reflexiones sobre “el manejo de las tentaciones”

Transcripción

reflexiones sobre “el manejo de las tentaciones”
Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
REFLEXIONES SOBRE
“EL MANEJO DE LAS TENTACIONES”
E
l que solamente quita el mal que se ve y no
arranca la raíz, poco aprovechará; antes
tornarán a él más presto las tentaciones, y se
hallará peor.
Poco a poco, con paciencia y larga esperanza,
vencerás (con el favor divino) mejor, que no con
violencia y propia fatiga.
Toma muchas veces consejo en la tentación, y no
seas desabrido con el que está tentado; antes
procura consolarle, como tú lo quisieras para ti.
El principio de toda mala tentación es la inconstancia
del ánimo y la poca confianza en Dios.
Porque como la nave sin timón la llevan a una y otra
parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste
de su propósito es tentado de diversas maneras.
El fuego prueba el hierro, y la tentación al hombre
justo.
Muchas veces no sabemos lo que podemos; mas la
tentación descubre lo que somos.
Debemos, pues, velar principalmente al venir la
tentación; porque entonces más fácilmente es
vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la
puerta del alma y se le resiste al umbral luego que
toca.
Atajar al principio el mal procura; si llega a echar raíz,
tarde se cura, Porque primeramente se ofrece al alma
el pensamiento sencillo; después, la importuna
imaginación; luego, la delectación y el torpe
movimiento y el consentimiento. Y así se entra poco a
poco el maligno enemigo, y se apodera de todo, por
no resistirle al principio.
Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir,
tanto se hace cada día más flaco; y el enemigo contra
él más fuerte.
Algunos padecen graves tentaciones al principio de
su conversión, y otros al fin. Pero otros son
molestados casi por toda su vida. Algunos son
tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio
de la divina Providencia, que mide el estado y los
méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para
la salvación de sus escogidos.
Por eso no debemos desconfiar cuando somos
tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor
que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el
cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará,
junto con tentación, tal auxilio, para que la podamos
resistir (1 Cor., 10, 13).
Humillemos, pues, nuestras almas debajo de la mano
de Dios en toda tribulación y tentación, porque El
salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.
En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno
ha aprovechado, y en ellas consiste el mayor
merecimiento y se conoce mejor la virtud.
No es mucho ser un hombre devoto y fervoroso
cuando no siente pesadumbre; mas si en el tiempo de
la adversidad se sufre con paciencia, esperanza es
de gran provecho.
Algunos no se rinden a grandes tentaciones, y son
vencidos a menudo en las menores y comunes, para
que, humillados, nunca confíen de sí en grandes
cosas, siendo flacos en las pequeñas.muchedumbre
de los tibios para aflojar y descaecer.
Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
SABIDURÍA GNÓSTICA CRISTIANA
Moisés y la Voluntad Conciente
2ª Parte
M
oisés utiliza una Vara Mágica,
emblema del poder real, del poder
sacerdotal del Iniciado en los Grandes
Misterios de la Vida y de la Muerte.
Ante el Faraón, Moisés cambia en sangre el
agua del Nilo, los peces mueren, el río sagrado
queda infectado, los egipcios no pueden beber
de él, y las irrigaciones del Nilo derraman sangre
por los campos.
Moisés hace más; logra que aparezcan
millonadas de ranas desproporcionadas,
gigantescas, monstruosas, que salen del río e
invaden las casas. Luego, bajo su gesto,
indicador de una voluntad libre y soberana,
aquellas ranas horribles desaparecen. Más
como el Faraón no deja libre a los israelitas.
Moisés obra nuevos prodigios: cubre la tierra de
suciedad, suscita nubes de moscas asqueantes
e inmundas, que después se da el lujo de
apartar.
Desencadena la espantosa peste, y todos los
rebaños excepto los de los judíos mueren.
Cogiendo hollín del homo —dicen las Sagradas
Escrituras— lo tira al aire y, cayendo sobre los
egipcios, les causa pústulas y úlceras.
Extendiendo su famoso bastón Mágico, Moisés
hace llover un granizo del cielo que en forma
inclemente destruye y mata.
A continuación hace estallar el rayo flamígero,
retumba el trueno aterrador y llueve
espantosamente, luego con un gesto devuelve
la calma. Sin embargo el Faraón continúa
inflexible.
Moisés, con un golpe tremendo de su vara
mágica, hace surgir como por encanto nubes de
langostas, luego vienen tinieblas. Otro golpe con
la vara y todo retorna al orden original.
Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
CONFERENCIA DE LA SEMANA
Reacciones Mecánicas
Por: V.M. SAMAEL AUN WEOR
