ACOMPAÑAMIENTO Notas y textos NOTAS DE INTRODUCCION

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ACOMPAÑAMIENTO Notas y textos NOTAS DE INTRODUCCION
Acompañamiento - Qué es
ACOMPAÑAMIENTO
Notas y textos
NOTAS DE INTRODUCCION
La dirección espiritual, denominada hoy más bien como acompañamiento espiritual, ha sido
considerada desde diversos ángulos y conforme a ello se han dado diversas definiciones o descripciones
de este instrumento pastoral; en unas formulaciones se pone más el acento en lo teológico dogmático, en
otras se acentúa la experiencia espiritual de la persona acompañada, en otras la función pedagógica de
quien acompaña (Textos 1-8; 14-15).
Muchas descripciones del acompañamiento incorporan y resaltan la gran importancia del
discernimiento en la comprensión del acompañamiento espiritual, de una forma directa o indirecta, y por
eso la incluyen en su definición o descripción (Textos 9-13; 20, ). Ofrecemos algunos párrafos
específicos sobre el discernimiento espiritual, que pueden ayudar a incorporarlo a la adecuada
comprensión o definición de dirección espiritual, como elemento principal (Textos 31-36).
Otras definiciones y descripciones incorporan algunas perspectivas y recursos de la psicología
de diversas escuelas, como el psicoanálisis freudiano, las intuiciones de C. G. Jung y el counseling de
Carl Rogers. Este impacto es evidente a partir de mediados del siglo veinte, e incide en diversos temas de
la dirección espiritual, como son, por ejemplo, el papel del subconsciente, la relación entre los dos
interlocutores del diálogo, las técnicas de la entrevista, etc. El diálogo con estas perspectivas está
implícito frecuentemente en propuestas sobre el diálogo pastoral en general, sea la dirección espiritual, la
entrevista de consejo, el diálogo tutorial, etc. (Textos 16-22). Cuando estas aportaciones de la psicología
se dirigen explícitamente a mejorar el instrumento de la dirección espiritual o del diálogo de formación
vocacional hay esfuerzos muy explícitos encaminados a que los supuestos antropológicos de las diversas
psicologías no oscurezcan el sentido y finalidades del diálogo espiritual; tal es el intento de formular una
antropología de la vocación cristiana, que incluye propuestas específicas de formación y de
acompañamiento espiritual especializado en forma de ‘coloquios de crecimiento vocacional’ (Textos 2527).
La formación religiosa y sacerdotal propuesta por la Iglesia introduce la sistematización de los
elementos propios de la dirección espiritual en las correspondientes etapas de formación que precisan su
alcance para esta situación, pero no agotan ni reducen su significado (Textos 21-23). Otros temas que
ocupan a la formación vocacional, como el discernimiento o valoración vocacional, exceden el ámbito
que se pretende en estas notas, aunque sin duda que está muy fuertemente relacionado con las
pretensiones de la dirección espiritual.
Para distinguir las semejanzas y las diferencias de la dirección espiritual con las distintas
orientaciones de la psicoterapia puede ser útil escuchar lo que dicen los psicoterapeutas acerca de su
trabajo. (Textos 28-30).
*
En los siguientes textos, que podrán enriquecerse de muchas maneras, encontramos las piezas
principales que necesitamos para componer nuestra comprensión de la dirección o acompañamiento
espiritual; es a saber, una ayuda personal y personalizada de una persona a otra, que utiliza
conversaciones frecuentes sobre todos los temas de la vida, y usa múltiples recursos en la entrevista, para
facilitar su diálogo íntimo con Dios, su fidelidad al itinerario que El le propone recorrer y su respuesta
cotidiana a la voluntad divina, conocida mediante el discernimiento espiritual y siempre partiendo del
conocimiento y aceptación de sí mismo en cuanto realidad antropológica compleja.
Acompañamiento - Qué es
TEXTOS
Texto 1.
"Es la ciencia y el arte de conducir a las almas a su propia perfección según su vocación
personal"1
Texto 2.
Es "la ayuda que un hombre da a otro para llegar a vivir él mismo su fe".2
Texto 3.
