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viernes La revista de 27.06.14 Nº 04 Mapuches 2.0 Homenaje al motoquero Ricky Godoy / Arte, gastronomía, panoramas, crónicas y moda 4_portada_final.indd 1 25-06-2014 22:39:35 02 Y 03 2DA VIERNES.indd 2 25-06-2014 18:17:05 02 Y 03 2DA VIERNES.indd 3 25-06-2014 18:17:50 viernes_cultura El equipo recomienda Series, documentales, libros, música y cosas que nos gustan Un viaje por la música rave Documental futbolero Serie sobre la mafia Energy Flash Maracaná Roma Criminal Por Yvonne Trigueros Por Natalia ramos Por Henriette De Visscher Energy Flash Autor: Simon Reynolds Editorial Contra Barcelona, 2014 Páginas 688 editorialcontra.com Maracaná (2014) Directores: Sebastián Bednarik y Andrés Varela 72 minutos netflix.com En 1998 se publicó Energy Flash: A journey through Rave Music and Dance Culture. Obra de Simon Reynolds (Londres, 1963) que se considera, a día de hoy, el mejor libro sobre la cultura de baile y la música rave. La bibliografía básica sobre música contemporánea publicada en español tenía hasta ahora una imperdonable deuda: Energy Flash jamás se había traducido a nuestra lengua. Se trata, de una obra esencial que documenta la evolución de los sonidos y movimientos más radicales de la música de los últimos treinta años, paso a paso. Tras un prólogo centrado en la escena disco de los 70, el primer capítulo aterriza en Chicago y el boom del house avanzando hasta su popularización a nivel europeo a finales de los 90. Reynolds, una vez más, utiliza su afilada pluma de historiador crítico y gran melómano para dar cuenta del carácter transformador a nivel social que tiene la música, así como de los más insólitos rituales de la subcultura urbana. Se trata de una de las hazañas más grandes en la historia del fútbol. La selección uruguaya llegó a disputar la final del Mundial de Brasil de 1950 contra del equipo local y favorito absoluto del torneo. La Celeste, contra todo pronóstico y contraviniendo las instrucciones de su DT de hacer un juego defensivo, salió a la cancha a atacar y triunfó 2 a 1. Pero el suceso conocido como el Maracanazo fue más que ese partido de fútbol en el mítico estadio de Río de Janeiro, y así lo demuestra este documental, que se estrenó en marzo y que rescata el relato de sus protagonistas y muchas imágenes inéditas. Dirigido por Sebastián Bednarik y Andrés Varela, este trabajo muestra la humildad de la selección uruguaya, el liderazgo del que fue su capitán, Obdulio Varela, y cierta utilización política del Mundial. También, evidencia la pedantería del pueblo brasileño que dio por seguro un resultado y se preocupó de la fiesta antes de haber ganado. Maracaná muestra cómo ese 16 de julio definió la personalidad charrúa, que hoy mira con nostalgia su último triunfo en un mundial. Roma Criminal (Romanzo Criminale, en italiano) es una pequeña joya. Esta serie sobre la mafia italiana –que podríamos compararla con una película, tanto por la trama como por la calidad– cuenta la historia de amistades que fueron por un tiempo inquebrantables y luego quedaron desmanteladas por el dinero o por la droga. Aquí se presenta y mezcla con equidad la Roma del lujo excéntrico y la de los yonkis que llegarían a matar por una dosis de droga. La serie está basada en la homónima novela de Giancarlo de Cataldo en donde El Libanés, Freddo, Dandy y Buffalo son los protagonistas de una pequeña banda que lo arriesga todo para llegar a conseguir todo lo posible de Roma. En sólo dos temporadas y un final grandioso, Roma Criminal será un manjar para los amantes de las historias de intriga y mafia. Con una estética negra y una trama enviciante, además de una banda sonora buenísima, esta serie pinta el mundo mafioso de Italia en los años 70 con una calidad estética preciosa y podría entrar con cabeza en alto a la liga de las grandes series americanas. Recomiendo verla en su versión original y con subtítulos para no perderse el encanto e intencionalidad del italiano. Este Viernes Roma Criminal (2009) Creador: Giancarlo De Cataldo 2 temporadas, 22 capítulos Disponible en DVD revistaviernes.cl @RevistaViernes No han vivido en rucas, no se comunican en mapudungún y su relación con la tierra se limita a lo transmitido por sus familiares o a vivencias veraniegas. Forman parte de la primera generación de profesionales de sus familias. Y se describen a sí mismos como mapuches urbanos. Su lucha recién comienza. Página 14 revistaviernes La ilustración de la portada es de Edith Isabel Vicepresidente ejecutivo: Felipe Edwards del Río • Director: Víctor Carvajal Navarrete • Editora general revista Viernes: Viviana Flores Marín Representante legal: Alejandro Arancibia Bulboa • Dirección y redacción: Avda. Santa María 5542, Santiago, Chile. Teléfono: (56-2) 2330 1111. www.revistaviernes.cl. Correo electrónico: [email protected]. Venta de publicidad: (56-2) 2330 2963. Impresa en Sistemas Gráficos Quilicura S.A. 4_el equipo recomienda_v2.indd 4 25-06-2014 22:36:51 05 VAN HEUSEN.indd 11 Aviso_VH_Single_El_Viernes_34,8x27,2cms.indd 1 25-06-2014 23:11:18 25-06-14 16:15 viernes_inmigrantes Bienvenidos Plato tradicional Las salteñas son una preparación similar a las empanadas. En Santiago se pueden pedir a domicilio en comidaboliviana.cl Por Henriette De Visscher / Foto: Sabino Aguad Un catálogo humano de los extranjeros que están cambiando Chile José Gabriel Cajías, boliviano 35 años Jefe de marketing experiencia Sony En Chile hace 5 años Le gusta bailar salsa “El segundo marido de mi mamá era chileno-alemán, así es que cuando era chico vine varias veces con ellos. Chile es un país más ordenado que Bolivia, casi no hay corrupción. Eso hace más fácil planificar el futuro. Me gusta el humor de los chilenos, tienen doble sentido y son buenos para echar la talla. Cuando como mariscos siempre me tiran bromas por el tema del mar. Yo me lo tomo con humor y de a poco he aprendido a echar la talla también. Conozco a muchos bolivianos que viven en Santiago y nos juntamos a celebrar las fiestas patrias o a ver los partidos de fútbol. Siempre comemos salteñas, una especie de empanada, pero más jugosas y más ricas que las de pino que comen acá. Los chilenos tienen miedo de la imagen que tienen los bolivianos de ellos, pero en realidad la población boliviana no tiene una mala impresión. Los problemas entre los dos países vienen de los políticos y de los gobiernos, no de la gente”. 6 4_inmigrante Boliviano OK.indd 6 25-06-2014 20:45:47 AVISO ROAMING LA SEGUNDA REV. VIERNES 34,8X27,2 5MM EX.indd 1 07 CLARO.indd 5 16-06-14 12:44 25-06-2014 23:09:54 talleres fiesta gay gnocchis conciertos danza Por Juan José Richards Ilustraciones: Constanza Figueroa y Alejandra Apablaza 05 de julio Stgo Maker Space Taller Mi Primer Robot Hasta el 05 Centro de Extensión Artística y de julio Cultural de la Universidad de Chile Danza chilena x 2 Providencia 043, Metro El director del Ballet Nacional Chileno, Mathieu Baquedano, Santiago Guilhaumon, invitó a los talentosos coreógrafos 20:00 Elías Cohen y Sebastián Belmar a realizar dos propuestas coreográficas en torno al concepto de Desde $3.000 identidad. El primero creó ¡Locker! La danza por Estacionamientos por dentro, que muestra el mundo tras bambalinas de Ramón Carnicer una compañía de baile y el segundo creó 8,8 una obra inspirada en las fuerzas tectónicas del Hay bicicleteros terremoto del 27/F. Ambas son interpretadas ceacuchile.com exclusivamente por los bailarines del Banch. Avenida Italia 850, Providencia Para los niños, entre 6 y 14 años, que quieran aprender o disfruten con circuitos eléctricos, 10:30 a 13:00 el colectivo Stgo Maker Space dicta un taller $25.000 de iniciación en la robótica. Durante la Estacionamientos por mañana, los minicientíficos construirán un Avenida Italia pequeño robot ensamblando piezas de madera, papel y cartón, que luego podrán Hay bicicleteros manejar a control remoto. Hay espacios Inscripciones en habilitados para que los papás esperen a sus stgomakerspace.com hijos mientras aprenden y disfrutan del curso. Hasta el 03 Galería D21 de julio Fotografías de Vilches 29 de junio Centro Cultural Diana Santiago Gnocchis del 29 Arturo Prat 435, Metro Toesca La cineasta Denise Elphick viene perpetuando desde el 2013 la tradición 19:00 argentina de comer gnocchis los 29 de cada $5.000 un plato de gnocchis y mes para tener buena suerte. Desde hace una copa de vino dos meses lo hace en el Centro Cultural Estacionamientos por Diana Santiago, detrás de los tradicionales Arturo Prat Juegos Diana. En colaboración con el grupo de arquitectos Toma, el colectivo MAFI y los Hay bicicleteros alumnos de la FAU, 35 voluntarios cocinarán facebook.com/pages/ este domingo para más de 200 personas, a Diana-Santiago las que recibirán en un comedor comunitario. Nueva de Lyon 19, departamento El año 2010 el premiado artista nacional Eduardo 21, Metro Los Leones Vilches, grabador del Taller 99, profesor emérito Entrada liberada de la PUC y expositor en las bienales más importantes del mundo, recorrió el cementerio de Estacionamientos por Av. Punta Arenas con su cámara digital Nikon D60 al Providencia 2185, $800 cada cuello. Ahí retrató cómo la luz caía sobre los media hora jardines de cipreses y la arquitectura de los Las bicicletas se pueden dejar en solemnes mausoleos, interesado por la la terraza de la galería interacción entre los árboles “convertidos en departamento21.cl/galeria-d21 personajes y la arquitectura creada en memoria de los que ya no viven en este mundo”. El resultado son 25 imágenes de formato mediano que se pueden ver hasta el próximo jueves. 