12 Evaluación de riesgo de las Directrices del PEIT
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12 Evaluación de riesgo de las Directrices del PEIT
Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT 12 Evaluación de riesgo de las Directrices del PEIT Tal como se ha señalado, tanto los objetivos del PEIT como sus Directrices abordan de facto la realidad del sistema TAT como referencia de sus políticas. Esto supone, como se ha señalado también, que no resulta coherente con la aproximación sistémica del calado de la que el PEIT supone, pretender evaluar efectos precisos, medidos en términos de comportamientos de variables específicas. Más bien la bondad o no de las opciones de políticas se deben medir en cuanto a su capacidad para articular y dinamizar las relaciones y bucles ambientales compensadores del sistema que actualmente muestran una clara deficiencia de ejecución. En los dos capítulos anteriores es lo que se ha realizado, es decir, valorar cuánto de orientado está el PEIT a solventar esas deficiencias sistémicas identificadas en el diagnóstico. En este siguiente paso se trata de evaluar la probabilidad de éxito de las directrices planteadas. Esto es preciso por varias razones. En primer lugar, porque las Directrices del PEIT tienen como referencia todo el sistema de transporte y el sistema TAT, es decir, un sistema complejo que incluso se ramifica más allá de lo que sido factible describir. Actuar sobre un sistema es simplemente más incierto porque no existe a priori la posibilidad de plantearse una estrategia de manipulación y control del mismo que asegure un comportamiento futuro preciso. La opción del PEIT es la de introducir criterios de política basados en un nuevo modelo de transporte que han de aplicarse gradualmente en un plazo largo de años. Esta que es la única opción posible para incidir coherentemente en el sistema TAT y sus sistemas allegados, introduce obviamente un grado de incertidumbre en el éxito de la estrategia que es preciso valorar. En segundo lugar, porque el PEIT se propone dar un giro sustancial a ese sistema, es decir, se trata de una política, que aunque incorpora una fase de transición, supone un cambio de paradigma en la gestión del sistema como un todo. Incidir en un sistema a priori abierto es difícil, ahora bien incidir para modificarlo estructuralmente lo es aún más. Esto aumenta el grado de incertidumbre al que se enfrenta la estrategia del PEIT. En tercer lugar, porque más bien por razones histórico-institucionales, que explican la debilidad de un modelo de planificación estratégico integrado, basado en la coordinación institucional, las propuestas de política del PEIT están formuladas con un grado de generalidad muy alto. Es decir, en su mayoría, si bien responden a un análisis singularizado de la realidad del sistema, no especifican el grado en que la medida en cuestión debiera aplicarse para ser exitosa en el logro del objetivo perseguido. Esta cuestión de escala es indudablemente importante. Pues un objetivo formulado por una directriz puede tener muchas concreciones posibles. Para dar con el grado específico de aplicación de una Directriz que efectivamente cumple el papel que el PEIT le asigna, sería preciso contar instrumentos detallados de planificación estratégica institucionalizados y procedimientos institucionales regulares de planificación y coordinación, con todo lo que ello implica, cosa que no sucede hoy en día. Este problema de escala genera, entonces, otro tipo de incertidumbre. Dado que, como se ha analizado en los capítulos anteriores de objetivos y directrices, el PEIT ha asumido una estrategia que es coherente con el estado actual del sistema TAT y 134 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT con el estado del arte en materia de política ambiental del transporte, con las consideraciones ya realizadas, confirmándose de esta forma que sus propuestas actuarían en la dirección adecuada. Lo que queda por evaluar, entonces, es el riesgo de cumplimiento de las medidas propuestas. Para evaluar este riesgo se ha llevado a cabo un procedimiento relativamente sencillo. 1. Se ha analizado el riesgo de cumplimiento de las Directrices del PEIT a la escala especificada en el capítulo anterior. 