivo me buscas es porque estarás dispuesta a ser mi mujer
E:...
Silvia: Bien (con determinación se levantó de su lugar) ¡Soy yo la que me voy!
E: ¡No te vayas así! (se le interpuso en su paso para detenerla) ¡Por favor!
A Silvia los ojos se le ensombrecieron a la vez que la barbilla le empezaba a temblar
ligeramente
Silvia: ¡Lo siento! (hizo el intento de seguir su camino)
Alcatraces blancos
127
E: Silvia (la tomó suavemente del brazo) ¿Ya no somos amigas?
Silvia ni se molestó siquiera en voltear a verla. Ella ya había tomado una decisión en
cuanto a la relación que quería tener con Esther así que no tenía caso hacerse más daño
pretendiendo ser la mejor amiga del mundo cuando sus sentimientos eran otros
Con suma delicadeza Silvia se le soltó del brazo y sin esperar más se fue de la cafetería
a paso firme bajo la atenta mirada de Esther la cual se quedó inmóvil parada a mitad del
lugar sin saber muy bien que hacer mientras veía con tristeza como su amiga se iba para
siempre de su vida...
A medida que se alejaba Silvia sintió como un nudo se le formaba en la garganta y de
pronto sin más se echó a correr perdiéndose entre la multitud de la gente y el ruido de la
ciudad
A tres semanas de que Silvia se marchara sin voltear a verla siquiera Esther no lograba
entender o más bien no quería entender lo que sucedía y le dolía profundamente
recordar los ojos tristes y fríos de su amiga pero más le dolía su ausencia
M: Esther (intentando llamar su atención) ¿estás bien cariño?
E: Sí (levanta las cejas sorprendida de sus propios pensamientos) ¿Por qué lo preguntas
M: Por que (la veía un poco dubitativa y se sentó a su lado) últimamente te noto
distante, distraída, desganada. ¡Me preocupas Esther!
E: Te aseguro que no tienes nada de qué preocuparte Maca (medio sonrió y le acarició
la mejilla) deben ser las hormonas que estoy tomando para la inseminación
M: ¿Estás segura? (levantó las cejas) no es la primera vez que te sometes a un
tratamiento así... ¡Tenemos ya dos hijos cariño!
E: Maca
M: Esther no soy tonta (la vio con seriedad) Y tú estás así desde que dejaste de trabajar
con Silvia
E: Antes no trabajaba (levantó las cejas) ¡Son las hormonas Maca no te preocupes!
(volteándole la conversación) ¡Mejor cuéntame que te pasa a ti!
M: ¿A mí? (haciéndose la sorprendida)
E: Sí a ti Maca (acariciándole la mano) andas muy misteriosa, comes mal, duermes
poco y pasa mucho tiempo encerrada en el despacho hablando con Jero por teléfono y
eso sin contar las veces que de improvisto te tienes que ir de viaje por motivos de
trabajo
M: Solo es cansancio acumulado y stress (se obligó a sonreír para no levantar sospechas
y rápidamente le cambio la conversación) ¿Y cuando llega tu hermana?
E: Pasado mañana
M: ¿Y como está?
E: Bien... Muy bien (sonrió alegremente al recordar a su hermana) feliz de regresar a
vivir a España después de trece años de ausencia
M: A pesar de...
E: Sí a pesar de su divorcio con Mauricio está feliz
M: ¡Me alegro mucho por ella!
E: Yo también (levantó las cejas emocionada) Pero también me alegro mucho por Jero
M: ¿Por Jero?
Alcatraces blancos
128
E: ¡Sí Maca sí! (se mordió el labio con picardía) Desde que le conté que Iliana
regresaba a España me llama tres o cuatro veces todos los días para saludarme
M: ¿Y eso que tiene de raro Esther... Jero siempre te llama?
E: Sí (empezó a reírse) pero no tantas veces y ni todos los días
M: ¿Y?
E: Y que a pesar de todo (suspiró con fuerza) sigue enamorado de Iliana
M: ¡No inventes Esther! (levantó las cejas) ¿Jero nunca ha estado enamorado de ella?
E: Mira Maca la única que no se dio por enterada fuiste tú
M: Hummm (le medio sonrió) pues viéndolo bien tampoco tu hermana se dio por
enterada ya que se caso con otro
E: ¡Por tu culpa!
M: ¿Cómo que por mi culpa? (estaba boca abierta) ¡No digas tonterías Esther!
E: No son tonterías Maca (se levantó de su lugar y dio unos pasos) para ti era más fácil
creer que Jero estaba enamorado de mi por fastidiarme la vida y no tenías reparo alguno
en gritármelo cada vez que podías que Iliana terminó por creérselo
M: Ya... (bajó la cabeza avergonzada)
E: Lo siento Maca (se sentó nuevamente a su lado) no quise hacerte sentir mal
M: Lo sé Esther (suspiró con fuerza) solo que no puedo evitar sentirme así al saber que
por mi egoísmo y mis celos hice mucho daño a la gente que amo y quiero
E: Pero ya pasó Maca (la abrazó con fuerza) y lo importante es que lo has ido
superando
M: Oye Esther (volteó a verla ilusionada) ¿Tú crees que...?
E: ¡No lo sé Maca! (le dio un pequeño palo) Pero todo podría ser
Los días siguieron pasando y Esther para evitar pensar en Silvia se desbordó por
completo a su casa, a sus hijos y a Maca. La cual hacía verdaderos esfuerzos por
dedicarle tiempo a su familia y ocultar la gravedad de su situación financiera y legal
Con la defensa legal adecuada por parte de sus abogados, el apoyo incondicional y la
asesoría financiera de su amigo Alejandro Torres. Maca y Jerónimo se habían dado a la
ardua tarea de reunir todas las pruebas que tenían a la mano para poder demostrar la
transparencia de sus ingresos en todas sus negociaciones y esa mañana en especial
después de casi dos meses de tensiones un pequeña luz de esperanza entre tanta
oscuridad se encendió al ganar una de las ponencias y lograr liberar una de las cuentas
congeladas de Jerónimo lo que les permitió tener de momento un alivio monetario
Alex: Jero esta es la cantidad en efectivo con la que dispones por el momento (levantó
las cejas y le extendió un documento) ¡Y tendrás que estirarla a lo máximo!
Jero: Hummm (movió la cabeza con pesadez al ver el estado financiero) Al menos con
ese dinero podremos liquidar algunas de nuestras cuentas pendientes y sobrevivir otro
mes (se talló los ojos y se frotó la nuca con muestras de inmenso cansancio) ¡Al fin
gracias a Dios tenemos un respiro entre tantos problemas!
M: ¡Si al fin! (afirmó con evidente tristeza moviendo ligeramente la cabeza) Sin
embargo ese dinero no es suficiente y seguimos exactamente en el mismo punto de
donde partimos (se recargó con desgana sobre su escritorio) ¡Lo estamos perdiendo todo
y en cualquier momento me podrían detener!
Jero: Lo sé Maca (suspiró levantándose desesperado de su lugar) y lo que más me
preocupa es que el tiempo se nos viene encima y no logramos reunir todas las pruebas
necesarias para las ponencias y...
Alcatraces blancos
129
Alex: Nada (lo interrumpió tronando repetidas veces los dedos llamando la atención de
los dos hermanos) No se me desanimen y menos en estos momentos que tenemos que
estar enteros para hacer frente a lo que venga (levantó los hombros) ¡Ánimo chicos!
M: ¡Pero es tan complicado todo Alex!
Alex: Pues para eso hemos estado trabajado muy duro las últimas dos semanas Maca
(mirándola fijamente a los ojos) ¡para descomplicarlo y hacerle frente al enemigo!
Jero: ¡Alex tiene toda razón hermana! (palmeándole el hombro) ¡No debemos
desanimarnos!
Alex: ¡Y tienen que poner ya al tanto a Esther!
M:..
Alex: No es que quiera presionarte Maca... pero es necesario que Esther esté informada
de la situación en cualquier momento se harán públicas las demandas y va ser peor para
ti
Jero: ¡Lo mismo pienso yo Maca!
M: No
Alex: ¡Maca!
M: No puedo (suspiró profundamente y los ojos se le humedecieron por las lágrimas)
¡La voy a perder! (la voz se le quebró) ¡Sé que la voy a perder!
Jero: Maca (la abrazó con fuerza para consolarla) Sé que no la tienes nada fácil pero las
cosas no tiene por qué ser así (con suavidad le limpió las lágrimas) Esther es una mujer
comprensiva te adora y te va a p...
M: No Jero (lo interrumpió lanzando un profundo sollozo y apartándose de él) la
conozco Esther no me perdonaría algo así... ¡Y sé que me lo merezco por gilipollas!
(llorando con más intensidad) Pero no la quiero perder Jero... Y tampoco quiero que tú
pierdas todo por mi culpa
Jero: ¡Maca (se le volvió acercar y le pasó el brazo por el hombro) lo hecho... hecho
está y no ganas nada con culparte!
Alex: Así es Maca, Jero tiene razón (movió la cabeza) ¡No ganas nada con culparte!...
Además les tengo una sorpresa (volteando a ver a sus amigos con una sonrisa de oreja a
oreja y documentos en mano) Con ayuda de una muy buena amiga que trabaja en Chile
para Darío Guiangino conseguí las copias fotostáticas de estos documentos los cuales
certifican la existencia de una muy cuantiosa cuenta bancaria en Suiza a nombre de
Marina Ferro
Jero: ¿Y esa quién es?
Alex: ¡La madre del padre de Darío Guiangino! (levantó las cejas con seguridad y
aplomo) En pocas palabras la abuela paterna del actual amante de Karol Toscanni
Jero: ¿Y eso en que nos beneficia Alex?
Alex: En mucho Jero (le dio los documentos) Hasta donde yo sé Darío Guiangino no
conoce a Maca y la única razón para querer perjudicarla es darle un gusto a Karol
M: ¡Pero eso ya lo sabemos de antemano Alex! (movió la cabeza con ironía ¡Karol es la
que está detrás de todo esto!
Alex: Sí Maca pero Darío desconoce la verdadera razón de su venganza
M: ¿Y tú crees que a un hombre con a él le vaya interesar en lo más mínimo los
amantes que Karol haya tenido en el pasado?
Alex: ¡Para nada Maca! (sonrió gustoso) pero si le va interesar saber que ya estamos al
tanto de la fortuna oculta de su abuela
M: ¿Y que ganamos con eso?
Jero: ¡Maca te lo voy a explico yo! (se mordió el labio y levantó los hombros con
seguridad) ¡Si él te está acusando de lavado de dinero por unas dudosas inversiones
Alcatraces blancos
130
hechas en tu nombre a raíz de los documentos que Karol se robo de tu oficina (levantó
las cejas) bien podríamos hacer nosotros lo mismo con su familia! ¿No lo crees?
Alex: Así es Jero (palmeó con suavidad el hombro de su amigo) ¡Ojo por ojo, diente por
diente!
Jero: ¡Llamemos a los abogados!
M: No
Jero y Alex: ¿Qué dices?
M: A ver (levantó las cejas y saco aire) meternos con la familia de ese hombre sería
muy peligroso
Jero: ¡Él se metió primero con nosotros sin conocernos Maca por darle gusto a una
zorra! (levantó los hombros) ¡Que se atenga a las consecuencias!
M: Sí Jero pero...
Jero: Nada Maca (frunció el ceño) si a él no le importa jugar sucio manchando nuestro
buen nombre. No veo el por qué nosotros tengamos que tenerle consideración alguna a
su familia (dirigiéndose a Alejandro) ¡Vamos a buscar a los abogados!
M: ¡Jero (interponiéndose en su camino) por favor!
Jero: Bueno (cruzándose de brazos incrédulo) ¿Tú de parte de quien estás Macarena?
(Maca bajó la cabeza) ¿A qué es a lo que le tienes miedo?
M: A que se desate un escándalo sin precedentes y... (tragó saliva con dificultada) y se
ventile toda mi vida y Esther...
Jero: Se entere (la interrumpió con seriedad) de la lista de amantes que has tenido
M: ¡Jero! (murmuró apenada) Yo...
Jero: Los siento Maca (la interrumpió) y pese a lo que pueda suceder no me voy a
quedar de brazos cruzados
M: ¡Déjame hablar con Karol!
Jero: ¡Dejarte hablar con Karol!... ¿Te estás oyendo Maca?
M: ¡Ella es la única que puede terminar con todo esto!
Jero: Maca (movió la cabeza desesperado) ¿No te das cuenta? (se hizo un silencio
donde ambos se veían si parpadear) Karol te tiene exactamente en el punto donde te
quería tenerte Maca. Y el que vayas hablar con ella no va a solucionar absolutamente
nada
M: ¡Solo dame la oportunidad de intentarlo Jero!
Jero: ¿Y cómo Maca? (levantó los hombros con pesar) ¡Si ni siquiera sabes dónde
encontrarla¡
M: Sí lo sé (suspiró con fuerza) está mañana me llamó desde un hotel en Tenerife
(entrecerró los ojos) y quiere que vaya a verla hoy
Jero: ¿A Tenerife?
M: Sí
Jero: ¿Y por qué no me habías dicho nada?
M: Porque ni siquiera considere el hecho de ir... (dio unos cuantos pasos) pero ahora
sabiendo lo que sabemos de su amante las circunstancias cambian mucho a nuestro
favor y tal vez todo se pueda solucionar de la mejor manera posible y (recalcó
enérgicamente) sin escándalos
Jero: ¡No creo que sea tan fácil Maca!
M: Y no lo es Jero... (lo miró con la suplica reflejada en los ojos) pero tengo que
jugarme hasta la última carta que tenga antes de que pongamos la contrademanda y
estalle todo y Esther... (suspiró con fuerza) Oh Dios... (entrecerró los ojos dolida) Esther
se dé cuenta
Jero: Bien (levantó las cejas no muy convencido) pero yo te voy acompañar
Alcatraces blancos
131
M: Gracias Jero (sin aguantar sus impulsos se abrazó al él) Voy a casa y le diré a Esther
que tengo que ir a una urgente convección de negocios contigo (miró el reloj) Nos
vemos en el aeropuerto en dos horas
Jero: Y yo tendré que decirle lo misma a Iliana (se puso las manos en la cintura)
¿Verdad?
M: Jero
Jero: Ay Maca... Maca... Maca... Maca
El tiempo se le venía encima y era tiempo lo que justamente no tenía si no se daba prisa
sería imposible viajar a Tenerife ese mismo día y el asunto que iban a tratar con Karol
no podía esperar más y ella francamente ya no sabía qué hacer para mantenerse al
margen de tantas especulaciones que a cada segundo que pasaba se hacían más fuertes y
la amenazaban con salir en cualquier momento a la luz pública exponiendo de golpe
todos su problemas y su vida íntima. Cosa que la tenía con los nervios destrozados y los
bellos de punta
Al llegar a su casa Maca no encontró a Esther un tanto extrañada por su ausencia la
llamó al móvil tres veces sin obtener respuesta cosa que la inquietó aun más puesto que
Esther no la había dicho nada de que fuera a salir algún lado
Maca decidió esperarla mientras terminaba de hacer su maleta y en caso de que no
llegara le dejaría una nota explicándole que la llamaría mas tarde del aeropuerto
Esa era la sexta vez en menos de tres semanas que Maca sin tener un motivo realmente
firme se ausentaba de su casa por cuestiones de trabajo. Estaba por cerrar la maleta
cuando escuchó que Esther entraba a la casa
E: Maca cariño (le llamó desde la estancia buscándola) ¿estás en casa?
M: Si amor (terminando de cerrar la maleta) ¡estoy en la habitación!
E: Ayyy ¡Que sorpresa! ¡Tú aquí a estas horas en casa! (entró rápidamente a la
habitación y nada más al verla se lanzó a sus labios besándola repetidas veces a la vez
que de reojo reparó en la maleta) No... No puede ser (Maca se le separó y tomó un
estuche con cremas del tocador para meterlo a la maleta) Maca ¿Y esa maleta?
M: Me tengo que ir cariño (sin atreverse a verla a la cara) a una convención de negocios
E: ¡Otra vez Maca! (su desilusión inmediata fue total) ¡Pero no habíamos quedado que
íbamos ir a cenar esta noche a la casa de mi hermana
M: Lo siento amor (la vio con la disculpa marcada en los ojos) pero no va poder ser...
Me salió de improvisto esta convención de negocios y...
E: Y como siempre (la interrumpió con severidad) antepones todo en beneficio de tus
intereses sin consultarme primero nada ¿verdad?
M: ¡Esther no te pongas así!
E: ¿Y cómo quieres que me ponga Maca? (frunció el ceño) Si en menos de tres semanas
te has ido seis veces a convenciones que ni tú misma te crees
M: ¿A qué viene eso Esther? (la miró un tanto extrañada) ¿A caso no me crees?
E: ¿Y esta vez por cuento tiempo te vas Maca?
M: ¡No me vas a contestar!
E: ¿Por cuánto tiempo Maca?
M: ¡Solo será un par de días!
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Esther aventó su bolso con disgusto sobre el tocador y sin molestarse a ocultar su
enfado se sentó sobre la cama con los brazos cruzados. Lo que hizo que Maca se
estremeciera
M: ¡Esther!
E: Y supongo que como siempre no me puedes llevar ¿verdad?
M: No es eso Esther y lo sabes (suspiró lentamente buscando su mirada) Cariño
entiende al irte conmigo tendríamos que llevarnos a los niños y tú no podrías salir ni
siquiera del hotel cuidándolos
E: ¡Podría dejárselos a mi madre Maca o bien a mi hermana!
M: ¡Sabes que no me gusta molestar a tu madre ni a tu hermana Esther!
E: Ya... (le volteó la cara con tristeza) Lo que pasa es que a ti ya no te gusta estar
conmigo
M: ¿Cómo puedes decir eso Esther? (se sentó a su lado preocupada) ¿Qué pasa cariño?
E: ¿Qué pasa? (repitió más con angustia que con enfado) Pasa que siento que me
rehuyes Maca... (la miró directamente a los ojos) que me rechazas, que algo me estás
escondiendo y eso me tiene alterada
Maca sintió como un frío escalofrió le recorría el cuerpo y sin saber muy bien que
decirle solo se limitó a abrazarla con fuerza
M: ¿Cómo puedes pensar todo eso cariño?... Si yo te adoro y sin ti no puedo vivir
E: ¡Es que parece que no es así Maca!... Últimamente te ausentas demasiado se te ve
preocupada, triste y luego... (hizo una pequeña pausa) desde que no pude quedarme
embarazada te noto como desilusionada (se limpió rápidamente una lágrima) y yo me
siento muy mal Maca... necesito estar contigo pero tal parece que no te importa o
simplemente no te quieres dar cuenta!
M: ¡Cariño!
Maca la abrazó con mayor fuerza e inmenso amor y Esther se echó a llorar desesperada
en sus brazos
E: ¡Llévame contigo Maca!
Esther era un cúmulo de sensaciones y emociones contradictorias que la invadían a raíz
de los últimos acontecimientos en su vida y el enterarse de que no pudo quedarse
embarazada como ellas querían y deseaban fue un duro golpe a sus ilusiones. Y eso sin
contar que venía de verse con Hugo en una cafetería, el cual le había llamado esa
mañana para citarla y contarle que su amiga Silvia se iba a vivir definitivamente a
México la próxima semana y que esta se encontraba muy triste y afectada por su
rechazo pero sin embargo no preguntaba por ella ni daba muestras de un acercamiento
para retomar la amistad
En su lugar se había echado novia noticia que hizo que a Esther los sentimientos se
removieran y se le desbordaran en un mar de inquietudes, dudas e inseguridades
Por su lado Maca al verla afectada de esa manera e imposibilitada para llevarla con ella
debido a lo que iba a tratar y a quien iba ver. Sintió que el corazón se le partía en
pedazos y que todo su pasado se le veía en la cara culpándola sin piedad de sus errores
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M: No puedo llevarte Esther (la besó en la frente con lágrimas en los ojos) porque solo
voy acompañar a Jero (pasó con dificultad saliva) pero te prometo que ahora que regrese
de la convención nos vamos a ir los cuatro (le sonrió con ternura) a un crucero (Esther
la miró con ilusión reflejada en sus ojos) ¿Qué te parece?
E: Ay gracias mi amor (la besó en la boca con amor y se abrazó a ella sintiéndose
esperanzada) Gracias lo necesitamos (suspiró un tanto aliviada) tenemos que cuidar
nuestro amor ¿Sí?
M: ¡Sí! (suspiró aliviada) ¡tenemos que cuidarlo!
E: ¡Te amo! (besándola nuevamente) ¿Lo sabes?
M: Sí... (correspondiéndole el beso) Yo también te amo Esther (una lágrima resbalo por
su mejilla) pase lo que pase no lo olvides nunca mi amor
Maca se abrazaba a ella con desesperación en el fondo presentía que venían tiempos
muy difíciles para todos quien la amaban y la querían
Antes de la media noche Maca y Jero llegaron al hotel donde Karol estaba hospedada.
Nada más llegar preguntaron en la recepción por ella y ahí amablemente les informaron
que en esos momentos la señorita Toscanni se encontraba en compañía de un amigo
cenando en el restaurant del hotel
Jero: ¡Señorita! (se rió de manera descarada y burlona) ¿Cómo la ves? ¡Si solo falta que
nos digan que a la pobre le robaron la inocencia!
M: Jero (medio rió incrédula al escucharlo y sin deseos de querer esperar más aseguro)
¡Voy a buscarla de inmediato!
Jero: ¡Voy contigo!
M: ¡Será mejor que no Jero! (negó firmemente con la cabeza) La conozco bien y si te
ve acompañándome (levantó los hombros) Se negará a hablar conmigo. Y yo necesito
hablar con ella y terminar con todo esto lo más pronto posible
Jero: ¡Pero no escuchaste que está acompañada (haciendo comillas con los dedos) de
un amigo!
M: Eso da igual de cualquier manera tengo que hablar con ella
Jero: ¿Y que si su acompañante es el tal Darío Guiangino?
M: Mucho mejor (levantó las cejas) así mato a dos pájaros con el mismo tiro
Jero: ¡O te matan a ti!
M: No te preocupes Jero (negó con la cabeza y le palmeó el hombro) que de verdad
dudo mucho que su acompañante sea su amante en turno. No la creas tan tonta para
llamarme y pedirme que viniera a verla si él estuviera aquí con ella
Jero: Supongamos que no sea el su acompañante Maca (la miró con la preocupación
con los ojos) ¿Pero qué tal si es el hermano?
M: Imposible Jero (levanto los hombros) ya que a Gustavo no le conviene asomar las
narices por aquí
Jero: Pues yo no me confiaría mucho Maca (la tomó con firmeza del brazo) por lo tanto
voy contigo
M: ¡Te digo que no Jero! (soltándosele del brazo) ¡si lo haces se cerrará en banda y se
negará hablar conmigo!... ¡Yo sé lo que te digo hermano!
Jero: Pero Maca...
M: ¡Por favor Jero!
Jero: Está bien Maca (suspiró medio resignado) De cualquier manera andaré por aquí
rondando cerca por si necesitas algo
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M: Gracias Jero
A pesar de la seguridad y aplomo que mostraba en todo momento con su hermano en el
fondo Maca estaba muy inquieta y expectante y lo que menos quería era tener que entrar
al restaurant y buscar a Karol
Sin embargo era consciente que era la última oportunidad que tenía para intentar
detenerla y terminar todo. Y ya que las circunstancias y la suerte estaban a su favor al
descubrir lo de la inesperada cuenta bancaria en Suiza de la abuela del amante de Karol
la iba a aprovechar
Entró al restaurant buscando con la mirada a su ex amante sintiendo en su alma la
incertidumbre de lo que ahí pudiera pasar con Karol y el giro que podría tomar su vida.
El lugar estaba casi en su totalidad vacío por lo que su inquietud no duró mucho al
localizarla fácilmente hasta el fondo en la zona exclusiva y reservada para la gente VIP
Maca sin perder tiempo se dirigió hacia allá sin embargo antes de pudiera llegar a su
objetivo un mesero se lo impidió
-: Lo siento señora (sonriéndole amablemente) esta es una zona reservada y si usted no
tiene invitación no podrá pasar
M: ¡Le seguro que no la necesito!
-: Me temo que sí señora porque la señorita Toscanni no tiene más invitados que el
joven que la acompaña
M: ¡Me da igual!
Sin más siguió su camino dejando parado y asombrado al mesero quien no pudo hacer
más nada para detenerla. Karol estaba de espaldas a ella hablando muy animadamente
con un atractivo joven. El cual a percatarse de la presencia de Maca y que esta avanzaba
con seguridad sin detenerse hasta la mesa donde ellos se encontraban sin quitarles la
vista de encima. Enarcó una ceja y le murmuro algo al oído a Karol
Karol sin dejar de sonreírle al joven se giró de manera discreta en su silla para
encontrarse de lleno con la mirada dura de una Maca hermética fría y hostil que hizo
que Karol inconscientemente se removiera temerosa en su lugar. Sin embargo pese al
temor que sintió en el momento no se dejó inmutar por Maca y la reacción a su sorpresa
inicial no se hizo esperar
Karol: ¡Vaya pero qué agradable sorpresa!
-: Lo siento señorita (el mesero llegó a toda prisa) ¡llamaré a los de seguridad
Karol: ¡No será necesario! (le afirmó al mesero con seguridad) la señora aquí presente
(recorrió a Maca con la mirada de arriba debajo de manera insinuante) es una muy
buena y vieja conocida mía
Maca frunció el entrecejo con disgusto y el semblante de su rostro se torno áspero lo
que provocó que Karol soltara una risita burlona y sintiéndose segura del dominio de la
situación se levantó de su lugar haciéndole una exagerada reverencia de bienvenida
Alcatraces blancos
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Karol: ¡Mira nomas Mike! ¿A quién tenemos aquí? ¡Ni nada más ni nada menos que a
Macarena Wilson en persona! (retándola con la mirada y sin importarle que el joven la
escuchara) ¡Mi querida y adorada ex amante!
El muchacho al escucharla abrió los ojos sin podérselo creer y casi escupe su bebida
encima de ellas de la impresión. Maca apretó las mandíbulas con tal fuerza que las
venas del cuello y la frente se le resaltaron de inmediato
M: ¡La verdad (movía la cabeza de manera reprobatorio) que cínica eres!
Karol: ¡Lo aprendí de ti cariño! (dijo como si nada pasara y sin que Maca se lo esperase
se le acercó plantándole un beso en los labios mientras seguía burlándose en su cara) ¿O
ya no recuerdas la cantidad de veces que te has metido en mi cama para revolcarte
conmigo a dos metros de distancia de tu queridísima mujercita mientras esta
abnegadamente te lavaba la ropa?
A Maca el piso se le movió haciéndola sentir en esos momentos como la sangre se le
venía violentamente al rostro que tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para controlar
su furia y no echársele encima para abofetearla. En su lugar apretó los puños de las
manos con tal fuerza que en pocos segundos se le tornaron blancos mientras el cuello y
la cabeza se le endurecían obligándola a temblar
Karol al ver los esfuerzos que hacía Maca por controlarse soltó una sonora carcajada
llamando la atención de alguno que otro comensal mientras su joven acompañante sin
saber muy bien de que iba la cosa solo se limitó a seguir con marcado asombro e interés
su conversación
M: ¡Patética, (le dijo entre dientes) soez, irreverente!
Karol: Mí querida Maca (sin dejar de reírse de ella) ¡Ya veo que me has extrañado
mucho!
M: ¡Sinvergüenza!
Karol: ¡Lo que tú quieras! (levantó las cejas sin dejase de reír) Sin embargo yo ya estoy
más que mojadita para ti cariño... ¿A caso no era así como te gustaba encontrarme
siempre que vienes a verme?
M: ¡No sabes cuánto me repugnas Karol! (le soltó con marcado desprecio en su voz)
¡No sabes cuánto!
Karol: ¡Ese es tu problema querida! (recalco con retintín a la vez que se sentaba
aparentemente con toda calma en su silla) ¿A qué has venido?
M: No juegues conmigo Karol (poniéndosele en frente intentando controlar sus
impulsos por golpearla) Tú me llamaste esta mañana pidiendo que viniera a verte
Karol: Y si mal no recuerdo tú te negaste rotundamente (se mordió el labio y la miró
expectante) ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión Maca?
M: La posibilidad de llegar a un acuerdo contigo
Karol: ¡Vaya, (levantó las cejas con asombro) eso si no me lo esperaba!
M: ¿Por qué no?
Karol: Por que digamos que yo no puedo hacer nada (le sonrió con cinismo y le recalcó
enérgicamente) absolutamente nada por querer llegar a un acuerdo contigo. A menos
que...
M: ¿Qué?
Karol: ¡Que te humilles delante de mí! (se levantó de la mesa y señaló al suelo)
¡pídemelo de rodillas!
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M: Te repito Karol no juegues conmigo porque no te conviene
Karol: Jajaja (soltó sin más la carcajada) ¿Te estás oyendo? (movió la cabeza
incrédula) Por si no lo sabes Maca no estás en condiciones de pedir nada y mucho
menos amenazar
M: ¿Y tú como lo sabes? (levantó una ceja con seguridad y se rió abiertamente por
primera vez dejándola pasmada) para tu información Karol todos tenemos un talón de
Aquiles y yo sé perfectamente cuál es el tuyo
Karol: ¿Ah sí? (sentándose de nuevo) ¿Y según tú cual es?
M: ¿Por dónde quieres que empiece (la vio fijamente con desprecio) cariño?... (se
agachó hasta ella irónica y sin poder contener más tiempo su furia le soltó) ¡Por lo puta
o por lo imbécil!
Karol sintió como la sangre se le agolpo inmediatamente en el cuerpo haciendo que se
levantara como un resorte de su lugar a la vez que levantaba la mano con la clara
intención de cruzarle el rostro sin embargo los reflejos de Maca fueron más rápido y en
el aire se la detuvo tomándosela con fuerza antes de que llegara a su objetivo
M: ¡Ni se te ocurra zorra!
Karol: ¡No te voy a permitir que me insultes! (temblaba presa del coraje) ¡Imbécil!
M: ¡Y yo no te voy a permitir que destroces mi vida! (jalándola con fuerza hacia ella)
¡Estúpida!
El joven que las acompañaba las miraba incrédulo e hizo un intento de querer intervenir
para separarlas pero ambas lo fulminaron al mismo tiempo con la mirada y el optó
mejor por irse. Mientras un par de meseros cerraban la zona a toda prisa al escuchar el
escándalo
M: ¡Será mejor que te sientes! (la empujo con fuerza hacia la silla) ¡Y más te vale me
escuches con atención!
Karol: ¿Y si yo no quiero?
Sin dejar ambas de verse con desprecio. Karol se levantó e hizo el intento de querer
marcharse Maca rápidamente la sujetó del brazo y de un brusco empujón la volvía a
sentar
M: ¡Que te sientes te digo! (suspiró con fuerza sentándose frente a ella)
Karol: ¿Qué quieres?
M: ¡Que termines todo esto de una vez!
Karol: ¿Y si no quiero?
M: ¡Te aseguro que vas a querer!
Karol: ¿De verdad? (levantando las cejas irónica) Ja... ¡No me hagas reír!
M: ¡Mira Karol! (inhaló aire con fuerza) Las circunstancias de los hechos han
cambiando y te afirmo que no tendrás mas opción para reír
Karol: ¿Ah sí?
Maca segura de que en cualquier momento podía voltear la sartén del fuego a su favor
para salir bien librada de todo ese embrollo asintió firmemente con la cabeza dejándola
descolocada
Alcatraces blancos
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M: ¡Sí! (sin más rodeos le entregó un sobre que sacó de su bolsa) Son copias de la
pruebas que tengo de las deudas de juego de tu querido hermanito y copias de un cuenta
bancaria millonaria en Suiza de dudosa procedencia de Marina Ferro la abuela de tu
flamante amante
Karol: ¿Estás celosa?
M: Déjate de tonterías
Karol: Bueno (levantó los hombros como si nada) ¿Y en todo caso a mí que me
importa esas dichosas copias?
Maca estaba dispuesta a jugarse su última carta y haría lo que fuera por ganarle la
partida así que ya le daba igual lo que sucediera a raíz de eso
M: ¡Desde luego que a ti no querida... Pero a tu hermano y a Darío Guiangino si les va
interesar... Y mucho querida (la miró con burla ahora ella segura de tener controlada la
situación) ¡Imagínate por un momento lo que le podría pasar a Gustavo si sus deudores
dan con su paradero en Chile y eso sin contarte la cara que pondría tu queridísimo Darío
al enterarse por la prensa chilena e italiana que su querida familia paterna está bajo
investigación por enriquecimiento ilícito a raíz de querer cumplirle un caprichito a la
despechada de su amante
Karol: ¡No te atreverías Maca!
M: Pues fíjate que sí Karol
Karol: No (se levantó de la mesa con brusquedad) ¡Eso es jugar sucio!
M: ¡Ja... Jugar sucio!... ¡Si ustedes están haciendo exactamente lo mismo conmigo y mi
familia! (se levantó ella también con la furia desatada en sus ojos y encarándola dio un
fuerte puñetazo sobre la mesa) De verdad debes de tener mierda en el cerebro para
atreverte a decirme semejante estupidez... ¿Quiénes son los que están jugando sucio?
Karol: ¡Baja la voz que nos pueden escuchar y llegar a oídos de Darío!
M: ¡Me importa un comino a oídos de quien llegue!
Karol: ¡No te conviene Maca!
M: ¿Y por qué no Karol? (elevaba la voz a la vez que se acomodaba plácidamente en la
silla demostrándole con eso tranquilidad) ¿De cualquier manera que más podría perder
yo? (la miro fijamente a los ojos sin inmutarse) Y sin embargo con el escándalo que se
haría tanto tú como tu hermanito no saldrían muy bien librados de esto
Karol: ¡Estás paranoica!
M: ¿Tú lo crees? (se rió con fuerza burlándose en su cara) Pues yo no lo sé eh...
(levantaba las cejas irónica) ¡Y tal vez el día menos pensado tú y Gustavo bien podrían
llegar a desaparecer del planeta!
Karol: ¡No me digas Maca! (se rió abiertamente) ¿Y tú te vas a encargar de que eso
ocurra cariño?
M: No querida (mostrándole sonriente los documentos) te aseguro que será necesario...
¡Para eso está tu flamante amante o bien su querida familia! (la miró con seriedad sin
dejar lugar a dudas) Serían tantos tus enemigos Karol que ni cuanta te podrás darás de
por dónde te llegaran los tiros (levantó las cejas a la vez que recalcaba enfáticamente)
¡Yo que tú mejor me lo pensaras! ¿No lo crees?
Karol: ¡Cállate!
M: ¡Tú eres la única que puedes parar todo esto Karol!
Karol: No (la vio con marcado desprecio) ni lo sueñes
M: ¡Entonces (levantándose y quitándole el sobre con los documentos de las manos)
nos veremos muy pronto en el infierno!
Karol: Maca (la detuvo del brazo) ¿Qué es lo que quieres que haga?
Alcatraces blancos
138
M: Sencillo Karol (le medio sonrió) si aprecias tu vida más te vale convencer a tu
amante de que se olvide de nosotros y nos deje en paz
Karol: ¡De cualquier manera la investigación en tu contra seguiría su curso!
M: ¡No! (afirmó categóricamente) porque si me entregas los documentos que me
robaste de mi oficina yo tendría la manera legal de defenderme y terminar con todo sin
mayor consecuencia alguna
Karol: ¿Y yo que garantía tengo de que no harás nada después en mi contra?
M: Mi palabra
Karol: ¡Tu palabra no me vale!
M: Ese es tu problema
Karol: Bien (suspiró con fuerza) ¡Te los voy a entregar con una condición!
M: ¿Cuál?
Karol: ¡Que dejes a Esther y que regreses conmigo!
M: ¡Estás locas! (se le soltó del brazo incrédula) ¡Rematadamente loca!
Karol: ¡Entonces olvídalo!
M: ¡Karol!
Karol: ¡Si cambias de opinión mi cama te estará esperando en la habitación 512 y si
no... me da igual lo que pase!
Sin esperar más se dio la media vuelta y se marchó ante la mirada incrédula de Maca
Karol salió del restaurante hecha una furia y sin importarle nada aventaba a un lado todo
lo que se encontraba enfrente de ella... Nadie se atrevió a detenerla o decirle algo. El
semblante del rostro lo tenía duro, áspero, serio y al descubrir y ver a Jerónimo cerca de
los elevadores platicando animadamente con una chica su furia se incremento aun más y
sin pensarlo siquiera se dirigió hacia él
Sin medir palabra alguna y sin que Jerónimo se percatara de su llegada Karol lo empujó
fuertemente por la espalda haciendo que este se estampara directamente de bruces
contra la pared sin ni siquiera darle la menor oportunidad de meter las manos
Karol: ¡Quítate de mi camino!... ¡Infeliz!
Jero: ¡Auchss joder! (atinó a decir todo aturdido a la vez que se sobaba la cabeza y se
limpiaba la sangre de la boca sin comprender nada) ¿Pero qué diablos te pasa?
Karol: ¡Vete a la mierda!
Sin detener sus pasos entró inmediatamente al elevador sin darle opción a mas y desde
adentro ante el asombro y desconcierto de la gente que empezaba acercarse a auxiliar a
Jero Karol elevó la mano y con un conocida ademán le rayó la madre y no conforme
con eso antes de que las puertas del elevador se cerraran le levantó el dedo
Jero: Jajaja
Jerónimo empezó a riese sin control por la reacción de Karol y con la mirada buscaba a
Maca. La cual no tardó en llegar hasta él
M: ¿Estás bien Jero?
Jero: Sí... Jajaja creo que sí (miraba a Maca sin dejar de reírse) ¡Esa mujer es la bomba!
¿Pues qué le hiciste?
M: Hummm
Alcatraces blancos
139
Jero: No resultó ¿verdad?
M: No (suspiró con fuerza y movió la cabeza) Quiere que regrese con ella para
devolverme los documentos que se robó
Jero: ¿Y qué piensas hacer?
M: Demandar (levantó las cejas) Vamos a tener que demandar... Pero antes necesito
hablar con Esther
Jero: Sí Maca (afirmó con la cabeza y le dio su móvil) y entre más pronto mejor
M: Pero así no Jero (le devolvió el móvil y sacó aire) Esther no merece que se lo diga
así por teléfono... (entrecerró los ojos evitando que las lágrimas se le salieran) Mínimo
tengo que darle la cara
Jero: ¡Tienes toda la razón! (la abrazó con fuerza brindándole todo su apoyo) y
recuerda que no estás sola
Maca se refugió en sus brazos y con inmenso pesar apoyó la cabeza en el hombro de su
hermano mientras miles de pensamientos la invadían deseando con todas sus fuerzas
que todo fuera una pesadilla de la cual iba a despertar en cualquier momento y que la
sonrisa de su mujer le pertenecía y se iba a quedar con ella para siempre
Como enajenada Karol caminaba de un lado a otro de la habitación intentando calmar
sus nervios y su creciente ansiedad
En el fondo esperaba y deseaba que Maca llegara para quedarse con ella pero a medida
que los minutos pasaban convirtiéndose en horas sus esperanzas se le iban diluyendo y
sus ilusiones poco a poco se le desmoronaban de las manos haciéndola sentirse
vulnerable y traicionada. Finalmente sin poder esperar un segundo más a que Maca
llegara se dirigió a su bolso y sacó su teléfono móvil
Karol: ¡Maldita seas Macarena Wilson! (buscando entre sus contactos) Pero ni creas
que te vas a salir con la tuya
Tres veces marcó al mismo contacto y el tono de marcación tal parecía ser eterno
haciendo más evidente su impaciencia y desesperación
Karol: ¡Joder contigo Gustavo!
Gustavo: ¡Mas te vale que sea importante lo que me tengas que decir para despertarme
a estas horas Karol!
Karol: ¡Eres un idiota Gustavo! (soltó colérica) ¿Cómo es que Macarena Wilson sabe
de tus deudas de juego?
Gustavo: ¿Qué deudas?
Karol: ¡No te hagas el tonto! (gritándole por el articular) Me habías dicho que habías
dejado el juego hace mucho tiempo
Gustavo: Y así es Karol... (levantándose de la cama) Lo dejé
Karol: ¡Mientes! (el corazón le palpitaba agitado mientras caminaba sin parar de un
lado a otro) ¡Y lo sabes!
Gustavo: ¡Te juro que no se dé que me hablas!
Karol: De los malditos pagarés que Macarena Wilson tiene en su poder de tus
acreedores
Gustavo: ¡Eso no puede ser posible!
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Karol: Pues lo es (gritó sin reparo) ¡Estúpido!... Y está dispuesta a usarlos en tu contra
si no le devuelvo las inversiones que hemos hecho y convenzo a Darío de que la deje en
paz
Gustavo: ¿Qué has dicho?
Karol: Lo que oyes (sacó aire intentando liberar su furia y hizo una pausa para ordenar
sus ideas) pero eso no es lo peor Gustavo
Gustavo: ¿Es que hay más?
Karol: Sí (apretaba con fuerza los dientes) Tiene copias de las cuentas bancarias en
suiza de Marina Fierro. ¿Te das cuenta?
Gustavo: No (su semblante empalideció y tuvo que sentarse sobre la cama) ¿Pero cómo
las consiguió?
Karol: No tengo ni la menor idea Gustavo (respiraba alterada) ¿Y ahora que vamos
hacer?
Gustavo: ¡Lo que te pide!
Karol: Eso no (tragó con dificultad saliva) no pienso dejar que se salga con la suya
Gustavo: ¿Te estás oyendo Karol? (casi suelta el teléfono de la impresión) No seas
estúpida... Que no te das cuenta que si Darío se entera de lo que hemos hecho... ¡Nos
mata!
Karol: ¡Fue tu idea Gustavo!
Gustavo: Secundado por ti hermanita... Recuérdalo... (se hizo un pesado silencio) Mira
el hecho es que no podemos permitir que Maca intente hacer algo con las copias de esos
documentos porque sino todo se nos descubriría y nos iría muy mal Karol... Muy mal
Karol: ¡No fue mi idea Gustavo (le volvió a repetirá enfáticamente) que contrataras a
una persona para que suplantara a la abuela de Darío y así poder sacar dinero de la
empresa y depositarlo en Suiza!
Gustavo: ¿Y conociendo a Darío crees que la va importar de quien fue la idea
hermanita?
Karol: No debí nunca confiar en ti... ¡Eres un estúpido!
Gustavo: Y tú una pinche vieja despechada que no ve más allá de sus narices... Y todo
por vengarte de una estúpida ramera
Karol: ¿Qué vamos hacer?