8 4_mapa.indd 8 27-06-14 17:39 viernes_en ruta 27 de junio al Centro Mori del 13 de julio Parque Arauco Teatro de machos 28 junio Teatro Italia Fiesta Gay Avenida Italia 810, Providencia Aunque las organizaciones que luchan por la igualdad de derechos para las personas LGBT 23:00 a 5:00 suspendieron la marcha de este sábado debido al $7.000 partido de Chile, el ánimo de celebrar se mantiene. Estacionamientos por Y es que mañana se cumplen 45 años desde los Avenida Italia disturbios de Stonewall, las manifestaciones gay que en 1969 surgieron espontáneamente en las Hay bicicleteros calles del Greenwich Village, en Nueva York, en lemonlab.cl contra de la represión. La fiesta en el Teatro Italia contará con cuatro djs y las dobles de Lady Gaga y Rihanna, quienes harán un show especial. Av. Kennedy 5413, Subsuelo La obra La sexualidad secreta de los Boulevard del Parque Arauco, hombres es uno de los mayores éxitos Las Condes teatrales del dramaturgo y siquiatra Marco General $10.000 Antonio de la Parra: ha sido nominada al Altazor por la dirección teatral y a los Estacionamientos en el premios Apes por la dramaturgia. Y a partir Parque Arauco de hoy estrena una nueva -y breveHay bicicletero temporada. Desde el niño que descubre su virilidad frente al espejo, hasta el hombre centromori.cl/teatros/ parque-arauco maduro que pierde la batalla contra el cuerpo, la obra reflexiona sobre la identidad sexual de los machos con ironía y humor. 28 junio Teatro La Cúpula Fiesta y reggaetón Parque O’Higgins, metro El dúo de reggaetón Plan B, compuesto por Rondizzoni los primos puertoriqueños Chencho y Madly, 22:00 ha colaborado desde los inicios de su carrera el 2002 con artistas de la talla de $20.000 Daddy Yanqui y Guelo Star. Ahora la Estacionamientos por agrupación llega a Santiago para hacer calle Rondizzoni bailar y gozar con un concierto y una mega fiesta que denominaron “Candy Night”. Hay bicicleteros Éxitos como “Es un secreto”, “Por qué te teatrolacupula.cl demoras”, “Si no le contesto” resonarán en el Teatro La Cúpula para todos los reagaettoneros de corazón este sábado. 28 de junio Sala SCD Bellavista Recital de Mauricio Redolés Santa Filomena 110, Recoleta. Los noventa están de moda y una buena Metro Baquedano. manera de recordarlos es escuchando 21:00 discos que sonaron como himnos de esa década. "¿Quién mató a Gaete?," de Preventa $6.990 y puerta Mauricio Redolés, se transformó en una $9.990. de las piezas clave y este sábado volverá Entradas a la venta en Ticketek y a ser coreada. El poeta y cantante se en boleterías de la sala. presentará junto a su banda “Los Descuentos” en un concierto en el que Estacionamientos por Pío Nono esquina Bellavista. recordarán sus grandes temas. www.mauricioredoles.cl 9 4_mapa.indd 9 27-06-14 17:30 viernes_gastronómico La guía rica Los datos imperdibles de la semana para aprender, comer y disfrutar Ilustraciones: Catalina Bu En marzo entró en vigencia la Ley 20.729, que obliga a los restaurantes a sugerir el 10% de propina para los meseros en la cuenta. Esto ha generado confusión, porque al incluirla en la cuenta muchas veces se da a entender que es obligación pagarla y no que se trata de una sugerencia. También lleva a que los comensales terminemos enfrascados en una discusión respecto de cómo estuvo el servicio y de si pagaremos o no por él. ¿Qué hacer? Se debe exigir un servicio atento y conocedor de lo suyo, y pedir que los restauradores se hagan cargo de capacitar a su personal. Exigir y pedir… no sugerir. PRODUCTO FERIA LIBRE Panes Frutas exóticas Todos los viernes se instala la feria Los Concilios, en la calle Pedro Navia, entre Arquitecto Pauly y la avenida Chile España, y por su tamaño y ubicación este mercado hace que uno recuerde a esas antiguas ferias de barrio. En ella se encuentra el puesto de don Jorge Cabrera, que tiene una deliciosa variedad de frutas algo exóticas o poco frecuentes, como noni, maracuyá, papayas (no chilenas), feijoa, mancaqui; esto, además de otras frutas más conocidas como manzanas, mandarinas, frutillas. Todo es de muy buena calidad y además el cliente puede elegir. Un buen dato. Dónde: Los Concilios, Providencia Cuándo: viernes de 9:00 a 13:00 PLATO Garbanzos caserol La cocina del Guria goza de buena vida. Un ejemplo de ello es esta receta que prepara garbanzos en un caldillo de congrio y le agregan camarones. Al plato le añaden un sofrito hecho con las carcasas de camarones, chorizo y pimienta, mezcla que termina aportando un sabor delicioso. Es un plato para deleitarse y más que recomendable para los días fríos. Dónde: pedidos a domicilio a través de biodeli.cl o al mail [email protected] Precio: $4.200 cada uno Dónde: en Manuel Montt 1599, Providencia Tel: 2474 6605 Horario: de martes a domingo de 13:00 a 15:30 y 20:30 a 23:30, excepto domingos Precio: $6.560 guria.cl RESTAURANTE BEBESTIBLE El Jardín de Epicuro Si quiere sorprenderse con una cocina sabrosa, entonces este restaurante es para usted. Nació como un emprendimiento de Raquel y Joseph, dos profesores de filosofía que tras vivir seis años en Caboya, eligieron Chile para establecerse. Aquí un excelente chef se encarga de preparar recetas que fusionan la cocina catalana, francesa y chilena, con delicias como una entrada de papas hilo con huevo trufado, ostiones con jamón serrano o una escalopa de foie gras flambeada al cognac. Preste atención a una especie de risotto que preparan con mote y setas, vegetales grillados y cubos de queso camembert apanado y al pastel de queso de cabra con glacé de tomillo. Por Ana María Rivero Pérez Cronista gastronómica Imagínese el lujo de poder tener todas las semanas un pan preparado por uno de los mejores panaderos de este país. El maestro panadero Pepe Acevedo prepara una llamada masa madre fermentando largamente una mezcla de agua y harina –es decir, no utiliza levaduras ni aditivos ni preservantes– y sólo los viernes en la madrugada hornea sus panes que tienen son deliciosos, quedan con una corteza dorada crujiente y con una miga perfecta. Hace cuatro tipos de panes: de aceitunas, romero y aceite de oliva; de nueces con higos; multicereal de trigo, centeno, quínoa, avena y alforfón orgánicos y un centeno orgánico. Cada pan pesa poco más de un kilo. Dónde: en Orrego Luco 034, Providencia Tel: 2710 5451 Horario: de lunes a sábado de 13:00 a 23:00 eljardindepicuro.cl Viejas tinajas SÁNDWICH Grillada En el reino de las hamburguesas, La Burguesía se ha ganado un lugar en el podio. Es donde sirven una de las mejores hamburguesas de la capital y en esta ocasión la elegida es la grillada. Este sándwich tiene varias gracias y una es la calidad y abundancia de su carne que se sirve con tocino, aros de cebolla caramelizada, queso azul, salsa de barbacoa hecha a la cerveza. Pero además tiene una sabrosa diferencia con el resto de las hamburguesas; ésta viene entre pan de molde prensado en queso cheddar grillado… que le viene bastante bien. El enólogo de la viña De Martino, Marcelo Retamal, hizo una doble apuesta: eligió la cepa cinsault –poco común en Chile– y decidió vinificarla en antiguas tinajas de arcilla; es decir, nada de madera ni acero inoxidable, y sin intervenir demasiado en el proceso. Lo que resultó fue un vino de color rojo intenso, fresco, frutoso y con muy buena acidez, que se ha convertido en referente. ¿Con qué se acompaña? Idealmente con carnes rojas o bien con lo que a usted más le provoque. Dónde: en La Cav del Costanera Center, local 1206 Precio: $12.900 demartino.cl Ilustración filigrana: Constanza Figueroa LA PROPINA Dónde: en Santa Magdalena 99, local 3, Providencia Tel: 2231 3407 Horario: de lunes a viernes de 13:00 a 16:00 y de 19:00 a 22:30 Precio: $5.700 10 4_gastronómico.indd 10 25-06-2014 20:53:21 11 MKT.indd 13 25-06-2014 23:12:40 viernes_tecnología Data deporte Cada vez más marcas se suman a la tendencia del wearable, que integra la tecnología al cuerpo y lo que se lleva puesto, para convertir a sus usuarios en mejores deportistas. Por Henriette De Visscher Ilustración: Edith Isabel Polera OM Signal Up & Running Kit Esta polera traduce lo que le pasa al cuerpo cuando está haciendo ejercicio gracias a un sensor que registra la información y la envía por Bluetooth al Smartphone. Con