diversificación y relación estratégica entre negocios: nuevas
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diversificación y relación estratégica entre negocios: nuevas
DO 9 DIVERSIFICACIÓN Y RELACIÓN ESTRATÉGICA ENTRE NEGOCIOS: NUEVAS APORTACIONES DESDE LA TEORÍA DE RECURSOS LUZ SÁNCHEZ PEINADO ESTHER SÁNCHEZ PEINADO DPTO. DE DIRECCIÓN DE EMPRESAS. FACULTAD DE ECONÓMICAS UNIVERSITAT DE VALENCIA Resumen: El estudio de la estrategia de diversificación ha suscitado un gran interés en la investigación económica, dando lugar a numerosos trabajos, tanto teóricos como empíricos. Las conclusiones obtenidas son en muchos casos contradictorias, por lo que puede afirmarse que no se ha llegado a un acuerdo generalizado acerca de cómo y cuando la diversificación puede ser utilizada para construir una ventaja competitiva sostenible. En el presente trabajo, hemos querido recoger las aportaciones más recientes que, desde una perspectiva de recursos, proponen nuevas formas de definir y medir la relación entre los negocios, en sustitución de las formas tradicionales basadas en la similitud en términos de tecnología, mercados y clientes. Estas aportaciones desarrollan una nueva metodología basada en la utilización de indicadores indirectos de la similitud estratégica entre negocios y nos ofrecen una visión mucho más dinámica de los beneficios de la diversificación relacionada. Palabras clave: Diversificación, relación entre negocios, activos estratégicos, competencia esencial 1. Introducción1 LaLa tendencia dominante en las empresas durante los últimos cien años, ha sido ensanchar sus fronteras de negocio tanto a nivel de producto o proceso como a nivel geográfico. Esta tendencia se hace mucho más evidente en los años setenta debido al gran número de empresas que optaron por la diversificación (en el ámbito de producto, mayoritariamente) y, sobre todo, por la creciente internacionalización de las empresas durante estas tres últimas décadas. Sin embargo, esta tendencia hacia la diversificación ya no ha sido tan acusada durante los años ochenta y noventa, e incluso podría afirmarse que esa tendencia se ha invertido: las empresas han comenzado a desinvertir en aquellos negocios menos rentables y a reestructurarse alrededor de aquellos otros más vinculados entre sí y con mayor potencial de beneficio y rentabilidad que los anteriores. Este fenómeno de especialización en los negocios esenciales de la compañía y, en definitiva, de una mayor preocupación por la creación de valor a través de la diversificación, ha suscitado un gran interés en la investigación económica, dando lugar a numerosos trabajos, tanto teóricos como empíricos. 1 Agradecemos los comentarios realizados por elk evaluador para la mejora de este artículo. los años 70, surgiendo en esa época los grandes conglomerados americanos. Sin embargo, puede afirmarse que la tendencia observada en los últimos años se basa más en la reestructuración de la cartera de negocios y la desinversión de aquéllos que no estén relacionados con los negocios centrales de la empresa. Este fenómeno de vuelta atrás, de especialización en los negocios esenciales de la compañía, ha suscitado un gran interés en la investigación económica reciente, dando lugar a numerosos trabajos empíricos. Una gran parte de estos estudios parecen avalar la tesis de que las empresas conglomeradas, por término medio, no obtienen rentabilidades superiores a las empresas no diversificadas o con diversificación relacionada. Sin embargo, no todos los estudios conducen a estos mismos resultados, por lo que, todavía hoy, no es posible llegar a conclusiones clarificadoras sobre el tema. Así, existen problemas de conceptualización y medida de la diversificación, que hacen difícil contrastar la hipótesis de su relación con los resultados de la empresa. La utilización de distintos índices para medir el grado de diversificación de una empresa, conduce a resultados distintos, ya que miden aspectos también distintos3. Y lo mismo puede decirse respecto al tipo de estrategia de diversificación que conlleva mejores resultados. Una gran mayoría de los estudios efectuados concluyen que una diversificacion en negocios relacionados con el original, permite a la empresa obtener mejores resultados. En cambio, otros tantos llegan a una conclusión bien distinta: es la diversificación no relacionada la que lleva asociada unos mejores resultados. Por otra parte, se ha comprobado la existencia de otros factores que no han sido considerados en alguno de los estudios empíricos realizados y que intervienen en la relación “grado y tipo de estrategia de diversificación-resultados”. Los más significativos son el atractivo de las industrias en las que participa la empresa y los problemas de implantación de la diversificación, sobre todo, los que hacen referencia con la estructura organizativa adoptada y la gestión del proceso de diversificación por parte de la alta dirección (Rmanujam y Varadarajan, 1989). Además, la mayoría de los estudios realizados han medido la relación entre los negocios en términos de tecnología, mercados y clientes, considerando Las conclusiones obtenidas de estos estudios son variadas y, en muchas ocasiones, contradictorias, por lo que puede decirse que no existen respuestas definitivas sobre el tema. Esta falta de acuerdo puede ser explicada con relación a dos factores: 1) los distintos enfoques utilizados por los investigadores para definir y medir la relación entre los negocios y 2) la no consideración de otro tipo de variables que influyen en el grado y tipo de diversificación y en los resultados de las empresas diversificadas. A la vista de estos resultados, en la última década ha cobrado una mayor importancia la interpretación estratégica, basada en los recursos y capacidades de la empresa, acerca de la composición de la cartera de negocios y los resultados obtenidos. Dicha interpretación, pone un mayor enfásis en la idea de que la relación entre los negocios no se basa únicamente en la similitud de productos o mercados, como se venía considerando hasta el momento, sino que debe existir la posibilidad de compartir recursos y competencias esenciales entre ellos para conseguir una ventaja competitiva a largo plazo (Prahalad y Hamel, 1990; Hamel y Prahalad, 1995). Desde este enfoque, nuestro trabajo pretende resolver algunas de las preguntas que quedan todavía hoy sin contestar en el ámbito de la diversificación empresarial. ¿Cómo medir la relación entre los negocios? ¿Qué tipo de divesificación permite conseguir una ventaja competitiva sostenible? En este sentido, presentamos nuevas formas de definir y medir dicha relación, en sustitución de las formas tradicionales basadas, exclusivamente, en la similitud en términos de tecnología, mercados y clientes. Centraremos nuestra atención en la importancia de los activos estratégicos2 como fuente principal de ventajas competitivas sostenibles para la empresa. Para finalizar el trabajo, expondremos las principales conclusiones extraídas de la investigación efectuada. 