fratrumminorum

Transcripción

fratrumminorum
ACTA ORDINIS
FRATRUM MINORUM
VEL AD ORDINEM QUOQUO MODO PERTINENTIA
IUSSU ET AUCTORITATE
Fr. JOSÉ RODRÍGUEZ CARBALLO
TOTIUS ORD. FR. MIN. MINISTRI GENERALIS
IN COMMODUM PRAESERTIM RELIGIOSORUM SIBI SUBDITORUM
IN LUCEM AEDITA
Veritatem facientes in caritate (Eph. 4,15).
Peculiari prorsus laude dignum putavimus,
dilecte Fili, consilium quo horum Actorum
collectio atque editio suscepta est.
(Ex Epist. L eonis P p . XIII ad Min. Gen.)
ROMA
CURIA GENERALIS ORDINIS
CUM APPROBATIONE ECCLESIASTICA
Fr. José R. Carballo, ofm, Min. Gen.
Fr. Luigi Perugini
Director
Fr. Gianpaolo Masotti
Director responsabilis
Autoriz. N. 10240 del Trib. di Roma, 8-3-1965
Impaginazione e grafica
John Abela per l’Ufficio Comunicazioni OFM – Roma
Stampato dalla
Tipografia Mancini s.a.s. – Tivoli (Roma)
nel mese di settembre dell’anno 2009
EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS
PEREGRINATIO
BENEDICTI PP. XVI
IN TERRA SANCTA
1. Visita del Santo Padre a Tierra Santa
Del 8 al 15 de mayo el Santo Padre Benedicto
XVI realizó un viaje apostólico a Tierra Santa.
Este viaje, según dijo el mismo Papa durante
el rezo del “Regina cæli” el día 3 de mayo,
tenía como objetivos principales: confirmar
y animar a los cristianos de Tierra Santa y
hacerles sentir su cercanía y el apoyo de toda
la Iglesia; ser peregrino de paz, en nombre del
único Dios, que es Padre de todos; testimoniar
el compromiso de la Iglesia católica a favor de
cuantos se esfuerzan por practicar el diálogo y
la reconciliación, para llegar a una paz estable
y duradera en la justicia y el respeto recíproco;
y reafirmar el compromiso de la Iglesia en el
diálogo ecuménico e interreligioso. Durante
esos días, Fr. José Rodríguez Carballo, ofm,
Ministro general de la Orden, acompañó al
Santo padre en su peregrinación a los lugares
santos de Jordania, Israel y Palestina, formando
parte de la delegación pontificia.
El Ministro general, después de saludar al
Papa en el aeropuerto de Ammán, lo acogió
oficialmente en el Monte Nebo. La montaña
se eleva sobre la plataforma Transjordania
a 25 km al sudoeste de la capital jordana, y
se eleva a 806 metro sobre el nivel del mar.
Allí en el Memorial de Moisés, el Ministro
general le dio la bienvenida oficial en nombre
de la Orden, y luego explicó al Santo Padre los
lugares bíblicos que se pueden divisar desde
el balcón natural del monte sobre la tierra
prometida. En su discurso de bienvenida,
Fr. José, comparando a Benedicto XVI con
la figura de Moisés al frente de su pueblo,
pidió al Papa que ayudase a los cristianos
a descubrir la belleza de ser discípulos del
Resucitado. El Santo Padre, entre otras cosas,
dijo: “Aprovecho la ocasión para renovar mi
gratitud y la de toda la Iglesia, a los Frailes
Menores de la Custodia por su presencia
secular en estas tierras, por su gozosa fidelidad
al carisma de san Francisco, así como por su
generosa solicitud por el bienestar espiritual y
material de las comunidades locales y de los
innumerables peregrinos que visitan cada año
Tierra Santa”.
Ya en Israel, el día 11 el Ministro general,
junto con la delegación pontificia, recibió al
Santo Padre en el aeropuerto de Tel Aviv, y
estuvo presente en los varios actos que realizó
el Papa en el territorio de Israel, tales como:
el encuentro con el Presidente de Israel, el
encuentro interreligioso en Jerusalén, el
encuentro con las autoridades religiosas
islámicas y judías, la Eucaristía celebrada en
el Valle de Josafat, frente a Getsemaní… En
esta celebración, el Santo Padre dirigiéndose
a los cristianos de Jerusalén dijo: “No estáis
solos. Mi visita quiere ser un signo de que
el papa está y la Iglesia están con vosotros”.
En su homilía también habló del status de
la ciudad de Jerusalén .En el Cenáculo, Fr.
José, esperaba al Santo Padre a la entrada del
santuario, mientras el Custodio de Tierra Santa
le acogía oficialmente. Con ambos, esperaban
al Santo padre un buen número de nuestros
jóvenes teólogos de San Salvador. En dicho
santuario, después del canto del Veni Creator
y de la recitación del Regina caeli, en su
discurso el Santo Padre de nuevo agradeció la
presencia de los franciscanos en Tierra Santa y
su trabajo a favor de los cristianos locales y de
los peregrinos.
En Palestina, Fr. José Rodríguez Carballo,
Ministro general, acompañó al Santo Padre
en los actos que tuvieron lugar en Belén el
día 13. Después de la Eucaristía en la palaza,
el papa comió con los frailes y su séquito en
“Casa Nova”. Durante la comida el Ministro
general pudo hablar con el Santo Padre sobre
el “Studium Biblicum” de Jerusalén y sobre
la actividad de los hermanos en Tierra Santa.
Después de un breve descanso, Benedicto XVI
visitó la Gruta de la Natividad, acompañado
por el Custodio y por el Ministro general.
Durante la visita al campo de refugiados
de Aida, el papa puso como modelo a san
Francisco de Asís.
El día 14 el Papa visitó Nazaret donde, por
la mañana celebró una misa multitudinaria
en el Monte del Precipicio. Entre otras
personalidades estaban en el helipuerto para
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acoger a Benedicto XVI el guardián de la Casa
de Nazaret, Fr. Ricardo, y el Ministro general.
Después de la celebración eucarística, el Papa
se trasladó al Convento franciscano para
comer y descansar. A la entrada del Convento
de nuevo el Ministro general, junto con el
guardián de la fraternidad, acogió al Santo
Padre, quien, después de la comida, agradeció
de nuevo el trabajo de los franciscanos,
trabajo hecho a los largo de ocho siglos y
que “continuarán haciendo hasta la segunda
venida del Señor”. Antes, Fr. José R. Carballo,
había ofrecido sendos regalos al Papa en
nombre de los franciscanos del mundo entero
y particularmente de la Custodia de Tierra
Santa.
Por la tarde, después de un encuentro
interreligioso en el salón del convento
franciscano, el Santo Padre fue acogido
en la Basílica de la Anunciación por el
Ministro general, quien en su discurso le dio
la bienvenida a la “casa de la Madre y, por
tanto, casa de todos sus hijos”. Concluida
la celebración de Vísperas, el Santo Padre
regresó en helicóptero a Jerusalén.
Ya en Jerusalén, el día 15, el Ministro
general acompañó al Santo padre en la entrada
al Santo Sepulcro, donde fue acogido por el
Custodio de Tierra Santa, de acuerdo con el
“status quo”, y lo saludó en el aeropuerto de
Ben Gurion, desde donde emprendió viaje de
regreso a Roma.
Daba así por concluido este viaje apostólico
del “señor papa” Benedicto XVI. Un viaje
muy esperado y en el que la palabra del Santo
Padre no dejó de oírse clara, fuerte y cercana a
la vez, para animar a los cristianos, promover
el diálogo ecuménico e interreligioso, dejar
claro la postura de la Santa Sede sobre la
cuestión Palestina, la Shoah y el estado de
Israel, denunciar la construcción del muro y,
en todo momento, hablar de la necesidad de
diálogo para construir la paz. Creemos que por
todo ello bueno ha sido el título que apareció
en algún periódico: Benedicto XVI el valiente.
Por su parte, Fr. José Rodríguez Carballo, ofm,
Ministro general, regresó a Roma a primeras
horas del día 17, fuertemente impresionado
por la personalidad de Benedicto XVI al cual
tuvo la gracia (así lo dijo él varias veces) de
acompañar de cerca.
Fr. Enrique Bermejo, ofm
2. Mount Nebo
Mount Nebo, 9 May 2009
1. Indirizzo di saluto del Ministro generale
al Santo Padre
Santo Padre,
voglia accogliere a nome di tutti i Frati Minori che vivono in Terra Santa e di tutto l’Ordine il saluto di san Francesco: il Signore Le
dia Pace!
Qui, sul Monte Nebo, alle porte della terra
promessa, Le diamo il benvenuto all’inizio del
suo pellegrinaggio in Terra Santa. Qui Mosè,
al termine dell’esodo, ebbe la grazia di vedere
la terra che il Signore aveva promesso al suo
popolo. La promessa di Dio diventava finalmente realtà. Mosè aveva guidato Israele per
quarant’anni, per quarant’anni era stato la voce di Dio per il popolo e la voce del popolo
presso Dio. Egli aveva ricevuto dal Signore la
legge e l’aveva consegnata ad Israele perché la
osservasse. Aveva aiutato il popolo a crescere nella fede, esortandolo e sostenendolo nei
momenti di scoraggiamento, ma anche ammonendolo e riprendendolo, quando la tentazione
delle cipolle d’Egitto si faceva più forte. Grazie a Mosè Israele aveva imparato a conoscere
meglio il suo Signore: un Dio provvidente che
non abbandona mai il suo popolo; che durante
il cammino è luce nelle tenebre e ristoro dalla
fatica; che viene incontro ai bisogni dei suoi
figli con la manna dal cielo e con l’acqua dalla roccia; che scende in una tenda per stare in
mezzo a loro e con loro si fa pellegrino. Mosè,
così, non solo guidò il popolo dell’Alleanza
verso questa terra, ma soprattutto lo condusse
al suo Signore e Salvatore.
Santo Padre, Lei oggi ha voluto farsi pellegrino, ricordandoci che questa è la condizione del popolo di Dio. In questo viaggio non è
solo. Vogliamo accompagnarla, anzi seguirla,
come un tempo il popolo di Israele aveva seguito Mosè e da lui si era lasciato condurre.
Anche noi oggi ci sentiamo come nel deserto e
abbiamo bisogno di chi ci conduce al Signore,
di qualcuno che ci aiuti a conoscerlo sempre
più come un Padre provvidente e misericordioso, come il Signore nostro Gesù Cristo ce
lo ha rivelato. Spesso, infatti, siamo presi dallo
scoraggiamento e dalla paura, quando il cammino si fa aspro e duro. A volte sembra che il
male prevalga. Ovunque ci volgiamo vediamo
EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS
guerre e violenze; c’è ancora tanta povertà che
schiaccia gran parte dell’umanità, mentre i diritti umani più elementari sono calpestati; per
la sete di ricchezza e di potere gli uomini non
esitano a devastare il creato, che era stato loro
affidato perché ne avessero cura. La fede nella
promessa della terra dove scorre latte e miele,
del Regno che cresce senza far rumore, come il
piccolo granello di senapa, rischia di affievolirsi nei nostri cuori e siamo tentati di lasciare
l’aratro e volgerci indietro.
Qui, su questo monte, un nostro Frate, Fr.
Michele Piccirillo, che da poco il Signore ha
chiamato a sé, ha dedicato l’intera vita per permetterci di gustare la bellezza di questi luoghi,
restituendoci capolavori perduti e sepolti dai
secoli. La sua opera, oltre all’immenso valore
scientifico, ci insegna che è nella natura profonda dell’uomo andare sempre alla ricerca
della vera bellezza. Santità, in questo pellegrinaggio ci affidiamo a Lei. Porti le nostre suppliche al Signore e ci rivolga ancora una volta
quella Parola, che è la sola a poterci donare la
salvezza. Ci aiuti a riscoprire la bellezza della
nostra vocazione, la bellezza di essere discepoli del Risorto. Allora, come i discepoli, avremo
il coraggio di lasciare alle spalle il nostro cenacolo comodo e sicuro per metterci di nuovo
sulle strade del mondo, testimoniando a tutti la
gioia della Pasqua.
Fr. José Rodrígez Carballo, ofm
Ministro generale
2. Address of his Holiness Benedict XVI
Father Minister General,
Father Custos,
Dear Friends,
In this holy place, consecrated by the memory of Moses, I greet all of you with affection
in our Lord Jesus Christ. I thank Father José
Rodríguez Carballo for his warm words of
welcome. I also take this occasion to renew
my gratitude, and that of the whole Church, to
the Friars Minor of the Custody for their ageold presence in these lands, their joyful fidelity to the charism of Saint Francis, and their
generous concern for the spiritual and material
welfare of the local Christian communities and
the countless pilgrims who visit the Holy Land
each year. Here I wish to remember also, with
particular gratitude, the late Father Michele
Piccirillo, who devoted his life to the study of
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Christian antiquity and is buried in this shrine
which was so dear to him.
It is appropriate that my pilgrimage should
begin on this mountain, where Moses contemplated the Promised Land from afar. The magnificent prospect which opens up from the esplanade of this shrine invites us to ponder how
that prophetic vision mysteriously embraced
the great plan of salvation which God had prepared for his People. For it was in the valley of
the Jordan which stretches out below us that,
in the fullness of time, John the Baptist would
come to prepare the way of the Lord. It was
in the waters of the River Jordan that Jesus,
after his baptism by John, would be revealed
as the beloved Son of the Father and, anointed
by the Holy Spirit, would inaugurate his public ministry. And it was from the Jordan that
the Gospel would first go forth in Christ’s own
preaching and miracles, and then, after his resurrection and the descent of the Spirit at Pentecost, be brought by his disciples to the very
ends of the earth.
Here, on the heights of Mount Nebo, the
memory of Moses invites us to “lift up our
eyes” to embrace with gratitude not only God’s
mighty works in the past, but also to look with
faith and hope to the future which he holds out
to us and to our world. Like Moses, we too
have been called by name, invited to undertake
a daily exodus from sin and slavery towards
life and freedom, and given an unshakeable
promise to guide our journey. In the waters of
Baptism, we have passed from the slavery of
sin to new life and hope. In the communion of
the Church, Christ’s Body, we look forward
to the vision of the heavenly city, the new Jerusalem, where God will be all in all. From
this holy mountain Moses directs our gaze on
high, to the fulfilment of all God’s promises
in Christ.
Moses gazed upon the Promised Land from
afar, at the end of his earthly pilgrimage. His
example reminds us that we too are part of the
ageless pilgrimage of God’s people through
history. In the footsteps of the prophets, the
apostles and the saints, we are called to walk
with the Lord, to carry on his mission, to bear
witness to the Gospel of God’s universal love
and mercy. We are called to welcome the
coming of Christ’s Kingdom by our charity,
our service to the poor, and our efforts to be
a leaven of reconciliation, forgiveness and
peace in the world around us. We know that,
like Moses, we may not see the complete ful-
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filment of God’s plan in our lifetime. Yet we
trust that, by doing our small part, in fidelity to
the vocation each of us has received, we will
help to make straight the paths of the Lord and
welcome the dawn of his Kingdom. And we
know that the God who revealed his name to
Moses as a pledge that he would always be at
our side (cf. Ex 3:14) will give us the strength
to persevere in joyful hope even amid suffering, trial and tribulation.
From the earliest times, Christians have
come on pilgrimage to the sites linked to the
history of the Chosen People, the events of
Christ’s life and the nascent Church. This great
tradition, which my present pilgrimage is meant
to continue and confirm, is grounded in the desire to see, to touch, and to savor in prayer and
contemplation the places blessed by the physical presence of our Savior, his Blessed Mother,
the apostles and the first disciples who saw him
risen from the dead. Here, in the footsteps of
the countless pilgrims who have preceded us in
every century, we are challenged to appreciate
more fully the gift of our faith and to grow in
that communion which transcends every limit
of language, race and culture.
The ancient tradition of pilgrimage to the
holy places also reminds us of the inseparable
bond between the Church and the Jewish people. From the beginning, the Church in these
lands has commemorated in her liturgy the
great figures of the Patriarchs and Prophets, as
a sign of her profound appreciation of the unity
of the two Testaments. May our encounter today inspire in us a renewed love for the canon
of Sacred Scripture and a desire to overcome
all obstacles to the reconciliation of Christians
and Jews in mutual respect and cooperation in
the service of that peace to which the word of
God calls us!
Dear friends, gathered in this holy place, let
us now raise our eyes and our hearts to the Father. As we prepare to pray the prayer which
Jesus taught us, let us beg him to hasten the
coming of his Kingdom so that we may see the
fulfilment of his saving plan, and experience,
with Saint Francis and all those pilgrims who
have gone before us marked with the sign of
faith, the gift of untold peace – pax et bonum –
which awaits us in the heavenly Jerusalem.
Benedict XVI
[L’Osservatore Romano, 10 maggio 2009, p. 5]
3. Basilica of the Annunciation
Nazareth, 14 May 2009
1. Indirizzo di saluto del Ministro generale
al Santo Padre
Beatissimo Padre,
a nome dell’Ordine dei Frati Minori le
porgo il benvenuto in questo santo luogo,
la casa di Gesù, Giuseppe e Maria, e che da
secoli abbiamo l’onore di custodire a nome
della Chiesa.
È per noi motivo di grande gioia poterla
accogliere qui, dove il mistero della nostra
salvezza ha avuto il suo inizio; dove Maria,
Vergine fatta Chiesa, come la chiama il nostro
padre san Francesco, disse il suo sì al Padre
delle misericordie, quando l’Angelo le annunciò che sarebbe divenuta la madre del Signore
Gesù. Davvero questo è il “fiore” della Galilea, perché qui è fiorita la vita vera. Qui, sotto
lo sguardo amorevole di Giuseppe e di Maria,
il nostro Signore «cresceva in sapienza, età e
grazia davanti a Dio e agli uomini» (Lc 2,52).
Qui a Nazareth, per la prima volta, la parola
della salvezza è sbocciata e l’anno di grazia
del Signore è stato proclamato a tutta l’umanità (cfr. Lc 4,19).
Beatissimo Padre, nel suo pellegrinaggio ha
scelto di sostare in questa grotta, che fin dagli
inizi la pietà cristiana ha ricoperto di onore e
venerazione. Le tracce di questo culto millenario ci circondano, gli scavi archeologici qui
compiuti ci mostrano chiaramente come lungo i secoli quanti ci hanno preceduto si sono
continuamente adoperati per abbellire uno dei
luoghi più cari alla cristianità. Le pietre si sono
così aggiunte alle pietre, a testimonianza della
ininterrotta devozione del popolo di Dio alla
Madre del Salvatore. Così, nella presenza del
successore di Pietro, oggi vediamo il segno del
nostro essere pietre vive di questa santa tradizione.
Con Lei, vogliamo anche noi rendere onore
all’Immacolata Madre di Dio, a colei che, facendosi umile ancella, è divenuta dimora del
Dio vivente. Con Lei, Santo Padre, vogliamo
rinnovare il nostro sì al progetto dell’Onnipotente e cantare il nostro Magnificat, per le
grandi opere che continua a compiere in mezzo al suo popolo. Con Lei vogliamo rivolgerci
a Maria, la Madre dei credenti, perché guardi
sempre con amore i suoi figli pellegrini su questa terra e presenti le loro suppliche al trono
EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS
dell’Altissimo. Con Lei, Santo Padre, vogliamo pregare per la pace, l’unità e la riconciliazione nel Medio Oriente e nel mondo intero,
principale obiettivo del suo viaggio apostolico
alla terra di Gesù, chiamata, giustamente, il
quinto Vangelo.
Le diciamo grazie, Beatissimo Padre, per il
grande dono che ci ha voluto fare con la sua
presenza oggi tra noi. Ci sentiamo da Lei confermati e incoraggiati a proseguire sul nostro
cammino e nella nostra missione, così che,
sull’esempio di Maria, possiamo sempre portare Gesù Cristo «nel nostro cuore e nel nostro
corpo attraverso l’amore e la pura e sincera
coscienza, e lo generiamo attraverso il santo
operare, che deve risplendere in esempio per
gli altri» (San Francesco, Lettera ai Fedeli,
II, 53).
Implorando la Sua benedizione apostolica,
le diciamo, ancora una volta: grazie, Beatissimo Padre, per questo Sua visita, e benvenuto
alla casa della vergine sposa di Giuseppe, alla casa della Madre, e, per questo, alla casa di
tutti noi!
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro generale
2. Discorso del Santo Padre ai Vespri
I CRISTIANI STRUMENTI EFFICACI
DI PACE E DI RICONCILIAZIONE TRA I POPOLI
Fratelli Vescovi,
Padre Custode,
cari fratelli e sorelle in Cristo!
È per me fonte di profonda commozione
essere presente con voi oggi proprio nel luogo dove la Parola di Dio si è fatta carne ed è
venuta ad abitare fra noi. Quanto è opportuno trovarci qui riuniti per cantare la Preghiera
dei Vespri della Chiesa, dando lode e grazie
a Dio per le meraviglie che egli ha fatto per
noi! Ringrazio l’Arcivescovo Sayah per le parole di benvenuto, e, tramite lui, saluto tutti i
membri della comunità Maronita qui in Terra
Santa. Saluto i sacerdoti, i religiosi, i membri
dei movimenti ecclesiali e gli operatori pastorali venuti da tutta la Galilea. Ancora una
volta rendo lode alla cura dimostrata dai Frati
della Custodia, nel corso di molti secoli, nel
provvedere ai luoghi santi come questo. Salu-
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to il Patriarca Latino emerito, Sua Beatitudine
Michel Sabbah, che per più di venti anni ha
guidato il suo gregge in queste terre. Saluto i
fedeli del Patriarcato Latino ed il loro attuale
Patriarca, Sua Beatitudine Fouad Twal, così
come i membri della comunità Greco-Melchita, qui rappresentata dall’ Arcivescovo Elias
Chacour. Ed in questo luogo dove Gesù stesso
crebbe fino alla maturità ed imparò la lingua
ebraica, saluto i Cristiani di lingua ebraica, che
sono per noi un richiamo alle radici ebraiche
della nostra fede.
Ciò che accadde qui a Nazareth, lontano dagli sguardi del mondo, è stato un atto singolare
di Dio, un potente intervento nella storia attraverso il quale un bambino fu concepito per
portare la salvezza al mondo intero. Il prodigio
dell’Incarnazione continua a sfidarci ad aprire
la nostra intelligenza alle illimitate possibilità
del potere trasformante di Dio, del suo amore
per noi, del suo desiderio di essere in comunione con noi. Qui l’eterno Figlio di Dio divenne
uomo, e rese così possibile a noi, suoi fratelli
e sorelle, di condividere la sua figliolanza divina. Quel movimento di abbassamento di un
amore che si è svuotato di sé ha reso possibile
il movimento inverso di esaltazione nel quale
anche noi siamo elevati a condividere la vita
stessa di Dio (cfr Fil 2,6-11).
Lo Spirito che “discese su Maria” (cfr Lc
1,35) è lo stesso Spirito che si librò sulle acque
all’alba della Creazione (cfr Gn 1,2). Questo ci
ricorda che l’Incarnazione è stata un nuovo atto creativo. Quando nostro Signore Gesù Cristo fu concepito per opera dello Spirito Santo
nel seno verginale di Maria, Dio si unì con la
nostra umanità creata, entrando in una permanente nuova relazione con noi e inaugurando
una nuova Creazione. Il racconto dell’Annunciazione illustra la straordinaria gentilezza di
Dio (cfr Madre Julian di Norwich, Rivelazioni 77-79). Egli non impone se stesso, non predetermina semplicemente la parte che Maria
avrà nel suo piano per la nostra salvezza, egli
cerca innanzitutto il suo assenso. Nella Creazione iniziale ovviamente non era questione
che Dio chiedesse il consenso delle sue creature, ma in questa nuova Creazione egli lo chiede. Maria sta al posto di tutta l’umanità. Lei
parla per tutti noi quando risponde all’invito
dell’angelo. San Bernardo descrive come l’intera corte celeste stesse aspettando con ansiosa impazienza la sua parola di consenso grazie
alla quale si compì l’unione nuziale tra Dio e
l’umanità. L’attenzione di tutti i cori degli an-
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geli s’era concentrata su questo momento, nel
quale ebbe luogo un dialogo che avrebbe dato
avvio ad un nuovo e definitivo capitolo della
storia del mondo. Maria disse: “Avvenga di
me secondo la tua parola”. E la Parola di Dio
divenne carne.
Il riflettere su questo gioioso mistero ci dà
speranza, la sicura speranza che Dio continuerà a condurre la nostra storia, ad agire con
potere creativo per realizzare gli obiettivi che
al calcolo umano sembrano impossibili. Questo ci sfida ad aprirci all’azione trasformatrice
dello Spirito Creatore che ci fa nuovi, ci rende
una cosa sola con Lui e ci riempie con la sua
vita. Ci invita, con squisita gentilezza, a consentire che egli abiti in noi, ad accogliere la
Parola di Dio nei nostri cuori, rendendoci capaci di rispondere a Lui con amore ed andare
con amore l’uno verso l’altro.
Nello Stato di Israele e nei Territori Palestinesi i Cristiani formano una minoranza della
popolazione. Forse a volte vi sembra che la
vostra voce conti poco. Molti dei vostri amici cristiani sono emigrati, nella speranza di
trovare altrove maggiore sicurezza e migliori
prospettive. La vostra situazione richiama alla
mente quella della giovane vergine Maria, che
condusse una vita nascosta a Nazareth, con
ben poco per il suo quotidiano quanto a ricchezza e ad influenza mondana. Per citare le
parole di Maria nel suo grande inno di lode, il
Magnificat, Dio ha guardato alla sua serva nella sua umiltà, ha ricolmato di beni l’affamato.
Prendiamo forza dal cantico di Maria, che tra
poco canteremo in unione con la Chiesa intera
in tutto il mondo! Abbiate il coraggio di essere
fedeli a Cristo e di rimanere qui nella terra che
Egli ha santificato con la sua stessa presenza!
Come Maria, voi avete un ruolo da giocare
nel piano divino della salvezza, portando Cristo nel mondo, rendendo a Lui testimonianza
e diffondendo il suo messaggio di pace e di
unità. Per questo, è essenziale che siate uniti
fra voi, così che la Chiesa nella Terra Santa
possa essere chiaramente riconosciuta come
“un segno ed uno strumento di comunione con
Dio e di unità di tutto il genere umano” (Lumen gentium, 1). La vostra unità nella fede,
nella speranza e nell’amore è un frutto dello
Spirito Santo che dimora in voi e vi rende capaci di essere strumenti efficaci della pace di
Dio, aiutandovi a costruire una genuina riconciliazione tra i diversi popoli che riconoscono
Abramo come loro padre nella fede. Perché,
come Maria ha gioiosamente proclamato nel
suo Magnificat, Dio è sempre memore “della
sua misericordia, come aveva detto ai nostri
padri, per Abramo e la sua discendenza per
sempre” (Lc 1,54-55).
Cari Amici in Cristo, siate certi che io continuamente vi ricordo nella mia preghiera, e
vi chiedo di fare lo stesso per me. Volgiamoci
ora verso il nostro Padre celeste, che in questo
luogo ha guardato all’umiltà della sua serva,
e cantiamo le sue lodi in unione con la Beata
Vergine Maria, con tutti i cori degli angeli e
dei santi e con tutta la Chiesa in ogni parte del
mondo.
Benedetto XVI
[L’Osservatore Romano, 16 maggio 2009, p. 8]
4. Jerusalem: Basilica del Santo Sepolcro
15 May 2009
1. Saluto del Custode di Terra Santa al Santo Padre
È con riconoscenza e gratitudine sincera e
grande che oggi l’accogliamo qui, nella Basilica della Risurrezione dove il Calvario e la
Tomba vuota ci testimoniano i due più grandi
segni dell’amore che Gesù, Figlio di Dio, in
obbediente libertà, ha reso visibili e concreti
per la nostra salvezza.
Il suo pellegrinaggio in Terra Santa si conclude proprio qui, al Sepolcro vuoto di Cristo.
Come non ricordare in questo momento la corsa di Pietro apostolo al Sepolcro, insieme al
discepolo che Gesù amava, subito dopo la sua
risurrezione? Da allora milioni di pellegrini
sono giunti qui per compiere lo stesso gesto.
Venire a vedere il Sepolcro vuoto. Piegarsi per
entrare nel Sepolcro e toccare queste pietre,
testimoni fino ai nostri giorni, di quell’evento
straordinario.
Queste pietre hanno visto il prodigio della
vita che ha sconfitto la morte. Noi crediamo
per la fede di Pietro, per il saluto e il comando dato a Maria Maddalena; noi crediamo per
i dubbi di Tommaso… Noi crediamo per la
forza dello Spirito che la Chiesa custodisce e
trasmette.
Il messaggio del Sepolcro vuoto non è una
sorta di omaggio di pietà, ma è anzi un annuncio di gioia e di slancio, un guardare sempre
al di là dell’orizzonte fino a scorgere i profili
dell’alba.
EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS
«Andate a dire ai discepoli e a Pietro,
ch’egli vi precede… » (Mc 16, 7). In Galilea,
nel Cenacolo, ovunque l’uomo piazza la sua
tenda e spezza il suo pane, nella gioia o nel
pianto, Egli ci precede. Ecco la consegna di
questo Luogo: avere l’animo disposto a seguirlo ovunque.
Grazie, Beatissimo Padre, per la sua alta
testimonianza di Pace, consegnataci in questi
intensi giorni di pellegrinaggio. Ci sproni, ora,
a seguire Gesù ovunque, senza paura, con la
gioia dei figli, amati e salvati.
Fr. Pierbattista Pizzaballa ofm
Custode di Terra Santa
2. Address of his Holiness Benedict XVI
UN FUTURO DI GIUSTIZIA
PUÒ SORGERE
PER OGNI UOMO E OGNI DONNA
Dear Friends in Christ,
The hymn of praise which we have just
sung unites us with the angelic hosts and the
Church of every time and place – “the glorious company of the apostles, the noble fellowship of the prophets and the white-robed army
of martyrs” – as we give glory to God for the
work of our redemption, accomplished in the
passion, death and resurrection of Jesus Christ.
Before this Holy Sepulchre, where the Lord
“overcame the sting of death and opened the
kingdom of heaven to all believers”, I greet all
of you in the joy of the Easter season. I thank
Patriarch Fouad Twal and the Custos, Father
Pierbattista Pizzaballa, for their kind greeting.
I likewise express my appreciation for the reception accorded me by the Hierarchs of the
Greek Orthodox Church and the Armenian
Apostolic Church. I gratefully acknowledge
the presence of representatives of the other
Christian communities in the Holy Land. I
greet Cardinal John Foley, Grand Master of
the Equestrian Order of the Holy Sepulchre
and also the Knights and Ladies of the Order
here present, with gratitude for their unfailing
commitment to the support of the Church’s
mission in these lands made holy by the Lord’s
earthly presence.
Saint John’s Gospel has left us an evocative
account of the visit of Peter and the Beloved
Disciple to the empty tomb on Easter morning.
Today, at a distance of some twenty centuries,
187
Peter’s Successor, the Bishop of Rome, stands
before that same empty tomb and contemplates
the mystery of the Resurrection. Following in
the footsteps of the Apostle, I wish to proclaim
anew, to the men and women of our time, the
Church’s firm faith that Jesus Christ “was crucified, died and was buried”, and that “on the
third day he rose from the dead”. Exalted at the
right hand of the Father, he has sent us his Spirit for the forgiveness of sins. Apart from him,
whom God has made Lord and Christ, “there
is no other name under heaven given to men by
which we are to be saved” (Acts 4:12).
Standing in this holy place, and pondering
that wondrous event, how can we not be “cut
to the heart” (Acts 2:37), like those who first
heard Peter’s preaching on the day of Pentecost? Here Christ died and rose, never to die
again. Here the history of humanity was decisively changed. The long reign of sin and
death was shattered by the triumph of obedience and life; the wood of the Cross lay bare
the truth about good and evil; God’s judgement was passed on this world and the grace of
the Holy Spirit was poured out upon humanity.
Here Christ, the new Adam, taught us that evil
never has the last word, that love is stronger
than death, that our future, and the future of
all humanity, lies in the hands of a faithful and
provident God.
The empty tomb speaks to us of hope, the
hope that does not disappoint because it is the
gift of the Spirit of life (cf. Rom 5:5). This
is the message that I wish to leave with you
today, at the conclusion of my pilgrimage to
the Holy Land. May hope rise up ever anew,
by God’s grace, in the hearts of all the people dwelling in these lands! May it take root in
your hearts, abide in your families and communities, and inspire in each of you an ever
more faithful witness to the Prince of Peace!
The Church in the Holy Land, which has so
often experienced the dark mystery of Golgotha, must never cease to be an intrepid herald
of the luminous message of hope which this
empty tomb proclaims. The Gospel reassures
us that God can make all things new, that history need not be repeated, that memories can
be healed, that the bitter fruits of recrimination
and hostility can be overcome, and that a future of justice, peace, prosperity and cooperation can arise for every man and woman, for
the whole human family, and in a special way
for the people who dwell in this land so dear to
the heart of the Saviour.
188
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
This ancient Memorial of the Anástasis
bears mute witness both to the burden of our
past, with its failings, misunderstandings and
conflicts, and to the glorious promise which
continues to radiate from Christ’s empty tomb.
This holy place, where God’s power was revealed in weakness, and human sufferings
were transfigured by divine glory, invites us to
look once again with the eyes of faith upon the
face of the crucified and risen Lord. Contemplating his glorified flesh, completely transfigured by the Spirit, may we come to realize
more fully that even now, through Baptism,
“we bear in our bodies the death of Jesus, that
the life of Jesus may be manifested in our own
mortal flesh” (2Cor 4:10-11). Even now, the
grace of the resurrection is at work within us!
May our contemplation of this mystery spur
our efforts, both as individuals and as members of the ecclesial community, to grow in the
life of the Spirit through conversion, penance
and prayer. May it help us to overcome, by the
power of that same Spirit, every conflict and
tension born of the flesh, and to remove every
obstacle, both within and without, standing in
the way of our common witness to Christ and
the reconciling power of his love.
With these words of encouragement, dear
friends, I conclude my pilgrimage to the holy
places of our redemption and rebirth in Christ.
I pray that the Church in the Holy Land will
always draw new strength from its contemplation of the empty tomb of the Savior. In that
tomb it is called to bury all its anxieties and
fears, in order to rise again each day and continue its journey through the streets of Jerusalem, Galilee and beyond, proclaiming the
triumph of Christ’s forgiveness and the promise of new life. As Christians, we know that
the peace for which this strife-torn land yearns
has a name: Jesus Christ. “He is our peace”,
who reconciled us to God in one body through
the Cross, bringing an end to hostility (cf. Eph
2:14). Into his hands, then, let us entrust all our
hope for the future, just as in the hour of darkness he entrusted his spirit into the Father’s
hands.
Allow me to conclude with a special word
of fraternal encouragement to my brother
Bishops and priests, and to the men and women religious who serve the beloved Church in
the Holy Land. Here, before the empty tomb,
at the very heart of the Church, I invite you
to rekindle the enthusiasm of your consecration to Christ and your commitment to loving
service of his mystical Body. Yours is the immense privilege of bearing witness to Christ in
this, the land which he sanctified by his earthly
presence and ministry. In pastoral charity enable your brothers and sisters, and all the inhabitants of this land, to feel the healing presence
and the reconciling love of the Risen One. Jesus asks each of us to be a witness of unity
and peace to all those who live in this City of
Peace. As the new Adam, Christ is the source
of the unity to which the whole human family is called, that unity of which the Church is
the sign and sacrament. As the Lamb of God,
he is the source of that reconciliation which is
both God’s gift and a sacred task enjoined upon us. As the Prince of Peace, he is the source
of that peace which transcends all understanding, the peace of the new Jerusalem. May he
sustain you in your trials, comfort you in your
afflictions, and confirm you in your efforts to
proclaim and extend his Kingdom. To all of
you, and to those whom you serve, I cordially
impart my Apostolic Blessing as a pledge of
Easter joy and peace.
Benedict XVI
[L’Osservatore Romano, 16 maggio 2009, p. 12]
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
in S. Maria Angelorum, Assisii, 25 Maii-20 Iunii 2009
1. Partecipanti
1. Definitorio Generale
Rodríguez Carballo José (Minister generalis); Perry Michael Anthony (Vicarius generalis); Brocanelli Vincenzo (Definitor generalis); Bunader Julio César (Definitor generalis);
Felipe Tapia Vicente-Emilio (Definitor generalis); Marchal Roger (Definitor generalis);
Schwerz Nestor Inácio (Definitor generalis);
Siekierka Ernest (Definitor generalis); Syukur
Paskalis Bruno (Definitor generalis); Walter
Francis (Definitor generalis); Zungu Vincent
(Definitor generalis).
2. Ex Defin. gen. - Min. prov. - Custodi Cust.
aut. - Cust. TS - Pres. Foed.
Alves Pereira Jr Aluísio; Amaral Amaral
Bernardo; Amin Joseph; Angelisanti
Alessandro; Armenta Eduardo; Bakoma
Marcel; Barden Franz-Leo; Bartolini Bruno;
Biasi Saverio; Biesok Ezdrasz; Bravi
Francesco; Calderón Martínez Severino;
Campagna Robert; Carfagna Pietro; Carpio
Ponce Emilio Erasmo; Carvalho do Couto
Wanderley; Carvalho Neto Francisco; Chomik
Wacław; Copps Michael; Corullón Fernández
Manuel; Daquilanea Arturo; Di Franco
Manlio; Di Virgilio Virgilio; Domínguez
Serna Joaquín; Dos Santos Mascarenhas
Amarildo; Dubigeon Benoît; Dunham Larry;
Esposito Agostino; Fantaccini Paolo; Favretto
Mario; Ferrari Roberto; Flores Interiano Saúl
Orlando; Garzón Ramírez Fernando; Gavran
Lovro; Gdyk Nikodem; Gniecki Czesław;
Gómez Martínez Eulalio; González González
Amado; González Porres Antonio; Gutay Jose
Femilou; Hardin John; Hasegawa Paulus;
Heinze Markus; Hoppe Leslie J.; Huerta Muro
Juan María; Iannuzzi Sabino; Ilunga Mikombe
Alex; Janka Filemon; João Evódio; Jordá
Tomás José Antonio; Jurka Jeroným; Kao
Cheng-Chai Thaddaeus; Ki Gyung-ho Francis;
Koenig Augusto; Kopysterynskyi Dobroslav;
Kungys Astijus; Lanzillotta Francesco; Le
Goanvec Marc; Leopizzi Tommaso; Lins de
Araújo Marconi; Magyar Gergely; Masih
Moghal Peter; McGinn Finian; Melícias Lopes
Vítor José; Miele Bruno; Mihály Juraj Andrej;
Morales Valerio Francisco; Müller João
Inácio; Muniz Alves João; Muro Aréchiga
Juan Ignacio; Ngga Gabriel; Nguyen Van Si
Ambrosio; Noto Giuseppe; Ó Laoide Kevin
(Caoimhín); O’Connor John Francis; Orbán
Szabolcs; Ottavi Bruno; Overend Rigillo
Sandro; Papež Viktor; Paz Guzmán Carlos
Guillermo; Pizzaballa Pierbattista; Plogmann
Norbert; Porcelli Marino; Rodríguez Paniagua
Jorge Gustavo; Sainz Giménez José María;
Samac Šime; Santos Ballesteros Edgar; Sappl
Seibold Martín Kilian; Scheeler Jeffrey;
Schwarzl Rupert; Sesar Ivan; Sisalema
Hidalgo Gonzalo Fabián; Smith Paul; Solinas
Angelo Maria; Sopta Josip; Sundar Arok; Tinaj
Gazmend; Tolić Željko; Trivellin Gabriele;
Unsner Sebastian; Vaccari Mario; Valdivia
Covarrubias Lorenzo; Vallecillo Martín
Miguel J.; Vallejo Lagos Mauro Alberto;
Van Den Eijnden Jan; Van Laer Robert;
Várnai Jakab; Vavrek Dennis; Vidal Abellán
Saturnino; Vilà Virgili Francesc; Vu Phan
Long Francis Xavier; Wagner Maximilian;
Wouters Duchateau Rogelio; Zahner Paul;
Železnjak Željko; Zuriarrain Urretabizkaia
Juan Telesforo.
3. A norma degli Statuti
Bini Giacomo; Fusarelli Massimo.
4. Delegati Custodie dip.
Aguilar Rojas Isaías Oscar; Benítez
Martínez Marcelus; Carrero Morales Angel
Dario; Castro Joel Alcides; D’Cruz Michael;
Ekka Leos; Fernández Fernández Dionisio;
Musara Emmanuel; Puljić Marko; Pusma
Guerrero Salomon; Quematcha Victor Luis;
Ramos Valmir; Raonizampenoarivo Pascal.
5. Delegati Conferenze
Aceto Gabriel; Beciani Danilo; Chambi
Cruz Ernesto; Covero Rogelio; Falo Espés
José María; Ferreira Lessa Luís Augusto;
Hernawan Yohanes Budi; Kolarić Krunoslav;
Lázaro de Souza Jorge; Racek Matúš; Van Der
Reijken Ferdinand; Vilar Olivier Salvador;
Zintzún García Luis.
190
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
6. Segreteria
Abela John; Alvarado Segura Edwin de Jesús; Anaut Espinosa Manuel; Arellano Suárez
Francisco Javier; Canali Paolo; De la Mata Merayo Miguel; Faustin Roland; Ferro Salvatore
Antonio; Freddi Marco; Hernández Martínez
Raúl; Hudson Patrick; Lati Giancarlo; Lovato Stefano; Mathias Gabriel; Mc Grath Aidan;
Paniagua Edwin; Patton Francesco; Recchia
Stefano; Rinaldi Giovanni; Schillings Philippe; Sellitto Mirko Antonio; Short William;
Sisto Gianfrancesco; Tierrablanca González
Rubén; Tshikez Kangwej Marcel; Vaiani Cesare; Villalobos Avendaño Oscar Guadalupe;
Viola Vittorio; Yates Philippe.
2. Homilía de Apertura
Porciúncula, 25 de mayo de 2009
Queridos hermanos: Con gran afecto os
doy la más cordial y fraterna bienvenida a este
lugar santo de la Porciúncula, donde comenzó
nuestra historia hace ahora 800 años. María, la
virgen hecha Iglesia, nos acompañe a lo largo de
toda nuestra vida y en particular durante estos
días de Capítulo, y que el padre san Francisco
nos sirva en todo momento de inspiración para
“seguir la doctrina y las huellas de nuestro
Señor Jesucristo” (1R 1,1), observando, como
regla y vida, el santo Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo (2R 1,1).
A todos os abrazo con el ósculo santo de la
paz, y para todos deseo que estos días sean una
manifestación del amor que nos profesamos,
y que entre nosotros se hagan palpables las
actitudes que, a decir del primer biógrafo de
san Francisco, reinaban entre los hermanos de
la primera hora, al reunirse en capítulo: amor
y afecto verdadero, diligencia en el servicio,
rostro festivo, ojo sencillo, actitud humilde,
respuestas serenas. (cf. 1Cel 15,38b-39a).
Como los primeros discípulos reunidos
en el cenáculo, con María la madre de Jesús
(cf. Hch 1,14), en un contexto de oración,
iniciamos hoy el Capítulo general ordinario
2009, invocando sobre nosotros la presencia
del Espíritu, verdadero Ministro general
de la Fraternidad (2Cel 193). En estos
momentos en que nos sentimos urgidos
a dar testimonio de Jesús, con la vida y la
palabra, “hasta los confines de la tierra”,
puesto que el Espíritu está en el origen de
toda misión evangelizadora, sentimos la
necesidad, también nosotros como los
discípulos de Éfeso, de ser bautizados de
nuevo con la presencia del Espíritu del Señor
(cf. Hch 19,1-8). Conscientes de nuestros
miedos, cansancios y cobardías, sentimos la
necesidad de su fuerza, parrresia, pues sólo
él nos moverá a abrir las puertas cerradas
de nuestros cómodos cenáculos, y nos
empujará a ponernos en camino y anunciar
con valentía, como Pablo, el Reino de Dios.
Sólo el Espíritu nos empujará a anunciar
con valentía que “no hay omnipotente sino
él” (CtaO 9). Sólo el Espíritu hará eficaz y
fructífero el anuncio de la Buena Noticia. Sólo
el Espíritu nos conducirá a comprometernos,
sin condiciones ni reservas, en el servicio del
designio de Dios. El Espíritu es el alma de
la Iglesia (cf. LG 7), es alma de la misión
evangelizadora.
Llamado a ser Buena Noticia para todos,
el Evangelio nos lanza un desafío: hacerlo
nuestro; encontrarnos, libres e indefensos, con
él, como en el caso de Francisco precisamente
aquí en la Porciúncula; dejarnos cuestionar
por él, para que nuestra vida recobre el sabor y
la juventud de los orígenes, y sea escandalosa,
como lo fue la del Poverello. El Evangelio
nos lanza un desafío: llevarlo a todos, llenar
la tierra con mensaje de Cristo (cf. 1Cel 97),
comprometernos a hacerlo llegar a todos,
especialmente a los pobres (cf. Lc 4,18), y la
multitud creciente de los que lo ignoran. La
misión evangelizadora no es una opción más,
entre otras muchas. Si la Iglesia existe para
la misión (cf. EN 4), también la Orden existe
para la misión. La misión evangelizadora no
es una actividad más, es la actividad para
la que existimos. Es más, ella es la clave de
cuanto somos y hacemos. El Evangelio nos
lanza un desafío: ser generosos y creativos.
Generosidad en la dedicación a la difusión
del Evangelio, a tiempo y a destiempo (2Tm
4,2), a los de cerca y a los de lejos (cf. Ef
2,17). Creatividad para responder a las
exigencias de la nueva evangelización: “Vino
nuevo en odres nuevos” (Mc 2,2), y a los
grandes proyectos misioneros de la Orden.
El Evangelio, queridos hermanos, nos lanza
tantos desafíos: se hace necesario revivir en
nosotros el sentimiento apremiante de Pablo:
“ay de mí si no predicara el Evangelio” (1Co
9,16), es necesario dejarse quemar por aquel
fuego en el que ardían los nuevos discípulos
de Cristo (1Cel 25,38), es necesario reavivar
en nosotros el impulso de los orígenes de
la Iglesia y del franciscanismo, dejándonos
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
impregnar del ardor de la predicación
apostólica y de la pasión de los grandes
misioneros de nuestra Orden.
¡El Evangelio nos lanza tantos desafíos!
Pero para responder a todos ellos es necesario,
ante todo y sobre todo, creer, con todo lo que
esto comporta, que el Evangelio sigue siendo
la noticia, bella como la gracia y ardiente
como el amor, que transforma a todos los que
la reciben con corazón de niño (cf. Mt 11,25);
sigue siendo camino de libertad para quien lo
acoge, como Francisco, en su inmediatez, en
su frescura, en su radicalidad, sine glossa: Esto
buscaba, esto quiero vivir…, dice Francisco
aquí en la Porciúncula, después de escuchar el
evangelio de la misión (cf. 1Cel 22).
El discípulo y misionero sabe que la labor
que le espera es ardua, sobre todo en ciertos
ambientes. Pero al mismo tiempo sabe que, al
igual que Jesús, tampoco él está solo. El Padre
está con él, y el Espíritu pondrá en su boca las
palabras oportunas. Éste es el motivo por el
cual el discípulo y misionero no puede tener
miedo. Dificultades no nos van a faltar, pero
es el Señor quien nos dice: “¡ánimo!”, “no
tengáis miedo”.
Siento que hoy el Espíritu nos dice:
Hermanos Menores:
• “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de dejaros
conquistar por Cristo (cf. Fil 3,12), para
ser prolongación de su humanidad hasta las
avanzadillas de la misión.
• “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de alargar el
espacio de vuestra tienda (cf. Is 54,2) para
ir hasta los confines de la tierra, y hacer
vuestros los gozos y las tristezas de los más
pobres y de los que más sufren.
• “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de vivir
cada día más de Cristo, pues de este modo
mejor podréis servirlo en los demás,
particularmente en sus rostros dolientes.
• “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de dejaros
seducir por los claustros olvidados e
inhumanos, donde la belleza y la dignidad de
la persona son continuamente mancilladas
(cf 1R 9, 2), pues abrazando a los leprosos de
hoy, abrazaréis a Cristo mismo, y mientras
los evangelizamos nos evangelizan.
• “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de entablar
o restablecer constantemente el diálogo de
la caridad, allí donde el mundo de hoy está
desgarrado por el odio étnico y las locuras
homicidas. Sed artífices de paz y, de este
modo, así seréis testigos del Dios amor.
Id, Hermanos Menores, nos sigue diciendo
191
hoy el Espíritu del Señor, no como dueños de
la verdad, sino como siervos humildes (cf. 1R
23,7), y lo que gratis habéis recibido, dadlo
gratis (Gál 3,18). Id y anunciad a cuantos
encontraréis por los caminos y en las plazas
de las ciudades su condición de hijos e hijas
de un mismo Padre, hermanos vuestros.
Id y recordad que cuando más fraterna sea
vuestra vida comunitaria, más auténticamente
evangelizadores seréis. Id, y desde una profunda
sintonía con la persona y la obra de Jesucristo,
abriros a nuevas formas de presencia y de
evangelización. Id, y evangelizad mano a mano
con los laicos, hombres y mujeres, jóvenes
y ancianos. Id, y en todo lugar y sea cual sea
la actividad que desarrolléis, testimoniad los
valores evangélicos estando al lado de las
personas que no conocen aún a Jesús.
“El amor de Cristo nos apremia” (2Co
5,14), dice Pablo. Ese amor, que quema
nuestros corazones, es el que nos impulsa
a consolidar y difundir el Reino de Cristo,
llevando el anuncio del Evangelio a todas
partes, hasta las regiones más lejanas.
Más de tres mil millones de personas están
aún por oir la Buena Noticia, y muchos de
nuestros contemporáneos, aún habiendo
escuchado esa Noticia viven completamente
al margen de ella. ¿Qué nos están pidiendo
esas situaciones? ¿Sabremos leer y dar una
respuesta desde el Evangelio a esos signos de
los tiempos y de los lugares?
El Capítulo que hoy iniciamos, queridos
hermanos, teniendo por tema la misión
evangelizadora, puede ser un momento
de gracia para hacer esa lectura y buscar
esas respuestas. Con lucidez y audacia:
¡pongámonos en camino! ¡Ánimo, no estamos
solos!
Espíritu Santo, tú eres gozo, infunde gozo
profundo en nuestros corazones.
Espíritu Santo, tú eres fuego, abrasa
nuestros corazones en el amor de Jesús.
Espíritu Santo, tú eres sabiduría, danos
capacidad de discernimiento.
Espíritu Santo, tú eres seguridad, vence
nuestros miedos.
Espíritu Santo, tú eres fuerza, concédenos
valentía y audacia para anunciar a Jesús hasta
los confines de la tierra.
¡Ven Espíritu Santo!
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
192
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
3. Discurso de Apertura del Capítulo general 2009
Queridos hermanos: Al inicio de este Capítulo de Pentecostés 2009 renuevo mi saludo fraterno a cada uno de vosotros, al mismo
tiempo que os deseo “todo bien” en Aquel que
es el “sumo bien”.
Dos cosas considero importante subrayar
en este momento: la urgencia de revisitar los
nutrientes de nuestra vida consagrada y la urgencia de tomar conciencia de nuestra vocación y misión de anunciar la Buena Noticia a
nuestros contemporáneos.
Hoy se hace más necesario que nunca el
compromiso de todos los consagrados en generar una verdadera cultura de la vida religiosa. En nuestro caso también una nueva cultura
de vida franciscana. Esa nueva cultura pasa
necesariamente por la lucidez y la creatividad,
la pasión y la radicalidad evangélicas, la autenticidad y la visión de futuro, y todo ello en
diálogo fecundo con la postmodernidad.
Llamados a vivir nuestra consagración en
el espacioso claustro del mundo, en medio de
nuestras propias culturas, de la modernidad tardía y en sus más variados contextos, no aspiramos a huir del ajetreo de la vida cotidiana, sino
que en compañía de los hombres y mujeres de
nuestro tiempo queremos recuperar los verdaderos nutrientes que, dando calidad de humanidad íntegra a nuestras vidas (santidad), nos
coloquen en actitud de servicio humilde (lavar
los pies) a nuestros hermanos y hermanas.
Esos nutrientes de nuestra vida y misión,
como los de toda vida consagrada, son: enriquecer las raíces de nuestra pertenencia al
Señor (dimensión contemplativa), revitalizar
una cultura de la vida en fraternidad (dimensión fraterna) y rehacer los nutrientes de nuestro ser enviados (dimensión misionera), y, en
nuestro caso, siempre como menores entre
los menores, bien conscientes de que muchas
veces los pobres son maestros de fe y de esperanza.
Son esos nutrientes los que deberán alimentar nuestra vida cotidiana, de tal modo que nos
capaciten para responder a nuestra vocación
de discípulos y misioneros: llenar la tierra con
el Evangelio de Cristo.
Por otra parte, nuestro Capítulo tiene como
tema la misión evangelizadora. Eligiendo este
tema, declaramos nuestra intención de salir de
nosotros mismos, dejar a un lado nuestros miedos y responder al imperativo de Jesús: “Id por
todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a
toda la creación” (Mc 16,15).
¿Somos conscientes de que el mayor tesoro
no es el que se guarda con celo, sino el que se
comparte con generosa entrega? ¿Somos conscientes del privilegio que supone el que Jesús
nos diga “levántate, toma tu camilla y camina
(Jn 5,8)? ¿Somos conscientes de la gracia que
supone el que Jesús mismo nos ofrezca la posibilidad de curarnos de nuestras rutinas, cansancios, resignaciones o realismos asfixiantes?
¿Seremos capaces de construir el futuro con la
fantasía de los santos?
La vida consagrada y con ella la vida franciscana son parte de ese pueblo peregrino, la
Iglesia, familia que camina “entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios” (LG
8). Urgidos por el Evangelio a “nacer de nuevo” (Jn 3,3), nos sentimos también llamados
a renovarnos constantemente bajo la acción
del Espíritu Santo (cf. LG 9). Por otra parte,
conscientes de que la norma suprema de nuestra vida es el “santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo” (2R 1,1), estamos igualmente
convencidos de nuestra responsabilidad de no
sólo conservar el carisma que hemos recibido,
sino de profundizarlo y constantemente desarrollarlo “en sintonía con el Cuerpo de Cristo
en perenne crecimiento” (Benedicto XVI).
Ahí estamos: en el camino, buscando las
herramientas apropiadas para abrirnos al futuro, sabiendo que el futuro nace del máximo
cuidado que tengamos por el presente. Sea este
Capítulo general un momento de gracia para
revisitar los lugares de nutrición de nuestra
vida y misión; sea una ocasión propicia para
reafirmar nuestra condición de discípulos y
misioneros; sea, en fin, un tiempo fuerte para
buscar juntos, en creatividad y con visión de
futuro, los medios oportunos para que nuestra
vida y misión sigan siendo significativas para el hombre y la mujer de hoy. Será nuestra
mejor aportación a este octavo centenario de
la fundación de nuestra Orden que estamos celebrando.
Ya desde ahora deseo agradecer, en nombre propio y del Definitorio general, a todos
por la colaboración en la buena preparación de
este Capítulo, preparación iniciada en vuestras
Entidades junto a vuestros Hermanos. Estoy
seguro que aquí llegáis trayendo el eco del diálogo y de las reflexiones compartidas con los
Hermanos de las Entidades que representáis.
Agradezco el espíritu de oración que ha
guiado esta preparación y la cercanía de tantas
193
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Hermanas Clarisas y Hermanos y Hermanas
de la OFS y de la JUFRA.
Aprovecho esta ocasión para expresar mi sincera gratitud al Secretario del Capítulo, Fr. Francesco Patton, por acoger este servicio con espíritu de disponibilidad, de dedicación y de
generosidad, anteponiendo este trabajo a otras
ocupaciones propias del servicio de Ministro
provincial de su Provincia de Trento, a la cual
también va mi más sincera gratitud por su generosidad demostrada también en esta ocasión.
A cuantos han trabajado y trabajarán para
un sereno y fructuoso desarrollo del Capítulo,
manifiesto mi gratitud sincera y fraterna.
Hermanos amados en el Señor, buen trabajo
a todos, en la serenidad y apertura al Espíritu.
Con estos deseos y en el nombre del Señor,
declaro abierto el Capítulo general de Pentecostés 2009.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
4. Saluto del Vescovo di Assisi
Domus Pacis, 25 maggio 2009
Cari fratelli capitolari,
con grande gioia vi porto il saluto della nostra comunità diocesana.
Sono felice di accogliervi alle sorgenti della
vostra spiritualità. La “gratia loci” vi raggiunga in profondità e il Santo Spirito vi colmi dei
suoi doni, orientandovi alla conoscenza della
volontà di Dio ed a scelte illuminate per il bene
della Chiesa.
Il vostro capitolo si svolge quest’anno in un
clima particolarmente festoso, per gli 800 anni
dell’approvazione orale della Regola. Questo
evento vi appartiene a titolo speciale. Appartiene, ad altro titolo, anche alla nostra comunità
diocesana. Approvando la Regola, Innocenzo
III metteva il sigillo della suprema autorità su
un carisma che non nasceva in quel momento,
ma si era fino ad allora sviluppato nel caldo
grembo di questa Chiesa. Qui, sostenuto dal
discernimento e dall’incoraggiamento del Vescovo Guido, il carisma aveva già assunto i
suoi lineamenti tipici. Qui aveva maturato gli
accenti spirituali che costituiscono la sostanza
della regola di vita francescana. Qui si era già
sviluppato lo slancio missionario, che aveva
portato Francesco a mandare in tutte le direzioni i suoi primi discepoli, quando ancora non
erano che otto compagni.
Coloro che ottocento anni fa si recarono
dal Papa si chiamavano ed erano i “penitenti
di Assisi”. E non a caso fu il Vescovo Guido,
che ne aveva accolto il carisma, a presentarli
al Papa. Attraverso Francesco e i suoi primi
compagni, nella loro chiamata a predicare la
penitenza oltre i confini della comunità di origine, era questa nostra Chiesa particolare che
adempiva in modo singolare alla sua vocazione missionaria. Proprio questo ci ha spinto a
metterci sulle orme di Francesco e dei suoi
primi compagni, per vivere un Biennio della
Missione.
Lo sguardo alle origini assisane della Regola di Francesco evidenzia un aspetto decisivo:
il cammino di conversione di Francesco, il suo
lasciarsi incontrare da Cristo, il suo incontrarlo nella contemplazione di San Damiano, nel
volto sofferente dei lebbrosi, nel ministero e
nel discernimento del suo Vescovo, nella concreta vita fraterna con i primi compagni. Quello che verrà dopo, in termini di predicazione e
missione, non sarà che l’espansione universale di tutto questo. Se si vuol ritrovare l’anima
della Regola stessa, è necessario continuamente tornare a queste origini.
Cari fratelli capitolari, nell’orizzonte della
nuova evangelizzazione, voi figli di Francesco
avete un ruolo straordinario, a condizione della
piena fedeltà al vostro carisma. Abbiamo bisogno di un francescanesimo che dica di nuovo
Gesù al mondo con la freschezza e la radicalità
di Francesco.
A questo vi porti il vostro Capitolo qui ad
Assisi. Ne sia auspicio e garanzia il fatto che
lo svolgete sotto lo sguardo vigile e dolce della
Madre, la Vergine degli Angeli, Vergine fatta
Chiesa. Auguri di buon lavoro, con la mia più
grande benedizione.
Mons. Domenico Sorrentino
Vescovo di
Assisi, Nocera Ubra, Gualdo Tadino
5. Saluto del Ministro Provinciale dell’Umbria
Domus Pacis, 25 maggio 2009
Carissimi Fratelli,
il Signore vi dia pace!
Queste sono le parole con cui Francesco di
Assisi salutava coloro che incontrava lungo la
194
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
strada e sicuramente con queste stesse parole
i primi compagni di Francesco si salutavano,
quando si incontravano sulle strade, dove erano andati ad annunciare la “Bella Notizia” di
Gesù Cristo morto e risorto, salvezza di tutti
gli uomini.
Con queste parole che auguravano la pace
del Signore nostro Gesù Cristo, i primi fratelli insieme a Francesco si salutavano qui, alla
Porziuncola quando si incontravano per gioire
nel Signore e per riflettere insieme su quella
“Forma Vitae” che il Signor Papa Innocenzo
III aveva loro approvato 800 anni fa.
L’esperienza dei Capitoli fu, fin dall’inizio,
un’esperienza di gioia e di pace nel Signore,
un incontro tra veri fratelli, in quanto occorreva ringraziare e gioire insieme per le meraviglie di Dio che la primitiva comunità stava
sperimentando, ma anche per riflettere, a volte
correggere il cammino che si stava facendo, e
soprattutto per progettare il futuro seguendo il
carisma originario che il Signore aveva rivelato a Francesco, come Giacomo da Vitry ci
ricorda nella sua lettera del 1216, dopo aver incontrato qui in Umbria le prime fraternità francescane: Gli uomini di questa religione convengono una volta l’anno nel luogo stabilito
per rallegrarsi nel Signore e mangiare insieme,
ricavando da questi incontri notevoli benefici. Qui, avvalendosi del consiglio di persone
esperte, formulano e promulgano delle leggi
sante, che sottopongono al Papa per l’approvazione.
Dopo 800 anni da quella esperienza che ha
cambiato il volto della Chiesa e in parte della
storia, ci ritroviamo ancora per gioire insieme
delle meraviglie che il Signore continua a fare
nella nostra vita di figli di Francesco di Assisi,
ma anche a riflettere insieme sulla nostra vita
e sul nostro lavoro, forse a correggere qualche
cosa del nostro impegno di consacrati che vivono in un mondo non meno complesso di quello
di Francesco e che a volte condiziona e in parte
corrompe la nostra vita cristiana e francescana.
Sicuramente siamo qui perché crediamo profondamente a questa vita “secondo la forma
del Santo Vangelo”, l’amiamo e ne gustiamo la
bellezza e la forza. Dobbiamo anche noi programmare un futuro che sappiamo difficile, ma
nello stesso tempo esaltante nella speranza di
una vita bella e gioiosa di Frati Minori che sono
chiamati ad andare per il mondo per portare il
Vangelo del nostro Signore Gesù Cristo.
Carissimi fratelli, per questo vi saluto con
le parole di Francesco: il Signore vi dia pace…
e vi accolgo in questo luogo della Porziuncola,
così caro a Francesco.
Benvenuti anche a nome di tutti i fratelli della Provincia Serafica di S. Francesco in
Umbria e che il Signore doni a noi quella pace
e quella gioia che ci proviene dalla fede in Cristo Signore. Chiediamo anche l’intercessione
della Vergine Maria, Regina degli Angeli, affinché possa aiutarci a vivere con serenità questo nostro impegno capitolare.
Fr. Bruno Ottavi
Ministro provinciale
6. Messaggio del Sindaco di Assisi
Domus Pacis, 25 maggio 2009
Signor Ministro Generale dell’Ordine dei
Frati Minori, in questi giorni i “complessi viaggi”, legati agli impegni istituzionali, mi impediscono di partecipare ai “Saluti iniziali” del
Capitolo Generale anche se, tra qualche giorno,
sarò con Voi per portarVi il “sentito” Grazie.
A otto secoli dall’approvazione “orale” della Regola tutta l’Umanità, sopratutto oggi, ha
“bisogno di Voi”, del Vostro “essere innamorati di Francesco” che contempla il mistero di
Dio incarnato nel Bambino di Betlemme, del
Vostro “voler arrivare in ogni luogo”, vicino
ad ogni uomo, per offrirgli, con umiltà e semplicità, la condivisione di gioie e dolori.
Signor Ministro Generale desidero ringraziare Lei e i Padri Capitolari per l’attenzione
riservata, in ogni momento, alla città di Assisi
le cui “pietre vive” sono “intimamente legate” al messaggio di Francesco: un Santo che
“benedisse la Sua città” scrigno di spiritualità,
umanità e socialità.
Confesso che queste poche parole le sto
scrivendo nel “silenzio della notte”, tra una
viaggio e l’altro, pensando che, forse, io come
molti altri, dobbiamo “ridare tempo al tempo”
e vivere una vita “più francescana”, ritrovando
l’essenzialità e l’impegno per ciò che d’avvero
conta nella vita.
Un Capitalo Generale è una “tappa”, una
“sosta oasi per l’animo”, pronti a “riprendere
il cammino” verso la meta e certi che, lungo il
tragitto, troverete, sempre, i “segnali” collocati del Santo Francesco.
Signor Ministro Generale grazie per quanto
ha fatto, e per quanto ancora continuerà a fare,
Grazie anche per la Sua “cortese attenzione”
riservata ad Assisi e ai Frati Minori, con il Suo
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
sguardo sempre “Vero, Profondo e Sincero”
di chi lascia sempre “Parlare il cuore prima di
ogni altra cosa”.
Buon Capitolo Generale e Lei e a tutti i Padri Capitolari.
Buon Cammino, verso “copiosi orizzonti di
fede, speranza e carità”.
Claudio Ricci
Sindaco di Assisi
7. Presentación del Informe del Ministro
general al Capítulo
Primera Parte
1. La misión evangelizadora
En un Capítulo como el nuestro cuyo tema
es el de la misión/evangelización, creo conveniente comenzar señalando sintéticamente lo
que se entiende hoy por misión evangelizadora
en clave franciscana.
A vuelta con los términos
En una sociedad plural y profundamente
cambiante en sus aspectos culturales, sociales
y religiosos, como la nuestra, tanto los conceptos de misión, misiones y misionero, como los
de evangelización ordinaria, primera evangelización y nueva evangelización adquieren
nuevas acepciones. Así el término misiones
(en plural) antes se usaba para indicar las misiones populares y sobre todo la missio ad gentes; hoy, en cambio, se prefiere usar el término
misión (en singular) para indicar la actividad
evangelizadora de la Iglesia. Igualmente, el
concepto de misionero que antes se reservaba para quien partía hacia otras tierras con el
fin de implantar la Iglesia o la Orden, hoy se
aplica, también, a todo agente de pastoral de la
Iglesia local.
Esta última connotación de misionero y
de misión puede disminuir el ardor misionero ad gentes que animó a muchos hermanos
a dejar su tierra y su cultura para ir y abrazar
otras gentes, tierras y culturas. Para evitar esta
posibilidad, es necesario recordar que, en cada
época, la misión evangelizadora se hace en una
doble dirección: hacia dentro de la comunidad
cristiana y hacia fuera de ella. Afirmar que la
Iglesia es misionera por naturaleza no excluye
ninguna de estas dos dimensiones. Más aún, la
misión ad gentes ha de considerarse como la
actividad primaria, esencial y nunca terminada
195
de la Iglesia. Este criterio es valido, también,
en la Orden.
El concepto de misión envangelizadora
A la luz de lo dicho, la misión se puede
definir como: el modo de restituir el don de la
Buena Noticia que hemos recibido, yendo inter
gentes para anunciar, con la palabra y la vida,
el Evangelio a los de cerca y a los de lejos (cf.
Ef 2, 17), a los creyentes y a los no creyentes,
bien porque han abandonado la fe, bien porque
nunca han sido evangelizados. El concepto de
misión, además, está correlacionado con otros
términos como: anuncio, evangelización,
conversión, testimonio, diálogo, inculturación.
La misión, de este modo, no es sólo una
acción sino también contemplación y pasión.
No es un simple ir a sino un sumergirse en.
La misión es algo más profundo, radical, extenso, va más allá de una actividad apostólica, incluso de la misma misión ad gentes. La
misión es también liturgia, profecía, servicio,
colaboración, diálogo permanente con Dios y
el mundo. Desde esta visión holística o global,
la misión está llamada a abarcar y armonizar
las diversas facetas de la vida.
Exigencias de la misión evangelizadora
Entre las principales exigencias de la misión evangelizadora podemos señalar las siguientes:
– Sentir la urgencia de evangelizar según la
propia vocación.
– Avalar con el testimonio lo que se anuncia
con la palabra.
– Ponerse en camino para ir al encuentro del
otro. Esto implica dejar la propia tierra y
cultura y abrirse a nuevas experiencias, superar las fronteras culturales, geográficas y
religiosas.
– Ir como menores, es decir, dispuestos a recibir y a dar, a aprender y a enseñar.
– Amar este mundo en el que vivimos. Sin
una simpatía por nuestro mundo, no será
posible dialogar con los hombres y mujeres
de este tiempo ni tampoco anunciar el evangelio.
La Iglesia y el anuncio del Evangelio
La misión evangelizadora es “la dicha y la
vocación de la Iglesia, su identidad más profunda” (EN 14). “La Iglesia existe para evan-
196
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
gelizar” (EN 4). El mandato de Jesús de ir por
el mundo y hacer discípulos (cfr. Mt 28, 1920), “extendiéndose a todas las naciones” (LG
9) constituye la esencia o la razón de ser de la
Iglesia. La evangelización misionera, entonces, no es una cuestión facultativa o una tarea
de pocos, sino una exigencia de la fe que incumbe a todos los bautizados. Negar la misión
sería negar la naturaleza misma del ser cristiano. Quien ha encontrado a Cristo se sabe y
se siente enviado a anunciarlo con su vida y
su palabra. La misión, además, no sólo es una
expresión de la fe; es también el medio propicio en donde se fortalece. En todo ello no hay
que olvidar que Jesús es el paradigma de toda
misión y evangelización y que el Espíritu Santo es el protagonista que conduce a la Iglesia
hasta los confines del mundo.
La Orden y el anuncio del Evangelio
Como Hermanos Menores, tanto clérigos
como laicos, somos partícipes de la misión
evangelizadora de la Iglesia. La misión evangelizadora, tanto en su sentido amplio como
específico (misión ad gentes), por lo mismo,
es una dimensión esencial de la identidad o
de la razón de ser de nuestra Fraternidad. Más
aún, la misión evangelizadora es la clave y la
meta para entender y revitalizar la vida religiosa y franciscana en sus diversos aspectos: la
vida de oración, las relaciones fraternas, la minoridad, pobreza y solidaridad, la formación
y estudios, las estructuras y la economía. La
misión evangelizadora infunde confianza en el
futuro, da contenido a cada gesto, palabra, actividad y obra. Sin la perspectiva de misión, se
corre el riesgo de quedarnos mirando demasiado a nosotros mismos, de perder nuestra relación con el mundo y de renunciar a ser luz y sal
de la tierra (cf. Mt 5, 13s). No podemos quedarnos en la auto-contemplación olvidándonos
de que sólo lo que se comparte se enriquece y
enriquece. La misión, en sus diferentes acepciones, es la que dinamiza y da sentido a todos
los elementos de nuestra forma vitae. Si hemos
sido elegidos y llamados es para ser enviados
al mundo. La misión, de este modo, se convierte en el principio inspirador, articulador y
animador de la vida personal y comunitaria.
Cuando hablamos de re-fundación, de recreación y re-vitalización de nuestra vida y misión, hemos de asumir la necesidad de reavivar
nuestro espíritu misionero y de impregnarlo
de audacia e imaginación, para responder a las
nuevas exigencias de la misión evangelizadora. Es la hora de hacer nuestro el discurso programático de la misión de Jesús (cf. Lc 4, 1819), de ensanchar nuestra tienda y de asumir
los gozos y las tristezas de nuestros hermanos
y hermanas.
La Orden responde a esta dimensión esencial de su identidad con la evangelización ordinaria (actividades de pastoral ordinaria) y
con la misión ad gentes. En este contexto y en
relación con esta última, es justo y necesario
recordar que, desde el inicio, nuestra Orden
aparece como una Fraternidad misionera, de
tal modo que la misión ad gentes e inter gentes
es una nota específica de nuestro carisma, por
lo cual no se la puede ni se debe descuidar motivados por la precariedad del número o la edad
avanzada de los hermanos, como tampoco por
las necesidades pastorales ordinarias. Se trata
de una vocación –“por inspiración divina” (2R
12, 1)-, a la que, quien la haya recibido, debe
responder, y que exige a los Ministros provinciales un serio discernimiento (2R 12, 2).
Ante las muchas necesidades pastorales, es
necesario recordar que el Señor supo dar de comer con siete panes y unos pocos peces a una
gran multitud (cfr. Mt 15, 32-39); y que muchas
obras actuales son fruto del trabajo sacrificado
y generoso de tantos hermanos que llegaron de
otras tierras. Todo esto nos lleva a la necesidad
de pasar de una mentalidad de recibir y acoger a
la de dar, incluso desde la pobreza.
El ser misionero, por tanto, más que una necesidad pastoral es una vocación y una invitación constante a salir de sí mismos para comunicar la Buena Noticia a todos, sean cristianos
o no. Para los Hermanos Menores, la misión ad
gentes sigue siendo la expresión máxima de restitución a Dios Padre que nos hace partícipes de
la plenitud de la vida en Cristo (cf. Jn 10, 10).