el objetivo de mejorar los movimientos y tener una visión práctica de la biología corporal mientras de ejercita, analiza, entre otras cosas, la frecuencia respiratoria y el ritmo cardíaco. Sólo disponible para iOS y se puede comprar en omsignal.com por $200 USD. Pulsera SmartBand SWR10 Raqueta de tenis Babolat Play Pure Drive La raqueta conectada tiene sensores integrados en el mango que registran la fuerza, el tipo y el número de golpes, además del lugar preciso en el que fue realizado. A penas el partido ha terminado, se pueden consultar los resultados desde un Smartphone, y con ellos motivarse para mejorar el rendimiento y la técnica. Pronto a la venta en Chile. Disponible en varios colores, esta pulsera es más elegante y pop que un reloj. Resistente al agua, se lleva de día y de noche y calcula la actividad física, monitoriza el sueño, registra la música escuchada y los momentos en que uno saca fotos, dando una imagen completa de la vida cotidiana de su dueño. Pronto disponible en Sony Chile. Calcetines Zapatillas Sensoria Fitness Socks Bundle Nike Lunar TR 1+ (hombre) y HyperWorkout (mujer) Con esta prenda se pueden registrar los movimientos desde el tobillo. El producto, que viene con cuatro pares de calcetines de tela y una tobillera electrónica que se ajusta magnéticamente en el puño de los calcetines, calcula la velocidad, las calorías quemadas y la distancia recorrida. Además, sigue la técnica de aterrizaje y la distribución del peso en el pie para caminar y correr correctamente, evitando lesiones. Pronto a la venta. Estas zapatillas, con modelos para hombre y mujer, tienen sensores que permiten calcular las calorías quemadas, el tiempo de entrenamiento y el número de repeticiones de cada ejercicio. Todo se registra en la aplicación Nike + (disponible en iOS y en Android), que permite compartir cada performance –medida en puntos Fuelpoints– en la comunidad online de la marca. Pronto a la venta en Chile. 12 4_tecnologia.indd 12 25-06-2014 21:06:46 27,2x34,8 pag segunda copia.pdf 1 25-06-14 13:37 C M Y CM MY CY CMY K 13 IMPORTADORA.indd 7 25-06-2014 23:13:45 viernes_reportaje 14 3_Mapuches.indd 14 26-06-2014 0:04:28 viernes_reportaje Mapuches urbanos Son una generación que nació y se crió en la ciudad, muy lejos de las tierras de su pueblo. Son profesionales, cosmopolitas, sofisticados y ambiciosos. Desde sus distintas esferas de influencia, buscan irrumpir en el debate público para ser reconocidos como una nación por el Estado. Son mapuches urbanos, que no reniegan de la deuda histórica de tierras, pero que sienten que su lucha es otra. Van por más. Hoy están reunidos en la Enama, el Icare de los mapuches. Por Natalia Ramos y Javier Rodríguez Ilustraciones: Edith Isabel N o han vivido en rucas, no se comunican en mapudungún y su relación con la tierra se limita a lo transmitido por sus familiares o a vivencias veraniegas. Forman parte de la primera o segunda generación de profesionales en sus familias, están instalados en la clase media, y se describen a sí mismos como mapuches urbanos. “No somos como la comunidad judía, que tiene magnates que financian sus instituciones. Tenemos las redes y nos movemos. Somos más inteligentes que millonarios”, dice Pedro Cayuqueo, periodista, director de Azkintuwe (El diario del país mapuche), creador del sitio web Mapuchetimes, tuitero influyente y vicepresidente de Enama, corporación que busca reclutar a cuanto mapuche profesional existe en este país. La Enama (Encuentro Nacional Mapuche) funciona en Temuco desde el 2011, con un directorio de seis miembros, con 90 personas que actúan como colaboradores y agrupa a más de 4.000 profesionales, a los que inscriben detalladamente en cada una de sus actividades. Una casa antigua, remodelada prolijamente, es el centro de operaciones de la corporación, en plena Avenida Alemania, símil temuquense de Las Condes. Desde allí emprenden una batalla que no se circunscribe a lo terrestre. Su gran objetivo es conseguir que Chile sea plurinacional, lo que implica que el Estado reconozca la existencia de distintas naciones dentro de su territorio, tal como lo han hecho en su Constitución otros países como Bolivia, Ecuador y España. Aparte de los mapuches, acá también se cuenta a aimaras, atacameños, quechuas, collas, diaguitas, rapanuís, kawésqars y yaganes. “Nos tomamos el mejor salón de eventos de Temuco”, dice Hugo Alcamán, comandante en retiro de la FACh y presidente de Enama, orgulloso, sobre los eventos que realizan en el Hotel Dreams. “Al ser profesional, tienes otro nivel de ingresos. Te instalas en la clase media, tienes otra exigencia, quieres lugares bonitos y buenos”. En cada cumbre de la Enama, el Ciclo de exposiciones vivenciales, testimonios al estilo de charlas motivacionales, es la columna vertebral del encuentro. La participación de Marcelo Salas Melinao, en la primera cumbre del 2012, fue la más popular. “Soy mapuche, como muchos acá. Tuve la bendición de explotar mi talento y de haber logrado lo que logré en mi carrera, no sin antes pasar por muchos sacrificios y soledad. Así me fui un día en la noche a Santiago, con lo que tenía puesto y sentado al lado del baño del bus. Bueno, después ya conocen mi carrera”, dijo el Matador en aquella ocasión. El espectro de profesiones ejercidas por los mapuches también es un punto explotado en las convenciones. “Somos un pueblo con muchos poetas y pocos ingenieros. Los primeros imaginan y los segundos construyen, pero cada día está surgiendo una cantidad tremenda de ingenieros”, dice Cayuqueo. Esto se verá plasmado en la publicación, a fin de año, de una guía “con más de cinco mil profesionales mapuches”; que funcionará como una especie de páginas amarillas. “Uno de los objetivos que tenemos es visibilizar el sector técnico y profesional, dar cuenta de que no es sólo un discurso, sino que es la realidad: más de 5 mil personas con nombre y apellido, RUT, profesiones y títulos”. 15 3_Mapuches.indd 15 26-06-2014 0:04:48 viernes_reportaje “No somos como la comunidad judía que tiene magnates que financian sus instituciones. Somos más inteligentes que millonarios”, dice Pedro Cayuqueo. El director de Enama, Juan Cayupi, es vulcanólogo especializado en Japón y trabaja en la Onemi. “El mensaje es: estudiar, salir adelante, no quedarnos enterrados en la tierra y en la pobreza”, dice el experto en cráteres. Eliseo Huencho, arquitecto y jefe de la División de Edificación Pública del MOP, es otro que ha contado su historia. El 2003 creó la Guía de Diseño Arquitectónico Mapuche para espacios públicos y edificios, que toma principios de las rucas para aplicarlos en construcciones modernas, como la Aldea Intercultural de Curarrehue, el Hogar Indígena de Padre Las Casas y la Escuela del Naranjo de Lonquimay. Cree que mostrar la diversidad que se puede encontrar dentro del mundo mapuche “es uno de los principales aportes de Enama”. El padre de Teresa Catrileo, presidenta del Colegio de Nutricionistas en 2011 y 2012, dejó La Araucanía en las primeras décadas del siglo pasado para estudiar en la capital. Logró graduarse de contador auditor y se casó con una odontóloga. “Tuvo la visión de que lo más importante son los estudios. Las oportunidades y la educación son claves para poder salir al éxito, y eso es lo que le ha faltado al pueblo mapuche”. Su hermano Adrián Catrileo, ingeniero agrónomo con un doctorado en Inglaterra y ex director del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Temuco, no está de acuerdo con que al mapuche se le siga relacionando exclusivamente con la tierra. “Ya deberían asociarlo a lo intelectual. Ha habido un escalamiento en la educación que ha permitido que muchos jóvenes sean profesionales”, explica. El arribo de la corporación a Santiago en los próximos meses es otro de los pasos principales de su plan. Esta expansión se debe a que buena parte de quienes asistían a las conferencias viajaban desde la capital, y a que el 75% del millón y medio de personas que se declaró mapuche en el Censo de 2012 –a pesar de la mermada credibilidad de la encuesta- vivían en la Región Metropolitana y en Valparaíso. americano del neoliberalismo mapuche”. Cayuqueo no reniega del lobby y defiende sus reivindicaciones. “Aspiramos a lo mismo que desean Aucán o Héctor Llaitul (líder de la Coordinadora Arauco-Malleco, quien actualmente cumple una condena de 14 años en la cárcel El Manzano, en Concepción). La diferencia es que creemos que esto es posible a través del diálogo”. Para cumplir sus objetivos, la corporación ha realizado una estrategia de posicionamiento político transversal. Las negociaciones, encabezadas por Alcamán y Cayuqueo, comenzaron cuando Michelle Bachelet –en su primer período- los recibió en La Moneda. Luego siguieron con Joaquín Lavín, mientras fue ministro de Desarrollo Social. Sebastián Piñera se reunió con ellos luego del asesinato de la familia Luchsinger, en la Intendencia de Temuco, junto