2. Ese análisis se ha llevado a cabo para tres factores de riesgo que se consideraron importantes: a. riesgo estructural, es decir el riesgo de que la medida propuesta careciera de algún elemento estructural, legal, institucional, de organización o de mercado para poder implantarse; b. riesgo financiero, es decir, el riesgo de que la medida no obtuviera los recursos financieros necesarios para llevarse adelante; c. riesgo tecnológico o de conocimiento e información, es decir, el riesgo de que la medida no pudiese llevarse a cabo o bien por carencia de tecnologías apropiadas, de conocimiento específico, o de información; d. el riesgo se valoró entre 0 y 1. 3. Se definieron tres niveles de riesgo de cumplimiento de las medidas formuladas en las Directrices, alto, cuando la probabilidad de cumplimiento estaba entre 0 y 0,49, medio cuando se hallaba entre 0,5 y 0,69, y bajo, cuando se hallaba por encima de 0,7 4. A continuación el riesgo de cumplimiento de las medidas propuestas se trasladó al riesgo de incidir sobre las relaciones del sistema TAT que ya se han identificado como afectadas por las Directrices en el capítulo anterior Antes de presentar los resultados es necesario cualificar la naturaleza de la información que se ha generado. Lo que recoge este ejercicio es la percepción actual del grado de probabilidad de que las medidas implícitas en las Directrices tengan lugar, de acuerdo al conocimiento disponible del funcionamiento de los agentes e instituciones que gestionan el sistema y de su historia reciente. En ningún caso se trata de una probabilidad científicamente establecida. 12.1 Matrices de valoración del riesgo En el anexo dos se recogen las matrices de valoración de riesgo para cada uno de los tres factores considerados y la matriz agregada de riesgo. La más significativa de las tablas allí expuestas es la que agrega las valoraciones de riesgo realizadas para los tres factores considerados. Si se observa la última columna de 135 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT esa tabla se recoge la media de riesgo de afección a los elementos del sistema TAT a partir de las directrices planteadas. La mayoría de los elementos afectados son naturalmente los propios instrumentos de políticas, porque las directrices se espera que actúen sobre ellos en primer lugar. Los instrumentos con nivel de riesgo de cumplimiento bajo son los asociados a inversiones, gasto en seguridad y mantenimiento y en fomento del transporte público. La inversión en infraestructura complementaria de apoyo ha resultado con un nivel de riesgo mayor, en el nivel medio, lo mismo que el desarrollo de los servicios, la I+D+i, o la planificación del sistema. Los instrumentos de mercado han resultado valorados como de alto riesgo de incumplimiento. Tal como ya se vio en el capítulo anterior algunas de las medidas planteadas actúan directamente o muy directamente sobre elementos del sistema de transporte y ha sido valorada la probabilidad de que ese efecto tenga lugar también. La mayoría está en un nivel de riesgo de cumplimiento medio y menos en riesgo bajo. De forma operativa lo que se ha hecho en el grafo que se recoge a continuación ha sido utilizar el mismo grafo del capítulo anterior que recoge las primeras relaciones del sistema TAT que se veían afectadas por las medidas implícitas en las Directrices y reflejar allí el grado de incertidumbre que envuelve su cumplimiento. 12.2 Grafo agregado de riesgo de cumplimiento de las Directrices del PEIT Para entender el grafo es preciso aclarar la nomenclatura utilizada. Las relaciones que están difuminadas en el grafo no están afectadas de forma inmediata, sino mediata por las Directrices. El resto tiene dos posibilidades, como ya se explicó en el capítulo anterior. Si la flecha tiene un ancho normal es que se trata de una relación afectada con una intensidad normal, si es particularmente ancha es que la intensidad de afección es alta. En este grafo se ha dado un paso más allá. Las relaciones cuya probabilidad de verse afectadas es alta se han mantenido tal como estaban en el grafo del capítulo anterior, conservando el grosor como señal de su intensidad. Las relaciones cuya probabilidad de afección por las Directrices es media se han representado de forma punteada. Las relaciones que presentaban un riesgo alto de no ser afectadas se han representado en un color nuevo, malva, y se da sólo con una relación que va de instrumentos de mercado a servicios de transporte. Finalmente, y como ya se mencionó en el capítulo anterior, hay una relación, la que va de inversión en aeropuertos a distribución territorial desequilibrada de las infraestructuras, cuya naturaleza se considera que puede variar debido a la orientación de las Directrices, pasando de ser reforzadora a compensadora, reflejado mediante una línea punteada. En este caso su probabilidad de ocurrencia es media. 