Descargar pdf - Revista Española de Esclerosis Múltiple
Transcripción
Descargar pdf - Revista Española de Esclerosis Múltiple
REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTI L E Resonancia magnética de alto campo en la esclerosis multiple Miguel Ángel Hernández*, Diego Cadavid** Volumen I - Nº 6 - Abril de 2008 *Servicio de Neurología. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Tenerife. ��������� **Department of Neurology and Neurosciences. University of Medicine and Dentistry of New Yersey. EE.UU. Immunosuppressants in multiple sclerosis: the past, the present and the future R. E. Gonsette National Centre for Multiple Sclerosis. Melsbroek. Belgium. La tomografía de coherencia óptica en la neuritis óptica y esclerosis múltiple Celia Oreja-Guevara*, Susana Noval** *Unidad de Esclerosis Múltiple. Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. **Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS AGENDA DE CONGRESOS EDITA: REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS M Ú LT I L E S T A F F Director: Óscar Fernández Fernández Director Instituto Neurociencias Clínicas Jefe de Servicio de Neurología Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga Comité de redacción: Secretaria de redacción: Celia Oreja Guevara A. Alonso Torres R. Bustamante Toledo V. Fernández Sánchez M. Guerrero Fernández A. León Martín L. Leyva Fernández G. Luque Fernández G. Mayorga Mayorga J. A. Tamayo Toledo Comité asesor: Jose Carlos Álvarez Cermeño Txomin Arbizu Urdain Rafael Arroyo González Marina Bujanda Francisco Coret Ferrer J. A. García-Merino Miguel Ángel Hernández Pérez Carlos Hernández Lahoz Guillermo Izquierdo Ayuso Madrid Barcelona Madrid Navarra Valencia Madrid Sta. Cruz de Tenerife Oviedo Sevilla Xavier Montalbán Gairin Fco. Javier Olascoaga Urtaza Jose María Prieto González Alfredo Rodríguez Antigüedad Albert Saiz Hinarejos Alberto Tuñón Álvarez Clara de Andrés de Frutos Purificación de Castro Lorenzo Jordi Matías-Guiu Guía Barcelona San Sebastián Santiago de Compostela Basurto (Vizcaya) Barcelona Oviedo Madrid Pamplona Madrid EDITA: C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid Teléfono: 91 411 00 32 Fax: 91 411 01 46 E-mail: [email protected] Depósito Legal: M-24807-2006 ISSN: 1885-7590 Comité científico: Yolanda Aladro Benito Carmen Arnal García Jose Ramón Ara Callizo Joaquín Argente Alcalá Manuel Arias Gómez Julián Benito Wadih Bowakin Dib Luís Brieva Ruíz Inma Bonaventura Ibars Carmen Durán Herrera Joaquín Escudero Torrella Ricardo Fernández Bolaños Dionisio Fernández Uría Jesús Foronda Benoga Pedro García Ruíz-Espiga Juan Carlos García-Manco María Pilar Granés Ibáñez Pedro Guardado Santerías Getafe (Madrid) Granada Zaragoza Cádiz S. de Compostela Móstoles (Madrid) Valladolid Lleida Tarrasa (Barcelona) Badajoz Valencia Sevilla Asturias Jaén Madrid Bilbao Lérida Almería Miguel Guerrero Fernández Jose Mª Gutiérrez García Cristina Íñiguez Martínez Francisco Lacruz José Meca Lallana Celia Oreja Guevara Ángel Pérez Sempere Cristina Ramo Tello Jordi Río Izquierdo Elena Rodríguez García Jesús Romero López Jaume Roquer González Fernando Sánchez López Mar Tintoré Subirana Antonio Uclés Antonio Yusta Izquierdo Juan José Zarranz Imirizaldu Granada Valladolid Zaragoza Navarra Murcia Madrid Alicante Badalona Barcelona Madrid Vigo Barcelona Córdoba Barcelona Sevilla Guadalajara Bilbao © 2008 Sumario REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS M Ú LT I L E 13 Volumen I - Nº 6 - Abril de 2008 Resonancia magnética de alto campo en la esclerosis multiple Miguel Ángel Hernández*, Diego Cadavid** *Servicio de Neurología. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Tenerife. **Department of Neurology and Neurosciences. University of Medicine and Dentistry of New Yersey. EE.UU. 5 Immunosuppressants in multiple sclerosis: the past, the present and the future R. E. Gonsette National Centre for Multiple Sclerosis. Melsbroek. Belgium.��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 11 La tomografía de coherencia óptica en la neuritis óptica y esclerosis múltiple Celia Oreja-Guevara*, Susana Noval** *Unidad de Esclerosis Múltiple. Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. **Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. 22 Novedades bibliográficas 27 Agenda de congresos 32 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Resonancia magnética de alto campo en la esclerosis multiple Miguel Ángel Hernández*, Diego Cadavid** *Servicio de Neurología. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Tenerife. ��������� **Department of Neurology and Neurosciences. University of Medicine and Dentistry of New Yersey. EE.UU. RESUMEN. La alta sensibilidad en detectar lesiones en la sustancia blanca ha convertido la RM en la principal prueba de diagnóstico y seguimiento de los pacientes con EM. Los nuevos equipos de RM de alto campo pueden permitir ampliar la sensibilidad y definir de forma más específica las características de las lesiones de la EM. Varios estudios han demostrado que la RM de alto campo permite identificar un aumento tanto del número de lesiones características de EM como en el número de lesiones que capta contraste. En la actualidad no está bien determinado cuál es el protocolo que nos permita definir específicamente el diagnóstico y la respuesta a un tratamiento modificador de la historia natural con la RM de alto campo. En este artículo revisaremos las principales características que la RM de alto campo puede aportar al diagnóstico y seguimiento de la EM Palabras clave: esclerosis múltiple, resonancia magnética, resonancia de alto campo, ensayos clínicos. ABSTRACT.�������������������������������������������������� The high sensitivity in detecting lesions in the white ����������������� matter MRI has ������������������������������������������������������� become a major test of diagnosis and monitoring of patients with MS. The new teams of high field MRI can afford to expand awareness and define more specific characteristics of lesions of MS. Several studies have shown that high-field MRI identifies an increase in both the number of features of MS lesions and the number of lesions with contrast. At present has not determined which is the protocol that will enable us to define specifically the diagnosis and treatment response modifier with the natural history of high field MRI. This paper will review the main features of high field MRI can make the diagnosis and monitoring of MS Key words: multiple sclerosis, magnetic resonance, high field MRI, clinical trials. D esde sus primeras aplicaciones clínicas, la Resonancia Magnética (RM) ha tenido una importante relación con la esclerosis múltiple. La alta sensibilidad en detectar lesiones en la sustancia blanca le ha convertido en los últimos años en la principal prueba de diagnóstico y seguimiento de los pacientes con EM, constituyendo un marcador de respuesta a los nuevos tratamientos. Aunque la RM ha permitido una alta sensibilidad en el diagnóstico de la EM, las imágenes no son totalmente específicas. Los criterios de diagnóstico de EM con la RM se basan en la caracterización, localización y en la captación de contraste de las lesiones1-3. Los nuevos equipos de RM de alto campo comercializadas (> 3 Teslas) pueden permitir ampliar la sensibilidad e incluso poder llegar a definir de forma más especifica las características de las lesiones de la EM. En la actualidad no está bien determinado cuál es el protocolo (parámetros y secuencias) que nos permita definir específicamente el diagnóstico y la respuesta a un tratamiento modificador de la historia natural. En este artículo revisaremos las principales características que la RM de alto campo puede aportar al diagnóstico y seguimiento de la EM. ❑ Características de la RM de alto campo Correspondencia: Miguel Ángel Hernández – Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Servicio de Neurología) – Carretera del Rosario, 145 – 38010 Santa Cruz de Tenerife – S/C de Tenerife – Teléfono: 922 602 000 – E-mail: [email protected] Revisión En los equipos de RM se han realizado grandes avances tecnológicos gracias a la mejoría de las bobinas de superficie, al incremento de los campos magnéticos así como a la aplicación de nuevos pulsos y desarrollo de software que han permitido establecer nuevos parámetros y secuencias. La RM de alto campo va provista de bobinas de canales optimizadas para técnicas de adquisición paralelas así como receptores independientes de banda ancha y canales de recepción en cuadratura ampliables de forma modular4. La RM de alto campo ofrece parámetros de secuencias de pulsos más cortos (TR, TE, spin-eco) lo que significa un cociente señal/ruido más alto, permitiendo una mejoría de la calidad de la imagen. Así, los nuevos equipos de RM de 3 Teslas (T) ofrecen un cociente señal /ruido dos veces más alto que los equipos de RM 1.5 T que son los que habitualmente se vienen empleando. El incremento de los campos magnéticos no sólo puede determinar una mejoría en la resolución de la imagen sino que utiliza tiempos más cortos para la adquisición. El manejo de la consola de RM también se ha simplificado técnicamente. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Revisión 13 El incremento de la señal/ruido puede representar un beneficio en la aplicación clínica de determinadas secuencias como puede ser la espectroscopia (mejorar resolución y posibilidad de ampliar el número de metabolitos), la RM funcional (mejoría de la adquisición y más amplitud de posibilidades de movimiento). También la RM de alto campo puede mejorar la exploración de determinadas estructuras anatómicas de reducido tamaño (quiasma, nervios craneales), identificar lesiones patológicas de pequeño tamaño (microtumores, estenosis) o detectar lesiones patológicas reducidas en la sustancia blanca, como sucede en la EM5, 6. La incorporación progresiva de bobinas corporales y especializadas en los equipos de RM de alto campo podrán determinar un significativo avance para el estudio de lesiones medulares y plexos nerviosos. La calidad de la imagen en la RM de bajo o medio campo podría en algunas secuencias ser potencialmente similar, pero requiere tiempo de adquisición más prolongado y posiblemente no bien tolerados por la mayoría de los pacientes. Las secuencias ecoplanares se mejoran con la RM de alto campo, por lo que se ve simplificada la exploración. Permite alcanzar gradientes ultrarrápidos (media 400 mT/m/ms); así se pueden obtener imágenes en T2 en 5 segundos. En paciente con trastornos del movimiento y niños no colaboradores durante la realización de la RM podrían ser de gran utilidad gracias a su velocidad y capacidad de congelar el movimiento permitiendo optimizar la imagen y evitar la sedación en estos pacientes especiales. También en pacientes debilitados pueden fácilmente tolerar tiempos cortos de adquisición de imágenes de RM de alto campo y poder minimizar los artefactos por el movimiento. Teóricamente, el incremento del cociente señal/ ruido que se obtiene con la RM de alto campo permite obtener secciones más finas que se complementa con matrices de alta resolución, pudiendo detectar mejor la identificación de lesiones finas y poder diferenciarla de estructuras anatómicas como los espacios perivasculares, siendo esta particularidad de gran importancia en la EM. Esta mayor resolución espacial, con tiempos de adquisición cortos, es la clave del incremento de la sensibilidad. Sin embargo, este incremento de la sensibilidad puede determinar el riesgo de aumentar los posibles artefactos que se deben analizar e interpretar de forma adecuada. El incremento del cociente señal/ruido permite una mejor definición del contraste que habitualmente se usa en los estudios de RM y puede identificar la aparición de pequeñas lesiones que captan contraste en estructuras pequeñas (nervio óptico, quiasma, cuerpo calloso)7, 8. En ocasiones, la presencia conjunta de agua y grasa puede determinar artefactos como pseudoheREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 matomas subdural o pseudodesprendimiento de retina. No obstante, existen mecanismos que permiten ajustar estos artefactos. La primera opción es la utilización rutinaria de la supresión grasa lo que implica en algunas secuencias una especie de leve efecto LCR. A pesar de este ajuste, el incremento de la sensibilidad determina pequeñas imágenes o “manchas” que requieren una atención meticulosa en la interpretación normal o patológica de las mismas9. La RM de alto campo se ha probado de forma experimental desde varios años para el estudio del SNC y musculoesquelético10, 11. Se han utilizado una amplia variedad de secuencias y parámetros que posiblemente permitan ser empleadas de forma rutinaria para su uso clínico en patologías de forma específica. La tolerancia de la RM de alto campo aprobado para uso clínico es similar a la RM de medio campo y no se han descrito hasta la actualidad efectos secundarios indeseables. Suele ser más ruidosa, aunque con el aislamiento mediante el uso de tapones suele ser suficiente para la mayoría de los pacientes. ❑ RM de alto campo y EM El diagnóstico de EM puede ser difícil en estadios iniciales y requiere en la mayoría de la formas clínicas la presentación de síntomas y signos con diseminación en el tiempo y espacio1, 12. La RM ha adquirido un papel indiscutible en el diagnóstico y seguimiento de la EM. La RM permite detectar lesiones diseminadas en espacio que valoradas en el contexto evolutivo adecuado pueden ayudar a determinar el diagnóstico de EM de forma precoz. Los actuales criterios de diagnóstico de EM de Mac Donald1 se basan gran parte en lo hallazgos y modificaciones de la RM en comparación a los criterios previos de diagnóstico de Poser12. Estudios comparativos iniciales de lesiones de EM con RM de bajo campo 0.5 con respecto 1.5 Teslas se encontró que las imágenes de 1.5 T eran de mayor definición y resolución7, 13. Keiper et al.14, en un estudio comparativo de RM de 1.5 T frente 4 T, encontraron que las imágenes obtenidas con 4 T presentaban una media de 88 lesiones más que en las obtenidas con 1.5 y siendo estadísticamente significativas. En este estudio, las imágenes de RM fueron leídas por cuatro neuroradiólogos independientes y se encontró un alto grado de concordancia en la mayoría de los hallazgos. Así, 81 de las lesiones vistas en 4 T pero no en 1.5 T fueron identificadas por todos los observadores. Estas lesiones medían entre 1-5 mm, y la mayoría correspondían a lesiones típicamente de EM tanto en localización como caracterización (orientada a lo largo del axis). En un segundo análisis comparativo de este Miguel Ángel Hernández, Diego Cadavid mismo estudio, y realizado posteriormente, encontraron que las lesiones que medían 5 o más mm también se observaban en las imágenes de 1.5 T pero con mayor dificultad y menor definición de la imagen, de tal forma que pudo pasar fácilmente sin ser identificada en el primer análisis comparativo la RM. Estas lesiones se observan en T4 como lesiones más pequeñas y múltiples y estaban localizadas en la sustancia blanca subependimaria, confundiéndose fácilmente con LCR de los ventrículos laterales. Las lesiones perivasculares más pequeñas pueden ser mejor identificadas en la RM de alto campo. Las lesiones en la EM se orientan habitualmente en los espacios perivasculares profundos representando una correlación con los dedos Darwson y desmielinización perivenosa. Muchas de las lesiones histológicas de la EM son inferiores a 5 mm. El uso de secciones más finas facilitadas por las señales de alto campo permiten mejorar su identificación y caracterización como lesión de EM15. La RM de bajo o medio campo presentan limitaciones para detectar alteraciones patológicas en los espacios perivasculares de la sustancia blanca y poder diferenciar un proceso inflamatorio, isquémico o gliosis. La utilización de secuencias específicas y más finas de las RM de alto campo probablemente nos permitirán poder diferenciar estas alteraciones. Las lesiones de sustancia blanca vistas en 4 T pero no en 1.5 T podrían explicar las alteraciones de la denominada sustancia blanca aparentemente normal que se detecta con las secuencias de magnetic transfer, difusión y en estudios espectroscopia realizados 1.5 T en pacientes con EM16, 17. En la actualidad se está investigando sobre la utilidad de estas secuencias en el diagnóstico precoz de EM. Estudios de comparación patológica y RM de muy alto campo (7 T) realizadas en 4 pacientes fallecidos de EM primaria progresiva encontró que el contenido de mielina y la densidad axonal se correlaciona estrechamente con el Magnetic Trasfer, T1 ,DP y anisotropia de difusión pero muy débilmente con T2 y coeficiente de difusión18. La sensibilidad en identificar un aumento tanto del número de lesiones características de EM como en el número de