a más representantes indígenas. Según Cayuqueo, el encuentro terminó abruptamente. “Alcamán le planteó que el problema no era de Carabineros, sino de dos naciones que no estaban dialogando. Piñera se molestó; dijo que era inaceptable porque no había dos naciones y se fue”, recuerda. A poco andar la relación se compuso, tanto así que autoridades de la región, junto a organizaciones de la zona -Enama entre ellas- participaron en la redacción del proyecto Ley Araucanía, que proponía la inversión de $US 10 mil millones en 10 años en la zona. El punto más controvertido del proyecto, que fracturó la relación entre Enama y las organizaciones mapuches rurales, fue el que planteaba el pago de un “bono compensatorio alternativo a la entrega de tierras”. Finalmente, la ley no vio la luz. Aún así, los grupos mapuches tradicionales consideraron esto como una traición. “Nunca, en los 500 años de la llegada de los españoles a América, había aparecido un grupo que renunciara a la tierra. La ONU discutió por 20 años esto en la declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas, ¡y aparece este grupo para renunciar! Por eso han llamado la atención: son como un grupo nazi dentro de los mapuche”, dice Huilcamán. NORTE CLARO, SUR OSCURO El discurso de Enama les ha significado recibir distintos apodos, casi todos peyorativos, destacándose el de “mapuches de élite”. A Cayuqueo esto no le molesta. “Si hay un grupo aristócrata y conservador, son los mapuches. Toda nuestra relación social se basa en clanes familiares. No tengo problemas en que me vean como un mapuche aristocrático: mi abuelo fue lonko y claramente somos de familia azul. En ese sentido, creo que Plan Z con la serie Mapuches Millonarios (programa humorístico del extinto Canal Rock & Pop) mostraba una realidad indígena que existió y que causa risa porque los chilenos desconocen su historia”. Pese a la crítica, el nieto de lonko se ufana del nivel de convocatoria de Enama. “Este año Aucán Huilcamán convocó a una cumbre en el cerro Ñielol. Llegaron cerca de 90 personas. A la nuestra, 1.300”. Aucán Huilcamán, vocero del Consejo de todas las tierras y hombre ancla de la reivindicación mapuche en los ‘90, no evade la flecha. Para él, el problema son las ideas que promueven. “Representan el indigenismo”, dice, aludiendo al asistencialismo que los países americanos emplearon para resolver las demandas indígenas impulsadas por la OEA en los 50’. “Siguen propiciando una idea desahuciada en todo el continente”. RUCA OF CARDS La relación de Enama con los gobernantes de turno es criticada por el mundo mapuche radical. En blogs y diarios electrónicos de estos grupos se les ha tildado de “farsa multicultural neoliberal de la derecha” y de “sueño MAPUCHES DE CEMENTO En La Araucanía, los mapuches más radicales reclaman por la devolución de tierras ancestrales arrebatadas en el proceso de la Conquista con la figura del intendente Francisco Huenchumilla como copiloto. De hecho, la semana pasada, el mediático intendente sorprendió al anunciar que la solución al conflicto indígena pasaba por la devolución de tierras al pueblo mapuche, por parte del Estado. Tras esto, la Presidenta Bachelet anunció el martes que el Gobierno cuenta con un catastro que permitirá la compra de tierras para los pueblos originarios en los próximos cuatro años, proceso que irá acompañado de apoyo técnico y productivo a las comunidades. “Parte central del conflicto se basa en el despojo del territorio que sufrió el pueblo mapuche por parte del Estado”, dice Huenchumilla. Agrega que “tal como lo dijo la Presidenta, es necesario que iniciativas como esa se complementen con procesos que culminen con el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, y la necesaria participación de estos en las instancias donde se toman las decisiones que afectan al país”. Para lograr esto, dice, “se requiere un gran cambio cultural, que signifique que Chile reconozca que su fortaleza se encuentra radicada en la diversidad y la coexistencia de múltiples culturas”, señala el intendente. Aunque no responde si se siente representado por Enama, sí considera “valioso” el aporte que pueden hacer. Cayuqueo coincide con el orden de los factores: “Sería ser ciego no darse cuenta de que si no se resuelve el tema de la 16 3_Mapuches.indd 16 26-06-2014 0:05:03 viernes_reportaje tierra, que es una gran herida que tiene el pueblo mapuche, difícilmente podremos avanzar con nuestra agenda, que es mucho más amplia. Trabajamos con el mundo urbano y profesional, que hoy es mayoritario en el mundo mapuche y que tiene nuevas aspiraciones que son propias de un pueblo que va avanzando y se va desarrollando”. Pero también Cayuqueo tiene un punto de vista radical: “un 70% del pueblo mapuche simpatiza con la demanda de las tierras. Pero si les preguntas si quieren las tierras, probablemente la mitad te dirá que preferirá otro tipo de beneficios. Jubilación anticipada, educación gratuita, un perdonazo en el Serviu, porque mucha gente hizo su vida en la ciudad y su objetivo no es volver al sur”. El Congreso es otro flanco que la corporación ha buscado conquistar. A fines de julio realizarán un homenaje a los diputados mapuches del siglo pasado. Aunque actualmente no hay parlamentarios indígenas, Enama espera lograr estos cupos en el marco de la reforma al sistema binominal. “Esperamos retomar esa senda, para sacar el conflicto actual de la batalla callejera y rural entre campesinos mapuches con la fuerza pública o con las forestales, que es en donde se ha entrampado los últimos veinte años”, dice Cayuqueo. MAPUCHES COMO JAPONESES Pero más allá de lo político, Enama ha conquistado otros escenarios: el 1 de junio lograron incluir a Miguel Angel Pellao en el espectáculo Voces de la Tierra organizado por la alcaldía de Santiago y el Consejo de la Cultura en el Teatro Municipal, donde el tenor pehuenche compartió escenario con la pianista rapanuí Mahani Teavé y la cantante aimara Sandra Caqueo. Con el Teatro Municipal lleno, los mapuches salieron de las páginas de crónica para ocupar las sociales. Haciendo un trabajo semi invisible, continúan infiltrando exponentes en distintos ámbitos que van desde la academia, pasando por la cultura, hasta la cocina. José Luis Calfucura, el “Mapuchef”, es su principal exponente. En su casa de Cerrillos armó una cocinería que se llena todos los domingos de comensales que peregrinan desde lejanas comunas. Si se trata de una proyección de los mapuches a largo plazo, Cayuqueo es concluyente: “Una vez Lavín me preguntó cómo me imaginaba a los mapuches del siglo XXI y le dije que como los japoneses: modernos, tecnológicos pero, terminada la hora de trabajo, impregnados nuevamente de su identidad”, remata el nieto de lonko. v 17 3_Mapuches.indd 17 26-06-2014 0:05:17 viernes_testimonio José Pedro Godoy Retrato de mi padre El artista José Pedro Godoy es el mayor de tres hermanos y único hijo hombre de Ricky Godoy y Pilar Herrera. Ha expuesto su obra en el MAVI y en Nueva York y este año fue parte de la muestra “Sub 30”. 18 4_Godoy.indd 18 25-06-2014 21:02:32 viernes_testimonio Ricky Godoy (1961-2014) Motoquero La última vez que el artista José Pedro Godoy (28) vio a su papá, el motoquero Ricky Godoy, fue en un almuerzo familiar. Comieron porotos junto a su mamá, Pilar Herrera, y el pololo de José Pedro, el escritor Pablo Simonetti en la pastelería Hildegard, el negocio fundado por Ricardo y Pilar hace más de treinta años en la calle República de Israel, en Ñuñoa. Días después, Ricky y Pili partieron junto a un grupo de chilenos a un viaje en moto por Europa. Planeaban estar un mes recorriendo, pero a las dos semanas, el 5 de junio, en la carretera N67 de Ennistymon, en Irlanda, ocurrió un accidente fatal. Ricky Godoy, fanático de las ruedas desde niño y conductor del programa Mototemáticos del Canal Vive Deportes!, tomó una curva al mismo tiempo que un motoquero alemán. Se impactaron de frente. Y ambas motos estallaron. Este es el testimonio de un hijo artista que aprendió a valorar las diferencias que tenía con su padre motoquero y, desde ahí, establecer una estrecha relación basada en la pasión y la libertad. Por Sofía Aldea y Juan José Richards Fotografías: archivo familiar Godoy Herrera Retrato: Sabino Aguad “M i papá siempre fue fanático motoquero. Tuvo su primera moto a los 12 años, se iba al colegio en moto, sus hermanos andaban en moto, su primo favorito se murió en un accidente de moto. Incluso sus dos abuelas andaban en motoneta. Siempre amó este mundo. Yo en cambio, nunca enganché. Me acuerdo una vez que me regaló una para mi cumpleaños y fue como ¿una moto? Yo tenía 10 años y a mí lo que me gustaba era pintar y dibujar. La primera vez que me subí, aceleré de más y casi me caigo. Él, que era muy mal genio, me retó. Y yo lo mandé a la chucha. Nunca más traté de aprender ni él nunca más trató de enseñarme. Mi papá venía de una familia rara, una de sus abuelas se separó joven, la otra enviudó temprano y fue muy independiente. Mi abuelo, su papá, también se hizo solo: cuando tenía 14 años limpiaba un salón de billar y era maestro chasquilla de una casa de putas. Su contexto familiar fue bien particular y eso lo marcó. Tener un papá motoquero es distinto. Cuando chico, una vez me llevó a andar en bicicleta, seguramente contra mi voluntad. Era un panorama aventurero y deportivo, como a él le gustaba. Entre su apuro, mi torpeza y alguna discusión, tiré mi bici al suelo y le dije: “papá, tú y yo somos muy distintos”. Después de eso nos devolvimos los dos caminando a la casa con la bici al hombro. Él era súper rudo, tenía una cosa de liderazgo muy fuerte, pero a pesar de todo lo que proyectaba, no era prejuicioso y se daba el tiempo de conocer a la gente. No quiero idealizarlo, pero me sorprendía el trato que tenía con las personas. Tenía muchos amigos muy distintos, pero a todos los unía la moto. Él decía que daba lo mismo la moto que tuvieras, que lo importante era andar en moto. En el mundo motoquero se genera esa hermandad. 