2.-Relación entre los negocios de una empresa diversificada: nuevas aportaciones desde la teoría de recursos y capacidades La diversificación hacia nuevos negocios ha sido considerada como uno de los fenómenos más característicos de la evolución del crecimiento de la empresa en el último siglo (Chandler, 1962), aunque la tendencia de las empresas a ensanchar sus fronteras de negocio se hizo mucho más evidente en 3 Así, algunos de los estudios, han tratado de analizar la relación entre el grado de diversificación y los resultados de la empresa. El estudio pionero de Gort (1962) no encontró una correlación significativa entre rentabilidad y diversificación. Sin embargo, otros estudios han encontrado una correlación positiva (Carter, 1977; Grant et al., 1988; Rhoades, 1973) y otros negativa (Amit y Livnat, 1988b; Markham, 1973; Rhoades, 1974). 2 Vamos a utilizar el término activo estratégico para referirnos a aquellos recursos y capacidades que son difíciles de imitar, comercializar y sustituir por otros. Por tanto, son aquéllos a los cuales los competidores no pueden acceder rápidamente y de una forma barata. 92 mente porque han tendido a explicar los beneficios de la diversificación relacionada sólo a través de la explotación de economías de alcance, ignorando la contribución de la diversificación relacionada a la ventaja competitiva en el largo plazo. A continuación, pasaremos a desarrollar estos dos aspectos. únicamente la posibilidad de compartir recursos o transferir habilidades entre las cadenas de valor de los mismos. En cambio, no han considerado la relación estratégica entre los negocios, sobre la base de estructuras competitivas y factores clave de éxito similares, que permitan aplicar los conocimientos técnicos y directivos de la empresa. Otros factores que podrían explicar el fracaso de la investigación empírica para contrastar la superioridad de la diversificación relacionada sobre la no relacionada, podrían ser los problemas de dirección y coordinación que plantea la existencia de interrelaciones en una empresa con diversificación relacionada. Hay que tener en cuenta, que esta coordinación también conlleva un coste. A la vista de las conclusiones tan contradictorias obtenidas en las múltiples investigaciones efectuadas sobre la diversificación, en la última década ha cobrado una mayor importancia la interpretación estratégica basada en los recursos y capacidades de la empresa acerca de la influencia que ejerce la composición de la cartera sobre el resultado. Dicha interpretación utiliza la lógica de Coase (1937) y Penrose (1959) para argumentar que la razón de ser de las empresas diversificadas radica en compartir competencias esenciales y activos estratégicos entre negocios, con la finalidad de conseguir una ventaja competitiva a largo plazo (Mahoney y Pandian, 1992; Peteraf, 1993; Teece, 1982).Igualmente, Menguzzato y Renau (1991) consideran que una empresa no deberá diversificarse en una actividad donde no posea, por lo menos, alguna de las competencias exigidas por esa nueva actividad. Desde esta perspectiva y haciendo ya referencia al caso de la empresa diversificada, los beneficios que una unidad de negocio puede obtener de la pertenencia a un grupo de empresas serían los recursos estratégicos que la dirección corporativa pudiera aportar a cada unidad (Markides y Williamson, 1994). Esta explicación justificaría la superioridad de la estrategia de diversificación relacionada sobre la no relacionada, ya que en el primer caso, es posible que negocios con características similares puedan compartir ese tipo de recursos. Sin embargo, todavía hoy no se ha llegado a un acuerdo generalizado acerca de cómo y cuándo la diversificación puede ser utilizada para construir una ventaja competitiva sostenible a largo plazo. Markides y Williamson (1994) consideran que este desacuerdo se da básicamente por dos razones: 1) las formas tradicionales de medir la relación entre dos negocios proporcionan una visión incompleta y potencialmente exagerada del alcance con el que una corporación puede explotar las interrelaciones entre sus negocios y, 2) la forma en que los investigadores han tratado tradicionalmente este tema es limitada, principal- 2.1. Nuevas formas de medir la relación entre negocios Según el enfoque de recursos y capacidades, las medidas tradicionales proporcionan una visión incompleta de la relación entre negocios debido a que se centran únicamente en la similitud existente a nivel de industria o mercado, y no tienen en cuenta la “importancia estratégica” y la similitud de los activos estratégicos pertenecientes a cada uno de los negocios (Markides y Williamson, 1994). Tradicionalmente, la relación ha sido medida de dos formas (Robins y Wiersema, 1995): ● Utilizando medidas continuas, las cuales sitúan a la empresa en una escala que indica su grado relativo de diversificación. Utilizan un índice objetivo, como el índice de entropía, y la información contenida en el sistema de códigos SIC, de forma que si dos negocios comparten el mismo código SIC, entonces deben tener requerimientos comunes de inputs y funciones de producción o tecnología similares. ● Las medidas categóricas, las cuales realizan una clasificación de la empresa en función del tipo de estrategia de diversificación escogida. Utilizan una medida más subjetiva, como por ejemplo las categorías de diversificación de Rumelt, considerando a los negocios como relacionados cuando una habilidad, recurso, mercado o propósito común se aplica a cada uno de ellos. Desde el enfoque de recursos de la empresa, se afirma que ni las medidas continuas ni las categóricas establecen una diferenciación clara entre el grado de diversificación y la relación entre negocios dentro de la cartera de la empresa4. Así, dicha teoría sostiene que las interrelaciones estratégicas entre los negocios de una empresa y la posibilidad de poder compartir activos estratégicos tienen un efecto positivo sobre el resultado, que, a su vez, es independiente del grado de diversificación de la empresa (Teece, 1982; Peteraf, 1993). 