Gustavo: ¡Ya te lo dije! (fruncía el ceño deseando tenerla enfrente) Dale lo que pide y
habla con Darío para que pare todo
Karol: ¿Cómo si fuera tan fácil?
Gustavo: Fácil no es... pero si eres inteligente y aprecias tu vida y la mía no te quedará
de otra
Karol: ¿Y qué Maca se salga con la suya después de todo lo que me usó, se burló y se
rió de mí?
Gustavo: ¡Karol!
Karol: ¡Pues no (levantó las cejas) fíjate que no!
Gustavo: Entonces tú verás Karol... Haz lo que quieras pero eso sí, de una vez te lo
digo yo voy a desaparecer para siempre sin importarme tu suerte... No voy a esperar a
caer en manos de Darío
Karol: ¿Serías capaz?
Gustavo: Aquí la única que no aprecia su vida eres tu Karol
Karol: Pero es que no me entiendes Gustavo (empezó a llorar sintiéndose perdida)
Maca me hizo mucho daño
Gustavo: ¡Si te entiendo Karol (suspiró con fuerza y cambio su tono de voz) pero bien
te lo advertí muchas veces que esa mujer solo te haría daño! y también te dije que había
maneras menos peligrosas de vengarte
Alcatraces blancos
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Karol: ¿Cómo cuales Gustavo?
Gustavo: Tú haz lo que te pide Maca y yo me encargo de lo demás
Karol: Está bien (suspiró con fuerza) Iré hablar con ella ahora mismo
Una vez que terminó de hablar con su hermano Karol se dirigió a recepción para
investigar en cual habitación se hospedaba Maca. La recepcionista le hizo saber que los
Wilson no estaban hospedados ahí pero que uno de sus taxis los había llevado a un hotel
cercano
Sin perder más tiempo Karol se dirigió al hotel que le indicaron iban a dar la cinco de la
mañana cuando Maca escuchó que alguien llamaba con impaciencia a su puerta. En lo
primero que pensó era que se trataba de Jerónimo por lo que se levantó rápidamente y
sin molestarse a ver de quien se trataba abrió la puerta. La cara que puso de asombro y
desconcierto al ver a Karol lo dijo todo
M: ¿Tú?
Karol: Sí yo (levantó las cejas) ¿Puedo pasar?
M: No (dijo con sequedad rotunda) No puedes pasar
Karol: Vengo en son de paz Maca
M: Aun así (enfatizó con rudeza) No puedes pasar
Karol: ¡Maca!
M: ¿A qué has venido Karol?
Karol: A hablar contigo
M: A noche dejaste en claro lo que querías. ¿No? (levantó los hombros) Así que te
puedes ir por donde viniste (hizo el intento de cerrarle la puerta pero Karol se lo
impidió) ¡No me interesan ni acepto tus condiciones!
Karol: ¡Eh venido a decirte que acepto tu trato!
M: ¿Perdón? (levantó las cejas sin poder dar crédito a lo que escuchaba) eso quiere
decir que...
Karol: Yo te regreso tus inversiones (le aseguró enfáticamente sin dejarle lugar a
dudas) y hablo con Darío a cambio de que tú me entregas las copias de los documentos
que tienes
M: ¿Así de sencillo?
Karol: Sí (suspiró profundo y apretando los dientes) Así de sencillo
M: Bueno (sin poder esconder una sonrisa de triunfo en sus labios) Me parece justo el
convenio ¿Y donde están las inversiones?
Karol: ¡Te llegaran a más tardar mañana a tu oficina!
M: Hummm (la miró fijamente empezando a desconfiar) bien entonces en cuanto las
tenga en mi poder y tu querido Darío retire sus acusaciones te haré llegar tus
documentos. ¿Te parece?
Karol: ¿Tengo otra opción?
M: No (se rió gustosa al saberse victoriosa) No la tienes querida
Karol hizo una mueca de disgusto y apretó los puños con fuerza. Maca en cambio al
verla se burlo de ella riéndose con mayor fuerza en su cara. Karol al saberse perdida y
no poder hacer nada en ese momento por desquitarse se dio la media vuelta para
marcharse. Llegó a toda prisa al asesor y antes de subir la llamo
Karol: ¡Maca!
M: Dime Karol (levantaba la ceja irónica)
Alcatraces blancos
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Karol: El que ríe al último ríe mejor... ¡No se te olvide!
El sol empezaba a despertarse por el horizonte iluminando gradualmente las calles
traficadas de Madrid. Era un día normal para cualquiera sin embargo el destino no
pensaba lo mismo y poco a poco iba entrelazando sus redes
A las primeras horas del día Maca y Jerónimo arribaban al aeropuerto de Tenerife y a
pesar del cansancio reflejado en sus rostros por los acontecimientos de las últimas
horas. Ellos se sentían optimistas y felices con los resultados obtenidos de su diligencia
en esa ciudad. Tenían la seguridad que en pocos días todo volvería a la normalidad y al
fin podrían recuperar su tranquilidad y armonía junto con la totalidad de sus cuentas y el
manejo de sus empresas
Y mientras ellos se preparaban para subir en el próximo vuelo con destino a Madrid el
timbre de la puerta de la casa de Maca sonaba repetidas veces. Esther aun sin terminarse
de despertar del todo se levantó de la cama al oír el insistente sonido del timbre
E: Ya voy (buscaba con la mirada por toda la habitación algo que ponerse para bajar
abrir) Un momento por favor
Finalmente se puso la bata que estaba sobre un reposte, la cual se fue atándola a su
cintura a medida que bajaba por las escaleras un tanto apresurada por llegar abrir
Al abrir la puerta los ojos le brillaban llenos de emoción y una enorme sonrisa se dibujo
en sus labios al encontrar delante de ella un hermoso ramo de Alcatraces blancos
cuidadamente dejados en el piso
E: Hummm cariño (la imagen de la sonrisa de su mujer se le vino a la mente haciéndola
suspirar con fuerza) Maca mi amor
El corazón le empezó a palpitar fuertemente que tal parecía se le podía a salir del pecho
en cualquier momento. Sintiéndose muy enamorada y sin dejar de sonreír con cuidado
levanto del piso el ramo de Alcatraces blancos y lanzó otro suspiro al leer la tarjeta
perfumada que sobresalía entre las flores
“Tu sonrisa me abrió la puerta de lo eterno y el secreto de la vida lo aprendí en el
momento que besé tu boca... Te amo”
Le fue inevitable detener las lágrimas de felicidad que se asomaron en sus ojos. Una y
otra vez releía emocionada la frase en la tarjeta sin dejar de sentirse profundamente
amada y deseada por su mujer. Llena de amor y ternura olió los alcatraces y los apretó
contra su pecho a la vez que con la ilusión reflejada en sus ojos la buscarla por todo el
jardín
E: ¿Dónde estás cariño?
Después de buscarla por un rato y no recibir respuesta decidió entrar a la casa con la
plena seguridad de que Maca no tardaría en aparecer con alguna otra sorpresa
Alcatraces blancos
143
E: Te conozco Maca (gritaba sonriente a la vez que dejaba las flores dentro de un
florero) y sé que andas tramando algo por ahí
El timbre sonó nuevamente y esta vez sin perder tiempo Esther corrió abrir la puerta
para poder lograr pillarla antes de que se le volviera a esconder. Sin embargo su
asombro fue evidente al ver que el que llamaba a la puerta era un sonriente joven con
una pequeña caja entre sus manos
-: Hola (saludó alegremente) ¿Es usted Esther García?
E: Sí (levantó las cejas sonrientes) ¡Soy yo!
-: Esto es para usted (le entregó el paquete y le extendió una hoja) Firme aquí por favor
E: Claro (firmó rápidamente) Gracias
El muchacho inmediatamente se fue y Esther entró a su casa revisando con curiosidad la
pequeña caja
E: Agencia de publicidad Wilson (detuvo sus pasos un momento sin dejar de prestarle
atención a la caja) ¡Qué raro! (murmuró un tanto extrañada) ¿Por qué me iban a mandar
de la agencia de Maca algo dirigido a mi?
Esther abrió la caja sintiendo al instante como una fuerte punzada se le clavaba en el
estómago llenándola de inquietud. Con cuidado sacó de la caja un elegante estuche azul
aterciopelado que a su vez contenía un disco de video. En el momento que tomó el disco
entre sus manos una extraña y desconocida sensación de vértigo le cubrió el cuerpo
E: Dios (se llevó una mano al estómago) ¿Por qué será que siento esto?
Guiada por la curiosidad y el desasosiego que sentía se dirigió hasta el estudio con disco
en mano. Con cierta impaciencia encendió la computadora y antes de que lograra
insertar el disco, el teléfono empezó a sonar con insistencia distrayéndola y obligándola
a contestar
E: Hola
-: ¿Cómo está mi modelo favorita?
E: Hugo (al reconocer la voz de su parlante sonrió dulcemente a la vez que aguardaba el
disco en su estuche) ¿Cómo estás?
Hugo: Bien (se sentó en su escritorio) ¿Y tú?
E: Feliz de la vida (se mordió el labio) ¡cómo no te lo puedes imaginar!
Hugo: Tal vez no (sonrió melancólico) Pero el escucharte me da una ligera idea
E: ¡Tú siempre con tus cosas!
Ambos reían divertidos cuando de pronto la puerta del estudio de Hugo se abrió para
dar paso a dos mujeres que a su vez platicaban y reían entre sí
-: ¡Huguito! (corrió una de ellas abrazarlo mientras la otra lo veía sonriente y intrigada)
¿Cómo estás?
-: ¿Con quién hablas Hugo?
Esther sintió un pequeño sobresalto en su cuerpo a la vez que un ligero rubor le cubría
la cara al reconocer la voz de una de las visitantes al otro lado del teléfono
Alcatraces blancos
144
E: ¡Oye Hugo! (hizo una pausa intentando tomar valor para hacer la pregunta) ¿Silvia
llegó con su novia?
Hugo: Sí Esther (entrecerró los ojos) ¿Quieres hablar con ella?
Al escuchar Silvia de que era Esther la que estaba al teléfono hablando con Hugo la
sangre del cuerpo se le congelo y rápidamente tomo a su novia de la mano para dirigirse
a la salida a la vez que nerviosa y tensa le decía a Hugo
Silvia: ¡Regreso después Hugo! (le aventó un beso) ¡Cuídate y dale mis saludos a
Esther!
E: No te molestes Hugo (lanzó un suspiro con nostalgia) ya la escuché decir la frase
tonta de la semana, pero no importa (frunció el ceño) dale las gracias por mi cuenta y
dile que no esperaba menos de su parte
Hugo: Esther mejor cuéntame ¿Cómo te fue con Maca? (cambiándole por completo la
conversación) ¿Qué te dijo de hacer las fotos?
E: Emmm No a Maca (pensándolo un momento y regresando nuevamente su atención
al estuche que tenía entre sus manos) a Maca finalmente no le he podido decir nada... Es
que se... (hizo una leve pausa medio suspirando intentando disculparse) se tuvo que ir a
una convención
Hugo: ¿A una convención de negocios?
E: Sí (levantó las cejas extrañada al sentirse cuestionada) Si me imagino que es porque
están cerrando una campaña (levantó los hombros sin querer darle importancia)
Entonces debe ser por eso ¿No?
Hugo: Bueno (soltó un leve suspiro a la vez que fruncía la boca incrédulo) No tenía
conocimiento que la empresa estuviera en este momento (hizo una leve pausa pensando
muy bien en lo que diría) cerrando alguna campaña
E: Hugo por dios (movió la cabeza a la vez que se cambiaba el teléfono de mano) ¿Y tú
como sabes eso (empezando a sentirse incomoda con la conversación) ¿tú trabajas allá o
qué?
Hugo: Pues sí Esther (soltó apretando los labios) Y de tiempo completo... Soy el
fotógrafo oficial de todas las campañas (suspiró sin podérselo creer) Que... ¿A caso
Maca no te lo dijo?
E: Humm No (levantó las cejas molesta y el sonido de su voz se tornó rudo) No me lo
dijo
Hugo: Ahhh... (movió la cabeza de manera reprobatoria) No sé el por qué me debe
extraña de ella (suspiró hondo antes de soltar con ironía) ¡Y me imagino que como
siempre tendrá una explicación muy válida para lo de la convención de negocios!
¿Verdad?
E: Te agradezco tanto tu llamada (cortándolo de inmediato) te la agradezco muchísimo
de verdad... Pero en estos momentos estoy como ocupada. ¡Si quieres nos llamamos
después! ¿Te parece?
Hugo: ¿Te has enojado?
E: No (suspiró fuertemente) solo que no me parece bien que te metas en algo que no te
interesa
Hugo: ¡Esther!
E: De verdad Hugo hablamos en otra ocasión
Hugo: Bien... Como tú quieras
E: Adiós
Alcatraces blancos
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Sintiéndose profundamente molesta por la actitud tomada por su amigo colgó el
teléfono y se dirigió hasta su habitación llevándose el disco entre sus manos. El cual
dejó con descuido y de mala gana sobre el tocador justo al lado de una fotografía de
ellas que les habían tomado un día antes de que se casaran
No era la primera vez que alguien le insinuaba que Maca la engañaba y ella nunca le
había dado importancia a ese hecho ya que sabía perfectamente que alrededor de su
relación había muchas envidias y más de tres las querían verlas separadas. Por eso era
que no hacía caso de las habladurías de la gente además que ella confiaba plenamente
en el amor y la fidelidad de su mujer
Sin embargo oír ese tipo de insinuaciones por parte de Hugo la desconcertaban y la
preocupaban ya que Hugo no era de esa clase de hombre que hablara por hablar. Sin
querer darle más importancia al asunto se dirigió al baño y se lavó la cara con agua fría
pero ni así logró quitarse el mal sabor de boca que sentía
De pronto recordó el bello ramo de Alcatraces blancos que Maca le había hecho llegar
esa mañana y una enorme sonrisa se instaló en sus labios. Dispuesta a olvidarse de la
conversación sostenida con Hugo y de la frialdad de su amiga Silvia salió del baño y
como si de un presagio se tratara sus ojos repararon en el estuche con el disco
haciéndola sentir nuevamente esa extraña sensación de vértigo instalándosele en el
cuerpo
E: Humm (se mordió los labios y tomó una vez más el estuche entre sus manos) ¿Qué
será lo que contiene este disco? (se quedó un momento pensativa contemplando el
estuche) ¿Y si son los videos del el último disco de la Quinta estación? (los ojos le
brillaron llenos de ilusión a la vez que sonreía alegrete olvidándose de su vértigo y
desechando al vacío todos sus malos pensamientos) Maca... Mi Maca,... ¡Como te
quiero! Mi grupo preferido y con todo lo que me gusta Natalia (daba saltitos de alegría)
Hay mi Maca Te quiero... Te quiero... Te quiero
Con la ilusión y la emoción a flor de piel por ver la sorpresa que creía que Maca le tenía
reservada en ese disco bajó a la cocina hizo palomitas y cogió una soda para beber
Sin poder esperar un segundo más subió lo más rápido que pudo a su recamara y con
marcada impaciencia metió el disco al reproductor de video para inmediatamente ir a
acomodarse plácidamente sobre la cama dispuesta a disfrutar del espectáculo
Las primeras imágenes proyectadas en la televisión no se hicieron esperar y estas eran
una inmensa gama de luces de colores alternativos que estallaba sin parar en el cielo
teniendo como sonido de fondo la canción “Tus labios por mis piernas”. Lo que hizo
que Esther aplaudiera emocionada y sin poder dejar de sonreír empezó a cantar las
estrofas de la canción
E:
Cortas la distancia que hay entre mis ojos y mi alma
Muchas las excusas para aceptar que me haces falta
Y es que hay veces que no llego y otras que me paso de frenada
Nunca sigo el plan de vuelo y aterrizo fuera de tu cama
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Y te marchas y me dejas otro beso que se estrella
contra mi canción que me recuerda
un beso en tu escalera mi mano en tus caderas
tu sangre por mis venas, mis labios por tus p...
No logró terminar la frase ya que la letra de la canción se le atragantó en el pecho al
mismo instante que la sonrisa se le congelaba en los labios dejándole la boca seca y la
respiración entrecortada
El pulso se le aceleró y el semblante de su rostro empalideció súbitamente unos
segundos dejándola completamente consternada sin poder reaccionar y dar crédito a lo
que veían sus ojos
E: Maca
Maca... Su Maca gradualmente aparecía poco a poco a medio vestir en medio de esas
luces que cada vez se hacían menos nítidas dejando ver con mayor claridad a medida
que cambian de color el rostro de una mujer diferente y a las cuales Maca desvestía con
maestría entre caricias atrevidas y besos apasionados
E: ¡Dios No!
Sin poder entender lo que sucedía y sin querer dar crédito a lo que veía Esther se
levantó de su lugar pausando rápidamente las imágenes en el televisor a la vez que se
llevaba las manos a la boca para ahogar un grito desesperado y sintiendo dificultades al
respirar. Se sobó el pecho y apretó con fuerza el estómago al sentir como se le
empezaba a revolver por las nauseas
Caminaba en el mismo lugar sin saber que hacer a la vez que no podía dejar de ver la
imagen congelada en la pantalla. A punto de echarse a llorar se llevó una mano a la
frente intentando desesperadamente jalar aire
Se pellizcó un brazo para ver si con eso podría despertarse de esa cruel pesadilla.
Finalmente las mandíbulas se le tensaron mostrando su profunda y absoluta decepción.
Sintiéndose desbastada entrecerró los ojos a la vez que apretaba los labios con marcada
furia aceptando y comprendiendo lo que sus ojos se negaban a ver
Esther sentía que el mundo se le venía encima y que no iba a poder resistir semejante
dolor sin embargo pese a ello quería saber hasta dónde había sido Maca capaz de llegar
con sus mentiras y engaños y lo estúpida que ella había sido todo ese tiempo a lado de
la mujer que le juraba amor eterno sobre todas las cosas. Así que se obligo a quitarle la
pausa a la imagen y sin poder contener más su llanto se sentó frente al televisor
tapándose la boca con el puño cerrado
Las imágenes eran crueles, devastadoras Esther pudo reconocer en el video a tres de las
mujeres que se revolcaban con su mujer y lo peor vino a presentársele cuando en el
cinta apareció la fecha de su más reciente aniversario de bodas mostrando a una Maca
apasionada revolcándose en su oficina con la mujer que reconoció del choque
Alcatraces blancos
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-: ¿A dónde me vas a llevar eh? (se colgaba de su cuello besándola apasionadamente)
¿A dónde Maca?
M: A donde a ti te gusta (con agilidad le metía la mano bajo el pantalón alcanzando su
sexo) Me tienes loca chiquilla
-: ¿Quién te lo hace mejor yo o tu mujer?
E: No (movía desconsolada la cabeza sin dejar de ver las imágenes) no Maca
-: Dime que me amas Maca
E: No Maca (las lágrimas ya resbalaban como torrentes por sus mejillas) No lo hagas
M: Te amo (susurró con la voz entrecortada) y tú lo haces mejor
Esther no pudo más y apagó el televisor. Sumamente afligida bajo la cabeza apretando
los labios sin fuerzas. El corazón le empezó a palpitaba débilmente que tal parecía que
en cualquier momento a falta de lágrimas la vida se le escapaba
Durante algunos minutos se quedó como ida mirando hacia la nada. El alma le sangraba
haciéndola sentir un infinito dolor y una profunda tristeza en todo su ser. El cual le
creaba un enorme vacío que no lograba llenar con nada
El silencio parecía haberse hecho eterno en esa habitación hasta que los sentidos sollozo
de una mujer desconsolada y destrozada lo violó. Esther se levantó con cierta violenta
de la cama limpiándose las lágrimas con profunda rabia y dolor de pronto sus ojos
repararon en la argolla matrimonial que llevaba puesta. Sin pensárselo llena de
desprecio y odio se la quitó y con todas sus fuerzas lo estrelló sobre el centro del espejo
del tocador el cual al recibir el impacto se rompió haciéndose añicos tal como ella se
sentía y estaba en esos momentos, echa añicos
En el aeropuerto de Madrid ajena a todo lo que sucedía en su casa Maca terminaba de
hablar por teléfono con sus abogados mientras Jerónimo por su parte terminaba de
recoger el equipaje
Jero: ¿Qué te dijeron?
M: Que nos esperan en la oficina dentro de una hora
Jero: Eso ya lo sabíamos ¿No?
M: Sí Jero pero (suspiró y movió la cabeza) la verdad es que yo tenía pensado irme
directamente a casa y darle la sorpresa a Esther
Jero: ¿Y piensas contarle lo sucedido?
M: No Jero (levantó las cejas) No tiene sentido lastimarla si ya se solucionó todo
Jero: Pues Maca (levantó los hombros) tú sabrás lo que haces con tu relación más sin
embargo si yo fuera tú vería la manera de sincerarme de una vez por todas con ella
M: Jero será mejor que nos demos prisa para llegar a la oficina (tomando su maleta y
caminando hacia la puerta de salida cambiándole de lleno el tema de la conversación)
¿Y cómo vas con Iliana?
Jero: Bien (se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja) muy bien (con la ilusión reflejada
en sus ojos) Es más ahora que solucionemos los problemas que tenemos con las
empresas pienso pedirle se case conmigo
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M: ¿De verdad?
Jero: Sí Maca (suspiró enamorado) de verdad (levantó las cejas) Aunque tu suegra no
me ve con buenos ojos
M: Huumm era de esperarse (le palmeó el hombro) No te preocupes por ella Jero
(medio sonrió) Mira Encarna podrá ser una suegra de cuidado pero adora y desea ver
felices a sus hijas y terminará por aceptarte y más si le dan nietos pronto
Jero: ¿Lo dices por experiencia?
M: ¡Algo hay de eso!
Jero: ¿Te imaginas Maca? (se mordió el labio gustoso) ¿un hijo mío?
M: Sí Jero (sonrió emocionada) sí me lo imagino
Jero: ¿Y Ustedes lo van a volver a intentar?
M: Sí, Esther quiere que...
De pronto Maca sintió como un fuerte escalofrió le recorría el cuerpo a la misma vez
que una dolorosa punzada se le clavó en el corazón haciendo que se doblara llevándose
las manos al pecho
Jero: Maca ¿estás bien?
M: Sí (desconcertada por las sensaciones entrecerró los ojos) Sí Jero. Lo que pasa es
que... (movía la cabeza y abrió los ojos intentando encontrar una definición a lo que
sintió) De pronto tuve una extraña sensación de vacío... No sé Jero... No sé cómo
explicarte lo que estoy sintiendo
Jero: ¡Será mejor que nos demos prisa y hacer lo que tenemos que hacer para que te
puedas ir a descansar a tu casa!
M: Sí (sacó aire intentando reponerse) es lo mejor
Sin más complicaciones llegaron hasta los estacionamientos de la empresa desde que
bajaron del carro y salieron del elevador Maca empezó a notar cierto recelo entre sus
empleados los cuales la veían a lo lejos con pena y cuchichiaban disimuladamente entre
ellos
M: Jero (deteniéndose un momento) ¿No notas como algo raro en el ambiente
Jero: No (la miró extrañada) todo está igual
Sin querer darle más importancia siguieron su camino. Maca no pudo evitar sentir una
nueva punzada en su corazón cuando Alejandro su amigo al verlos llegar se levantó
rápidamente y corrió a su encuentro
Alex: ¿Qué pasa? (dirigiéndose alterado a los dos) ¿Por qué diablos no contestan el
maldito móvil?
Jero: Yo me quedé sin batería y esta ha estado hablando con los abogados
M: ¿Qué pasó?
Alex: ¿Qué pasó?... ¡Que toda la empresa amaneció inundada de fotografías tuyas y de
tu amante!
M: ¿Qué?
Alex: ¡Que toda la empresa amaneció inundada de fotografías tuyas y de tu amante!
¡Como esta! (dándole una fotografía) ¡Mira!
M: No (se llevó la mano a la boca) No puede ser
Alcatraces blancos
149
De inmediato comprendió la razón del por qué sus empleados al llegar la miraban con
recelo y pena cuchicheando entre ellos. Sintiendo que la sangre le hervía por dentro
devolvió sus pasos hasta el área laboral. Sus empleados al verla venir de inmediato
dejaron de prestarle atención y se ocuparon en hacer algo
M: ¿De qué se ríen eh? (volvió a repetirles a la vez que recogía una de las fotografías
pegadas en una puerta) ¿De qué se ríen? ¿Qué pasa? ¿Qué miran? (gritó furiosa
nuevamente) ¿Qué miran?
Ninguno de sus empleados se atrevía levantar la cabeza ni decir nada en su lugar
siguieron haciendo como que trabajaban sin haberla escuchado
M: ¡Y para que se enteren están todos despedidos!
Jero: Maca contrólate (llegando hasta ella) ¡Que estas no son la maneras de afrontar
una situación así! (le palmeó el hombro) ¡Ya me arreglo yo con ellos!
Maca abrió los ojos a más no poder, la respiración se le empezó alterar sin querer
permanecer más tiempo bajo las miradas de sus empleados corrió como despavorida a
encerrarse a su oficina y ahí sobre su escritorio encontró más de las fotografías tamaño
póster que habían aparecido pegadas esa mañana por toda la empresa y donde ella y
Karol aparecían semidesnudas haciendo el amor
M: No (gritó con todas sus fuerzas a la vez que empezaba a romperlas) No puede ser
De pronto al recordar algo se dirigió hasta uno de los estantes de su armario como
desesperaba empezó a buscar entre las cosas. Al no encontrarla y ver que Alejandro
entraba a la oficina se fue contra él
M: ¿Qué hiciste imbécil? (agarrándolo con fuerza de la solapa de la camisa) ¿Qué
hiciste eh?
Alex: Hey, hey (levantó una mano) ¡Suéltame! (sujetándole a la vez la mano para
librarse) ¡Suéltame! ¡Yo no tuve nada que ver con eso!
M: ¿Ah no? (soltándolo y dirigiéndose al armario furiosa) ¿Ah no? ¿Y quién se llevo mi
cámara si eras tú el único que sabía donde la escondía?
Alex: ¿Tú crees que yo lo hice? (la miró y elevó la voz) ¿Tú crees que yo lo hice eh?..
Se miraron si parpadear un momento con la furia reflejada en sus ojos y la respiración
alterada
Alex: ¡No fui yo!
M: ¿Entonces quien?
Alex: Karol... Así como se llevó los documentos bien pudo llevarse la cámara de video
M: ¡A ella menos que nadie en estos momentos le conviene exponerse de esta manera!
Alex: ¡Pues yo no fui! (jaló con fuerza aire intentando controlarse) ¡Piensa Maquita! (le
tronó los dedos) Piensa... ¿Cual más de tus amantes está interesada en hacerte daño? (se
hizo un breve silencio) ¿Y quién es capaz de hacer un trabajo de fotografía así?
Alejandro le escupió las palabras con coraje sin dejarle la menor duda de lo que le
afirmaba y preguntaba. Maca se quedó un momento contemplándolo a Alejandro
Alcatraces blancos
150
pensativa mientras a su mente se le veía miles de posibilidades finalmente pareció
encontrar una respuesta a sus dudas
M: ¡Lo voy a matar!
Sin esperar fue hasta su escritorio tomó los restos de las fotografías y dejando a su
amigo parado a medio camino salió a toda prisa de su oficina. Los ojos le brillaban
intensamente, la respiración se le oía muy alterada, y el rostro lo tenía rojo y deformado
por la furia que sentía. No le llevó mucho tiempo llegar hasta donde estaba Hugo
trabajando. El cual al verla de inmediato supo que algo andaba mal
M: ¿Qué es lo que quieres eh? (lo encaró directamente dándole de lleno y con todas sus
fuerzas una bofetada) ¡No soportas que me haya quedado con Esther! (le aventó las
pedazos de fotografías a la cara) ¿Es eso?
Hugo: ¿Qué es lo que te pasa infeliz? (furioso la encaró el también) ¡Quien merece las
cachetadas eres tú!
M: ¿Ah sí? (se acerco hasta él y lo empujó con ambas manos) ¡Ven hazlo! (le gritó en la
cara) ¡pégame!... (lo volvía a empujar) ¡Pégame! ¿Si eres tan macho pégame?
Hugo: Por lo menos no soy tan patético como tú (la hizo con facilidad a un lado) Que
mientras tu matrimonio se está destruyendo vienes aquí a reclamarme y buscarme como
gallito de pelea. ¡Eh!
M: ¿Y tú que sabes de mi matrimonio?
Hugo: Pues lo sé todo de ti (le gritó y se giró furioso encontrando su mirada) y lo peor
es que Esther también lo sabe ¡Imbécil!
Maca dio un ligero paso hacia atrás con la boca abierta, el semblante de su rostro se le
tenso poniéndosele blanco de la impresión. Claramente empezó a sentir como la boca se
le resecaba a la vez que el pecho le brincaba súbitamente mientras ambos no dejaban de
mirarse a los ojos con rabia y desprecio
Ante la mirada atónica de los que estaban ahí y sin decirle más nada Maca dio la media
vuelta y salió corriendo rumbo a los estacionamientos. Una vez ahí subió a toda prisa a
su auto y lo puso en marcha y arrancó a toda velocidad con rumbo a su casa
Al entrar a su casa lo primero que vio fue el ramo de alcatraces blancos esparcido por
todo el suelo y que ella le había hecho llegar esa mañana. El corazón se le estrujó y
empezó a palpitarle fuertemente a la vez que un frío sudor le bañó el rostro al descubrir
que en la estancia principal faltaba el póster de la fotografía de Esther
M: ¡Esther! (miraba a su alrededor y gritaba desesperada) ¡Esther!
Maca sintió que la respiración le empezaba a faltar y aun viendo lo que sus ojos veía
ella se negaba a aceptar lo que sucedía. Sin perder tiempo subió corriendo por las
escaleras sin dejar de llamarla con la esperanza de encontrarla en la recamara. Con la
angustia reflejada en sus ojos por lo que pudiera encontrar ahí abrió lentamente la
puerta. Casi se cae de la impresión al ver la argolla matrimonial de Esther tirada en el
suelo junto algunos restos de espejo y fotografías de ella
Alcatraces blancos
151
De plano las piernas le empezaron a temblar al darse cuenta que la ropa de Esther ya no
estaba en el closet y que una hoja de papel estaba a media cama
M: No (tomó con miedo la hoja de papel y las lágrimas corrían sin control a medida que
la leía)
“Hola Maca
Cuando leas esta carta seguramente yo ya estaré muy lejos de aquí... Me voy a un lugar
desconocido, quiero iniciar una nueva vida. Una nueva vida limpia sin engaños, sin
mentiras. ¡Real! Nada de lo que está muy lejos de parecerse al infierno que viví a tu
lado. Vas a poder ver a los niños cuantas veces quieras. Ellos no se merecen la clase de
madre que tienen pero en fin, tienen derecho a estar contigo... En cuanto a mí Maca,
nunca vas a volver a verme. Porque si hay un Dios en el cielo él jamás va a permitir que
me vuelvas a mirar”
M: Esther por favor no
Maca apretó la hoja con sus manos sintiéndose desolada y devastada. El ruido de la
camioneta de Esther al ponerse en marcha la hizo racionar y salió corriendo solo para
alcanzar a ver como se cerraba la puerta de la cochera. Sintiendo que el mundo se le
venía encima y que ella ya estaba perdida se dejó caer de rodillas al suelo llorando su
tristeza y su desconsuelo mientras miraba hacia el cielo gritando desesperada con todas
las fuerzas de su alma el nombre de su mujer
M: ¡Esther!
Impotente e incapaz de controlar su devastación empezó a golpear con fuerza el piso de
cemento donde estaba hincada sin importarle en absoluto hacerse daño. Los ojos se le
veían crispados y las lágrimas le brotaban si cesar bañando su rostro y su pecho
Ni el dolor ni la sangre que brotaban de sus puños cerrados hicieron que detuviera sus
arrebatos. Desesperaba levantaba su rostro desfigurado por el dolor al cielo lanzando a
su vez desgarradores gritos llenos de súplicas una y otra vez
M: ¡Esther perdóname Esther! ¡Esther perdóname mi amor!
Maca sentía que a cada segundo que pasaba la vida se le escapaba lentamente y sin
piedad por cada poro de su piel. De repente su mente y su cuerpo se quedaron estáticos
como idos y un fuerte mareo la sacudió oscureciendo de inmediato su horizonte. Y ya
no fue consciente del dolor que la consumía, ni del tiempo que pasó dejando todo en
aquella casa y a su alrededor en el más profundo de los silencios
La tarde la sorprendió así: acurrucada en sus rodillas en el mismo lugar donde vio partir
la camioneta de Esther. Y como si fuera poco una corriente de viento frío empezó a
soplar con fuerza trayendo de inmediato a su paso un batallón de nubes grises y negras
que invadieron los cielos de Madrid. Como si se tratara de un nuevo presagio un fuerte
estallido rugió de entre las nubes al chocar abriendo al instante el cielo que a su vez
iluminó su silueta con tonos blancos y anaranjados mientras gruesas gotas de agua de
lluvia empezaron a caer
Alcatraces blancos
152
Maca apretó con mayor fuerza sus rodillas y comenzó de nuevo a llorar con la misma
intensidad que en ese momento lloraban los cielos en Madrid
Empapada hasta más no poder continuaba abrazadas a sus rodillas sin moverse ni
cambiar de posición. Tal parecía que nada existía a su alrededor ya que ni el viento, ni
el frío, ni la lluvia la podrían hacer reaccionar. Ella seguía perdida consumiéndose en su
mundo lleno de dolor
Jerónimo llegó todo apresurado a la casa de Maca su rostro proyectaba angustia,
seriedad y preocupación pero esas expresiones cambiaron de inmediato por unas
expresiones llenas de dolor y tristeza al ver las condiciones en las que se encontraba su
hermana
Jero: ¡Por todos los cielos! (se quedó un momento estático contemplando a Maca desde
su automóvil) ¡Dios mío dame fuerzas para ayudarla!
Jero sabía que el momento no iba ser nada bueno después de lo ocurrido esa mañana en
la empresa pero sinceramente no estaba, ni iba preparado para ver lo que sus ojos veían
Logrando reponerse de su primera impresión bajó de su automóvil y sin importarle la
lluvia ni el frío rápidamente se despojó se su gabardina y corrió hasta el lado de su
hermana la cual seguía en la misma posición con la vista perdida hacia el vacío
Sin perder más tiempo Jerónimo la cubrió con su gabardina y no fue hasta que la abrazó
que logró hacerla reaccionar. Maca de pronto como que fue consciente de todo lo que
sucedía y rompió nuevamente en un llanto desgarrador a la vez que con desesperación y
las pocas fuerzas que le quedaban se aferraba al abrazo de su hermano buscando el
consuelo y la pauta que necesitaba en ese momento su vida
M: ¡Me dejó, Jero! (murmuraba llorando en su pecho) ¡Esther me dejó!
Maca tenía el cuerpo helado y los dientes empezaron a castañearle de manera
incontrolable. Jero la apretaba intentando hacerla entrar en calor
Jero: ¡Maca cariño! (la voz le temblaba y hacía un enorme esfuerzo por contener sus
lágrimas) Esther va a regresar a ti
M: No Jero no (movía la cabeza desconsolada) esta vez la he perdido para siempre
Jero: No Maca no (la levantó en sus brazo y la metió a la casa) ¡Yo sé que es muy
fuerte lo que ha pasado y no es fácil de sobrellevarlo (le levantó la cara por la barbilla
para que lo viera) Pero Esther te quiere demasiado tan solo vive para ti. Ya verás que
terminará perdonándote y regresará a ti
M: No lo sé Jero no lo sé... (sus ojos demostraban profunda tristeza) Yo... Yo no soy
una persona perfecta, hay muchas cosas que deseo nunca haber hecho (movió la cabeza
y llevó su mano a su frente con evidente desolación) ¡No sabes cómo me avergüenza mi
pasado!
Jero: Maca no te derrumbes. Aprende de tus errores
M: Esther me dejó (sus lágrimas fluían sin parar) Y yo siento haberla herido tanto
Jero: Ella va a volver a ti Maca
Alcatraces blancos
153
M: Tú no la conoces Jero (con profundo dolor entrecerró los ojos) cuando ella toma una
decisión de esta magnitud no hay nada que la quebrante
Jero: El amor Maca... El amor lo puedo todo. Y si algo tengo en claro en todo este
tiempo que he convivido y he visto madurar su relación es el inmenso y profundo amor
que ambas se tienen
M: ¿Tú lo crees así?
Jero: Definitivamente Maca. Claro que lo creo
M: ¡Entonces (los ojos se le llenaron de esperanza) tengo que ir a buscarla!
Jero: Maca (le acarició con delicadeza la barbilla) Claro que tienes que ir a buscarla
pero no ahora. No es el momento
M: Pero es que yo no puedo vivir sin ella
Jero: Lo sé Maca, lo sé... pero no es nada fácil lo que ha pasado y Esther necesita
tiempo
M: Pero yo necesito que me escuche, que me perdone, que me dé una oportunidad de
cambiar
Jero: Lo entiendo Maca pero entiende tú también que ahora mismo no es el momento...
Tú también necesitas tiempo (Maca buscó su mirada intentando comprender lo que le
decía) Tiempo para luchar por ella, para reconquistarla, para recuperar su confianza.
Tiempo Maca, tiempo para demostrarle que has encontrado una razón para cambiar lo
que solías ser. Tiempo para empezar de nuevo y demostrarle que solo por amor a ella tu
vida tiene una razón de ser
M: ¡Soy una hija de puta!
Jero: ¡No te lo voy a negar que lo eres! (levantó la ceja y le medio sonrió intentando
darle ánimos) Pero por muy hija de puta que seas mereces una oportunidad y yo sé que
Esther te la va dar por que ambas se mueren de amor solo que tendrás que currártelo. Y
cuando digo cúrratelo me refiero a esforzarte día a día, minuto tras minuto, segundo por
segundo para no dejarte caer. ¡Tienes que ser fuerte Maca!
M: ¡No será nada fácil!
Jero: Y que esperabas mujer... (le dio un cariñoso palo en el brazo) Esther será la mujer
más dócil, entregada y bella del mundo por las buenas... Pero no hay que desconocer
que es una fiera cuando esta herida y tú...
M: Y yo la herí (terminó por él la frase) demasiado
Jero: Y profundamente Maca (movió la cabeza a la vez que levantaba un ceja) No te la
pondrá nada fácil y tú tienes que ser fuerte, muy fuerte para sobrellevar todo lo que
venga. Así que hazte la mejor amiga de la paciencia, soborna a la prudencia y cásate con
la inteligencia
M: ¡Yo no sé qué voy hacer sin ella Jero! (suspiró tristemente y nuevamente empezó a
llorar) ¡La casa está echa un desastre... y mi vida también!
Jero: Maca (la abrazó nuevamente intentando darle consuelo y protección) Ya está
chiquilla. Ya está
Hacía horas que Esther manejaba en círculos por todo el alrededor de la ciudad sin
atreverse a llegar a un punto en concreto. Tenía los ojos hinchados y el rostro rojo de
tanto llorar. Durante su largo recorrido dos veces estuvo a punto de chocar y otras tantas
veces sin inmutarse dejó atrás los gritos y los insultos de algunos conductores furiosos
que hábilmente lograron esquivar su vehículo sin consecuencia alguna
En Madrid seguía lloviendo a cantaros lo que dificultaba manejar con seguridad. Las
pruebas eran claras y contundentes y por más duro, cruel e infame que fueran los
Alcatraces blancos
154
hechos. Ella de cualquier manera inconscientemente en el fondo de su corazón y de su
alma buscaba desesperadamente encontrar una justificación para el comportamiento de
Maca
Tenía poco más de dos minutos que el semáforo cambio a verde los claxon de los
conductores que querían seguir avanzando no se hicieron esperar pero ni eso lograba
sacar a Esther de su limbo personal. Así que sin fijarse en lo que hacía avanzó su
vehículo cuando la luz del semáforo cambio a rojo. El rechinido de las llantas y los
gritos de algunos presentes retumbaron en sus oídos
E: Nooooooooo (lanzó un gritó desesperado) ¡Osman, Pablito!
El fuerte sonido de un claxon la hizo reaccionar metiendo a fondo el freno de su
camioneta lo que hizo que esta diera un giro completamente sobre su propio eje y
terminara derrapándose apenas a unos cuantos centímetros de chocar de frente a un
tráiler
E: ¡Todo por tu culpa (golpeó con fuerza el volante de su vehículo) por tu maldita
culpa!
El conductor del tráiler consciente del daño que pudo haber pasado bajó rápidamente de
su vehículo para auxiliarla. La cara de susto que tenía se trasformó en incredulidad al
ver la reacción colérica de Esther
E: Joder Esther (sus lágrimas resbalan sin control por sus mejillas) deja de buscar
excusas donde no las hay. Acepta tu maldita realidad... Esa mendiga vieja arrabalera te
engañó. Doce malditos años de tu vida te vio la cara de pendeja... ¡Que no lo puedes
entender!
-: No lo puedo creer (se puso la mano en al frente pasmado ante lo que veía) esta tía está
loca
Esther respiraba aceleradamente tenía lo ojos cerrados y de su boca salían furiosas
bocanadas de aire. Aun así el hombre se le acercó preocupado por su estado
-: Señorita ¿Está usted bien?
E:... (apretó los labios con fuerza)
-: ¿Está usted bien señorita? (le insistió con reserva) ¿Quiere que llame alguien que
venga por usted?
E: No (contestó finalmente de manera seca a la vez que sacaba aire por la boca) no se
preocupe estoy bien. Gracias (volteo a verlo enarcándole la ceja) Lo siento... De verdad
lo siento. Yo...
-: No se apure (la interrumpió sonriéndole gentilmente) Lo importante es que está usted
bien y no pasó nada
E: Gracias (le medio devolvió la sonrisa) Muchas gracias de verdad se lo agradezco
-: ¿Qué le sucedió? (le soltó de improvisto) ¿Está consiente del accidente que estuvo a
punto de provocar?
E: No (dijo rotundamente) hasta hace un segundo no lo era (sacó aire y apretó
ligeramente los labios) Yo no estoy pasando por un buen momento sentimental pero esa
no es ninguna disculpa por lo ocurrido
Alcatraces blancos
155
-: Ya... (levantó las cejas) ¿Quiere que llame alguien que venga a buscarla o prefiere
que la lleve algún lugar?
E: Se lo agradezco pero no es necesario
-: Insisto señorita (la vio fijamente con seriedad) Aunque no haya pasado nada ¡Usted
no está en condiciones de manejar!
E: Lo sé
-: ¿Entonces? (sin lograr entender su actitud)
E: Voy a dejar la camioneta estacionada ahí (le indicó con el dedo el lugar) Después
llamaré a un taxi
-: ¿Está usted segura?