19 4_Godoy.indd 19 25-06-2014 21:03:15 viernes_testimonio El 15 de junio, motoqueros de todo Chile viajaron a Pirque para despedir a Ricky Godoy. Una inédita caravana de 4.500 motos escoltó sus restos. Le gustaba viajar, pasarlo bien, conocer gente. Y en esos viajes encontró los momentos para que estuviéramos juntos. Fuimos al Amazonas, a la Patagonia, a Tierra del Fuego. En esos viajes me di cuenta de que él conocía a mucha gente. Era amigo de los pacos, de los funcionarios de los pasos fronterizos, de la señora que vendía pan, de la familia que tenía una granja y que prestaba la casa como hospedaje. Igual tenía un lado bien convencional: se casó, tuvo una familia estructurada, nos iba a dejar al colegio. Fue un papá muy presente y permisivo. Y desde temprano empezó a cachar que yo no iba a ser su clon. Mi abuelo, su papá, era artesano. Desde chico yo pintaba con él en su taller y mi papá lo fue entendiendo. Para él podíamos hacer lo que quisiéramos, mientras fuéramos felices. Nunca nos impuso continuar lo que él hacía. A los 16 años, cuando le conté que era gay me puse a llorar y él me agarró la mano y me dijo: no llores porque somos familia y la familia es incondicional. Me imagino que le costó, pero nunca me lo hizo ver. Cuando alguien hacía un comentario homofóbico mi papá les decía: Oye, mi hijo es gay, ubícate. No le avergonzaba ni se hacía el hueón con el tema. En tercero medio, un profesor me dijo sensible. Mi papá se enojó, fue a hablar al colegio y los mandó a todos a la chucha. Era rudo, pero muy cariñoso. Con este rollo de la masculinidad hay cosas que no se hablan, pero que se van entendiendo. Aprendimos a respetarnos sin la necesidad de explicitar las diferencias. Fuimos con él, y el resto de mi familia, a la primera Marcha por la Diversidad en 2011. Incluso con mi mamá se sacaron una foto junto a la bandera gay. Cuando hace cuatro años conocí a Pablo y le conté que estaba pololeando con él, lo primero que me preguntó fue: “¿tiene perro?”. No le importó que fuera una figura conocida ni que él y Pablo tuvieran la misma edad. Siendo súper distintos, se llevaban increíble. Mi mamá nunca aprendió a andar en moto pero lo acompañó siempre. Vivían en la misma calle de Ñuñoa, en Suárez Mujica. Primero mi papá pololeó con la mejor amiga de mi mamá, hasta que ella le dijo: Pili, estoy pololeando con un gallo que es para ti. A los 17 empezaron a estar juntos y se casaron súper chicos, él de 22 y ella de 21. Su luna de miel fue un paseo en moto. No tenían ni un peso. Mi mamá sacó un curso de secretariado rápido y mi papá hizo cursos de pastelería y hotelería en Alemania. A él lo que más le importaba era ser independiente. Pensaron que una pastelería era un buen negocio y de a poco empezaron a vender chocolates puerta a puerta. Se instalaron en el garaje de la casa de mis abuelos y ahí nació la pastelería Hildegard, que era el nombre mi bisabuela. Cuando la pastelería creció quisieron tener una casa independiente del trabajo y nos fuimos a vivir a Pirque. Ahí nacieron mis hermanas mellizas, Isadora y Pilar. A la casa le pusieron “La oración”. Es una parcela de una hectárea con un jardín bien bonito. Mi papá no era mucho de animales, pero de a poco empezó a recogerlos. Una vez iba saliendo de la casa y en una bolsa de basura encontró a unos cachorros exquisitos y terminamos teniendo 15 perros y 7 gatos. Una vez le dije que yo no quería tener perros porque no podría soportar que se murieran, y él me respondió: “pero si es así, uno no puede disfrutar nada en la vida”. Y es verdad. Cuando dejas de hacer algo por miedo a perderlo, dejas 20 4_Godoy.indd 20 25-06-2014 22:09:03 viernes_testimonio también de disfrutar. Ahora pienso en la moto porque siempre existió el riesgo de que le pasara algo. Si hubiese dejado de correr, quizás habría tenido una vida más larga, pero habría sido una vida miserable. Hace tres años mi papá tuvo un infarto, consecuencia de un accidente en moto en Bolivia. Quedó muy mal, y ni siquiera podía mover los ojos, pero se recuperó rápido. Los doctores le dijeron que no podría andar en moto por un mes, pero a las dos semanas ya estaba andando dentro de la casa gritando “aquí voy en la grandiosa”. Era porfiado. A él le gustaba el riesgo, a mí me gusta pintar. Yo no soy de adrenalina, ni siquiera voy a Fantasilandia, pero la pasión por lo que cada uno hace, nos unía. Cuando le dije que quería estudiar arte, mi papá fue puro apoyo. Él era tan ajeno al mundo del arte como yo del mundo de las motos, pero en la medida que podíamos estar, estábamos. Me llevaba los bastidores de los cuadros en su camioneta, me pasaba a buscar al taller. Me compraba las telas, los pinceles, la pintura. Y nunca me hizo una crítica desde el punto vista artístico, porque ante todo mi papá era fan mío. Yo podía subir la foto del cuadro más obsceno a Instagram y él le ponía like al tiro, a todo. En su casa hay muchos cuadros pintados por mí, unos horribles que preferiría olvidar y otros más nuevos. Estaba muy orgulloso de mí y de la pasión que siento por lo que hago. Mi papá firmaba sus mails con una frase que decía: la vida es pasión, la pasión es vida. De él heredé la idea de que no hay nada mejor en la vida que ser independiente. Y esto no solo aplicado a lo laboral. Se trata de disponer de tu vida como uno quiera. Desde elegir a qué hora te levantas hasta qué es lo que piensas. Es en lo doméstico donde se define tu vida. El 5 de junio estaba en mi taller cuando por Facebook un hueón me dijo ‘oye, disculpa que te dé esta noticia, pero tu papá tuvo un accidente’. Yo me quedé mudo. Y él siguió: ‘lo siento, pero tu papá murió y tu mamá está grave’. Con ese tino. Llamé a Pablo, me pasó a buscar al taller y nos fuimos a Pirque. Quería ser yo el que les contara a mis hermanas. El accidente fue muy violento, era para que mi mamá y mi papá se mataran. La moto de mi papá se encontró de frente con la moto de un alemán, virando en una curva, y chocaron. El otro motociclista se murió inmediatamente calcinado, pero mi papá alcanzó a empujar a mi mamá a un pastizal para salvarla del choque. Es milagroso que a ella no le haya pasado nada. Me siento tranquilo de que mi mamá haya alcanzado a despedirse de su marido. Fue una muerte rápida, pero estaba con ella y alcanzó a verla bien. Mi mamá no quiso que fuéramos a Irlanda porque le tranquilizaba mucho más saber que estábamos acá juntos, esperándola. Después del accidente, durante los diez días que esperamos que volvieran Chile, hablamos permanentemente con mi mamá, quien nos hizo parte de todo lo que vivió. Nos mandó fotos de mi papá y de la ceremonia que le hicieron allá. Creo que fue mejor así. Mis papás se hicieron personas juntos y allá ella tuvo un tiempo para vivir el duelo como mujer y no como mamá. En muchos sentidos, creo que mi papá se murió como se tenía que morir: andando en moto, chocando con otra moto, viajando, en un lugar precioso, y al lado del amor de su vida”. v 21 4_Godoy.indd 21 25-06-2014 22:09:50 viernes_crónicas de ciudad Valencia (El río no estaba ) Por Elvira Navarro para revista Viernes Ríos desaparecidos, yonquis y tanques conviven como fantasmas en esta crónica sobre Valencia. La real, la imaginada y la distorsionada por la infancia son las tres ciudades que Elvira Navarro conjuga, o conjura, aquí. Ilustración: Mathías Sielfeld L o primero: esas palabras que recuerdo como en sueños, pero que fueron dichas en el 81, cuando yo apenas hablaba. Aconteció algo lo suficientemente dramático como para que aquella escueta frase de mi abuela ‒no hay que moverse‒ haya permanecido en mi memoria. Tampoco olvido la llegada esa misma noche de mi padre. Durante mucho tiempo creí que mi padre había salido de Valencia cuando mi abuela pronunció el No hay que moverse, poco después de que los tanques de Jaime Miláns del Bosch