4 Se considera que los códigos SIC no proporcionan información sobre el tipo de relación entre activos estratégicos de diferentes industrias y que las medidas categóricas incorporan un elevado grado de subjetividad. 93 cadas a cometer una serie de errores a la hora de evaluar la relación entre los negocios5, ya que los directivos pueden encontrar siempre cualquier competencia esencial intangible para relacionar negocios completamente diferentes y justificar así su estrategia de diversificación. Durante los años 80, comenzó a surgir un nuevo enfoque para medir la similitud entre los negocios que componen la cartera de una empresa. También está enmarcado dentro de la Teoría de Recursos y se basa en el concepto de lógica dominante de la dirección. Los defensores de este enfoque, Prahalad y Bettis (1986), consideran que la relación entre negocios es de naturaleza más cognitiva que económica o técnica, y que la filosofía y las habilidades del equipo corporativo son un indicativo de la diversificación posible en una empresa, ya que existe una lógica dominante que tiende a ser aplicada a lo largo de toda la cartera, independientemente de las características estratégicas de cada negocio. De esta forma, negocios similares pueden ser dirigidos utilizando una lógica dominante de dirección general, la cual se define como la forma en que los directivos conceptualizan el negocio y toman decisiones sobre la distribución de los recursos. Por tanto, este nuevo enfoque se centra en la relación a nivel directivo y estratégico, y no sólo en la existente a nivel operacional. Al mismo tiempo y siguiendo con este enfoque, se afirma que la capacidad del equipo de alta dirección para dirigir una compañía diversificada está limitada por las lógicas dominantes de dirección, las cuales han sido desarrolladas a través de las experiencias acumuladas en los negocios esenciales de la compañía. Según este planteamiento, puede decirse que, existen dos formas de diversificación: El primer paso para desarrollar un enfoque alternativo de medición consiste en identificar los tipos de interrelaciones entre negocios que tienen una importancia estratégica (Robins y Wiersema, 1995). Una aportación importante relativa a esta cuestión la proporcionan Hamel y Prahalad (1990, 1995), los cuales, desde un enfoque de recursos, miden la relación entre los negocios sobre la base de los recursos y capacidades compartidas entre ellos. Éstos consideran que las actividades de la empresa deben nutrirse de unos recursos y competencias esenciales comunes a todas ellas, entendiendo por competencia esencial el aprendizaje colectivo de la organización, especialmente sobre cómo coordinar diversas habilidades de producción e integrar múltiples flujos de tecnología. El concepto de competencia esencial definido por Prahalad y Hamel (1990), es una herramienta conceptual para un análisis interno más riguroso y una mejor explotación de las fortalezas internas de la empresa. Las competencias esenciales son las fortalezas fundamentales de la empresa, y, una vez identificadas, ésta puede examinar las posibles oportunidades con las que cuenta para que tales competencias conduzcan hacia nuevos productos o mercados. Por tanto, una competencia esencial se dice que es significativa si proporciona un posible acceso a nuevos mercados, si satisface necesidades específicas de los clientes y si es difícil de imitar por los competidores. Otra contribución importante de Prahalad y Hamel (1990) es el uso de la competencia esencial como una herramienta para conseguir una mejor integración entre las estrategias de las unidades de negocio. La identificación y explotación de las competencias esenciales requiere de un aprendizaje organizacional colectivo, por lo que el concepto de competencia esencial puede actuar como un instrumento a través del cual las unidades estratégicas de negocio pueden encontrar intereses, problemas, capacidades y oportunidades comunes. Al igual que existen límites al valor de las actividades compartidas como fuentes de economías de tamaño, también se dan límites en las competencias esenciales. En primer lugar, la forma en que una empresa diversificada está organizada puede facilitar la explotación de competencias esenciales o impedirla (Montgomery, 1997). En segundo lugar, las competencias esenciales se basan en conocimiento y experiencia compartida, y por tanto, resulta difícil establecer una medición directa de las mismas. Así, Prahalad y Bettis (1986) enfatizan el carácter intangible de estas relaciones cuando las describen como una lógica dominante o una forma común de pensamiento estratégico a través de los negocios.Y en tercer lugar, la intangibilidad de las competencias esenciales puede conducir a las empresas diversifi- ● Situaciones donde los altos directivos desean dirigir ellos mismos los nuevos negocios, en cuyo caso deberían elegir negocios que pudieran compartir la misma lógica dominante que la desarrollada en la actividad principal. ● Situaciones donde los directivos prefieren entrar en negocios que requieran lógicas diferentes, en cuyo caso, deberán adquirir nuevas habilidades de dirección. Los directivos deberán evaluar la posibilidad de aprender rápidamente una nueva lógica de dirección o bien contratar a un directivo con experiencia suficiente para dirigir ese negocio. Las implicaciones que tiene la existencia de una ló5 Porter, 1985; Prahalad y Hamel, 1990 94 gica dominante de dirección entre los negocios de una empresa diversificada, se centran, básicamente, en la necesidad de que las unidades de negocio compartan características estratégicas que sean compatibles con esa