La misión evangelizadora en clave franciscana
La misión evangelizadora, junto con la experiencia de Dios y la vida fraterna, es un pilar
constitutivo de la vida religiosa. De hecho, la
misión será impactante sólo si hay una fuerte experiencia de Dios y una relación fraterna auténtica. La vida religiosa, con estos tres
elementos inseparables, se transforma, de este
modo, en un signo creíble de la presencia del
Reino y de la validez y actualidad del Evangelio, se transforma en Evangeli nuntiandi.
Para los Hermanos Menores, además de los
elementos indicados (experiencia de fe, vida
fraterna y misión), existe un cuarto elemento
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
que también es esencial: la minoridad. Una dimensión que orienta y caracteriza las relaciones con Dios, con los hermanos y con el mundo. No somos simplemente una fraternidad en
misión, ni siquiera una fraternidad contemplativa en misión. Desde lo dicho anteriormente,
bien podríamos definirnos como: Misioneros
en el mundo, como hermanos y menores, con
el corazón vuelto al Señor. Veamos brevemente algunas características de estos elementos.
Misioneros en el mundo
“Id por todo el mundo” (Mc 16,15). Jesús, enviado por el Padre, nos envía también
a nosotros sus discípulos. El campo de misión
de los Hermanos Menores es inter gentes, es
decir, en las plazas y los caminos, en los lugares en donde los hombres y mujeres se encuentran, viven, trabajan, sufren y gozan. No
podemos quedarnos simplemente esperando a
los que llegan. Es necesario ponernos en camino. Es necesario ir al encuentro de los hombres y mujeres para anunciarles el Evangelio
con creatividad y audacia. Esta exigencia, ser
misioneros en el mundo, es una misión que en
muchos contextos no resulta nada fácil hoy
en día. Hay situaciones que pueden provocar
desánimo, cansancio y frustración, entre otros
sentimientos negativos. El Hermano Menor
está llamado a superar todas estas situaciones
desde la profunda convicción de que no está
solo (cf. Mt 28,20) y que el protagonista de la
misión evangelizadora es Cristo y el Espíritu,
y no precisamente él.
Teniendo en cuenta la personalidad de los
grandes misioneros/evangelizadores (Pablo,
Francisco de Asís, Bernardino de Siena, Francisco Solano, Junípero Serra, entre otros),
así como de tantos otros hermanos, doctos y
sencillos, que con su vida llegaron al corazón
de los hombres y mujeres de su tiempo, podemos afirmar que la misión/evangelización inicia con el testimonio personal y comunitario
de nuestra condición de Hermanos Menores,
continúa con el testimonio de la vida fraterna
en comunidad y se manifiesta en las obras de
apostolado o de promoción humana (cf. VC
72). El testimonio de vida personal y fraterno,
sigue siendo el camino más eficaz para llegar
a la cultura secularizada de hoy. La sociedad
actual escucha mejor a los testigos que a los
maestros, y sólo escucha a estos si son testigos; y es que si las palabras mueven, el ejemplo arrastra. Esto lo comprendió Francisco de
Asís cuando puso en práctica la predicación
197
del buen ejemplo. De hecho, la desconfianza
que muchas veces genera la vida consagrada
y franciscana se debe a la falta de coherencia
entre lo que se propone y lo que se vive. Esta
constatación nos debe llevar a reconocer con
humildad la necesidad y la urgencia de nacer
de nuevo (Jn 3,3), tanto personal como institucional (cf. Sdp 2).
Este testimonio comporta una profunda experiencia de Dios. “creí, por eso hablé”, dice
Pablo. No se puede anunciar la Palabra sin
un encuentro real con la Palabra. No se puede evangelizar sin un encuentro personal con
Cristo y su Evangelio. El misionero y evangelizador tiene que ser, como Pablo, una persona alcanzada, transformada y motivada por
Cristo y por el Evangelio. No basta predicar el
Evangelio, hay que ser Evangelio viviente.
Nuestra cultura que parece haber apostado
por la vida light, espera y exige de la vida religiosa y franciscana una alternativa y un testimonio profético. Se trata de ofrecer una respuesta no de acomodación ni de mediocridad,
sino de una vida renovada y fortalecida en lo
esencial, de tal forma que reproduzca la audacia, la creatividad y la santidad de Francisco de
Asís (cf. Sdp 2).
Ser misionero en el mundo significa, también, dialogar con la cultura del fragmento,
revisar el lenguaje que se utiliza, ir hacia la
periferia y abrirse a los nuevos areópagos (cf.
Cuarta prioridad: misión-evangelización). Todo ello presupone una visión positiva del mundo y de las culturas que nos rodean. Es cierto
que en una cultura globalizada como la nuestra
existe el riesgo de la indiferencia religiosa (y
no tanto el de la negación de Dios), sin embargo también en ella es posible encontrar un
espacio para que Dios entre en el corazón de
todos. La cultura secularizada no ha de verse como una amenaza, sino como una nueva y
fascinante oportunidad para anunciar el Evangelio, como un desafío teológico y pastoral. El
mundo, de este modo, no es sólo un campo de
batalla, sino sobre todo un lugar preparado para sembrar la buena semilla.
El nuestro es el tiempo que Dios nos ofrece
para anunciar la Buena Noticia. El Hermano
Menor no puede renunciar a proponer, con su
vida y palabra, la fuerza liberadora del Evangelio. Es posible detectar, en medio de las
realidades negativas y de las crisis, los sueños
emergentes de los hombres y mujeres para
abrirles cauces en su propia vida y anticipar el
Reino proclamado y vivido por Jesús.
198
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Como hermanos
En la misión evangelizadora la dimensión
fraterna es para nosotros, Hermanos Menores,
fundamental. Si bien tanto la llamada por parte
de Jesús como la respuesta por parte del discípulo son personales, sin embargo una y otra
pone al discípulo en relación con la comunidad de los llamados. Ésta es la experiencia de
Felipe, de Andrés, de Simón, etc. La misión
evangelizadora, desde esta visión, es siempre
comunitaria.
Es un dato: Jesús envía a sus discípulos de
dos en dos. Lo mismo hará Francisco con los
hermanos que el Señor le va dando. La dimensión fraterna está, por tanto, en el corazón de la
misión evangelizadora de los Hermanos Menores. Más aún, la fraternidad es ya la primera
y la principal forma de la misión/evangelizadora. Evangelizada (cf. CCGG 86), la fraternidad se vuelve evangelizadora. Esta es la razón
por la que ningún hermano, clérigo o laico,
puede sentirse exento de esta tarea misionera
y evangelizadora. Lógicamente, las formas y
los medios son muy distintos según la vocación particular de cada uno. Todo ello ha de
llevarnos a comprender que ningún hermano
es enviado a evangelizar a título personal, sino
que siempre va en nombre de la fraternidad, de
la Iglesia y, en última instancia, de Cristo.
No podemos, por consiguiente, contentarnos con testimonios proféticos individuales.
Es necesario construir fraternidades proféticas, fraternidades signo, lugares de referencia
evangélica: de fe, de oración y de sentido de la
vida; fraternidades que se sientan enviadas a
anunciar la Buena Noticia.
... y menores
No basta ser hermanos, es necesario ser
también menores. La minoridad es el aspecto que califica nuestra relación con Dios, con
los hermanos, con el mundo; es una manera de
ser y de obrar dentro de la Iglesia y del mundo. Esta exigencia, cuyo paradigma es Cristo,
hace que los hermanos, cuando vayan por el
mundo, no litiguen, ni juzguen ni condenen a
nadie, sino que se muestren mansos, humildes
y pacíficos con todos. Igualmente, esta actitud
les permite liberarse de toda forma de prepotencia y dominación y ponerse al servicio de
todos, especialmente de los más pequeños,
asumiendo diariamente su debilidad y vulnerabilidad. Por otra parte, por su condición de
menores, los hermanos han de dejarse seducir por los claustros olvidados e inhumanos,
abrazando la liminalidad de la vida religiosa y
habitando la marginalidad como esencia de su
identidad (cf. Shc 33), y, en su evangelización
misionaria, sin excluir a nadie, deben privilegiar el mundo de los pobres, tal como lo hizo
Jesús (cf. Lc 4,18). Somos llamados a ser menores entre los menores de la tierra. Es la hora
de ser menores, con lucidez y audacia, tanto
dentro de la Fraternidad como en la Iglesia y
en el Mundo.
Con el corazón vuelto al Señor
Jesús no dice nada que no haya previamente escuchado de su Padre. Del mismo modo, el
misionero podrá anunciar a Cristo sólo si diariamente lo escucha, lo contempla y hasta lo
palpa desde la fe (cf. 1Jn 1,1-3). Ser discípulo
y misionero son dos dimensiones constitutivas
e inseparables de los seguidores de Jesús. Así
como no se puede hablar de discípulo sin misión, tampoco se puede hablar de misión sin
discipulado.
El discípulo, a través de la oración y la contemplación, establece relaciones de amistad y
de familiaridad con Jesús. Poco a poco, se deja
transformar por su presencia hasta poder decir
con Pablo: “es Cristo quien vive en mí” (Gal
2,20). La experiencia de estar con el Señor, de
compartir su vida es condición sine qua non de
la misión evangelizadora. Sólo de la intimidad
con el Señor brota el deseo ardiente de darlo a
conocer. Sólo la permanencia en el Señor asegurará la eficacia de la misión.
De esta manera, la misión evangelizadora
no será una simple ideología ni una actividad
más, sino que será una parte integrante del seguimiento de Jesús, una dimensión que está
presente en la oración, en la vida fraterna y en
el trabajo apostólico.
Es la hora de frecuentar la escuela de Jesús para prepararse e ir al mundo, con el corazón vuelto hacia el Señor, para participar de
su misión, que se hace diálogo profético con
las culturas, con los marginados y con las religiones. Sólo con el corazón vuelto al Señor es
posible superar todos los miedos y las fronteras, llenarse de esperanza y ser inclusivos y no
excluyentes.
El amor de Cristo llevó a tantos hombres y
mujeres a recorrer los pueblos anunciando la
Buena Noticia. Su actividad misionera no fue
sino una respuesta de amor al amor gratuito de
Dios. También hoy es el mismo amor el que
nos envía al mundo; un amor que nos invita a
beber de la fuente original que es Cristo y des-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
de donde podemos sacar fuerza, comprensión,
ternura, disponibilidad y amor para dejar todo
y dedicarnos completamente y sin condiciones
a sembrar la semilla de la Buena Noticia. Hoy
como ayer son muchos los hombres y mujeres
que esperan del Hermano Menor el anuncio
del Evangelio, para lo cual, digámoslo una vez
más, es necesario tener el corazón vuelto hacia
el Señor.
El momento presente es complejo, está lleno de dificultades y preocupaciones. Sin embargo, también nos ofrece grandes posibilidades y esperanzas. Si se mira a Cristo, sin lugar
a dudas, las posibilidades y las esperanzas son
superiores a otros elementos que se presentan
negativos. Es el momento, por consiguiente,
de echar las redes, incluso en las circunstancias que no parecen propicias para la pesca,
es el momento de renunciar a las seguridades
y evidencias y de volver a confiar más en la
Palabra y en la gracia del Señor (cf. Lc 5,4).
2. Mandatos y propuestas
del Capítulo general 2003
Conscientes de la voluntad del Capítulo
2003, el Definitorio general ha intentado, en
todo momento, dar cumplimento a las propuestas y mandatos de dicho Capítulo.
Creo poder decir que hemos dado cumplimiento a la casi totalidad de las propuestas y
mandatos que hacían referencia tanto al Definitorio general como a las Oficinas de la Curia.
Sobre el particular me remito a cuanto he escrito en el informe al Capítulo, enviado a todas
las Entidades de la Orden y a todos los capitulares para su estudio previo. En el diálogo estoy abierto a cualquier pregunta que pueda clarificar dudas. Pido particular atención a ciertas
propuestas que presento de cara al futuro al dar
cuenta de algunos mandatos y propuestas (cf.
al final de los ns. 44, 45.47.48.49.54).
Dos aclaraciones me parecen obligadas en
el tema de la economía. La primera es que una
de las preocupaciones del Definitorio en el
campo económico ha sido la de garantizar la
máxima trasparencia de la gestión económica.
Aun cuando siempre es necesario seguir creciendo en ello, sin embargo, al final de este
sexenio, creo poder decir que hemos dado pasos significativos en este sentido. Una segunda preocupación que el Definitorio ha tenido
siempre en este mismo campo ha sido la de
intentar, por todos los medios, salir al paso de
cuanto nos pidió el Capítulo de buscar fuen-
199
tes económicas alternativas para la Curia y las
Casas dependientes (cf. PM 45 y 46). Para ello
hemos programado diversas obras que en futuro próximo pueden garantizar una cierta autonomía económica, tanto de la Curia general
como de las Casas dependientes directamente
del Ministro. Algunas de estas obras han sido felizmente concluidas, otras, sin embargo,
dada la magnitud de los trabajos emprendidos
y algunas dificultades imprevistas que se encontraron durante la ejecución de los trabajos
proyectados, no las hemos podido concluir todavía, aun cuando algunas de ellas están casi
a punto. Sobre el particular, tanto el ecónomo
como un servidor estamos dispuestos a dar las
explicaciones oportunas.
Otra preocupación importante ha sido la de
dar cumplimiento a la propuesta n. 18 sobre las
fraternidades internacionales. En este sexenio
se han erigido cuatro fraternidades dependientes del Ministro general (Estabul, Kartún, Miamar y Palestrina), todas ellas internacionales.
Es un camino que hay que seguir incrementando. En cuanto a los mandatos y propuestas,
tal vez uno de los aspectos en los que menos
hemos podido hacer ha sido en el campo de
la via pulchritudinis (cf. PM 27), aun cuando
puedo afirmar que sí se ha tenido en cuenta en
la animación de los hermanos.
En cuanto a las propuestas y mandatos del
Capítulo general a las Entidades de la Orden
(cf. ns. 16-17.20-22) el Definitorio general
piensa que, además de la visita canónica, sería
bueno buscar otras formas de evaluarlos.
Quiero manifestar, también aquí, mi sincero agradecimiento por su colaboración a todos
los que han ayudado al Ministro general y al
Definitorio a poner en práctica los mandatos y
propuestas capitulares, empezando por las oficinas de la Curia general. Sin la colaboración
generosa y eficiente de tantos hermanos ello
no hubiera sido posible.
3. Animación y gobierno
Creo poder decir en verdad que durante estos
años, tanto yo como los hermanos del Definitorio general, hemos puesto mucha atención y
energías en la animación de la Fraternidad universal y que, en todo momento, hemos intentado
estar cercanos y compartir la vida de los hermanos; escucharles, ofrecerle motivos de esperanza
y hacer memoria de los valores fundamentales
de nuestra vida franciscana, tal y como manifestábamos al inicio de nuestro servicio.
200
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
La animación de la Orden partió y se basó
en los siguientes subsidios y documentos: El
Señor os dé la paz, documento final del Capítulo general 2003; Seguidores de Cristo al
servicio de un mundo fraterno. Prioridades
2003- 2009; La gracia de los orígenes, subsidio para la celebración del VIII Centenario de
la fundación de la Orden; y El Señor nos habla
en el camino, documento final del Capítulo general extraordinario 2006.
El hilo conductor de toda la animación ha
sido la llamada del Capítulo general 2003 de
volver a lo esencial: “Reconocemos la urgencia de volver a lo esencial de nuestra experiencia de fe y de nuestra espiritualidad” (Sdp 2).
Ello nos llevó a insistir en la conversión y el
discernimiento, o en otras palabras, en la necesidad de centrarnos, concentrarnos y descentrarnos.
Come medios para esta animación nos hemos servido de: las Prioridades, el proyecto
La gracia de los orígenes, el Capítulo general extraordinario, las constantes Visitas a las
entidades, el Capítulo de las Esteras de los
“under ten”, las Cartas circulares, los distintos
encuentros nacionales e internacionales, el trabajo de las Oficinas de la Curia general, y los
distintos subsidios y documentos publicados
durante el sexenio.
El gobierno de la Orden se llevó a
cabo siempre en estrecha relación con la
animación. Considero que son dos aspectos
que no se pueden separar. Hemos intentado
respetar siempre las personas y escuchar la
base antes de tomar decisiones importantes.
Para el gobierno de la Orden propiamente
dicho nos hemos servido de las reuniones
del Definitorio, donde examinamos cerca de
6.000 pliegos o files, prestando particular
atención a los informes de los Visitadores
generales después de la Visita canónica
y de la celebración de los Capítulos
provinciales. Quiero subrayar la importancia
que hemos dado a nuestra propia formación
permanente en cuanto Definitorio general,
y a la evaluación del trabajo realizado en
cuanto Definitorio. En esta tarea de gobierno
hemos sido ayudados grandemente por los
Visitadores generales, por los Delegados
generales y por las distintas Comisiones
nombradas por el Definitorio.
A todos los que han colaborado tanto en la
animación como en el gobierno de la Orden
vaya también mi personal agradecimiento y el
agradecimiento de todo el Definitorio.
4. Espíritu de oración y devoción
En una cultura secular como la nuestra, la
vida religiosa y la vida franciscana están llamadas a comunicar, con su vida y palabra, la
experiencia del encuentro con Cristo. La dimensión contemplativa constituye el eje central de nuestra vida y misión. Desde esta perspectiva, nuestra primera tarea es la de tener
“el corazón vuelto hacia el Señor” (1R 22,19).
Principales actividades
– Nombramiento de una Comisión internacional para la dimensión contemplativa.
– Elaboración de algunos subsidios para varios momentos celebrativos.
– La insistencia en el valor y la necesidad
de: la oración personal y comunitaria, la
celebración eucarística, del Sacramento de
la reconciliación, la práctica de la lectura
orante de la Palabra, del acompañamiento
espiritual en las diversas etapas de la formación inicial y permanente, del silencio y
la soledad y la renovación de la profesión
religiosa.
Signos de esperanza
Se constata el esfuerzo que realizan las Entidades y los hermanos para poner el espíritu
de oración y devoción en centro de la vida y
misión de los hermanos. Cada día son más los
que están convencidos que sin una vida de oración no es posible una respuesta en fidelidad
creativa a la llamada del Señor, como tampoco
una vida apostólica fecunda.
Se trata de armonizar la vida de oración
con las actividades apostólicas, dedicando
más tiempo a la oración y a su preparación.
También se da un mayor espacio a los retiros
mensuales, los ejercicios espirituales anuales
y a experiencias de vida eremítica Todo ello
puede ser signo del paso del deber de orar al
gusto por la oración.
Un signo muy positivo es que la práctica
de la Lectura orante de la Palabra cada vez
es más frecuente en las fraternidades. El encuentro con la Palabra forma a los discípulos e
infunde audacia y creatividad para la misión.
Para muchos hermanos, la Liturgia de las Horas no sólo es un momento importante para
alabar a Dios, sino también un fermento de vida fraterna. Muchos hermanos descubren que
la espiritualidad franciscana es profundamente
eucarística. La celebración de la Eucaristía,
junto con la adoración, sigue siendo el sacra-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
mento que crea y fortalece la comunión con
Cristo y con los hermanos, como también el
centro y la fuente de la vida espiritual de los
hermanos.
Llamadas a la conversión
Hemos de reconocer la necesidad de seguir
creciendo en esta dimensión esencial de nuestra vocación. De hecho, a causa fundamentalmente del activismo, esta prioridad deja de ser
la Prioridad real en la vida y misión de los hermanos. Esto hace que:
A pesar de lo dicho anteriormente, el tiempo
dedicado a la oración personal y a la práctica
de los sacramentos siga siendo muy limitado.
Si no queremos sucumbir ante el activismo y
la dispersión considero urgente revisar con valentía los tiempos dedicados a la oración personal y fraterna.
La calidad de nuestras celebraciones, en
muchos casos, deja mucho que desear. Muchas veces, nos invade la rutina, el formalismo
y la prisa. No olvidemos que toda celebración
exige una buena preparación y una cierta creatividad, sin que ello excluya la fidelidad a las
normas litúrgicas.
A pesar de las buenas declaraciones, se da
poca importancia de los eremitorios, al moratorium y a los tiempos de silencio. Es más,
para algunos, todo ello es considerado un lujo, una pérdida de tiempo o, simplemente, un
medio para personas raras. Considero que es
necesario revalorizar la vida de soledad y los
períodos largos de oración.
Con visión de futuro
He aquí algunos retos:
– Pasar de la oración como obligación a la
oración como encuentro, cuyos signos más
claros son: el gozo, la confianza, la gratitud
y la entrega sin condiciones. Este encuentro
nos permitirá experimentar el amor, la acogida y el perdón, y mirar el mundo desde el
pathos del corazón de Dios.
– Pasar de la observancia a la fidelidad creativa. Si la oración es una relación de amor
y fidelidad con el Amado, no se la puede
reducir a la observancia ciega y fría de una
serie de normas. Es importante superar la
rutina, el ritualismo y el “rubricismo”.
– Convertir la oración en el alma de nuestra
actividad. La calidad de la misión depende de la calidad de la oración. Ella activa,
fecunda y configura críticamente la acción.
Se hace necesario superar el divorcio entre
201
oración y vida, y vida y oración. Ella nos
permitirá descubrir a Dios en la historia y
en la misma creación, y, al mismo tiempo,
hacer una lectura creyente de los signos de
los tiempos.
– La experiencia de fe. La fe es el único fundamento sólido de nuestra vida de oración.
La crisis de oración tiene mucho que ver con
la crisis de fe. Considero urgente verificar y
potenciar constantemente nuestra fe, a fin de
que nuestras fraternidades se conviertan en
lugares de alumbramiento de fe, lugares de
oración y de referencia evangélica para nosotros mismos y para los hombres que buscan sentido profundo a sus vidas
Viviendo en obediencia
sin propio y en castidad
Lo que da sentido a los votos religiosos es
el primado de Dios en nuestras vidas. Los votos son expresión de nuestra pertenencia total
y definitiva a Él y una forma concreta de vivir
el radicalismo evangélico. Si bien los votos no
son todo en el seguimiento de Cristo; sin embargo, constituyen el modo de configurarnos
por entero a Él tanto en su manera de existir
ante Dios como también en el modo de “mirar” al mundo y de situarse en él.
El voto de obediencia
En una cultura posmoderna que reconoce
al individuo como valor central y que acentúa
la libertad, la autoafirmación y la autonomía,
el voto de obediencia es un verdadero sin sentido, humanamente hablando. Sin embargo,
desde la concepción cristiana, la obediencia,
en cuanto búsqueda de la voluntad de Dios, es
camino de liberación de toda forma de sometimiento y alienación. La obediencia permite
a quien la profesa, descentrarse de sí mismo,
liberarse de su ego y abrirse a la donación de
uno mismo en libertad y responsabilidad.
De este modo, no hay espacio ni para el autoritarismo ni para la autonomía. La autoridad se
pone al servicio del crecimiento de los otros, y,
con esta finalidad, exhorta, consuela, estimula,
anima y corrige. Igualmente, la obediencia se
vive no como dependencia, sino como participación activa en la búsqueda de la voluntad
de Dios. Vivido así, el voto de obediencia crea
fraternidad, potencia el sentido de pertenencia
y unifica las vidas en una misma búsqueda de
la voluntad del Padre.
202
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
La realidad nos muestra que no es fácil
vivir la interdependencia, la solidaridad y
el discernimiento fraterno. Nos cuesta una
obediencia recíproca basada en el diálogo y
en el compartir fraterno, como también una
obediencia caritativa que comporta renuncia
a muchas posiciones personales. El deseo de
autorrealización, en algunas ocasiones, puede entrar en conflicto con el proyecto fraterno,
La realidad nos muestra también que es
fácil caer en dos extremos: el de la búsqueda despiadada del bienestar personal, lo que
dificultaría el servicio de la misión común,
o el del colectivismo y uniformismo, lo que
dificultaría la realización de la persona en
cuanto tal. Para superar estas tentaciones, se
hace necesario asumir que todos los hermanos, incluidos los que tienen el servicio de la
autoridad, estamos al servicio del proyecto
de vida evangélico y que, por tanto, hemos
de obedecernos mutuamente. Esta conciencia
nos llevará a crear relaciones armónicas entre
las personas y la fraternidad, evitando extremos como: el autoritarismo o el permisivismo, el sometimiento o una vida al margen de
la fraternidad.
El voto de castidad
El voto de castidad tiene que ver con la
auto-trascendencia del amor, la afectividad y
la sexualidad. Un voto que se debe canalizar
en tres direcciones: Dios, la fraternidad y la
misión. Teniendo como modelo a Jesús, la vivencia de la castidad nos permite vaciarnos de
nosotros mismos y llenarnos enteramente de
Dios y de lo que es de Dios. Igualmente, nos
ayuda a crear nuevas, sanas y auténticas relaciones con los hermanos, y a calificar el estilo
de nuestra misión.
En una sociedad tocada de hedonismo narcisista, constatamos con gozo la presencia de
muchos hermanos que, sabiéndose y sintiéndose amados por el Padre Dios, descubren que
también han sido llamados a amar a los demás,
a amar su propia vocación y a amar según su
propia vocación. Sin embargo, percibimos
también actitudes que llevan a un auto-envolvimiento o desplazamiento de la afectividad a
personas, cosas, ideas, trabajos, etc.; lo cual, a
veces, es causa de escándalos.
En general, se hace necesario cuidar y formar nuestro potencial afectivo, de tal manera
que seamos capaces de amar y ser amados con
“mente y corazón puros”. Esto, lógicamente,
exige vigilancia y autodisciplina, actitudes
que nos permitirán vivir con mayor serenidad
una soledad habitada por Dios, propia de la vida que hemos abrazado, sin buscar ambiguas
compensaciones afectivas.
En este camino de la vivencia del voto de
castidad, la fraternidad ocupa un papel muy
importante. Unas relaciones fraternas sanas y
auténticas siguen siendo de gran ayuda para
ser fieles a este voto.
Vivir sin propio
Ante las ideologías dominantes de consumo e insolidaridad y que han transformado el
tener en criterio de valoración de las personas, el vivir sin propio es una profecía cultural
que nos lleva a desarrollar nuevas relaciones
con Dios, y a superar la lógica del mercado,
mostrando a Dios como nuestra única riqueza.
Vivir sin propio nos conduce, también, a compartir con los pobres y excluidos lo que somos
y tenemos, nos libera de cualquier forma de
posesión y nos pone en una actitud de gratuidad permanente.
A la luz de lo que dicho, constatamos que
aún nos falta mucho por hacer, que la lógica
del consumismo es muy fuerte y que nos separa de los pobres. Para superar esta situación,
es necesario abrirse a los pobres para ser solidarios con ellos; y, también, aprender a usar
adecuadamente el dinero (en total transparencia), los bienes y las estructuras físicas de que
disponemos.
Con visión de futuro
Los tres votos, estrechamente entre sí, tienen pleno sentido si son vividos desde la perspectiva de la alianza con Aquel que nos amó
primero y en clave de seguimiento de Cristo.
Cada uno de ellos exige vivir la auto-trascendencia y la desapropiación tal como Cristo lo
hizo en su kénosis. Quien los profesa, por tanto, ya no se pertenece más a sí mismo, sino tan
sólo a Dios y a los demás.
Los votos, por otra parte, constituyen una
alternativa evangélica a las necesidades fundamentales del ser humano: el amor, la libertad y
la seguridad. Un camino que está garantizado,
por un lado, por la presencia amorosa de Dios,
de un modo especial en las dificultades; y, por
otro, por la fidelidad creativa de cada uno de
los hermanos. Se hace necesaria una formación adecuada a la vivencia de los votos como
una propuesta alternativa desde la cultura del
Evangelio.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Segunda Parte
1. Vida fraterna en comunidad
“El Señor nos ha llamado a vivir según el
Evangelio, no en solitario, sino en una comunidad de hermanos” (VOh 12). La Fraternidad
constituye el lugar imprescindible e irrenunciable para la realización de nuestra vocación;
y, por tanto, es un criterio clave de discernimiento para nuestra forma de vida y misión.
En un mundo fragmentado y conflictivo,
la fraternidad es un signo profético en cuanto
no se encierra en las relaciones interpersonales de la misma, sino que se abre a todas las
personas y pueblos y a la creación entera, y en
cuanto en ella se reconoce y valora la igualdad y también la diversidad de cada hermano
y de la cultura de la que proviene. Entonces
la fraternidad es, también, una Buena Noticia
de familiaridad, amistad, esperanza, respeto y
mutua aceptación.
Signos de esperanza
– El paso de una comunidad de observancia
de reglamentos y estructuras, a una de mayor atención a las necesidades de los hermanos, fomentando el respeto a la persona
y las relaciones interpersonales.
– Una mayor participación en el discernimiento y en la toma de decisiones.
– El paso de una vida en común a una comunión de vida, hecha de amistad, de diálogo
y mutua aceptación.
– El redescubrimiento de la oración litúrgica
en fraternidad.
– Las nuevas mediaciones para animar la vida fraterna: la lectura orante de la Palabra,
el Capítulo local, los encuentros, los Capítulos espirituales, preparados y celebrados
periódicamente.
Llamadas a la conversión
Todavía existen lagunas importantes a las
que debemos prestar mucha atención: el activismo, el individualismo, las divisiones, el
desencanto, el escepticismo, el cansancio, la resignación y la falta de comunicación profunda.
Todas estas dificultades se relacionan entre sí.
Para superar estos escollos, estamos llamados a ser verdaderos constructores de fraternidad y no meros consumidores de la misma,
pues si bien la fraternidad es un don de Dios,
no por ello deja de ser también una tarea y una
responsabilidad por nuestra parte. La fraternidad es un camino iniciado, pero no concluido.
203
Una Fraternidad con-vocada por el Señor
Hemos sido llamados (convocados) por el
Señor para vivir como hermanos y ser enviados a evangelizar. Por ello, en una fraternidad,
el principio vital, unificador y aglutinante es
el Espíritu del Señor. Ha sido la iniciativa de
Dios a ponernos unos al lado de los otros para
reconocernos y vivir como hermanos, en gratuidad, respeto y responsabilidad mutua. No
somos un simple grupo humano, un club de
amigos o una empresa. Somos familia unida
en Cristo.
En autenticidad
En la vida fraterna, es importante saber armonizar la dimensión humana con la dimensión de fe. Por ello hay que potenciar valores
tales como: la sinceridad, la confianza recíproca, la alegría, la sencillez, la delicadeza, la
educación, el sentido del humor, el espíritu de
participación, la aceptación del otro tal como
es, el espíritu festivo, el perdón, etc, para no
pecar de sobrenaturalismo. Sin embargo, todo
esto no es suficiente. La conciencia de sabernos convocados por el mismo Señor, sin ignorar los acoplamientos psicológicos, nos hará
capaces de amar radicalmente y de compartir
la vida y la misión con personas de distintas
culturas, caracteres, facultades, cualidades,
maneras de pensar, etc. Será la presencia de
Cristo la que nos una y nos abra a un amplio
pluralismo.
Con visión de futuro
La profundización de la fe nos permite
experimentarnos hijos de un mismo Padre y
hermanos de Jesucristo, en el Espíritu Santo.
Es el Espíritu el que nos mantiene unidos y
el que nos envía a anunciar la Buena Noticia.
Entre los medios para cultivar la dimensión
de la fe, están: la celebración eucarística, el
compartir las experiencias de fe y las preocupaciones apostólicas, la lectura orante de la
Palabra, la vida sacramental, la oración personal y fraterna.
La vida fraterna, por lo mismo, va de la
mano de la experiencia de fe de cada hermano.
Igualmente, la vida fraterna está muy unida
a la misión. Ni misión sin fraternidad, ni fraternidad sin misión. Una fraternidad que vive
para la misión se plantea desafíos, los comparte y proyecta una respuesta humilde y creativa
a los signos de los tiempos.
204
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Una Fraternidad con un claro proyecto de
vida y misión
No podemos dejar “al tiempo” que decida
por nosotros. Es urgente planificar a corto,
mediano y largo plazo, si queremos evitar la
improvisación, y es igualmente urgente hacerlo en fraternidad, si queremos dar continuidad
a nuestras obras. Se hace necesario el proyecto
de vida y misión.
En autenticidad
En los informes de los Visitadores generales, encontramos algunos elementos preocupantes como el activismo, el individualismo,
el cansancio y la resignación, la improvisación
y las divisiones. Aspectos que tenemos que
afrontarlos y encontrar una solución adecuada
a la luz de un proyecto compartido de vida y
misión.
El activismo. El activismo está produciendo,
también entre nosotros, “fusibles quemados”,
sequedad del corazón y del pensamiento. “Actuar no es lo mismo que agitarse” (Mounier).
El individualismo. En esta época en que se
subraya el valor del individuo, si no se está
atento, fácilmente se puede caer en el aislamiento y el egoísmo, en el “sálvese quien pueda”. Es necesario, entonces, buscar tiempos y
espacios para estar con los demás: la oración,
la comida, las celebraciones, la misión, etc.,
sin por ello caer en el comunitarismo.
El cansancio y la resignación están haciendo mucho acto de presencia en nuestras vidas
y fraternidades, debido al desconcierto, la frustración y el deseo del abandono (cf. discípulos
de Emaús). Para vencer estas tentaciones, es
necesario comenzar de nuevo, tener el coraje
de asumir nuestros fracasos y seguir adelante.
La improvisación. Con frecuencia, se confunde espontaneidad con improvisación y, de
este modo, no se asume la responsabilidad de
proyectar dentro de un proceso de discernimiento permanente.
Las divisiones. La fragmentación y las divisiones del mundo no son ajenas a nuestra
vida fraterna. El individualismo, la incapacidad de resolver los conflictos, las ideologías,
el ansia de poder, el rechazo de la diversidad
cultural y étnica, la falta de confianza mutua,
etc., siguen siendo las principales causas de
las rupturas y enfrentamientos entre hermanos. Teológicamente, no es otra cosa que la
presencia del pecado en el seno de nuestras
fraternidades.
Con visión de futuro
El proyecto fraterno de vida y misión es
una mediación cada vez más valorada por la
mayor parte de los hermanos, para hacer partícipes a los demás de la propia verdad y juntos,
a través del diálogo y el discernimiento, buscar la voluntad del Señor. El proyecto fraterno,
de este modo, se transforma en un camino de
encuentro y comunicación para el crecimiento
personal y comunitario en sus distintas dimensiones: antropológica/ existencial, psicológica,
vocacional, franciscana y misionera.
A quienes no lo hacen les invito a que no se
cierren a esta mediación que, personalmente,
considero muy importante para mantenernos
en camino, reforzar el sentido de pertenencia
a la fraternidad, pasar de la vida en común a la
comunión de vida y de la centralidad del hacer
a la necesaria armonía entre el ser y el hacer,
de la obsesión por la eficacia al gozo del ágape
y de la amistad, etc. A quienes ya lo están elaborando les digo: no os canséis. Los frutos se
ven a la larga.
En la elaboración del Proyecto fraterno de
vida y misión, se han de tener en cuenta, las
siguientes exigencias:
El discernimiento. Esta práctica ayuda a individuar, a partir de la situación de la vida, los
objetivos que se quieren alcanzar y los medios
adecuados para alcanzarlos. El discernimiento constituye el corazón del proyecto fraterno.
Éste comporta: metodología apropiada, disponibilidad a dejarse conducir por el Espíritu,
desprendimiento de todo prejuicio, apasionamiento y autosuficiencia, y también apertura
para aprender de los demás.
Una visión integral. El Proyecto ha de ser
integral, es decir, ha de abarcar todas las dimensiones de nuestra espiritualidad.
Metas alcanzables. Las metas muy altas
pueden generar frustraciones; y las excesivamente bajas, impedir el crecimiento personal
y fraterno. Lo importante es saber lo que se
quiere, cómo lograrlo y atreverse a realizarlo.
La participación de todos. El hecho de elaborar juntos el Proyecto fraterno, en un ambiente de oración y de serena reflexión, permite experimentar la mística que anima la fraternidad. Además, es necesario que el Proyecto
fraterno incluya la corrección fraterna y la
evaluación periódica.
Una Fraternidad que se comunica
La calidad de nuestra vida pasa por las relaciones interpersonales, cuya base es la co-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
municación. Las relaciones fraternas serán lo
que es la comunicación. Ésta implica salir de
nosotros mismos para ir al encuentro del otro o
del distinto. Su propósito es compartir nuestra
historia vocacional, la verdad de nuestro ser, la
gratuidad y la bondad de la vida en todas sus
dimensiones (cf. metodología de Emaús).
La comunicación, por otra parte, no es una
simple técnica, sino sobre todo un arte que exige humildad, una conciencia del vacío, de la
necesidad de contar con el otro. Sólo el que
se sabe necesitado del otro es capaz de acoger y escuchar. Antes que decir o decirnos, es
importante descubrir y abrirnos a la presencia
del otro.
En autenticidad
Las relaciones interpersonales. Éstas son
imprescindibles para una comunicación de
calidad y se ponen a prueba, particularmente,
en los momentos de dificultad. Una comunicación es verdadera cuando se asume una actitud de comunión tanto a nivel afectivo, como
de proyectos y motivaciones. La comunicación sufre y se deteriora, en cambio, cuando
se asumen actitudes de anexión del otro a las
propias convicciones, de negación mediante la
crítica y la ironía, o de dimisión al huir de toda
relación con los demás. Hemos de reconocer
la necesidad de crecer en las relaciones interpersonales, si no queremos sentirnos extraños
unos de otros.
La comunicación técnica
Hoy se ha generalizado el uso de nuevos
medios tecnológicos de comunicación: internet, página web, teléfono móvil, etc., sin por
ello haber abandonado los otros medios: boletines, revistas, periódicos, radiodifusión, etc.
A través de todos estos medios se ofrece a los
hermanos las principales noticias de interés.
Desde la Curia general, este tipo de comunicación está garantizado en las tres lenguas oficiales. Un aspecto importante, por supuesto, es y
será la educación en el uso adecuado de estos
medios, de tal forma que estén al servicio de
la evangelización y del crecimiento personal y
fraterno, y que no produzcan ninguna forma de
dependencia o esclavitud mediática.
Comunicación antropológica/ existencial
La comunicación tecnológica no es suficiente. Es necesario una comunicación antropológica/ existencial. Desde el punto de vista
teológico, a la luz del misterio trinitario, el ser
205
humano se presenta como alguien que está
llamado a comunicarse, es decir, a entregarse
y a recibir del otro. La comunicación es recíproca, circular e interactiva. En este sentido,
todo puede volverse comunicación, incluso el
mismo silencio.
En este tipo de comunicación, se han dado
avances en la Orden. Son más frecuentes las
visitas de los Ministros y los encuentros de los
hermanos en sus diversos niveles: local, regional, internacional, etc. Esto ha ayudado a crecer en cercanía, en el espíritu de familia, en la
misión común, etc.
Sin embargo, aún persisten muchas lagunas
en la comunicación. A menudo, nuestra comunicación sigue siendo superficial y pobre: se
comunican temas y problemas marginales y no
lo vital y lo central de nuestra vocación. Muchas veces, nos limitamos a compartir lo que
hacemos, pero no lo que pensamos, y, menos
aún, lo que sentimos. Como fruto de esta comunicación epidérmica aparece la soledad y el
asilamiento que sufren tantos hermanos. Esto
hace que la escucha siga siendo la tarea primera y fundamental de los Ministros y Custodios. Un servicio que se debe ofrecer a tiempo
y destiempo, con agenda o sin ella, es decir,
cuando el hermano lo requiera.
Pablo nos indica algunas actitudes para
acercarnos al otro y lograr una comunicación
más profunda: la humildad para mirarse con
la justa modestia y sinceridad, la mansedumbre para hablar a los demás sin agresividad,
la magnanimidad para mantener el corazón
siempre disponible a la diversidad y el soportar para llevar las cargas del otro (cf. Ef 4,1ss).
Estas actitudes nos ayudan a conocernos mejor
y a evitar los extremos de la sobre-valoración
o de la minusvaloración, a mirar la diversidad
no como amenaza sino como riqueza, a pasar
de unas relaciones de buena vecindad a una
comunión auténtica, a ser iconos de la humanidad reconciliada y profecía del Reino.
Con visión de futuro
En el proceso de renovación, la comunicación es el factor humano de mayor relevancia
para la vida de las fraternidades. Una comunicación extensa e intensa, normal, fluida y
sincera, es el medio apropiado para conocerse
más y mejor, y crecer humana y espiritualmente. Esto conlleva buscar, con imaginación y
creatividad, espacios y tiempos para la comunicación, de acuerdo con las propias culturas
y circunstancias. Igualmente, es importante
206
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
reforzar y dinamizar las mediaciones conocidas: los Capítulos locales, la revisión de vida, la recreación informal, el comer juntos, la
elaboración del Proyecto fraterno, etc. Es de
este modo como iremos eliminando el individualismo y el aislamiento. Pero esto sólo es
posible en ambientes donde se cultiva el respeto, la confianza recíproca, la familiaridad, la
transparencia, entre otros valores.
Como ya lo subrayé, para no caer en la dependencia esclavizante de los medios de comunicación o de que estos se conviertan en muros,
es urgente una formación sólida y adecuada en
su uso moderado, crítico y fecundo.
Una Fraternidad que mira al futuro desde la
colaboración, el redimensionamiento
y la reestructuración
La colaboración
El futuro de la Orden pasa por la colaboración interprovincial. La cultura de la solidaridad debe estar al servicio de un futuro común.
Por ello, es el momento de la colaboración.
Nadie puede sentirse autosuficiente.
La colaboración de las Entidades entre sí
y con la Orden ha ido creciendo en estos últimos años. Esto se evidencia en el ámbito de
la formación, los estudios y del personal. En
la formación inicial (Postulantado y Noviciado) y los estudios algunas Entidades abren sus
puertas a hermanos de otras Entidades, y, en
otros casos, se crean Casas interprovinciales,
en las que participan los hermanos de cada
una de ellas. La colaboración con personal es
muy extensa, basta pensar, por ejemplo, en la
presencia de los hermanos en las Casas dependientes del Ministro general y en los Proyectos
misioneros de la Orden, como también dentro
y fuera de las Conferencias.
Con visión de futuro
Mirando hacia el futuro, hay que reforzar
la cultura de la colaboración en todos los niveles de relación de la Orden: local, intermedio
y universal. Aún es fuerte la tendencia a encerrarse en el pequeño mundo de cada una de las
Entidades. Las Fraternidades interprovinciales
e interculturales crecen a un ritmo demasiado
lento.
Se hace necesario dar un salto cualitativo
en la comprensión de la colaboración. Ésta no
puede ser vista únicamente como un remedio o
una salida a las necesidades, a la falta de recursos humanos, sino como un medio importante
para responder mejor a las exigencias de nuestra vocación de Hermanos Menores, tal como
nos pide la misma Iglesia y, por supuesto, la
sociedad en la que vivimos. Hay que seguir
creciendo en el sentido de pertenencia a la Orden, conscientes de que todos hemos profesado una misma forma de vida más allá de las
fronteras de nuestras Entidades.
El redimensionamiento y la reestructuración
Como sucede en otras Instituciones religiosas, en varias Entidades de la Orden se constata un movimiento en una doble dirección: de
reducción y de consolidación. En una misma
Entidad puede suceder que se cierran unas presencias para abrir otras, para responder adecuadamente a los signos de los tiempos y de
los lugares. Todo ello nos pone delante de la
urgencia del redimensionamiento de presencias.
La reducción de Entidades
En algunas regiones se ha llevado a cabo un
proceso de unificación de entidades, y la consiguiente creación de otras nuevas (Hungría,
Austria, Chile y Nueva Zelanda), en otras el
proceso está a punto de concluirse (Alemania
y Suiza) y en otras se ha iniciado (norte de Italia). Asimismo, se sigue dialogando sobre la
futura colaboración entre Entidades vecinas,
como en España y USA, sin excluir un proceso
de fusión. Cabe destacar el acompañamiento
muy cercano de parte del Gobierno general en
los principales momentos y aspectos de estos
diversos procesos.
Nuevas Entidades
Por otra parte se han creado nuevas Entidades, fruto del crecimiento de la Orden: Guinea
Bissau, Madagascar, Angola, Haití, Filipinas,
Papua Nueva Guinea, Timor Leste, India,
Ucrania y Bielorrusia.
La reestructuración de las Conferencias
y otros cambios en las Entidades
Teniendo en cuenta la nueva legislación de
la Orden, se reestructuraron las Conferencias
de Centro Europa y África. Actualmente son
13 Conferencias. Tierra Santa es una Conferencia sui iuris.
En Perú se dio el cambio de dependencia
jurídica de una Custodia. También se hicieron
los cambios necesarios para adecuar la situación jurídica de algunas Entidades a los nuevos EEGG.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Criterios de reestructuración
El redimensionamiento puede ser programado o forzado. El primero nace de la urgente
necesidad de responder mejor a los signos de
los tiempos, de inculturar el carisma en el aquí
y ahora, del deseo de una vida más auténtica
y significativa, de la voluntad de habitar creativamente el futuro. El segundo, en cambio,
brota del instinto de conservación, de la obstinación de repetir el pasado o de defender el
presente a toda costa.
El redimensionamiento de entidades no
ha de verse sin más como signo de muerte
o de agonía progresiva de las entidades que
entran en ese proceso. A veces se hace necesario si queremos dar una mayor calidad
evangélica a nuestra vida y misión en los elementos esenciales del carisma (vida fraterna,
espíritu de oración y devoción, formación,
evangelización). El redimensionamiento, por
consiguiente, no es un asunto sólo de estadística. La poda, en muchos casos, se encamina
a rejuvenecer y a mantener fecundo el franciscanismo en una región. Cada Entidad, sin
desconocer las exigencias jurídicas, deberá
preguntarse si en las condiciones actuales es
o no capaz de garantizar la calidad evangélica
de vida y, más concretamente, las exigencias
de la formación.
He aquí un camino de discernimiento en
vistas a la reestructuración de entidades:
Estudio de factibilidad. Los hermanos de
las entidades ponen en común los aspectos
positivos y negativos de un posible redimensionamiento, y, en los diversos encuentros zonales o provinciales, analizan las motivaciones
de los mismos.
Consultas personales por escrito y en secreto, a todos los hermanos de las entidades.
Reflexión capitular. El tema de la unión de
entidades es estudiado y decidido en el Capítulo provincial. Los resultados son comunicados
al Ministro general para que, junto con el Definitorio general, tome la decisión final.
Delegado general. El Ministro general, si
juzga oportuno, nombra un Delegado general
para que acompañe el proceso de redimensionamiento.
Discernimiento de las presencias y de las
obras. Los hermanos están llamados a individuar las presencias que deben conservar,
suprimir o crear. Este trabajo es mejor que se
haga antes de la unión de entidades.
Papel de la Conferencia. La Conferencia
está invitada a participar en la reflexión y en la
207
presentación de propuestas, teniendo en cuenta
el franciscanismo en una determinada región
Visión de futuro
Para vencer el natural miedo y el rechazo
que produce el tema del redimensionamiento,
es necesario pasar de la colaboración a la interprovincialidad y de ésta a la interdependencia. Esto supone la unificación de estructuras
(secretariados), la elaboración de criterios para
los asuntos económicos y la creación de fraternidades interprovinciales orientadas a una
mayor significabilidad de nuestra vida y misión. Este camino favorecerá la unión no sólo
jurídica, sino sobre todo afectiva.
En todo proceso de redimensionamiento
hay que evitar dos peligros: la fragmentación
de las entidades, que hace difícil o casi imposible el testimonio de vida fraterno, y la masificación, que no permite una animación seria,
y donde los hermanos corren el riesgo de ser
“fichas de ajedrez”.
En todo caso no hay que esperar a que las
fuerzas disminuyan o ya no existan para pensar en el redimensionamiento. Por otra parte
hay que tener bien claro que no se trata sólo
de salvar las propias presencias, sino al franciscanismo en toda una región. Esto implica
reforzar el sentido de pertenencia a la Orden,
sentirse afectivamente libres de las propias
obras, y entrar en un camino de conversión y
de formación permanente, con los ojos puestos
en el futuro hacia el cual nos empuja el mismo
Espíritu.
Una Fraternidad de hermanos clérigos
y hermanos laicos
Desde los orígenes, dentro de la única vocación de Hermanos Menores, se distinguieron
dos dimensiones específicas: una, clerical; y,
otra, laical, que, lejos de contraponerse, son
complementarias y, como tales, expresan la
riqueza de nuestro carisma.
En la Orden, la vocación laical cada vez
es más valorada. Esto se manifiesta en la
convicción de que todos los hermanos, por
la profesión religiosa, somos iguales en derechos y obligaciones, salvo en aquello que
se desprende del Orden Sagrado (cf. CCGG
3,1). Del mismo modo, los hermanos laicos
reciben una formación espiritual, teológica
y técnica. Además, se les confía oficios de
animación y administración dentro de la Fraternidad. El actual Gobierno general ha se-
208
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
guido insistiendo ante la Santa Sede para que
nuestra Fraternidad sea declarada como una
“Orden mixta”.
Sin embargo, tenemos que seguir trabajando para que desaparezca una marcada mentalidad clerical que todavía existe en algunos hermanos y que dificulta una mayor participación
de los hermanos laicos en la evangelización.
Se debe por ello reflexionar con mayor profundidad en la identidad del Hermano Menor y
en la igualdad fundamental que proviene de la
profesión, independientemente del ministerio
que pueda o deba asumir cada uno. También
se debe reflexionar más en profundidad sobre
las formas concretas de llevar a cabo la misión
evangelizadora dentro de la Orden.
Con visión de futuro
La cuestión de la igualdad fundamental
entre los hermanos laicos y clérigos no es secundaria. En ella está en juego nuestra forma
vitae. Por esta razón, es urgente clarificar los
principios y la legislación. Esto implica:
– Un cambio de mentalidad. Es importante
contar con programas de FP y FI en los que
se insista en nuestra identidad de Hermanos
Menores, teniendo en cuenta que la diversidad es una riqueza para la fraternidad.
– Una presentación integral de la identidad
de la Orden, tanto en el CPV como en la
evangelización.
– Un cambio de estructuras formativas. Las
estructuras formativas deben favorecer la
igualdad fundamental de los hermanos. Es
necesaria una formación común para todos
en el carisma franciscano y otra específica
según la propia vocación: clerical o laical.
– Un cambio de estructuras jurídicas. Debemos continuar con el trabajo iniciado ya
hace años para que se nos reconozca como
una Orden mixta de clérigos y laicos; es decir, como una sola familia o una fraternidad
en la que hay hermanos con carismas personales y ministerios diversos.
Una Fraternidad que es y se manifiesta
como familia
Somos una familia compuesta de hermanos y hermanas que compartimos un mismo
carisma y misión. Sólo juntos, y en la reciprocidad, unidad y diversidad, seremos capaces
de expresar la riqueza carismática del franciscanismo. Particularmente en estos momentos
estamos llamados a vivir una espiritualidad de
comunión y a mostrar al mundo el signum fraternitatis.
En este sexenio, hemos intentado potenciar
el camino de comunión y colaboración con todos los miembros de la Familia franciscana,
incluso a través de nuevas formas, ya iniciado
anteriormente.
La Conferencia de Ministros generales de la
Primera Orden y de la TOR y de la Familia
Franciscana
Los Ministros generales nos encontramos 2
ó 3 veces al año para estudiar temas de interés
común: evangelización misionera, formación,
estructura mixta de la Orden, la fórmula de la
profesión, etc. Lo más importante ha sido la
colaboración en el campo de la formación permanente, la formación de formadores (master
de formadores en la PUA, a partir del 2006), y
la formación misionera (Bruxelas, a partir del
2005).
La Conferencia de la Familia Franciscana
se reúne dos o tres veces al año. En los encuentros hemos tratado temas de interés de toda la
familia y hemos escrito cuatro cartas conjuntas.
La relación con las Hermanas Clarisas y con
las Concepcionistas Franciscanas
En la relación con las hermanas Clarisas y
Concepcionistas contó mucho el apoyo ofrecido tanto del Definitorio general como de la
Oficina Pro Monialibus. Entre los medios que
he privilegiado para potenciar la relación con
nuestras contemplativas se pueden señalar: las
cartas escritas cada año en ocasión de la fiesta
de santa Clara y de santa Beatriz de Silva, el
encuentro con las Federaciones y, en algunas
ocasiones con los Monasterios, durante mis visitas a nuestras entidades, y los dos Congresos
Internacionales de las Presidentas OSC y OIC
en Asís y en Toledo, respectivamente.
La asistencia a la OFS
La Asistencia espiritual a los Hermanos y
Hermanas de la OFS sigue siendo un servicio
muy importante que los hermanos estamos llamados a prestar. A nivel general la asistencia
la hemos prestado de una forma colegial con
las otras obediencias de la Primera Orden y de
la TOR. La Conferencia de Asistentes generales ha publicado un manual del Asistente.
También, durante mis visitas a nuestras Entidades, no dejé de encontrar a los miembros
de la OFS, animándolos a vivir nuestro común
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
carisma, en medio de la familia, del trabajo y
de la sociedad en general.
La relación con los otros institutos de la Familia Franciscana
Los Institutos de inspiración franciscana y
afiliados a la Orden son más de 400. En este
sexenio, se sumaron otros 10. Esto indica la
vitalidad y la actualidad del carisma franciscano. Para mantener la comunión en ellos, se han
realizado diversos encuentros con las Superioras generales y con sus consejos, y, con ocasión
de la celebración del VIII Centenario, se tuvo
un encuentro con las Superioras generales de
los Institutos femeninos. La colaboración de
los Institutos se hace presente, especialmente,
en los territorios donde comparten la evangelización, los proyectos sociales y, sobre todo,
las misiones con los hermanos.
Con visión de futuro
La colaboración con la Conferencia de Ministros generales y de la Familia Franciscana
Es necesario buscar nuevos causes de colaboración. Además de la colaboración en la
formación de formadores y de misioneros, sería importante crear algunas Fraternidades interobedienciales con proyectos de misión bien
concretos.
La colaboración con las Clarisas y con las
Concepcionistas franciscanas
La comunión carismática con las Clarisas y
Concepcionistas tiene que hacerse más visible.
Para ello, es importante que se conozca, desde
las primeras etapas de la formación, el carisma
específico de las Clarisas y de las Concepcionistas. Esto nos ayudará a ofrecerles un mejor
servicio en la Asistencia espiritual. Una buena
ocasión para la colaboración podría ser la celebración del V Centenario de las Concepcionistas
en el 2011 y el VIII de las Clarisas en el 2012.
La colaboración con la OFS
En algunas regiones, aún persiste la figura
del Director de la OFS y no ha entrado la del
Asistente espiritual. Para lograr este cambio
fundamental, la formación específica de los
Asistentes espirituales sigue siendo imprescindible. Del mismo modo, hay que despertar
el interés y formar a los hermanos desde las
primeras etapas, de tal manera que aprendan
a valorar la vivencia del carisma en el mundo
secular.
209
La colaboración con los Institutos de inspiración franciscana
Nuestra labor evangelizadora necesita de
la estrecha colaboración de los miembros de
otros Institutos de inspiración franciscana, en
todos sus niveles: local, provincial y general.
Una Fraternidad que está al servicio de la
Iglesia y en relación con la vida consagrada
El carisma franciscano está al servicio de la
Iglesia y en estrecha relación con la vida consagrada.
Relación con la Santa Sede
En este apartado deseo sólo dejar constancia de las buenas relaciones con la Santa Sede.
Éstas se pusieron de manifiesto en los encuentros que mantuve con Juan Pablo II y Benedicto XVI, con la Secretaría de Estado y con
los distintos Dicasterios, particularmente con
la Congregación para la Evangelización de los
Pueblos y de Vida Consagrada, de las que formo parte, y con las que colaboré activamente.
En todos estos encuentros siempre encontré
muy buena acogida, comprensión ante situaciones difíciles, y un gran aprecio por la Orden
y la labor de los hermanos.
Participación en la vida de la Iglesia
He participado en los Sínodos sobre la Eucaristía (2006) y la Palabra de Dios (2008),
como también en la V Conferencia general
del Episcopado Latinoamericano y el Caribe,
en Aparecida (2007). Estas oportunidades me
permitieron conocer de cerca el pulso de la vida de la Iglesia y hacer presente la Orden en
estos acontecimientos eclesiales.
Relación con la vida Consagrada
Mi participación en las dos Asambleas
anuales de la Unión de Superiores Generales
y el formar parte del Comité Operativo de la
misma me ayudó a conocer mejor la situación
de la vida consagrada, principalmente masculina. En todos los Institutos, encontramos una
problemática común que nos desafía a encontrar respuestas comunes. Nuestro proyecto La
Gracia de los orígenes, también, ha sido una
fuente de inspiración para muchos de ellos.
De cara al futuro
Es necesario que se continúe y se refuerce este tipo de relaciones tanto con la Iglesia
210
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
como con la Vida consagrada. Es una manera
muy práctica de darnos a conocer más allá de
nuestra propia familia y compartir el camino.
Una Fraternidad llamada a la santidad
La llamada a la santidad es la primera y la
última razón de nuestra forma de vida. La decisión de seguir a Jesús más de cerca nos pone
en el camino de la santidad.
La historia de nuestra Orden y de la Familia
franciscana es una historia de santidad. Somos
hijos y hermanos de santos, como bien se puede ver en la edición del Santoral franciscano
que ha publicado la Postulación recientemente.
Nuestra Postulación general lleva adelante 217 causas. En este sexenio hemos tenido
cuatro canonizaciones, 38 beatificaciones, 15
reconocimientos de virtudes heroicas, y se iniciaron 38 causas de beatificación.
Con visión de futuro
La santidad es la medida de nuestra vida
y el resultado más elocuente de la formación
permanente y de la actividad pastoral. Por eso,
cada día debemos dejarnos fascinar por la belleza de Dios, soñar y construir nuestro futuro
con la fantasía de los santos. La Orden, por
tanto, a través de la Postulación, debe continuar promoviendo las causas de beatificación
y de canonización, particularmente de aquellas
cuyos ejemplos puedan ser más significativos
hoy en día.
2. Minoridad, pobreza y solidaridad
Minoridad, pobreza y solidaridad no son
simples opciones sociológicas. Estas dimensiones de nuestro carisma nacen de la contemplación de la kénosis de Cristo. Cristo es
el paradigma de minoridad, de pobreza y de
solidaridad, manifestadas, de una manera especial, en la encarnación y en la eucaristía.
Francisco entró por el camino de la pobreza el
día en que quiso seguir las huellas de su Señor
y configurarse con Él.
La minoridad nos lleva a “descalzarnos”
ante el misterio del otro; y la pobreza y la solidaridad a la comunión con los excluidos. La
minoridad nos pone en una actitud de servicio
ante toda humana criatura; la pobreza nos libera de toda posesión y se transforma en acogida
y fraternidad; y la solidaridad nos conduce a
compartir con los demás los dones del Señor
y a darnos entera y gratuitamente. Estos valores, con el espíritu de oración y devoción,
la fraternidad y la misión, configuran nuestra
identidad.
Es muy difícil contar con criterios claros y
objetivos para evaluar los niveles de riqueza
y pobreza en ambientes tan diversos en que
se vive. Sin embargo, es necesario entrar en
un serio proceso de discernimiento sobre las
formas concretas para vivir esta prioridad de
nuestra espiritualidad.
Principales actividades
Insistencia en:
• la necesidad de optar por una vida sobria y
esencial, como denuncia profética contra el
consumismo, y a sentirse solidarios con los
menos favorecidos.
• Una gestión económica transparente, austera y solidaria.
• Eticidad de las inversiones.
• Autonomía financiaria de las entidades.
• Creación del Fondo Ético Fraternitas.
• Creación del fondo de solidaridad.
Signos de esperanza
El éxodo del centro a la periferia. Muchas
Entidades se han situado en los lugares de
frontera. Cada vez son más los hermanos que
desean vivamente ir más allá de sus fronteras,
estar más cerca de la gente, descender más
abajo para ponerse al nivel de los necesitados
e ir más adentro en la compasión de Dios por
sus hijos.
Muchas Fraternidades han reorganizado los
espacios físicos y los han destinado al servicio
de los más pobres o de obras sociales como:
comedores, albergues, escuelas, etc.
Es muy alentador constatar que muchos
hermanos viven en Fraternidades insertas en
ambientes muy pobres donde comparten las
condiciones de vida de la gente pobre.
Aumentan los proyectos llevados por hermanos en favor de los sin tierra, de los indígenas, de los emigrantes etc, y de lucha contra la
lepra, el SIDA y la droga.
En algunos lugares, encontramos a hermanos que trabajan con personas que viven
nuevas formas de pobreza. Se trata no de la
carencia de bienes materiales, de seguridad o
salud, sino de la pobreza relacional: marginación, soledad... Este tipo de solidaridad lleva
a poner el acento no sólo en la pobreza, sino
principalmente en el pobre como tal.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Con el deseo de acercarse más a la condición de los últimos, algunas Entidades están
favoreciendo la creación o el fortalecimiento
de la misión itinerante.
No menos importante es la opción de muchos hermanos por una vida sobria y esencial,
sencilla y modesta, pero bella. Esta opción está motivada por la radicalidad evangélica y la
solidaridad con aquellos que, por falta de medios, se ven obligados a ello.
El valor del trabajo, en todas sus expresiones (intelectual, doméstica, pastoral, etc.),
igual que el trabajo manual, es una profunda
convicción en la vida de muchos hermanos.
La colaboración entre entidades y, también, con los laicos, la familia franciscana y
la Iglesia local es una expresión de minoridad
y pobreza. Cada vez crece más la conciencia
de que no somos autosuficientes, sino que nos
necesitamos recíprocamente.
La gestión administrativa, en varias Entidades, se ha centralizado de una manera profesional. Esto ha ayudado a crecer en transparencia, fraternidad y solidaridad. En muchas
entidades también se ha creado el fondo económico común, y en otras, se ha comenzado
a reflexionar sobre el auto-sustentamiento, la
eticidad de las inversiones…
Llamadas a la conversión
– Nuestra posición social y económica sigue
siendo de clase media/ alta.
– Nuestro estilo de vida está rodeado de muchas seguridades económicas y, en estas
condiciones, el consumismo y el aburguesamiento ha entrado entre nosotros.
– La búsqueda del prestigio social, las luchas
por el poder y las divisiones existentes entre
los hermanos ponen en tela de juicio nuestra minoridad, pobreza y solidaridad.
– La apropiación del trabajo, de obras y lugares por parte de algunos hermanos no deja
de preocuparnos.
– Siguen dándose algunos abusos, tales como: economías personales, uso indebido
del dinero, especulaciones económicas, y
falta de transparencia en la contabilidad.
También se constatan desigualdades económicas entre los hermanos, generándose
a veces verdaderas injusticias entre nosotros.
– No siempre nos sentimos responsables de
lo que usamos o tenemos, empezando por
los lugares donde habitamos.
211
Con visión de futuro
– Ante la lógica de mercado y de consumo,
si queremos mantener la dimensión profética de nuestra vida, se impone: vigilancia personal e institucional, actitud crítica
ante la lógica de mercado y de consumo;
ascesis de vida como forma de libertad y
de responsabilidad, discernimiento entre lo
esencial y necesario de lo que es accidental,
compromiso constante de desinstalación y
desapropiación, para mantenernos cercanos
a los pequeños.
– Prestar atención a no caer en la tentación
de hacer literatura edificante, que ofende
a los pobres y deja indiferentes a nuestros
contemporáneos. La pobreza debe cambiar
nuestra manera de vivir, ha de poner en discusión el lugar en donde estamos y cuestionar las estructuras injustas de la sociedad.
– La minoridad, pobreza y solidaridad no son
simples opciones sociológicas a favor de
una clase social determinada, ni un modo
de contestación a la sociedad, o un acto de
ascetismo, sino, ante todo, una manera de
seguir a Cristo, con implicaciones interiores
(total vaciamiento) y con manifestaciones
económicas y sociológicas muy concretas.
Se hace necesaria una evaluación y un discernimiento de nuestra forma de vida y de
nuestras opciones prácticas, de tal manera
que podamos ser menores entre los menores de la tierra.
– Es importante ahondar en la comprensión
de lo que comporta la profesión de vivir
sin propio, tanto desde el punto teológico
como jurídico. El vivir sin propio tiene sus
implicaciones muy concretas en relación
con Dios, con los hermanos y con las cosas:
con Dios, nos lleva a sentirnos menores y
a reconocerlo como el Sumo Bien; con las
personas, a ponernos en un movimiento de
interdependencia y de solidaridad; y con las
cosas, a evitar tanto la acumulación como el
despilfarro.
– La minoridad, la pobreza y la solidaridad
están íntimamente unidas a la reciprocidad,
a la responsabilidad y a la libertad. Sin la
reciprocidad, la solidaridad crearía dependencias. Sin la responsabilidad, la minoridad, la pobreza y la solidaridad serían puras
ideología y tan solo generarían infantilismos. Tampoco se puede pensar estos tres
elementos sin la libertad, pues esta nos ayuda a liberarnos de cosas superfluas, de ideas
que nos esclavizan al pasado, de proyectos
212
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
individuales y, en consecuencia, a mantenernos abiertos a las sorpresas del Señor y
de su Espíritu. Es la lógica del don y de la
gratuidad la que nos impulsa a vivir sin propio.
– Es urgente recuperar el valor de la pobreza
evangélica en sus diferentes dimensiones:
fraterna, como comunión de bienes entre
los hermanos, apostólica, en cuanto testimonio de una vida pobre no sólo individual
sino comunitaria; y social, como solidaridad real y efectiva con los pobres.
– El trabajo manual, intelectual y apostólico,
primera exigencia de la pobreza, tiene que
ser visto no sólo como un medio de sustento
de los hermanos, sino como una gracia que
dignifica a la persona, nos hace colaboradores de la obra del Creador, y nos pone en
relación fraterna con los demás, especialmente con los pobres. Es necesario crear
o fortalecer la cultura del trabajo desde las
primeras etapas de la formación. Sin embargo, el trabajo, por ser una gracia, no puede
reemplazar a Dios, la primera prioridad
de todo hermano, ni nadie tiene derecho a
apropiarse de él. Tampoco se puede valorar
a las personas simplemente por el grado de
productividad o eficacia laboral.
En el campo de la economía, tenemos algunos
retos:
– El Fondo económico común de las Provincias. El fondo común es sostenido por
las aportaciones de las fraternidades y su
gestión depende de los distintos lugares y
situaciones de las Entidades. Al centralizar
la administración, sin lugar a dudas, se gana en transparencia, se evita la dispersión y
la acumulación de dinero y, sobre todo, se
invierte en servicios que benefician a todos
como en formación, salud, estructuras, etc.
– Eticidad de inversiones. Es necesario trabajar por una economía basada en los principios éticos del respeto a la dignidad de la
persona, de la justicia y de la solidaridad. Es
de este modo como podremos salir al paso
de una economía de mercado que enriquece
a los poderosos en perjuicio de millones de
seres humanos que viven en la extrema pobreza. Es importante, por ello, que las Entidades elaboren unas directrices éticas para
el uso responsable de los medios.
– Acumulación de bienes. La acumulación de
bienes demuestra la poca confianza en la
Providencia y, por lo mismo, deja en claro
que nuestro corazón no está vuelto al Señor.
Sin embargo, entre la acumulación y la desprotección total se debe buscar un término
medio que se puede consentir también a los
pobres.
– Fondo económico para las Casas dependientes del Ministro general. El Capítulo
general del 2003 indicó que todas las Entidades de la Orden introduzcan en sus contabilidades un fondo para sostener las Casas
dependientes del Ministro general. Hasta el
presente, son muy pocas las que lo han hecho. A esto se debe añadir el 1% de todas
las ventas de las propiedades, cantidad que
no todas las Entidades lo han entregado.
Sería conveniente que el Capítulo general
aumentara al 2%.
– Reorganización de la Oficina para el Desarrollo (FR) de la Curia general.
3. Justicia, Paz
e Integridad de la Creación (JPIC)
El compromiso por la JPIC constituye el
ADN de nuestra espiritualidad. Esta convicción se plasmó en el último Capítulo general
2003 cuando se colocó entre los elementos
fundamentales de nuestra vida radicalmente
evangélica (cf. CCGG 1, 2).
En una sociedad donde son evidentes las escandalosas injusticias, los hermanos estamos
llamados a proclamar, con la vida y la palabra,
los derechos de los más desfavorecidos.
En un mundo marcado por la violencia,
el anuncio de la paz y la reconciliación sigue
siendo una de las tareas imprescindibles que
tenemos como Hermanos Menores. Un compromiso que nos lleva a buscar los medios no
violentos para resolver los conflictos, tanto internos como externos, en sus diversas dimensiones: social, económico, político, religioso,
etc.
En las circunstancias actuales, donde el
equilibrio ecológico y la creación están seriamente amenazados, los hermanos estamos
invitados a trabajar, a la luz de nuestra concepción franciscana, para que la relación naturaleza-hombre-sociedad-técnica-política y
economía esté regulada por principios de solidaridad, de justicia y de defensa de los valores
y de los recursos de nuestra madre tierra.
Actividades principales
– El fortalecimiento de la Oficina JPIC dotándola de personal y de medios adecuados.
– La institución del Curso sobre JPIC en la
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Pontificia Universidad Antonianum.
– El nombramiento de un Definidor link para
mantener el diálogo con la Oficina JPIC.
– Publicación del subsidio: Peregrinos y extranjeros en este mundo, y de otro materiales: Un nuevo mundo es posible, Actas
del II Congreso: Abrazando a los excluidos
de hoy, Orientaciones para la animación
JPIC…
– La promoción del seminario sobre el Amazonas, a través de la SGE, que reflexionó
sobre nuestra aportación para mantener el
equilibrio ecológico en aquella región.
– La realización del II Congreso Internacional, en Uberlandia, en coordinación con la
Oficina de JPIC Roma.
Signos de esperanza
En los últimos años, se ha mejorado la comprensión del papel de JPIC en la Orden. Se está
superando la idea que ligaba estos valores a
actividades estrictamente sociales y políticas;
y que, además, era tan solo para unos pocos
hermanos. La nueva comprensión, en cambio,
parte de la consideración de que JPIC son valores transversales de la espiritualidad cristiana y franciscana y, por tanto, son parte de la
vida y de la misión de cada hermano menor.
Cada día, crece la necesidad de una más
clara formación en los valores de JPIC, tarea
que se debe realizar en colaboración con la
SGFE y la SGE.
Constatamos, con mucha esperanza, la variedad de iniciativas que se desarrollan en la
Orden a favor de los sectores más necesitados.
Asimismo, percibimos el crecimiento de la
sensibilidad ecológica en la vida ordinaria de
muchas Fraternidades.
La colaboración Interfranciscana cada vez
es más evidente. Esto se manifiesta en la organización de Comisiones, en la creación de
oficinas internacionales, en el trabajo de los
Directores de JPIC de las Curias generales de
la Familia franciscana, en la relación con Franciscans International, etc.
Llamadas a la Conversión
En algunas Entidades, ya sea por falta de
convicción o de personal, todavía no se nombra al Animador de JPIC; o, si se hace, es puramente formal. Menos frecuente es la conformación de una comisión o de consejo, como
indica nuestra legislación.
Los valores de JPIC todavía no se han logrado integrar suficientemente en los procesos
213
formativos y de evangelización y, como consecuencia, en la vida y misión de los hermanos.
Existe muy poco conocimiento de la doctrina social de la Iglesia y una escasa formación
social de los hermanos. Esto nos impide conocer mejor la realidad del mundo en que vivimos, con lo cual fácilmente podemos olvidamos de la promoción de los valores de JPIC en
la evangelización y quedarnos tan solo en una
práctica asistencial. En el anuncio del evangelio no podemos prescindir de la dimensión
social y política.
El conocimiento y la práctica de los métodos para la resolución de los conflictos siguen
siendo una tarea de primer orden, como también el compromiso personal y fraterno por la
ecología. No podemos separar la relación de
los problemas ecológicos con los problemas
del desarrollo y de la justicia, de la relación
entre ecología y pobreza, entre consumismo y
deterioro ecológico.
Con visión de futuro
Si la paz y la reconciliación que ofrecemos
a los demás provienen de la experiencia de
perdón y misericordia, entonces, estamos llamados a vivir pacificados y reconciliados con
nosotros mismos, con Dios y con los demás.
Esto implica trabajar en la resolución de conflictos que puedan darse en nuestras relaciones
fraternas. Del mismo modo, estamos llamados
a eliminar cualquier tipo de injusticia, ya sea
económica o formativa, que pueda estar presente entre los hermanos, pues sólo así nuestro
mensaje de justicia, paz y reconciliación será
creíble. No se trata de predicar o enseñar, sino
sobre todo de ser testigos de estos valores.
También estamos llamados a construir la
Fraternidad, en la que los hermanos compartan
los bienes y el trabajo, donde se rehúse el poder, se asuma una actitud de servicio, y se opte
por un estilo de vida más cercano a los pobres
y oprimidos, sin que por ello se identifiquen
con corrientes políticas determinadas. Nuestro
compromiso por JPIC pasa necesariamente
por la conversión personal y fraterna.
La formación, tanto inicial como permanente, en los valores de JPIC, es una exigencia ineludible. Una formación no solo teórica,
sino también práctica; por ello, es importante
programar y acompañar a los hermanos en las
diversas experiencias de perdón, de reconciliación y de justicia, tomando como referencia
las valiosas orientaciones del subsidio Peregrinos y extranjeros en este mundo.