comenzaran a patrullar la ciudad. Según este recuerdo, mi padre atravesó la meseta con el país en vilo hasta llegar al andaluz valle de los Pedroches para recogerme. Siempre me había fiado de esta elaboración apócrifa por suponer que ya por aquel tiempo mi padre empezaba a olfatear las posibilidades laborales que tenía en Valencia. Sin embargo, preguntas ulteriores, cuando yo alcancé la edad de dudar de los registros propios, arrojaron luz: en efecto, esa noche mi padre llegó a la casa de mi abuela y pernoctó allí. Pero no venía de Valencia ni había atravesado una España temblorosa 22 4_crónica urbana_v2.indd 22 25-06-2014 21:10:11 viernes_crónicas de ciudad ante los militares golpistas. Venía de visitar a un cliente de un pueblo cercano, y Valencia no era aún nada en nuestro horizonte familiar. ¿Por qué entonces yo he estado años convencida de que la noche del golpe de Estado del 23-F mi padre había llegado a casa de mi abuela procedente no del pueblo de al lado, sino de Valencia? Sin duda porque unos hechos acontecidos un año más tarde, en el 82, vienen a superponerse a los de ese día. En esa ocasión mi abuela y yo aguardábamos frente a la tele las noticias sobre las inundaciones de la ciudad del Turia, donde estaban mis padres. Las lluvias torrenciales habían derrumbado la presa de Tous y la comunidad valenciana sufría una riada que pasaría a la historia como una de las más funestas del siglo XX en España. El televisor escupía imágenes de los desastres causados por el agua, que en algunas localidades había llegado hasta los ocho metros de alto. Yo sólo recuerdo la escena de un coche arrastrado por la corriente. Mi abuela, pájaro de mal agüero como tantas mujeres educadas en el nacionalcatolicismo, sólo esponjaba su imaginación con las desgracias. Viendo ese coche, se le ocurrió que mis padres podían ir dentro, y lo dijo en alto. No la culpo. En la época y en el estrato social en que había crecido, los niños se consideraban piedras. A mi abuela no se le ocurrió que yo, con tres años y medio, pudiera retener esa imagen del coche arrastrado por la fuerza de la corriente en una calle de Valencia y añadirle a mis padres. Es extraño que aquella niña que yo era no sintiese angustia, sino sólo curiosidad por cómo llegaría su papá (era él quien siempre iba a recogerme a la casa de la abuela) del viaje a la capital levantina. Quizá mi padre aún estuviera mojado cuando atravesara el umbral de la puerta, o cubierto de barro. Yo lo ignoraba todo sobre la muerte. Ni mi padre, ni mi madre ni por supuesto yo lo sabíamos, pero faltaba muy poco para que el gobierno de Felipe González considerase anárquica la manera en la que se concedían las licencias de obra y las paralizara durante el tiempo suficiente como para obligar a mi padre a disolver su distribuidora de materiales de construcción, que estaba en Córdoba. Fue entonces cuando Valencia, ciudad de la que yo me había fabricado una idea sesgada (cómo no), infantil, gris (los tanques de Miláns del Bosch y las inundaciones), comenzó a barajarse como lugar de residencia. El gobierno socialista tuvo un papel decisivo en todas estas idas y venidas de mi familia. La sucursal de la agencia de viajes que mi padre comenzaría a montar en la valenciana calle Císcar acabaría subcontratada por el PSOE para organizar los viajes de los jubilados hasta que un desencuentro con el gobierno la llevó a la ruina, pero esa es otra historia. En septiembre del 84, tras un verano en el que mi madre fue vaciando una casa de dos plantas con piscina (nunca volveríamos a tener una casa igual), partimos en el coche rumbo a Levante, cantando “Valencia come mierda con paciencia con cuchara y tenedor”, versión soez y malévola del pasodoble de José Padilla, que dice en su estribillo “Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del color”. El desquite era de mi madre, que ejercía de pediatra en Córdoba y que no quería marcharse de Andalucía. Antes del traslado, esa ciudad a la que se había ido a vivir mi padre y contra la que mi madre cantaba había dejado de ser para mí una desconocida. Un viernes por la noche mi madre y yo tomamos un tren nocturno que nos escupió en la Estación del Norte el sábado por la mañana. Desde allí fuimos al piso que mi padre tenía alquilado en el barrio del Carmen, centro histórico devastado por la pobreza, la droga y la inconsciencia de lo que significaba el patrimonio, idea que llegaría de Europa un poco más tarde y que sólo podría fructificar con el dinero que iba a correr durante los 90 y los primeros años del siglo XXI en una España que renunciaría a su industria ‒a su autosuficiencia‒ a cambio de burbujas inmobiliarias y turismo low cost. Mi primera imagen de esa ciudad todavía ajena a la modernez y la euforia neoliberal fue la calle del Micalet, que rodea la basílica de La Virgen. Allí decenas de yonquis se apilaban alzando la mano hacia los pocos transeúntes que se atrevían a pasar entre ellos, y que eran vecinos del barrio, como mi padre. Mi madre me tapó la cara con su rebeca para que no viera a los toxicómanos, o quizá para que ellos no me vieran a mí. Con todo, yo pude mirar a través de una rendija a aquellos seres famélicos y atontados. No eran ellos lo que yo buscaba, sino las palomas, grises como el cielo encapotado de aquel fin de semana y como las imágenes que mi cabeza infantil archivaba de la ciudad antes de haberla visto. Puesto que nada iba a ser gris durante mis primeros años en Valencia, el gris de mi memoria infantil quedó asociado a una extraña y lejana época en la que la villa había sido devastada por una inundación. Yo sólo había sido testigo directo de uno de sus rescoldos: el río Turia. Debió de ser, me estuve diciendo durante años, al poco de llegar cuando vi (y habría jurado mil veces que lo vi) el Turia en su cauce natural, partiendo en dos la metrópoli, gris plateado y poseedor de esa amenaza de riada que ocupaba un lugar destacado entre mis recuerdos por apelar de igual manera al futuro y a la muerte. Luego ese cauce pasaría a llamarse antiguo cauce y a rebosar de jardines, fuentes, carriles bici: un parque dantesco en el lugar en el que antes había estado el amenazante río. ¿Cuándo se había hecho? Puesto que yo era una niña, no necesitaba que ese relato llamado conocimiento coincidiera con los hechos. Dicho de otro modo: supuse que el desvío del Turia y los jardines del antiguo cauce se hicieron poco después de la llegada de mis padres y mía. Con veintiséis años, mientras abordaba la última de las historias de mi primer libro, La ciudad en invierno, volvió, poderosa, la imagen del río crecido en uno de esos días tormentosos de otoño, cuando el cielo estallaba de humedad y nubes, y la inminencia de la tormenta, qué digo, del diluvio universal, dotaba a todo de un carácter provisorio, y por ello intenso y fatalista. Y entonces dudé de la veracidad de mi recuerdo. ¿Por qué? Quizá por esa escrupulosidad de quien escribe algo realista. Las narraciones de La ciudad en invierno transcurren casi en su totalidad en Valencia. Supongo que tuve miedo de que un hipotético lector alzara el brazo en mitad de esa aula que es el silencio de toda lectura y dijese: imposible que este personaje adolescente guarde un recuerdo del Turia atravesando la ciudad. Investigué en internet; en efecto, yo no podía haber visto el Turia antes de que lo desviasen. El nuevo cauce se construyó en 1957. El río nunca estuvo en su lecho natural cuando yo era niña, sino en otro de márgenes dantescas y hormigonadas donde florecían los grafitis y las declaraciones hiperbólicas de amor. Me dio entonces por pensar que quizá en el fondo sabemos qué recuerdos se corresponden a los hechos y cuáles otros son interesados. Que la involuntariedad de las confusiones de la memoria es falsa, porque la voluntad siempre sirve a nuestras intenciones. Y que son estas, y no los recuerdos, las que se ocultan, porque aborrecemos saber lo que realmente queremos. v Elvira Navarro Escritora española, autora de La ciudad en invierno, La ciudad feliz (Premio Jaén de Novela) y La trabajadora. Fue incluida el 2010 por la revista Granta como uno de los 22 mejores narradores en lengua española menores de 35 años. 23 4_crónica urbana_v2.indd 23 25-06-2014 21:10:46 viernes_columna Vida doméstica, reforma y revolución Marcelo Mellado Escritor y profesor Premio de la Crítica 2008. Autor de Armas arrojadizas, La batalla de Placilla y La ordinariez. El fantasma reformista recorre Chile, que si bien apunta a zonas clave, ha dejado de lado espacios importantes que los que viven en Santiago (ciudad donde se gestó la obsesión reformista) son incapaces de ver. La reforma debiera comenzar por casa, es decir, al interior de nuestros sistemas más elementales de organización, incluida la familia y el nunca bien ponderado sistema doméstico. Es en el manejo de una casa en donde comienza la educación, la economía, el uso razonable de la energía y