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Adiós mundo cruel
Por ANTONIA CAMPOSSuicidios ilustres, musicales, exóticos, literarios, teóricos, fotográficos, no resueltos: siete
aproximaciones al final más drástico de todos.
Suicidas ilustres: son muchos. Principalmente artistas, que generalmente eligen quitarse la vida o morir de una
sobredosis (que vendrÃ-a a ser prácticamente lo mismo). La ventaja: los catapulta instantáneamente a la categorÃ-a de
héroe o mito. Los hay románticos (Romeo y Julieta), novelistas (Virginia Wolf, Hemingway), músicos (Kurt Cobain,
Violeta Parra, Ian Curtis), polÃ-ticos (Salvador Allende, Adolf Hitler), pintores (Van Gogh), filósofos (Sócrates), poetas
(Paul Celan, Alejandra Pizarnik). El más reciente suicida famoso vendrÃ-a siendo el actor Heath Ledger (22 de enero de
este año) con un cóctel de oxicodona, hidrocodona, diazepam, temazepam, alprazolam y doxilamina.
Un creativo: inspirado en la masacre que presenció cuando estaba en sexto grado y una bomba estalló en su colegio,
el fotógrafo Bill Thomas hizo una serie de 11 bellas fotografÃ-as con maneras muy elaboradas de suicidarse. “Ratas y
jeringas―, “Pastillas y cama bronceadora―, “Tina y tostadora―, y asÃ-.
http://www.zonezero.com/exposiciones/fotografos/thomas/p1sp.html
Algunas variaciones (y una técnica curiosa): harakiri (práctica común entre los samurái –que rechazaban cualquier tipo
de muerte natural¬– consistente en abrirse el vientre para mantener el honor); kamikaze (de nuevo los japoneses, esta
vez con ataques aéreos suicidas durante la Segunda Guerra Mundial); bonzo (prenderse fuego; célebremente triste es el
caso de Eduardo Miño, quien se quemó frente a La Moneda en noviembre de 2001 para denunciar la negligencia del
gobierno ante los casos de enfermos de asbestosis). La técnica curiosa: inyectarse aire en las venas (al hacerlo se
forma un coágulo que produce muerte por ahogamiento, como la de los buzos que suben muy rápido a la superficie).
Un disco para suicidarse: Elliott Smith, del cantautor homónimo. La primera canción del disco es Needle in the hay,
que musicaliza la escena en que Richie Tenenbaum se afeita la barba para luego abrirse las venas. En un acto de
consecuencia –quizás inspirado por la pelÃ-cula– Elliott Smith se suicidó a los 34 años con dos puñaladas en el pecho.
Aunque la autopsia nunca esclareció del todo el asunto.
Una teorÃ-a: dicen que los suicidios aumentan en primavera. Al parecer, las flores y la mayor cantidad de luz hacen que
ciertas depresiones se vuelvan intolerables. Por cada mujer que se mata, cuatro hombres lo hacen. No sólo porque
sean más propensos: también porque usan métodos más efectivos.
Un libro: Los Suicidas, de Antonio di Benedetto. Preciso y afilado –directo a la yugular–; no es mucho lo que se puede
adelantar. La historia de un periodista que investiga una serie de suicidios y cuyo final encoge el alma.
Un caso absurdo: en marzo de 2007 Yang Qinji, padre de una joven china, se suicidó arrojándose al mar porque el
cantante Andy Lau, a quien su hija habÃ-a perseguido obsesivamente durante 13 años, la habÃ-a tratado “como a una
fan más― cuando la chica finalmente habÃ-a logrado conocerlo. Hay que señalar que el año anterior, Yang Qinji habÃ-a
vendido sus riñones para juntar el dinero que le permitiera viajar con su hija a Hong Kong para encontrarse con el
Ã-dolo.
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Generado: 9 December, 2016, 04:03