214
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Para que nuestra participación en los problemas sociales y políticos sea fecunda y evangélica, necesitamos también de una información
y formación seria, de tal manera que evitemos
los arrebatos emocionales, los juicios precipitados, las declaraciones irresponsables y, a la
vez, contemos con unos criterios sólidos para
un análisis más objetivo de las situaciones.
Como una aportación para la formación en los
valores de JPIC, es necesario que se continúe
con el curso de la PUA y con los encuentros
programados por la Oficina JPIC Roma en los
distintos Continentes y Conferencias.
Considero muy oportuno que se retomen para
el próximo sexenio las cuatro líneas aprobadas
por el Capitulo 2003: promover la justicia ambiental, promover la resolución de conflictos,
prestar particular atención a los excluidos de la
sociedad y considerar y promover la eticidad
de los recursos económicos y ambientales.
Tercera Parte
1. Evangelización – Misión
Enviados a proclamar el Evangelio
La Iglesia nace y vive para la misión. La
misión evangelizadora tendrá que responder
a dos fenómenos: a) al desconocimiento de
Cristo en una gran parte de la humanidad; y
b) al crecimiento del ateismo práctico y teórico. A esto se añade la presencia de mucha
gente bautizada pero muy poco evangelizada,
con una fe frágil y vacilante e indiferente al
evangelio.
Se necesitan misioneros para llevar el
Evangelio allí donde no conocen a Cristo, y
misioneros que promuevan una verdadera
evangelización entre los bautizados. La misión evangelizadora se realiza hacia dentro de
la comunidad cristiana, para renovar el primer
amor, y hacia fuera de ella: a todos los pueblos
(ad gentes). Estas dos modalidades, se complementan.
Francisco y sus primeros compañeros desde
el inicio intuyeron estas dos formas de misión.
Nuestra Regla, contiene un capítulo sobre la
predicación (2R 9) y otro sobre la misión ad
gentes (2R 12). Francisco, además, encuentra
modalidades bien concretas: la gratuidad y la
itinerancia, en fraternidad y en términos de encuentro, relaciones interpersonales, de reconciliación y de paz. La Orden llamada y enviada
a evangelizar a los de cerca y a los de lejos, a
los bautizados y a los no bautizados, ad intra
y ad gentes.
Reestructuración del Secretariado general
Con las decisiones capitulares del 2003, la
Secretaría general de misiones pasó a llamarse Secretaría general para la evangelización
(SGE). Se nombró un Secretario general y un
Moderador general para las misiones (ad gentes). Desde el inicio, se vio importante ubicar
el servicio para el Diálogo dentro de este Secretariado; y, más tarde, se designó también un
Animador de la Pastoral educativa.
Evangelización ordinaria
Principales actividades
Se organizaron dos seminarios sobre nuevas formas de evangelización, con indicaciones para que la Orden reencuentre la belleza de
evangelizar y descubra nuevos métodos para
anunciar el Evangelio en un mundo secularizado. En este contexto, se erigió la Fraternidad
internacional de Palestrina, como ya lo mencionamos.
Un espacio muy significativo de evangelización sigue siendo la parroquia. Como fruto
de esta atención, se publicó el subsidio: Enviados a evangelizar en fraternidad y minoridad
en las parroquias, que ofrece los elementos
esenciales para elaborar un Proyecto pastoral
parroquial en clave franciscana.
La SGE organizó una serie de encuentros y
congresos en las distintas Entidades y Conferencias de la Orden. El principal fue el I Congreso Internacional Franciscano en Argentina.
Del mismo modo, dinamizó y coordinó los
encuentros del Consejo Internacional para la
Evangelización y los del Comité de animación.
No menos importantes han sido las visitas a las
Entidades y el acompañamiento a los Secretarios provinciales para la evangelización.
Signos de esperanza
Creció la conciencia de que formamos parte de una fraternidad en misión. La certeza de
que la misión evangelizadora es nuestra razón
de ser nos ha llevado a renovar las formas y
los métodos tradicionales de evangelización y
también a buscar otras formas según las exigencias actuales.
Como ejemplos de renovación de las formas tradicionales de evangelización, podemos
citar: las misiones populares con un nuevo estilo y contenido, la pastoral de los santuarios
con servicios alternativos (como la escucha),
la pastoral parroquial confiada no a un hermano sino a la fraternidad y la pastoral de la salud
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
y la pastoral carcelaria que acompañan a personas en situaciones muy difíciles.
En cuanto a las nuevas formas de evangelización, se destacan el uso de los medios de
comunicación como: la televisión, la radio, el
internet, etc.; y la pastoral del turismo, que se
realiza tanto en nuestras estructuras como en
las de la Diócesis. Presencia de los hermanos
en zonas marginales y olvidadas; lugares donde, generalmente, se encuentran los leprosos,
drogadictos, desplazados, enfermos de sida…
También hay muchos hermanos que arriesgan
su vida con valentía y osadía evangélica en situaciones de violencia y de extrema pobreza.
Llamadas a la conversión
Nuestra evangelización requiere de una
profunda renovación en sus contenidos, formas y métodos si queremos responder a las
exigencias actuales.
La pastoral meramente de conservación o
mantenimiento todavía es muy fuerte en la Orden. Es necesario repensar y relanzar con fidelidad y audacia nuestra misión evangelizadora
en las nuevas circunstancias, abandonando, si
es necesario, estructuras caducas que ya no favorecen la transmisión de la fe.
Nuestra evangelización sigue siendo demasiado clerical y, por lo mismo, deja muy poco
espacio a los fieles laicos. Es urgente, por tanto, abrirse a ellos, valorar su presencia y participación y confiarles ministerios y responsabilidades en la Iglesia. Este principio es válido
también para los hermanos laicos de nuestra
Fraternidad.
Con visión de futuro
La misión evangelizadora, en este tercer
milenio, se caracteriza como nueva evangelización. Es urgente una lectura atenta de los
signos de los tiempos y lugares si queremos
descubrir o crear nuevas formas y métodos de
evangelización. Nuestra condición de itinerantes, además, nos lleva a mantener una actitud
de constante desinstalación para permanecer
abiertos a lo que el Señor puede inspirar o desafiarnos en cada momento.
Necesitamos creatividad y audacia misionera para responder a esta época posmoderna
y poscristiana. Sólo de este modo lograremos
que el evangelio penetre en nuestra cultura con
un mensaje comunicativo, transparente, eficaz
y, por tanto, contagioso.
Es necesario pasar de una pastoral de conservación a una pastoral misionera. Este nue-
215
vo ímpetu misionero nos ayudará a abandonar
una vida instalada en la comodidad, en el estancamiento y en la tibieza.
La revisión de nuestro estilo de vida y misión implica algunos aspectos muy concretos:
Dejarse evangelizar. No basta anunciar
a los otros el evangelio, es necesario ser uno
mismo evangelizado hasta transformarnos en
buena noticia. Esto se logra si somos alcanzados, transformados y motivados por el Evangelio. Por eso, más que anunciar el evangelio,
hay que confesarlo con la vida.
Dar calidad al mensaje. Esta calidad comporta la presencia de signos vivos y transparentes que manifiesten la presencia del Señor
que interpela las conciencias. Se necesitan testimonios vivos de caridad, de un amor vivido
en la radicalidad del evangelio. Dar calidad al
mensaje, también, significa partir de Jesús como centro y meta de la evangelización.
Abrirse a nuevos areópagos. La presencia,
cada vez más visible, de grupos descristianizados o al menos poco evangelizados, así como
los cambios rápidos y profundos han creado
nuevos espacios sociales y culturales, otros
areópagos, a los que se debe ofrecer nuevamente el mensaje liberador del evangelio. Esto nos lleva a descubrir o inventar un lenguaje
adecuado, comprensible (cf. Hch 17, 2-31).
Entre estos nuevos espacios, están “el compromiso por la paz, el desarrollo y la liberación de los pueblos”, los derechos humanos,
la promoción de la mujer, la salvaguarda de la
creación. Es urgente, por lo mismo, discernir
y acercarse a ellos no como propietarios, sino
como fermento y levadura.
Formarse adecuadamente. La misión evangelizadora exige una preparación sólida y adecuada a cada circunstancia, más aún tratándose
de los nuevos areópagos, si queremos ser interlocutores idóneos, capaces de llevar adelante
un diálogo fecundo con las nuevas realidades,
especialmente con las que están ubicadas en
zonas de frontera.
Inculturar el Evangelio. Aún cuando ningún
modelo cultural puede aprisionar el Evangelio,
pues no se identifica con ninguna cultura, sin
embargo el Evangelio debe encarnarse en la
historia y en las diversas culturas de todos los
tiempos, si las quiere penetrar y transformar.
Esta tarea implica: la escucha respetuosa a los
demás; el estudio serio y atento que ayude a
percibir las semillas del Verbo en las culturas
y en las otras religiones; el reconocimiento del
otro en su identidad sin pretender reducirlo a
216
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
nosotros mismos. Una verdadera inculturación
del evangelio, por tanto, sólo se da dentro de
un diálogo honesto y crítico con las diversas
culturas.
Dialogar con la cultura del fragmento. Para
este diálogo se ha de tener una visión positiva
del mundo, más aún amarlo, mirarlo con el corazón. Ello nos permitirá abrirnos y captar lo
bueno de esta nueva realidad, sin ser ingenuos.
Es necesario un discernimiento que nos permita descubrir la presencia de Dios y distinguir
lo esencial de lo secundario y lo irrenunciable
de lo negociable en nuestra cultura. La fuga
mundi, en este sentido, no es huída y abandono de la familia, sino entrada en su seno pero
como denuncia y rechazo de las idolatrías hoy
en boga.
Ir por el mundo como “peregrinos y extranjeros”. Ahí podremos descubrir sus necesidades y limitaciones y anunciarles el Evangelio
de la liberación (cf. Lc 4, 18-19). Hemos sido
llamados a llevar el Evangelio a la periferia,
al desierto y a los lugares de frontera, y allí
asumir la defensa y la promoción de la vida y
el respeto de la naturaleza, denunciando la presencia del pecado personal y social. Nada humano escapa a la mirada de la fe y, por tanto,
nada es ajeno a nuestra labor evangelizadora.
Elaborar un proyecto de evangelización,
un proyecto no sólo personal, sino fraterno,
elaborado en clave franciscana, en fraternidad
y minoridad. Un proyecto en el que se prime el
espíritu de oración y devoción, pues éste es la
condición básica e irremplazable para ser discípulo y misionero.
Unir Evangelio y promoción humana. Entre
evangelización y promoción humana existen
lazos muy fuertes (cf. EN). La evangelización,
por tanto, no debe olvidar las cuestiones que
atañen a la justicia, la liberación, el desarrollo
y la paz del mundo.
Renovar el lenguaje. Es necesario buscar
nuevos lenguajes y mediaciones que sean capaces de mostrar la belleza de la Buena Nueva.
Un lenguaje más cercano a la vida, más humilde y menos rotundo (abierto a la pregunta, a la
sugerencia), más sapiencial, más imaginativo
y creativo.
Evangelización ad Gentes
La misión ad gentes forma parte de nuestro carisma desde su inicio. Por eso, en este
momento histórico, también estamos llamados
a relanzarla, ya sea para anunciar a Jesús por
primera vez o para reforzar algunas presencias
en donde la fe aún es frágil. Este es el camino
para implantar tanto la Iglesia como la Orden.
Principales actividades
– La publicación de subsidios e instrumentos
de animación.
– Visitas a las entidades y Conferencias por
parte del Moderador de misiones.
– La formación de los nuevos misioneros, con
la colaboración de OFMConv y OFMCap, y
la formación permanente de los que ya se encuentran en los Proyectos. Desde el 2003 hasta la fecha, hemos preparado a 38 misioneros.
– Dos encuentros con los Vicariatos, Prefecturas y Prelaturas Apostólicas.
– Un Simposio internacional sobre el diálogo
interétnico y reconciliación.
– Primer capítulo espiritual para los hermanos chinos.
– La colaboración con personal y recursos
económicos a los Proyectos misioneros que
dependen de las Provincias o de los Vicariatos Apostólicos.
Signos de vida
La apertura de nuevas fundaciones misioneras: Miamar y Sudán. También se ha apoyado a fundaciones que dependen de las Provincias, como Burkina Faso y Namibia.
La refundación de algunos proyectos misioneros: Rusia/ Kazakhstan y Tailandia. En
ambos proyectos, se ha reforzado el personal,
y la formación de vocaciones nativas.
El mejoramiento del contacto con los hermanos de China. I Capítulo con ellos.
El despertar del ardor misionero. En este
sexenio el Ministro general ha concedido la
obediencia a 99 hermanos, de los cuales 36
han ido a la misión de Tierra Santa.
Llamadas a la conversión
La falta de conciencia misionera, lo que lleva a la escasez de personal para los proyectos
misioneros de la Orden. La mayor parte de las
vocaciones aún vienen de las provincias más
ancianas y, a veces, con pocos recursos.
La falta de solidaridad económica con los
Proyectos misioneros de la Orden. El mayor
ingreso que recibe la Secretaría general para la
Evangelización es el que proviene del 6% de
las misiones de las Provincias y Custodias, lo
cual no siempre se cumple y, en consecuencia,
genera grandes dificultades para ayudar a los
misioneros.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Con visión de futuro
Relanzar el proyecto misionero de la Orden. Una nueva conciencia misionera será
motivo de renovación y de esperanza para el
futuro de todas las entidades. El ardor misionero nos ayudará a dejar atrás el cansancio, la
rutina, la resignación, el miedo y el pesimismo. Necesitamos lucidez, audacia y pasión
para salir, cruzar fronteras y anunciar la Buena
Noticia. Es de este modo como nuestra Orden
permanecerá siempre joven.
Es de suma importancia la formación de
discípulos y misioneros. Una formación que
lleve a la convicción que lo mejor que puede
ocurrir en la vida es encontrarse con Jesús, y
que el mejor regalo que se puede ofrecer a los
demás es darlo a conocer.
La revisión de las estructuras formativas,
por consiguiente, es un imperativo impostergable. Unas estructuras que creen un humus
misionero, un ambiente de exigencia y de
cierta austeridad, teniendo en cuenta que el
bienestar exagerado es el primer enemigo de
la misión ad gentes.
En el proceso de redimensionamiento de
las presencias, es necesario que la misión ad
gentes sea uno de los criterios fundamentales para el discernimiento. Necesitamos una
renovación de estructuras que suscite mística
y pasión y que, también, ayude a mantener
los actuales Proyectos de la Orden y a abrir
otros.
Es conveniente que clarifiquemos el lugar
que ocupa la misión ad gentes en la tarea evangelizadora de la Iglesia y de la Orden. Pues
siempre existe el riesgo de que la misión ad
gentes pierda atractivo y sentido si afirmamos
sin más que toda forma de evangelización es
ya misión y que todo lugar es tierra de misión.
Lógicamente, esta aseveración no conlleva la
negación de lo anterior, pero necesita de precisión.
El afianzamento y la apertura de presencias
misioneras en los territorios prometedores siguen siendo una tarea actual imprescindible.
En este sentido, África y Asia nos lanzan nuevamente otros desafíos.
217
Principales actividades
Reorganización del SD, de tal modo que
una sola comisión se encargase del diálogo
ecuménico, interreligioso y cultural.
La elaboración de subsidios formativos y
otras publicaciones.
Las visitas a diversos patriarcados y a exponentes de otras religiones. Su objeto principal
fue cultivar las buenas relaciones y llegar a una
colaboración ecuménica e interreligiosa.
La realización de seminarios sobre ecumenismo y diálogo interreligioso.
La erección canónica de la Fraternidad en
Estambul con el objetivo de llevar adelante el
diálogo ecuménico con la Iglesia Ortodoxa y
el diálogo interreligioso con el Islam.
Signos de esperanza
Hay muchas iniciativas de diálogo en sus
tres direcciones: ecuménico, interreligioso y
cultural.
El diálogo de la vida que se lleva en los distintos países: Tierra Santa, Marruecos, Indonesia, Pakistán, Egipto, India, Rusia y Japón,
donde los católicos somos minorías.
Curso sobre el diálogo organizado cada año
por la fraternidad de Estambul.
Formación ecuménica llevada a cabo por el
Instituto ecuménico de Venecia, afiliado a la
PUA.
2. El Servicio para el Diálogo (=SD)
Llamadas a la conversión
El diálogo ecuménico en la Orden nació
orientado casi exclusivamente al mundo ortodoxo. Es importante abrirse a otras iglesias
como la luterana y la anglicana.
Son pocos los hermanos que se ocupan de
actividades de tipo ecuménico o interreligiosas.
En varias Conferencias y entidades persisten dificultades que impiden la creación de estructuras para el diálogo.
El Gobierno general debe definir mejor los
objetivos y las competencias del SD.
El diálogo con la cultura también es una preocupación. Da la impresión de que nos estamos encerrando cada vez más. Esta actitud
puede ser un signo de nuestra escasa formación intelectual.
El nuevo nombre de la evangelización es el
diálogo. A la luz de la espiritualidad franciscana, el diálogo se transforma en un empeño de
fidelidad y responsabilidad y en un método de
misión.
Con visión de futuro
Veo necesario crecer en la cultura y espiritualidad del diálogo; formarnos y formar específicamente a algunos hermanos para que
puedan trabajar en dicha dimensión. Veo ur-
218
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
gente involucrarnos en el diálogo con las culturas y con la cultura. Es imprescindible que
el Evangelio se encarne en la multiplicidad de
culturas teniendo presente sus lenguajes, concepciones, símbolos y tradiciones religiosas, y
en la cultura actual.
Para que nuestro diálogo con la cultura sea
fecundo, estamos llamados a recuperar con
espíritu crítico nuestro patrimonio filosófico,
teológico, místico y artístico y a actualizarlo
en las circunstancias concretas en las que vivimos.
3. Nuestros centros educativos al servicio
de la misión evangelizadora
La educación forma parte de la misión
evangelizadora de la Iglesia. En la actualidad,
es uno de los areópagos modernos más importantes para la transmisión de los valores evangélicos y franciscanos. Si bien nuestra Orden
no tiene como finalidad primera la educación;
sin embargo, posee una presencia muy significativa en este campo: en la actualidad, cuenta
con 794 Centros.
La educación, igualmente, es un espacio
privilegiado de encuentro y diálogo ecuménico e interreligioso; y, también, un ámbito de
diálogo con la ciencia y la tecnología. En este
camino, hay que obrar con pasión, lucidez y
sabiduría.
Nuestros Centros educativos están llamados, por lo mismo, a desarrollar una formación
inspirada e impregnada por el espíritu evangélico. El Proyecto educativo, desde esta perspectiva, debe armonizar lo divino y lo humano, el Evangelio y la cultura, la fe y la vida.
La Comunidad educativa, por su parte, ha
de sentirse verdaderamente misionera; y, de
este modo, esforzarse por iluminar con la fe
todos los aspectos de la educación, confirmando y elevando los valores humanos.
Actividades principales
La realización de tres Congresos continentales: Argentina (Córdoba, 2006), España
(Córdoba, 2007) y Perú (Cusco, 2008). En cada uno de ellos, se contó con la participación
activa de religiosos/ as y laicos/ as.
La publicación del subsidio: Id y enseñad.
Directrices generales para la educación franciscana (2009). En él se delinean los desafíos
actuales, la antropología y pedagogía franciscana, los Agentes de la educación y las mediaciones educativas.
Es importante destacar la participación del
Definitorio general y de varios peritos en el
acompañamiento a las Entidades que poseen
Centros educativos; y, también, en las actividades educativas mencionadas.
Signos de esperanza
Una mayor conciencia sobre el valor de la
educación dentro de la tarea evangelizadora,
tanto en los Directores de los Centros educativos como en los hermanos que se dedican a
la docencia.
La elaboración del Proyecto educativo para los Centros educativos en clave cristiana y
franciscana, tanto a nivel de Entidades como
de Conferencias.
La estrecha colaboración de los hermanos con la Comunidad educativa (docentes,
administrativos, estudiantes y padres de familia). Esta colaboración implica la participación de los laicos en nuestra espiritualidad
y, por tanto, en la misión evangelizadora de
la Iglesia.
La formación permanente de los educadores. Esta tarea, de la cual depende el presente
y el futuro de nuestros Centros educativos, ha
sido asumida con responsabilidad por sus respectivos Directores.
Llamadas a la conversión
La educación, en muchos casos, aún no es
vista como un verdadero ministerio pastoral.
Con frecuencia, a los que trabajan en esos
campos se les considera “aparte” del resto de
la Entidad y como a personas que gozan de
ciertos privilegios. Esta manera de entender,
muchas veces, es corroborada por actitudes y
acciones de los hermanos educadores.
La retención de los ingresos económicos
sin justificación alguna por parte de algunos
hermanos educadores.
La presencia y la participación de los laicos
en nuestra misión evangelizadora todavía no
es suficientemente valorada. En muchas ocasiones, se los mira como un mal necesario o se
piensa que deben realizar ministerios educativos similares a los hermanos.
Con visión de futuro
En cada uno de los Centros educativos, estamos llamados a revivir con fidelidad, inventiva y audacia el carácter profético de nuestra
forma de vida. Para ello, es urgente analizar
la situación de cada centro a la luz de nuestro
carisma. En esta evaluación se debe tener en
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
cuenta tres elementos estrechamente unidos
entre sí:
– Comunidad educativa profética. La Comunidad educativa ha de presentarse como
testigo de Dios. Para lo cual, es necesario
fomentar una sólida espiritualidad.
– Pedagogía profética. El estilo, los métodos y los contenidos deben contribuir a una
educación que permita a los estudiantes ser
agentes de transformación de la sociedad
según los designios de Dios; a recrear formas de vida que llenen de esperanza a las
nuevas generaciones; y a formar hombres
libres, justos y responsables.
– Estructuras proféticas. Las estructuras
educativas deben estar al servicio de una
causa superior: hacer crecer a los alumnos
y profesores humana, social y eclesialmente. Para ello, es importante cuidar no
sólo el aspecto académico, sino también
las relaciones humanas, los espacios de
oración, los tiempos libres, los mensajes
que se transmiten, la ubicación social de
nuestros Centros, etc.
Nuestra educación tiene que ser creativa.
Tenemos que apostar por la utopía y la esperanza que queremos llevar la Buena Noticia a
los jóvenes de hoy.
219
mación, formación permanente y la integración entre formación inicial y estudios.
Tiempos sabáticos. Se realizaron dos tiempos sabáticos: uno en lengua española y otro
interobediencial.
De la formación que damos y recibimos
depende nuestro hoy y nuestro mañana. De la
formación depende también la revitalización
de la Orden en todas sus dimensiones. Esto
hace que la formación permanente e inicial se
nos presente como una verdadera prioridad.
En autenticidad
Crece la conciencia de la importancia de
la formación para el presente y el futuro de la
Orden. Así lo demuestra la inversión en personas y recursos, el conocimiento de la RFF y la
elaboración de la RFF de cada Entidad y de los
proyectos de FP, de FI y del CPV.
Sin embargo, se hace necesaria una evaluación de todo el proceso. ¿Cómo entender,
por ejemplo, que el ardor y la generosidad iniciales por nuestra forma de vida se vaya apagando, especialmente, después de la profesión
solemne, hasta llegar a una anemia espiritual,
que conduce a muchos a abandonar la Orden
o a permanecer en ella pero llenos de frustración, cansancio y resignación?
Las respuestas son muchas y variadas. Algunas tienen que ver con la fragilidad de los
jóvenes, con la búsqueda insaciable de sensaciones fuertes, que les lleva a saltar de una
situación a otra (la cultura del zapping). Otras,
también, tienen que ver con la calidad de formación que damos.
Una formación para que sea sólida y de
calidad tendría que tener los siguientes presupuestos: Cristo, como roca sobre la que todo
se apoya; la experiencia de Dios, basada en la
oración personal; la vida fraterna, basada en
relaciones interpersonales profundas y auténticas; la misión evangelizadora, y el estudio, al
cual se debe reservar un tiempo adecuado.
Principales actividades
Congresos internacionales. Se celebraron
dos Congresos: uno para los Maestros de novicios (2004) y otro para los Moderadores de
la formación permanente (2007). En ambos se
evaluó el camino recorrido y se dieron algunas
orientaciones sobre los temas tratados.
Master para formadores y cursos para formadores. El master para formadores se ofreció
en la PUA. Su carácter interdisciplinario ayuda a crear y desarrollar una visión propiamente
franciscana de la formación. Además, en algunas Conferencias se ofrecieron varios cursos
para formadores.
Consejos internacionales de formación y
estudios. En este sexenio, se celebraron tres
consejos internacionales sobre: diálogo y for-
Omisiones en la formación
La falta de una metodología apropiada. En
muchas entidades, aún sigue vigente el método seminarístico centrado en la pedagogía objetiva y en la figura del maestro de disciplina,
en otras entidades se utiliza la llamada pedagogía subjetiva. La pedagogía objetiva lleva a
una formación demasiado rígida, la subjetiva a
una formación demasiado ligth. Una verdadera pedagogía tiene que ser provocativo-interpretativa (cf. Lc 24,13). Es una formación más
exigente, pero también más humana.
La falta de un acompañamiento personalizado. El formador, ante todo, debe sentirse un
caminante, un buscador; alguien que acompaña y sostiene, y que es consciente de sus carencias. Pero, a la vez, también debe dejarse
4. Formación y Estudios
220
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
acompañar, sostener y aceptar las carencias de
los demás. Se trata entonces de transmitir una
experiencia de vida y no tanto una doctrina o
una ideología, de ser testigo del seguimiento
de Cristo y no sólo maestro. Junto a formadores muy bien motivados y que cuidan su formación, encontramos a otros que aceptan este
servicio sin entusiasmo o en plena crisis vocacional. Estas realidades reclaman una preparación adecuada y un serio discernimiento en el
momento de nombrarlos. Esto también sirve
cuando hay que constituir las fraternidades
formativas. Es importante, igualmente, que
las casas de formación estén muy cerca de las
condiciones reales de la gente, de tal manera
que no formemos en ambientes artificiales.
La falta de un adecuado acompañamiento a
los neo-profesos solemnes. Se hace necesario
un serio discernimiento sobre el primer destino de los hermanos. Hay que garantizarles una
fraternidad donde se dé un ambiente de familia y de comunicación, y no sobrecargarles de
trabajos. Urge ofrecerles un acompañamiento
que armonice una adecuada autonomía con la
integración en la vida fraterna.
La falta de una mirada realista sobre uno
mismo, y sobre el contexto en que nos movemos. Es necesario preguntarnos sobre el hoy
de Dios en el contexto social, cultural, político, religioso... en que vivimos, para descubrir
sus posibilidades y oportunidades. Esto comporta una lectura atenta y crítica de los signos
de los tiempos y de los lugares. No debemos ni
aceptar todo, ni rechazar todo de una manera
acrítica, tampoco se puede espiritualizar todo.
Ni Evangelio sin historia, ni historia sin Evangelio. La Iglesia, cuando habla de las grandes
fidelidades que deben orientar la vida de los
religiosos (al hombre, a Cristo, a la Iglesia, a
la Vida religiosa y al propio carisma), pone en
primer lugar la fidelidad al hombre. Es en esta
primera fidelidad donde crecen y se alimentan las demás fidelidades. La formación, por
consiguiente, tiene que ser contextualizada si
quiere preparar hermanos para el presente y el
futuro.
La formación permanente
Signos de vida
Está creciendo la conciencia sobre la importancia de la FP. Esto se refleja en la organización de actividades y tiempos sabáticos y
en la elaboración del Proyecto de FP, teniendo
en cuenta los diversos ministerios (guardianes,
ecónomos, párrocos) o las edades.
También crece la conciencia de la necesidad del acompañamiento a los hermanos en los
primeros años luego de la profesión solemne y
a los hermanos enfermos y ancianos. Se hace
necesario individuar itinerarios adecuados y
pensados, de acuerdo con las nuevas situaciones de vida fraterna o pastoral de cada uno de
ellos.
Llamadas a la conversión
Un concepto muy restringido de FP. Muchos hermanos limitan la FP a un mero aggiornamento ministerial o profesional.
La ruptura entre FP y FI. Esta situación es
una de las principales causas de abandono de
la Orden en los primeros años de profesión solemne.
El divorcio entre los principios y la realidad concreta como se vive la FP. Decimos,
por ejemplo, que la FP es esencial para la renovación personal e institucional, pero no logramos encontrar las mediaciones adecuadas; con
tantas actividades, poco o nada cambia nuestra
vida. Esto lleva a muchos hermanos a adoptar
una actitud de rechazo a la FP.
Con visión de futuro
Una concepción adecuada de FP. La FP ha
de ser integral. Por esta razón, tiene que tocar
las dimensiones: humana, espiritual y franciscana. Asimismo debe abarcar cuatro áreas de
relaciones: con nosotros mismos, con Dios,
con los hermanos y con el mundo.
– En la relación con nosotros mismos, la FP
tiene que ayudar a conocer mejor las limitaciones y las posibilidades, para poder reconciliarse con la propia historia.
– En la relación con Dios, la FP nos debe impulsar a buscar y dedicar tiempos prolongados y constantes para estar con Él en la oración y en la lectura orante de la Palabra.
– En la relación con los hermanos, la FP no
sólo encuentra en la fraternidad el lugar más
propio y natural, sino que tiene también que
incidir en ella. Debe, por tanto, favorecer la
resolución de conflictos y el desarrollo de
una auténtica amistad.
– En la relación con el mundo, la FP está llamada a dar calidad a nuestra misión evangelizadora ya sean en los lugares secularizados o en las tierras de misión ad gentes,
mediante las herramientas necesarias.
Elaboración del Proyecto de FP. Cada entidad, desde su situación concreta, está llamada
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
a elaborar su Proyecto de FP, en estrecha relación con el Proyecto personal de vida y con el
Proyecto fraterno.
El Proyecto personal, por su parte, tiene
que ser ecológico: debe abarcar los tres aspectos fundamentales de la vida consagrada y
franciscana: oración, fraternidad y misión. Un
Proyecto que garantice a cada uno el tiempo
y el espacio necesarios para no permitir que
el activismo desenfrenado lo reduzca a mano
de obra barata o, peor aún, que lo deshumanice. Por ello, es importante recordar que lo que
realmente nos hace religiosos y consagrados
no es lo que hacemos, sino por quién lo hacemos y cómo lo hacemos.
La formación inicial
Signos de vida
Mayor conciencia de la necesidad del
acompañamiento espiritual y vocacional personalizado.
Mejor atención a la madurez integral de la
persona, especialmente en sus aspectos humano, afectivo y relacional.
Crece la calidad y el compromiso por el
CPV.
Aumenta la experiencia del año franciscano para profundizar en los aspectos específicamente del carisma.
Se acrecienta la conciencia sobre la importancia de la fraternidad formativa y del papel
del Secretariado para la formación y estudios.
Se incrementa la colaboración entre las entidades, especialmente en la etapa del noviciado.
Se valora la diversidad y pluralidad de modos de formar como expresión de la inculturación.
Se da más importancia a la personalización.
Llamadas a la conversión
En algunas entidades, falta un trabajo en
equipo de los formadores. No hay continuidad
en las distintas etapas formativas.
En diversas Entidades, la formación de los
hermanos laicos todavía es un capítulo abierto.
En algunas, el camino formativo sigue diferenciado, y en otras, aunque sea único, hay áreas
a las que no se presta la suficiente atención,
como la formación profesional.
Con frecuencia, la FP e la FI es demasiado
teórica, olvidando que la formación ha de ser
práctica y tocar los “cuatro” centros vitales de
221
la persona: intelecto, corazón, manos y pies.
Demasiado automatismo para pasar de una
etapa a otra, sin considerar el proceso personal
de crecimiento.
Muchas veces, se da por descontada la experiencia de fe en el seguimiento de Jesús. Sin
embargo, el acompañamiento personalizado
nos demuestra que ya no hay lugares protegidos ni santuarios naturales donde se desarrolla
la fe.
Se está debilitando la profundización del
carisma y de la tradición espiritual e intelectual franciscana, ya sea por falta de hermanos
preparados, por el reducido número de candidatos o por la falta de Centros de estudios
franciscanos. Esto repercute en el sentido de
pertenencia a la Orden.
El elevado número de abandonos durante el
período de la profesión temporal y después de
la solemne.
Las distintas etapas de Formación Inicial
El cuidado pastoral de las vocaciones
La propuesta vocacional y el camino de discernimiento deben ser hechos con gran honestidad, sin dejarse llevar ni por “el complejo del
número” ni por “la tentación de la eficiencia”.
Es necesario buscar siempre la calidad evangélica de vida; y también ayudar a la persona a
descifrar lo que Dios quiera de ella.
Es importante presentar la vida franciscana con todas sus exigencias, por radicales que
puedan parecer o que sean realmente. Cualquier “rebaja”, además, manifiesta un concepto muy bajo de la capacidad de generosidad de
los jóvenes de hoy.
La propuesta vocacional debe estar respalda por el testimonio de vida. Si lo hacemos sólo con la palabra, se corre el peligro de formar
a los candidatos, desde el principio, a la doble
vida. Esto nos exige, por tanto, ser coherentes con lo que libremente hemos profesado; y,
también, a discernir seriamente en el nombramiento de los hermanos encargados del Cuidado pastoral de las vocaciones.
No existe un “delegado de vocaciones”o
“fraternidades vocacionales” en sentido estricto. Todos hemos de sentirnos comprometidos
en este trabajo que es consecuencia del sentirnos felices de ser lo que somos. Se hace necesario crecer en la responsabilidad que cada uno
tiene en el campo de la pastoral vocacional, de
modo que podamos decir a los jóvenes: ¡venid
y veréis! Esto significa reavivar el ardor de la
primera entrega, el gozo de seguir a Cristo, la
222
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
osadía de proponer la forma de vida y la valentía. Es el momento de creer y de volver a
lanzar las redes.
Con visión de futuro
Dada, por una parte, la actualidad del carisma y la fascinación que los jóvenes sienten por
Francisco de Asís, y por otra la disminución
del número de hermanos, hemos de tomar con
seriedad el tema de las vocaciones. Si bien el
número no basta para garantizar el presente y
el futuro de la Orden, sin embargo, hay que
reconocer su importancia.
Es urgente formar a hermanos para que trabajen en la Pastoral vocacional.
Es imprescindible que la propuesta vocacional contemple la misión ad gentes.
El discernimiento de las motivaciones de
un candidato exige tiempo y acompañamiento.
No podemos quemar etapas ni tampoco dejar
que los candidatos decidan por sí solos.
El Postulantado, noviciado
y profesión temporal
En estas etapas de la formación inicial encontramos muchos desafíos. He aquí algunos:
Formar en lo esencial. La formación debe
apuntar hacia un centro unificador, es decir,
a aquellos elementos que constituyan las razones irrenunciables de la vida y misión del
Hermano Menor.
Formar para la misión. La misión evangelizadora tiene que ser el horizonte del proyecto
formativo; un valor transversal que le da unidad, coherencia y gradualidad. El espíritu, la
pasión y el entusiasmo misionero deben estar
presentes desde el inicio de la formación. Desde esta perspectiva, la misión ad gentes ocupa
un lugar privilegiado.
Formar en y para la fidelidad creativa. La
fidelidad creativa se comprende dentro del
contexto de una alianza de amor y amistad con
la persona de Jesús. El proceso formativo, por
tanto, debe llevar al candidato a descubrir a
Jesús como persona y amigo y no como una
simple ideología.
Formar en y para una opción definitiva de
vida. En una cultura del “part time”, y marcada por el relativismo, hemos de formar para
la entrega total y definitiva, como respuesta a
la fidelidad de Dios. La formación, para salir
al paso de esta situación, debe estar fundada
sobre tres valores irrenunciables: Una profunda y sólida experiencia de Dios, basada en los
sacramentos, la Palabra de Dios y en el amor
al pueblo; una real vida fraterna, cimentada en
relaciones interpersonales auténticas; y una radicalidad en el seguimiento de Cristo, que pasa
por una opción existencial por los más desfavorecidos.
La formación de formadores. No es posible
seguir improvisando formadores. El abandono
de la Orden de muchos de ellos y los cambios
frecuentes dentro de una misma etapa siguen
preocupando. Necesitamos hermanos que sean
capaces de acompañar a los formandos. Esto
exige una fuerte experiencia de vida franciscana y que puedan trasmitir la belleza del seguimiento de Jesús, que sean capaces de soñar
y hacer soñar a todos los que llegan a nuestras casas, y que tengan una gran pasión por
su propia formación. También es necesario tomar conciencia de la necesidad de verdaderas
fraternidades formativas. No se puede delegar
todo en el formador.
Una formación específicamente franciscana. Es un imperativo la formación en valores y
actitudes franciscanas, tanto intelectual como
existencialmente. La formación franciscana
no puede reducirse al año de noviciado ni tampoco al año franciscano durante la profesión
temporal. Es importante, por otra parte, dar a
conocer la tradición espiritual e intelectual de
la Orden.
Incrementar la interprovincialidad y la colaboración entre las Entidades. Aún son pocas las Casas comunes de formación. Lo más
frecuente es que una Entidad confía a otra la
formación de sus formandos. Esto nos indica
que la colaboración es más fruto de la necesidad o de la imposibilidad que de la convicción
de su bondad.
Los estudios
En un mundo como el nuestro no es posible
evangelizar sin una adecuada formación intelectual. Nos lo demuestran los grandes evangelizadores de nuestra historia: santos y sabios.
Principales actividades
La publicación de una carta intitulada El
sabor de la Palabra. La vocación intelectual
del hermano menor (2005). En ella, se propone un itinerario sapiencial para reapropiarse de
la vocación intelectual, que permita dialogar,
de una manera abierta y sin complejos, con las
culturas actuales.
La erección de la Fraternidad Fr. Gabriel
María Alegra, en el Colegio Internacional de
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Roma, con el fin de favorecer una mejor comprensión del valor de los estudios que realizan
los hermanos en las distintas Universidades.
Además, esta modalidad propicia un acompañamiento más cercano en el campo de la formación integral.
La celebración del Consejo Internacional
con el tema: estudios y formación inicial, organizado por la SGFE.
Signos de esperanza
Sin desconocer la crisis intelectual por la
que pasa la Iglesia y la Vida consagrada, asistimos a una renovada sensibilidad y a un mayor
compromiso a favor de los estudios. Muchas
Entidades y Conferencias están recuperando nuestro patrimonio intelectual y, también,
realizan enormes esfuerzos por mantener los
Centros de estudio.
Es digno de mencionarse el reconocimiento por parte de la Santa Sede de nuestro Pontificio Antonianum como Universidad Pontificia (PUA). Este reconocimiento es fruto
del gran esfuerzo realizado por la Orden en
el campo intelectual y en la reestructuración
de sus programas académicos. Igualmente, es
importante el crecimiento, en todos los sentidos, de la Facultad de Biblia y Arqueología
de Jerusalén.
Es muy significativa la presencia de Universidades (9) y Centros de estudios institucionales de Filosofía y Teología (40) en la Orden.
De estos, 12 están afiliados y 2 son agregados
a la PUA. Asimismo, se ha iniciado un Master
en Teología de la Evangelización (Petrópolis,
Brasil).
Otro signo de particular importancia es la
Federación Internacional de Centros de Estudios Franciscanos, dedicada a la investigación
y a la cultura en la Orden.
En el campo de las revistas de historia, la
revista Archivum Franciscanum Historicum
se destaca por su prestigio internacional, cuyo
centenario se celebró en el 2008.
Existe un notable crecimiento del número
de hermanos que han obtenido sus títulos académicos, principalmente en las Universidades
Pontificias. La mayor parte de hermanos se
especializan en teología, pastoral, pedagogía
y sicología. La filosofía, en cambio, se ubica
en el último puesto de preferencias; esto puede
ser un síntoma de la dificultad de afrontar los
riesgos de la reflexión crítica de cuanto existe
y de confrontarse con el pensamiento contemporáneo. Hay hermanos que cultivan también
223
el arte de la música y del canto, aunque el de la
técnica está descuidado.
Muchos hermanos se dedican a la enseñanza en Centros eclesiásticos, pero disminuyen
en los Centros estatales.
Llamadas a la conversión
La formación intelectual, sin embargo, sigue siendo deficiente. A esto se añade el desinterés por la lectura y la escasa renovación de
las bibliotecas.
Están en peligro algunas beneméritas instituciones, como la Comisión Escotista y del
Colegio de Quaracchi de Roma, por falta de
candidatos. Necesitamos de hermanos que se
dediquen a la investigación de nuestro patrimonio intelectual a tiempo completo.
Con visión de futuro
Es importante repensar la identidad y la
misión académica de los Centros de estudios
superiores, teniendo en cuenta las exigencias
actuales y el carácter franciscano de los mismos. Asimismo, están llamados a conocer,
actualizar y transmitir nuestra tradición filosófica y teológica, como una respuesta a los
grandes interrogante de los hombres y mujeres
de nuestro tiempo,
Es necesario profundizar en una renovada
concepción de los estudios dentro de nuestra
identidad franciscana, de tal modo que se elimine la concepción del estudio como medio
de promoción social o de autoafirmación individual, y que los hermanos con buena preparación intelectual hagan su propio mundo. El
estudio está al servicio de las opciones fundamentales de la vida franciscana.
Un importante desafío es la promoción de
la lectura de la tradición intelectual de la Orden en nuevos contextos culturales, es decir,
en el encuentro con los hombres y mujeres de
otras tradiciones culturales y religiosas.
Cuarta Parte
1. Caminos y Propuestas para el futuro
Presento ahora algunos caminos de futuro
y algunas propuestas para el futuro que pienso pueden ayudarnos a hacer más significativa
nuestra vida y misión en los años a venir. Sin
embargo, antes de presentar esos caminos y
propuestas, quiero hacer algunas breves anotaciones o convicciones.
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Algunas breves anotaciones o convicciones
La primera anotación/convicción es obvia
y se podría formular así: yo soy lo que ha de
venir. No hay futuro sin mí, porque el futuro está dentro de mí. Todos y cada uno de los
hermanos somos portadores de futuro. El futuro de nuestra Fraternidad lo construimos hoy.
Esta es nuestra gran responsabilidad: vivir en
fidelidad el presente de tal forma que el futuro
sea apasionante. No se nos pide el éxito, sino
el compromiso de fidelidad en cada instante de
nuestra vida.
La segunda anotación/convicción es que el
futuro depende de todos. Del compromiso por
generar el futuro nadie puede ser excluido y
nadie puede excluirse. Siempre hay algo importante que emprender en cada etapa de la vida, algo nuevo que aprender, algo valioso que
dar.
Una tercera anotación/convicción es ésta:
los tiempos en que vivimos son tiempos de
búsqueda y de ensayos, en lo que lo importante
es no dar nada por supuesto y seguir planteándonos la vida como una pregunta apasionante.
Sólo así, con la fatiga propia de quien se siente
mendicante de sentido, podremos encontrar la
respuesta adecuada en cada momento, siendo
bien conscientes que cuando la hayamos encontrado nos cambiarán la pregunta y tendremos que comenzar de nuevo.
Finalmente me urge afirmar que cuando el
futuro se nos puede presentar incierto, cuando
algunos se resignan a la tibieza del presente
y se acomodan, cuando otros se rebelan contra las estructuras caducas y la falta de pasión,
sólo el empuje decisivo y revitalizador, una
conciencia misionera y profética, será capaz
de promover nuevas instancias y ámbitos de
vida capaces de generar ilusión y nuevas expectativas.
Caminos de futuro
Los caminos que presento tienen la única
intención de dar calidad evangélica a nuestra
vida y misión.
Ser recuerdo provocativo de Jesús
La calidad evangélica de la nuestra vida y
misión pasa y lleva, necesariamente, por y a
ser recuerdo, memoria viviente y provocativa
de Jesús. En este mundo que vive como si Dios
no existiera, estamos llamados a ser signos
proféticos de la soberanía de Dios, de un Dios
que no tolera ídolos. En un mundo como el
nuestro que niega el derecho de Dios a presen-
tarse en sociedad, nuestra vida tiene que estar
centrada en Él, y nuestra misión rezumar pasión por Él, si quieren ser realmente proféticas.
Creo que no es difícil escuchar el grito de
una sociedad que espera y reclama de nosotros
que seamos testigos de Jesucristo, recuerdos
provocativos de Jesús con una vida de pobreza que no necesite muchas explicaciones para
ser comprendida y apreciada, con una vida de
castidad que nos haga cálidos, integrados, armoniosos, disponibles y alegres, con una vida
de obediencia que nos haga libres y no esclavos de nadie ni de nada, y que nos comprometa a buscar y a vivir el sueño de Dios. Y todo
esto viviendo una vida fraterna que interpele,
atraiga y seduzca a todos los que aspiran a salir
de un ambiente achatado, egoísta e insolidario, y una misión apasionante por la osadía y
el compromiso de trabajar en lo fronterizo, lo
marginal, lo liminal y, sobre todo, a favor de
los más empobrecidos, marginados, sobrantes
y desechables de nuestra sociedad.
Nuestro futuro pasa, necesariamente, por
ser, en palabras de Benedicto XVI, prolongación de la presencia de Jesús en el mundo, exégesis viva del Evangelio. Jesús y el Evangelio
han de ser nuestra inspiración, nuestra fuerza y
nuestro camino. La FP y la FI deben ayudar al
hermano a configurase con Cristo, a transformarse en él, de tal modo que cada uno pueda
decir con Pablo: “Para mí el vivir es Cristo”
(Gál 2,20).
Hombres de fe y de oración
En la vida de Francisco todo arranca del
encuentro personal con Jesucristo, de una experiencia de fe en el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo. Ese mismo encuentro y esa
misma experiencia de fe deben estar a la base
de nuestro proyecto evangélico de vida. Cuando tantas seguridades se vienen abajo y tantas
certezas se desmoronan, es el momento de vivir de la fe, que es abandono, confianza, entrega, a un Dios para el cual nada hay imposible
(cf. Lc 1,37), una fe que lleva a vivir desde la
lógica del don.
Desde hace ya algún tiempo, entre nosotros
se habla de una cierta crisis de fe. Junto a tantos hermanos que viven su vida y misión desde una experiencia fuerte de fe, no son pocos
aquellos que están viviendo una experiencia
profunda y dramática en sus vidas: el debilitamiento y la falta de fe. No de una fe teórica,
sino de la falta de una experiencia fuerte de
encuentro con la persona de Jesús y de una ex-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
periencia de fe que sostenga nuestras opciones
de fondo. Esa crisis de fe es la que lleva en no
pocos casos a abandonar la vida consagrada y
en otros muchos se manifiesta en la falta de
entusiasmo y creatividad.
¿Qué hacer? Para custodiar y desarrollar la
fe es necesario, ante todo, volver a proponer un
renovado interés por la oración. Hemos de ser
hombres de oración, expresando esta prioridad, entre otros medios, a través de la fidelidad
y la estructuración en y de la vida de oración
personal y fraterna. No podemos prescindir del
contacto diario, personal y comunitario, con el
Señor, expresado a través de la oración.
Por otra parte, considero necesario aprovechar la FP para redescubrir a nivel de experiencia fundante no sólo que Jesús es Dios,
sino ante todo que Dios es Jesús. Es decir,
que Jesús, con su forma de ser y de vivir, es
el que nos da a conocer quién es Dios y cómo
es Dios.
De la mano de la Palabra para vivir
el santo Evangelio
Toda vida consagrada, también la vida franciscana, nace de la escucha atenta de la Palabra de Dios y de la voluntad firme de ponerla
inmediatamente en práctica, sine glossa. Por
este motivo quien desee gustar la gracia de los
orígenes tiene que vérselas con la Palabra de
Dios: principio inspirador, garantía de futuro y
dinamismo motivador de toda vida consagrada, y mucho más aún, de una vida y misión en
cuyo corazón está el Evangelio. No se puede
pensar en una vida y una misión franciscanas
que no estén sustentadas por y en la Palabra
de Dios.
Una Orden como la nuestra que se define
como Fraternidad de menores, contemplativa
en misión, no puede menos de colocar la Palabra de Dios en su centro. La Palabra de Dios,
leída como noticia que interroga, que descoloca, que re-sitúa, y compartida en el seno de una
fraternidad orante y en búsqueda de sentido,
crea comunión, crea fraternidad. Una Palabra
leída y escuchada en un contexto histórico bien
concreto, nos lanza a la misión, pues nos da la
fuerza necesaria para cruzar fronteras y nos
empuja a salir fuera de nosotros mismos e ir al
encuentro con el otro.
Hoy se hace futuro al volver el Evangelio,
al colocar la Palabra de Dios en el centro de
nuestra vida, de tal modo que ayude a clarificar nuestras opciones en una confrontación
con Jesús mismo, y nos invite a hacer expe-
225
riencia hacia dentro, no para refugiarnos en el
intimismo, perdiendo el combate con lo duro
e inhóspito que nos depara la vida; sino para
echar raíces, crecer por dentro ofreciendo profundidad espiritual y partir en misión.
Ser parábolas vivientes de comunión
y de fraternidad
Frente a un mundo desgarrado y agresivo,
cada vez más fragmentado por etnias, ideologías y creencias; frente a un mundo al que se
le han muerto las ilusiones de fraternidad afectiva y efectiva y es incapaz de soñar utopías,
estamos llamados a ser aguijón inquietante hacia un futuro más solidario y fraterno, siendo
hombres de reconciliación, creadores de solidaridad, despertadores de esperanza. La vida
fraterna como nos la propone nuestra forma de
vida, es una crítica a la sociedad agresiva, individualista, y ambiciosa que margina a las grandes masas de desposeídos, y una invitación
profética a la justicia y a la reconciliación.
Para ello, sin embargo, no basta compartir
un mismo techo, una misma mesa y un mismo
horario… Si quiere ser llamada profética para
nuestro mundo, nuestra vida fraterna ha de ser
expresión y lugar de intercambio de fe y de
relaciones profundas (fe horizontal). El mundo
de hoy siente hambre de fraternidades donde
se respire aire de Dios y de humanidad, lugares
de encuentro y de amistad, de confianza recíproca, de acogida y de apoyo, de perdón, de
serenidad y de fiesta. El mundo de hoy, y nosotros mismos, necesitamos fraternidades que
sean, al mismo tiempo, espacios en donde se
respire franqueza, lealtad, transparencia, ayuda fraterna, comprensión y alegría. Necesitamos fraternidades con calor de hogar, donde
reinen la familiaridad, la naturalidad, la confianza, la comunicación, la libertad interior, la
intimidad y el compartir gozoso. Necesitamos
fraternidades hogar que, a diferencia de las
fraternidades nido, nos proyecten hacia fuera,
para compartir con la gente lo mejor que vivimos dentro. Necesitamos fraternidades hogar
para realizarnos como personas, como creyentes, como hermanos. En definitiva, necesitamos fraternidades hogar para ser felices.
Mi convicción profunda es que una de las
grandes aportaciones que podemos y estamos
llamados a dar como Hermanos Menores, en
este tiempo en que se multiplican las personas que viven cada vez más de relaciones puramente virtuales, y aparecen como náufragos
del espíritu a la deriva, sobre balsas on line, es
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la de suscitar, animar y sostener hogares de
vida auténticamente fraterna que irradien a los
demás amistad, estímulo, apoyo y reconciliación. Cuanto más intenso es el amor fraterno,
mayor es la credibilidad del mensaje anunciado [...] la vida fraterna, sin serlo todo en la misión de la comunidad, es un elemento esencial
de la misma.
Con fuerte sentido de pertenencia
En un mundo desarraigado como el nuestro, donde muchos han cortado las raíces y
todo vínculo de pertenencia que les mantenía
unidos a una historia o a un grupo social o religioso, hemos de estar atentos a no ser víctimas
de lo mismo. Personalmente estoy convencido
que uno de los peores síntomas de gripe vocacional que pueden aparecer en la vida consagrada, y por tanto entre nosotros, es la pérdida
de señal de pertenencia. Si entre nosotros se
debilita la señal de pertenencia, y no sólo no
provoca adhesiones nuevas sino que nos vamos despojando de vocaciones hechas y en
muchos casos jóvenes, se ha encendido el semáforo rojo y la situación requiere una urgente
etiología para hacer un diagnóstico valiente y
poner un torniquete a la situación.
Pienso no decir nada nuevo si afirmo la
necesidad de crecer en el sentido de pertenencia. Para ello considero urgente trabajar este
aspecto desde la FI y la FP. Considero también importante prestar atención a las dobles
pertenencias.
Acogiendo el desafío de lo inter
El futuro de nuestra vida y misión está en
lo inter. Ante todo en la interprovincialidad.
Nuestro futuro depende de la colaboración interprovincial. Se hace urgente desarrollar la
cultura de la colaboración entre las distintas
Entidades al servicio de un futuro común. En
un mundo que se ha transformado en una aldea
global, no podemos correr el riesgo de pensar,
y proyectar, de ocuparnos y preocuparnos,
de los propios lugares. Este tipo de autonomía, más bien antes que después, sería nuestra
muerte. El momento ha llegado, no podemos
dejar de reconocerlo.
Pero ya no basta la colaboración, es el momento de pasar de ésta a la interdependencia
o interacción. Esta interdependencia nos lleva
a alargar nuestra tienda, a pensar el franciscanismo más allá de las exigencias y posibilidades, siempre reducidas, de nuestras propias
Entidades. La interdependencia o interacción
nos llevará a pensar algunos aspectos importantes de nuestra vida y misión a nivel de Conferencias o de la misma Orden, tales como:
la formación permanente e inicial, la misión
evangelizadora en sus distintos sectores, así
como la misión ad gentes, las presencias en
un determinado territorio, la promoción de los
estudios... Sin caer en un centralismo, pienso
que es el momento de revisar el modo de vivir
nuestra autonomía, pues podría llevarnos a vivir en islas, de espaldas a la realidad de la Orden y de otras Entidades, incluso bien cercanas
geográficamente.
Otro desafío importante es el que nos viene
de la solidaridad intercongregacional y particularmente con la Familia Franciscana. “Los
retos de la misión son de tal envergadura que
no pueden ser acometidos eficazmente sin la
colaboración, tanto en el discernimiento como
en la acción, de todos los miembros de la Iglesia (VC 70). Ya no podemos vivir al margen
de la vida consagrada y de la Familia Franciscana. Si hemos de poner los ojos bien abiertos
al futuro, hacia el cual nos empuja el Espíritu,
necesitamos cada vez más de una reciprocidad
dinámica, en campos tan importantes como el
de la formación, el trabajo de JPIC, las misiones ad gentes…
Atentos a la misión
La vida consagrada siempre, pero particularmente hoy, ha vivido y vive en estado
permanente de éxodo, lo que supone vivir en
permanente estado de misión. Ya lo hemos
dicho: la misión es la razón de ser de nuestra
vida. Existimos, somos, por y para la misión:
misión evangelizadora en los territorios donde el cristianismo tiene profundas raíces, y
misión ad gentes, donde se hace necesaria la
primera evangelización. No hemos sido llamados para nosotros mismos, sino para los
demás. Sería un error grave que estuviéramos al servicio de nosotros mismos, retroalimentándonos y blindándonos ... No tendría
sentido una vida franciscana ancorada, como
tratando de defender algo hacia dentro, para
no diluirnos.
Nuestra vida hoy, al igual que la Iglesia
misma, no puede tener conciencia de ella misma fuera de las coordenadas de la misión. La
misión condiciona la renovación profunda de
nuestra identidad carismática e institucional.
La misma refundación, de la que tanto hemos
hablado en estos últimos años, se hace misión
para hoy y para mañana.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
En este contexto, un desafío importante
para nosotros en el presente es el de construir
formas nuevas de fraternidad al servicio de los
pobres, y no sólo materialmente, para compartir, desde una íntima entrega al Señor, los
gozos y las tristezas de los más pobres y de los
que más sufren. Entre los lugares a privilegiar
con nuestras presencias están aquellos que nos
permitan estar como menores entre los menores de la tierra. Los menores se constituyen
para nosotros en palabra privilegiada de Dios.
Por otra parte, en unos tiempos movedizos
como los que vivimos, la misión está constantemente por descubrir. La misión hoy no puede
ser repetitiva, sino audaz y creativa. Cada día
somos llamados a encontrar la forma y la modalidad de ejercerla, cada día hemos de estar
dispuestos a “iniciar caminos inéditos de presencia y de testimonio”, llevando a cabo “una
seria revisión de nuestra misión” (Shc 33).
También hemos de revisar nuestro compromiso concreto con la misión ad gentes, Vivimos un momento en que se palpa una menor
disponibilidad para ir a la misión ad gentes.
Creo que esto tiene mucho que ver con la situación de bienestar en la que vivimos y el estar demasiado centrados en nosotros mismos.
En colaboración con los laicos
Con el nuevo modelo de sociedad nos viene
un nuevo modelo de Iglesia, un nuevo modelo
de vida consagrada, y, ciertamente, un nuevo
modelo de vida franciscana. Este nuevo modelo pasa necesariamente por una estrecha colaboración con los laicos en misión compartida,
lo que comporta:
• Hablar más con ellos que de ellos.
• Formarnos para una colaboración en reciprocidad, en la que los laicos no sean meros
clientes, sino verdaderos protagonistas, y
en la que sean ellos mismos, no un calco de
nuestra expresión como religiosos, y desde
su propia identidad de laicos, asuman sus
propias responsabilidades.
• Formar a los laicos en el carisma franciscano, si queremos que ellos entren plenamente en la misión eclesial de nuestra
Orden, y si queremos que nuestro carisma
siga siendo significativo en la Iglesia y en el
mundo.
• Estar abiertos a releer nuestro carisma,
a resituarlo en estos tiempos delicados y
duros, adaptando las formas, cuando sea
necesario, a las nuevas situaciones y a las
diversas necesidades, en plena docilidad a
227
las inspiraciones divinas y al discernimiento eclesial (VC 37). Una estrecha colaboración con los laicos nos llevará, sin duda alguna, a una nueva comprensión de nuestra
identidad como Hermanos Menores.
La inculturación
Inculturación para nosotros significa hacer
inteligibles y vivenciables en otros conceptos
históricos y culturales las intuiciones primigenias de Francisco. Este proceso ha de inspirar
el estilo de formación, la experiencia fraterna,
los proyectos y las decisiones apostólicas... Ni
el Evangelio ni nuestra forma de vida se identifican con ninguna cultura, pero no pueden
existir sino inculturados. Inculturar el Evangelio y nuestra forma de vida en cada una de las
culturas de nuestros pueblos es imperativo del
seguimiento de Jesucristo.
Esta inculturación ha de hacerse a la luz de
los tres grandes misterios de la salvación: La
Navidad, que muestra el camino de la Encarnación y mueve al evangelizador a compartir su
vida con el evangelizado, la Pascua que conduce a través del sufrimiento a la purificación,
y Pentecostés que por la fuerza del Espíritu posibilita a todos entender, en su propia lengua,
las maravillas del Señor. La inculturación es
una llamada de Dios a asimilarnos al misterio
de Cristo, a que aceptemos experimentar ese
misterio en nuestra propia carne.
Mi convicción profunda es que sin inculturación no es posible llegar al corazón del hombre, que “habla” otra lengua y usa otras categorías culturales. La inculturación es una exigencia de la misión evangelizadora tanto cuando
se intenta llevar a cabo la evangelización y la
implantatio Ordinis en nuevas culturas, como
cuando se intenta trabajar por hacer más significativo y legible el Evangelio y nuestra vida
en culturas tradicionalmente cristianas y hoy
profundamente secularizadas.
En continua formación permanente
Para responder a las exigencias de una vida y misión en fidelidad creativa, recuperar
lo esencial y gustar la gracia de los orígenes,
tal y como nos piden la Iglesia y la Orden en
estos momentos, se hace imprescindible vivir en actitud de FP, entendida ésta como: la
disponibilidad activa e inteligente de la persona a dejarse formar por la vida para toda
la vida.
Entre otros aspectos importantes a tener
en cuanta en la FP, señalo dos que me pare-
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AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
cen más urgentes. En primer lugar que todo
planteamiento sobre la FP debería pulsar la
realidad de cada persona y partir de ella. Por
ese motivo, la FP debería tener dos niveles
o al menos dos espacios. Uno más general,
dirigido a los hermanos que no están viviendo problemáticas muy fuertes, y otro espacio
más intenso para personas que sí las están viviendo, por lo cual todo proyecto de FP debería tener una etapa previa de conocimiento
profundo de cada persona, para descubrir con
ella qué niveles deben ser más trabajados y
con qué profundidad.
En segundo lugar, que la FP mire a formar
mentalidades abiertas y a capacitar a la persona a vivir con plenitud. Para ello la FP debe
prestar mucha atención al nivel humano, al nivel cristiano, y al nivel carismático.
En este sentido, la experiencia me dice que
una formación que sólo entretiene o aporta información sin llegar al corazón es contraproducente y, aún más, es peligrosa. Ha llegado
también el momento de revisar el concepto
mismo de FP y las metodologías utilizadas en
ella.
Propuestas de futuro
Presento ahora algunas propuestas para el
próximo sexenio. Estas propuestas se han de
completar con las que he ido haciendo a lo largo de todo este informe. Pienso que el Capítulo y los hermanos en sus Entidades puedan
tomarlas en consideración, pues todas ellas
nacen de la experiencia de estos años, ya sea
personal, ya sea de otros hermanos que me las
han compartido.
Animación de la vida y misión de la Orden
Para todas las Entidades
– Durante los próximos seis años las Prioridades –espíritu de oración y devoción, vida
fraterna en comunidad, minoridad, pobreza y
solidaridad, misión evangelizadora y formación-, sigan siendo los valores de referencia en
la animación de nuestra vida y misión, tanto
a nivel de la Orden, como de las Entidades,
desde la perspectiva del diálogo y la apertura
con el mundo.
Para el Definitorio general
– Al inicio del sexenio, el Definitorio general ofrezca una guía de profundización en la
asimilación de cada una de ellas, y sugerencias
prácticas para actuarlas.
Motivación: Sin desconocer todo el camino que hemos hecho durante estos 12 últimos
años en el conocimiento y la actuación de
las Prioridades, sin embargo personalmente
considero que, tratándose de los elementos
fundantes y fundamentales de nuestra forma de vida, así como son contenidos en la
Regla y en las Constituciones Generales, se
necesita volver sobre ellas, no sólo a nivel
de información, sino sobretodo a nivel de
asimilación y de opciones concretas. Y esto
necesita tiempo.
Servicio de la autoridad y de animación
Para las Conferencias
– Al inicio del sexenio, las Conferencias,
y, donde esto no sea posible a causa de las
distancias o por las diferentes lenguas, las
Provincias, elaboren un proyecto de animación/formación para los guardianes y responsables de otros sectores de animación de las
Entidades. Dicho proyecto sea presentado al
Definitorio general y a la Conferencia de los
Presidentes.
Para el Ministro general
y el Definitorio general
– Cada año, el Ministro general continúe
convocando, para un encuentro con el Definitorio general, a los nuevos Ministros provinciales, a los Visitadores generales, y a los
Presidentes de las Conferencias, revisando la
duración y la metodología de tales encuentros,
de forma que respondan mejor a los siguientes objetivos: de conocimiento recíproco, de
información, de formación, y de colaboración
con el Ministro y el Definitorio general.
– Para motivar un diálogo más profundo y
fomentar una fraterna comunión, el Ministro
general y su Definitorio continúe reuniéndose
con la Conferencia o grupos de Conferencias,
por lo menos una vez cada sexenio, revisando
la metodología seguida hasta el momento.
– Cada Definidor general en su propia zona
asista regularmente a las reuniones de la Conferencia o Conferencias de la zona que le ha
sido asignada para acompañarla más de cerca.
Para la SGE, la SGFE
y las Oficinas de JPIC y SD
– Las Secretarías generales de Evangelización y de Formación y Estudios, así como
las Oficinas de Justicia, Paz e Integridad de la
Creación, y del Servicio para el Diálogo, reúnan a los responsables de los distintos secto-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
res de animación, a ser posible por Continentes, según el programa elaborado por cada una
de ellas al inicio del sexenio y aprobado por el
Definitorio general.
Motivación: El servicio de la animación y
del gobierno es un servicio específico que hoy
exige también una formación específica, de
ahí la importancia de la formación de aquellos
a los que les ha sido confiado el cuidado y la
animación de la vida y misión de los hermanos. Por otra parte, la animación ha de ser hecha en cadena. Esto supone que la animación a
nivel general esté bien coordinada con la animación de las Conferencias y de las Entidades, y viceversa. Esto asegurará la unidad en el
respecto de la diversidad. En la formación de
nuestra leadership y en la coordinación de la
animación nos jugamos mucho. No se pueden
ahorrar esfuerzos ni medios.
Moratorium
Para las Entidades
– En los tres próximos años, 2010-2012,
todas las Entidades de la Orden entren en un
proceso de reflexión y de discernimiento. La
reflexión y el discernimiento se hagan partiendo de las siguientes cuestiones:
• ¿Hacia dónde estamos caminando?
• ¿Hacia dónde queremos ir?
• ¿Hacia dónde nos empuja el Espíritu, teniendo en cuenta nuestra realidad (debilidades y posibilidades), las invitaciones de
la Iglesia, los últimos documentos de la Orden, y los signos de los tiempos?
• Opciones a tomar en un futuro próximo.
– Al final del 2012 todas las Entidades envíen a la Secretaría general los resultados de
su reflexión y las propuestas concretas para el
camino inmediato de la Orden, que sería presentado en el Capítulo general del 2015 para
su aprobación.
Para el Definitorio general
– El Definitorio general, con la colaboración de las Oficinas de animación de la Curia
general y otras instancias de animación de la
Orden (cf. Presidentes de las Conferencias),
prepare un instrumentum laboris que acompañe la reflexión y el discernimiento de las Entidades.
– El Definitorio general nombre una Comisión internacional que haga la síntesis de las
propuestas recibidas de las Entidades y elabore un instrumentum laboris para el Consejo
Plenario de la Orden, a celebrarse en el 2013.
229
Las propuestas que salgan del Consejo plenario sean presentadas al próximo Capítulo general, y, según las decisiones tomadas por el
Capítulo, se elabore un proyecto de animación
para el próximo futuro.
Para la vida personal y fraterna
– En el proyecto personal de vida y en el
proyecto de la vida de la fraternidad, el moratorium temporal sea contemplado como una
opción conveniente, y a veces necesaria, para
cuidar la vida espiritual.
Motivación: Creo que es necesario darse
un tiempo, sin prisa y sin pausa, para una reflexión profunda sobre el camino que estamos
haciendo y sobre el camino que estamos llamados a recorrer, tanto a nivel personal como
fraterno. Tal vez pecamos de improvisación.
Hoy se necesita un proyecto claro a corto y a
medio plazo.
Estudio sociológico
de la situación de la Orden
Para el Definitorio general y las Entidades
– Durante el próximo sexenio el Definitorio
general encargue un estudio sociológico de la
Orden que, teniendo en cuenta la edad media
de los hermanos, la tendencia numérica de las
distintas Entidades, y la situación de la sociedad globalizada en que vivimos, contemple
las estrategias a seguir en los próximos años,
para fortalecer la presencia de la Orden, donde
se está debilitando, y consolidarla, donde está
emergiendo. Este estudio se encargue a profesionales que conozcan nuestra forma de vida.
Motivación: Pienso que los datos sociológicos son importantes a la hora de un proyecto
de acción pastoral, así como de un redimensionamiento, tanto de apertura como de cierre.
La osadía evangélica no puede ahorrarnos el
saber con qué fuerzas contamos antes de dar la
batalla, como nos enseña el mismo Evangelio.
En relación con el espíritu de oración y devoción
Para el Definitorio general
– El Definitorio general nombre una Comisión internacional que favorezca el conocimiento y la práctica de la dimensión contemplativa en clave franciscana.
Para la vida personal y fraterna
– Valorizar los momentos dedicados a la
oración personal y comunitaria cotidiana,
asegurando tiempos fuertes dedicados mayormente a la oración, de tal modo que lleve a los
230
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
hermanos a descubrir y vivir la presencia de
Dios en sí mismos, en los otros y en la realidad, a una visión de fe animada por el amor y
la esperanza, y a trabajar incansablemente por
el Reino de Dios.
– Dedicar periódicamente encuentros de
fraternidad a la Lectura orante de la Palabra,
y a la revisión de vida para verificar el estado
de vida de oración personal y comunitaria.
– Tener especial cuidado en cada casa del lugar de la oración, de modo que se distinga por el
cuidado y la belleza, y que invite a frecuentarlo.
Para las Entidades
– Crear al menos una casa donde la vida de
oración sea vivida con manifiesta prioridad, de
tal modo que pueda ser “escuela de oración”
para los hermanos y para los laicos.
Motivación: Si queremos que la fe sea el
manantial de nuestra alegría y esperanza, de
nuestro seguimiento de Cristo y de nuestro testimonio en el mundo, necesitamos redescubrir
la oración como un tiempo con el Señor, de
tal modo que él pueda actuar en nuestra vida
y en la de la fraternidad, como también en el
cumplimiento de nuestra misión. Necesitamos
ser contemplativos, si queremos que nuestra
actividad sea realmente evangélica. Necesitamos de una oración que toque las raíces de
nosotros mismos y desde allí haga germinar el
amor desinteresado e incondicional que purifique nuestro egoísmo. De esto estamos necesitados. Por otra parte, el contacto frecuente con
la Palabra de Dios ofrece la luz necesaria para
el discernimiento personal y comunitario y para buscar los caminos de Dios en los signos de
los tiempos y de los lugares.
En relación con la misión evangelizadora
Para la Orden
– El Definitorio general favorezca las nuevas
formas de evangelización, como respuesta a las
nuevas situaciones, y, donde sea posible, impulse las misiones populares, como medio de evangelización directa y contacto con el pueblo.
Para las Entidades
– Cada Provincia o Custodia autónoma cree
al menos una fraternidad que responda a las
exigencias de una nueva evangelización, caracterizada, entre otras cosas, por relaciones
fraternas auténticas y fraternas, sencillez de
vida, itinerancia como dimensión integrante
de nuestro carisma, cercanía al pueblo, servicio a la Iglesia local.
– Cada Provincia o Custodia autónoma
nombre un equipo misionero de hermanos
que, en colaboración con los laicos, asuman
como principal compromiso de vida el llevar
el anuncio allí donde la personas no tienen ninguna cercanía con la religión, el Evangelio o
con Jesucristo.
Motivación: Necesitamos recuperar el ardor
evangelizador que siempre caracterizó nuestra
Fraternidad en estos 800 años de historia. Pero necesitamos tomar conciencia de la radical
transformación de nuestra sociedad, lo que requiere poder transmitir en fórmulas nuevas la
herencia del pasado. No hay que olvidar que
el trabajo evangelizador de los hermanos a lo
largo de nuestra historia está señalado por la
creatividad. Necesitamos ardor, creatividad y
valentía apostólica.
En relación con la misión ad gentes
Para el Ministro general y su Definitorio
– El Ministro general y su Definitorio, en
la animación misionera de la Orden consideren Tierra Santa como una opción misionaria
prioritaria.
– El Ministro general, a través de los Definidores de zona o a través de Delegados generales, acompañe de cerca los proyectos misioneros de la Orden.
– El Ministro general y su Definitorio estudie la posibilidad de abrir nuevos proyectos
misioneros, principalmente allí donde se pueda implantar la Orden.
– El Definitorio general asegure la formación inicial de los futuros misioneros y la formación permanente para los que llevan años
en “territorio de misión”, valiéndose de la fraternidad internacional de Bruselas.
Para las Entidades
– Toda Provincia o Custodia autónoma tenga al menos un hermano en proyectos misioneros de la Orden.
– Cada Entidad envíe a la Secretaría general
para la Evangelización el 8% de sus entradas
para los proyectos misioneros de la Orden.
Motivación: Decimos siempre, y es verdad,
que nuestra Orden es la primera Orden misionera.
Por otra parte, en estos 800 años siempre hemos
sido pioneros en ir al mundo entero para anunciar
la Buena Noticia. En estos momentos el espíritu
misionero se está debilitando en la mente de los
hermanos. Privar a la Orden y a nuestras Entidades de este espíritu misionero sería condenarlas a
empequeñecerse cuando no a morir.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
En el campo de la formación
Para el Definitorio general,
la SGFE y las Entidades de la Orden
– En el próximo sexenio el Definitorio general, a través de la SGFE, lleve a cabo una
seria evaluación de todo el proceso formativo,
desde la FP a la FI en sus distintas etapas. Esta
evaluación se haga, en un primer momento, a
nivel de Provincias o Custodias. En un segundo momento se haga a nivel continental, convocando a todos los Secretarios provinciales
y custodiales de Formación y Estudios en los
distintos continentes. Finalmente, en un tercer
momento, la evaluación se haga a nivel de toda
la Orden, convocando un Congreso Internacional de Secretarios provinciales y custodiales
para la Formación y los Estudios.
– El Definitorio general, durante el próximo
sexenio, a través de la SGFE y en colaboración
con las Conferencias, haga una evaluación de la
recepción en las Entidades de las líneas formativas propuestas en la RFF y en la RS, promoviendo un conocimiento sistemático y la aplicación de las líneas formativas de la Orden.