lesiones que capta contraste podría plantear un cambio en los criterios diagnósticos que pudieran ser más específicos de EM. No obstante, se necesitarán estudios amplios para poder confirmar estas hipótesis. ❑ Seguimiento y marcadores de actividad de EM por RM de alto campo La mayoría de los tratamientos aprobados para la EM basan parte de su eficacia en los hallazgos de la RM y que viene definido por la disminución del número total de lesiones, disminución de lesiones nuevas y sobre todo por la ausencia o disminución del número de lesiones que captan contrate19, 22. En la actualidad, en la mayoría de ensayos clínicos para valoración de nuevos tratamientos se incluye habitualmente como principal objetivo las modificaciones de la RM. Siccotte et al.7 compararon mediante la RM de 1.5 T frente a 3 T la sensibilidad para detectar lesiones captantes de contraste empleando las mismas secuencias y protocolo que la utilizadas en los últimos ensayos clínicos pivotales de fármacos aprobados para la EM. En este estudio se encontró que la RM de alto campo detectaba un 21% más de lesiones que captaban contraste respecto a las RM de 1.5 T. También se determinó que las lesiones que captaban contraste mostraban un 30% de mayor volumen respecto a la mismas imágenes encontradas con 1.5 T. Con respecto al número total de lesiones se encontró un 10% más de lesiones en las imágenes obtenidas con RM de 3 T respecto a 1.5 T. La EM, cuando está activa patológicamente, presenta focos de inflamación y suelen asociarse a la rotura de la barrera hematoencefálica lo cual se manifiesta en la RM mediante la captación de contraste. Esta inflamación también puede asociarse con la aparición de hiperintensidades aumentadas en secuencias con TR largos realizadas con contraste (FLAIR con contraste) y que se corresponden a las lesiones que captan contraste en T1. En la RM de 3 T hemos encontrado en nuestra experiencia que algunas de estas lesiones hiperintensas de FLAIR con contraste son más voluminosas y duraderas que las mismas lesiones cuando son analizadas en T1 con contraste. Presumiblemente, las lesiones hipertensas más duraderas encontradas en FLAIR pueden representar edema o gliosis y mínimo componente de rotura de barrera hematoencefálica. Nuestra experiencia personal nos ha permitido determinar que RM de alto campo puede incrementar de forma sensible las características cualitativas de la misma. En este sentido, las imágenes de RM de alto campo nos permiten delimitar más claramente los bordes las lesiones de la sustancia blanca aparentemente normal así como definir los contornos de las lesiones confluentes. No obstante, estudios posteriores y con series más amplias han de validar estas hipótesis y el significado de las mismas. En el 90% de los casos, la captación no dura más de 8 semanas, después de la cual una lesión del tamaño original del área de captación de contraste permanece como placa de desmielinización o puede llegar a desaparecer. Las áreas de captación pueden ser independientes una de otra; unas pueden desapaREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Revisión recer mientras que otras pueden aumentar de forma simultánea. La utilización de RM de bajo campo puede que no sea suficiente en un futuro para establecer la actividad inflamatoria de la enfermedad (lesiones que captan contraste y aparición de nuevas lesiones). Así, un paciente puede no mostrar lesiones que capten contraste con RM de bajo campo y sí encontrarla con la RM de alto campo23. Algunos autores proponen que cuando se utiliza RM de bajo o medio campo se debería emplear doble o triple dosis de contraste para una correcta valoración24. Los estudios espectroscopia con RM de alto campo pueden ayudar a definir más claramente el papel de los diferentes metabolitos. Así, en un estudio realizado con 4.1 T en una serie de 8 pacientes de EM se encontró que los incrementos de la acetilcolina podrían reflejar varios niveles de inflamación y remielinización mientras que el descenso de N-Acetilaspartato representaría el daño parcial o total del axonal4. 13 ❑ Ensayos clínicos y RM de alto campo En nuestra opinión, la realización de nuevos ensayos clínicos en fase III y IV en EM se tendrá que tener en cuenta los criterios de RM con equipos de alto campo tanto en los criterios de inclusión como en los de seguimiento. En el futuro los ensayos fase IV y observacionales se tendrían que realizar con la RM de igual campo para evitar sesgo. En la práctica clínica podrían darse situaciones parecidas a los ensayos clínicos sobre todo en lo referente a determinar si un paciente tiene actividad inflamatoria (lesiones que captan contraste o que au- menta de tamaño) dependiendo del tipo de RM que hayamos utilizado. La captación de contraste constituye en la actualidad el principal marcador de actividad de la enfermedad25, 26. La detección óptima de captación de contraste es de gran importancia porque nos podría definir algunos de los criterios de la respuestas a los nuevos tratamientos. Se necesitarán estudios comparativos a este respecto. Varios estudios han demostrado que el uso de triple dosis con gadolinio utilizando RM de medio campo (1.5 T) pueden mejorar la captación de contraste llegando casi a duplicarla27, 28. No existen datos actuales publicados sobre la utilización del triple contraste en EM con RM de alto campo, aunque algunos ensayos clínicos actualmente en desarrollo ya lo han incluido en sus protocolos. Se ha podido comprobar que el Magnetic Transfer y la difusión puede detectar lesiones en la sustancia blanca antes de la aparición de contraste29. En las imágenes de difusión se ha encontrado un incremento del 40% al permitir realizar cortes más finos sin comprometer la calidad de la imagen30. Recientemente, se ha comunicado un estudio comparativo de 1.5 T vs 3T el valor de la RM de alto campo en el diagnóstico de síndrome aislado neurológico, observando que un 27% de los pacientes cumplían los criterios de diseminación espacial con la RM de alto campo31. La incorporación de nuevas secuencias como la doble inversión recuperación también ha permitido detectar nuevas lesiones en las formas iniciales de EM32. Es previsible que en poco tiempo podamos asistir a varias trabajos que nos permitan aclarar el valor de estas secuencias con las nuevas RM de alto campo. Bibliografía 1.- Diagnostic criteria for Multiple Sclerosis: 2005 revisions to the “McDonald Criteria Polman CH, Reingold SC, Edan G, Filippi M, Hartung HP, Kappos L, Lublin FD, Metz LM, McFarland HF, O’Connor PW, Sandberg-Wollheim M, Thompson AJ, Weinshenker BG, Wolinsky JS. Ann Neurol 2005; 58: 840-846. 2.- McFarland HF. The emerging role of MRI in multiple sclerosis and the new diagnostic criteria. Mult Scler 2002; 8: 71-72. 3.- Filippi M, Dousset V, McFarland HF. Role of magnetic resonance in the diagnosis and monitoring of multiple sclerosis: consensus report of the White Matter Study Group. J Magn Reson Imaging 2002; 15: 499-504. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 4.- Pan JW, Vaughan JT, Kuznieccky RI, Pohsot GM, Hetherington HP. High resolution neuroimaging at 4.1 T. Mag Reson Imaging 1995; 13: 915-921. 5.- Duewell SH, Wolf SD, Wen H, Balaban RS, Jezzard P. MR imaging contrast in human brain tissue: assessment and optimization at 4 T. Radiology 1996; 199: 780-786. 6.- Rutt BK, Lee DH. The impact of the field strength on image quality in MRI. J Magn Reson Imaging 1996; 1: 57-62. 7.- Sicotte NL, Voskuhl RR, Bouvier S, Klutch R, Cohen MS, Mazziotta JC. Comparation of Multiple sclerosis lesions at 1.5 and 3.0 Tesla. Investigative Radiology 2003; 38: 423-427. 8.- Ertl-wagner B, Reith W, Sartor K. Low field-low cost: Miguel Ángel Hernández, Diego Cadavid 9.- 10.- 11.- 12.- 13.- 14.- 15.- 16.- 17.- 18.- 19.- can low-field magnetic resonance systems replace high-field magnetic resonance systems in the diagnostic assessment of multiple sclerosis patients? European Radiology 2001; 11: 1490-1494. Erskine MK, Cook LL, Riddle KE, Mitchell JR, Karlik SJ. Resolution-dependent estimates of multiple sclerosis lesion loads. Can J Neurol Sci 2005; 32: 205-212. Bradley WG. Future cost effective MRI will be at high field. J Magn Reson Imaging 1996; 1: 63-66. Duewell SH, Ceckler TL, Ong K, et al. Musculoskeletal MR imaging at 4 T and 1.5 T: comparison of relaxation times and image contrast. Radiology 1995; 196: 551-555. Poser CM, Paty DW, Scheinberg L, et al. New diagnostic criteria for multiple sclerosis: guidelines for research protocols. Ann Neurol 1983; 13: 227-231. Lee DH, Vellet AD, Eliasziw M, Vidito L, Ebers GC, Rice GP, Dunlavy S. MR imaging field strength: prospective evaluation of the diagnostic accuracy of MR for diagnosis of multiple sclerosis at 0.5 and 1.5 T. Radiology 1995; 194: 257-262. Keiper MD, Grooman RI, HirschJA, Bolinger L, Ott IL, Mannon LJ, Langlotz CP, Kolson DL. MR identification of white matter abnormalities in multiple sclerosis: a comparison between 1.5 T and 4T. Am J Neuroradiol 1998; 19: 1489-1493. Mitchell JR, Karlik SJ, Lee DH, Eliasziw M, Rice GP, Fenster A. Quantification of multiple sclerosis lesion volumes in 1.5 versus 0.5 T anisotropically filtered and unfiltered MR exams. Med Phys 1996; 23: 115-126. Loevner LA, Grossman RI, Cohen JA, Lexa FJ, Kessler D, Kolson DL. Microscopic disease in normal appearing white matter on conventional MR images in patients with multiple sclerosis:assessment with magnetization-transfer measurements. Radiology 1995; 196: 511-515. Van Buchen MA, Mcgovan JC, Kolson DL, Polansky M, Grossman RI. Quantitative volumetric magnetization –transfer analysisi in multiple sclerosis: estimation of macroscopic and microscopic disease burden. Mag Reson Med 1996; 36: 632-636. Mottershead JP, Schimierer K, Clemence M, Thornton JS, Barker GJ, Tofs PS, Newcombe J, Cuzner ML, Ordidge RJ, McDonald WI, Miller DH. High field MRI correlates of myelin content and axonal degeneration in multiple sclerosis a post-mortem study of spinal cord. J Neurol 2003; 11: 12931301. Interferon β-1b in the treatment of multiple sclerosis: final outcome of the randomized controlled trial. The IFNB Multiple Sclerosis Study Group and the University of British Columbia MS/MRI Analysis Group. Neurology 1995; 45: 1277-1285. 20.- Jacobs LD, Cookfair DL, Rudick RA, et al. Intramuscular interferon β-1ª for disease progression in relapsing multiple sclerosis. The MS Collaborative Research Group. Ann Neurol 1996; 39: 285-294. 21.- Johnson KP, Brooks BR, Cohen JA, et al. Copolymer 1reduces relapse rate and improves disability in relapsing-remiting MS: results of phase III multicenter, double-blind placebo-controlled trial. The Copolymer 1MS Study Group. Neurology 1995; 45: 1268-1276. 22.- Randomised double-blind placebo-controlled study of interferon β-1 a in relapsing-remitting MS. PRIMS (Prevention of relapses and disability by interferon β-1 a subcutaneously in MS) Study Group. Lancet 1998; 352: 1498-1504. 23.- Desai NK, Runge VM. Contrast use at low field: a review. Top Magn Reson Imaging 2003; 14: 360364. 24.- Elster AD. How much contrast is enough? Dependence of enhancement on field stregh and MR pulse sequence. Eur Radiol 1997; 7: 276-280. 25.- McFarland HF, Frank JA, Albert PS. et al. Using gadolinium-enhanced MRI lesions to monitor disease activity in multiple sclerosis. Ann Neurol 1992; 32: 758-766. 26.- Harris JO, Frank JA, Patronas N, et al. Serial gadolinium-enhanced MRI scans in patients with early, relapsing-remitting MS: implications for clinical trials and natural history. Ann Neurol 1991; 29: 548-555. 27.- Rovaris M, Bastiaenello S, Capra R, Comi G, Yousry TA, Filippi M. Correlation between enhacing lesion number and volume on standard and triple dose gadolinium-enhanced brain MRI scans from patients with multiple sclerosis. Magn Reson Imaging 1999; 17: 985-988. 28.- Van Wasberghe JH, Castelijns JA, Roser W, Silver N, Yousry TL. Single-dose gadolinium with magnetization transfer versus triple-dose gadolinium in the MR detection of multiple sclerosis lesions. Am J Neuroradiol 1997; 18: 1279-1285. 29.- Matthews PM, Pioro E, Narayanan S, et al. Assessment of lesion pathology in multiple sclerosis usin quantitaive MRI morphometry and amgnetic resonance spectrsocopy. Brain 1996; 119: 715-722. 30.- Filippi M, Inglese M, Rovaris M, et al. Magnetization trasfer imagig to monitor the evolution of MS: a year follow-up study. Neurology 2000; 55: 940946. 31.- Wattjes MP, Lutterbey GG, Harzheim M, Gieseke J, Träber F, Klotz L, Klockgether T, Schild HH. Higher sensitivity in the detection of inflammatory brain lesions in patients with clinically isolated syndromes suggestive of multiple sclerosis REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Revisión using high field MRI: an intraindividual comparison of 1.5 T with 3.0 T. Eur Radiol 2006 Sep; 16: 2067-2073. 32.- Wattjes MP, Lutterbey GG, Gieseke J, Träber F, Klotz 13 10 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 L, Schmidt S, Schild HH. Double inversion recovery brain imaging at 3T: diagnostic value in the detection of multiple sclerosis lesions. AJNR Am J Neuroradiol 2007; 28: 54-59. Immunosuppressants in multiple sclerosis: the past, the present and the future R. E. Gonsette National Centre for Multiple Sclerosis. Melsbroek. Belgium. ABSTRACT. Immunosuppressants are used in multiple sclerosis (MS) since the early sixties but important methodological problems made difficult the interpretation of the results. In the seventies, several off-label studies strongly suggested that a short-term, intensive immunosuppression with cyclophosphamide were effective to reduce the number of relapses and the progression of disability. More recently, the significant benefit on clinical and radiological signs of disease activity of mitoxantrone, a better tolerated potent immunosuppressant, led to the approval of this molecule by the FDA for the treatment of breakthrough MS. Since then, many clinical trials are in progress to evaluate the efficacy and the safety of newly developed non-specific immunosuppressive agents such as mycophenolate mofetil, cladribine, isoxazole derivatives and pixantrone as well as monoclonal antibodies that target more specific immune mechanisms. Agents interfering with cell trafficking at the level of the blood brain barrier or sequestering lymphocyte in peripheral lymphoid organs are also new interesting therapeutic avenues. The development of effective and safe immunosuppressants might lead to new treatment strategies: 1. immunosuppression in patients with less aggressive secondary progressive MS; 2. breakdown of disease activity in young patients with clinical and/or radiological poor prognostic factors in order to delay the progressive phase; 3. further immunosuppression in patients previously treated with MX and re-progressing; 4. tolerogenic immunotherapy (maintenance phase) after short-term immunosuppression (induction phase) in patients with aggressive MS. Key words: multiple sclerosis, IL-2 inhibitors, antimetabolites, cytolytic agents, monoclonal antibodies, fusion proteins, cell trafficking, tolerogenic immunosuppression. Correspondencia: R. E. Gonsette – National Centre for Multiple Sclerosis – B 1820 Melsbroek (Belgium) Telephone: +32 2 753 16 10 – Fax: +32 2 751 52 77 – E-mail: [email protected] Revisión RESUMEN. Los inmusupresores se han utilizado en la esclerosis múltiple (EM) desde el inicio de los años sesenta, pero debido a importantes problemas metodológicos, es muy difícil la interpretación de los resultados de su uso. En los años setenta, varios estudios fuera de indicación sugirieron que la inmunosupresión intensiva con ciclofosfamida era efectiva para reducir el número de brotes y la progresión de la discapacidad. Más recientemente, el beneficio significativo de los parámetros clínicos y radiológicos de actividad de la enfermedad, con la mitoxantrona, un inmunosupresor potente mejor tolerado, llevó a la aprobación de esta molécula por la FDA para el tratamiento de la enfermedad muy activa. Desde entonces, hay numerosos ensayos clínicos en progreso, para evaluar la eficacia y seguridad de nuevos agentes inmunosupresores inespecíficos, tales como el micofenolato de mofetilo, la cladribina, los derivados isoxazólicos y la pixantrona, así como anticuerpos monoclonales que se dirigen a mecanismos inmunológicos más específicos. Los agentes que interfieren con la transmigración celular en la barrera hematoencefálica o que secuestran los linfocitos en los órganos linfoides periféricos constituyen también nuevas e interesantes aproximaciones terapéuticas. El desarrollo de inmunosupresores efectivos y seguros podría llevar a nuevas estrategias terapéuticas: 1. inmunosupresión en pacientes con formas de EM secundariamente progresivas menos agresivas; 2. disminución de la actividad en pacientes jóvenes con factores clínicos o radiológicos