la administración política, por ejemplo. No puedo dejar de recordar a mi madre con su cuaderno de ingresos y gastos. Esto lo planteo, entre otras cosas, porque cada vez somos más los que trabajamos en o desde la casa, y es ahí donde –en la dura– acontece el genuino proceso revolucionario que cambia conciencias. Esto es justo lo contrario a esa imagen del rebelde romántico que huía de su casa para hacer la revolución lejos, eludiendo de paso la responsabilidad del seno familiar. Invadido por la necesidad de amueblar mi casa, he decidido hacerlo con desechos. Y no ha sido por un ecologismo radical, sino por la autoimposición de una actitud austera severa. En vez de comprar una mesa de comedor, me conseguí uno de esos carretes enormes que se usan para enrollar cables eléctricos y – luego de someterlo a la lija– quedó muy funcional y hasta bonito. Mi biblioteca y mi cama las hice consiguiéndome unos pallets que en el puerto está lleno y con algo de ingenio simple, logré un mobiliario ad usum. La lavadora es un balde que funciona con un palo que uso como paleta revolvedora, dato que provino de unos amigos marinos, pero que yo voy a perfeccionar poniéndole una rodaja de madera horadada, a la que en el centro le instalaré un palo de escoba, para Es en el manejo de una casa en donde el enjuague y el centrifugado. El ahorro de electricidad es enorme. comienza la educación, la economía, El relato doméstico es muy enriquecedor y el uso razonable de la energía y la lleno de posibilidades político literarias. Todas estas fórmulas que pueden parecer algo freak, administración política. No puedo intentan ser un testimonio razonable de cómo dejar de recordar a mi madre con su enfrentar una gran reforma que nos lleve a un cuaderno de gastos e ingresos. nuevo modo de vida. Tanto la derecha como el supuesto centro político y la izquierda, son extremistas. La asumisión de prácticas desreguladas en lo económico o querer construir un socialismo duro por vías institucionales son todas prácticas discriminatorias nacionales, que nos sitúan como una sociedad primitiva y casi tribal. Por eso, la reforma cultural y ética es también necesaria y –quizás– sea previa, o al menos paralela, a la reforma educacional. v 24 4_columna mellado.indd 24 25-06-2014 21:12:07 viernes_objeto de la semana Bamboleo mental Si yo tuviera un jardín y tiempo por delante, lo primero que me conseguiría sería un columpio. Sé que algún día me encontraré en esa deseable situación. Un columpio y una de esas casitas rojas y blancas, con entrada de círculo horadado, que se ponen en los árboles como habitáculo de los pájaros. Y más allá una torre modesta, de madera, como las que había antes en las casas de las playas. Y también me procuraría un estanque para abandonarlo un poco, de modo que crezca vegetación en las orillas y el agua se ponga verdosa. Se trataría, así considerado, de un jardín de tiempo. Una forma de extender las tardes y de comprimir el silencio, marcado discretamente por los surtidores del agua del estanque y por el chirrido de los goznes del columpio cuando el viento lo mueva. Para Proust, este sonido tiene tanto poder de sustracción como el aroma de las ya a estas alturas trilladas magdalenas. Es curioso que los pololos y los amantes de hoy no tengan en cuenta los columpios como artefactos favorables a los encuentros eróticos. Antes era así: una cuestión de adultos. Watteau, Fragonard, pintores del rococó, los incluyeron muchas veces en sus jardines galantes. En forma de cordeles suspendidos del follaje sombrío de un olmo o de una encina, los columpios aparecían balanceando a mujeres con rizos rubios y vestidos de colores esmaltados. No hay para qué decir que el vértigo inferido del sube y baja introducía en el universo simbólico de estas pinturas la oscilación sexual del cuerpo y del alma. El mundo podía estar viniéndose abajo, y esta gente gastaba las horas sublimando sus impulsos en la intimidad de los parques privados con la despreocupación del que aprendió a vivir la existencia sin presupuesto ni aprensiones. Contra lo que pudiera pensarse, el columpio no es un aparato destinado al ejercicio. Su utilidad es más bien visual: aporta un punto de vista para observar lo cercano y lo lejano, lo bajo y lo alto, lo propio y lo ajeno. En este sentido está más vinculado a los catalejos que a las máquinas de carreras estáticas. Cuando niños no entendíamos que el verdadero placer asociado al columpio consistía en esa especie de nada que ofrecía: ir y venir, ir y volver muchas veces, echando el cuerpo hacia atrás en la ascención para ver el cielo como si estuviera abajo o fijando la mirada en los árboles del fondo, transformados por la velocidad en un manchón gris o café. Por no comprender esto es que inventábamos competencias de salto o pretendíamos proezas absurdas, como dar la vuelta sobre la barra en 360 grados y terminábamos si no directamente accidentados, con una sensación de angustia: habíamos invocado el aburrimiento sin necesidad alguna. Hay algo de fantasmal, de ominoso, en todo columpio, como se puede apreciar en las películas de miedo, donde muchas veces –solitarios al atardecer– figuran como anticipo de una presencia maligna. Esto se explica por el hecho de ser un objeto inanimado que está a punto siempre de generar movimiento por sí solo, lo que los emparenta con los autómatas a cuerda. No es por nada que los columpios de los pintores rococó hayan sido situados en jardines exclusivos, fuera del mundo. El placer de “dejarse llevar” por la inercia del propio cuerpo tiene para un adulto un dejo de obscenidad. Por eso no ocupamos jamás los columpios de las plazas públicas, a pesar del primer impulso que nos lleva a correr a ellos y ganárselos a los niños que andan por ahí. v Roberto Merino Escritor Ha publicado Todo Santiago (premio Literatura 2013, Municipalidad de Santiago), Luces de reconocimiento, Transmigración y En busca del loro atrofiado, entre otros. Bubble Chair Diseño Original: Eero Aarnio, 1968 Tamaño: 78 x 105 x 109 cm Peso: 24 kg Precio: $650.000 tpd.cl 25 4_Guia de compras.indd 25 25-06-2014 21:13:13 viernes_hierba buena Salvia (Salvia Officinalis L.) “Quien tiene salvia en su jardín no necesita medico”, decía Hipócrates. Como ingrediente de cocina o como remedio para dolores estomacales, para regular el ciclo femenino e incluso para combatir la transpiración, esta hierba le hace honor a su nombre, que en latín significa curar. Por Henriette De Visscher / Ilustración: Geraldine MacKinnon Propiedades Usada comúnmente como remedio para tratar problemas estomacales o por sus propiedades diuréticas, la salvia además tiene una sustancia similar al estrógeno que ayuda a regular el ciclo menstrual y los malestares de la menopausia en las mujeres. En infusión Para tomarla como infusión, se debe poner una cucharada de las hojas y/o las flores en un litro de agua hirviendo y dejarla reposar por un mínimo de tres minutos. La recomendación es no tomar más de tres tazas al día. En períodos de embarazo y lactancia debe evitarse. En la cocina En la cocina italiana y francesa, la salvia fresca en hojas es muy utilizada. Su sabor suave con toques amargos combina bien con el cerdo, las pastas o las papas y también sirva como ingrediente para aromatizar la mantequilla. Cultivarla en casa La salvia es apreciada también en la jardinería porque está verde todo el año y dos o tres veces da unas preciosas flores violetas. “Para obtener una planta nueva se debe propagar sus semillas en un almácigo y cuando tiene dos hojitas o unos cinco centímetros de altura, se la debe trasplantar a la tierra o a una maceta”, explica Marie Arana Urioste, fundadora de la tienda y vivero Herbarium. La mejor época para cultivarla es a fines del verano, a más tardar en abril. Se recomienda regarla como máximo tres veces por semana. Dónde comprar Herbarium: Vende salvia en almácigo. Una planta de unos dos años de vida cuesta cerca de $1.400. José Arrieta 9960, Peñalolén. herbarium.cl Difundida como la cura de diversas afecciones, antiguas civilizaciones veneraban los poderes curativos de la salvia. Incluso, para los romanos recogerla constituía un ritual sagrado. Botica del Alma: Tiene salvia para infusión en bolsas ($3.990) y a granel ($2.990). También ofrecen cápsulas ($5.990). Callejón de la Lechería, sector de Santa Emilia en la comuna de María Pinto. boticadelalma.cl Farmacia Mapuche: Natri 25 es un compuesto de salvia en gotas que sirve para la sudoración excesiva ($3.200). Nueva Providencia 2234. comprafarmaciamapuche.cl Fresca se encuentran sus hojas en supermercados y ferias. 