SÉPTIMA APROXIMACIÓN

SÉPTIMA APROXIMACIÓN
SER Y HACER DOCENTE
La construcción de la identidad social y laboral
EDELSTEIN, GLORIA
¿Qué es un docente? Algunas representaciones sociales, políticas e históricas.
No es únicamente la actividad o la experiencia del grupo sociolaboral lo que constituye su
propia imagen; también la sociedad se forma una idea de conjunto, de sentido común sobre cada
grupo laboral, identificándolo con ciertos atributos y ubicándolo dentro de la realidad, desde
representaciones subjetivas y muchas veces desde el prejuicio.
La imagen que los maestros tienen de sí mismos es, entre otros elementos, producto de la
interacción de diversas representaciones surgidas históricamente y que en la actividad conviven.
Aquí caracterizaremos brevemente el origen y los postulados de las que más han influido en la
determinación de la identidad laboral de los docentes:
1 – EL APÓSTOL
Figura de un verdadero “sacerdocio”.
Representación propia de la concepción del racionalismo y del liberalismo.
Propio de modelo origen de nuestro sistema educativo.
Su función es enseñar y responder a un modelo de conducta claramente prefijado, a partir de
una serie de ritos que involucraba a cada una de las acciones que realizaba.
2 – EL TÉCNICO
Visualiza al docente como un técnico.
Esta concepción tiene origen en las teorías desarrollistas.
El docente es un experto que domina una actividad práctica partiendo de ciertos
conocimientos científicos, en busca de una cierta eficacia, dentro de fines y objetivos que no se
piensa sean objeto de discusión por parte del mismo.
Corresponde al surgimiento de la “tercerización” en el sistema educativo.
3 – EL TRABAJADOR DE LA EDUCACIÓN
Concepción que nace junto a las organizaciones gremiales docentes.
Su propósito es superar la dicotomía “trabajador intelectual”-“trabajador manual”.
El docente acentúa su condición de asalariado y su inclusión en el grupo de trabajadores con
sus consecuentes crisis por bajas remuneraciones y situación de riesgo, propias de la tarea.
4 - EL INTELECTUAL TRANSFORMADOR
Concepción que caracteriza al docente como indagador de las condiciones en que se desarrolla
su trabajo.
El docente activo, crítico de su propia práctica y de las condiciones del sistema en el que se
desenvuelve.
Docente comprometido con su realidad social, especialmente con las necesidades de los más
desfavorecidos.
Esta concepción puede molestar a los “poderes establecidos” que reaccionarían calificando esa
noción e imagen de política y no pedagógica.
5 – EL NUEVO APOSTOLADO
A partir de la crisis del modelo de Estado, se ha generado una transferencia de sus obligaciones
a otros actores sociales
Nueva imagen apostólica del docente: sujeto sobre el que recaen responsabilidades que antes
cumplía el Estado. Diferentes grupos sociales le demandan al docente que satisfaga una
multiplicidad de necesidades, tales como: asistenciales, afectivas, técnicas, pedagógicas, etc.
La pérdida de especificidad de su tarea ocasiona en el docente la añoranza del prestigio social
que antes tenía.
Algunos estudios referidos al docente y su práctica, ligado a la construcción de la identidad del
“ser y hacer docente”, focalizan a la docencia como realidad socio-profesional analizando las
condiciones de trabajo, que de alguna manera configuran la “identidad laboral”. Al respecto,
Deolidia Martinez plantea que ésta se va formando a través de la relación histórica de tres
dimensiones sociales de análisis:
1 – LA PROFESIÓN O EL OFICIO: estaría constituida por el conjunto de los conocimientos que
conforman el contenido básico de la formación, necesarios para realizar una labor determinada,
incluidos los saberes adquiridos en la práctica del oficio.
2 – EL TABAJO CONCRETO: se alude a las condiciones y medio ambiente de trabajo, la
distribución de las tareas, la remuneración, la división del trabajo, las condiciones organizativas,
etc.
3 – EL SECTOR SOCIOLABORAL: está formado por las personas que trabajan en la misma rama o
área de producción y están vinculados por una profesión u oficio que las identifica.
En cuanto a los conocimientos necesarios para desarrollar la labor docente, los criterios para
determinar cuál es el cuerpo de conocimientos básicos de la profesión no son estables, sino que
dependen en general de decisiones epistemológicas e ideológicas, y de decisiones políticas en
materia de formación de docentes.
Los debates contemporáneos se orientan en reconocer que en el marco de las
transformaciones sociales, el sector docente como fuerza social significativa tiene el desafío de
incluirse y participar, lo cual supone ampliar el papel de animador, facilitador, reconociéndose
como “trabajador intelectual y de la cultura”, que no sólo debe enseñar sino que sabe lo que
enseña; desde un lugar en los procesos de transformación socio-políticos y culturales, aportar a la
visión de lo que debe ser y el lugar de la educación en dichos procesos.
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