COMER EN FAMILIA BENEFICIA A LOS NIÑOS
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COMER EN FAMILIA BENEFICIA A LOS NIÑOS
C CO OM ME ER RE EN N FFA AM MIILLIIA AB BE EN NE EFFIIC CIIA AA A LLO OS SN NIIÑ ÑO OS S En los últimos años, la costumbre de comer en familia se ha ido perdiendo. Los horarios laborales y las actividades extras han hecho que cada vez sea más difícil que los miembros de la familia coincidan en tiempo y lugar para comer juntos. Hace pocas décadas, comer en familia era parte de la rutina diaria. A la hora de almorzar o cenar, cada integrante dejaba lo que estaba haciendo y se sentaba alrededor de la mesa, donde no solo disfrutaba de los alimentos sino que además, este acto permitía la participación de los más pequeños en tema educativo de la alimentación infantil. Sabemos que la imitación es la mejor herramienta con la que disponen los padres para persuadir eficazmente a sus pequeños, ya que a ellos les encanta repetir los comportamientos de las personas que forman parte de su entorno. A través de la imitación de conductas, el niño se apropiará de los hábitos saludables de la alimentación en la familia o en el colegio. LLA AA ALLIIM MEEN NT TA ACCIIO ON NS SA ALLU UD DA ABBLLEE D DEE LLO OS SN NIIÑ ÑO OS SS SEE FFO ORRM MA A EEN N CCA AS SA A Si bien la alimentación en familia favorece la inclusión de nuevos alimentos, este acto también tiene otros beneficios: La alimentación infantil se debe desarrollar en el contexto y ambiente adecuado, sin improvisaciones, lugar en donde todos los miembros de la familia participen y disfruten. El niño que come solo, en ocasiones se aburre y se alimenta sin ganas ya que prefiere evadir la situación y el lugar. El niño debe entender que el tiempo de alimentarse consiste en disfrutar de una necesidad, no siendo este una obligación o momento desagradable. A partir del año, se muestra interés por comidas no triturada y la masticación, la imitación de padres y hermanos les despierta el deseo de comer solos y en consecuencia desarrollan la motricidad de las manos. Se les marca un hábito a la hora de las comidas; se les enseña a comer despacio y masticar adecuadamente, sin entretenerse ni abandonar la situación. Se consigue abrir el apetito en los niños a los que les cuesta comer. Ayuda a detectar y prevenir posibles desórdenes en la alimentación (anorexia, sobrealimentación, alergias). El momento de la comida sirve para enseñarles a tener pequeñas responsabilidades en el hogar como ayudar a tender la mesa o recogerla, limpiar la mesa, etc. Se consigue alimentar, no solo el cuerpo, sino también la comunicación entre padres, hijos y hermanos. Es un excelente momento de encuentro familiar, de los que disponen pocos a diario.