Formación permanente
Para el Definitorio general,
la SGFE y las Entidades de la Orden
– Durante el próximo sexenio, el Definitorio general, a través de la SGFE, y las Entidades, a través de los Moderadores para la FP y
la SFE, sin dejar a un lado todo lo que implica
la FI, den una prioridad real en sus reflexiones,
programaciones y actividades a la FP, teniendo en cuenta las distintas estaciones de la vida
y los distintos ministerios.
Para las Entidades
– Todas las Entidades hagan un proyecto
de FP que será enviado a la Curia, teniendo en
cuenta el documento sobre la FP de la Orden:
Habéis sido llamados a la libertad. La FP en
la Orden de los Hermanos Menores.
– Al cumplir 25 años de profesión solemne todos los hermanos interrumpan sus actividades normales y realicen un periodo de FP
de seis meses de duración. Dicho período sea
organizado tanto a nivel de Orden, como de
Conferencias o Provincias.
Para la SGFE
– La SGFE, organice, en distintas lenguas,
períodos sabáticos en Tierra Santa y en los lugares franciscanos, potenciando experiencias
de oración y de fraternidad.
231
Motivación: A pesar de todos los esfuerzos
realizados, la FP sigue siendo un gran desafío
en todas las Entidades, y en muchos casos una
asignatura pendiente, debido, en gran parte, a
la poca motivación que tienen los hermanos
para asumir a fondo la FP. Ello está condicionando seriamente la renovación profunda de
nuestra vida y misión.
Formación inicial
Para las Conferencias, Provincias
y Custodias y la SGFE
– Promuévanse en toda la Orden las casas
interprovinciales e internacionales de formación y estudios.
– Durante el sexenio, las Conferencias,
acompañadas por la SGFE, hagan una evaluación de todas las etapas de FI, particularmente
de la etapa de profesión temporal.
– Durante el sexenio, la SGFE elabore un
subsidio sobre los medios de comunicación y
la FP e I.
Motivación: Creo que después de muchos
años de intenso trabajo en todo lo relacionado
con la FI se hace necesaria una evaluación del
camino hecho, teniendo en cuenta también los
resultados obtenidos. En mi opinión, esta evaluación ha de mirar, sobre todo, a la etapa de
profesión temporal por ser la más larga de todas las etapas de FI, y por ser la etapa donde se
constata mayor dificultad para el acompañamiento y, tal vez como consecuencia, el mayor
número de abandonos.
PUA y otros Centros de Estudios
– El Definitorio general continúe el esfuerzo por mejorar la calidad de la PUA y
del Estudio Bíblico de Jerusalén. Por su parte
las Provincias y Custodias tengan interés especial por la PUA de Roma y la Facultad de
Ciencias Bíblicas y de Arqueología de Jerusalén y comprométanse a asegurarles personal adecuado.
– Continúese con el master de formación de
formadores en la PUA y el curso sobre JPIC.
Archivos
– Se promueva una intercambio de documentación entre los archivos provinciales y
custodiales con el Archivo de la Curia general,
y se cree una base de datos (frailes, casas…)
lo más completa posible, desde los orígenes
hasta hoy.
232
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
– El Definitorio general, a través del archivero de la Curia, lleve a cabo un Congreso Internacional de Archiveros OFM.
En el campo de la economía
Para el Ministro general y su Definitorio,
el Economato General, los Ministros
y Custodios
– El Ministro general y su Definitorio, en
sus visitas a las distintas Entidades de la Orden, sensibilicen a los hermanos de la necesaria trasparencia y solidaridad económica, en la
opción por una vida sencilla y en una economía redistributiva o de restitución. Otro tanto
hagan los Ministros provinciales y Custodios
en sus Entidades respectivas.
– El Ministro general y su Definitorio continúen la “política” de la trasparencia económica de la Curia general con las Entidades de
la Orden, y busquen los medios oportunos que
aseguren la trasparencia de las distintas Entidades con la Curia.
– El Ministro general y su Definitorio sigan desarrollando fuentes alternativas de entradas para constituir fondos económicos que
aseguren el mantenimiento de las estructuras
mínimas necesarias: los servicios de animación general, el sostenimiento de los proyectos misioneros de la Orden, el sostenimiento
de las casas, de las instituciones académicas
y de investigación dependientes del Ministro
general, y la ayuda a las Entidades necesitadas en el campo de la formación, los estudios
y de la salud.
– El Definitorio general revise la estructura
de la Oficina del Fund Raising.
– El Definitorio general revise la Oficina
del Economato general, asegurando personal
cualificado para llevar adelante las cuestiones
técnico-prácticas de relaciones con la sociedad
civil sobre temáticas de carácter económico y
fiscal.
– El Economato general elabore un proyecto formativo sobre el tema de la economía, con particular atención a la trasparencia,
solidaridad, austeridad, y eticidad, que entre
en el proyecto de FP de las Entidades, y también en la formación inicial. Dicho proyecto
será sometido a la aprobación del Definitorio
general.
– Durante el sexenio, el Definitorio general, a través del Economato general y una Comisión internacional de expertos, elabore un
directorio con las líneas esenciales de la economía y de la finanza para toda la Orden: or-
ganización de la economía, responsabilidades,
eticidad de los fondos...
– Todas las Entidades de la Orden introduzcan en su contabilidad un fondo general a fin
de constituir reservas para el mantenimiento
de las Casas dependientes del Ministro, para
las actividades formativas y misioneras de la
Orden.
– Se mantengan y potencien los fondos
para las misiones y la evangelización, para
la formación y los estudios, y el fondo solidaridad existentes en la Curia genral. Estos
fondos se incrementarán con donaciones de
nuestras Entidades y con donativos fuera de
la Orden.
– Todas las Entidades creen un Fondo económico común de la Provincia o Custodia, según modalidades propias.
Motivación: La economía es una parte importante en todo el camino de la refundación
de nuestra vida y misión. A través de la vida
económica personal y fraterna pasa nuestra
opción de vida en minoridad y pobreza, y, en
muchos casos, nuestra opción de vida fraterna.
Necesitamos poner las bases, tanto a nivel de
Curia general como de las Entidades locales,
para una gestión económica sana, y necesitamos de una formación adecuada que propicie
mayor responsabilidad en el campo de la economía. Somos uno de los pocos, o tal vez el
único Instituto religioso que no tiene ningún
documento que forme a la gestión económica
y que la regule.
Conclusión
Es tiempo de soñar
Lo peor que le puede suceder a una persona
es dejar de soñar. Quiere decir que ha perdido
la capacidad de crear futuro, quiere decir que
renuncia a vivir el presente con pasión, quiere
decir, en fin, que la muerte se acerca a pasos de
gigante. Por eso yo quiero soñar y quiero pensar que todos los hermanos queremos soñar,
porque queremos vivir, queremos crear futuro.
Por eso os invito a soñar conmigo. Cuando uno
sueña solo, el sueño puede quedarse en pura
utopía, pero cuando dos sueñan juntos el sueño
tiene más posibilidades de convertirse en realidad. ¿Y si en lugar de ser dos los que tienen
el mismo sueño fueran cerca de 16.000 los que
sueñan juntos? Os invito, queridos hermanos,
a compartir algunos sueños que, a Dios gracias, no son sólo míos.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Sueño una vida franciscana más contemplativa en la que los hermanos nos movamos
con pasión, abiertos al soplo del Espíritu.
Una vida arraigada en el encuentro admirativo y entusiasta con Jesucristo que nos llama a seguirlo con todo el corazón, a tiempo
completo, y a pleno riesgo. Sueño una vida
franciscana que se convierta en grito profético del Absoluto de Dios, en un mundo donde
se multiplican los ídolos y la fe se diluye o se
tergiversa.
Sueño con una vida franciscana que viva
permanentemente bajo la acción del Espíritu
y sea fiel a sus inspiraciones. Será una vida
franciscana capaz de explorar caminos nuevos de Evangelio, abriendo nuevas presencias allí donde Él sugiera. Sueño con una vida franciscana donde la pasividad, el miedo,
la instalación, y el conformismo, por disfrazados que vengan de lógica y de prudencia,
dejen paso a la audacia y la creatividad evangélicas, signos de la presencia del Espíritu
en nosotros.
Sueño con una vida franciscana que, siguiendo la forma de vida que nos dejó Francisco, sea capaz de captar las deshumanizaciones
de nuestro tiempo y tenga la valentía de desplazarse hacia la periferia, lo fronterizo, hacia los claustros inhumanos, allí donde nadie
quiere ir, para abrazar a los leprosos de nuestro
tiempo, y mostrarles al Dios amor.
Sueño con una vida franciscana profética
que, desde una profunda identificación con
Cristo, se convierta en pasión y experiencia
fundante de vida, se sienta urgida a anunciar el
rostro misericordioso de Dios, la fraternidad,
la reconciliación, la paz, y la solidaridad. Sueño una vida franciscana que se convierta en
memoria testimonial de la ternura de nuestro
Dios y de la fuerza de su Espíritu.
Sueño con una vida franciscana samaritana, en un mundo de gente tirada por el
camino, herida, medio muerta, violentada
e insegura. Sueño con una vida franciscana
volcada hacia la misión, inserta e inculturada, fruto de mucha contemplación, exigente
desprendimiento y de un gran amor a la gente, pues sólo así podrá ser generadora de una
cultura de vida y generadora de la civilización del amor.
Sueño con una vida franciscana que sea
profecía interpelante de fraternidad para to-
233
dos, y que, en medio de un mundo desgarrado por rivalidades y violencias de todo tipo,
ofrezca espacios de encuentro, de acogida, de
gratuidad y de fiesta, de un compartir sereno y
gozoso. Una vida franciscana que sea memoria provocativa del anhelo vital que anida en el
corazón de toda persona, hecha para vivir con
los otros, y no al margen de los otros.
Sueño con una vida franciscana donde la
pobreza no genera tantas discusiones sino que
es una realidad de corazón que genera gozo,
donde la obediencia no se vive como lucha y
resignación sino como una apasionada búsqueda de diálogo y discernimiento del querer
de Dios, y donde la castidad y el celibato se
vivan con un corazón abierto a todos y desprendido y, por lo tanto, gozoso.
Sueño con una vida franciscana lúcida, capaz de mirar lejos, para ver lo que los demás
no ven, y llena de imaginación y coraje, capaz
de comprometerse en la búsqueda de formas
alternativas de vida. Sueño una vida franciscana que, al estilo de Francisco, ame con fidelidad creativa a la Iglesia, y sea esencialmente
pascual, es decir: señal, símbolo, parábola y
profecía del Reino.
Sueño con una vida franciscana que sepa
despojarse de todo aquello que le impida caminar en la dirección que le marcó Francisco
hace ahora 800 años. Sueño con una vida franciscana capaz de crear odres nuevos para un
vino nuevo, que sepa dar respuestas nuevas a
los desafíos nuevos, que opte por estructuras
nuevas capaces de vehicular vida y vida en
abundancia.
Sueño con una vida franciscana que avance,
ligera de equipaje, hacia el futuro, siguiendo al
Señor de la historia, con el fuego de la pasión
que nos quema por dentro, sabiendo que Él
puede hacer hoy grandes cosas con los humildes de corazón, como las hizo hace ahora 800
años con Francisco y Clara de Asís.
El profeta anunció que llegarán días en que
los jóvenes profetizarán y los ancianos soñarán (cf. Jl 2, 28) ¿Y si esos días han llegado
ya? (cf. Jn 4, 35).
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
234
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
8. Omelia del Card. José Saraiva Martins,
C.M.F.
Assisi, Basilica S. Maria degli Angeli,
4 giugno 2009
Carissimi fratelli
dell’Ordine dei Frati Minori,
il Signore vi dia Pace!
Era questo il saluto caro a Francesco d’Assisi, vostro fondatore. Un saluto che ha il
duplice sapore del dono del Cristo risorto e
dell’annuncio gioioso che Francesco e i suoi
primi frati hanno attinto qui alla Porziuncola,
ascoltando il vangelo della missione, per portarlo poi nel mondo intero nel corso di questi
otto secoli.
Questa celebrazione eucaristica avviene nel
giorno in cui, durante il Capitolo di Pentecoste,
secondo la volontà di San Francesco (Rb VIII),
viene eletto il Ministro Generale dell’Ordine. La
vostra Regola, al Capitolo X ricorda che il Ministro è chiamato ad essere appunto “ministro e
servo degli altri frati”, e che i frati sono tenuti
ad obbedirgli in spirito di fede ma sono anche
invitati a ricorrere a lui con fiducia, sapendo di
essere accolti con familiarità. In quello stesso
capitolo della Regola, Francesco ricorda inoltre
che il desiderio più grande di ogni frate minore
dev’essere di avere lo Spirito del Signore e la
sua santa operazione, di pregarlo sempre con
cuore puro e di seguirlo sulla via dell’umiltà e
dell’amore fino alle estreme conseguenze.
Siamo perciò consapevoli che in questa celebrazione è particolarmente importante per
tutti noi attingere alla sorgente che scaturisce
dall’Eucaristia, per vivere anche l’atto formale
ed ufficiale dell’elezione del Ministro ricolmi
della grazia dello Spirito Santo. E vi invito ad
attingere fiduciosi a questa sorgente di comunione, di servizio e di amore fino al dono di sé,
perché lo Spirito impregni tutta la vostra vita,
ogni vostra relazione ed ogni vostra attività: nella Chiesa e nel mondo, nei rapporti tra di voi, in
quelli con le persone che vi accostano e con le
istituzioni, nei rapporti tra il Governo dell’Ordine e le Province, come pure dentro ogni singola
Provincia e dentro ciascuna fraternità.
In una preghiera bella e significativa, che
Francesco ha affidato a tutto l’Ordine, preghiamo il Padre “affinché interiormente purificati,
interiormente illuminati e accesi dal fuoco dello Spirito Santo possiamo seguire le orme del
tuo diletto Figlio, il Signore nostro Gesù Cristo” (Preghiera Omnipotens). La colletta della
Messa votiva dello Spirito Santo che stiamo
celebrando, ci fa invocare: “Lo Spirito consolatore che viene da te illumini, o Padre, la nostra
mente, e secondo la promessa del tuo Figlio ci
guidi alla piena conoscenza della verità”. Anche san Paolo nella prima lettura ci ha ricordato
che se qualcuno è scelto da Dio, è in grado di
accogliere questa elezione a partire da un’azione misteriosa e potente dello Spirito Santo. E
se poi sarà chiamato a testimoniare con gioia la
parola del vangelo anche in mezzo a difficoltà
e tribolazioni, sarà in grado di farlo solo se interiormente animato dallo Spirito Santo.
Invochiamo perciò il dono dello Spirito,
perché purifichi e illumini quest’oggi i nostri
cuori in profondità. Non ci sia – nel compiere
ciò che stiamo per compiere – altra motivazione che quella di scegliere per il bene dell’Ordine e per un rinnovato slancio nell’annuncio
del Vangelo, con quel senso ecclesiale che era
connaturale al vostro fondatore. Invochiamo il
dono dello Spirito perché guidi il discernimento capitolare, non solo oggi, ma in ogni atto
che il Capitolo compirà. Invochiamo il dono
dello Spirito perché accenda interiormente
ognuno di voi a vivere le dimensioni fondamentali della vostra vocazione, per incarnare
oggi la sequela di Gesù Cristo con la radicalità
che ha contraddistinto san Francesco; quella
radicalità evangelica che la Chiesa e il mondo
si aspettano ancor oggi da voi.
La Parola del vangelo di Marco (12,28b-34)
ci ha fatto ascoltare la risposta che Gesù dà alla
domanda dello scriba: “Qual è il primo di tutti
i comandamenti?”. È una risposta che costituisce una sintesi formidabile dell’etica cristiana
e del culto reso a Dio attraverso la propria vita: “«Il primo è: Ascolta, Israele. Il Signore
Dio nostro è l’unico Signore; amerai dunque
il Signore Dio tuo con tutto il tuo cuore, con
tutta la tua mente e con tutta la tua forza. E il
secondo è questo: Amerai il prossimo tuo come te stesso. Non c’è altro comandamento più
importante di questi»… e questo vale più di tutti
gli olocausti e i sacrifici”.
Questo midollo del vangelo era così presente al Poverello di Assisi che, pregando il
Padre nostro in forma meditativa, arriva a
dire: “Sia fatta la tua volontà, come in cielo
così in terra: affinché ti amiamo con tutto il
cuore, sempre pensando te; con tutta l’anima,
sempre desiderando te; con tutta la mente, indirizzando a te tutte le nostre intenzioni e in
ogni cosa cercando il tuo onore; e con tutte le
nostre forze, spendendo tutte le nostre energie
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
e i sensi dell’anima e del corpo a servizio del
tuo amore e non per altro; e affinché amiamo i
nostri prossimi come noi stessi, attirando tutti
secondo le nostre forze al tuo amore, godendo
dei beni altrui come fossero nostri e nei mali
soffrendo insieme con loro e non recando alcuna offesa a nessuno” (Pater 5).
In molti altri testi il vostro fondatore medita sul comandamento dell’amore, nella Regola
non bollata al capitolo XXIII, lo fa con lo slancio del cuore: “Tutti amiamo con tutto il cuore,
con tutta l’anima, con tutta la mente, con tutta
la capacità e la fortezza, con tutta l’intelligenza, con tutte le forze, con tutto lo slancio,
tutto l’affetto, tutti i sentimenti più profondi,
tutti i desideri e le volontà il Signore Iddio, il
quale a tutti noi ha dato e dà tutto il corpo,
tutta l’anima e tutta la vita; che ci ha creati,
redenti, e ci salverà per sua sola misericordia;
Lui che ogni bene fece e fa a noi miserevoli e
miseri, putridi e fetidi, ingrati e cattivi” (Rnb
XXIII,8).
In altri testi ancora la parte riguardante l’amore per il prossimo diventa inclusiva
dell’amore per i nemici, quasi a ricordarci che
il cosiddetto “nemico” è anch’esso una persona redenta dal dono di amore di Gesù Cristo,
e perciò stesso qualcuno da accogliere come
un fratello! Il vostro stesso nome “frati” indica
la vostra chiamata ad essere “fratelli” di ogni
uomo e di ogni creatura, indipendentemente
dall’atteggiamento che gli altri possono avere
nei vostri confronti. È una chiamata alta, ad essere segno e strumento che rende presente oggi
il Cristo, che si è fatto nostro fratello, fratello
di ogni uomo.
Permettetemi di ricordarlo e sottolinearlo,
è questo il vangelo che siete chiamati a vivere e ad annunciare: il vangelo nel quale Dio è
inequivocabilmente il primo, il più grande e
il più appassionato amore della vostra vita, il
vangelo nel quale dalla sorgente inesauribile
di questo amore deriva un amore per il prossimo che vi fa gioire con chi gioisce e soffrire
con chi soffre. Questa è la vostra vocazione,
questa è la vostra missione, e questo è anche
il tema del vostro Capitolo generale, nel quale
volete riscoprire la gioia di essere frati minori,
che vivono con il cuore rivolto al Signore e che
sanno poi collocarsi nel cuore del mondo intero come testimoni della Parola del Signore,
che è esattamente la parola dell’amore incarnato e manifestato in Gesù Cristo.
Voi siete presenti in tutti i continenti e in
mezzo a tutte le culture: se vivete e testimo-
235
niate che il Dio di Gesù Cristo è Padre ed è il
centro della vostra vita, dei vostri interessi, dei
vostri pensieri, dei vostri desideri, dei vostri
sentimenti, delle vostre scelte e delle vostre
azioni; se testimoniate che è questo amore a
dare senso alla vostra vita, potrete portare il
senso di Dio nelle culture secolarizzate, che
hanno purtroppo tagliato la radice dalla quale
sono nate; nelle culture che ritengono Dio totalmente lontano dall’uomo potrete portare il
senso del Dio vicino; in mezzo alle culture che
percepiscono Dio come qualcosa di vago e di
impersonale, potrete portare il senso di un Dio
che è persona e relazione di amore.
E se avrete la capacità di vivere l’amore per
il prossimo condividendo la vita delle persone che il Signore vi fa incontrare sul vostro
cammino, in ogni parte del mondo, a qualsiasi
popolo, cultura e religione appartengano, anche se ciò comporta talvolta perfino rischi personali; se avrete la capacità di vivere l’amore
per il prossimo anche quando il prossimo vi
rifiuta e vi è ostile, voi diventerete testimoni
di quell’umanità nuova della quale Gesù Cristo è diventato il primogenito dando la propria
vita e della quale noi siamo diventati partecipi
grazie al dono dell’acqua e dello Spirito Santo,
confermati in modo radicale nella professione
religiosa di vivere secondo la forma del santo
Vangelo.
Carissimi fratelli, siamo in un luogo particolarmente significativo della vita di san Francesco: è il luogo della scoperta del Vangelo e
della missione, è il luogo dell’incontro fraterno
nel Capitolo di Pentecoste, è il luogo del perdono sperimentato come la porta del Paradiso,
è il luogo del pio transito del Poverello, che
qui ha portato a compimento la sua consacrazione consegnandosi totalmente nelle braccia
del Padre celeste, preso per mano da “sora nostra morte corporale”.
Questo luogo, in questa occasione, sia anche per ciascuno di voi luogo di scoperta sempre rinnovata del Vangelo e della missione,
luogo di incontro fraterno e di riconciliazione,
che vi proietta verso ciò che non passa, luogo
nel quale consegnate con fiducia tutta la vostra
vita nelle mani del Padre, che con il Figlio e lo
Spirito Santo vive e regna ed è glorificato, nei
secoli dei secoli. Amen.
Card. José Saraiva Martins, C.M.F.
Inviato Speciale di Sua Santità
Benedetto XVI al Capitolo generale
236
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
9. Saluto del Card. José Saraiva Martins
Inviato di Papa Benedetto XVI al Capitolo
S. Marria degli Angeli, Domus Pacis,
4 giugno 2009
Carissimi fratelli
dell’Ordine dei Frati Minori
riuniti a Capitolo,
è per me una gioia e un dono poter essere
qui, insieme a voi, in occasione del vostro Capitolo generale, che ricorre in una data giubilare particolarmente significativa, quella degli
800 anni della fondazione del vostro Ordine.
Come mi ha scritto il Santo Padre Benedetto
XVI nella lettera con la quale mi ha nominato Suo Inviato Speciale a presiedere l’elezione
del nuovo Ministro Generale del vostro Ordine: “Sono trascorsi 800 anni dal giorno in cui
il Sommo Pontefice Innocenzo III, con somma
benevolenza accolse Francesco d’Assisi e i suoi
compagni, che desideravano abbracciare una vita secondo la forma del santo Vangelo. Egli infatti, avendo conosciuto il voto degli uomini di
Dio, diede il proprio assenso alla loro richiesta,
benedisse san Francesco e i suoi frati, e disse
loro: «andate con il Signore, fratelli, e come il
Signore si degnerà di ispirarvi, predicate a tutti
la penitenza» (1Cel 33,6-7)”. La mia presenza
qui, quest’oggi, è il segno di una benevolenza,
di una fiducia e di una benedizione che continua
nel tempo e che il Signor Papa – come amava
chiamarlo Francesco – desidera manifestarvi,
perché continuiate a vivere secondo la forma
del santo Vangelo e perché continuiate a invitare gli uomini e le donne del nostro tempo “alla
penitenza”, alla conversione, ad accogliere Gesù Cristo come unico salvatore e a metterlo al
centro della vita.
Molte grazie e molti frutti hanno contraddistinto il vostro Ordine nel corso di questi otto
secoli: una folta schiera di martiri e di santi,
alcuni dei quali io stesso ho potuto – per così
dire – conoscere da vicino durante il mio mandato di Prefetto per le cause dei santi; un impegno missionario che vi ha portato a entrare
in contatto con popoli, culture e religioni diverse, a ogni latitudine del mondo; la capacità
di stare tra la gente con semplicità come “frati
del popolo”; l’appassionato annuncio del vangelo in ogni epoca, con la capacità di incidere
anche sulla cultura, sull’economia e sulla società. Nel corso di questi otto secoli, inoltre, è
sempre stato forte il vostro legame con la Sede
Apostolica, così come prevede la vostra Regola, nella quale siete esortati ad “essere sempre
sudditi e soggetti al Signor Papa e alla Santa
Chiesa di Roma” (cfr Rb XII,4), ed è proprio
a motivo di questo speciale rapporto tra il Vostro Ordine e la Santa Sede che mi trovo qui
quest’oggi a presiedere un atto così importante per la vostra vita e per la vita della Chiesa,
com’è l’elezione del Ministro Generale.
Già nell’omelia di questa mattina vi ho
ricordato quanto la vostra Regola richiama,
al Capitolo X, quando dice che il Ministro,
eletto nel Capitolo di Pentecoste, è chiamato
ad essere appunto “ministro e servo degli altri
frati”, e che i frati sono tenuti ad obbedirgli
in spirito di fede ma sono anche invitati a ricorrere a lui con fiducia, sapendo di essere
accolti con familiarità. Vi ho ricordato inoltre che in quello stesso capitolo della Regola,
Francesco afferma che il desiderio più grande di ogni frate minore dev’essere di avere lo
Spirito del Signore e la sua santa operazione,
di pregarlo sempre con cuore puro e di seguirlo sulla via dell’umiltà e dell’amore fino
alle estreme conseguenze.
Ebbene, fratelli carissimi, l’atto che andate a compiere, proprio alla luce del Capitolo
X della vostra Regola riveste un’importanza
particolare: è e dev’essere un atto in obbedienza allo Spirito del Signore; è e dev’essere un
atto compiuto sulla base di una profonda e reciproca fiducia che esiste tra di voi; eleggerete
infatti un fratello che sarà al vostro servizio,
al quale vi potrete rivolgere con fiducia e familiarità, al quale sarete chiamati però anche
ad esprimere un’obbedienza sincera, che non
è solo formale o canonica, ma è manifestazione di carità fraterna; è e dev’essere un atto nel
quale scegliete qualcuno che vi aiuti e vi incoraggi a seguire Gesù Cristo sulla via della radicalità del Vangelo, fino in fondo, fino al dono
della vita, con coerenza e radicalità, eleggerete
perciò qualcuno che possa visitare e incoraggiare i frati dell’Ordine, ma anche richiamarli
e – se necessario – correggerli e invitarli a conversione.
Voi stessi, in quanto responsabili del governo e dell’animazione delle varie Province
e Custodie del vostro Ordine sarete i primi ad
essere chiamati a collaborare con lui nel visitare, servire, animare e incoraggiare i frati, ma
anche nell’invitarli a essere radicali e coerenti
quando si tratta di vivere la Regola, le Costituzioni, i consigli evangelici; sarete i primi ad
essere collaboratori del Ministro generale an-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
che quando si tratterà di richiamare i fratelli alla conversione e quando occorrerà correggerli
con la fermezza di un padre, con la tenerezza
di una madre, con la vicinanza di un fratello.
Voi capite che – di fronte a questo compito – l’invocazione dello Spirito Santo non è e
non può essere formale, ma dev’essere fatta
col cuore. E lo Spirito che abbiamo invocato e
ricevuto nella celebrazione eucaristica questa
mattina, quello Spirito che abbiamo invocato
anche poco fa, all’inizio della sessione con il
canto del Veni Creator, deve trovare posto e
accoglienza nel cuore e nella mente di ciascuno di voi: per cercare unicamente la volontà di
Dio e il bene dell’Ordine in quest’atto di elezione, ma anche per rimanere aperti a ciò che
il medesimo Spirito suggerirà attraverso colui
che eleggerete e attraverso il discernimento capitolare, infine per vivere una rinnovata
fedeltà al vostro carisma, nella Chiesa, per il
bene dell’umanità e dell’intero creato.
Trovandoci nelle vicinanze della Porziuncola invochiamo l’intercessione di Maria Immacolata patrona del vostro Ordine, che Francesco salutava come la “Vergine fatta Chiesa”
(SalV), “figlia e ancella dell’altissimo sommo
re, il Padre celeste, madre del santissimo Signore nostro Gesù Cristo, sposa dello Spirito
Santo” (Ant. UffPass), invochiamo l’intercessione dei Santi Francesco e Chiara e di tutti i
santi e beati francescani di questi otto secoli,
affinché – come mi ha scritto il Santo Padre
Benedetto XVI – “impetrino presso il Cristo
per questa Famiglia religiosa strenua fedeltà al
carisma delle origini e al tempo stesso nuovo
evangelico ardore”.
Infine desidero trasmettervi la Benedizione
Apostolica, del Santo Padre Benedetto XVI –
come Egli stesso mi ha scritto – “pegno del
favore celeste e testimone della Nostra peculiare benevolenza, benedizione impartita con
grande affetto in quest’anno giubilare su tutti i
partecipanti al Capitolo Generale”.
Il Signore vi benedica e vi illumini con la
grazia dello Spirito Santo nella scelta del Ministro Generale del vostro Ordine, perché possiate eleggere un fratello capace di confermare
tutti voi nel vivere oggi la vostra Regola di vita
e capace di guidarvi a diventare annunciatori
della Parola del Signore in mezzo a tutti i popoli. Amen.
Card. José Saraiva Martins, C.M.F.
Inviato Speciale di Sua Santità
Benedetto XVI al Capitolo generale
237
10.Il “Governo” dell’Ordine per il sessennio 2009-2015
1. Ministro generale:
Fr. José Rodríguez Craballo
Il 4 giugno 2009 Fr. José Rodriguez Carballo è stato riconfermato Ministro generale
dell’Ordine dei Frati Minori dai 152 rappresentanti dell’Ordine, riuniti a S. Maria degli
Angeli di Assisi per il 187° Capitolo generale
Il rito della elezione è stato presieduto dal Delegato del Santo Padre, S. E. Card. José Saraiva Martins, il quale ha consegnato al neo-eletto il “sigillo di tutto l’Ordine dei Frati Minori”.
Fr. José Rodriguez Carballo compirà 56
anni nel mese di agosto. Ministro generale già
dal 2003, ha svolto in precedenza i seguenti
incarichi: Definitore generale e Segretario
generale per la Formazione e gli Studi; Ministro Provinciale della Provincia francescana
di Santiago di Compostela (Spagna); Presidente dell’Unione dei Frati Minori d’Europa
e Maestro dei giovani religiosi in formazione.
Per nove anni Definitore Provinciale. Significativo anche il suo curriculum accademico:
dopo aver ottenuto la Licenza in Teologia
Biblica a Gerusalemme (Facoltà Biblica e
Archeologica), la Licenza in Sacra Scrittura
(Biblicum a Roma) ha insegnato queste discipline nel Seminario maggiore nella città
spagnola di Vigo e nella Facoltà Teologica di
Santiago de Compostela. Per molti anni ha lavorato con gruppi biblici e dopo aver ottenuto un Master in Teologia della Vita Religiosa
ha insegnato questa materia nella Facoltà di
Santiago di Compostlla. È Dottore Honoris
Causa per le Università de Las Americas, San
Bonaventura (USA), San Bonaventura, Cali
(Colombia). È anche membro corrispondente
dell’Accademia Internazionale di Cultura del
Portogallo. Gli è stato conferita la medaglia
dell’Università di Cuenca (Ecuador). Attualmente è membro delle Congregazioni Vaticane di Evangelizzazione per i popoli e di Vita
Consacrata.
Fr. José Rodriguez Carballo è il 119° successore di san Francesco. Guiderà fino al 2015
i 15.000 religiosi dell’Ordine dei Frati Minori,
che vivono in 113 nazioni del mondo.
A 800 anni dalla Fondazione dell’Ordine, i
Frati Minori hanno rinnovano presso la piccola
chiesa della Porziuncola (luogo dove ha avuto
origine il movimento francescano) il proprio
impegno missionario, pronti ad incontrare i
“nuovi poveri” di oggi e incrementare il loro
238
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
impegno per l’evangelizzazione, il dialogo interreligioso ed interculturale e la promozione
della pace.
Parla: spagnolo, italiano, portoghese, francese, inglese
2. Vicario Generale:
Fr. Michael Perry
Fr. Michael Perry è nato a Indianapolis
(USA) il 7 giugno 1954. Ministro Provinciale
della Provincia del Sacro Cuore di Gesù (USA),
ha emesso la professione temporanea l’11 agosto 1978, quella solenne il 10 ottobre 1981 ed è
stato ordinato sacerdote il 2 giugno 1984.
Ha servito la sua Provincia per la formazione teologica dei giovani frati, per quella
dei post-novizi, ha lavorato nella commissione internazionale di GPIC ed è stato missionario nella Repubblica Democratica del Congo per dieci anni.
È stato al servizio del “Catholic Releif
Services” e della Conferenza di Vescovi Cattolici degli Stati Uniti.
Il suo curriculum accademico comprende
un Ph. D. in Antropologia Teologica, M.A. in
Teologia, M.Div. in Formazione Sacerdotale
e B.A. in Storia e Filosofia.
3. Definitorio generale
–Fr. Vincent Mduduzi Zungu (Africa/Medio Oriente) della Prov. N.D. Reginae Pacis (Sud Africa). È nato il 28 aprile 1966
a Mbongolwane (Sud Africa), ha emesso
la professione temporanea il 19 gennaio
1989, quella solenne il 2 luglio 1994, è stato ordinato sacerdote l’8 luglio 1995. Era
Ministro provinciale.
– Fr. Paskalis Bruno Syukur (Asia/Oceania) della Prov. S. Michaëlis Archangeli
(Indonesia). È nato a Ranggu (Indonesia)
il 15 luglio 1982, ha emesso la professione
temporanea il 15 luglio 1983, quella solenne il 22 gennaio 1989, è stato ordinato
sacerdote il 2 febbraio 1991. Era Ministro
provinciale.
– Fr. Francis Walter (Anglofona) della Prov. Innaculatæ Conceptionis BMV
(USA). È nato a Trenton (USA) il 24 giugno 1972, ha emesso la professione temporanea il 24 giugno 1973, quella solenne
il 26 giugno 1976, è stato ordinato sacerdote il 6 maggio 1977. Faceva parte della
Fraternità di Via Nicolò IV in Roma.
– Fr. Roger Marchal (Europa Centralia)
della Prov. Trium Sociorum (Francia/Belgio). È nato a Sarrebourg (Francia) il 23
ottobre 1954, ha emesso la professione
temporanea il 16 settembre 1978, quella
solenne il 25 settembre 1982, è stato ordinato sacerdote il 26 giugno 1984. Era Ministro provinciale.
– Fr. Vicente-Emilio Felipe Tapia (Hiberica)
della Prov. Castellanæ S. Gregorii Magni
(Spagna). È nato ad El Romeral (Spagna)
il 14 luglio 1951, ha emesso la professione
temporanea il 6 luglio 1969, quella solenne
il 30 marzo 1975, è stato ordinato sacerdote
il 5 settembre 1976. Lavorava nell’Ufficio
di GPIC della Curia generale OFM.
– Fr. Vincenzo Brocanelli (Italica) della
Prov. Picenæ S. Iacobi de Marchia (Italia).
È nato a ad Ostra Vetere (Italia) il 19 febbraio 1943, ha emesso la professione temporanea il 21 settembre 1959, quella solenne il 17 settembre 1965, è stato ordinato
sacerdote il 20 agosto 1966. Era Ministro
provinciale.
– Fr. Ernest Karol Siekierka (Slavica) della
Prov. S. Francisci Assisiensis (Polonia). È
nato a Inowrocław (Polonia) il 9 dicembre
1960, ha emesso la professione temporanea il 23 agosto 1980, quella solenne l’8
dicembre 1983, è stato ordinato sacerdote
il 26 marzo 1986. Era Segretario generale
dell’Ordine.
– Fr. Nestor Inácio Schwerz (Latinoamericana) della Prov. S. Francisci Assisiensis
(Brasile). È nato a Santa Cruz do Sul, RS
(Brasile) il 4 settembre 1949, ha emesso
la professione temporanea il 3 febbraio
1970, quella solenne il 3 febbraio 1975,
è stato ordinato sacerdote il 18 dicembre
1976. Era Segretario generale per l’Evangelizzazione.
– Fr. Julio César Bunader (Latinoamerica)
della Fluvii Platensis Assumptionis BMV
(Argentina). È nato a Mendoza (Argentina)
il 9 gennaio 1961, ha emesso la professione temporanea il 27 febbraio 1985, quella
solenne il 12 marzo 1988, è stato ordinato
sacerdote il 1° maggio 1992. Era Ministro
provinciale.
239
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
11.Messaggio del Capitolo generale OFM
ai Ministri dell’economia del G8
S. Maria degli Angeli, 12.06.2009
Ai Ministri dell’economia del G8!
Noi Francescani, Frati Minori (Governo
dell’Ordine, Ministri e Custodi), riuniti in Assisi per il 187° Capitolo generale in questo anno 2009, VIII centenario della fondazione del
nostro Ordine, e provenienti da 110 Paesi del
mondo in rappresentanza di 15.000 frati che
condividono direttamente e concretamente le
sorti dei nostri popoli, desideriamo inviare a
Voi, Ministri dell’economia del G8, il saluto
francescano di “pace e bene!” e un nostro fraterno, accorato messaggio.
Testimoniamo, nella nostra società, il non
sufficiente riconoscimento di alcuni inalienabili diritti della persona umana a livello economico, sociale, culturale, civile e politico, tra i
quali il diritto alla vita in ogni suo momento,
alla libertà nelle sue molteplici manifestazioni,
al lavoro e allo studio, i diritti della donna e dei
bambini, senza trascurare il problema cruciale
della disoccupazione e della mancanza di sostegno alle famiglie in difficoltà.
Constatiamo con crescente inquietudine
come la globalizzazione, retta dalle pure leggi di mercato, porti come conseguenze: l’attribuzione di un valore assoluto all’economia,
la disoccupazione, la diminuzione e il deterioramento dei servizi pubblici, la distruzione
dell’ambiente e della natura, la produzione e
la vendita indiscriminata delle armi, l’aumento
delle differenze tra ricchi e poveri, la concorrenza ingiusta che pone le nazioni povere in
una situazione di inferiorità sempre più evidente, costringendo milioni di persone ad una
disperata emigrazione dai propri territori.
Per superare la crisi economica, noi crediamo nell’impegno per trasformare l’attuale stile
di vita attraverso una sobrietà più responsabile, la condivisione come alternativa alla competizione, il rispetto dell’ambiente e la nonviolenza attiva.
Alla luce di quanto sopra proponiamo che
i governi:
• programmino una economia che rappresenti un cambio di paradigma, il passaggio,
cioè, da un modello di economia di libero
mercato a un modello di economia della
sostenibilità, che dia il primato alla dimensione sociale e ambientale su quella prettamente economica e che garantisca i bisogni
fondamentali a tutti con il contributo di tutti;
• favoriscano politiche produttive che evitino
produzioni inquinanti;
• attuino politiche energetiche basate su energie rinnovabili rispettando gli ecosistemi;
• mantengano gli impegni già solennemente
presi relativamente allo stanziamento dello
0,7% del PIL per il raggiungimento degli
otto obiettivi di sviluppo del millennio.
Seguendo l’insegnamento di Francesco
d’Assisi, patrono dell’ecologia, conosciuto in
tutto il mondo quale testimone di pace e di fraternità, sollecitiamo di porre al centro la persona umana in tutte le sue dimensioni, chiedendo
che venga promosso ulteriormente:
• il rispetto della dignità e della uguaglianza
della persona umana, con l’impegno conseguente della costruzione del bene comune e
della destinazione universale dei beni;
• un rinnovato sforzo verso uno sviluppo
sostenibile che garantisca la realizzazione
dei bisogni delle attuali generazioni senza
compromettere possibilità e soddisfazioni
alle future;
• una crescita economica coniugata con la
salvaguardia ambientale e la distribuzione
dei benefici tra tutti i paesi.
Per questo chiediamo che con sollecitudine Vi possiate adoperare per soddisfare nel
miglior modo possibile le attese e i bisogni
dell’uomo d’oggi.
Come Frati Minori Vi assicuriamo tutto il
nostro appoggio per questo cammino e Vi salutiamo con le parole di Francesco d’Assisi,
fondatore del nostro Ordine: “Il Signore Vi
doni la sua pace!”
I Padri Capitolari
12.Discurso de clausura
del Ministro general
POR LOS CAMINOS DEL MUNDO
Queridos hermanos:
¡El Señor os dé la paz!
Gratitud
1. Al final de la celebración de nuestro
187º Capítulo general, quiero, antes de nada,
agradecer al Señor el que nos haya permitido encontrarnos como hermanos en torno a
este lugar santo querido por Francisco más
que ningún otro: la Porciúncula. Mi gratitud
240
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
va también a todos vosotros por estar aquí y a
cuantos han soportado el peso y el calor de la
jornada: El Secretario del Capitulo y los dos
vicesecretarios, los peritos, intérpretes y traductores, los actuarios y los responsables de la
comunicación, el ecónomo del Capítulo y todo
el personal de la Domus Pacis y de la Casa de
le Stuoie. Un gracias del todo particular a Fr.
Agostino Esposito que con premura de madre
y atención de hermano nos ha asistido como
médico. Gracias, finalmente, a la Provincia seráfica, a la Provincia Romana y a la Provincia
toscana por la acogida que nos han dispensado
en la Porciúncula, en el Valle santo de Rieti y
en el Alvernia.
Muchos rostros, todos hermanos
2. En Asís, altar privilegiado de nuestra
memoria (Shc 7) ocho veces centenaria, nuestro encuentro, caracterizado por la riqueza de
rostros y de culturas, ha sido el signo más evidente de la realidad internacional e intercultural de nuestra Orden, y que en cuanto tal nos
presenta un gran desafío: acoger la diversidad
como la alegre noticia de un Dios siempre fecundo (Shc 4), y abrir constantemente nuestro
corazón al misterio del otro como espacio de
salvación (cf. Shc 3).
Sentido de pertenencia
3. Para responder a este desafío, -lo que considero fundamental para construir aquí y ahora
una fraternidad como la querida por Francisco,
sin barreras ni fronteras-, se hace necesario vivir en actitud de expropiación y de éxodo, o,
como dice el documento final de este Capítulo,
descentrarnos de nosotros mismos, ser menos
autoreferenciales (cf. Portadores del don del
Evangelio = PdE 14). Dicha actitud es la única que podrá llevarnos a salir al encuentro del
otro, y acogerlo con todo lo que le es propio,
como regalo del Otro (cf. Test 14).
4. Mucho es el camino recorrido, largo es
todavía el tramo de camino que nos queda por
recorrer. Un medio concreto para ayudarnos
a superar particularismos que nos cierran al
otro es el seguir invirtiendo en fraternidades
internacionales e interculturales, así como el
seguir creciendo en el sentido de pertenencia
a una Fraternidad, la Orden, que no se limita a
una Provincia, Custodia o a una Conferencia,
por importantes que estas circunscripciones
puedan ser. Con el Consejo plenario de Guadalajara (2001) reafirmamos que la estructura fundamental de la Orden es la persona del
hermano en relación, una relación abierta a
todo hermano, al de cerca y al de lejos, por
diferente que sea por cultura o raza. Sólo ello
nos permitirá definirnos y presentarnos ante el
mundo como verdaderos hermanos. También
en esto hemos de sentirnos y ser cruzadores de
fronteras.
5. Este sentido de pertenencia, en el que pido trabajemos sin descanso, y que no por ser
universal deja de ser menos personal, renovará
el aire viciado y cargado de pesimismo y de
resignación que tantas veces respiramos, y nos
permitirá llenar los pulmones de esperanza, y
respirar al ritmo del Espíritu. Parafraseando
cuando dice el documento final de este Capítulo, hemos de angustiarnos menos por el futuro de nuestras respectivas entidades y abrirnos más al futuro del franciscanismo (cf. PdE
14). Ello, lejos de cerrar los ojos a las distintas
realidades de sufrimiento por las que estamos
atravesando (disminución numérica, aumento
de la edad media, abandonos…), nos permitirá armonizar una visión realista del presente
con una visión de futuro cargada de esperanza,
conscientes de que el hombre de esperanza no
es el que se desentiende de la realidad sino el
que la lee y la contempla desde el corazón y
con los ojos de Dios. Nos permitirá también
soñar, sin cerrar los ojos a nuestra propia realidad y a la realidad de los que están a nuestro
lado. En tiempos dominados por un realismo
asfixiante que se basa en nuestros censos y en
nuestros caballos y caballeros, que el Señor se
encarga de sepultar en el mar, hemos de soñar
con los ojos bien abiertos, sabedores de que la
fuerza nos viene de lo alto, y que Él, para el
que nada hay imposible, sigue confundiendo
los que se creen sabios y fuertes con los que se
consideran a si mismos, como Francisco, idiotas y débiles.
Viviendo desde la lógica del don
6. El sentido de pertenencia del que estamos
hablando también tendrá consecuencia prácticas a la hora de vivir la lógica del don (cf. Shc
19-25). Solidaridad material y solidaridad de
personal. La fraternidad, desde la que nos insertamos en la historia y en la Iglesia, sólo se
puede manifestar desde la solidaridad. Ya no
podemos hablar de entidades autónomas, en el
sentido estricto del término, como tampoco podemos hablar de hermanos solos. Nos necesitamos unos a otros. En una sociedad donde los
muros y las barreras se siguen justificando y
aumentando, los Hermanos Menores estamos
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
llamados a ser vasos comunicantes, dispuestos
a dar y a recibir. En ello estará nuestra fuerza. De ello dependerá en gran medida nuestra
significatividad. Que no tengamos que cerrar
casas de formación o proyectos misioneros por
falta de dinero, y que no tengamos que cerrar
presencias importantes y significativas para la
Orden por falta de personal. Todos hemos de
recordar lo que nos dicen las Escrituras Santas: Hay más alegría en dar que en recibir.
Invito, por tanto, a todos los hermanos a revisar nuestro sentido de partencia a la Orden,
a la cual nos hemos entregado con todo el corazón el día de nuestra profesión, y desde la
espiritualidad de la restitución, según la cual
nada nos pertenece, y desde la capacidad de
entregar y entregarnos gratuitamente a los
otros desde la lógica del don que es similar al
constante entregarse de Dios y nos permite ser
prolongación de su amor, saliendo de nosotros
mismos al encuentro del otro y al encuentro de
sus necesidades (cf. Shc 22).
7. El tema dominante en este Capítulo ha sido el tema de la misión evangelizadora. El don
del Evangelio, se lee en el documento final
de este Capítulo, está en el origen de nuestra
fraternidad (DF 5). Esta fraternidad desde sus
orígenes se siente llamada a restituir aquello
que vive, y aquello para lo cual ha sido convocada: Vivir y anunciar el Evangelio. Para nosotros ésta no es una tarea entre otras, sino que
es nuestra identidad, nuestra definición.
Portadores del don del Evangelio
8. ¿Dónde vivir y anunciar el Evangelio?
Allí donde viven los hombres, allí donde sufren, trabajan y esperan. Es en el espacioso
claustro del mundo, en los incontables claustros inhumanos, como repetimos muchas veces, donde somos llamados a hacer nuestros los
gozos y las tristezas de los hombres y mujeres
de nuestro tiempo, particularmente de los más
pobres y de los que más sufren (cf. Sdp 37),
y a proyectar una mirada positiva sobre los
contextos y las culturas en que estamos inmersos, descubriendo las oportunidades inéditas
de gracia que el Señor nos ofrece a través suyo
(PdE 15).
No podemos separarnos de la gente, del
pueblo. También nosotros, como el sumo sacerdote del A.T., hemos sido sacados del pueblo, para ser enviados al pueblo. Es allí, inter
gentes, particularmente en lugares fronterizos
y conflictivos, donde somos enviados para
confesar el Evangelio, después de habernos
241
dejado conquistar por Él, y, de este modo, poder, con la fuerza de lo alto, transformar el corazón y la vida de nuestros contemporáneos.
Entre los destinatarios de nuestra misión
evangelizadora, sin excluir a nadie y con una
opción clara por los últimos, hemos de tener la
valentía y la creatividad para dirigirnos a los
jóvenes. Ellos son el futuro porque ya son el
presente de nuestra sociedad. Son muchos los
jóvenes que están en actitud de búsqueda, y
que, como Francisco, desean vivir en plenitud,
pero no siempre encuentran en nosotros personas dispuestas a la escucha, ni testimonios
convincentes que propongan opciones evangélicas radicales que, cuestionando sus vidas,
también ellos se pregunten: Señor, ¿qué quieres que haga?
9. Confesar el Evangelio significa vivir el
Evangelio en la vida cotidiana, en el día a día,
en los momentos importantes como en los más
ordinarios, como consecuencia de haber sido
seducidos por Jesús. Evangelizar no es simplemente hacer esto o aquello. Evangelizar es
vivir, es testimoniar, es contagiar, es encender
fuego en el corazón de nuestros contemporáneos, después de haber dejado que el fuego de
la Palabra del Señor ardiese en nuestro corazón.
Todo ello comporta una vida iluminada por
la fe, y alimentada por el amor, que se traduce
en obras. La vida de fe, dice el documento final del Capítulo general extraordinario 2006,
es la fuente absoluta de nuestra alegría y de
nuestra esperanza, de nuestro seguimiento de
Jesucristo y de nuestro testimonio al mundo
(Shc 18). La vida es siempre más elocuente
que muchos discursos, y sólo una vida coherente con lo que decimos hará creíbles nuestros discursos. La misión evangelizadora no es
cuestión de eslogans, sino que es, ante todo y
sobre todo, cuestión de testimonio de una vida
de fe: Creí por eso hablé, dice Pablo y debemos poder decir cada uno de nosotros. Cuanto
más se vive de Cristo, tanto mejor se le puede
servir en los demás, llegando hasta la avanzadilla de la misión y aceptando los mayores
riesgos (VC 76). Confesar el Evangelio comporta, entonces, adherirnos a Cristo, como el
cinturón se adhiere a la cintura.
10. El misionero y evangelizador es siempre un enviado, por ello no queremos ir en
nombre propio, sino enviados por el Señor que
nos habla a través de la fraternidad en comunión con la Iglesia (Sdp 37). Tampoco queremos ir como dueños de la verdad, sino como
242
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
siervos humildes de un mensaje que hemos
recibido gratis y que debemos dar gratis (cf.
Gál 3, 18)(Sdp 37). Todo ello nos exige hacer
más visible a aquel que nos envía, de manera
que le permitamos decir su palabra sobre nosotros, hasta hacernos humildemente palabra
suya, narrar su paso constante, aunque fugaz
por nuestra vida. Nuestra tarea es el de ser sus
testigos, embajadores de una Buena Noticia
que es salvación total y rehabilitación en todas las dimensiones de la vida: personal, social y política. Esto conlleva inevitablemente
el caer en la cuenta de que no disponemos de
un mensaje como quien es depositario de una
carta o paquete para otros. Nosotros somos la
carta del Señor para nuestros hermanos los
hombres. ¿Somos conscientes de ello? ¿cuáles
son las exigencias concretas a nivel personal y
fraterno de ello?
11. Puesto que somos enviados, no somos
promotores, sino colaboradores, no somos
protagonistas, sino embajadores de Cristo, somos siervos y no señores. Hemos de dejarle la
palabra a Él. El misionero y evangelizador se
entrega con todas sus fuerzas a una tarea que
es fundamentalmente de Otro, al que busca
servir en todo lo que emprende y a quien remite constantemente. Sabedor de ser poseedor de
un tesoro, el Evangelio, el misionero y evangelizador se siente humilde regalo que desea
ardientemente donarse para corresponder al
amor del que ha sido objeto.
En la evangelización no hay motivo de
apropiación ni de orgullo. La evangelización
se hace siempre desde la minoridad, con la
conciencia de ser siervos inútiles, de dar y
restituir lo que hemos recibido. Tampoco hay
lugar para el activismo desenfrenado. La misión evangelizadora comporta el dejarse hacer
antes que el hacer. Seremos misioneros en la
medida en que seamos discípulos. No se trata
de sustituir la entrega personal por la multitud
de actividades.
Discerniendo la misión
12. En estos momentos veo necesario entrar
en una actitud de discernimiento de la misión.
Ya el Capítulo general extraordinario del 2006
nos invitaba a ello cuando en su documento final afirmaba: Los nuevos retos nos sitúan hoy,
más que nunca, ante la necesidad permanente
de discernimiento…, una seria revisión de nuestra misión (cf. Shc 33.35). Evaluar y discernir
la misión no es simplemente elegir lo mejor o
ponderar en lo que somos más eficaces o nos
sentimos más útiles a los demás. Discernir la
misión es situar el conjunto de las tareas en
las que estamos metidos en una voluntad de
servicio (minoridad), en la que ni el éxito ni
el fracaso tienen la última palabra. La eficacia nunca puede ser la medida de la entrega
del corazón. Es la fuerza transformadora del
amor la que nos debe impulsar a movernos
a favor del frágil y del pequeño, para hacer
comunión de la proximidad, para ponernos a
sus pies como servidores. Este es el criterio
fundamental a tener en cuenta en el discernimiento de la misión, recordando siempre
que lo que hemos de buscar no es la eficacia, sino la fecundidad. Y sabemos que nadie
puede ser fecundo en solitario. Sin la acción
y el concurso de otro, en este caso del Otro,
no podemos ser fecundos apostólicamente
hablando. Se hace necesario abrirnos a la alteridad, abrirnos a la acción invasora del que
pone en nuestro interior una simiente inmortal, y abrirnos a la estrecha colaboración con
los demás, especialmente con los hermanos
que el Señor nos ha regalado (evangelizar en
fraternidad), y con los laicos.
Misión compartida
13. El tema de los laicos ha ocupado una
buena parte de nuestras reflexiones. Aquí sólo
quiero recordar que ya no basta que los laicos
colaboren con nosotros en la obra de la evangelización. Es necesario entrar en una dinámica de corresponsabilidad con ellos. Desde una
clara identidad carismática por nuestra parte,
hemos de abrirnos a su concepción de la vida
del mundo, de la cultura, de la política, de la
economía... Ello supondrá, sin duda, un fecundo intercambio de dones entre los laicos y nosotros. En este sentido mucho es el camino que
hemos de recorrer todavía y que dependerá, en
gran parte, de la visión de Iglesia que tengamos y que no siempre corresponde a la eclesiologia que nos viene del Concilio Vaticano
II que pone de relieve la conplementariedad de
las diferentes vocaciones en la Iglesia (VFC
70). ¿Estamos dispuestos a dar ese paso? En
la colaboración con los laicos hemos de dar un
puesto privilegiado a los hermanos y hermanas
de la OFS y de la JUFRA. El documento final
del Capítulo nos invita a impulsar la evangelización compartida con los laicos como un acto de verdadera restitución del Evangelio (cf.
PdE 25). ¿Qué tiene que cambiar en nuestra
misión evangelizadora para que sea realmente
una misión compartida?
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
Misión ad gentes
14. En este Capítulo mucho se habló de la
misión ad gentes. El amor de Cristo nos apremia (2Co 5,14). Es el deseo de amarle y de hacerle amar lo que lleva a muchos hermanos a
gastar sus energías en esta actividad primaria
de la Iglesia, esencial y nunca acabada (RM
31). Si la fe se fortalece dándola (RM 2), ya
no es una opción, sino una vocación que exige una pronta respuesta de parte de quien, por
divina inspiración se siente enviado ad gentes.
De la respuesta generosa a esta vocación específica dentro de la vocación a ser Hermanos Menores, dependerá mucho el renovado
entusiasmo y las nuevas motivaciones que
estimularán nuestra fidelidad. Por todo ello,
mi convicción personal es que desde nuestra
pobreza hemos de seguir implicándonos en la
actividad misionera de la Iglesia en las misiones de siempre, Tierra Santa y Marruecos, así
como en los nuevos proyectos aprobados por
este Capítulo para África, Asia, y Amazonas.
Y todo ello desde un fraterno acercamiento a
las diversas culturas, desde un esfuerzo audaz
y paciente de diálogo con ellas, y desde un esfuerzo constante por inculturar nuestra forma
de vida, teniendo en cuenta la idiosincrasia del
pueblo que nos evangeliza y al que queremos
evangelizar (cf. VC 77-80). De este compromiso misionero ninguna entidad puede desentenderse. Es una llamada a todas, tanto la entidades jóvenes como las de antigua tradición,
como justamente afirma el documento final de
este Capítulo (cf. PdE 21).
La formación
15. Un tema que ha ocupado mucho espacio
en las propuestas capitulares es el de la formación. Es normal, pues, como bien sabemos, de
la formación depende todo y, por tanto, también la misión evangelizadora. Me alegra que
se haya dado una cierta prioridad a la formación permanente, pues sólo ella nos permitirá
insertarnos en una realidad que cambia con
un ritmo muchas veces frenético, dándonos
las herramientas adecuadas para responder a
los retos de la sociedad de hoy. Por otra parte,
sólo ella nos posibilitará una fidelidad creativa y gozosa. Largo es, queridos hermanos,
el camino que hemos de recorrer todavía para
poder pasar de una concepción de la formación
como un tiempo pedagógico, que terminaría
con la profesión solemne, a una concepción
teológica de nuestra vida, que es en sí misma
formación nunca terminada (cf. CdC 15). Lar-
243
go es, también, el camino a recorrer para pasar
de una formación permanente que es fundamentalmente aggiornamento y se confunde
con cursos o tiempos sabáticos (todo ello es
necesario, pero insuficiente), a una formación
permanente que encuentra en la cotidianidad
de la vida fraterna su humus, y su escuela y
cátedra. Una buena formación permanente,
enraizada en una adecuada formación inicial,
es fundamental para la misión evangelizadora hoy. Por parte del Definitorio general creo
poder decir que intentaremos dar prioridad a
la formación permanente teniendo en cuenta,
sobre todo, las preciosas indicaciones que nos
ofrece el reciente documento sobre la misma:
Llamados a la libertad.
16. En cuanto a la formación inicial deseo
insistir en tres prioridades a tener en cuenta
si queremos salir al paso de los muchos retos
que dicha formación nos lanza hoy, y si queremos formar misioneros y evangelizadores:
las fraternidades formativas, la formación de
los formadores y el necesario discernimiento
vocacional.
No considero oportuno repetir lo dicho en
mi informe al Capítulo, donde me ocupé de
estos retos. Sólo quiero pediros, queridos hermanos Ministros y Custodios: No sacrifiquéis
la formación por ninguna otra presencia, por
importante que sea, pues ello sería pan para
hoy y hambre para mañana. Si para asegurar
una fraternidad formativa adecuada tenéis que
cerrar otras presencias, no lo dudéis. Hoy la
formación es impensable sin una verdadera
fraternidad formativa, lo que exige un mínimo
de tres hermanos profesos solemnes. Por otra
parte hay que investir más en la formación de
formadores. Pido un esfuerzo para liberar a los
formadores e enviarlos al curso de formadores
de la PUA o de nuestro centro de Canterbury.
El capítulo del 2003 pidió ese master. Hemos
logrado organizarlo, pero faltan candidatos.
Por otra parte, pido también a las Conferencias
que ya programan cursos para la formación de
formadores que sigan programándolos. A las
que todavía no lo hacen que los inicien. Por
otra parte, pido un cuidadoso discernimiento
a la hora de nombrar formadores. Los criterios
para nombrar un formador no pueden ser simplemente que un hermano es joven o que tiene
un título universitario. La cualidad indispensable para un formador es que ame su vocación
y pueda mostrar la belleza del seguimiento de
Cristo al estilo de vida que nos dejó Francisco. Por otra parte no podemos sobrecargar de
244
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
otros trabajos a los formadores. Su trabajo, si
no exclusivo, sí prioritario es el de acompañar
a los jóvenes que el Señor le ha confiado. Pido
en esto responsabilidad a los Ministros y Custodios. Como responsabilidad pido también
en todo lo relacionado con el discernimiento
vocacional para no ser víctimas ni del número,
ni de la eficacia. Es la calidad lo que hemos de
buscar en todo momento, pues sólo ella salvará el franciscanismo.
17. No puedo dejar de mencionar la necesidad de formar para la misión. Ello tiene mucho
que ver con el estilo de vida en el que formamos
y mucho que ver también con una formación
intelectual adecuada, sin la cual no podemos ni
dialogar, ni evangelizar nuestra cultura.
Conclusión
18. Portadores del don del Evangelio, éste
es un don destinado a ser compartido. Y quien
comparte restituye (PdE 11). Para llevar a cabo esta misión en nuestro mundo son necesarias audacia y valentía, dones propios del Espíritu del Señor. Antes de la venida del Espíritu,
los discípulos estaban con las puertas cerradas,
por “miedo”. El día de Pentecostés la situación
se cambia radicalmente. Esta valentía de presentarse al mundo y testimoniar a Jesús, sea
cual sea el precio que hay que pagar, es don
del Espíritu. Es el Espíritu el que nos llevará
a vivir el Evangelio. Abrámonos al soplo del
Espíritu. Encarnémonos evangélicamente en
nuestro tiempo y escuchemos las voces que el
Espíritu nos lanza y que piden respuesta (PdE
14). No podemos vivir de espaldas al devenir
del mundo (PdE 20). Como Francisco, dejémonos cuestionar por el Evangelio y aprendamos los códigos comunicativos del momento
actual, para hacer inteligible el mensaje liberador del Evangelio a nuestros contemporáneos.
19. Saludad a todos los hermanos. Acompañadlos en todo momento. A todos nos sirvan
de estímulo estas palabras del poeta Alexander
Pushkin, padre de la poesía moderna rusa:
“Álzate, profeta,
ve y oye,
prédicame de ciudad en ciudad y
caminando de aldea en aldea,
quema con tus palabras el corazón”.
20. Sea el Espíritu del Señor el que guíe
nuestros pasos. Ponga en nosotros corazones
fe, sabiduría y audacia para llevar hasta los
confines de la tierra la Buena Noticia de Jesucristo.
Señora de la Porciúncula: ilumina nuestra
mirada, purifica nuestros corazones, sé nuestra compañera de viaje por los caminos de la
evangelización.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
13.Homilia de clausura
del Ministro general
Queridos hermanos:
¡El Señor os dé la paz!
Con la gracia del Señor hemos llegado al
término de nuestro 187º Capítulo general. Durante cuatro semanas nos hemos reunido aquí,
en la Porciúncula, donde hace ahora 800 años
comenzó la aventura franciscana, bajo la mirada maternal de Santa María de los Ángeles.
Éstos han sido días vividos en intensa actitud
orante, en los que hemos invocado la presencia
del Señor resucitado y de su Espíritu en medio
de nosotros. Han sido días de gozoso encuentro fraterno que nos permitieron abrazar a hermanos provenientes de todos los continentes
y de más de 110 países, de diferentes razas y
culturas. En la diversidad que nos caracteriza
hemos reconocido la feliz noticia de un Dios
siempre fecundo. Han sido días de profunda
reflexión, lo que nos permitió hacer un alto
en el camino – moratorium- para ver dónde
estamos y hacia dónde queremos y debemos
caminar. Han sido días de proyectación, que
nos permiten mirar al futuro con esperanza.
¿Cómo no pensar, entonces, en aquel primer
pentecostés que vio reunidos en el cenáculo a
los discípulos en torno a María, “aguardando”
la venida del Espíritu? ¿Cómo no pensar en
un nuevo pentecostés para nuestra Orden que
este año celebra sus 800 años de fundación?
¿Cómo no pensar en los primeros capítulos de
la Orden en los que se trataba todo lo relacionado con la vida y misión de los hermanos?
Por todo ello, hacemos nuestro el canto del
salmo responsorial: Se alegra nuestro corazón
en el Señor, al mismo tiempo que confesamos
llenos de gozo: El Señor nos ha revestido con
vestiduras de salvación.
En estos días hemos mirado a nuestro pasado y a nuestro presente, recordando la gracia de nuestros orígenes. Por la santidad y la
gozosa fidelidad de tantos hermanos de ayer
y de hoy, con el corazón rebosante de alegría,
decimos al Altísimo, Omnipotente y buen Se-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
ñor: por el don de los hermanos, ¡loado seas
mi Señor!. Esta mirada positiva y agradecida
a nuestro pasado y a nuestro presente no nos
impide ver las sombras y las infidelidades, el
cansancio y las rutinas, que, a menudo, acompañan nuestro caminar. Por ello, mientras pedimos perdón, asumimos con renovado compromiso la llamada a nacer de nuevo (Jn 3, 3)
para acoger, personalmente e institucionalmente, el Evangelio como forma de vida, sin
ceder a la constante tentación de domesticar
sus exigencias más radicales para adaptarlas a
un cómodo estilo de vida.
Ahora, terminado el Capítulo, se nos presenta delante el presente/futuro, como tiempo
del Espíritu. Y entonces nos preguntamos:
¿qué hemos de hacer hermanos? (Hch 2, 37).
El Señor durante estos días de Capítulo
nos ha dicho de mil maneras: Id y predicad el
Evangelio a todas las naciones (Mt 28,19-20),
y haciéndose presente en medio de nosotros
nos urge: Id a anunciar a mis hermanos que
vayan a Galilea, allí me verán (Mt 28,10).
Desde el icono del Cristo de San Damián, el
Señor nos ha dicho como a Francisco, Ve y repara mi Iglesia. Cristo Resucitado nos espera
en el espacioso claustro que es el mundo, allí
donde vive el hombre, allí donde se encuentra
en su diversidad, allí donde sufre, trabaja y espera. Una vez más el Resucitado nos dice: No
me retengáis (Jn 20,17). Nuestra condición es
la de ser testigos del Resucitado en la Galilea
de las naciones (Is 8, 23), en medio de las gentes, inter gentes, en cualquier país o nación, a
los de lejos y a los de cerca (Ef 2,17). Quien se
ha encontrado con Cristo resucitado no puede
dejar de anunciarlo, como María Magdalena
(cf. Mc 16,10). Quien ha encontrado la perla
preciosa no puede dejar de comunicar dicho
hallazgo a cuantos encuentra por el camino
(cf. Mt 13,46). Cristo es nuestra “perla”, no
podemos “retenerla” para nosotros. Id, salid,
al mundo entero. La misión evangelizadora no
es para nosotros una actividad más, sino que
es nuestra definición, pues, de hecho somos:
Misioneros en el corazón del mundo, como
hermanos y menores, con el corazón vuelto
hacia el Señor.
Somos bien conscientes que la misión que
nos espera es ardua. El terreno en el que hemos
de sembrar la semilla del Evangelio, el corazón del hombre, está lleno de obstáculos, como nos recuerda la parábola del sembrador (cf.
Mt 13,3). Pero somos igualmente conscientes
que la fuerza germinativa de la semilla de la
245
Palabra de Dios no ha disminuido. Vivimos en
un momento de crisis, que para algunos posiblemente comporta una amenaza mortal y
que para otros puede ser una prueba de fe en
el Señor de la historia y en su presencia indefectible. El momento que nos ha tocado vivir
es delicado y decisivo. Pero hemos de ser bien
conscientes de que este es el tiempo de Dios
y, en cuanto tal, revela nuevas oportunidades,
purifica, despierta potencialidades, devela signos de futuro y de resurrección. En cualquier
caso no podemos ser ingenuos. El sembrador,
cada uno de nosotros, ha de conocer bien el
campo de la siembra, conocer sus elementos
positivos y valorar, con precisión, los obstáculos (cf. Mt 13,18-23). Necesitamos conocer
bien el corazón de los hombres a los cuales nos
dirigimos, de su modo de pensar y de situarse. Se hace necesario entrar en una constante
actitud de discernimiento, examinándolo todo,
para quedarnos con lo bueno (cf. 1Ts 5,21).
Se hace necesario, también, vivir en estrecha
relación con todos los hombres y mujeres,
nuestros contemporáneos. Somos, y hemos de
continuar siendo, los frailes del pueblo. Con
el pueblo, particularmente con los más pobres,
somos llamados a sentirnos mendicantes de
sentido, haciendo nuestras sus mismas búsquedas, dejándonos interpelar por tantas situaciones negativas del contexto en que vivimos.
También es necesario estar bien preparados
intelectualmente, para una lectura atenta de los
signos de los tiempos y de los lugares, y poder, de este modo, dar una respuesta evangélica a todos ellos. Esa respuesta comporta, por
nuestra parte, elaborar y llevar a cabo nuevos
proyectos de evangelización para las situaciones actuales (VC 73). Esa es nuestra gran responsabilidad en estos momentos. De nosotros,
hijos de Francisco de Asís, el mundo espera,
y tiene pleno derecho a ello, que trabajemos
como instrumentos de paz y de reconciliación,
en una sociedad profundamente marcada por
la violencia y las divisiones, así como por la
salvaguarda de la creación, cuando ésta está seriamente amenazada. De nosotros, hijos
del Poverello, el mundo espera, y tiene pleno
derecho a ello, que seamos hombres que fomentan el diálogo entre las culturas, las generaciones, las religiones, las corrientes de pensamiento, a fin de propiciar el conocimiento
y el reconocimiento mutuos y la búsqueda de
caminos comunes para instaurar un mundo
hermanado en las ricas y sanas diferencias. De
nosotros, Hermanos Menores, el mundo espe-
246
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
ra, y tiene pleno derecho a ello, que seamos
menores entre los menores, y solidarios con
todos, hombres que trabajen para que de una
economía de mercado se pase a una economía
solidaria, que cree redes de comunicación que
beneficien la interdependencia de bienes y recursos con miras a una vida digna para todos.
Nuestra misión evangelizadora comporta todo
ello, como comporta ir allí donde todavía no
estamos, abriendo nuevos proyectos misioneros para colaborar con la Iglesia en la implantación del Reino de Dios, a veces sólo con la
presencia silenciosa, pero siempre fecunda, y
en la implantación de la Orden, allí donde esto sea posible. Por todo ello pasa nuestra misión evangelizadora, a la que hemos dedicado
nuestras reflexiones durante este Capítulo de
Pentecostés 2009. Por todo ello pasa la fidelidad creativa y gozosa que estamos llamados
a testimoniar (cf. VC 37) en estos momentos
delicados y duros, no exentos de tensiones y de
pruebas, pero lleno, también, de grandes posibilidades (cf. VC 13). Todo ello es necesario
si queremos reproducir con audacia y creatividad la santidad de Francisco (cf. VC 37), y de
tantos hermanos que nos han precedido en estos 800 años de camino de nuestra Fraternidad.
Durante el Capítulo hemos sentido fuertemente la llamada a una profunda renovación
para ser fieles a la gracia de los orígenes, pero
sabemos muy bien que la garantía de una tal
renovación está en la búsqueda de la conformación cada vez más plena al Señor (cf. VC
37). Sólo él puede mantener constante la frescura y la autenticidad de los orígenes y, al mismo tiempo, infundir el coraje de la audacia y
de la creatividad para responder a los signos de
los tiempos (CdC 20). Sólo reencontrando el
primer amor seremos fuertes y audaces, pues
sólo ese amor puede infundir valor y osadía,
en tiempos como los nuestros. He ahí, entonces, la llamada más urgente que nos viene del
Evangelio y de nuestra condición de discípulos y misioneros: una profunda conversión del
corazón y una vuelta constante hacia el Señor.
No podemos olvidar que es Dios el que hace
fecundo y fértil el terreno de la misión evangelizadora. Es él, y sólo él, quien hace crecer
la semilla (cf. Mc 4,27). La evangelización es
ante todo obra de la fuerza de lo alto. En el
Cenáculo los discípulos reciben el Espíritu. Es
él el que da a Pedro la fuerza para proclamar
el Evangelio el día de Pentecostés. Del mismo
modo, quienes quieran anunciar con fuerza el
Evangelio en la Galilea de las naciones han de
encontrarse en el Cenáculo, con María, y recibir el Espíritu Santo. Él es el único que puede
mover nuestros corazones y nuestros pies para ir hasta los confines de la tierra y allí, en
las condiciones más diversas y, a veces, más
adversas, predicar a Jesucristo como la Buena Noticia del Padre de las misericordias a la
humanidad. Él es el único que puede abrir el
corazón de los hombres y mujeres de nuestro
tiempo para acoger dicha Buena Noticia. Es la
fuerza del Espíritu la que nos hará verdaderamente libres. Por otra parte, sólo quien, como
María, se deja habitar por la Palabra, podrá comunicarla a los demás (cf. Lc 1,39-44). Sólo
quien, como Francisco, se deja encontrar por
el Evangelio, podrá ser Evangelio viviente.
María, virgen de la atención, alcánzanos del
Señor la capacidad para conservar en nuestro
corazón el misterio de Dios y de los hombres.
María, creyente abierta al Espíritu, alcánzanos del Señor la docilidad incondicional a sus
inspiraciones.
María, primera evangelizadora, alcánzanos
del Señor la audacia de llevar la Buena Noticia
a nuestros contemporáneos.
María, mujer hecha servicio, alcánzanos
del Señor la capacidad de servir al Evangelio y
a sus primeros destinatarios, los pobres.
María, bendita entre las mujeres, alcánzanos del Señor la gracia de saber estar siempre
al lado de quien nos necesite.
María, doncella de Nazaret, alcánzanos del
Señor la valentía de decirle siempre SI, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
14. Documento del Capítulo general
PORTADORES
DEL DON DEL EVANGELIO
Presentación
Queridos hermanos:
¡El Señor os dé la paz!
