Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles

Transcripción

Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles
Real Colegiata de Santa María de Orreaga/Roncesvalles
Localidad: ORREAGA/RONCESVALLES (31650)
Zona: Los Pirineos
Web: www.roncesvalles.es
Estilo: Gótico
Siglos de construcción: XII
Horario de visita: conjunto monumental: de lunes a domingo de 10:00 a 14:00 y de
15:30 a 17:30 horas. Iglesia Colegial de lunes a domingo de 8:00 a 20:00.
Precio visita: visita completa 3,90€.
Teléfono: 948790480
Fax: 948790450
Entre los montes pirenaicos desdibujados por la niebla, la piedra da forma a la
historia y a las leyendas a través de la Colegiata de Roncesvalles: enclave
destacado del Camino de Santiago, albergue-hospital y, para la gran mayoría de
peregrinos, punto de partida de la Ruta Jacobea hacia Santiago de Compostela.
Este pequeño rincón del norte de Navarra, marco en el que se desarrolló la
legendaria Batalla de Roncesvalles, glosada en el poema medieval "La Chançon de
Roland", no se olvida fácilmente. La desbordante belleza de su entorno provoca que
el visitante detenga sus pasos para sucumbir a su encanto.
El enclave pirenaico de Orreaga/Roncesvalles, al noroeste de Navarra y próximo a
la frontera con Francia, constituye un hito en el Camino de Santiago y alberga uno
de los mejores ejemplos del gótico francés en la Península: la Colegiata de Santa
María. El descenso de Ibañeta, que proviene de Luzaide/Valcarlos, nos conduce
hacia este antiguo albergue-hospital, construido a finales del siglo XII y principios
del XIII para atender a los peregrinos jacobeos tras cruzar los Pirineos.
Historia
Orreaga/Roncesvalles fue siempre un lugar de paso. Por allí entraron a la Península
los celtas y, más tarde, quienes utilizaban la vía romana que unía Burdeos y
Astorga. En el año 778, el desfiladero de Valcarlos fue testigo de la Batalla de
Roncesvalles, en la que la retaguardia del ejército de Carlomagno, mandada por
Roldán y acompañada con lo más granado de la nobleza franca, fue derrotada por
los vascones. Esta batalla recorrió toda Europa y dio lugar a la "Canción de Roldán"
poema épico del siglo XII.
Otro hito de su historia tendría lugar en el siguiente siglo: en el año 813 se
descubrió la tumba del apóstol Santiago en Galicia y, poco después, comenzaron
las peregrinaciones a Compostela desde toda la cristiandad. Una de las rutas
jacobeas, que con el impulso de Sancho III el Mayor se convertiría en la más
importante, atravesaba los Pirineos por Roncesvalles. Con el fin de atender a los
peregrinos, en el siglo XII surgió un hospital-monasterio en el alto de Ibañeta.
Posteriormente y gracias al impulso del obispo de Pamplona y del rey Alfonso el
Batallador, se construyó en el llano el albergue-hospital y la iglesia colegial de
Roncesvalles.
Durante la Edad Media se levantaron nuevos edificios y la Colegiata alcanzó gran
importancia debido a sus extensos dominios y al creciente número de peregrinos. A
partir del siglo XVII, Roncesvalles vivió un retroceso paralelo al del Camino de
Santiago, al tiempo que disminuyó su patrimonio. Ya en el siglo XX, tras eludir la
desamortización, comenzó una lenta recuperación. Durante los últimos años, la
colegiata ha sido testigo del renacer de las peregrinaciones a Santiago y, en
muchos casos, es elegida como punto de partida de la vía compostelana.
El arte en la Colegiata de Roncesvalles
En el conjunto arquitectónico que forma la Colegiata, sobresale la iglesia de Santa
María, construida a finales del siglo XII y principios del XIII. Su traza responde al
estilo gótico francés. Presenta una planta de tres naves, la central de doble anchura
y cubierta con bóvedas de crucería. La cabecera es pentagonal y está iluminada por
bellos ventanales góticos decorados con vidrieras modernas. En el lado izquierdo de
la fachada se eleva una torre defensiva edificada en el siglo XIV.
El altar mayor del templo está presidido por la imagen de Santa María de
Roncesvalles del siglo XIV, una bellísima talla gótica de madera revestida con plata
y adornos dorados. Del lado de la epístola se accede al claustro, reconstruido en
estilo cisterciense después de que el antiguo claustro gótico se derrumbara por la
nieve en 1600.
Al claustro se abre la capilla de San Agustín, antigua sala capitular gótica de planta
cuadrada. En su centro se puede contemplar el sepulcro del rey Sancho VII el
Fuerte. La losa que lo cubre, de mediados del siglo XIII, es una estatua que refleja
la imponente altura del monarca. La capilla está iluminada por la luz que filtra una
vidriera de principios del siglo XX. Ilustra la victoria del rey contra los almohades en
las Navas de Tolosa (1212), de donde se trajo las mazas y las cadenas que el
monarca arrebató a Miramamolín y que puede contemplar en esta sala. Según la
tradición, estas cadenas componen el escudo de Navarra.
Otro de los edificios de Orreaga/Roncesvalles, el más antiguo de todos, es la capilla
del Santo Espíritu o Silo de Carlomagno del siglo XII, en el lugar donde según la
leyenda habría clavado Roldán su espada, después de la derrota sufrida en la
Batalla de Roncesvalles. Junto a ella se levanta la iglesia de Santiago o de los
peregrinos, de estilo gótico primitivo. En su interior se guarda la campana de la
antigua ermita de San Salvador de Ibañeta que servía para guiar a los peregrinos
en los días de niebla.
El Museo-Biblioteca, que data de finales del siglo XIX, acoge en su primera planta el
archivo y la biblioteca, abiertos sólo a especialistas. En ellos se contiene un rico
fondo documental y más de 15.000 volúmenes. El museo, ubicado en la planta
baja, guarda piezas de gran interés como el Ajedrez de Carlomagno, un relicario de
plata dorada y esmaltada que según la leyenda perteneció al emperador franco.
Junto a él se exponen otras piezas reseñables como un evangeliario de plata del
siglo XII, obra cumbre de la orfebrería medieval navarra, o la llamada esmeralda de
Miramamolín. Según la tradición, el rey Sancho VII el Fuerte arrebató esta joya al
rey moro en la batalla de las Navas de Tolosa.
El conjunto arquitectónico de Orreaga-Roncesvalles se completa con la casa
Itzandegia. Construida en estilo gótico incipiente, pudo concebirse como hospital o
vivienda y, tras una laboriosa rehabilitación, fue convertida en albergue de
peregrinos. Entre la capilla de Santiago y el centro Itzandegia, apreciará el
Monumento a la Batalla de Roncesvalles con relieves que representan aquel
enfrentamiento.

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