Más información sobre Cartografía

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Cartografía
La imagen de la Torre cuenta con una iconografía muy rica desde la época alto medieval hasta el siglo XVIII. Los mapamundis y las cartas
náuticas constituyen un testimonio muy interesante que debe ser analizado porque ofrece una visión muy sugerente de este particular
monumento. Además, el hecho de que haya funcionado como faro durante tantos siglos determina que tenga una presencia notable
primero en los portulanos y más tarde en las cartas náuticas que utilizaban los navegantes en sus desplazamientos.
En la Alta Edad Media, cuando la tradición cosmográfica del mundo antiguo se pierde y con ella el interés por el rigor cientí fico, en la
España mozárabe surge un nuevo tipo de mapa que se caracteriza por ofrecer una visión legendaria y simbólica del mundo conocido. En
este contexto nacen los llamados mapamundi, ligados a los beatos, unos códices que datan de los siglos X y XIII que contienen los
Comentarios al Apocalipsis atribuidos al Beato de Liébana. En este contexto, el mapamundi ilustra los territorios que hay que evangelizar y
la adjudicación de éstos entre los apóstoles. Todos los mapas conservados parecen derivar de un mismo modelo, de ahí las coincidencias
que existen entre ellos.
Siguiendo la visión isidoriana, se trata de mapas orientados, es decir, oriente es el punto cardinal situado en la parte superior del mapa, en
la clave está ubicado el Paraíso claramente reconocible por la iconografía que presenta: casi invariablemente, Adán y Eva, el árbol y la
serpiente. Aunque no siempre, suelen dibujarse los cuatro ríos que brotan del paraíso y van a desembocar al mar periférico. Sus nombres
eran Tigris, Éufrates, Geón y Fisón. Asia ocupa la parte superior del mapa y está separada de los otros dos continentes por grandes cursos
de agua de sur a norte: el Nilo, el Helesponto, el mar Negro, el mar de Azov y el río Don. En la parte inferior del mapa está África a la
derecha y Europa a la izquierda, separada por una lengua de agua que es el Mediterráneo.
La imagen del faro más antigua que conservamos es la del mapamundi del Beato del Burgo de Osma (ca. 1085). Se trata de una
representación un tanto idealizada de la Torre como del resto de los edificios que aparecen en el mapa. El faro herculino se dispone sobre
un promontorio rocoso y se concibe como un edificio cilíndrico muy estilizado, de planta circular rematado por una rotonda cupulada,
cuando en realidad se trataba de un edificio de planta cuadrada y con un marcado aspecto prismático. En la representación tampoco
aparece la huella de la rampa helicoidal ascendente que a finales del siglo XI, cuando se hace esta pintura miniada, tenía que estar muy
dañada si todavía se mantenía en pie. Frente a estas imprecisiones, el dibujante se muestra más riguroso al representar la rotonda de la
Torre con su óculo abierto en la parte superior de la cúpula, que permitía la salida del haz de luz y del humo que servía para orientar a los
barcos. Además, resulta significativo que en la representación aparezca el faro con llamas en su remate, lo que parece confirmar que a
finales del siglo XI la Torre continuaba desempeñando su función, claro que es posible que el sistema de iluminación fuera distinto del
empleado en época antigua pero, en cualquier caso, seguiría cumpliendo el mismo cometido.
Parece significativo que en el mapamundi del Beato del Burgo de Osma sólo se incluyen dos faros: la Torre de Hércules y el faro de
Alejandría, que se encontraba en la desembocadura del río Nilo, en Egipto, y que fue destruido por un terremoto que afectó a toda la zona
en el año 1302. El hecho de que el dibujante, probablemente hispánico, incluya el faro herculino y lo equipare en tamaño e im portancia con
el alejandrino puede interpretarse como una prueba de la atención que el monumento seguía acaparando en la época alto medieval, no
como un simple recuerdo de un faro de la antigüedad, de una obra ingente de ingeniería romana o de una leyenda del pasado, si no como
un elemento protagonista con una incuestionable presencia en la vida diaria de las gentes que poblaban el noroeste peninsular.
Otra imagen de la Torre la encontramos en el mapa de Hereford (ca. 1280) que data de la época de la Baja Edad Media. Se trata de un
plano orientado pero circular en el que la tierra deja de representarse como un disco ovalado, típico de los mapamundi de los beatos, y
pasa a concebirse como un círculo en el que oriente sigue estando en la parte superior, mientras Europa y África se disponen abajo y
separadas por el mar Mediterráneo. En este caso la imagen de la Torre de Hércules parece fruto de la especulación y de la imaginación
más que de la observación empírica de la obra, quizá debido al conocimiento sesgado que debía de tener del faro el autor del mapa que,
sin embargo, conocía con detalle las costas inglesas.
La Torre es representada de forma prismática y en su alzado se superponen tres cuerpos que parecen engrosarse a medida que se eleva
su altura. En el remate se dispone la rotonda de la que salen unas violentas llamaradas que parecen simbolizar la luz del faro que se
proyectaba sobre el océano Atlántico.
La presencia del antiguo faro vuelve a hacerse presente en las cartas náuticas y en la cartografía de finales del siglo XVI, que demuestran
la creciente importancia que el monumento fue adquiriendo a medida que nos adentramos en el siglo XVII, donde su interés trasciende las
fronteras naturales del reino, como lo demuestra el hecho de que sea incluida en cartas francesas e inglesas, potenciales enemigos de
España en estos tiempos. Resultan sumamente interesantes las imágenes de la Torre que se conservan en Descripción del Reino de
Galicia (1598), Gallaecia Regnum (1600), Gallicia, legio et Asturias de Oviedo (1606) y en Descriptio Gallaeciae y Asturias (1608).
Algunas de las imágenes más sorprendentes de la Torre las encontramos en:
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Map of La Coruña and its sorroundings in Galicia, north-west Spain (1589). Es una fuente sumamente interesante aunque
muy poco realista. La Torre aparece denominada como The Watch Tower y se corresponde con una torre almenada que presenta
en su frente una saetera en forma de cruz. No se plasman los restos de la rampa y en el remate aparece un tejadillo cónico que
recuerda al utilizado en los campanarios de las iglesias.
Descripción de España y de las costas y puertos de sus reynos (1634). Esta imagen resulta más realista porque se representa ( l)-3

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