la primera banda de música de arganda el batallón de voluntarios

Transcripción

la primera banda de música de arganda el batallón de voluntarios
Archivo de la Ciudad
LA PRIMERA BANDA DE MÚSICA DE ARGANDA
EL BATALLÓN DE VOLUNTARIOS REALISTAS
DE ARGANDA DEL REY (1829)
En el presente año se cumple el 25 aniversario de la Banda Municipal de Música, el
referente mas cercano de una agrupación musical en nuestra ciudad y que inicia su andadura
con un primer concierto en el Parque González Bueno el 17 de abril de 1983. Con anterioridad
a esa fecha no existen demasiados antecedentes musicales, incluso tradicionalmente se ha
recurrido a la contratación de bandas de otra procedencia para amenizar las fiestas
patronales. La Banda de Villarejo de Salvanés es la que permanece en la memoria de los
vecinos, desde los primeros años de la Segunda República hasta la década de los setenta ha
venido acudiendo puntualmente a las fiestas de Septiembre, con la única excepción de algún
año en la que se contrató a la Banda de la Cruz Roja. Durante los primeras décadas del siglo
XX la contratación de banda y orquesta era responsabilidad de Emeterio Antoñanzas, en esa
época el único músico de la localidad.
Si pretendemos buscar los primeros acordes de una agrupación musical, aunque de
carácter militar, pero “Cuerpo de Música” se denominaba, habría que retrotraerse a los
agitados años de los conflictos entre absolutistas y liberales, a los últimos años del reinado de
Fernando VII. Después del breve paréntesis del trienio liberal (1820-1823) se inicia un largo
periodo de inestabilidad política que concluye con la intervención militar de Francia, los
conocidos como “cien mil hijos de San Luís”, que restablece de nuevo el absolutismo. Son
unos años de continuos enfrentamientos entre liberales y absolutistas, un precedente directo
de las posteriores guerras carlistas. En ese contexto hay que situar la creación del cuerpo de
voluntarios realistas, una milicia organizada por orden del 10 de junio de 1823, y que tenía
como objetivo evitar el restablecimiento del gobierno constitucional y luchar contra los
elementos liberales. Se ordena la creación de este cuerpo de voluntarios absolutistas en todos
los pueblos del reino, y Arganda del Rey, enclave estratégico en el sureste de Madrid, no
podía ser una excepción. Para ingresar en el cuerpo de voluntario realistas se debían cumplir
unos requisitos mínimos:
Archivo de la Ciudad
“Los cuerpos de Voluntarios Realistas se formarán de los vecinos de cada pueblo que
teniendo modo honrado y conocido vivir, hayan manifestado clara y positivamente y continúen
acreditando su constante amor y lealtad a mi Augusta Real Persona y Soberanía, a mi Dinastía, a la
Religión Católica Apostólica Romana, y a las antiguas leyes fundamentales y respetables costumbres
de la Monarquía Española”
Otras condiciones eran “no tener impedimento físico, vicio indecoroso, malas
costumbres, genio inquieto y provocador”. Aunque no recibían salario, el ingreso en el cuerpo
de voluntarios tenía sus ventajas, prestigio social, como mérito para hacer carrera militar y
preferencia en los trabajos, normalmente de jornalero, que ofrecían los ayuntamientos. En
Arganda son un grupo numeroso los que solicitan su ingreso, y no siempre el informe es
favorable, como es el caso de Jerónimo Soto que es rechazado ya que “ha sufrido pena
corporal aflictiva por haber vertido proposiciones ofensivas al soberano”, un radical cambio de
opinión que no convence al encargado del reclutamiento, después de ser condenado y
castigado por injuriar a Fernando VII pide formar parte de las milicias que lo defienden. En las
solicitudes de ingreso, como la de Tomas López, no faltan encendidos alegatos ofreciendo
“defender la religión, el altar y el trono hasta derramar la última gota de sangre”.
.
Solicitud de Tomás López pidiendo el ingreso en el Cuerpo de Voluntarios Realistas. Año 1832
Archivo de la Ciudad
Después de concluido el proceso de
reclutamiento se procede a realizar la bendición y
juramento de la Bandera del Batallón de
Voluntarios Realistas, “uniformados, equipados y
armados con todo y en la mayor perfección”, y con
asistencia de las autoridades civiles, militares y
religiosas “y diferentes personas de distinción,
habiendo concurrido a este grandioso acto
innumerables gentes de los pueblos inmediatos”.
En primer lugar se realiza la bendición y
ceremonia religiosa en la Iglesia Parroquial de
San Juan Bautista , y después “con la mayor
compostura, moderación y brillantez se constituyó
y formó el Batallón en la Plaza Real y marchó
dirigido por sus dignos jefes detrás de su gran
banda de tambores y pitos, y otra de músicos
venidos de la villa y corte de Madrid, a un gran
espacio o planada extramuros de la villa donde se
hizo con la mayor solemnidades juramento de la
bandera con todo silencio y compostura, en
presencia de dichas corporaciones y jefes, y de un
gran concurso de gentes, haciendo el batallón