26 4_salvia.indd 26 25-06-2014 21:14:36 viernes_casa La cocina El lugar de la casa donde la tecnología entró para no salir más Por Natalia Ramos Ilustración: Consuelo Amenábar Producción: Henriette De Visscher 1 2 La cocina surgió desde la oscuridad. En las casonas chilenas del siglo XIX estuvo relegada a subterráneos o tugurios lejanos a los espacios de convivencia familiar y de más atención, como el salón o los dormitorios. Se la ubicaba junto a las bodegas y cocheras y era un lugar del cual no se hablaba porque se le asignaba poca relevancia. El siglo XX trajo aires renovadores para ese espacio, fueron cambios paulatinos pero definitorios en el rol que este lugar tiene actualmente. Atrás empezaron a quedar los mini montacargas que subían los platos al comedor, porque las cocinas se fueron acercando a las mesas. La edición de julio de 1912 de la revista Familia constata ese cambio: “La nuevas piezas destinadas a la cocina en una casa que se construye, no son ya aquellos tugurios húmedos, oscuros, estrechos en los que antes se cocinaba. Las alhacenas se colocan a la luz y los utensilios que en ellas se guardan hay obligación de conservarlos aseados. La electricidad es una fuente incalculable de comodidad, evita forzosos trabajos manuales”. Y fue cierto. La llegada de la electricidad facilitó bastante las cosas, pero la preparación de los alimentos –entre picar, batir y moler– seguía tomando bastante tiempo. La comida se guisaba sobre un artefacto a leña con varios quemadores, sobre alguno de ellos se mantenía un depósito con agua caliente que estaba listo por si había que lavar ropa o darse un baño. La combustión de la leña hacía de este lugar uno de los más calefaccionados de la casa, lo que lo volvía muy atractivo durante el invierno. Pero la década del treinta lo revolucionó todo; Santiago se amplió hacia nuevos barrios y empezaron a construirse casas que privilegiaban los espacios destinados a la comodidad. La misma influencia estadounidense que trasformó el salón en el living, lo hizo con la cocina. Adaptó este espacio para reducir y facilitar la labor, la cocina a leña se reemplazó por artefactos más pequeños y que funcionaban a gas. Por otra parte, la electricidad trajo la presencia del refrigerador, que como alargaba la vida de los alimentos, permitió desocupar las encimeras de la cocina; salieron aquellos recipientes con agua fresca en los que se sumergían productos como la mantequilla para que no se derritiera y con la llegada del frigider o freezer progresivamente empezaron a caer en desuso los mosquiteros que protegían la carne del acecho de los insectos. Ahorro de tiempo, comodidad e higiene fueron conceptos que se instalaron en las cabezas de las dueñas de casa, entonces las únicas administradoras de ese espacio del hogar. Actualmente, la cocina se ha reducido en tamaño pero ha ganado en relevancia. Una casa sin cocina incorporada, hoy resulta impensable, como también que sea un espacio únicamente para mujeres. El chiste fome de que la cocina es el hábitat femenino quedó atrás y dio paso a hombres que se aventuran en las artes culinarias, con más o menos éxito. Si usted, macho recio, todavía no ha puesto un pie en ella, considérese del siglo pasado. 3 4 1. Paños de cocina Mr and Mrs Napkins, Fermliving. Precio: $3.500 cada uno más despacho. Disponible en Fermliving.com 2. Cuchillos de cocina en bambú, cuchillo de chef, cuchillo para verduras y cuchillo para el pan. Precio: $8.000 cada uno más despacho. Disponible en urbanoutfitters.com 3. Set de mini Ollas Cocotte Le Creuset, precio: a partir de $50.000. Disponible en Falabella.com 4. Cocina Cormatin, precio: consultar en tienda Verónica Blackburn. Disponible en veronicablackburn.cl 27 4_casa.indd 27 25-06-2014 21:16:48 viernes_mira esto El abismo de la mancha Por Juan José Richards Si esta obra de Marcos Sánchez fuera una novela, contaría una historia que se propaga explosivamente, desde su origen (incierto) hasta los bordes del formato. En el lienzo, como página en blanco, se acumulan los dibujos y escenas que componen la narración de forma espontánea que, a diferencia del cómic que usa las viñetas, aquí van empalmadas en una suma de manchas. Al acercarse, aparecen escondidas perturbadoras imágenes infantiles, ilustraciones cotidianas y escenas extraídas de un guión de ciencia ficción. El campo narrativo se llena de formas y superficies de color que colman todo el espacio. Marcos Sánchez (34) Detalles de Doctor y Paciente, 2014. Lápiz de color, tinta, acrílico y esmalte sobre papel, 152 x 138 cm. marcossanchezd.com 28 4_portfolio_mira.indd 28 25-06-2014 21:19:14 viernes_45 minutos Diario de un psicoanalista La intimidad de una consulta desde la mirada del terapeuta Nicole es una mujer de cuarenta y tantos años, su soledad y tristeza la tienen mal. El principal problema, a mi modo de ver, es su actitud de estar dispuesta a hacer cualquier sacrificio con tal de conseguir una pareja, de estar acompañada. Doctor Lev Psiquiatra* [email protected] *Estas historias están narradas por un médico psiquiatra. Se trata de ficciones hechas a partir de su experiencia clínica. “El fin de semana fui con unas amigas al bar Duke’s del Hyatt y conocí a un tipo de 45 años, muy simpático y caballero. Tuvimos harta onda, conversamos mucho y al final nos fuimos a mi departamento”. La escucho con atención, con facilidad y tedio puedo adivinar cómo va a seguir su relato; apuesto a que el tipo era separado, divertido y algo fanfarrón y que de seguro la relación sexual fue rápida y fría, sin cariños. Como diría un colega amigo mío: una relación “evacuativa”. Mi paciente probablemente no lo paso bien. Nicole tiene dificultades en la esfera de lo sexual; para ser más preciso, le cuesta tener orgasmos. Y puedo seguir adivinando cómo continuó la historia: después del encuentro a él empezó a incomodarle la cercanía física, el cuerpo y la desnudez de mi paciente y en pocos minutos el ambiente cambió. El tipo inventó una excusa, como que al día siguiente iba a ir a esquiar temprano, entonces se vistió rápido y se fue. Seguramente, él se olvidará de Nicole antes de que el ascensor llegue y nunca la llamará ni volverán a verse. A medida que sigue hablando, las palabras de ella confirman todo aquello que con un enunciado pude adivinar. Me explica que quedó decepcionada porque en algún momento quiso acurrucarse en él y él fue esquivo. “¿Qué hice mal de nuevo?”, “¿por qué nunca me llaman y siempre es lo mismo?”, me pregunta. Nicole va a llorar a mi consulta, a quejarse. Me ventila sus sentimientos de menoscabo y de humillación y lo hace poniéndose sutilmente en un rol de víctima. Culpa de lo que le pasa a todo el género masculino y lo que yo echo de menos es una autoevaluación sincera sobre lo que hace para que las cosas siempre le sucedan así. Pero no, culpa a la suerte o al azar y no es capaz de poner los problemas en ella. Este guión se ha repetido muchas veces los martes; ha llegado a instalar la misma escena en mi consulta, con matices –claro–, circunstancias distintas y diferentes personajes, pero su rol y el desenlace es siempre igual. Freud llamó este fenómeno “compulsión a la repetición”. Nicole es una mujer de cuarenta y pocos años, su soledad y su tristeza la tienen mal. El principal problema, a mi modo de ver, es su actitud de estar dispuesta a hacer cualquier sacrificio con tal de conseguir una pareja, de estar acompañada. Ése es el nombre de la enfermedad, su masoquismo mendigante de afecto la daña y espanta a cualquiera. Y aquí estoy yo, escuchando una vez más sus lamentos y la desgracia de sus fines de semana, su desconcierto ante la gente, su vacío y su soledad. Soy un testigo mudo de cómo ella está anclada en las viejas historias de su sufrida infancia, donde su padre solía emborracharse y también gorreaba a su madre. Freud nos dejó el concepto de “reelaboración”, que sugiere revisar en sesión –cuantas veces sea necesario– todos los ángulos de una determinada conducta. Esto es lo que me sirve y me guía en el pesimismo que tiende a invadirme con pacientes como Nicole. Así me sobrepongo al aburrimiento y la decepción que este tipo de personas me provocan, me enfoco en interpretar una y otra vez su búsqueda frenética de amor, como necesidad compulsiva de dañarse y maltratarse. En estos casos se me plantea una especie de problema técnico: si le demuestro preocupación y que la quiero ayudar, ella no me valorará. Debo hacerle ver que ella es cómplice de tener relaciones donde resulta maltratada porque eso le produce algún nivel de satisfacción. El trabajo con Nicole ha sido y seguirá siendo agotador y complejo, porque ella se mueve entre dos posiciones: maltrata a quien la valora y valora a quien no la aprecia. Sofá Mah Jong Diseño: Hans Hopfer Características: piezas modulares, tapizadas con telas de Missoni Home roche-bobois.com 29 4_psicoanalista_v3.indd 29 25-06-2014 21:20:53 viernes_gastronómico viernes_moda Mochila Xamira Zuloaga, artista Fotografía: Nacho Rojas Producción: Paloma Salas - Daniel Pacheco Maquillaje: Maca Moreno Agradecimiento: Estudio FE Mochila, consultar precio en tienda Pepa Sue 30 4_moda.indd 30 25-06-2014 21:22:58 31 MKT.indd 31 25-06-2014 18:42:31 32 SIMONETTI.indd 32 25-06-2014 18:46:00