lógica dominante, de forma que la dirección corporativa pueda aplicar conoci- mientos y sistemas similares a los diferentes negocios de la empresa. En la tabla 1 aparecen recogidas las similitudes estratégicas que deberían existir para que la dirección corporativa desempeñe sus tres funciones clave aplicando una lógica común a todos sus negocios: Tabla 1 Determinantes de la relación estratégica entre negocios DETERMINANTES DE LA SIMILITUD ESTRATÉGICA FUNCIONES DE LA DIRECCIÓN CORPORATIVA Asignación de recursos *Proyectos de inversión de tamaño similar *Proyectos de inversión con horizonte temporal similar. *Fuentes de riesgo similares *Habilidades similares de dirección general para los directivos de las unidades de negocio Formulación de estrategias *Factores clave de éxito similares *Etapas del ciclo de vida del sector similares *Posiciones competitivas similares de cada negocio Definición de objetivos, supervisión y control de los resultados de la unidad de negocio *Objetivos definidos en términos de variables similares de actuación *Objetivos de actuación con similares horizontes temporales Fuente: Grant, 1988; pp. 641 Así, algunos autores6 han señalado que, ciertas formas de conocimiento directivo o técnico, juegan un papel particularmente importante a la hora de justificar la existencia de empresas diversificadas. Al contrario que los recursos físicos, que pueden ser transferidos entre empresas sin gran dificultad, estas formas de conocimiento son difíciles de formalizar y reproducir (Winter, 1987), y por tanto, de medir. Puesto que son recursos valiosos y difíciles de imitar por los competidores, pueden considerarse como activos estratégicos que ofrecen importantes fuentes de ventaja competitiva (Barney, 1991). La nueva forma de operativizar la relación entre negocios implica, en primer lugar, utilizar los flujos de tecnología como indicadores indirectos de la similitud estratégica entre industrias, y en segundo lugar, combinarlos con los datos secundarios sobre la actividad industrial que proporcionan los códigos SIC (Robins y Wiersema, 1995). La utilización de los flujos de tecnología entre industrias como indicadores indirectos de la relación estratégica se debe a que, las industrias que emplean una tecnología similar, pueden utilizar formas comunes de conocimiento técnico y directivo. El objetivo del estudio llevado a cabo por estos autores, era crear un índice del grado de interrelación entre los negocios que componen una cartera, el cual sería un indicador de las sinergias potenciales y economías de tamaño debidas al hecho de com- Según estas aportaciones, cuando evaluamos la posibilidad de crear y explotar sinergias entre negocios a través de estrategias de diversificación, deberíamos considerar dos niveles de relación: el nivel operacional de relación, basado en recursos compartidos o transferencia de habilidades operacionales entre cadenas de valor, y el nivel directivo de relación, consistente en la aplicación de determinadas habilidades directivas al nuevo negocio. En este último caso, el criterio de diversificación se basa en las similitudes en términos de estructura competitiva y factores clave de éxito entre el nuevo negocio y el esencial, de manera que el equipo directivo pueda transferir la forma de dirigir sus negocios (Very, 1993). Sin embargo, debemos decir, que esta nueva forma de concebir la relación entre los negocios también resulta difícil de medir, puesto que se trata de un concepto cognitivo. Dada la dificultad de establecer una medida directa de la relación entre negocios, desde el enfoque de recursos han surgido nuevas aportaciones sobre metodologías más innovadoras para identificar y medir los recursos y capacidades que tienen una importancia estratégica entre negocios (Markides y Williamson, 1994, 1996; Robins y Wiersema, 1995). 6 Teece (1986); Barney (1986); Winter (1987); citados en Robins y Wiersema (1995) 95 En cambio, la forma en que los investigadores han tratado tradicionalmente el tema es limitada, principalmente porque han tendido a explicar los beneficios de la diversificación relacionada sólo a través de la explotación de economías de alcance, ignorando la contribución de la diversificación relacionada a la ventaja competitiva en el largo plazo. Además de la generación de economías de alcance a través de unidades de negocio que puedan compartir el mismo activo estratégico (amoritización del activo), trabajos más recientes, enmarcados dentro del enfoque de recursos, destacan otras ventajas potenciales de la diversificación relacionada (Pennings, Barkema y Douma, 1994): partir capacidades o know-how y no como consecuencia de compartir inputs7. Como conclusión más importante de esta investigación, se puede decir que el enfoque de recursos utilizado para modelizar las relaciones entre negocios permite una mejor comprensión de la empresa diversificada y que, por tanto, los indicadores indirectos de los activos estratégicos compartidos pueden ayudar a explicar la variabilidad en el resultado de las empresas. Así, observaron que las empresas con carteras de negocios relacionados estratégicamente, obtenían mejores resultados que aquéllas con niveles más bajos de relación estratégica entre los negocios. En esta misma línea, Verdin y Williamson (1994) proponen otros indicadores de la importancia de tipos similares de activos no comercializables, no sustituibles y difíciles de acumular en mercados diferentes: 1.-Activos estratégicos relacionados con clientes, tales como el reconocimiento de marca, la lealtad de clientes...etc. 2.-Activos relacionados con los canales, tales como el acceso a los canales establecidos, fidelidad del distribuidor...etc. 3.-Activos relacionados con inputs, tales como el conocimiento de los mercados de factores, la lealtad de proveedores y la capacidad financiera. 4.-Activos relacionados con el proceso, tales como la propiedad de la tecnología, la experiencia funcional con el producto-mercado específico y los sistemas organizacionales. 5.-Activos relacionados con el conocimiento del mercado, tales como la información acumulada sobre las metas y el comportamiento de los competidores. 2.2.