¿Orientación Vocacional? Paciencia.

Transcripción

¿Orientación Vocacional? Paciencia.
¿Orientación Vocacional? Paciencia....
Jueves 05 de Junio de 2003 00:00
Cada año 300 mil jóvenes inician su último año de estudios de secundaria, después del cual
tendrán que enfrentar una de tres opciones: el mercado laboral, los estudios superiores o un
tiempo de para o paseo. La mayoría prefiere ensayar la opción de los estudios superiores para
lo cual eligen una carrera y un centro de estudios superiores. Esta elección no es simple y
suele constituir un gran problema para miles de jóvenes. ¿Cómo acompañarlos en esta toma
de decisiones? Sobre ese tema conversaremos con el especialista León Trahtemberg en la
entrevista didáctica mensual que le concede a Tiempos del Mundo.
T de M: ¿Porqué es tan difícil para los jóvenes escoger una carrera profesional para estudiar?
La elección vocacional es una de las más difíciles que suelen hacer los jóvenes en sus cortas
vidas, porque para muchos es la primera vez que tienen que tomar una decisión que tiene
implicancias para el largo plazo.
Ya no se trata de planificar el día, la semana, ni siquiera el bimestre. Se trata de planificar los
próximos 50 años de su vida útil. Además, tienen que hacerlo a una edad en la que usualmente
están aún inmaduros y confundidos, como lo es los 16–17 años. Mientras que en EE.UU. y
Europa los estudiantes inician su vida universitaria a los 19 o 20 años, y en Israel y otros
países lo hacen hacia los 21 o 22 años después de cumplir el servicio militar o de haber viajado
o trabajado un tiempo, en el Perú a esa edad ya tienen una carrera completa a cuestas.
T de M: ¿Qué pasa con los padres mientras tanto?
Lo usual es que los padres adopten una actitud entre dos extremos. Uno, el de la indiferencia
distante: "haz lo que quieras", que es una manera de decirle a su hijo o hija “no me importa lo
que hagas”. El otro, el de la imposición: "tú debes estudiar X en la universidad Y" que es otra
manera de decirle “no me importa lo que pienses o sientas”. Ambas son nocivas. La primera
porque la indiferencia nunca será sentida como una expresión de apoyo, sino más bien como
un abandono. La segunda porque con la imposición externa solo se garantiza que en el futuro
todos los fracasos laborales y vocacionales del joven serán atribuidos a sus padres, porque
fueron ellos los que lo obligaron a elegir cierta carrera.
T de M:¿Cuál sería el abordaje ideal?
1/3
¿Orientación Vocacional? Paciencia....
Jueves 05 de Junio de 2003 00:00
Como siempre, el punto medio. Por un lado hacerle saber al hijo o hija del interés que tienen
sus padres para acompañarlos en este proceso de elegir sus opciones futuras, dándoles la
información, contactos y el apoyo que pudiera estar a su alcance, pero a su vez expresarles
con toda claridad que serán ellos los que tendrán que tomar sus decisiones porque serán ellos
los principales afectados por las consecuencias de sus decisiones. Junto con ello, es
importante relativizar el drama vocacional. Estudios empíricos de largo plazo hecho con
egresados de algunos colegios 10 o más años después de su primera elección vocacional en
5to año de secundaria, muestran que más son los jóvenes que se "equivocaron" en su elección
inicial que aquellos que la "acertaron”, sin contar la enorme cantidad de estudiantes que
abandonaron los estudios porque no se ubicaron en la vida universitaria. Por lo demás ¿quién
les puede garantizar a los jóvenes que aún habiendo elegido bien su carrera y habiéndola
estudiado con mucha dedicación, encontrarán luego trabajo? Quizá tengan que aceptar
trabajar en otras actividades? No tiene sentido ponerle tanto peso en la elección de 5to de
secundaria.
T de M:¿Qué otras limitantes hay?
Hay muchas más. Además de la edad y la desinformación que hace que muchos jóvenes elijan
entre opciones profesionales que nunca han conocido más allá del nombre, tienen que superar
varios mitos. Por ejemplo, creer que hay una relación directa entre el éxito en los cursos
escolares como matemáticas o historia y las carreras futuras, o elegir profesiones por su
prestigio más que por la vocación, o elegir primero la universidad deseada, por razones
sociales, y solo luego la carrera a estudiar. Por otro lado hay quienes escogen en función de la
facilidad del sistema de ingresos, o a partir de una evaluación intuitiva de las opciones
laborales futuras, sin saber si se va a quedar a vivir en el Perú o no en cuyo caso esa
evaluación resulta inútil. Todo eso es muy superficial.
T de M: ¿Entonces, para qué sirve esta elección?
Esta elección debe ser entendida como una exploración vocacional inicial, un esfuerzo del
joven y sus familiares por aproximarse a una elección de carreras y universidades, pero siendo
conscientes que hay un margen de inseguridad y relatividad absolutamente normal que debe
ser respetado, y que no se puede pasar por alto. Si bien para muchos jóvenes y padres es más
cómodo elegir una opción de una vez, lo más rápidamente posible, para luego aferrarse
rígidamente a ella, eso no quiere decir que esa haya sido la mejor opción. Es preferible tener
presentes siempre dos o tres opciones, y tener las antenas abiertas a escuchar sobre las
diversas especialidades que existen en el mundo profesional.
2/3
¿Orientación Vocacional? Paciencia....
Jueves 05 de Junio de 2003 00:00
T de M:Reconociendo la relatividad de esa elección, ¿habrá de todos modos alguna forma de
ayudar a los jóvenes?
Si por supuesto. La combinación de información, visitas a las universidades, entrevistas de
orientación vocacional a los jóvenes con sus padres, algunas pruebas de intereses
referenciales, entre otros, conforman una constelación de elementos que todos en conjunto
aportan a la clarificación vocacional.
Sin embargo, siempre hay que tener presente que la inseguridad es normal y los intereses
vocacionales son múltiples, que se pueden superponer y variar en el tiempo, conforme madura
la persona o gana experiencia en diversas actividades. Para muchos la edad ideal para definir
el futuro es alrededor de los 30 años. Recién a esa edad muchas personas saben realmente lo
que quieren y se sienten listos para consolidar su vida familiar y vida ocupacional. Sin
embargo, el sistema universitario peruano obliga a elegir a los 16-18 años. Por lo tanto la
elección de la universidad y carrera es solo el inicio de una exploración, que puede evolucionar
en el tiempo.
También hay que tomar en cuenta que el mercado ocupacional no garantiza a los profesionales
el empleo en lo que estudiaron. Para muchos por lo tanto es muy ventajoso tener 2 o 3
especialidades para tener una mayor opción de empleo. Cultivarlas todas ellas puede ser una
ventaja.
Por lo tanto diferir una elección vocacional o cambiar de carrera en algún momento, lejos de
ser una pérdida, puede ser una ganancia, porque de todo se aprende y especialmente porque
si uno se ve forzado a terminar una carrera que no lo motiva, solo lo llevará a sentirse frustrado
en la actividad profesional.
Un buen orientador nunca será tajante en sus conclusiones; siempre ofrecerá un abanico de
posibilidades explicando las ventajas y desventajas para el joven de elegir una u otra opción,
reconociendo la posibilidad de que varias alternativas puedan ser apropiadas.
3/3

Documentos relacionados