Guy de Maupassant - Distribuidora San Martín de Matafuegos Drago
Transcripción
Guy de Maupassant - Distribuidora San Martín de Matafuegos Drago
ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín GUY DE MAUPASSANT 1850-1893) Relatos y traducciones de: María Mónaco y Relatos de: Lic. Miguel Martín (h) ESCRITOR DEL SIGLO XIX Dr ¡Si, he aquí! El genio normando, discípulo de Flaubert, nació en un castillo de Miromesnil cerca de Dieppe corazón de la campiña normanda. Ha escrito más de 300 relatos, novelas y cuentos en un lapso de 10 años, los cuales le aseguró un gran suceso entre la alta sociedad. Para muchos críticos fue más que un escritor, inventaba sus personajes e historias inimaginables, dibujaba el interior del hombre, era un visionario. Sus distracciones preferidas, la caza, el remo y sobretodo…les femmes!!! Fue “un bon vivant” le gustaba la buena vida, sus excesos de trabajo agregados a los de su vida desordenada y promiscua lo precipitó a la locura, por causa de sus alucinaciones, drogas y su enfermedad, en 1891 intentó suicidarse. Murió a la edad de 43 años. 1 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín Sus obras están llenas de humor, ironía, sarcasmo, pinta de cuerpo entero a una burguesía aristócrata llena de prejuicios muy bien disimulados. Con su talento eclipsó al mundo, sus obras deleitaban por su realismo y naturalidad, encerrando siempre una buena cuota de misterio, casi comicidad, jugando con a la imaginación del lector, es así que sus novelas fascinan aun hoy por su misterio, por su intriga y a la vez por su forma simple de saber ocultar siempre –algo- detrás del texto, -algo- que deja al lector su resolución final. Antes de morir él dijo:”Je suis entré dans la vie comme un météore, et y`en sortirai por un coup de foudre » (llegué a la vida como un meteoro y saldré de ella como un relámpago) MÁS SOBRE EL GRAN RENÉ ALBERT GUY DE MAUPASSANT Un 5 de Agosto de 1850 nace René Albert Guy de Maupassant en el castillo de Miromesnil en el distrito de Tourville-sur-Arques, según la versión oficial…… pero vemos que algunos biógrafos albergan dudas al respecto, dado que es posible que sus padres inventaran esta localización porque ambos aspiraban a la gloria de una nobleza bastante dudosa, aunque algunos de ellos, como Henri Troyat o Nadine Satiat reafirman esta localización, pese a que el certificado de su defunción sitúa su nacimiento en Sotteville, cerca de Yvetot. El gran defensor de la tesis que defiende el nacimiento de Maupassant en Fécamp, es el biógrafo Georges Normandy, en su libro “Guy de Maupassant”… ¿más misterio, para una vida ya por demás misteriosa, plagada de incertidumbres?.... ¡acompáñenos un poco más!.... Dr Su padre, Gustave Maupassant era descendiente de una familia lorenesa establecida en Normandía desde el siglo XVIII. Su esposa Laure Genevieve Le Poittevin, nació en Rouen en 1821. Ésta, hija de armadores, pertenecía a la alta burguesía normanda y era un tanto neurótica con grandes delirios de grandeza, hasta el extremo que no accedió a casarse con Gustave mientras no le fuese reconocido el "de" que precede al apellido Maupassant. 2 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín Laure y su hermano Alfred habían sido amigos de infancia de Gustave Flaubert, hecho decisivo en la posterior andadura de Guy en el terreno literario. Laure se casó con Gustave Maupassant en 1846. Ambos provenían de familias acomodadas y vivían de las rentas de la herencia de él y la dote de ella. Claro que nada es casualidad, ¿no?.... cuando investigamos a Guy, vemos que su infancia se desarrolló en un ambiente familiar presidido por la discordia entre un padre adúltero y una madre neurótica. Es posible incluso que el niño hubiese tenido la oportunidad de asistir a escenas de marcado carácter violento entre sus progenitores que lo marcarían de por vida. En 1856 nace Hervé y en 1962, ante lo insostenible de las relaciones conyugales, el matrimonio se separa "amistosamente" en 1862. Laure de Maupassant siempre luchó, en detrimento de Hervé, por conseguir que Guy fueran un hombre de éxito, lo que produjo en el hermano menor cierto complejo de inferioridad que lo convertiría en un muchacho indomable hasta su prematura muerte en un centro psiquiátrico (¡preludio de lo que le ocurriría a su vez a Guy!). Dr La 3 1859 y 1860, realizó sus estudios en el Liceo Napoleón, en el colegio eclesiástico de Yvetot, de donde fue expulsado al serle encontrada una poesía irreverente, y finalmente en el Liceo de Rouen, donde el joven Maupassant mantuvo una relación epistolar con Louis Bouilhet, gran amigo de Flaubert y a la sazón su primer maestro en las lides literarias….. estudios, vagabundeos y borracheras, lecturas y descubrimientos…... ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín En En La adolescencia del escritor estuvo conformada por estas fecundas contradicciones y por la presencia imperiosa de una madre que acababa de separarse del marido. Poco a poco, Flaubert representará en la imaginación del adolescente y más tarde, del escritor, el papel de padre. Fue precisamente este último quien, tras la muerte de Bouilhet, le corrigió las primeras poesías y los primeros cuentos enseñándole el arte de escribir. En el prólogo a su novela "Pedro y Juan", auténtico manifiesto de sus principios literarios, Maupassant describe como Flaubert lo estimula y aconseja. Lenguas maledicientes llegaron a afirmar que Flaubert era el padre biológico de Maupassant. (Ver el libro “La más y más ecuación Maupassant”)…. incertidumbres de una vida apasionante, de este genial escritor…. ¡sigamos investigando juntos!.... Dr Maupassant fue llamado a las armas y hubo de participar en la guerra franco-prusiana, aunque no llegó a estar en el frente. Tras su regreso a la vida civil, en 1872, trabajó como empleado en el ministerio de Marina. La vida de oscuro funcionario y la atmósfera kafkiana del ministerio le inspirarán una de sus obras maestras “L'Heritage”….. odiaba el trabajo rutinario del Ministerio y repartía su tiempo libre entre la creación literaria bajo la guía de Flaubert, amigo de su madre, y las excursiones a lo largo del Sena en compañía de jovencitas fáciles y remeros. En este ambiente fluvial llegó a tener un grupo de amigos con los que compartía su afición por el remo y las muchachas. Esta vida inspiraría su relato "Mosca. Recuerdos de un remero". En 1876 y merced al padrinazgo de Flaubert, Maupassant comienza a colaborar en diversos periódicos y revistas con el seudónimo de Guy de Valmont. Se hace construir una casa donde fueron representadas privadamente algunas de las obras de teatro que escribió en esta época, de 4 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín carácter marcadamente erótico y libertino. La obra que representaban, se titulaba "A la feuille de rose" y en ella los actores eran todos hombres, disfrazándose de mujer cuando algún personaje lo requería…. Famoso por sus aventuras amorosas en las que nunca puso sentimiento, tan solo instinto animal, estaba orgulloso de sus conquistas y de su potencia sexual, llegando a presumir de que podía realizar el acto sexual diez veces seguidas en un lapso corto de tiempo. Amigo de prostitutas y a la vez de damas de alta sociedad, Maupassant frecuentó ambos mundos indistintamente. Su apetito sexual lo conducía a las primeras, mientras que el afán de destacar socialmente y cierto deleite intelectual lo dirigía a las reuniones de las otras. Sus cuentos contienen la fiel descripción de ambos mundos…. Dr Su debut literario está ligado al relato “Bola de sebo” (Boule de suif, 1880), aparecido en el volumen “Las veladas de Médan” (Les soirées de Médan), especie de manifiesto del naturalismo, que reunía cuentos sobre el tema de la guerra de 1870 escritos por varios escritores que constituían el llamado grupo Médan, dirigido por Emile Zola y frecuentado por J.-K. Huysmans, Paul Alexis, León Hennique y Henry Céard. Maupassant hizo alarde en él de su talento de narrador gracias a una aguda capacidad de observación; fustigaba con violencia satírica a pequeños y grandes burgueses, desenmascarados en su bellaquería por la guerra; y presentaba con una dureza grotesca el penoso sacrificio de una prostituta inmolada al pudor de las damas y a la oración de dos monjas. 