E: Sí
-: Bien (levantó los hombros y sonrió) hágalo con mucho cuidado y que tenga usted
suerte
E: Gracias señor
-: De nada
El hombre se marchó y Esther estacionó la camioneta donde le dijo al hombre que lo
haría solo que no llamó al taxi. Se quedó ahí un rato esperando lograr tranquilizar su
desasosiego pero la verdad es que no podía conseguirlo y a medida que los minutos
pasaban las imágenes vistas en el video esa mañana se le revelaban en su mente
haciéndola gritar de dolor y coraje
El aspecto de su semblante más que mostrar el cansancio de las horas manejadas dejaba
de manifiesto ver su evidente sufrimiento y tristeza. Su alma no lograba mitigar ni un
poco su desesperanza, su desolación, su rabia y su decepción. La cual creció aun más
cuando por azares del destino y la vida una camioneta pasaba lentamente ante sus ojos
cargada de Alcatraces Blancos
E: ¡Joder! (lanzó un furioso alarido) ¡Por Dios que me voy a volver loca!
Con fuerza y ambos puños cerrados golpeó el volante al sentir que la impotencia y la
frustración la dominaba por completo. Sin pensarlo más arrancó el vehículo y lo puso
nuevamente en marcha. Esta vez su mente tenía un punto fijo a donde ir a parar
Manejaba con atención y cuidado pero sin embargo empleaba una velocidad más rápida
de lo permitida y de lo que ella acostumbraba a correr. Empezaba a oscurecer cuando
llegó a su destino una vez que se estacionó tomó su bolso y bajó rápidamente del
vehículo. No pudo reprimir un quejido al ver que la luz principal de la casa a la que
había llegado se encendía
E: ¡Maldita sea hija de puta! (de sus ojos destilaban chipas de rabia) ¡Mil veces maldita!
(con decisión se dirigió hasta aquella casa) ¡Te voy a dar en lo que más te duele
Macarena Wilson!
Apenas tardó unos cuantos escasos minutos en atravesar la calle para llegar hasta su
objetivo, a medida que avanzaba el corazón le palpitaba con mayor fuerza y
brusquedad. La respiración la tenía muy alterada, el semblante del rostro era totalmente
incapaz de mostrar todas las gamas de sensaciones que sentía en ese momento
Alcatraces blancos
156
Esther consciente de que no podía presentarse en esas condiciones ante ella porque
inmediatamente perdería la batalla antes de empezarla. Se quedó unos segundos
contemplando aquella puerta que tenía delante de sus ojos, apretaba y cerraba los puños
de las manos con cierta desesperación e incertidumbre a la vez que se obligaba a jalar
aire con fuerza intentando con eso controlar sus reacciones y emociones
Finalmente cuando sintió que se había controlado un momento y estaba lista para todo
se acomodó el cabello con las manos, se alisó la ropa, se frotó con suavidad los ojos
quitando todo rastro de lágrimas, se dio unas pequeñas cachetaditas en la cara, soltó
todo el aire que momentos antes había jalado y se exigió sonreír
El insistente sonido del timbre de la puerta retumbó por toda la casa sorprendiéndolas a
mitad de la ducha. Extrañada y molesta por la actitud impertinente de esa persona al
tocar hizo que dejara de bañarse y saliera refunfuñando de la tina de baño a la vez que
tomaba una toalla a su paso y a toda prisa se medio envolvió en ella para ir abrir. De
muy mala gana y con cara de pocos amigos abrió la puerta con demasiada brusquedad
-: Joder que diab...
No pudo lograr terminar la frase ya que las palabras se le atragantaron en la boca y los
ojos se le abrían enormemente a la vez que por instinto propio dio un ligero paso hacia
atrás. Tenía el rostro trasformado y la tez se le tornó blanca de la impresión dejándole
así de manifiesto su más que evidente turbación por su visita ya que para ser franca
sinceramente no la espera para nada
-: ¡Esther!
E: ¡Hola! (con el tono de voz dulce) ¿Cómo estás?
La mujer enarcó una ceja y de pronto sintió como el cuerpo se le tensaba y estremecía al
mismo tiempo al toparse de lleno con la mirada cándida penétrate y la radiante sonrisa
de Esther
-: Ehhhhhhhh
E: ¿Qué cómo estás?
-: Ahhhhhh
La mujer no lograba responderle nada congruente era tan grande la sorpresa y la
turbación que sentía en esos momentos que no tenía ni idea de cómo poder controlar el
poderoso efecto que la sonrisa de Esther causaba en ella. Tal pareció ser que en esos
mismos instantes el tiempo se había detenido solo para ella. Sin lograr ocultar su
desconcierto y nerviosismo el cuerpo le empezó a temblar copiosamente
E: ¿Estás bien? (la miraba con extrañeza y al no recibir respuesta le repitió con
preocupación) Silvia ¿Estás bien?
Silvia: Pero... pero... (atinaba a medio decir) Pero... ¿Qué haces aquí?
E: ¡Vine a buscarte!
Silvia: ¿A mí?
E: A quien más (movió la cabeza empezando a sentirse divertida por la situación) ¡Que
yo sepa solo tú vives aquí! ¿No?
Alcatraces blancos
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Silvia: Sí (se apresuro a decir) ¡Solo yo vivo aquí!
E: ¿Qué pasa? (le causaba gracia ver el nerviosismo de Silvia) ¡Cualquiera diría que
estás viendo una aparición! (con seguridad levantó los hombros) ¿Puedo pasar?
Silvia: No (sus bellos ojos azules se abrieron al máximo y al instante corrigió) Si
E: ¿Entonces en qué quedamos? (sonriéndole abiertamente divertida y sintiéndose ya
segura del dominio de la situación) ¡No o sí!
Silvia: Esther (intentando controlar su nerviosismo) ¿Qué haces aquí?
E: Ya te lo dije Silvia (levantó la ceja coqueteando con ella descaradamente) ¡Viene a
buscarte!
Silvia: ¿Para qué? (sin poder salir de su asombro)
E: ¿Cómo que para que Silvia? (se le acercó con demasiada sutileza) Vine para verte...
(deslizo su mano con suavidad sobre su hombro desnudo haciendo que a Silvia se le
erizara la piel) Para saber de ti... (consiente del efecto que causaba en la bella mujer la
tomó con seguridad por la cintura) Para...
Ya no terminó la frase sin que Silvia se lo esperara Esther levantó una de sus manos y
con suma suavidad empezó acariciarle la mejilla a la vez que le depositaba un ligero
beso en los labios. Silvia no lograba reaccionar e involuntariamente se hizo un poco
para atrás sintiendo como su traicionero cuerpo se paralizaba abruptamente a punto de
colapsarse ante el contacto inesperado de Esther
Silvia: Esther yo...
E: Shissss (le puso un dedo en los labios) No digas nada
Sin darle tiempo a decir nada. Esther nuevamente la abordó apoderándose de su boca
pero esta vez de una manera profunda, decidida y atrevida sin dejarle lugar a dudas de
cuales eras sus intenciones
Silvia: Hummm
Silvia respingó involuntariamente soltando un pequeño gemido de placer por un
momento creyó estar soñando pero las atrevidas e insistentes caricias que Esther le
comenzaba a hacer le indicaron lo contrario. Aun así no podía dar crédito a lo que
estaba pasando. En su interior sabía que algo no andaba muy bien con Esther ya que
esta no era así... Definitivamente su Esther no era así
Silvia: Esther (apenas lograba murmurar con dificulta entre su boca) Espera por fav...
Esther no estaba dispuesta a escuchar razones ni mucho menos a esperar nada. Así que
no la dejó ni terminar la frase y con mayor entereza se apoderó otra vez de sus labios de
manera salvaje exigiéndole una respuesta
¿Y cómo poder rechazarla? Cuando Esther de manera desbordada y audaz la acariciaba
y besaba sin darle lugar a tregua con destreza, con atrevimiento y con demanda
logrando en tan pocos segundos hacer que Silvia sintiera como la sangre le rugía y le
hervía por dentro
Silvia tenía el alma desbocada y el corazón a punto de estallarle en mil pedazos de la
emoción. Así que no quiso buscar una razón, ni cuestionarse un porqué del
comportamiento indecoroso de su amiga y empezó a corresponderle a sus caricias y sus
Alcatraces blancos
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besos con todo el amor que ella era capaz de sentir y dar por esa mujer, con la misma
intensidad y aborigen que Esther le dada al fin y al cabo amarla era su pecado y quien
sería capaz de culparla y juzgarla para condenarla por eso: Por amarla como la amaba,
por soñarla como la soñaba, por desearla como la deseaba, y por añorarla como la
añoraba... ¿Quién?
Y Silvia se dejó hacer y se dejó llevar por el torrente de emociones que la desbordaban
por completo, que le aturdían los sentidos y que le nublaban la razón... Quería tenerla,
quería disfrutarla, quería deleitarla, quería amarla, quería sentirla en su piel, en su
corazón, en su alma sin culpa, sin límite, sin reserva
-: ¡Silvia cariño!
La inesperada y sensual voz se escuchó a lo lejos llegando hasta ellas apenas en un débil
susurro pero lo suficientemente claro para obligarlas a romper los besos y suspender las
atrevidas caricias de inmediato
-: ¿Amor... Quién tocaba a la puerta con tanta insistencia?
Esta vez la voz se escuchó más cerca con mayor potencia y nitidez. Ambas mujeres
dieron un paso hacia atrás sobresaltadas, el corazón les palpitaba fuertemente y el
semblante de su rostro se les torno inconexo
Esther respiraba agitadamente y al darse cuenta de lo que sucedía todo lo anteriormente
vivido con Maca se le vino de boca jarro a la mente golpeándola en el alma. El
semblante del rostro se le tornó rojo y los ojos le brillaron súbitamente presa del coraje.
Silvia al encontrarse de lleno con su mirada inquisitiva súbitamente palideció y el
cuerpo se le congelo
E: ¡Mentirosa! (le soltó entre dientes a la vez que apretaba con fuerza los puños de la
mano) ¡Eres una mentirosa!
Silvia: Pero... pero
E: ¡Tú también Silvia! (le acusaba si dejarla reaccionar) ¡Tú también eres una
mentirosa!
Silvia: Esther (logro decirle) No te permi...
E: ¡Me dijiste que me ibas a esperar!
Silvia sintió como si le echaran un balde de agua fría en pleno rostro, hizo un intento
por acercársele pero Esther rotundamente levantó ambas manos deteniéndola en seco
Silvia: Esther yo... (se puso la mano en la frente y apretó con fuerza su toalla al cuerpo)
debí decirte que...
E: ¡Cállate! (le ordenó tajantemente)
Una bella mujer de ojos verdes y piel apiñonada envuelta en una toalla salió toda
apresurada de la habitación al escuchar las voces alteradas
-: ¿Qué está pasando aquí?
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Miraba como a la expectativa a las dos mujeres sin lograr entender lo que ahí sucedía.
Hasta que sus bellos ojos verdes se detuvieron fijamente en los labios ligeramente
abultados y enrojecidos de su novia y la ropa desacomodada de Esther
-: ¡Silvia! (los ojos se le llenaron de lágrimas y apenas con un hilo de voz) ¿Qué
significa esto?
Silvia: Alethia yo...
E: ¡No significa absolutamente nada!
Alethia: ¿Cómo que no significa nada? (se le dejó ir a Esther al grado que Silvia tuvo
que interponérsele en el camino para detenerla) ¿Acaso piensas que soy ciega o qué?
Silvia: ¡Alethia!
Alethia: Alethia nada (intentando con todas sus fuerzas hacerla a un lado) ¡Suéltame!
Esther por un momento se puso en los zapatos de aquella desconcertada y furiosa mujer.
Y toda la rabia que sentía hacía tan solo unos minutos al descubrirla en la casa de Silvia
se trasformó en tristeza y vergüenza. No pudo evitar se le escaparan un profundo
suspiro de frustración. Ella mejor que nadie conocía en carne propia la humillación y el
dolor que provocaba una traición
Alethia: ¡Que me sueltes te digo!
E: Déjala Silvia
Silvia: No
Alethia: ¿De qué van eh? (pataleando) ¿De qué jodidos van?
Silvia: ¿Quieres calmarte por favor?
Alethia: ¡Calmarme! (su respiración se alteraba cada vez mas) ¿Has dicho que me
calme tía?
E: No pasó nada
Alethia: ¡No que va!...(escupía fuera de si) ¡Si ahí estaban... Las dos metiéndose
mano... Burlándose a mis espaldas!
E: ¡Lo siento! (atinó a decir toda apenada mientras daba la media vuelta para
marcharse) ¡Yo no debí venir!
Alethia: ¿Qué fácil no? (logrando zafársele a Silvia) ¡Que fácil para ti!
Silvia: ¡Basta Alethia! (abrazándosele por la espalda con fuerza para lograr detenerla)
¡Basta ya!
E: ¡De verdad lo siento! (volvió a repartir apenada) Lo siento mucho
Alethia: ¡Si cómo no! (gritó furiosa a la vez que se volvía a liberar de Silvia. Los ojos
los tenía chicos, rojos y brillosos por la ira) Primero vienes como una loca a timbrar la
puerta, después te fajas con mi novia en mi narices y ahora te vas diciendo
simplemente... ¡Lo siento! ... Eres increíble tía... Que digo increíble. ¡Eres es una
maldita cualquiera!... ¡Eso es lo que eres!
Esther al escucharla detuvo sus pasos en seco a la vez que sentía como los pelos se le
ponían de punta y las orejas le ardían a punto de explotar...
Muchas veces en su vida Maca la había insultado insinuándole lo mismo sin tener
ningún motivo y razón. Y ella siempre de alguna manera la disculpaba y la perdonaba
por amor... Pero esta vez era muy diferente y no estaba dispuesta a permitirle a nadie
nunca más tal insulto. Llena de indignación y coraje se dio nuevamente la media vuelta
regresando con determinación sus pasos y con toda la fuerzas y la rabia que tenía y
sentía en su cuerpo y su alma estampó su mano abierta en pleno rostro de la chica
Alcatraces blancos
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E: ¡No te voy a permitir que me insultes! (la mujer de la fuerza del impacto se hizo para
atrás) Tú no me conoces, ni sabes quién soy para juzgarme a la ligera pero ya que lo
hiciste te vas a tener a las consecuencias
Alethia no salía de su aturdimiento la cara le palpitaba y le ardía. Al darse cuenta que
Esther se le iba acercando instintivamente se escondió atrás de Silvia consciente de la
ira desmedida que había desatado en aquella mujer
Silvia tenía la boca seca y los ojos abiertos a más no poder. Esther respiraba
acaloradamente a la vez apretaba con fuerza los puños de su manos y buscaba
encontrarse con la inquieta mirada azul de Silvia
E: ¡Dile que se vaya!
Silvia: ¿Qué has dicho?
E: Me oíste perfectamente (se cruzó de brazos delante de ella) ¡Dile que se vaya!
Silvia: ¡Pero Esther!
E: No lo voy a volver a repetir Silvia
Y dicho esto le pasó la mano por la nuca a Silvia y la atrajo para apoderarse de manera
ardiente de su boca ante el letargo e incredibilidad de Alethia
E: Dile a tu noviecita que se vaya para siempre de tu vida porque ahora estoy yo
No hubo necesidad de decir más. El silencio se hizo presente en aquel recinto. Alethia al
darse cuenta que Silvia solo bajaba la mirada corrió hacia la habitación despavorida a
buscar su ropa mientras tanto Esther con toda calma tomó una de las revistas de moda
que estaba sobre la mesa de centro y sin inmutarse de nada cómodamente se sentó en un
sillón a esperar que Alethia se marchara
Todo fue tan rápido y confuso que en el momento que Alethia se fue de casa de Silvia
sin decir palabra alguna. Esther también se fue dejando a una anonadada, desconcertada
y confundida Silvia parada a media estancia sin saber qué decir o hacer
Unos segundos después de que Esther se marchara el timbre volvió a sonar con
demasiada insistencia haciendo reaccionar a Silvia la cual sacó una bocanada de aire
caliente y presurosa se dirigió abrir la puerta
E: ¡Hola Silvia!
Silvia: ¡Esther! (movió la cabeza incrédula) ¿Qué haces aquí?
E: ¡Vine a buscarte!
Silvia: ¿A mí? (fingiendo sorpresa)
E: A quien más (le sonrió ampliamente) Que yo sepa solo tú vives aquí ¿No?
Silvia: Hummm
E: ¿Puedo pasar?
Silvia: ¿Qué intentas Esther?
E: ¿Puedo o no?
Silvia: ¡Claro que puedes! (haciéndose a un lado para dejarla pasar) ¿Ahora si me dirás
que es lo que pretendes?
E: Es más que evidente ¿No? (levantó una ceja insinuándosele) ¡Estar contigo!
Alcatraces blancos
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Silvia: ¡No juegues conmigo Esther!
E: No lo hago (sin perder más tiempo se le acercó sutilmente y le pasó los brazos por el
cuello) ¿A caso ya no recuerdas que me prometiste que me ibas esperar? (Silvia
entrecerró los ojos y Esther aprovechó para susurrarle cálidamente al oído) La última
vez que nos vimos me dijiste que tú me podías prometer de todo (astutamente se
apoderó del el lóbulo de la oreja y se lo chupó) Si mal no recuerdo textualmente me
dijiste: ¡Esther si tú algún día por algún motivo me buscas es porque estarás dispuesta a
ser mi mujer! ¿Ya no lo recuerdas Silvia?
Silvia: ¡No!
E: ¿Cómo? (extrañada se apartó ligeramente de ella y buscó su mirada) ¿Cómo que
no?... ¿A caso ya no me deseas Silvia?
Silvia: No Esther (sacó aire) No es eso (atinó a decir a la vez que con nerviosismo se
apretaba la toalla a su cuerpo) Recuerdo exactamente todo lo que te dije en aquella
ocasión
E: ¿Entonces? (levantó los hombros y se mordió con picardía un labio a la vez que se
pegaba a ella) ¿Cuál es el problema?
Silvia: El problema es que tú no me amas de la manera que yo pretendo lo hagas (con
ternura le acomodó el cabello) Tú no me deseas Esther
E: Sí te deseo y mucho (son seguridad puso su mano en su sexo) Yo quiero y necesito
estar contigo Silvia
Silvia: Esther (pasó con dificulta saliva al sentir su cercanía) ¡Por favor detente ahora
que aun me puedo contener!
E: ¿Y si no quiero?
Silvia: Esther
Silvia suspiró fuertemente a la vez que negaba con la cabeza. Durante unos breves
segundos solo se limitó a verla directamente a los ojos sin decirle nada. A leguas se le
notaba la inquietud y la desesperación que sentía por intentar comprender un poco de
que o a que venía toda aquella locura
Esther aprovechando su desconcierto de un arrebato le quitó la toalla. Silvia se ruborizó
de inmediato al verse completamente desnuda ante la mirada lasciva de Esther
Silvia: Esther (lanzó un grito incomodo y furioso a la vez que ágilmente recuperaba la
toalla y le soltó) ¿Qué diablos te pasa?
Esther no le respondió de pronto se quedó estática y toda la seguridad y el atrevimiento
que sentía se le vino abajo al contemplarla desnuda y enojada. Sin duda Silvia era bella,
muy bella pero eso no le quitaba que estuviera enojada
Esther a pesar de su juego de seducción no logró controlar los colores que de improvisto
se le vinieron al rostro y en ese preciso momento tomó conciencia de que no era
consciente de lo que intentaba provocar
E: ¡Lo siento! (murmuró apenada) Yo...
Silvia: No lo sientas (cambió el tono de voz y la expresión de su rostro) ¡Solo que...
(levantó la ceja y le acarició tiernamente la mejilla haciéndola estremecer) no me
esperaba todo esto!
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E: ¡Eso es más que evidente Silvia! (agregó con timidez a la vez que le sonría sabiendo
el efecto que causaba en ella) ¡No te quiero hacer daño Silvia! (la barbilla le tembló
ligeramente) No a ti
Silvia: ¿Qué te pasa Esther? (la acunó entre sus brazos sabiendo que era lo que ella
necesitaba en esos momento) ¿Qué es lo que te tiene así?
E: Maca (susurró débilmente rompiendo en llanto) ¡Me engañó! (se abrazó con
desesperación absoluta a su amiga buscando un alivio a su dolor) Esta mañana llegó a
mis manos un video con escenas de ella donde aparece con diversas mujeres teniendo
relaciones sexuales (su llanto se hizo más abrumador y desgarrador) Doce años de mi
vida, me engañó con cuanta mujer se le cruzaba en el camino... Doce años Silvia (a
pesar de sus lágrimas sus ojos no lograban ocultar su desazón, su desasosiego su
desamor) Y yo a pesar de todo siento que me muero de amor por ella
Silvia: Mi niña bonita (sus ojos se le llenaron de lágrimas y un fuerte dolor le dio en el
pecho) ¿Qué te han hecho mi niña?
E: Hazme el amor (le soltó de súbito con la mirada llena de dolor y de súplica a la vez)
Hazme el amor Silvia... (con un nudo en la garganta) ¡Por favor hazme olvidarla!
Silvia no pudo contener la aborigen de sentimientos que se le vino encima sin piedad y
abrazó a Esther con más angustia, con más fuerzas sintiendo profundamente como
compartía su dolor y su tristeza a la vez que ella también sentía como su corazón se
desgarraba por dentro y se le moría lentamente de amor por ella
Exactamente un mes después de lo ocurrido Maca se presentó a su agencia a trabajar. Su
cuerpo mostraba una considerable pérdida de peso, sus ojos denotaban su profunda
soledad y tristeza y su rostro demacrado no dejaba lugar a dudas del dolor que estaba
viviendo
Algunos de sus empleados al verla llegar y caminar por los diversos departamentos de
la empresa a lado de su amigo y confidente Alejandro Torres se mostraron
sorprendidos, inquietos, recelos, inquisidores y evitaban a toda costa cruzarse
directamente con ella a la vez que se lanzaba miradas indiscretas entre ellos lo que hizo
que Maca se empezara a desesperar y alterar
M: ¡Esto es la leche!
Alex: ¿A qué te refieres?
M: ¡A que voy a tener que cambiar de personal Alejandro! (deteniendo sus pasos en
seco) ¡O en su defecto tendré que vender la agencia si se salva de la quiebra!
Alex: ¡No es para tanto Maca!
M: ¡Que no! (movió la cabeza incrédula) Solo observa a tu alrededor. No hay ningún
empleado que no me mire con lástima o este predispuesto a Juzgarme. En cuanto me
doy la vuelta les falta tiempo para empezar a cuchichear a mis espaldas
Alex: Entiéndelos un poco Maca (levantó las cejas conciliador) Lo que ha sucedió en el
último mes con la empresa no es para menos... Los tiene al borde de los nervios y el
colapso además... (hizo una mueca con la boca y algo de silencio) También está lo
sucedido con Esther... Para todos ellos ha sido un golpe muy fuerte Maca
M: ¿Y qué con eso?
Alex: ¿Cómo que y qué Maca? (movió la cabeza un tanto exasperado) ¡Los empleados
quieren saber que sucede con la empresa y que está pasando con Esther!
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M: ¡Joder! (Levanto las manos al aire incomoda y molesta) ¡Es mi vida coño! ¡No
tienen derecho a meterse en ella!
Alex: Y no lo hacen Maca (intentando buscar las palabras adecuadas para calmarla un
poco) Solo que están preocupados, desconcertados, temerosos (la miró fijamente) Toma
en cuenta que sus familias dependen de esta empresa además de que todos conocen y
estiman a Esther
M: ¿Y ya por eso tengo que contarles mi vida?
Alex: Claro que no Maca... pero estarían más tranquilos si al menos les dices algo al
respeto
M: ¡A la mierda con todo! (levantó la voz llamando la atención de los presentes) Me
escucharon bien... ¡A la mierda!
Con decisión y aplomo encaminó sus pasos hasta un punto claro donde casi todos la
pudieran ver directamente sin dar más motivo a especulaciones
M: Bien ¿Lo quieren saber? (elevó la voz lo suficientemente clara y fuerte para que la
escucharan) Pues se van enterar de una buena vez... (respiró con fuerza) La agencia se
está yendo al pique. Los abogados no han podido hacer mucho al respeto pese a tener en
sus manos las pruebas necesarias que nos inculpan de los cargos de enriquecimiento
ilícito y lavado de dinero ya que al tratarse de delitos mayores se persigue de oficio y no
se soluciona simplemente con retirar las demandas. Requiere tiempo y mientras no se
aclaren lo hechos y se desliguen responsabilidades la agencia seguirá bajo investigación
judicial. Por lo tanto el capital con el que dispone la agencia está congelado y me siguen
embargando lo poco que queda. No tengo contratos nuevos, y los existentes están
parados por falta de garantías lo que quiere decir que dentro de poco no podré pagarles
sus servicios ni mucho menos asegurarles su puesto de trabajo. (suspiró con fuerza) A
partir de hoy quedan libres de toda responsabilidad conmigo y con la empresa y el que
quiera puede pasar a personal y pedir su liquidación si es que aun hay algo. El que no ya
sabe tendrá que esperar hasta que esto se resuelve
-: ¿Y de cuánto tiempo hablamos?
M: No lo sé (levanto los hombros) Tal vez un par de semanas o bien un par de meses...
No lo sé
-: ¿Y...?
Maca sacó aire con fuerza por la boca al darse cuenta de por dónde iba encaminado ese
¿Y...?. El rostro se le tensó y se le empezó a poner rojo de la vergüenza que sentía y
dudó un momento en si contestar o no a lo que evidentemente querían saber alguno...
Finalmente pasó saliva con dificultada, levantó el rostro y los enfrentó
M: ¿Y...? (levantó los hombros) en cuanto a Esther no tengo nada que decirles...
(recalcando) Es mi vida personal y no tengo por qué darles ninguna clase de
explicaciones al respeto. Y el que se quede a trabajar en la empresa solo tienen que
limitarse hacer su trabajo y resolver su propia vida. Ya me encargaré yo de resolver la
mía. Muchas gracias
Maca ya no les dio tiempo a más y se fue de ahí rumbo a su oficina a toda prisa seguida
de muy cerca por Alejandro
M: ¿Qué? (girándose a verlo)
Alex: ¡Nada! (cerrando la puerta)
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M: ¿Entonces que me sigues?
Alex: Uy que genio amiga (levantó las cejas inquisidor) ¿Maca?
M: ¿Los empleados o tú?
Alex: ¡Vale! (tomando lugar frente a ella) lo has pillado también yo
M: Ya escuchaste bien lo que les dije (mirando la pila de documentos que tenía sobre su
escritorio) ¡Es mi vida personal no tengo por qué dar explicaciones!
Alex: ¡Que nos conocemos Maca! (levantándole con suavidad la barbilla) ¡Mira como
estás!
M: Hummm
Alex: ¿Me lo quieres contar?
M: Esther ya sabe el por qué y en qué situación está la empresa (sacó un poco de aire
liberando la tensión) la semana pasada amenazó a Jero con demandarme por abuso de
confianza
Alex: ¿Qué me estás contando? (se dejó caer asombrado en la silla) No creo que lo haga
Maca
M: Me da igual si lo hace o no (suspiró levemente) después de todo me merezco todo lo
que está pasando ¿No?
Alex: ¿Ya sabes donde está?
M: Está en la casa de su madre, (entrecerró los ojos y giró sobre su silla) se niega a
verme y hablar conmigo (los ojos se le llenaron de lágrimas y la voz le tembló
notablemente) Ayer me hizo llegar atreves de sus abogados la demanda de divorcio. No
quiere nada de mí, ni nada que tenga que ver con los Wilson. Solo exige le firme un
permiso para llevarse del país a los niños por tiempo indefinido
Alex: ¿Y tú qué piensas?
M:..
Alex: ¿Maca?
M: Que importa lo que yo piense Alejandro (las lágrimas empezaron a resbalar por sus
mejillas) Ella ya tomó su decisión... ¡Se va del país y se lleva para siempre a mis hijos!
Alex: ¿Y vas a renunciar a ellos así por nomás?
M: No me queda de otra (levantó los hombros) El juicio con la empresa no va por buen
camino las inversiones que hizo Gustavo con los documentos que Karol me robó
desencadenaron un fraude y mientras no se aclare que pasó realmente yo estoy bajo la
mira judicial... El abogado ya me advirtió que es muy probable me detengas en
cualquier momento...
Alex: ¿Y eso que Maca (la miró fijamente) estamos hablando de tus hijos de tu mujer?
M: Por eso mismo (la quijada el temblaba notablemente a causa de su llanto) Yo no
quiero que mis hijos vivan algo así y que Esther tenga que lidiar también con esto. Así
que tal vez es mejor que se los lleve para siempre. Ella y mis hijos merecen otra vida
Alex: ¿Te estás oyendo? (se paró molesto por la actitud de su amiga) ¡No digas
tonterías Maca!
M: No son tonterías (su vista se perdió en la nada) La semana pasada la vi... (apretó los
dientes intentando no desfallecer) La vi salir de un lujoso y conocido hotel de la mano
de Silvia Ortiz (con frustración y desprecio se limpio las lágrimas) Me enfurecí al verlas
no quise dejar pasar la oportunidad y me acerqué a reclamarle... (entrecerró los ojos con
profundo dolor) Cuando Esther me vio... sus ojos me miraron con odio, con rencor, con
coraje y desprecio (medio suspiró conteniendo un sollozo) A mí la vista se me nubló y
el cuerpo se me heló masacrándome con un sinfín de sentimientos encontrados... (tragó
saliva) Esther se abrazó a Silvia y escondió su cara en su cuello
Alex: ¿Y qué hiciste?
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M: Con una furia que no sabía era capaz de sentir me quité el diamante azul en forma
de Alcatraz que ella me regaló en nuestro aniversario y se lo arrojé al piso
Alex: ¿Por qué hiciste eso?
M: Está con otra (se levantó de su lugar impulsada como un resorte) Se entregó a otra...
Ya sé que yo no tengo derecho a reclamarle nada que soy la única culpable de todo lo
que está pasando (se giró a verlo) ¿Pero qué quieres que haga? Si ya no me importa
nada y a cada segundo que pasa siento que me quemo y me muero por dentro
Alex: ¡Maca!
M: Ahhhggg la he perdido (lanzó un grito desesperado mientras comenzó a caminar de
un lado a otro dejando ver como el dolor la consumía) ¡Que se vaya Alejandro! (empezó
a llorar con mayor intensidad) ¡Que se vaya de mi vida para siempre!
Su orgullo estaba masacrado los ojos casi se le salían de su órbita y con todas sus
fuerzas pateaba todo lo que tenía a su paso. Alejandro estaba desconcertado y no sabía
qué hacer ante el ataque inesperado de celos que tenia Maca
M: ¡Otra vez me lo hizo! (estaba como desquiciada tenía la cara desencajada el cuerpo
mal trecho y el alma desgarrada) Aghhhhhhh (volvió a gritar) No le bastó quedarse
embarazada de Hugo si no que ahora va y se acuesta con esta
Alex: ¡Maca tú estás mal! (movía la cabeza con incredulidad y absoluta tristeza) Muy
mal
M: Se entregó a otra... (se dejó caer al suelo y apenas con un ligero sonido de voz
murmuro) ¡A otra!... Y yo soy una auténtica gilipollas
El tráfico era verdaderamente imposible a esas horas del día. Esther miraba con
impaciencia una y otra vez su reloj tenía que hacer pensar en hacer algo rápido si no
quería llegar tarde a la audiencia final del divorcio y Maca se marchara sin firmar nada
E: Joder Silvia el tráfico está imposible (bufó mirando nuevamente su reloj) y el tiempo
que no detiene su marcha
Silvia: Tranquila Esther (le contestó con toda calma) ¡ya casi llegamos!
E: Es que mira la hora que es (le mostró el reloj y sacó aire por la boca intentado
calmarse un poco) y si no llegamos a tiempo la audiencia se suspenderá y yo
francamente ya quiero terminar con esto
Silvia: ¡Ten seguro que Maca también!
E: Yo no estoy tan segura (lévanó los hombros) ¡ya ves la semana pasada no quiso
firmar nada! (movió la cabeza) Alegó que todo era demasiado impersonal y que mínimo
yo tenía que estar presente en la audiencia para determinar los acuerdos y firmar
Silvia: Hasta cierto punto es lógico Esther (levantó las cejas) Ella quiere verte e intenta
hablar contigo
E: ¿Para qué? (su semblante se endureció y su mirada se tornó fría) ¡Para hacerme más
daño del que ya me hizo!
Silvia: ¡Ay Esther!
E: Pues yo no quiero verla ni hablarle (miró atreves de la ventanilla del auto y se cruzó
de brazos) si no fuera porque necesito que firme ya el permiso para llevarme a los niños
del país... Te juro que no vendría dejaría todo en manos del los abogados y que firme el
maldito divorcio cuando le dé su chingada gana
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Silvia: Esther date cuenta que Maca está desesperada (movió la cabeza pensando muy
bien lo que iba a decir) No solo se trata de disolver el matrimonio si no que también le
estás exigiendo que prácticamente que renuncie a sus hijos
E: Yo no le estoy exigiendo nada Silvia (se giró hacia ella molesta) Solo le estoy
pidiendo permiso para llevármelos. Todo está claramente estipulado en las cláusulas del
divorcio ella podrá verlos cuando quiera
Silvia: E ir a México dos veces por semana ¿no?
E: Bueno ¿Tú de parte de quien estás?
Silvia: No (levantó la mano negando) Por ahí no sigas Esther porque sabes
perfectamente que no llevas la razón y todo este asunto de los niños y hacerle creer que
estás conmigo lo haces simplemente para vengarte de ella
E: ¿Pero qué me estás diciendo?
Silvia: ¡La verdad Esther!
Esther echó para atrás la cabeza claramente sorprendía y Silvia aprovechó que el
semáforo cambió su luz a rojo para voltear a verla sus bellos ojos azules brillaron
intensamente a causa del dolor que sentía en esos momentos
Silvia: Te estoy diciendo la verdad (medio suspiró con fuerza) Conoces perfectamente a
Maca y sabes de qué pie cojea. Me di cuenta el día que nos vio salir de la mano del
hotel donde asistimos a la conferencia de modelaje alternativo y le diste a entender que
tú y yo acabamos de tener movida provocando y haciendo estallar sus enfermizos celos
E: ¿Eso piensas?
Silvia: Sí (bufó fijando nuevamente su atención al volante) eso pienso
E: Mira Silvia si quisiera vengarme de Maca la metería ahora mismo a la cárcel
¿Sabes?... No conforme con los cuernos que me metía y de cómo me trataba abuso de
mi confianza y dispuso de mi dinero y del patrimonio de mis hijos por andar calentando
nidos ajenos. Mis hijos no merecen esa clase de madre
Silvia: ¿Y por eso se los vas a quitar?
E: Ya te lo dije yo no se los voy a quitar nada (se cruzó de brazos) podrá verlos cuando
quiera... Así como tenía tiempo y audacia para engañarme así mismo que tenga tiempo
para ir a ver a sus hijos en donde quiera que estén cuando quiera
Silvia: Es de por más tratar de intentar meterte en razón (poniendo en marcha el
vehículo al cambio de luz) y lo que más me duele con tu actitud es que no solo le estás
haciendo daño a Maca y a tus hijos... Te lo estás haciendo tú misma y de paso me lo
estás haciendo a mí
E: ¿Perdona?
Silvia: Sí Esther... Siento que me estás utilizando para tratar de conseguir tu venganza
E: Pero... pero (abría y cerraba la boca) lamento que lo sientas y lo pienses de esa
manera (buscaba encontrarse con su mirada) Por que esa no es mi intención (señaló
hacia un espacio vacío y miró su reloj) Ahora si no te importa podrías parar ahí
Silvia: No dramatices por favor
E: Prefiero continuar sola
Silvia: No lo dudo (levantó una ceja) pero te prometí que estaría contigo en todo
momento. Y eso es lo que pienso hacer
E: No es necesario Silvia (hizo el intento de abrir la puerta con el carro en marcha) No
quiero dañarte más
Silvia: ¡Basta Esther! (deteniendo rápidamente su acción) ¿Estás loca o que te pasa?
Esther bajó la cabeza sintiéndose avergonzada y Silvia pasó con dificultad saliva
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Silvia: Yo te amo Esther tú bien lo sabes pero tú no me amas a mí y así yo no puedo
(suspiró con fuerza) No entiendo el amor enfermizo y destructivo que se tienen ambas
pero no te engañes Esther hagas lo que hagas nadie que no sea Maca llenara el vacío
que ahora mismo tú sientes
E: ¡No lo puedo creer! (movió la cabeza y los ojos se le llenaron de lágrimas) ¿Me estás
diciendo que olvide y perdone todo lo que me hizo y vuelva con ella?
Silvia: No... ¡No te engañes! (negó tranquilamente con la cabeza) te estoy diciendo que
nadie es perfecto y que hagas lo que hagas no lo hagas motivada tan solo por la
venganza... Date un tiempo para que te tranquilices y sosiegues es coraje que tienes
E: Lo único que quiero ya en estos momentos es que esta pesadilla termine de una vez
por todas (sacó el aire con fuerza y volteó la cabeza hacia la ventanilla para evitar que
Silvia viera correr sus lágrimas) Quiero irme lejos de aquí... Quiero y necesito empezar
una nueva vida
Silvia: No te preocupes (le palmeó suavemente la pierna tranquilizándola) hoy sin falta
se resolverá todo
E: Pues mientras no se suspenda nuevamente la audiencia y Maca no salga con otra de
sus tonterías
Silvia: ¡Esther nada de eso va a pasar te lo aseguro!
E: Sinceramente eso espero
Silvia: Mira ayer hable con Maca
E: ¿Cómo?
Silvia: Que ayer hable con Maca
E: ¿Y por qué hiciste tú eso?
Silvia: Porque me pareció conveniente hacerlo Esther (volteo a verla) me dijo que no te
preocuparas que iba a firmar todo lo que pedías y exigías
E: Yo no me confío de su palabra (miró su reloj) Tenemos diez minutos de retraso
Silvia: ¡Tranquila (estacionando el auto) ya hemos llegado!
Sin decir más ambas mujeres bajaron del auto y encaminaron sus pasos hacia la sala
donde se llevaría a cabo la audiencia final para el divorcio y las esperaban los abogados.
Esther a pesar del coraje que sentía hacia Maca no lograba dejar de sentirse alterada,
nerviosa y dolida
Al llegar a la sala indicada Esther antes de abrir la puerta del recinto respiró hondo y se
tronó los dedos para inmediatamente después entrar a paso firme con la frente
levantada. Seguida de cerca por Silvia
Jerónimo al percatarse de su presencia de inmediato se puso de pie en su lugar
esperando a que llegaran. El juez que llevaría a cabo la audiencia observaba con cautela
a amabas mujeres. Esther inconscientemente buscaba en el recito a Maca con la mirada.
Extrañada al no verla por ningún lado hizo una mueca desagradable y se acercó hasta un
pensativo y pasmado Jerónimo
E: ¿Y tu hermana?
Jero: ¡No va venir!
E: ¿Cómo? (medio levantó la voz enfadada llamando la atención de algunos presentes y
susurrándole secamente al oído a Jero) ¿Pero será cabrona tu hermana? ¿Y ahora que
pretende?
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Jero: Tranquila no te alteres (entrecerró los ojos y su tono de voz denotaba profunda
tristeza) Todo está arreglado
Esther levantó las cejas asombrada sin lograr entender lo que Jero le decía a la vez que
buscaba encontrarse con su mirada
Jero: Ya firmó todo lo que le pedías (no pudo sostenerla la mirada) Solo falta que el
juez te lo haga oficial
-: ¿Esther García?
E: Soy yo
Sin más preámbulos el juez dio inicio a la audiencia de divorcio y en vista de que ya no
había nada que deliberar o arreglar entre ellas debido a los documentos firmados por
Maca y entregados por Jerónimo en nombre y representación de su hermana. El juez dio
por concluida la sesión disolviendo de esa manera la unión de doce años de matrimonio
entre Macarena Wilson y Esther García
Esther al tener en su poder los documentos entregados por el juez no pudo evitar sentir
un fuerte estremecimiento en su cuerpo pese a que se había preparado durante toda la
semana para ese momento el vacío que sentía en su corazón y su alma era demasiado
fuerte
Silvia estuvo a su lado en todo momento no había necesidad de decirle nada. Ella sabía
perfectamente y sentía en carne propia el dolor, las dudas y el coraje que sentía Esther
Jero: Toma (le extendió un sobre) son los documentos con los permisos que necesitas
para llevarte a los niños
E: ¿Por qué no vino Maca?
Jero: No pudo
E: Que patética es... ¡Pero que se puede esperar de alguien como ella la verdad!
(abriendo el sobre y revisando la documentación) No vaya ser que sea una más de sus
trampas... Y me pida que vaya ante otro Juez y no se presente... Cobarde rastrea que no
fuera
Jero: Ya vale Esther (la miró enfado de arriba abajo) ya tienes lo que querías ¿no?. No
hay necesidad que te sigas ensañando con ella
E: Claro ya te salió tu vena Wilson (lo retó con la mirada) y la defiendes a toda costa
disculpando y tapando como siempre todos sus errores
Silvia: Ya Esther vale (la tomó del brazo con delicadeza) que Jero no tiene la culpa de
lo que pasó entre tú y Maca
Jero: Déjala Silvia (medio sonrió con tristeza) Si así se siente mejor que me diga lo que
quiera
E: ¿Dónde se metió tu hermana que no vino a darme la cara?
Jero: ¿De verdad lo quieres saber?
E: No (negó con la cabeza y levantó una mano) de seguro está con una de sus amantes
aprovechando el tiempo (se dio la media vuelta y tomó a Silvia de la mano) Vámonos
Silvia no hay nada más que hacer aquí
Jero: A Maca la detuvieron esta mañana... (le gritó a sus espaldas) Está en la cárcel por
eso no pudo venir... ¡Alégrese señora García!
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Las palabras de Jerónimo retumbaron secamente una y otra vez en sus oídos dejándolo
paralizada al momento. Su corazón palpitó fuertemente con violencia haciéndole sentir
un agudo dolor en el pecho al grado que la hizo llevarse la mano al corazón y doblarse
ligeramente, tenía la boca seca, el cuerpo helado y sus ojos súbitamente se llenaron de
lágrimas. Era más que evidente que esperaba oír cualquier cosa en relación a Maca
menos eso
Silvia instintivamente la sostuvo en su peso haciendo que recargara en ella para no
dejarla caer. Jerónimo tenía las mandíbulas apretadas y su rostro se tornaba serio y
rígido mientras la observaba receloso en espera de cualquier reacción de Esther
Esther intentó jalar un poco de aire para tratar de reponerse un poco de la impresión de
la noticia y la afirmación de Jero. Con aflicción apuñó los puños de sus manos a la vez
que se giraba lentamente hacia su cuñado buscando encontrarse de lleno con su mirada.