de mal pronóstico, con el fin de retrasar la fase progresiva; 3. seguimiento de la inmunosupresión en pacientes tratados previamente con MX y que vuelven a progresar; 4. inmunoterapia tolerogénica (fase de mantenimiento) tras cursos cortos de inmunosupresión intensa (fase de inducción) en pacientes con EM agresiva. Palabras clave: esclerosis múltiple, inhibidores de IL-2, antimetabolitos, agentes citolíticos, anticuerpos monoclonales, proteínas de fusión, trasmigración celular, inmunosupresión tolerogénica. ❑ The past T he concept of immunosuppression as a treatment for multiple sclerosis (MS) dates back to the sixties with the publications of Aimard et al about MS therapy with “antimitotics”1 and of Cendrowski about “immunosuppressants” in MS2. Two hypotheses concerning MS etiopathogenesis were in direct opposition at that time. The first described MS as being caused by anergy against a viral infection and recommended treatments to correct deficient immune functions. The second, based on observations in experimental allergic encephalomyelitis (EAE), described MS as an immune-mediated inflammatory disease and suggested the use of immunosuppressive agents which had been found effective in EAE. In the course of the seventies, several clinical trials with immunosuppressants in MS were performed using cyclophosphamide (CY), azathioprine (AZA), antilymphocyte or antithymocyte globulins. The methodology of clinical trials was imperfect and treated patients served as their own control or were compared to matched untreated controls. Only one trial was a doubleblind study3. However, the follow-up of rather large groups of patients (~100) for several years (2-5 years) strongly suggested that CY4, 5 and AZA as REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 11 Revisión 13 12 a single agent6, 7 or in combination therapy3, 8 had a transient beneficial effect on relapses and progression of disability in relapsing-progressive (RP) MS but was ineffective in secondary progressive (SP) patients. Since then, new classes of immunosuppressive drugs have been developed notably inhibitors of production or function of IL-2 that interferes with cell-cycle replication. In the past decade, monoclonal antibodies (mAbs) have been generated for therapeutic applications. In contrast to other immunosuppressants, they interact with precise targets. Generated from rodents after immunization with a target molecule, they are recognized as foreign proteins. To reduce the immunogenicity, they have been “humanized” by fusion with human IgG constant region genes or by grafting the complementary determining region of the Ab into human IgG backbone. More recently, fully human mAbs have been generated by using transgenic mice carrying human Ig genes or by cloning Abs directly from the human immune repertoire9. Fusion proteins have been created through the fusion of genes which originally coded for separate proteins. Translation of this fusion gene results in a chimeric polypeptide with functions derived from the original proteins. Lastly, immunosuppressants with a new and unique mechanism of action have been proposed. They prevent the invasion of brain parenchyma by inflammatory cells. Two options are currently available: to block adhesion molecules expressed on endothelial cells and migrating immunocompetent cells or to sequester lymphocytes in lymphoid organs. In this paper, we will only review approved and experimental immunosuppressants whose clinical efficacy and safety can be reliably evaluated from published data. ❑ The present Immunosuppressants can be categorized in three major groups: intracellular ligands, cell surface ligands and molecules affecting immunocompetent cell trafficking (Table I). 1.- Intracellular ligands A first group of intracellular ligands interfere with the cell-cycle replication of immunocompetent cells and reduce their proliferation by inactivation of IL-2 production or function. 1. 1.- Inhibitors of IL-2 1. 1. 1.- Inhibitors of IL-2 activation or production Cyclosporine A, a breakthrough in organ transplantation was found very effective in EAE and REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Table I C������������������������������������ lassification of immunosuppressants according to their mechanisms of action Intracellular ligands ■ IL-2 inhibitors • IL-2 activation and production - Cyclosporine A - Tacrolimus • IL-2 signal transduction • Rapamycine (sirolimus) ■ Antimetabolites ■ Azathioprine (mycophenolate mofetil) - Methotrexate - Cladribine - Isoxazole derivatives: leflunomide, teriflunomide, malononitrilamide ■ Cytolytic agents ■ Cyclophosphamide (treosulfan) - Mitoxantrone (pixantrone, ethonafide) Cell surface ligands ■ Monoclonal antibodies ■ CD52, (campath-1H, alemtuzumab) - CD20, (rituximab) - CD25, (daclizumab) ■ Fusion proteins - TNFα -receptor p55 (lenercept) - TNFα-P75-IgG (etanercept) - CTLA4-IgG Cell trafficking - α4-integrins (natalizumab) - Sphingosine1 agonist (fingolimod) raised great hopes for multiple sclerosis (MS) treatment. Unfortunately, the questionable benefit in MS did not justify the adverse reactions caused by its renal toxicity. Tacrolimus in association with mycophenolate mofetil is a standard treatment after liver transplantation. Two MS patients under interferon beta (IFNβ) treatment experienced acute liver failure that required liver transplantation. In both cases, this post-transplant treatment regimen led to an improvement of their neurological state maintained for several years10, 11. Those observations raised the question whether tacrolimus, effective in EAE12, might be a treatment option for MS, alone or in combination with mycophenolate mofetil. Of note that tacrolimus is currently investigated in combination with IFNβ13. 1. 1. 2.- Inhibitor of IL-2 signal transduction Rapamycine (sirolimus) induces structural changes in astrocytes and several cases of Posterior Reversible Encephalopathy (PRE) have been reported in patients treated with sirolimus after lung R. E. Gonsette transplantation14. A phase I/II trial in MS is in progress15. Temsirolimus, a new formulation, has not been tested in animal models of MS. A phase II clinical trial in relapsing-remitting (RR) MS patients showed a beneficial effect on relapse rate and gadolinium (Gd) active lesions but the high risk-benefit ratio does not seem to justify further trial in MS16. 1. 2.- Antimetabolites Antimetabolites interfere with purine or pyrimidine synthesis pathways essential for DNA synthesis and cell replication. Azathioprine (AZA) is used in MS since more than 30 years with conflicting results. More recently, it has been observed that an add-on therapy with AZA in patients refractory to IFNβ led to a reduction of the relapse rate and a decrease of the MRI total lesion load17 as well as of Gd active lesions18. The efficacy of AZA as a single therapeutic agent was confirmed both on Gd active and new T2 lesions19. Interestingly, a head to head comparison in RR MS patients concludes that more patients remain relapse free with AZA than with IFNβs20. Lastly, two metaanalyses of clinical trials with AZA conclude that the safety profile of this immunosuppressant is acceptable and that less patients experience relapses21, 22. Currently, several clinical trials are in progress associating AZA with IFNβ. Mycophenolate Mofetil (MM) has some advantages compared with AZA: it has no potential carcigenocity and, in addition to its immunosuppressive activity, it inhibits adhesion molecules and inducible nitric oxide synthase production. Administration of MM in patients with increasing disability despite standard treatments seems to have a beneficial effect on progression23, 24. A retrospective study in patients receiving MM as an adjunct therapy to IFNβ or glatiramer acetate or as a single agent indicates an accep table tolerance and some benefit on progression25. Recently MM has been associated with IFNβ for the treatment of RR MS26. Gastrointestinal discomfort is frequent but other side effects appear acceptable. The relapse rate was reduced by 71% (relative risk reduction, RRR) and Gd active lesions were eradicated after 6 months. Interestingly, in a small group of patients with neuromyelitis optica (NMO) MM induced a significant decrease in the relapse rate after a median follow-up for 16 months even in patients who did not respond previously to AZA27. Methotrexate (MTX) was found modestly effective in reducing progression of disability in a doubleblind trial28 and MRI data showed marginal effects on T2 lesions and Gd active lesions. A modest efficacy on progression was also suggested in a meta-analysis of published trials29. A recent review of clinical studies with MTX in MS does not advocate its use as a single agent in RR or progressive MS30. Combination therapy with IFNβ and MTX suggests an additional reduction in Gd active lesion by 44% and a trend toward fewer relapses31. Of note that an acute MTX-induced encephalopathy has been recently reported32. Cladribine (CdA), a purine analogue resistant to adenosine deaminase, specifically accumulates in leucocytes where it incorporates in DNA, blocks cell cycle replication and induces a selective lymphopenia. It is definitely the most effective immunosuppressant among the antimetabolite family, leading to a marked and sustained depletion of CD4, CD8 and B cells as well as of CD25+ expressing cells. Methodology limitations make it difficult to validly evaluate the clinical benefit in three double-blind trials in RR and SP MS. However, radiological evaluations demonstrate a drastic reduction in the number and the volume of Gd active lesions, a mild effect on T2 lesion load and no effect on brain atrophy progre ssion33. Interestingly, CdA has been used as a rescue therapy in patients with breakthrough MS. Patients remained free of relapses and progression. However a second course of CdA was administered after 1 year from first dose in most patients because of recurrence of relapses34. Sustained immunosuppressive effects of CdA make it suitable for intermittent oral dosing but the safety profile of the oral tablet formulation remains to be established. Haematopoietic toxicity and oppor tunistic infections are the most frequent adverse effects. The possibility to reveal unrecognized myelodysplastic disorders as a consequence of marrow suppression cannot be neglected. Two clinical trials with the oral formulation of CdA as monotherapy35 or add-on therapy to IFNβ36 are in progress. Isoxazole derivatives were found to reduce diapedesis and proliferation of immunocompetent cells. Teriflunomide has been investigated in a phase II trial in RR and SP MS37. A reduction of the relapse rate (-32%), of the mean EDSS score (-69%) and of the median number of combined unique active lesions (-61%) was observed. Serious adverse events were noted: hepatic dysfunction, neutropenia and rhabdomyolysis. Based on animal studies, the reproductive toxicity might be a concern. Malononitrilamides are active metabolites of another isoxazole derivative (leflunomide) and seem to have a safer toxicity profile. 1. 3.- Cytolytic agents Cytolytic agents delete immunocompetent cells participating to the inflammatory cascade when they go trough lymph nodes, peripheral blood and choroid REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 13 Revisión 13 14 plexus stroma. Their clinical efficacy is thus definitely linked to their anti-inflammatory activity. Cyclophosphamide (CY) is used in MS as an off-label medication since several decades. The potent anti-inflammatory activity of CY explains its marked beneficial effects on relapses in RR MS38 and Gd active lesions39. Its efficacy on progression is clearly better shortly after the conversion to the progressive stage and in patients with clinical and radiological signs of inflammatory activity. Of note that administration of very high doses (200 mg/kg over 4 days) was recently found effective to halt progression in severely disabled patients40. However blood transfusions and granulocyte colony-stimulating factor were required to control the haematopoietic toxicity. A short-term immunosuppression with CY has been proposed as a potential therapeutic option in breakthrough MS since it induces eradication of Gd active lesions, stabilization of EDSS and, interestingly, a reduction in brain atrophy progression41, 42. Recently, the potential serious averse events of mitoxantrone (cardiotoxicity, acute myeloid leukaemia) have rekindled the interest for CY. The respective efficacy and short-term safety of those two immunosupressants have been compared in aggressive MS. No statistically differences were observed concerning clinical and radiological efficacy. In two trials, CY was found to reduce brain atrophy progression. Of note that discontinuation was definitely more frequent in the CY group due to short-term side effects43-45. Treosulfan is another alkylating agent with more potent myeloablative and immunosuppressive activity than CY, particularly concerning depletion of splenic T and B cells46. An induction period with four monthly administrations followed by quarterly infusions for 1 year induced a reduction in Gd active lesions and relapses. However, signs of recurrent disease activity were observed at the end of the follow-up47. This is not surprising as several trials have shown that to obtain a clinical benefit with CY the interval between infusions must not exceed 2 months. Side effects and adverse reactions with treosulfan do not appear to differ significantly from those of CY. A phase II trial is in progress. Mitoxantrone (MX) has been approved by the FDA in 2000 for the treatment of aggressive MS. The anti-inflammatory activity of MX results from its broad immunosuppressive effects on CD4, CD8, B cells, dendritic cells, monocytes and macrophages for unusually long periods of time (several months). Patients with a marked inflammatory form of the disease respond best to MX. The optimal treatment regimen is still to be defined: 1. an induction period followed by maintenance therapy versus quarterly REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 administration; 2. high doses (12 mg/m²) versus lower doses (8-5 mg/m²); 3. maintenance therapy versus a single short-term treatment (4-6 months) and re-treatment with MX delayed till recurrence of severe symptoms. The cardiotoxicity is a major dose-limiting factor for both the selection of patients and the duration of treatment. Cardiotoxicity may occur at lower doses than the recommended cumulative dose (140 mg/m²). There is now ample support to believe that asymptomatic myocardial dysfunction may occur in MS patients without apparent pre-existing cardiac risks. Also of concern is that cardiotoxicity has been observed years after the last infusion of MX. This prompted health authorities to monitor left ventricular ejection fraction before each administration and every 6 months for 5 years after cessation of MX administration. There is now mounting evidence that severe cardiac dysfunctions can be prevented by a careful cardiac monitoring. Another concern is the increasing number of reports about therapy-related acute leukaemia (TRAL). The exact incidence is difficult to evaluate as the occurrence of TRAL is likely subject to underreporting. More than 25 cases have been reported so far and the most worrying observations are the high incidence (up to 3.4%) in some small series of MX treated patients48-50. No significant correlation has been found so far with the cumulative dose. The interval between the diagnosis and the last MX infusion varies from a few months to several years. Two types of acute leukaemia (promyeloid and myeloid) and only one case of chronic myeloid leukaemia51 have been reported. The incidence of TRAL is thus a major concern since definitely more MS patients treated with MX died from leukaemia than from congestive heart failure. Pixantrone (PIX) is an analogue of MX designed to reduce cardiotoxicity in cancer therapy. The absence of severe cardiotoxicity has been confirmed in patients treated with PIX for nonHodgkin’s lymphoma. Moreover, the weaker DNA constant binding, the lower stimulation of topoisomerase II-mediated DNA changes and the specificity for topoisomerase II poisoning of PIX suggest a lower risk for TRAL. In the acute and chronic models of EAE, PIX was found as effective as MX and definitely less cardiotoxic. This new molecule appears thus a promising substitute for MX. Unfortunately, the pharmaceutical company owner of the molecule does not want to invest in clinical trials with PIX for other indications than oncology. Finally the company agreed to provide the drug and a phase I/II trial in MS, sponsored by a non-profit organization, is in progress. Ethonafide, an anthracene-based anticancer agent R. E. Gonsette with a low cardiotoxicity has been proposed as another substitute for MX. Immunological studies in EAE showed that ethonafide and MX have similar impact on CD4, CD8, NK, B cells and macrophages. However, the benefit on clinical deficits in EAE appears lower with ethonafide52. 