“La ayuda de dirección humana [espiritual] abarca dos campos: llevar al fiel a un
conocimiento y dominio de sí mismo, que podríamos llamar educación espiritual, y llevarle a un
sentido de dependencia y docilidad al Espíritu de Dios, que llamaríamos formación a la
docilidad... Su misión no tiene nada que ver con la colaboración en el régimen objetivo de la
Iglesia que es el gobierno; no toca absolutamente a la dirección espiritual determinar los
comportamientos concretos que debe asumir en su vida el fiel confiado a su dirección”3. “La
dirección espiritual abarca desde el consejo amigable y ayuda transitoria... hasta la dedicación
habitual y plena prestada a quien la busca como orientación vital... Podríamos definir la obra de
ayuda direccional como toda forma de cultivo interno y sapiencial de la disposición de entrega
ilimitada al servicio cultual de Dios”4. “El ministerio de dirección es aquel por el que la Iglesia
confía a uno de sus fieles, dotado de carisma para ello, la misión de educación, que ella ha
recibido de Cristo en su función personal-sapiencial para que la ejercite sobre los fieles en su
nombre... Este ministerio abarca todo el conjunto de la educación espiritual en todos sus
aspectos”5.
Texto 4.
“El acompañante espiritual 'es el formador que desde la confesión y experiencia de su
fe, se pone al servicio del hermano, en presencia de Cristo y a la escucha del Espíritu, para
colaborar a discernir con él lo que es mejor para el crecimiento del mismo hasta la adultez en
Cristo por la respuesta adecuada a las exigencias de la vocación a la santidad en conformidad con
los dones que haya recibido el acompañado' ”.... “Lo propio de la tarea del acompañante
espiritual está en la vivencia de la fe, su ministerio es de mediación y se orienta a que el
acompañado discierna y asuma el proyecto de vida propio”.6
Texto 5.
“En términos generales, el acompañamiento es una ayuda pastoral personal encaminada
al proceso del crecimiento cristiano [...]. Acompañar en la vida cotidiana es ayudar a descubrir la
manifestación de Dios, buscar a Dios en la realidad, en los acontecimientos y en las personas. Es,
en definitiva, una mediación que posibilita la toma de conciencia y la personalización del
encuentro de libertad, de gracia y de amor entre el ser humano y Dios [...]. Acompañar supone no
estar al margen de lo que acontece normalmente. No se acompaña sólo en los momentos
problemáticos, sino también en la naturalidad y cotidianidad de la vida [...]. El acompañante [...]
debe descubrir y sentir profundamente que acompaña en la fe de la Iglesia y también en lo
formativo y en lo lúdico, en lo personal y en lo comunitario, en lo público y en lo privado, en la
acción y en reflexión, en la evaluación y en la celebración, en lo social y en lo eclesial, en lo
bullicioso de la vida y en los momentos de soledad y desierto”.7
1. Congreso de Dirección espiritual y psicología, 1950: voz “Direction Spirituelle”, Dictionnaire de Spiritualité,
Beauchesne, París, col. 1174.
2. J. LAPLACE, La dirección de conciencia, Hechos y Dichos, Zaragoza 1967, 18.
3. L. M. MENDIZABAL, Dirección espiritual. Teoría y práctica, BAC-396, Madrid 1982, 28.
4. L. M. MENDIZABAL, Dirección espiritual..., 34.
5. L. M. MENDIZABAL, Dirección espiritual..., 50 s.
6. J. SASTRE, El acompañamiento espiritual, San Pablo, Madrid 1993, 60; su cita entrecomillada no indica la
fuente.
7
S. A. GARCIA SAN EMETERIO, El acompañamiento. Un ministerio de ayuda, Paulinas, Madrid 2001, 3233.
Acompañamiento - Qué es
Texto 6.
“El discernimiento es un ‘instrumento precioso al servicio del acompañamiento
espiritual’, y éste un medio primordial para progresar en la dinámica de perfección’...”.- “Una
definición sobre ‘acompañamiento espiritual’ puede centrarnos: la ayuda espiritual permanente
en la Iglesia que una persona libremente elegida presta a otra, que se le confía enteramente para
ser ‘acompañada’ a la luz del Espíritu, en el desarrollo de su vocación cristiana”.8
Texto 7.