varias maniobras con las armas a las voces de su
Brigadier, Coronel y Comandante, y después de
haberles arengado de defender a toda costa
nuestra religión santa y a nuestro muy amado
soberano Don Fernando el Séptimo y toda su real
familia, un paseo militar por las principales calles
de la villa, viniendo a descansar en el mejor orden
a su Plaza Real, donde se les sirvió a expensas
del Ayuntamiento un abundante refresco, y por
éste y oficiales del Batallón, una esplendida mesa
que tenían preparada para tan dignos jefes, con
asistencia de aquella corporación, habiéndose
brindado muchas veces por la salud de nuestros
augustos monarcas y exterminio de los malos
enemigos suyos, terminándose la función con la
iluminación que en la noche de dicho día se tuvo
en las Casas de Ayuntamiento, donde en su
balcón principal, y debajo de dosel, formado con
hermosas colgaduras estuvo colocado todo el día
Voluntario Realista
el retrato de
nuestro Rey y Señor, dándole la guardia incesantemente por los Voluntarios y Capitanes de
las compañías de Granaderos y Cazadores, y con una grande orquesta que primorosamente
tocó la citada Banda de Músicos sin que a pesar de la mucha concurrencia haya habido el
menor motivo de queja, disturbio ni desazón alguno pues que todo fue aplauso y regocijo
general que sirvió de una grande complacencia y satisfacción a todos”
Archivo de la Ciudad
Una jornada sin duda festiva, de exaltación del monarca absolutista, y en el que la
música y los desfiles tuvieron un lugar protagonista. Las patrullas de voluntarios realistas
desempeñan a partir de ese momento unas labores de salvaguarda del orden público,
dentro de su municipio, y con especial atención en “exterminar la revolución y los
conspiradores contra el Estado ”, debiendo “pedir pasaportes a los forasteros, y celar las
entradas, y las posadas, mesones y casas públicas..y acudir con sus armas a defender
cualquier vecino, en el caso de robo, ataque o asechanza”. Las voluntarios de Arganda
tuvieron que intervenir en varias ocasiones, en alguna especialmente grave, como es el caso
de un doble asesinato y robo en la vecina villa San Fernando en 1828. Hasta Mejorada del
Campo y Velilla se trasladan un cabo y siete voluntarios argandeños, con la intención de
cortarle el paso a los “diez o doce hombres armados de escopeta y alguno de pistola que
después de apalear y herir al portero de la finca, asesinaron al Administrador, a un criado e
hirieron al sargento de los voluntarios realistas..escaparon por un olivar inmediato al pueblo
robando cinco o seis mil reales”. En el rastreo del olivar localizan “una pistola cargada y
cebada que sin duda se les había caído a alguno de ellos a la carrera”, y ahí concluyen las
pesquisas, sin mayores resultados, y regreso de nuevo a su base de Arganda.
Voluntario Realista. Cuerpo de Caballería
Archivo de la Ciudad
En lo que se refiere al Cuerpo de Música, conocemos los miembros que lo
integraban y los instrumentos musicales. Un total de veinte miembros bajo la dirección
de Carlos Russín, tres militares músicos contratados, que ejercían de profesores, y
diecisiete jóvenes alumnos entre los que encontramos conocidos apellidos
argandeños:
CUERPO DE MÚSICA DEL BATALLÓN DE VOLUNTARIOS
REALISTAS DE ARGANDA DEL REY. Año 1829
Director: Carlos Russín
Contratados:
Nicolás Ramírez
Manuel Fernández
Manuel Arango
... 34 años ...
... 34 años ...
... 30 años ...
Trompa
Clarín
Redoblante
... 32 años ...
... 20 años ...
... 13 años ...
... 13 años ...
... 26 años ...
... 13 años ...
... 13 años ...
.. 13 años ...
... 13 años ...
... 19 años ...
... 28 años ...
... 17 años ...
... 17 años ...
... 17 años ...
... 32 años ...
... 32 años ...
... 13 años ...
Clarinete
Clarinete
Clarinete
Clarinete
Clarinete
Clarinete
Clarinete
Clarinete
Flautín
Trombón
Fagot
Trompa
Clarín
Bombo
Chinesco
Chinesco
Sin instrumento
Alumnos:
Pablo Gil
Manuel Salvanés
Mariano Rinconada
Juan Martínez
Facundo del Olmo
Felipe Soto
Basilio Orejón
Juan Herrera.
Tomás Verde
Emeterio del Olmo
Cipriano Majolero
Antonio Orejón
Valentín Huerta
Ezequiel Medina
Juan A. Fernández
Joaquín Riaza
Miguel Salcedo
Tambor Mayor
Aquí la música, y los músicos que la interpretaban, desempeñan una
labor muy específica, la propia de la música militar. Las sinfonías patrióticas
acompañadas de aires marciales aseguraban la congregación popular. Como
no existían muchas más alternativas de ocio, los desfiles y paradas militares
siempre causaban admiración a su paso, eran el mejor modo de reunir y llamar
la atención de los vecinos. Sin duda la música tenía una función diferente de lo
que ahora disfrutamos, se trata de un precedente lejano, pero precedente al fin
y al cabo, de la presencia de la música en Arganda.
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Integrantes del Cuerpo de Música del Batallón de Voluntarios Realistas de Arganda del Rey. Año 1829

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