2.- Cell surface ligands 2. 1.- Monoclonal antibodies Alemtuzumab (anti-CD52, campath-1H) has a marked anti-inflammatory activity and appears the most powerful mAb in MS. It rapidly produces a profound and sustained (over years) lymphopenia affecting T and B cells as well as monocytes. A first trial in SP MS suppressed relapses but did not prevent disability progression53. A recent trial in early RR MS not only demonstrates relapse eradication but also disability improvement in most patients54. The likely reason is that a very early drastic suppression of the inflammatory environment reduces the production of microglial toxic factors (oxidative stress and excitotoxicity) associated with inflammation and initiating the degenerative cascade. The principal averse effects of alemtuzumab are the development of autoimmunity: Grave’s disease, idiopathic thrombocytopenia and Goodpasture’s disease. Rituximab (anti-CD20, rituxan) produces a rapid, complete and sustained depletion of B cells. B lymphocytes certainly play an important role in MS as non-professional antigen-presenting cell and when humoral immunity predominates such as in Devic’s neuromyelitis optica (NMO). Rituximab significantly reduced relapses in patients with NMO55-57. More recently, rituximab has been used in RR MS and a marked decrease in exacerbation rate as well as in Gd-active lesions was noted58, 59. Interestingly rituximab produces a depletion of T lymphocytes and reduces their reactivity to MOG confirming the capital role of B cells as Ag presenting cells57. A trial in PP MS is in progress60. Rituximab causes several potential adverse reactions and of particular concern is the report by the FDA about 21 patients treated with rituximab for haematological malignancies who developed progressive multifocal encephalopathy (PML). Daclizumab (anti-CD 25, zenapax) inhibits the expansion of CD4 cells by blocking the binding of IL-2 to its receptor. There is only a modest depletion of CD4 and CD8 cells. Of particular interest is the expansion of CD56bright NK cells considered as regulatory cells. The increase in CD56bright NK cells correlated significantly with the reduction in Gd-active lesions61. Due to the role of these cells to control virus infections it is postulated that reactivation of JC virus and PML are very unlikely during daclizumab therapy62. Data from clinical trials with daclizumab available so far do not provide evidence-based information concerning its efficacy in MS63-65. 2. 2.- Fusion proteins Fusion proteins have been generated interacting with TNFα pathways or the costimulatory molecule CTLA4. Lenercept (a TNFα-receptor p55-IgG) and etanercept (a TNFα-P75-IgG) have been tested in RR MS. It soon appeared that exacerbations were more frequent and disability more severe in treated patients66. Interestingly, administration of an anti TNFα mAb increased MRI activity in MS patients67. In contrast, administration of an inhibitor of TNFα synthesis did not increase clinical and radiological disease activity and modestly improved disability68. A complete silencing of TNFα pathways with mAbs or fusion proteins appears clearly detrimental whereas a reduction in TNFα production might be beneficial. This reflects the complex roles of this cytokine accor ding to TNFα environmental levels and pathological processes timing69. Other intriguing observations are several cases of CNS demyelination recently reviewed in patients treated with anti-TNFα drugs for rheumatoid arthritis or autoimmune inflammatory diseases70. Another fusion protein CTLA4-Ig (abatacept) interferes with the two CD80/86 molecules of the costimulatory system. CD80/86 interact with both CD28 that activates lymphocytes and CTLA4 that inhibits lymphocyte activation. The balance between the booster (CD28) and the brake (CTLA4) is complex and not yet completely elucidated. Since CTLA4-Ig binds to B80/86 with a 100 higher affinity than does CD28, CD80/86 are almost completely blocked after CTLA4-Ig administration and do not interact with CD28. CTLA4-Ig is effective in EAE but a phase III trial in MS was abandoned because of severe vascular complications. Of note that a “superagonistic” mAb against CD28 (TGN1412) was found very effective in EAE and induced a selective proliferation of T regulatory cells. Unfortunately, this mitogenic mAb activates T cells even in the absence of T-cell receptor stimulation and led to indiscriminate attacks of several organs and catastrophic adverse reactions in a phase I trial71. Manipulations of the costimulatory molecule pathways should be considered with extreme caution. 3.- Cell trafficking Natalizumab (Tysabri) is a mAb against the α4β1 and α4β7 integrins expressed on leukocytes and reacts with the VCAM-1 receptor present on endothelial cells. This reaction prevents transmiREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 15 Revisión 13 16 gration of certain immunocompetent cells through the BBB and induces a mild lymphocytosis. Very effective in EAE, natalizumab was evaluated in two clinical trials against placebo72, 73 and in combined therapy with IFNβ74. It was also evaluated as addon therapy to glatiramer acetate75. Clinical trials against placebo showed a clinically and statistically significant benefit on MRI activity (-80/90%), clinical exacerbation frequency (-50/70%) and to some extend on progression of disability. Anaphylactic reactions occurred in ~4% of patients and the therapeutic activity was neutralized by Abs developed against natalizumab in 6%76. Two patients enrolled in the combination therapy with IFNβ developed PML. After a temporary suspension, natalizumab was reintroduced under a restricted distribution program (Tysabri Outreach Unified Commitment to HealthTOUCH) as a monotherapy in breakthrough MS and as a first-line treatment in aggressive MS. Recommendations for patient selection and monitoring have been proposed77. Alpha4-integrin blockade is definitely effective in MS patients. However, the potential emergence of PML after tysabri administration led to refocus on alpha4-integrin antagonists with greater safety such as orally administered small molecules78, 79. In addition to a lower cost and a more convenient dosing regimen, those new molecules do not induce neutralizing Abs and can be selectively directed against α4β1 or α4β7. It has been suggested that neutralization of α4β1 would be a risk factor for PML by diminishing immunosurveillance but on the other hand selective antagonists of α4β1 appear the most effective in MS. The most advanced molecule in development is CDP323 a phenylalanine enamide directed against both α4β1 and α4β7 integrins. A phase II trial is in progress. FTY720 (Fingolimod) is a superagonist of the sphingosine-1-phosphate-1 receptor expressed on thymocytes and lymphocytes, causing internalization and neutralization of this receptor and subsequent impossibility for these cells to egress from secondary lymphoid organs. In contrast to tysabri, fingolimod produces a depletion of circulating lymphocytes by about 50%. Importantly, circulating B cells are markedly depleted (by 90%). CD8 are less depleted than CD4 and innate immune cells (NK, monocytes) are not affected80. Fingolimod is very effective in EAE and it has been demonstrated with MRI that the transmigration of lymphocytes and macrophages is strongly reduced81. In phase II trial in RR MS fingolimod produced a reduction in the relapse rate by ~50% and in Gd+ active lesions ~54% after 6 months82. During the extension period, patients on placebo were randomized to low or high doses of REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 fingolimod. The benefit on relapse rate at 12 months reached 70%. An evidence-based evaluation of the effects of this new agent on progression is difficult since the follow-up period against placebo does not exceed 6 months. During this short period of time, no difference between the placebo and treated group was noted for the mean EDSS scores. Of note that the number of progressing patients (treatment failure: EDSS + 1 point) was reduced by 50% in the low dose and by 25% in the high dose groups. An exploratory relapse rate maintenance analysis suggests a fast onset of action of fingolimod and a sustained effect over 24 months. The safety profile seems particularly good. One case of RPE with residual homonymous haemianopsia has been reported with the high dose. It would be too dogmatic to attribute the beneficial effects of fingolimod to the restriction of T-cell trafficking resulting from lymphocyte sequestration and strengthening of the endothelial barrier. Fingolimod has pleiotropic effects. It readily enters the brain and interferes with S1P1, S1P3 and S1P5 receptors present on glial and neuronal cells. The effects of fingolimod on these receptors that play a role in astrocyte proliferation, oligodendrocyte differentiation and survival as well as in neurite outgrowth, may explain in part the favourable impact of this new molecule on MS pathomechanims83. ❑ The Future Immunosuppressive effects of immunosuppre ssants are clearly linked to their anti-inflammatory activity and inflammation is a hallmark of MS disease pathology. Recently, neurodegenerative processes have been proposed as the primary cause of MS at least in a subset of patients. In this hypothesis however, massive local oligodendrocyte apopMS PATHOGENESIS Immune mediated Antigen presentation recognation T cell proliferation Degenerative Exo (endo) toxicity Oligodendropathy Neuronopathy Microglial activation Inflammatory cascade Immune cell recruitment Proinflammatory cytokines Adhesion molecules Degenerative cascade Oxidative stress: ▪NO + 02●- = ONOOExcitotoxicity mitochondriopathy apoptosis - necrosis Figure 1 Successive roles and interactions of pathomechanisms in MS according to the inflammatory immune-mediated and degenerative hypotheses. R. E. Gonsette Table II RESPECTIVE ROLES OVER TIME Relapsing-remitting Respective contribution to damage tosis is surrounded by highly activated microglia and at a later stage demyelination releases neuroAgs inducing secondary autoimmune responses and inflammatory cell recruitment. Even in this subset of MS patients, immunosuppressants might thus be effective on early microglial activation and on secondary inflammatory processes (Figure 1). On the other hand, the cellular components of inflammation definitely predominate during the RR phase and initiate degenerative mechanisms that already participate to brain lesions. During the SP phase, cellular infiltration clearly abates and the humoral inflammatory components are compartmentalized in meningeal B cell follicle-like aggregates. At that moment, degenerative processes clearly prevail and are mediated by oxidative stress and excitotoxicity (Figure 2). Given the potent anti-inflammatory activity of immunosuppressants they were found the most effective during the initial inflammatory phase of MS. In contrast, they have only a modest clinical efficacy during the progressive phase when humoral components are trapped in meninges and when degenerative processes predominate. Immunosuppressants have thus a role early after disease onset to block inflammatory processes and to prevent early axonal loss due to oxidative stress and excitotoxicity initiated by inflammation. Early administration of immunosuppressants would also prevent the development of mechanisms potentially responsible for disease progression such as the formation of B cell folliclelike aggregates that are clearly associated with frequent, early inflammation. Some molecules such as rituximab have exquisitely selective immunosuppressive properties affecting B cell lineages only. They might be more appropriate when humoral immune mechanisms definitely prevail in certain types of MS (NMO). The role of immunosuppressants after the blockade of acute inflammatory processes is less evident. They have been used to maintain the benefit of a short-term intensive immunosuppression, but their administration could be a double-edge sword. Indeed, there is ample support today to demonstrate that the development Secondary-progressive MICROGLIAL ACTIVATION OXIDATIVE STRESS / EXCITOTOXICITY HUMORAL IMMUNITY CELLULAR IMMUNITY Years Figure 2 The respective roles of pathomechanisms involved in MS vary over time. Microglial activation predominates in the RR phase and persists in the RP phases. Cellular immunity predominates during the RR phase and clearly abates in the SP phase. Humoral immunity, oxidative stress and excitotoxicity prevail during the SP phase. To divide MS into two clearly different phases, inflammatory and degenerative, would be too dogmatic since the differences concerning the pathomechanisms involved in those two phases are quantitative rather than qualitative. of intrinsic self-defence and regulatory mechanisms terminate the acute inflammatory phase and that they might be compromised by long-term immunosuppression. In organ transplantation indeed, it has been clearly demonstrated that chronic exposure to most immunosuppressants adversely affects adaptive immunoregulation exerted by regulatory T cells (Treg.). Those observations led to the concept of “tolerogenic immunosuppression” based on a short-term intensive immunosuppression to prevent early graft rejection, followed by low dose, infrequent maintenance immunosuppressive monotherapy to spare the development of natural tolerance84. One may thus wonder if a maintenance therapy with tolerogenic immunosuppression would not be more pertinent in MS to maintain a tolerance state. Concerning the choice of the immunosuppressant it is interesting to note that Treg are depleted by cyclosporine A, tacrolimus and AZA and that they are spared by CY and MX whereas alemtuzumab and fingolimod favour Treg emergence. Evidence based efficacy of immunosuppressants on disability progression in MS Treatment regimen % patients at 2 y EDSS + 1 Placebo % patients at 2 y EDSS + 1 Treated ARR RRR NNT Mitoxantrone Q3 months 0.37 0.07 0.30 0.81 3 Tysabri Monthly 0.29 0.17 0.12 0.42 8 Fingolimod (FU 6 m) Daily 0.20 0.10 0.10 0.50 10 ARR: absolute risk reduction; RRR: relative risk reduction; NNT: number needed to treat (round up). REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 17 Revisión Our current clinical experience has demonstrated that potent immunosuppressants are capable to block disease activity during the inflammatory stage and that when we hit hard and early, disability progression can be significantly delayed. Unfortunately there is an inverse correlation between efficacy and toxicity and currently intensive immunosuppression only concerns patients with breakthrough MS. Cytolytic agents (CY and MX) with a broad impact on the immunocompetent cells critically involved in MS pathomechanisms, definitely remain the most effective despite the development of recent molecules (Table II). New cytolytic agents with an improved efficacy and a markedly 13 better safety are in the pipeline of research laboratories and were already found effective in EAE. Their development might lead to new applications of immunosuppressants in MS: 1. immunosuppression in patients with less aggressive secondary progressive MS; 2. breakdown of disease activity in the early phase of RR MS (2-3 year evolution) in young patients with clinical and/or radiological poor prognostic factors in order to delay the progressive phase; 3. further immunosuppression in patients previously treated with MX and re-progressing; 4. tolerogenic immunotherapy (maintenance phase) after short-term immunosuppression (induction phase) in patients with aggressive MS. References 18 1.- Aimard G, Girard PF, Raveau J. Multiple sclerosis and the autoimmunization process. Treatment by antimitotics. Lyon Med 1966; 215: 345-352. 2.- Cendrowski WS. Multiple sclerosis: pilot therapeutic trial of immunosuppressants. Schweiz Arch Neurol Neurochir Psychiatr 1969; 105: 241-246. 3.- Mertin J, Knight SC, Rudge P, Thompson EJ, Healy MJ. Double-blind, controlled trial of immunosuppression in treatment of multiple sclerosis. Lancet 1980; 2: 949-951. 4.- Gonsette RE, Demonty L, Delmotte P. Intensive immunosuppression with cyclophosphamide in multiple sclerosis. Follow up of 110 patients for 2-6 years. J Neurol 1977; 214: 173-181. 5.- Hommes OR. Intensive immunosuppressive treatment of chronic progressive multiple sclerosis. Ned Tijdschr Geneeskd 1978; 122: 1545-1551. 6.