Jerónimo aun con el enfado reflejado en sus ojos se la sostuvo de manera altiva y
desafiante dispuesto a defender y dar la cara por su hermana en todo momento
Jero: ¡Ahora que ya lo sabes y tienes lo que querías! (la miró de arriba abajo) Ve a
darle la estocada final... Haz efectiva tus amenazas de demanda y regocíjate de su
desgracia... ¡Anda ve! ¡Aprovecha el momento para terminar de destruirla!
E: ¿Tú de verdad piensas que quiero destruirla y me alegra enterarme de eso? (la
barbilla le empezó a temblar debido al intento que hacía por no llorar y contener la rabia
que las afirmaciones de Jero le producían) ¿Qué clase de persona crees que soy para
sentir felicidad por que la madre de mis hijos está en la cárcel?
Jero:...
E: ¡Contéstame Jero!
Silvia: Esther tranquilízate
E: No Silvia (alzó las voz y buscándola afanosamente) ¡Como quieres que me
tranquilice al saber lo que acabo de saber! ¿Eh? (señalando con la mano a Jerónimo) Mi
mejor amigo conociéndome como me conoce se atreve a afirmar lo que siento y quiero
y me juzga sin más
Jero: Yo no te juzgo Esther (levantó los hombros) simplemente digo lo que me parece
obvio
E: ¿Lo que te parece obvio? (movió la cabeza y levantó los brazo incrédula) Pues así
como te parece obvio que me voy aprovechar y me alegro por la situación de Maca así
también debió parecerte obvio decirme que tu hermana se acostaba con cuanta escoba
con patas se le cruzaba en el camino ¿No?
Jero: ¡No me correspondía a mí!
E: ¡No te correspondía a ti! (repitió con demasiada ironía mientras parecía que los ojos
casi se le salían de las orbitas) ¿Pero tú de qué vas tío? Si eras mi amigo joder... Mi
mejor amigo
Silvia: Esther por favor Jero no está pasando por un buen momento
E: Y yo sí ¿eh? (levantando los brazos con desesperación) Yo sí lo estoy pasando
¿verdad?
Silvia: Tampoco Esther pero no está de ahí y desde hacer rato estás desquitando tu rabia
y frustración con Jero cuando la única responsable de todo no está presente
E: ¡Joder contigo Silvia!
Silvia: ¡Estás muy enojada y alterada y eso no nos llevara a nada bueno!
E: ¡Claro que lo estoy! (reconoció categóricamente) ¿Cómo no lo voy a estar? (miró de
frente a Jerónimo quien la observaba callado con el ceño fruncido y los labios
Alcatraces blancos
170
apretados) Se suponía que era mi mejor amigo y nunca me dijiste nada de lo que hacía
Maca a mis espaldas y bien que le sabías todo
Jero: Te equivocas Esther yo no lo sabía todo (saco aire con cansancio) y aunque así
hubiera sido te repito no me correspondía a mi decírtelo (bajó la cabeza con tribulación
y tristeza) Maca es mi hermana y tú mi mejor amiga estaba entre la espada y la pared
aun así muchas veces intenté que vieras algo más allá que tus narices te sugerí que te
reintegraras a la vida productiva, que recuperaras tu independencia, que no te dejaras
subyugar a sus antojos y caprichos pero tú no lo hacías (suspiró pausadamente) Todo le
permitías, todo se lo disculpabas, todo le aguantabas y en todo caso Esther quien debió
darse cuenta de lo que hacía Maca eras tú... Al fin y al cabo quien dormía con ella eras
Tú
Esther sintió como si Jerónimo le echara súbitamente un balde de agua fría en pleno
rostro, su respiración se detuvo un momento, fijo su vista en él sin atreverse a rebatirlo.
Aun así su subconsciente se negaba aceptar del todo la verdad que su cuerpo, su corazón
y su alma le gritaban desde hace semanas antes de que Jerónimo se lo echara en cara
E: Pero... pero (logró apenas murmurar a sabiendas de antemano la respuesta) ¿Qué has
dicho?
Jero: Que es muy fácil encontrar culpables cuando algo nos duele y no somos capaces
de reconocer y aceptar nuestras propias culpas y errores
Ambos se quedaron viéndose fijamente a los ojos durante algunos segundos, en sus
miradas ya no había coraje, ni reproches solo se apreciaba su confusión y tristeza. No
hubo necesidad de decir más y sus cuerpos se buscaron para fundirse en un largo y
fuerte abrazo fraternal. Tan sentido y tan necesitado
E: Yo... (pasó saliva y dejó que sus lágrimas fluyeran) Yo siento tanto haberte tratado
así
Jero: Shissss No digas más (la abrazó con mayor fuerza) Para eso estamos los mejores
amigos ¿No?
E: Y los cuñados
Jero: Por partida doble
Silvia medio sonrió enternecida por el momento y no queriendo interrumpir el momento
discretamente se retiró a sabiendas que ambos amigos y cuñados necesitaban seguir
hablando de sus cosas y de lo que harían para ayudar a liberar a Maca
E: ¿Qué dicen los abogados?
Jero: Que es cuestión de tiempo para que se aclare y se resuelva todo
E: Tiempo (levantó las cejas) ¿Pero de qué tiempo estamos hablando?
Jero: De tres a cinco meses más o menos
E: No (empezó a caminaba nerviosa de un lado a otro) No Jero (negó rotundamente con
la cabeza) Maca no puede estar tanto tiempo recluida en una cárcel... Vamos es más no
puede estar ni un minuto más ahí. ¡Tiene que haber otra alternativa que esperar a que se
aclare todo!
Jero: Sí la hay Esther (suspiró con fuerza ante el asombro total de Esther) Tengo que
pagar la fianza que fijaron
E: ¿Y entonces a que estás esperando?
Alcatraces blancos
171
Jero: No tengo dinero (tragó saliva) con lo poco que tenía he cubierto a duras penas los
honorarios de los abogados para seguir el caso. Las cuentas bancarias siguen congeladas
y los bienes están embargados... No tengo dinero para cubrir la fianza
E: Yo tengo algo ahorrado... ¿De cuánto es la fianza?
Jero: De ochocientos mil euros
E: ¡Que!... Joder (frustrada se paso la mano por la frente y busco un lugar donde
sentarse) No tengo ni la décima parte. ¿Y ahora que vamos hacer?
Jero: ¡Esperar!
E: No esa no es una alternativa (lo miró fijamente) ¡Voy a conseguir ese dinero Jero!
Jero: ¿Pero con quien Esther? (se puso en cuclillas para quedar a su altura) Yo ya lo
intenté con nuestros conocidos y todos me han dado la espalda
E: Con Silvia (entrecerró levemente los ojos) ¡Se lo voy a pedir a Silvia!
Jero: ¿Y crees que ella querrá prestarte esa cantidad?
E: No lo sé (levantó las cejas a la vez que se levantaba de su lugar dispuesta a
marcharse) pero si no le pregunto menos lo sabré
Jero: ¿A dónde vas?
E: A buscar a Silvia para conseguir ese dinero (le palmeó ligeramente la espalda) y tú
vete hablar con los abogados que vayan preparando todo para cubrir la fianza y liberar a
Maca
Jero: Gracias Esther
E: Dáselas a tus sobrinos... Independientemente de todo lo que me ha hecho Maca y del
coraje y rencor que siento hacia ella. Mis hijos nunca me perdonarían si no hago nada
por sacarla de ahí
Jero: ¿Y tú crees que con el tiempo tú y ella logre...?
E: No (lo interrumpió abruptamente) Y díselo también a ella no vaya ser que después
piense que todo está olvidado y perdonado y me busque. Déjale claro que todo lo que
hubo entre nosotras se acabó y no hay vuelta atrás que le deseo lo mejor y que rehaga su
vida como yo haré la mía y que si ella bien lo quiere puede tener a los niños durante las
vacaciones
Jero suspiró y asistió resignado con un ligero movimiento de cabeza para
inmediatamente después salir a toda marcha en busca de los abogados. Esther por su
parte fue a tomar un poco de agua y se sentó un rato tratando de poner un poco de orden
a sus pensamientos y sentimientos para después salir con toda determinación en busca
de Silvia
Silvia que ya había visto salir a Jero a toda prisa dudo un momento en si ir o no a buscar
a Esther. Finalmente decidió darle su tiempo y espacio y se dispuso a esperarla
pacientemente mientras entablaba una amena conversación con una bella chica pelirroja
que estaba a su lado y la cual ya tenía rato lanzándole miradas indiscretas
Silvia: Yo a ti te conozco (le dijo para romper el hilo) Sí que te conozco
-: ¿Ah sí? (levantó la ceja con marcada gracia y coquetería logrando robarle una bella
sonrisa a Silvia) ¿Y se puede saber de dónde?
Silvia: Humm (suspiró levemente mientras la bella mujer le clavaba fijamente su
hermosa mirada verde en sus bellos ojos azules) Te he visto en alguna revista... ¡Eres
modelo!
-: Ja,ja,ja (soltó de improvisto la carcajada dejando a Silvia muy sorprendida y logrando
que súbitamente los colores se le subieran al rostro y se sintiera avergonzado) perdona,
perdona (decía sin dejar de reír) No era mi intención avergonzarte... Pero no (levantó
Alcatraces blancos
172
nuevamente las cejas) No soy modelo y no me has visto en ninguna revista porque
nunca he salido en una... Sin embargo yo sí se quién eres tú (le sonrió ampliamente
segura de lo que decía) Silvia Ortiz... Tú sí que sales en las revistas y no solo de moda...
¡Los cotilleos están a la orden del día!
Silvia: Ahhh (abrió los ojos gratamente sorprendía) ¡Me has pillado! ¿Y tú te dedicas
a...?
-: Soy abogada (le guiñó el ojo) Y de las buenas
Silvia: Se nota (francamente divertida siguiéndole el juego) ¡Y tú no te cortas nada!
-: No (sonrió y se mordió el labio) y menos cuando algo me gusta
Silvia: Aghh (empezó a reírse sintiéndose alagada) ¿Y se supone que yo te gusto?
-: Humm puede ser
Esther salió a buscarla justo en ese momento y no tardó mucho en localizarla. Silvia
estaba de espaldas a ella riendo amenamente y al parecer muy entretenida platicando
con una bella y desconocida chica. Esther se sintió algo extraña y sorprendida cuando
sintió en su estómago un leve pinchazo que hizo se le removiera algo por dentro. Sin
detenerse a pensar en lo que sentía con seguridad se acercó hasta ellas y le susurró
suavemente al oído a Silvia
E: ¡Hola!
Silvia: Hola (le contestó algo sobresaltada a la vez que los colores se le volvían a subir
a rostro) No te vi venir
E: Ya me di cuenta (con cariño le frotó ligeramente el brazo y levantó las cejas viendo
disimuladamente a su acompañante) No nos presentas
Silvia: Por supuesto ella es (de pronto se dio cuenta que no sabía cómo se llamaba la
chica) es...
-: Maribel Jiménez (intervino rescatándola con una sonrisa divertida) abogada
E: Mucho gusto (le dio dos besos a modo de saludo) Yo soy Esther García la amiga de
Silvia
Maribel: El gusto es mío Esther (sonrió y sacó una tarjeta personal y se la extendió a
Silvia) tengo que irme (señaló hacia una sala) el trabajo me llama (miró a Silvia sin
rodeos) espero tu llamada
Silvia: Eh (abrió los ojos y miró de reojo a una seria Esther) Sí... si yo te llamo en estos
días
La pelirroja no esperó más y rápidamente se despidió de ellas no sin antes darle un
ligero beso a Silvia en la mejilla casi en la comisura de sus labios. Silvia no pudo evitar
volver a sonrojarse y Esther frunció el ceño ante su reacción y no perdió de vista a la
mujer
E: ¿Y eso? (refiriéndose a la actitud de la mujer) ¿De qué va?
Silvia: No tengo idea
E: ¿Ah no? (se cruzó de brazos sintiéndose francamente molesta) si a eso no se le llama
coquetear con descaro contigo... No sé yo como se le llame ahora
Silvia: Esther cualquiera diría que estás celosa (levantó los hombros y sin proponérselo
sonrió gustosa por la idea) si no supiera lo que sientes por Maca te lo crearía todito
E: ¡Tú que sabes lo que siento por ella!
Silvia: No juegues conmigo Esther que por mucho que te quiera no te lo voy a permitir
E: ¿Y quién te dijo a ti que yo estoy jugando?
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173
Silvia: Esther (negó con la cabeza sonriendo con cierta ironía) hace un momento le
dijiste a Maribel que solo éramos amigas
E: Sí ¿Y qué?
Silvia: ¡Como y que Esther!
E: Le dije que éramos amigas porque es la verdad (suspiró levemente) Tú no quieres
empezar nada conmigo pero que tal con ella ¡Eh!... ¿La vas a llamar?
Silvia: No lo sé
E: ¡No lo sabes! (abrió la boca a más no poder)
Silvia: Esther déjalo ¿quieres? (levantó las cejas) mejor dime ¿Todo bien con Jero?
E: ¿Por qué te saliste?
Silvia: Porque creí que necesitaban hablar a solas y aclarar muchas cosas. Y por la
expresión de tu cara supongo que no fue nada fácil
E: No, (negó con un movimiento de cabeza) no lo fue...
Silvia: ¿Y?
E: ¡Que Maca está detenida por lavado de dinero y hasta que no se demuestre
plenamente su inocencia no podrá salir de la cárcel a menos que se pague la fianza
impuesta por el Juez! (a pesar que intentaba ocultarlo su tono de voz apagado denotaba
su profunda tristeza) Y Jero no tiene dinero para cubrirla y yo no cuento ni con la
décima parte del monto
Silvia: ¿Y de cuánto es la fianza?
E: ¡De ochocientos mil euros! (suspiró afligida)
Silvia: ¡Joder! (exclamó sin pensarlo) ¿Pues a quien mató?
E: Lo sé ¡Es mucho dinero! (la miró con suplica y pena en los ojos) aun así yo haría
cualquier cosa por conseguirlo
Silvia: ¿Tanto cómo qué Esther?
E: ¡Casarme contigo (le soltó sin más) amarte y respetarte por el resto de mi vida!
Silvia: ¡Tú estás locas! (empezó a reírse divertida pensando que era una broma)
¡Rematadamente loca! (Esther bajó la mirada y Silvia se sobresaltó) ¿Estás de coña?
¿No?
E: Te lo estoy proponiendo en serio (la miró fijamente con la seriedad reflejada en sus
ojos sin dejar lugar a dudas que no era una broma) Tú eres la única persona que conozco
que puede prestarme esa cantidad de dinero. Yo sé que tú me amas y harías cualquier
cosa por mí y sería justo que yo te pagara de alguna forma tu ayuda
Silvia respiró hondo, súbitamente sintiendo a la vez como la sangre se le helaba en el
cuerpo y dejaba de circularle a medida que su sorpresa inicial cambia de golpe por un
creciente malestar y enfado. Los ojos se le crisparon tomando un profundo tono azul, no
podía dar crédito a lo escuchado de boca de Esther. Era verdad que la amaba y que haría
cualquier cosa por ella pero no estaba dispuesta hacer de su títere, mucho menos a
comprar su amor
Silvia: Como tu harías cualquier cosa por ella... ¡Hasta venderte! ¿Verdad?
E: No es eso
Silvia: ¿Ah no? (la encaró directamente con la mirada fría) ¿Entonces cómo le llamas a
eso?... Joder (decía fuera de sí) ¡Que tonta soy! Debí darme cuenta que el pequeño
numerito de celos que me hiciste hace rato no era más que una treta de tu parte para
traerme hasta este punto y alisar el terreno (los ojos se le llenaron de lágrimas producto
de la desilusión) Y yo que pensé que...
E: No (murmuró con la voz quebrada ante su enfado) no es así... Yo no (no pudo
contener más sus las lágrimas) Silvia yo no quise hacerte daño ni plantearlo de esta
Alcatraces blancos
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manera (bajó la mirada avergonzada) siento mucho lo que te propuse... Olvídalo por
favor
Silvia se le quedó viendo un momento Esther no pudo sostenerla la mirada y ante el
estupor de Silvia. Esther echó a correr llorando. Silvia no tardó nada en reaccionar y
salió tras de ella dándole alcance a los pocos metros sujetándola del brazo
E: Quiero irme a mi casa por favor
Silvia: Lo sé (le levantó con cuidado la cara para que la viera) Te voy a prestar el dinero
que necesitas
E: ¡Te lo devolveré con intereses!
Silvia: ¿Casándote conmigo? (levantó las cejas claramente bromando con ella) ¡Ahora
eres libre te acaban de dar el divorcio!
E: Si tú así lo quieres
Silvia: No (le medio sonrió) así no quiero nada (suspiró y la miró fijamente) Pero ahí
estaré esperando el tiempo que sea necesario para que realmente te enamores de mí
E: Gracias Silvia (se abrazó con fuerza a ella) gracias por ser tan bella
No fue nada fácil reunir tal cantidad de dinero de un día a otro. Silvia tuvo que hacer
gestiones y alguna que otra promesa con tal de liberar sus cuentas y disponer de
semejante cantidad de dinero. Finalmente una semana después Silvia pudo poner en las
manos de Esther el cheque que avalaba dicha cantidad y posteriormente ella lo pondría
en manos de Jerónimo
Era su noveno día en aquella celda fría y humedad, sin embargo pese a la angustia, la
desesperación y miedo que sentía de estar en un lugar así. Maca mantenía la esperanza
que Jerónimo consiguiera el dinero para la fianza como ya le había dicho en días
pasados
M: Yo sé que no me vas a fallar. (Entrecerró los ojos y repitió para ella) Tú no me vas a
fallar
Solo que su hermano no le contó que realmente la que estaba consiguiendo el dinero era
Esther. No quería que su hermanan se cerrara en banda y no aceptara su ayuda ya que
desde el día que fue la audiencia final del divorcio Maca se negó rotundamente hablar
del asunto y en si en hablar de todo en lo que a cuanto Esther se refería
Sus días y sus noches en esa celda eran terriblemente agotadores y abrumadores y por
más que intentaba matar el tiempo con algo de lectura esta no era suficiente para ahogar
sus remordimientos y acallar su conciencia. Su memoria le jugaba malas pasadas
trayendo a su mente imágenes y recuerdos nítidos de Esther. Lo que hacía aun más duro
su estancia en esas cuatro paredes
Un ligero reflejo del luz solar al filtrarse por su celda iluminó su rostro tenía los ojos
sumidos, las tez demacrada, los labios resecos y los manos le temblaban sin control
debido al cansancio, la falta de alimento y las noches interminables en vela
M: Que pesado este silencio y que terrible es mi soledad (los ojos se le llenaron
repentinamente de lágrimas al venírsele de pronto a sus recuerdos las imágenes de
Alcatraces blancos
175
Esther saliendo de un hotel primero de la mano de Hugo después de la mano de Silvia)
¿Por qué Esther? (pasó con dificultad saliva y su barbilla empezó a temblarle) ¿Por qué
me has fallado?
Para ser verdad Maca se sentía profundamente herida y traicionada por la que fuese su
mujer y a raíz del último ataque de celos que tuvo en presencia de su amigo Alejandro
se propuso determinadamente a que nunca más volvería a permitirse tener esa clase de
celos y pese a que amaba a Esther con todas las fuerzas de su alma por salud mental y
por el bien de amabas le daría su libertad e intentaría sacarla para siempre de su vida...
Tal como debió haberla sacado desde un principio aquella tarde cuando le confesó que
estaba embarazada de Hugo
M: Tengo que olvidar (se limpió las lágrimas y frotó con sus dedos las sienes) Tengo
que olvidarte
Esos nueve días encerrada en la soledad de sus recuerdos y pensamientos le fueron
bastante para reprocharse, recriminarse e intentar exonerar de alguna manera sus
culpas... Ella sabía y era consciente de todo el daño que había hecho con sus acciones
pero no podía pasarse la vida llorando y lamentándose por eso. Lo hecho, hecho estaba
y lo único que deseaba ya ahora era que Esther fuera feliz y que al lado de Silvia
encontrara la paz y la tranquilidad que a su lado no tuvo
Ahora se daba cuenta todo el daño que se había hecho y le había hecho a Esther al hacer
como que no había pasado nada con Hugo y pretender haberla perdonado y superado su
desliz... Muchas veces se había repetido y tratado de convencerse que el amor lo podía
todo pero a quien quería engañar si desde un principio su amor no fue suficiente para
confiar plenamente en ella y le hizo la vida prácticamente imposible por sus celos,
enfermizos, por su egoísmo, y por su constante miedo a perderla
M: Ojala algún día tú si logres perdonarme de verdad (lanzó un triste sollozo) Te amo
Esther... te amo
Sus meditaciones y reflexiones fueron interrumpías abruptamente al abrirse de pronto su
celda. Maca abrió los ojos y se encontró de lleno con la radiante sonrisa de Jero el cual
corrió de inmediato a su lado la levantó en vilo en brazos y comenzó a dar de giros con
ella
Jero: Estás libre Maca
M: ¿Cómo?
Jero: ¡Que estás libre hermanita! (le dio un sonoro beso en la mejilla) ¡Estás libre!. Y
he venido por ti para llevarte a casa conmigo
M: ¿A tu casa?
Jero: ¡Claro! ¿A dónde más?
M: No Jero yo no podría irme contigo a tu casa
Jero: Maca no empieces ambos sabemos que por el momento no puedes volver a tu
casa
M: Lo sé (dijo con un deje de tristeza) ni siquiera mi casa se pudo salvar del embargo
Jero: No pienses más en eso ya verás que muy pronto recuperaremos todo lo que nos
pertenece. Los abogados dicen que solo es cuestión de dos o tres semanas más para las
deliberaciones finales (pasó su brazo por el hombro de su hermana) Ahora lo importante
Alcatraces blancos
176
es que tú estás en libertad y que juntos trabajaremos muy duro para salir lo más pronto
posible de esta
M: Aun así Jero no quiero irme a tu casa
Jero: ¿Pero por qué no Maca? (la miró fijamente) ¿Es por Iliana? ¡Te ha dicho o hecho
algo!
M: No, no Jero (se apresuró a decir) como crees... no es nada de eso
Jero: ¿Entonces?
M: Es solo que... (dudó un momento si decirlo o no finalmente agregó) No deja de ser
hermana de... Bueno tú ya sabes que su familia nunca me ha visto con buenos ojos y
francamente no quiero incomodar a nadie además que ustedes tienen poco de estar
juntos y yo no quiero llegar interrumpir su tranquilidad ni ser una carga para nadie
Jero: Maca no digas tonterías ¿quieres? Es más te lo voy a decir para que te tranquilices
y no veas cosas donde no las hay. Iliana y yo hemos platicado mucho de todo esto que
ha pasado. Ella lo entiende muy bien y ha sido un gran apoyo para mi durante toda esta
pesadilla además de que tenemos un pacto muy sólido entre nosotros (levantó con
gracia las cejas) Pase lo que pase entre tú y Esther no nos afectará en nuestra relación
como pareja
M: Y hacen bien
Jero: Y no me lo tomes a mal pero este lugar apesta y no me gusta (la tomó por los
hombros para hacer que caminara rápido) Así que ya vamos de aquí que tus hijos te
están esperando en casa
M: ¡Mis hijos! (detuvo sus pasos en seco y se giró alarmada a ver a su hermano) No
Jero. No
Jero: ¿Qué pasa Maca? (la miró extrañado) ¿Acaso no te hace ilusión ver a tus hijos?
M: No es eso Jero (sus ojos denotaron profunda tristeza y preocupación) yo me muero
por verlos, por tenerlos, entre mis brazos, por decirles todo lo que les amo y me han
hecho falta todo este tiempo... (su mirada se clavó unos segundos en sus manos
delgadas y temblorosas. Y sin poderse contener sus lágrimas empezaron a resbalar
pausadamente por sus mejillas) Mis hijos no me pueden ver en este estado. No así Jero
(levantó su rostro hacia él y a pesar de sus lágrimas su ojos reflejaban su pena, su dolor
y su suplica) Mírame Jero... En estos momentos soy una mujer abatida, derrumbada y
fracasada (soltó un agudo sollozo) Y esta no es la imagen que quiero que mis hijos
tengan de mí. ¿Lo entiendes? ¿Verdad hermano?
Jero: Sí lo entiendo
Jero sin poderse contener sus impulsos la estrechó con fuerza entre sus brazos y le
acarició con ternura la cabeza. Maca se aferraba con todas su fuerzas hacia él y Jero
sentía como crecía más el nudo que tenía en la garganta y como su alma se partía en
pedazos de verla así
Jero: Claro que te entiendo Maca (suspiraba con fuerza) pero déjame decirte que no
eres nada de lo que has dicho antes. Es cierto que estás pasando por un muy mal
momento y que nada será fácil pero no te puedes dejar derrumbar. Vamos a salir de esta
Maca... ¿Me escuchas? ¡Vamos a salir!
El olor a café recién hecho llegó hasta ella despertándola y llenando sus sentidos. A dos
semanas de haber salido de la cárcel y después de haber arreglado varios asuntos
importantes de su empresa por fin logró recuperar algunos bienes incluida su casa y sus
Alcatraces blancos
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pesadillas se habían ido casi por completo por lo que Maca pudo pasar muy buena
noche y dormir más de ocho horas de un tirón
Llena de nuevos bríos se bañó, se arregló y se perfumó. Bien podría ser una mañana
como cualquier otra pero no para ella. Esa mañana en particular era muy especial e
importante ya que después de poco más de tres meses sin ver a sus hijos al fin podría
estar con ellos unas cuantas horas ¿Y por qué no? De paso ver a Esther aunque fuera tan
solo un momento en lo que le entregara a los niños y esa sola idea la hacía sentirse muy
optimista e ilusionada y la frescura que irradiaban sus ojos y su rostro esa mañana así lo
demostraba
Impaciente por tenerlos ya entre sus brazos no esperó que Iliana su cuñada le llamara
por teléfono para avisarle a qué hora podía ir a la casa de su suegra a recogerlos. Así
que sin esperar a más se fue y se estacionó en la acera de enfrente a unos cuantos metros
de distancia de la casa de Encarna en espera de verlos llegar y no perder más tiempo
Tenía más de media hora pacientemente montando guardia cuando vio que la camioneta
de Esther se estacionaba justo enfrente de la puerta de la casa tapándole toda la
visibilidad. El corazón le empezó a palpitar fuertemente, la boca se le resecó, las manos
le sudaban y le temblaban debido a los nervios y la ansiedad por verlos
M: Ya están aquí (murmuró contenta para sí) Por fin llegaron
Trascurrieron unos cuantos segundos que a ella le parecieron ser eternos cuando por fin
la vio descender del vehículo. Y Maca no pudo evitar sentir mariposas revoloteando en
su estómago y mucho menos pudo disimular su enorme felicidad al verla. Esther estaba
tan bella, tan radiante, tan jovial y tenía en sus labios esa bella sonrisa tan suya que tenía
el poder de hipnotizar a cualquiera. Y ella no era la excepción. El tiempo de pronto
pareció que detenía su marcha para que Maca pudiera llena nuevamente sus sentidos de
ella
M: Ay Dios (suspiró levemente) ¡Que hermosa está!
De improvisto Esther sintió a sus espaldas el peso de una penetrante mirada conocida.
Súbitamente se giró encontrándose de lleno con el inmenso brillo se sus ojos marrones y
una mueca de media sonrisa en los labios
Esther involuntariamente se sobresaltó al verla el corazón le palpitó agitadamente y la
sonrisa se le congeló en sus labios. Maca estaba mucho más delgada de lo que la
recordaba, el color de su piel era pálido y su rostro a pesar de esa media sonrisa se le
veía demacrado. Sin duda su aspecto en general mostraba las huelas del dolor que
estaba viviendo
Esther de hecho no la esperaba mucho menos imaginaba siquiera que ya pudiera estar
ahí esperando. De haberlo sabido no hubiera ido ella a llevar a los niños tan solo los
hubiera mandado con Silvia
Maca sintió que se le acalambraba el cuerpo al percatares de la reacción de Esther aun
así se apresuró a atravesar la calle para llegar hasta ella. Esther frunció el ceño, levantó
Alcatraces blancos
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la mano haciéndole un ademán indicándole que parara e inmediatamente le dio la
espalda
M: Hola Esther
E:...
Esther rápidamente tomó a Pablo entre sus brazos. El niño al verla lanzó un grito
emocionado y se remolinaba en el cuerpo de Esther a la vez que le estiraba sus bracitos
para que lo tomara. Esther se lo dio
Pablo: Ma... Ma (con ilusión abrió sus grandes ojos, se abrazó con fuerza a su cuello y
le daba de besos en la cara) Ma te quero, te quero mucho... mucho
M: ¿Esther?
E:...
Osman: Mama (se unió a la alegría y los gritos eufóricos de su hermano a la vez que de
un salto salía de la camioneta y se abraza también a ella) Mamita por fin regresaste por
nosotros... Mamita, mamita te quiero mucho
M: Mis dos pequeños amores (las lágrimas se asomaron a su ojos y la voz se le
quebraba de la emoción) ¡Cuanta falta me han hecho!
Osman: ¡Mira mamita! (señaló hacia la camioneta un ramo de Alcatraces blancos) ¡Son
para ti!
M: ¡Para mí!
Pablo: Sí
Osman: ¡Mi mami dice que son tus flores preferidas!
Maca abrió los ojos con evidente sorpresa e ilusión. Y su corazón dio un fuerte
sobresalto de la emoción. Y le fue imposible no hacerse ilusiones, ni abrigar una
esperanza hacia lo que ella pensaba que ese acto representaba
M: Sí... Son nuestras preferidas (logró apenas musitar) Son muy hermosas gracias.
(pasó con dificulta saliva y dirigiéndose hacia ella) Muchas gracias Esther
E:...
Osman: ¿Ya no estás malita? (la miraba fijamente) ¿Ya no te vas a ir?
Maca se agachó hasta quedar a la altura de su hijo y le dio un beso a la vez que le
acariciaba con infinita ternura y devoción su cabecita
M: ¡No mi amor ya no estoy malita!
Osman: ¿Y ya podemos volver a casa?
Pablo: Siiii (lanzo una carcajada) Casha volver. Sí
M: Mi amor
Maca pasó con dificultad saliva y le dio otro beso. Lanzó un hondo suspiro y se levantó
buscando la mirada de Esther pero solo se encontró con su rechazo cuando esta le volteó
la cara. Lo que le provocó un pinchazo en su alma
M: Te quiero mucho mi amor... Nunca lo olvides
Osman: Yo también te quiero (se abrazó con fuerza a ella) mucho... mucho mami
Pablo: Mía (reñía con su hermano para que se quitara) mía
Alcatraces blancos
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Maca soltó una carcajada y los tranquilizo dándoles de besos. Esther sacó de la
camioneta el ramo de Alcatraces y los puso sobre el techo del vehículo e
inmediatamente la cerró y se dispuso a marcharse. Maca sin medir sus impulsos
rápidamente la detuvo sujetándola con suavidad de un brazo. Al contacto ambas
sintieron como una fuerte corriente eléctrica les atravesaba el cuerpo, haciéndolas
estremecerse
M: ¡Esther!
E:...
Esther con fuerza apretó los labios y liberó su brazo de inmediato... Odiaba sentir lo que
sentía, y le daba rabia infinita que pese a lo vivido a su lado su corazón palpitara como
desbocado, y su cuerpo y su alma reaccionara de tal manera solo con ella. Maca al
percatarse de ello su alma se abrió de nuevo a la esperanza y dejando a un lado todas sus
promesas de olvidarla se animó y decidió ir de frente a por ella
M: ¿Esther?
E:...
Esther empezó a respirar con cierta dificultad, tenía el semblante del rostro duro, áspero
y su mirada proyectaba el enfado y el desconcierto que le causó sentir su contacto
M: ¡Por favor Esther!
E:...
M: Esther (volvió a insistir) Déjame hablar un momento contigo. Yo sé que me
equivoqué, que te he hecho mucho daño, que no te merecía, que soy la única culpable y
responsable de lo que nos tienen así. Pero te amo y sé que tú también me amas (Esther
le dio la espalda) Siempre te he amado ahora sé y siento que es de otra manera que
tengo la madurez para afrontar todo lo que venga... Dame la oportunidad de arreglarlo
de demostrarte todo lo que hay en mí y tengo para... (calló súbitamente al darse cuenta
que Esther no le hacía ni el menor caso) Solo quiero que sepas que te amo y que pase lo
que pase te voy a esperar
Esther abrió la boca y a punto estuvo de girarse para decirle algo cuando Encarna salió a
su encuentro. Miró de arriba abajo a Maca y con cara de pocos amigos lanzó un gruñido
dejándole de manifiesto lo indeseable que le parecía su presencia
En: ¡Ya está aquí! (dirigiéndose a su hija) ¿Te está molestando?
E: ¡Mama por favor!... (entrecerró los ojos con cansancio y finalmente agregó) ¡Hazte
cargo de ella!
Maca hizo el intento de volverla a sujetar del brazo para detenerla pero Encarna se lo
impidió metiéndose en su camino
En: ¡Déjala en paz! (la retaba con la mirada) ¿Aun no tienes suficiente con todo el daño
que le has hecho?
Maca ignoró olímpicamente a su suegra y como pudo la esquivó dándole a los niños
mientras veía con desesperación como Esther se marchaba
Alcatraces blancos
180
M: Esther espera (murmuró casi en un suspiro ahogado) Por favor mi amor espera
Instintivamente Esther se detuvo un momento. Lo que Maca aprovechó para acercarse
nuevamente a ella
M: Te quiero
Esther por un instante sintió que sus fuerzas empezaban a flaquear pero solo bastó que
entrecerrar levemente los ojos para que las imágenes vistas en el video le cachetearan el
alma. Se llevó la mano a la boca para ahogar un sollozo y como pudo se echó a correr
metiéndose en su casa. Mientras Maca le gritaba
M: No voy a renunciar a ti y si tengo que esperar toda una vida te esperaré (jaló aire con
todas sus fuerzas y le volvió a gritar) A tantos sueños compartidos no renunciaré
La noche caía en Madrid envolviéndola poco a poco en su suave manto negro. Y
mientras Maca trataba de aprovechar al máximo cada segundo que pasaba al lado de sus
hijos en aquel parque de diversiones a donde los había llevado. En la casa de su suegra
una impaciente Esther caminaba de un lado a otro de salón sin poder ocultar su
nerviosismo y su preocupación
En: Esther ve a tomarte un té de tila y de paso invítale algo a Silvita que la tienes muy
olvidada el día de hoy
Esther frunció el ceño y volteó a ver a su madre con algo de molestia sin embargo
Encarna ni se inmutó y siguió tranquilamente tejiendo en su lugar. Mientras Silvia
intentaba concentrarse en un programa de televisión sin querer prestar demasiada
atención a la intranquilidad de Esther que lo único que estaba logrando con su actitud
era ponerla también nerviosa. Y al percatarse de la tensión que empezaba a nacer entre
madre e hija decidió intervenir para intentar suavizarla un poquito
Silvia: Yo se lo agradezco mucho Encarna pero yo estoy muy bien así ¡eh! (volteó a ver
a Esther y el guiñó el ojo) Por mí no te preocupes
En: Pues deberías Esther (sentenció su madre como si nada y sin levantar la vista de su
tejido) Todo cansa y por mucho que esta niña te pueda a aguantar si no la cuidas
terminarás perdiéndola... Así que deja de hacerle al tonto y atiende lo tuyo que Silvita
no tiene que pagar por culpa de Maca tu descortesía
E: ¡Mama por favor!
Esta vez Esther volteó a ver a su madre con mayor enfado y Silvia medio suspiró
llevándose disimuladamente una mano a su nariz para disimular su sorpresa
En: ¿Qué?
E: ¡No entiendes nada! (se cruzó de brazos) Nada
En: ¿Según tú que debo entender?
E: ¡Olvídalo!
En: Claro (medios sonrió irónica) ¡Es mucho más sencillo salirse por la tangente! ¿No?
Alcatraces blancos
181
E: Aghhh (negó con la cabeza) ¿Ya vistes la hora que es? (se detuvo un momento al
lado de la mecedora de su madre y le mostró el reloj) ¿Estás segura que le dijiste que a
las ocho los querías de regreso?
En: A las nueve Esther (dejó de tejer un momento para voltear a ver a su hija) le dije
que a las nueve los quería aquí. ¡Y todavía falta media hora!
E: ¡Pero si te dije que a las ocho mama!
En: Esther esa mujer no conoce horarios ni respeta reglas (levantó los hombros de
manera cansina) Así que lo mismo daba la hora que le digiera. Total los va a traer
cuando le dé la gana (queriendo restarle importancia al tema palmeó el sillón
indicándole que se sentara) Anda mejor siéntate un momento al lado de Silvita y deja de
hacer zanja en la sala
E: ¡No puedo contigo mama! (levantó las manos desesperada y dejando ya claramente
su enfado por todo aquel asunto le soltó) ¡Y si te digo que a las ocho es a las ocho!
En: Pues mira Esther para la otra te arreglas tú con ella... ¡Y ya está eh!
Sin darle más opción a Esther y dejando también mostrar su enfado Encarna se levantó
de su cómoda mecedora recogió su tejido y salió del salón dejándola boca abierta y sin
reacción
En: ¡Eso me pasa por meterme a donde no me llaman!
E: Ves lo que me hizo Silvia (se puso las manos en la cintura) ¡Ten madre para esto!
Silvia: Tú te lo has ganado con creces (dejó el control remoto del televisor a un lado y
levantó las cejas) tienes toda la tarde dándole la lata con lo mismo... Que si le dijiste
esto... Que si le dijiste lo otro... Enfadas cariño enfadas
E: ¿Ah sí? (cruzándose de brazos sintiéndose francamente agredida) ¡Si tanto te enfado
yo no sé qué esperas de mi! ¿La verdad?
Silvia: ¡A no Esther! (se levantó de su lugar empezándose a sentir muy molesta)
conmigo no la tomes que yo no te he hecho nada
E: ¡Será mejor que me esperes en casa!
Silvia: ¡Como tú quieras! (de mala gana tomó su bolso) Al final tu madre va tener
razón... ¡Y es Maca la que te tiene así!
E: ¿Y cómo quieres que esté eh? (se interpuso en su camino parándose en enfrente de
ella para evitar que se marchara) ¿Cómo quieres que esté? (tragó saliva con dificultad,
su barbilla empezó a temblar ligeramente y en sus ojos se veía la angustia, la
inseguridad y la opresión que sentía) ¡Si aun no llega con los niños! ¡Y qué tal si no
vuelve y se los lleva lejos! ¿Qué voy hacer?
Silvia pacientemente la escuchó, y medida que lo hacía empezó a entender la angustia y
desesperación de Esther por lo que olvidándose de su enfadó la abrazo para
reconfortarla
Silvia: ¡No sea paranoica Esther y dale un voto de confianza! (le dijo dulcemente) ¿O
ya no recuerdas que tú misma me contaste que te gritó que no renunciaría a ti?
E: Y así es... eso me gritó
Silvia: ¿Entonces? (con cuidado le levantó el rostro para que la viera) ¿Qué pasa?
E: No confió en ella... Y me da mucho miedo que pueda secuestra a mis hijos que se los
lleve y que yo nunca más los pueda volver a ver
Silvia: Más bien no confías en ti (le puso el dedo sobre los labios para que la dejara
terminar) En lo que sientes por ella a pesar de todo. Y tienes miedo... Mucho miedo de
Alcatraces blancos
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lo que tu orgullo y tu mente te dicen es lo correcto y lo que tienes que hacer mientras tu
corazón y tu alma realmente se debaten por perdonarla y darle otra oportunidad
E: No Silvia eso no es cierto (entrecerró los ojos) Es más ni siquiera me puedo plantear
tal barbaridad
Silvia: ¡Como tú quieras! (le medio sonrió dejando en evidencia su incredulidad) Pero
en cuanto a lo referente a que pueda secuestrar a tus hijos... ¡Nada de eso pasará Esther!
(levantó las cejas) ¡Tú me has dicho muchas veces que Maca podrá ser como es... Pero
siempre ha sido muy buena madre!
E: La verdad que en ese aspecto no me puedo quejar adora a sus hijos
Silvia: Pues ahí está Esther. Tú solita tienes la respuesta Maca no haría algo que los
perjudicara y lo dañara. Ella sabe que los niños están mejor contigo por eso aceptó y te
firmó el permiso para que te los puedas llevar
E: Gracias Silvia (medio suspiró aliviada) yo no sé cómo le haces pero siempre tienes la
manera de tranquilizarme y hacerme ver mis errores
Silvia: Es que a pesar de lo dolida y resentida y que estás (le acarició con ternura la
mejilla) tu alma es limpia, tu corazón es noble y amas demasiado
E: Sabes que te quiero ¿verdad?
Silvia: No de la manera como yo quisiera (le sonrió dulcemente) pero lo sé y
sobreviviré
Ambas se fundieron en un fuerte abrazo al mismo tiempo que el sonido del timbre de la
puerta sonó. Esther inconscientemente miró hacia el reloj y este marcaba exactamente
las nueve de la noche
E: ¡Ahí están!
Esther lanzó un grito emocionada a la vez que se separaba de Silvia para disponerse a ir
abrir la puerta. Sin embargo Encarna que estaba atenta y más cerca se le adelantó
dejando a Esther en segundo plano observando a la distancia y lejos de la vista de Maca
Maca con un brazo sujetado a Pablo el cual dormía plácidamente recargado en su
regazo, atravesada a su cuello traía la bolsa que Encarna le había entregado con los
artículos personales de sus hijos y con su otro brazo sujetaba tres osos de peluches
mientras Osman estaba a su lado abrazado de su pierna con el rostro lloroso
Osman: Mamita (sollozaba escondiendo su carita en su pierna) Yo me quiero ir contigo
M: Buenas noches
Encarna no le devolvió el saludo, en su lugar la miró de arriba abajo, apretando con
cierto agravio los labios a la vez que rápidamente le quitó a Pablo de los brazos y
llamaba a Silvia ante el estupor de Maca
En: Silvia (con una media sonrisa maliciosa miraba de reojo la reacciones de Maca)
Silvita hijita ¿Podrías venir a echarme una mano por favor con los niños?
Maca al escucharla no cabía en su estupor y abrió sus ojos sorprendida, el corazón se le
revolucionó e inmediatamente el rostro se enrojeció y las venas del cuello se le
resaltaron a causa del tormento y el enfado que sintió. Esther súbitamente se quedó
congelada en su lugar sin poder reaccionar ante tal osadía y desfachatez de su madre.