- Un enfoque dinámico de la relación entre negocios Como hemos señalado anteriormente y desde una perspectiva de recursos, la relación entre los negocios de una empresa diversificada se basa en la posibilidad de compartir competencias esenciales, esto es, recursos menos tangibles tales como, el saber hacer directivo y técnico, experiencia y conocimiento. De esta forma, cuando una empresa explota una competencia esencial, las operaciones que se realizan dentro de cada uno de los diferentes negocios se ven afectadas por el conocimiento acumulado, la experiencia y el conocimiento conseguido de negocios anteriores (Markides y Williamson, 1994). ● El potencial para utilizar una competencia esencial acumulada, lograda en el transcurso de la generación o mantenimiento de un activo estratégico existente en una unidad de negocio, con la finalidad de ayudar a mejorar la calidad de un activo estratégico presente en otras unidades de la empresa (mejora o potenciación del activo). ● El potencial para utilizar una competencia esencial, desarrollada a través de la experiencia lograda en la generación de un activo estratégico en las unidades de negocio existentes, con la finalidad de crear un activo estratégico nuevo en un negocio, también nuevo, de forma más rápida o a un coste más bajo (aplicación del activo). ● El potencial para aumentar el conjunto de competencias esenciales existentes en una empresa cuando se generan activos estratégicos en una unidad de negocio, lo que permitirá el aprendizaje de nuevas habilidades. Estas nuevas competencias deberían permitir mejorar la calidad de sus activos estratégicos presentes en los negocios existentes (renovación del activo). A estas cuatro ventajas potenciales de la diversificación relacionada se les denomina: “amortización del activo”, “potenciación del activo”, “aplicación del activo” y “renovación del activo”, respectivamente. Según Markides y Williamson (1994), el valor a largo plazo de una diversificación relacionada descansa, no tanto en la explotación de las economías de tamaño, donde el beneficio es básicamente a corto plazo, si no en la posibilidad de que las empresas creen y acumulen activos estratégicos más rápidamente y a un coste menor que los competidores. Así, la relación entre negocios que permite la potenciación, aplicación y renovación de activos, es la que permite conseguir las ventajas competitivas a largo plazo de la diversificación (véase tabla 2). 7 Para un estudio más detallado a cerca de la elaboración de dicho índice, véase Robins y Wiersema (1995). 96 Tabla 2 Tipos de relación entre negocios Tipos de relación Finalidad Ventajas y beneficios Relación exagerada Similitud con pocas posibilidades de conseguir ventaja competitiva BENEFICIO A CORTO PLAZO Relación basada en economías de tamaño Los activos estratégicos pueden ser compartidos con otro negocio BENEFICIO A CORTO PLAZO Relación sobre la base de activos estratégicos ➠ Relación dinámica ● Mejora de la calidad de un activo estratégico ● Creación de un nuevo activo estratégico en el nuevo negocio ● Aprendizaje de nuevas competencias esenciales que mejoren los activos estratégicos Ventaja de potenciación Ventaja de aplicación Ventaja de renovación BENEFICIOS A LARGO PLAZO Fuente: elaboración propia Williamson, 1994). Esto es debido a que los activos a los cuales se ha accedido a través de una aportación inicial, adquisición o compartiéndolo con otra unidad estratégica de negocio, tenderán a perder su potencial como fuente de ventaja competitiva, a menos que sean renovados a través de procesos internos de acumulación (véase figura 1). Por tanto, según esta nueva interpretación estratégica de la diversificación, la ventaja competitiva a largo plazo de una empresa diversificada dependerá de su habilidad para adaptar y mejorar continuamente sus activos estratégicos, con el fin de satisfacer las necesidades específicas del mercado, así como de la capacidad para crear nuevos activos que puedan explotar en mercados existentes o nuevos. Si estos procesos de acumulación de activos tuvieran filtraciones que hicieran que otras empresas pudieran copiarlos a un coste más bajo, sería muy difícil para la empresa que consiguió la ventaja inicial en un conjunto de activos mantener este liderazgo. En este sentido, algunos autores han apuntado la existencia de una serie de impedimentos que evitan que los más rezagados imiten o incluso superen las posiciones de los líderes. Dierickx y Cool (1989) identifican cuatro categorías distintas de posibles impedimentos a la acumulación de activos: las deseconomías de “compresión de tiempo”, las eficiencias en masa de activo, interconexiones de activos y la ambigüedad causal8. Estos impe- Por otra parte, sabemos que para conseguir una ventaja competitiva en cualquier mercado, una empresa necesita ser capaz de desarrollar utilidades en el cliente a costes más bajos que los competidores, o bien, proporcionarles una serie de utilidades que sus rivales no sean capaces de ofrecer (Porter, 1980). Desde el enfoque de recursos, se propone que, para lograr estas ventajas, la empresa necesita acceder y explotar un conjunto de activos estratégicos tangibles e intangibles. El acceso a estos activos estratégicos se puede lograr mediante: a) la aportación realizada por cada negocio (ej. patentes), b) la adquisición de activos en el mercado o contratando directamente sus servicios, c) compartiendo el activo con otras unidades estratégicas de la empresa o con un socio aliado y d) la acumulación de activos necesarios a través de un proceso que combina inputs comercializables con las reservas de activos existentes y el aprendizaje acumulado mediante su obtención -“ learn by doing “- (Dierickx y Cool, 1989). Ahora bien, según Barney (1986) y Dierickx y Cool (1989), hay que tener en cuenta que los activos de los que depende la ventaja competitiva a largo plazo son imperfectamente imitables y sustituibles. Bajo estas condiciones, los activos que son comercializables no pueden actuar como fuente de ventaja competitiva a largo plazo. Igualmente, los activos a los que se puede acceder rápidamente y de forma barata a través de aportación, adquisición o cooperación, sólo pueden otorgar una ventaja competitiva en el corto plazo. En el largo plazo, la acumulación de activos de procedencia interna es, probablemente, la