- Mertens HG, Dommasch D. Long term study of immunosuppressive therapy in multiple sclerosis, comparison of periods of the disease before and during treatment. In Delmotte P, Hommes O and Gonsette RE ed. Immunosuppressive treatment in multiple sclerosis. European Press, Gent, Belgium, 1977: 198-210. 7.- Sabouraud O, Oger J, Darcel F, Madigand M, Merienne M. Long-term immunosuppression in multiple sclerosis: evaluation of treatments begun before 1972. Rev Neurol 1984; 140: 125-130. 8.- Frick E, Angstwurm H, Blomer R, Strauss G. Immunosuppressive treatment of multiple sclerosis. 4. Results of treatment with azathioprine and antilymphocyte globulin. MMW Munch Med Wochenschr 1977; 119: 1111-1114. 9.- Goebels N, Becher B. Therapeutic antibodies in multiple sclerosis. Neurodegener Dis 2008; 5: 5-7. 10.- Yoshida EM, Devonshire VA, Prout AJ. Remission of multiple sclerosis post-liver transplantation. Can J Neurol Sci 2004; 31: 539-541. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 11.- Behrbohm J, Neid M, Stölzel U, Wittekind C, Hauss JP, Tillmann HL. Improvement of multiple sclerosis on tacrolimus plus mycophenolate mofetil after liver transplantation. Clinical improvement of multiple sclerosis in a patient requiring liver transplantation for acute liver failure following interferon-beta therapy. Transpl Int 2007; 20: 1077-1079. 12.- Gold BG, Voda J, Yu X, McKeon G, Bourdette DN. FK506 and a nonimmunosuppressant derivative reduce axonal and myelin damage in experimental autoimmune encephalomyelitis: neuroimmunophilin ligand-mediated neuroprotection in a model of multiple sclerosis. J Neurosci Res 2004; 77: 367-377. 13.- Jacques F. A Pilot Safety and Tolerability Open-Label Study of Interferon-beta-1b in Combination With Tacrolimus in Patients Suffering From Multiple Sclerosis Who Have Failed Treatment With Approved Disease Modifying Agent. ClinicalTrials.gov Identifier, NCT00298662. 14.- Bodkin C, Eidelman B. Sirolimus induced Posterior Reversible Encephalopathy. Neurology 2007; 68: A143, poster p03.141. 15.- Khoury SJ. A Phase I/II, Open-Label Pilot Trial to Evaluate the Safety of Rapamune (Sirolimus) in Patients with Multiple Sclerosis. ClinicalTrials.gov Identifier, NCT00095329. 16.- Kappos L, Barkhof F, Desmet A, et al. The effect of oral temsirolimus on new magnetic resonance imaging scan lesions, brain atrophy, and the number of relapses in multiple sclerosis: results from a randomized, controlled clinical trial. J Neurol 2005; 252: 46, abstract 0158. 17.- Fernández O, Guerrero M, Mayorga C, Muñoz L, Leán A, Luque G, et al. Combination therapy with interferon beta-1b and azathioprine in secondary R. E. Gonsette 18.- 19.- 20.- 21.- 22.- 23.- 24.- 25.- 26.- 27.- 28.- 29.- 30.- 31.- progressive multiple sclerosis. A two-year pilot study. J Neurol 2002; 249: 1058-1062. Markovic-Plese S, Bielekova B, Kadom N, Leist TP, Martin R, Frank JA, et al. Longitudinal MRI study: the effects of azathioprine in MS patients refractory to interferon beta-1b. Neurology 2003; 60: 1849-1851. Massacesi L, Parigi A, Barilaro A, Repice AM, Pellicanò G, Konze A, et al. Efficacy of azathioprine on multiple sclerosis new brain lesions evaluated using magnetic resonance imaging. Arch Neurol 2005; 62: 1843-1847. Etemadifar M, Janghorbani M, Shaygannejad V. Comparison of interferon beta products and azathioprine in the treatment of relapsing-remitting multiple sclerosis. J Neurol 2007; 254: 1723-1728. La Mantia L, Mascoli N, Milanese C. Azathioprine. Safety profile in multiple sclerosis patients. Neurol Sci 2007; 28: 299-303. Casetta I, Iuliano G, Filippini G. Azathioprine for multiple sclerosis. Cochrane Database Syst Rev 2007; 17: CD003982. Review. Ahrens N, Salama A, Haas J. Mycophenolate-mofetil in the treatment of refractory multiple sclerosis. J Neurol 2001; 248: 713-714. Vukusic S, Ducray F, Gignoux L, et al. Mycophenolate mofetil: an open-label study in 42 MS patients. Neurology 2004; 62: 491. Abstract P06-088. Frohman EM, Brannon K, Racke MK, Hawker K. Mycophenolate mofetil in multiple sclerosis. Clin Neuropharmacol 2004; 27: 80-83. Vermersch P, Waucquier N, Michelin E, Bourteel H, Stojkovic T, Ferriby D, et al. Combination of IFN beta-1a (Avonex) and mycophenolate mofetil (Cellcept) in multiple sclerosis. Eur J Neurol 2007; 14: 85-89. Jacob A, Weinshenker B, Marcelo M, Wingerchuk D, Carter J, Kantarci O, et al. Treatment of neuromyelitis optica with mycophenolate: retrospective analysis of 25 cases. Mult Scler 2007; 13: S244, P805. Goodkin DE, Rudick RA, VanderBrug Medendorp S, Daughtry MM, Schwetz KM, Fischer J, et al. Low-dose (7.5 mg) oral methotrexate reduces the rate of progression in chronic progressive multiple sclerosis. Ann Neurol 1995; 37: 30-40. Fernández O, Fernández V, De Ramón E. Azathioprine and methotrexate in multiple sclerosis. J Neurol Sci 2004; 223: 29-34. Gray OM, McDonnell GV, Forbes RB. A systematic review of oral methotrexate for multiple sclerosis. Mult Scler 2006; 12: 507-510. Calabresi PA, Wilterdink JL, Rogg JM, Mills P, Webb A, Whartenby KA. An open-label trial of combination therapy with interferon beta-1a and oral metho trexate in MS. Neurology 2002; 58: 314-317. 32.- Linnebank M, Malessa S, Moskau S, Semmler A, Pels H, Klockgether T, Schlegel U. Acute methotrexateinduced encephalopathy--causal relation to homozygous allelic state for MTR c.2756A>G (D919G)? J Chemother 2007; 19: 455-457. 33.- Filippi M, Rovaris M, Iannucci G, Mennea S, Sormani MP, Comi G. Whole brain volume changes in patients with progressive MS treated with cladribine. Neurology 2000; 55: 1714-1718. 34.- Martinez-Rodriguez JE, Cadavid D, Wolansky LJ, Pliner L, Cook SD. Cladribine in aggressive forms of multiple sclerosis. Eur J Neurol 2007; 14: 686689. 35.- Giovannoni G, Comi G, Cook S, Beelke M, Rieckmann P, Sorensen PS, et al. The CLARITY study (CLAdRIbine tablets Treating multiple sclerosis orallY): design of a phase III trial of oral cladribine in relapsing remitting multiple sclerosis. Mult Scler 2007; 13: S245, poster 808. 36.- Montalban X, Cohen BA, Jeffery DR, Leist TP, Moses H, Mush B. Oral cladribine added to interferon beta-1a for active multiple sclerosis: a 96-week, double-blind, placebo-controlled phase IIb study. Mult Scler 2007; 13: S245-6, poster 809. 37.- O’Connor PW, Li D, Freedman MS, Bar-Or A, Rice GP, Confavreux C, et al. A Phase II study of the safety and efficacy of teriflunomide in multiple sclerosis with relapses. Neurology 2006; 66: 894-900. 38.- Killian JM, Bressler RB, Armstrong RM, Huston DP. Controlled pilot trial of monthly intravenous cyclophosphamide in multiple sclerosis. Arch Neurol 1988; 45: 27-30. 39.- Gobbini MI, Smith ME, Richert ND, Frank JA, McFarland HF. Effect of open label pulse cyclophosphamide therapy on MRI measures of disease activity in five patients with refractory relapsing-remitting multiple sclerosis. J Neuroimmunol 1999; 99: 142-149. 40.- Gladstone DE, Zamkoff KW, Krupp L, Peyster R, Sibony P, Christodoulou C, et al. High-dose cyclophosphamide for moderate to severe refractory multiple sclerosis. Arch Neurol 2006; 63: 1388-93. 41.- Krishnan C, Drachman D, McArthur J, et al. HighDose cyclophosphamide in the treatment of aggressive multiple sclerosis. Neurology 2006; 66: A30, abstract P01.072. 42.- Boster A, Perumal J, Bao F, et al. Short-term exposure to cyclophosphamide is effective in reducing longterm brain atrophy in refractory RRMS. Neurology 2007; 68: A239. 43.- Caon C, Din M, Madak S, Tselis A, Lisak R, Khan O. Two year open-label observational study compa ring monthly intravenous cyclophosphamide and every three month iv mitoxantrone in worsening MS patients. Neurology 2005; 64: A329, abstract P05.137. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 19 Revisión 13 20 44.- Perini P, Calabrese M, Tiberio M, Ranzato F, Battistin L, Gallo P. Mitoxantrone versus cyclophosphamide in secondary-progressive multiple sclerosis: a comparative study. J Neurol 2006; 253: 1034-40. 45.- Zipoli V, Portaccio E, Hakiki B, Siracusa G, Sorbi S, Pia Amato M. Intravenous mitoxantrone and cyclophosphamide as second-line therapy in multiple sclerosis: An open-label comparative study of effi cacy and safety. J Neurol Sci, 2007; [Epub ahead of print]. 46.- Sjöö F, Hassan Z, Abedi-Valugerdi M, Griskevicius L, Nilsson C, Remberger M, et al. Myeloablative and immunosuppressive properties of treosulfan in mice. Exp Hematol 2006; 34: 115-121. 47.- Wiendl H, Kieseier BC, Weissert R, Mylius HA, Pichlmeier U, Hartung HP, et al. Treatment of active secondary progressive multiple sclerosis with treosulfan. J Neurol 2007; 254: 884-889. 48.- Lynn DJ, Blum W, Cataland S, et al. Multiple sclerosis and mitoxantrone treatment-related leukaemia. A single center experience. Neurology 2006; 66: A31, abstract P01.074. 49.- Cordioli C, Cattaneo C, Rossi G. Analysis of incidence, risk factors and prognosis of acute promyelocytic leukaemia related to mitoxantrone therapy in multiple sclerosis patients. Neurology 2007; 68: A276. 50.- Pascual A, Bosca I, Mallada J, et al. Secondary acute myeloid leukaemia following long-term treatment with mitoxantrone in patients with multiple sclerosis. Mult Scler 2007; 13: S23, Abstract 75. 51.- Sadiq S, Rammal M, Sara G. Chronic myeloid leukemia associated with mitoxantrone treatment in a patient with MS. Mult Scler 2007; [Epub ahead of print]. 52.- Piao WH, Wong R, Bai XF, Huang J, Campagnolo DI, Dorr RT, et al. Therapeutic effect of anthracenebased anticancer agent ethonafide in an animal model of multiple sclerosis. J Immunol 2007; 79: 7415-7423. 53.- Coles AJ, Wing M, Smith S, Coraddu F, Greer S, Taylor C, et al. Pulsed monoclonal antibody treatment and autoimmune thyroid disease in multiple sclerosis. Lancet 1999; 354: 1691-1695. 54.- Coles AJ, Cox A, Le Page E, Jones J, Trip SA, Deans J, et al. The window of therapeutic opportunity in multiple sclerosis: evidence from monoclonal antibody therapy. J Neurol 2006; 253: 98-108. 55.- Cree BA, Lamb S, Morgan K, Chen A, Waubant E, Genain C. An open label study of the effects of rituximab in neuromyelitis optica. Neurology 2005; 64: 1270-1272. 56.- Jacob A, Matiello M, Wingerchuk DM, Lucchinetti CF, Pittock SJ, Weinshenker BG. Neuromyelitis optica: changing concepts. J Neuroimmunol 2007; 187: 126-138. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 57.- Genain C, Koryneyeva E, Ross M, et al. An open label clinical trial of rituximab in neuromyelitis optica. Neurology 2007; 68: A205. 58.- Bar-Or A, Calabresi P, Arnold D, et al. A phase I openlabel multicenter study to evaluate the safety and activity of rituximab in adults with relapsing-remitting multiple sclerosis. Program and abstracts of the American Academy of Neurology 59th Annual Meeting; April 28-May 5, 2007; Boston, Massachusetts. Abstract S02.001. 59.- Waubant E, Hauser S, Arnold DL, Vollmer T, Antel JP, Fox R, et al. Safety and efficacy of rituximab in adults with relapsing-remitting multiple sclerosis: results of a phase II placebo-controlled, multicentre trial through 48 weeks. Mult Scler 2007; 13: P554. 60.- Hawker K, Freedman MS, O’Connor P, Calabresi P, Antel JP, Panitch H, et al. Rituximab in patients with primary progressive multiple sclerosis: demographics in a Phase II/III randomised, double-blind, placebo-controlled multicentre trial. Mult Scler 2007; 13: P553. 61.- Bielekova B, Catalfamo M, Reichert-Scrivner S, Packer A, Cerna M, Waldmann TA, et al. Regulatory CD56(bright) natural killer cells mediate immunomodulatory effects of IL-2Ralpha-targeted therapy (daclizumab) in multiple sclerosis. Proc Natl Acad Sci USA 2006; 103: 5941-5946. 62.- Martin R. Humanized Anti-CD25 Antibody Treatment with Daclizumab in Multiple Sclerosis. Neurodegener Dis 2008; 5: 23-26. 63.- Bielekova B, Richert N, Howard T, Blevins G, Markovic-Plese S, McCartin J, et al. Humanized anti-CD25 (daclizumab) inhibits disease activity in multiple sclerosis patients failing to respond to interferon beta. Proc Natl Acad Sci USA 2004; 101: 8705-8708. 64.- Rose JW, Watt HE, White AT, Carlson NG. Treatment of multiple sclerosis with an anti-interleukin-2 receptor monoclonal antibody. Ann Neurol 2004; 56: 864-867. 65.- Ali EN, Stazzone LA, Brown BA, Weiner H, Khoury S. Daclizumab in the Treatment of Patients with Multiple Sclerosis. Neurology 2007; 68: A85, S02.005. 66.- The Lenercept Multiple Sclerosis Study Group and The University of British Columbia MS/MRI Analysis Group. TNF neutralization in MS: results of a randomized, placebo-controlled multicenter study. Neurology 1999; 53: 457-465. 67.- van Oosten BW, Barkhof F, Truyen L, Boringa JB, Bertelsmann FW, von Blomberg BM, et al. Increased MRI activity and immune activation in two multiple sclerosis patients treated with the monoclonal anti-tumor necrosis factor antibody cA2. Neurology 1996; 47: 1531-1534. R. E. Gonsette 68.- Walker JE, Giri SN, Margolin SB. A double-blind, randomized, controlled study of oral pirfenidone for treatment of secondary progressive multiple sclerosis. Mult Scler 2005; 11: 149-158. 69.- Kassiotis G, Kollias G. Uncoupling the proinflammatory from the immunosuppressive properties of tumor necrosis factor (TNF) at the p55 TNF receptor level: implications for pathogenesis and therapy of autoimmune demyelination. J Exp Med 2001; 193: 427-434. 70.- Ibrahim WH, Hammoudah M, Akthar N, Al-Hail, Dileu D. Central nervous system demyelination associate with etanercept in a 51 year old woman. Lybian J Med 2007; 2: 1-10. 71.- Goodyear M. Learning from the TGN1412 trial. BMJ 2006; 332: 677-678. 72.- Miller DH, Khan OA, Sheremata WA, Blumhardt LD, Rice GP, Libonati MA, et al. A controlled trial of natalizumab for relapsing multiple sclerosis. N Engl J Med 2003; 348: 15-23. 73.- Polman CH, O’Connor PW, Havrdova E, Hutchinson M, Kappos L, Miller DH, et al. A randomized, placebo-controlled trial of natalizumab for relapsing multiple sclerosis. N Engl J Med 2006; 354: 899-910. 74.- Rudick RA, Stuart WH, Calabresi PA, Confavreux C, Galetta SL, Radue EW, et al. Natalizumab plus interferon beta-1a for relapsing multiple sclerosis. N Engl J Med 2006; 354: 911-923. 75.- Goodman AD, Rossman HS, Bar-Or A, Miller D, Lublin F, Khan O, et al. GLANCE A Double-Blind, Randomized, Placebo-Controlled, Parallel-Group Safety Study of Natalizumab in Combination with Glatiramer Acetate in Subjects with RelapsingRemitting Multiple Sclerosis. Neurology 2005; 64: A277-278, S36.003. 76.- Engelhardt B, Kappos L. Natalizumab: Targeting alpha(4)-Integrins in Multiple Sclerosis. Neurodegener Dis 2008; 5: 16-22. 77.- Kappos L, Bates D, Hartung HP, Havrdova E, Miller D, Polman CH, et al. Natalizumab treatment for multiple sclerosis: recommendations for patient selection and monitoring. Lancet Neurol 2007; 6: 431-441. 78.- Davenport RJ, Munday JR. Alpha4-integrin antagonism - an effective approach for the treatment of inflammatory diseases? Drug Discov Today 2007; 12: 569-576. 79.- Kageyama S, Ito H, Maruyama S, Kihara H, Suzuki M. An orally active alpha4 integrin antagonist (AJM300) prevents the development of experimental autoimmune encephalomyelitis in rats. Mult Scler 2007; 13: S254, P838. 80.- Bar-Or A, Arbour N, McCrae E, Antel J, Touil T, Newell K. Effects of Long-Term Fingolimod Therapy on Circulating Mononuclear Cell Populations in Multiple Sclerosis. Clin Immunol 2007; 123: S63S64. 81.- Rausch M, Hiestand P, Foster CA, Baumann DR, Cannet C, Rudin M. Predictability of FTY720 efficacy in experimental autoimmune encephalomyelitis by in vivo macrophage tracking: clinical implications for ultrasmall superparamagnetic iron oxide-enhanced magnetic resonance imaging. J Magn Reson Imaging 2004; 20: 16-24. 82.- Kappos L, Antel J, Comi G, Montalban X, O’Connor P, Polman CH, et al. Oral fingolimod (FTY720) for relapsing multiple sclerosis. N Engl J Med 2006; 355: 1124-1140. 83.- Dev KK, Mullershausen F, Mattes H, Kuhn RR, Bilbe G, Hoyer D, et al. Brain sphingosine-1-phosphate receptors: Implication for FTY720 in the treatment of multiple sclerosis. Pharmacol Ther 2008; 117: 77-93. 84.- Starzl TE, Murase N, Abu-Elmagd K, Gray EA, Shapiro R, Eghtesad B, et al. Tolerogenic immunosu ppression for organ transplantation. Lancet 2003; 361: 1502-1510. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 21 Correspondencia: Dra. Celia Oreja-Guevara – Unidad de Esclerosis Múltiple – Servicio de Neurología Hospital Universitario La Paz – Edificio Hospital General, Planta 11 – Paseo de la Castellana, 261 28046 Madrid – Teléfono: 91 727 74 07 – E-mail: [email protected] Revisión 13 L 22 La tomografía de coherencia óptica en la neuritis óptica y esclerosis múltiple Celia Oreja-Guevara*, Susana Noval** *Unidad de Esclerosis Múltiple. Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. **Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. RESUMEN. El 85% de pacientes que desarrollarán una esclerosis múltiple clínicamente definida (EMCD) comienzan con un episodio denominado síndrome clínico aislado (SCA), siendo la neuritis óptica una de las formas más frecuentes. Aunque la patogenia de la EM es principalmente desmielinizante, también presenta daño y pérdida axonal. Este daño axonal, que empieza a aparecer en las fases precoces de la enfermedad, es la causa de los déficits neurológicos irreversibles. En las neuritis ópticas (NO) se destruyen los axones del nervio óptico provocando una pérdida del espesor de la capa de fibras nerviosas (CFN). Este espesor de las CFN se puede cuantificar por la tomografía de coherencia óptica (OCT), que es una técnica exploratoria no invasiva, cuantitativa, fácil de usar y que podría usarse como medida indirecta del daño axonal. Este daño hasta ahora había sido cuantificado de forma indirecta por diversas técnicas de resonancia magnética (RM). En este trabajo se presenta una revisión del uso de la OCT en pacientes con neuritis óptica y EM. Palabras clave: esclerosis múltiple, tomografía de coherencia óptica, OCT, neuritis óptica, capa de fibras nerviosas de la retina. ABSTRACT.����������������� 85% of patients who ���� will ��������������������������������������������������������������������� suffer from clinically defined multiple sclerosis (CDMS), begin with ���������������������������������� an episode denominated clinically isolated syndrome (CIS) and optical neuritis is one of the most common presentations. The disease mechanism of multiple sclerosis (MS) involves inflammation, demyelination and axonal damage. Axons of the optical nerve are destroyed in optical neuritis, which may produce a loss of the thickness of neural layer. Measuring retinal nerve fiber layer (RNFL) thickness represents a viable method of monitoring axonal loss in these patients. Optical coherence tomography (OCT) is a noninvasive, noncontact, accurate, and reproducible technique that quantitates the thickness of the peripapillary RNFL. The axonal damage had been measured by non-conventional MRI techniques until now. An overview of the use of OCT in optic neuritis (ON) and multiple sclerosis (MS) is presented. Key words: multiple sclerosis, optical coherence tomography, OCT, optic neuritis, retinal nerve fiber layer. a esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante crónica del sistema nervioso central, cuyas manifestaciones clínicas son muy heterogéneas e incluyen síntomas visuales, motores, cognitivos, sensitivos y emocionales. Durante mucho tiempo, se ha considerado que la desmielinización era el único sustrato fundamental de esta enfermedad; sin embargo, en la actualidad se conoce que durante el curso de esta enfermedad se suceden fenómenos de desmielinización, degeneración axonal1 y daño cortical. Se han demostrado alteraciones en la sustancia gris y se ha cuantificado la extensión de la patología neuronal en estudios post-morten2. Estudios recientes, usando técnicas de resonancia cuantitativas, como la resonancia magnética de tensor de difusión y la RM de transferencia de magnetización, han confirmado que el daño tisular no sólo se produce en las lesiones visibles en T2 sino también en la sustancia blanca de apariencia normal y en la sustancia gris de apariencia normal3-5. El daño cerebral axonal y la degeneración waleriana de las neuronas se inicia en las fases más iniciales de la enfemedad6-8. La acumulación progresiva del daño axonal parece ser la principal causa de los déficit neurológicos incapacitantes que pueden llevar a una discapacidad permanente9. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 El 85% de los pacientes que posteriormente son diagnosticados de esclerosis múltiple clínicamente definida debutan con un episodio agudo o subagudo de disfunción neurológica; a esta forma de presentación inicial se le denomina síndrome clínico aislado (SCA). Las formas más frecuentes de SCA son la neuritis óptica, la mielitis y el síndrome aislado de tronco encefálico. ❑ Neuritis óptica La neuritis óptica es una neuropatía inflamatoria óptica y es el primer síntoma de esclerosis múltiple en el 20% de los pacientes afectados por esta enfermedad10. Las células ganglionares de la retina son la primera neurona de la vía visual y sus axones constituyen aproximadamente el 82% del espesor de la capa de fibras nerviosas (CFN); mientras que al menos el 18% restante está formado por glía11. Se ha demostrado que un brote de neuritis óptica produce daño de estos axones y se manifiesta por la palidez de la papila y por la pérdida de espesor de la CFN. Además, los axones de las células ganglionares no se mielinizan hasta atravesar la lámina cribosa, lo que convierte al nervio óptico en un lugar accesible para estudiar en el sistema nervioso central Celia Oreja-Guevara, Susana Noval el daño axonal independientemente del estado de la mielina. Por tanto, medir el espesor de la CFN es un método viable de monitorizar el daño axonal en los pacientes con esclerosis múltiple y la neuritis óptica podría convertirse en un modelo de estudio del daño axonal12. Tomografía de coherencia óptica La tomografía de coherencia óptica (Optical coherente tomography, OCT) es una técnica exploratoria diseñada para evaluar in vivo de forma cualitativa y cuantitativa el adelgazamiento de la capa de fibras nerviosas de la retina, la cabeza del nervio óptico (CNO) y la mácula12. Se trata de una técnica no invasiva, precisa, cuantitativa, fácil de usar y reproducible, que permite obtener imágenes del espesor de la retina y cuantificar el grosor de ésta y de su capa más interna, la CFN13, 14. La OCT ha demostrado ser útil para detectar adelgazamiento de la CFN producida por diversas patologías, sobre todo el glaucoma15, 16. La tomografía de coherencia óptica se fundamenta en la interferometría de baja coherencia, un principio análogo al ultrasonido, pero que en lugar de ondas acústicas utiliza ondas de luz. Esta técnica permite medir estructuras y distancias en la escala de 8 a 10 µm, en contraste con la escala de 100 μm característica del ultrasonido. La resolución transversal es de 20 μm. Se ha verificado que las medidas que obtiene se corresponden con los grosores de cortes histológicos17, 18. La tomografía de coherencia óptica proyecta en la retina, mediante un láser diodo, un haz luminoso (820 nm) y seguidamente compara los retardos de los ecos de la luz reflejada desde la retina con los obtenidos al reflejar el mismo haz luminoso en un espejo de referencia situado a distancias conocidas. La reflexión de la luz desde los tejidos intraoculares depende de la distancia, el grosor y la distinta reflectividad de los tejidos. Cuando el interferómetro del OCT combina los impulsos de luz reflejada desde la retina y desde el espejo de referencia se produce un fenómeno denominado “interferencia”. El interferómetro del OCT detecta, recopila, procesa y almacena electrónicamente los patrones de retardo de los ecos procedentes de la retina para construir una imagen de corte transversal (tomografía) de la anatomía retiniana19, 20. Las tomografías se visualizan en tiempo real mediante una escala de pseudocolores que representa la magnitud de retrodispersión de la luz desde tejidos situados a distintas profundidades en la retina. La alta reflectividad se representa con colores en el espectro blanco-rojo y expresa el bloqueo total o parcial al paso de la luz, mientras que la poca o nula re- Tabla I Clasificación del grosor de la capa de fibras nerviosas con tomografía de coherencia óptica según la base normalizada para la edad Blanco Por encima del percentil 95 Verde Entre los percentiles 95 y 5 Amarillo Entre los percentiles 5 y 1 Rojo Por debajo del percentil 1 sistencia de los tejidos al paso de la luz se representa en colores negro-azul18. Con la tomografía de coherencia óptica se mide el grosor de la CFN, que es la media global y para cada uno de los cuadrantes, superior, nasal, inferior y temporal, medido en micras (μm) y la atrofia de la CFN que es el grosor de la CFN por debajo del percentil 5 en comparación con la base de datos normalizada para la edad que proporciona el software del Stratus OCT, los grosores se clasifican por colores (Tabla I). El edema de papila habitual en las NO suele ser difuso hasta en el 90% de los casos y más leve que en otras patologías21. Teniendo en cuenta los datos proporcionados por la base normativa etaria del Stratus OCT, se confirma que el grosor de la CFN total está por encima del percentil 95 de la población normal en el 83% de las formas anteriores. La distribución del edema es predominantemente difusa, aunque los cuadrantes superior e inferior aparecen engrosados con mayor frecuencia. La tomografía de coherencia óptica ha demostrado ser una herramienta diagnóstica útil en los pacientes con NO. En la fase aguda puede complementar la exploración de la papilar con lente de no contacto y ayudar a distinguir las formas que se presentan con edema de CFN. A lo largo del seguimiento se puede monitorizar el adelgazamiento paulatino del grosor de la CFN, hasta alcanzar una cifra final que nos predice la permanencia de secuelas en la AV o en la afectación del CV por debajo de determinados umbrales, 78 μm y 95 μm respectivamente en este estudio (Figura 1). En la evolución de las neuritis ópticas se pueden distinguir dos etapas: una inicial, en las formas anteriores donde se produce un edema de la CFN, y otra en la que se produce una atrofia paulatina que se manifiesta como palidez del anillo neurorretiniano. La tomografía de coherencia óptica ha demostrado ser capaz de detectar el engrosamiento de la CFN que se produce inicialmente en las formas anteriores, teniendo en cuenta los datos proporcionados por la base normativa etaria del Stratus OCT20, 22. Datos preliminares sugieren que el estado de la CFN en la fase aguda en las formas retrobulbares y en los ojos conREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 23 Revisión tralaterales puede estar asociado a un mayor riesgo de padecer o de desarrollar a lo largo del tiempo una EM22. Las neuritis ópticas conducen a la atrofia de la CFN por un proceso de degeneración retrógrada tras daño axonal agudo postinflamatorio20. 13 Fase aguda 6 semanas 3 meses 24 6 meses Figura 1 Evolución del grosor la CFN tras un brote de neuritis óptica bilateral, anterior en el ojo derecho y retrobulbar en el izquierdo. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Celia Oreja-Guevara, Susana Noval Estudios preliminares han demostrado que la pérdida de espesor de la CNF en la neuritis óptica se debe a la destrucción de los axones en el nervio óptico23, y si esta pérdida es suficientemente severa se correlaciona con la pérdida de función visual basada en los resultados de las pruebas de sensibilidad de contraste, campimetría y de agudeza visual23. Otro estudio ha demostrado que pacientes con EM con historia previa de neuritis óptica presentaban una reducción del espesor de la CFN en ambos nervios ópticos comparada con controles sanos, pero, además, la CFN estaba sobre todo reducida (85 mum) en los ojos que habían sufrido una neuritis óptica24. Además, se demostró una correlación entre la reducción del espesor de la CFN y las puntuaciones de los test de función visual24. La disminución del espesor de la CFN se presenta principalmente en el cuadrante temporal25 y está relacionada con la discapacidad de los pacientes de EM y con la duración de la enfermedad26. La reducción de la CNF ha sido demostrada en todos los subtipos de esclerosis múltiple y es más marcada en las formas progresivas de la enfermedad (EMSP y EMPP)27. Existen todavía resultados contradictorios con respecto a la disminución de la CFN en el ojo no afecto de neuritis óptica28, 29. Hasta ahora sólo los estudios de neuroimagen en los pacientes con EM y SCA habían proporcionado una evidencia indirecta de degeneración axonal en el SNC. La cuantificación del volumen cerebral se ha utilizado como medida del grado de atrofia cerebral y, por tanto, de daño tisular irreversible. La cuantificación de la atrofia representa una medida in vivo de la degeneración neuroaxonal y es expresión de un proceso generalizado. Un estudio de Sepulcre y colaboradores26 en pa- cientes con diversos fenotipos de EM correlaciona el espesor del CNF medido por OCT con el volumen de la sustancia blanca y la sustancia gris cerebral y sugiere que la atrofia de la CNF está asociada a la actividad de la enfermedad y se podría usar como un biomarcador. Sin embargo, otros investigadores30 no encuentran correlación con el volumen de sustancia gris, pero si con el volumen de sustancia blanca y el global. La fracción de parénquima cerebral medida por RM también está asociada a la disminución de la CNF31. ❑ Resumen Kallenbach29 hace un resumen de todos los estudios y concluye que en los pacientes con neuritis óptica los ojos afectados muestran una reducción significativa de la CFN y que ésta correlaciona con la agudeza visual, el campo visual y la sensibilidad de contrastes. Asimismo, se encuentran correlaciones con el EDSS y algunas medidas de resonancia magnética. El grupo de expertos del consenso para la utilización de la OCT32 concluye que la OCT es un método válido, no invasivo, preciso y reproducible y que podría ser usado en el futuro como objetivos primarios y secundarios en ensayos clínicos de pacientes con esclerosis múltiple. Por tanto, la OCT podría constituir un método válido para detectar precozmente el daño axonal en pacientes con EM, para el diagnóstico y el pronóstico de la enfermedad; sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar o no la afectación de la CNF en el ojo no afecto de neuritis óptica, para confirmar las correlaciones con la incapacidad y con las distintas medidas cuantitativas de resonancia magnética. Bibliografía 1.- Trapp BD, Peterson J, Ransohoff RM, Rudick R, Mork S, Bo L. Axonal transection in the lesions of multiple sclerosis. N Engl J Med 1998; 338: 278285. 2.- Kidd D, Barkhof F, McConnel R, et al. Cortical lesions in multiple sclerosis. Brain 1999; 122: 17-26. 3.- Filippi M, Cercignani M, Inglese M, Horsfield MA, Comi G. Diffusion tensor magnetic resonance imaging in multiple sclerosis. Neurology 2001; 56: 304-311. 4.- Kapeller P, McLean MA, Griffin CM, et al. Preliminary evidence for neuronal damage in cortical grey matter and normal appearing white matter in short duration relapsing-remitting multiple sclerosis: a quantitative MR spectroscopic imaging study. J Neurol 2001; 248: 131-138. 5.- Oreja-Guevara C, Rovaris M, Iannucci G, Valsasina P, Caputo D, Cavarretta R, Sormani MP, Ferrante P, Comi G, Filippi M. Progressive gray matter damage in patients with relapsing-remitting multiple sclerosis: a longitudinal diffusion tensor magnetic resonance imaging study. Arch Neurol 2005 Apr; 62 (4): 578-584. 6.- Kuhlmann T, Lingfeld G, Bitsch A, Schuchardt J, Brück W. Acute axonal damage in multiple sclerosis is most extensive in early disease stages and decreases over time. Brain 2002; 125: 22022212. 7.- Casanova B, Martinez-Bisbal MC, Valero C, Celda B, Marti-Bonmati L, Pascual A, Landente L, Coret F. Evidence of Wallerian degeneration in normal appearing white matter in the early stages of relapsREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 25 Revisión 13 26 ing-remitting multiple sclerosis: a (1) HMRS study. Journal of Neurology 2003; 250: 22-28. 8.- Filippi M, Bozzali M, Rovaris M, Gonen O, Kesavadas C, Ghezzi A, Martinelli V, Grossman RI, Scotti G, Comi G, Falini A. Evidence for widespread axonal damage at the earliest clinical stage of multiple sclerosis. Brain 2003 Feb; 126 (Pt 2): 433-437. 9.- Davie CA, Barker GJ, Webb S, Tofts PS, Thompson AJ, Harding AE, McDonald WI, Miller DH. Persistent functional deficit in multiple sclerosis and autosomal dominant cerebellar ataxia is associated with axon loss. Brain 1995 Dec; 118 (Pt 6): 1583-1592. 10.- Miller D, Barkhof F, Montalban X, Thompson A, Filippi M. Clinically isolated syndromes suggestive of multiple sclerosis, part I: natural history, pathogenesis, diagnosis, and prognosis. Lancet Neurol 2005 May; 4 (5): 281-288. 11.- Ogden TE. Nerve fiber layer of the primate retina: thickness and glíal content. Vision Res 1983; 23: 581-587. 12.- Sergott RC. Optical coherence tomography: measuring in-vivo axonal survival and neuroprotection in multiple sclerosis and optic neuritis. Curr Opin Ophthalmol 2005; 16: 346-350. 13.- Carpineto P, Ciancaglini M, Zuppardi E, et al. Reliability of nerve fiber layer thickness measurements usong optical coherence tomography in normal and glaucomatous eyes. Ophthalmology 2003; 110: 190-195. 14.- Parisi V, Manni G, Spadaro M, et al. Correlation beteween morphological and functional retinal impairment in multiple sclerosis patients. Invest Ophthalmol Vis Sci 1999; 40: 2520-2527. 15.- Guedes V, Shuman JS, Hertzmark E, et al. Optical coherence tomography measurement of macular and nerve fiber layer thickness in normal and glaucomatous human eyes. Ophthalmology 2003; 110: 177-189. 