136 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Ilustración 12-1 Grafo sinóptico de riesgo de afección de las Directrices del PEIT en el sistema TAT 137 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT A partir de este grafo se pueden extraer los siguientes comentarios sobre el grado de certidumbre que es posible establecer en este momento sobre la aplicación de las medias que suponen las Directrices del PEIT. 1. La probabilidad de que las medidas implícitas en las Directrices del PEIT afecten a las relaciones reforzadoras de los efectos ambientales negativos del sistema TAT es alta en todos los casos. 2. La probabilidad de que las medidas implícitas en las Directrices del PEIT afecten a las relaciones compensadoras de los efectos ambientales negativos del sistema TAT es alta en un número contado de relaciones, a. Inversión Ferrocarril y Aeropuertos a Uso del transporte público, y a Distribución modal equilibrada de las infraestructuras, b. Gasto en seguridad y mantenimiento a accidentalidad y eficiencia en el uso de los recursos del sistema c. Inversión en carretera a Saturación del sistema. 3. En el resto de casos de relaciones compensadoras la probabilidad de que las medidas implícitas en las Directrices del PEIT les afecten es media. 4. En un caso, el uso de instrumentos de mercado para incentivar el desarrollo de servicios, la probabilidad de ocurrencia se consideró baja. Con objeto de ofrecer una visión de más detalle se acompañan a continuación el grafo de valoración de riesgo según los bucles del sistema. El bucle inversión en carretera y uso del vehículo privado es el bucle reforzador básico de los aspectos ambientales negativos del sistema. Como es natural las medidas del PEIT actúan con fuerza sobre la mayoría de las relaciones reforzadoras, y las potencian, pero además como se ve aquí la probabilidad que esa influencia intensa tenga lugar es alta de acuerdo a las valoraciones realizadas. Esto significa que con un grado razonablemente alto de probabilidad el PEIT incentivará las relaciones reforzadoras de los efectos ambientales negativos del sistema. El bucle de la intermodalidad y del uso del transporte público es un bucle compensador muy importante. Ya se vio que las Directrices del PEIT pretender actuar con contundencia sobre esas relaciones y de forma bastante generalizada. La conclusión que se deriva de las valoraciones realizadas es que las propuestas de intermodalidad que tienen que ver con inversiones tradicionales tienen una alta probabilidad de ocurrencia, lo mismo que las medidas asociadas al fomento del transporte público, en tanto que la probabilidad de que las que están relacionadas con la generación de infraestructura complementaria de apoyo tienen una probabilidad media. En su conjunto se percibe una situación de razonable confianza de la estrategia en el caso de este bucle Las directrices afectan a pocas relaciones del bucle ordenación territorial. Esto es normal teniendo en cuenta que no es una competencia del PEIT propiamente tal. Sin embargo, el nivel de riesgo medio de las dos únicas relaciones afectadas supone que el 138 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT efecto positivo ambiental del PEIT mediante políticas de ordenación territorial- sistema de transporte no está demasiado asegurado en el formato actual. El bucle servicios de transporte, I+D+i, seguridad, gestión ambiental, es sujeto de varias afecciones por parte de las Directrices del PEIT. Es decir, tiene un buen nivel de cobertura, no obstante, la probabilidad de que estas medidas tengan lugar no es, en suma, suficientemente satisfactoria. Solo hay dos relaciones que parten de aspectos de gastos de seguridad y mantenimiento, cuya probabilidad de afección es alta, el resto es sólo media. El caso del bucle instrumentos de mercado está en principio poco cubierto en materia de propuesta por las Directrices del PEIT. Si a eso se suma el que las propuestas tienen un alto riesgo de no tener lugar, la situación agregada de este bucle compensador es deficiente. 