5 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín Lógicamente se había establecido que el relato de Zola tuviera prioridad sobre los demás. Maupassant fue el último en leer su relato. Apenas acabada la lectura, le aclamaron a coro y en un impulso de entusiasmo, típicamente francés, le proclamaron maestro. Curiosamente casi nadie, a simple vista, había intuido el genio de Maupassant; Zola contó a Frank Harris que en la época de Las veladas de Médan nadie esperaba nada de él. Dr El éxito es inmediato. Maupassant entra en la vida literaria como un meteoro (y saldría como un rayo, como vimos en la cita precedente, según sus propias palabras)….. El pequeño Guy… 6 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín ¿Cómo lo veían los demás a Guy?.....así lo describe su amigo Frank Harris, otro erudito y licencioso caballero, cuando lo conoció en 1881: " Maupassant no parecía un hombre genial. Apenas de estatura media, era robustísimo y guapo; la frente alta y cuadrada, el perfil griego, la mandíbula fuerte y sin dureza, los ojos gris-azulados profundamente hundidos, el bigote y el pelo casi negros. Tenía modales perfectos, pero al primer momento parecía reservado y poco propenso a hablar de sí mismo o de sus obras..." En 1881 vio la luz su primer volumen de relatos, “La casa Tellier” (La maison Tellier), seguido por “Mademoiselle Fifí” (Mademoiselle Fifi, 1882) y luego por novelas de gran éxito: “Una vida” (Une vie, 1883), delicada trama narrativa centrada en un aspecto femenino de ascendencia flaubertiana, y “Bel Ami” (1885), que explota el tema del arribismo social a través del periodismo y las mujeres para condenar políticamente el mundo de las altas finanzas especulador y colonialista. El éxito obtenido con sus primeras obras le permitió no sólo vivir de la pluma, sino también poder realizar sus sueños: el lujo, la inagotable actividad amatoria, los largos y solitarios viajes por mar en su yate Bel Ami y el ingreso en la buena sociedad de Cannes y de Paris, donde se ganó una fama de seductor inveterado. Curiosamente estaba más orgulloso de sus empresas amorosas que de sus obras literarias: "¿Quién puede prever si mis historias sobrevivirán? ¿Quién puede saberlo? Hoy te consideran un gran hombre y la próxima generación te tira al mar. La gloria es cuestión de suerte, una jugada a los dados, mientras el amor es una sensación nueva arrancada a la nada". Dr Era deportivo, practicaba el piragüismo y estaba orgulloso de su fuerza. Solía decir: "Dentro del buen animal encontramos al buen hombre". Su vigor físico era increíble y aseguraba que después de un día de piragüismo por el Sena, todavía podía remar la noche entera. Le atraían los ejercicios violentos aún cuando llevara la peor parte….. ¡vida agitada la de Guy!.... pero hay más….. Con la publicación de Mademoiselle Fiif, Maupassant se convierte en el escritor de moda, lo que hoy llamaríamos un autor de best-sellers, y sus derechos de autor le proporcionan muy buenos ingresos, y, en el giro de 7 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín unos años, una verdadera fortuna: tiene por esos años un piso en París -más un apartamento para encuentros clandestinos con mujeres-, una casa de campo en Etretat (La Guillette) y un par de residencias en la Costa Azul, amén de su yate Bel Ami. Son también años de frecuentes viajes -Italia, África, Inglaterra... un verdadero bon vivant… En 1883 nace su primer hijo, Lucien fruto de sus relaciones con Joséphine Litzelmann, una aguadora de los muchos balnearios que el escritor visitó. Guy tendría otros dos hijos con la joven, pero nunca quiso reconocerlos, aunque sentía por ellos mucho cariño y siempre se preocupó de atender a sus necesidades materiales. Hay biógrafos que curiosamente no mencionan este extremo…… Hacia el final de su vida, la adulación de la aristocracia le confirió un ligero tinte de esnobismo y dice la leyenda que en el interior de su sombrero sus iniciales iban presididas por una corona de marqués y que ni siquiera tenía derecho a la preposición con la que hizo preceder siempre su apellido. Sus cartas tenían un membrete regio…. Dr Su actividad literaria, por otra parte, no conoció desmayos. De 1887 es “Mont-Oriol”, de 1888 “Pierre et Jean”, análisis psicológico de una pareja de hermanos divididos repentinamente por una herencia y por el descubrimiento de su origen adúltero. En 1889 