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Trabajos originales
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Síndrome de Reed
A propósito de dos casos y breve actualización del tema
Silvia Verónica Palacios1, Mara Lorena Ivanov2 y María Alejandra Verea3
RESUMEN
Los leiomiomas son tumores benignos del músculo liso descriptos por primera vez por Virchow en 1854. Los leiomiomas
cutáneos se dividen en: de los músculos piloerectores o piloleiomiomas; de músculo liso de piel genital o leiomioma genital; y
del músculo liso vascular o angioleiomioma. La variante más frecuente de leiomioma es el piloleiomioma, los cuales se pueden
dividir en solitarios o múltiples. El 80% de los pacientes presenta leiomiomas múltiples que generalmente aparecen entre la
segunda y tercera década de la vida y luego decrecen con la edad. Cuando se asocia a leiomiomas uterinos constituye el
denominado Síndrome de Reed. A continuación presentamos dos casos clínicos de leiomiomatosis cutis et uteri (Síndrome de
Reed) y realizamos una revisión bibliográfica del tema.
Palabras clave: Síndrome de Reed, piloleiomioma, leiomioma, miomas uterinos
ABSTRACT
Reed syndrome. Two case report and brief update
Leiomyomas are benign smooth muscle tumors first described by Virchow in 1854. Cutaneous leiomyoma are divided into the
piloerector muscles or piloleiomyomas, smooth muscle of genital skin or genital leiomyoma, and vascular smooth muscle or
angioleiomyoma.
The most frequent subset of leiomyoma is piloleiomyoma, which can be divided into single or multiple. 80% of patients have
multiple leiomyomas which usually appear between the second and third decades of life and then decreases with age. When
is associated with uterine leiomyomas is called Reed syndrome. We present two cases of leiomyomatosis cutis et uteri (Reed
syndrome) and a literature review is performed.
Key words: Reed syndrome, piloleiomyoma, leiomyoma, uterine myomas
► INTRODUCCIÓN
► CASOS CLÍNICOS
Los leiomiomas son neoplasias benignas de fibras musculares lisas descriptas originalmente por Virchow en 1954.
Existen 3 variantes de leiomiomas cutáneos que por orden
de frecuencia son: piloleiomioma, angioleiomioma y leiomioma genital. Presentamos a continuación dos casos clínicos en los cuales, a partir de la presentación cutánea de
los leiomiomas, se llega al diagnostico de miomas uterinos
(Síndrome de Reed).
Caso 1:
Sexo femenino, 52 años
Motivo de consulta: lesiones localizadas en muslo derecho y miembros superiores.
Antecedentes personales: sin antecedentes relevantes.
Antecedentes familiares: abuelo materno, madre, hermano y tres hijos con mismas lesiones.
Enfermedad actual: lesiones papulosas en muslo derecho
Médica jefe de residente de Dermatología
Médica del Servicio de Dermatología
3
Jefe de Servicio de Dermatología
HIEA y C San Juan de Dios de La Plata
1
2
Recibido: 17-9-2009.
Aceptado para publicación: 19-2-2013.
Arch. Argent. Dermatol. 63: 90-94, 2013
Silvia Verónica Palacios y colaboradores
desde la adolescencia, y lesiones similares en miembros
superiores de aparición posterior. Refiere prurito y dolor
localizado en las mismas, sumado a cambios de tamaño
y de coloración.
Examen físico: en cara anterior de muslo derecho presenta múltiples lesiones pápulo-nodulares, hemisféricas, de
0,5 a 0,8 cm de diámetro, eritemato-violáceas a pardas,
de bordes netos y consistencia duro-elásticas (Fig. 1). En
miembros superiores similares lesiones color piel con disposición aislada unas de otras (Fig. 2).
Exámenes complementarios: laboratorio completo (sangre y orina): perfil lipídico alterado, resto dentro de parámetros normales.