Alcatraces blancos
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Por su parte Silvia abrió la boca a más no poder y su rostro ganó color a la vez que se le
ponía rígido y tenso debido a la pena y la incomodidad de la petición
Silvia: Pero (murmuró para sí y negó con la cabeza) Esto no me puede estar pasando a
mí
Al ver que Esther tenía el cutis del rostro sumamente pálido y no lograba reaccionar y
los llamados de Encarna no cesaban. Jaló aire con fuerza y por educación se obligó a
desplazarse hacia donde Encarna la llamaba
No pudo evitar sentir un fuerte escalofriado recorrerle el cuerpo al momento que sus
ojos se toparon con la mirada dura, fría que Maca le lanzaba
M: ¿No está Esther?
Silvia: Sí (hizo una mueca incomoda de sonrisa) ¡Enseguida la llamo!
En: No es necesario Silvia (intervino de inmediato a la vez que ponía a Pablo entre sus
brazos) Por favor llévalo a la habitación. ¡Osman ven!
Maca respingó lanzando un chasquido con los dientes. Silvia se quedó un momento
pasmada pero al final al no quedarle de otra se fue con el niño en brazos. Maca a duras
penas lograba contenerse y apretaba los dientes mientras contemplaba con frustración
como Silvia se llevaba a su hijo
M: Joder (finalmente hizo el intento por seguirla pero Encarna le tapó el paso)
En: ¿A dónde crees que vas?
M: ¡Por mi hijo!
En: ¡Ni se te ocurra!
M: ¿Qué hace esta mujer aquí?
En: ¿De verdad tengo que explicártelo?
Encarna levantó las cejas con marcada burla. Maca respiró con dificulta los ojos se le
crisparon pero no pudo evitar que se le llenaran de lágrimas y pese al dolor que sentía
levantó desafiante su rostro descubriendo a la distancia a una pasmada Esther
M: ¡Quiero hablar contigo!
En: Pero ella no quiere hacerlo (ignorándola por completo) ¡Osman cariño ven con tu
abuela!
Osman: No (se abrazó con más fuerza a la pierna de su madre) Yo me quiero ir con mi
mamita
En: Cariño por favor (le hablaba dulcemente) No me lo pongas difícil
Maca tragaba saliva con dificultad a la vez que a la distancia buscaba afanosamente
encontrase con la mirada de Esther. Justo en ese momento Silvia se acercó hasta Esther
y le comentó algo al oído. Esther asistió levemente con un movimiento de cabeza y
Maca bajó la mirada sintiéndose perdida, vacía y derrotada
En: ¡Vamos Osman que hace frío!
Osman: No
Alcatraces blancos
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Maca comprendiendo que tenía que hacer algo para que su hijo obedeciera, se inclinó a
su altura le acarició con infinito amor la cabeza y le dijo con la voz partida
M: Obedece a tu abuelita
Osman: Yo quiero irme contigo a casa
M: Lo sé cariño (suspiraba lentamente intentando contener sus emociones) pero ahora
no es posible
Osman: ¿Por qué Mamita si ya no estás malita?
M: Porque (sin poderse aguantar lo estrechó entre sus brazos con fuerza) aunque ya no
esté malita tengo que ir a buscar algo que por tonta perdí
Osman: Yo te ayudo a buscarlo mami
M: No mi amor no puedes (ahogó un sollozo) pero te prometo que en cuanto lo
encuentre y lo recupere. Todos vamos a volver a casa
Osman: ¿De verdad mami?
M: ¡De verdad mi amor! (sin poder soportarlo más dejó correr libremente sus lágrimas)
Ahora ve a tu habitación y cuida de tu hermanito
Osman: Sí mami (se abrazó a su cuello y le dio un beso) Te quiero mucho
M: Yo también mi amor. (le acarició su carita) Se bueno pórtate bien y obedece a la
abuela, a tu madre y a... (tragó saliva con dificultad) a Silvia
Osman: Te lo prometo (le sonrió ilusionado) me portaré muy bien para que encuentres
rápido lo que se te perdió
M: Te quiero mucho Osman... pase lo que pase nunca lo olvides hijo... ¡Pablo y tú son
los más bello e importante que me ha pasado en la vida!
Osman sonrió le dio otro beso para después entrar corriendo a la casa. Sin decir más y
en total y absoluto silencio Maca le entregó las cosas de los niños a la que fuera su
suegra mientras de reojo y con profunda tristeza observaba como Esther abrazaba a
Osman y como este finalmente se iba rumbo hacia su habitación de la mano de Silvia
En: Es una buena mujer (refiriéndose a Silvia)
M: Hummm (sonrió irónica)
En: No sé para que te digo nada (levantó los hombros con descuido) Total si ya es
sabido que tú de sentimientos y agradecimientos nomás no sabes nada de nada
A pesar de la provocación y la constante agresión de su segura Maca terminó de
entregarle las cosas de sus hijos con una media sonrisa en sus labios. Se sentía cansada,
agotada sin fuerzas y no tenía ni la menor intención de enfrascar una batalla verbal con
aquella mujer que hiciera lo que hiciera para sus ojos siempre de cualquier manera
estaría mal hecho. Así que optando por retirarse lo más pronto posible se despidió
M: Muchas gracias por todo señora
En: Las gracias deberías dárselas a Esther o mejor dicho a Silvita... Y no a mí
M: Claro por quedarse con mi mujer y mis hijos (sonrió incrédula para sí y no pudo
evitar murmurar con ironía y desprecio) y con mi queridísima suegra
En: No (sintiéndose francamente agredida y ofendida soltó con rencor) porque después
de cómo te portaste y trataste a mi hija todo este tiempo. Silvia tuvo la generosidad de
prestarle el dinero a Esther para tu fianza y pudiera Jerónimo sacarte de la cárcel...
M: ¡Que! (se paró en seco sintiendo como si alguien la hubiera estrellado mil veces
contra el pavimento) ¡Que ha dicho señora!
Alcatraces blancos
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Esther que se venía acercando para hablar con Maca tal como le había aconsejado Silvia
apenas hacía unos momentos por el bien de los niños. Sintió que el aire de pronto
empezaba asfixiarla y gritó desesperada
E: ¡Mama!
M: No... No es verdad (se giró abruptamente hacia ellas con la cara desfigurada por la
incertidumbre) No es verdad (llegó hasta donde estaba Esther) ¡Dime que no es verdad!
E: ¡Maca!
M: No joder (gritó fuera de sí) ¿Por qué? (se jalaba con fuerza de los pelos) ¿Por qué
ella?
E: Porque era la única que nos podía prestar el dinero
Maca se tapó la cara con sus dos manos y de pronto toda esa rabia que sintió se
trasformó en humillación, frustración, decepción, desilusión, hastió, desesperación. El
brillo de sus ojos se opacaron hasta hacerlos chiquitos, involuntariamente Esther se
estremeció cuando Maca se giró y salió corriendo hacia su auto se subió a él y sin fijarse
lo puso en marcha
E: Noooo (gritó con todas sus fuerzas) Maca no
El impacto del golpe fue seco. El vehículo de Maca salió disparado dando dos volteretas
completas mientras el otro auto se estampaba contra otro vehículo estacionado. El
tráfico se detuvo, la gente empezó a correr en dirección de los autos para auxiliar a sus
ocupantes. Cuando Esther por fin logró llegar hasta el auto de Maca y la vio se
desvaneció enseguida
Maca tenía el rostro bañado de sangre y su cabeza reposaba sobre el volante y en una de
sus manos sujetaba tres alcatraces blancos teñidos de rojo
Una herida de siete puntadas en al frente, una pierna y una clavícula rota, además de
varias contusiones y cortaduras por todo su cuerpo. Fue el saldo del accidente
Catorce horas después del accidente y cuatro de haberla intervenido quirúrgicamente
para reacomodarle la clavícula y la pierna los médicos declararon su condición como
delicada pero estable. Esther que en todo momento estuvo ahí al pendiente de ella sintió
con la noticia que le volvía la vida al cuerpo
E: Gracias a Dios ya pasó lo peor (le acariciaba la mejilla) ¡Que susto me has dado!
Justo en ese momento Maca se removió un poco y Esther comprendió que estaba apunto
de despertar por lo que se sintió nerviosa y de pronto se plateó que le iba a decir
Maca lentamente abrió los ojos y la vio Esther le medio sonrió y Maca solo se le quedó
viendo inmediatamente vinieron a ella los recuerdos y empezó a sentirse angustiada
E: ¿Cómo te sientes?
M:...
E: Los doctores dicen que en un par de meses ya vas estar bien
Alcatraces blancos
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Maca entrecerró los ojos y lanzó un leve suspiro
E: ¿Quieres algo?
M: Ya... (intentaba articular palabra por lo que Esther le ponía mucha atención) ya
entendí
E: ¿Que Maca?
M: Que todo terminó
Entre suspiros entrecortados, respiraciones agitadas y gemidos agudos dos bellos
cuerpos desnudos entrelazados entre sí en la posición de la tijera. Se movían a la par con
ritmo frenético a la mitad de la noche entregándose libremente al arte de amar
El estallido de su pasión les llegó de manera salvaje casi al unísono dejándolas
temblorosas, sudorosas y cansadas una en brazos de la otra mientras intensos espasmos
se iban apoderando lentamente de sus cuerpos
El amor y la pasión era intenso y desmedido al menos por parte de una de ellas, la cual
no desaprovechaba la mínima oportunidad para tenerla y poseerla. Tenían poco más de
tres años de vivir juntas y uno de compartir la cama
-: Te amo
-: Humm
-: Te amo... te amo (se apoderaba de su boca con loco frenesí) ¡Cuánto te amo!
Con cada beso le demostraba sin reservas lo mucho que la necesitaba y la amaba. Se lo
repetía una y otra vez con la firme esperanza de oírle decir de su boca lo mismo tan solo
una vez. Pero ese te amo no llegaba y poco a poco ella sentía como su esperanza se iba
debilitaba sin embargo no desistió de su empeño e incremento más la pasión en sus
besos
-: Te amo
-: Cariño (le devolvía los besos) Humm
-: Me gustas mucho (se giró sobre ella reacomodándose y encajando a la perfección sus
ya húmedos y pegajosos sexos paa empezar nuevamente una danza de amor frenética)
Como me gusta tenerte así; en mis brazos, entre mis piernas y hacerte mía una y otra
vez mientras disfruto de tu calor y siento como me cubres con tu sedosa humedad...
Humm Esther como te amo hasta el punto que me vuelves loca
E: ¡Oh Silvia!
Silvia la estrechó entre sus brazos con mayor fuerza y Esther entrecerró los ojos al sentir
otra vez más como sus cuerpos se volvía a convulsionaban violentamente llenándolas de
un exquisito éxtasis
E: Ufff (intentando de normalizar su respiración) Un día de estos me vas a matar
Silvia: Eso es para que no te quede la menor duda de lo mucho que te amo y te deseo
Dicho esto con sus manos atacó sus senos apretándolos y masajeándolos para
inmediatamente después empezarlos a besar y mordisquear
Alcatraces blancos
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Silvia: Humm que ricas estás
E: ¡Para Silvia que de verdad me vas a matar! (le dijo entre risas a la vez que la tomaba
de la cara con ambas manos y la obligaba a mirarla) ¿Es que no has tenido suficiente?
Silvia: ¡Nunca voy a tener suficiente!
E: ¡Ya!
Silvia: Es verdad (le guiñó el ojos) Y es que no termino nunca de llenarme de ti
E: ¿Y eso me lo dices a mi? (le sonreía dulcemente a la vez que depositaba un pequeño
beso en la punta de su nariz) Si hay veces que me haces el amor hasta tres a cuatro
veces al día
Silvia: ¿Y eso te disgusta mucho?
E: La verdad es que no (le acomodó el cabello) ¡Y sabes que lo disfruto mucho!
Silvia: ¡Pero no tanto como yo!
E: ¡Silvia!
Silvia: No (le puso la mano en la boca para acallar su protesta) si no te lo digo a modo
de reproche
E: Pues suena como tal (la miró fijamente y se estremeció al percatase de pronto de la
tristeza de sus ojos) ¡Yo nunca he querido hacerte daño!
Silvia: No te preocupes Esther... (desviando la mirada) Yo siempre he sabido lo que hay
(se medio incorporó en la cama sintiendo como sus ojos azules se llenaban de lágrimas
a la vez que un nudo se le empezaba a instalar en la garganta) y así lo acepté hace un
año que empezamos esta relación y decidí asumir los riesgo
E: Silvia yo te quiero mucho
Silvia: ¡Ya! (medio sonrió irónica) Solo que hay un enorme mundo de diferencia en lo
que es querer y amar
E: Silvia
Silvia: No (negó con la cabeza) no digas nada
E: Pero...
Silvia: No Esther (seria se levantó de la cama) no quiero discutir y menos después de
haber compartido este momento... Dejémoslo así ¿quieres?
E: No (levantándose también ella de la cama) No quiero. Al menos que me digas que es
lo que te pasa
Silvia: No me pasa nada
E: Silvia que te conozco
Silvia: Si me conoces deberías saberlo ¿no?
E: No juegues conmigo
Silvia: ¿Ahora soy yo la que juego Esther?
E: ¿A dónde quieres llegar?
Silvia:..
E: ¿Silvia?
Silvia: A ningún lado Esther (levantó los hombros con cansancio) ya no quiero llegar a
ningún lado
E: ¿Cómo me puedes decirme eso cariño? (se llevó las manos al vientre) Después de...
Silvia: Porque lo siento cada vez que te hago el amor Esther (la interrumpió
bruscamente sin dejarla terminar. Entrecerró los ojos y un par de lágrimas resbalaron
por su mejillas) Y a pesar de que llevas a nuestro hijo en tu vientre... ¡Yo solo logro
poseer tu cuerpo una y otra vez mientras yo me entrego a ti en cuerpo y alma!
E: Eso no es cierto Silvia (quiso abrazarla sin embargo Silvia se lo impidió al caminar
hacia el armario) Yo me entrego a ti por completo
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Silvia: Lo que más me duele es que aun intentes mentirme (buscó entre los cajones del
armario algo que ponerse) ¡Ya sé porque estás conmigo! (se giró a verla) No pensaba
decirte nada y callármelo pero francamente ya no puedo
E: No te entiendo (fue tras ella) te juro que no te entiendo... ¿Qué pasa Silvia? ¿Por qué
estás así?
Silvia: Me pasa Esther que mientras yo soy capaz de dártelo todo (la miró fijamente) Tú
no fuiste capaz hace un año de decirme y hablarme claramente con la verdad
E: ¿A qué te refieres Silvia?
Silvia: A que me mentiste Esther (pasó su mano por su frente con evidente cansancio y
tristeza) Me mentiste con respeto a Maca
E: ¿Pero de que me estás hablando?
Silvia: De que hace un año te enteraste que la novia de Maca estaba embarazada y fue a
raíz de eso que te decidiste y me buscaste como mujer... Solo por eso Esther por que
finalmente perdiste la esperanza de que ella viniera a buscarte y no porque yo me había
ganado tu amor y respeto durante estos tres años como me lo hiciste creer
Al despertarse como todas las mañana de hacía casi tres años, se levantó de la cama
teniendo cuidado de no lastimarse y se dirigió hacia el enorme ventanal que había en su
habitación arrastrando ligeramente la pierna. Como ya era su costumbre descorrió las
cortinas y sus ojos, su cuerpo y su alma se llenaron de paz y tranquilidad al contemplar
el bello paisaje
Los cándidos rayos de sol lentamente fueron iluminando, las imponentes montañas
doradas entre el azul-anaranjado del horizonte, hasta perderse entre el arco iris de la
agua azul cristalina del pequeño lago rodeado de olorosos pinos, diversa variedad de
vegetación y espectaculares flores de colores. El cantar de los pájaros, el aleteo de las
mariposas, el croar de las ranas, el humo que salía de las chimeneas de aquel bloque de
pequeñas cabañas, mezclado entre el olor a café y pan recién horneado hacían de su
despertar algo realmente maravilloso y mágico. Tan bello y radiante como todo lo que
la rodeaba en ese lugar el cual por hoy se había convertido en su hogar
Lentamente sus pulmones se llenaron de aire fresco agudizando sus sentidos y cerró los
ojos un par de minutos para permitirse disfrutar a plenitud de la armonía de la
naturaleza
Armonía que fue interrumpida por una pequeña carcajada. Maca suspiró y se fue
directamente a la cuna que estaba a un lado de su cama. Sus ojos brillaron llenándola de
ternura e ilusión a la vez que una radiante sonrisa se apoderaba de sus labios al
contemplar enajenada los graciosos movimientos de su pequeña bebe
M: Hola mi pequeña princesa (le hablaba con dulzura) ¡Hoy tendremos un buen día!
La niña agitaba sus pies al aire mientras con los dedos de la mano intentaba atrapar los
de los pies
M: Eres un adorable bichito (le acarició su pelito dorado y le tocó la pequeña naricita)
Ya verás... ¡Como les vas a encantaras a tus dos hermanitos!
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La bebe como si le entendiera abrió más sus enormes ojos color miel y manoteaba
graciosamente a la vez que lanzando un gritito agudo balbuceando feliz seguido de una
sonora carcajada
M: Ven mi niña (la levantó con delicadeza y se la acomodó entre los brazos) ven con
mama a la cama un ratito
Una joven hermosa, de pelo rubio, ojos grandes color miel, piel bronceada, labios
carnosos y un cuerpo espectacular. Entró de repente a la habitación ataviada con una
elegante sexi bata y biberón en mano
-: Maca...
Al ver la escena de inmediato corrió al pie de Maca, dejó el biberón a un lado e intento
quitarle a la bebe de los brazos
-: Haber déjame ayudarte
M: No (movió la cabeza y suspiro) No Tashiw
La joven mujer por un momento se quedó estática ante la contundencia de la negación
de Maca. La cual se medio giró para evitar le quitara a la bebe y debido al esfuerzo,
dobló de más al rodilla y no pudo reprimir una mueca de dolor
Tashiw: ¿Pero qué haces mujer? (le quitó rápidamente a la niña de los brazos)
M: ¿Qué crees que hago Tashiw? (levantó las cejas con seriedad) ¡Estaba cargando a mi
hija! (suspiró con fuerza) ¡Pero por lo visto ya ni eso puedo!
Tashiw: No empieces Maca (dejó a la niña en la cuna y le dio el biberón) De antemano
sabes que no puedes hacer esfuerzo. El médico dijo que...
M: Estoy harta del maldito médico
Maca la interrumpió con brusquedad y arrastrando el pie con algo de dificultad. Fue se
sentó sobre la cama. Tashiw siguió con atención sus movimientos
M: ¡Estoy harta de tanto cuidado! (enfatizó enérgicamente mostrando su malestar)
Joder si solo fue una pequeña operación para reacomodar el hueso del pie y poder dejar
ese maldito bastón
Tashiw: Por lo mismo Maca no puedes hacer este tipo de esfuerzos. Y tienes que
cuidarte
M: ¡Ni que la niña pesara tanto!
Tashiw: Cuando te pones en ese plan no hay quien te gane
M: Joder Tashiw. Tan solo estoy en convalecencia (levantó los brazos al cielo) ¡No
estoy inválida!
Tashiw: Nadie ha dicho que lo estés
M: Pues me cuidas y me tratas como si lo estuviera
Tashiw: Te cuido porque te quiero y lo necesitas (se cruzó de brazos sintiéndose
molesta) Pero tal parece que tú no lo puedes entender
M: No es que no lo entienda (se giró hacia ella) es que me haces sentir como una inútil.
¡Y no me gusta!
Tashiw: Te juro que no es esa mi intención (se acercó hasta ella y con cariño le
acomodó un mecho de pelo tras la oreja) De verdad lo siento... (la voz le tembló y sus
Alcatraces blancos
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bellos ojos se le llenaron de lágrimas) Pero es que tú y Isthar son lo único que tengo y lo
que más quiero en la vida
M: Lo sé (la acunó entre sus brazos) Lo sé Tashiw pero no puedes andar por la vida
siendo tan posesiva
Tashiw: Tú también lo eras (le medio sonrió) Tú me has contado que eras posesiva y
celosa
M: Sí, así es (levantó las cejas) Y por experiencia propia te digo que no es nada bueno.
(suspiró melancólica) A mi me trajo muchos problemas y a raíz de eso perdí muchas
cosas
Tashiw: Y también a ella ¿No?
M: ¿No te he dicho que no te pongas ese tipo de batas tan cortitas? (le acomodaba la
bata para cubrirla) ¡Te vas a resfriar un día de estos!
Tashiw: ¡Y yo te he dicho que busques otra excusa mejor para cambiarme de repente el
tema cuando no te conviene!
M: Tú estás mal ¡Eh! (le sonrió) muy mal
Tashiw: Y tú peor (le guiñó el ojo) ¿No me vas a contestar?
M: No (negó rotundamente con la cabeza) esta vez no quiero hablar de ella
Tashiw: Ni esta, ni ninguna (caminó hacia el ventanal admirando el paisaje) Siempre te
niegas Maca... A pesar del dolor que te provoca su recuerdo te niegas a sacar todo lo
que llevas dentro
M: Eres muy joven para entender Tashiw
Tashiw: ¡No lo suficiente para ser madre!
M: No es fácil Tashiw (pasó saliva y sus ojos se opacaron por la tristeza) No es fácil
reconocer y aceptar que eres la única culpable de destrozar lo más bello y puro que te
puede dar la vida
Tashiw sin lograr entender del todo, lo que Maca le decía se giró buscando su mirada.
Maca le medio sonrió y la miró fijamente
M: El amor Tashiw... El verdadero amor yo lo destruí
Tashiw: ¿Renunciando a él?
M: ¡Tuve que...! (se levantó de la cama y tuvo la necesidad de ir hacia la cuna de su
hija) Tuve que renunciar a él para poder entender que el amor y el egoísmo no se llevan
aunque caminen juntos de la mano. Tuve querenunciar para crecer, para madurar, para
valorar, para encontrarme, para poder perdonar paro sobre toda para perdonarme a mí
misma
Tashiw: ¿Por eso te viniste a vivir aquí?
M: En realidad fue circunstancial
Tashiw: ¿Por?
M: Originalmente solo vendría por un mes de vacaciones (acarició la carita de su bebe
la cual ya dormía) Yo estaba muy destrozada física, anímica y moralmente por todo lo
sucedido con mi mujer y la empresa. Y mi mundo se terminó de venir abajo en un abrir
y cerrar de ojos la noche que mi tonto orgullo terminó por desatarse al sentirse herido y
humillado e imprudentemente casi pierdo la vida (con dolor entrecerró los ojos trayendo
a ella los recuerdos) Aun en mis sueños veo las caritas de mis hijos llorando asustados,
y la veo a ella... (gruesas lágrimas empezaron a rodar pesadamente por su mejillas, hizo
una leve pausa y se obligó a continuar con al voz entrecortada) gritándome desesperada
y con el miedo reflejado en su rostro Maca no... Oigo nítidamente el rechinado de
llantas y el impactó de los carros al chocar, percibo el calor de la sangre derramándose
sobre mi rostro y el olor en el aire de un ramo de Alcatraces blancos. Y al despertar la
Alcatraces blancos
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veo sentada junto a mi cama, son su rostro afligido, triste, cansado y preocupado.
(suspiró profundamente sintiendo en su alma el dolor de la melancolía) A pesar de todo
estaba a mi lado cuidándome y de habérselo pedido seguiría conmigo porque me
amaba... Porque nos amábamos... Pero yo ya no me podía seguir permitiendo ser tan
egoísta así que opté por darle su completa libertad para que encontrara su felicidad
mientras yo encontraba la paz interior y el perdón del alma (hizo una pequeña pausa)
Así que en lo que logré articular palabra le dije “Ya entendí...” (entrecerró los ojos) que
todo terminó y le pedí que se marchara y no volviera
Tashiw: ¿Y se marchó?
M: No (se llevó la mano a la frente) Yo me puse mal, entré en parada los médicos
entraron a sus gritos, alguien se la llevó cuando lograron estabilizarme y después yo
pedí que no volvieran a dejarla entrar. Dos semanas después del accidente ella
finalmente dejó de ir a buscarme
Tashiw: ¿Y qué pasó después?
M: Ella se fue a vivir a México. Yo no lograba recuperarme de mi perdida y de mi
desolación así que mi amigo Alejandro vio en una revista un artículo donde te
explicaban algunos pasos a seguir para sanar el alma y ni tarde ni perezoso me
convenció de venir a pasar una vacaciones al Tibet
Tashiw: ¿Y? (levantó las cejas con gracia haciendo reír a Maca)
M: Chismosa
Tashiw: ¡Anda suelta!
M: Pues eso... (riendo contenta) Vine fui al monasterio a visitar a los monjes. Alguien
me propuso hacer oración al principio me burlaba pero terminé haciéndola, me
enseñaron hacer ejercicios canalizando mis energías (levantó los hombros) no sé, me
sentí mejor... Mucho mejor. Y cuando venía de regreso a España de pronto lo tuve claro
y supe lo que tenía que hacer...
Maca de pronto sintió un ligero temblor recorrerle el cuerpo y guardó silencio mientras
sus ojos súbitamente se le llenaron de lágrimas ante los recuerdos. Tashiw se sobresaltó
y se acercó a ella con evidente preocupación
Tashiw: ¿Qué pasa Maca?
Maca pasó saliva y con profundo amor y ternura empezó acariciar la cabecita de Isthar
su pequeña bebe
Tashiw: ¡Maca!
M: Estoy bien Tashiw (movió lentamente la cabeza sin voltear a verla) No te preocupes
Tashiw: ¡Son los recuerdos! ¿Verdad? (la bella jovencita la observaba con expectativa
y al verla llorar se le comprimió el corazón) ¿Aun te duelen?
M: Sí (reconoció con un tono de voz triste y débil) Son los recuerdos que aun duelen
Tashiw: ¡Si quieres no me cuentes nada más!
Maca evidentemente afectada entrecerró los ojos a la vez que suspiraba lentamente y el
silencio se volvió hacer presente en aquel lugar. Con toda calma le dio un beso en la
frente a su pequeña bebe y con dificultad caminó hacia el enorme ventanal parándose
enfrente a contemplar el paisaje
Alcatraces blancos
192
M: Hay etapas en la vida de uno que aunque logremos superarlas y canalizarlas siempre
van a doler (en sus labios se dibujó una triste mueca en forma de medio sonrisa) Por
todo lo que sucedió y lo que representó
Nuevamente Maca se quedó en silencio viendo hacia el horizonte. Tashiw que en
ningún momento la perdió de vista esperaba atenta que siguiera con su relato
M: Hacía poco más de dos meses que Esther y su amante se habían ido a vivir a México
llevándose a mis hijos con ellas. De hecho yo sabía que algo así podría ocurrir desde el
mismo momento que firmé aquel permiso para que ella pudiera sacarlos del país.
(levantó las cejas y la voz se le enronqueció por el dolor) Sin embargo en el fondo
abrigaba la loca esperanza de que nunca lo hiciera. Pero no ocurrió simplemente se los
llevó dejándome a un lado tal como yo lo hice cuando le dije que no volviera nunca
más...
Maca hizo una pequeña pausa mientras con los dedos de las manos se limpiaba las
lágrimas que ya brotaban de sus ojos. Tashiw se acercó hasta ella posando su mano
sobre su hombro en señal de apoyo
M: Al regresar de mis vacaciones en el Tibet tenía bastante claro lo que tenía que hacer.
(se giró hacia ella) No podía dejar seguir consumiéndome en vida. Castigándome por
mis errores y lamentándome por lo que estúpidamente perdí (volvió a mirar hacia el
ventanal) Necesitaba un cambio (hizo una mueca de sonrisa y levantó las cejas) Un
cambio completo y radical... Donde pudiera tener un punto de partida en el cual poder
empezar. Y para lograrlo lo primero que tenía que hacer era irme de Madrid (esta vez se
giró y caminó hasta que llegó a la cama y se sentó) Necesitaba alejarme de todo lo que
me hacía daño y me la recordaba. Y todo ese entorno en aquel lugar estaba lleno de
recuerdos de ella (entrelazó con cierta calma y nerviosismo sus dedos) Lo hablé con
Jerónimo, mi hermano, que como siempre me apoyó y lo comprendió. Vendí la
empresa, la casa... Vendí todo... (levantó el rostro y su mirada no podía esconder el
dolor que producían los recuerdos) Todo lo que me pudiera detener en Madrid
Tashiw: ¿Y fue entonces que decidiste venirte a vivir al Tibet?
M: No (se levantó de la cama y nuevamente caminó hacia el ventanal) De hecho mi
primera opción fue pretender instalarme en Guatemala con la excusa barata de poder
estar más cerca de mis hijos, (se rió amargamente con ironía) ¿Pero a quién quería
engañar? (suspiró con fuerza) Un mes me bastó para darme cuenta que iba exactamente
al mismo punto del cual quería huir y olvidar... Así que nuevamente hice las maletas
pero esta vez absolutamente convencida del paso que iba a dar
Tashiw: ¿Y qué hiciste?
M: Lo que tuve que haber hecho desde que liquidó todo en Madrid. Arreglado con los
abogados le hicieran llegar la mitad de lo que le correspondía a Esther y después me fui
a México
Tashiw: ¿A buscarla?
M: No (frunció la boca con melancolía) a ella no... Fui a buscar a Silvia y a despedirme
de mis hijos
Tashiw: ¿Y a ella para qué?
M: Para pagarle el dinero que ocho meses antes había prestado para la fianza, darle las
gracias y... (hizo una pequeña pausa bajando su mirada adolorida) y pedirle que cuidara
de mis hijos y la hiciera feliz
Tashiw: ¿Y ella que te dijo?
Alcatraces blancos
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M: Ella es una gran señora (medio suspiró) Primero no aceptó el dinero que le pagaba
de mas por concepto de interés, segundo me prometió que mis hijos estarían bien y
tercero me dejó en claro que entre ella y Esther no había nada mas que no fuera una
amistad
Tashiw: ¡No inventes Maca! (abrió los ojos sorprendida y se paró a su lado) ¿Entonces
si ellas no tenían nada porque renunciaste a Esther? ¿Por qué sabiendo lo que sabías no
la buscaste para arreglar las cosas?
M: Porqué no podía Tashiw (los ojos se le llenaron de lágrimas) Porque de haberlo
hecho no funcionaría. A pesar del amor que nos teníamos las heridas eras demasiado
graves y ambas estábamos muy resentidas y dolidas. Necesitábamos tiempo... Sobre
todo yo lo necesitaba para curar y sanar mi alma y poder perdonarme todo el daño que
le había hecho. Y mientras no lo hiciera no podía ir a buscarla para pedirle su perdón
Tashiw: ¿Y por qué no lo has hecho ahora que ya estás bien Maca?
M: Por qué no es tan fácil como parece... (se giró a verla) Ella ya rehizo su vida, y por
lo que se les escapa a los niños cada vez que vienen de vacaciones sé que le va muy
bien y es muy feliz con Silvia
Tashiw: ¿Y eso a ti te duele mucho?
M: No (levantó las cejas) por supuesto que no... De hecho aunque parezca lo contrario
me da mucho gusto saber que ella está bien y es feliz
Tashiw: ¿Entonces no entiendo porque no la has buscado para pedirle perdón?
M: Ya te lo dije (suspiró con fuerza) Tiene su vida echa y...
Tashiw: ¿Y eso qué? (la interrumpió y levantó los hombros despreocupada) tú de
alguna manera también ya rehiciste tu vida, ya lograste perdonarte y sin embargo
percibo el dolor y al tristeza que te causa no tener su perdón
M: ¡Puede ser!
Tashiw: ¿Puede ser? (la miró fijamente a los ojos) Maca los círculos se tienen que
cerrar para poder iniciar otras etapas y mucho me temo que pese a esta tranquilidad y
paz que has adquirido en estos años no logras del todo cerrarlos. ¿Por qué Maca?
M: Porque la sigo amando (su corazón palpitó fuertemente) por que aunque yo sé que
está mal, que tiene su vida, que es feliz yo la sigo amando y si la busco para pedirle
perdón y cerrar ese círculo al cual te refieres... Se me va ir la vida porque entonces si
tendré que aceptar que la perdí para siempre
Tashiw: ¿O sea que nunca has perdido la esperanza de recuperarla a pesar de que esta
con otra?
M:...
Tashiw: ¿Maca?
M: ¿Tú alguna vez perdiste la esperanza de ver nacer a Isthar a pesar de saber que todo
estaba en su contra?
Tashiw: No (rápidamente corrió hasta la cuna de su hija y la acarició amorosamente)
Nunca (se giró a ver a Maca) Y mucho menos cuando apareciste en nuestras vidas y te
hiciste cargo
M: Pues yo tampoco la he perdido Tashiw aunque en mi vida no ha parecido nadie para
aligerarme la espera y allanar mi camino
Tashiw: ¿Ah no? (refiriéndose a ella y la niña que dormía en la cuna) ¿Y nosotras qué?
M: Tienes razón (le acarició la mejilla y le sonrió) ustedes dos le han dado otro nuevo
sentido a mi vida. Pero...
Tashiw: No llenamos completamente tus vacíos
M: No es eso Tashiw
Tashiw: ¿Entonces?
Alcatraces blancos
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M: El amor es muy complejo (la tomó con suavidad de la barbilla) Y muy difícil de
entender
Tashiw: Yo la verdad no lo encuentro tan complicado (levantó las cejas) es más lo veo
tan claro limpio y cristalino como el agua
M: ¿En serio?
Tashiw: Aja (asistió moviendo la cabeza) La clave está en saberlo distinguir
M: Ahhhh
Tashiw: ¿No me crees? (le sonrió ampliamente y Maca levantó las cejas) Mira es
fácil... Todos tenemos la capacidad para amar solo que amamos de diferente manera e
intensidad. Por ejemplo tú amas a tus hijos, los adoras, lo idolatras, Amas a tu hermano
Jerónimo, amas a tus sobrinos, me amas a mí (la miró fijamente) pero sobre todo amas a
Esther. (Maca abrió los ojos sorprendida.) Lo que te quiero decir es que el amor es
intenso pero se siente de manera muy diferente. No es lo mismo el amor de hijo, al amor
de hermano como no es lo mismo el amor de amiga al amor de mujer. ¿Me explico?
M: Bastante bien
Tashiw: ¿Sabes?... (se abrazó a ella buscando refugio) Yo no sé que hubiera sido de mí
si aquella tarde en la estación del tren donde esperabas a que llegaran tus dos hijos no
me hubiera acercado a ti para pedirte algo que comer
M: Y yo no sé que hubiera sido de mi si no lo hubieras hecho (la estrechó con fuerza en
su regazo) Tal vez la vida nos dio a las dos la oportunidad para encontrarnos y
ayudarnos
Tashiw: ¿Por qué crees que nos dio la oportunidad?
M: Quizás porque inconscientemente la estábamos buscando
Tashiw: Sé que te lo he preguntado muchas veces y siempre me dices que por que soy
muy inteligente, audaz, madura, tierna, noble, bella y lo necesitaba (medio sonrió) pero
siempre he sabido que había otra razón y sé que hoy me la dirás... (Maca la miró
fijamente) ¿Por qué sin conocerme de nada esa tarde me tomaste entre tus brazos y me
trajiste a tu casa?
M: Por que yo en ti vi reflejada mi propia tristeza y dolor... (le tomó con cuidado la cara
con ambas manos) Tus ojos tenían el mismo brillo opaco y triste que los míos, tu
corazón temblaba de miedo por seguir viviendo al igual que temblaba el mío. En tu
alma se palpaba el cansancio, el vacío y en mi alma se sentía la bruma y la angustia del
hastío. Y cuando vi que casi en mis narices te desvanecías te sostuve en mis brazos y
por inercia toqué tu vientre (le sonrió con la emoción y las lágrimas en los ojos) y
entonces tan solo con dos meses de gestación Isthar se movió. Tus ojos me miraron
suplicantes pidiéndome ayuda en silencio y mi mente voló a quince años de distancia y
de recuerdos (la voz se le entrecortó) Esther tenía casi tu misma edad cuando quedó
embarazada por primera vez... Y yo a pesar de haberme quedado a su lado (empezó a
llorar con profunda tristeza y amargura) no la apoyé como debía y perdió al bebe... (jaló
aire con fuerza) Esta vez no... No iba a permitir que perdieras al bebe (le acomodó con
suavidad el pelo) A mi bebe
Tashiw: ¡Maca!
M: ¿Qué?
Tashiw: ¡Búscala!
M: ¡Está con alguien más!
Tashiw: ¡Tú solo búscala!
Esther caminaba como mecanizada por la cocina preparando el desayuno, no había
pasado una buena noche. A decir verdad tenía varias noches que no lograba dormir bien
Alcatraces blancos
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y si a su insomnio se sumaba la tensión y las constantes discusiones sin lugar y sentido
que tenía desde hace dos semanas con Silvia. No era nada difícil saber el por qué sus
nervios estuvieran crispados y a punto de estallar
En el fondo ella sabía lo que tenía y se desesperaba terriblemente por que por más que
lo intentara y se esforzara no lograba darle a Silvia lo que le exigía con tanta demencia y
eso la ofuscaba, la entristecía pero sobre todo le dolía ver el sufrimiento de esa mujer
que tanto la quería. Tan absorta estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que
Osman entraba de prisa a la cocina
Osman: Mami (le gritó a la vez que se sentaba en la mesa) buenos días
E: Joder (de la impresión soltó la jarra con leche que traía en al manos y la cual
irremediablemente cayó al suelo estrellándose en mil pedazos) ¿Ves lo que haces? (se
giró de inmediato a ver a su hijo) ¡Pero no te he dicho que no entres así a la cocina!
Osman: Lo siento mami (bajó la cabeza asuntado y sintiéndose apenado) no pensé que
te fueras a espantar
Esther ya no le contestó nada y fue por los artículos de limpieza que necesitaba para
limpiar aquel desastre mientras Osman la observaba desde la mesa sintiéndose triste´
Osman: ¿Estás bien Mami?
E: Sí, no te preocupes (suspiró levemente y le guiñó el ojo para tranquilizarlo) ¿Dónde
está tu hermanito?
Osman: Está con Chivis (levantó los hombros como si nada) lo está terminando de
peinar... Con eso que lo tienen tan chiqueado que ni peinarse sabe
E: Sí muy chiqueado lo hemos de tener que seguramente por eso no sabe peinarse (le
sonrió divertida y le dio un beso en la mejilla) por eso tú también con tus casi siete
añitos todavía te tenemos que abrochar los zapatos
Osman: Por eso te he dicho mami que me los compres sin agujetas
E: Mira que inteligente me saliste
Osman: Igual que mi mamita (contentó esbozando una amplia sonrisa) ¿A qué sí?
Osman al no ser por las largas pestañas y los grandes ojos marrones físicamente se
parecía más bien poco a Maca, tenía más rasgos físicos de Jerónimo. La sonrisa, el tono
de piel, el color de cabello e incluso el porte distinguido eran de su cuñado. Pero en
cuanto a carácter era explosivo, audaz, directo, determinante y celoso. El vivo retrato de
su madre. Cosa contraria a Pablo el cual parecía una calca física de Maca y en cuanto a
carácter este era muy similar al de Jero. Tranquilo, ecuánime, justo comprensivo. Sin
duda eran unos Wilson en toda la extensión de la palabra, Y aunque ella intentara
olvidarse de Maca le era imposible si la veía todos los días a través de sus hijos
Osman: ¿Verdad que sí Mami? (insistió ilusionado) ¡Soy igual que mi mamita!
Esther sintió que algo se removía dentro de ella haciendo que se llenara de inquietud.
Para nada se esperaba el comentario de su hijo. Puesto que en esos más de tres años de
separación Osman en contadas ocasiones la había llegado a mencionar al menos en su
presencia
E: Sí hijo (se obligó a sonreírle a la vez que le acarició el rostro sintiéndose de pronto
muy nostálgica) igual que tu madre
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Osman: ¡Oye mami! (abrió los ojos emocionado y de pronto aguardó silencio negando
con la cabeza) No nada
E: ¿Qué me ibas a decir Osman?
Osman: Pues (levantó las cejas sin saber muy bien si seguir o no) es que no sé si te vas
a enojar
E: Vamos hijo (lo alentó a seguir) Dime lo que me querías decir que no me enojo
Osman: ¿Tú no sabes si ya nació mi hermanita?
E: ¿Qué?
A Esther sorpresivamente le dio un pinchazo en el corazón y como ida le repitió de
manera desanimada a la vez que la inquietud se hizo presente en sus ojos
E: ¿Tu hermanita?
Osman: Sí (afirmó categóricamente) La otra vez cuando regresamos de las vacaciones
con mi mamita en el Tibet. Yo oí en el aeropuerto cuando Pablo te pedía que le
compraras una muñeca para la bebe de mi mamita que Tashiw tenía en la panza
E: ¡Pues yo no oí nada!
Osman: Sí oíste mami (afirmaba rotundamente con la seriedad reflejada en sus ojos a la
vez que movía la cabeza y aseveraba acusándola con el dedo) ¡Tú le dijiste enojada que
sí se la comprarías pero que ya se callara!
Esther abrió y cerró la boca sin saber muy bien que decir a la vez que de inmediato se le
subieron los colores al rostro haciéndola sentir muy incómoda y apenada con su hijo.
Aun así una idea cruzó por su mente
E: Osman (lo miró con interés) ¿Tú de casualidad le contaste a Silvia que la novia de tu
mamita iba a tener un bebe?
Osman: Sí (sonrió ampliamente) la semana pasada que veníamos del parque Chivis nos
pregunto a Pablo y a mí: ¿Qué si queríamos tener otro hermanito? Y el tonto de Pablo le
dijo que sí
E: ¿Y tú que le dijiste?
Osman: Que no (levantó con seriedad las cejas y Esther pudo descubrió en el brillo de
la mirada de su hijo algo que identificó como celos) Porque la novia de mi mamita ya
iba a tener una hermanita para nosotros y tú no podrías cuidar de tantos niños
Esther nuevamente abrió y cerró la boca quedándose fría y tuvo la necesidad de
retroceder dos pasos hacia atrás. Por su cabeza nunca pasó lo que su hijo pudiera pensar
de tener más familia y mucho menos pensó que se hijo pudiera sentirse tan celoso
respecto a ella
E: ¿Osman por qué piensas eso cariño?
Osman: ¡Porque ya seriamos muchos!
E: ¿Y por que tu mamita si puede tener más hijos y yo no?
Osman: Porque mi mamita está sola y tú no (levantó su carita y con la determinación
que lo caracterizaba buscó la mirada de su madre) Además mi mamita cuando por fin
encuentre lo que perdió (los ojos se le llenaron de tristeza y dolor) va a venir a buscarte
y nos iremos a vivir con ella
E: Mi niño
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Esther conmovida lo abrazo fuertemente en su regazo y por primera vez en todos esos
años fue consciente de la angustia, el dolor y la ilusión callada que sufrían sus hijos.