fuente más importante de activos difícilmente imitables y sustituibles (Markides y 8 Las deseconomías de “compresión de tiempo” son los costes extra asociados con la acumulación de los activos necesarios bajo presión de tiempo. Las eficiencias en masas de activos se refieren al hecho de que algunos tipos de activos son más costosos de acumular cuando el stock 97 Figura 1 Proceso de acumulación y creación de activos estratégicos Activos estratégicos no comercializables Proceso de acumulación de Activos en una UEN Competencias esenciales Tiempo / Experiencia Stock de activos estratégicos Existentes (No comercializables) Dinero – Aportación Activos comercializables – Adquisición – Cooperación Fuente: elaboración propia a partir de Markides y Williamson, 1994 lo. Impedimentos tales como las deseconomías de tiempo, las eficiencias en masa de activos y las interconexiones de activos podrían imponer costes más altos a los últimos entrantes a un negocio, siendo más difícil para ellos ponerse al día con las empresas ya establecidas, las cuales han tenido más tiempo para acumular activos no comercializables (Dierickx y Cool, 1989). Sin embargo, desde este enfoque se considera que, desplegando las competencias esenciales existentes, una empresa diversificada puede superar alguno de estos impedimentos (Markides y Williamson, 1994). Utilizando sus competencias existentes, una empresa puede ser capaz de: a) imitar activos valiosos y no comercializables, ó b) acumular otros nuevos, sustitutos de los anteriores, ó c) crear nuevos activos estratégicos de una forma más barata y rápida que los competidores que carecían de acceso a competencias esenciales entre unidades estratégicas. Además, una corporación diversificada puede también ser capaz de mantener o extender su ventaja competitiva en los negocios existentes a través de su habilidad para aumentar sus activos específicos y no comercializables de una forma más rápida y barata que sus competidores. Por este motivo, puede decirse que las competencias actúan como catalizadores potenciales del proceso de acumulación de activos estratégicos9. E igualmente, pueden actuar de catalizadores en los dimentos también se basan en el concepto de barreras a la movilidad (Caves y Porter, 1977) y en los mecanismos de aislamiento de Rumelt (1984), los cuales incluyen derechos de propiedad sobre recursos escasos, retrasos, asimetrías de información y otras barreras que dificultan los procesos de imitación de activos. En concreto, esos mecanismos de aislamiento, pueden definirse como “barreras que impiden un posterior equilibrio de rentas entre las empresas individuales”. Así, los dos principales mecanismos son (Rumelt, 1984): ● La información: si los competidores tienen dificultades para identificar la superior rentabilidad de la empresa y diagnosticar los recursos sobre los que se sustenta esa superioridad, la ventaja competitiva no podrá ser desafiada. ● Disponibilidad de recursos: las empresas no pueden imitar una ventaja competitiva si no pueden adquirir en iguales condiciones los recursos y capacidades necesarias. Cuando el proceso necesario para acumular un recurso sufre de uno o más de estos impedimentos, todas las empresas soportarán costes más altos y retrasos de tiempo a la hora de construirexistente de ese activo es reducido. Las interconexiones de activos se refieren al hecho de que una carencia de activos complementarios puede impedir que una empresa acumule un activo que necesita para servir a su mercado.Y la ambigüedad causal se refiere a la incertidumbre existente a la hora de indicar los factores y procesos específicos que se requieren para acumular un activo. 9 Como ya hemos comentado anteriormente, las competencias esenciales pueden ser vistas como la fuente de experiencia, conocimiento y sistemas que existe en cualquier lugar dentro de la misma empresa. 98 como catalizador en el proceso de expansión, adaptación e integración de los activos estratégicos de un negocio. c) Los verdaderos beneficios a largo plazo de la relación deberían consistir en el descubrimiento de oportunidades para crear y acumular rápidamente y de una forma barata estos activos estratégicos. procesos de adaptación e integración de activos a los que una empresa ha accedido a través de adquisiciones, alianzas o cooperación (véase figura 1). En este sentido, una empresa puede conseguir las competencias que le permiten acelerar los procesos de acumulación, adaptación e integración de activos, de dos formas: ● ● En primer lugar, puede acudir al libre mercado. Sin embargo, las competencias pueden tener una serie de características que reflejen las ineficiencias de los mercados como mecanismo para el intercambio. Características tales como el impacto de la información y la posibilidad de oportunismo hacen que sea difícil establecer acuerdos de venta para las competencias esenciales (Williamson, 1975). Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, es posible identificar la relación entre los negocios a través de la comparación entre los activos estratégicos que crean una ventaja competitiva en dos negocios y el proceso de acumulación y creación de estos activos. De dicha comparación, podremos identificar una relación mucho más dinámica, que es el tipo de relación que permite obtener unos beneficios superiores en el largo plazo (Markides y Williamson, 1996). Según este nuevo enfoque, cuando hablamos de relación entre dos negocios, es posible distinguir cinco tipos diferentes (Markides y Williamson, 1994): 1.