Con el corazón lleno de gratitud al Señor
por habernos permitido celebrar nuestro 187°
Capítulo general, tengo la alegría de presentaros el documento final del mismo que lleva por
título Portadores del don del Evangelio.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
El Capítulo ha querido ofrecer a los hermanos un documento de talante inspiracional. No
se trata, por consiguiente, de un diagnóstico
del estado actual de nuestra Orden sino de una
propuesta esperanzada de caminos por recorrer. En algunos ya hemos iniciado la marcha,
otros quedan aún por roturar, en cualquier caso
el Espíritu nos urge a ser lúcidos para saber
leer los signos de los tiempos y evangélicamente creativos y audaces para dar una respuesta adecuada a dichos signos, y poder, de
este modo, con los ojos puestos en el futuro,
encarnar el don del Evangelio en los diversos
contextos donde el Señor nos llama a estar presentes.
Es precisamente aquí donde reside el verdadero valor del documento: en su vocación de
criterio de evaluación y orientador de nuestra
vida y misión evangelizadora. El mejor uso
que de él podemos hacer consiste por tanto
en confrontar con serenidad, en autenticidad
y con visión de futuro, su contenido con nuestras vidas reales en todos los niveles, desde las
fraternidades locales hasta el gobierno general
de la Orden, pasando por las entidades y las
Conferencias, e iniciar los procesos de conversión que sean necesarios para adecuar con
coherencia nuestras declaraciones con la vida
concreta. En mi Informe al Capítulo general y
en el aula capitular he resaltado la conveniencia de que las fraternidades, las entidades – y
¿por qué no también el mismo gobierno general?- cultiven el moratorium como un espacio
de discernimiento comunitario. Estoy convencido de que el documento que hoy presento
puede ser para ello una herramienta preciosa.
Pido a todos y cada uno de los hermanos
que hagan una lectura atenta del documento
emanado por el Capítulo general 2009, para
que, teniendo en cuenta las inspiraciones que
aparecen en él, puedan evaluar su vida y misión, e iniciar caminos inéditos de testimonio
y presencia que hagan cada día más significativo nuestro ir por el mundo para anunciar el
Evangelio, como hermanos y menores, con el
corazón vuelto hacia el Señor.
He hablado de iniciar procesos de conversión. Todos sabemos lo difícil que es esto.
¡Son tantas las inercias y las trabas que oponemos a la gracia! El documento, sin embargo,
está recorrido de principio a fin por referencias
constantes al Misterio Trinitario: un Dios que
es Padre y que envía a su Hijo y nos da al Espíritu que de ambos procede. Que la certeza
de la acción permanente e indefectible de este
247
mismo Espíritu, verdadero Ministro general
de la Orden, sea nuestra esperanza y nuestra
confianza.
Roma, 15 de julio de 2009,
fiesta del Doctor Seráfico.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
Introducción
En el nombre del Señor, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén1.
El Capítulo general de la Orden de los Hermanos Menores saluda con reverencia y amor
sincero a todos los hermanos que, enviados
por el Señor Dios al mundo, anuncian en los
diversos pueblos y culturas, de palabra y con
el testimonio de sus obras, que no hay otro
Omnipotente sino sólo él2. Y a cuantos llegue
esta carta, el hermano Francisco, su siervo en
el Señor Dios, pequeñuelo y despreciable, les
desea a todos salud y paz3.
Muy queridos hermanos:
1. El Señor nos ha reunido en Santa María
de los Ángeles de la Porciúncula para celebrar
el 187º Capítulo general de nuestra Orden del
24 de mayo al 20 de junio del 2009 de conformidad con nuestra Regla, la cual prescribe que
el Capítulo tenga lugar por Pentecostés4.
Ha sido significativo que este encuentro se
haya llevado a cabo en el año en que conmemoramos el VIII centenario de la aprobación
de la forma de vida franciscana y en el lugar
que vio nacer a nuestra fraternidad. La presencia aquí de hermanos procedentes de tan diversos países y culturas es un signo elocuente
de la fuerza fecunda del proyecto de vida de
Francisco que no es otro sino el Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo5.
2. Puesto que el modo peculiar de Francisco
de leer el Evangelio es esencialmente práctico, vital6, reafirmamos la primacía de la praxis
como camino para una mejor comprensión de
la propia vocación7. Por eso nos preocupa la
distancia que suele separar a nuestros discursos de la vida real. De ahí que el Capítulo haya querido escribir un mensaje que inspire y
anime la vida cotidiana de los hermanos más
que un documento doctrinal. Y hemos querido
hacerlo con brevedad de sermón como aconsejaba Francisco8, pues ésta es también una
manera de volver a lo esencial.
248
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
3. El tema del Capítulo ha sido la misión
evangelizadora, la cual es un medio particularmente propicio para restituir al Señor el
don del Evangelio dado como forma de vida
a Francisco9. Hablamos de “don” en el sentido que él le da a esta palabra cuando dice que
el Señor le dio hermanos10, y de “restitución”
en el sentido que tiene el término cuando él
mismo exhorta: Y restituyamos al sumo y altísimo Señor Dios todos los bienes, y reconozcamos que todos le pertenecen, y por todos
ellos démosle gracias pues proceden de él11.
La restitución se refiere, por consiguiente, a la
desapropiación.
4. En este mensaje deseamos compartir
algunas reflexiones sobre estos dos aspectos
que, complementándose, dan origen a nuestra
vida y misión, situándonos sobre el trasfondo
de la vida, las necesidades, las preguntas y los
desafíos de nuestros pueblos, para quienes
el anuncio de la Buena Noticia del Reino de
Dios, germen de un mundo nuevo de justicia,
de paz y de fraternidad, tiene que ser hoy más
que nunca generador de esperanza.
I
El don del Evangelio
5. El Señor me dio a mí, el hermano Francisco..., El Señor me condujo entre los leprosos..., El Señor me dio hermanos..., El Señor
me reveló...12 Estas palabras del Testamento de
Francisco apuntan a una profunda verdad: al
principio de todo está el Señor, origen de todo
bien, que es todo bien, sumo bien, todo el bien,
único bien13. Toda realidad aparece así como un
don que procede de él, y el mayor de todos es su
Hijo bendito y glorioso que nos ha dado y que
por nosotros nació14. Ésta es la Buena Noticia
que hemos recibido: el Evangelio de Jesucristo,
Hijo de Dios15, don que cambió la vida de Francisco y que cambia la de cada uno de nosotros.
6. El don del Evangelio está en el origen de
nuestra fraternidad. En el Testamento de Francisco el don de los hermanos y el don de la forma de vida evangélica van de la mano16. Cuando los dos primeros compañeros le preguntaron qué debían hacer para poder vivir con él,
Francisco respondió: Pidamos consejo a Cristo17 y junto con ellos se dirigió a la iglesia para
abrir tres veces el libro del Evangelio. En él es
Cristo quien habla, y de la escucha de su voz
nace aquel nuevo vínculo en el Espíritu que
es la primera fraternidad. El pequeño grupo
de hermanos, germen de la Orden franciscana,
precede en ese momento fontal a toda distinción ministerial. Son simplemente creyentes
que quieren tomarse en serio el Evangelio.
7. Desde los primeros días la fraternidad se
descubre llamada a anunciar aquello mismo
que vive. Celano cuenta que muy al principio,
cuando apenas eran ocho hermanos, ocurrió
el primer envío por el mundo18. Francisco y
los suyos se convierten así en pregoneros y
evangelizadores. Este será un rasgo distintivo de la vida franciscana al que ambas Reglas le dedicarán un tratamiento explícito19.
Es itinerancia, es simpatía por el mundo20, del
cual no sólo no se pretende huir sino que antes bien se le reconoce como el propio claustro21, es compartir la vida de los pobres y la
de aquellos que se encuentran a la orilla del
camino22. Este modo de andar por el mundo
es una manera de restituir el don del Evangelio recibido.
8. Francisco y sus hermanos llevan a cabo
opciones que dan concreción a sus intuiciones.
Optan por no tocar el dinero, pero no renuncian al trabajo o a cuidar a los leprosos; optan
por no andar a caballo, pero no por eso dejan
de ir por el mundo; rehúsan decididamente
los privilegios eclesiásticos, pero se declaran
a la vez siempre súbditos y sujetos a los pies
de la santa Iglesia23; optan por confiarse a la
Providencia para proveer a su sustento, pero
precisamente por ello son libres de comer lo
que les pongan enfrente24. De estas y muchas
otras maneras la primera fraternidad aparece como una fraternidad profética, como una
fraternidad-signo25 que sabe leer los signos de
los tiempos y encarnar el Evangelio de manera concreta y comprensible para la cultura del
propio tiempo.
9. De la misma manera se hace patente la
fantasía evangélica con la que Francisco y sus
hermanos saben anunciar el Evangelio de la
paz. Baste recordar el modo como logra pacificar al obispo y al podestà de Asís que estaban
enemistados26. Francisco actúa de una manera
muy simple e inteligente: no entra en las cuestiones económicas o de poder que los habían
dividido ni pretende encontrar una solución
“política” al conflicto; sencillamente los invita a escuchar el Cántico, del cual él había
compuesto la letra y la música27. Su fantasía
le sugiere el modo de ayudarles a resolver sus
contiendas desde su propio don. ¿Qué hay de
más eficaz que la música y el canto para mover
los afectos y hablar al corazón? La lógica del
don28 aparece claramente como una alternati-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
va a la lógica del precio, de la ganancia, de la
utilidad y del poder, tan imperante entonces
como en nuestro mundo de hoy.
10. A ejemplo de Francisco y de tantos
hermanos de nuestra historia que supieron
poner sus dones al servicio de la Buena Nueva29, también nosotros nos sentimos llamados
a acoger el Evangelio y a restituirlo creativamente con la vida, con gestos concretos, mediante el ejercicio de nuestros propios dones.
Queremos aprender a escuchar la palabra de
Jesús y a restituirla a los hombres y mujeres de
hoy en el espíritu del Evangelio30, recorriendo
los caminos del mundo como Hermanos Menores evangelizadores con el corazón vuelto
hacia el Señor.
II
Restituyamos el don del Evangelio
Durante los trabajos capitulares surgieron diversos temas que deseamos proponer
a los hermanos como posibles caminos de restitución.
249
es Padre y que desde la hondura de su intimidad de comunión y de amor envía a su Hijo a
anunciar y a hacer presente la Buena Nueva de
su Reino bajo la acción del Espíritu. Además,
únicamente a partir de este presupuesto de fe
podemos comprender que la misión evangelizadora sea esencialmente inherente a nuestra
vocación franciscana, ya que todos la hemos
abrazado bajo el signo de la fe trinitaria: Para
alabanza y gloria de la Santísima Trinidad35.
Sobre el fundamento de una fe y de una espiritualidad trinitarias podemos entrar en la
dinámica de la lógica del don, que hace que
la riqueza que los hermanos aportan con sus
dones, junto con la diversidad de contextos
sociales, culturales y religiosos que nos desafían, confiera a la misión de nuestra Orden su
carácter de carismática, plural y diversa36. En
la centralidad que le es debida al Dios trino
como principio integrador de nuestras vidas,
fraternidades y de los dones de los hermanos
nos jugamos la esperanza que anima nuestra
misión evangelizadora37.
La evangelización
Misión inter gentes: Encarnados evangélicamente en nuestro tiempo
11. En su esencia más profunda el Evangelio es un don destinado a ser compartido. El
envío a evangelizar brota de sus entrañas mismas31 a la vez que es una exigencia de la fe.
Una auténtica experiencia de Dios, en efecto,
nos pone en movimiento, porque no es posible
sentir el abrazo infinito de un Dios locamente enamorado porque es amor y sólo amor sin
sentir al mismo tiempo la necesidad urgente
de compartir esta experiencia con los demás32.
Evangelizar es en último término hacer la experiencia de Emaús, poniéndose en ruta para
hacer una oferta de fe mediante un testimonio
compartido33. Y quien comparte restituye34.
12. Pero conviene ser autocríticos y preguntarnos si el inmovilismo y la instalación
que amenazan con paralizar el dinamismo
evangelizador no estarán hablando de una crisis de fe que toca a algunos de nosotros. Y quizá el nudo del problema no sea tanto que no
creamos sino más bien qué idea de Dios hemos
puesto en el centro de nuestra fe. ¿No será que
acaso acentuamos con demasiada frecuencia,
de modo unilateral, el lado monoteísta de ella
en detrimento de su dimensión trinitaria, que
es donde radica su originalidad? La pregunta
es pertinente porque el envío evangelizador
sólo tiene sentido desde la fe en un Dios que
13. Otro camino de restitución que el Capítulo ha enfatizado en estos días es la llamada “misión inter gentes”38, expresión que da a
entender un modo de hacernos presentes ahí
donde el Señor nos envía, a la vez que una actitud ante el mundo. Se trata de un proceso de
inserción en la realidad que nos hace descubrir
la vida de nuestros pueblos con toda su complejidad39. La misión inter gentes supone esta
empatía con el mundo y es consecuencia y prolongación del misterio de la encarnación. Para
anunciar la Buena Nueva del Reino, el Verbo
– el primer menor- se hace carne en un cuerpo
humano y por el mismo hecho se inserta también en un tiempo histórico, en una sociedad y
en una cultura concretas, asumiendo así en todo la condición humana menos en el pecado40.
Cristo es el paradigma de toda evangelización,
por lo que la encarnación real y efectiva del
evangelizador en la realidad socio-cultural del
pueblo es una condición ineludible de su misión.
14. Para lograr esta anhelada encarnación
es preciso descentrarnos de nosotros mismos41
a ejemplo del Hijo de Dios, el cual, siendo de
condición divina, no retuvo ávidamente el ser
igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose
250
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
semejante a los hombres y apareciendo en su
porte como hombre42. La Orden se siente llamada a ser menos autorreferencial y a estar
más en tensión hacia al devenir del mundo; a
angustiarse menos por su futuro y más por el
destino de la humanidad; a afanarse no tanto
por adecuar sus estructuras internas sino por
adecuarse a los tiempos que corren. Fenómenos como la interculturalidad, la reivindicación y defensa de los derechos humanos, la
emergencia y visibilización de minorías de
todo tipo; la crisis del modelo económico neoliberal que depaupera aún más a los sectores
pobres de nuestras poblaciones, el ecocidio
despiadado o los fenómenos migratorios son,
entre otros, voces que el Espíritu nos lanza y
que piden respuesta. Creemos que el Espíritu
sigue actuando, hablando y manifestándose
tanto hoy como ayer.
15. La missio inter gentes implica una actitud de simpatía por el mundo como condición
para entrar en diálogo con los hombres y mujeres de hoy y para la evangelización43. No se
trata de acomodarse al mundo y tampoco de
suspender el juicio crítico respecto a él. Se trata más bien de aprender a ser capaces de proyectar una mirada positiva sobre los contextos
y las culturas en que estamos inmersos, descubriendo las oportunidades inéditas de gracia
que el Señor nos ofrece a través suyo44. Vivimos un nuevo kairós que él nos da a través del
colapso de los anteriores paradigmas sociales,
culturales y religiosos y de la emergencia de
los nuevos que trae aparejado el cambio de
época que estamos viviendo. De esta manera
la misión evangelizadora se convierte en camino de ida y vuelta que comporta dar, pero
también recibir, en actitud de diálogo45.
16. La misión inter gentes se expresa asimismo a través de la inculturación. Seducidos
por Cristo, Palabra de Dios inculturada por excelencia, también nosotros queremos aprender
a encarnar el mensaje evangélico en los diversos contextos en que vivimos46. Para que el
Evangelio sea significativo no hay que esperar
a que sean los hombres y mujeres de hoy quienes se esfuercen por entender lo que les pretendemos transmitir, más bien nos corresponde a
nosotros aprender el lenguaje del mundo y sus
códigos comunicativos para hacer inteligible
el mensaje. Me hice todo con todos con tal de
salvar por todos los medios a algunos, dice el
apóstol. Y agrega: Y todo lo hago por el Evangelio, porque quiero tener también mi parte
en él47. La situación de la Iglesia en tiempos de
Francisco es aleccionadora: prisionera de sus
estructuras feudales, había perdido capacidad
de comunicar el Evangelio a la sociedad de
entonces. Había perdido el lenguaje de la misión. El nuevo mundo se le escapaba48.
17. Una de las formas de evangelización
inter gentes en la que se encuentran involucrados muchos hermanos es la llamada evangelización “tradicional”, que mantiene su validez
y que de ninguna manera suprime o se contrapone a las nuevas formas de evangelización.
Misión ad gentes
18. La misión inter gentes encuentra su expresión plena y en cierto modo su complemento
en la misión ad gentes. En múltiples ocasiones
el Capítulo manifestó por ella su sincero aprecio y subrayó la importancia de este elemento
esencial de toda evangelización. La misión ad
gentes, en efecto, pone en singular evidencia
el momento inicial de la fe, que nace del anuncio del kerygma a quienes aún no conocen el
Evangelio y que llama a la conversión. Por la
fe anunciada y compartida el Espíritu crea lazos de comunión de los cuales hace nacer la
Iglesia. Esta dinámica misionera pertenece
esencialmente a la fisonomía de ésta, obediente al mandato de Jesús, que dice: Vayan, pues,
y enseñen a todas las naciones, bautizándolas
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a observar todo cuanto
les he mandado49.
19. Francisco y sus hermanos de la primera
hora fueron particularmente impactados por
los textos evangélicos del envío en misión de
los discípulos50, los cuales inspiraron su modo
de andar por el mundo desprovistos de cuanto
pudiera darles seguridad51. Esta es una característica típica de nuestra tradición franciscana,
y desde el principio los hermanos han sabido
cruzar fronteras para aventurarse más allá de
los confines de la cristiandad. La historia de
la primera fraternidad está señalada por las
misiones al otro lado de las montañas, hacia
el norte de Europa, y más allá de los mares,
hacia el Oriente. Es Francisco quien suscita estas primeras expediciones tras el Capítulo de
1217, antes de ponerse él mismo, dos años más
tarde, en camino hacia Oriente.
20. Según la Regla la misión no nace de
la iniciativa humana sino por divina inspiración52. Éste es un elemento esencial para revitalizar hoy nuestras misiones ad gentes. Sólo
en la docilidad al Espíritu, que sopla donde
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
quiere y como quiere y que impulsa a evangelizar, reencontraremos la fuerza y el ardor
misioneros que a veces pudieran parecer venir
a menos. La Regla no bulada, por su parte, señala a los hermanos dos modos de comportarse: el testimonio silencioso en sujeción a toda
humana creatura por amor a Dios y el anuncio
explícito de su Palabra con el llamado a la conversión cuando vean que place al Señor53. Se
trata de indicaciones preciosas que conjuntan
las características de la misión inter gentes con
las de la misión ad gentes en una síntesis posibilitada por la docilidad al Espíritu. El anuncio
explícito del Evangelio es el punto de llegada
de nuestro modo minorítico de estar presentes
en el mundo tras un atento discernimiento para
descubrir cuándo “le place al Señor”.
21. En esta atención a las misiones ad gentes el Capítulo ha auspiciado la colaboración
entre las diversas entidades en una perspectiva
de intercambio recíproco entre aquellas más
jóvenes y las de más antigua tradición. Hoy
la misión más allá de las propias fronteras es
un llamado a todos, y los movimientos migratorios a nivel mundial propician una nueva
aproximación a la dimensión misionera.
Habitar las fronteras
22. El evangelizador es un cruzador permanente de fronteras por el simple hecho de ser
enviado. Puede tratarse de fronteras geográficas como suele suceder en el caso de la misión
ad gentes, pero también las hay de otros tipos
y tenemos que aprender a franquearlas. Vivimos en sociedades compartimentadas donde a
veces las divisiones se tornan demasiado rígidas, originando así discriminación, exclusión
y, en ocasiones extremas, violencia física, psíquica e ideológica. En el actual contexto social, eclesial y aun de la Orden misma algunas
de ellas cobran especial relevancia y nos urgen
a ejercer nuestra itinerancia cruzando fronteras como las que hay entre hombre/mujer,
clérigo/laico, rico/pobre, cultura/naturaleza,
alma/cuerpo, ciudadano/inmigrante, oración/
trabajo, Orden/mundo, comunidad/sujeto individual. Evangelizar implica tratar de hacer
porosos nuestros límites para permitir el flujo
de la intercomunión y la intercomunicación.
Nuevamente sólo la fe y la espiritualidad trinitarias nos permitirán habitar las fisuras de un
mundo fragmentado en un esfuerzo de integración y superar estas y otras dicotomías como
camino de restitución.
251
23. Al mismo tiempo se da el fenómeno de
la existencia de otras fronteras que se hacen
imprecisas y delimitan cada vez menos. La
globalización puede ser invocada como un
ejemplo paradigmático de ello. Ésta es una de
las grandes paradojas de nuestra época: para
unos las fronteras son herméticas, para otros
apenas si existen. El fenómeno de la inmigración se inscribe en esta dialéctica, especialmente cuando se trata de los refugiados. Cada
año son miles aquellos que la miseria o la violencia expulsan de sus países y no son pocos
los que perecen en el intento de encontrar los
medios para solventar sus necesidades más
elementales y las de sus familias. La suya es
una itinerancia pobre y minorítica. ¿Podemos
encontrar los hermanos menores un espacio
social donde estos valores de nuestro carisma estén mejor representados? Una presencia evangélica entre ellos sería un signo de
restitución particularmente elocuente en este mundo donde sólo el flujo de dinero, bienes y servicios encuentra libre tránsito, no
así las personas, y mucho menos los pobres,
sacramentos del Hijo de Dios que fue pobre
y huésped54. En virtud de su encarnación, el
Verbo se pone del lado de la periferia, de la
vulnerabilidad, de la pobreza55. No queremos
olvidar que nuestra minoridad, que tiene como paradigma la de Cristo […], ha de traducirse en opciones valientes que nos lleven a
“abandonar algunas situaciones sociales y
eclesiales para abrazar más decididamente
la liminalidad de la vida religiosa, y habitar
la marginalidad como esencia de nuestra
identidad franciscana”56.
24. Asistimos al nacimiento de un mundo
en el que surgen diferentes sensibilidades que
comparten el espacio común: africana, asiática, latinoamericana...; culturas y religiones
que hasta hace no mucho eran mayoritarias en
ciertos ámbitos empiezan a no serlo, al tiempo que otras van emergiendo y reafirmando su
derecho a ser reconocidas y a existir. Ya no es
preciso marchar a miles de kilómetros de distancia para encontrarnos con otras culturas y
otras religiones. Las oportunidades de dialogar
con ellas las tenemos al alcance de la mano.
Formarnos para el diálogo y restituir el Evangelio en estos ámbitos es obra del Espíritu57
cuya acción no conoce fronteras, pues es él
quien impulsa a ir cada vez más lejos, no sólo
en sentido geográfico, sino también más allá
de las barreras étnicas y religiosas, para una
misión verdaderamente universal58.
252
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Los laicos y la “evangelización compartida”
25. La misión evangelizadora pertenece a
toda la Iglesia, no sólo a los ministros ordenados. En la diversidad de ministerios, todos
los cristianos son llamados a responder a la
Palabra del Señor que envía a anunciar la Buena Nueva del Reino. Una correcta concepción
de la Iglesia reconoce en la común condición
bautismal el fundamento de los diversos carismas y ministerios. Por estos motivos nosotros,
hermanos menores, nos sentimos llamados a
impulsar la evangelización compartida con los
laicos como un acto de auténtica restitución
del Evangelio, don de Dios para toda su Iglesia. De este modo los laicos ejercen su derecho
y su deber de participar en la conservación, en
el ejercicio y en la profesión de la fe recibida59.
El laico es evangelizador por derecho propio,
no por una graciosa concesión ni mucho menos a título de suplencia para acudir en socorro
de nuestras carencias de personal. De ahí que
debamos entrar en una “conversión eclesiológica” que nos haga superar la mentalidad clerical que aún prevalece entre algunos hermanos.
Un modelo de Iglesia que se basará únicamente en el sacerdote y en el misionero clérigo
no permitiría una evangelización compartida,
pues ésta implica la disposición a renunciar a
ciertas seguridades y a ceder espacios de poder
y de protagonismo. Por eso esta restitución sería un signo concreto del Espíritu, y a nosotros,
Hermanos Menores, nos corresponde la tarea
de ser inventores proféticos de signos60.
26. Nuestra Orden, formada por hermanos
clérigos y hermanos laicos, comprende y valora el don de la vocación religiosa laical. Consideramos útil recordar algunas orientaciones
surgidas en el Capítulo a este propósito.
Se ha dicho que en algunas “regiones” de
la Orden […] todavía se viven situaciones de
discriminación en cuanto se refiere a las oportunidades de formación, que, según nuestra legislación, deben ser las mismas y que el modo
de ejercer nuestros ministerios no siempre favorece la participación activa de los hermanos
laicos en la misión evangelizadora61. Sobre este particular hemos reafirmado la exigencia de
una formación única para todos, pero que sea
a la vez respetuosa del don de cada hermano y
de las diversas vocaciones que el Espíritu suscita. Se trata de que todos nuestros candidatos
se formen para evangelizar, no para ejercer un
solo modelo de evangelización. En este mismo
tenor conviene preguntarnos si el clericalismo
en la Orden no puede deberse en parte y en
algunos casos a nuestras estructuras formativas vigentes, que hacen que algunos formandos con vocación laical acaben ordenándose
simplemente porque no encuentran otros espacios con otras dinámicas formativas fuera
del cursus clerical. Aplaudimos los esfuerzos
hechos en estos últimos años por el gobierno
de la Orden por seguir insistiendo ante la Santa
Sede para que se nos reconozca como una fraternidad mixta62. Pero este cambio de estatus
canónico que todos deseamos deberá ir acompañado de un cambio en la praxis fraterna.
Proyecto fraterno de vida y misión
27. Ningún proyecto de evangelización es
iniciativa ni patrimonio personal de nadie;
siempre es la fraternidad la que evangeliza.
El cuidado mutuo de los hermanos que a semejanza de la comunidad trinitaria se dan los
unos a los otros pide cultivar una exquisita
atención a la calidad de la vida fraterna. Una
parte importante del servicio de animación de
los Ministros y Guardianes es la búsqueda de
medios de recrear la comunión, la intercomunicación y la calidez y verdad en las relaciones
de los hermanos entre sí.
28. La vida tocada por el dinamismo del
Evangelio se convierte en pasión desbordante por el Reino. Hay que dar forma a la
vida para no perder los frutos de lo que el
Señor ha sembrado. Mantenemos por tanto
nuestra convicción de que es necesario que
las fraternidades y las entidades entren en
una cultura del proyecto fraterno de vida y
misión. No es ante todo una preocupación de
eficacia operativa lo que nos mueve a ello,
sino la necesidad de integrar el conjunto de
nuestra vida y de establecer en ésta criterios
que guíen nuestras decisiones. En estos últimos años hemos trabajado sobre las prioridades de nuestra vida; afirmamos la convicción
de que entre ellas y la misión evangelizadora
tiene que haber una dinámica circular de retroalimentación dentro de la cual se inscriban
nuestros proyectos.
En esta amplia perspectiva la evangelización se presenta como el horizonte de todo el
camino de conversión del hermano menor y,
por tanto, de la formación permanente. La misión evangelizadora no es simplemente la dimensión “externa” de nuestra vida. De hecho,
la misma vida consagrada, bajo la acción del
Espíritu Santo que está en el origen de toda
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
vocación y carisma, se hace misión, como lo
fue la vida de Jesús63.
29. Es necesaria también sensibilidad social para que el contacto con la realidad, leída con el instrumental crítico de las ciencias
sociales y discernida con los ojos de la fe,
nos sugiera el proyecto que el Señor nos pide. No podemos vivir de espaldas al devenir
del mundo, especialmente en estos tiempos en
los que la cultura posmoderna, con su cauda
de oportunidades pero también de incertezas,
desencanto y escepticismo, nos plantea tantos
desafíos. La Orden ha optado por acompañarlo
en el camino, no como quien tiene en la mano las respuestas a las preguntas que se hace,
sino porque al igual que nuestros hermanos y
hermanas, los hombres y mujeres de este tiempo, somos mendicantes de sentido64. ¿Seremos
consecuentes con esta opción? No se puede
elaborar por tanto un proyecto fraterno de vida
y misión evangelizadora sin conciencia social.
Por eso antes de obsesionarnos por adecuar
nuestras estructuras debiéramos comenzar por
leer atentamente los signos de los tiempos y
de los lugares65 y dejarnos interpelar por ellos.
30. La espiritualidad que alimenta nuestra
vida y misión evangelizadora nunca es ajena a
la vida de nuestros pueblos y lo que la afecta.
La llamada justicia ambiental, la no violencia
activa, los refugiados, los emigrantes, los sin
tierra, las minorías étnicas, el uso ético y solidario de las fuentes financieras o la epidemia
del VIH-SIDA son realidades entre otras muchas que tienen que ser llevadas a la oración y
discernidas en nuestra práctica cotidiana de la
lectura orante de la Palabra de Dios. Los valores de la justicia, la paz y la integridad de
la creación, que son valores de cepa evangélica, deben hacerse naturalmente presentes en
nuestra vida de oración y devoción al igual que
en la vida cotidiana y en el ejercicio de nuestros ministerios. Estamos llamados a construir
puentes de diálogo, de encuentro, de reconciliación y de paz; a ser mensajeros de la cultura
de la vida en todo el arco de su desarrollo; a
ser, en fin, custodios de la esperanza.
31. El “redimensionamiento” de las presencias y de las entidades que suele comportar
cierres y fusiones para unas y para otras es parte de las revisiones y reestructuraciones. Son
un proceso doloroso en el que, sin embargo,
estamos llamados a descubrir un momento de
gracia pascual para intentar re-significarnos de
un modo más simple y vulnerable, pero también más profético y ciertamente minorítico,
253
ahí donde estamos implantados. En nuestra
Orden ésta es una realidad que se hace cada
vez más visible y que representa una oportunidad excepcional de superar la mentalidad
provincialista y de fomentar la interprovincialidad y el sentido de pertenencia a las Conferencias y a la Orden.
Conclusión
32. Llegados al término de este encuentro
fraterno no podemos menos de dar gracias al
Señor por todos los bienes que a lo largo del
mismo nos ha concedido así como lo ha hecho
ya antes, en la ocho veces secular historia de
la Orden, y seguramente lo seguirá haciendo
hasta el fin. Gracias por tantos hermanos que
a lo largo de los siglos han sembrado la semilla del Reino en el mundo, a veces con el
testimonio silencioso de su vida, a veces con el
anuncio explícito del Evangelio. Gracias por
el testimonio supremo de la fe que han dado
los innumerables mártires de nuestra Orden.
Gracias por todos aquellos que hoy continúan
trabajando por el Reino con generosidad, imaginación y creatividad en las misiones ad gentes, en Tierra Santa, en África, en el extremo
Oriente, en las formas tradicionales de pastoral y en las presencias evangelizadoras en los
lugares de fractura. Gracias también por nuestras Hermanas Pobres, por nuestros hermanos
y hermanas de la Orden Franciscana Seglar y
de la Juventud Franciscana y por tantos otros
laicos y laicas que comparten con nosotros la
pasión del ideal franciscano. Gracias, en fin,
por los sueños de tantos hermanos de hoy,
unos llenos de ilusión, otros doloridos, pero
todos grávidos de futuro. Con corazón agradecido reconocemos la permanente acción del
Espíritu del Señor, verdadero Ministro general
de la Orden, que nos acompaña y nos conduce
por los caminos del mundo para anunciar la
Buena Nueva del Reino del Padre a la manera
del Hijo.
33. Durante el Capítulo hemos celebrado la
Vigilia de Pentecostés en Santa María de los
Ángeles reunidos todos en la explanada de la
basílica en torno a un gran haz de ramas secas.
En un momento dado de la celebración se le
prendió fuego a la leña con una pequeña llama
tomada del cirio pascual, signo de Cristo resucitado. Muy pronto aquello se convirtió en una
hoguera.
Para que haya fuego se necesita una materia combustible, pues el fuego no es sino la
254
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
energía interna de la materia liberada en forma
de luz y calor. La pira que en aquel momento
ardía nos hablaba en su lenguaje simbólico de
que no hay nada ni nadie, por seco y muerto que parezca – como seca y muerta estaba
aquella brazada de leña- que, tocado por el
Espíritu, no sea capaz de dar de sí energía, luz
y calor. La acción del Espíritu consiste muy
principalmente en liberar las potencialidades
internas de las personas y de las circunstancias. Pentecostés es dejarnos sorprender por
el dinamismo insospechado que nos habita y
nos pone en marcha. Sólo falta una chispa para
desencadenarlo, una llama minúscula como la
del cirio: la llama del Resucitado. Del resto se
encarga el Espíritu.
Con Pentecostés dejamos atrás el tiempo
pascual, no porque sea un punto y aparte litúrgico para pasar a otro tema – el tiempo ordinario- sino porque es el puente que pone en
contacto al Resucitado con la vida cotidiana de
los que creen en él. Pentecostés es dejarse incendiar por el Espíritu con el fuego de la Pascua en el día a día, tan común y tan corriente,
de nuestras vidas. Por algo quería Francisco
que el Capítulo general se celebrara por Pentecostés, y así lo hemos hecho.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo, como era en el principio, y ahora, y
siempre por los siglos de los siglos. Amén.66
___________
Notas
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
Cf. Carta a las autoridades de los pueblos 1.
Carta a toda la Orden 9.
Carta a las autoridades de los pueblos 1.
Regla bulada 8, 2-3.
Ib. 1, 1.
Cf. Leyenda de los Tres Compañeros 28.
El Señor nos habla en el camino 10.
Regla bulada 9, 4.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad y con visión
de futuro, Informe al Capítulo general, Roma 2009, 16.
Testamento 14.
Et omnia bona Domino Deo altissimo et summo reddamus et omnia bona ipsius esse cognoscamus et de omnibus
ei gratias referamus, a quo bona cuncta procedunt. Regla
no bulada 17, 17.
Testamento 1, 2, 14, 23.
Alabanzas que se han de decir a todas las horas, oración
final.
Carta a los fieles (2a. recensión) 11.
Mc 1, 1.
Testamento 14-15.
2 Celano 15; Anónimo de Perusa 10-11; Leyenda de los
Tres Compañeros 27-29.
1 Celano 29.
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
Regla no bulada 14; Regla bulada 3.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 17, 6.
Sacrum commercium 63.
Regla no bulada 9, 2.
Regla bulada 12, 4.
Ib. 3, 14.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 31.
Leyenda de Perusa 44 = Compilatio assisiensis 84.
Ib. 24 = Compilatio assisiensis 66.
Cf. El Señor nos habla en el camino 19-25.
Cf. Espejo de perfección 85.
Cf. Mt 25, 40.
Mt 28, 18-20; Mc 16, 14-20; Lc 24, 46-48; Jn 20, 21.
1 Jn 4, 8.16. Cf. Jn. 1, 35-42; 1 Jn 1, 3.
El Señor nos habla en el camino 39-40, 43-44.
Ib. 19. Cf. José Rodríguez Carballo, En autenticidad...,
19 c.
Constituciones generales de la Orden de Hermanos Menores 5 §2.
El Señor nos habla en el camino 19-25. Cita: n. 38.
Ib. 27, 38.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 16 a, 25.
Cf. Gaudium et spes 1.
Jn 1, 14; Hb 4, 15; Flp 2, 7-8. Cf. Plegaria eucarística
IV.
Cf. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 17 c,
23 c.
Flp 2, 6-7.
Ib. 17, 5.
Ib. 29.
Ib. 17, 4.
Ib. 263.
1 Cor 9, 22b-23.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 179 a.
Mt 28,19-20.
Anónimo de Perusa 10-11; 2 Celano 15.
Lc 9, 3.
Regla bulada 12, 1.
Regla no bulada 16, 5-7.
Ib. 9, 5.
Carta a los fieles (2a. recensión) 4-5.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 32 b.
Regla bulada 12, 1.
Redemptoris missio 25. Cf. núm. 30.
Dei Verbum 10.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 30.
José Rodríguez Carballo, Ibid., 137 b.
José Rodríguez Carballo, Ibid., 137 c.
Vita consecrata 72, citada en Estáis llamados a la libertad 20.
El Señor nos habla en el camino 6.
José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 184.
Cf. Regla no bulada 24, 5.
15. Mandati del Capitolo generale 2009
La fantasia creativa per incarnare nel proprio contesto il Vangelo con gesti e azioni inedite, che caratterizzò Francesco e i fratelli della prima ora, oggi più che mai è un’esigenza
ineludibile del frate minore. Il Capitolo gene-
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
rale straordinario del 2006 ha segnalato con tutta chiarezza che stiamo assistendo ad un cambiamento epocale, nel quale vediamo emergere
nuovi paradigmi e categorie che implicano una
seria revisione della nostra missione e il coraggio di iniziare cammini inediti di presenza
e di testimonianza1. Lo stesso Capitolo ci invitava ad entrare in un discernimento permanente
e una valutazione costante della nostra vita e
delle nostre scelte pratiche, all’interno della
nostra fraternità e nel dialogo costante con i
laici2. Nello spirito del primato della prassi vogliamo offrire qui di seguito ai frati e alle entità
i mandati del Capitolo generale 2009.
I. ANIMAZIONE
DELLA VITA DELL’ORDINE
Definitorio Generale
Le Priorità
1. Il Capitolo generale chiede che il Ministro
generale, con il suo Definitorio, riproponga le
Priorità in chiave di missione evangelizzatrice
e nella prospettiva di apertura al mondo, perché continuino ad essere i valori fondamentali
di riferimento nell’animazione della nostra vita e missione nei prossimi anni.
Identità francescana
2. Il Definitorio generale, attraverso il SGFS
e il SGME, approfondisca il tema dell’identità
francescana e della partecipazione alla missione evangelizzatrice dei Frati sacerdoti e laici.
Se lo ritiene opportuno, in collaborazione con
le diverse Conferenze, organizzi incontri a livello continentale su questi temi.
Incontri
3. Ogni anno il Ministro generale continui a
convocare i nuovi Ministri provinciali, i Visitatori generali e i Presidenti delle Conferenze
per un incontro con il Definitorio generale, rivedendone la durata e la metodologia, perché
rispondano meglio ai seguenti obiettivi: conoscenza reciproca, informazione, formazione e
collaborazione con il Ministro e il Definitorio
generale.
4. Per suscitare un dialogo più profondo e
promuovere una comunione fraterna il Ministro generale e il suo Definitorio continuino a
riunirsi con ciascuna Conferenza o con gruppi
di Conferenze almeno una volta nel sessennio,
rivedendo la metodologia seguita finora.
255
5. Ogni Definitore generale nella propria
zona partecipi regolarmente alle riunioni della
Conferenza o delle Conferenze della zona che
gli è stata assegnata, per accompagnarla più da
vicino.
Entità
Le priorità
6. Ciascuna Entità assuma la responsabilità
di trovare una propria metodologia o un processo per studiare, approfondire e mettere in
pratica le Priorità.
Progetto di vita fraterna
7. I Ministri con il Definitorio accompagnino ogni fraternità locale nell’elaborazione del
progetto di vita fraterna alla luce delle linee
emanate da questo Capitolo.
Formazione per Guardiani
e altri settori di animazione
8. Le Conferenze o, dove questo non sia
possibile a causa delle distanze o della diversità linguistica, le Province elaborino un progetto di animazione/formazione per i Guardiani e
i Responsabili degli altri settori di animazione delle Entità. Tale progetto sia presentato
al Definitorio generale e alla Conferenza dei
Presidenti.
Scuole di preghiera
9. Si crei, in ogni Entità o a livello interprovinciale, almeno una Casa di accoglienza
e di condivisione in cui la vita di orazione sia
vissuta come manifesta priorità, così che possa diventare “scuola di preghiera” per i Frati e
per i laici e come forma di evangelizzazione.
Il Definitorio generale provveda dei sussidi in
stile francescano per l’animazione di queste
“scuole”.
Moratorium
10. Nei prossimi tre anni, 2010-2012,
tutte le Entità dell’Ordine intraprendano un
processo di riflessione e di discernimento.
La riflessione e il discernimento si facciano
a partire dalle seguenti domande: dove ci troviamo? Verso dove vogliamo andare?
Verso dove ci spinge lo Spirito, tenendo
presente la nostra realtà (debolezze e potenzialità), i suggerimenti della Chiesa, gli
ultimi documenti dell’Ordine e i segni dei
tempi? Opzioni da prendere in un prossimo
futuro.
256
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Periodo di formazione permanente
11. Il Ministro provinciale dovrebbe incoraggiare tutti i Frati, al momento opportuno,
per esempio in occasione del 25° di professione solenne, ad interrompere le loro normali attività e partecipare ad un programma o periodo di formazione permanente della durata di
almeno sei mesi. Questa esperienza potrebbe
essere organizzata dall’Entità, dalla Conferenza o dall’Ordine.
Lettura orante della parola
12. Ogni Entità inserisca nella vita delle
Fraternità degli incontri periodici dedicati
alla lettura orante della Parola (cfr. CCGG
22 §1).
II. MISSIONE EVANGELIZZATRICE
1. Animazione della missione evangelizzatrice
Definitorio Generale
Evangelizzazione in chiave francescana
13. Il Capitolo generale 2009 chiede al
Ministro generale con il suo Definitorio ed
ai Ministri provinciali con i loro Definitori
di promuovere una missione evangelizzatrice chiaramente francescana, sottolineando in
particolare che:
• sia sostenuta da una forte esperienza di
Dio;
• sia fatta in fraternità e con la testimonianza
della vita fraterna;
• abbia il carattere di inter gentes, di itineranza, di presenza in zone sconosciute, difficili, rischiose e di vicinanza ai più poveri,
sofferenti, esclusi;
• si apra alla partecipazione attiva dei laici e
della Famiglia Francescana;
• si crei, laddove è possibile, una Fraternità che risponda alle esigenze della nuova
evangelizzazione, in comunione con la
Chiesa locale.
Studio sulla situazione dell’Ordine
14. Al fine di suggerire strategie di intervento sull’evangelizzazione il Definitorio
generale promuova uno studio interdisciplinare sulla situazione dell’Ordine, formando
una commissione a livello centrale che coordini il lavoro con delle commissioni costituite a livello di Conferenze, e avvalendosi di
esperti.
2. Formazione alla missione evangelizzatrice
Definitorio generale
15. Il Ministro generale e il suo Definitorio,
come anche i Ministri provinciali e i Custodi,
accompagnino il discernimento ed assicurino
la formazione dei futuri missionari, e la formazione permanente di coloro che da anni sono in
territorio di missione.
16. Il Ministro generale e il suo Definitorio
verifichino accuratamente il corso di formazione missionaria a Bruxelles, ed elaborino linee guida in preparazione alla missione valide
per tutto l’Ordine.p
Entità e Conferenze
17. Le Entità e le Conferenze promuovano
nella formazione iniziale e permanente il tema
della evangelizzazione ordinaria, della nuova
evangelizzazione e della missione ad gentes, a
livello sia teorico sia esperienziale. Per conseguire questo obiettivo occorrerà:
• Rivedere nelle Entità i programmi di formazione permanente e iniziale alla luce della priorità dell’evangelizzazione e missione, anche attraverso esperienze concrete sia
nell’Entità che nella Conferenza e nell’Ordine, garantendo un’adeguata preparazione,
l’attento accompagnamento e la verifica.
• Motivare i candidati durante la formazione
iniziale all’evangelizzazione e alla missione nello stile francescano, come “frati del
popolo”, condividendo, nella misura del
possibile, la vita dei poveri del nostro tempo.
• Avviare laboratori di formazione per l’evangelizzazione e la missione inter gentes e ad
gentes a livello di Conferenza e/o di Entità.
Siano aperti ai Segretari per le missioni e
l’evangelizzazione, ai frati in formazione
permanente e iniziale insieme ai laici ed
abbiano modalità e tempi adatti ai diversi
luoghi e culture.
• Preparare e formare i Frati per un migliore
servizio al Vangelo nel campo dei mezzi
della comunicazione sociale, avviando soprattutto all’uso responsabile di internet.
18. I Ministri provinciali e i Custodi promuovano e sviluppino durante il periodo di
formazione iniziale, a livello provinciale e custodiale, la dimensione missionaria e le esperienze formative missionarie.
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
3. Forme e presenze missionarie
Ambiti di evangelizzazione
19. Nell’impegno ad aggiornare le forme
ordinarie di evangelizzazione, condotte secondo il nostro carisma in fraternità e minorità
e con la collaborazione della Famiglia francescana, si dia attenzione particolare ai seguenti
ambiti: servizio parrocchiale; santuari e chiese
conventuali; predicazioni e missioni al popolo
e altre forme di pastorale tradizionale (ospedali, carceri, emigrati, scuole ed università).
Nuove forme di evangelizzazione
20. Senza tralasciare le attività di evangelizzazione ordinaria, si privilegino le nuove
iniziative. Per favorire la dimensione missionaria ed evangelizzatrice, con un’attenzione
particolare ai luoghi di frontiera e con nuove
forme di evangelizzazione itinerante e di Fraternità “inserite”, il Definitorio generale, con
il coinvolgimento delle rispettive Conferenze,
promuova itinerari formativi tipicamente francescani per Frati e laici insieme.
Terra Santa
21. Tenuto presente quanto affermato dalle Costituzioni e dagli Statuti generali, il Ministro generale e il Definitorio continuino a
stimolare tutte le Entità, perché collaborino
nella missione evangelizzatrice della Terra
Santa, che consideriamo la missione internazionale più importante dell’Ordine. Ogni
Entità collabori inviando quei Frati che desiderano offrire un periodo di servizio nella
Custodia di Terra Santa per lo sviluppo della
missione evangelizzatrice, iniziata dallo stesso san Francesco.
Marocco
22. Tenuto presente quanto dicono le Costituzioni generali (cfr. CCGG 95 §3), il Ministro
generale e il Definitorio continuino a stimolare tutte le Entità, perché collaborino, mediante
l’invio di Frati, con la missione del Marocco, che consideriamo la missione originaria
dell’Ordine, iniziata con la testimonianza dei
primi martiri.
Africa
23. Il Ministro generale e il suo Definitorio
stimolino tutte le Entità a collaborare, attraverso il sostegno economico e l’invio di personale, con i frati dell’Africa, dove si prevede una
crescita significativa per l’Ordine, e incoraggi-
257
no le Entità dell’Africa perché siano missionarie nel loro Continente.
Amazzonia
24. Nell’VIII centenario della fondazione
del nostro Ordine, il Capitolo generale sceglie,
come segno di profezia evangelica, di impegnarsi in un progetto integrale in Amazzonia.
• Questo progetto tenga presente: la forza
umanizzante del Vangelo, la salvaguardia e
l’integrità del creato e la difesa e la promozione delle culture autoctone.
• Nella realizzazione di questo progetto si attuino tre impegni concreti:
1. appoggiare e rafforzare le presenze esistenti già a partire dal secolo XVI (Vicariati e Custodie);
2. creare nuove Fraternità interprovinciali;
3. creare una rete di solidarietà a livello di
tutto l’Ordine, della Famiglia Francescana e di altri gruppi.
• Il Capitolo generale affida questo progetto
al Governo generale dell’Ordine, affinché
lo realizzi unitamente alla SGME, all’Ufficio GPIC, all’UCLAF e, specialmente, alle
Entità che lì vivono e portano avanti la loro
missione.
Asia
25. Considerando la possibilità di crescita dell’Ordine in Asia e l’antica tradizione di
missione francescana in quel continente, il Capitolo assume il progetto di nuove aperture e
presenze missionarie in Asia (per esempio in
Laos e Cambogia), con la partecipazione dei
Frati delle Conferenze EAC e SAAOC, l’apertura internazionale e l’accompagnamento del
Definitorio generale.
Europa
26. Nel contesto di forte secolarizzazione, tipica dell’Europa, si elabori un Progetto
Europa, caratterizzato dall’internazionalità e
interprovincialità, con l’obiettivo di dar vita a
nuove forme di evangelizzazione.
27. Si rafforzi un progetto per i Paesi sul
territorio dell’Europa dell’Est, in particolare
la presenza francescana nella Chiesa grecocattolica in Ucraina.
4. Servizio per il dialogo
Missione evangelizzatrice e dialogo
28. Il Capitolo generale 2009 chiede che
258
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
in tutte le Entità dell’Ordine il Servizio per il
Dialogo agisca all’interno del SGME con lo
scopo di animare il dialogo ecumenico, interreligioso e interculturale, come un aspetto
fondamentale della nostra vita e della nostra
missione evangelizzatrice.
Spirito di Assisi
29. Il Capitolo generale 2009 chiede che,
in occasione del 25° anniversario dello Spirito
di Assisi (27 ottobre del 2011), ogni Entità, in
collaborazione con tutta la Famiglia Francescana, promuova una o più iniziative concrete
di dialogo con gruppi di altra religione o cultura presenti nel suo territorio.
5. Collaborazione a livello di missione evangelizzatrice
Entità e Conferenze
Collaborazione nei progetti missionari
30. Il Capitolo generale chiede alle Conferenze e alle Entità di affrontare con maggiore
dinamismo la nostra missionarietà locale e individuare progetti di evangelizzazione e missione, così che due o più Entità di una Conferenza possano condividere personale e risorse
nell’appoggio a tali progetti.
Collaborazione con i laici
31. I Frati, ovunque vivano, rafforzino la
collaborazione e il dialogo con i laici in vista
di una evangelizzazione comune del mondo,
preparando insieme a loro programmi di formazione e animazione ispirati ai documenti
della Chiesa e dell’Ordine.
Collaborazione tra i diversi Uffici
32. Il Capitolo generale propone di approfondire e mettere in pratica nel prossimo sessennio la collaborazione e i processi interattivi
tra i Segretariati, gli Uffici e le Commissioni,
coordinati dal Definitorio, sia generale, sia
provinciale, per favorire la nostra vita e la nostra missione evangelizzatrice.
III. FORMAZIONE E STUDI
1. Formazione
Formazione permanente
33. Il Capitolo riafferma l’importanza della
formazione permanente come parte dell’espe-
rienza quotidiana e non solo episodica di tutti i
Frati, e chiede di promuoverla ad ogni livello
dell’Ordine e in ogni occasione. Questo implica anche di valorizzare i documenti dell’Ordine
sulla formazione permanente, la responsabilità
personale nello sviluppo di un piano o progetto di vita personale, l’importanza del ruolo del
Guardiano nell’animazione dei frati, con una
valutazione regolare del nostro progresso.
Documenti per la formazione
34. Avendo già l’Ordine buoni documenti
per la formazione, nel prossimo sessennio si
attui una dinamica di rilettura, assimilazione e
attuazione dello spirito di questi documenti.
Definitorio generale
RFF- RS
35. Il Definitorio generale promuova, attraverso il SGFS, la verifica della ricezione della
Ratio Formationis Franciscanæ e della Ratio
Studiorum OFM e la loro conoscenza e applicazione nelle Entità, attraverso la collaborazione con le Conferenze. Alla luce di questo
percorso si valuti la possibilità di un eventuale
aggiornamento della RFF particolarmente sui
seguenti punti:
• i consigli evangelici e la vita sacramentale;
• la formazione francescana dei frati che accedono al ministero presbiterale;
• la formazione permanente per accompagnare quanti sono impegnati da molti anni nel
ministero pastorale, al fine di consolidare la
loro identità francescana.
Incontri di formazione
36. Il Definitorio generale promuova, attraverso il SGFS, l’organizzazione di incontri a
livello di Conferenze o continentale per:
• i Formatori dei professi temporanei, data
l’importanza di questa tappa;
• i Formatori della Cura Pastorale per le Vocazioni e del Postulato, per approfondire il
tema del discernimento della maturità umana e cristiana.
Entità e Conferenze
Case di formazione internazionali
e interculturali
37. Alla luce delle realtà già esistenti
nell’Ordine, si riconosce l’importanza di favorire la presenza di alcune Case di formazione
iniziale e di studio per aree geografiche, aperte
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
a frati di diverse Entità e Paesi, per favorire
una formazione all’internazionalità, all’interculturalità e alla missionarietà.
2. Centri di studio
Definitorio generale
PUA e Gerusalemme
38. Il Definitorio generale prosegua la collaborazione con la PUA e la Facoltà di Scienze Bibliche e d’Archeologia di Gerusalemme perché
sia garantita una sempre migliore qualità accademica. Le Province e le Custodie mostrino un
interesse speciale per questi Centri, anche assicurando Frati idonei per la ricerca e la docenza.
Patrimonio culturale dell’Ordine
39. Il Capitolo generale raccomanda d’intensificare la proposta culturale e teologica
nell’Ordine soprattutto valorizzando i nostri
Centri di studio e di ricerca e avviando più Frati
agli studi di specializzazione. In particolare si
richiama l’urgenza di reperire e preparare, sia
tra i Frati che tra i laici, dei ricercatori per la
Commissione Scotista e il Collegio S. Isidoro in
Roma, in modo da assicurarne la continuità.
SGFS
40. Al fine di poter elaborare le linee di un
pensiero francescano in dialogo con le domande e le culture del nostro tempo e che sia al
servizio della qualità evangelica della nostra
vita, il SGFS faciliti lo scambio di esperienze
accademiche tra quelle esistenti nell’Ordine e
nella Famiglia Francescana con quelle di altre
realtà, favorendo la collaborazione con laici attenti alla tradizione intellettuale francescana.
Entità
41. I Ministri e i Custodi favoriscano la
partecipazione dei frati al Master per la formazione dei formatori presso la PUA e presso il
FISC di Canterbury, al corso di GPIC sempre
presso la PUA e al Master in Evangelizzazione
dell’ITF di Petropolis (Brasile).
3. Archivi
259
ternazionale degli archivisti OFM al fine di:
• promuovere uno scambio di documentazione tra gli Archivi provinciali e custodiali e
l’Archivio della Curia generale;
• favorire la formazione professionale degli
archivisti per la conservazione del patrimonio documentario dell’Ordine;
• promuovere la collaborazione di laici in
questo tipo di lavoro.
IV. GIUSTIZIA, PACE
E INTEGRITÀ DEL CREATO
Entità
Priorità nel campo de la GPIC per il prossimo sessennio
43. Nel prossimo sessennio (2009-2015) e
con l’aiuto dell’Ufficio di GPIC, tutte le Entità
dell’Ordine si impegnino a:
• Promuovere nella formazione iniziale e
permanente i valori della nostra spiritualità
francescana sottolineati da GPIC.
• Esaminare l’impatto sulla creazione del nostro stile di vita, specialmente per quanto
riguarda il cambiamento climatico, e promuovere la giustizia ambientale per mettere
in risalto la relazione tra le tematiche sociali e quelle ecologiche (cfr. progetti specifici
in Amazzonia, Africa e Indonesia).
• Promuovere la non-violenza attiva nella
nostra vita, con un’attenzione particolare
per la soluzione dei conflitti.
• Dedicare speciale attenzione agli esclusi
delle nostre società, secondo la situazione
di ciascuna Entità, impegnandosi particolarmente per la difesa e promozione dei diritti umani.
• Considerare e promuovere l’uso etico delle
risorse economiche e naturali nella vita dei
Frati, nel loro ministero e nella società.
Corso di GPIC
44. Il Capitolo generale chiede che si dia
continuità al corso di GPIC presso la PUA e
raccomanda che si organizzino corsi simili in
tutti gli Istituti francescani di Studi superiori.
V. GOVERNO DELL’ORDINE
Definitorio generale
Definitorio Generale
42. Il Definitorio generale, attraverso l’archivista della Curia, organizzi un Incontro in-
Studio sul Governo dell’Ordine
45. Il Capitolo generale 2009 dà mandato
260
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
al Definitorio generale di condurre uno studio
approfondito di tutta la problematica relativa al
governo dell’Ordine, avvalendosi di una Commissione internazionale, la quale coinvolgerà
le Entità e le Conferenze e terrà conto di tutte
le osservazioni offerte nel Capitolo generale
2009. Questa Commissione dovrà completare
il suo lavoro entro il 1 gennaio 2012. I risultati
verranno poi discussi nel corso del prossimo
Consiglio Plenario dell’Ordine (CPO), in base
all’Art. 194 §3 delle CCGG. Il CPO redigerà
delle norme riguardo al numero e al metodo di
elezione dei Definitori generali, che entreranno in vigore, ad experimentum, nel Capitolo
generale del 2015.
CPO
46. Il Capitolo generale determina quanto
segue:
• Durante questo sessennio si celebri il Consiglio plenario dell’Ordine e si tenga, secondo l’articolo 138 degli Statuti generali,
nella data e nel luogo determinati dal Ministro generale con il consenso del suo Definitorio.
• Questo Capitolo generale deroga la norma
dell’articolo 143 §1 degli SSGG, lasciando
al CPO la determinazione del numero e del
metodo di elezione dei Definitori generali
da eleggersi al Capitolo generale del 2015,
alla luce dell’approfondito studio di tutta
la problematica dell’intero settore riguardante il Governo dell’Ordine, che sarà intrapreso dal Ministro generale e dal Definitorio.
• Questo Capitolo generale, secondo l’articolo 195 §1 delle CCGG, accorda al Consiglio plenario dell’Ordine, che sarà celebrato nel sessennio, voce deliberativa in merito
a questa materia.
Ridimensionamento e ristrutturazione
47. Il Capitolo generale chiede al Ministro
generale con il suo Definitorio di continuare a
studiare il tema del ridimensionamento e della ristrutturazione delle Province, chiarendo
obiettivi, metodi e tipologie; di offrire linee
guida per l’accompagnamento di questi processi nella prospettiva di dare maggiore dinamismo alla vita evangelica e missionaria.
Studio sugli abbandoni
48. Il Definitorio generale studi le cause e
le motivazioni degli abbandoni dando degli
orientamenti sul come si può intervenire.
Entità
Anticipazione o differimento dei Capitoli
49. Al fine di garantire un’adeguata preparazione sia del Capitolo generale sia dei
Capitoli provinciali e custodiali, nei sei mesi
precedenti e successivi alla celebrazione del
Capitolo generale non vengano celebrati Capitoli Provinciali o Custodiali. Le Entità che a
questo scopo devono anticipare o differire la
celebrazione del Capitolo rispetto alla scadenza triennale lo facciano a norma degli SSGG
art. 159 §1: «Il Presidente del Capitolo, per
giusta causa e ascoltato il Definitorio, può differirlo o anticiparlo di tre mesi sulla scadenza
triennale. Per differire o anticipare il Capitolo
provinciale per più di tre mesi, si richiede anche il permesso del Ministro generale».
Presenze in altri territori
50. Per aiutare il giusto inserimento di presenze in Entità diverse dalle proprie, il Capitolo generale chiede che i Ministri provinciali e i
Custodi interessati, prendendo attenta visione
di queste presenze e in spirito di fraterna collaborazione, regolarizzino la situazione secondo
le indicazioni della nostra legislazione (SSGG
artt. 123 §2 e 238). Il Definitorio generale accompagni lo sviluppo di questo percorso tenendo presente le concrete situazioni. Per il
futuro ci si attenga alle disposizioni legislative
degli Statuti generali.
VI. ECONOMIA
Definitorio generale
Trasparenza economica
51. Il Ministro generale e il suo Definitorio
devono continuare a promuovere una politica
di trasparenza economica tra loro, con la Curia generale e con tutte le Entità dell’Ordine.
La verifica esterna regolare condotta da una
compagnia competente deve essere continuata presso l’Economato generale e incoraggiata
in tutte le Entità come strumento chiave nello
sforzo di raggiungere la trasparenza.
Fonti alternative di finanziamento
52. Il Ministro generale e il suo Definitorio, con l’aiuto dell’Economato generale e di
idonei esperti esterni, devono continuare a sviluppare fonti alternative di entrata per costituire fondi economici in grado di assicurare il
mantenimento delle strutture necessarie, cioè
DE CAPITULO GENERALI ORDINIS
il servizio di animazione a livello generale, il
sostegno dei progetti missionari dell’Ordine,
il sostegno delle Case dipendenti dal Ministro
generale e per aiutare le Entità che hanno bisogno nei settori della formazione, degli studi
e della salute.
Fund Raising
53. Il Definitorio generale, tramite la consultazione di esperti esterni idonei, riveda e
studi la struttura dell’Ufficio generale per lo
Sviluppo.
Formazione nel campo economico
54. Il Definitorio generale, tramite consultazione dell’Economato generale e delle
Conferenze, prepari un piano per la formazione iniziale e permanente che educhi le Entità dell’Ordine ai temi della trasparenza, della
solidarietà e dell’etica per quanto concerne
l’economia, alla luce della nostra spiritualità
francescana.
Economato generale
Prontuarium
55. Durante il sessennio l’Economato generale prepari un proprio Prontuarium che riporti le linee-guida essenziali per le Entità per
quanto riguarda i loro rapporti con l’Economato generale in tema di economia.
Entità
Fondo per il Segretariato generale
per le Missioni e l’Evangelizzazione
56. Il presente Capitolo generale decide che
l’obbligo ricordato da SSGG 68 §2 deve essere soddisfatto tramite una struttura basata sulle
attuali “fasce” usate dall’Ordine per il “contributo di solidarietà”.
261
57. In spirito di solidarietà fraterna i Ministri provinciali e i Custodi potenzino in modo
consistente il fondo economico generale per le
missioni, con l’aiuto dell’Ufficio per lo Sviluppo (Fund Raising) della Curia generale.
Fondo per la Formazione e gli Studi
58. Il Capitolo generale propone che il Fondo Formazione e gli Studi deve continuare e
deve essere sostenuto da tutte le Entità.
Percentuale sulle vendite
59. La percentuale su tutte le vendite delle
proprietà nelle Entità dell’Ordine per il mantenimento delle Case dipendenti dal Ministro
generale deve rimanere all’1%.
Relazione del Economo generale al Capitolo
60. La relazione dell’Economo generale
venga presentata al Capitolo prima delle elezioni del nuovo Governo generale.
Sistema di revisione dei contributi al SGME e
al SGFS
61. Il Definitorio generale costituisca una
Commissione internazionale composta da Frati esperti in materie economiche, dai componenti del SGME e del SGFS e dall’Economo
generale per studiare in profondità come rafforzare il sistema dei contributi al SGME e al
SGFS. Il Capitolo generale delega il Definitorio generale e i Presidenti delle Conferenze
all’approvazione dei risultati di questo studio
e alla sua eventuale entrata in vigore.
___
___________
Note
1
2
Il Signore ci parla lungo il cammino, 33.
Ibid., 35.
EX ACTIS MINISTRI GENERALIS
1. Sri Lanka and the United Nations
Letter of the Minister General to the Secretary General, United Nations
Prot. MG 116/09
June 22, 2009
Honorable Secretary General,
On behalf of the Order of Friars Minor,
Franciscans, comprised of 15,000 members
worldwide present in more than 110 countries,
I wish to call to your attention the grave humanitarian and human rights crisis unfolding
in the Democratic Socialist Republic of Sri
Lanka following the end of nearly 30 years
of war. Immediate action is required in order
to protect innocent civilian lives, especially
the more than 230,000 internally displaced
languishing in camps in the northern part of
the country and deprived of the basic human
needs for adequate food, shelter, health care
and safety. We recall that more than 6,000 innocent civilians have lost their lives in the last
six months.
In recent days I have received credible reports of unjustified harassment, arbitrary arrests and detention, interrogation, torture and
other gross violations of fundamental human
rights by government forces of civilians identified as ethnic Tamils. Members of the Catholic and other churches, including our own
Tamil Franciscan members are under constant
surveillance and have been the subject of harassment and abuse. Members of the independent media and human rights defenders also
have experienced harassment or have been
illegally detained. Such abuses of the fundamental human rights of ethnic Tamil citizens
pose a threat to peace and stability and must be
strongly condemned by the international community.
If a just and lasting peace is to be achieved
in Sri Lanka, President Mahinda Rajapaksa
and his government must urgently act to guarantee security, promote and defend the basic
human rights of all citizens irrespective of their
ethnic identity, ensure that those who are inter-
nally displaced have access to adequate food
and healthcare, freedom of movement and the
right to return to their homes. National and international humanitarian agencies responsible
for delivery of basic food and non-food items
must be given unfettered access by the government to those who are internally displaced
and other vulnerable groups. It must address
the fundamental causes of the war and take immediate steps to set up an independent, international commission of inquiry into the violations of human rights and international law in
order that those responsible might be brought
to justice.
I believe that a just peace is possible in
Sri Lanka but only if the government of Sri
Lanka undertakes immediate steps to protect
its citizens irrespective of their ethnic identity.
The international community, particularly the
United Nations Security Council and Human
Rights Council, must do everything in their
power to encourage the government of Sri
Lanka to demonstrate its commitment to its
people and to peace, justice, truth and reconciliation. I applaud your personal efforts to attain these ends and urge you to persevere.
As Franciscans, we are committed to the
promotion of the fundamental dignity and
rights of the human person, justice, peace and
reconciliation. I can assure you that our Franciscan priests and brothers in Sri Lanka will
pursue these ends in partnership with their people and with the assistance of the international
community. May the Creator of all things, the
source of truth, justice and peace be with you
and with the people of Sri Lanka.
Blessings of peace to you,
Br. José Rodríguez Carballo, ofm
Minister General
Order of Friars Minor
____________________________
The Honorable Ban Ki-moon
Secretary General, United Nations
2 United Nations Plaza
NewYork, NY 10017
264
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Letter of the Chef de Cabinat to the Minister
General
United Nations
Nations Unies
Executive Office of the Secretary-General
Cabinet du Secretaire General
New York, 21 July 2009
Dear Brother Carballo,
On behalf of the Secretary-General, I wish
to thank you for your letter of 22 June 2009
which highlights concerns regarding the humanitarian and human rights situation in Sri
Lanka. As you are aware, the Secretary-General has repeatedly highlighted the key concerns
which you raised, including during his briefing
to the Security Council on 5 June 2009 following his visit to Sri Lanka. The Secretary-General has been following developments closely
since, and remains personally engaged.
As you indicated, there is an urgent need
to address ongoing concerns, particularly with
regard to ensuring assistance for and protection of internally displaced persons (IDPs).
In order to make sure that the IDPs are
treated in accordance with international law,
we continue to insist that the Government of
Sri Lanka must ensure their freedom of movement as well as full humanitarian access. We
continue to work closely with the Sri Lankan
authorities to improve the quality and equality of services related to food and nutrition,
water, sanitation and hygiene, while also addressing the issue of overcrowding in the IDP
camps. We also have urged the Government
to be transparent in the screening of IDPs and
to enhance their access to information, in particular, regarding their prospects for a return to
their places of origin.
The Secretary-General has emphasized that
addressing violations of international humanitarian and human rights law must be part of the
larger national reconciliation process which, as
you noted, must also guarantee security, and
promote the basic human rights of all citizens.
The Secretary-General has also urged the
Government to recognize international calls
for a transparent, impartial and independent inquiry. The joint statement issued at the conclusion of his visit to Sri Lanka indicated that “the
Secretary-General underlined the importance
of an accountability process for addressing
violations of international humanitarian and
human rights law” and that “the Government
will take measures to address those grievances”. The United Nations continues to call on
the Government of Sri Lanka to follow up on
this commitment, including by accepting international assistance in ensuring that such a
process meets international standards.
I highly appreciate the commitment of the
Franciscan priests and brothers to the well-being, dignity and fundamental rights of all Sri
Lankan people, and thank you for your interest
in the role of the United Nations in the postconflict phase.
Yours sincerely,
Vijay Nambiar
Chef de Cabinet
___________________________
Br. José Rodriguez Carballo, ofm
Minister General
Order of Friars Minor
Rome
2. Carta con motivo de la Fiesta de Santa
Clara
VIVIR EL SANTO EVANGELIO
El Señor os dé la paz a todas vosotras, mis
queridas Hermanas Pobres de Santa Clara, llamadas por el Espíritu a seguir a Cristo pobre,
crucificado y resucitado, viviendo el Evangelio
en obediencia, sin nada propio y en castidad.
Quiero continuar con una tradición que he
iniciado hace seis años al ser elegido por primera vez ministro y siervo de la Fraternidad:
escribiros cada año una carta con motivo de la
fiesta de la Hermana Clara, mostrándoos, de
este modo, mi cercanía y el profundo aprecio
que os tengo.
Gratitud
En esta ocasión quiero, ante todo, agradeceros la cercanía, hecha de afecto y de oración,
que me habéis mostrado en estos años de servicio como Ministro general, y que se hizo más
palpable, todavía, con motivo de la celebración
del 187º Capítulo general de la Orden de los
Hermanos Menores, celebrado recientemente
EX ACTIS MINISTRI GENERALIS
en Asís. Gracias por ello, queridas hermanas.
Gracias también por vuestras numerosas felicitaciones por mi reelección. No pudiendo responder personalmente a todas, sirva esta carta
como respuesta. Y mientras os prometo que os
seguiré estando muy cercano con mi oración y,
siempre que me sea posible, con mi presencia
entre vosotras, os pido que continuéis orando
por mi, por el Definitorio general y por la Orden, a fin que el Señor nos conceda el don de
una fidelidad creativa y gozosa a nuestra vocación de Hermanos Menores.
En camino hacia el VIII Centenario
El año 2009 recuerda el VIII Centenario
de la fundación de la Primera Orden y abre el
tiempo que nos prepara al 2012, aniversario
de la fundación de la Orden de las Hermanas
Pobres de Santa Clara. Para que dicho aniversario sea realmente un tiempo de gracia para
todos nosotros y, de modo especial, para vosotras, os invito a dejaros revisitar por la gracia
de los orígenes, para poder sacar de la memoria la frescura evangélica y ser en la historia,
habitación y sede (3Cta 22), signo creíble de
Dios que busca con amor apasionado a la humanidad.
Vuestra forma de vida
En este contexto, permitidme, mis queridas
hermanas, que os recuerde algunos elementos
que son propios de la forma de vida que habéis
abrazado y que, por conocidos, no está de más
tener presentes. Llamadas a custodiar el carisma clariano en estos tiempos delicados y duros, pero también llenos de posibilidades (cf.
VC 13), como ya os dije en más de una ocasión, no podéis delegar esta responsabilidad
en otros, sino que debéis asumirla con valentía
y creatividad. Vuestra delicada misión no es
la de custodiar el status quo, sino la de reproducir con valor la audacia y la creatividad de
Clara viviendo en fidelidad creativa y gozosa
la forma de vida que ella os ha dejado (cf. VC
37). Sólo así seréis faros en la noche, cornetas
en la muralla, centinelas de la mañana (cf. Is
21,11- 12).
Vivir el santo Evangelio
Vuestra forma de vida, como la nuestra,
consiste en vivir el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo (cf. RCl I,1-2). El don del
Evangelio está en el origen de vuestra fraternidad. Como seguidoras de Francisco y de Clara
estáis llamadas a acoger el Evangelio y a con-
265
fesarlo con vuestra vida, a restituirlo creativamente con gestos concretos. El mundo de hoy
necesita ver personas plenamente enamoradas
de Cristo, necesita de testigos que tengan la
mirada fija en Él, necesita mujeres evangélicas
que se dejen determinar en la cotidianeidad de
la vida por Cristo y por su Palabra.
En un mundo fragmentado, del que también
nosotros formamos parte, estáis llamadas a dar
el testimonio de personas unificadas en torno a
la persona de Cristo, el testimonio de personas
que viven gratuitamente y sólo por amor en
la presencia de Dios y lo hacen visible con su
vida. La frecuente lectura orante de la Palabra os llevará a asumir en la vida cotidiana, en
cuanto personas unificadas, la forma de vida
evangélica.
Vida contemplativa
Por otra parte, como contemplativas, estáis
llamadas a ser los signos que Dios siembra y
difunde en la historia. En la escucha constante
de Dios, hablaréis todavía hoy al corazón de
los hombres y mujeres de nuestro tiempo con
el lenguaje del amor, cuyas palabras se hunden
en la raíz de la existencia misma habitada por
Dios. Como Clara, la amada transformada en
el Amado, así vosotras, por la contemplación,
estáis llamadas a identificaros plenamente con
Cristo (cf. 3Cta 12. 13), cuyo amor nos hace
felices (cf. 4Cta 11).
Viviendo continuamente en la presencia
del Altísimo, reveláis con vuestra vida toda la
cercanía de Dios a la humanidad, nos hacéis
ver con el silencio de vuestra existencia cómo
llegar a ser buscadores de Él, objetivo último
de toda vida consagrada. El mundo, todos nosotros, necesitamos ver en vosotras a mujeres
consagradas habitadas por el Espíritu. Acogiendo de las manos de Dios la historia de los
hombres y de las mujeres de hoy, permaneced
fieles a lo que es verdaderamente auténtico.
Vida en fraternidad
Vosotras hoy sois Clara, y, renovando el
sí al Espíritu, en cuanto pobres y abrazando
a Cristo pobre (cf. 2Cta 18), hacéis visible en
fraternidad el ser de Dios en la historia. Para Clara, como para Francisco, desde que el
Señor le dio hermanas (cf. TestCl 25), la vida
fraterna en comunidad era el espacio físico y
también teológico donde se vive el Evangelio,
el lugar y el espacio de relación, custodia donde cada hermana aprende de la relación con
Dios a “conservar la unidad de la recíproca
266
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
caridad” (RCl X, 7), a acoger la comunión dada por el Espíritu, el ámbito privilegiado en el
cual se testimonia Dios, comunión en la diversidad y diversidad en la comunión. Vivid las
diferencias no como una amenaza, sino como
una manifestación del Dios que hace siempre
nuevas todas las cosas. Esto será sólo posible
desde una experiencia de fe que nos lleva a ver
en quien está a nuestro lado “don” y “regalo”
del Señor.