H
ay gentes que quieren transformarse sin
trabajar sobre si mismos. No negamos el
hecho de que cada cual tiene derecho a la
real felicidad del espíritu, más también es cierto,
que la felicidad sería algo más que imposible si no
trabajamos sobre si mismos.
Uno puede cambiar íntimamente, cuando de
verdad consigue modificar sus reacciones ante los
diversos hechos que le sobrevienen diariamente.
Empero no podríamos modificar nuestra forma de
reaccionar ante los hechos de la vida práctica, sino
trabajáramos seriamente sobre si mismos.
Necesitamos cambiar nuestra manera de pensar,
ser menos negligentes, volvemos más serios y
tomar la vida en forma diferente, en su sentido real y
practico.
Empero, si continuamos así tal como estamos,
comportándonos en la misma forma todos los días,
repitiendo los mismos errores, con la misma
negligencia de siempre, cualquier posibilidad de
cambio quedará de hecho eliminada.
Si uno de verdad quiere llegar a conocerse a si
mismo, debe empezar por observar su propia
conducta, ante los sucesos de cualquier día de la
vida. No queremos decir con esto que no deba uno
observarse a si mismo diariamente, sólo queremos
afirmar que se debe empezar por observar un
primer día. En todo debe haber un comienzo, y
empezar por observar nuestra conducta en
cualquier día de nuestra vida, es un buen
comienzo. Observar nuestras reacciones
mecánicas ante todos esos pequeños detalles de
alcoba, hogar, comedor, casa, calle, trabajo, etc.,
etc., etc., lo que uno dice, siente y piensa, es
ciertamente lo más indicado.
Lo importante es ver luego como o de que manera
puede uno cambiar esas reacciones; empero, si
creemos que somos buenas personas, que nunca
nos comportamos en forma inconsciente y
equivocada, nunca cambiaremos.
Ante todo necesitamos comprender que somos
personas-máquinas, simples marionetas
controladas por agentes secretos, por “Yoes”
ocultos. Dentro de nuestra persona viven muchas
personas, nunca somos idénticos; a veces se
manifiesta en nosotros una persona mezquina,
otras veces una persona irritable, en cualquier otro
instante una persona espléndida, benevolente, más
tarde una persona escandalosa o calumniadora,
después un santo, luego un embustero, etc.
Tenemos gente de toda clase dentro de cada uno de
nosotros, Yoes de toda especie. Nuestra
personalidad no es mas que una marioneta, un
muñeco parlante, algo mecánico.
Empecemos por comportamos conscientemente
durante una pequeña parte del día; necesitamos
dejar de ser simples máquinas aunque sea durante
por breves minutos diarios, esto influirá
decisivamente sobre nuestra existencia.
Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
DEVELANDO LAS ESCRITURAS SAGRADAS
El Mandala del Pensamiento Budista
2ª Parte
HINAYANA: EL CAMINO DE LA RENUNCIA
E
l hinayana, practicado en la actualidad con
más o menos variaciones autóctonas en
todo el sureste asiático (Sri Lanka, Birmania,
Tailandia), pasa por ser la escuela más antigua del
budismo.
Los tres elementos que resumen la práctica
hinayana son la conducta adecuada (shila), la
meditación (samatha) y la visión penetrante
(vipashyana), desarrolladas en el marco del
reconocimiento profundo de la futilidad y
complicación de nuestras preocupaciones y
actividades habituales.
La práctica de samatha (literalmente, “estado
equilibrado”) no implica permanecer en un estado
de abstracción exclusiva o de concentración en
una forma fija, sino agudizar la conciencia para
percibir las cosas tal como son, sin distorsiones ni
proyecciones, interfiriendo lo menos posible en el
desarrollo de los fenómenos.
Esta agudeza, precisión y falta de interferencia en
nuestra relación con las situaciones nos permitirá,
a la larga, apreciar la ausencia de un sujeto
independiente en los procesos vitales y, en
consecuencia, dejar de considerar el entorno, el
cuerpo, las emociones y los pensamientos
únicamente en relación a “mí” y a “mis intereses”.
Este tipo de comprensión se denomina anatma, el
concepto filosófico principal del hinayana y el
objetivo principal de la meditación de la visión
penetrante, y siempre va acompañado de la
percepción directa e inconfundible de la cualidad
esencialmente frustrante (dukha) y transitoria
(anicca) de la existencia.
Por eso, según esta corriente de enseñanzas, la
vía de la liberación se asienta en el rechazo radical
de la esfera de la existencia cíclica (samsara), en el
abandono de los cinco agregados (forma,
sensación, concepto, tendencias y conciencia), en
la comprensión directa de la ausencia de un Ego
independiente (anatma) y en la consecución de
una iluminación (nirvana) pasiva, comparable a la
extinción de una llama y definida como una
desconexión completa de la frustrante situación
samsárica.

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