16.- Hoh ST, Greenfiled DS, Mistlberger A, et al. Optical coherence tomographyscanning laser polarimetry in normal, ocular hypertensive and glaucomatous. Am J Ophthalmol 2000; 129: 129-135. 17.- Jeoung JW, Park KH, Kim TW, et al. Diagnostic ability of optical coherence tomography with a normative database to detect localized retinal nerve fiber layer defects. Ophthalmology 2005; 112: 2157-2163. 18.- Schuman JS, Pedut-Kloizman T, Hertzmark E, et al. Reproducibility of nerve fiber layer thickness measurements using optical coherence tomography. Ophthalmology 1996; 103: 1889-1898. 19.- Hoffmann EM, Bowd C, Medeiros FA, et al. Agreement among 3 optical imaging methods for the assessment of optic disc topography. Ophthalmology 2005; 112: 2149-2156. 20.- Menke MN, Feke GT, Trempe CL. OCT measurements REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 in patients with optic disc edema. Invest Ophthalmol Vis Sci 2005; 46: 3807-3811. 21.- Jones SJ. Visual evoked potentials after optic neuritis. Effect of time interval, ageand disease dissemination. J Neurol 1993; 240: 489-494. 22.- Noval S, Contreras I, Rebolleda G, Muñoz-Negrete FJ. Optical coherence tomography versus automated perimetry for follow-up of optic neuritis. Acta Ophthalmol Scand 2006 Dec; 84 (6): 790-794. 23.- Trip SA, Schlottmann PG, Jones SJ, et al. Optic neuritis atrophy and retinal nerve fiber layer thinning following optic neuritis: Evidence that axonal loss is a substrate of MRI-detected atrophy. Neuroimage 2006; 31: 286-293. 24.- Fisher JB, Jacobs DA, Markowitz CE, et al. Relation of visual function to retinal nerve fiber layer thickness in multiple sclerosis. Ophthalmology 2006; 113: 324-332. 25.- Pueyo V, Martin J, Fernandez J, Almarcegui C, Ara J, Egea C, Pablo L, Honrubia F. Axonal loss in the retinal nerve fiber layer in patients with multiple sclerosis. Mult Scler 2008 Apr 18. 26.- Sepulcre J, Murie-Fernandez M, Salinas-Alaman A, Garcia-Layana A, Bejarano B, Villoslada P. Diagnostic accuracy of retinal abnormalities in predicting disease activity in MS. Neurology 2007 May 1; 68 (18): 1488-1494. 27.- Pulicken M, Gordon-Lipkin E, Balcer LJ, Frohman E, Cutter G, Calabresi PA. Optical coherence tomography and disease subtype in multiple sclerosis. Neurology 2007 Nov 27; 69 (22): 2085-2092. 28.- Henderson AP, Trip SA, Schlottmann PG, Altmann DR, Garway-Heath DF, Plant GT, Miller DH. An investigation of the retinal nerve fibre layer in progressive multiple sclerosis using optical coherence tomography. Brain 2008 Jan; 131 (Pt 1): 277-287. 29.- Kallenbach K, Frederiksen J. Optical coherence tomography in optic neuritis and multiple sclerosis: a review. Eur J Neurol 2007 Aug; 14 (8): 841-849. 30.- Grazioli E, Zivadinov R, Weinstock-Guttman B, Lincoff N, Baier M, Wong JR, Hussein S, Cox JL, Hojnacki D, Ramanathan M. Retinal nerve fiber layer thickness is associated with brain MRI outcomes in multiple sclerosis. J Neurol Sci 2008 May 15; 268 (1-2): 12-17. 31.- Gordon-Lipkin E, Chodkowski B, Reich DS, Smith SA, Pulicken M, Balcer LJ, Frohman EM, Cutter G, Calabresi PA. Retinal nerve fiber layer is associated with brain atrophy in multiple sclerosis. Neurology 2007 Oct 16; 69 (16): 1603-1609. 32.- Sergott RC, Frohman E, Glanzman R, Al-Sabbagh A; OCT in MS Expert Panel. The role of optical coherence tomography in multiple sclerosis: expert panel consensus. J Neurol Sci 2007 Dec 15; 263 (1-2): 3-14. Novedades Bibliográficas Dra. Ana Mª Alonso Torres Unidad de Neuroinmunología. Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga. Clínica ■› Cognitive functions in neuromyelitis optica Blanc F, Zéphir H, Lebrun C, Labauge P, Castelnovo G, Fleury M, Sellal F, Tranchant C, Dujardin K, Vermersch P, de Seze J. Archives of Neurology 2008 January; 65 (1): 84-88. La neuromielitis óptica se caracteriza por la presencia de neuritis óptica y mielitis transversa extensa. Habitualmente se consideraba que el cerebro permanece relativamente indemne en este trastorno, aunque en estudios recientes se han demostrado anormalidades en RMN en varias regiones cerebrales. Hasta el momento no se habían investigado las posibles alteraciones en la función cognitiva en esta enfermedad. Se realiza un estudio en 30 pacientes con neuromielitis óptica, 30 con esclerosis múltiple y 30 controles sanos, emparejados por edad, sexo y nivel educativo. El evaluador principal empleado es el Brief Repeatable Battery of Neuropsychological Tests for Multiple Sclerosis y tres test adicionales. Los resultados en varios de estos test fueron significativamente peores en los pacientes de neuromielitis óptica y esclerosis múltiple respecto a los controles. Estos resultados confirman el concepto de una implicación del cerebro en la neuromielitis óptica, pero serán precisos otros estudios para confirmar estos datos y ayudar a comprender las características de esta afectación. ■› Restless legs syndrome is a common finding in multiple sclerosis and correlates with cervical cord damage Manconi M, Rocca MA, Ferini-Strambi L, Tortorella P, Comi G, Filippi M. Multiple Sclerosis 2008 January; 14 (1): 86-93. Se presentan los datos de un estudio prospectivo realizado para estimar la prevalencia del síndrome de piernas inquietas en pacientes con esclerosis múltiple, y comparar la extensión de las lesiones cerebrales y de médula cervical en pacientes con y sin este síndrome empleando RMN convencional y con tensor de difusión. Se evaluaron 82 pacientes consecutivos de esclerosis múltiple. A cada paciente se le realizó una entrevista clínica, una exploración neurológica y una RMN cráneo y cervical. Los treinta pacientes que padecían un síndrome de piernas inquietas tenían una EDSS mayor que el resto. En cuanto a las medidas de RMN, la única diferencia significativa se encontró en el promedio de la anisotropía fraccional de la médula cervical, que era significativamente menor en los pacientes que padecían este síndrome. Como conclusión de este trabajo, se encuentra que el síndrome de piernas inquietas es muy frecuente en los pacientes con esclerosis múltiple, considerándose como sintomático a la enfermedad, siendo factores de riesgo para padecerlo una mayor discapacidad y la presencia de lesiones en médula cervical. ■› Validation of the Multiple Sclerosis International Quality of Life questionnaire Simeoni MC, Auquier P, Fernandez O, Flachenecker P, Stecchi S, Constantinescu CS, Idiman E, Boyko A, Beiske AG, Vollmer T, Triantafillou A, O’Connor P, Barak Y, Biermann L, Cristiano E, Atweh S, Patrick D, Robitail S, Ammoury N, Beresniak A, Pelletier J. Multiple Sclerosis 2008 March; 14 (2): 219-230. En este estudio se pretende validar el Cuestionario Internacional De Calidad De Vida En Esclerosis múltiple (MusiQol) como una escala de calidad de vida específica para la esclerosis múltiple, que puede aplicarse internacionalmente. Se trata de un cuestionario multidimensional, autoadministrado, disponible en 14 idiomas. Se recogen 1992 pacientes de esclerosis múltiple con diferentes tipos de enfermedad y grado de afectación, de 15 países distintos. Los pacientes completan de forma basal y a los 21 ± 7 días el MusiQol, una lista de síntomas y el cuestionario de calidad de vida (SF)-36. Además, se recogieron por parte de un neurólogo datos sociodemográficos y de la historia de la enfermedad. Se examinan las propiedades psicométricas, la consistencia interna, la reproductibilidad y la consistencia externa. Se aíslan 9 dimensiones que explican el 71% de la variación total, con una consistencia interna y reproductibilidad satisfactoria para todas ellas. La validación externa muestra una correlación significativa con los resultados del SF-36, pero muestran capacidad de discriminación por género, nivel socioeconómico y nivel de salud. Se encuentra correlación significativa entre la actividad en las puntuaciones de vida diaria y los índices clínicos. Estos resultados demuestran REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 27 Novedades Bibliográficas la validez y fiabilidad del MusiQol como una escala internacional para evaluar calidad de vida en pacientes con esclerosis múltiple. ■› Depression and anxiety amongst multiple 13 sclerosis patients Beiske AG, Svensson E, Sandanger I, Czujko B, Pedersen ED, Aarseth JH, Myhr KM. European Journal of Neurology 2008 March; 15 (3): 239-245. El objetivo de este estudio es investigar la prevalencia de los síntomas de depresión y ansiedad en los pacientes de esclerosis múltiple, y la asociación con los datos demográficos y las características clínicas. Además, se recogen los datos de tratamiento para estas patologías. Se realizan evaluaciones clínicas y neuropsiquiátricas a 140 pacientes. El 31,4% presenta síntomas de depresión y el 19,3% de ansiedad. Ambos síntomas eran significativamente mayores que en la población general. La menor edad de inicio y la fatiga se asociaban significativamente con los síntomas de depresión; así como la fatiga, el dolor, la EDSS baja y la menor edad, se asocian con los síntomas de ansiedad. Sólo recibían tratamiento para la depresión un 15,9% y para la ansiedad un 11,1%. De los pacientes sin tratamiento, un 18,2% expresan la necesidad de un tratamiento para estos síntomas. A la vista de estos datos es necesario incidir en los síntomas de ansiedad y depresión en los pacientes de esclerosis múltiple, con el fin de establecer un tratamiento adecuado para todos aquellos pacientes que lo necesiten. 28 ■› Contribution of relapses to disability in multiple sclerosis Hirst C, Ingram G, Pearson O, Pickersgill T, Scolding N, Robertson N. Journal of Neurology 2008 Feb; 255 (2): 280-287. El efecto de los brotes en la discapacidad a largo plazo en los pacientes con esclerosis múltiple no ha sido aclarado, pero muchas evidencias sugieren que los brotes juegan un papel muy importante en el pronóstico posterior. Se analizan en este trabajo los resultados en cuanto a recuperación, factores pronósticos y contribución de los brotes a la discapacidad en una serie de pacientes con brotes documentados. Se recogen datos de 279 brotes (en 182 pacientes) antes, durante y después, mediante EDSS. La media del incremento en la EDSS antes y después del brote en estos pacientes es de 0,5 puntos (EDSS postbrote evaluada a los 127 días de media). El 49,4% de los pacientes presentan un aumento de la EDSS residual de 0,5 puntos y REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 el 32,7% de 1 punto. Estos datos no presentaban variación por edad, por sexo ni por localización del brote. Estos datos sugieren que en la mayoría de los pacientes los brotes se asocian con un incremento de la discapacidad, con recuperación incompleta en casi la mitad de ellos. Por tanto, es de esperar que los tratamientos que reducen la frecuencia o la gravedad de los brotes enlentezcan o prevengan el aumento de la discapacidad si se instauran antes del inicio del daño permanente. Diagnóstico ■› An investigation of the retinal nerve fibre layer in progressive multiple sclerosis using optical coherence tomography Henderson AP, Trip SA, Schlottmann PG, Altmann DR, Garway-Heath DF, Plant GT, Miller DH Brain 2008 January; 131 (1): 277-287. La pérdida axonal constituye la principal causa de discapacidad en la esclerosis múltiple progresiva. La capa de fibras nerviosas de la retina está compuesta por axones largos amielínicos de las células ganglionares de la retina, y pueden estudiarse mediante tomografía de coherencia óptica, suministrando una medida del daño axonal. Se realizan mediciones del adelgazamiento de la capa de fibras y del volumen macular en 23 pacientes con esclerosis múltiple progresiva primaria y 27 con múltiple secundaria progresiva, además de 20 controles sanos. Se encontraron diferencias significativas en el volumen macular y el grosor de la capa de fibras de la retina de los pacientes con EMSP (en ojos sin antecedentes de neuritis óptica) respecto a los pacientes. En cambio, en los pacientes con formas progresivas primarias no se encuentran diferencias respecto a los controles sanos. Esto implica diferencias en el proceso del daño axonal en la forma progresiva primaria y secundaria, al menos a nivel del nervio óptico y la retina. ■› Use of combined conventional and quantitative MRI to quantify pathology related to cognitive impairment in multiple sclerosis Lin X, Tench CR, Morgan PS, Constantinescu CS. Journal of Neurology Neurosurgery and Psychiatry 2008 April; 79: 437-441. El déficit cognitivo se presenta frecuentemente y de forma precoz en los pacientes con esclerosis múltiple. En este trabajo se pretende determinar la relación entre las alteraciones cognitivas y la extensión del daño tisular en el cuerpo calloso, valorada mediante RMN convencional, de transferencia de magnetización y con tensor de difusión. El área del cuerpo calloso no presentaba diferencias significativas en pacientes respecto a controles, pero sí era significativamente menor en aquellos pacientes con déficit cognitivo. La transferencia de magnetización media en el cuerpo calloso fue menor en pacientes que en controles. El coeficiente medio de difusión aparente del cuerpo calloso era mayor en los pacientes. La transferencia de magnetización media, el coeficiente medio de difusión y la atrofia del cuerpo calloso constituyen una medida adecuada para detectar cambios sutiles macro y microscópicos, implicados en el deterioro cognitivo presente en la esclerosis múltiple. ■› Neuromyelitis optica-IgG in childhood inflammatory demyelinating CNS disorders Banwell B, Tenembaum S, Lennon VA, Ursell E, Kennedy J, Bar-Or A, Weinshenker BG, Lucchinetti CF, Pittock SJ. Neurology 2008 January 29; 70 (5): 344-352. El objetivo es determinar la prevalencia de los anticuerpos IgG anti-NMO en niños con enfermedades desmielinizantes del sistema nervioso central. Se realiza la medición de anticuerpos en 87 niños: 41 con esclerosis múltiple recurrente remitente, 17 con neuromielitis óptica, 13 con neuritis óptica recurrente o monofásica, 13 con mielitis transversa, de los cuales 10 presentaban compromiso medular extenso, y 3 eran encefalomielitis aguda diseminada con mielitis transversa con compromiso medular extenso. Diez de los niños (11%) fueron seropositivos: ocho de los 17 con neuromielitis óptica; y de éstos, 7 de los 9 con forma recurrente y uno de los 8 con curso monofásico. Los otros dos seropositivos fueron uno de los cinco con neuritis óptica recurrente y uno con mielitis transversa extensa recurrente. No apareció ningún paciente seropositivo entre los que tenían una esclerosis múltiple recurrente remitente, una mielitis transversa extensa no recurrente aislada o en el contexto de una encefalomielitis aguda, o una neuritis óptica no recurrente. El comportamiento serológico de la neuromielitis óptica en el niño es similar al del adulto. En este trabajo, ninguno de los pacientes con mielitis transversa extensa monofásica presentaban anticuerpos anti-NMO; por tanto, la mielitis transversa extensa no parece representar un factor predictor de neuromielitis óptica en los niños, a diferencia de en los adultos, aunque serán necesarios nuevos estudios con mayor número de pacientes con mielitis transversa extensa en edad pediátrica para confirmar si la negatividad en los anticuerpos anti-NMO constituye un predictor negativo para la recurrencia. ■› Regional hippocampal atrophy in multiple sclerosis Sicotte NL, Kern KC, Giesser BS, Arshanapalli A, Schultz A, Montag M, Wang H, Bookheimer SY. Brain 2008 April; 131 (4): 1134-1141. Las estructuras de la sustancia gris cerebral, incluyendo los núcleos profundos y la corteza cerebral se afectan de forma significativa y precoz en el curso de la esclerosis múltiple, sin una relación directa con las lesiones desmielinizadas de la sustancia blanca. El hipocampo es una estructura fundamental para las funciones de memoria, y muy sensible a múltiples factores, incluida la inflamación. Se emplean imágenes de RMN de alta resolución (3 teslas) para medir el volumen del hipocampo en pacientes con esclerosis múltiple recurrente remitente y secundaria progresiva, y controles sanos. Se encuentra en los dos grupos de pacientes atrofia del hipocampo, con una pérdida de volumen mayor proporcionalmente que la atrofia cerebral global. Estos hallazgos proporcionan una evidencia respecto a una atrofia selectiva y progresiva del hipocampo en los pacientes de esclerosis múltiple, aunque el substrato histopatológico de este proceso, desproporcionado respecto a la atrofia global, permanece desconocido. Serán necesarios posteriores estudios sobre este proceso para ayudarnos a comprenderlo, pudiendo proporcionar datos útiles dirigidos a un tratamiento neuroprotector. ■› Disability and T2 MRI lesions: a 20-year follow-up of patients with relapse onset of multiple sclerosis Fisniku LK, Brex PA, Altmann DR, Miszkiel KA, Benton CE, Lanyon R, Thompson AJ, Miller DH. Brain 2008 March; 131 (3): 808-817. Un episodio clínico aislado es frecuentemente la primera manifestación de la esclerosis múltiple, pero no todos los pacientes que lo presentan acaban desarrollando esta enfermedad, y en aquellos en los que aparece, el curso de la enfermedad es variable. Se ha descrito en estudios previos una relación entre el número de lesiones en T2 en la RMN de cráneo inicial y el riesgo de desarrollar EM y la discapacidad. En este trabajo se presentan datos de seguimiento clínico prospectivo a 20 años, y su relación con los datos de RMN. De los 140 pacientes con un episodio clínico aislado reclutados para REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 29 Novedades Bibliográficas el estudio inicial de RMN, se realiza seguimiento a 107, durante un tiempo medio de 20,2 años. El 63% de los pacientes desarrollaron esclerosis múltiple (clínicamente definida), el 82% de los que presentaban una RMN anormal y el 21% de los de RMN normal. De los pacientes con esclerosis múltiple, el 58% continuaban presentando un curso recurrente, incluyendo un 39% con una forma benigna (EDSS <3). Se encuentra una correlación entre el cambio en el volumen de lesiones en T2 y el cambio en la EDSS, especialmente a los cinco años. La tasa estimada de crecimiento lesional fue de 0,80 cm3/año en los pacientes que presentan una forma en brotes, y de 2,89 cm3/año en los que tienen una forma progresiva. Este estudio realiza un seguimiento prolongado en pacientes con un episodio clínico aislado, analizando la evolución de las lesiones de RMN a lo largo de la historia natural de la enfermedad. Los hallazgos basales en RMN predicen el desarrollo de la esclerosis múltiple clínicamente definida. El volumen lesional y su progresión en los primeros años se correlaciona con la discapacidad después de 20 años. Por ultimo, la tasa anual de crecimiento lesional es tres veces mayor en los pacientes que han desarrollado una forma progresiva, frente a los que permanecen en una forma en brotes. 