“La dirección espiritual es la ayuda que un hombre, a través de una comunicación de fe,
da a otro para que llegue a la plena verdad, es decir en este concreto orden de la Providencia, y
bajo la guía, ayuda y sostén del director, pueda libremente emprender el camino y el itinerario de
la vida espiritual hacia la santidad, aprendiendo a discernir la voluntad de Dios en lo concreto
cotidiano a través del ejercicio mismo de un discernimiento”.9
Texto 8.
"Hablamos de dirección espiritual cuando el creyente, a la búsqueda de la plenitud de la
vida cristiana, recibe una ayuda espiritual que lo ilumina, lo sostiene y lo guía en el
discernimiento de la voluntad de Dios para alcanzar la santidad".10
Texto 9.
“La dirección espiritual es una ayuda para vivir la experiencia de fe, utilizando el
discernimiento respecto al modo de dar una respuesta a Dios que llama a través de su palabra”.11
Texto 10. “La experiencia religiosa es a la dirección espiritual como los alimentos al arte de
cocinar. Sin alimentos, no se puede cocinar. Sin experiencia de Dios no puede haber dirección
espiritual. Definimos, por tanto, la dirección espiritual como una ayuda que un cristiano entrega
[presta] a otro por la cual le capacita para atender a la comunicación personal de Dios, para
responderle, para crecer en intimidad con El, y para vivir las consecuencias de tal relación. El
foco de este tipo de dirección espiritual está en la experiencia –no en las ideas—y
específicamente en la experiencia de tipo religioso, es decir, cualquier experiencia del Otro
misterioso a quien llamamos Dios. Además, considera esta experiencia no como un
acontecimiento aislado, sino como la expresión en proceso de la relación que dios ha establecido
con cada uno de nosotros12.
Texto 11. Al hablar de “dirección espiritual... nos referimos a una [guía] más personal e íntima, a
una relación estable entre dos personas, una de las cuales recibe de la otra una ayuda que la
ilumina, sostiene o acompaña en el discernimiento y realización de la voluntad de Dios, para
progresar en la santidad".13
Texto 12. “Dirección espiritual... es el discernimiento de la voluntad de Dios respecto a los
hombres”. Padre espiritual “es el hombre de consejo que sabe discernir junto con sus dirigidos la
voluntad de Dios”... la “persona que sepa asociar a la competencia en los problemas espirituales
la capacidad de comunicarse con otras personas, de intuir y leer las situaciones interiores, a veces
oscuras para los mismos sujetos que se le confían”.14
Texto 13. “Fin de la dirección espiritual es el de ayudar a conocer la voluntad de Dios en lo
concreto de la propia vida y existencia, a discernir lo que es más grato a Dios, y a poner en
8. A. CRESPO, “Discernimiento y acompañamiento espiritual...”, en La formación espiritual de los sacerdotes
según Pastores Dabo Vobis, Madrid (Edice), 1995, pp. 139, 141; no cita sus entrecomillados.
9. M. COSTA, Direzzione spirituale e discernimento... p. 54
10. Ch. A. BERNARD, L'aiuto spirituale personale, Rogate, Roma 1985, 23.
11. J. P. Schaller, citado en M. COSTA, Direzzione spirituale e discernimento... 49 (nota).
12. W. A. BARRY - W. J. CONNOLLY, The Practice of Spiritual Direction, The Seabury Press, Minneapolis,
Minnesota 1982, 8.
13. J. F. VALDERRABANO, voz "Dirección espiritual" en Diccionario Teológico de la Vida Consagrada,
Publicaciones Claretianas, Madrid 1989, 503.