Ecografía ginecológica: útero en AVF de aspecto fibromatoso con dos núcleos en pared anterior de 23mm de
diámetro, y otro en pared posterior de 46 mm de diámetro.
Endometrio de 2mm. DL 12 mm DAP 50mm DT 60mm. Sin
patología anexial.
Ecografía abdomino-renal: normal.
Biopsia de piel: proliferación de células musculares típicas a nivel de dermis media dispuestas en fascículos
entrelazados entre sí con colágenos dérmico interpuesto
entre los mismos. Dicha proliferación es no encapsulada y
de límites imprecisos, respeta dermis papilar y no se evidencian cambios epidérmicos. Diagnóstico histopatológico: piloleiomiomas (Fig. 5).
Caso 2
Sexo femenino, 60 años
Motivo de consulta: lesiones papulares pruriginosas.
Antecedentes personales: histerectomía por miomatosis
uterina, osteoporosis.
Enfermedad actual: micropápulas y escoriaciones en abdomen y antebrazos, pruriginosas, sin epidemiologia para
Fig.1: piloleiomiomas en muslo derecho.
Fig. 2: piloleiomioma en brazo derecho.
escabiosis, sumado a lesiones pápulo-nodulares en miembros superiores, algunas color piel normal y otras pardas,
de aproximadamente 25 años de evolución.
Examen físico: en abdomen, cara externa de pierna derecha, zona escapular derecha y antebrazo izquierdo presenta lesiones papulares “molestas”, color piel algunas, y
otras levemente ocre (Figs. 3 y 4).
Exámenes complementarios: laboratorio completo: dentro de parámetros normales.
Ecografía abdomino-renal: normal.
Biopsia de piel: compatible con piloleiomiomas.
Fig. 3: piloleiomiomas en antebrazo.
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Trabajos originales
► Síndrome de Reed
Fig. 4: piloleiomiomas en abdomen.
Fig. 5: Piloleiomiomas: células fusiformes de citoplasma eosinófilo
y núcleos alargados que se distribuyen en haces (HE×20).
► COMENTARIOS
Los piloleiomiomas son la variedad cutánea más frecuente
de leiomioma. Generalmente se presenta entre la segunda
y tercera década de las vida en forma de lesiones múltiples
o de tipo solitario en personas de mayor edad. Han sido
descriptos en ambos sexos con marcado predominio en el
sexo femenino1.
Existen tres variantes de leiomioma cutáneo que en orden de frecuencia son: piloleiomioma, que se desarrolla a
partir del músculo piloerector; angioleiomioma, originado
a partir de la capa media muscular de los vasos sanguíneos; y leiomioma genital, dartoico o mamilar, desarrollado
a partir del músculo dartos, en el escroto, labios mayores,
pene, pezones o areolas mamarias2,3.
Los piloleiomiomas se pueden hallar como lesiones solitarias o múltiples. Esta última presentación se observa en
el 80% de los casos y se denomina leiomiomatosis.
Clínicamente se pueden presentar como lesiones papulo-nodulares únicas de 0,5 a 2 cm de diámetro, de ubicación subcutánea, no adheridas a planos profundos, eritematosas, levemente parduzcas o color piel normal y de consistencia firme; o más comúnmente en forma de lesiones
múltiples, con idénticas características morfológicas que las
anteriores, agrupadas en forma lineal, arciforme, irregular o
zosteriforme1,2,3.
Las áreas afectadas corresponden a miembros superiores e inferiores, en especial muslos, y tronco; aunque
puede afectar cabeza y cuello.
La mayoría de los pacientes manifiestan dolor descripto
como sensación de pinchazo o pellizco de diferente intensidad, que puede desencadenarse de manera espontánea
y ante diversos estímulos como presión, variaciones de
temperatura, en especial frío, stress emocional, en ocasiones de intensidad tal que se acompaña de sintomatología
vegetativa4.