apareció “Fuerte como la muerte”. Mientras tanto se había ido sucediendo una ininterrumpida 8 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín producción de relatos, en la que brilla mejor la perspicacia estilística de Maupassant (aparte de las recopilaciones citadas, merecen ser recordadas: “Miss Harriet”, 1884; “Las hermanas Rondoli”, 1884; “Claro de luna”, 1884; “Tonio”, 1885; “Cuentos del día y de la noche”, 1885; “Monsierur Parent”; 1886; “El horla”, 1887; “La mano izquierda”, 1889 “Nuestro corazón”, 1890. Manuscrito del genial escritor… Dr En el final de su carrera, una buena cantidad de cuentos está inspirada por la idea fija del suicidio, la obsesión de lo invisible, la angustia…… ya había cumplido con negar a la Providencia y considerar a Dios como "ignorante de todo lo que hace". También había cumplido con describir una ruta de pesimismo, diciendo que el Universo es un desencadenamiento de fuerzas ciegas y desconocidas, y que "el hombre es una bestia escasamente superior a las demás"…….el pesimista Maupassant acentúo para sus últimos años la hostilidad hacia los demás y terminó consumido en una soledad que solamente lo nutrió de fantasías como "El miedo". Este y otros cuentos escritos en lo últimos años de su vida, los tomaron los psiquiatras como fieles testimonios de su 9 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín progresiva locura….. Cuentos de terror y angustia como “El miedo” ,demostraron no sólo a los psiquiatras que Maupassantt era todo un maestro del cuentos fantástico, haciendo recordar la grandeza de Edgar Allan Poe….. La noche del 1 de enero de 1892, intentó por tres veces abrirse la garganta con un cortaplumas de metal, tras otro intento previo de suicidio disparándose con su revólver….. sus amigos y el fiel Françoise Tassart, lo trasladaron a París; allí fue internado el 7 de enero en la clínica del doctor Blanche, donde moriría al cabo de dieciocho meses -el 6 de julio de 1893-, periodo que transcurrió en una inconsciencia casi total, aunque con periódicas crisis violentas que obligaban a los enfermeros a ponerle la camisa de fuerza, padeciendo de fuertes delirios, ora de grandeza, ora de persecución….. su muerte nos priva de su genio, con apenas 43 años….. Dr Su funeral, en el que sus padres no estuvieron presentes, se celebró bajo un calor sofocante que no impidió que un emocionado Zola diera un breve discurso en su honor. Hoy puede visitarse su sobria tumba en el cementerio de Montparnasse Sud, en París….. Château de Miromesnil 10 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín EL FINAL….. …….El entierro El servicio religioso tiene lugar el 8 de julio de 1893, exactamente al mediodía, en la iglesia Saint Pierre de Chaillot. Ni la madre ni el padre de Guy asisten a las exequias de su hijo. Se ha sido introducido el cadáver del escritor en un triple ataúd de pino, cinc y roble, pese a que él había solicitado ser inhumado directamente en tierra. La administración de Pompas fúnebres se negó a cumplir esta última voluntad, al considerarla una exigencia indecente. En su obra biográfica sobre “Maupassant”, Henri Troyat describe la ceremonia: Dr “Hace un calor sofocante en la ciudad. Junto a la carroza, que desaparece bajo los ramos de flores, van el doctor Fanton d'Andon, Zola, Ollendorff y el licenciado Jacob, portando las cintas de féretro. Entre los asistentes que van al paso, detrás de ellos, el más afligido es François Tassart. Las rodillas flojas, el rostro lívido, los ojos enrojecidos, el fiel servidor sigue el entierro de su propia vida. En el cementerio de Montparnasse Sur, el gentío se agolpa en torno a la fosa y los curiosos reconocen a la señora Pasca, la actriz, al compositor Albert Cahen, los escritores Alexandre Dumas hijo, Jean Lorrain, Henry Roujon, Cartulle Mendes, Henry Céard, Marcel Prevost, Paul Alexis, Henry Lavedan, José María de Heredia... Sin sombrero, con sus quevedos empañados, Zola toma la palabra. Se halla tan afectado que por momentos se le ahoga la voz. Describe con brillante elocuencia aquella meteórica carrera, la irresistible prontitud del éxito, la negativa a rechazar los placeres de la vida para dedicarse solamente a la escritura. “Se hizo célebre de la noche a