-La relación exagerada se da cuando los mercados abastecidos por dos negocios comparten muchas similitudes, pero existen pocas posibilidades de que éstas puedan ser explotadas para la ventaja competitiva. La relación es exagerada en el sentido que, teniendo en cuenta la similitud global, exagera la probabilidad de que una empresa consiga beneficios superiores diversificando a lo largo de ambos mercados. Esta exageración puede aparecer bajo una serie de condiciones. Puede ocurrir que, mientras una empresa diversificada sea capaz de construir rápidamente y de una forma barata los activos necesarios para abastecer el mercado, también lo pueda hacer otra empresa, debido a que muchos de estos activos son fácilmente imitables. Incluso, aunque las empresas no diversificadas no puedan replicar los activos estratégicos, sí pueden ser capaces de sustituirlos por otros activos disponibles. Al final, con el paso del tiempo, los activos de la empresa diversificada pueden convertirse en activos no estratégicos. La relación exagerada también puede surgir cuando no se tiene en cuenta la especificidad de los activos estratégicos y las competencias que pueden ayudar a construirlos, ya que no están incluidos entre los indicadores considerados por una empresa diversificada a la hora de evaluar la relación entre negocios. Las medidas tradicionales de relación entre negocios puenden sufrir el problema de la “exageración” que se ha descrito anteriormente. Éstas pueden imputar erróneamente un beneficio a la diversificación relacionada a través de mercados en los En ocasiones, es más eficiente transferir competencias entre negocios empleando las conexiones internas propias de una organización sencilla (Williamson, 1975). Tales mecanismos internos incluyen la comunicación interna, la rotación de mandos y el desarrollo de grupos de trabajo transversales constituidos por personas pertenecientes a distintas actividades.Todos estos mecanismos internos pueden actuar de catalizadores en la acumulación de activos. Así, desde este enfoque se proponen dos condiciones para que la transferencia interna de competencias entre unidades estratégicas cree una ventaja para la empresa: ➼ Debe ser más eficiente transferir la competencia internamente entre negocios del mismo grupo que a través del mercado externo. ➼ La competencia debe ser capaz de actuar como un catalizador en la creación de activos específicos de mercado, de modo que sean no comercializables, insustituibles y lentos o costosos de acumular, y en consecuencia, actuar como una fuente de ventaja competitiva para la empresa. Cuanto mayor sea la ventaja en eficiencia de una transferencia interna, y más costoso sea de acumular el activo resultante, mayor será la ventaja conseguida del traslado de una competencia desde un negocio a otro nuevo o ya existente (Markides y Williamson, 1994). A modo de resumen, presentamos las principales conclusiones relativas a esta nueva visión dinámica de la relación entre negocios: a) La ventaja competitiva de un negocio depende de su acceso a activos estratégicos. b) Las competencias esenciales pueden utilizarse 99 diversificación relacionada obtenga beneficios superiores, a pesar de que haya un elevado grado de similitud entre los dos mercados. Y lo mismo podría decirse para la diversificación relacionada diseñada para alcanzar economías de tamaño y que contribuye a amortizar los activos existentes, ya que proporciona tan sólo ventajas efímeras. Por tanto, podemos concluir que aquella relación que permite a una empresa acceder a la mejora, aplicación y renovación de activos, puede proporcionar una ventaja competitiva a largo plazo para las empresas con diversificación relacionada desde el punto de vista estratégico. De todos modos, es necesario tener en cuenta que dos mercados pueden estar estrechamente relacionados, pero si la utilización de las competencias esenciales de la empresa genera activos que otros pueden comprar o contratar a un coste similar, entonces no surgirá ninguna ventaja competitiva derivada de la estrategia de diversificación llevada a cabo. A nuestro juicio, la relación estratégica entre dos mercados, en el sentido que ambos valoran tipos similares de activos no comercializables y no sustituibles, es un requisito para que la diversificación consiga importantes beneficios en el largo plazo. A modo de resumen, presentamos una tabla en donde aparecen recogidas las aportaciones más recientes surgidas desde el enfoque de recursos en relación con las formas de medir la relación entre negocios y sus beneficios. Finalmente, y tras señalar las aportaciones del enfoque de recursos que resuelven algunas de las incógnitas relacionadas con la estrategia de diversificación, presentamos, de manera resumida, los problemas que todavía quedan sin resolver y que podrían considerarse como futuras líneas de investigación en este área. En primer lugar, desde el enfoque de recursos se han utilizado multitud de términos (recursos, recursos y capacidades, competencias esenciales, lógica dominante, recursos estratégicos, activos estratégicos...etc.) sin llegar a definir claramente qué es lo que se entiende por cada uno de ellos. Esta variedad de conceptos puede llevar a definiciones un tanto ambiguas. En segundo lugar, se plantea el carácter estratégico de los recursos muchas veces a posteriori: cuando la empresa ha obtenido buenos resultados, es entonces cuando sus recursos tienen importancia estratégica. Por último, el enfoque plantea el estudio de las relaciones entre los negocios sobre la base de los recursos y capacidades compartidos o transferidos, prestando escasa atención a los elementos del entorno. Sin embargo, es necesario destacar que los recursos no son estratégicos independientemente que la relación se da, básicamente, entre activos no estratégicos. 2.-El segundo tipo de relación surge cuando los activos estratégicos de una unidad de negocio pueden ser compartidos con otra para alcanzar economías de tamaño (Porter, 1988;Teece, 1982). Esta relación hace aflorar lo que se denomina la ventaja de amortización, ya que permite a las empresas con diversificación relacionada amortizar el coste de un activo existente, utilizándolo para abastecer múltiples mercados. A nuestro entender, este tipo de relación puede ofrecer ventajas importantes en el corto plazo bajo la forma de reducción de costes o mejora de la diferenciación, pero puede no ser suficiente para crear una ventaja competitiva en el largo plazo. En este sentido, pensamos que las empresas tendrán éxito a lo largo del tiempo, si continuamente crean nuevos activos estratégicos. 3.-El tercer tipo de categoría se da cuando el activo estratégico no puede ser compartido o transferido entre dos unidades de negocio (porque es específico de un mercado), pero la competencia lograda en el proceso de desarrollo o mantenimiento de ese activo existente en un negocio puede ser utilizada como un catalizador que ayude a mejorar la calidad de otro activo presente en otro negocio. Este tipo de relación, que permite la mejora de la efectividad y eficiencia de activos estratégicos, permite obtener una ventaja de mejora o potenciación de activos para las empresas diversificadas. 