Reponiéndose un poco del impacto de las revelaciones de Osman Esther le revolvió el
cabello despeinándolo
Osman: ¡Que me despeinas mami! Y a mí no me gusta que Chivis me peine
E: No reniegues y toma (sirviéndole el desayuno) quiero que te termines todo porque te
están saliendo manchas blancas en la cara y no quiero que la próxima semana que te
toca ir de vacaciones con tu mamita vaya a decir que no les doy bien de comer
Osman: Mi mamita no dice eso
E: ¿A no?
Osman: No (negó con seguridad moviendo la cabeza) Porque mi mamita tampoco
nunca habla de ti
Osman levantó los hombros como sin nada ante aquella afirmación mientras a Esther se
le sacudió el alma con la fuerza de la verdad y la desilusión y pese a su pesar no pudo
dejar de sentirse decepcionada
Osman: Mami (Esther volteó a verlo) ¿Ya nacería mi hermanita?
E: Sí Osman (los ojos súbitamente se le llenaron de lágrimas y suspiró levemente
sintiéndose demasiadamente afligida y triste) Si todo salió bien supongo que ya nació
Silvia que enteraba en ese momento a la cocina llevando de la mano a Pablo alcanzó a
oír lo último de la conversación. Y al ver las tristes lágrimas en los ojos de Esther se
sintió furiosa y traicionada a la vez que una fuerte opresión se le instalaba en el pecho
sin dejarla respirar
Silvia: ¿Quién nació Esther? (buscaba afanosamente su mirada) ¿Quién?
E:...
Silvia: ¡Te estoy hablando Esther!
Osman: Isthar (gritó emocionado) Isthar
Pablo: Isthar ya nació (se soltó de la mano de Silva y corrió abrazar a su hermano) Ya
nació mi nueva hermanita
Silvia entrecerró los ojos dolida por la actitud de Esther. Y sin esperar nada más se salió
de la cocina. Esther que ya había logrado reaccionar corrió a darle alcance
E: ¡Silvia!
A duras penas la alcanzó antes de que lograra subirse al auto. Silvia intentaba por todos
los medios no llorar. El corazón le palpitaba de manera desmedida a la vez que el rostro
se empezó a tonársele blanco por la falta de oxigeno
E: Silvia (la tomó de la mano) ¿Estás bien?
Silvia: Déjame (murmuró levemente y levantó la mano para evitar la tocara) Era verdad
sí lo sabías. Lo has sabido todo este tiempo y yo tan ilusa y tonta te lo creí todo
E: Silvia no es lo que estás pensando
Silvia: ¡Será mejor que me vaya!
E: ¡Silvia por favor!
Silvia: Isthar (empezó a reírse con dolor y tristeza) Isthar. ¿Sabes lo que significa?
Alcatraces blancos
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E: ¡Silvia!
Silvia: Esther significa Esther (limpiándose furiosa la lágrimas de los ojos a la vez que
se subía a su auto) Esther es un nombre femenino de origen hebreo deriva de Isthar
nombre de una diosa de los babilonios y que significa aquello que brilla como una
estrella
E: Yo no lo sabía (entrecerró los ojos sintiéndose contrariada) No sé qué decirte respeto
a eso
Silvia: Respeto a eso y a nada Esther
E: No me trates así Silvia (empezó a llorar apenada) Yo no tengo la culpa que la haya
llamado así
Silvia: Hazte por favor a un lado que tengo que irme y no me esperes para comer
E: Silvia (le suplicó con la angustia en la voz) por favor no te vayas así enojada
conmigo
Silvia la ignoró en su lugar le lanzó una fría y dura mirada que hizo que Esther bajara la
vista y se quitara para darle paso al auto. El vacío que Esther sentía a medida que el
carro de Silvia se alejaba perdiéndose de su vista era inmenso. Silvia por su lado ya no
podía aguantar más con aquel dolor, con aquel amor a medias y mal correspondido que
le quemaba el alma unas cuadras más adelante estacionó el carro y se echó sobre el
volante a llorar desconsolada
Los dos siguientes días para ambas trascurrió de una manera lenta y tediosa. El dolor las
iba consumiendo lentamente y de diferentes maneras intentaban canalizarlo evitando
confrontarse a la vez que evocaban su amor al hijo que ambas esperaban con ilusión
Y mientras una sufría por la mujer que amaba profundamente y no le correspondía
como ella quisiera, la otra sufría por ver como pasaban las horas, los días, y no podía
entregarle por completo el amor que merecía su mujer en ese entonces. Y así cada una
sumida en sus propios pensamientos y reflexiones sufría su pena sin embargo de alguna
manera se negaban aceptar lo que ya se deslumbraba como el principio del final
Esa noche nuevamente el insomnio cruelmente se apoderaba tediosamente de sus horas
de sueño y por más que intentara conciliarlo simplemente no podía hacerlo. Con
cuidado de no despertar a su compañera Esther se removía inquieta e intranquila sobre
su lugar en la cama intentando encontrar la posición adecuada que le permitiera
descansar
E: Joder (murmuró de mala gana) ¡Esta maldita almohada es demasiado blanda!
Silvia: ¡No es la almohada! (murmuro con cierto enfado en la voz) ¡Eres tú!
E: Lo siento (dijo con un tono de voz apenada) ¡Pensé que dormías!
Silvia: Pues ya ves que no Esther (se medio incorporo en la cama) ¡Dime tú! ¿Quién
puede dormir con tanto revuelo? ¡Si tal parece que tienes un remolino incrustado dentro
de tu cuerpo!
E: Ya te dije que lo siento Silvia
Silvia: ¡Sí... Ya!
Esther en la oscuridad de la noche buscó sus ojos y al encontrarse con la severidad de su
mirada se inquietó y no pudo dejar de sentirse incomodidad y enfadada al descubrir en
los ojos de su pareja la molestia, la incomodidad, el agobio y el enfado
Alcatraces blancos
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E: ¡Sí... Ya! (repitió enfadada frunciendo el ceño y un acto de arrebato por la actitud de
Silvia agregó sin pensar) Y si no te parece y tanto te molesto ¡Ya lo sabes!
Silvia: Sí... Lo sé (se levantándose precipitadamente de la cama) Mi sitio nunca ha sido
aquí en tu cama mucho menos en tu corazón
E: ¡Silvia no empieces por favor!
Silvia: No, claro que no... (levantó las cejas sintiéndose francamente muy enojada) Tú
tranquilita que no pienso empezar (se giró a verla) pienso terminar de una vez por todas
con esta pantomima
Sin dejarle oportunidad a Esther de hacer o decir algo Silvia tomó su ropa y salió
rápidamente de la habitación cerrando con demasiada violencia y fuerza la puerta.
Esther se quedó blanca de la impresión y para cuando logró reaccionar su desconcierto y
tristeza fue tal que no pudo hacer otra cosa que abrazarse a la almohada y echarse a
llorar
Esther no supo a hora se quedó dormida llorando abrazada a la almohada pero cuando
pasada las cuatro de la mañana se despertó a causa de un agudo dolor en su bajo vientre
se alarmó y de inmediato se medio incorporó sobre la cama. Sus ojos se llenaron de
angustia y terror al descubrir que la sabana estaba ligeramente manchada de sangre
E: Silvia (gritó con todas sus fuerzas y desesperación) Silvia por favor ven
El grito desgarrador de Esther llegó hasta los oídos de Silvia la cual se levantó del sillón
donde se había ido acostar y sin perder tiempo subió corriendo por las escaleras y entró
a toda prisa a la habitación donde estaba Esther
Silvia: ¿Qué sucede Esther? (tenía la respiración entrecortada y el corazón le bombeaba
más rápido de lo normal debido al susto y el esfuerzo realizada) ¿Por qué gritas así?
E: ¡Estoy sangrando Silvia! (los ojos se le llenaron de lágrimas y la voz se le entrecortó)
¡Voy a perder al bebe!
Silvia: No cariño. No vas a perderlo (negó con la cabeza) ¡No te muevas por favor! (le
ordenó llegando hasta su lado) ¡Voy a llamar al doctor!
E: No Silvia no hay tiempo (tenía los ojos llorosos) llévame de inmediato al hospital
Silvia: ¡Vale! Pero no te asustes más ¿quieres? (le dio un beso en la frente) ya verás que
todo va estar bien
E: Sí, tiene que salir bien (le tomó la mano y se la apretó) ¡Yo no lo quiero perderlo!
Silvia: Lo sé mi amor (le acarició con ternura la cabeza) lo sé
Con suma rapidez y demasiado cuidado Silvia la trasladó al hospital más cercano donde
de inmediato le dieron la atención medica. Silvia caminaba nerviosa y angustiada de un
lado otro por los pasillos de la sala de espera del hospital al pendiente de cualquier
noticia que le pudieran dar. Finalmente dos horas después de haberla ingresado el
médico que la atendió salía hablar con ella
-: Parientes de Esther García
Silvia: Yo (fue a toda prisa a su encuentro) ¿Cómo están?
-: Los dos están bien. Afortunadamente llegó a tiempo al hospital y logramos
estabilizarla y controlarle el sangrado
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Silvia: ¡Que alivio! (respiró con tranquilidad sintiendo que la vida le volvía al cuerpo)
¿Qué fue lo que le sucedió?
-: La evaluación que se le realizó no indica que tenga problemas físicos para retener al
producto sin embargo (la miró fijamente) emocionalmente no se ve bien ¿Usted no sabe
si tenga problemas con el marido?
Silvia: Es mi mujer
-: Ah entiendo (disimuladamente desvió la mirada) Sin embargo aunque los dos estén
bien en estos momentos la amenaza de aborto persiste. Su mujer necesitara de cuidados
constantes pero sobre todo necesita tener tranquilidad que nada la perturbe y la afecte
emocionalmente por lo menos hasta que cumpla los tres meses de gestación y el feto
esté más maduro y fuerte
Silvia: Bien (bajó la cabeza sintiéndose triste) ¿Puedo pasar a verla?
-: Por supuesto... En un momento más la subirán a piso
Silvia: Gracias
Al pie de la cama Silvia la observaba amorosa y con cariño le acomodaba el cabello
mientras esperaba pacientemente a que Esther se despertara
Silvia: Hola (le sonrió tiernamente) ¿Cómo te sientes?
E: Hola (suspiró y de inmediato se llevó las manos al vientre) ¿Y mi bebe?
Silvia: Tranquila todo está bien
E: ¿No lo perdí?
Silvia: No mi amor (se agachó hasta ella y le acarició el vientre) no lo perdiste pero
necesitarás de muchos amor, mimos y cariñitos para que los dos estén bien
E: ¿Y tú me los vas a dar?
Silvia: Sabes que sí (le dio un beso en la nariz) te amo
E: Silvia yo
Silvia: Shisss (le dio un ligero beso en los labios) No digas nada todo va estar bien. Te
lo prometo
Silvia se quiso incorporar pero Esther no la dejó en su lugar levantó la mano y se la
deslizó con mucha suavidad por detrás de su cabeza hasta que la sujetó por la nuca y la
jaló atrayéndola a su boca lo cual tomó de manera tierna, pausada y profunda
E: Te quiero mucho Silvia mucho
Silvia: ¿Sabes? (la miró ilusionada) He estado penando que la próxima semana cuando
se vayan los chicos con Maca sería bueno que nosotras también nos tomemos ese mes
de vacaciones ¿Qué te parece?
E: Sería genial (levantó las cejas con picardía) ¿Y a donde piensas llevarme?
Silvia: A España (le sonrió ampliamente) Yo tengo más de un años sin ir y tú ni se diga.
Desde que nos vinimos a vivir a México no has querido volver ni por qué a tu madre la
hospitalizaron de un coma diabético
E: Sabes de sobra cual es la situación con mi madre Silvia
Silvia: Sí (asistió con la cabeza) Pero ya va siendo tiempo que limen sus asperezas ¿no?
E: La verdad es que me hace mucha ilusión volver (sonrió ampliamente) por fin voy a
poder tener entre mis brazos al pequeño Jeremías
Silvia: Yo no entiendo cómo pudieron llamar a tu sobrino así (levantó las cejas) ¿En
qué estarían pensando Jero y Iliana cuando eligieron nombre?
E: ¡Así se llamaba el abuelo de Jero!
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Silvia: ¿Y qué culpa tenía el pobre niño?
E: Si el nombre no es feo Silvia
Silvia: Pues a mí no me gusta
E: Humm pero a ellos sí (Se rió divertida acariciándose nuevamente el vientre) ¿Y tú
como piensas llamar a nuestro pequeñín?
Silvia: Si es varón se llamará como los abuelos Luís Octavio y si es niña se llamará
Esther como tú. ¿Qué dices?
E: Lo que tú digas
Silvia: Si es lo que yo digo (haciendo un juego de cejas) ¿Nos vamos a España?
E: Sí cariño (le dio un beso en los labios) Nos vamos a España de vacaciones
En plena madrugada la risa de la pequeña Isthar la hizo despertarse un tanto confusa se
levantó de la cama para ir hasta la cuna de su hija y ver el motivo por el cual reía
sonoramente
La niña jugaba con un escurridizo globo rojo en forma de martillo que Maca le había
comprado esa mañana y cada vez que intentaba apresarlo este escapaba de sus
diminutas manos y caía suavemente sobre su cara provocando las risas de la niña
Tashiw no pudo evitar reír con ella y una vez que comprobó que su hija estaba bien, le
retiró el globo la cobijo y le dio la mamila para que se durmiera
Tashiw: ¡A tus cinco meses estás echa toda una pilluela! (le dio un beso en la frente)
No me extraña nada que tengas loca a Maca si eres un amor
Estaba por volverse a la cama a dormir cuando sintió un poco de sed y fue entonces que
decidió ir a la cocina por agua. Bajaba por las escaleras cuando distinguió una tenue luz
que salía por debajo de la puerta del despacho lo que le indicó que Maca aun no se iba a
dormir. Sin poder dejar sentirse preocupada por ella Tashiw se dirigió al despecho
Tashiw: Hola
M: Hola (le contestó sin levantar la vista de los papeles que estaba leyendo) ¿Qué te
trae por aquí?
Tashiw: ¡Tú! (le dijo sin rodeos a la vez que levantó las cejas) ¿Ya vistes la horas que
son?
M: Sí (levantó los hombros como si nada) ¿y por lo mismo te pregunto qué haces
levantada a estas horas?
Tashiw: Eso debería preguntártelo yo a ti que llevas casi tres días sin dormir
M: Sí duermo Tashiw
Tashiw: No como deberías (se acercó hasta ella) ¿Qué pasa Maca? ¿Qué es lo que te
preocupa tanto?
M: En realidad estoy nerviosa (suspiró y a la vez se sorprendió de reconocerlo
abiertamente) muy nerviosa
Tashiw: Por lo del viaje
M: Sí (reconoció francamente levantándose de su escritorio y caminando hasta la
chimenea) No sé si fue buena idea decirle a Jero que iríamos a España a recoger a mis
hijos y que no había necesidad que me los mandara solos en el avión como cada año
después de visitar a Encarna
Alcatraces blancos
202
Tashiw: Ah es eso (murmuró con desilusión en la voz tas sus espaldas) Pensé que te
hacía ilusión ir a conocer a tu sobrino y que de paso tu familia y tus hijos conocieran de
una buena vez a Isthar
M: ¡No si ilusión si me hace!
Tashiw: ¿Entonces?
M: No sé Tashiw (se giró a verla) tengo un extrañado presentimiento que no me deja
estar tranquila
Tashiw: Pues si es eso lo que te tiene así (levantó los hombros) llámale para que
cambie los planes, aun estás a tiempo de cancelar todo
M: No es tan fácil
Tashiw: ¿Por qué no?
M: Porque tú también estás ilusionada con ese viaje. Quieres conocer otro país, otras
costumbres otras cosas. Lo vi en el brillo de tus ojos el día que te dije que podíamos
hacerlo
Tashiw: Sí (suspiró con fuerza) Pero por mí no te preocupes. A mí lo que realmente me
da ilusión es verte tranquila y en paz
M: Y lo estoy (se pasó la mano por la cabeza) Solo que no sé... Algo me dice que ese
viaje a España va ser muy duro
Tashiw: ¿Crees que me... nos van a rechazar?
M: No como crees eso (levantó las cejas incrédula) Tashiw si mis hijos ya te conocen y
se mostraron muy contentos con la idea de tener una hermanita
Tashiw: No me refiero a ellos Maca (movió la cabeza a la vez que la incertidumbre y el
miedo se apoderaban de sus ojos) Me refiero a tu hermano y su esposa
M: ¿Por qué piensas eso?
Tashiw: Porque tú me has contado que Jerónimo y Esther son muy buenos amigos y
además pues la esposa de tu hermano es la hermana de Esther
M: ¿Y eso qué Tashiw?
Tashiw: Pues no lo sé (suspiró con tristeza) ya ves lo que era mi vida antes de
conocerte. Supongo que yo no soy lo que esperan... No les voy a agradar
M: No tienes nada que temer (la estrechó con fuerza entre sus brazos) ere una chica
maravillosa y ellos son unas personas estupendas. Nada que ver con lo que tu loca
cabecita piensa
Tashiw: ¿Maca?
M: ¡Dime!
Tashiw: Ya ves que todos por aquí dicen que eres una pervertida sexual y que soy tu
amante
M: A mi no me importa lo que pienses los demás (la miró fijamente a los ojos) tú y yo
sabemos la verdad
Tashiw: Lo sé Maca (le medio sonrió) y a mí tampoco me importa lo que piensen de
nosotras pero...
M: ¿Pero qué?
Tashiw: ¿Cómo me vas a presentar ante tu hermano y su esposa?
M: Como lo que eres cariño (levantó las cejas sorprendida) La madre de mi hija
Tashiw: Maca (movió la cabeza) ¡Sabes exactamente a lo que me refiero!
M: Tranquila (le dio un palo cariñoso en el brazo) Que no pienso arruinarte la vida.
(sonrió ampliamente) De hecho Jerónimo en seguida se dará cuenta que tú podrías ser
mi hija y la chiquilla que está arriba mi nieta
Tashiw: Jajaja (le dio una palmadita en la mejilla) te pasa... Pero tus hijos dicen otra
cosa
Alcatraces blancos
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M: Son pequeños no saben nada aun de la vida (levantó las cejas) Y si no los saqué del
error cuando pensaron que eras mi novia fue porque...
Tashiw: Por que le irían con el chisme a Esther (la interrumpió antes de que terminara)
y con eso posiblemente ella se p...
M: Hummmm (sintiéndose apenada le tapó la boca con la mano) Ni lo digas. Esto es
solo un secreto entre tú y yo
Tashiw: Jajaja. No tienes remedio (la tomó de la mano) Vamos a dormir que necesitas
descansar si no pasado mañana perderemos el vuelo
El tráfico de gente era imposible en el aeropuerto Benito Juárez de la ciudad de México
y mientras Silvia en compañía de Osman entregaba el equipaje. Pablo a cada dos por
tres se le soltaba de la mano a Esther y echaba a correr por los pasillos desatando la
desesperación y enfado de Esther
E: Pablo no te voy a volver hablar (sujetándolo nuevamente de la mano) si no te aplacas
te voy a dar un par de nalgadas de campeonato delante de toda esta gente
Pablo: Uy mami (negó con la cabeza resignado) a veces te pones muy fea
E: Fea o no te voy a dar de nalgadas para que se te quite lo grosero
Silvia: ¿Qué pasa cariño? (tomándola por la cintura) ¿por qué discutes con el niño?
E: Pasa que le permitiste tomar mucha soda y así no hay ni quien lo aguante y
francamente ya me tiene de los nervios
Silvia: ¡Ya! (mirándola incrédula) ¿Pablo o el vuelo?
E: Los dos (reconoció con una media sonrisa en los labios) Es que no puedo con tanta
tensión (mirando a Pablo el cual se le volvió a soltar y se fue directamente a pelear con
Osman) Míralo ya está ahora peleado con Osman (movió la cabeza impaciente y se
dispuso a ir por él) Si te digo no puede estar un segundo en paz. Pablo (le habló molesta
y apretando los diente) Ven para acá de inmediato
Silvia: Ya tranquilízate que no es para tanto. Recuerda que no puedes alterarte por
tonterías
E: ¿Es que no lo estás viendo?
Silvia: Sí los veo Esther pero es que los niños están tensos y nerviosos (levantó las
cejas) tenemos casi cinco horas de retraso. Los críos están también desesperados e
impacientes ya por irse
E: Y yo también Silvia pero no puedo con Pablo (suspiró hondamente) es tan
imperativo, caprichudo y berrinchudo que me altera y me saca de quicio rápidamente
Silvia: Ay cariño (le sonrió y le acarició la mejilla) El niño está chipil (le acarició el
vientre) y no es para menos si aquí traemos a su hermanito (le dio un rápido beso en los
labios) Te propongo algo... Tú te encargas de cuidar a Osman que yo me encargo de
cuidar a Pablo ¿Qué te parece?
E: Por mi está bien (le sonrió y le dio un beso) Por cierto ya pudiste localizar a Jero
para avisarle de lo del retraso
Silvia: Sí Esther ya (le jaló con cariño el cachete) tú no te preocupes por nada que todo
ya está todo listo para cuando lleguemos a España
E: ¡Silvia! (se giró a verla sorprendida) No le abras dicho que también nosotras vamos
Silvia: No Esther no le he dicho nada (sonriente levantó la cejas) será toda una sorpresa
cuando vean llegar a los niños con nosotras. ¡Tal como tú lo querías!
E: Gracias Silvia (se abrazó a ella emocionada) la verdad es que me hace mucha ilusión
este viaje
Silvia: Lo sé mi amor (oliendo su cuello) Humm que rico hueles
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E: Silvia que te conozco
Silvia: ¿Y? (levantó las cejas divertida) ¡Que hay de malo en que le diga a mi mujer que
huele rico!
E: Dicho así... nada (le sonrió coquetamente y le dio un beso en los labios) sabes que te
quiero ¿verdad?
Silvia: Sí (suspiró sintiéndose muy feliz) mi tonto corazón también lo sabe
Ambas mujer se perdieron un momento en los ojos de la otra hasta que Pablo llegó
corriendo abrazársele a las piernas a Esther casi tirándola
Silvia: ¡Pero Pablo! (empezó a reírse) ¿Qué haces?
E: Ves (frunciendo el ceño) no se aguanta
Osman: Mami (jalaba de la blusa a Esther) ¿Falta mucho para irnos?
Silvia: No mucho Osman (le sonrió y le acarició el pelo) de echo están anunciando
nuestro vuelo
Pablo: Yupi (saltando a los brazos de Silvia) ¡Ya nos vamos!
Osman: A España con el tío Jero (levantó los brazos gustoso) y de ahí al Tibet con mi
mamita
Once horas después en el aeropuerto Barajas de la ciudad de Madrid el automóvil de
Jerónimo entraba a toda prisa a los estacionamientos del aeropuerto en compañía de
Maca, Tashiw y su pequeña hija Isthar
M: Vale Jero (mirándolo de reojo) Ya estamos aquí no hay necesidad de que corras
tanto
Jero: Los niños vienen solos Maca y llevamos cinco minutos de retraso y si no me ven
cuando salgan el guardián a entregarlos se van a poner nerviosos
M: No te preocupes Jero el avión en estos momentos debe estar aterrizando vamos a
llegara a tiempo a la sala de espera
Jero: Pues si no le metemos prisa (bajándose del coche) en verdad no llegamos
Tashiw: No te preocupes Jero que Maca tiene razón (sonriéndole a Maca) estamos a
tiempo
Jero: Nadie pidió tu opinión (la miró con cara de pocos amigos) ¡Debiste quedarte en
casa jugando a las muñecas con la hija de la vecina!
Tashiw: Lo siento (bajó la cabeza incomoda) no fue mi intención molestarte
Jero: ¡Vamos Maca! (le metió prisa) ¡Que los niños están solos!
M: Aghh
Maca le guiñó el ojo a Tashiw dejando pasar de largo los comentarios de su hermano y
lanzó un fuerte suspiro a la vez que bajaba del auto y tomaba entre sus brazos a su
pequeña Isthar
M: Creo que Jero está más nervioso que yo (empezó a reírse) y eso que son mi hijos y
tengo casi ocho meses que no les veo
Tashiw: La sorpresa que se van a llevar los chicos (levantaba las cejas emocionada)
cuando vean que has venido a España por ellos
M: ¡Me muero de ganas de verlos!
Jero: ¿Quién no? (ayudando a Tashiw a bajar del auto) ¡Vamos niña apresúrate un
poco!
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M: ¡Jero! (una vez más levantó las cejas sorprendida por la actitud de Jero hacia
Tashiw) ¡No te pases!
Tashiw: No te preocupes Maca ya sé que a tu hermano no le caigo muy bien que
digamos (cruzándose de brazos) pero no importa su actitud es más me tiene sin cuidado
(retando a Jero con la mirada) Y no voy a permitir que me afecta en lo mas mínimo
Jero: Mira niña (señalándola con el dedo) No digas cosas que no son ¡Eh! (levantó los
hombros) ¡Que por eso se hacen los chismes!
Tashiw: ¡Solo digo lo que veo!
M: Hey, hey basta los dos (los miró a ambos con actitud reprobatoria) que no es el
momento ni hora para discutir
Tashiw: Tienes razón (quitándole a Isthar de los brazos a Maca) ¡Vamos por tus hijos!
Tashiw con la niña en brazos y sintiéndose molesta por la discusión con Jero se giró con
determinación y empezó a camino decidida hacia la entrada de los andenes del
aeropuerto mientras Jero y Maca se veían un momento entre sí
M: ¡Tiene carácter!
Jero: ¿Te parece? (levantó las cejas irónico) Más bien parece una rabieta de las que
suele ser tu hijo Pablo
M: ¡Vamos Jero no seas así! (le medio sonrió) Date una oportunidad de tratarla es muy
buena chica
Jero: ¿En qué aspecto hermanita?
M: Jero no seas grosero
Jero: ¡Mira no me digas nada! (le advirtió frunciendo el ceño) Que de verdad ella tiene
razón y no la soportó
M: ¡Pues no entiendo por qué!
Jero: ¡Vamos Maca! (levantó las cejas con seriedad) No voy a decir más...
Simplemente no me parece bien que esté contigo por muy madre que sea de tu hija
(levantó las manos para evitar que Maca digiera algo) ¡Mírala por Dios Maca que es una
niña! (con fuerza suspiró resignado) Pero supongo que no debo de meterme en tu vida
M: No (negó con la cabeza sintiéndose de pronto triste) no debes Jero
Jero: Bien (asistió con un leve movimiento de cabeza) ¿Tus hijos ya deben estar
esperándonos
M: Sí, supongo que sí
Cuando entraron a la sala de espera se enteraron que el avión demoraría mucho más de
lo que Silvia le había dicho originalmente la última vez que se comunicó con Jero.
Tashiw se disculpó un momento con ellos y se fue al baño a cambiarle el pañal a Isthar
M: Es muy responsable con su hija
Jero: Porque piensa que está jugando a las muñecas
M: Eres imposible Jero (se giró a verlo) Tengo apenas dos días de haber llegado a
España con al espereza de estar unas semanas en paz... Tranquila disfrutando de estar en
familia... Y desde el mismo momento que te presenté a Tashiw y a mi hija estás como
enajenado con lo mismo tema. Que si Tashiw esto, que si Tashiw lo otro, que si Tashiw
aquello y la pobre no te hace absolutamente nada. ¡Ya déjala tranquila hermano por
favor!
Jero: Ay Maca (negó con la cabeza) La verdad no entiendo porque después de haber
encontrado tu estabilidad emocional vas y te enredas con esta niñita (se cruzó de brazos)
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¡A ver dime! ¿Cuántos años tiene? Doce, catorce, dieciséis... ¿Cuántos Maca?
¿Cuántos?
M: Dentro de seis meses cumplirá los dieciocho
Jero: Joder diecisiete años (se levantó de su silla) Esa mocosa tiene diecisiete años
(poniéndose las manos en la cintura) No cabe duda que tú sola te complicaste la vida
M: Jero no sabes realmente lo que hay
Jero: No claro (negó con la cabeza disgustado) con una hija de cinco meses en los
brazos no sé lo que hay
M: ¡Déjame explicarte!
Jero: ¡No quiero saberlo! (la miró fijamente a los ojos) Pero te voy a decir algo que
debí decírtelo hace mucho tiempo pero me sentía tan cabreado y molesto contigo
cuando Osman al regresar del Tibet las vacaciones pasadas me dio la noticia del
embarazo (levantó los dedos haciendo comillas) de tu nueva novia que francamente
pensé que ya no tenía ni caso
M: ¿A qué te refieres Jero?
Jero: A Esther
M: ¿Qué? (levantó las cejas sorprendida y buscó la mirada de su hermano) ¿Qué tiene
que ver Esther con todo esto?
Jero: Mucho (jaló aire y se sentó a su lado) Después de que Esther se fuera a vivir a
México con Silvia entre ellas no hubo nada
M: Lo sé (entrecerró los ojos con tristeza al recordar) por que la misma Silvia me lo
dijo el día que fui a pagarle lo de la fianza
Jero: Bueno (levantó los hombros) pues después de que le pagaste tampoco hubo nada
entre ellas. Hasta hace más o menos un año que tus hijos volvieron de vacaciones con
semejante noticia
M: ¿Qué me estás queriendo decir Jero?
Jero: Que Esther en realidad pese a todo lo sucedido entre ustedes dos te estuvo
esperando todo este tiempo (levantó las cejas) Y cuando se enteró del embarazo de tu
nueva novia le dolió tanto que fue entonces cuando decidió pasar página y rehacer su
vida liándose con Silvia
M: No (empezó a reír nerviosa) No es cierto Jero. Esther ya estaba con Silvia desde
mucho antes que Tashiw llegara a mi vida
Pablo: ¿Quién va a saber más? ¿Tú que te alejaste de todos o yo que vivo con su
hermana?
M: Pero Pablo me contaba que ellas eran novias y que se iban a casar muy pronto
Jero: Pablo siempre decía lo mismo de ti a todos... Que tenías novia nueva y te ibas a
casar pronto... Pero el año pasado no dijo nada de eso excepto que tu novia tenía un
bebe en la panza y le diría a su mami que le comprara una muñeca para su nueva
hermanita
M: ¡Esto es irreal! (se llevó las manos con nerviosismo a la cabeza) Tashiw nunca ha
sido mi novia, mucho menos mi mujer (miró fijamente a Jero) Solo es mi protegida Jero
cuando la conocí ya estaba embarazada y andaba hambrienta divagando por la estación
del tren yo me encontraba ahí porque estaba esperando que los niños llegaran. Cuando
ella se me acercó pidiéndome algo que comer en ese momento se desvaneció en mis
brazos involuntariamente le toqué el vientre y me di cuenta que estaba embarazada (los
ojos se le llenaron de lágrimas) Sus rostro demacrado y pálido, el opaco brillo de sus
ojos marrones me suplicaban llenos de tristeza que le ayudara (suspiró llena de dolor)
Es tan joven que no podía negarme me recordó tanto a Esther que no pude negarme
Jero: Maca no metas a Esther en esto. ¿Quieres?
M: Esther era muy joven cuando quedó embarazada la primera vez de Hugo
Alcatraces blancos
207
Jero: ¿Qué? (se levantó de su asiento como impulsado por un resorte sin dar crédito a lo
que oía) Pensé que habías cambiado Maca (empezó a respirar con fuerza intentando
jalar todo el aire que más le fuera posible) ¿Cómo es posible que te atrevas a levantarle
semejante calumnia a Esther. A la madre de tus dos hijos para disculparte de tus actos?
M: No me estoy disculpando (se levantó de su lugar también sintiéndose herida) y
mucho menos invento nada (se limpió con rabia las lágrimas) a estas alturas ¿Tú crees
que yo no tenga la necesidad de inventarme algo? Bastante he sufrido y perdido en la
vida por mis actos para seguir haciendo ¿No lo crees? (lo miró con la ira reflejada en su
mirada) Esther estando conmigo se quedó embarazada de Hugo y a pesar de haberme
quedado a su lado. En su momento no la supe apoyar como debí hacerlo y perdió al
bebe (empezó a llorar nuevamente sintiéndose muy abatida) Por mi manera tan
equivocada de amar perdió al bebe
Jero: Lo siento Maca (la abrazó con fuerza) Yo no lo sabía
M: Ahora entiendes por que Tashiw está conmigo
Jero: Sí Maca pero ella no es Esther
M: Ni quiero que lo sea (se sentó nuevamente) En mi vida no hay lugar para ninguna
otra mujer que no sea Esther ¿Lo entiendes? ¿Verdad?
Jero: Ay hermana (movió la cabeza) que irónica y dolorosa es la vida. Ahora Esther...
M: Está con otra, es feliz (lo miró con el dolor reflejado en su mirada) Pero aun así yo
la voy a esperar
Jero: ¡Maca!
M: Humm
Se hizo un breve silencio entre ambos, finalmente Jerónimo se agachó de puntitas a su
lado y la tomó de la mano. Maca dejó caer libremente sus lágrimas Jero con ternura se
la secó
Jero: Maca hermanita (suspiró con fuerza intentando poner un orden a sus ideas) debes
saber también que Esther... Esther está embarazada
Maca medio sonrió y empezó a reír al mismo tiempo que gruesas lágrimas volvía a
resbalar por sus mejillas y sintiendo en ese momento la necesidad de irse de ahí. Se
levantó de su lugar e hizo el intento de echarse a correr pero unos gritos llenos de
ilusión y felicidad la detuvieron
Osman y Pablo: Mamita (soltándose de las manos de Esther corrieron hacia ella)
Mamita
Maca volteó hacia ellos abriendo sus brazos para recibirlos y al ver a Esther parada de
frente a unos cuantos metros de distancia a ella sintió que todo su mundo se le
paralizaba
Esther involuntariamente abrió la boca y en un acto de auto-reflejo dio un paso a hacia
atrás chocando levemente con Silvia. Esther tenía la cara desencajada por la impresión,
el estómago le dolía, el corazón le palpitaba de manera exagerada haciéndole difícil el
respirar. A cada segundo que pasaba la palidez de su rostro iba en aumento y de pronto
sintió que todo empezaba a dar vuelta a su alrededor
Silvia: ¡Esther cariño! (la sostuvo fuertemente por la cintura logrando evitar que cayera
al suelo) ¡Estás temblando!
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E: No me sueltes
Silvia: Por favor cariño reacciona (le daba suaves palmadas en el rostro) Mírame Esther
no pasa nada. Yo estoy aquí contigo y no voy a permitir te haga daño ¡Vale!
E: Lo siento Silvia (se giró rápidamente hacia ella abrazándose a su cuello) Yo no me
esperaba esto
Silvia: Lo sé (levantó la vista topándose a la distancia con la mirada de Maca) Tú
tranquila (la abrazó con firmeza y inmensa ternura) no pasa nada cariño
Maca aun sin poder lograr reponerse de la impresión a cámara lenta veía como sucedía
todo a su alrededor. Sus hijos brincaban jubilosos alrededor de ella exigiendo su
atención
Osman: Mamita (se abrazaba a su cintura) viniste por nosotros
Pablo: Ma (abrazándose con fuerza a sus rodillas) ya estás aquí
Jero: Maca (la miraba preocupado) ¿Estás bien?
M: ¡Eh!
Maca por más esfuerzos que hacía simplemente no podía salir de su aturdimiento su
cuerpo estaba estático y su alma eran un cúmulo de emociones entrecortadas que no
sabía qué hacer con ellas. Por un lado quería llorar, gritar, reír, salir corriendo y por el
otro lado solo quería contemplarla eternamente, ir a su encuentro... no quería perderla
de vista ni un solo instante. El corazón le brincaba desbordado, el cuerpo poco a poco le
iba devolviendo el movimiento, sus manos temblaban y sus ojos la buscaban sin
cansancio sin importarle en absoluto que Silvia estuviera con ella
Jero: Maca (se paró frente a ella tapándole su campo de visión) ¡Deja de mirarlas de esa
manera!
Esther seguía abrazada a Silvia y esta no hacía más que intentar de tranquilizarla
mientras de reojo observaba a Maca. La cual por todos los medios intentaba esquivar el
cuerpo de Jerónimo
Silvia: (“Joder (murmuro para sus adentros empezando a sentirse molesta) ¡La lleva
clara!”)
E: ¡Vamos de aquí!
Silvia: Necesitamos recoger el equipaje y entregarles el de los niños
E: ¡Hazlo tú! (dándoles la espalda y señalando hacia otra estancia) ¡Yo te espero en
aquella sala!
Silvia: Como quieras mi amor (le dio un rápido beso en los labios a la vez que le
acariciaba el vientre) Ya me encargo yo
M: ¿Por qué no me dijiste que venían?
Jero: ¡Por qué no lo sabía! (levantó los hombros) de haberlo sabido ni loco permito que
vengas
Osman: Mi mami quería que fuera una sorpresa para el tío (le sonrió feliz abrazado de
su madre) por eso no dijimos nada
Jero: ¡Y la sorpresa desde luego se la han llevado otras!
M: ¡Desde luego Jero! (tomando a sus dos hijos de la mano) ¡Vamos chicos! (en los
labios se dibujo una pequeña sonrisa) ¡Vamos a saludar a su madre y a Silvia
Pablo: Si (gritó jubiloso) vamos
Alcatraces blancos
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Jero: Maca no (alarmado la detuvo ligeramente de un brazo) No creo que sea
conveniente... ¡Deja que ellas se acerquen!
Maca movió la cabeza a la vez que suspiraba con fuerza y sin detenerse a pensar en lo
que Jerónimo le decía lo hizo a un lado y con decisión fue hacia ellas
Silvia: ¡Viene para acá! (tomó con fuerza a Esther de la mano) ¡sonríe no le demuestres
que le tienes miedo!
E: ¡Miedo!
Esther repitió para sus adentros abriendo sus ojos sorprendida al ser consciente de que
Silvia pensaba que estaba así porque le tenía miedo a Maca. No queriendo hacerle daño
se obligo a sonreír. Lo que Silvia aprovechó para besarla y abrazarla acariciándole el
vientre
Maca se detuvo en seco sintiéndose estúpida al verlas besarse. De pronto todo le
empezó a dar vueltas a su alrededor inconscientemente sus ojos se llenaron de lágrimas
al contemplar ante ella su realidad... Su triste realidad, Esther estaba en brazos de su
mujer y estaban esperando un hijo juntas
Osman al sentir que su madre se detenía la jaló del brazo obligándola a continuar
Osman: ¡Vamos mamita a que saludes a mi mami!
Silvia: ¿Qué tal Maca como estás?
M: Bien (contestó con la voz apagada) muy bien gracias y ustedes
E: ¡Divinamente!
Esther levantó las cejas sonriente a la vez que recargaba su cuerpo en el de Silvia la cual
de inmediato lanzó un profundo suspiro y la rodeó entre sus brazos. Maca hizo una
mueca de media sonrisa y bajó la vista mientras sentía que su corazón se partía en mil
pedazos y que en cualquier momento se le detendría
-: Perdonen señoras (intervino un joven moreno llamando su atención) Los equipajes ya
están en las bandas
Silvia: Gracias (viendo hacia las bandas) ¡Enseguida vamos!
Jero: ¡Yo te ayudo a traerlos Silvia!
Silvia: Sí, sí claro, Jero
Silvia miró un momento a Esther levantó las cejas y Silvia le susurró algo al oído.
Esther sonrió ampliamente guiñándole un ojo a la vez que le daba un beso en los labios
E: Anda ve por los equipajes para irnos que estoy muy cansada del viaje (le dio una
palmadita en el culo) además Maca querrá ya llevarse a sus hijos
M: Así es (sintiéndose sumamente triste y fuera de lugar desvió la mirada) Todos
estamos cansados
Jero y Silvia se marcharon por los equipajes mientras Pablo se fue abrazar a Esther y
Osman tomaba las manos de sus madres al mismo tiempo. El silencio se hizo presente
Maca evitaba a toda costa mirar a Esther y esta movía la cabeza incomoda.
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Sorpresivamente el estómago de Maca rugió al chillarle la tripas y Pablo empezó a
reírse
Pablo: ¡A mi mamita le chillan la tripas como a mí cuando tengo hambre! (mirando a
Esther sonriente) ¿Verdad que sí mami?
E: Cuando tienes hambre (medio sonrió observando a Maca de reojo) o estás muy
nervioso
M: ¡Vale! (suspiró desganada reconociendo) ¡Estoy muy nerviosa!
E: Lo sé (pasó saliva y se medio giró para verla) ¡Tanto tiempo!
M: Sí (desviando nuevamente la mirada de ella) Poco más de tres años
E: ¿Cómo has estado?
M: ¡No tan bien como tú! (intentando con todas su fuerzas que su voz no delatara que
estaba a punto de llorar) Pero ahí la llevo
E: Vi que cojeabas un poco
M: Sí algo (aguantando la respiración levantó los hombros tratando de restarle
importancia) ¡Pero ya no duele!
E: Lo siento Maca (soltó de pronto y no pudo evitar que la voz se le cortara) mi madre
nunca debió decirte nada. No le correspondía
M: No te preocupes todo está olvidado (rápidamente sin que Esther se diera cuenta se
limpió las lágrimas) las heridas han sanado... Sé que no le hablas y sigues enfadada con
ella por esto (tragó saliva y buscó su mirada) ¡No vale la pena Esther ¡Encarna siempre
solo intento protegerte de mí
E: ¡Casi te mata!
M: No (suspiró con fuerza) No fue ella... En realidad siempre fui yo con mi actitud
quien provocó todo lo sucedido... ¡Siempre fui yo Esther!
E: ¡Maca!
M: ¡Tú podrás llegar a perdonarme alguna vez!
E: ¡Hace mucho que lo hice!
M: Gracias (entrecerró los ojos a la vez que la voz se le entrecortó y fue inevitable que
llorara) Muchas gracias
E: No llores Maca
Esther inesperadamente levantó la mano y sin detenerse a pensarlo le limpió las
lágrimas. Maca le tomó la mano y se la besó
M: Siempre Esther (la miraba llorando a los ojos) siempre has sido el amor de mi vida
E:...
Esther se quedó callada y con mucha suavidad retiró su mano y disimuladamente
agachó la cabeza desviándola la mirada para que Maca no pudiera ver las lágrimas que
amenazaban con salir
M: ¡Eres feliz!
E: ¿Por qué me preguntas eso ahora?
M: Porque solo así (las lágrimas empezaron a fluir nuevamente sin control de sus ojos)
comprenderé que estés esperando un hijo de ella
E: ¡Maca!
M: ¿La quieres?