139 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Ilustración 12-2 Grafo sinóptico de riesgo de afección de las Directrices del PEIT en Bucle Inversión en carretera 140 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Ilustración 12-3 Grafo sinóptico de riesgo de afección de las Directrices del PEIT en Bucle Intermodalidad 141 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Ilustración 12-4 Grafo sinóptico de riesgo de afección de las Directrices del PEIT en Bucle ordenación territorial 142 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Ilustración 12-5 Grafo sinóptico de riesgo de afección de las Directrices del PEIT en Bucle servicios, I+D+i ,calidad 143 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Ilustración 12-6 Grafo sinóptico de riesgo de afección de las Directrices del PEIT en Bucle instrumentos de mercado 144 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT 12.3 Conclusiones sobre riesgo de las Directrices del PEIT En términos generales el análisis realizado sobre la plausibilidad de que las medidas implícitas en las directrices del PEIT tengan lugar, y que afecten realmente al sistema TAT, da unos resultados que no son sorprendentes pero que es razonable tener en cuenta en el decurso del proceso de planificación futuro que supone el PEIT. La lectura más inmediata que ofrecen esos resultados dice que hay un riesgo plausible alto de que el PEIT promueva las relaciones y los bucles reforzadores de los aspectos ambientales negativos del sistema TAT y de que, por otro lado, no sea capaz de promover con la misma intensidad las relaciones compensadoras de esos efectos negativos. Esto es particularmente importante de considerar teniendo en cuenta las reflexiones realizadas sobre el riesgo que supone la temporalización de las medias que propone el PEIT. Esta situación no es de extrañar dada la dirección de cambio estructural que propone el PEIT que supone introducir instrumentos y orientaciones nuevas, cuya probabilidad de éxito está más abierta. Ahora bien, tampoco no deja de ser esto un factor muy significativo a tener en cuenta, dado el bajo nivel en que esas relaciones compensadoras se encuentran en la situación actual. El bucle compensador más prometedor es el de la intermodalidad y uso del transporte público, y esto es importante, porque debiera ser un punto de anclaje importante en la estrategia global del PEIT de fortalecer las relaciones compensadoras. Esto simplemente señala que para desarrollar aspectos nuevos es preciso apoyarse en elementos fuertes del sistema, en este caso en la propia solidez de los mecanismos, estructuras, información e instituciones para llevar adelante procesos de inversión pública en infraestructuras de transporte. Por otra parte, el bucle de los servicios y la calidad, el de la inteligencia del sistema, se encuentra con una valoración mucho más incierta, que contrasta con su importancia de cara al futuro derivada de las conclusiones del diagnóstico. A los elementos allí graficados hay que sumar la probabilidad media con la que se han valorado la incidencia posible de las directrices del PEIT sobre los procesos de planificación, elemento de crucial importancia en el mismo sentido. A este paquete de incertidumbre se suma el bucle relacionado con la ordenación territorial y el uso de instrumentos económicos, este aún más débil que los anteriores. Lo que señala esto es que los bucles de compensación asociados a la mejora de la gestión de la información, del conocimiento, la visión estratégica coordinada y compartida, los instrumentos que requieren procesos de optimización micro, demandadores de información institucionalizada de detalle, y sistemas de gestión flexibles están apoyados por medidas que son menos probables, a la vez que muy necesarias. El riesgo que puede suponer que estos instrumentos queden rezagados y que los bucles y relaciones compensadores no se desarrollen adecuadamente y compensen el indudable peso de las relaciones reforzadoras dentro del PEIT, pasa por adoptar una estrategia inteligente y focalizada, cuyo eje podría constituir el bucle de la intermodalidad y el transporte público. 145 Informe de sostenibilidad ambiental del PEIT Por otra parte, esto señala la necesidad de encadenar el proceso de realización del PEIT entre medidas que afectan a las relaciones y bucles compensadores con los reforzadores, para condicionar la continuidad de las últimas en función de la realización de las primeras. 146