14. A. MERCATALI, "Padre espiritual", Nuevo Diccionario de Espiritualidad, Paulinas, Madrid 1985, 1060 y 1050.
Acompañamiento - Qué es
práctica cada día, de manera activa y responsable y en plena libertad, las capacidades que Dios le
ha dado concretamente para realizar su plan”.15
Texto 14. Una acompañante espiritual se ve a sí misma como una buscadora de oro absorta
delante del cedazo de la persona acompañada: “Miramos juntas y remecemos un mismo cedazo
buscando el oro. Llega la persona para el acompañamiento y juntas introducimos el cedazo en las
corrientes de su vida. Sacamos fuera de las aguas todo tipo de cosas: piedras de todos los
tamaños, todo tipo de conflictos y problemas -¡nunca soy capaz de adivinar qué saldrá a
continuación!. Luego, de repente, una pepita de oro puro aparece sobre el fondo del cedazo
mientras o aclaramos y vamos desechando las piedras”.16
Texto 15. “En el acompañamiento se trata ante todo de hacer una lectura de las huellas de dios en
lo cotidiano donde, desde Dios, todo encuentra su sitio y adquiere sentido; y un Dios que camina
con nosotros por senderos que muchas veces no son los nuestros. Se trata de familiarizarse con la
pedagogía de un Dios que actúa en y a través de todo y de una manera muy personal e
intransferible con cada uno [...]. El acompañamiento pide un querer implicarse conscientemente
en un proyecto continuado de desarrollo personal espiritual. No consiste en unas prácticas
piadosas, unos rezos, o en cumplir con unos deberes sacramentales, sino en una manera coherente
de vivir, desde Dios, un compromiso de ser evangelio, pactado de por vida. El acompañamiento
ofrece la posibilidad de confrontar con frecuencia un proyecto integrador que abarca toda la
persona: cuerpo y espíritu, emociones y pensamientos, actividad y pasividad, las dimensiones
tanto sociales como personales de la vida”.17
Texto 16. El papel del acompañante consiste en "ayudar a una persona a desarrollar y a hacer
efectivas sus posibilidades y capacidades, neutralizar sus defectos y suplir sus carencias, en orden
a descubrir el tipo de actividad que mejor puede desarrollar, las relaciones que están más acordes
con sus posibilidades. En definitiva, que vaya haciendo su vida en base a un proyecto
conscientemente asumido o presentido inconscientemente".18
Texto 17. “El diálogo pastoral es el que se entabla entre un agente de pastoral... y otra persona...
libremente aceptado por ambas partes. Los medios empleados en él –la técnica– son interesantes,
pero secundarios. El contenido del diálogo puede ser cualquiera siempre que se tenga –o al
menos se desee y tienda a ello– una preocupación por su verdad y la congruencia (coherencia
personal) de los interlocutores". [Lo importante] “está en el hecho de que este intercambio se
produzca al interior de una relación humana que se ha creado y que se vive a un alto nivel de
profundidad y calidad “.19
Texto 18. Coloquio con finalidad espiritual es "una relación en la cual un hombre ayuda a otro a
profundizar en el conocimiento de sí mismo, a adquirir la capacidad de planificar con sentido de
responsabilidad la propia vida, de modo que esta corresponda cuanto sea posible al valor y
significado de su existencia en la sociedad"20.
Texto 19.
La orientación personal "es la ayuda que se da a una persona para que ésta encuentre el
15. G. MOIOLI, en palabras de M. Costa, Direzzione spirituale e discernimento, Edizioni ADP, Roma 1998, 4ª
ed., 48 s.
16
J. RUFFINS, Spiritual Direction: Beyond the Beginninngs, Paulist Press, New York 200, 57; citado por C.
COUPEAU, o. c., 114s.
17
M. SCOTT, “Acompañar a sacerdotes hoy”, Manresa 76 (2004), 186.
18. J. F. VALDERRABANO, El acompañamiento espiritual en la formación para la vida religiosa, IVR, Madrid
1983, 41.
19. M. ORTA, Diálogo pastoral con adolescentes, PPC, Madrid 1988, 62 y 64.
20. B. GIORDANI, Encuentro de ayuda espiritual, Madrid (Atenas), 1985, p. 69, donde también recoge las de P.
Johnson y de Ch.A. Bernard.- O bien: "relación en que dos personas se comprometen a hacer juntos un camino hacia
Dios" (p. 137), "dándose la mano (p.133).