E: Mucho
Alcatraces blancos
211
M: ¡Vale! (con infinito dolor se limpió las lágrimas) Voy esperar a Jero en el auto (le
dio la espalda) Niños despídanse de su madre que nos vamos
Los chicos le dieron un abrazo y un beso a Esther y después se fueron corrieron al lado
de Maca la cual los tomó de la mano y antes de emprender la marcha se giro hacia ella
sonriéndole
M: ¡Esther!
E: ¡Sí!
M: ¡Siempre te has visto muy hermosa embarazada!
E: Gracias
M: ¿Sabes? Nunca imaginé encontrarte aquí (suspiró con fuerza) Me dio mucho gusto
verte
E: A mí también Maca (se llevó la mano a la boca para evitar un sollozo) ¡Cuídate!
M: ¡Lo haré! (afirmó con un movimiento de cabeza) Tú también lo harás ¿verdad?
E: ¡Te lo prometo!
Esther no dijo más y como si de una cámara lenta se tratara vio como Maca sin voltear
atrás se llevaba a sus hijos tomados de la mano y lentamente se marchaba perdiendo
entre la gente hasta que llegó a lado de una bella joven mujer la cual estaba sentada con
un bebe en brazos y tal parecía haber estado esperándola a la distancia todo ese tiempo
El corazón de Esther casi se sale del pecho a causa del dolor que sintió cuando vio a esa
chica levantarse de su lugar y entregarle en los brazos a Maca a la bebe para después
abrazarse a su cuello llorando con ella
En las penumbras de la habitación de su despacho. Maca estaba sentada de frente a la
chimenea envuelta en una manta de su pequeña hija Isthar. A su lado sobre una pequeña
mesita de roble tallado tenía una copa de Coñac medio vacía. Y en su mano derecha
sostenía con fuerza un Alcatraz blanco junto a una fotografía de Esther. Sus ojos
brillaban de manera intensa y sus lágrimas amenazaban por rodar por sus mejillas
mientras veía al fondo de la chimenea las llamas arder
-: Maca (suspiró inquietad) ¡Otra vez tomando cariño!
Con mucho cuidado de no alterarla Tashiw se acercó hasta ella y sin decirle nada más.
Simplemente la abrazó; de inmediato Maca hundió el rostro en su plano vientre a la vez
que con angustia y desesperación se aferraba a su cintura rompiendo a llorar
Tashiw: Ya Maca (la acariciaba con ternura su cabello) ya pasó
M: No puedo Tashiw (entre suspiros entrecortados hipaba por el llanto) Por más que lo
intento ¡No puedo olvidarla!
Tashiw: ¡Y tomando no es la mejor forma de que lo hagas!
M: Tampoco es que tome mucho
Tashiw: Tres a cuatro copas diarias de coñac desde hace tres meses que la volviste a ver
en el aeropuerto (con cuidado la tomó de la barbilla obligando a verla) son demasiado
Maca. ¿Tú de verdad crees que a Esther le gustaría saber cómo te encuentras desde que
la viste la última vez?
Alcatraces blancos
212
M: No (murmuro en un suspiro) Ya no volveré a tomar... (entrecerró con tristeza los
ojos) ¡Te lo prometo!
Tashiw: Tampoco prometas lo que no vas a cumplir Maca (levantó las cejas medio
sonriéndole) Lo mismo me dijiste hace tiempo cuando te dio por comprar Alcatraces
blancos todos los días ¡Y mira los sigues comprando!
M: Es la única forma que la puedo sentir y tener cerca de mí
Tashiw: Pero los tienes en tus manos hasta que los marchitas Maca
M: ¡Es que es nuestra flor!
Tashiw: Entonces porque es su flor... (la miró fijamente a los ojos) ¡Renace como ella
de entre las cenizas!
Tashiw con sumo cuidado le quitó el alcatraz que traía en la mano y ante la atenta
mirada de Maca cambio el agua del florero deposito el Alcatraz dentro y fue a colocarlo
encima de la chimenea
Tashiw: ¡Mira Maca! (regresando hasta su lado. Le señaló hacia la flor) ¡Ves como
revive con el agua nueva!... Así mismo cariño. Tú tienes que revivir de entre tus cenizas
M: ¿Olvidándola?
Tashiw: No Maca (movió la cabeza) eso es imposible. ¡Viviendo con ilusiones nuevas!
(le acarició la mejilla con ternura) ¡Viviendo para ella!
M: ¡Ella ya me olvidó! (los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas) ¡Es muy feliz en
su nueva vida!
Tashiw: ¡Yo no lo creo! (suspiró con fuerza) la mirada que Esther me lanzó llena de
impotencia y dolor cuando puse a Isthar entre tus brazos y me abracé a ti llorando aquel
día en el aeropuerto lo decía todo... ¡Para mi Esther no es feliz como te lo hizo creer!
M: ¡Está con ella! ¡Van a tener un hijo juntas!
Tashiw: ¡Yo estoy contigo! (levantó las cejas) ¡Tenemos una hija! (se mordió el labio)
¡Y las cosas no son como parecen!
M: Tashiw
Tashiw: ¡Maca! ¿Esther sabe en qué condiciones estoy contigo y tuvimos a nuestra
hija?
M: No lo creo (levantó los hombros) Ni Jerónimo lo sabía. ¡Pero eso no cambia nada!
Tashiw: Te equivocas Maca cambiaría y mucho
M: ¿Qué quieres decir exactamente Tashiw?
Tashiw: ¡Que vayas a México a buscarla y le aclares todo!
M: No tiene caso (se levantó de su lugar colocándose la fotografía de Esther sobre su
pecho) Tú mejor que nadie sabe que después de que la vi en el aeropuerto la busqué tres
veces y no quiso verme mucho menos hablar conmigo
Tashiw: ¡Debes entender que no era nada fácil para ella estando ahí su actual pareja!
M: ¿Y crees que si voy a México la tendré más fácil?
Tashiw: No. Por supuesto que no (le sonrió con cierta malicia) Pero al menos le
sembrarás la semillita con la inquietud de la tentación
M: Oye (le dio una palmadita en el hombro) ¡No te creía tan perversa!... ¡Que está
embaraza y...
Tashiw: Nada Maca (la interrumpió poniéndole un dedo sobre los labios) En la guerra y
el amor todo se vale
M: Pero esas no son las formas y Silvia la verdad no merece que actué tras sus espaldas
Tashiw: Ya te dije... ¡En la guerra y en el amor todo se vale!
Alcatraces blancos
213
Se hizo un silencio entre las dos mientras Maca incrédula movía la cabeza sorprendida
tratando de asimilar las palabras que Tashiw le decía
El sonido del tiemble del teléfono interrumpió en la habitación detrayéndolas un
momento del rumbo de la conversación
Tashiw: ¿Quién podrá ser a estas horas de la madrugada?
M: No lo sé (dirigiéndose hacia el aparato) Y si no contestamos menos lo sabremos.
(levantó el auricular) ¡Diga!
-: ¡Maca!
La voz del otro lado del articular sonó apresurada y angustiada. Maca inmediatamente
sintió como un extraño escalofrió empezaba a recorrerle el cuerpo haciendo que la piel
se le pusiera chinita y los vellos se le levantaran de punta
M: Jero (le contestó alarmada llamando la atención de Tashiw) ¿Qué pasa? ¿Por qué me
llamas a esta hora?
Jero: Maca (se hizo un pequeño silencio) Hubo un accidente (con dolor entrecerró los
ojos) ¡Tienes que ir de inmediato a la ciudad de México!
M: ¿Qué pasó? (abrió lo ojos sintiendo como el miedo se empezaba apoderaba de ella)
¿Mis hijos están bien? ¿Esther está bien? ¿Qué sucede Jero?
Jero: Una camioneta envistió el carro de Silvia cuando esta llevaba a los chicos al
colegio y...
M: ¿Y qué? (gritó alarmada a punto de soltar el llanto) ¿Cómo están mis hijos?
Jero: Ellos están fuera de peligro. Pero (la voz súbitamente se le entrecortó) Silvia está
muerta
M: Por Dios (su rostro se puso blanco de la impresión) ¿Y Esther?
Jero:...
M: ¡Jero! (apretó con todas su fuerzas el auricular para evitar se le soltara de las manos
y le gritó llorando) ¿Y Esther? ¿Cómo está ella?
Jero: Ella no iba en el auto pero debido a la impresión del accidente se le adelantó el
parto y en plena labor le dio un paro cardiaco... (rompió a llorar desconsolado) No te
voy engañar Maca... Esther en estos momentos se encuentra muy grave en estado de
coma
M: No (soltó un grito desgarrador) No puede ser verdad... No
El rostro de Maca se desfiguró por completo a causa del dolor, todo le empezó a dar
vueltas a su alrededor, el cuerpo le temblaba y sintió que las fuerzas le empezaban a
faltar
M: No (repetía llorando) Esther no
Jero: Lo siento Maca pero Esther se está debatiéndose entre la vida y la muerte
M: ¿Y su hijo? (logro apenas articular palabra) ¿En qué condiciones está el niño?
Jero: La pequeñita a pesar de lo prematuro y lo delicado de su nacimiento sigue
luchando segundo a segundo por la vida (suspiró limpiándose las lágrimas) ¡La niña se
aferra con todas sus fuerzas por quedarse entre nosotros!
El saber que esa pequeñita luchaba con todas sus fuerzas por permanecer viva hizo que
Maca entrecerrara los ojos a la vez que sentía que una luz se encendía en medio de tanta
oscuridad
Alcatraces blancos
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M: ¡Y se va a quedar entre nosotros Jero!
Con decisión se limpió las lágrimas, respiró con fuerza logrando con eso que un fuerte
torbellino de sensaciones la sacudieron por dentro regresándole las ilusiones al alma a la
vez que el cuerpo se le llenaba de optimismo y esperanza
M: ¡Yo sé que las dos se van a quedar!
Los días que vinieron no fueron nada fácil para nadie. Maca prácticamente desde que
llegó a México se hizo cargo de todo contando desde luego con el apoyo y la ayuda
incondicional de Jero y Iliana. Tashiw tampoco no se quedó atrás y a los pocos días la
alcanzó en México para hacerse cargo de la casa y de los niños
Y mientras Jero y Maca hacían todo lo relacionado con las cuestiones legales de los
negocios de Silvia. Iliana junto a Tashiw y Maca se turnaban en el hospital para cuidar
de Esther la cual aun permanecía en estado de coma y de la pequeñita que cada día se
mostraba más fuerte, más viva llenando a todos de alegría y esperanza
Atrás del el cristal de la zona de incubadoras una ansiosa Maca esperaba con
impaciencia y nerviosismo que el pediatra terminara de retirar todos los cables y sondas
que dependían de los brazos, de las piernas y de la boca de la pequeñita valiente. Como
ella le decía todos los días que permanecía por horas a su lado cuidándola y hablándole
con devoción y cariño
Por fin el médico retiró la última sonda de la boca de la niña y a los pocos segundos
levantó el dedo pulgar indicándole que la pequeñita después de casi un mes y medio de
estar en la incubadora podía respirar por sí sola
Maca no pudo contener su emoción y las lágrimas llenas de felicidad brotaron sin
control de sus ojos. Sintiéndose llena de esperanza y de ilusión pidió permiso para
entrar y poder abrazar por primera vez a la niña sin ningún tipo de protección
M: Mi niña (lloraba emocionada y con sumo cuidado la tomó entre sus brazos) Mi
pequeñita valiente (decía con la voz entrecortada) estás con nosotros... Mi vida
Maca le acariciaba con inmenso amor su cabecita y poco a poco con profunda suavidad
fue delineando con la punta de su dedo todo el contorno de las facciones dedicadas de
su pequeño rostro cálido y rosado
M: ¡Que bella que eres mi niña! (le beso la frente) ¡Te pareces toda a tu madre!
Aquel pedacito de carne tierno y suave pareció que se removía entre sus brazos al
reconocer la voz que le susurraba con ternura y amor. Y a Maca le pareció ver que la
niña le sonreía
M: ¡Me ha sonreído doctor! (miró emocionada al pediatra) Me a sonriendo mi niña
-: ¡Parece que sí! (le sonrió conmovido al verla tan emocionada) ¡Por lo visto va tener
una sonrisa muy linda y cautivadora!
Alcatraces blancos
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M: Igualita a la sonrisa de su madre (la estrechó con mucho cuidado en su pecho)
¡Cuánto te quiero mi pequeña valiente!
-: ¡Valiente y sana! (el médico afirmó categóricamente) Esta pequeñita pese a las
catorce semanas de gestación que le faltaron al nacer está más fuerte y sana que un roble
(miró a Maca con gusto) Y si los últimos resultados de las frecuencias cardiacas salen
bien... Es seguro que mañana a mas tardar se la pueda llevar a casa
M: ¿De verdad? (miró a la niña con expectación y emoción) ¿Así de pequeñita como
está?
-: Sí (sonrió gentilmente) ¡Así de pequeñita y sana como está, podrá llevarse sin ningún
problema a esta ricura a su casa!
Maca iba decir algo más pero Iliana su cuñada entró en ese momento corriendo a la
zona de cunas. Maca al verla se estremeció y Iliana con el rostro bañado en lágrimas le
gritó emocionada desde atrás del cristal
Iliana: ¡Maca! (se recargó con todo el peso de su cuerpo sobre el amplio ventanal de los
cuneros) ¡Esther despertó!
Maca en ese momento sintió que su mundo giraba dándole de vueltas a su alrededor y
en su interior todo se le removió mientras la palabras de su cuñada resonaban fuerte en
su cabeza al grado de hacerla casi perder el sentido
Iliana: Maca (repetía emocionada) ¡Mi hermana ya despertó!
Maca abrió los ojos a más no poder, después de casi un mes y medio de desvelos, dolor
y desasosiegos por fin a su alma llegaba un respiro. Con mucho cuidado le entregó la
bebe a la enfermera que tenía a su lado y sin esperar nada más salió corriendo lo más
rápido que pudo de ahí para irse rumbo a la habitación de Esther
Llegó hasta la puerta de la habitación de Esther desbocada, respirando fuertemente
agitada debido al esfuerzo de la carrera, Sentía que el corazón en cualquier momento se
le iba a salir del pecho, el cuerpo le temblaba y las manos le sudaban. Con absoluta
seguridad tomó el picaporte de la puerta lo giró abriéndola y lo primero que vieron sus
ojos dentro de esa habitación fue el rostro confuso de ella
M: ¡Esther!
Su cuerpo ya no dio más. Debido a la inmensa felicidad que le embargaba todo le dio
vueltas a su alrededor tornándosele oscuro. Irremediablemente para la sorpresa de todos
los que estaban ahí presente Maca se desplomó cayendo desmayada al suelo
Y si alguno pudiera dudar en ese momento que tal efecto de felicidad existiera en el
cuerpo de una persona solo bastaba voltear a ver a Maca un momento al suelo ya que
pese a estar desmayada en sus labios se dibujaba una sonrisa llena de paz y tranquilidad
Para cuando volvió de su desmayo Maca se removió un tanto inquieta y sorprendió
mucho de estar a medio oscuras en esa habitación de hospital recostada en la cama y
que de su brazo dependiera un vía con suero. Sentada a un lado de su cama Tashiw leía
una revista a la vez que cuidaba de ella
Alcatraces blancos
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Tashiw: Hola (le sonrió dejando la revista a un lado cuando la sintió moverse) ¿Cómo
estás?
M: ¿Y Esther? (hizo el intento de levantarse) ¡Quiero verla!
Tashiw: Lo sé Maca... ¡Todo el hospital lo sabe! (levantó las cejas en son de broma)
¡La mujer que se desmaya por amor!
M: Deja de bromas y mejor ayúdame a quitarme esto
Tashiw: Un momento señorita (deteniendo la mano) No te puedes quietar el suero hasta
que el médico lo diga
M: ¿Suero?
Tashiw: Sí (asintió divertida con un movimiento de cabeza) Lo necesitabas
M: ¿Cuánto tiempo tengo así?
Tashiw: Unas seis horas
M: Joder (se incorporó en la cama asustada) ¿Tanto puede uno estar desmayado?
Tashiw: No (levanta las cejas) Lo que pasa es que tu tensión estaba por las nubes por
no comer bien ni dormir lo suficientes estos últimos días que tuvieron que inyectarte un
tranquilizante para obligarte a dormir y descansar un poco
M: ¿Y cómo está Esther?
Tashiw: Un poco débil pero se encuentra bastante bien (le acomodó con ternura el pelo)
¡Y a preguntado por ti!
M: ¿De verdad? (sus ojos se llenaron de ilusión y se removió inquieta) ¡Quiero verla!
Tashiw: Y ella a ti (se mordió el labio) Solo que (hizo una pequeña pausa pensando
como se lo iba a decir)
M: ¿Qué pasa Tashiw?
Tashiw: No esperes mucho (se sentó un momento a su lado) anímicamente no está bien.
Está muy triste Maca por lo de... lo de...
M: ¡Su mujer! (movió la cabeza y los ojos se le llenaron de lágrimas) Puedes decirlo sin
miedo Tashiw que sería tonto a estas alturas enfadarme o encelarme por eso (entrecerró
los ojos) Silvia era su mujer y es muy normal que a Esther le duela su muerte
Tashiw: Pues sí (levantó los hombros suspirando) Esther está inconsolable por su
perdida
M: ¿Y ha preguntado por su hija?
Tashiw: Por ella y por los otros dos (medio sonrió) es más hasta me preguntó por Isthar
M: ¿A ti?
Tashiw: Sí Maca yo acababa de llegar para relevar a Iliana cuando despertó
M: ¿Y cómo se lo tomó?
Tashiw: Pues (levantó las cejas) Al principio no entendía nada ni siquiera sabía quién
era yo. Pero en lo que el médico la revisaba y Iliana corría avisarte me reconoció y me
dijo categóricamente... ¡Eres la chica del aeropuerto. La mujer de Maca!
M: ¿Y tú qué le dijiste?
Tashiw: Nada (se sentó un momento a su lado) porque en eso entraste tú y te
desmayaste
M: Joder (movió la cabeza) Por lo visto yo nada más la paso cangándola
Tashiw: Pues sí (soltó la carcajada) Esther se intranquilizó por ti pero el médico le
aseguró que te pondrías bien que lo único que necesitabas era dormir y comer bien.
(levantó los hombros) Y una vez que nos aseguramos que tú estuvieras bien Iliana se
fue a casa con los niños y yo me quedé cuidando de Esther
M: ¿Y? (levantó las cejas mostrándose interesada) ¿Qué pasó?
Tashiw: No mucho Maca (suspiró) pidió conocer a su hija pero el médico le dijo que
más tarde así que se hizo la dormida hasta que se cansó y cuando decidió dirigirme la
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217
palabra solo me dio las gracias por estará ahí cuidando de ella sin que yo tuviera la
necesidad de hacerlo y sin más me pregunto por Isthar y por ti... A mí me hubiera
gustado mucho poder aclararle la situación entre nosotras Maca pero la única indicada
para hacerlo eres tú
M: Lo sé Tashiw
Maca se levantó de la cama se quitó con seguridad la vía del suero de su brazo tomó su
ropa de un pequeño armario y se cambió lo más rápido que pudo para después ir hasta
donde estaba Tashiw parada esperándola al pie de la puerta
M: ¡Voy a buscar a Esther! (pasándole el brazo por el hombro) ¿Te vienes?
Tashiw: No (negó con la cabeza sonriéndole) yo te espero por ahí
Con la vía del medicamento colgado del tripie y dependiendo de su brazo Esther
caminaba a paso lento por los pasillos del hospital. Sintiéndose un poco cansada decidió
recargarse un momento sobre la pared para así poder descansa y tomar nuevas fuerzas
para ir a buscar a los cuneros a su hija. Un leve dolor de cabeza la hizo entrecerrar los
ojos y justo en ese momento Maca daba la vuelta quedando de frente a ella
A Maca de inmediato corazón le brincó de la emoción y al recordar el desmayo
sucedido anteriormente en al habitación de Esther una enorme sonrisa se dibujó en sus
labios logrando controlarse
M: No tan rápido señorita (la sostuvo con delicadeza tomándola por la cintura) ¿A
dónde crees que vas sola?
E: ¡Maca!
Esther no pudo evitar lanzar un profundo suspiro lleno de dolor, inquietud y tristeza al
mismo tiempo que abría los ojos con sorpresa y estos dejaban caer sin control sus
lágrimas. Sintiendo una fuerte opresión en el pecho el corazón le dolió, el cuerpo le
temblaba y las pocas fuerzas que tenía le empezaron hacer falta. Inocentemente buscó
un refugio recargando ligeramente su cuerpo sobre el de Maca
E: ¡Maca!
M: ¡Mi Esther! (la abrazó sosteniéndola con fuerza entre sus brazos) ¿Cómo estás?
E: Se murió Silvia (musitó con profundo dolor llorando entre sus brazos) ¡Se me murió
Silvia! (buscó sus ojos con desesperación) Se me murió mi amiga, mi compañera, mi
amante y yo (entrecerró con remordimientos sus ojos) ¡Yo nunca puede amarla como
ella se lo merecía!
Maca la abrazó con desesperación y con mayor fuerza sintiendo en su cuerpo el
profundo dolor que Esther sentía. Y su corazón y su alma empezaron a llorar a la par de
la que por quince años había sido su mujer y la cual por hoy lloraba desconsolada entre
sus brazos la perdida de la mujer que le entregó los últimos cuatro años de su vida de
manera limpia y desinteresada su apoyo, su amistad pero sobre todo le entregó sin
reserva su amor, su corazón y su alma...
M: Esther (le susurraba con la voz entrecortada y con infinita ternura le levantó el rostro
y le limpiaba las lágrimas) Ya está cariño... Ya está
Alcatraces blancos
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Esther sintiéndose inconsolable y con las pocas fuerzas que le sobraban se volvió aferrar
al cuerpo de Maca donde permaneció un buen rato llorando entre sus brazos hasta que
poco a poco el llanto fue cesando dando paso a la calma y los suspiros entrecortados
M: ¡Ya está mi niña! (le deslizaba suavemente la mano por la espalda intentando
reconfortarla) ¿Te sientes un poco mejor?
E: No (negó con un ligero movimiento de cabeza) ¡Me duele mucho la cabeza y me
estoy mareando!
M: Joder (preocupada por su condición la sostuvo del brazo a la vez que buscaba con la
mirada a una enfermera que le ayudara) Ven vamos a la habitación para que te recuestes
E: No Maca (suspiró con debilidad) no quiero regresar a la habitación
M: ¿Cómo que no Esther? (levantó las cejas sorprendida) Si estás mareada y no te
encuentras en condiciones de... (de pronto se quedó callada y volteó a verla con
seriedad) ¿Por qué andas sola caminando por los pasillos?
E: Maca por favor (entrecerró los ojos y se recargo sobre ella) no me pelees. ¿Quieres?
M: ¡Esther!
E: ¡Hoy no Maca!
M: Pero es que...
E: Solo quiero ir a conocer a mi hija (la interrumpió con la voz quebrada y a punto de
volver a llorar suplicó) ¡Por favor Maca llévame a conocer a mi hija!
La manera en que se lo pidió hizo que a Maca se le hiciera un nudo en la garganta y que
el corazón se le sobresaltara. Esther a pesar de las lágrimas que amenazaban por
salírsele la miraba suplicante con la ilusión reflejada en los ojos
Se hizo un pequeño silencio donde ambas se quedaron mirándose un momento a los
ojos. El semblante de Esther se veía cansado, triste y pálido pero a la vez proyectaba la
esperanza de poder al fin ir a conocer a su hija
E: Maca (le volvió a insistir de manera suplicante sin dejarla de verla directamente a los
ojos) por favor solo será un momento
M: ¡Está bien Esther! (suspiró con fuerza a la vez que le acariciaba la mejilla y sin
detenerse a pensar en lo que iba a decir le soltó de improvisto) ¡Te voy a llevar a la zona
de cuneros para que conozcas a nuestra pequeñita!
Esther al escucharla decir nuestra pequeñita se sintió más mareada y el corazón se le
estremeció. La sangre le empezó a correr vertiginosamente por cada rincón de su
cuerpo. Incapaz de pronunciar palabra alguna solo se limitó abrir y cerrar la boca
sintiéndose conmocionada
Maca al recordar a la pequeñita y sin ser consciente de lo que dijo. El rostro se le
trasformó de inmediato llenándosele de ternura e ilusión a la vez que con ambas manos
hacía diferentes figuras en el aire formando el cuerpo de un pequeñito bebe. Esther no
pudo evitar lanzar un profundo suspiro al sentirse contagiada de la ilusión y emoción de
Maca
E: ¿Y está muy chiquita?
M: Sí (sonreía ampliamente enternecida y volvía indicar con las manos el tamaño de la
criatura) Así de chiquitita (se mordía el labio inferior a la vez que levantaba los
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hombros y cerraba los ojos) ¿Sabes? ¡Se parece a ti! (levantó las cejas sintiéndose
profundamente orgullosa) ¡Tiene la forma de tus ojos y tú misma sonrisa... Aysss es tan
hermosa la chiquitina (suspiró con fuerza) que me pasaría toda la vida a su lado
viéndola
E: ¡Ya quiero conocerla!
M: Sí... Pero antes tienes que prometerme que lo tomarás con calma
E: Yo te prometo todo lo que tú quieras Maca
M: ¡Lo que yo quiera! (sonrió de manera maliciosa intentando bromear con ella un
poco) ¡Ya dijiste eh! (le guiñó el ojo) Después no me vayas a salir con que a Chuchita la
bolsearon y te me quieras echar para atrás
Lo dijo con tal gracia que Esther sonrió ampliamente divertida a la vez que movía la
cabeza incrédula al creer entender por donde iba la broma de Maca
E: ¡Yo! (siguiéndole la broma y haciéndose la ofendida) ¿Me crearías capaz de echarme
para atrás?
M: Sí...
Maca levantó con gracia las cejas y aprovechando que Esther le estaba dando pie con la
broma la tomó por sorpresa posando sus manos de una manera atrevida en su cintura a
la vez que lentamente bajaba sus labios hasta casi rozar los de ella. Esther
involuntariamente en un acto de auto-reflejo echó la cabeza hacia atrás apartándose de
ella
M: Definitivamente sí (sonrió sintiéndose un tanto decepcionada) Sí te creo capaz de no
cumplirme
El semblante del rostro de Esther de pronto se tornó serio y tratando de reponerse de la
impresión levantó las cejas a la vez que le medio sonrió moviendo la cabeza
E: ¡Has de querer que tu joven y bella mujer me cuelgue del palo más alto de este
hospital! ¿Verdad?
Maca se sorprendió de la respuesta de Esther y buscó afanosamente encontrarse con su
mirada
M: ¿Por qué crees que Tashiw haría eso?
E: Por joven e inexperta (levantó las cejas con ironía) porque en lugar de una mujer te
buscaste una hija que te diera una nieta
M: ¿A qué viene eso?
E: ¿Por qué Maca? (le dijo con toda calma de la que era capaz) ¿Era acaso juventud lo
que buscabas en todas tus amantes?
M: ¡Esther!
E: Contéstame Maca (entrecerró los ojos dolida) solo contéstame para poder entenderlo
M:...
E: ¿Maca?
M: No Esther (movió la cabeza) No hay nada que yo te pueda contestar al respeto... (los
ojos se le llenaron de lágrimas) porque ni yo no sé que buscaba en ellas ni por qué te
hacía lo que te hacía
E: ¡No me vengas con esto a estas alturas!
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M: ¡Yo nunca he dejado de amarte!
E: ¿Me estás tonado el pelo?
M: No (la tomó con suavidad del brazo) No lo estoy haciendo (la miró de manera
suplicante a los ojos) Yo sé que no es el mejor momento para decírtelo pero en ningún
momento he dejado de amarte... Esther déjame volver contigo
E:... (se le quedó viendo y finalmente solo sacó aire)
M: ¡Yo sé por qué estabas con Silvia!
E: Maca por favor (movió incrédula la cabeza) no sigas
M: ¿Por qué no? (nuevamente se le acercó haciendo el intento de besarla)
E: Porque yo no quiero Maca (con firmeza detuvo su avance) Por Dios Silvia acaba de
morir y yo le debo respeto
M: ¿Tú me sigues amando?
E:...
M: ¡Contéstame Esther!
E: ¡No quiero hacerlo!
M: ¿Tan difícil te es aceptar que a pesar de todo me sigues amando?
E: Ay Maca (movió la cabeza con seriedad y soltándosele del brazo) ¡Tú no cambias!
¿Verdad?
M: Solo dame la oportunidad de demostrarte lo contrario
E: No
M: ¿Por qué no?
E: Porque me has hecho mucho daño y por qué no estoy preparada para aceptarte de
regreso en mi vida
M: ¡Yo te voy esperar todo el tiempo que necesites!
E: Por todos los cielos esto no va a llevarnos a nada (movió la cabeza incrédula y el dio
la espalda molesta) ¡Si te oye tu mujer! ¡Vamos a tener problemas!
M: ¿Pero cuál mujer?
E: Ay Maca
M: Esther (la volvió a tomar del brazo y con cuidado la giro hacia ella) Tashiw no es mi
mujer... ¡Y nunca lo ha sido!
E: ¿Qué has dicho?
M: ¡Que estás muy mal informada! ¡Qué Pablo es un peliculero! (le sonrió ampliamente
y le dijo sin rodeos) a Tashiw la conocí embarazada y hambrienta una tarde en la
estación del tren cuando esperaba que llegaran los niños de España para pasar sus
vacaciones conmigo (levantó los hombros y sus ojos se le llenaron de tristeza) Su
juventud y su embarazo me recordaron mucho aquella dolorosa época de nuestras vidas.
(entrecerró los ojos con dolor) ¡Si a ti no te pude ayudar en su momento!... ¡No podía
permitir que a ella le pasara nada! ¿Me entiendes verdad Esther?
E: ¡No fue tu culpa Maca! (le acarició con ternura la majilla) ¡Que yo perdiera al bebe
no fue tu culpa!
M: Yo pude haber hecho mucho más por ti y por él (bajó la cabeza y empezó a llorar)
¡Si no hubiera sido tan egoísta! ¡Si me hubiera portado a la altura!
E: Maca (con suma delicadeza le levantó el rostro) el bebe se formó fuera del útero ni tú
ni nadie podía evitar lo inevitable. ¡No fue tu culpa Maca!
M: ¡Yo le quería!
E: Lo sé (buscando su abrazo se recargó ligeramente en ella) Siempre lo supe
M: ¡Ahora que ya sabes la verdad sobre Tashiw y mi hija! (estrechándola con fuerza en
sus brazos) ¿Me darás la oportunidad de quedarme a tu lado?
E: ¡Solo como amiga Maca! (abrazada a Maca lanzó un leve suspiro sobre su pecho) No
pudo ofrecerte más
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M: ¡Vale! (murmuró con profunda tristeza y pesar) ¡Yo aceptaré todo lo que tú quieras!
(no pudo evitar que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas) ¡Solo déjame estar a tu
lado!
E: ¡Me llevas a por mi hija!
M: Sí (musitó con una mueca de medio sonrisa en lo labios) ¡Lo que tú quieras!
Entre pequeñas bromas y risas cómplices a paso lento pero firme caminaron los dos
pasillos que las separaban de la zona de cuneros. Esther evidentemente emocionada y
sin querer esperar un segundo más se le adelantó a Maca y se acercó hasta el gran
ventanal de cristal desde donde se podía apreciar al fondo tres incubadoras vacías y
cinco cuneros de los cuales solo tres estaban ocupados por bebes
Impaciente recorrió con la mirada cada uno de los tres cuneros intentando reconocer
dentro de ellos a su pequeña bebe. El corazón le palpitaba de emoción y sosiego y por
más que intentaba dar con su pequeña no podía
E: ¡Aquí no está! (se giró preocupada a ver a Maca) ¡Mi niña no está!
M: ¿Y tú como los sabes? (abrió los ojos sorprendida) ¡Si nunca la has visto!
E: Porque eso se sabe Maca (levantó las cejas) Yo reconocería a cualquiera de mis hijos
en cualquier lugar del mundo y mi niña no está aquí
M: Es verdad Esther (mirando hacia todos lados intentando no preocuparse) ¡La niña no
está aquí!
E: Maca (se recargó en ella sintiendo que las fuerzas le empezaban a faltar) ¿Segura que
mi niña está bien?
M: Sí Esther de hecho el pediatra me dijo que si las últimas pruebas cardiacas salían
bien nos la podíamos llevar a casa (la sostuvo sintiéndose un poco alarmada) Tú
tranquila Esther que de seguro han de estar chequeándola y por eso no está aquí
E: ¡Pero debieron avisarnos antes de llevarla a ningún lado!
M: De seguro lo hicieron pero...
No terminó la frase porque justo ese momento la puerta de la sala de cuneros se abrió
dando paso a una enfermera con un pequeño bebe en brazos. Maca se le acercó de
inmediato a la enfermera y esta a reconocerlas les sonrió ampliamente
Enfermera: Hola (entregándole el bebe a Maca y mirando a Esther) esta pequeñita fue
hasta su habitación a conocer a su madre pero un bello pajarito adolescente me contó
que hacía un momento había visto a la mami de esta cosita venir hacia acá en compañía
de la mujer que celosamente ha estado cuidando de las dos de noche y de día durante
todo este tiempo
M: Gracias Sonia
Maca agradecida por las palabras de Sonia y la oportuna intervención de Tashiw le
sonrió ampliamente a la enfermera. Esther al ver a Maca sonreírle de esa manera
involuntariamente sintió que el estómago se le revolvía y frunció el ceño alarmada al
darse cuenta que se sentía celosa por la enfermera
E: Joder (murmuró molesta para sí) ¡No me puede estar pasando esto!
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M: Esther (con la niña en brazos y una enorme sonrisa en los labios se acercó a ella)
Mira (le decía llena de ilusión a la vez que le mostraba por primera vez a su pequeña) te
presento a la pequeña Silvia
E: ¡Silvia!
Debido a la inesperada sorpresa del nombre de su hija a Esther se le abrieron
enormemente los ojos a la vez que estos se le llenaban de lágrimas. Maca al percatarse
del desconcierto por efecto que le causó a Esther saber el nombre de la bebe se sintió
incomoda y un poco temerosa
E: ¿Le han puesto Silvia?
M: Sí
E: ¿Quién le escogió el nombre?
M: Yo Esther (nerviosa buscó con impaciencia su mirada) yo se lo escogí
E: ¿Tú?
M: Sí (levantaba las cejas temerosa) Tú no despertaba y... Yo pensé que a ti te gustaría
que se llamara así y... (entrecerró los ojos sintiéndose muy impotente) Y si no te gusta
puedo hacer que se lo cambien
E: No Maca (abrazó emocionada por primera vez a su hija) ¡Lo has elegido bien! (con
infinito amor y ternura besaba la carita de su pequeña criaturita y sintiendo como un
nudo se le empezaba a formar en la garganta musitó a punto de llorar) Silvia quería que
la llamáramos Esther... Pero yo siempre quise que se llamara como ella (levantó la vista
buscando la mirada de Maca) ¡Se lo debía!... Gracias Maca
Esther apresurada caminaba de un lado a otro de la cocina preparando la comida y la
tercera mamila del día para su pequeña bebe a la vez que con cierta inquietud chequeaba
la hora en el reloj. Le quedaba exactamente cuarenta minutos para tener todo preparado
antes de que llagara Tashiw hacerse cargo de los niños y la casa
E: (“Joder Esther apúrate que ya es tarde y aun te falta bañar y cambiar a Silvia (se
decía para sus adentros mientras ponía el spaguetti en el horno) si llego tarde a la cita
Maca me va a matar”)
La puerta de la cocina se abrió de improvisto dando paso a una sonriente y alegre
Tashiw con la pañalera al hombro y su pequeña Isthar en brazos
Tashiw: Hola Esther (sonreía ampliamente) ¡buenos días!
E: Hola Tashiw buenos días (se giró un tanto extrañada hacia ella) ¿Quién te abrió la
puerta?
Tashiw: Ahh lo siento (sacando un juego de llaves de la bolsa de su chaqueta y se las
mostró) Maca me prestó las llaves que le diste el día que trajo al plomero para que
arreglara la fuga del baño de los niños porque pensó que tú estarías muy ocupada esta
mañana para abrirme ¿No te molesta verdad?
E: No Tashiw para nada me molesta (le sonrió para tranquilizarla) y me alegra que te
las haya dado por que con todo lo que tengo que hacer hubiera tardado mucho en ir
abrirte
Tashiw: ¿Y ya estás lista?
Alcatraces blancos
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E: Ya casi (levantando las cejas sonriente) Aysss pero que ricura traes por aquí (terminó
de cerrar el horno y rápido fue a quitarle a Isthar de los brazos) ¿Cómo amaneció hoy
mi princesita?
Le daba de besos en la carita y la acurrucaba cariñosamente entre sus brazos. La
pequeña Istahr gritaba y reía divertida entre sus brazos cuando Esther le hacía
pedorretas en el cuello
Tashiw: ¡Dando bastante guerra!
E: No será para tanto (entregándole a la niña) Oye Tashiw Muchas gracias por venir
hoy a cuidar de mis hijos
Tashiw: ¡Uy Esther si no cocinaras tan rico la verdad es que no vendría! (soltó una risa
divertida a la vez que se sentaba a la mesa de manera despreocupada provocando las
risas de Esther) humm que rico huele (levantaba las cejas chupándose los labios)
¡Tendrás que pasarme la receta para que un día de estos cocinarle así de rico a Sahid
E: ¡Ese novio tuyo es un tragón! (movió la cabeza divertida) ¿Y por cierto? ¡Hoy donde
lo dejaste!
Tashiw: Te está esperando afuera con el carro encendido para llevarte a tu primer cita
de trabajo en México (miró en su reloj de muñeca) Y si no te das prisa llegarás tarde y
no creo que a Maca le haga mucha gracia que su representada sea una impuntual
E: ¡Pues que se aguante! (poniendo las manos en la cintura en actitud chulesca) ¡Estas
carnes lo valen! ¿O no?
Tashiw: No lo dudo Esther (movió la cabeza francamente divertida) Pero aun así no
creo que le haga gracia
E: Uyy (mirando hacia el reloj) la verdad es que ya es tarde y aun tengo que bañar y
cambiar a Silvia
Tashiw: No te preocupes por eso Esther (levantándose de la mesa) Yo lo hago
E: ¡Tú ya tiene bastante con Istahr! (negó con la cabeza) ¡Además ya es suficiente con
que hayas venido a cuidar de los chicos!
Tashiw: Tú déjamelo a mí Esther que ya tengo experiencia con esto (levantó los
hombros de manera descuidada y saliendo de la cocina) ¡Anda mejor ya vete que a
Sahid no le gusta estar esperando y a Maca mucho menos!
E: Gracias Tashiw (le apretó con cariño el hombro) La verdad que eres un sol y Maca
se sacó la lotería contigo
Tashiw: ¡El sol eres tú! (sonrió de manera audaz y divertida a la vez que se dirigía
escalera arriba en busca de Silvia) ¡Y Maca todos los días sigue haciendo largas colas
para comprar tu boleto!
E: ¡Serás ocurrente! (soltó una sonora carcajada a la vez que tomaba su bolso y le
gritaba) los chicos llegaran a la una del colegio
Treinta y cinco minutos más tarde Esther llegaba literalmente derrapando a las oficinas
de la revista fotográfica arte digital donde una preocupada Maca caminaba con
discreción hacia el ventanal y veía hacia todos lados con la esperanza de verla aparecer
M: Esther (salió rápidamente a su encuentro con una enorme sonrisa en los labios al
verla aparecer) ¿Pero qué guapa estás mujer?
Alcatraces blancos
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Maca gratamente complacida la recorrió de arriba abajo con una mirada calidad llena de
admiración y respeto logrando provocarle a Esther un ligero rubor en el rostro a la vez
que la hacía sentir un intenso y agradable calorcito nacerle en las entrañas
E: Gracias (le contesto risueña sintiéndose a la vez felizmente complacida) ¡Tú también
vienes muy guapa!
M: Y no es para menos (murmuró gustosa) Hoy es tu prueba de fuego como futura
fotógrafa de esta revista
E: Maca que aun no sabemos si me van a dar el empleo
M: ¡Te lo van a dar Esther! (le levantó con suavidad la barbilla para que la viera
directamente a los ojos) ¡No tienen mejor opción! (le aseguró viendo a su alrededor al
grupo de siete fotógrafos que estaban también esperando por su prueba) ¡Tú eres la
mejor entre toda esta gente!
Una agradable bella mujer de piel apiñonada, ojos negros y personalidad fuerte salió
sonriente de una de las oficinas con carpeta en mano preguntando por ella
-: ¿Esther García?
M: Aquí estamos (levantó con seguridad la mano y se giró a ver a la sonriente mujer)
¡Es ella!
-: Por aquí por favor (le indicó con un movimiento de mano) ¡Es su turno!
M: Suerte (le susurró al oído a la vez que con cariño le apretaba su mano) Recuerda...
Tú eres la mejor
Dos horas después Maca con aparente calma veía sentada desde su lugar como cada uno
de los otros aspirantes fue entrando y saliendo de su entrevista y Esther sin embargo no
salía. Por fin media hora más tarde una contenta Esther salía de su entrevista con una
enorme sonrisa en los labios y nada más fue ver que Maca se levantó de su lugar para ir
a su encuentro Esther se le dejó ir corriendo a sus brazos y de un saltó le cayó encima
abrazándola feliz
E: Me dieron el trabajo Maca (emocionada se abrazaba a su cuello y con las piernas se
aferraba con fuerza a su cintura) ¡Me lo han dado!
M: Lo sabía Esther (le soltó sin pensar susurrándole feliz al oído) ¡Mi amor estoy tan
orgullosa de ti!
Esther al escucharla decirle mi amor se le quedó viendo. Maca sin dejar de sonreírle
daba de vueltas en el aire con ella aferrada a su cintura
M: ¡Esto tenemos que celebrarlo!
E: Sí (con la ilusión reflejada en los ojos) Empiezo el próximo lunes pero... (bajándose
de sus brazos) por cuestiones de trabajo tendré que viajar mucho y no sé... Tengo que
ver cómo me las voy arreglar con los niños
M: Por los niños ni te preocupes Esther. Mientras tengas que viajar a cumplir con tu
trabajo yo me encargo de ellos que también para eso son mis hijos
E: ¿Y Silvita?
M: Esther (levantó las cejas extrañada por esa pregunta y con seriedad le dijo) Tú sabes
que a Silvia la considero mi hija y lo mucho que la quiero
E: Maca pero es tan pequeñita
Alcatraces blancos
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M: Nada Esther (le puso el dedo en la boca para asilenciar su protesta) ¡Al menos que a
ti eso te parezca mal y no quieras que sea yo quien la cuide!