4.-El cuarto tipo de relación entre negocios se da cuando existe potencial para utilizar una competencia esencial desarrollada a través de la experiencia en generar activos estratégicos en los negocios existentes, con el fin de crear nuevos activos estratégicos en negocios nuevos de forma más rápida o a un coste más bajo. Este tipo de relación, donde las competencias acumuladas por una unidad existente pueden ser utilizadas para acelerar y reducir el coste de creación de nuevos activos estratégicos, específicos para el uso de un nuevo negocio, hace aflorar la ventaja de la aplicación de los activos para las empresas con diversificación relacionada. 5.-El quinto tipo se da cuando, en el proceso de creación de nuevos activos estratégicos necesarios para apoyar la diversificación hacia un nuevo negocio, la empresa aprende nuevas competencias que luego pueden ser utilizadas para mejorar los negocios existentes. Este tipo de ventaja sobre las empresas no diversificadas o con un único negocio, se denomina ventaja de la renovación de activos. Pensamos que los últimos tres tipos de relación son los que probablemente ofrezcan las mayores ventajas de la diversificación relacionada en el largo plazo. En cambio, la relación exagerada ofrece muy pocas oportunidades para que una estrategia de 100 Tabla 3 Nuevas explicaciones a los resultados contradictorios de la investigación empírica Investigación tradicional Aportaciones recientes Formas de medir la relación entre negocios Similitud en términos de tecnología, Indicadores indirectos de la mercados y clientes. similitud estratégica entre negocios, relacionados con clientes, canales, inputs, procesos y conocimiento del mercado Beneficios de la diversificación relacionada Explotación de economías de alcance. Beneficios a corto plazo Explotación de relaciones que creen y acumulen activos estratégicos más rápidamente y a menor coste. Beneficios a largo plazo. Fuente: elaboración propia consecución de una ventaja competitiva en el largo plazo. Hemos señalado que, para no perder su potencial, estos activos estratégicos deben ser renovados a través de procesos internos de acumulación de activos, en los cuales las competencias esenciales juegan un papel fundamental como catalizadores potenciales del proceso de mejora, aplicación y renovación de los activos estratégicos. Según esta nueva interpretación estratégica de la diversificación, es posible identificar la relación entre los negocios a través de la comparación entre los activos estratégicos, que son fuente de ventaja competitiva sostenible, y el análisis del potencial de la empresa para utilizar las competencias esenciales en la generación de otro activo estratégico o mejora de uno existente. Por otra parte, y a pesar de las importantes aportaciones realizadas desde el enfoque de recursos, también debemos señalar las limitaciones del mismo y las incógnitas que todavía quedan sin resolver en relación a la estrategia de diversificación. En este sentido, destacamos, en primer lugar, la dificultad para hacer operativo dicho enfoque, puesto que muchas veces se habla de conceptos cognitivos (lógica dominante, formas de conocimiento técnico y directivo escasamente formalizado...etc.) y es difícil establecer medidas objetivas de los recursos y capacidades de la empresa. En los últimos años, el esfuerzo está dirigido hacia el desarrollo de una metodología que utilice indicadores más elaborados para identificar los recursos y medir la relación estratégica entre negocios. En el trabajo, recogemos las aportaciones más actuales con relación a este tema, las cuales proponen una serie de indicadores indirectos de la similitud estratégica entre negocios definidos en base a la estructura del sector en el que actúe la empresa y del momento en que se analice, sino que su valor depende, justamente, de su aplicación en un determinado momento y en un entorno concreto. 3.-Conclusiones Las aportaciones más recientes del enfoque de recursos en relación a la estrategia de diversificación, han tratado de resolver algunas de las preguntas que quedaban todavía sin contestar en el ámbito de la diversificación empresarial. Así, constatamos la propuesta de nuevas formas de definir y medir la relación entre los negocios, en sustitución de las formas tradicionales basadas exclusivamente en la similitud en términos de tecnología, mercados y clientes. En efecto, tras la revisión teórica de los estudios que han analizado la estrategia de diversificación, hemos llegado a la conclusión de que las formas tradicionales de medir la relación entre dos negocios, ya sea a través de métodos continuos o categóricos, son incompletas. Desde el enfoque de recursos, también se propone evaluar la similitud estratégica de los negocios en base a los recursos que son fuente potencial de ventaja competitiva a largo plazo. Hemos destacado el concepto de competencia esencial de Hamel y Prahalad (1990) y el concepto de relación estratégica de los negocios en términos de activos estratégicos como formas de medir la relación entre negocios. En este sentido, nuestro análisis se ha centrado, principalmente, en la interpretación estratégica de la relación entre negocios en base a activos estratégicos (aquellos difíciles de imitar, sustituir y comercializar), los cuales son fundamentales para la 101 competitiva de los sectores y los factores clave de éxito de los negocios. Estos indicadores hacen referencia a clientes (reconocimiento de marca), canales (acceso a canales establecidos), inputs (conocimiento de los mercados de factores), proceso (propiedad de la tecnología) y conocimiento del mercado (información sobre competidores). Por último, también destacamos la confusión existente en relación a algunos de los términos empleados por los distintos autores. El nivel de agregación utilizado en sus definiciones difiere de un concepto a otro. Esta variedad de terminología, puede llevar a ideas un tanto confusas. DUBOFSKY, P.Y VARADARAJAN, P. 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