Vivir sin propio
Esta forma de vida comporta, entre otros
elementos, la custodia de la santísima pobreza.
Esto es lo que os pidió y sigue pidiendo Francisco: seguir la vida y pobreza de Jesucristo
y de su santísima Madre, y perseverar en ella
hasta el fin (RCl VI,7). Este es un elemento
que no es negociable ni para vosotras ni para
nosotros. Ésta es la opción de fondo que inspira la decisión de vivir “la perfección del santo
Evangelio” (Fv 1), orienta el camino e ilumina
los pasos sucesivos.
La celebración del centenario de la fundación de vuestra Orden es una ocasión propicia
para renovar vuestra obediencia a Francisco. Y
esa obediencia pasa por vivir sin nada propio.
Si el Poverello se obliga a sí mismo y obliga a
sus hermanos a tener cuidado de las hermanas,
es para que seáis siempre fieles en la observancia de la santísima pobreza. Del compromiso
por reconocer nuestro común origen brota la
custodia recíproca, para que vosotras y nosotros seamos fieles a vivir sin propio, como los
últimos, en la marginalidad profética que nos
remite al Dios amor y providencia.
Especialmente en estos momentos de profunda crisis económica, el mundo necesita hacer un alto en el camino para volver a vivir,
para reencontrar las coordenadas que hablan
de esencialidad, de sobriedad, de autenticidad.
Vosotras, que habéis elegido vivir sin nada
propio, estáis llamadas a testimoniar que la
contemplación de Cristo no es una teoría, sino
una vida vivida que toma forma en un estilo de
vida pobre, concreto, visible, real. Creo que ha
llegado el momento en que debéis hacer opciones valientes, proféticas, en el campo de la
pobreza, viviendo con fidelidad creativa según
el espíritu de la Regla de Santa Clara.
Conoce tu vocación,
reaviva el don de Dios en ti
Estas palabras del Apóstol Pablo (cf. 1Cor
1,26; 2Tim 1,6) pueden ser todo un programa
para prepararnos a la celebración del 800 aniversario de la fundación de vuestra Orden, mis
queridas hermanas. Os invito a poner todos los
medios posibles de vuestra parte para que así
sea.
Si el mundo a veces parece no entender
vuestra vida, es porque tiene necesidad de
palpar en ella el signo que remite a la esencialidad de la vida. Restituyendo a Dios cada
momento de vuestra existencia, no según las
leyes del mercado, sino sólo por amor, según
la lógica del amor, estáis llamadas a ser testimonio de un modo alternativo de vida. Mientras la humanidad es empujada a vivir en superficie cargada de tantas cosas superfluas,
de protagonismo, de apariencia…, vosotras
estáis llamadas a remitir, con la profundidad
de la existencia, al soplo del Espíritu de Dios
que os atraviesa. Escogiendo vivir como pobres, testimoniad lo que realmente es auténtico y nos hace libres.
La celebración del jubileo de vuestra Orden
os ha de interpelar sobre el modo concreto en
el cual vivís vuestra forma de vida.
El mundo, nosotros, tenemos necesidad de
saber que sois testigos de la Resurrección del
Señor, testigos del Dios de la vida.
El mundo, nosotros, tenemos necesidad de
ver en vosotras la continua búsqueda de Dios,
para hacer nuestra esa misma búsqueda.
El mundo, nosotros, necesitamos compartir con pasión vuestra fidelidad creativa para
testimoniar a todos la buena noticia del Evangelio.
El mundo, nosotros, necesitamos colocarnos, con vosotras, en el corazón de la Iglesia,
para ser como Clara y Francisco, personas
evangélicas que gritan a todos que Dios ama
a la humanidad.
No nos privéis, queridas hermanas, del don
de vuestro testimonio. El mundo, nosotros, lo
necesitamos.
Que el Señor que nos ha dado la gracia de
un buen inicio, nos dé la gracia de seguir creciendo en fidelidad creativa y gozosa a cuanto
prometimos (cf. 1Cor 3,6-7).
Roma, 23 de junio de 2009
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
Prot. 100057
EX ACTIS MINISTRI GENERALIS
267
3. Carta a las Hermanas de la Orden de la
Inmaculada Concepción
don de gracia que el Omnipotente y buen Señor
(Cant. 1) derramó en la llena de gracia, María.
¡AVE MARÍA PURÍSIMA!
Inspiradas y llamadas por Dios
Habéis nacido, a impulsos del Espíritu santo, del tronco fecundo de santa Beatriz de Silva, para contemplar el Misterio de Dios en el
misterio de la Concepción Inmaculada de María. Es aquí donde encontráis la razón de ser
y la raíz de vuestra vocación. Una vocación
de seguimiento al servicio del Señor y de su
bienaventurada Madre Inmaculada, viviendo
en común y en permanente contemplación (cf.
CC.GG OIC 5). Por eso me gustaría aprovechar esta oportunidad para desgranar con vosotras algunos elementos de vuestra vocación
inmaculista franciscana, teniendo como icono
la anunciación de María (cf. Lc 1, 26-39), pues
en ella encontraréis las fuentes de la gracia.
Agraciada… has hallado gracia delante
de Dios y concebirás (Lc 1, 28-31)
En el anuncio del ángel, María es saludada
como la llena de gracia. Un nombre nuevo
para María, un nombre que designa una vocación y una misión. Ella es la agraciada, la
que ha encontrado gracia y por ello concebirá. Dios es gracia y ha agraciado a María.
Y la llama a una gran misión: ser madre del
Hijo de Dios. Con la gracia ha sido habilitada
para la gran vocación para la que siempre ha
sido llamada. Su vocación es la maternidad
inmaculada.
Contemplando a María Inmaculada, como
Concepcionistas estáis llamadas a vivir vocacionalmente (cf. CC.GG OIC 9,2). Esto supone
descubrir la vida como vocación, supone vincularse a Jesús a ejemplo de María su Madre, y
seguirle, de modo que se desencadene un proceso para quedar configuradas por la persona
de Jesús, por su palabra y por el proyecto concreto de seguimiento. En vistas del Centenario,
sería muy bueno que cada una de vosotras, mis
queridas hermanas, hiciera un recorrido por su
historia personal de vocación, y la compartiera
con las demás hermanas de la fraternidad. Ver
cómo Jesús os llamó para seguirle, para pertenecer en exclusiva a él, para que él fuera el
amor de vuestra vida (cf. CC.GG OIC 4). Ver
los momentos de densidad de significación en
el amor, no para idealizar el pasado, sino para
desencadenar en vosotras nuevamente ese primer momento a partir del cual se inició vuestra
historia de seguimiento.
Seguramente recorrer vuestra historia personal de vocación y ponerla en común para en-
A todas mis hermanas de la muy querida
Orden de la Inmaculada Concepción:
Salud y santa paz en el Señor (2CtaCus 1).
Con espíritu de promover aún más el mutuo
conocimiento y colaboración de vuestra querida Orden con la nuestra, y en continuidad a
la tradición que comencé hace ahora seis años,
quiero seguir saludándoos con afecto con motivo de la fiesta de Santa Beatriz de Silva, vuestra Fundadora y Madre. Es una oportunidad sin
igual para seguir mostrándonos la vinculación y
comunicación de bienes espirituales y fraterna
colaboración de vuestra Orden y la nuestra, unidos como estamos por la historia y por la Concepción Inmaculada de María (cf. Regla 10).
En gratitud
En esta ocasión quiero comenzar dándoos
las gracias, pues en incontables ocasiones y de
muchas maneras os habéis hecho presente en
la vida de la Orden de Frailes Menores, pero
de modo particular en la mía, como Ministro
de la Fraternidad de los Hermanos. Quiero
agradeceros de modo especial, sirviéndome
también de esta carta, tantas adhesiones como
he tenido en mi reelección como siervo de la
Fraternidad. Gracias, pues he sentido muy de
cerca vuestra presencia y vuestra oración, tanto por mí como por todo el Capítulo General
de la Orden, recientemente celebrado. Gracias
por vuestras plegarias y felicitaciones. Confío
que también, desde la gratuidad, continuaréis
orando siempre y sin desfallecer (cf. Lc 18,1)
tanto por el Definitorio general, como por mí
y por toda la Orden de los Hermanos Menores,
vuestros hermanos.
Hacia el 2011
Estamos a las puertas de la celebración del
quinto centenario de la aprobación de vuestra
Regla (1511 – 17 septiembre – 2011), en la que
su Santidad Julio II confirmó vuestra forma de
vida. En este período que precede a tal evento,
no podemos dejar escapar dicha ocasión, pues la
considero un kairòs que el Señor os ofrece para
profundizar mucho más en el ideal carismático
que hizo nacer a vuestra Orden, para honra de
la Inmaculada Concepción (Regla 1b). Vuestra Orden es fruto de la gracia, de aquel mismo
268
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
trar en diálogo de fe con las hermanas, tendrá
sus luces y sus sombras. Esto es normal, pues
la vida tiene muchas idas y venidas. Pero es
bueno hacernos algunas preguntas esenciales
¿Qué significa Jesús para mí ahora? ¿Dónde
ha quedado el amor primero de mi vida? ¿Qué
motivaciones tengo para seguir a Jesús como
Concepcionista Franciscana?
Fiat (Lc 1, 38)
Es la respuesta de fe y de acogida de María.
No caben dudas, María no pide nada, pues se
trata de una gran confianza y obediencia, un sí
inmaculado y libre como nadie ha dado nunca
jamás. De este fiat, dependen todos nuestros
síes. Nuestras respuestas de fe son ecos del
sí de la Inmaculada Madre de Dios. María, la
Madre, aparece aquí como la discípula del Hijo, seguidora de Jesús. De esta forma mantuvo
siempre una actitud de servicio, obediencia y
disponibilidad ante el misterio de Cristo.
Si servir a Jesucristo es hacerse un solo
espíritu con Cristo Esposo mediante el amor
(Regla 30), como Concepcionistas estáis desposadas y comprometidas a seguir las huellas
del amado Hijo con más libertad, para imitarlo
más de cerca, viviendo en una consagración
radical a imagen de María (cf. CC.GG OIC
25). Habéis dado un sí incondicional al Señor,
para todo y para siempre, en toda ocasión y
momento. Sin pedir nada al Señor, sólo desde
la confianza del amor, os ponéis en actitud de
servicio y disponibilidad a Dios y a las hermanas. Os habéis hecho discípulas de Cristo teniendo como modelo a la Madre Inmaculada.
Es un sí personal que os vincula en fraternidad.
Este sí se comprueba en el prójimo (cf. 1Jn 4,
20) y esto os coloca en la verdad más profunda
de vuestra vida. Las hermanas os colocan en la
humildad de los que se os da. La fraternidad,
elemento esencial de vuestro carisma inmaculista franciscano, no es sólo una mediación
para encontrar a Dios, sino que es lugar de encuentro con Dios en la hermana (cf. CC.GG
OIC 95). Habéis sido llamadas a ser hermanas.
¿De quién habéis recibido el legado de santa
Beatriz sino de vuestras hermanas? ¿Qué recibís de la fraternidad? ¿Cómo os vincula el sí
dado a Dios en la profesión? ¿Qué modelo de
fraternidad os propone la Regla y las Constituciones?
… se levantó María y se fue…(Lc 1, 39)
La vocación de María la hace servidora y
peregrina. Ella se presenta como la portadora
de la Buena Noticia, de su Presencia, comienza la peregrinación de la Palabra de Dios, que
posteriormente se llevará a todos los pueblos.
Es una escena misionera, pues la Madre parte con prontitud, con presteza, a proclamar la
gloria de Dios y su misericordia.
Vuestra vocación os hace también tener
una misión muy concreta en la Iglesia. Por
estar consagradas plenamente a Dios, por la
contemplación, os habéis consagrado también
al servicio de los hombres (cf. CC. GG. OIC
116). Os hacéis súplica permanente por todos,
presentando al señor sus gozos y esperanzas.
De este modo trayendo la contemplación a la
vida y la vida a la contemplación, hacéis de
ésta vuestra misión apostólica en el pueblo de
Dios (cf. CC. GG OIC 15). El seguimiento de
Cristo, en vuestra vida contemplativa, está dirigido a despertar la vida interior de amor. Por
eso la vuestra es una vocación de misión en camino, de hacer camino de fe y contemplación,
de modo que sólo el amor puede justificar y
dar sentido a vuestra forma de vida. ¿El amor
se os ha hecho suficiencia? ¿Cómo se mantiene en vuestras comunidades el espíritu del Señor y su santa operación?
Manteniendo siempre viva la lámpara…
Cuando santa Beatriz voló al cielo, habiendo ya profesado la Regla de la Inmaculada
Concepción, inaugurando con su muerte el nacimiento de la Orden, sus compañeras, doce en
grupo, no dudaron dar continuidad al ideal de
vida que el Espíritu encendió en la Fundadora.
Ella supo mantener despierta la palabra más
importante de su vida y su secreto espiritual:
el nombre de María y precisamente de María
Inmaculada (cf. Pablo vi, Homilía de la Canonización). Ella es la estrella que os ilumina
y que os atrae. María Inmaculada sigue siendo
una palabra para esta humanidad y fuerza viva
en la historia de la salvación y en la vida de la
Iglesia.
Hoy sois vosotras las continuadoras de Beatriz de Silva, de Felipa de Silva y sus compañeras. Hoy os toca a vosotras dar continuidad
al don recibido para que, con creatividad, lucidez y visión de futuro, sepáis atraer a nuevas
generaciones y desde una generosa consagración a Cristo, por la llamada, mantengáis viva
la gracia de vuestros orígenes. No se puede
apagar la lámpara del tabernáculo nunca más,
como sucedió en el momento de la muerte de
la Madre Beatriz. Así como sus compañeras
la encendieron e hicieron florecer a la Orden,
EX ACTIS MINISTRI GENERALIS
hoy sois vosotras, queridas hermanas, las que
tenéis que recuperar el fuego del Espíritu que
esconden las cenizas.
Desde el cielo brilla la Estrella de vuestra
Orden, la Inmaculada Concepción. Pidámosle
al Señor que a través de santa Beatriz os siga
iluminando el modelo de María para caminar
renovando el don de vuestra vocación.
¡María Inmaculada, ruega por nosotros!
Roma, 15 de julio de 2009
Fiesta de san Buenaventura.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
Prot. N. 100112
4. Omelia per l’apertura del Perdono di
Assisi
Santa Maria degli Angeli,
Porziuncola, 1 agosto 2009
LA PORZIUNCOLA: UNO SPAZIO
DELLO SPIRITO E DELLA FEDE
Sir 24,1-4.22-31; Sal 33; Gal 4,3-7; Lc 1,26-33
Con la liturgia odierna, in questa bella giornata, benediciamo il Signore, e con il cuore
traboccante di gioia ci serviamo delle parole
della vergine fatta Chiesa, come chiamava il
Poverello Maria, figlia e ancella dell’altissimo
e sommo Re, il padre celeste, madre del Signore nostro Gesù Cristo, sposa dello Spirito Santo (Ant. UffP), per manifestare la nostra gioia:
l’anima mia magnifica il Signore, ed il mio
spirito esulta in Dio mio salvatore (Lc 1,4637). E in questo giorno di festa, con parole del
Padre san Francesco, salutiamo Maria, come
palazzo, tabernacolo, vestimento e casa di Dio
(cfr. SalV, 4-5).
Celebriamo oggi la dedicazione di questa
Basilica, che quest’anno compie proprio 100
anni come Basilica Pontificia. Una Basilica
innalzata per conservare al suo interno, come
tesoro prezioso, la chiesetta della Porziuncola.
Questa cappella che Francesco ricostruì con le
sue stesse mani, con vero amore filiale nei confronti della Regina degli Angeli, nei primi anni
della sua conversione (cfr. 1Cel 21), e dove,
alla fine, capì il Vangelo (cfr. 1Cel 22). Luo-
269
go santo tra i santi, nel quale ha avuto orgine
l’avventura evangelica di Francesco, di Chiara e della prima fraternità di frati, 800 anni fa
(cfr. LegM 2,8), e dal quale i frati della prima
ora partivano per la missione. Luogo, infine,
amato da Francesco più di ogni altro (cfr. 2Cel
18), perché dedicato alla Madre di Dio, e dove,
mosso da questo amore, Francesco chiederà di
essere trasportato per esalare il suo ultimo alito di vita, qui dove aveva ricevuto lo spirito di
grazia (LegM 14, 3).
La Porziuncola è, prima di tutto, un luogo,
però grazie al fratello e padre san Francesco,
questa piccola porzione di terra (questo significa porziuncola), si convertì in uno spazio
dello spirito e della fede (Benedetto XVI), dove possiamo accedere alla grazia del perdono e
della misericordia. Il cosiddetto perdono d’Assisi, o meglio ancora, l’Indulgenzia della Porziuncola, ottenuta dallo stesso san Francesco
nel 1216 dal Papa Onorio III, ha trasformato
questo luogo in uno spazio privilegiato di penitenza e di grazia, particolarmente per i poveri
che non potevano fare il pellegrinaggio verso
Santiago, Gerusalemme o Roma, sia per la lontananza geografica, sia per le offerte che dette
indulgenze richiedevano, particolarmente quella della Terra Santa, e che erano la fonte principale del sostentamento della Chiesa locale.
Francesco, che dalla sua conversione aveva
scoperto la povertà e i poveri, chiedendo al Papa che l’acquisto dell’indulgenza non comportasse alcun peso economico, era mosso dalla
fraterna sollecitudine per quelle persone che,
per mancanza di mezzi o di forze, non potevano iniziare un lungo viaggio. L’indulgenza
della Porziuncola è un gesto di profonda solidarietà da parte di Francesco con coloro che
non potevano dar nulla, se non la loro fede, la
loro preghiera e la loro disponibilità a vivere
secondo il Vangelo la propria condizione di
povertà.
Al di là di un viaggio lungo e, quasi sempre, molto difficile a causa dei pericoli derivanti dall’incamminarsi verso Compostella, la
Terra Santa o la Città Eterna, ciò che si chiedeva e si chiede per ottenere il perdono della
Porziuncola è l’iniziare un viaggio interiore di
conversione, un incontro con la radicalità del
Vangelo, come lo stesso san Francesco aveva
fatto proprio in questo luogo, una pronta disponibilità per mettere in pratica le esigenze
evangeliche. Non si può pretendere di ottenere
l’indulgenza della Porziuncola rimanendo ancorati alla nostra situazione di peccato. Non si
270
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
può pretendere di gustare la grazia del perdono
d’Assisi nemmeno rimanendo nella nostra mediocrità. Se il peccato è rottura di una relazione
amorosa tra l’uomo e Dio, un abisso profondo che ci separa da Lui e, come conseguenza,
dagli altri (cfr. Rm 1,20-25) – e anche se gli
uomini possono essere strettamente uniti nella
colpa, questo non significa che siano realmente uniti tra di loro – si rende necessario abbattere questa barriera che si interpone tra noi e
Dio e che ci impedisce un’autentica relazione
con l’Altissimo, Onnipotente e Buon Signore
e con gli altri. Se il peccato abita in noi, come
dice san Paolo (cfr. Rm 7,20-21), e ci fa suoi
schiavi e prigionieri (cfr. Rm 6,17.20; 7,14),
così che volendo fare il bene, operiamo il male (cfr. Rm 7,19), per gustare la misericordia
del Signore è necessaria una volontà ferma per
sradicarlo da noi, una lotta che ci porti a sperimentare in noi stessi quello che sappiamo per
fede: che il peccato è stato vinto da Cristo.
Cari fratelli e sorelle: Dio è compassionevole e buono, ricco nella misericordia, affermano le Sacre Scritture. Questa è una delle
verità di fede tra le più meravigliose e gioiose.
La rivelazione ci mostra come il dramma del
peccato è anche un dramma nel cuore di Dio,
che constata come l’uomo, facendo un uso non
corretto della sua libertà (cfr. Mt 7,20), possa
trasgredire al vero amore. Ciascuno di noi, creato ad immagine e somiglianza di Dio, di fatto
ha il terribile potere di ostacolare Dio nella sua
volontà di darci la vita e la vita in pienezza.
Ciascuno di noi, a causa del peccato, cade in
una schiavitù dalla quale non possiamo uscire con i nostri soli mezzi. È proprio in questi
momenti che Dio non ci abbandona. La sua
misericordia è la chiave per toglierci da questa
schiavitù, facendoci uscire nello spazio della
libertà, insegnandoci ad amare in modo sincero e autentico.
Il Padre ci ama! E questa certezza non può
che spingerci ad aderire a Cristo, a camminare in atteggiamento di conversione costante:
convertitevi, ossia: credete al Vangelo (Mc
1,15), ripete oggi il Signore a ciascuno di noi,
convocati per celebrare il perdono d’Assisi. In
questo impegno sappiamo che non siamo soli.
All’origine di ogni autentica conversione c’è
lo sguardo di Dio sul peccatore. Uno sguardo
che si traduce in una ricerca amorosa costante, in passione fino alla croce, in volontà di
perdono senza misura, come nel caso di Levi
(cfr. Mc 2,13-17), di Zaccheo (cfr. Lc 19,110), dell’adultera (cfr. Gv 8,1-11), del ladrone
(cfr. Lc 23, 39-43), della samaritana (cfr. Gv
4,1-30). Quando l’essere umano ha scoperto e
gustato il Dio della misericordia e del perdono,
non può vivere se non convertendosi costantemente a lui (Dives in misericordia, 13).
Va e non peccare più (Gv 8,11). Il perdono
è dato gratuitamente, però l’uomo è invitato a
corrispondere a questo perdono con un serio
impegno di vita rinnovata. Celebrando l’indulgenza della Porziuncola, avviciniamoci,
cari fratelli e sorelle, al sacramento della riconciliazione e della misericordia. Il Signore
ci aspetta, come il padre della parabola del figliol prodigo (cfr. Lc 15,11-32). Un cuore contrito e umile il Signore non lo disprezza. Egli
è sempre disposto a riscattarci dalla schiavitù
(cfr. Gal 4,3ss), a rinnovare la sua alleanza
con noi e a ridonarci al dignità di figli (anello
e vesti nuove).E allora gusteremo e vedremo
che il Signore è buono, che egli ci libera dal
nostro peccato e cura il nostro cuore ferito (cfr.
Sal 33). E sentiremo, anche, che la festa che il
padre ha preparato è per ciascuno di noi, e che
il figlio che era morto e che è tornato alla vita
siamo tu ed io. E allora benediremo il Signore
in ogni momento perché la sua bontà e misericordia non hanno limiti.
Maria, madre della misericordia, madre del
bell’amore e del timore,della conoscenza e
della santa speranza (cfr. Sir 24,24, neo vulgata), attraverso la quale abbiamo ricevuto colui che è la manifestazione suprema dell’amore di Dio per l’umanità, lei, la piena di grazia
(Lc 1,28), ci ottenga la grazia di partecipare in
pienezza della grazia.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro generale
5. Discorso in occasione della XXIX marcia
francescana
Assisi, 4 agosto 2009
DA’ PAROLA AI TUOI PASSI
Cari amici e fratelli,
vi saluto con le parole di Frate Francesco:
Il Signore vi dia la pace!
Da diverse regioni dell’Italia, della Croazia, della Francia e dell’Austria vi siete messi
in cammino verso Assisi: città di Francesco e
Chiara, città di incontro, di pace e di dialogo. E
dopo aver gustato l’esperienza del perdono in
EX ACTIS MINISTRI GENERALIS
questo piccolo angolo di paradiso, la Porziuncola, vi preparate ora a ritornare ai vostri luoghi
di provenienza. Mentre ringrazio il Signore di
questa bellissima opportunità di incontrarvi, desidero condividere con tutti voi alcune riflessioni che ci aiutino a continuare a camminare.
Siamo, di fatto, viandanti e pellegrini. Usando un’espressione tipicamente nostra, possiamo ben dire di essere mendicanti di senso. In
modo particolare nel momento in cui state
vivendo voi, la ricerca di senso pieno per le
vostre vite si fa pressante. E molte sono le domande: quale sarà il mio futuro? Che carriera
scegliere? Che farò della mia vita? Non è vero
che queste e altre domande simili girano nella
vostra mente e si annidano nel vostro cuore in
più di un’occasione?
Giustamente tutti desideriamo la vita e la
vita in pienezza. Però, di nuovo, dove trovarla? Da chi lasciarci accompagnare in questa
ricerca?
La marcia francescana, che quest’anno arriva alla sua XXIX edizione, ha in questa occasione lo slogan, «Da’ parola ai tuoi passi». C’è
in esso, cari amici, un’indicazione importante
per il nostro cammino: accettare di camminare
accompagnati e guidati da e attraverso la Parola di Dio, «lampada ai miei passi è la tua Parola, luce sul mio cammino» (Sal 118, 105). In
un mondo doinato da molte parole che difficilmente riescono a comunicare qualcosa, e con
ancor maggiore difficoltà riescono a comunicare con qualcuno, questo è il mio consiglio di
amico, fratello e compagno di cammino: non
facciamo il cammino da soli, facciamolo accompagnati dalla Parola di Dio.
Francesco d’Assisi sia, per noi, esempio
anche in questo. Egli, giovane come voi, era,
come lo chiama san Bonaventura, un “uomo
di desideri”, e, come tale, cercava con ansia
un cammino di futuro. Lo cercò come “re della gioventù di Assisi”, ma arrivò un momento
in cui le feste, invece di produrgli allegria, gli
infondevano tristezza. Lo cercò in battaglia,
come cavaliere, ma una sconfitta vergognosa
lo portò a capire che quella non era la strada
per saziare il desiderio di immortalità che ribolliva nel suo cuore. Il giovane assisiate si
sentiva abitato da un irresistibile desiderio di
gloria, di fama e di voler arrivare ad essere
importante, ma tra disillusioni e frustrazioni
incomincia a capire che a questi desideri e sogni deve dare una risposta adeguata che non
sia superficiale. Come trovare questa risposta
adeguata?
271
Un giorno entra in questa chiesetta della
Porziuncola. Viene proclamato il Vangelo della Missione, lo stesso che abbiamo ascoltato
noi oggi, le tenebre del suo cuore si illuminano
e, con la prontezza di chi ha trovato risposta
a tutte le sue domande esistenziali risponde:
«questo voglio, questo chiedo, questo bramo
di fare con tutto il cuore!» (1Cel 22). E più tardi, quando uno dei suoi primi compagni, frate
Bernardo, gli chiede cosa deve fare, Francesco
gli risponde: apriamo il Vangelo e chiediamo
consiglio a Cristo (cf. 2Cel 15). A ragione, alla
fine dei suoi giorni, confesserà che solo il Signore gli mostrò cosa doveva fare, ma lo stesso
Altissimo mi rivelò che dovevo vivere secondo la forma del santo Vangelo (cfr. Test 14).
Dopo aver scoperto, nella Parola della Sacra
Scrittura, colui che è la Parola che da sempre
abita presso Dio e che nella pienezza dei tempi
si fece carne (cfr. Gv 1,14), Francesco accoglie
la Parola di Dio, e particolarmente il Vangelo,
come sua compagna di viaggio nella ricerca
del progetto di Dio per lui ed i suoi compagni.
Da allora, fino alla fine dei suoi giorni, sarà la
Parola di Dio, ed in particolare il Vangelo, la
bussola che gli segnerà la direzione da seguire.
Cari giovani: come Francesco siate anche
voi cercatori, mendicanti di senso, seguendo
la Parola. Essa sia, come lo era per il salmista, lampada che illumini il vostro cammino,
la vostra ricerca di pienezza. Sia essa a dissipare le vostre paure e ad illuminare la vostra
esistenza nei momenti più difficili. Sia essa a
liberare la vostra libertà. Sia essa a portarvi
a conoscere la verità, quella verità che vi farà
veramente liberi (cfr. Gv 8,31- 32). Sia essa a
condurvi a gustare la pienezza della gioia che
nasce dall’incontro con questa verità. Sia essa a permettervi di contemplare il vero Dio e
di leggere gli avvenimenti della storia con gli
occhi del Signore stesso. E quando nella notte oscura delle difficoltà e delle sofferenze vi
stancherete di camminare e di cercare al punto
di dire con il salmista «sono stanco di soffrire» (Sal 118,119), non smettete mai di pregare
come lui: «dammi vita secondo la tua Parola»
(Sal 118,107).
Alla fine della marcia verso Assisi, vi invito, cari giovani, a frequentare la scuola
della Parola, coscienti che, come ci dice un
altro grande innamorato della Parola di Dio,
l’ignoranza delle Scritture è ignoranza di Cristo (cf. DV 25). Leggendola assiduamente apprenderete a conoscere sempre di più Cristo.
Educando il vostro cuore all’ascolto troverete
272
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
il segreto per avere un cuore docile (cfr. 1Re
3,5.9), che vi porterà ad obbedire, con gioia e
prontezza come fece Francesco 800 anni fa, a
quanto il Signore vi chiede attraverso la sua Parola. Essendo di quelli che mettono in pratica
la Parola e non solo ascoltatori, come ci esorta
l’Apostolo Giacomo (cfr. Gc 2,22), costruirete la vostra casa, quella della vostra vita, sulla
roccia ferma che non cederà di fronte ad alcun
tremore o difficoltà, come ci insegna Gesù stesso (cfr. Mt 7,24). Costruite, cari giovani, le vostre vite sulla roccia che è Cristo, accogliete con
gioia la Parola di Dio, e, mettendola in pratica,
lasciatevi ricreare perché solo così le vostre vite
conserveranno sempre la poesia e la bellezza,
la freschezza e l’incanto della vostra gioventù.
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro generale
6. Homilía en la conclusión del 2° Meeting
europeo de jóvenes franciscanos
Santiago de Compostela, 15 de agosto de 2009
ESTO ES LO QUE
YO QUIERO
Queridos jóvenes:
Os reitero mi más cordial
y fraterno saludo de Paz y Bien.
Estáis a punto de concluir vuestra peregrinación a Santiago de Compostela. En ella habéis
recorrido el mismo camino que recorrieron tantos hombres y mujeres desde hace siglos. Entre
ellos, como ya hemos recordado en el Monte del
Gozo el primer día, se encuentra san Francisco
de Asís. Como muchos peregrinos de ayer y de
hoy, el Poverello se puso en camino hacia Santiago para conocer el querer del Señor. Desde
los primeros días de su conversión, Francisco
se sintió un verdadero mendicante de sentido.
Quería y buscaba vida y vida en plenitud. Tenía
sed de eternidad y después de intentar saciarla en las armas y haber fracasado, ahora había
descubierto el manantial que podía saciar definitivamente su sed. Su peregrinación a Santiago
bien se puede ver como una manifestación del
camino interior que había iniciado en Asís cuando se encontró con el leproso, con el Cristo de
san Damián y con el Evangelio. Un camino que
ya no terminará, pues toda su vida consistirá en
caminar hasta identificarse definitivamente con
Cristo, y poder decir con san Pablo vivo, pero no
vivo yo, es Cristo quien vive en mí (Gál 2. 20).
Precisamente los pasajes del Evangelio que
encontró Francisco al azar y que le mostraron
el camino a seguir para él y sus compañeros
fueron los mismos textos que os acompañaron
en vuestro camino hacia Compostela: Sólo una
cosa te falta: vete, vende lo que tienes y dáselo a
los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego,
ven y sígueme (Mc 10, 21), no toméis nada para
el camino (Lc 9, 3a), y, finalmente, si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su propia cruz y sígame (Mt 16, 24).
Son todos ellos textos de seguimiento, que
hablan de la radicalidad en la donación de uno
mismo al Señor. El discípulo, todos nosotros, es
aquel en cuya vida hay un antes y un después, separados por el encuentro con el Señor. Uno no
puede decir haber encontrado a Jesús y seguir
viviendo como antes. Eso es lo que quiere decir
“niégate a ti mismo”. El discípulo es aquel que
está dispuesto a dar la vida por Jesús, no sólo a
través del martirio, si llegase el momento, sino en
la vida de cada día, dando testimonio de su fe en
él, aunque esto le comporte persecución. Esto significa tomar la propia cruz. El discípulo es aquel
que pone toda su confianza en el Señor, aquel
cuya única riqueza es el mismo Jesús, como lo
fue para Francisco. Por ello no lleva nada para
el camino y se despoja de todo, seguro de tener
un tesoro en el cielo. El discípulo es el que sigue
a Jesús, sigue sus huellas y reproduce en su vida
la vida de Jesús. Al discípulo no le está permitido
inventar otro camino: Ejemplo nos ha dado –dice
san Francisco- para que sigamos sus huellas.
Al escuchar estas exigencias no faltarán aquellos que, como hicieron ante el discurso del pan
de vida, se vayan diciendo: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede escucharlas? (Jn 6, 60),
o que, como los atenienses ante el discurso de
Pablo sobre la resurrección de los muertos, muchos se echen a reír, y otros digan: sobre esto te
oiremos otra vez (cf. Hch 17, 32). Pero no faltarán tampoco los que como Pedro confiesen: Tú
tienes palabras de vida eterna (Jn 6, 68), o como
Francisco: Esto es lo que yo quiero, esto es lo
que yo busco, esto es lo que en lo más íntimo del
corazón anhelo poner en práctica (1Cel 22).
Queridos jóvenes: Hoy Jesús, mirándoos con
amor como un día miró al joven rico del que nos
habla el Evangelio (cf. Mc 10, 21) os dice: ¡SÍGUEME! (Mc 2, 24), ¡venid conmigo! (Mc 1,
17). Seguir a Jesús en las distintas vocaciones
a las que el Señor llama (vida matrimonial, sacerdocio o vida religiosa/franciscana) nunca fue
fácil, y menos todavía hoy. Jesús, a quien desee
seguirlo, le pide, hoy a nosotros como ayer se
EX ACTIS MINISTRI GENERALIS
lo pidió a sus discípulos y a Francisco, radicalidad. Radicalidad frente a los bienes materiales:
Vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres
y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme (Mc 10, 21), y también: no toméis nada
para el camino (Lc 9, 3a).
Radicalidad frente a uno mismo: si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su propia cruz y sígame (Mt 16, 24).
Radicalidad frente a lo que uno más ama: Si
alguno viene donde mí y prefiere a su familia
o a su propia vida antes que a mí, no puede ser
discípulo mío (cf. Lc 14, 26). Jesús continúa
pidiendo exclusividad: Deja que los muertos
entierren a los muertos (Mt 8, 22). Jesús continúa pidiendo una opción definitiva: Nadie que
pone mano al arado y mira atrás es apto para
el reino de los cielos (Lc 9, 62). Y es que la
respuesta del discípulo se basa en el amor fuerte y eternamente fiel de Dios (cf. Sal 117, 2).
Seguir a Jesús implica un deseo profundo de
vivir con él, para él y como él, para siempre, en
todo momento y en toda ocasión. No se puede
seguir a Jesús sólo a nivel de sentimientos, ni
tampoco a un simple nivel intelectual o ideológico. Seguir a Jesús comporta una opción de
vida que, lejos de estar reñida con una existencia gozosa y con la felicidad, posibilita la
plenitud de vida. Como ama repetir Benedicto XVI: cuando Cristo entra en la vida de un
hombre o de una mujer no quita nada, sino que
lo da todo… Abrid pues, queridos jóvenes, las
puertas de vuestra vida a Cristo, como decía
Juan Pablo II. Abrid vuestro corazón a Cristo. No tengáis miedo. No os cerréis a su amor.
Como la samaritana del Evangelio dejad que
Jesús entre en vuestro “espacio vital”, ofrecedle lo que sois, lo que tenéis –aunque sólo sea
273
vuestra infidelidad- y él saciará definitivamente vuestra sed de plenitud.
Sé muy bien, queridos jóvenes, que esto no
es fácil comprenderlo y menos todavía vivirlo.
En una sociedad que pone la felicidad en el tener, en el disfrutar de la vida sin trabas o límite
alguno, este lenguaje es duro. Todo ello exige
un salto de calidad en la propia vida. El salto
que dieron los discípulos, el salto que dio Francisco, el salto que dieron y dan tantos hombres
y mujeres de ayer y de hoy, el salto de la fe en el
Dios para el cual nada hay imposible (cf. Lc 1,
37). Nuestro Dios es el Dios de lo imposible: lo
que es imposible al hombre no lo es para Dios
(cf. Lc 18, 27). Por ello, fiándonos de su Palabra
(cf. Lc 5, 5), bien podemos decir como el Apóstol san Pablo: Todo lo puedo en aquel que me
da la fuerza (Fil 4, 13).
Queridos jóvenes: Conozco bien vuestra
generosidad y vuestras posibilidades. Conozco
vuestra sed de plenitud. Sé que en el corazón de
muchos de vosotros arde un profundo deseo de
entrega radical e incondicional a Cristo. Sé que
todos vosotros deseáis ser contados, como Santiago Apóstol, entre los amigos de Jesús. Basado
en esas certezas no dudo en pediros una opción
radical de fe y de vida, que acojáis el mensaje
de Jesús en su totalidad y en su radicalidad. Y
vuestra vida será como la del joven Francisco:
Una vida enteramente para Dios y enteramente
para la humanidad, particularmente la humanidad herida. ¿Queréis ser como Francisco de
Asís? Seguid a Cristo en la vocación a la que él
os llame. ¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas de vuestro corazón a Cristo!
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general
E SECRETARIA GENERALI
1. Capitulum Prov. S. Crucis in Bosnia/
Herzegovina
3. Capitulum Prov. S. Venceslai in Ceca Republica
Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia della Santa Croce, in Bosnia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del
Diritto, nella Casa di San Paolo, in Sarajevo,
Nedžarići, sotto la presidenza del Visitatore
generale, Mioč Fr. Gabrijel, il giorno 22 aprile 2009 sono statti eletti
per l’ Ufficio di Ministro provinciale:
Gavran Fr. Lovro
per l’ufficio di Vicario provinciale:
Karaula Fr. Marijan
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Majdandžić Fr. Mirko
Marković Fr. Luka
Topić Fr. Mato
Vrebac Fr. Pero.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009.
Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia di San Venceslao di Boemia e Moravia,
nella Repubblica Ceca, regolarmente celebrato
secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa
della Beata Vergine Maria, in Praga, sotto la
presidenza del Visitatore generale, Brázda Fr.
Cyril Jaroslav, il giorno 23 aprile 2009 sono
statti eletti
per l’ Ufficio di Ministro provinciale:
Jurka Fr. Jeroným František
per l’ufficio di Vicario provinciale:
Dohnal Fr. Jan Maria Vianney
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Černý Fr. Bartoloměj Pavel
Klučka Fr. Didak Robert
Valer Fr. Dominik Daniel
Zatloukal Fr. Augustin Jiří.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009.
Prot. 099899/S149-09
Prot. 099890/S152-09
2. Capitulum Prov. Liguriæ Ss. ����������
Cordis Mariæ in Italia
4. Capitulum S. Stephani Regis in Romania
Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia Ligure del Sacro Cuore della Beata Vergine Maria, in Italia, regolarmente celebrato
secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa
di Nostra Signora del Monte, in Genova, sotto
la presidenza del Visitatore generale, Amanzi
Fr. Cristoforo, il giorno 21 aprile 2009 sono
statti eletti
per l’Ufficio di Ministro provinciale:
Vaccari Fr. Mario
per l’Ufficio di Vicario provinciale:
Savone Fr. Antonio
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Conti Fr. Maurizio
Contini Fr. Andrea
Pozzi Fr. Luca
Tosini Fr. Alberto.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009.
Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia di Santo Stefano Re, in Transilvania,
Romania, regolarmente celebrato secondo
le disposizioni del Diritto, nella Casa della
Beata Vergine Maria, in Csíksomlyó, sotto
la presidenza del Visitatore generale, Gábor
Fr. Tamás, il giorno 29 aprile 2009 sono statti
eletti
per l’ Ufficio di Ministro provinciale:
Orbán Fr. Szabolcs
per l’ufficio di Vicario provinciale:
Bőjte Fr. Mihály
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Albert Fr. Leánder
Kovács Fr. Antal
Páll Fr. Leó
Péter Fr. Arthur.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009.
Prot. 099900/S150-09
Prot. 099909/S158-09
276
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
5. Capitulum Prov. Franciscanæ de Arantzazu in Hispania
El Capítulo Provincial la Provincia Franciscana de Arantzazu, en España, celebrado
legítimamente conforme a Derecho en Asís
Topagunea de la Casa-Santuario de Nuestra
Señora de Arantzazu, y presidido por el Visitador General, Colomer Barber Fr. Rafael,
los días 15 y 16 de abril de 2009 eligió
para el Oficio de Ministro provincial:
Zuriarrain Urretabizkaia Fr. Juan Telésforo
para el Oficio de Vicario provincial:
Arregi Guridi Fr. José María
para el oficio de Definidores provinciales:
Beristain Uzkudun Fr. Iñaki
Dorronsoro Mujika Fr. Juan Miguel
Hernansanz Chico Fr. Mikel
Larrea Arrizabalaga Fr. Juan Ignacio
Martinez de Ilarduya Fdz. de Troconiz
Fr. Juan Maria.
El Definitorio General, en la Sesión del día
1 de mayo de 2009, examinó las Actas auténticas de estas elecciones y las aprobó.
Prot. 099910/S159-09
6. Capitulum Prov. Castellanæ S. Gregorii
Magni in Hispania
El Capítulo Provincial la Provincia de San
Gregorio Magno de Castilla, en España, celebrado legítimamente conforme a Derecho, en la
Casa de Arenas de San Pedro, y presidido por el
Visitador General, Cerrato Chamizo Fr. Guillermo, los días 1 y 3 de abril de 2009 eligió
para el Oficio de Ministro provincial:
Sainz Giménez Fr. José María
para el Oficio de Vicario provincial:
Moreno Camuñas Fr. Rubén
para el Oficio de Definidores provinciales:
Alcalde Quintas Fr. Víctor Manuel
Martín Hernández Fr. José
Rocha Grande Fr. Emilio
Ruano Santateresa Fr. Pedro.
El Definitorio General, en la Sesión del día
1 de mayo de 2009, examinó las Actas auténticas de estas elecciones y las aprobó.
Prot. 099854/130-09
7. Capitulum Prov. Granatensis Nostræ Dominæ a Regula in Hispania
El Capítulo Provincial la Provincia de Granada de Nuestra Señora de Regla, en España,
celebrado legítimamente conforme a Derecho
en la Casa de Espiritualidad Santa María de
Regla, de Chipiona (Cádiz), y presidido por el
Visitador general, Oliver Alcón Fr. Francisco, el día 7 de abril de 2009 eligió
para el Oficio de Ministro provincial:
Fr. Severino Calderón Martínez
para el Oficio de Vicario provincial:
Berrueta López de la Calle Fr. Jesús
para el Oficio de Definidores provinciales:
Jiménez Durán Fr. Salvador
Martínez Manjón Fr. Eugenio
Núñez Azpilicueta Fr. Onofre
Palacios Barrio Fr. Carlos
Zurera Ribó Fr. Joaquín.
El Definitorio General, en la Sesión del día
1 de mayo de 2009, examinó las Actas auténticas de estas elecciones y las aprobó.
Prot. 099870/S136-09
8. Capitulum Prov. Magnæ Dominæ Hungarorum in Hungaria
Nel Capitolo provinciale della Provincia di
Nostra Signora degli Ungheresi, in Ungheria,
regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa della Beata Vergine
Maria, in Nives-Szeged, sotto la presidenza
del Visitatore generale, Bőjte Fr. Mihály, il
giorno 16 aprile 2009 sono statti eletti
per l’ Ufficio di Ministro provinciale:
Magyar Fr. Gergely
per l’ufficio di Vicario provinciale:
Orosz Fr. Lóránt
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Berhidai Fr. Piusz
Frész Fr. Timóteus
Lendvai Fr. Zalán
Lukovits Fr. Milán.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009.
Prot. 099892/S154-09
9. Electio extra Capitulum Prov. S. Francisci de Quito in Aequatoria
Habiéndose dado la vacante en el Oficio
de Ministro provincial de la Provincia de San
Francisco de Quito, en Ecuador, el 25 de marzo
E SECRETARIA GENERALI
de 2009 con la publicación del nombramiento
de Heras Segarra Fr. Walter Jeová, como
Vicario Apostólico de Zamora en el mismo
país, el Congreso Definitorial de la Provincia,
legítimamente convocado y reunido en el Convento Máximo de San Pablo de Quito, bajo la
presidencia del Vicario Provincial, Sisalema Hidalgo Fr. Gonzalo, el día 25 de marzo
de 2009, eligió al Ministro Provincial y a los
Hermanos para las subsiguientes vacantes de
oficio que, ipso facto, se dieron en la misma
Sesión del Congreso:
para el oficio de Ministro provincial:
Sisalema Hidalgo Fr. Gonzalo
para el oficio de Vicario provincial:
Ortega Abarca Fr. Mario
para el oficio de Definidor provincial:
González Fr. Víctor Hugo
El Definitorio General, en la Sesión del día
5 de mayo de 2009, estudió y aprobó el Acta
Auténtica de estas Elecciones.
Prot. 099843/S124-09
10.Capitulum Prov. S. Hedvigis in Polonia
Nel Capitolo Provinciale della nostra Provincia di Sant’Edvige in Polonia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto,
nella casa Góra św. Anny, sotto la presidenza
del Visitatore generale, Hess Fr. Azariasz J.,
il giorno 23 aprile 2009 sono statti eletti
per l’ Ufficio di Ministro provinciale:
Chomik Fr. Wacław Stanisław
per l’ufficio di Vicario provinciale:
Gohly Fr. Jozafat Roman
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Bołd Fr. Wit Michał
Gołąbek Fr. Emilian Piotr
Gorzołka Fr. Rafał
Kaltbach Fr. Fabian Gerard
Michali Fr. Flawian Józef.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 6 maggio 2009.
Prot. 099926/164-S09
11 Capitulum Intermedium Prov. ������
Dalmatiæ S. Hieronymi in Croatia
Nel Capitolo Provinciale 2009 della Provincia di Dalmazia di San Girolamo, in Croazia, regolarmente celebrato secondo le dispo-
277
sizioni del Diritto, nella Casa di Košljun, sotto
la presidenza del Ministro Provinciale, Sopta
Fr. Josip, il giorno 23 aprile 2009 sono statti
eletti,
per l’ufficio di Definitori provinciali:
Delić Fr. Frano
Mrvelj Fr. Ante
Šustić Fr. Božidar
Žužić Fr. Stjepan.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 21 maggio 2009.
Prot. 099936/S169-09
12.Electio extra Capitulum Prov. Trium
Sociorum in Gallia/Belgio
During a special session of the Provincial
Definitory of our Province of The Three Companions, in France and Belgium, convoked by
and under the Presidency of the Vicar Provincial, Joly Br. Dominique, regularly celebrated
in the House of St. Francis, in Paris, France,
on the 27th of June 2009, in accordance with
the norms of Canon Law and of article 181 §§
2 and 3 of the General Statutes the following
were elected:
to the Office of Minister Provincial:
Joly Br. Dominique
to the Office of Vicar Provincial:
Kohler Br. José
to the Office of Provincial Definitor:
Brailly Br. Christian.
The General Definitory, during its session
of the 11th of July 2009, carefully examined
and approved the election.
Prot. 100104/S233-2009
13.Electio extra Capitulum Prov. S. Michaëlis Archangeli in Indonesia
The Provincial Definitory of our Province
of St. Michael the Archangel, in Indonesia,
during a special session to comply with articles
181 of the General Statutes, celebrated in the
Provincialate House of St. Michael, Jakarta, on
the 30th of June 2009, elected the following,
to the Office of Minister Provincial:
Sunarko Br. Adrianus
to the Office of Vicar Provincial:
Aman Br. Petrus Kanisius
to the Office of Provincial Definitor:
Nahak Br. Daniel Klau.
278
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
The General Definitory, during its session
of the 11th of July 2009, carefully examined
and, having made a Sanatio of some irregularities in procedure, approved the election.
Prot. 100091/S223-2009
14.Electio extra Capitulum Prov. Picenæ S.
Iacobi de Marchia in Italia
Il Congresso definitoriale della Provincia
Picena S. Giacomo della Marca in Italia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni
del Diritto, il 25 giugno 2009, nella Casa S.
Francesco di Loreto, presieduto da Angelisanti Fr. Alessandro, Vicario provinciale, a
norma dell’art. 181degli Statuti Generali, ha
eletto fuori Capitolo,
per l’ufficio di Ministro provinciale:
Natalini Fr. Valentino
ufficio vacante per l’elezione del predecessore
a Definitore generale.
Questa elezione è stata ratificata dal Definitorio Generale l’11 luglio 2009.
Prot. 100075/S211-09
15.Capitulum Intermedium Prov. Apuliæ
S. Michaëlis Archangeli in Italia
Nel Capitolo della Provincia di San Michele Arcangelo di Puglia e Molise, in Italia,
regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, presso il Centro d’Accoglienza
“Approdo” in San Giovanni Rotondo, sotto la
presidenza di Carfagna Fr. Pietro, Ministro
provinciale, il giorno 2 luglio 2009 sono statti
eletti i quattro Definitori all’Ufficio di definitori della Provincia:
Civitavecchia Fr. Leonardo
Cofano Fr. Antonio
Nesta.Fr. Roberto
Tomiri Fr. Giuseppe.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale l’11 luglio 2009.
Prot. 100094/S225-09
16.Electio extra Capitulum Prov. Nostræ
Dominæ Reginæ Pacis in Africa Meridionale
During a special session of the Provincial
Definitory of our Province of Our Lady Queen
of Peace, in South Africa, under the Presidency
of Jawaheer Br. Jeff, celebrated at the Provincial Curia of Santa Sophia, Pretoria, on the 1st
of July 2009, in accordance with the norms of
Canon Law and of article 181 §§ 2 and 3 of the
General Statutes, the following were elected,
to the Office of Minister Provincial:
Khanyile Br. Makhomba Augustine
to the Office of Vicar Provincial:
Lovett Br. William.
The General Definitory, during its session
of the 11th of July 2009, carefully examined
and, having made a Sanatio of some irregularities in procedure, approved the election.
Prot. 100093/M044-2009
17.Capitulum Prov. Tusciæ S. Francisci
Stigmatizati in Italia
Nel Capitolo della Provincia Toscana dei
Frati Minori di San Francesco Stimmatizzato,
in Italia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa del Santuario
della Verna, sotto la presidenza di Colombotti
Fr. Tarcisio, Visitatore generale, il giorno 26
giugno 2009 sono statti eletti,
per l’ Ufficio di Ministro provinciale:
Fantaccini Fr. Paolo
per l’ufficio di Vicario provinciale:
Ruffato Fr. Giulio Francesco
per l’Ufficio di Definitori della Provincia:
Crisci Fr. Livio
Grassi Fr. Massimo
Guarguaglini Fr. Sandro
Sebastiani Fr. Marco.
Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale l’11 luglio 2009.
Prot. 100073/S210-09
18. Electio extra Capitulum Prov. Assumptionis BMV in Argentina
El Definitorio Provincial de la Provincia
Franciscana de la Asunción de la Ss.ma Virgen del Río de la Plata, en Argentina, durante
la sesión del Congreso del Definitorio celebrado en la sede de la Curia Provincial en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 1 de
julio de 2009, y en cumplimiento del artículo
181 de los EE.GG, ha efectuado las siguientes
elecciones,
E SECRETARIA GENERALI
para el oficio de Ministro provincial:
Gutiérrez Olmos Fr. José Enid
para el oficio de Vicario provincial:
Catalan Fr. Jorge David
para el oficio de Definidor provincial:
Lapierre Revuelto Fr. Luís Fernando.
El Definitorio General, en la Sesión del día
22 de julio de 2009, estudió y aprobó el Acta
Auténtica de estas Elecciones.
Prot. 100117/244-S09
19.Visitatores generales
– Gerritsma Br. Frans, Prov. Ss. Martyrum
Gorcomiensium, in Nederlandia, pro
Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, in Belgio:
01.05.2009; prot. 099544/S469-2008.
– Maryjka Fr. Rufin, Prov. S. Mariæ Angelorum, in Polonia, pro Prov. Assump�������
tionis BMV, in Polonia: 04.05.2009; prot.
099697/S58-09.
– Michalczyk Fr. Wacław, Prov. S. Mariæ
Angelorum, in Polonia, Visit. Absistens
pro Prov. Assumptionis BMV, in Polonia:
04.05.2009; prot. 099697/S58-09.
– Crisci Fr. Livio, Prov. Tusciæ S. Francisci
Stigmatizati, in Italia, pro Prov. Venetæ S.
Antonii Patavini, in Italia: 06.05.2009; prot.
099842/123-S09.
– Muro Aréchiga Fr. Juan Ignacio, Prov. B.
Juniperi Serra, in Mexico, pro Prov. S. Philippi de Jesu, in Mexico: 06.05.2009; prot.
099871/S137-09.
– Nosić Fr. Stipe, Prov. Dalmatiæ S. Hieronymi, in Croatia, pro. Prov. S. Crucis, in
Slovenia: 06.05.2009; prot. 099912/162S09.
– Ramos Fr. Valmir, Cust. Ss. Cordis, in
Brasilia, dep. a Prov. Neapolitana Ss. Cordis Iesu, in Italia, Visit. Absistens pro Fund.
N. D. de Fatima, in Brasile, dep. a Prov.
Salernitano-Lucana Immaculatæ Conceptionis BMV, in Italia: 06.05.2009; prot.
099826/116/S09.
– Riccio Fr. Antonio, Prov. Samnito-Hirpinia
S. Mariæ Gratiarum, in Italia, pro Prov. S.
279
Bernardini Senensis, in Italia: 06.05.2009/
prot. 099929/166-S09.
– Serri Fr. Carlo, Prov. Aprutiorum S. Bernerdini Senensis, in Italia, pro Prov. Salerintano-Lucana Immaculatæ Conceptionis
BMV, in Italia: 06.05.2009; prot. 099826/
S116-09.
– Bravi Fr. Francesco, Prov. Mediolanansis S. Caroli Borromæi, in Italia, pro Cust.
Terræ Sanctæ, in Israel: 25.06.2009; prot.
100026/041-M09.
– Dohnal Fr. Jan Maria Vianney, Prov. S.
Venceslai, in Ceca Republica, pro Prov. Ss.
Salvatoris, in Slovachia: 25.06.2009; prot.
100027/187-S09.
– Zammit Fr. Jimmy, Prov. S. Pauli Apostoli,
in Melita, Visit. Absistens pro Cust. Terræ
Sanctæ: 23.07.2009; prot. 100026/041M09.
– Egiguren Iraola Fr. José Ángel, Prov.
Franciscanæ de Arantzazu, in Hispania, pro
Prov. S. Iacobi de Compostela, in Hispania:
23.07.2009; prot. 100062/205-S09.
– Talens Albiñana Fr. Ángel Esteban, Prov.
Valentiæ et Aragoniæ S. Ioseph, in Hispania, pro Cataluniæ S. Salvatoris ab Horta,
in Hispania: 23.07.2009; prot. 100110/239S09.
20. Domus suppressæ
– Crist Rei, Barcellona, Spagna: 03.05.2009;
prot. 099864/S144-09.
– San Francisco de Asís, Neiva (Huila), Colombia: 26.06.2009; prot. 100056/S20209.
21. Notitiæ particulares
1. Commissione “Fondo Giubileo”
Il Ministro generale, Fr. José R. Carballo,
ha rinnovato la Commissione del “Fondo
Giubileo”, i cui Membri sono: Copps Fr.
Michael, Prov. Immaculatae Conceptionis
280
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
BMV, in Britannia Magna; O’Connor Fr.
John, Prov. Ss. Nominis Iesu, USA; Brocanelli Fr. Vincenzo, Prov. Picenæ S. Iacobi de Marchia, in Italia: 05.05.2009; prot.
099088/241-S08.
2. Nuovo Segretario generale dell’Ordine
McGrath Fr. Aidan è stato eletto il 25 giugno 2009 dal Definitorio generale nuovo Se-
gretario generale e Notaio dell’Ordine. Fr.
Aidan, che prenderà servizio il 1° settembre
2009, appartiene alla Prov. OFM di Irlanda:
01.07.2009; prot. 100081/S09.
E SECRETARIATU
PRO FORMATIONE ET STUDIIS
1. Emeriti Professoris nominatio
2. Notitiæ particulares
Fr. José Antonio Merino, OFM, an.
natus, Nostræ Provinciæ Castellanæ «S. Gregorii Magni» alumnus, Philosophiæ Doctor in Pontificio Atheneo «Antonianum» et Litterarum et Philosophiæ Doctor in
Universitate Complutensi in Hispania renunziatus, in præfato Atheneo ab an. mcmlxxxvi
ad an. mmix ipsam Philosophiam do­cuit.
Quamplures articulos et libri de historia Philosophiæ, Philosophiæ Franciscanæ et Œcologiæ egregie concinnavit.
1. Pontificia Università Antonianum
mcmxxxviii
Eius opera, imprimis investigationes de re
philosophica, franciscana et œcologica publici
iuris facta, valde æstimamus.
Quae cum ita sint, consensu Senatus Academici Pontificiæ Universitatis «Antonianum» de Urbe in sessione diei xxiii men­sis
Maii A.D. mmix obtento, præfatæ Universitatis Rectore suis litteris diei xvi Junii eiusdem
anni proponente, vigore praesentis de­cre­ti, ad
normam art. 25 §2 Statutorum Universitatis
«Antonianum»,
Fr. José Antonio Merino, OFM
omni qua par est reverentia,
Professorem Emeritum
nomino atque declaro, eumque in confratrum
æstimationem maxime commendo.
Datum Romæ,
ex Ædibus Curiæ generalis Ordinis,
die xxiv mensis Junii A.D. mmix.
Fr. Iosephus Rodríguez Carballo, ofm
Minister generalis et
Magnus Cancellarius
Fr. Maximus Fusarelli, ofm
Secretarius generalis
pro Formatione et Studiis
Prot. 100045 (161/09)
– Prot. 100046 (162/09): Il Ministro generale,
ricevuto il Nihil obstat della Congregazione
per l’Educazione Cattolica, con Decreto del
7 luglio 2009, ha confermato la nomina a
Direttore dell’Istituto Teologico di Murcia
in Spagna, aggregato alla Pontificia Università Antonianum.
– Prot. 100044 (16009): con Decreto del 24
luglio 2009, il Ministro generale e Gran
Cancelliere della P.U.A., ricevuto il Nihil
obstat della Congregazione per l’Educazione Cattolica, ha nominato Professore Straordinario nella Facoltà di Teologia della
Pontificia Università Antonianum Fr. Martin c. Nuñez, OFM, membro della Provincia di “S. Giacomo Apostolo” In Spagna.
2. Varie
– Prot. 100028 (153/09): Il Ministro generale, ascoltato il parere del suo Definitorio, ha
concesso la dispensa dall’art. 93 §1 degli
SS.GG. perché la Provincia della “S. Croce” in Slovenia possa iniziare l’anno di Noviziato 2009-2010 con due novizi soltanto.
E POSTULATIONE GENERALI
1. Decretum super virtutibus SD Carolinæ
Beltrami
Congregatio
de Causis Sanctorum
Alexandrina Statiellorum. Beatificationis
et Canonizationis Servae Dei Carolinae
B eltrami Fundatricis sororum v.d.
“Immacolatine di Alessandria” (1869-1932)
«Et sponsabo te mihi in sempiternum; et
sponsobo te mihi in iustitia et iudicio et in
misericordia et miserationibus» (Os 2,21).
Serva Dei Carolina Beltrami die 4 mensis
Augusti anno 1869 Alexandriae Statiellorum
nata est et insequenti die 7 ad baptismalem
fontem ecclesiae collegiatae in honorem Beatae Mariae Virginis a Nivibus in vico Curte
Sancti Laurentii ducta. Familia eius, firmae
innisa christianae traditioni, necnon bonis opibus ac ordinis adiunctis, perplurimis filiis in
annos laetata est, quorum multi vero primos
vitae dies haud superaverunt.
Cum omnes per aliquos annos Mediolanum
se contulerunt, Carolina primariam scholasticam institutionem apud Sorores Canossianas
recepit, iam inde a prima aetate magnum suum
religiosorum praeceptorum obsequium ostendens, quod sponte in ea callido cum ingenio
et actuosa mente coalescebat. In longobarda
metropoli initiationem christianam perfecit et,
Paenitentiae, Eucharistiae et Confirmationis sacramentis munita, semper se in domestica officia exhibens proclivem, gradatim in apostolatus
navitates magis magisque incubuit. Cum in civitatem natalem rediisset, Serva Dei, iam duodennis, operam suam catechistae atque oratorii
cathedralis ecclesiae adhortatricis benigne dedit. Speciali modo ingens peculiaris curae puellarum ac mulierum institutionis animadvertebat
momentum, quae illo tempore omni abusus oppressionisque generi asperrime subiciebantur.
Quam ad rem opus oratorii penitus sublimavit,
quod tamquam locum gaudii, educationis ac laboris fovendi reformavit.
Desiderium, interdum, Deo omnino se consecrandi in ea proficiebat. Ingressa est, igitur,
Institutum religiosum, quod bimestre post ve-
ro reliquit, domum se reddens clarius sibi conscia quod se novam religiosae conversationis
rationem experiri oportebat. Una cum sociis
quibusdam, ergo, post actum Beatissimae Virgini suipsius consecrationis, officinam artis
sutilis et textilis incepit, quae iuvenes mulieres proveheret ad serios fructuososque labores.
Iamiam Serva Dei facta est etiam erani suscitatrix inter operarias atque «Societatem Sanctae
Zitae» instituit, quae domesticas in earum munera informaret, easdem curaret, ut apud bonas
familias collocarentur, moribusque et spiritu
assideret ac in egestate laboris prosequeretur
ac sustentaret.
His inceptis Serva Dei in opera socialis
actuositatis sese efficaciter intexuit, «signa
temporis» illa necnon «Rerum Novarum»
fomenta excipiens, quae omnes adhortabatur christifideles, ut «operariorum questioni»
atque aerumnis, quae ad ipsam pertinebant,
consulerent. Statuit, ergo, apostolatum suum
inter operarias exercere, evangelico spiritu
primi industriarum incrementi provocationes
accipiens.
Etiam in tam felicibus initiis, difficultates
non defuerunt, immo ex ipsis proximis exstiterunt, qui praecipua lineamenta, quibus Serva
Dei opera sua extuderat, quandoque neglexerunt. Ad inquietudines litesque vitandas familiam, igitur, suam repetiit, semper autem uti
religiosam vivens et anno 1910 Tertii Ordinis
Servorum Mariae induens habitum, cuius aliquos annos novitiarum Magistra quoque facta
est.
Anno 1919, vero, Episcopus Alexandrinus
Statiellorum eam rogavit, ut ad Communitatem regrederetur, et Superiorissam Generalem
nominavit et «Piam Operam ab Immaculata»
sub legum ratione recognovit uti Congregationem iuris dioecesani. Aliquos postannos, novo
in Dioecesi creato Episcopo atque dissensionibus sive intra sive extra Institutum ingravescentibus, Servae Dei Capitulum Generale
convocare visum est, ut totius communitatis
exploraret consensum, sed exitus eo tristis fuit, ut se intra communitatem prostratam sensit.
Haec nempe intimam profundamque ei molita
sunt poenam, cui autem humilitate, mansuetudine et aequa ad voluntatem Dei docilitate
284
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
respondit, in his sicut et aliis in aerumnis actionem Dei, qui «opera sua purificat ac praegustat», conspiciens. Pro amore Domini et
animarum bono, immo, omnia perpatienter
passa est et renovata cum sollecitudine pauperum aegrotorumque curae necnon catechesi uti
simplex Soror vacavit.
Spiritualitatem suam Serva Dei cotidie ad
fontem Eucharistiae aluit: non modo ipsa in
oratione commoravit, sed stationes nocturnas
coram Sanctissimo Sacramento instituens,
alios quoque ad ea suscitavit.
Diversis in locis ubi vixit vel apostolatum
exercuit semper in gestu suavem se ostendit,
fortem in decisionibus.
Anno 1932 ineunte, Servae Dei valetudo
ingravescere cepit. Saevo, enim, sanguinis ictu in cerebro correpta et lecto iacere coacta,
hoc quoque tempore eximium testimonium fidei atque humanitatis praebuit. Die 8 mensis
Aprilis anno 1932, Hortis apud Alexandriam
Statiellorum occubuit. Una cum sive civilibus
sive ecclesiasticis auctoritatibus turba ingens
ad exequias concurrit, signum famae eius sanctitatis iam tum in populo diffusae et adhuc
increscentis.
Hanc ob sanctitatis famam, a die 8 mensis
Martii anno1981 ad diem 30 mensis Augusti
anno 1983 apud Curiam Alexandrinam Statiellorum Processus Cognitionalis et a die 20
mensis Ianuarii anno 1983 usque ad diem 20
mensis Maii anno1983 apud Curiam Pisanam
Processus Rogatorialis celebrati sunt, quorum
auctoritas et vis iuridica a Congregatione de
Causis Sanctorum decreto diei 27 mensis Septembris anno 1985 probatae sunt. Positione
confecta, iuxta suetum morem, die 23 mensis
Novembris anno 2007, in Congressu Peculiari Consultorum Theologorum prospero cum
exitu disceptatum est an Serva Dei more heroum virtutes christianas exercuisset. Patres
Cardinales et Episcopi in Sessione Ordinaria
diei 13 mensis Ianuarii anno 2009, audita relatione Excellentissimi ac Reverendissimi Domini Hieronymi Grillo, Episcopi emeriti Centumcellarum-Tarquiniensis, Causae Ponentis,
professi sunt Servam Dei virtutes theologales,
cardinales iisque adnexas in modum heroum
coluisse.
Facta demum de hisce omnibus rebus Summo Pontifici Benedicto XVI per sub scriptum
Archiepiscopum Praefectum accurata relatione, Sanctitas Sua vota Congregationis de
Causis Sanctorum excipiens rataque habens,
hodierno die declaravit: constare de virtuti-
bus theologalibus Fide, Spe et Caritate tum in
Deum tum in proximum, necnon de cardinalibus Prudentia, Iustitia, Temperantia et Fortitudine iisque adnexis in gradu heroico Servae
Dei Carolinae Beltrami, fundatricis sororum
vulgo dictarum «Immacolatine di Alessandria», in casu et ad effectum de quo agitur.
Hoc autem decretum publici iuris fieri et
in acta Congregationis de Causis Sanctorum
summus Pontifex referri mandavit.
Datum Romae, die 17mensis Ianuarii A.D.
2009.
† Angelus Amato, S.D.B.
Archiep. tit. Silensis
Praefectus
† Michaël Di Ruberto
Archiep. tit. Biccarensis
a Secretis
2. Facultas Transumptum Inquisitionis
super miro aperiendi in Causa Ven. SD
Mariæ Teresiæ Casini
Congregazione
delle Cause dei Santi
Prot. N. 633-36/09
TUSCULANA. Beatificationis et Canonizationis Ven. Servae Dei Mariae Teresiae Casini
Fundatricis Sororum Oblatarum SS. Cordis
Iesu.
Rev.mus P. Lucas De Rosa, Postulator legitime constitutus in Causa Beatificationis et Canonizationis Ven. Servae Dei Mariae Teresiae
Casini, Fundatricis Sororum Oblatarum SS.
Cordis Iesu, ab hac Congregatione de Causis
Sanctorum petit ut Transumptum Inquisitionis Dioecesanae, apud Curiam ecclesiasticam
Youngstoniensem peractae, super asserta mira
sanatione pueri Iacobi Ronald Sebest, per intercessionem eiusdem Venerabilis Servae Dei
obtenta, clausum sigillisque munitum in actis
eiusdem Congregationis, aperiri possit.
Haec porro Congregatio, attentis expositis,
pro gratia iuxta preces benigne annuit: servatis
de cetero omnibus de iure servandis.
Contrariis non obstantibus quibuslibet.
Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die 3 mensis Aprilis A.D. 2009.
† Angelus Amato, S.D.B.
Archiepiscopus tit. Silensis
Praefectus
E POSTULATIONE GENERALI
† Michaël Di Ruberto
Archiepiscopus tit. Biccarensis
a Secretis
3. Facultas Transumptum inquisitionis
super miro aperiendi in Causa Ven. SD
Mariæ Christinæ a Sabaudia
Congregazione
delle Cause sei Santi
Prot. N.258-18/09
NEAPOLITANA. Beatificationis et Canonizationis Venerabilis Servae Dei Mariae Christinae a Sabaudia Christifidelis Laicae Reginae regni utriusque Siciliae.
Instante Rev.mo P. Luca De Rosa, O.F.M.,
Postulatore legitime constituto in Causa Beatificationis et Canonizationis Venerabilis Servae
Dei Mariae Christinae a Sabaudia, Christifidelis Laicae, Reginae regni utriusque Siciliae, haec Congregatio de Causis Sanctorum, attentis
peculiaribus in supplici libello expositis adiunctis, benigne indulget ut asserta mira sanatio dominae Mariae Villarino, intercessioni eiusdem
Venerabilis Servae Dei, tributa, examini tertii
periti ex officio subici possit. Contrariis non obstantibus quibuslibet.
Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die 30 mensis Aprilis A.D. 2009.
† Angelus Amato, S.D.B.
Archiepiscopus tit. Silensis
Praefectus
Marcellus Bartolucci
Subsecretarius
4. Decretum seu Deputatio Postulatoris
Generalis
Fr. Iosephus Rodríguez Carballo
Totius Ordinis Fratrum Minorum
Minister Generalis
et humilis in Domino servus
Prot.099919
Ego, Fr. Josephus Rodríguez Carballo,
Minister Generalis Ordinis Fratrum Minorum, habito consensu nostri Consilii generalis
in sessione diei 30 mensis aprilis anni 2009,
285
harum litterarum vigore, constituo ac deputo
Postulatorem Generalem nostri Ordinis,
Rev. P. Joannemjosephum Califano,
O.F.M.
ut nomine nostri Ordinis coram omnibus
curiis dioecesanis et auctoritatibus ecclesiasticis, necnon coram Congregatione de Causis
Sanctorum ea omnia pertractare et agere valeat
ad causas canonizationis nostrorum consodalium qui, sanctitatis fama et virtutibus ornati,
mortui sunt. Praeter facultates a iure communi
tributas, concedo Rev. Joannijosepho Califano
omnes facultates necessarias vel opportunas
ad hoc munus exercendum, praesertim unum
vel plures vicepostulatores extra Urbem nominandi necnon temporalia bona ad causas pertinentia, iuxta Sanctae Sedis nostrisque Ordinis
normas, administrandi sumptusque convenientes in favorem causarum faciendi.
Datum Romae, ex Curia Generali Ordinis
Fratrum Minorum, die 30 mensis aprilis anni
2009.
Josephus Rodríguez Carballo, OFM
Minister Generalis
Fr. Carolus E. Siekierka, OFM
a Secretis
5. Validitas iuridica Inquisitionis super vita et virtutibus in Causa SD Mariæ Teresiæ De Vincenti
Congregazione
delle Cause dei Santi
Prot. N. 1326-9/03
COSENTINA-BISINIANEN. Beatificationis et Canonizationis Servae Dei Mariae Teresiae De Vincenti (In saeculo: Raphaelae)
Fundatricis Congregationis Sororum Parvarum Operariarum a Sacris Cordibus.
In Ordinario Congressu, die 14 mensis Maii
huius anni 2009 celebrato, haec Congregatio
de Causis Sanctorum sequens dubium disceptavit, nimirum: “An constet de validitate Processuum, Informativi apud Curiam Cosentinam, et Rogatorialis in Curia Albanensi, necnon Inquisitionis Dioecesanae et Inquisitionis
Dioecesanae Suppletivae, apud praefatam
Curiam Cosentinam, peractorum, super vita
et virtutibus necnon fama sanctitatis et signo-
286
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
rum Servae Dei Mariae Teresiae De Vincenti
(in saeculo: Raphaelae), Fundatricis Congregationis Sororum Parvarum Operariarum a
Sacris Cordibus: testes sint rite recteque examinati et iura producta legitime compulsata in
casu et ad effectum de quo agitur”.
Haec porro Congregatio, attento voto ex
officio redacto reque diligenter perpensa, rescripsit: Affirmative, seu constare de validitate omnium praefatorum Processuum in casu et
ad effectum de quo agitur, sanatis de iure sanandis. Contrariis non obstantibus quibuslibet.
Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die l4 mensis Maii A.D. 2009.
† Angelus Amato, S.D.B.
Archiepiscopus tit. Silensis
Praefectus
† Michaël Di Ruberto
Archiepiscopus tit. Biccarensis
a Secretis
6. Validitas iuridica Inquisitionis super
vita et martyrio in Causa SD Clementis
Gatti
Congregazione
delle Cause dei Santi
Prot. N. 2468-3/08
PATAVINA. Beatificationis seu Declarationis Martyrii Servi Dei Clementis Gatti (in
saeculo: Petri Ernesti Dominici) Sacerdotis
professi Ordinis Fratrum Minorum in odium
Fidei, uti fertur, interfecti.