E: No (negó rápidamente con un movimiento de cabeza) No es eso Maca... Lo que pasa
es que apenas va a cumplir los cinco meses y además tarde o temprano tú tendrás que
regresaras a vivir a tu casa en el Tibet y...
M: ¡Me los llevo! (le sonrió de manera conciliadora) Si ese es el caso me los llevo
conmigo en lo que tú te desocupas (levantó las cejas de manera graciosa) además por el
momento yo no tengo planes de regresar a vivir más al Tibet
E: ¿De verdad?
M: De verdad Esther (suspiro con fuerza sintiéndose muy ilusionada) Y de paso te
confieso que ya estoy en tratos con la inmobiliaria para comprar la casa que estoy
rentando ¿Qué te parece?
E: ¿Estás segura Maca?
M: Sí Esther, sí que lo estoy (se mordió el labio) Mira aquí en México reencontré lo que
quería y eso sin contar que Tashiw ya se echó novio
E: ¿Cómo que ya se lo echó?
M: Esther (soltó la carcajada) ¡Qué mal pensada eres! Jajaja
E: Jajaja ¡Estos mexicanos son muy lanzados y calientes Maca (levantó con burla y
pircada las cejas) y con eso que Tashiw ya piensa en cómo hacerle rico de comer... Yo
francamente no sé ¡eh!
M: ¡Joder Esther (negó moviendo la cabeza) si apenas tienen un mes de conocerse!
E: ¿Y qué? (la veía con burla en la mirada) ¿A caso por eso piensas que no pueden
gozar un poco de la vida?
M: ¿Lo dices por experiencia propia cariño?
E: Jajaja (dándole un pequeño palo en el brazo) ¡Algo hay de eso! ¿O no?
M: Por supuesto (riéndose con ella y siguiéndole la broma) Tú a la hora de haberme
conocido en aquella exposición de fotografía abstracta en Australia ya te estabas
acostando conmigo
E: ¡Fueron los tres alcatraces blancos que me regalaste!
M: Sí (con marcada ironía) Los alcatraces blancos ¿Cómo no? (sonriéndole con picardía
se mordió el labio) ¿Y si te regalo otros tres alcatraces tú y yo podríamos humm?
E: No (movió divertida la cabeza) ¡Ni lo pienses!
M: ¡Eres una aguafiestas!
E: No te digo Maca contigo no se puede (se puso las manos en la cintura fingiendo
sentir falso enojo repentino) ¡Eres una exagerada!... Jummmm (se dio la vuelta
frunciéndole la boca) y no mientas más Maca que para tu información fue exactamente
a las dos horas de haberte conocido
M: Jajaja Esther (se doblaba de la risa llamando la atención de la gente que quedaba en
la recepción) Al caso da lo mismo
E: No, no da lo mismo ¡eh! (sin dejar de reírse le palmeó el hombro) Anda mejor vamos
de aquí que con el escándalo que haces capaz que se lo piensan dos veces y me
rescinden el contrato. Y Tashiw está con Sahid sola en casa cuidando de los niños
M: ¿Cómo que Sahid está con ella? (abrió la boca sorprendida) pero si me dijo que él
tenía que trabajar hoy hasta muy tarde
E: No (se mordió el labio divertida y le dijo con la voz cantarina) te mintió jajaja
M: Joder pero se la hemos dejado a huevo
E: Ay Maca jajaja por más que lo intentas tu vena celosa no te deja del todo (levantó las
cejas entrelazando sus brazos para empezar a caminar hacia los estacionamientos) No
me quiero ni imaginar cuando nuestras hijas se echen novio
M: ¿Qué has dicho Esther?
Alcatraces blancos
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Al escucharla Maca se detuvo en seco debido a la sorpresa su cara era toda una belleza
y con las lágrimas en sus ojos se giró buscando ilusionada su mirada
M: ¿Qué has dicho Esther?
E: ¡Que no quiero imaginar cuando... (abrió los ojos sorprendida al ser consciente de
sus propias palabras) cuando nuestras hijas se echen novio! (rápidamente agregó)
Porque el que tú y yo seamos amigas no quiere decir que Isthar no sea mi hija también
M: Esther (la abrazó evidentemente emocionada) Cuanto te quiero
Esa noche para festejar el nuevo empleo de Esther. Maca la llevó a las afueras de la
ciudad hasta una exclusiva y elegante cabaña rústica la cual fungía como restaurante a
mitad de una reverdeciente colina rodeada de enormes pinos y un pequeño manantial de
agua. Y desde donde se podía apreciar a la perfección la luces de la ciudad
E: Que bonito lugar Maca
M: ¡Y eso es que aun no lo has visto todo! (le dio la mano para que se la tomara) ¡Ven
te va encantar!
Tomadas de la mano Maca la condujo con seguridad por restaurante hasta que llegaron
a una mesa elegantemente decorada con tres alcatraces blancos en el centro y al instante
todas las luces del recinto se apagaron para volverse a encenderse solo una tenue luz
azul alrededor de ellas dando una atmósfera romántica y mística al lugar
E: ¡Qué bello Maca!
M: ¡Y aun falta lo mejor de todo!
E: De verdad
M: Sí (la miraba sonriente y con emoción reflejada en sus ojos le indicó) Esther mira
hacia allá (de inmediato se encendió una fuente de luces blancas iluminando una tarima
de espectáculos) al fondo
Esther se giró con suavidad hacia donde Maca le indicaba y sus ojos se abrieron al
máximo cuando varias luces de neón se encendieron sobre la tarima y la música empezó
a sonar al ritmo de la vocalista de la Quinta estación
Te quiero
y creo que este mundo
es muy pequeño
no cabe en él todo lo que yo siento
te quiero y pienso
que el tiempo no ha borrado nuestros sueños
que cada día es más grande y
más perfecto no miento si te vuelvo a recordar
que te quiero
E: No me lo puedo creer es... es
Alcatraces blancos
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Debido a la sorpresa Esther no pudo terminar de decir la frase. Y sus ojos se iluminaron
de felicidad a la vez que el corazón le saltaba lleno de alegría y emoción. Maca sonría
claramente gustosa de verla tan ilusionada y contenta
Es grande y muy cierto
te adoro
eres mi risa mi llanto y mi tesoro
nunca, nunca te me vayas a escapar
y te quiero
es grande y muy cierto te adoro
eres mi risa mi llanto y mi tesoro
nunca, nunca te me vayas a escapar
M: Sí Esther es Natalia Jiménez (la vocalista sonriéndoles les levantó la mano a la
distancia en señal de saludo) ¡Tu sueño hecho realidad! ¿y a qué no sabes que cariño?
(levantó con gracia las cejas) ¡Es mi nueva vecina!
Te quiero
y espero que tu amor sea sincero
pues yo sin tu calor me desespero,
te quiero y no puedo imaginar
mi vida sin tus besos tus caricias,
tus abrazos, tus excesos
no miento si te vuelvo a recordar
E: ¡No!
M: Sí
E: ¡Maca!
M: ¿Esther?
que te quiero
es grande y muy cierto
te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro
nunca, nunca te me vayas a escapar
y te quiero es grande y muy cierto
te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro
nunca, nunca te me vayas a escapar
E y M: Jajaja
y te quiero
es grande y muy cierto
te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro
nunca, nunca te me vayas a escapar
uuuuuuuuuuuu
La noche trascurrió rápidamente entre las canciones de la Quinta estación, las sonrisas
cómplices y miles de miradas llenas de ilusión y de deseo que ambas sutilmente se
Alcatraces blancos
228
lanzaban tal vez por efecto del romanticismo místico de ese bello lugar y la cantidad de
copas ingeridas
E: ¡No quisiera que esta noche jamás terminara Maca!
M: ¿Y tú crees que yo sí?
Maca pagó la cuenta y aprovechando que la vocalista de la Quinta estación se retiraba
de su mesa despidiéndose de ellas Maca audazmente entrelazó la mano de Esther y con
la experiencia que le dio haber sido su amante durante más de doce años que
compartieron la cama juntas. Maca sutilmente de manera delicada con la otra mano le
rozó la parte interna de la pierna en una caricia certera y atrevida haciendo al instante
que Esther se levantara sobresaltara de la mesa
E: ¡Maca!
A Esther los colores se le vinieron al rostro a la vez que sintió como un intenso aborigen
de deseo le cubría el cuerpo y una conocida humedad le empezaba a emerger desde su
interior de una manera urgente y dolorosa
E: ¡Creo que he bebido demasiado!
Maca aprovechando el desconcierto de Esther se levantó de la mesa con la absoluta
seguridad de haber desatado su deseo y con delicadeza la tomó del brazo para dirigirla
con rapidez y urgencia hasta la parte trasera del su auto y una vez ahí se recostó sobre
ella empezando a besarla frenéticamente en la boca sin encontrar a su paso mucha
resistencia por parte de Esther
M: Esther (susurraba apasionada sobre sus labios) mi Esther
E: Maca (entrecerraba los ojos susurrando con éxtasis su nombre) Maca
M: Te amo. (Le acariciaba suavemente su mejilla) te amo Esther
A Esther le brillaron los ojos y lentamente giró su cara para encontrarse de lleno con las
caricias en su mejilla de los dedos de Maca. Esther se los lamió de manera sexual y
audazmente apresó dos de ellos en su boca Maca sonrió y lentamente empezó a
deslizarlos hacia dentro y hacia fuera de su cavidad bucal mientras Esther no dejaba de
succionarlos y lamerlos
M: Mi vida no sabes las ganas que te tengo (con el aliento cálido le susurraba al oído)
Todo lo que te he extrañado y todo lo que te necesito
Con dos de sus dedos aprisionados en la boca de Esther. Maca fue dejándole un reguero
de cálidos y húmedos besos por todo su cuello y con desesperación con su otra mano le
acariciaba el cuerpo a la vez que iba dejando al descubierto sus bien delineados y
redondos senos
M: Oh Esther (admiró con lujuria y deseo sus senos) la maternidad de Silvita te ha
hecho más hermosa de lo que yo te recordaba
Alcatraces blancos
229
Ansiosa por sentirlos y beber de sus senos se apoderó de ellos con loco frenesí
arrancando de los labios de Esther un ahogado gemido y haciendo que se removiera
ansiosa y delirante abriendo sus piernas
E: Hummmm Maca (susurraba con la respiración entrecortada) cariño te deseo
Maca rápidamente se bajó los pantalones y sin quitarse las pantaletas se reacomodó
sobre ella encajando sus sexos. Con fuerza y lujuria empezó a moverse sobre Esther
dejándole en claro su enorme urgencia por tenerla. Y de esa manera rápidamente Maca
llegó a un orgasmo tan largamente añorado y deseado por ella
M: Lo siento Esther (bajó la cabeza sintiéndose muy avergonzada por haberla dejado a
medias) Lo siento
E: No pasa nada Maca (le acarició la mejilla y aun con el deseo en su ojos) Pero no
pensarás dejarme así ¿verdad?
M: No (la besó con necesitada urgencia en la boca) ¡Cómo crees que yo podría hacerte
eso!
E: ¿Entonces? (levantó las cejas con picardía) ¡A que esperas!
M: Humm Esther
Maca empezó de nuevo a frotarle y masajearle con fuerza los senos al mismo tiempo
que se los chupaba y se los mordisqueaba. Sintiendo que nuevamente la desesperación
empezaba a renacer en su cuerpo por el deseo largamente esperado para volver a
poseerla la estrechó con fuerza entre sus brazos y restregó su sexo en el de ella
E: Amor (la besaba en los labios) necesitas tranquilízate un poco (le sonrió con amor)
Que yo no me voy a ningún lado
M: No puedo Esther (le besaba y lamía el cuello) son tantas mis ganas de ti. ¡Que no
puedo esperar cariño!
Sin previo aviso Maca le hizo la pantaleta un lado y le metió la mano buscando ansiosa
encontrar y sentir la humedad y la calidez de su sexo
E: Aghhh (entrecerró los ojos al sentir como entraba en ella) Maca
M: Ay Esther (murmuró poniendo los ojos en blanco al deslizarle los dedos en su
interior y volver sentir la fuerte intensidad de su calor perderse entre sus dedos)
Necesitas tanto como yo de tener siempre a tu lado a una mujer
E: Por dios Maca (se mordía con pasión los labios a la vez que levantaba y apretaba con
fuerza las caderas para intentar profundizar más el contacto de Maca) ¡Yo también he
echado mucho de menos tus caricias todo este tiempo!
M: Esther... Esther
Susurraba con la respiración entrecortada mientras buscaba deseosa robarle el primer
orgasmo de la noche
M: ¡Solo eres mía Esther! (sin dejar de moverse dentro de ella la besaba con pasión en
la boca) ¡Dime que solo has sido mía!
E: Sí Maca hummm sí (gritó en un suspiro ahogado al sentir que el primer orgasmo de
la noche estaba por llegarle) ¡Siempre he sido solamente tuya!
M: Te amo Esther... Te amo
Alcatraces blancos
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Los ojos de Maca brillaron con intensidad en la oscuridad de ese auto y con la pasión
desbordaba en su cuerpo y entre los fuertes gemidos ahogados de Esther. Maca se
movía con rapidez y maestría dentro de ella logrando poseerla por completo por primera
vez durante esa noche
E: Maca (gritó al sentir como su cuerpo se convulsionaba violentamente liberando sus
olorosos jugos entre las piernas de su amada) te amo
M: Oh mi amor
La mañana las sorprendió desnudas abrazadas en un cuarto de hotel al cual habían
llegado después de los primeros momentos de pasión compartida en el auto. La primera
en despertar fue Maca y su cara se iluminó de felicidad al contemplar el dulce despertar
de Esther
M: Hola dormilona (le dio un ligero beso en los labios al ver que se despertaba) ¿Cómo
amaneciste?
E: Hola Maca (suspiró medio incorporándose en la cama) ¿Qué horas son?
M: ¡Van a dar las doce!
E: ¿Las doce? (levantándose rápidamente) Joder Maca... ¿Y los niños?
M: Están bien Esther (la jalo para se volviera a recostar a su lado) Tashiw se está
haciendo cargo de todo (robándole otro beso) No tienes nada de qué preocuparte ¿Vale?
E: ¡Vale! (intentando levantarse nuevamente de la cama) Pero aun así ya es muy tarde y
tenemos que irnos.
M: Sí (le sonrió y se levantaba con ella) Oye Esther estaba pensando que sería bueno
que te vinieras con los niños a vivir a mi casa mientras buscamos otra que nos guste a
las dos
E: ¿Qué? (se giró sorprendida a verla) No Maca (negó rotundamente con la cabeza) ¡Yo
no pienso moverme de mi casa!
M: ¿Por qué?
E: ¡Por mi trabajo!
M: ¿Por tu trabajo?
E: Si Maca (se entrelazó con nerviosismo los dedos de las manos) Mi casa está más
cerca de donde voy a empezar a trabajar. Y por eso es mucho más práctico y cómodo no
moverme de ahí
M: ¿Entonces (levantó los hombros desconcertada por su respuesta) prefieres que yo me
mude con Thasiw y Isthar a la tuya?
E: ¡Tampoco Maca! (dio unos cuantos paso sacando aire y finalmente llenándose de
valor se giró hacia ella) Mira Maca ayer yo estaba muy tomada y lo que pasó anoche fue
muy hermoso pero... (levanta las cejas hizo una pequeña pausa y como que pensó lo que
le diría) ¡Tú y yo solo podemos seguir siendo amigas!
M: ¿Pero qué es lo que dices?
Maca se sentó sobre la cama de la impresión y los ojos se abrieron a lo máximo la
quijada se desfiguró y el semblante del rostro se le puso blanco a la vez que sentía como
un frío escalofrío le recorría el cuerpo
Alcatraces blancos
231
M: No lo entiendo Esther después de todo lo que hemos vivido de lo que sucedió a
noche yo... (en un susurro negó con un movimiento de cabeza y con las lagrimas en los
ojos) simplemente no me lo puedo creer
E: Maca
M: Pero si nos amamos Esther (se levantó y rápidamente se le acercó) ¿O a caso tú no
me amas?
E:...
M: Contéstame Esther (la miró con absoluta dependencia) ¿Tú me amas?
E: Maca (susurró débilmente y el dio la espalda) No se trata si te amo o no
M: ¿Entonces de que demonios se trata? (la tomó del brazo y con cuidado la hizo que se
girara a verla) Explícamelo porque yo no lo entiendo
E: ¡Tengo miedo Maca! (se llevó la mano a la boca y a punto de llorar) Me da mucho
miedo volverte amar
M: ¡Y por tus miedos según tú! (la miraba incrédula a los ojos) ¿Solo podemos ser
amigas?
E: ¡Es lo mejor para todos nosotros Maca!
M: Ahhhh (se quedó con la boca abierta y sintiendo como las lágrimas le empezaban a
resbalar por sus mejillas logró musitar) ¿Con derechos o sin...
E: Sin derechos (la interrumpió negando rotundamente con la cabeza a la que levantaba
su ropa regada por toda la habitación y se dirigió hacia el cuarto de baño) ¡Esto no
volverá a pasar Maca!
M: ¿Qué?
E: ¡Que me voy a bañar!
M: Pero...
Maca sin podérselo creer aun vio como Esther desaparecía ante sus ojos cerrando y
poniéndole seguro a la puerta de baño
M: Joder... ¡Esto no me lo esperaba! (con el dolor y la impotencia reflejado en sus ojos
se dejó cae sobre la cama abrumada y triste) ¿Y ahora qué?
Media hora más tarde salieron de la habitación del hotel en completo silencio. Bajaron
por el elevador hasta la recepción para entregar las llaves del cuarto. Maca iba triste
pensativa con el ceño fruncido caminando cabizbaja a su lado mientras tanto Esther
aparentando una calma absoluta sonreía ampliamente a toda la gente que pasaba cerca
de su lado
M: Muy feliz estás tú ¿No?
E: Sí (levantando las cejas y toda sonriente le guiñó el ojo a la recepcionista del hotel a
la vez que le entregaba la llave del cuarto) ¡Eso es lo que te da conseguir un trabajo que
te gusta mucho!
M: Ah (le suspiró con fuerza al oído y de manera descarada y atrevida le toqueteó el
culo delante de la recepcionista) ¡Y yo pensando que tu felicidad era por otra cosa!
E: ¡Joder Maca! (enfadada se giró rápidamente hacia ella) ¿Qué es lo que te pasa?
M: ¿Nos vamos?
Maca haciéndose la disimulada sonrió con picardía a la vez que con delicadeza la sujetó
por el brazo e hizo que sutilmente empezara a caminara a su lado hasta llegar al
estacionamiento donde tenían el auto
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E: ¡No te hagas la disimulada!
M: ¡Vamos Esther! (levantó las cejas de manera chulesca) ¡Si no paso nada!
E: ¡Esto no está bien Maca! (mostrándose seria se subió al carro negando con un
movimiento de cabeza) ¡Tú y yo solo somos amigas!
M: Humm (empezando a sentirse muy incomoda y molesta encendió el carro y de mala
gana lo puso rápidamente en marcha) ¡Lo que tú digas!
E: ¡Maca!
M: ¿Qué Esther? (frenando bruscamente el vehículo) ¿Qué?
E: ¡Nada! (levantó los hombros intentando conservar la calma) ¿Me puedes llevar a
casa por favor?
M: ¡Claro! (reprimiendo un grito de frustración dio un manotazo en el volante y con
completa ironía) ¡A mi amiga lo que quiera!
Seis meses después en un salón de fiestas infantiles Maca con la ayuda de Tashiw y su
novio Sahid preparaba con ilusión la primera fiesta de cumpleaños de la pequeña Silvia.
Mientras ellos inflaban globos y decoraban el lugar Osman y Pablo corrían divertidos
jugando de un lado a otro tirando a su paso los adornos que los novios iban colgando
Maca con Isthar abrazada a su pierna le cambiaba el pañal a Silvia mientras veía con
frustración como sus inquietos hijos corrían por todos los rincones del salón tirándolo
todo
M: Joder ¡Osman! (con las niñas en sus brazos les gritó colérica) ¡Pablo!
Al grito de Maca las niñas se asuntaron y empezaron a llorar en sus brazos. Maca
desesperada se acercó hasta donde estaba Tashiw y su novio y se las entregó para
enseguida ir a alcanzar a los otros dos pilluelos lo cuales al verla correr tras de ellos
persiguiéndolos empezaron a gritaban frenéticamente como locos escabulléndose entre
las mesas
Osman: No mamita no (pelaba sus bellos ojos mientras veía desesperado como Maca le
daba alcance) Por favor mamita no me hagas nada
M: ¡Canijo escuincle! (lo tomó de la oreja) ¡Ya verás si no!
Pablo al ver que Maca atrapaba a su hermano detuvo su carrera moviendo la cabeza a la
vez que se le quedaba viendo con enfado a Osman y se rascaba la cabeza. Maca levantó
las cejas y Pablo con eso tuvo suficiente para acercase él solo jalándose de la oreja hasta
donde estaba su madre con su hermano. Maca al verlo abrió los ojos y hizo acopio de
todas sus fuerzas por no soltar la carcajada
Pablo: Ay Osman (sin dejarse de jalar la oreja y mirándolo furioso) ¡Eres un tortuga!
M: ¡Y tú eres un descarado!
Pablo: ¡Mi mami dice que me parezco todo a ti!
Osman: ¡Será en lo bruto!
M: ¡Osman!
Le gritó y como pudo se aguantó la risa a la vez que tomaba también a Pablo de una
oreja y se los llevaba a sentar hasta un rincón del salón
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M: Ay de ustedes jovencitos si se me mueven de ahí
Pablo: Humm
Osman: ¿A qué hora va llegar mi mami?
M: ¡En un rato más voy ir a recogerla al aeropuerto!
Pablo: ¿Y esta noche después de la fiesta nos tenemos que ir dormir a tu casa?
M: Si no quieren no (levantó las cejas) ¡Tu madre no saldrá de viaje hasta el próximo
mes!
Pablo: Vale (se cruzó de brazos sin mirar a Maca) ¡Yo me voy a ir a dormir a la casa
con mi mami!
Osman: ¡Pues (apretando los labios) Yo también!
M: Como lo prefieran chicos (sin dejarse chantajear por ellos) pero de aquí no se me
mueven hasta que yo se los diga. ¿Estamos?
Osman y Pablo: Hummm
Como les había dicho a sus dos hijos una hora más tarde Maca iba rumbo al aeropuerto
de la ciudad de México para recoger a Esther y llevarla a la fiesta de cumpleaños de
Silvia. Durante su recorrido se paró en una florería y llena de ilusión pidió que le
hicieran un ramo de flores con siete alcatraces blancos
El tráfico se complicó un poco y llegó al aeropuerto con cinco minutos de retraso sin
querer entretenerse más dejó el ramo de flores sobre el sillón trasero del carro y se echó
a correr a la sala de espera de la aerolínea en la que llegaría Esther proveniente del
Brasil. Entró a la sala agitada y sudorosa por la carrera y con la emoción en el cuerpo
por verla después de casi tres semanas de ausencia la buscaba entre la gente que salía
por los pasillos del abordaje. Una enorme sonrisa se pintó en sus labios cuando la vio a
lo lejos levantar una de sus maletas de equipaje pero al instante se le congeló cuando vio
que una bella mujer se le acercó y con toda confianza le pasó la mano sobre la espalda
en una caricia sugerente a la vez que le susurraba algo al oído arrancándole una
carcajada
Esther sin dejar de reír le quitó de la cara un mecho de cabello negro y con toda la
calma se lo acomodó detrás de la oreja. La mujer le volvió a decir algo al oído y Esther
soltó de inmediato otra carcajada a la vez que giró la cabeza hacia un lado y fue ahí
cuando sus ojos se encontraron con los de Maca. Maca apretó los labios con fuerza y
desvió la mirada. Las manos y el cuerpo le empezaron a temblar a la vez que siento
como una sensación de vacío y dolor se le formaba en la boca del estómago
E: Joder (murmuró asustada a la vez que dio un paso hacia atrás) Maca
La bella mujer que la acompañaba mira extrañada a Esther y se giró a ver hacia el lugar
que esta veía encontrándose con la mirada dura y fría de Maca
-: ¿Es ella la mujer de tu vida?
E: Sí Battaglia (suspiró consternada) Es ella pero ya te conté como están la situación y
que solo somos amigas
Battaglia: ¿Con cuatro hijos?
E: Sí (entrecerraba los ojos viendo como Maca sumamente seria se acercaba hasta ellas)
con cuatro hijos
Battaglia: ¡Pues vaya! (con picardía levantaba una ceja) ustedes dos sí que no perdían
para nada el tiempo
Alcatraces blancos
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M: Hola Esther
E: Hola Maca (mirando a la sonriente mujer que tenía a su lado) Mira te presento a
Battaglia la coordinadora fotográfica de la revista y mi jefe directo
M: Mucho gusto
Battaglia: El gusto es mío
La mujer le extendió la mano a manera de saludo Maca deliberadamente con fuerza
excesiva se la estrechó y olímpicamente la ignoró girando su cabeza
Battaglia: Auchss
Battadlia se quejó y rápidamente retiró su mano para sobársela. Esther abría y cerraba la
boca sin saber que decir o hacer mientras tanto Maca sin inmutarse frunció la boca y
miró a Esther con demasiada frialdad
M: Supongo que aun no has tenido el tiempo suficiente para despedirte de tuuuu...
Battaglia: Amiga
M: ¡Eso!
E: ¡Maca!
M: ¡Te espero en el auto! (afirmó de manera seca a la vez que tomó una de las dos
molestas del equipaje de Esther) ¡Está donde siempre!
Maca sin decir más y conteniendo la rabia junto con las enormes ganas de llorar y grita
se dio la media vuelta y se fue a toda prisa de ahí para evitar echársele encima a la
mujer. Esther sin despedirse de Battaglia tomó apresurada su otra maleta y salió
disparada tras de ella
E: Maca espera por favor (le gritaba desesperada intentando que se detuviera) ¿Y deja
que te explique?
M: No tienes nada que explicarme (se detuvo en seco girando sobre sus talones) ¡Está
todo más que claro!
E: Por favor Maca
M: ¡Solamente somos amigas! ¿No? (Esther asistió con leve movimiento de cabeza)
¡Pues ahí está! (siguió su camino llegando hasta el carro) ¡No tiene nada que
explicarme!
E: ¡De igual manera quiero hacerlo! (llegando hasta el carro y poniendo la maleta en la
cajuela) Entre Battaglia y yo...
M: No quiero saberlo Esther
E: Déjame decirte lo que hay
M: ¿Te gusta?
E: Sí (suspiro con fuerza sin quererle mentir) sí me gusta pero...
Maca movió las manos indicándole que se callara y sintiéndose profundamente dolida
se subió al auto azotando con fuerza la puerta
M: ¡Sube! (ordenó tajantemente) ¡Que nos esperan en la fiesta de Silvia para partir el
pastel!
E: ¡Maca!
M: Sube Esther o te juro que voy a olvidar que eres mi amiga... La madre de mis hijos y
te dejo botada aquí
Alcatraces blancos
235
Esther subió al auto y descubrió el bello ramo de flores con los siete alcatraces en la
parte trasera del auto y sintiendo como se le formaba un nudo en la garganta murmuro
E: ¿Son para mí?
M: No (contestó de manera seca y si voltear siquiera a verla) son para la mujer que me
llegue a querer y me respete tal como soy
Acto seguido Maca se giró hasta el ramo de flores y con dolor infinito sacó uno de los
siete alcatraces blancos lo dobló y con tristeza y fuerza lo apuñó en su mano para
enseguida bajar el vidrio de la ventana del carro
E: No lo hagas Maca
Maca entrecerró los ojos e ignorando la petición de Esther lo arrojó al suelo. Esther
comprendiendo el significado de esa acción bajó la cabeza sintiendo que en su interior
se empezaba a formar un enorme vacío y de pronto el corazón se le oprimió doliéndole
produciéndole y la invadieron unas enormes ganas de llorar
Maca tenía fuertemente apretadas las mandíbulas y su rostro a cada segundo que pasaba
se le tornaba más rojo, áspero y frío. En el más completo de los silencios se internaron
en el tráfico de la ciudad. Maca con disimulo se limpiaba las lágrimas que se le
escapaban a pesar suyo y Esther por su parte hacía lo mismo. Incapaz de soportar un
segundo más ese aplastante silencio que se formó entre las dos Esther le comento
rompiéndolo
E: El próximo mes la revista me mandara hacer unas fotografías al Japón por dos meses
M: Qué bien
E: Solo eso (levantó las cejas desconcertada) Maca intento ponerte al tanto de mis
próximas actividades y solo me dice que bien
M: No tengo nada más que decirte
E: ¡Por Dios Maca!
M: Joder Esther que quieres que te diga que no hay problema y que los niños estarán
bien cuidados... Pues eso Esther no te preocupes vete dos tres, cinco o diez meses a
donde tengas que ir que los chicos estarán muy bien conmigo
E: Gracias Maca
M: De nada Esther
Se hizo nuevamente el silencio entre las dos. Esther se sentía incomoda intranquila en el
fondo ella esperaba que Maca explotara de celos y al no hacerlo se desconcertó
M: Mierda (gritó frenando bruscamente el auto cuando un muchacho sin fijarse se cruzó
la calle) ¡Haz de trae placas en el culo cabrón!
Esther se tapó la boca para no soltar la carcajada y metro más adelante Maca hizo alto
en un semáforo y desvió la mirada
M: Supongo que ira ella contigo ¿Verdad?
E: Sí es mi jefa directa y...
Alcatraces blancos
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M: Perfecto (sin dejarla terminar piso el acelerador a fondo dando el arrancón) ¿Cuánto
hace que la conoces?
E: Cinco meses
M: ¡Cinco meses! (entrecerró los ojos un momento) ¿Y hasta cuando pensabas
decírmelo?
E: Maca yo no (con nerviosismo se puso las manos en la frente) Yo no quiero hacerte
daño
M: ¿Te estás acostando con ella?
E: ¡Maca!
M: ¡Contéstame Esther! (de improvisto se hizo a un lado y sin importarle nada
estacionó el auto sobre la acera) ¿Desde cuándo te estás acostando con ella?
E: ¡No tengo por qué contestarte!
M: ¿Por qué no?
E: Porque no tienes ningún derecho de preguntarme eso
M: Oh sí Esther (levantó las cejas furiosa y ya a punto de perder la calma) ¡Claro que
tengo todo el derecho del mundo en preguntártelo!... Primero porque eres la madre de
mis hijos. Segundo porque según tú aunque solamente seamos amigas y vivamos en
distintas casas (recalcándole enfáticamente) ¡Tú te sigues acostando conmigo!
E: El que tengamos unos buenos polvos de vez en cuando no te da derecho a nada (se
bajó del carro furiosa y con el profundo deseo de lastimarla) Es mi vida Maca y yo hago
con ella lo que se me venga en gana. ¿A caso tú no hacías lo mismo durante todo el
tiempo en el que estuvimos casadas?
M: Muy bien señora García ya lo capté (bajándose también del auto y sintiendo que la
vida se le escapaba en un instante la encaró) Y tienes toda la razón del mundo... ¡Es tu
vida y puedes hacer con ella lo que te venga en gana! (buscando encontrar su mirada)
Por mi parte yo te juro que no me vuelvo a molestar y mucho menos me vuelvo a meter
en tu vida ni en tu cama (con la tristeza y la decepción reflejada en su rostro) Ahora por
favor sube al auto que ya deben estar preocupados porque no llegamos a partir el pastel
Durante la fiesta abiertamente se evitaron y solo llegaron a dirigirse la palabra para
ponerse de acuerdo sobre cómo se turnarían para cuidar de los niños durante el mes que
Esther estaría en México
El mes pasaba de manera vertiginosa y rápida para Esther entre los días que le tocaba
cuidar de los niños el ir y venir al trabajo y por supuesto preparar su próximo viaje al
Japón hacía que terminara exhausta y agotada Y había muchos momentos como ese que
después de darse un baño y acostarse empezaba a sentirse muy sola vacía y hasta
enfadada por todo. Se culpaba por dedicarle menos tiempo a sus hijos relegando cada
vez más de su cuidado a Maca y se sentía furiosa porque a la vez Maca deliberadamente
la evitaba a toda costa
E: Maca (suspiró al recodarla y se estremeció al sentir como una vieja conocida
sensación nacía en la boca de su estómago) te extraño mi amor (con las lágrimas en los
ojos volvió a suspirar y se recostó en la cama llevándose la mano a su sexo) Si al menos
no me diera tanto miedo volverte amarte todo sería más fácil Maca... Pero quien me dice
a mí que puedo volver a confiar en ti
Alcatraces blancos
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Por su parte Maca después de la fiesta dejó de ir a la casa de Esther y valiéndose de la
ayuda de Tashiw evitó verla y tener que hablar con ella. Cosa que tenía de los nervios a
Esther quien en más de una ocasión disimuladamente intentó saber de ella interrogando
sutilmente a Tashiw
E: ¿Todo bien por tu casa?
Tashiw: Sí Esther todo bien gracias (le sonrió levantando las cejas) ¿Qué haces?
E: Estoy escogiendo algunas fotos para la próxima publicación de la revista
Tashiw: ¿Te gusta mucho lo que haces?
E: Sí mucho (levantó la cabeza para verla) Solo que el viajar y tener que alejarme de los
niños me empieza a cansar
Tashiw: Pues yo no me cansaría de tener un trabajo así (viendo las fotografías que tenía
Esther en la mano) es más ya le dije a Maca que cuando termine la preparatoria quiero
estudiar un curso de fotografía acuática
E: ¡Vaya! (sonriéndole sorprendida) Muy interesante
Tashiw: ¿Crees que a mí también me puedan mandar al Japón algún día?
E: No lo sé Tashiw para eso primero tendrías que ser fotógrafa profesional y tener y
empleo como el mío
Tashiw: Pues sí verdad
E: ¡Y Pecas! ¿Cómo está?
Tashiw: ¡Cada días más juguetón y travieso!
E: Me sorprende que Maca les haya permitido tenerlo (tomó la cámara que tenía sobre
la mesa) Con eso que no le gustaban para nada las mascotas
Tashiw: Sigue sin gustarle pero el poder de cinco es muy fuerte (sonrió de manera
ilusionada caminando por el cuarto viendo la fotografías que Esther acababa de revelar
y tenía colgadas en la pared) y las recomendaciones de Mireya de que nos haría muy
feliz tener al perrito terminaron por convencerla
E: ¿Mireya?
Tashiw: Sí Mireya (levantó los hombros como si nada) La veterinaria que nos regaló a
Pecas
E: Ahhh (ocultando su nerviosismo y haciéndose la disimulada le sacó una fotografía)
Es que me gusto la imagen tan tierna que proyectabas mirando las fotos en la pared... ¡Y
bien! ¿Dónde conocieron ustedes a la veterinaria?
Tashiw: La conoció Maca hace un par de semanas en un antro
E: ¿Qué? (sintiendo que la sangre se le venía al rostro se sentó un momento para
intentar asimilar la información) ¿Y desde cuándo Maca sale de antros?
Tashiw: Desde un días después del cumple de Silvita
E: Ahhh (sin molestarse en ocultar su reciente enfado) ¿Y sale con muchas?
Tashiw: No solo con Mire... (de pronto se quedó callada y volteó a verla un tanto
desconcertada) ¿Es mi impresión o me estás intentando interrogar para saber de Maca?
E: No lo es (ignorándola olímpicamente y viéndola con seriedad a los ojos) ¿Están
juntas?
Tashiw: No lo sé Esther (levantó las cejas) ¡Voy por los niños que Maca los está
esperando para llevarlos al circo!
E: ¿Cómo que no lo sabes Tashiw? (la detuvo tomándola con delicadeza de un brazo)
¡Eso se sabe!
Tashiw: Pues yo no lo sé (le dijo con sinceridad y dirigiéndose hacia la puerta) Y si
quieres saber algo más de Maca pregúntaselo directamente a ella
E: ¡Tashiw!
Alcatraces blancos
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Tashiw: Mira Esther lo único que te puedo decir es que Maca se ve muy ilusionada con
ella
E: Joder (musitó y en un arranque le dijo) espera Tashiw yo le llevo a los niños
Tashiw: Pero...
E: Pero nada (agregó rotundamente) ¿En dónde los está esperando?
Esther llegó veinte minutos antes de lo acordado a la plaza comercial donde Maca
quedo con Tashiw para recoger a los niños. Se sentía inquieta y nerviosa puesto que
sabía que lo más lógico era que a estas alturas Tashiw ya le hubiera informado a Maca
que quien le llevaría a los niños era ella y el encuentro que Maca había evitado tener
desde la última vez que discutieron hacía casi ya un mes era inevitable
Maca por su parte sin saber nada de lo que la esperaba adentro con toda calma instaló en
una de las bancas de la entrada a la sonriente y bella anciana que la acompañaba
orgullosa felizmente colgada de su brazo
-: Mira Maca (le señaló hacia una esquina donde un hombre estaba parado vendiendo
pequeños ramos de flores) Creo que trae ramos con alcatraces
M: Sí eso parece
-: Son hermosos
M: ¿Quieres uno Mireya?
Mireya: No, no hija (le sonrió con amabilidad) Solo que recordé que me habías contado
que era tu flor preferida
M: Así es Mireya era mi flor preferida pero ahora ya no (suspiró con tristeza y
nostalgia) Ahora ya es de otra
Mireya: Ay muchacha (la palmeó de mano con cariño) ¡Que ganas de complicarte la
vida!
M: ¿Tú lo crees?
Mireya: Sí
M: Ella misma me lo dijo Mireya y yo lo vi en el aeropuerto (levantó los hombros) Y
bueno yo ya comprendí que soñar con flores ya no basta
Mireya: Si yo fuera tú y por todo lo que me has contado que ha pasado en sus vidas yo
no se la dejaría tan fácil
M: ¿Y qué se supone que harías?
Mireya: Dejarle de una vez por todas en claro el sitio que ocupa en mi vida
M: Ahhh (abrió los ojos sorprendida) ¿Sí?
Mireya: Sí Maca pero no seré yo quien te diga lo que tienes que hacer (con seriedad)
eso ya deberías de saberlo tú
M: Ay Mireya (empezó a reírse) ¡Tienes un peligro que da miedo! ¿Entonces me
esperas aquí sentada mientras subo y voy a recoger a mis hijos?
Mireya: Sí Maca (le sonrió intentando encontrar una posición cómoda) anda sube por
ellos que ya deben estar desesperados por que llegues
Maca corrió hacia las escaleras eléctricas que la llevarían a la segunda planta donde
Tashiw y sus hijos deberían ya estar esperándola. El primero que la vio llegar fue Pablo
y salió disparado a su encuentro
Pablo: Mamita
Alcatraces blancos
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A su grito Isthar y Silvia gritaron emocionadas y abandonaron la cama de pelotas para
salir también corriendo hacia ella
Pablo: ¿Y Mireya?
Esther estaba agachada abrochándole las agujetas de los zapatos a Osman y al escuchar
a Pablo el cuerpo se le tensó y un ligero sudor frío le cubrió su frente. Maca aun sin
percatarse de su presencia levantó a su hijo en brazos mientras veía sonriente como
Isthar y Silvia corrían también a su encuentro a la vez que buscaba a Tashiw y Osman
con la mirada
M: ¿Y Tashiw y Osman?
Pablo: Tashiw no vino y a Osman mi mami le esta abrochando las agujetas
M: ¿Tu mami?
Pablo: Sí ella no trajo (Maca sorprendida abrió los ojos y al descubrir a Esther
agachada con su hijo sintió que el corazón se le iba a salir del pecho tomó a las niñas de
la mano y se acercó lo más rápido que pudo. Esther lentamente se incorporaba y no
pude evitar sentirse un tanto insegura
M: Hola Esther
E: Hola
Osman: ¿Mamita y Mireya?
M: Nos está esperando abajo
A Esther los ojos se le llenaron de lágrimas y sintiendo que el corazón se le partía en
dos se giró sin atreverse a mirarla directamente a la cara
E: Por mí no se entretengan
M: Osman, Pablo (mirando a sus hijos) ¿Podrían acompañar un rato a tus hermanitas a
jugar en la cama de pelotas?
Los niños asistieron y salieron disparados rumbo al juego. Mientras Maca y Esther
sonrientes lo veían irse
M: Son buenos chicos
E: Sí que lo son
M: ¿Por qué estás aquí Esther?
E: Realmente ya no lo sé (la voz le tembló ligeramente y con tristeza levantó los
hombros) Será mejor que me vaya
Esther hizo el intento de marcharse y Maca rápidamente la sujetó del brazo
M: ¿Por qué?
E: Por que salgo sobrando (sin poder evitar que sus lágrimas resbalaran por sus
mejillas) porque te están esperando y yo... Yo siento que me muero
M: Vale (suspiró con lágrimas en los ojos) te lo voy a preguntar de nuevo. ¿Por qué
estás aquí Esther?
E: Porque te amo Maca y a pesar del miedo que tengo no te quiero perder
M: ¡Tú estás con alguien más Esther!
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E: No (negó rotundamente con un movimiento de cabeza) desde que murió Silvia en mi
vida y en mi cama no habido más mujer que tú
M: Mi Esther
Maca no pudo evitar que su cuerpo y su alma se estremecieran al escucharla y en sus
labios apareció una pequeña sonrisa de felicidad y sin importarle nada más la besó con
ternura y amor
M: Yo también te amo (le murmuró sobre los labios a la vez que la abrazaba con
fuerza) Y en mi vida, en mi corazón y en mi alma no hay mas mujer que tú
E: ¡Dime que puedo confiar en ti Maca! (los ojos le brillaron llenos de esperanza) ¡Solo
dime que puedo volver a confiar en ti!
M: Con toda el alma
E: Mi Maca (se abrazó a ella)
M: Y yo Esther (la miró a los ojos con devoción y amor) ¿Yo puedo confiar en ti?
E: Siempre mi amor
No hubo necesidad de más palabras sus bocas se buscaban con calma y amor a la vez
que sus cuerpos se fundieron en un fuerte y sentido abrazo Sus hijos entrelazados de las
manos las observaban a la distancia y cuando las vieron fundirse en el abrazo corrieron
a unirse a ellas llenos de esperanza, de ilusión y con la firme certeza de que sus madres
por fin habían encontrado su luna
E: ¿Y qué vas hacer con la mujer que te está esperando abajo?
M: Presentártela por que hoy cumple ochenta años
E: ¿Qué? (mirándola a los ojos) pero si Tashiw me dijo que la conociste en un antro y te
veías muy ilusionada
M: ¿Y de seguro también te dijo que me había comprado un convertible azul?
E: ¡Me compraste un convertible azul!
M: ¡Que descaro el tuyo!
M y E: Jajaja
FIN

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