El ensayo venía con lío. No quedaba muy claro donde. La dueña de

Transcripción

El ensayo venía con lío. No quedaba muy claro donde. La dueña de
El ensayo venía con lío. No quedaba muy claro donde. La dueña de casa, como haciendose a un costado, dijo "les dejo abierto, entren nomás pero yo llego tarde". Algunas de las niñas no querian que los hombres se juntaran solos y a toda costa querian ir, como para apaciguar los ánimos. Y finalmente sucedió. Fueron llegando de a uno o de a dos, saludándose torvamente mientras se miraban de reojo. Casi se podian ver los pensamientos. La noche presagiaba enfrentamiento. Me le animo? Se la bancará? Que escala tiene? Llegará al la? Bajará hasta el mi? Pero no, esa noche no iba a ser. Se juntaron y como de común acuerdo se laburó sin esquivarle el bulto. Se miraban y ya se entendían. Los pa pa, como si fueran uno. Nuevamente, una pena nuevamente. Hasta una obra extranjera, en ese idioma extraño, que dicen que se hablaba en Roma. Si, ahi donde esta Panchito tironeando de las cuerdas. Una hora larga y extenuante. Traspiraban las cuerdas vocales. Hasta que llegaron las niñas. Ahi se armó el desbarajuste. Que prendamos el fuego. Que falta vino, gritaba un bajo escualido cada vez mas nervioso. Y se paso la noche. Una noche para el recuerdo. Aquella en que los dos fueron uno. Julio 

Documentos relacionados