Acompañamiento - Qué es
equilibrio de su conciencia, el ajuste de sus percepciones, la armonía entre los diversos aspectos
de su personalidad e incluso el ajuste de ideas y motivaciones relacionadas con su experiencia
humana y cristiana"21.
Texto 20. “Acompañamiento vocacional es toda ayuda ofrecida a quien siente una vocación para
que la desarrolle: cauces de estudio y formación personal; la estancia por un tiempo conveniente
en un seminario menor o en una comunidad religiosa; alguna vinculación a la misión, mediante
campos de trabajo, períodos más largos de inserción o evangelización directa, o mediante
experiencias misioneras en períodos prolongados. También los planes de formación proponen un
itinerario formativo con articulación de las experiencias, contenidos que hay que asimilar y
pedagogías para ello. Pero sólo un recorrido personalmente seguido y evaluado por esos planes o
experiencias puede facilitar la apropiación adecuada de una vocación incipiente. Por eso la
formación vocacional reconoce una eficacia particular al acompañamiento espiritual personal
(OFIR 30, 44, 52; VC 66; OT 8; PDV 40; FPM 85). El cual consiste en una serie de encuentros
entre dos personas, en conversaciones frecuentes y cuidadas, en las que una de ellas ayuda a la
otra, mediante el discernimiento, a encontrar la voluntad de Dios sobre ella tanto de un modo
global para su existencia (su vocación) como en un modo más concreto aplicado a su vida”.22
Texto 21. La "responsabilidad esencial" del "director o consejero espiritual" en la formación
religiosa "consiste en el discernimiento de la acción de Dios, la conducción del religioso en las
vías divinas y la alimentación de la vida con una doctrina sólida y con la práctica de la oración".23
Texto 22. "Todo director espiritual considerará fundamentalmente en su función la orientación de
la experiencia personal [del seminarista] en todo el acompañamiento espiritual especialmente en
lo que respecta al progreso en la vida de oración y en el discernimiento, desde la conciencia, del
seguimiento vocacional a Cristo en el sacerdocio ministerial".24
Texto 23. “El acompañamiento y orientación espiritual individualizada es otro de los servicios
imprescindibles... Por parte del seminarista es necesaria la transparencia de espíritu ante el
Director Espiritual como un signo de la claridad en sus relaciones con el Señor y también de la
actitud de sinceridad y amor a la Iglesia. El Director Espiritual ayudará al seminarista a formar su
conciencia, a discernir su vocación y a ir asentando su llamada al ministerio presbiteral y
modelando su respuesta. Es necesario que se revisen las relaciones familiares y de amistad,
ayudando a adoptar una actitud realista y constructiva. Se revisará también el crecimiento gradual
en la opción por el celibato. [Se tendrán en cuenta en el discernimiento espiritual otros aspectos]:
la calidad y grado de concreción de los ideales, el grado de coherencia entre ellos y la vida real
propia, la implicación de la fe en la manera de vivirlos; el carácter [del seminarista], tanto en su
vertiente intelectual como afectiva; el trabajo, las actividades pastorales y las diversiones”.25
Texto 24. Una relación adulta entre dos cristianos maduros, uno de los cuales tiene cierta
competencia respecto a la vida espiritual que pone al servicio del crecimiento en la vida de fe de
un hermano/a.26
21. J. M. MARTINEZ BELTRAN, “Los presupuestos pedagógicos de la orientación personal”, Todos Uno, 1987,
p.37, hablando de la orientación personal.
22. L. M. GARCIA DOMINGUEZ, “El acompañamiento inicial de las vocaciones”, Sínite 119 (1998) 503.
23. Congregación para los Inst. de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, Orientaciones sobre la
formación en los Institutos religiosos, 1990, n. 63.
24. Conferencia Episcopal Española, "La formación para el ministerio presbiteral": Plan de formación sacerdotal
para los seminarios mayores, Edice, Madrid 1986. n. 239.
25. Conferencia Episcopal Española, “La formación para el ministerio presbiteral”. Plan de formación
sacerdotal para los Seminarios Mayores, 1996, n. 85.
