signos de elección acertada
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signos de elección acertada
CONVIVENCIA VOCACIONAL SIGNOS DE ELECCIÓN ACERTADA TEMA 5 Este decálogo te será un instrumento de primer orden para que lo utilices bien. Son pistas o indicios sencillos que te ayudarán a confirmar tu decisión vocacional. Es importante que al terminar la Convivencia Vocacional te vayas con el convencimiento de que tu elección está suficientemente fundamentada. No todos los criterios que se indican deben darse a la vez en ti. Tampoco es necesario que se den con mucha intensidad. Basta con que sientas que Aalgo así@ te está ocurriendo. Además, en el diálogo con tu acompañante te ayudará clarificar los posibles subjetivismos. Ahí van. 1. No necesitas una evidencia o una seguridad total. Para este momento de la decisión no la precisas. Con tener una conciencia recta y bien informada, no necesitas más de un 51% de razones para decidirte. 2. Los ejercicios de búsqueda vocacional hechos hasta ahora te llevan, en general, a iguales o parecidas conclusiones. 3. A medida que te clarificas vas encontrando paz interior, libertad, gozo, ser tú mismo... Al decidir no te mueve ni la angustia, ni el agobio, ni tampoco la euforia que suele ser muy mentirosa. 4. Has elegido las Apreferencias de Jesús@ y te sientes agradecido y humilde. 5. Has entendido que tu decisión centra y orienta tu vida y te ayuda a entender tu pasado y tu presente como una historia conducida desde siempre por el Señor, tu Dios. 6. Tu decisión vocacional se apoya no tanto en tus propias fuerzas, sino en la bondad y en la fidelidad del Señor contigo. Y eres muy realista; no caes en autosuficiencias ni pesimismos. 7. Tienes claro qué debes hacer ahora, dónde ir y quién te debe seguir ayudando. Ello no quiere decir que lo tengas todo absolutamente clarito y controlado. 8. Al tomar la decisión te apoyas en Dios. Y cuentas también con la ayuda del Corazón de María. Te sientes en paz y en libertad. No dependes de tener éxito, de sentirte cómodo, de triunfar.... Sólo Dios es tu roca. Lo demás son arenas movedizas. 9. Cuando piensas en un posible fracaso futuro, en una equivocación, en un pérdida de años preciosos... no pierdes ni la paz ni la confianza en el Señor, tu Dios. 10. Y todo esto, sin hacer Aespectáculos@, desde la sencillez y la humildad, sin autosuficiencias, sin tocar trompetas ni hacer llamadas de atención. Lo haces en silencio y en fe, como María. AL TOMAR TU DECISIÓN VOCACIONAL NO OLVIDES NUNCA QUE... * Quieres entregarte por completo a Dios. Desde ahora, no te pertenecen tus ilusiones, tu vida, tus comodidades, el amor, al compañía, el honor, el dinero, la gloria, la fama. Siempre que vayas detrás de ellos, te irás apartando de tu vocación. * La vocación, la llamada de Dios, no se pierde. Pero puedes dejar de escucharla, si diariamente no eres fiel a tu entrega total, fiel a los propósitos que hoy haces, fiel por encima de todas las dificultades. * Las dificultades y sufrimientos son inherentes a la vocación. De ahora en adelante cuenta con ellos. Cuenta con los ratos de aburrimiento, con tus soledades, con la incomprensión de los demás, con la monotonía... Los sufrimientos suelen venir por donde menos lo esperamos. * La perfección no es de este mundo y lo que importa es tu esfuerzo continuo por superarte. * El desánimo es una tentación de abandonar lo grande. No te desanimes cuando te experimentes incapaz de salvar el mundo, cuando veas la posible dejadez de algunos consagrados a Dios, cuando te encuentres como sólo en tu ideal, cuando observes a tu alrededor la indiferencia de los que debían ser mejores. * Sin vida constante de oración, de unión con Dios, pronto estarás más cerca del Amundo@ que del Acielo@ y entonces no vale la pena tu sacrificio de hoy. * Que una tentación constante en tu vida va a ser la de querer recuperar, poco a poco, lo que hoy dejas. Y un misionero, consagrado a Dios, no puede ser un triste solterón forzado a serlo. * No olvides nunca, y recuerda diariamente, que la felicidad en tu vocación está en razón directa con tu entrega total. Dios jamás defrauda a quien pone toda su vida al servicio de la causa del Reino. Misioneros claretianos