Se ha atribuido el dolor a varias causas donde las más
aceptadas corresponden a compresión de fibras nerviosas
y a la contracción de músculo liso piloerector.
En el año 1958 Kloepfer describe la historia de una familia que presentaba 3 miembros afectados con piloleiomiomas. Se planteó entonces la posibilidad de un patrón
de herencia autosómica dominante 5,6.
La primera publicación que habla de la asociación entre leiomiomas cutáneos y miomas uterinos fue de 1954,
pero su expresión en varios miembros de una misma familia fue descripta por Reed en 1973. La incidencia familiar
llevó a diversos autores a sugerir un patrón autosómico
dominante de penetrancia incompleta que se manifiesta
habitualmente en el adulto joven7,8.
Se han citado numerosas patologías asociadas a los
piloleiomiomas, tales como: dermatitis herpetiforme, MEN
I, eritrocitosis, anomalías cerebrales y de peñasco, y hasta
leiomiomas de otras localizaciones viscerales. La simultaneidad de piloleiomiomas cutáneos múltiples o solitarios
con miomas uterinos (Síndrome de Reed) es la asociación
más frecuentemente encontrada. Se debe tener en cuenta
que el tumor muscular uterino asociado puede corresponder igualmente a un sarcoma7-10.
Desde el punto de vista genético es importante remarcar la existencia de la leiomiomatosis hereditaria asociada a carcinoma de células renales (HLRCC). La HLRCC
es un síndrome descrito en 2001, cuya incidencia real se
desconoce. Un 76% de las personas con HLRCC van a
desarrollar leiomiomas. Las mujeres con HLRCC desarrollan leiomiomas uterinos (100%) o, menos comúnmente,
leiomiosarcoma.
Las personas con HLRCC también tienen un riesgo del
20% de desarrollo de carcinoma papilar renal tipo 2. Las
mujeres en estas familias también deben someterse a las
pruebas de estudio ginecológico ya que los leiomiomas
uterinos suelen ser sintomáticos y dan lugar a histerectomías precoces (edad media 30 años). El gen asociado
con HLRCC se llama FH (fumarato hidratasa)11. El gen relacionado con la forma múltiple está localizado en la región 1q42.3-q43, y la presencia de leiomiomas múltiples
Silvia Verónica Palacios y colaboradores
asociado con miomas uterinos (síndrome de Reed) está
relacionado con la mutación de un ge���������������������
n supresor en el cromosoma 7q22, gen que codifica la fumarato hidratasa.
Esta enzima participa en el ciclo de Krebs convirtiendo al
fumarato en malato. Se ha documentado que esta mutación en el 55 a 83% ocasiona leiomiomas uterinos y en un
1 a 2% de los casos también se relaciona con el síndrome
carcinoma de células renales y leiomiomatosis. Estos hallazgos obligan al dermatólogo a descartar patología uterina y renal en dichos pacientes (Cuadro 1).
Desde el punto de vista histopatológico los piloleiomiomas corresponden a lesiones mal delimitadas en general y no encapsuladas que infiltran la dermis superficial,
constituidos por fascículos entrelazados con distribución
al azar. La célula neoplásica presenta en corte longitudinal, núcleo alargado con extremos romos y citoplasma
claro. Las tinciones de tricrómico de Masson y hematoxilina-fosfotúngstica ponen de manifiesto dichas fibras
neoplásicas. En general el número de mitosis es bajo. Se
pueden utilizar estudios inmunohistoquímicos donde las
células de los piloleiomiomas muestran positividad para
desmina, actina muscular especifica y actina alfa de mús-
culo liso10.
No se han descripto involuciones espontáneas y no
existe referencia clara sobre malignización, aunque sí es
de importancia aclarar que el mioma uterino asociado puede corresponder a un sarcoma, y que el pronóstico estaría
principalmente ligado a la existencia o ausencia de patología tumoral asociada, en especial renal12.