In Ordinario Congressu, die 29 mensis Maii
huius anni 2009 celebrato, haec Congregatio
de Causis Sanctorum sequens dubium disceptavit, nimirum: “An constet de validitate
Inquisitionum Dioecesanarum, Principalis
apud Curiam ecclesiasticam Patavinam, et
Rogatorialium variis in Curiis, peractarum,
super vita et martyrio necnon fama martyrii
Servi Dei Clementis Gatti (in saeculo: Petri
Ernesti Dominici), Sacerdotis professi Ordinis
Fratrum Minorum, in odium Fidei, uti fertur,
interfecti: testes sint rite recteque examinati et
iura producta legítime compulsata in casu et
ad effectum de quo agitur”.
Haec Congregatio, attento voto ex officio
redacto reque diligenter perpensa, rescripsit:
Affirmative, seu constare de validitate praefatarum Inquisitionum in casu et ad effectum de
quo agitur, sanatis de iure sanandis; quoad Inquisitiones Rogatoriales Assisiensem, Victoriensem Venetonrm et Anconitanam-Auximanam, Negative, seu non constare de validitate,
sed declarationes testium vim documentorum
extraprocessualium habeant. Contrariis non
obstantibus quibuslibet.
Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die 29 mensis Maii A.D. 2009.
† Angelus Amato, S.D.B.
Archiepiscopus tit. Silensis
Praefectus
† Michaël Di Ruberto
Archiepiscopus tit. Biccarensis
a Secretis
EX OFFICIO OFS
1. Italia, Roma - Incontro Presidenza CIOFS
Dopo aver partecipato al Capitolo Internazionale delle Stuoie ad Assisi, la nuova Presidenza CIOFS ha tenuto dal 18 al 25 aprile
il suo primo incontro, che ha avuto luogo nel
Collegio Internazionale San Lorenzo da Brindisi in Roma.
Uno dei principali scopi della riunione è
stato di aiutare i membri a conoscersi meglio
e ad integrarsi come équipe di lavoro. La settimana, tuttavia, prevedeva celebrazioni liturgiche, sessioni di lavoro intenso e momenti di
ricreazione fraterna.
I principali temi trattati sono stati i seguenti:
le responsabilità dei membri della Presidenza,
la traduzione delle lettere e dei documenti ufficiali, la metodologia e le lingue da usare nelle
riunioni, il metodo per portare avanti le Visite
fraterne/pastorali e i Capitoli nazionali, i criteri
per la loro programmazione e la loro verifica,
la comunicazione a tutti i livelli dell’Ordine,
rappresentanza legale della Ministra generale
in Italia, il personale e la riorganizzazione del
Segretariato generale, la verifica dell’amministrazione contabile, le priorità del Capitolo
Generale 2008, ecc.
Si è deciso di formare le seguenti Commissioni al servizio dell’Ordine: la Commissione
giuridica e patrimoniale, la Commissione GiFra, la Commissione economica, la Commissione della presenza nel mondo e delle comunicazioni. Si è deciso anche che la formazione sia
direttamente coordinata dalla Ministra generale
e che venga sviluppata tramite tre progetti secondo le priorità del Capitolo generale.
Altri temi affrontati: la Commissione Interfrancescana Giustizia, Pace e Integrità del
Creato (Romani 6); i bilanci e rapporti economici; la revisione del Rituale OFS e la possibilità di avere un Rituale per la GiFra; le Fraternità emergenti e quelle con difficoltà; la GiFra; Franciscans International; la proposta di
sollecitare la nomina di Santa Elisabetta come
compatrona d’Europa; il coinvolgimento dei
secolari nella preparazione della liturgia della
Presidenza, ecc.
L’impegnativo lavoro dell’incontro si è
concluso con un rendimento di grazie al Signo-
re e con una grande soddisfazione per quanto
è stato fatto, tenendo conto però dei numerosi
suggerimenti espressi per migliorare i prossimi incontri.
2. Egitto – Incontro con i Ministri Provinciali OFM di Africa e la visita all’OFSGiFra in Egitto
Dal 25 marzo al 4 aprile 2009 Fr. Ivan
Matić OFM, Assistente generale OFS-GiFra,
è stato in Egitto. Nei giorni 27 marzo-1 aprile
ha partecipato all’incontro della Conferenza
dei Ministri provinciali OFM d’Africa, svoltosi presso la casa dei Frati Minori a Mokattam,
Cairo. In tale circostanza Fr. Ivan ha presentato la situazione attuale dell’OFS e della GiFra
in Africa, con una particolare attenzione alle
Fraternità nazionali emergenti.
Nel corso della sua permanenza in Egitto
Fr. Ivan, oltre ad accompagnare il Ministro generale, Fr. José R. Carballo, nella visita alla
Provincia OFM della Sacra Famiglia, ha anche
incontrato Fr. Adel Zaki, Assistente nazionale dell’OFS, i membri del Consiglio nazionale
dell’OFS, che lo hanno informato sulla situazione attuale dell’OFS in Egitto e che, assieme
a Fr. Ivan, hanno programmato i prossimi passi necessari per una più stretta collaborazione
con la Presidenza CIOFS. Inoltre si sono svolti
vari altri incontri con diversi Frati, Studenti,
vari Assistenti locali, i Responsabili secolari e
con Fr. Nasser Basili, OFM, Assistente nazionale della GiFra. Fr. Ivan ha visitato anche diverse Fraternità locali dell’OFS e della GiFra
del Cairo, di Port Said e di Alessandria.
In Egitto ci sono 15 Fraternità locali
dell’OFS canonicamente erette e 2 Fraternità
emergenti con 247 membri. Inoltre c’è una
forte presenza della Gioventù Francescana
(circa 22 Fraternità locali) e anche vari gruppi
di Araldini e Araldi.
3. Colombia – Celebrazione dell’VIII Centenario del Carisma francescano
Le celebrazioni per l’VIII centenario del
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AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
carisma francescano, da parte dell’OFS e della
GiFra della Colombia, si sono tenute dal 27
aprile al 1 maggio 2009 in modo solenne in tre
città colombiane: Bogotá, Barranquilla e Medellín, con la partecipazione di oltre 1500 persone tra Francescani secolari, Giovani francescani ed Assistenti spirituali. Ai vari momenti
celebrativi hanno partecipato anche i Ministri
provinciali del Primo Ordine.
Invitato speciale a queste celebrazioni è stato Fr. Ivan Matić, OFM, Assistente generale
dell’OFS-GiFra, che in questa occasione ha
avuto l’opportunità di incontrare tanti membri dell’OFS e della GiFra e di visitare alcune
Fraternità locali dell’OFS-GiFra: la Fraternità
di Concepción, assistita dai Frati Cappuccini;
la Fraternità di S. Antonio, assistita dai Frati
Conventuali; la Fraternità della Tercera, assistita dai Frati Minori. Per tutta la permanenza
in Colombia Fr. Ivan è stato accompagnato da
Fr. Olivo Mora Contreras, OFM, Assistente
nazionale dell’OFS-GiFra di Colombia.
EX OFFICIO IURIDICO
Activitas Officii Iuridici
una cum Commissione Iuridica
(Ian. 2008-Maio 2009)
I. Emendatio Statutorum Particularium
(Prov. vel Cust. Aut. et aliarum Entitatum)
4 Februarii 2008
1. S. Michaelis Archangeli, Indonesia
(Prot.098490)
2. Assumptionis B.M.V., Brasilia (Prot.
098621)
3. Calabriae SS. VII Martyrum, Italia
(Prot. 098630)
3 Martii 2008
4. S. Johannis Baptistae, Pakistan (Prot.
098704)
5. Compostellae S. Jacobi, Hispania
(Prot. 098691)
6. Assumptionis B.M.V., Hercegovina
(Prot. 098686)
7. Christi Regis, Canada (Prot. 098673)
12 Maii 2008
8. Russia et Kazaksthania, Fundatio
(Prot. 098791)
9. S. Benedicti Africani, Congum R.D.
(Prot. 098705)
11 Junii 2008
10. S. Michaelis Archangeli, Indonesia
(Prot. 098945)
6 Octobris 2008
11. S. Joseph Sponsi B.V.M., Canada
(Prot. 098997)
12. S. Benedicti de Amazonia Custodia,
Brasilia (Prot. 098982)
13. Immaculatae Conceptionis, Brasilia:
Fundatio in Angola (Prot. 098964)
14. Brasiliae Conferentia (Prot. 098940)
15. S. Petri Baptistae, Philippinae (Prot.
098933)
16. S. Antonii Patavini, Brasilia (Prot.
098923)
27 Octobris 2008
17. S. Thomae Prov., S.Mariae Matris Dei,
Cust., India (Prot. 099259)
18. S. Thomae Prov., S. Francisci Fund.,
India (Prot.099309)
19. Terrae Sanctae Custodia (Prot. 099331)
20. B. Pacifici, Gallia Occidentalis (Prot.
099111)
21. Siciliae, SS. Nominis Jesu, Italia (Prot.
099166)
22. Sancti Evangelii, Mexicum (Prot.
099234)
13 Januarii 2009
23. Sanctorum Martyrun Coreanorum,
Corea (Prot. 099666)
24. N. D. de Guadalupe, America Centralis et Panama (Prot. 099572)
25. Neapolitana SS. Cordis, Italia (Prot.
099542)
26. Picena S. Jacobi de Marchia, Italia
(Prot. 099541)
27. S. Thomae Prov., India (Prot. 099535)
28. SS. Trinitatis, Chilia (Prot. 099525)
29. Picena, S. Jacobi de Marchia, Italia
(Prot. 099507)
30. Immaculatae Conceptionis, Anglia
(Prot. 099460)
31. N. D. de Guadalupe, America Centralis et Panama (Prot. 099456)
13 Martii 2009
32. S. Francisci Solani, Argentina (Prot.
099601)
33. Sardiniae S. Mariae Gratiarum, Italia
(Prot.099633)
34. Congum, “Notre Dame d’Afrique,
Fundatio, Conf. Italica (Prot. 099634)
8 Maii 2009
35. Magnae Dominae Hungarorum, Hungaria (Prot. 099891)
II. Responsiones ad dubia , etc.
More solito, ad perplurima dubia undique
pervenientia responsum interim dedimus et
particularium quaestionum saepe sub secreto
solutionem porrigimus.
De activitate Officii Juridici necnon Commissionis Juridicae sept. 2003-oct. 2004, cf.
AOFM, CXXIII, p.361 ; nov. 2004-dec. 2005,
AOFM, CXXV, pp. 147-148; nov. 2005-dec.
2006, AOFM, CXXV, pp. 555-556; an. 2007,
AOFM, CXXVI, pp. 567-568.
Romae, 15 Maii 2009
Fr. Francesco Antonelli
AD CHRONICAM ORDINIS
1. De itineribus Ministri Generalis
1. Partecipazione alla Festa di san Bernardino
L’Aquila, Festa di S. Bernardino, 20.05.2009
«Riponi la tua fiducia nel Signore ed egli
ti sosterrà». Queste parole con cui Francesco
d’Assisi si rivolgeva ai suoi Frati, sono diventate l’esortazione e l’augurio che il Ministro
generale ha rivolto ai terremotati dell’Abruzzo,
incontrandoli nelle tende dove ora vivono. Mercoledì 20 maggio – accompagnato da Fr. Mario
Favretto, Definitore generale, dal Visitatore Fr.
Antonio Riccio, dall’Economo generale, Fr.
Giancarlo Lati, e dal nuovo Postulatore generale, Fr. Gianni Califano –, il Ministro generale si
è recato all’Aquila e in alcuni paesi d’Abruzzo
colpiti dal recente sisma che ha sconvolto la regione. Lo scopo di questa visita doveva essere la Festa di san Bernardino da Siena, morto
all’Aquila, ma il recente terremoto ha trasformato la visita in un momento di condivisione e
di vicinanza con la popolazione provata e con i
Frati della Provincia d’Abruzzo.
Prima tappa di questo pellegrinaggio, che
ha attraversato il dolore di tanta gente buona,
è stata la visita alla tendopoli di Fossa. Erano
presenti il Ministro provinciale, il Vicario e altri Frati della Provincia venuti ad accogliere
e accompagnare Fr. José. Dopo aver salutato
i presenti, il Ministro generale ha rivolto loro
la parola dicendo che la sua presenza era per
portare alla popolazione provata e sofferente,
la voce della compassione e della vicinanza di
tutti i Frati, di tutto l’Ordine. Ha assicurato il
ricordo e la preghiera che non sono mai mancati dal mattino stesso del terremoto fino ad
oggi. Inoltre ha assicurato la solidarietà verso
le famiglie colpite dal sisma. L’Ordine da subito si è fatto tramite per quanti desideravano
collaborare e aiutare. E così il Ministro, a nome
dei Frati, ha potuto offrire un segno di questa
solidarietà. Ha donato una somma al Parroco,
un giovane sacerdote che aveva trovato riparo
nelle tende con la sua gente, poi una cospicua
offerta al Sindaco, affinché la utilizzasse per
le necessità più immediate. Alla popolazione
presente dentro il tendone-refettorio il Ministro generale ha donato ai rappresentanti delle
famiglie la croce di S. Damiano, esortandoli
ad aver fiducia e ricordando che quel crocefisso ha parlato a Francesco di ricostruzione:
«va’ e ripara la mia casa». Era commovente
vedere quei volti ancora segnati dalle lacrime,
con impressi i segni del dolore per la perdita
non solo delle case, ma anche di persone care.
Si è scelto Fossa, tradizionalmente riconosciuta come luogo di santi francescani, perché il
messaggio francescano parli ancora al cuore e
alla vita degli abitanti di oggi.
Un secondo momento della giornata prevedeva la visita del Ministro generale alla Basilica di san Bernardino, nel centro storico della
città: i danni rilevanti subiti da questa monumentale e splendida chiesa – il campanile crollato sul convento, la cupola fortemente danneggiata, alcune cappelle lesionate o cadute
– stanno a dire che i lavori di recupero richiederanno sforzi ingenti e tempi lunghi. Ammirevole ed edificante si è rivelata l’opera dei Vigili del Fuoco che, tra l’altro, hanno guidato il
Ministro generale e il suo seguito nel percorso
all’interno della chiesa e del convento.
Altro momento importante è stata la celebrazione dell’Eucaristia sotto il grande tendone dei campi da gioco. Oltre ai fedeli convenuti per onorare san Bernardino e alle autorità
civili, hanno partecipato numerosi Frati della
Provincia, il Ministro provinciale e Definitorio della Provincia romana, i Ministri provinciali dei Conventuali e Cappuccini, vari preti
della Diocesi. Animavano la messa i giovani
in formazione iniziale della Provincia Romana e i novizi di Fontecolombo. All’omelia il
Ministro generale ha fatto continui riferimenti
a san Bernardino, attualizzando il senso della
sua festa che esprime la devozione, ma anche
il bisogno in questo momento di essere rafforzati nella fede e nella speranza. San Bernardino è stato citato come conoscitore dell’animo
umano che sperimenta difficili prove e come
propugnatore del nuovo che Bernardino ha suscitato sia nel nostro Ordine, sia nella società
in cui viveva.
Il momento conviviale è stato un ulteriore
momento di incontro e di condivisione, occasione per il Ministro generale di esprimere
nuovamente riconoscenza verso i Vigili del
292
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Fuoco, la Protezione Civile e quanti stanno
operando per soccorrere i terremotati.
Nel pomeriggio il Ministro generale si è
recato a Paganica (AQ), per incontrare le Sorelle Clarisse nel luogo del loro monastero,
fortemente colpito e in parte distrutto dal forte sisma. Qui sotto le macerie, il mattino del
6 aprile, ha trovato la morte l’Abbadessa del
Monastero. L’incontro con le Sorelle è stato
affettuoso e commovente. Non sono mancati
i racconti della tragica e straziante esperienza che le singole Sorelle e la Comunità hanno
vissuto nel mese appena trascorso. Le lacrime,
la fede, la speranza nel futuro, si intrecciavano continuamente nel colloquio col Ministro
generale. Fr. José da parte sua ha esortato a
vivere anche questa esperienza come possibile
espressione del dono totale della propria vita
al Signore. Ha raccomandato di occuparsi anzitutto della costruzione o ricostruzione della
Fraternità, senza la quale non avrebbe senso
la ricostruzione del Monastero. Ha fortemente ammirato la volontà tenace delle Sorelle di
non allontanarsi dalla gente, ma di voler tornare al più presto per stare in quel luogo così duramente provato. Anche alle Clarisse di questo
monastero il Ministro generale ha donato un
contributo di solidarietà dell’Ordine per far
fronte alle necessità e alla ricostruzione.
Ultima tappa della visita in Abruzzo è stata
la venerazione di san Bernardino, nel giorno
della sua festa. Il corpo del Santo era stato trasportato nel nostro convento a Tagliacozzo,
per metterlo al riparo da eventuali altri crolli.
Da poco tempo è stato collocato in una nuova
urna, dopo aver ricevuto le cure e gli interventi
necessari per la conservazione. La recente sistemazione, tra l’altro, ha consentito di rimuovere la maschera che ricopriva il volto. San
Bernardino appare così “al naturale”, in ottimo stato di conservazione e con un volto che
davvero sembra familiare, dopo averlo visto
raffigurato per secoli, ovunque nel mondo. Per
il Ministro generale il momento dell’incontro
con S. Bernardino è stato breve ma intenso. Ci
si è raccolti in preghiera per invocare questo
grande Santo alla vigilia del Capitolo generale dell’Ordine. In questo modo si è conclusa
una giornata, vissuta totalmente all’insegna
dell’incontro, della solidarietà, della preghiera. Praticamente come avrebbe desiderato e
fatto anche san Bernardino da Siena con i suoi
Frati, e con la sua gente.
Fr. Mario Favretto
2. Visita alla Provincia OFM della Sicilia
Palermo, Italia, 27.06.2009
In questo ottavo centenario dalle origini
dell’Ordine dei Frati Minori, il giorno 27 giugno u.s., a pochi giorni dalla conclusione del
Capitolo Generale, Fr. José Rodríguez Carballo, Ministro generale, è arrivato in Sicilia, prima visita dopo la sua rielezione a successore
del serafico padre san Francesco.
Ad attenderlo c’erano un centinaio di frati riuniti già da qualche giorno per l’annuale
Assemblea provinciale di Verifica e Programmazione.
Nella mattinata si è svolto prima un breve
incontro con la Fraternità del Definitorio provinciale e in un secondo momento nella sala
“P. Allegra”, Fr. José ha incontrato tutti i frati,
rivolgendo loro un breve discorso ricco però
di parole profetiche e accorate. È seguito un
breve confronto con domande dell’assemblea
rivolte al Ministro. Le risposte sincere e nello
stesso tempo profondamente realistiche hanno
reso vivo e partecipato questo momento.
Al pranzo a buffet nel chiostro del Convento di Baida hanno partecipato anche i familiari
dei cinque giovani frati, che nel pomeriggio
nelle mani del Ministro generale hanno emesso la professione perpetua.
Infatti, Fr. Francesco Ferdico, Fr. Rosario
Giardina, Fr. Tindaro Faranda, Fr. Daniele Cugnata e fr. Giuseppe Burrascano hanno detto
il loro sì definitivo davanti a Dio e alla Chiesa riunita per l’occasione nella Cattedrale di
Palermo, generosamente concessa da Sua Eccellenza Mons. Paolo Romeo che, nonostante
i suoi impegni, ha voluto rendersi presente sia
alla celebrazione eucaristica come anche per
condividere la cena.
Un vero e proprio momento di grazia per il
migliaio di fedeli provenienti da tutta l’isola e
oltre, e per tutta la Provincia di Sicilia, che non
solo si arricchisce di cinque nuovi fratelli ma
che ha potuto gioire della presenza del Ministro generale, il quale, non solo con le parole
ma con gli sguardi, i sorrisi, l’interesse rivolto
a ciascun frate, ha dimostrato vero spirito di
fraternità, semplicità e gioia di stare insieme.
Grati a Cristo Signore e alla sua Madre Poverella restituiamo tutto attraverso un rinnovato impegno di vivere il Vangelo e la Regola
con «creatività e fantasia, da frati minori, con
il cuore rivolto al Signore».
Fr. Lorenzo Benedetto Iacono
AD CHRONICAM ORDINIS
3. Visita a Ecuador
Del 2 al 6 de julio 2009, Fr. José Rodríguez
Carballo, viajó a Ecuador. El motivo principal
de la visita fue asistir a la ordenación episcopal de Fr. Luis Gerardo Cabrera, ex Definidor
general, nombrado por Benedicto XVI V Arzobispo de la ciudad de Cuenca, en Ecuador.
Con este mismo objetivo acompañaron al Ministro general algunos otros hermanos de la
Curia: Fr. Robert Bacic, guardián de la Curia,
Fr. Vincenzo Brocanelli, Definidor general,
Fr. Francisco Javier Arellano, Secretario del
Ministro y Fr. Manuel Jácome, miembro de la
Provincia de Quito, actualmente al servicio de
la Curia general.
El Ministro general y Fr. Francisco Javier
Arellano llegaron al aeropuerto de Quito el día
2 a las 16, 15, hora local. En el aeropuerto le
esperaban el Ministro provincial de la Provincia de Ecuador, Fr. Gonzalo…. y un numeroso
grupo de hermanos. También estaba presente
el Visitador General Fr. Jorge Concha, de la
Provincia de la Santísima Trinidad de Chile.
Inmediatamente se trasladaron al Convento
Mayor de San Francisco de Quito. Después
del saludo a los hermanos y de un breve descanso, salieron con otros hermanos visitantes
a conocer el centro histórico de Quito, ciudad
patrimonio de la humanidad.
El día 3 por la mañana el Ministro general
y los otros hermanos de la Curia de Roma visitaron las principales iglesias de la época colonial de Quito: San Francisco, actualmente en
restauración, Santo Domingo, Catedral, Santa
Clara, la Inmaculada, Sagrario… El Ministro
general se encontró con las hermanas Clarisas
y con las Concepcionistas franciscanas. Por la
tarde, Fr. José R. Carballo, Fr. Arellano, Fr.
Vincenzo y algunos hermanos de la Provincia
viajaron a Cuenca, en cuyo aeropuerto le esperaban Fr. Luis Gerardo Cabrera y los hermanos
de la fraternidad de Azogues. El Ministro tomó
parte de una “cena familiar” en la casa del Sr.
Arzobispo, en la que participaron el Nuncio de
su Santidad en Ecuador, fr. Walter Heras, recientemente nombrado Vicario Apostólico de
Zamora (Ecuador), y los hermanos de Fr. Luis,
con sus familias respectivas. Fr. José Rodríguez Carballo pernoctó en la casa del nuevo
Arzobispo, mientras los demás hermanos se
trasladaron a la fraternidad de Azogues.
El día 4 tuvo lugar la ordenación episcopal
de Fr. Luis Gerardo Cabrera. La celebración
comenzó a las 10.00 de la mañana y se conclu-
293
yó a las 13.30 horas. Sólo la homilía del Nuncio
duró 59 minutos. A parte las tres horas y media de duración, la celebración fue hermosa y
calurosa, humanamente hablando. La comitiva
partió de la antigua Catedral y se dirigió hacia
la nueva, donde tuvo lugar el rito. A Fr. Luis se
le veía contento y sereno. El Ministro general
le entregó el anillo, el Ministro provincial de
Ecuador la mitra, mientras que el Nuncio le
entregó el báculo. La catedral estaba repleta
de gente. Concelebraron unos 300 sacerdotes,
muchos de ellos franciscanos, y 35 obispos, 5
de los cuales son OFM. En el mensaje dirigido
a sus diocesanos al final de la celebración Fr.
Luis hizo referencia a su vocación franciscana:
“Todo lo que soy –dijo-, se lo debo a la Orden”,
y señaló como objetivo de su “pontificado” el
de evangelizar la cultura. Después de la celebración los invitados participaron en un ágape
fraterno, el final del cual tomaron la palabra
el Ministro general y el Ministro provincial de
Ecuador. La jornada se concluyó con un té en
la casa del nuevo Arzobispo de Cuenca. Aquí
el Ministro general tuvo un encuentro con las
Misioneras franciscanas de la Juventud, antes
de partir para la fraternidad de Azogues donde
pasó la noche.
El día 5 el Ministro general celebró una
solemne Eucaristía en el Santuario de Ntra.
Sra. De la Nube, de Azogues, en la que participaron más de 1.000 personas. Terminada
la Eucaristía Fr. José se reunió con la OFS y
diversos grupos de laicos que colaboran con
los Hermanos en el culto del santuario y en
algunas obras sociales. También tuvo una entrevista en la radio local. Después de comer,
el Ministro general tuvo una reunión con las
Hermanas clarisas de Azogues. Antes de abrirse un animado diálogo entre el Ministro y las
Hermanas, Fr. José R. Carballo les habló de
los elementos centrales del carisma clariano
y les invitó a prepararse bien para celebrar el
VIII Centenario de la fundación de la Orden
de las Hermanas Pobres de Santa Clara que
tendrá lugar en el 2012. Después de un té con
las hermanas, el Ministro general con algunos
hermanos salieron hacia Quito. En el aeropuerto de Cuenca les saludó Fr. Luis Gerardo
Cabrera con algunos hermanos y hermanas de
la Familia Franciscana.
El día 6 por la mañana el Ministro general
visitó el Museo de San Francisco de Quito, uno
de los más importantes de América Latina en
arte colonial y una exposición de incunables
y libros “raros” que se exhiben en una expo-
294
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
sición realizada con motivo de los 800 años
de la fundación de la Orden de los Hermanos
Menores. Acto seguido tuvo un encuentro con
los hermanos de la Provincia y representantes
de la Familia Franciscana. En dicho encuentro
el Ministro indicó algunos caminos a seguir en
estos momentos a fin que nuestra vida como
franciscanos y franciscanas sea cada día más
significativa. Después de un animado diálogo
se pasó a un ágape fraterno, e inmediatamente
después Fr. José y Fr. Francisco Javier, acompañados por el Ministro provincial fueron a
visitar “la mitad del mundo”. Y ya camino del
aeropuerto, Fr. José R. Carballo, tuvo un encuentro con el Nuncio de su Santidad en Ecuador en la sede de la Nunciatura. A las 17, 45 el
Ministro general y su Secretario personal emprendían el regreso a Roma, haciendo escala
en Guayaquil y en Madrid, no sin antes saludar
a los hermanos que acudieron al aeropuerto de
Quito para saludar al Ministro general y su secretario.
Concluía así la primera visita del Ministro
general a América, después de su reelección
como Ministro general de la Fraternidad. Una
visita corta pero bien aprovechada en la que
el Ministro tuvo la oportunidad de encontrarse
con los hermanos y en la que no dejó perder la
oportunidad para animarlos a seguir las indicaciones del Capítulo general 2009 y a preparar bien el Capítulo provincial de la Provincia
que tendrá lugar el próximo mes de agosto. Por
otra parte a los hermanos de la Provincia se les
veía contentos de tener entre ellos, por tercera
vez desde que es Ministro general, a Fr. José,
y atentos a las indicaciones que venían del 119
sucesor del Seráfico Padre san Francisco.
En alabanza de Cristo y del pobrecillo Francisco.
4. XIX Marcia francescana a piedi verso Assisi
«Da’ Parola ai tuoi passi»: è stato questo
lo slogan della XIX Marcia Francescana che
quest’anno è giunta, come da felice tradizione,
nel pomeriggio del 2 agosto alla Porziuncola.
Uno slogan che era un invito, per i giovani che
vi hanno partecipato, ad essere persone che
sanno mettere la parola del Vangelo a fondamento del cammino della propria vita.
In quest’anno giubilare, in cui ricordiamo
la grazia delle origini del nostro Ordine, come
animatori vocazionali della COMPI abbiamo
voluto invitare i giovani marciatori ad andare
all’essenziale del nostro cammino di fede: scoprire la Parola di Dio come parola che dà vita,
parola che è incontro che accade e crea relazione. La Parola di Dio non è solo una comunicazione verbale di un concetto, di una dottrina,
ma è sempre accompagnata da un evento, da
un incontro tra Dio e l’uomo. Incontro che ha
accompagnato la storia di Israele e che guida
e accompagna il pellegrinaggio di ogni uomo
che cerca Dio.
Questa è stata anche l’esperienza del cammino di fede di san Francesco: la sua vocazione e quella dei suoi primi compagni, le scelte
da compiere, la soluzione ai momenti di crisi,
l’accettazione della sofferenza e della croce
si sono compiuti in obbedienza alla Parola di
Dio. In quella Parola, Francesco ha sempre
scoperto la presenza del Signore che parlava
con amore al suo cuore e alla sua vita. Alla luce dell’esperienza di san Francesco, la Marcia
ha voluto così essere un’occasione di incontro,
di relazione e rivelazione di un Dio che nella
sua Parola si fa vicino ai passi di ogni uomo
per donare il suo amore e il suo perdono.
Questo è quello che i giovani marciatori
hanno vissuto lungo le strade dei vari percorsi
nelle regioni d’Italia e anche europee. Infatti
da alcuni anni abbiamo la gioia di vedere che
la Marcia ha superato i confini italiani, per
coinvolgere alcune nostre Province d’Europa:
in particolare quest’anno hanno partecipato
300 giovani croati e 50 austriaci, oltre a circa
un migliaio di giovani italiani.
Un piccolo gregge che si è ritrovato unito il
giorno del Perdono d’Assisi nel passaggio in
Porziuncola, momento culminante del cammino. Un passaggio vissuto con molta intensità
e commozione da parte di tutti, e per questo
voglio ringraziare in modo particolare i frati
della Porziuncola per la disponibilità a metterci a disposizione la Basilica e l’accoglienza calorosa che ci hanno offerto. Dopo il passaggio
e la preghiera in Porziuncola, i giovani hanno
dato voce alla gioia che portavano in cuore con
la festa in piazza. A questa festa ha partecipato anche il nostro Ministro generale, che li ha
invitati ad essere persone capaci di accogliere
il dono della Parola che si fa perdono e riconciliazione.
La sera del 3 agosto i marciatori si sono
nuovamente ritrovati tutti insieme nella Basilica di Santa Maria degli Angeli per vivere
la veglia di preghiera, che quest’anno è stata
presieduta da Fr. Massimo Fusarelli. La veglia
ha avuto al centro il cammino dei discepoli di
AD CHRONICAM ORDINIS
Emmaus (Lc 24,13-35), che Fr. Massimo ci ha
aiutato a rileggere come il cammino del pellegrinaggio della nostra vita. Come i due discepoli, anche noi siamo raggiunti da una Parola,
che è il Signore Gesù vivo e presente, che illumina la strada, riscalda il nostro cuore e ci
chiama ad essere testimoni. Ad ogni marciatore il compito di rendersi disponibile all’ascolto
e all’accoglienza di questo incontro.
Infine la Celebrazione Eucaristica della
mattina del 4 agosto ha concluso la Marcia di
quest’anno. Abbiamo avuto la gioia di avere
come presidente della celebrazione Fr. Josè
Rodríguez Carballo, Ministro generale, che ci
ha fatto dono della sua presenza in quest’anno giubilare. Come san Francesco, abbiamo
ascoltato alla Porziuncola il Vangelo del mandato degli apostoli (Mt 10,5-20), sentendoci
invitati ad essere annunciatori della sua Parola
e del suo amore che abbiamo scoperto in questi
giorni di cammino. È stato questo l’invito che
Fr. Josè ha rivolto ai giovani perché, come san
Francesco, sappiano farsi guidare nelle scelte
della vita dal Vangelo del Signore Gesù e annunciarlo con la parola e con la loro esistenza
concreta. Con questo mandato abbiamo concluso la nostra Marcia nel piazzale antistante
la Basilica, riempito ancora una volta dai canti
e dalla gioia contagiosa dei marciatori.
Un grazie profondo al Signore che ci ha
donato di vivere anche quest’anno questa occasione di cammino e di incontro con il Suo
amore. Un grazie a tutti i frati e le suore francescane che in vari modi si sono spesi per la
realizzazione di questa iniziativa che viviamo
sempre con gioia, trepidazione e con grande
riconoscenza al Signore.
A laude di Cristo e del suo servo piccolino
Francesco.
Fr. Fabio Piasentin
5. II Meeting de jóvenes franciscanos de Europa
Compostela, del 6 al 15 de agosto 2009
Del 6 al 15 de agosto 2009 se celebró el II
Meeting de jóvenes franciscanos en Santiago
de Compsotela (España). Hace exactamente dos años que Fr. José Rodríguez Carballo,
Ministro general entregó en Santa María de
los Ángeles la Cruz de San Damián a los jóvenes provenientes de España, al tiempo que
anunciaba que el II Meeting (EUROFRAME)
295
tendría lugar en Compostela. Desde entonces
un representante de cada Conferencia de los
Ministros Provinciales de Europa (UFME), y
particularmente algunos representantes de la
Provincia de Santiago, prepararon con escrupulosidad dicho encuentro.
A este II Meeting participaron cerca de
1700 jóvenes provenientes de 15 países de
Europa, acompañados por unos 60 frailes. Los
participantes se dieron cita en León, donde
fueron acogidos por el Obispo de la diócesis,
el Presidente y el Vicepresidente de la UFME.
De allí se dirigieron a pie hacia Santiago, divididos en tres grupos. Cada etapa estaba marcada por la reflexión sobre uno de los textos
vocacionales que inspiraron a Francisco. El
Ministro general, acompañado del Provincial
de Santiago, saludaron a los jóvenes en las
distintas etapas del camino: Astorga, Vega de
Valcarce, Cebreiro y Santiago. Aquí, el día 12
de agosto, Fr. José Rodríguez Carballo acogió formalmente a los jóvenes en el Monte del
Gozo, a las puertas de Santiago, invitándoles
a hacer de la vida una peregrinación en busca
de sentido pleno de la misma. Desde allí todos
en peregrinación, presididos por el Ministro,
hicieron la entrada en Santiago (8 kms) a píe,
siendo recibidos en la Plaza del Obradoiro por
Fr. Amado González, Ministro provincial de
Santiago. La Plaza del Obradoiro, meta de todos los peregrinos que llegan a Compostela, se
llenó de color y de cantos en todas las lenguas.
Y, como no podía faltar, un nutrido grupo de
gaiteros de Padrón dieron la bienvenida a todos. Compostela era más franciscana que nunca. Por la tarde los jóvenes participaron en una
vigilia de oración en la Catedral de Santiago
presidida por el Sr. Arzobispo de la diócesis,
Don Julián Barrio. Terminada ésta, todos pasaron a abrazar la imagen del Apóstol, como
hace todo peregrino que llega a la Tumba del
“Amigo del Señor”. Antes los jóvenes habían
participado en una oración y en la Eucaristía
en el Monasterio de Santa Clara y en la Iglesia
de San Francisco de la ciudad de Compostela.
El día 13 por la mañana el Cardenal Oscar
Rodríguez Madariaga, Arzobispo de Honduras, dirigió una catequesis en la que habló a
los jóvenes sobre la configuración con Cristo,
tomando como ejemplo la vida de los apóstoles. En la homilía el Cardenal Madariaga habló
de los tres pilares de toda vida cristiana: La
Palabra de Dios, la Eucaristía y la devoción a
María. Tanto la catequesis como la Eucaristía
fueron momentos fuertes del encuentro tanto a
296
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
nivel de reflexión como de entusiasmo. Por la
tarde además de visitar la ciudad, los jóvenes
tuvieron una vigilia de oración en el Monasterio de Santa Clara.
El 14 por la mañana hubo reflexión por grupos lingüísticos y por la tarde los participantes
en el Meeting se trasladaron a una población
llamada Muxía. Allí, al lado del mar, se tuvo la
celebración penitencial. Gracias a la presencia
de tantos frailes, entre ellos todos los provinciales de CONFRES (Conferencia de España
y Portugal), y de la Provincia de Santiago, se
pudo escuchar la confesión de la práctica totalidad de los participantes. La celebración duró
hasta entrada la noche. La palabra que salía de
la boca de los muchos que se expresaban era:
¡maravilloso! Creo que para todos, la celebración fue sencillamente impactante.
El día 15, a las 10.00h en la Iglesia de San
Francisco, llena a tope, se celebró la Eucaristía
de conclusión. La celebración estuvo presidida
por el Ministro general, Fr. José Rodríguez Carballo, quien, con gran entusiasmo, y basándose
en los textos de la misión que escuchó Francisco en la Porciúncula, invitó a los jóvenes al seguimiento de Cristo según la forma de vida que
nos dejó san Francisco hace ahora 800 años.
Los aplausos que interrumpieron varias veces
la homilía hablaban por sí solos. Quienes conocemos a Fr. José muy pocas veces le hemos
visto tan entusiasmado y carismático. Al final
de la celebración el Ministro entregó el crucifijo de san Damián a los jóvenes de Polonia,
donde se celebrará en el 2012 el III Meeting de
jóvenes franciscanos de Europa. La Provincia
que hospedará dicho encuentro será la de Santa
Edwige. Luego hizo el envío invitando a todos,
jóvenes y frailes, a hacerse ver como creyentes
y seguidores de Francisco en la sociedad europea. Y llegó la hora de la despedida: Aplausos,
cantos, saludos, y lágrimas de gozo por haber
vivido una experiencia que muchos pedían que
se repita en los próximos años.
Cabe subrayar el gran esfuerzo realizado
por los voluntarios, a los cuales se les debe, en
gran parte, el éxito de este Meeting, y el de los
jóvenes de la Provincia de Santiago. A ellos va
la gratitud de cuantos han participado en esta bella iniciativa de UFME. Nuestra gratitud
también a cuantos a lo largo del camino nos
han acogido y acompañado, principalmente al
Ministro general y a los Definidores generales:
Fr. Vincenzo Brocanelli y Fr. Vicente Felipe,
así como a los Provinciales de España, Portugal, Irlanda y dos de Polonia.
En alabanza de Cristo y del Pobrecillo Francisco. Amén.
2. Ancora sul Capitolo Internazionale delle
Stuoie
1. Vivere il santo Vangelo
Assisi, in tutta la sua lunga storia, non aveva sicuramente ma visto tanti francescani (frati
minori, cappuccini, conventuali e terz’ordine
regolare) sfilare insieme, con il proprio saio
distintivo, da S. Maria degli Angeli alla tomba di Francesco. Erano 1800 frati, in stragrande maggioranza italiani. Ma, insieme a loro,
c’erano altri 350 europei, 98 nord americani,
50 latino americani, 40 africani, 36 centro
americani, 30 asiatici, una dozzina dal Medio
Oriente e anche alcuni rappresentanti del francescanesimo delle altre confessioni cristiane.
Con i rispettivi ministri generali (fr José Rodriguez Carballo, OFM, fr Mauro Jöhri, OFMcap., fr Marco Tasca, OFMconv., fr Michael J.
Higgins, TOR), si sono ritrovati ad Assisi, dal
15 al 18 aprile, per celebrare il capitolo internazionale delle stuoie nell’ottavo centenario
dell’approvazione della Regola non bollata di
Francesco da parte di Innocenzo III (Testimoni, 6/2009). Il 19 mattino, con una ventina di
pullman, si sono, poi, trasferiti a Castel Gandolfo per concludere questo insolito e straordinario capitolo con un’udienza del papa.
La grande tenda del capitolo
I lavori delle prime due giornate – i giorni dell’accoglienza e della testimonianza – si
sono svolti interamente nella grande Tenda
del capitolo, una struttura di 135 metri di lunghezza e di 15 di larghezza, appositamente
installata nel piazzale antistante la basilica di
S. Maria degli Angeli. Il terzo e ultimo giorno
di permanenza ad Assisi è stato il giorno della penitenza e del digiuno concretizzato nella
rinuncia al pranzo, destinandone il corrispettivo a scopi di solidarietà. Dopo la celebrazione
delle lodi nella basilica di santa Chiara, con
la meditazione dell’abbadessa del monastero
di S. Lucia di Foligno, suor Angela Emanuela Scandella, è iniziata un’intera mattinata di
deserto, di preghiera e di riflessione personale
in uno dei tanti luoghi francescani più significativi di Assisi. Nel primo pomeriggio, poi,
tutti i frati sono saliti insieme, in processione
penitenziale, dalla Porziunzola alla tomba di
Francesco. Proprio davanti alle spoglie del lo-
AD CHRONICAM ORDINIS
ro fondatore, con un gesto altamente simbolico, i ministri generali hanno riconsegnato ai
loro frati una copia della Regola, approvata da
Onorio III nel 1223.
Le ragioni di fondo di questo capitolo internazionale delle stuoie sono state brevemente
ricordate dal ministro generale dei frati minori, fr. José Carballo, in apertura dei lavori.
«È la prima volta che tutta la nostra Famiglia
si ritrova insieme dove tutto ha avuto inizio,
ad Assisi, davanti alla Porziuncola, per rendere grazie al Signore del grande dono che san
Francesco ha lasciato alla Chiesa». È un’occasione unica e straordinaria non solo per
assaporare di nuovo la “grazia delle origini”,
per rinnovare la fedeltà al carisma ricevuto da
Francesco «vivendo nella Chiesa il Vangelo in
fraternità e minorità», ma anche «per superare
le nostre chiusure e annunciare a tutti il Vangelo della salvezza».
Certo, le condizioni del soggiorno ad Assisi
erano ben diverse rispetto a quelle del primo
capitolo delle stuoie indetto da Francesco il 30
maggio 1221, cinque anni prima della sua morte. Allora, i frati si erano letteralmente accampati sulle stuoie nei pressi di Santa Maria degli
Angeli. Questa volta, più confortevolmente, si
sono avvalsi di una ventina di strutture alberghiere della zona non solo per l’alloggio ma
anche per i pasti.
Nella grande Tenda del capitolo, subito dopo la cerimonia d’apertura, fr. Raniero Cantalamessa, cappuccino, predicatore della Casa pontificia, ha svolto la prolusione sul tema
ripreso da un passo del Testamento di Francesco: “Osserviamo la Regola che abbiamo
promesso al Signore”. È stata l’unica vera e
propria relazione di tutto il capitolo. Sulle interessanti tavole rotonde del giorno seguente,
soprattutto su quella del mattino, animata dalla
presenza di tre ex ministri generali, fr. Giacomo Bini OFM, mons. John Corriveau, OFM
cap., mons. Agostino Gardin, OFMconv., e su
altri significativi momenti di questo capitolo,
val la pena ritornare in seguito.
Alcune domande inquietanti
Con questo capitolo delle stuoie, si è chiesto Cantalamessa, che cosa esattamente si vuole ricordare? Non l’approvazione della Regola
bollata del 1223, ma l’approvazione della primitiva Regola non bollata del 1209, un testo
che, come sappiamo, è andato perduto. Questa
è «un’occasione unica per risalire al carisma
francescano nel suo stesso sbocciare, per co-
297
sì dire allo stato puro», per riscoprire il suo
“momento fondante”, prima che le contingenze storiche e le esigenze giuridiche degli anni
immediatamente successivi gli facessero perdere qualcosa della sua originalità e della sua
forza. Fra le due date, infatti, «è passata molta
acqua sotto i ponti». E molta acqua, «è passata
anche sopra la primitiva Regola», imperniata
sulle “poche parole” confermate verbalmente
dal “signor Papa”, ribadite da Francesco nel
suo Testamento e riconducibili sostanzialmente al proposito di «vivere secondo la forma del
santo Vangelo».
Proprio a partire dal “bulbo” originario del
carisma francescano, emerge un dato incontrovertibile. Mentre oggi, quando si guarda indietro, si vede Francesco, questi, invece, quando
guardava indietro, vedeva Cristo. Si tratta di
una “differenza enorme”. Il carisma francescano è tutto qui: saper «guardare a Cristo con
gli occhi di Francesco», dal momento che per
lui Cristo è “tutto”, «è la sua sapienza e la sua
vita». Solo ponendosi in questa prospettiva, ha
commentato Cantalamessa, è possibile vivere
e attuare tre aspetti fondamentali della primitiva esperienza francescana, quelli della predicazione, della preghiera e della povertà.
A proposito, anzitutto, di predicazione è
difficile sfuggire a tutta una serie di domande
“inquietanti”. Oggi, quale posto occupa la predicazione, ad esempio, nella Chiesa e nell’ordine francescano? Quali persone vengono
riservate a questo ministero? Dove vanno a
finire le forze più vive e più valide della Chiesa? Quanti giovani sacerdoti vengono destinati
al ministero della predicazione? Non si corre,
forse, il rischio di destinarvi «solo gli elementi che rimangono dopo la scelta per gli studi
accademici, per il governo, per la diplomazia,
per l’insegnamento, per l’amministrazione?».
Se questo è vero, allora, perché non ridare
all’ufficio della predicazione il “posto d’onore” nella famiglia francescana e nella Chiesa?
«Noi cattolici siamo più preparati, dal nostro
passato, a fare i “pastori” che i “pescatori” di
uomini, siamo più preparati a pascere le persone che sono rimaste fedeli alla Chiesa, che non
a portare ad essa nuove persone, o a “ripescare” quelle che se ne sono allontanate». Francesco aveva operato una scelta ben precisa,
quella della predicazione itinerante. Sarebbe
un peccato se la gestione di chiese e di grandi
strutture appartenenti all’Ordine, «facessero
anche di noi francescani solo dei pastori e non
dei pescatori di uomini».
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AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Un ritorno puramente “meccanico” alle origini sarebbe “fatale”. I tempi e la società di oggi
sono radicalmente cambiati rispetto a quelli di
Francesco. Oggi, in una società post-cristiana,
la cosa più necessaria è quella di «aiutare gli
uomini a venire alla fede, a scoprire Cristo».
Una predicazione moralistica non basta più.
Sull’esempio di Francesco la cui predicazione
traeva tutta la sua forza dalla “novità evangelica”, anche oggi l’annuncio più urgente non
può non essere che quello del mistero pasquale
di Cristo.
La preghiera carismatica
Anche la preghiera, come la predicazione,
alla luce del carisma francescano, andrebbe ripensata a fondo. Per Francesco la preghiera,
come la predicazione, aveva una connotazione
specificamente carismatica. Solo più tardi, con
la clericalizzazione dell’Ordine, l’ufficio divino diventerà il “cardine” della preghiera dei
frati. Ma all’inizio «non c’erano breviari né altri libri». Si pregava insieme, spontaneamente,
come lo Spirito suggeriva, da soli o insieme.
Oggi, con tutta onestà, si dovrebbe riconoscere che la preghiera comune delle fraternità tradizionali «rischia di ridursi facilmente a
quello che Isaia definiva un onorare Dio con
le labbra mentre il cuore è lontano da lui».
Non è ovviamente in discussione l’importanza della preghiera liturgica. Da sola, però, non
basta. Se la preghiera liturgica è sicuramente
comunitaria, ma non spontanea, e la preghiera personale è spontanea ma non comunitaria,
allora è necessario sostenere e mantenere viva
sia l’una che l’altra, con altri tipi di preghiera. Secondo Cantalamessa la “preghiera carismatica”, imperniata su momenti «di autentica
condivisione spirituale tra fratelli», sarebbe
la giusta alternativa in grado di garantire sia
la dimensione comunitaria che personale alla
preghiera cristiana. Forse in questo modo, nelle comunità religiose, si potrebbe scongiurare
il pericolo di condividere tutto «eccetto la nostra fede e la nostra esperienza di Gesù», di
parlare di tutto «eccetto che di Lui».
Non per nulla la preghiera carismatica è il
punto di forza di quasi tutte le nuove comunità
e dei movimenti ecclesiali del dopo concilio.
È possibile aprirsi a questa forma di preghiera
«senza tradire minimamente la nostra identità,
anzi manifestandola». Se, come ha detto Francis Sullivan, un teologo gesuita, Francesco è il
più grande carismatico della storia della Chiesa, allora è facile capire perché il rinnovamen-
to dell’Ordine francescano «è costantemente
legato, nella sua storia, al rinnovamento della
preghiera ed è partito quasi sempre da case di
ritiro e di preghiera».
Essere “poveri” e non solo “per i poveri”
Da ultimo il relatore ha brevemente affrontato il tema sicuramente fra i più controversi
nella storia del francescanesimo, la povertà.
Dalla Bibbia è possibile cogliere le due componenti essenziali dell’ideale della povertà:
essere “per i poveri” ed essere “poveri”. «La
storia della povertà cristiana è la storia del diverso atteggiarsi di fronte a queste due esigenze». Saranno soprattutto gli ordini mendicanti,
e in particolare proprio Francesco, a realizzare,
a questo riguardo, una sintesi e un equilibrio
esemplari. Oggi non si dovrebbe commettere
l’errore di ritornare alla povertà come era concepita, negli Ordini religiosi, prima di Francesco, e, nella Chiesa universale, prima del Vaticano II, quando, cioè, si pensava e si viveva
la povertà come un “essere per i poveri”, come
una prioritaria promozione di iniziative sociali. «A noi francescani, non basta una “scelta
preferenziale dei poveri”, occorre anche una
“scelta preferenziale della povertà”».
Alla luce di questa riscoperta della predicazione, della preghiera e della povertà, potrebbe, forse, essere più facile ai francescani
rivolgersi a tutte quelle masse che oggi «si sono alienate dalla Chiesa istituzionale». Se un
numero sempre più grande di persone è incapace di «arrivare a Gesù attraverso la Chiesa»,
i francescani si trovano oggi in una “posizione
unica” per aiutare le persone ad arrivare alla
Chiesa attraverso Gesù, partendo da Lui e dal
Vangelo. «Non si accetta Gesù per amore della
Chiesa, ma si può accettare la Chiesa per amore di Gesù».
L’eredità di Francesco, l’immenso patrimonio di credibilità che si è acquistato presso
l’umanità intera, la sua intuizione di una fraternità universale, la scelta della minorità, potrebbero rivelarsi delle condizioni ideali per riaprire un dialogo fecondo con un mondo sempre
più “lontano”. Un mezzo non trascurabile, ha
concluso Cantalamessa, è anche il saio francescano, grazie al quale Francesco si fa presente
anche visibilmente agli uomini d’oggi. «Se la
gente non ci vede mai con l’abito, come fa a
individuarci come figli di Francesco? Sono
convinto che il giorno che i francescani non
portassero mai in pubblico, nemmeno quando
sono in paesi cristiani e cattolici, l’abito reli-
AD CHRONICAM ORDINIS
gioso, priverebbero il mondo di un grande dono e se stessi di un grande aiuto».
Angelo Arrighini
[Testimoni, n. 9, 2009, pp. 11-13]
2. Più uniti incontro al futuro
In più occasioni, nel corso del recente capitolo internazionale delle stuoie, è stata posta
in evidenza la straordinarietà dell’evento. Lo
è stato sicuramente a livello celebrativo. Anche la sola presenza di quasi 2000 francescani
di tutte le obbedienze, in rappresentanza degli
oltre 32.000 frati sparsi per il mondo, lo sta
a testimoniare. Ma dopo, cosa potrebbe o dovrebbe succedere? Sicuramente, per i consigli
generali del primo ordine francescano, l’incontro di Assisi non è stato solo un impegnativo
punto di arrivo. Sarà anche un obbligato punto
di partenza. Dal capitolo internazionale delle
stuoie, infatti, è venuta una spinta non solo a
riscoprire la “grazia delle origini”, ma anche e
soprattutto, in futuro, a camminare “più insieme” di quanto non sia avvenuto in passato.
La percezione più evidente che qualcosa si
sta muovendo, si è avuta soprattutto nel corso
della tavola rotonda, coordinata dal conduttore
del TG1, Francesco Giorgino, giovedi 16 aprile. Tre ex ministri generali, John Corriveau,
OFMcap., Giacomo Bini, OFM, Gianfranco
Agostino Gardin, OFMconv., hanno provato
a interrogarsi ad alta voce su tre aspetti fondamentali del francescanesimo: comunione,
missione, fedeltà alla Chiesa.
Corriveau, attualmente vescovo di Nelson
in Canada, ha riletto la realtà dei rapporti fraterni alla luce della Trinità. Francesco, infatti,
ha sempre cercato di fare della sua fraternità
originaria uno specchio terreno del rapporto
trinitario, caratterizzata da una «libera comunione di persone senza dominazione e senza
subordinazione». Come le persone divine si
rapportano l’una con l’altra in una profonda
comunione di amore, così tramite l’obbedienza caritativa, i frati si dovrebbero rapportare
l’un l’altro senza alcuna “subordinazione”.
Non per nulla Francesco ha sempre visto e proposto l’immagine del Maestro che lava i piedi
ai suoi discepoli come il modello di autorità
e di servizio per la sua fraternità. I suoi frati
non avrebbero mai dovuto occupare “nessun
posto” di rilievo nella società, contenti, anzi,
ogni qualvolta si fossero venuti a trovare fra
persone di poco conto e disprezzate, tra i po-
299
veri, i deboli, i lebbrosi, i mendicanti. Solo in
questo modo avrebbero pienamente realizzato
la loro vocazione di frati minori.
Il principio di minorità, però, almeno secondo lo storico francescano Làzaro Iriarte, come
ha ricordato Corriveau, è stato per l’Ordine la
parte “meno gradita” dell’eredità francescana e anche «la prima ad essere dimenticata».
Quante volte, nella lunga storia del francescanesimo, si è cercato di abbracciare la povertà
di Francesco ignorando, però, la minorità. Ma
senza questa, diventa impossibile la vera povertà. Anche «noi francescani post-moderni,
ha concluso Corriveau, immersi nelle culture
secolarizzate, restiamo confusi dalla minorità orgogliosamente proclamata nel nome che
portiamo”.
Nuove fraternità inter-obbedienziali
La fraternità e la comunione, ha esordito p.
Giacomo Bini, erano “il cuore” della missione
francescana. L’andare “per il mondo intero”,
era ed è parte integrante della vocazione evangelica e, proprio in quanto tale, anche della vocazione francescana. Si è “chiamati” per essere
“mandati”. Vocazione e missione coincidono.
Le prime generazioni francescane non si sono
mai lasciate “circoscrivere” o “imprigionare”
da nessuna struttura e da nessuna area geografica. Anche a livello provinciale, erano fraternità dinamiche, itineranti, agili, sempre capaci
di adattarsi e pronte a mettersi su ogni strada,
verso Oriente e verso Occidente.
In origine la spiritualità missionaria francescana era contrassegnata dalla passione
evangelica dell’amore, da una spiritualità di
testimonianza, di trasparenza molto più che
di efficienza e di apparenza, una spiritualità dell’incontro, della ricerca della pecorella
smarrita, dell’attesa e non quella di una comoda stabilitas, priva di fede e piena di paure.
Era una spiritualità del pellegrinaggio, della
vita itinerante, semplice, espropriata e fraterna, dove, ieri come oggi, si possono facilmente
incrociare i lebbrosi e gli emarginati di tutti i
tempi e di tutti i luoghi.
I francescani non possono sentirsi “appesantiti” da troppe proprietà, da troppe dipendenze,
da troppa attenzione su se stessi, da troppe cose da fare. Solo in un reale atteggiamento di
povertà e di minorità, la missione francescana
potrà essere mobile, libera, obbediente, vitale, profetica. Una creatività vitale e interiore,
nuove forme di evangelizzazione possono diventare, allora, la più concreta espressione di
300
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
una fedeltà rinnovata a Dio, alla Chiesa, all’intuizione evangelica di Francesco, all’Ordine,
alla storia.
Ci vuole, però, il coraggio di superare il
“sedentarismo conventuale”. Com’è possibile che il 90% delle energie venga interamente
impegnato solo per il 10% delle persone? Non
si può sostituire la passione evangelica con la
semplice proliferazione di progetti. Possibile che non ci si accorga di essere, spesso, più
proiettati verso il passato che non verso il futuro? Quanti provincialismi, chiusi in se stessi, rischiano di bloccare la vita della fraternità
francescana! Troppi frati sono letteralmente “destabilizzati” da una reale vita fraterna.
Quando si hanno troppe cose da perdere, non
si parte mai. La dimensione essenziale della
libertà propria di Francesco, viene seriamente
compromessa dal non riuscire a vivere senza
“nulla di proprio”, senza “contare nulla”, senza “avere nulla”. Ma è proprio questa minorità
che, oggi come ieri, continua a qualificare la
vocazione e la missione francescana.
Bini ha auspicato che il capitolo internazionale delle stuoie non sia solo un evento
celebrativo e commemorativo, contrassegnato da troppe parole. È arrivato il momento di
“partire” con qualcosa di veramente nuovo. Se
si vuole rivitalizzare il movimento francescano, perché non dare vita a qualche fraternità
missionaria inter-obbedienziale? Non è una
prospettiva utopica, impossibile. Anzi! Anche
solo fra i presenti, ha detto Bini guardando il
vasto uditorio che gli stava di fronte, almeno
un centinaio frati sarebbero sicuramente pronti
a muoversi in questa direzione. Quante potenzialità soffocate dalla mancanza di coraggio nel
riadattare le strutture! «È giunto il momento di
dire: basta, partiamo! Non possiamo aspettare
altri vent’anni. Sarebbe troppo tardi!».
Sottomessi ai prelati e ai chierici
«Sempre siano fedeli e sottomessi ai prelati
e a tutti i chierici della santa madre Chiesa».
Sono le parole conclusive del Testamento di
Siena di Francesco. Ma chi sono, si è chiesto
il terzo ex ministro generale, mons. Gardin, attuale segretario del dicastero vaticano per la
vita consacrata, i destinatari di questa esortazione? Sono sicuramente quanti nella Chiesa
svolgono compiti istituzionali o di governo,
esercitano il ministero connesso al sacramento dell’ordine, e quindi non solo membri della
gerarchia ma anche i semplici sacerdoti. La fedeltà e la sottomissione non sono dettate da ra-
gioni opportunistiche o diplomatiche. La vera
ragione è una sola: si tratta di prelati e chierici
della “santa madre Chiesa”.
Troppo riduttivamente, spesso, si è fatta
coincidere l’appartenenza alla Chiesa con il
rimanere dentro i confini della corretta dottrina cattolica. L’attaccamento di Francesco alla
Chiesa, invece, nasce soprattutto dal fatto che
la Chiesa produce grazia, genera la vita nuova in Cristo, rende efficace il dono del mistero
pasquale. Nella sua proposta di vita evangelica c’è una sostanziale identità tra obbedienza,
fedeltà e sottomissione. È quanto, in un certo
senso, viene proposto anche dalla recente istruzione vaticana sull’autorità e l’obbedienza. Per
conoscere la volontà di Dio e obbedirvi sono indispensabili varie mediazioni, comprese quelle
ecclesiali, istituzionali, spesso limitate, fallibili,
povere, intrise di peccato, eppure necessarie.
È proprio questa Chiesa peccatrice il luogo irrinunciabile dell’incontro con la santità di
Dio! «Senza questa disponibilità ad accogliere
le precarie mediazioni umane di Dio, diventa
difficile anche farsi membri di una comunità
di fratelli – la comunità religiosa – nella quale
il comune discernimento della volontà di Dio
passa anche attraverso la voce stonata, o il modesto profilo spirituale, o la scarsa esemplarità
di altri fratelli».
La fedeltà e la sottomissione di cui parla Francesco, possono sembrare richieste fin
troppo esigenti, radicali, forse “incomprensibili” a molti contemporanei. Eppure, la caratteristica più tipica della forma vitae di Francesco è proprio la minorità. Perché sorprendersi, allora, se «chi ha voluto in maniera così
accentuata la ricerca dell’ultimo posto, il non
voler contare nella società e anche nella Chiesa – poiché questa è la minorità –, chiede una
totale sottomissione a chi nella Chiesa esercita
l’autorità o dispensa la grazia del Signore?».
Si tratta di una sottomissione «vera, sincera,
non compiacente, né opportunista». Gardin è
convinto che «uno stile mite, non arrogante,
discreto, paziente, capace di ascolto e di riflessione, propositivo, privo di facili giudizi, remissivo, farebbe bene non solo alla vita interna delle nostre comunità, ma alla stessa Chiesa
e al suo porsi nel mondo e di fronte al mondo».
Nella sua terza Ammonizione, Francesco
presenta come “obbedienza perfetta” quella
che di fatto è una “non-obbedienza” all’ordine ricevuto, dal momento che questo andava
“contro la sua anima”. In questo caso, però,
anche la disobbedienza si rivela “radicale fe-
AD CHRONICAM ORDINIS
deltà” ad un valore “che sta sopra”, “sta oltre”
la mediazione umana, per quanto autorevole
essa sia. È la fedeltà al Vangelo.
Una comunione più gioiosa e fattiva
Nessuno come il segretario della congregazione per la vita consacrata è consapevole della delicatezza di un discorso del genere. Infatti,
potrebbe dare spazio a discutibili disobbedienze agli uomini, rappresentanti di Dio, in nome
di discutibili o presunte fedeltà al Vangelo. A
questo proposito non si dovrebbe mai dimenticare che Francesco propone la sua fedeltà al
Vangelo in una Chiesa «segnata da non pochi
elementi di decadenza», ma non lo fa mai «con
arroganza o con il piglio del ribelle».
Là dove la Chiesa e gli uomini di Chiesa
contraddicono il Vangelo, Francesco semplicemente lo mette in pratica. Anche un’eventuale “non-obbedienza”, come nel caso, già
visto, di un ordine contro la propria anima,
non deve, però, condurre alla divisione, alla
separazione né dal superiore né dalla comunità. Anzi, dice Francesco: «se per questo dovrà
sostenere persecuzione da parte di alcuni, li
ami di più per amore di Dio. Infatti, chi sostiene la persecuzione piuttosto che volersi separare dai suoi fratelli, rimane veramente nella
perfetta obbedienza, poiché offre la sua anima
per i suoi fratelli».
Una pretesa fedeltà al Vangelo che recasse
danno alla comunione «non sarebbe autentica
fedeltà». Certo, non è sempre facile armonizzare la ricerca dell’evangelicità e della fedeltà
alla Parola di Dio con l’umile e fraterna comunione con tutti gli “uomini di Chiesa”, anche
con quelli che non sembrano «brillare per stile
evangelico di vita». Ma proprio in questi casi
diventa confortante l’esperienza di Francesco.
Dopo aver constatato che la comunione
«non è stata sempre la passione dei francescani
all’interno del loro variegato mondo», e che la
minorità «non ha sempre caratterizzato lo stile
di relazione tra le diverse componenti di questa
grande famiglia», Gardin ha concluso la sua riflessione con una domanda. A 800 anni dall’approvazione della forma evangelica di vita intuita da Francesco, e che continua ancora oggi
ad affascinare tante persone, «non dovremmo
forse dare più ossigeno a una fattiva, umile, gioiosa comunione tra fratelli minori?».
Angelo Arrighini
[Testimoni, n. 10, 2009, pp. 9-11]
301
3. Il 187° Capitolo generale OFM
1. Ponti di pace tra le culture e la missione
dei Frati Minori
Un duplice aspetto per la missione francescana dei frati minori: inter gentes e ad gentes
al fine di restituire il dono del Vangelo al mondo di oggi; un rinnovato, prioritario impegno
di presenza francescana accanto ai poveri nei
luoghi di conflitto e tensione definiti «chiostri
inumani». Lo ha detto, nel corso di una conferenza stampa svoltasi a Roma, il ministro
rieletto dell’Ordine padre José Rodríguez Carballo, il quale ha presentato i lavori del 187°
capitolo generale appena concluso ad Assisi.
All’incontro, tenutosi presso la Curia generale dei frati minori, hanno preso parte padre
Michael Anthony Perry, Vicario Generale, e
padre Mirko Antonio Sellitto, addetto stampa
del Capitolo.
Padre Carballo ha voluto sottolineare l’essenza missionaria dell’Ordine dei frati minori,
ricordando che la missione nasce dall’esperienza di fede, vissuta come fratelli e come
«minori» (ultimi tra gli ultimi), e diventa testimonianza evangelica, messaggio da donare
al mondo, rispondendo alle sue più profonde
domande di significato, di speranza e di pace.
La missione inter gentes – ha puntualizzato il religioso – è caratterizzata dallo «stare in
mezzo ai popoli, integrarsi con loro, comprenderne le domande e la complessità, inculturarsi per saper evangelizzare con un linguaggio
adeguato e rispettoso delle culture e delle tradizioni presenti sul territorio». Per svolgere
questo tipo di missione, ha osservato padre
Rodríguez Carballo, è necessario saper leggere i segni dei tempi, definiti dal capitolo «la
voce dello Spirito Santo che chiede dai frati
una risposta adeguata».
Questi segni sono stati identificati nell’inteculturalità che caratterizza la società attuale,
nelle rivendicazioni per i diritti umani, nella
crisi economica mondiale, nel disastro ecologico che si sta consumando in molte aree del
pianeta, nell’ampio flusso delle migrazioni.
La missione ad gentes è invece quella che
si apre a nuovi territori per testimoniare la propria fede e annunciarla a coloro che non la conoscono.
Riguardo ai progetti missionari e agli ambiti
di riflessione, oltre a rafforzare le proprie presenze in Terra Santa e in Marocco, il capitolo
ha scelto di iniziare nuovi progetti missionari.
In Europa si vuole portare un rinnovato annun-
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AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
cio del Vangelo per farlo riscoprire all’interno di una cultura fortemente secolarizzata; in
Amazzonia si punta a rafforzare una presenza
risalente al xvi secolo, con particolare attenzione alle problematiche riguardanti l’ecosistema
a rischio; nuove iniziative si realizzeranno tra
il 2009 e il 2015 in alcune aree dell’ex-Unione
Sovietica e in Laos, Cambogia, Senegal, Camerun e Ghana.
In tutte queste situazioni «i frati si impegnano a stare “in frontiera”, nei luoghi segnati dalla violenza e dalla povertà estrema. Le
comunità francescane si impegnano a essere
“ponti” tra le culture e le religioni, per essere
messaggeri di pace e di riconciliazione».
I centocinquantadue rappresentanti dei frati
presenti al capitolo hanno anche promosso due
ambiti di riflessione per comprendere lo stato
attuale dell’Ordine e fare progetti per il futuro. Padre Michael Anthony Perry ha parlato
dell’impegno dei frati minori per la giustizia,
la pace e la salvaguardia del creato. Nel suo
intervento, ha menzionato il recente rapporto dell’Organizzazione per l’alimentazione e
l’agricoltura delle Nazioni Unite (Fao) in cui si
afferma che più di un miliardo di esseri umani
nel nostro mondo soffre per la fame e la malnutrizione e si denuncia che un bambino su sei
soffre le conseguenze della malnutrizione.
Dopo aver ricordato il messaggio inviato
dal capitolo ai ministri dell’economia del G8,
padre Perry ha evidenziato l’azione concreta
dei francescani nella cura dei poveri e dei più
vulnerabili, come le persone affette dall’hiv; i
programmi di riabilitazione e la creazione di
micro-imprese per donne, ragazze e altre categorie deboli; l’impegno al fianco dei poveri
e degli emarginati che vivono nel cosiddetto
mondo «sviluppato». A tutto questo si aggiunge la promozione della pace e della riconciliazione in Africa, in Medio Oriente, nel Sud-Est
asiatico, nell’America Latina, in Europa e nel
Nordamerica.
Il religioso ha quindi evidenziato la presenza capillare dell’Ufficio di giustizia, pace e integrità del creato a Roma e in molte aree del
mondo «per vivere con chi soffre e non agire
da lontano» e la presenza francescana presso
le Nazioni Unite attraverso il Franciscans International, che coinvolge tutti i rami del movimento francescano del mondo e rappresenta
l’unica voce di più di 800.000 religiosi e laici.
L’altro tema di riflessione è stato quello
del rapporto con l’ebraismo. Padre Rodríguez
Carballo ha osservato che questo tipo di con-
tatto è molto più recente rispetto a quello con
il mondo musulmano, ma, nonostante questo,
a Gerusalemme, attraverso l’unica parrocchia
per i cattolici provenienti dall’ebraismo, la comunità francescana ha intrapreso un dialogo
più costante con «i nostri padri nella fede».
Nell’Ordine, inoltre, ci sono molti religiosi
provenienti dall’ebraismo.
Il ministro generale ha quindi anticipato ai
giornalisti che la prossima settimana invierà
una lettera aperta al Segretario generale delle
Nazioni Unite in merito alla situazione nello
Sri Lanka, per chiedere un intervento che risollevi le popolazioni locali dalla situazione
disumana in cui versano.
Al termine della Conferenza, padre Rodríguez Carballo ha donato ai presenti il dvd sugli
ottocento anni dell’ordine francescano «Omnes
vocentur fratres minores», realizzato per far memoria delle origini del carisma e mostrare come
viene vissuto oggi nelle varie attività pastorali,
missionarie e caritative che 15.000 frati minori
portano avanti in oltre 110 Paesi del mondo.
Il 187° capitolo generale dei frati minori
si è concluso, domenica scorsa, ad Assisi con
la celebrazione eucaristica nella basilica della Porziuncola, in Santa Maria degli Angeli.
Nell’omelia, padre Carballo, nel delineare gli
800 anni del movimento francescano ha sottolineato come la diversità di lingua e cultura,
che da sempre lo caratterizza, ha rappresentato,
anche in questa esperienza capitolare, una ricchezza per comprendere in profondità la volontà di Dio. Come nella prima Pentecoste cristiana e nei primi capitoli dell’ordine – ha detto – lo
Spirito ha animato la riflessione su tutto ciò che
riguarda la vita e la missione dei fratelli.
Un elemento essenziale per attuare oggi le
iniziative pastorali e missionarie dei frati sarà l’attenzione, per «conoscere bene il cuore
degli uomini a cui ci rivolgiamo, il loro modo
di pensare e di porsi», solo così si potrà continuare a essere i «frati del popolo». Insieme a
questo «diventa anche necessario essere ben
preparati intellettualmente in vista di una lettura attenta dei segni dei tempi e dei luoghi, ed
essere quindi in grado di offrir loro una risposta evangelica».
Il mondo – ha proseguito fra Carballo – ha
diritto di attendersi che i frati siano strumenti
di riconciliazione e di pace, solidali con i più
miseri, attenti alla salvaguardia del creato,
«capaci di favorire il dialogo tra le culture, le
generazioni, le religioni, le correnti di pensiero, per far crescere la conoscenza e il ricono-
AD CHRONICAM ORDINIS
scimento reciproci e la ricerca di cammini comuni per dare inizio a un mondo fraternizzato
con le sue ricche e sane differenze».
Nelle quattro settimane di lavori (iniziati lo
scorso 24 maggio), i 152 delegati, rappresentanti dei circa quindicimila frati presenti nel
mondo, hanno esaminato lo stato dell’Ordine
e hanno tracciato insieme il cammino dei prossimi sei anni.
Il documento finale, intitolato «Portatori
del dono del Vangelo», illustra alcune maniere con le quali nel nostro mondo, così diverso
da quello dell’epoca di san Francesco, i frati
minori vogliono annunciare il Vangelo.
«La missione – si legge nel documento –
avviene tra gli uomini di oggi, mettendo al
centro gli altri e non se stessi, in un atteggiamento di simpatia per il mondo, cercando di
comprendere e rendersi comprensibili a ogni
popolo e a ogni cultura».
[L’Osservatore Romano, 24 giugno 2009, p. 6]
2. Cammini e proposte per il futuro
Fr. José Rodríguez Carballo è stato rieletto ministro generale dei Frati minori francescani. L’elezione ha avuto luogo lo scorso 4
giugno nell’ambito del 187° Capitolo generale
dell’Ordine, in fase di svolgimento ad Assisi e
destinato a protrarsi fino al giorno 20. Lo hanno scelto, o meglio, confermato per altri sei
anni i 152 capitolari di 113 nazioni diverse, in
rappresentanza dei circa 15.000 religiosi francescani che costituiscono l’Ordine dei Frati
minori. Spagnolo, 56 anni, guiderà l’istituto
fino al 2015. È il 119° successore di san Francesco.
Soltanto dopo che sarà terminato il capitolo
e approvato il documento finale sarà possibile
avere un quadro più preciso dei lavori e delle
linee che i minori intendono seguire per il prossimo sessennio. Ci sono tuttavia delle convinzioni di fondo che fr. Carballo ha chiaramente
descritto nella Relazione in avvio dei lavori, in
particolare nella quarta parte intitolata Cammini e proposte per il futuro, che riteniamo decisiva per la vita e la missione dell’Ordine nei
prossimi anni. Le linee proposte ci paiono determinanti anche per qualsiasi istituto poiché
è su queste che si gioca infatti il futuro della
stessa vita consacrata.
Tre premesse o convinzioni
Fr. Carballo è partito da una premessa, o
meglio, da alcune brevi convinzioni. La prima
303
è che «il futuro lo costruiamo oggi». Si tratta pertanto di «vivere in fedeltà il presente in
modo tale che il futuro sia capace di appassionare». La seconda «è che il futuro dipende da
tutti». Perciò «dall’impegno per generare futuro nessuno deve essere escluso e nessuno si
deve escludere». La terza consiste nel fatto che
«i tempi che viviamo sono tempi di ricerca e di
tentativi, nei quali è importante non dare nulla
per scontato e continuare a progettare la vita
come una domanda appassionante. Solo così,
attraverso la fatica di chi si sente mendicante di
senso, potremo trovare la risposta adatta ad ogni
momento, ben coscienti che quando l’avremo
trovata sarà cambiata la domanda e dovremo
iniziare daccapo». Infine, che «solo una coscienza missionaria e profetica sarà in grado di
promuovere istanze nuove e ambiti di vita capaci di generare speranze e nuove aspettative».