13 Tratamiento ■› Therapeutic effects of combined treatment with 30 ribavirin and tiazofurin on experimental autoimmune encephalomyelitis development: Clinical and histopathological evaluation Stojkov D, Lavrnja I, Pekovic S, Dacic S, Bjelobaba I, Mostarica-Stojkovic M, Stosic-Grujicic S, Jovanovic S, Nedeljkovic N, Rakic L, Stojiljkovic M. Journal of Neurological Science 2008 April 15; 267 (1-2): 76-85. La encefalomielitis alérgica experimental (EAE) es un modelo animal de esclerosis multiple y una herramienta eficaz en la evaluación preclínica de varias sustancias antes de su uso en humanos. La ribavirina y la tiazofurina son análogos del nucleósido purina, con un amplio espectro de propiedades antivirales, antitumorales y antiinflamatorias. Se propone en este estudio que el tratamiento combinado con estas sustancias administrado en la fase efectora de la EAE puede atenuar la severidad de la enfermedad, tanto clínica como patológica. La ribavirina se administra diariamente a dosis de 30 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 mg/kg y tiazofurina en días alternos a dosis de 10 mg/kg durante 15 días. Se detectó una disminución de los signos clínicos y una recuperación más rápida. Se redujo el número de células T, macrófagos y microglía. No se encontraron en el grupo tratado áreas de desmielinización ni de daño axonal, a diferencia del grupo control, donde aparecieron múltiples áreas de daño axonal y desmielinización. El tratamiento combinado de estas dos sustancias suprime la EAE en curso y previene la desmielinización y el daño axonal, pudiendo representar una terapia potencial para la esclerosis múltiple. ■› Long-term benefits of exercising on quality of life and fatigue in multiple sclerosis patients with mild disability: a pilot study McCullagh R, Fitzgerald AP, Murphy RP, Cooke G. Clinical Rehabilitation 2008 March; 22 (3): 206-214. Se pretende demostrar objetivamente el beneficio del ejercicio en la calidad de vida y la fatiga de los pacientes con esclerosis múltiple. Los pacientes realizan dos sesiones semanales en un gimnasio hospitalario, y una en domicilio, durante tres meses, junto con un grupo control sin ejercicio. Se evalúan basalmente, a los tres meses y tras otros tres meses ya sin ejercicio, mediante varias escalas para calidad de vida y fatiga. Los pacientes que realizan el programa de ejercicio presentan un incremento significativo en la capacidad de ejercicio, la calidad de vida y la fatiga, que permanece significativo tras otros tres meses de seguimiento. Como conclusión, vemos que un programa trimestral de ejercicio mejora la calidad de vida, la fatiga y la tolerancia al ejercicio de los participantes de forma mantenida tras finalizarlo. ■› Predictive markers for response to interferon therapy in patients with multiple sclerosis Malucchi S, Gilli F, Caldano M, Marnetto F, Valentino P, Granieri L, Sala A, Capobianco M, Bertolotto A. Neurology 2008 March; 70: 1119-1127. Tras el tratamiento prolongado con interferón beta a menudo aparecen anticuerpos contra interferón. Un subgrupo de ellos son de naturaleza neutralizante, asociados con una eficacia clínica disminuida. La proteína A de resistencia al Mixovirus (MxA) ha demostrado ser un marcador fiable de la bioactividad del interferón beta. Los autores analizan el valor pronóstico en el riesgo de presentar un brote de los pacientes tratados con interferón beta del ARN mensajero de MxA, y de los anticuerpos anti-interferón, tanto de todos como sólo de los neutralizantes. Se realizó un estudio a tres años con 137 pacientes tratados con interferón. Los resultados muestran que tanto MxA como los anticuerpos neutralizantes predicen el riesgo de nuevos brotes. El hecho de que la medición de la MxA sea más fácil técnicamente, y de la significación pronóstica ligeramente más intensa hacen que este marcador pueda ser preferible para monitorizar a los pacientes tratados con interferón beta. ■› Short-term combination of glatiramer acetate with IV steroid treatment preceding treatment with GA alone assessed by MRI-disease activity in patients with relapsing-remitting multiple sclerosis De Stefano N, Filippi M, Hawkins C. Journal of Neurological Sciences 2008 March 15; 266 (1-2): 44-50. Se evalúa el beneficio de los esteroides intravenosos como tratamiento inicial adyuvante al acetato de glatiramer, en cuanto a eficacia en RMN. Se seleccionaron 89 pacientes con >2 lesiones captantes de gadolinio en la RMN inicial. Se administró acetato de glatiramer diario y 1 g. mensual de metilprednisolona intravenosa durante seis meses, seguido de 6 meses solo con acetato de glatiramer. Se realizaron evaluaciones neurológicas cada tres meses y RMN basal y al mes 5, 6, 11 y 12. Se encuentra una reducción significativa del 65% en las lesiones captantes a los seis meses, que se mantiene en los siguientes seis. El tratamiento es bien tolerado, con un perfil de seguridad similar al del acetato de glatiramer solo. Esta combinación de tratamientos resulta segura, y los datos de RMN sugieren que puede proporcionar una reducción precoz y mantenida de la actividad de la enfermedad en los pacientes con esclerosis múltiple. ■› Intravenous mitoxantrone and cyclophosphamide as second-line therapy in multiple sclerosis: An open-label comparative study of efficacy and safety Zipoli V, Portaccio E, Hakiki B, Siracusa G, Sorbi S, Pia Amato M. Journal of Neurological Sciences 2008 March 15; 266 (1-2): 25-30. El objetivo de este trabajo es comparar la eficacia y seguridad de la mitoxantrona y la ciclofosfamida como tratamiento de segunda línea en pacientes con esclerosis múltiple secundaria progresiva o recurrente remitente activa. La mitoxantrona fue administrada a dosis de 8 mg/m2 mensualmente durante 3 meses, y después trimestralmente, hasta una dosis total de 120 mg/m2. La ciclofosfamida se administró a dosis de 700 mg/m2 mensualmente durante 12 meses, y después bimestralmente durante otros 24 meses. Después de un periodo de seguimiento de 3,6 años no se encontraron diferencias en cuanto a tiempo hasta el primer brote, aunque el tiempo hasta la progresión de la enfermedad fue ligeramente menor en el grupo de mitoxantrona. Después de 12 meses de tratamiento, las RMN activas se redujeron en un 69% en el grupo de mitoxantrona y en un 63% del grupo de ciclofosfamida. El abandono del tratamiento debido a efectos secundarios fue más frecuente en el grupo de ciclofosfamida, aunque el perfil de tolerabilidad fue aceptable en ambos grupos. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 31 Agenda 13 MAYO ■› ASNR 46th Annual Meeting & NER ■› The Future of MS - Awareness talk Ciudad: Louisiana (USA). Fecha: 31 mayo - 5 junio 2008. Más información: http://www.asnr.org/2008 Foundation Symposium 2008 Ciudad: Londres (Reino Unido). Fecha: 12 mayo 2008. Más información: http://www.mssociety.org.uk/ news_events/events/future_of_ms.html ■› Otoneurology and Vestibular Rehabilitation Course Ciudad: Montevideo (Uruguay). Fecha: 14-16 mayo 2008. Más información: http://www.otoneurologyandbalancerehabilitation.com ■› International Conference on Diagnosis and Treatment in Paediatric Neurology Ciudad: Varsovia (Polonia). Fecha: 14-17 mayo 2008. Más información: http://www.neuroped2008.pl ■› 2nd International Brainstorming Conference on Parkinson’s Disease: Nosology Ciudad: Louisville (USA). Fecha: 16-17 mayo 2008. Más información: http://www.chse.louisville.edu/ parkinson’s08.html. ■› Restless Legs Syndrome and Parkinson’s Disease in the Office Setting: Case Studies 32 Ciudad: Atlanta (USA). Fecha: 17 mayo 2008. Más información: http://www.movementdisorders. org ■› The 40 International Danube Symposium in conjunction with the 6th Congress of the Romanian Society of Neurology Ciudad: Sinaia (Rumanía). Fecha: 21-24 mayo 2008. Más información: http://www.danube2008.ro/index. html ■› II Reunión Anual del GETM Ciudad: Madrid (España). Fecha: 30-31 mayo 2008. Más información: http://www.getm.info/noticias_ IIReunionGETM.htm ■› V Congreso Andaluz de Neuropsicología Ciudad: Huelva (España). Fecha: 30-31 mayo 2008. Más información: http://www.sanp.es REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 jUNIO ■› XX Jornadas Técnicas “Lesión Medular: Regeneración y rehabilitación”. Instituto Guttmann e Instituto de Neurociencias de la UAB Ciudad: Barcelona (España). Fecha: 5-6 junio 2008. Más información: http://www.activacongresos.com/ img_congresos/boletin%20spinal.pdf ■› 20th Annual Meeting of the European Academy of Childhood Disability (EACD) Ciudad: Zagreb (Croacia). Fecha: 5-7 junio 2008. Más información: http://www.eacd2008.com ■› 18th Meeting of the European Neurological Society Ciudad: Niza (Francia). Fecha: 7-11 junio 2008. Más información: http://www.akm.ch/ens2008 ■› 22nd Hellenic Neurosurgical Congress 2008 and the Annual Neurosurgery Nurses Meeting Ciudad: Atenas (Grecia). Fecha: 11-14 junio 2008. Más información: http://www.sen.es/agenda08.htm ■› Toxins 2008 - Basic and Therapeutic Aspects of Botulinum and Tetanus Toxins Ciudad: Baveno (Italia). Fecha: 12-15 junio 2008. Más información: http://www.toxins2008.org ■› 12th International Congress of Parkinson’s Disease and Movement Disorders Ciudad: Chicago (USA). Fecha: 22-26 junio 2008. Más información: http://www.movementdisorders.org ■› X Curso Nacional de Neurociencia Ciudad: Carmona, Sevilla (España). Fecha: 23-27 junio 2008. Más información: http://www.revneurol.com/img/ eventos/162_Xcursoneurociencia.pdf ■› Congreso-Update de Psicogeriatría, Demencias y Enfermedad de Alzheimer Ciudad: Barcelona (España). Fecha: 25-28 junio 2008. Más información: http://www.congresoupdatepsicogeriatria.es ■› IX Congreso Internacional de Estrés Traumático Ciudad: Buenos Aires (Argentina). Fecha: 25-27 junio 2008. Más información: http://www.psicotrauma.org. ar/marcos.htm ■› Living with MS Isle of Man Ciudad: Isle of Man (Reino Unido). Fecha: 28 junio 2008. Más información: http://www.mssociety.org.uk/ news_events/events/isle_of_man.html ■› Voice treatment for adults and children with neurological disorders, with a specialty in Parkinson’s Ciudad: Dublín (Irlanda). Fecha: 30 junio - 1 julio 2008. Más información: http://gleecoinc.com/graphics/site/ workshops/LOUD_08_dublin_ireland_workshop.pdf 33 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Normas de publicación Envío de manuscritos 1.- Los trabajos deberán ser enviados para su publicación a Revista Española de Esclerosis Múltiple. Editorial Línea de Comunicación, calle Concha Espina, 8º, 1º derecha, 28036 Madrid. Los trabajos se remitirán por correo electrónico ([email protected]) o en soporte digital junto con una copia impresa, indicando el procesador de textos utilizado. 2.- Los trabajos serán evaluados para su publicación siempre en el supuesto de no haber sido ya publicados, aceptados para publicación o simultáneamente sometidos para su evaluación en otra revista. Los originales aceptados quedarán en propiedad de la revista y no podrán ser reimpresos sin permiso de Revista Española de Esclerosis Múltiple. 3.- La Secretaría acusará recibo de los originales e informará de su aceptación. Asimismo, y cuando lo estime oportuno el Consejo Editorial, serán propuestas modificaciones, debiendo los autores remitir el original corregido en un plazo de 15 días a partir de la recepción del citado informe. Secciones de la revista Revisiones: trabajos amplios sobre un tema de actualidad, donde el autor estudia el tema y revisa la bibliografía escrita hasta la fecha sobre éste. 13 Originales: trabajos de tipo prospectivo, de investigación clínica, farmacológica o microbiológica, y las contribuciones originales sobre etiología, fisiopatología, anatomía patológica, epidemiología, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. La extensión máxima del texto será de 15 folios y se admitirán 8 figuras y/o tablas, equivalente a 6 páginas de revista incluyendo figuras, tablas, fotos y bibliografía. 34 Originales breves (notas clínicas): trabajos originales de experiencias o estudios clínicos, ensayos terapéuticos o casos clínicos de particular interés, cuya extensión no debe superar 5 folios y 4 figuras y/o tablas. Cartas al director: comentarios relativos a artículos recientes de la revista, así como observaciones o experiencias que, por su extensión o características, puedan ser resumidas en un texto breve; se admite una tabla y/o figura y un máximo de 10 citas bibliográficas. Otras secciones: crítica de libros: textos breves (una página de 2.000 espacios) de críticas de libros para su publicación. Asimismo, se publicarán en la sección agenda los congresos, cursos y reuniones relacionados que se remitan. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 Presentación y estructura de los trabajos Los originales deberán ser mecanografiados a doble espacio (30 líneas, 60 pulsaciones), en DIN-A4 por una sola cara, con un margen no inferior a 25 mm, y con las páginas numeradas correlativamente. Estructura: el trabajo, en general, deberá estar estructurado en diversos apartados: Introducción, Material y métodos, Resultados y Discusión. En trabajos especialmente complejos podrán existir subapartados que ayuden a la comprensión del estudio. Primera página: en la primera página figurarán en el orden que se citan: 1.- Título: debe ser conciso e informativo. 2.- Nombre completo -sin abreviaturas- y apellidos del autor o autores. 3.- Centro y Departamento en que se realizó el trabajo. 4.- Nombre del autor y dirección postal. 5.- Título corto, inferior a 40 caracteres. Resumen con palabras clave: se acompañará un resumen en castellano de unas cuatro líneas y el mismo traducido al inglés, con palabras clave (10 máximo) también en ambos idiomas. Bibliografía: las citas se presentarán según el orden de aparición en el texto, con numeración correlativa en superíndices, vaya o no acompañada del nombre de los autores en el texto. Las citas se comprobarán sobre los originales y se ordenarán según las normas de Vancouver disponibles en http:// www.icmje.org Ilustraciones: se podrán publicar en blanco y negro, o a dos colores; si se utilizan fotografías de personas identificables, es necesario tener la autorización para su publicación. Las microfotografías deben incluir escala de medidas. Si las ilustraciones son originales sobre papel o transparencia, las fotos han de ser de buena calidad, bien contrastadas. No remita fotocopias. Ilustraciones digitales: si puede aportar las ilustraciones en formato digital, es recomendable utilizar formato bmp, jpg o tiff, con un mínimo de 300 puntos por pulgada. Si las figuras no son originales, aun cuando cite la procedencia o las modifique, debe obtener permiso de reproducción del autor o de la editorial donde se publicó originalmente. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 6 - Abril de 2008 35 Con la colaboración de: