El acompañamiento en el estilo educativo de Don Bosco

Transcripción

El acompañamiento en el estilo educativo de Don Bosco
Por otra parte, podemos afirmar que la misma pedagogía de Jesús nos lleva una vez
más hacia el acompañamiento:
{ Jesús reúne a los apóstoles para que estuvieran con Él (Mc 3,14); los llama uno a
uno, personalmente (Mc 1, 16ss) y antes de enviarlos crea con ellos su pequeña
comunidad donde vivir la comunión, la amistad, la fraternidad.
{ Jesús llega hasta el corazón de la experiencia en la vida de cada uno. La
pedagogía de Jesús conduce al diálogo, el interés, la superación de la enemistad
para, a partir de ahí, entablar una relación nueva de encuentro y amistad.
{ Jesús está abierto a recibir las preguntas de todos (Jn 3,1), no condena (8,11),
pero es claro en sus planteos y sabe a dónde apuntar para cambiar la vida de las
personas (Lc 19,9-10).
{ Jesús educa sobre todo por su manera de comportarse entre los hombres, sus
testimonio, sus gestos, sus palabras convierten su presencia en acontecimiento
gozoso y salvador. Ejerce con ellos en todo momento una relación de
acompañamiento siendo el Maestro, modelo de todos aquellos que buscan
acompañar a los jóvenes.
{...
Esta lista puede continuarse. Encontrar más
elementos de la forma de educar y acompañar que
tenía Jesús ayudará a comprender mejor y darle más
valor a nuestra tarea de educación integral de los
niños, adolescentes y jóvenes.
Para ello te proponemos leer alguno de los episodios
en que Jesús se encuentra y dialoga con alguna
persona, para desentrañar algunas claves en el
itinerario de todo buen acompañamiento.
Habrá que preguntarse por los personajes, por los gestos y actitudes de cada uno, por la
forma en que son cuestionados, por las transformaciones que se van dando...
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wJesús y la samaritana: Juan 4, 1-30
w Jesús y los discípulos de Emaús: Lucas 24, 12-34
w Jesús y Zaqueo: Lucas 19, 1-10
w Jesús y el hombre rico: Mateo 19, 16-22
El acompañamiento en el estilo educativo de Don Bosco
Animar cualquier realidad educativa (oratorio, escuela, grupos asociativos, jóvenes,
catequesis, etc.) con criterios de acompañamiento a los “alumnos y alumnas”, es
poner sólidos fundamentos educativos y carismáticos que supone la creación de un
significativo y cuidado ambiente pedagógico.
Se requiere cultivar la confianza y la esperanza en los jóvenes, como lo hizo Don
Bosco que repetía: “En cada joven, aún en el más abandonado hay un punto accesible
al bien, y es deber de todo educador encontrar esa cuerda sensible y hacerla vibrar”. Es
esa la actitud que nos permite descubrir en ellos, los valores y las potencialidades a
desarrollar y no considerarlos como un problema que hay que gestionar.
Es también importante cultivar la paciencia histórica frente a los procesos
personales y comunitarios.
Pero, ¿qué esperamos de este camino educativo del acompañamiento de los
adolescentes y jóvenes?
Þ Que el joven se haga cargo de su historia.
Þ Que sea capaz de lograr un integración armónica de su persona y construya
su propio proyecto de vida.
Þ Que los cambios profundos que se operan en su interior se expresen en sus
acciones, pensamientos, sentimientos y opciones cotidianas.
Þ Que pueda hacer experiencia de vida plena y de felicidad desarrollando
todas sus capacidades y poniéndolas al servicio de la construcción del Reino.
Þ ... ¿qué más?
¡ATENCIÓN! Recordemos siempre la diferencia entre los distintos tipos de
acompañamiento. No todos estamos preparados o tenemos las condiciones para el
acompañamiento espiritual personal; es una tarea que conviene reservarla a los
expertos
expertos. Pero sí todo educador-animador salesiano es capaz de salir al encuentro del
joven y proponerle pasos en su madurez espiritual. Estas reflexiones ayudan en ambos
niveles, pero son pensando principalmente en la tarea cotidiana de animación.
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¿Cómo favorecer el camino del acompañamiento tanto general como
personal? (en base a una carta de la Madre Yvonne, n° 903)
Aquí hay un listado de elementos imprescindibles en el acompañamiento de
nuestro jóvenes. Quizás suenen un tanto abstractos... Es cierto, pero tienen como
meta que podamos generar nuestras propias herramientas, según nuestro
ambiente y nuestras posibilidades. Como todas las demás listas, queda abierta
para que la enriquezcamos con los elementos propios de nuestra experiencia, y
luego podamos aplicarlos.
Ø favorecer en los jóvenes la experiencia de saberse amados, para alimentar la
confianza, la asunción de las propias limitaciones y responsabilidades, el sentido
de pertenencia a una comunidad, a una cultura, a un mundo;
AMBIENTE EDUCATIVO ACOMPAÑAMIENTO
Jesús acompañante (material basado en el libro “Mientras vas de camino”)
Ya en el Antiguo Testamento, en la misma forma de actuar de Dios con Israel
descubrimos algunas actitudes que nos hablan de acompañamiento:
{ Dios camina con su Pueblo (Dt 31,8) y lo guía para que escoja el sendero de la Vida
(Dt 30, 15-16).
{ Dios sale permanentemente al encuentro del hombre (Sal 42,3) y desde antes de
Ø cuidar la formación de la afectividad en una época de extendido
analfabetismo emotivo;
su nacimiento cada persona disfruta ya de la cercanía cariñosa y comprometida de
Dios (Jer 1,5).
Øeducar para considerar la vida como una cosa buena, un don, un tesoro. Es
importante acompañarlos para que encuentren nuevamente el sentido de sus
raíces y la meta que los espera;
{ Dios está en medio de su Pueblo (Is 7,14) y habla y comprende al hombre, es
Ø ofrecer el anuncio explícito y gozoso de Jesús. Para creer, los jóvenes
necesitan el contacto con el manantial del amor, necesitan autenticidad y
testimonio por parte de personas que viven la experiencia del encuentro con Él
como fuente de alegría.
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Padre, pastor (Is 40,11), envía mensajeros que acompañen al pueblo en su camino y
revelen su voluntad (Jer 1,4-10).
{ Dios desde todo los tiempos se nos revela a cada uno en particular y nos
acompaña en el camino hacia Él. Su presencia en medio del pueblo, su confianza en
cada uno de nosotros, su esperanza en la nueva humanidad, su entrega universal
para todos se personalizan en Jesús de Nazaret.
Éste es el camino propio de la educación en la fe: colaborar con la persona para
que ésta se abra a la propuesta de Dios, acompañar un proceso, no como quien
dirige sino como quien ayuda, habiendo hecho uno mismo y reconociendo el
propio proceso y reconociendo en la propuesta de Dios el mayor BIEN de nuestra
vida.
Si hay algo que podemos comprobar en un recorrido por la Biblia es esta
pedagogía de Dios, que atiende a los procesos humanos y que en ellos se va
develando y revelando.
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