26. Definición de S.Scheiders, en D. LONDSDALE, “Bookshelf”... 94.
Acompañamiento - Qué es
Texto 25. Los tres dinamismos pedagógicos son educar, formar, acompañar. Educar es e-vocar la
verdad de la persona, lo que es a nivel consciente e inconsciente; por lo tanto se trata de una
intervención sobre el yo-actual. Pero no basta educar, sino que se debe también formar: proponer
un modelo preciso, un nuevo modo de ser que constituye la nueva identidad del consagrado, su
yo-ideal. Finalmente, el estilo pedagógico general queda representado en el acompañar; el
formador es un hermano mayor en experiencia y en el discipulado, que comparte con el hermano
menor una parte del camino para que pueda conocerse mejor a sí mismo y a Dios, y decida
responderle en libertad y responsabilidad; la parte del yo que atiende específicamente es el yorelacional.27
Texto 26. “La dirección espiritual es una ayuda temporal e instrumental que una persona ofrece a
otra para que esta última pueda notar la acción de Dios en ella y responder a esta acción para
realizar progresivamente la unión con Dios en la imitación de Cristo”.28
Texto 27. En los coloquios de crecimiento vocacional “la persona aprende a conocerse a sí misma,
incluso en las zonas subconscientes, y se le ayuda a tomar la iniciativa para revisar en
profundidad sus motivaciones. Es el acompañado el que (en una atmósfera de comprensión,
confianza mutua, de estímulo fraternal y ayuda por parte del acompañante) construye lentamente
su identidad vocacional centrada en la persona de Cristo, viviendo según la verdad y la caridad, y
tratando de crecer en todo en la dirección de la cabeza que es Cristo (Efesios 4,15)”.29
Texto 28. Psicoterapia es “una alianza entre dos personas que determina una mejor adaptación de
una de ellas (paciente) a la realidad, mediante el aprendizaje de nuevos esquemas de
funcionamiento (patterns) y gracias a la acción de otra (terapeuta), que recurre a instrumentos
psíquicos con objeto de lograr una reestructuración parcial o total de la personalidad”30.
Texto 29. “Psicoterapia es un proceso interpersonal en el que una persona comunica a otra lo que
entiende de ella, y la quiere ayudar”... “El fin de la psicoterapia es aliviar el disgusto (distress)
emotivo del paciente y ayudarle a modificar aquellas características de su personalidad que le
impiden realizar su potencial humano o disfrutar de sus relaciones interpersonales”31.
Texto 30. Psicoterapia: “Tratamiento de las enfermedades psíquicas o de los trastornos
fisiológicos de origen psíquico mediante métodos psicológicos”. Hay numerosos métodos
psicoterapéuticos. “Psicoterapia [psicoterapia breve de orientación profunda]: procedimientos
psicoterapéuticos... en los que... se renuncia a hacer conscientes la totalidad de los conflictos
infantiles inconscientes que configuran una neurosis y a reelaborarlos terapéuticamente, y se
analiza sólo un conflicto actual básico (foco) del paciente... El análisis de la transferencia y los
sueños, en contraposición al método psicoanalítico, se relega a un segundo plano”.32
Texto 31. “¿Qué otra cosa es el discernimiento espiritual, sino un perpetuo abrirse a Dios para
reconocer -con el fin de cumplirla- a través de los diversos movimientos que la agitan y de las
peripecias de la vida, la voluntad del Señor?”33
27. A. CENCINI, I sentimenti di figlio. Il cammino formativo nella vita consacrata, EDB, Bologna 1998, 42-51.
28. A. MANENTI, “Avvicinare la persona a Cristo”, Vita Consacrata 31 (1995) 150.
29. L.M. RRULLA, Antropología de la vocación cristiana, I. Bases interdisciplinares, S. E. Atenas, Madrid
1990, 360.
30. M. MALUGANI, Las psicoterapias breves, Herder, Barcelona 1990, 23.
31. I. B. WEINER, Principles of Psychotherapy, J.Wiley & Sons, New York 1975, 3 y 8.
32. F. DORSCH, Diccionario de Psicología, Herder, Barcelona 1985, 5ª edición, 665 s.
33. J. CLEMENCE, El discernimiento de espíritus en los Ejercicios de san Ignacio de Loyola, Secretariado
Nacional de Ejercicios, Madrid 1978, 10; citado por D. AGACINO, Discernimiento espiritual, Roma (CIS) 1990, p.
