sobre varamiento de ballenas y delfines

sobre varamiento de ballenas y delfines

SOBRE MUERTES DE DELFINES Y BALLENAS POR VARAMIENTO
Pocos Indicios acerca de las Muertes de Delfines en Florida Keys
Los Biólogos investigan si el responsable fue el sonar que utilizaron los submarinos de
la armada en EE.UU. los cuales estaban realizando ejercicios o fueron bacterias de la
llamada marea roja las que contribuyeron a la muerte de más de 30 delfines en
Florida Keys la semana pasada. Los científicos empezaron evaluar el lunes, ensayos
bacteriológicos, de origen viral e infecciones de tejidos durante las necropsias
realizadas en nueve de los delfines muertos, inclusive sobre un recién nacido. Un
número estimado de 70 a 110 delfines, que nadan normalmente en aguas continentales
más profundas, aparecieron en aguas superficiales en las arenas cercanas a Marathon,
al sur de Miami, el miércoles pasado.
Algunos científicos especulan que el desamparo de estos animales, podría estar
relacionado con el sonar, que puede haber desorientado a los mamíferos marinos,
causando en ellos la necesidad de surgir rápidamente y sufrir, en consecuencia, la
enfermedad de descompresión. La Marine Mammal Conservancy está rehabilitando
cerca de dos docenas de delfines en un lago protegido en Key Largo.
El submarino de EEUU, Filadelfia, con base en Groton, Connecticut., se encontraba
realizando ejercicios de entrenamiento con Navy Seals en Florida Keys, un día antes
del desastre. Los funcionarios de la armada "trabajan en este asunto," dijo el Lt. Cdr.
Jensin Sommer de Norfolk, perteneciente a las Naval Submarine Forces de Norfolk, el
lunes. Los Biólogos probaron también la toxicología relacionada a la marea roja, una
algas que surgen y se reproducen a una tasa explosiva y es perjudicial para los
mamíferos marinos tales como los manatíes. Una marea roja intempestiva se formó al
sudoeste de la Florida a principios de enero. "No hay fusiles humeantes," dijo Alex
Costidis, un biólogo del Florida Fish & Wildlife Research Institute en S. Petersburg,
Florida. "Todos tenían sus estómagos vacíos, que es bastante típico de una situación
de desampararo, indicando que ellos no habían comido en los último dos o tres días."
Los delfines eran hembras en su mayor parte adultas y además había jóvenes. De la
suma desamparada, de 10 a 15 hubieran sido capaces de nadar más lejos. "Nosotros
todavía no sabemos cuántos ejemplares quedaron en situación de desamparo.
Tuvimos definitivamente un desastre maternal. Era en su mayor parte madres y
bebés," dijo Celeste Weimer, coordinadora para el Florida Keys Mammal Rescue.
Varias de las hembras en el grupo estaban preñadas.
En la Mote Marine Laboratory en la Summerland Key, cerca de 25 millas al este de
Key West, un delfín hembra adulto -- nutrido por otro delfín que se comporta como
un entrenador en el trabajo y voluntarios vestidos con vestimentas apropiadas,
lucharon
para hidratar una criatura, por más de 12 horas el lunes para salvar al recién nacido.
Otros dos delfines dieron a luz, bebés en la Key Largo, Fla., y otro abortó un feto
cercano a su término en un lugar cercano en Key Biscayne, cercana a Miami, dijo
Weimer a Reuters.
Ballenas varadas en playas y el Sonar de la Armada
Punto de vista de "The Monitor"
La armada rutinariamente emplea el sonar en los submarinos - la versión submarina
del radar - para navegar y detectar las amenazas potenciales. Pero esos poderosos
sonidos dañan tanto a ballenas como a delfines. De hecho, algunos sistemas de sonar
pueden generar 235 decibeles. En el aire, esto es similar al de una lancha de
Trasbordador. Suficientes ejemplos de este daño abundan como para sugerir que se
debe encontrar un mejor equilibrio entre las necesidades del ejército para utilizar el
sonar y la necesidad de proteger la vida marina.
La semana pasada, más de 60 delfines quedaron varados sobre la playa en Florida
Keys, quizás a causa de que un submarino de la Armada se encontraba cerca
efectuando ejercicios de instrucción. Más de 20 han muerto. El mes pasado, 37
ballenas de tres especies diferentes fueron encontradas muertas en Carolina del norte.
Aunque los funcionarios de la Armada mantienen que no hay suficientes pruebas
concluyentes para vincularlos al sonar con esa masa excepcional desamparada, dicen
que los barcos utilizaban el sonar cerca de esas aguas en aquel momento. Ellos han
reconocido que ese sonar fue responsable de un efecto similar en ballenas en las
Bahamas en el 2000.
Ahora, cómo una señal del sonar puede desorientar o puede dañar a una ballena o al
delfín todavía no están exactamente aclaradas, pero las pruebas reunidas indican que
la gama de frecuencias medias y bajas puede causar que se acerquen a la playa,
surgen también en forma inmediata. La Comisión Internacional de la Pesca de
ballenas (The International Whaling Commission) y otros grupos ambientales y
científicos han publicado informes que sostienen la posibilidad que el sonar tiene tales
efectos.
Los ejercicios de instrucción de la Armada (que justifica cerca del 90% el uso del
sonar) fueron llevados a cabo en otra oportunidad, en su mayor parte a cabo muy
lejos del litoral, y por lo tanto, lejos de poblaciones densas y cercanas de ballenas.
Pero la amenaza terrorista, que incluye la posibilidad de un ataque enemigo en un
puerto, y en el acercamiento del llamado "submarino silencioso" se disciernen mejor
con el sonar y podría ser utilizado por un enemigo potencial - lo que llevado a la
Armada a movilizarse más cerca a la costa, para hacer algunos ejercicios.
La semana pasada, la administración Bush publicó una declaración sobre los
esfuerzos internacionales opuestos con el objeto de limitar el uso del sonar. Esto, sin
embargo, no debe excluir los pasos unilaterales en los que la Armada podría restringir
el uso del sonar durante la instrucción de los ejercicios. También debe trabajar
voluntariamente con otras naciones en la misma línea.
Como colaborador más grande en el mundo en la investigación del océano, la Armada
tiene una oportunidad de ser un mejor auxiliar de mejora del medio ambiente. Puede
ayudar a descubrir más de cerca cómo el sonar afecta la vida marina, y prestar una
mirada en la búsqueda de soluciones sensatas.
Los investigadores de la Duke University, por ejemplo están desarrollando un sistema
para predecir en forma más precisa donde se localizan las ballenas. Esa tecnología
podría establecer alguna distancia entre los barcos de la Armada y estos animales
majestuosos.