la mañana y nadie se lo discutió siquiera- dice -. La sonriente felicidad parecía que lo hubiese tomado de la mano para transportarle tan alto como quisiera llegar... Si fue comprendido y amado desde el primer momento, era por que llevaba en él el espíritu francés, las dotes y las cualidades que han conformado lo mejor de la raza. Fue comprendido porque él era la sencillez, 11 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín Dr la claridad y la fuerza” …..el reposo final del genial escritor… 12 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín Luego el orador evoca la caída de Maupassant: “Él, ¡Santo Dios!, él, atacado de demencia... ¡Tanta felicidad, tanta salud, hundiéndose de una sola vez en esa abominación!” El único consuelo para quienes le sobreviven - concluye -, es la certeza de la gloria inalterable que le espera al difunto en las futuras generaciones: «¡Que duerma, pues, su buen sueño tan difícilmente logrado, confiando en la salud de la obra que ha dejado! Ella vivirá y le hará vivir. Nosotros, quienes le hemos conocido, guardaremos en el corazón su robusta y dolorosa imagen. Y, en los tiempos venideros, quienes no le conozcan más que por sus obras, le amarán por el eterno cántico de amor que ha cantado a la vida». Después de Zola, Céard pronuncia unas cuantas palabras, con emotiva sencillez, en nombre de los amigos que rodearon a Guy en su juventud. Ellos han envejecido, han perdido las ganas de reír. Embutidos en sus negras levitas, el sombrero de copa en la mano, agachan la cabeza. Finalmente, todos se dispersan, en pequeños grupos. Alexandre Dumas hijo suspira: «¡Qué destino! ¡Qué pérdida para la literatura! ¡Ah, fue un garañón!» Tan viril oración fúnebre le hubiera agradado al antiguo remero de «La Grenouilliére». ALGUNAS DE SUS OBRAS 1880- Boule-de-Suif 1881- La Maison Tellier 1882- Mademoiselle Fifi 1883- Une vie 1885- Conte du jour et de la nuit 1887- Le Horla 1889- Fort comme la mort....etc...etc... Dr Entre sus cuentos (cortos – nouvelles-) se destacan, El collar, El guiño, La Muerta, etc. Para que lo conozcan los que nunca leyeron nada de Maupassant y para los que aman releer sus cuentos, fue extraída y traducida al español una de sus “nouvelles” 13 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín La Muerta (Guy de Maupassant) ¡Amó, fue amada,murió! (31 de mayo de 1887) Dr ¡Yo, la había amado locamente!!!¿Por que amamos tanto? ¿Es tan raro andar por el mundo viendo solo que a un ser, tener en la mente solo una idea, en el corazón solo un deseo y en la boca solo un nombre?; un nombre que recorre sin cesar como el agua de un arroyo en las profundidades del alma, que llega a los labios y que decimos, repetimos y mormuramos sin cesar en todas partes, igual que un rezo. No contaré nuestra historia, porque el amor no tiene más que una, siempre la misma. Yo la había encontrado y amado,- eso era todo-.Y así viví durante un año con su ternura, en sus brazos, con sus caricias, con sus miradas, entre sus ropas, con sus palabras, unido, prisionero de todo lo que venía de ella, de una forma tan completa que ya no sabía si era de día o de noche, si estaba vivo o muerto, en la tierra o en otro lugar. Y de reparte, se murió. ¿Como?... No sé… yo no lo sé. Volvió a casa una noche, bajo la lluvia, empapada y al día siguiente tosía; tosió durante una semana aproximadamente y guardó cama. ¿Qué ocurrió?... Ya no lo sé. Los médicos venían, escribían, se iban. Traíamos remedios; una mujer se los hacía tomar. Sus manos estaban calientes, su frente húmeda y ardía de fiebre, su mirada brillante y triste. Yo le hablaba, ella me respondía. ¿Que nos dijimos?..Ya no lo sé... ¡Olvidé todo, todo!!! Y… se murió, recuerdo muy bien su sutil suspiro, su breve y sutil suspiro, tal débil, el último. La enfermera dijo: ¡Ay! ¡Y yo Comprendí, comprendí todo! No supe nada más, nada nada, vi un cura que pronunció esas palabras “Su amante” me pareció que la insultaba. Puesto que estaba muerta, nadie 14 Dr ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín tenía derecho a saber eso. Lo eché. Vino otro que fue más bondadoso y dulce. Lloré cuando él me habló de ella. Me han consultado muchas cosas sobre el entierro. Ya no lo sé, sin embargo, recuerdo