El diagnóstico diferencial incluye tumores dolorosos:
espiradenoma ecrino, angiolipoma, tumor glómico; y tumores indoloros: fibromas cutáneos, neurofibromas, queloides, quistes sebáceos múltiples, granulomas a cuerpo
extraño, angiofibromas e histiocitomas eruptivos.
El tratamiento es sintomático dirigido a tratamiento
del dolor. En caso de escasas lesiones es quirúrgico. En
aquellos pacientes que presentan múltiples lesiones se
pueden utilizar: fenoxibenzamina+nifedipina; nitroglicerina
vía oral, fenoxibenzamina, amitriptilina+etaverina y gabapentin. Ninguna medicación ha demostrado una marcada
respuesta5-8. Dentro de la terapéutica quirúrgica se destaca el láser de CO2. Se ha experimentado con crioterapia,
electrocirugía y radioterapia, pero los resultados han sido
desalentadores10.
CUADRO 1: Leiomiomatosis hereditaria y carcinoma de células renales (HLRCC)
Resumen: HLRCC es un síndrome descrito en 2001, cuya incidencia real se desconoce. Un 76% de las personas con HLRCC van a desarrollar
leiomiomas principalmente en los brazos, piernas, pecho y espalda. Las mujeres con HLRCC desarrollan leiomiomas uterinos (100%) o, menos
comúnmente, leiomiosarcoma. Las personas con HLRCC también tienen un riesgo del 20% de desarrollo de carcinoma papilar renal tipo 2.
Las mujeres en estas familias también deben someterse a las pruebas de estudio ginecológico ya que los leiomiomas uterinos suelen ser
sintomáticos y dan lugar a histerectomías precoces (edad media 30 años). El gen asociado con HLRCC se llama FH (fumarato hidratasa).
Diagnóstico clínico: No hay un consenso sobre los criterios diagnósticos para HLRCC. La sospecha clínica puede provenir entre otros de
dermatólogos, urólogos o patólogos en los siguientes supuestos:
• Múltiples leiomiomas cutáneos con al menos un leiomioma confirmado histológicamente.
• Un solo leiomioma en presencia de una historia familiar positiva de HLRCC.
• Uno o más carcinoma papilar renal tipo 2 con o sin antecedentes familiares de HLRCC.
• Características histopatológicas típicas en carcinomas papilares renales tipo 2 y/o leiomiomas uterinos: presencia de macronucleolos
eosinófilos rodeados de halo claro.
Nota: Debido a que la prevalencia de leiomiomas uterino en la población general es alta, un leiomioma uterino solitario no es suficiente para el
diagnóstico de HLRCC.
Estrategia test genético: HLRCC se hereda en forma autosómica dominante. Las pruebas genéticas para detectar generalmente por
secuenciación directa de todos los exones muestran una mutación germinal del gen FH.
La medición de la actividad de la enzima fumarato hidratasa puede ser útil en el diagnóstico de HLRCC en los casos con presentación atípica y
mutaciones indetectables.
FH. Correlaciones genotipo-fenotipo: No se han descripto correlaciones genotipo-fenotipo. Las mutaciones asociadas con HLRCC se distribuyen
a lo largo del gen FH.
Penetrancia: Sobre la base de tres grandes manifestaciones clínicas la penetrancia de HLRCC se considera muy elevada.
Prevalencia: El síndrome se ha descrito recientemente y se desconoce incidencia. Hay más de 100 familias con HLRCC descriptas.
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Trabajos originales
► Síndrome de Reed
► CONCLUSIÓN
Nos pareció de interés realizar la publicación de estos dos
casos, debido a la baja incidencia de los mismos y a la
importancia del diagnóstico a partir de una manifestación
cutánea de un tumor ginecológico asociado, en el caso
de nuestros pacientes benignos, y remarcar la existencia
de la leiomiomatosis hereditaria asociada a carcinoma de
células renales.
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