15.
Acompañamiento - Qué es
Texto 32. “Discernimiento espiritual es el modo de poder elegir entre las diversas opciones
concretas, y descubrir la voluntad de Dios”... “Es dejarse dominar por el Espíritu de Jesús, en
libertad, para estar en condiciones de hacer las elecciones que de continuo deben hacerse”... “Es
la escucha de la palabra de Dios no escrita que resuena en la Iglesia y en el mundo (en cada
hombre, en cada mujer) y que se manifiesta por una secreta iluminación de la conciencia”.34
Texto 33. “En la tradición cristiana, el discernimiento espiritual consiste en la elección que se
hace a la luz de Cristo frente al oscuro camino del diablo, y la puesta en práctica, en la vida, de
las consecuencias de esa elección, mediante la búsqueda de decisiones y acciones concretas
requeridas por la voluntad de seguir a Cristo aquí y ahora”.35
Texto 34. “Para quien quiere vivir la obediencia según la fe... el discernimiento espiritual se
presenta como indispensable: es vigilancia y atención para descifrar los 'signos' de Dios
expresados a los diversos niveles de la realidad... El discernimiento se convierte en la clave de
interpretación que hace posible, en la fe, una obediencia realista, vigilante, responsable. Una
obediencia verdaderamente espiritual... para buscar y hallar en todo la voluntad de Dios”.36
Texto 35. “La complejidad de las situaciones en que [el creyente] es llamado a vivir y obrar... le
imponen una atenta consideración de los impulsos y de las motivaciones que le inducen a
determinadas opciones... ¿Cómo reconocer los signos de Dios en una determinada situación y,
sobre todo, frente a ciertas opciones? [Para la autenticidad de la vida cristiana] es necesaria una
continua confrontación entre los impulsos y la guía de Dios (que se revela en Cristo y en la
Iglesia) y los tirones de los instintos humanos o de las potencias del mal, que son contrarias al
Espíritu de Dios. No es fácil distinguir... [el hombre] 'por error, puede considerar como una
manifestación de lo absoluto o de Cristo algo que, de hecho, no es más que fruto de una
elaboración subjetiva'... Estando el Espíritu de Dios presente en nuestro espíritu humano, el
espíritu malo intenta imitar al Espíritu de Dios para engañar al hombre y apartarlo así del plan de
salvación”37.
Texto 36. “En un nivel estrictamente personal... el hombre es llamado en última instancia, a
asumir (delante de Dios, de su conciencia, de la historia) su camino de vida como una respuesta a
los signos de Dios percibidos en lo concreto de su existencia... En el nivel comunitario, el
hombre... es invitado a interpretar, dentro de su vivencia de fraternidad, los llamados de Dios
dirigidos a toda la comunidad como tal o a él personalmente, a través de la mediación de la
comunidad... Si ampliamos más aún los horizontes del discernimiento, podemos aplicarlo a la
elección de mediaciones concretas en el ámbito de lo político... Dentro de una sociedad de
conflictos... una realidad apostólica no puede prescindir de esta realidad conflictiva”38.
34. Son las definiciones de P. Arrupe, T. Beck y F. Rossi de Gasperis que recoge D. AGACINO, Discernimiento
espiritual, CIS, Roma 1990, 24.
35. J. C. FUTRELL, El discernimiento espiritual, Sal Terrae, Santander, 7.
36. G. CUSSON, "Obediencia y autoridad en el contexto de discernimiento espiritual", Secretariado de Ejercicios,
Madrid 1978, 7.
37. A. BARRUFFO, "Discernimiento", Nuevo Diccionario de Espiritualidad, Paulinas, Madrid 1983, 368 s; la cita
es de V. Truhlar.
38. J. B. LIBANIO, Discernimiento espiritual, Paulinas, Buenos Aires, 9 s.

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