muy bien, el ataúd, el ruido de cuando la pusieron dentro ¡Ay Dios Mío! ¡La enterraron! ¡La enterraron a Ella! En aquel agujero! Fueron unas cuantas personas, unas amigas. Escapé. Corrí. Caminé mucho tiempo por las calles. Después volví a casa. Al día siguiente me marché de viaje. Ayer regresé a París. Cuando volví a ver mi habitación, nuestra habitación, nuestra cama, nuestros muebles, esta casa donde había quedado todo lo que queda de una vida, de un ser después de la muerte, me asaltó una violenta pena que estuve a punto de abril la ventana y tirarme al vacío. No pudiendo soportar seguir estando en medio de aquellas cosas , de aquellas paredes que la habían cobijado, abrigado y que aun guardarían en sus imperceptibles fisuras mil átomos de ella, de su carne y de su aliento, agarré el sombrero con la intención de escapar; de repente en el momento de llegar a la puerta, pasé delante de aquel gran espejo que ella había mandado instalar allí, para mirarse de pies a cabeza, todos los días al salir, para ver si estaba bien vestida, bonita, de cuerpo entero. Me detuve frente a ese espejo que tantas veces la había reflejado, tantas veces, tantas veces que debería conservar también su imagen. Allí estaba yo de pie, temblando, los ojos clavados en el cristal, en ese cristal liso, profundo y vació pero que la había contenido toda entera, la había poseído tanto como yo, tanto como mi mirada apasionada. Me pareció que amaba a aquel espejo- lo toqué- ¡estaba frío! ¡Ahí los recuerdos, los recuerdos! Espejo doloroso, ardiente, espejo vivo, horrible, que me hace sufrir tanta tortura! ¡Dichosos los hombres que tiene el corazón como un espejo en cuyos reflejos se deslizan y se borran sus imágenes, olvidan cuanto ha contenido, cuanto ha pasado ante él y han amado! ¡Que dolor!... 15 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín ¡Devuélveme su imagen! Dr Salí casi sin pensarlo, sin saber hacia donde ir y… sin quererlo llegué al cementerio. Encontré su tumba, sencilla, apenas con una cruz de mármol y una placa con estas pocas palabras:<<Amó, fue amada, y murió>> Estaba allí, allí abajo, pudriéndose. ¡Que horror! Sollocé con la frente pegada al piso. Me quedé allí mucho tiempo, mucho tiempo. Luego me di cuenta de que estaba anocheciendo. Entonces un deseo curioso, loco, un deseo de amante desesperado se apoderó de mí. Quise pasar la noche cerca de ella, nuestra ultima noche, llorando sobre su tumba. Pero me verían, me echarían… ¿Que hacer? Fui astuto, me levanté y empecé a errar por aquella ciudad de los desaparecidos. Andaba y andaba. ¡Qué pequeña era esa ciudad al lado de la otra, la de los vivos! y sin embargo esos muertos eran mucho más numerosos. Se necesitan altas casas, calles, muchos sitios, para esas cuatro generaciones que contemplan la luz al mismo tiempo, beben el agua de las fuentes, el vino de los viñedos y comen el pan de los fértiles campos. En cambio, para todas las generaciones de muertos, para todas la escala de la humanidad que desciende hasta nosotros,¡ casi nada, solo un campo, casi nada! La tierra nos recoge, el olvido nos borra y… ¡Adiós! En el extremo del cementerio “habitado”, vi de repente un cementerio abandonado, ese donde los antiguos difuntos terminan de mezclarse con la tierra, donde las propias cruces de pudren, donde pondrán mañana a los 16 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín recién llegados. Estaba lleno de rosas silvestres, de cipreses vigorosos y negros, un jardín triste y sombrío, alimentado de restos humanos. Estaba solo, muy solo. Me agazapé bajo un arbusto. Me oculté dentro de él, entre aquellas ramas tupidas y sombrías. Esperé, aferrado al tronco como un náufrago a una tabla. Dr Cuando oscureció, abandoné mi refugio y eché a andar despacio, con pasos lentos y sordos, sobre aquella tierra llena de muertos. Vagué mucho tiempo, mucho, mucho tiempo, no la encontraba, caminaba con los brazos extendidos, los ojos abiertos, tropezando con las tumbas, golpeándome los pies, las rodillas, el pecho, con mi propia cabeza y no la encontraba. Tocaba palpando las piedras, las cruces, las verjas de hierro, coronas de cristal, como un ciego que busca el camino, encontraba ¡coronas de flores ajadas! Leía