Dopo queste premesse ha quindi delineato i
cammini di futuro il cui scopo è di favorire la
qualità evangelica della vita e della missione.
Questa qualità evangelica, ha affermato,
«passa attraverso e conduce necessariamente a
essere ricordo, memoria vivente e provocatoria di Gesù. In questo mondo che vive come se
Dio non ci fosse, siamo chiamati a essere segni profetici della regalità di Dio, di quel Dio
che non sopporta idoli. In un mondo come il
nostro, che nega il diritto di Dio di essere presente, la nostra vita deve essere centrata in Lui,
e la nostra missione traboccare di passione per
Lui, se veramente vita e missione vogliono essere profetiche». Si tratta di «sentire il grido
di una società che attende e chiede con forza a
noi di essere testimoni di Gesù Cristo, ricordo
provocatorio di Gesù attraverso una vita in povertà che non ha bisogno di troppe spiegazioni
per essere capita e apprezzata, con una vita in
castità che ci renda cordiali, integrati, armonici, disponibili e gioiosi, con una vita di obbedienza che ci renda liberi, schiavi di nulla e di
nessuno, e che ci impegni a ricercare e vivere
il sogno di Dio. E tutto questo vivendo una vita
fraterna che interpelli, attragga e seduca tutti
coloro che aspirano ad uscire da un ambiente
limitato, egoista e non solidale, e una missione
appassionante per l’audacia e l’impegno a lavorare alla frontiera, con chi sta ai margini, ai
confini e, soprattutto, a favore dei più poveri,
emarginati, esclusi e disprezzati della nostra
società». Perciò, ha proseguito, «il nostro futuro deve necessariamente diventare, secondo
le parole di Benedetto XVI, prolungamento
della presenza di Gesù nel mondo, esegesi
304
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viva del Vangelo. Gesù e il Vangelo devono
essere la nostra ispirazione, la nostra forza e il
nostro cammino. La formazione permanente e
la formazione iniziale devono aiutare il frate a
configurarsi a Cristo, a trasformarsi in lui, in
modo che ognuno possa dire insieme a Paolo:
“Per me vivere è Cristo”» (Gal 2,20).
Uomini di fede, di preghiera e ascolto
Tutto ciò richiede di essere «uomini di fede e di preghiera». Di fede, anzitutto, poiché,
«già da qualche tempo si parla tra noi di una
certa crisi di fede… crisi che conduce non raramente ad abbandonare la vita consacrata, e
si manifesta in molti altri casi come mancanza di entusiasmo e creatività». Inoltre, essere
uomini di preghiera, personale e fraterna. Infatti «non possiamo fare a meno del contatto
quotidiano, personale e comunitario, con il Signore, che si esprime attraverso la preghiera».
Un’altra linea di futuro si sviluppa a partire
«dall’ascolto attento della Parola di Dio e dalla
ferma volontà di metterla immediatamente in
pratica, sine glossa». Per questo motivo «chi
vuole gustare la grazia delle origini deve confrontarsi con la parola di Dio: principio ispiratore, garanzia di futuro e dinamismo motivante tutta la vita consacrata e, a maggior ragione,
una vita e missione come la nostra, al cui centro c’è il Vangelo». Deve essere «parola di Dio
letta come notizia che interroga, che spiazza,
che ri-situa, che è condivisa all’interno di una
Fraternità orante e in ricerca di senso, crea
comunione, crea fraternità. Una Parola letta e
ascoltata in un contesto storico ben concreto,
ci proietta verso la missione, perché ci dà la
forza necessaria per attraversare frontiere e ci
spinge ad uscire da noi stessi per andare all’incontro dell’altro».
Uomini di riconciliazione
«In un mondo lacerato e aggressivo e sempre più frammentato per etnie, ideologie e
credenze, nonostante che la globalizzazione
venga gridata da tutte le parti - ha proseguito
fr. Carballo - «siamo chiamati ad essere pungiglioni inquietanti per un futuro più solidale e
fraterno, vivendo da uomini di riconciliazione,
creatori di solidarietà, suscitatori di speranza».
Ciò esige «una vita fraterna vissuta con radicalità», perciò «non basta condividere lo stesso tetto, la stessa mensa e uno stesso orario…
Se vuole essere chiamata profetica dal nostro
mondo, la nostra vita fraterna deve essere
espressione e luogo di scambio di fede e di re-
lazioni profonde (fede orizzontale). Il mondo
di oggi e anche noi abbiamo fame di fraternità
in cui si respiri Dio e l’umanità, luoghi di incontro e di amicizia, di reciproca fiducia, di
accoglienza e appoggio, di perdono, di serenità e di festa».
«La mia profonda convinzione - ha aggiunto - è che uno dei grandi contributi che possiamo e siamo chiamati a offrire come frati minori, in questo tempo in cui si moltiplicano le
persone che vivono sempre più di relazioni puramente virtuali e che sembrano dei naufraghi
dello spirito alla deriva su zattere on line, è di
suscitare, animare e sostenere focolari di vita
autenticamente fraterna, che siano per gli altri irradiazione di amicizia, stimolo, appoggio
e riconciliazione. «Più intenso è l’amore fraterno, maggiore è la credibilità del messaggio
annunciato (…). Senza essere il “tutto” della
missione della comunità religiosa, la vita fraterna ne è un elemento essenziale» (Vfc 55).
Un forte senso di appartenenza
A tutto questo bisogna aggiungere anche
«un forte senso di appartenenza». In effetti,
«in un mondo sradicato come il nostro, dove
molti hanno tagliato le radici e sciolto ogni
vincolo di appartenenza che li manteneva uniti
a una storia o ad un gruppo sociale o religioso, dobbiamo stare attenti a non essere vittime
dello stesso fenomeno».
Personalmente, ha sottolineato fr. Carballo,
«sono convinto che uno dei peggiori sintomi
di malessere vocazionale che può comparire
nella vita consacrata e, quindi, anche tra noi
sia la perdita del senso di appartenenza. Se
tra noi si indebolisce il senso di appartenenza,
questo non solo non suscita nuove adesioni,
ma rischia di farci perdere vocazioni formate
e in molti casi dei giovani; si è acceso il semaforo rosso e la situazione richiede un’urgente
eziologia, per fare una diagnosi coraggiosa
e mettere un tampone alla situazione». Molto importante, sotto questo punto di vista, ha
spiegato, sono sia la formazione iniziale, sia
quella permanente, e, ha aggiunto, «considero
anche importante fare attenzione alle doppie
appartenenze».
Fr. Carballo vede inoltre il futuro della vita
e della missione nell’inter, ossia nella interprovincialità, nell’interdipendenza o interazione e nella solidarietà intercongregazionale. A proposito di quest’ultima in particolare
osserva: « “Le sfide della missione sono tali
da non poter essere efficacemente affrontate
305
AD CHRONICAM ORDINIS
senza la collaborazione, sia nel discernimento
che nell’azione, di tutti i membri della Chiesa”» (VC 70). Non possiamo vivere ai margini
della vita consacrata e della Famiglia francescana. Se vogliamo tenere gli occhi ben aperti
sul futuro verso il quale lo Spirito ci spinge,
abbiamo sempre più bisogno di una reciprocità dinamica, in settori tanto importanti come quello della formazione, della missione ad
gentes…».
In continuo stato di esodo
In questi cammini di futuro un posto centrale occupa la missione. Infatti, «la vita consacrata ha sempre vissuto e vive, ma oggi in
particolare, in permanente stato di esodo, che
suppone di vivere in permanente stato di missione. Lo abbiamo già detto: la missione è la
ragion d’essere della nostra vita. Esistiamo,
siamo per e dalla missione: missione evangelizzatrice nei territori dove il cristianesimo ha
profonde radici e missione ad gentes, dove è
necessaria la prima evangelizzazione. Non siamo stati chiamati per noi stessi, ma per gli altri.
Sarebbe un grave errore se fossimo al servizio
di noi stessi, retroagendo e blindandoci… Non
avrebbe senso una vita francescana immobile,
come se si dovesse difendere qualcosa dall’interno per non diluirsi». Pertanto, «in questo
contesto una sfida importante per noi ora, ma
anche per il futuro, è di costruire nuove forme
di Fraternità al servizio dei poveri, non solo
materialmente, perché da una profonda dedizione al Signore vengano condivise le gioie e
le sofferenze dei più poveri e di quanti soffrono. Tra i luoghi da privilegiare con le nostre
presenze vi sono quelli che ci permettono di
stare come minori tra i minori della terra. I minori sono per noi parola privilegiata di Dio».
Inoltre, ha affermato fr. Carballo, «in tempi
di instabilità come i nostri, la missione è costantemente da scoprire. La missione non può
oggi essere ripetitiva, ma audace e creativa.
Ogni giorno siamo chiamati a trovare la forma
e il modo per attuarla, ogni giorno dobbiamo
essere disposti ad «iniziare cammini inediti di
presenza e di testimonianza», compiendo «una
seria revisione della nostra missione».
«Dobbiamo rivedere anche il nostro impegno concreto nella missione ad gentes. Viviamo un momento in cui si tocca con mano una
minore disponibilità a essere inviati in missione. Ritengo che questo abbia molto a che fare
con la situazione di benessere in cui viviamo e
nell’essere troppo centrati su noi stessi».
Le altre linee indicate da Fr. Carballo sono
la collaborazione con i laici,sulla base di un
nuovo modello di Chiesa e di vita consacrata che «passa necessariamente attraverso una
stretta collaborazione con i laici», in cui questi «non siano semplici clienti, ma autentici
protagonisti»; inoltre costruire un futuro sulla
linea dell’inculturazione, processo questo che
«deve ispirare lo stile della formazione, l’esperienza fraterna, i progetti e le decisioni apostoliche…». Infine, è decisivo vivere in continua
formazione permanente; una formazione che
sia in grado, da una parte, di «promuovere la
realtà di ogni persona» e «miri a formare mentalità aperte e a mettere la persona in grado di
vivere con pienezza. Per questo essa «deve fare molta attenzione al livello umano, al livello
cristiano e al livello carismatico».
Queste linee sono quindi accompagnate da
tutta una serie molto dettagliata di proposte
concrete per il futuro. Sarà ora interessante
verificare come tutte queste linee e proposte
saranno convalidate dal capitolo e consegnate a tutto l’Ordine nel documento finale come
programma di riflessione e di impegno per il
prossimo sessennio.
Antonio Dall’Osto
[Testimoni, n. 12, 2009, pp. 11-13]
3. La missione oltre ogni paura
“Verbum Domini nuntiantes in universo
mundo”. Questo è stato il tema centrale del
Capitolo generale dei Frati Minori che si è
svolto in Assisi dal 24 maggio al 20 giugno.
Annunciatori del Vangelo “con autenticità e
aperti al futuro”, sottotitolava fr. José R. Carballo nella lunga e articolata relazione allo
stesso Capitolo. Dopo aver approfondito per
due sessenni le dimensioni fondamentali del
carisma francescano, sintetizzate nelle cosiddette priorità (contemplazione, fraternità,
minorità, povertà e solidarietà, evangelizzazione, formazione e studi), il Capitolo ha voluto mettere a fuoco l’aspetto della evangelizzazione e delle missioni ad gentes in particolare, come dimensione privilegiata attraverso
la quale rileggere, riscoprire e rivitalizzare gli
altri elementi, e ridare un impulso “missionario” alle varie Fraternità sparse per il mondo.
La storia insegna, infatti, che i Francescani
sono stati fiorenti quando sono stati anche
missionari.
306
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
Scegliendo il tema della missione evangelizzatrice, il Capitolo ha espresso il desiderio
dei Frati Minori di uscire da se stessi, di abbandonare ogni sorta di paure e di rispondere alla
chiamata di Gesù e al mandato di Francesco di
Assisi che alla fine della sua vita ricordava ai
suoi Frati: “noi siamo stati chiamati per essere
inviati al mondo intero per testimoniare con le
parole e con le opere che non c’è nessuno onnipotente al di fuori di Lui”. Rivisitando questa
vocazione “carismatica”, il Capitolo ha anche
vissuto nelle varie assemblee e celebrazioni la
gioia di essere Frati Minori che vivono con il
cuore rivolto al Signore e che sanno nello stesso tempo collocarsi nel cuore del mondo come
testimoni della Parola che è l’Amore incarnato
e manifestato in Gesù Cristo.
Anche il luogo della Porziuncola, nella Basilica di Santa Maria degli Angeli, in cui è stato celebrato il Capitolo è stato di grande richiamo ed ispirazione. La Porziuncola, infatti, ha
ricordato anche il Card. José Saraiva Martins,
inviato speciale del Papa al Capitolo, “è il luogo della scoperta del Vangelo e della missione,
è il luogo dell’incontro fraterno nel Capitolo di
Pentecoste (nel 1217), è il luogo del perdono
sperimentato come la porta del Paradiso, è il
luogo del pio transito del Poverello, che qui
ha portato a compimento la sua consacrazione consegnandosi totalmente nelle braccia del
Padre celeste”.
Svolgimento dei lavori
All’assemblea hanno partecipato 152 capitolari elettori provenienti da 120 Paesi e
rappresentanti delle Province, delle Custodie
e dei Fratelli laici, e altri 30 ufficiali per i vari servizi di segreteria, traduzioni, interpreti,
informatici, liturgisti. I lavori si sono svolti
in 4 settimane, con la seguente progressione:
prima settimana riservata alla verifica tramite
la relazione del Ministro generale uscente, la
seconda dedicata prevalentemente alla scelta
ed elezione del nuovo governo dell’Ordine, la
terza e la quarta settimana riservate alla programmazione, che è sintetizzata e proposta in
un documento finale che verrà trasmesso a tutte le Fraternità.
I lavori sono stati intercalati dal rinnovo
della professione religiosa alla tomba di San
Francesco, dalla celebrazione della Parola a
San Damiano, dalla preghiera con le Sorelle
Clarisse al Protomonastero di Santa Chiara,
dalla celebrazione dell’elezione del Ministro
generale (che è stato confermato per sei anni
fr. José Rodríguez Carballo) e della conclusione del Capitolo alla Porziuncola. In due domeniche sono stati organizzati i pellegrinaggi
ad altri luoghi francescani: un pellegrinaggio a
Rieti, Fontecolombo e Greccio nella Valle reatina, e un altro al Santuario della Verna. Inoltre
il lunedì mattina, in apertura della nuova settimana, i capitolari hanno riservato un tempo
per la Lectio divina su un capitolo della Regola accompagnata da una testimonianza di un
capitolare affinché le varie riflessioni fossero
sempre sostenute dallo spirito del carisma. Al
Capitolo hanno portato il loro saluto il vescovo di Assisi, Mons. Domenico Sorrentino, e il
Sindaco della città, Dott. Claudio Ricci. I lavori di approfondimento sono stati affidati a 10
gruppi linguistici in rappresentanza di 7 lingue
e da 11 commissioni tematiche incaricate di
formalizzare le proposte per il futuro cammino
dell’Ordine. Ogni giorno sono stati inseriti nel
sito dell’Ordine (www.ofm.org) la cronaca, i
discorsi ufficiali, le foto e alcuni brevi video
tramite “You Tube” che hanno permesso a
centinaia di migliaia di persone in tutto il mondo di seguire quasi in diretta lo svolgimento
del 187° Capitolo generale dei Frati Minori. Al
termine ogni capitolare ha ricevuto un DVD
che ripresenta i momenti più significativi vissuti in Assisi e un CD con i testi del Capitolo.
Alcuni motivi ispiratori
Nel discorso di apertura, fr. José Carballo
aveva auspicato: “Che questo Capitolo generale sia un momento di grazia per rivedere i
luoghi che nutrono la nostra vita e missione;
che sia un’occasione propizia per riaffermare
la nostra condizione di discepoli e missionari;
che sia, infine, un tempo forte per cercare insieme, con creatività e aperti al futuro, i mezzi
idonei perché la nostra vita e missione continuino ad essere significative per gli uomini e
le donne di oggi”.
Rispondendo a queste indicazioni, il Capitolo ha ripercorso e approfondito alcune tematiche che sono alla base della vita e della missione dei Frati Minori, e che poi sono confluite
nel documento finale.
Nel contesto della celebrazione dell’VIII°
centenario della fondazione dell’Ordine, un
tema che ha accompagnato come un filo rosso
tutti i lavori capitolari è stato quello del ritorno alla “grazia delle origini” ossia della riscoperta della vocazione fondamentale di vivere
il Vangelo nella forma di Francesco di Assisi,
per essere veri discepoli e perciò missiona-
AD CHRONICAM ORDINIS
ri del Signore Gesù. Come ama affermare fr.
Thaddée Matura, il francescano deve riandare
al Vangelo attraverso Francesco, il quale dovrebbe essere visto non come un modello del
passato da imitare, ma un’icona del futuro da
raggiungere. Commentando il primo capitolo
della Regola, l’ex-Ministro generale fr. Giacomo Bini affermava: “Il Vangelo è il centro
di tutto. Vivere il Vangelo nel suo insieme,
ciò che Gesù ha detto e ciò che Gesù ha fatto,
“sine glossa”, senza rimandi e senza ritocchi,
soprattutto senza annacquarlo né strumentalizzarlo; vivere ancorati al Vangelo in un’attitudine contemplativa e obbediente. È su questo
“centro” che costruiremo la nostra vocazione, la nostra missione, la nostra identità, una
identità “in via”, sempre in divenire e sempre
confrontata con la Parola, e sempre “da ristrutturare”. E tale vita evangelica è definita da San
Francesco con due termini che da soli sono
un programma di vita: “Fratelli” e “Minori”.
“La Fraternità – continuava fr. Giacomo Bini
– dovrà accompagnare sempre la vocazione e
la missione dei Frati. Siamo chiamati a vivere
il Vangelo in fraternità, qualificata dalla “minorità”, situandoci tra gli ultimi, come ha fatto
Gesù, facendo della propria vita un servizio,
un dono gratuito, umile e universale. Il vivere
dunque da poveri, per i poveri, con i poveri e
come i poveri: è il nostro stato di vita, al quale
siamo chiamati”.
Il Vangelo che il Signore ha rivelato a Francesco è “il Vangelo dell’incontro”, ha affermato il nuovo Vicario generale, fr. Michael
Perry, “un Vangelo dell’incontro con il mondo
attraverso la potenza e la misericordia di Dio
che diventano più visibili in noi”. Quel Vangelo rivelato a Francesco alla Porziuncola e che
gli ha fatto capire che per essere veri discepoli
di Gesù bisogna essere suoi testimoni, che lo
ha fatto esultare di gioia e di entusiasmo e lo
ha portato a cambiare stile di vita e partire per
annunciare alle genti l’Amore di Dio e la conversione del cuore.
Non solo andare a ma anche immergersi in
È su questa radice evangelica che Francesco ha fondato la dimensione missionaria del
suo carisma. Fr. José Carballo ha presentato
così la visione francescana della missione:
“Possiamo definire la missione come il modo
di restituire il dono della Buona Notizia che
abbiamo ricevuto, andando inter gentes per
annunciare con la parola e testimoniare con la
vita il Vangelo ai vicini e ai lontani, ai credenti
307
e ai non credenti, a quanti hanno abbandonato
la fede o a quanti non hanno mai ascoltato la
buona notizia del Vangelo (…) La missione
non è solo azione, ma anche contemplazione e
passione; non significa solo andare a, ma anche immergersi in. La missione è qualcosa di
più profondo e radicale, anche di più esteso,
delle attività apostoliche e della stessa missione ad gentes. La missione è liturgia, profezia e
servizio, è collaborazione, dialogo permanente con Dio e con il mondo. Da questa visione
olistica, o globale, la missione è chiamata ad
abbracciare e armonizzare le diverse sfaccettature della vita”.
Con questa rinnovata sensibilità e coscienza
missionaria, il Capitolo ha poi lavorato per individuare e formulare alcunli impegni concreti
a vari livelli per ridare un impulso missionario
alle Fraternità francescane. Tali formulazioni,
discusse ampiamente e poi approvate in assemblea, sono diventate le “Proposte” del Capitolo
all’Ordine per il prossimo sessennio e che toccano il servizio di animazione, l’impegno per la
giustizia pace e salvaguardia del creato in chiave missionaria, la promozione di nuove iniziative e di nuove forme di evangelizzazione, e alcuni progetti missionari ad gentes in Asia, Africa,
anche in Europa e specialmente in Amazzonia.
“Portatori del dono del Vangelo”
Il Capitolo si è concluso con la elaborazione e approvazione di un documento finale dal
titolo dalla risonanza paolina (cf. 2Cor 4,7):
Portatori del dono del Vangelo. Mentre la seconda parte contiene le Proposte per il cammino futuro dell’Ordine, la prima è di carattere ispirazionale e riprende i temi principali
dibattuti durante il Capitolo. La prospettiva è
quella della logica del dono: un dono ricevuto
dal Signore (il Vangelo) che Francesco e i suoi
vogliono ridare, “restituire”, al mondo, come
il dono più grande.
Nel primo punto, intitolato Il dono del
Vangelo, il documento illustra la scoperta e
l’accoglienza del dono del Vangelo da parte
di Francesco e dei suoi primi compagni. Da
questo ascolto nacque la prima Fraternità, e
quel primo gruppo di credenti cominciò subito a testimoniare e annunciare ciò che viveva.
Così i primi Frati minori divennero annunciatori e araldi del Vangelo, con molta creatività
e fantasia, trovando forme nuove per portare la
buona novella ad ogni uomo.
Nel secondo punto, intitolato Restituiamo
il dono del Vangelo, si prendono in conside-
308
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
razione alcune forme di annuncio del Vangelo
adatte al mondo di oggi. Evangelizzare come
condivisione di una fede trinitaria e appassionata, mettendo al centro gli altri e non se stessi;
missione inter gentes, per incarnare il Vangelo
nel nostro tempo, e missione ad gentes come
annuncio “kerigmatico” del Vangelo; missione come un attraversare i confini, “abitare le
frontiere” antropologiche più che geografiche,
esercitando così l’itineranza francescana. “Solo
la fede e la spiritualità trinitaria – afferma il documento – ci permetteranno di abitare le fessure
di un mondo frammentato, con un impegno di
integrazione per superare queste ed altre dicotomie, come cammino di restituzione”.
Fr. Vincenzo Brocanelli, ofm
[Testimoni, n. 14, 2009, pp. 9-11]
4. Numerosi giovani al secondo European
Franciscan Meeting
SULLE ORME DI FRANCESCO
A SANTIAGO DI COMPOSTELA
«Santiago di Compostela è il termine di un
cammino e l’inizio di una ricerca: chiunque
cammina sogna che un giorno arriverà, e ognuno che arriva sogna di tornare a camminare, perché il camminare ti trasforma in ricercatore».
È questo il senso e l’intenzionalità del secondo
appuntamento europeo dei giovani francescani
a Santiago di Compostela, sulla tomba dell’apostolo Giacomo dove si recò a suo tempo come
pellegrino anche san Francesco. Questo luogo
custodisce la tradizione e le reliquie dell’apostolo san Giacomo il Maggiore, quello che prese alla lettera il mandato del Signore: «Andate
e annunziate il mio Vangelo sino ai confini della terra». Un luogo dagli inizi incerti, divenuto
meta di spiriti in ricerca o inquieti dietro la scia
di Dio, o alla ricerca di se stessi.
Il secondo «European Franciscan Meeting», che si è aperto l’8 e durerà fino al 15
agosto, è un incontro aperto ai giovani europei,
organizzato dai Frati Minori, che ha lo scopo
di «riscoprire le radici francescane del continente e testimoniare insieme la gioia di aver
incontrato Cristo e Francesco». Nella lettera di
invito ai giovani di padre Giuseppe Rodríguez
Carballo, Ministro generale dei Frati Minori,
è contenuta la richiesta ai giovani «di vivere
la fede con la stessa radicalità di Francesco.
Il mondo di oggi ha bisogno di cristiani coerenti». L’auspicio è che con il meeting «tutti i
giovani d’Europa possano condividere la gioia
di essere fratelli e conoscere Cristo per mezzo
della vostra fraternità». Un appuntamento giovanile che si propone quindi la riscoperta delle
radici cristiane e culturali dell’Europa anche
attraverso il carisma francescano.
I Frati Minori d’Europa (UFME), nella certezza che Francesco d’Assisi è una luce per
illuminare il cammino dei popoli e per dare
speranza al cuore degli uomini e delle donne
di oggi, hanno invitato giovani europei, tra 16
e 30 anni, a incontrarsi per scoprire le radici
francescane dei continente. Il carisma francescano, fin dall’inizio, ha contribuito all’evangelizzazione dell’Europa e al rinnovamento
della Chiesa, alla creazione di iniziative di
carità e di promozione umana dirette ai più poveri, al sorgere di nuovi stili di vita e di una
nuova spiritualità, che pone al centro l’uomo,
la comunità e il Vangelo di Cristo. Ai giovani, sempre sensibili a ciò che è più autentico e
vero, si vuole dare la possibilità di conoscere
il dono che Dio ha concesso a Francesco d’Assisi, e a quanti oggi lo seguono.
Il 9 agosto, all’arrivo dei partecipanti, è stato il vescovo di Santiago di Compostela, monsignor Julián Barrio Barrio a dare il benvenuto
ai giovani che si sono messi in cammino per
questa esperienza di comunione, di ricerca e di
confronto. Il 15 agosto, a conclusione dell’incontro, sarà il Ministro generale Carballo a celebrare la solennità dell’Assunzione di Maria,
nella cattedrale di Santiago di Compostela.
[L’Osservatore Romano, 10-11 agosto 2009]
5. Notitiæ particulares
– Il Santo Padre ha nominato il 19 giugno
2009 Fr. Nikolas Schöch, OFM, Promotore di Gisutizia Sostituto presso il Supremo Tribunale della Segnatura Apostolica,
finora Difensore del Vincolo Sostituto per
il medesimo Tribunale.
– Il Santo Padre ha accettato la rinuncia al governo pastorale del Vicariato Apostolico di
Camiri (Bolivia), presentata da Mons. Leonardo Mario Bernacchi, OFM, Vescovo
titolare di Tabaicara, in conformità al Can.
401 §1 del Codice di Diritto Canonico.
(L’Osservatore Romano, 16 luglio 2009)
AD CHRONICAM ORDINIS
– Il Santo Padre ha nominato Vicario Apostolico di Camiri (Bolivia) Mons. Francisco
Focardi, OFM, Vescovo titolare di Cencu-
309
liana, finora Ausiliare del Vicariato Apostolico di El Beni (Bolivia).
(L’Osservatore Romano, 16 luglio 2009)
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312
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– Servizio per il Dialogo (a cura di), Una fede in molte culture, Editrice ESCA, Vicenza-Roma 2009, pp. 251.
– Sorrentino Domenico, Complici dello Spirito. Il giovane Francesco e il vescovo Guido. Meditazione, Edizioni Frate Indovino,
Perugia 2009, pp. 77.
– Uribe Fernando, Orar como Francisco.
Notas y sugerencias sobre las oraciones del
Escuela del Carisma FranciSanto de Asís. ���������������������������
sclariano, Bogotá 2009, pp. 264.
NECROLOGIA
1. Fr. Ramón Lourido Díaz
San Clodio-Ourense, España, 11.08.1928
Madrid, España, 23.07.2009
Fr. Ramón, de la Provincia Franciscana de
Santiago (España), se formó durante los años
1940-1952 en los colegios franciscanos de San
Antonio de Herbón; San Diego de Puenteareas
y San Francisco de Santiago en los cuales realizó sucesivamente los cursos de Humanidades,
Filosofía y Teología, específicos de la carrera
eclesiástica. Destinado a la Misión de Marruecos, en 1952, fue destinado a los estudios de
Lengua y Literatura Arabe, que realizó en diversos centros superiores y definitivamente en
la Universidad de Granada (España), en la que
fue profesor. Integrado en la Custodia Franciscana y en el Arzobispado de Tánger, desempeñó intensamente las funciones de docente,
investigador de historia marroquí y gestor de
la actividad misional franciscana en Marruecos. Fue reiteradamente superior, consejero,
párroco, Vicario de pastoral, Vicario General
y Administrador Apostólico sede vacante, cargos que combinó con los de custodio, delegado provincial y primer presidente de la actual
Federación de Marruecos.
Compaginó con gran entusiasmo las labores misioneras, pastorales y académicas:
• docente, investigador y maestro universitario son los rasgos académicos que le califican a todos los niveles, especialmente en
los largos años de su actividad en las universidades de Granada y Rabat, quedando
como exponente un nutrido currículo de estudios, cuyo prototipo cabría ver en el libro
Marruecos y el mundo exterior en la segunda mitad del siglo XVIII (Madrid 1989);
• autor franciscano de primera línea en el
campo de los autores y escuelas franciscanos de árabe, como el P. Lerchundi; y/o
personalidades recientes como el P. Lucio
María Núñez y el P. Francisco Aldegunde;
• misionero de Marruecos con perfiles bien
tipificados; por su destino vocacional de
“pasar a las misiones…cuando mis superiores lo ordenaren”; por las iniciativas de
consejero, superior regular, vicario general
del arzobispado de Tánger; por su dinámica
implicación en las iniciativas recientes de la
antigua Custodia que llevaron a divisiones
territoriales (Norte-Sur; Santiago-granada)
y nuevas configuraciones como la vigente
de Federación Misional Franciscana del
Norte de Africa;
• jubilación literaria y cultural en la singular sede franciscana del madrileño Colegio
Cardenal Cisneros, en el que se apuntó generosamente a editar sus mejores páginas
de historiador, preferentemente en la revista “Archivo Ibero Americano”, de la que
era redactor.
Fr. Francisco Amigo Valle
2. Anno 2008 mortui sunt
* 21 dicembre 2008: Díaz Sierpe Fr. Bernardino, José Isaías, nato a Putemún, della
Prov. Ss. Trinitatis, Cile. Svolse il suo ministero sacerdotale soprattutto nei conventi
della ex Custodia del Sacro Cuore. Uomo di
forte carattere, è morto all’età di anni 99, di
vita francescana 84 e di sacerdozio 76.
3. Anno 2009 mortui sunt
* 10 aprile 2009: Villamán Barriga Fr.
Román Agustín, nato a Mulchén, della
Prov. Ss. Trinitatis, Cile. Esercitò il suo ministero soprattutto nei conventi del sud del
Paese. Si distinse per il suo modo di trattare con tutta la gente e per la forte passione
missionaria, che lo spinse ad usare anche
i mezzi di comunicazione per annunciare
la Parola di Dio con una trasmissione radio giornaliera nella città di Angol. È morto presso la Clinica Dávila, Città del Cile,
all’età di anni 75, di vita francescana 57 e
di sacerdozio 51.
* 11 aprile 2009: García Escudero Fr. Pablo, nato a Burgos, della Prov. S. Fidei, Colombia. È morto a Itagüi all’età di anni 90,
di vita francescana 74 e di sacerdozio 66.
314
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
* 14 aprile 2009: Ramponi Fr. Angelo, Benvenuto, nato a Bolca di Vestenanova, della
Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, Italia.
Nel 1947 giunse in Cina e vi rimase per
quattro anni fino all’avvento di Mao Tze
Tung. Subì un sommario processo popolare
in piazza e fu espulso. Si recò, allora, nelle
Isole Filippine, dove svolse un’intensa attività missionaria e profuse tutte le sue energie a favore delle popolazioni più povere
fino al 1965, quando a causa di una malattia
fu costretto a tornare in Italia. Negli anni seguenti svolse il suo ministero nell’Ospedale
di Vicenza (1966-1992) e nel Santuario di
Barbana (1993-2009). È morto nel Convento S. Cuore di Saccolongo all’età di anni 88,
di vita francescana 71 e di sacerdozio 64.
* 23 aprile 2009: Figueiredo Fr. Teixeiria José, José, nato a Cever, della Prov. SS. ����
Martyrum Marochiensium, Portogallo. Allegro
ed affabile, ha servito con semplicità come
cuoco sagrestano e portinaio varie Fraternità. È morto nell’Infermeria provinciale di
Lisbona all’età di anni 88 e di vita francescana 56.
* 29 aprile 2009: Morello Fr. Giorgio, nato
a Lonigo, della Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, Italia. Terminati gli studi, nel 1954
andò in El Salvador, dove svolse un lavoro
pastorale molto intenso per 55 anni. A Zacatecoluca come cappellano, a Ciudad Barrios quasi di passaggio, a Osicala parroco
per quattro anni, durante i quali promosse e
organizzò in particolare l’Azione cattolica,
i catechisti e la Legione di Maria. La sua
attività e il suo cuore sono legati a Nueva
Concepciòn, dove ha lavorato ininterrottamente dal 1960. Si è dedicato con grande
energia a fornire la parrocchia delle strutture necessarie alla vita della comunità cristiana: la chiesa, la casa canonica e cinque
nuove chiese nei villaggi. Ma le attenzioni principali furono riservate al bene delle
anime: ministero liturgico e sacramentale,
catechesi, formazione dei catechisti, Apostolato della preghiera, Mariapoli, Rosario
familiare e altri gruppi. È morto a S. Salvador, El Salvador, all’età di anni 80, di vita
francescana 62 e di sacerdozio 55.
* 1 maggio 2009: Wilken Fr. Felix, nato a
Elsten, della Prov. Saxoniæ S. Crucis, Ger-
mania. Dopo aver svolto vari incarichi nella Provincia, nel 1963 fu inviato a Münster
come Maestro dei Novizi. È stato anche
Assistente della Federazione tedesca delle
Clarisse. È morto a Rheda Wiedenbrück
all’età di anni 94, di vita francescana 74 e
di sacerdozio 62.
* 3 maggio 2009: Leyva Soto Fr. Juan, nato
a Tarandacuao, della Prov. ss. Petri et Pauli
de Michoacán, Messico. Entusiasta e gioviale servì la Chiesa e l’Ordine come Vice Parroco e poi come Parroco. È morto ad
Acámbaro all’età di anni 42, di vita francescana 21 e di sacerdozio 14.
* 6 maggio 2009: Koštroman Fr. Vlado, nato a Bjelovići, della Prov. S. Crucis, Bosnia/
Erzegovina. Ha svolto attività pastorale in
varie Parrocchie come Vice Parroco e come
Parroco. È morto nell’Ospedale di Mostar
all’età di anni 70, di vita francescana 49 e
di sacerdozio 41.
* 6 maggio 2009: Torre Fr. Domenico, Luigi, nato a Ferentino, della Prov. Romanæ
Ss. Petri et Pauli, Italia. Nel 1952 partì missionario in Argentina, dove ha svolto il suo
ministero soprattutto nel Nord, ai confini
con la Bolivia. Ha costruito chiese, scuole,
ha annunciato il Vangelo con l’ardore della
parola e con l’esempio della vita. È morto
nel Convento di Salta, Argentina, all’età di
anni 83, di vita francescana 68 e di sacerdozio 59.
* 8 maggio 2009: Mons. Kloppenburg Boaventura, Carlos José, OFM. È nato a Mellbergen, Germania, il 2 novembre 1919. È
entrato nell’Ordine il 20 dicembre 1941, ha
emesso la professione temporanea il 21 dicembre 1942, quella solenne 21 dicembre
1945 ed è stato ordinato sacerdote il 6 gennaio 1946. Apparteneva alla Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, Brasile. Dopo
la Laurea in Teologia Dogmatica a Roma,
è stato Professore di teologia Dogmatica
a Petrópolis (1951.1971), a Porto Alegre
(1972), a Roma (1973) e a Medellín (19741982); Redattore della “Revista Eclesiástica Brasileira (1951-1972); Rettore dell’Istituto Teológico-Pastoral do Conselho Episcopal Latino Americano (CELAM) a
Medellín, Colombia (1973-1982); Prefetto
NECROLOGIA
degli Studi a Petrópolis (1952-1960); Perito della Commissione Teologica del Concilio Vaticano II; Membro della Pontificia
Commissione Teologica Internazionale
(1975-1990); Perito della Conferenza Generale dell’Episcopato Latino-Americano a
Rio de Janeiro (1955), a Medellín (1968)
e a Publa (1979). Il 2 giugno 1982 è stato
nominato Vescovo Ausiliare di Salvador e
il 1 agosto 1982 è stato ordinato Vescovo a
Rolante. Dal 1986 al 1994 è stato Vescovo
di Novo Hamburgo. Il 2 novembre 1994, a
75 anni, ha rinunciato al governo pastorale.
È morto a Novo Hamburgo all’età di anni
89, di vita francescana 67, di sacerdozio 63
e di episcopato 26.
* 8 maggio 2009: Birti Fr. Giuliano, Antonio, nato a Baselga di Pine’, della Prov. Tridentinæ S, Vigilii, Italia. Dopo l’ordinazione sacerdotale (1942) la sua vita è un peregrinare in vari conventi ove l’obbedienza lo
invia. Insegnante di religione nelle scuole,
a Strugnano in Istria, a Gorizia; cappellano
delle carceri a Rovereto, parroco e infine a
Cles come frate dedito alla pastorale popolare: riservato e amabile con tutti, sempre
con il sorriso e ricco di una grande fede in
Dio e una speciale devozione a Maria. È
morto a Cles all’età di anni 92, di vita francescana 73 e di sacerdozio 66.
* 9 maggio 2009: Schaumleffel Fr. Anton,
nato a Vibank, della Prov. Christi Regis,
Canada. È entrato nell’Ordine Francescano nel 1969 ed ha vissuto tutta la sua vita
francescana a Victoria. Si è distinto come
persona tranquilla ed orante, tuttofare, sagrestano, molto apprezzato dalla gente che
frequentava la nostra cappella per la preghiera e l’Eucaristia. È morto a Victoria,
British Columbia, all’età di anni 91 e di vita
francescana 40.
* 11 maggio 2009: Calderón Peña Fr. Jaeme, nato a Comalle della Prov. Ss. Trinitatis, Cile. Si distinse per le sue capacità intellettuali e la facilità delle lingue. È morto nel
convento Recoleta Franciscana della Città
di Santiago del Cile all’età di anni 77, di
vita francescana 61 e di sacerdozio 53.
* 11 maggio 2009: Colombini Fr. Giorgio,
Ermanno, nato a Modena, della Prov. Bo-
315
noniensis Christi Regis, Italia. Dopo aver
fatto un anno sabbatico in Terra Santa per
i suoi 25 anni di sacerdozio, fu preso dal
fascino della Terra Santa dove visse per 26
anni, trascorsi tutti al Getsemani, a parte i
tradizionali otto mesi al santo Sepolcro. È
morto a Gerusalemme, Israele, all’età di anni 81, di vita francescana 64 e di sacerdozio
26.
* 13 maggio 2009: Verbij Fr. Licinius, Wilhelmus, nato a Gouda, della Prov. Ss. Martyrum Gorcomiensium, Olanda. Ha lavorato
nel campo della musica sacra e dei canti per
la liturgia. È morto a Warmond all’età di
anni 95, di vita francescana 76 e di sacerdozio 68.
* 13 maggio 2009: Fabris Fr. Contardo,
Giuseppe, nato a Malo, della Prov. Venetæ
S. Antonii Patavini, Italia. Nel 1947 giunse
in Terra Santa a servizio dei Luoghi Santi.
Nel 1951 a Roma, insegnante nel seminario
di Terra Santa e nel 1956 a Cipro, assistente spirituale dei militari. Due anni dopo fu
inviato in Egitto, dove svolse il servizio di
assistente delle comunità italiane residenti al Cairo. Dal 1962 al 1989 operò in Calabria, cappellano della Pontificia Opera
Assistenza, professore, parroco, superiore,
assistente OFS. Nel 1989 fu richiamato in
Provincia, a Peschiera del Garda, a servizio
del santuario della Madonna del Frassino e
dei numerosi pellegrini e nel 1992 giunse a
Cortina, Rettore del santuario della Madonna della Difesa. Dal 1996 al 2006 dimorò
a Vicenza S. Lucia, offrendo un prezioso
e assiduo servizio di assistenza alla chiesa, per confessioni e direzione spirituale. È
morto nel Convento Sacro Cuore di Saccolongo all’età di anni 90, di vita francescana
72 e di sacerdozio 64.
* 15 maggio 2009: Basile Fr. Agnello, Nicola, nato a Sala Consilina, della Prov.
Salerintano-Lucana Immaculatæ Conceptionis BMV, Italia. È morto nel Convento
S. Francesco di Cava dei Tirreni all’età di
anni 75, di vita francescana 59 e di sacerdozio 51.
* 20 maggio 2009: Fuentes Cruz Fr. Eusebio,
Josafat, nato a Tarandacuao, della Prov.
Ss. Petri et Pauli de Michoacán. Messico.
316
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
È stato collaboratore e formatore nel seminario della Diocesi di Celaya, Vicario della
Vita consacrata nelle medesima Diocesi,
collaboratore e formatore nel Seminario di
León, Guardiano per due volte nella Casa
di “Nuestra Señora de Gaudalupe” di Morelia, dove è morto, in un incidente stradale,
all’età di anni 78, di vita francescna 58 e di
sacerdozio 51.
* 20 maggio 2009: Martín de Santos Fr. José María, nato a Navas de Oro, della Prov.
Castellanæ S. Gregorii Magni, Spagna.
È stato Maestro e Professore nel Collegio
Serafico; Maestro dei Novizi (1957-1959),
Maestro degli Aspiranti e Professore a Pastrana (1961-1964), predicatore delle Missioni al popolo. Dal 1985 al 1996 è stato a
servizio della Terra Santa. Ritornato in Provincia, si è inserito nella Fraternità di Alcázar de San Juan, dove è stato Economo e
Segretario del Capitolo locale (1997-2003).
Dal 2003 al 2009 ha risieduto nell’Infermeria provinciale di Guadalajara, dove è morto all’età di anni 86, di vita francescana 64
e di sacerdozio 58.
* 21 maggio 2009: Rauzi Fr. Ermete, Lino,
nato a Cloz, della Prov. Tridentinæ S. Vigilii, Italia. Una vita singolare di discepolo
del Signore, una testimonianza di servizio e
di dono di sé che illumina i suoi 97 anni di
luce umana e di fede. Studente brillante ammalatosi si ritira in un paese bellissimo tra
le montagne di Trento e lì rimarrà a servizio
della comunità fino alla fine. La sua intelligenza acuta e una cultura ampia l’hanno
reso amico e apostolo ricercato, rendendolo
dono e grazia per quanti l’hanno conosciuto e avvicinato, usufruendo dei carismi della sua mente e del suo cuore. Francescano
nell’amore alla natura, alle bellezze del creato, delle montagne, del paesaggio, di ogni
creatura che dell’«Altissimo porta significazione». È morto nell’Ospedale di Tione
all’età di anni 97, di vita francescana 78 e
di sacerdozio 71.
* 21 maggio 2009: Harada Fr. Hermógenes, Dai, nato a Miyazaki, Giappone, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV,
Brasile. È stato Docente di Filosofia
nell’Istituto Filosofico Teologico Francescano (1968-1982), Docente di Filosofia
nell’Istituto Francescano di São Boaventura in Rondinha (1982-1999). Ha vissuto un
anno nell’Eremo delle Carceri in Assisi ed
ha insegnato Filosofia per un semestre nel
Seminario diocesano di Malange (Angola).
Inoltre ha svolto vari servizi: nel Santuario
di São Farncisco a São Paulo, nell’Università di São Francisco in Bragança Paulista,
nella Facoltà di Filosofia São Boaventura a
Curitiba. È morto a Curitiba all’età di anni
80, di vita francescana 59 e di sacerdozio
52.
* 21 maggio 2009: Farlow Fr. Wenceslaus,
Stephen, nato ad Omaha, Nebraska, della
Prov. S. Barbaræ, USA. È morto a Santa
Barbara all’età di anni 90 e di vita francescana 66.
* 30 maggio 2009: Quadros Fr. Valerian,
nato a Bombay, della Prov. S. Thomæ Apostoli, India. Ha svolto attività pastorale in
varie Parrocchie del Sud dell’India. È morto a all’età di anni 65, di vita francescana 41
di sacerdozio 36.
* 31 maggio 2009: Sersa Fr. Egidio, Antonio, nato a Trieste, della Prov. Tridentinæ
S. Vigilii, Italia. Nel 1944 entra tra i Frati trentini come terziario e vent’anni dopo
decide di consacrarsi iniziando il noviziato
e professando solennemente nel 1969. Ha
svolto con tanto impegno vari servizi nelle case di Rovereto, Villazzano, Cavalese,
Arco, Trieste, Mezzolombardo. Ha sempre
mantenuto un forte desiderio di conoscenza, sviluppandolo soprattutto tra il 1975 e
il 1998, periodo in cui ha svolto il ruolo di
vice bibliotecario a Trento. È morto nell’Infermeria provinciale di Trento all’età di anni 84 e di vita francescana 43.
* 31 maggio 2009: Budnik Fr. Austin, James,
nato a Winona, della Prov. Assumptionis
BMV, USA. Dopo l’ordinazione (1951) è
stato assegnato alla facoltà di S. Antonio
High School e nel Seminario Minore Watkins Glen, New York, dove visse tutta la
sua vita religiosa. Per 57 anni (con l’eccezione di un anno in un altro convento),
è stato a servizio della Scuola come insegnante, bibliotecario, direttore spirituale e
maestro di disciplina. Quando si chiuse la
Scuola nel 1970, rivolse la sua attenzione
NECROLOGIA
ai poveri della zona. Nel 1979 ha conseguito un Dottorato di ricerca in materia di
educazione degli adulti ed ha chiesto alla
Provincia l’autorizzazione ad utilizzare le
strutture della Scuola chiusa come centro
di educazione degli adulti. Quando anche
questo centro terminò le sue attività, cercò
inutilmente di utilizzare i locali per qualche
altro scopo sociale. È morto a Watkins Glen
all’età di anni 84, di vita francescana 65 e di
sacerdozio 62.
* 3 giugno 2009: Vega Sánchez Fr. Mariano, nato a Agallas, della Prov. Bæticæ,
Spagna. È morto all’età di anni 84 e di vita
francescana 53.
* 4 giugno 2009: Plouvier Fr. Silas, Eugène, nato a Leiden, della Prov. Ss. Martyrum
Gorcomiensium, Olanda. È stato professore di tedesco, Vicario provinciale, e responsabile della formazione dei giovani Frati. È
stato a servizio del Movimento Francescano in Olanda e “pastore” di molti, religiosi
e laici. È morto a Leiden all’età di anni 79,
di vita francescana 61 e di sacerdozio 55.
* 5 giugno 2009: Amato Fr. Carmelo, Umberto, nato a Pago del Vallo di Lauro (AV),
della Prov. Mediolanensis S. Caroli Borromæi, Italia. Per molti anni sarto, portinaio e sacrestano nei vari conventi dove fu
mandato dall’obbedienza, svolse sempre il
suo lavoro con dedizione e gioiosa umiltà.
È morto a Merate all’età di anni 78 e di vita
francescana 55.
* 8 giugno 2009: Tang Fr. Emery, Richard,
nato a Phoenix, Arizona, della Prov. S. Barbaræ, USA. È morto ad Huntington Beach,
California, all’età di anni 81, di vita francescana 63 e di sacerdozio 57.
* 11 giugno 2009: Berkvens Fr. Adrianus,
Johannes, nato a Schagen, della Prov. Ss.
Martyrum Gorcomiensium, Olanda. È stato
un pastore. È morto a Leiden all’età di anni
90, di vita francescana 68 e di sacerdozio
62.
* 18 giugno 2009: Meeuwis Fr. Winnibald,
Jozef, nato a Bladel, Olanda, della Prov. S.
Ioseph Sponsi BMV, Belgio. Dopo gli stu-
317
di di geografia all’Università di Louvain,
è stato professore nei Collegi di Lokeren e
Heusden, due anni Cappellano dell’armata belga in Germania, sei anni Cappellano
della Clinica universitaria di Louvain e per
molti anni responsabile delle missioni a
Bruxelles. È morto ad Antwerpen all’età di
anni 94, di vita francescana 75 e di sacerdozio 69.
* 22 giugno 2009: García Fernández Fr.
Arsenio, nato a San Román, della Prov.
Bæticæ, Spagna. Terminati gli studi di Psicologia all’Università di Madrid, si dedicò
all’insegnamento. È stato anche Parroco. È
morto nell’Infermeria provinciale di Nuestra Señora de Loreto all’età di anni 66, di
vita francescana 50 e di sacerdozio 43.
* 23 giugno 2009: Lopera Trujillo Fr. Alberto, nato a Medellín, della Prov. S. Pauli
Apostoli, Colombia. Fece parte del gruppo
che restaurò l’Università di S. Bonaventura, di cui fu Rettore nella sezione di Medellín. Prestò servizio nella Curia generale,
come Addetto al Protocollo, collaborò alla
stesura delle nuove Costituzioni durante il
governo di Fr. C. Koser, fondò e promosse
la pubblicazione di Fraternitas. È stato Segretario delle Province della S. Fede, di cui
fu anche Definitore, e di S. Paolo Apostolo.
Eccellente latinista, appassionato studioso di storia e di tutto ciò che riguardava il
Francescanesimo, l’Immacolata Concezione e il Beato Giovanni Duns Scoto. È morto
a Cali all’età di anni 81, di vita francescana
64 e di sacerdozio 57.
* 25 giugno 2009: Colombo Roquette Fr.
Jesús Ignacio, nato a Cádiz, della Prov.
Bæticæ, Spagna. È morto nel Convento
di Nuestra Señora de Loreto in Espartinas
all’età di anni 51, di vita francescana 29 e
di sacerdozio 25.
* 28 giugno 2009: Gieoux Fr. Oscar, PierreChrysologue, nato a Québec, della Prov.
S. Ioseph Sponsi BMV, Canada. Dopo aver
insegnato Filosofia per circa 25 anni nei
nostri Collegi e essersi dedicato all’educazione, ha esercitato il suo ministerro come
Cappellano di varie Comunità di Religiose negli Stati Uniti e in Canada. È morto
nell’Infermeria provinciale di Montréal
318
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
all’età di anni 94, di vita francescana 73 e
di sacerdozio 68.
* 29 giugno 2009: Perreault Fr. Roch-M.,
Lionel, nato a Montréal, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Canada. Svolse fedelmente vari servizi nelle nostre Case, soprattutto come collaboratore nell’Ufficio delle
Missioni, a Montréal, per 35 anni. Si distinse per la devozione alla Vergine di Medjugorie. È morto nell’Infermeria provinciale
di Montréal all’età di anni 94 e di vita francescana 67.
* 29 giugno 2009: Stipić Fr. Valerije, Ilija,
nato a Tramošnica, della Prov. S. Crucis,
Bosnia/Erzegovina. È morto nell’Ospedale
di Orašje all’età di anni 74, di vita francescana 51 e di sacerdozio 44.
* 1 luglio 2009: Spendov Fr. Vendelin,
Franc, nato a Spodnja Dobrava, della Prov.
S. Crucis, Slovenia. La maggior parte del
suo ministero sacerdotale lo svolse a favore degli sloveni emigrati negli USA, come
Vice Parroco e Parroco. Nel 1971 ottenne
il Dottorato in musica sacra presso il Pontificio Istituto di “Musica Sacra” in Roma.
Con il suo talento musicale arricchì il canto
(liturgico e profano) sia in Slovenia che negli USA. È morto a Lemont, USA, all’età di
anni 88, di vita francescna 70 e di sacerdozio 62.
* 1 luglio 2009: Lanuti Fr. Egidio, Francesco, nato a Scheggia (Perugia), della Prov.
Seraphicæ S. Francisci Assisiensis, Italia.
Frate molto umile e amorevole. Ha vissuto
la sua vocazione di frate minore con grande semplicità e perseveranza, attraverso
moltissimi servizi convenutali esercitati nell’obbedienza e con grande fedeltà,
durante la sua lunga permanenza presso
il Convento della Porziuncola e presso
l’Infermeria provinciale. Si ricorda la sua
fede e la sua grande forza di animo, in modo particolare nei tanti anni che ha dovuto
convivere con la sua malattia, senza mai lamentarsi. È morto a Santa Maria degli Angeli all’età di anni 94 e di vita francescana
76.
* 2 luglio 2009: Darzycki Fr. Martynian
Wojciech, nato a Jagiella, Polonia, della
Prov. S. Michaëlis Archangeli, Ucraina.
Esiliato a Kolyma (Russia) dal 1946 al
1952, ha grandemente contribuito alla rinascita della Chiesa e dell’Ordine in Ucraina.
Era chiamato dai Frati, “Patriarca”. È morto
a Gorodkivka all’età di anni 91, di vita francescana 74 e di sacerdozio 66.
* 3 luglio 2009: Hooper Fr. Peter, nato a
Singapore, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, in Britannia Magna. È
morto presso St. Joseph’s Nursing Home,
Littlehampton, all’età di anni 61, di vita
francescana 40 e di sacerdozio 34.
* 4 luglio 2009: Bailey Fr. Justin, Angus
Joseph, nato a Lowell, della Prov. Ss. Nominis Iesu, USA. Ha svolto un’intensa ed
ampia attività. È stato missionario: in Brasile, nella regione del Goiás, per nove anni;
cappellano ospedaliero, più volte, presso il
St. Anthony’s Hospital in St. Petersburg;
predicatore di ritiri nella St. James Friary
in Belleair Bluffs, Florida, presso il Mount
Carmel Centre delle Niagara Falls e presso
la St. Bonaventure Friary in Toronto; direttore o assistente spirituale: dell’OFS, della
Christ House in Lafayette, N.J., della Province’s House of Prayer presso la St. Joseph
Friary in Warwick. Fu anche responsabile
della formazione e Guardiano.
* 6 luglio 2009: Rutten Fr. Gregoor, Frans,
nato ad Hamont, della Prov. S. Ioseph
Sponsi BMV, Belgio. Per 61 anni è stato
missionario in Cile. Si è messo a servizio
dei confratelli e del popolo come cuoco,
giardiniere, sagrestano, catechista. Un uomo molto pio, si è consacrato soprattutto ai
giovani dando loro una educazione cristiana e sociale. È morto ad Hamont all’età di
anni 89 e di vita francescana 73.
* 6 luglio 2009: Vlašić Fr. Andrija, Vienceslav, nato a Sovići, della Prov. Dalmatiæ
S. Hieronymi, Croazia. È morto a Zadar
all’età di anni 77, di vita francescana 52 e
di sacerdozio 46.
* 10 luglio 2009: Mandac Fr. Stanko,
Dušan, nato a Brnaze, della Prov. Dalmatiæ
Ss. Redemptoris, Croazia. È morto a Sinj
all’età di anni 82, di vita francescana 62 e
di sacerdozio 57.
NECROLOGIA
* 10 luglio 2009: Put Fr. Antoon, Alfons,
nato a Helchteren, della Prov. S. Ioseph
Sponsi BMV, Belgio. È stato professore
nel Collegio serafico di Heusden-Zolder,
contemporaneamente anche procuratore
locale delle missioni. Un uomo fedele alla
sua vocazione francescana e all’educazione
della gioventù. È morto ad Heusden-Zolder
all’età di anni 82, di vita francescana 62 e di
sacerdozio 56.
* 14 luglio 2009: Lotito Fr. Floyd, Alfonso,
nato a Los Angeles, Californa, della Prov.
S. Barbaræ, USA. È morto a San Leandro,
California, all’età di anni 74, di vita francescana 55 e di sacerdozio 48.
* 16 luglio 2009: Turnbull Fr. David, nato
a Belmont, della Prov. S. Ioannis Baptistæ,
USA. Dedicò i primi dodici anni del suo
ministero all’insegnamento, alla direzione
spirituale e alla amministrazione della nostra Casa di Studentato. Spese i restanti 31
anni nell’attività missionaria nelle Filippine, dedicandosi al ministero parrocchiale e
scolastico, alla formazione e all’assistenza
ospedaliera e delle Clarisse. Tornato in Provincia nel 2004, dedicò gli ultimi anni alla
pastorale sanitaria. È morto a Cincinnati
all’età di anni 79, di vita francescana 60 e
di sacerdozio 52.
* 18 luglio 2009: Durigon Fr. Natale, Bruno, nato a Detroit, USA, della Prov. Venetæ
S. Antonii Patavini, Italia. Recatosi in Guatemala nel 1956, fu assegnato alla diocesi
di Zacapa, retta da mons. Costantino Luna,
OFM, dove fondò una nuova parrocchia a
La Union, vicino alla frontiera dell’Honduras, edificando la chiesa parrocchiale, la
casa canonica e tre cappelle. Per affrontare
il preoccupante problema dell’analfabetismo, che interessava l’80% della popolazione, fondò una Scuola serale. Il periodo
più lungo della sua intensa vita apostolica
lo ha trascorso nella Capitale del Guatemala, alla Colonia Santa Elisa. Qui tra l’altro
fondò un collegio, aprì un dispensario medico per gli ammalati e attivò varie opere
caritative per i bisognosi. Ma il suo impegno prioritario fu la formazione delle nuove
generazioni di cristiani e il favorire la maturazione di vocazioni sacerdotali e religiose.
Quale esperto in Diritto canonico collaborò
319
con la Curia episcopale di Guatemala e per
sei anni lavorò nella Nunziatura apostolica.
Nella nuova Vicaria di N. S. di Guadalupe,
ricoprì gli incarichi di Definitore provinciale, Economo provinciale e Commissario di
Terra Santa. L’ultima attività fu legata alle
“Opere Sociali Hermano Pedro”: il piccologrande Cottolengo dell’America Centrale,
una struttura imponente e straordinaria. Si
interessò in particolare per ottenere adozioni a distanza per i piccoli ospiti. È morto nel
Convento S. Cuore di Saccolongo all’età di
anni 84, di vita francescana 69 e di sacerdozio 61.
* 23 luglio 2009: Barbariga Fr. Basilio, Romolo, nato a Chiari, della Prov. Mediolanensis S. Caroli Borromæi, Italia. Religioso
disponibile e competente nella gestione dei
beni che la Provvidenza non fa mai mancare ai suoi figli, per trentacinque anni svolse l’incarico di economo locale e per sette
anni quello di Vice Economo provinciale,
spesso itinerante tra i vari conventi della Lombardia, non risiedendo mai per più
di dieci anni nello stesso luogo. È morto a
Sabbioncello di Merate all’età di anni 84, di
vita francescana 62 e di sacerdozio 56.
* 23 luglio 2009: Lourido Díaz Fr. Ramón,
nato a San Clodio-Ourense, della Prov. S.
Iacobi de Compostela, Spagna. È morto a
Madrid all’età di anni 80, di vita francescana 63 e di sacerdozio 57.
* 23 luglio 2009: Pax Fr. Bart, Luke Bernard,
nato a Celina, Ohio, della Prov. S. Ioannis
Baptistæ, USA. Dedicò il suo ministero soprattutto alla pastorale parrocchiale in Arizona, New Mexico, Indiana e Luisiana. Per
16 anni fu Parroco di una Parrocchia afroamericana a New Orleans, che venne da lui
ricostruita dopo l’uragano Katrina. È morto presso Saint Margaret Hall, Cincinnati,
all’età di anni 67, di vita francescana 48 e
di sacerdozio 41.
* 27 luglio 2009: Zwartjes Fr. Carolinus,
Hubertus, nato a Nijmegen, della Prov. Ss.
Martyrum Gorcomiensium, Olanda. Dal
1959 al 1996 è stato missionario in Indonesia (Papua). È morto a Nijmegen all’età di
anni 78, di vita francescana 58 e di sacerdozio 52.
320
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
* 27 luglio 2009: D’Souza Fr. Cornelius, nato a Pune, della Prov. S. Thomæ Apostoli,
India. Entrato nell’Ordine quando già era
sacerdote diocesano (Bombay), ha svolto il
suo ministero soprattutto come parroco nelle nostre Parrocchie. È morto all’età di anni
86, di vita francescana 52 e di sacerdozio
55.
* 27 luglio 2009: Buljac Fr. Mirko, Franio,
nato a Hrvace, della Prov. Dalmatiæ Ss. Redemptoris, Croazia. È morto a Split all’età
di anni 73, di vita francescana 55 e di sacerdozio 46.
* 30 luglio 2009: Pokorný Fr. Pavel, Jiří,
nato a Praga, della Prov. S. Venceslai, Rep.
Ceca. Poco dopo l’ordinazione sacerdotale è stato messo in prigione dal regime comunista, rimanendovi per 10 anni. Ma nel
1961 la pena gli è stata prolungata per 6 anni. Nel 1962, ancora in prigione, è entrato
nell’Ordine. Uscito dal carcere, ha lavorato
come Assistente delle Surore Francescane
e poi per 28 anni come Parroco. È morto
a Stará Boleslav all’età di anni 82, di vita
francescana 46 e di sacerdozio 59.
* 31 luglio 2009: Biber Fr. Egidije, Stiepan,
nato a Dekanovec, della Prov. Ss. Cyrilli et
Methodii, Croazia. È morto a Zagreb all’età
di anni 71, di vita francescana 53 e di sacerdozio 45.
* 2 agosto 2009: Mons. D’Antonio Salza Nicolás, OFM, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, USA. Era nato a Rochester,
USA, il 10 luglio 1916, ha vestito l’abito
francescano il 24 agosto 1935, ha emesso la
professione temporanea il 25 agosto 1936
e quella solenne il 25 agosto 1939. È stato
ordinato sacerdote il 7 giugno 1942. Il 28
dicembre 1963 era stato nominato prelato
de Inmaculada Concepción de la BVM in
Olancho (Honduras) – oggi diocesi di Juticalpa – e il 19 aprile era stato eletto alla
sede titolare di Giufi Salaria. Aveva ricevuto l’ordinazione episcopale il successivo 25
luglio. Il 6 agosto 1977 aveva rinunciato al
governo pastolare della prelatura. È morto
il 2 agosto nell’arcidiocesi statunitense di
New Orleams, dove si era ritirato, all’età di
anni 93, di vita francescana 73, di sacerdozio 67 e di episcopato 43.
* 3 agosto 2009: Montes Moreira Fr. Américo, nato a São Romé do Castelo, della Prov.
SS. Martryrum Marochiensium, Porto������
gallo. Nel 1953 andò come missionario in
Mozambico, dove ha servito varie missioni.
Dopo una fruttuosa esperienza negli Stati
Uniti d’America (1972), ritornò in Mozambico, dove vi rimase fino al 1995. Ritornato
in Portogallo fu Guardiano nel Convento di
Coimbra e di Santo Antonio-à-Sé. È morto nell’Infermeria provinciale di Lisbona
all’età di anni 80, di vita francescana 63 e
du sacerdozio 58.
* 4 agosto 2009: Ruiz Vadillo Fr. Pablo,
nato a Medina de Pomar, della Prov. S. Iacobi de Compostela, Spagna. Nel 1968 si è
recato in missione in Marocco, dove studiò
Islamologia a Rabat. Successivamente ha
studiato Scienze Sociali presso l’Università
Gregoriana in Roma. Durante la sua permanenza in Marocco ha insegnato nell’Istituto
di Tangeri e ha fatto parte della Commissione per l’elaborazione degli statuti della
Missione in Marocco. Nel 1978 è tornato
in Provincia, dove svolse vari incarichi:
Guardiano in diverse Fraternità, Formatore
(Rettore nei Collegi, Maestro dei Novizi,
Segretario provinciale per la Formazione e
gli Studi). È morto a Noia all’età di anni 66,
di vita francescana 47 e di sacerdozio 41.
* 5 agosto 2009: Pereira Fr. Hermenegildo,
René Paula, nato a Natividade, RJ, della
Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV,
Brasile. È stato Definitore provinciale per 9
anni, Guardiano in tre Case di Formazione:
nel Noviziato, nella sede della Fondazione
Missionaria in Angola e nella Casa di Teologia a Petrópolis. Ha costruito l’Eremo B.
Egidio di Assisi a Rodeio. È morto a Petrópolis all’età di anni 74 e di vita francescana 57.
* 10 agosto 2009: De Smet Fr. Floribert,
Lucien, nato a Erpe, della Prov. S. Ioseph
Sponsi BMV, Belgio. È stato per 10 anni
Professore e Direttore dell’Istituto Giovanni XXIII a Kolwezi (Rep. del Congo). Per
24 anni fu responsabile del convento di Vaalbeek, a cui diede un nuovo indirizzo. È
stato Guardino, Definitore, Vicario provinciale. Inoltre ha svolto il servizio di predicatore di ritiri ai Frati e alle Suore in Congo,
NECROLOGIA
di Assistente apprezzato dell’OFS. Amante della bellezza nella natura e nell’arte, è
morto a Sint-Truiden all’età di anni 82, di
vita francescana 63 e di sacerdozio 57.
* 15 agosto 2009: Scheper Fr. Wenceslau,
Bernhard, nato ad Hoerst-Dinklage, Germania, della Prov. Immculatæ Conceptionis BNV, Brasile. Ha svolto sopratutto attività pastorale come Vice Parroco. Ha anche pubblicato numerosi libri di spiritualità
cristiano-francescana. È morto a Bragança
Paulista all’età di anni 93, di vita francescana 72 e di sacerdozio 66.
* 16 agosto 2009: Tembra Gómez Fr. Antonio, nato a Los Angels Coruña, della Prov.
Santiago de Compostela, Spagna. Ha ottenuto la Licenza in Teologia presso La Pontificia Università Lateranense e in Pedagogia
presso l’Istituto Pedagogico di Grottaferrata.
È stato Definitore provinciale, Maestro nelle
varie tappe formative dei candidati alla vita
francescana. Per vari anni ha prestato i suoi
servizi alla missione in Venezuela. Tornato in Provincia, ha seguitato a lavorare nel
campo formativo. Dal 1991 al 2007 è stato
Delegato episcopale per la Vita consacrata.
È morto a Santiago all’età di anni 74, di vita
francescana 58 e di sacerdozio 51.
* 20 agosto 2009: Zuluaga Zuluaga Fr. Samuel, nato a Sonsón, della Prov. S. Fidei,
Colombia. È morto ad Itagüí all’età di anni
84 e di vita francescana 68.
* 20 agosto 2009: Simon Fr. Johannes, Herbert Walter, nato a Großlittgen, della
Prov. Saxoniæ S. Crucis, Germania. Nella
Provicnia ha svolto un inteso lavoro come
Vice Parroco, Assistente dell’OFS, Predicatore di Esercizi spirituali e delle Missioni al Popolo, Confessore degli umili e dei
sacerdoti (anche il Card. Meisner è stato
suo penitente), Maestro dei Professi semplici, Guardiano, Vicario ad instar Ministri
provincialis della Vicaria francescana nella
Germania dell’Est, Membro del Capitolo
generale per tre volte (1976, 1979 e 1985),
Visitatore generale. Per 13 anni ha servito
la Terra Santa: Santo Sepolcro, Nazareth,
Betlemme, Ain Karem. È morto a Dortmund all’età di anni 75, di vita francescana
56, di sacerdozio 50.
321
* 21 agosto 2009: Gelo Fr. Marko, nato a
Kovačići, della Prov. S. Crucis, Bosnia/
Erzegovina. È stato Vice Parroco in varie
Parrocchie, Definitore provinciale (20002003). È morto a Herceg Novi all’età di anni 59, di vita francescana 37 e di sacerdozio
30.
* 21 agosto 2009: Brancher Fr. Mauro, Arnaldo, nato a Lajeado, della Prov. S. Francisci Assisiensis, Brasile. Dopo aver svolto
un intenso apostolato nella Provincia, a 56
anni è andato in Terra Santa, dove vi restò
per 24 anni a servizio, soprattutto, dei pellegrini di lingua portoghese ed italiana. Tornato in Provincia seguitò a servire la Custodia come Commissario di Terra Santa. È
morto a Não Me Toque all’età di anni 80, di
vita francescana 57 e di sacerdozio 24.
* 25 agosto 2009: Sartucci Fr. Placido, Vincenzo, nato a Grotte di Castro, della Prov.
Seraphicæ S. Francisci Assisiensis, Italia.
Frate molto semplice e devoto. È vissuto
per 63 anni al Sacro Speco di Narni, dove
con spirito intraprendente e con grande fedeltà e costanza ha lavorato per la ristrutturazione del Santuario. Inoltre si è sempre
reso disponibile nell’accogliere i fedeli, in
particolare nell’amministrare la misericordia di Dio e nella direzione spirituale. Per
questi motivi è ricordato con gratitudine
ed affetto dalla gente locale e dai diversi
pellegrini che in questi anni sono passati a
visitare il Convento dello Speco di Narni.
È morto a Santa Maria degli Angeli all’età
di anni 95, di vita francescna 79 e di sacerdozio 72.
* 26 agosto 2009: Melillo Fr. Giacomo, nato
a Volturino, della Prov. Apuliæ S. Michaëlis
Archangeli, Italia. È morto nel Convento di
Gesù e Maria in Foggia all’età di anni 96, di
vita francescana 80 e di sacerdozio 72.
* 26 agosto 2009: Brkić Fr. Blago, Jozo,
nato a Rasno, della Prov. Assumptionis
BMV, Bosnia/Erzegovina. È stato missionario nella Rep. del Congo ed ha tradotto
la Bibbia nella lingua locale: inoltre è stato
impegnato nella pastorale parrocchiale. È
morto a Široki Brijeg all’età di anni 90, di
vita francescana 73 e di sacerdozio 67.
322
AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2
* 28 agosto 2009: Jeurissen Fr. Roeland, nato a Borgworm, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Belgio. Ha svolto con generosità
il servizio di sarto e di portinaio in varie
Fraternità. Fedele alla vita di preghiera, è
morto a Sint-Truiden all’età di anni 82 e di
vita francescana 54.
* 30 agosto 2009: Pisacane Fr. Severino, Michele, nato a Gete di Tramonti, della Prov.
Salernitano-Lucana Immaculatae Conceptionis BMV, Italia. È morto nell’Ospedale
Civile di Nocera Inferiore all’età di anni 83,
di vita francescana 65 e di sacerdozio 60.
JOSÉ RODRÍGUEZ CARBALLO
Francisco de Asís y la vida religiosa,
PPC Editorial y Distribuidora, Madrid, 2009, pp. 155.
En dos mil anos de cristianismo hay un solo hombre que ha marcado la historia de
un modo inigualable: Francisco de Asís. Delante de este hombre, que se presenta como
«pequeño» e «iletrado», cristianos y no cristianos sienten una profunda simpatía. Hace ahora
precisamente ochocientos anos que el joven Francisco se presento ante el «señor Papa», como
le llamará él mismo, para pedirle permiso de «vivir según la forma del santo Evangelio», o,
en otras palabras, permiso para vivir como vivió Jesús: pobre, obediente y casto. La forma
de vida franciscana, revelada por el Altísimo a Francisco, según el mismo confiesa en su
Testamento, ahonda sus raíces en el Evangelio, escuchado, interpretado y vivido «sin glosa».
El Evangelio es «regla y vida» de Francisco y de sus seguidores (Presentación).
BRACCI SILVANO – POZZEBON ANTONIETTA
(a cura di)
Frati Minori. Santi e Beati.
Postulazione generale dell’Ordine dei Frati Minore,
Editrice VELAR, Gorle 2009, pp. 462.
Tra le varie iniziative per celebrare l’VIII Centenario dell’Ordine merita una menzione
particolare la pubblicazione del “Santorale Francescano”. L’elegante volume raccoglie i
profili dei Santi e dei Beati dell’Ordine ufficialmente riconosciuti dalla Chiesa, o attraverso
la Canonizzazione e Beatificazione formale o con la solenne conferma di culto da parte del
Sommo Pontefice. Il “Santorale” vuole essere non un freddo elenco di uomini virtuosi del
nostro glorioso passato, ma un invito a rendere grazie alla SS.ma Trinità che ha reso fecondo
il carisma suscitato nel cuore di Francesco d’Assisi. Il volume vuole anche promuovere
nell’attuale momento storico una nuova “cultura” della santità, poiché «i Santi e le Sante
sempre sono stati fonte e origine di rinnovamento nelle più difficili circostanze in tutta la
storia della Chiesa» (VC 35).
BROCANELLI VINCENZO
La Missione cuore della vita francescana.
“Vita Minorum”, (2009) n. 2.
Ed. Esca, Vicenza 2009, pp. 153.
Rimettere al centro del nostro carisma la missione significa ritrovare il cuore che
alimenta la nostra vita francescana, poiché la missione evangelizzatrice costituisce l’identità
dell’Ordine e rappresenta “la nostra ragione di essere”. In questa prospettiva l’Autore offre
le presenti riflessioni, maturate durante l’esperienza di missione in Rwanda e il servizio
all’Ordine nella Fraternità internazionale di Bruxelles e in Curia generale come Moderatore
delle missioni. Dopo una breve chiarificazione dei termini e dei concetti (1°), il Volume illustra
il nucleo originario ispiratore (2°) e il dinamismo interiore del Frate Minore missionario (3°).
Passa, poi, ad esporre i contenuti principali della missione esposti in ordine logico (4°) e gli
“orizzonti” della missione, che partono da una prospettiva universale per poi prolungarsi in
un orizzonte più circoscritto, locale (5°). Tutto ciò è importante per capire come veramente
la missione è quel “cuore che unifica la vita” (6°). Il dinamismo missionario assume diverse
direzioni fino a creare una sorta di circolarità o “reciprocità” (7°): termine questo che per
alcuni assurge a nuovo paradigma della missione (“missione in reciprocità”).

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