los nombres con mis dedos, paseándolos sobre las letras. ¡Que noche, que noche! y no la encontraba…. ¡No había luna! Que noche…tenía miedo un miedo espantoso por esos estrechos senderos, entre dos hileras de tumbas. ¡Tumbas por todos lados! siempre tumbas, a la derecha a la izquierda, por delante, a mí alrededor, en todas partes ¡Tumbas! Me senté en una de ellas porque ya no podía caminar, mis rodillas se doblaban. ¡Oí latir mi corazón! Y…oí también otra cosa ¿Qué? Un ruido confuso incomprensible ¿aquel ruido estaba en mi cabeza confundida, en esa noche impenetrable, o bajo la tierra misteriosa, bajo esa tierra sembrada de cadáveres humanos? Miré a mí alrededor… ¿Cuánto tiempo me quedé allí? No lo sé, estaba paralizado de terror, estaba ebrio de espanto, a punto de gritar, a punto de morir…y de repente me pareció que la losa de mármol en la que estaba sentado se movía. Sí, se movía, como si alguien la alzara. De un salto me lancé sobre la tumba continua y vi., sí, vi que la piedra que acababa de abandonar se levantaba y apareció el muerto, un esqueleto pelado que con su espalda encorvada la empujaba. Yo veía, veía muy bien, aunque la noche fuera profunda, en la cruz pude leer:<Aquí reposa Jacques Olovant, falleció a la edad de cincuenta y un años. Amaba a los suyos, fue honrado y bondadoso y murió en la paz del Señor> Ahora también el muerto leía las palabras escritas sobre su tumba. Después, agarró una piedra del camino, una muy filosa y empezó a frotarla sobre la placa, borró cada palabra lentamente, miro con sus ojos vacíos el lugar donde hacía un momento estaban grabadas, y con la punta del “hueso” que había sido su dedo índice, escribió con letras luminosas, como esas líneas que se dibujan en las paredes con la cabeza de un fósforo:< Aquí reposa Jacques Olivant, fallecido a la edad de cincuenta y 17 ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín un años. Apresuró con sus duras palabras la muerte de su padre a quien deseaba heredar, torturó a su esposa, atormentó a sus hijos, engañó a sus amigos, robó cuanto pudo y murió miserablemente.> Cuando terminó de escribir, él, inmóvil contempló su obra. Y me di cuenta al darme vuelta, de que todas las tumbas estaban abiertas, todos los cadáveres habían salido de ellas, todos habían borrado las mentiras escritas por parientes en las lápidas funerarias, para reafirmar la verdad. Yo veía que todos habían sido verdugos de sus allegados, odiosos, deshonestos, hipócritas, mentirosos, calumniadores, envidiosos, que habían robado, engañado, realizado todo tipo de actos vergonzosos, aquellos buenos padres, esposas fieles, hijos amorosos, aquellas jóvenes vírgenes, aquellos comerciantes honestos, hombres y mujeres “presuntamente irreprochables”. Escribían todos al mismo tiempo, en el umbral de su última morada, la cruel, terrible y santa verdad que todo el mundo ignora o finge ignorar sobre la tierra. Pensé que ella también habría corregido mis palabras sobre su tumba…Y ya sin miedo, corriendo entre los ataúdes entreabiertos, entre cadáveres, entre esqueletos, fui hacia ella, seguro de que la encontraría en seguida. La reconocí desde lejos, sin ver su rostro envuelto en el sudario. Y sobre la cruz de mármol, donde hacía un rato había leído: >Amó, fue amada y murió< Distinguí: >Habiendo salido un día para engañar a su amante, tomó frío bajo la lluvia, se enfermó y murió<… Parece ser que me recogieron, sin sentido, al amanecer, junto a una tumba… ¿Qué nos deja esta historia? ¿Nos abre el alma y así, acercarnos más a la sinceridad entre los hombres, nos invita a sacarnos el antifaz y mostrarnos tal como somos en realidad? Tal vez… Dr Primero nos hace sentir el amor inmenso del protagonista, luego su miedo absoluto a la soledad ante el abandono inesperado y luego en un final in imaginado, nos mete en la narración haciéndonos pensar en nosotros mismos, en nuestros semejantes, en nuestro comportamiento habitual. Pero… 18 Dr ag oD htt sm p:/ /w Dis ww tri .dr buid ag o od ra S sm a .co n M m. art ar ín Es solo una novela más del gran Guy de Maupassant, pero ¡Que novela!...él únicamente podía traspasar las fronteras del bien y del mal y salir ileso, dejándole al lector un inesperado final a resolver…. 19